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Fecha: 24-jun-2009
Producto: MJ
I. INTRODUCCIÓN
En ese contexto, señalar que el sistema normativo chileno ha reconocido un nuevo derecho
fundamental, el derecho de acceso a la información pública en poder del Estado (en adelante,
DAIP), supone importantes desafíos en términos argumentales, en primer lugar, respecto del
propio carácter fundamental del derecho (tarea que compete, principalmente, a la academia y
la judicatura); y, en segundo lugar, la elaboración de herramientas argumentales para su
adecuada garantía (tarea que compete, principalmente, a los operadores jurídicos.
Por tanto, nos dirigiremos a aquellos abogados que comienzan a familiarizarse con la Ley
20.285 , sobre Acceso a la Información Pública (en adelante, LAIP), su procedimiento de
garantía
Si bien nuestra Carta Fundamental no conoce de la misma redacción que utiliza el referido
artículo 13 de la Convención Americana al consagrar la libertad de expresión, en términos de
comprender en ella la libertad de "buscar", recibir y difundir informaciones, es posible sostener
que nuestra Constitución Política sí los comprende, toda vez que su artículo 5° , inciso 2º (9),
lo incorpora dentro del bloque de constitucionalidad (10).
Por lo demás, adelantándose al reconocimiento explícito que la Ley de Transparencia haría del
DAIP, el Tribunal Constitucional dio un salto significativo en esta materia, al señalar que el
reconocimiento constitucional del derecho de acceso a la información no merecía duda en la
doctrina de los iuspublicistas y tampoco en la jurisprudencia, en primer lugar, por el hecho de
que Chile es una república democrática -argumento que profundizaremos más adelante- y, en
segundo lugar, "porque el derecho a acceder a las informaciones que obran en poder de los
órganos del Estado forma parte de la libertad de expresión que, entre nosotros, se encuentra
consagrada en el artículo 19 , Nº 12 de la Carta Fundamental", precisando que "es posible
afirmar que el derecho de acceso a la información pública se encuentra reconocido en la Carta
Fundamental,aunque no en forma explícita" (11).
Sin embargo, el Tribunal Constitucional, aunque reconoce el carácter implícito del DAIP en la
Constitución, no se pronuncia sobre el carácter fundamental de éste derecho, aunque sí
entrega los Argumentos esenciales para hacerlo (12).
Siendo el DAIP parte integrante de la libertad de expresión, la CIDH ha señalado que este
derecho contiene las dos dimensiones, individual y social, que caracterizan al derecho a la
libertad de pensamiento y de expresión (13).
En cuanto a la dimensión individual del DAIP, ésta supone garantizar la autonomía del
individuo para acceder a aquella información en poder del Estado que, en conformidad con sus
convicciones, le parece
relevante requerir, sirviendo como factor de autorrealización esencial para la dignidad humana.
Como señalan Abramovich y Courtis, el DAIP "cumple la función de maximizar el campo de
autonomía
acceso a ella. Pues, sólo así las personas pueden ejercer un efectivo control democrático de la
labor estatal.En suma, señalan estos autores, el DAIP "tiende a relevar el empleo instrumental
de la información no como -o no sólo como- factor de autorrealización personal, sino como
mecanismo o andamiaje de
La dimensión social o colectiva del DAIP nos permite abordar un segundo argumento para el
reconocimiento del DAIP como derecho fundamental: el acceso a la información pública en
poder de los órganos del Estado es un presupuesto básico del sistema democrático.
En ese sentido, el reconocimiento del DAIP como parte integrante de la libertad de expresión,
en especial, respecto de su dimensión colectiva, adquiere el mismo estatus de norma funcional
al sistema
democrático que ya conocía la libertad de expresión.La CIDH ha señalado que "[l]a Asamblea
General de la OEA en diversas resoluciones consideró que el acceso a la información pública
es un requisito indispensable para el funcionamiento mismo de la
democracia, una mayor transparencia y una buena gestión pública, y que en un sistema
democrático representativo y participativo, la ciudadanía ejerce sus derechos constitucionales,
a través de una amplia libertad de expresión y de un libre acceso a la información" (17).
