Professional Documents
Culture Documents
I. Excurso Introductorio:
1
Rodríguez Delgado, J. El tipo imprudente. Grijley, Lima, 2013, pág. 45.
II. Generalidades:
2.1. La Culpa:
a) ausencia de intención;
2
Félix Tasayco, G. El delito imprudente en la actividad médica. Grijley, Lima, 2014, pág. 41.
3
Se ha utilizado como referencia el libro de Roxin, C. La Imputación Objetiva en el Derecho Penal.
Girjley, Lima.
444
Ibíd. pág. 190.
3.3. Sobre la creación no permitida del peligro: para
determinar la creación de un peligro no permitido, y determinar la
imprudencia se han desarrollado los siguientes criterios:
5
Ibíd. pág. 194.
6
Ibídem.
¿En qué casos no es aplicable el principio de
confianza? El comportamiento basado en la
confianza no puede sostenerse cuando del
comportamiento del otro sujeto no puede
esperarse, precisamente, dicha confianza.
Ejemplos:
o Niños pequeños.
o Peatones adultos frágiles
(discapacitados).
o Peatones de avanzada edad.
o Peatones manifiestamente
desorientados.
o Cualquier otro sujeto que, de forma
manifiesta, permitiría inferir que no se
va a regir por las reglas del tráfico.
7
Roxin, C. Tratado de Derecho Penal. Parte General. CIVITAS, 6ta ed. 2008, Madrid, pág. 1005.
o ¿Cuándo se excluye el deber especial
de vigilancia y, por lo tanto no es
exigible? Cuando este afecte la parte
personal del trabajo, esto quiere decir
que “la directriz debe ser que incluso al
más competente de los que colaboran
sólo se le pueden imponer tantos deberes
de vigilancia en relación con otros como
pueda cumplir sin peligro de descuidar
su parte personal de trabajo”8.
8
Ibíd. pág. 1006.
Otro criterio que excluye la imputación
objetiva, pese a la existencia de la
‘perceptible inclinación al hecho’. Un segundo
criterio de exclusión de imputación objetiva en el
delito imprudente es la falta de “fomento o
favorecimiento”. Así, por ejemplo, si “A”
amenaza a “B”, su esposa, de matar a un sujeto
“C”, la esposa “B” puede tomar la decisión de
separarse y no cometer homicidio imprudente,
en caso “A” concretice su amenaza y mate a “C”.
Ello porque, según ROXIN, la conducta de “B” en
ningún momento ha favorecido la comisión
dolosa del hecho delictivo de “A” en tanto que la
conducta de “B” sólo es causal por una
combinación caprichosa de condiciones por
parte del autor doloso9 “A”.
9
Ibíd. pág 1007.
10
Roxin, C. La Imputación Objetiva en el Derecho Penal. Girjley, Lima, 2014, pág. 204.
ejemplo, en el caso de la práctica médica, esta
se rige por la denominada lex artis, En tanto se
trate, como ocurre mayormente, del ejercicio
lícito de actividades y profesiones, se podrá muy
bien utilizar reglas conocidas en los círculos de
personas correspondientes como punto de vista
guía, aún cuando no estuvieren codificadas
(…).11
11
Ibíd. pág. 205.
3.7. Otros criterios que permiten determinar la relevancia
jurídico-penal del peligro creado y poder fundamentar la
imputación imprudente:
14
Rodríguez Delgado, J. El Tipo Imprudente. Una visión funcional desde el derecho penal peruano.
Grijley, 2da Ed., Lima, 2013, pág. 160.
15
Ibíd. pág. 118.
descuidado, de acuerdo a reglas de técnica o Lex
artis.
16
Toda la información recabada en el cuadro fue extraída de Rodríguez Delgado, J. El Tipo Imprudente.
Una visión funcional desde el derecho penal peruano. Grijley, 2da Ed., Lima, 2013, págs. 127 y 128.
que debía conocer o advertir17. Asimismo, este
deber de cuidado objetivo o externo se
manifiesta en tres deberes: a) deber de omitir
acciones peligrosas; b) deber de información
y preparación previa18; y, c) deber de actuar
prudentemente en situaciones peligrosas.
