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CONCEPTO, FUENTES Y CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

I. CONCEPTO DE OBLIGACIÓN

La palabra obligación desde el punto de vista de una relación jurídica total


se define como el vínculo jurídico en virtud del cual una persona (deudor) se
encuentra en la necesidad de realizar una prestación en interés de la otra
(acreedor), que tiene el derecho de pretenderla, constriñendo a la primera,
por los medios legales, a realizarla.
La obligación, para el acreedor representa un activo, ubicándose en su
patrimonio, el art. 578 se refiere a ella asimilándola a los créditos. Para
el deudor representan un pasivo dentro de su patrimonio, es una obligación.
El Código Civil no define a la obligación, puede haber tantas definiciones
como autores existan.

Características
 es un vínculo, lazo que supone que una persona ha sacrificado
una cuota de su libertad en beneficio de otra.
 es un vínculo jurídico, que se contrapone a uno material porque
nace al amparo del derecho y la ley lo sanciona, se opone a las
obligaciones morales.
 es un vínculo jurídico, entre personas determinadas, que coloca
a una persona en la necesidad de dar, hacer, o no hacer algo a favor
de otra persona determinada, existe certeza de quienes son los
sujetos.
 es un vínculo indivisible, porque impone al deudor la necesidad
imperiosa de cumplirlo, no puede dejarlo sin efecto sin que concurra
la voluntad del acreedor. La obligación sólo se extinguirá por el
cumplimiento o común acuerdo.
 es la relación jurídica, entre acreedor y deudor, tiene un
significado genérico que comprende la totalidad de la relación
jurídica, y otro significado específico que comprende sólo el vínculo
obligacional: la prestación.

¿Qué es la prestación?
Es el comportamiento que debe observar el deudor para satisfacer el interés
del, acreedor, y se traduce en una acción positiva (dar o hacer) o en una
negativa, es decir, en una abstención (no dar, no hacer).
Nuestro Código Civil al igual que muchos otros códigos no define la
obligación, pero al tratar de definir el contrato, enuncia los elementos de
la obligación, las partes y el objeto de la prestación.
El artículo 1438, señala: “Contrato o convención es un acto por el cual una parte se
obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o
muchas personas”.
En consecuencia, las obligaciones se denominan de dar o de no dar, de hacer
o no hacer, según sea la prestación.
Obligaciones de dar: Son aquellas que tienen por objeto una prestación que
consiste en transferir la propiedad o constituir un derecho real (es
obligación de dar la que tiene el vendedor de transferir el dominio de la cosa vendida al
comprador).

Obligaciones de no dar: Consiste en abstenerse de transferir la propiedad


de una cosa o de constituir sobre ella un derecho real.

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Obligaciones de hacer: Consisten esencialmente en una actividad del deudor,
o sea, en una energía de trabajo, mental o material proporcionada por el
deudor, en beneficio del acreedor o de un tercero.

Obligaciones de no hacer: Es aquella cuya prestación tiene por objeto el


deber del deudor de no hacer o el deber de tolerar que el acreedor ejecute
uno o más hechos que a no mediar la obligación le estaría vedado llevar a
cabo.

Estructura de la Obligación
Se define la obligación como el vínculo jurídico en virtud del cual una
persona (deudor) se encuentra en la necesidad de realizar una prestación en
interés de la otra (acreedor), que tiene el derecho de pretenderla,
constriñendo a la primera por los medios legales a realizarla.
De esta definición se infieren tres elementos o requisitos esenciales que
forman la estructura de la obligación, a saber:
 la relación o vínculo jurídico
 los sujetos
 la prestación u objeto

La relación o vínculo jurídico


La relación o vínculo liga a los dos sujetos, y en virtud del cual uno de
ellos, el acreedor, tiene una pretensión respecto del otro, el deudor, es
decir, tiene una facultad de exigir un determinado comportamiento.