La CIDH reconoce que es la publicidad de la información de los actos del Estado "lo que hace
posible que las personas que se encuentran bajo su jurisdicción ejerzan el control democrático
de las gestiones
estatales, de forma tal que puedan cuestionar, indagar y considerar si se está dando un
adecuado cumplimiento de las funciones públicas. El acceso a la información bajo el control
del Estado, que sea de
interés público, puede permitir la participación en la gestión pública, a través del control social
que se puede ejercer con dicho acceso" (18).
La relevancia del acceso a la información pública en poder del Estado para la participación de
la ciudadanía en la gestión pública, permite adicionar un nuevo argumento a la
fundamentalidad material del
DAIP, sólo accediendo a la información relativa a la acción del Estado la ciudadanía puede
ejercer, fundadamente, su derecho de participación política (19).
Nuestro Tribunal Constitucional ha señalado, citando a Pantoja, que "el hecho de que Chile
sea una República democrática implica que las autoridades públicas responden a la sociedad;
por lo tanto tiene a disposición de los ciudadanos los actos y da cuenta de ellos." (20).
En suma, el DAIP es un derecho funcional a una república democrática. Se requiere, por una
parte, para exigir la responsabilidad pública y, por otra, para participar políticamente.Su
trascendencia explica
Por último, las características anteriores del DAIP lo constituyen en una garantía de otros
derechos fundamentales, como el derecho a la vida o a vivir en un medio ambiente libre de
contaminación, pues la
publicidad de los actos de los órganos del Estado, "garantizada, entre otros mecanismos, por el
derecho de acceso a la información pública, constituye un soporte básico para el adecuado
ejercicio y defensa de los derechos fundamentales de las personas que, eventualmente,
puedan resultar lesionados como consecuencia de una actuación o de una omisión
proveniente de los mismos" (21).
III.HERRAMIENTAS INTERPRETATIVAS
Como hemos señalado, pretendemos abordar algunas de las herramientas que la Ley de
Transparencia entregar al intérprete para la adecuada garantía del DAIP, así como para la
debida defensa de los
(i) La declaración de reserva o secreto debe realizarse a través de una ley de quórum
calificado.
Como señala Fernández (23), la Constitución en su artículo 8º establece las cuatro únicas
"causales" de reserva o secreto de la información. Sin perjuicio de ellas, el legislador de
quórum calificado podrá consagrar otros "casos" de reserva de la información, tal como lo ha
hecho la Ley de Transparencia en su artículo 21 , pero siempre fundado en las causales
constitucionales.Los casos de reserva o secreto sancionados por leyes previas a la reforma del
artículo 8º de la Constitución, por ejemplo, el artículo 436 del Código de Justicia Militar, en
virtud de la
(ii) Que la publicidad de la información afecte algunos de los cuatro bienes jurídicamente
protegidos por el Art. 8º de la Constitución: el debido cumplimiento de las funciones de los
órganos del Estado, los
Sobre estas cuestiones de derecho, una de las materias principales que competen al intérprete
es determinar si la publicidad de la información "afecta o no" alguno de los bienes jurídicos
protegidos por la causal. Sin duda, ayudará al interprete que las normas de quórum calificado
establezcan "casos" en los que esto ocurriría. Sin embargo, éstos no representan
presunciones de afectación.Por el contrario, la presunción opera en favor de la publicidad.
Criterios para determinar la presencia de una afectación a los bienes jurídicos protegidos por
las causales de reserva o secreto.
En base a los bienes jurídicos que cada causal -y cada caso- de reserva protegen, es posible
agrupar éstas en dos tipos (24) : (i) aquellas causales que cautelan intereses públicos en
sentido amplio: el debido cumplimiento de las funciones del órgano, la seguridad de la Nación,
y el interés nacional; (ii) y aquellas que cautelan intereses personales o privados: derechos
personales. "Cada grupo de excepciones suponen entonces una racionalidad diferente e
implica una valoración distinta respecto de su aplicación a los casos concretos (25)."
Respecto del primer grupo, uno de los criterios que guían la ponderación de los valores en
conflicto en la experiencia comparada es la denominada "prueba del daño".
Debiendo los órganos del Estado justificar la "afectación" de los bienes jurídicos protegidos por
las causales de reserva, la prueba del daño tiene por objeto entregar criterios para determinar
ésta afectación.