Este último implica que, frente a situaciones de
riesgo permitido, cuya lesión implica también una
a las norma de cuidado, debe controlarse el
peligro con la intensión de mantenerlo y no
intensificarlo, centrando la atención durante todo
el ejercicio de la actividad riesgosa.
17
Más claro: “La determinación del deber objetivo de cuidado no puede realizarse de forma aislada al
entorno social en el que se desenvuelve el sujeto, por el contrario, debe tomarse en cuenta la relación
espacio-tiempo, pues el deber de cuidado tiene que adaptarse a las diversas situaciones sociales que se
presentan. En mi opinión, el deber objetivo de cuidado es el factor dinámico del tipo imprudente, pues se
ajusta a los cambios sociales, lo que no sucede con la norma de cuidado (prevista en cada tipo penal).
Esto último se ve reforzado si se toma en consideración que el deber objetivo de cuidado suele ser la
medida con la que se puede cuantificar la peligrosidad del comportamiento realizado. En definitiva, el
deber de cuidado externo busca hacer un control planificado de los riesgos en la sociedad, y por ello la
función de las normas extrapenales (en donde se centra el deber de cuidado) es dar pautas de
comportamiento que no son en sí mismas el fundamento del tipo imprudente, sino tan solo un punto de
partida” Asimismo, con respecto a la relevancia penal del cumplimiento u observancia de los deberes
objetivos de cuidado, el autor señala: “ello no es suficiente cuando las peculiaridades de las
circunstancias requieren de un nivel superlativo de cuidado que no suele estar plasmado de forma escrita
(…) En sentido opuesto, es decir, la vulneración de aquello deberes objetivos de cuidado que están
recogidos en reglamento u otras formas normativas escritas, per se no genera una infracción penal”.
[el resaltado es nuestro]. Rodríguez Delgado, J. El Tipo Imprudente. Una visión funcional desde el derecho
penal peruano. Grijley, 2da Ed., Lima, 2013, págs. 133 y 134.
18
Estos dos primeros criterios ya fueron analizados. Véase acápites 3.6.1 y 3.6.2, pág. 8.
19
Jakobs, G. Derecho Penal. Parte General. Fundamentos y teoría de la imputación, 2da Ed., Marcial
Pons, Madrid, 1997, pág. 384.
V. El aspecto subjetivo del delito imprudente.
20
“Lo adecuado es reconocer en la imprudencia consciente un tipo subjetivo, que consiste en la
representación de todas las circunstancias del hecho como un peligro no permitido y en la confianza en
la ausencia de realización del tipo”. Roxin, C. Op. cit. pág. 1022.
21
Para Roxin, en la culpa inconsciente, no se configuraría el tipo subjetivo debido a que “el sujeto no ha
incluido en su representación los elementos y presupuestos del tipo objetivo”. Ibídem. Ahora bien, Roxin
llega a dicha conclusión en mérito a que concibe la creación de un peligro no permitido como una
infracción al deber de cuidado, que forma parte del tipo objetivo. Entonces si no se es consciente del
peligro no permitido, tampoco es respecto de la infracción de la norma de cuidado, por lo tanto, no se
es consciente del tipo objetivo. Por otro lado, RODRÍGUEZ DELGADO, en una concepción diferente
establece que “la inconsciencia (o consciencia del sujeto) no recae sobre la vulneración de la norma de
cuidado, pues ello en caso de inconsciencia implicaría un supuesto de ausencia de comportamiento
humano, sino más bien en el peligro que dicha vulneración generaría (…). La inconsciencia se mide
respecto al peligro del comportamiento del sujeto y no de la concreta vulneración de la norma de
cuidado realizada por dicho sujeto (…)”. Delgado, R. op. cit. págs. 99 y 100.
o ¿Cuándo se es consciente de la realización
de una conducta descuidada típica? La
imputación subjetiva. Pues el conocimiento
del sujeto debe abarcar, necesariamente:
Trujillo, a los ocho días del mes de Marzo del año 2017.
22
Corcoy Bidasolo, Mirentxu, citado por Rodríguez Delgado, J. op. cit. pág. 105