Los sujetos
Uno de los cuales es el titular activo, el acreedor; que tiene la facultad
de exigir la prestación, aquel en cuyo favor se debe realizar la prestación,
a quien beneficia, quien puede exigir su realización,
y el otro el titular pasivo, el deudor, para quien el cumplimiento de la
prestación es un deber, aquel quien está constreñido a realizar la
prestación debida, el obligado.

La prestación u objeto
Es cualquiera actividad, positiva o negativa, que el deudor ha de cumplir en
interés del acreedor, puede ser un dar, hacer o no hacer alguna cosa.
La prestación es el elemento objetivo de la obligación, es lo que se debe,
la conducta que se exige al deudor, y que puede ser un dar, hacer o
abstenerse de ejecutar un hecho.
La prestación es el elemento objetivo de la obligación, pero ella a su vez
tiene su objeto.
La prestación es el objeto de la obligación; pero a su vez la prestación
recae sobre un objeto, que puede ser una cosa, un hecho o una abstención.
El objeto debe reunir los requisitos comunes a todos los actos jurídicos.

Si la obligación es dar una cosa, ésta:


1. Debe existir, o por lo menos esperarse que exista (art.
1461)

2. Debe ser comerciable.


3. Debe ser determinada o determinable; y
4. Debe ser lícito.

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DISTINCIÓN ENTRE LOS DERECHOS REALES Y LOS PERSONALES

Derecho real
Es aquel que atribuye a su titular un poder inmediato sobre la cosa, poder
que dentro de los márgenes fijados por la ley, puede ser más amplio o menos
amplio, y que en todo caso, es oponible a cualquiera otra persona.
Hay vinculación inmediata y absoluta con una cosa.
El titular del derecho satisface sus necesidades en una relación directa
ejercida sobre la cosa, no necesita de otros.
Nuestro Código Civil en el art. 577 señala que derecho real es el que
tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o
habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De
estos derechos nacen las acciones reales.

Derecho personal
El derecho personal pertenece a una etapa más avanzada de la sociedad,
existe si se está en sociedad, por ser el reconocimiento del ordenamiento
jurídico a la libertad individual y de los efectos que los actos de las
personas generan. Son importantes y existen en la medida que el hombre viva
en sociedad.
Llamado también de crédito o de obligación, es el que nace de una relación
inmediata entre dos personas, en virtud de la cual una de ellas (deudor) está
en la necesidad de cumplir una determinada prestación (dar, hacer o no hacer) en
interés de la otra (acreedor), facultada para exigir tal prestación.
Al respecto el art. 578 señala que derechos personales o créditos son los
que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la
sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas;
como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o
el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones
personales.

DIFERENCIAS ENTRE LOS DERECHOS REALES Y LOS PERSONALES

DIFERENCIAS EN CUANTO:
1. a los elementos constitutivos:
 el derecho real consta sólo de dos elementos, la persona,
el sujeto activo del derecho, y la cosa,
 por el contrario, en el derecho personal, además del
sujeto activo (acreedor) y del objeto (prestación) interviene otro
elemento, el deudor o sujeto pasivo del derecho.

2. al objeto:
 el objeto del derecho real es siempre la cosa;
 el derecho personal puede ser la prestación de una cosa,
de un hecho o de una abstención.

3. a la determinación del objeto:


 la cosa objeto del derecho real es determinada en su
individualidad;
 el objeto del derecho personal no es sino la realización
de un hecho, o la abstención de llevar a cabo uno, o la entrega
de una cosa, que puede no ser individualmente determinada, sino
sólo serlo en su género.

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4. a las acciones a que dan lugar:
La diferencia entre el carácter absoluto del derecho real y el
relativo del derecho personal se refleja en el ámbito procesal. El
Código Civil señala que de los derechos reales nacen acciones reales
y de los derechos personales nacen acciones personales (art. 577 y 578).
Acción personal:
Es aquella acción destinada a tener eficacia sólo contra una o más
personas determinadas, el deudor o los deudores; solamente ellos
pueden ser los sujetos pasivos de la acción.