Prima facie, no parece justificado que la mera posibilidad de ocurrencia de un mínimo daño
fundamente la aplicación de la causal, negando la satisfacción del DAIP. Es deber del
intérprete justificar en las características concretas del daño el sacrificio del DAIP. Para
cumplir esta tarea la experiencia comparada muestra que el intérprete debiese, entre otra
materias:(i) determinar, en forma especifica, el daño potencial, estableciendo cuan sustancial
es respecto del bien protegido; (ii) determinar si el daño es o no presente; y (iii) la probabilidad
o razonable expectativa de que se produzca.
Aunque en muchos casos determinar la actualidad y magnitud del daño sea un proceso
complejo (26), los operadores jurídicos deberán tender -en lo posible- a identificar la razonable
probabilidad del daño y las consecuencias concretas de su ocurrencia para el bien jurídico.
Por ejemplo, quien sostenga que la difusión de determinada información afecta -o daña- el
debido cumplimiento de las funciones del órgano, debería, al menos, señalar con precisión
cuáles son las funciones afectadas, en qué forma concreta la publicidad de la información las
afecta o daña, justificar la razonabilidad de la ocurrencia del daño y cómo -y en que medida-
dicha afectación le impide al órgano del Estado cumplir sus funciones.
La valoración del segundo grupo de causales de reserva supone una racionalidad distinta, la
cual se ha denominado prueba del interés público. Esta juega un papel central al momento de
enfrentar la posible afectación (o colisión) de otros derechos a las que conduzca la publicidad
de la información, aportando argumentos -según las circunstancias del caso concreto- en favor
de la reserva o publicidad de la información.
La prueba del interés público "consiste en un balancing test, en el que se sopesa por un lado el
interés de privacidad, y por el otro el interés de publicidad". "El interés de protección de
privacidad es aquel definido como el control que un individuo tiene o debe tener sobre la
información concerniente a su persona" (27).
Al encontrarse ante derechos que requieren igual protección, de poco servirá al argumentar la
presunción de publici dad de la información. La discusión deberá centrarse entonces en la
valoración de los
derechos en conflicto según las circunstancias del caso concreto.Al respecto, por una parte, la
prueba del daño nos permitirá dimensionar la afectación del derecho en conflicto con el acceso
a la información, mientras, la prueba del interés público que se encuentra implícito en su
publicidad entregará argumentos para sostener la justificación del sacrificio de ese derecho
respecto del DAIP (28).
Tal como lo exigiera la prueba del daño respecto de la afectación a las causales de reserva, la
actualidad y dimensión en que el acceso a la información aporte a la protección de los valores
de los cuales es
En esta materia cobra especial relevancia la dimensión colectiva del DAIP, pues su carácter
"instrumental" permitirá al intérprete identificar los valores en protección por la difusión de la
información, por ejemplo, sosteniendo como su difusión permite la protección de otros
derechos fundamentales, hace posible la fiscalización de la gestión pública o permite la
efectiva participación política de las personas (29).
A lo que siempre deberá sumarse la necesaria protección del derecho colectivo de las
personas a recibir información (dimensión colectiva de la libertad de expresión, de la cual es
presupuesto el DAIP), el
que -en palabras de la CIDH- es piedra angular de una sociedad democrática (30).
Como vemos, la autonomía del individuo para acceder a aquella información en poder del
Estado, en conformidad con sus convicciones (dimensión individual de DAIP), aunque se
constituye como argumento
permitirá al intérprete identificar la actualidad y magnitud del daño o afectación de los bienes
jurídicos protegidos por las causales de reserva y la posibilidad o no de satisfacer el interés
público protegido por el DAIP, sirviendo de importantes antecedentes para argumentar en favor
de uno u otro.
Por ultimo, efectuada la prueba de daño e interés público, en caso de declarar la reserva, los
principios de DAIP, particularmente, el principio de divisibilidad y el de máxima divulgación,
obligan al intérprete a identificar el medio menos gravoso para declarar la reserva, dividiendo
en forma exhaustiva la información requerida entre aquellas partes susceptibles de reserva y
aquellas que no los son, e intentando satisfacer en la mayor medida posible el requerimiento
de información, aunque la información solicitada haya sido declarada reservada.
(2) Jefe de Estudios, Chile Transparente. Abogado. Master of Laws - Washington College of
Law (WCL), American University.
Los demás artículos de la LAIP regulan, a partir de remisiones específicas a las normas de la
LT, los diferentes regímenes de transparencia que se exigen a otros órganos del Estado
(v.gr.órganos
(6) En esto seguimos a ALDUNATE quien, asimismo, sigue a ROBERT, Alexis. ALDUNATE,
Eduardo. Derechos Fundamentales. op. cit., p. 49.