Acción real:
Es aquella destinada a tener eficacia contra todos (erga omnes), o sea,
cualquiera persona puede ser el legitimado pasivo de la acción. Su
nombre se explica porque el derecho que se reclama no afecta a la
persona, sino a la cosa, como en la reivindicación.

5. al carácter absoluto del derecho real y relativo del personal:


Por derecho absoluto se entiende aquel derecho cuyo titular puede
hacerlo valer contra todos los demás sujetos (erga omnes), porque se
estima que sobre todos ellos pesa el deber de no perturbar ni violar
el derecho mismo.
Por derecho relativo se entiende el derecho cuyo titular puede
hacerlo valer sólo contra una o más personas determinadas, ligadas
por un vínculo específico.

6. al número de ellos:
Los derechos reales son limitados en número y taxativamente
enumerados.
Los personales son ilimitados, serán tantos como el hombre los
determine.

7. del deber que exigen:


Los derechos reales exigen del sujeto pasivo (erga omnes) sólo un
deber genérico de abstención.
Los derechos personales exigen la realización de una prestación.

8. a la oponibilidad:
Los derechos reales son oponibles a cualquier persona, a todas
ellas.
Los derechos personales sólo son oponibles a quienes contrajeron
la obligación.

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II. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

Fuentes de las obligaciones son las figuras jurídicas que dan nacimiento a
las obligaciones, son actos, hechos o circunstancias a los cuales la ley les
reconoce la aptitud de generar obligaciones.

Clasificación del Código Civil:


Para clasificar se debe atender a la mayor cercanía o lejanía con las
disposiciones del Código Civil,
Existen varias normas que dan cuenta de las fuentes de las obligaciones en
nuestro Código:

1º el art. 578 establece:


“Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas
personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las
obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el
dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen
las acciones personales”.
Las palabras hecho suyo comprenden al contrato, el cuasicontrato,
el delito y el cuasidelito.

2º el art. 1.437 señala:


“Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más
personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos
los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a
otra persona, como en los delitos y cuasidelitos ya por disposición de la ley, como
entre los padres y los hijos sujetos a patria potestad”.

3º el art. 2.284 establece:


“Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del hecho
voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un
cuasidelito.
En este título se trata solamente de los cuasicontratos”.

Clasificación tradicional de las fuentes: se distinguen 5 fuentes genéricas


de las obligaciones:
 el contrato, art. 578,
 el cuasicontrato,
 el delito,
 el cuasidelito y
 la ley, art. 1437.

Otras fuentes de las obligaciones:

 la declaración unilateral de voluntad,


 el enriquecimiento sin causa, y
 otras figuras, (que precisaremos más adelante, ver fuentes
voluntarias y no voluntarias).

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La doctrina alemana desarrolló la Teoría de la Declaración Unilateral de
Voluntad, dicen que una persona puede obligarse sólo por su propia voluntad
sin necesidad de la voluntad de otro, de aquel en cuyo beneficio se ha
contraído la obligación.
Esta teoría explica las fuentes de algunas obligaciones que no son resultado
de un concierto de voluntades (oferta, art. 99 C. de C.).

CONTRATOS Y CUASICONTRATOS

El contrato, es la fuente por excelencia, expresión de la autonomía de la


voluntad, de la libertad para generar vínculos obligacionales.
Aunque se debe tener presente que el art. 1438 define el contrato y lo hace
de mala forma porque lo confunde con la convención.
Cuando las partes plasman su voluntad en el contrato la ley lo eleva a
categoría de ley entre ellas, es ley para las partes, art. 1545.

El cuasicontrato, surge de hechos no convencionales, voluntarios, lícitos.


Planiol, sostiene que los cuasicontratos no son en nada parecidos a los
contratos, y que no pueden ser considerados fuentes de las obligaciones,
porque si se los examina se concluye:
 tienen su fuente en la ley, y
 el fundamento es la reprensión de una lesión patrimonial
injusta.

Diferencias entre contratos y cuasicontratos


1. El contrato surge del acuerdo de voluntades entre dos o
más partes; en el cuasicontrato no existe acuerdo de voluntades.
2. En el contrato la fuente es la manifestación de voluntad
de los contratantes; en el cuasicontrato la fuente es la ley.
Artículo 2285. Hay tres principales cuasicontratos: la agencia oficiosa, el pago de lo
no debido y la comunidad.
 agencia oficiosa,
 pago de lo no debido,
 comunidad.
Además hay otros:
 aceptación de herencia o legado,
 depósito necesario en manos de un incapaz.

DELITOS Y CUASIDELITOS
Son hechos ilícitos que causan daño a otros, si el autor realizó su conducta
con dolo será un delito; si no hay dolo y sólo hay culpa en el autor será un
cuasidelito.
La distinción es casi imperceptible, ambos deben reparar el mal causado.

LEY
Es la causa remota y última de todas las obligaciones.
Es excepcional como fuente porque las obligaciones que impone deben estar
expresamente señaladas, la interpretación debe ser restrictiva.

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III. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Las clasificaremos según 4 criterios, según:

1. su objeto
2. los sujetos
3. su naturaleza
4. sus efectos

Positivas Dar, Hacer

Negativas No Hacer

Resultado ó Medio
1. Según su Objeto
Especie ó Cuerpo Cierto

Objeto Único
Simple Objeto Múltiple
Objeto Múltiple Alternativas
Facultativas

--- o ---

Sujeto Único
Simplemente Conjuntas
2. Según los Sujetos o Mancomunadas
Solidarias
Sujeto Múltiple
Divisibles
Indivisibles

--- o ---

Principales y Accesorias

3. Según su Naturaleza

Civiles y Naturales

--- o ---

Puras y Simples
4. Según sus Efectos Plazo
Sujetas a Modalidad Condición
Modo

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1º OBLIGACIONES POSITIVAS Y OBLIGACIONES NEGATIVAS
Su clasificación tiene importancia por el incumplimiento de ellas y la
indeminzación de perjuicios, en las positivas el deudor incurre en pena
desde que se ha constituido en mora, desde que es requerido de pago; en las
negativas desde que incurre en la realización de la abstención, arts. 1538 y
1557.
Art. 1538. Háyase o no estipulado un término dentro del cual deba cumplirse la obligación
principal, el deudor no incurre en la pena sino cuando se ha constituido en mora, si la
obligación es positiva.
Si la obligación es negativa, se incurre en la pena desde que se ejecuta el hecho de que
el deudor se ha obligado a abstenerse.
Art. 1557. Se debe la indemnización de perjuicios desde que el deudor se ha constituido
en mora, o si la obligación es de no hacer, desde el momento de la contravención.

2º OBLIGACIONES DE DAR, HACER Y NO HACER


Obligación de DAR, es la que tiene por objeto transferir el dominio o
constituir un derecho real, es aquella que nace de los títulos traslaticios
de dominio y demás derechos reales.
La obligación de entregar es la que tiene por objeto el simple traspaso
material de una cosa, de su tenencia.
La obligación de entregar siempre es de hacer, puesto que se trata de
traspasar materialmente la tenencia de una cosa, lo cual es un hecho.
En nuestro Código, la obligación de entregar está incluida en la de dar, es
decir, en nuestra legislación la obligación de dar no tiene únicamente por
objeto transferir el dominio o constituir otro derecho real, sino también
traspasar la mera tenencia, y en consecuencia hay que definirla como aquella
que tiene por objeto transferir el dominio de una cosa, constituir un
derecho real sobre ella, o traspasar su mera tenencia.