(7) STC. "LEAN CASAS CORDERO, Carlos Eric, con Director Nacional de Aduanas".
Sentencia de 9 de agosto de 2007. Rol N° 634-2006.
(8) CIDH. Claude Reyes y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 19 de septiembre de 2006, Serie C, Nº 151. párr. 77. En consonancia
con lo anterior,
información en poder del Estado es un derecho fundamental de los individuos" (108° Período
ordinario de sesiones, 19 de octubre de 2000)
(9) "El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover
tales derechos,
garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por
Chile y que se encuentren vigentes."
(10) En igual sentido, el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
señala que "[t]oda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones".
(11) STC. "LEAN CASAS CORDERO, Carlos Eric con Director Nacional de Aduanas".
Considerando 9º.
Universidad de Chile, 2008, pp. 113-129. CONTESSE, Jorge. La Opacidad del Administrador y
la indulgencia judicial: Jurisprudencia y práctica sobre acceso a la información pública en
Chile. En: Libertad
de Expresión en Chile, Universidad Diego Portales, 2006. DÍAZ DE VALDÉS, José. Una visión
del combate a la corrupción centrada en los derechos fundamentales: El derecho de acceso a
la información
(13) Corte IDH. Caso Claude Reyes vs. Chile, párr. 77. Como es sabido, la dimensión
individual de la libertad de expresión requiere "que nadie sea arbitrariamente menoscabado o
impedido de manifestar su propio pensamiento y representa, por tanto, un derecho de cada
individuo; pero implica también, por otro lado, un derecho colectivo a recibir cualquier
información y a conocer la expresión del pensamiento
difundir la propia".
La Corte considera que ambas dimensiones "poseen igual importancia y deben ser
garantizadas en forma simultánea para dar efectividad total al derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión en los
Análisis Jurídico, Nº 10, Universidad Diego Portales, 2000, p. 204. Sobre la faz individual del
DAIP puede revisarse DÍAZ DE VALDÉS, José. "Una visión del combate a la corrupción
centrada en los
(16) DWORKIN, Ronald. "Equality Democracy, and Constitution: We the Pleople in Court".
Alberta Law Review, vol. XXVII nº 2, 1990, pp. 324-346. [traducción al español: "Igualdad,
Democracia y
(17) Corte IDH. Caso Claude Reyes c/ Chile, párr. 84. El principio Nº 19 de la Declaración de
Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
de octubre de
2000, precisa que "[s]in esta información (la que obra en poder del Estado) no puede
ejercitarse plenamente el derecho a la libertad de expresión como un mecanismo efectivo de
participación ciudadana ni
(18) Corte IDH. Caso Claude Reyes vs. Chile, párr. 86.
(19) Sobre este punto puede revisarse: MUÑOZ, Alex. Chile y el acceso a la información
pública. En: MEDINA C. Y ZALQUETT J. Anuario de Derechos Humanos 2007. Centro de
Derechos Humanos.
(20) STC. LEAN CASAS CORDERO, Carlos Eric c/ Director Nacional de Aduanas. .
Considerando 9º.
(21) Idem.
(25) Debemos advertir que determinados casos de secreto o reserva de la información pueden
encontrar fundamento en más de una causal constitucional, alterando la valoración que se
hará en el caso
"prestar una atención extrema a los principios propios de una "sociedad democrática". La
libertad de expresión constituye uno de los fundamentos esenciales de tal sociedad, una de las
condiciones
primordiales para su progreso y para el desarrollo de los hombres. El artículo 10.2 (de la
Convención Europea de Derechos Humanos) es válido no sólo para las informaciones o ideas
que son favorablemente
recibidas o consideradas como inofensivas o indiferentes, sino también para aquellas que
chocan, inquietan u ofenden al Estado o a una fracción cualquiera de la población. Tales son
las demandas del
pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin las cuales no existe una ‘sociedad
democrática'. Esto significa que toda formalidad, condición, restricción o sanción impuesta en
la materia debe ser proporcionada al fin legítimo que se persigue". Corte Europea de Derechos
Humanos. Caso Handyside contra Reino Unido. Sentencia de 7 de diciembre de 1976.
Apartado 49.