Lo anterior se fundamenta en que:


1º El art. 1548 cuando dispone la obligación de dar contiene la de
entregar la cosa esto quiere decir que en la obligación de dar hay dos
operaciones involucradas en ella:
 una es la entrega jurídica, que es la obligación de dar
propiamente tal, y que en nuestra legislación, como del solo
contrato no nacen derechos reales, consiste en efectuar la
tradición de la cosa; y
 debe hacerse el traspaso material de la cosa.

2º En la compraventa el legislador, para referirse a la misma


obligación, la del vendedor de dar la cosa, la denomina indistintamente de
dar y de entregar. En efecto, el art. 1793 establece que la compraventa es
un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a
pagarla en dinero.

3º Por su parte el art. 1824 establece que las obligaciones del


vendedor se reducen en general a dos:
 la entrega o tradición, y
 el saneamiento de la cosa vendida.
Esto prueba que el legislador utiliza indistintamente ambas expresiones, dar
y entregar con igual significado.

La obligación de restituir, una forma especial de la obligación de entregar


es la de restituir, que normalmente corresponde al que ha recibido una cosa
a título de mera tenencia y al termino del contrato debe devolverla a su

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legitimo dueño o poseedor o incluso mero tenedor, según quien sea el que le
haya traspasado la tenencia material.

En consecuencia, la obligación de restituir tiene lugar en los contratos de


mera tenencia (arrendamiento; comodato; depósito).
También se presenta en otras situaciones, como ocurre en el pago de lo no
debido, en que debe restituirse lo pagado sin previa obligación; y como por
efecto de la resolución de contrato.

Obligación de HACER, es aquella que tiene por objeto la ejecución de un


hecho, pero de acuerdo a lo anteriormente expresado este hecho en nuestra
legislación no será nunca la entrega de una cosa, porque en tal caso la
obligación no es de hacer, sino de dar.

Obligación de NO HACER, en éstas el objeto de la obligación es una omisión,


abstenerse de ejecutar un hecho que de no existir la obligación podría
realizarse. Es una limitación a la libertad de actuar de una persona, que
debe privarse de hacer ciertas cosas que normalmente y a no mediar la
obligación podría llevar a cabo.

La IMPORTANCIA de clasificar en Obligaciones de Dar, Hacer y No Hacer,


radica en que:
a) las de DAR contienen la obligación de entregar y si la cosa es
de especie o cuerpo cierto el vendedor debe conservarla hasta la
entrega, art. 1548.
b) en las de DAR el acreedor tiene el derecho de realizar los
bienes del deudor para pagarse del crédito incluso puede obtener el
auxilio de la fuerza pública para recibir la cosa.
c) en las de HACER puede el acreedor apremiar al deudor para que
cumpla ó exigir que se lo autorice a él mismo para ejecutarlo por un
tercero a expensas del deudor ó a que el deudor lo indemnice de los
perjuicios resultantes del incumplimiento; y todo esto más la
indemnización de la mora, art. 1553.
d) en las de NO HACER tiene el acreedor el derecho de que se
deshaga lo hecho o la indemnización de perjuicios, art. 1555.
e) importa para la calificación de las acciones en muebles e
inmuebles, arts. 580 y 581, para determinar la competencia del
tribunal que ha de conocer el asunto.
f) en las obligaciones de DAR y HACER se requiere que el deudor
esté constituido en mora para que deba la indemnización de la mora; en
cambio en las de NO HACER basta con la contravención.

3º OBLIGACIONES DE RESULTADO Y OBLIGACIONES DE MEDIO


La doctrina desarrollada por los franceses quienes estiman que son de
resultado o determinadas aquellas que tienen un resultado definitivo (hacer
tradición de la cosa); las de medio o diligencia son aquellas en que el deudor
se obliga para con el acreedor para disponer de todos los medios necesarios
para alcanzar el resultado (médicos deben atender diligentemente a sus pacientes).
La importancia radica en que si el acreedor acredita la existencia de la
obligación de resultado y alega incumplimiento, la prueba del cumplimiento
de la obligación incumbe al deudor, el incumplimiento se presume; en las de
medio, el acreedor debe probar el incumplimiento o que ha sido
imperfectamente cumplida.

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4º OBLIGACIONES DE ESPECIE O CUERPO CIERTO
En su clasificación se atiende para su distinción al mayor o menor grado de
determinación del objeto de la prestación.
Todo objeto debe ser determinado o determinable, pero la determinación debe
ser máxima, en que se precisa un individuo específico dentro de un género
también delimitado.
Obligación de especie o cuerpo cierto es aquella en que el objeto debido
está determinado tanto en género como en especie; las de género, son
aquellas en que se debe indeterminadamente un individuo o una cantidad de
cosas de una clase o género determinados.
El legislador no ha reglamentado en forma especial las obligaciones que
recaen en una especie o cuerpo cierto, pero se refiere a ellas en varias
disposiciones, en especial en relación a su cumplimiento.
La particularidad de estas obligaciones deriva de la circunstancia que la
cosa debida es única, no tiene reemplazo, y de ello se deducen las
siguientes consecuencias:
1. El deudor tiene la obligación de conservar la especio o cuerpo
cierto hasta la época del cumplimiento.
2. Debe pagar la cosa debida y no otra.
3. En el caso de pérdida total o parcial (la pérdida parcial se analizará
más adelante) hay que hacer algunas distinciones.

En las obligaciones de especie o cuerpo cierto existe la posibilidad


que la cosa se destruya antes de su entrega.
La pérdida puede ser culpable o fortuita.
Pérdida culpable
En este caso, el deudor responde de los perjuicios, y si se trata de
un contrato bilateral, puede pedirse además, la resolución del
contrato.
Pérdida fortuita
Si ocurre esta situación, la obligación de especie o cuerpo cierto se
extingue por pérdida de la cosa debida, art. 1670, lo cual en los
contratos bilaterales da origen a una situación especial, el problema
del riesgo (que analizaremos más adelante).
Atención especial requiere la obligación de conservación, el art. 1548
señala que la obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si
ésta es una especie o cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo
hasta la entrega, so pena de pagar los perjuicios al acreedor que no
se ha constituido en mora de recibir.
En consecuencia, tratándose de una especie o cuerpo cierto hay tres
obligaciones distintas contenidas en la de dar:
1. la de dar propiamente tal,
2. la de entregar la especie debida, y
3. la conservación hasta la entrega.

Por su parte el art. 1549 agrega que la obligación de conservar la cosa


exige que se emplee en su custodia el debido cuidado.

¿Cuál cuidado?
Depende de la naturaleza del contrato. Hay que remitirse al art. 1547
inciso 1º, que dice que el deudor no es responsable sino de la culpa lata en
los contratos que por su naturaleza sólo son útiles al acreedor; es
responsable de la leve en los contratos que se hacen para beneficio
recíproco de las partes; y de la levísima en los contratos en que el deudor
es el único que reporta beneficio.

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En nuestra legislación se presume la infracción a esta obligación de
custodia en el caso que la especie o cuerpo cierto se destruya o deteriore;
al deudor corresponderá probar la ausencia de culpa en el incumplimiento de
la obligación de conservación. Al respecto, el art. 1547 inciso 3º,
dispone que la prueba de la diligencia o cuidado del cuerpo cierto incumbe
al que ha debido emplearlo.

5º OBLIGACIONES DE GÉNERO
El art. 1508 establece que las obligaciones de género son aquellas en que se
debe indeterminadamente un individuo de una clase o género determinado.
Es importante señalar que en las obligaciones de género no existe absoluta
indeterminación, porque ello significaría la ausencia de objeto, y por
consiguiente la nulidad de la obligación. El género debe estar determinado,
y además la cuantía del mismo.

La obligación de género es normalmente fungible, puede darse una u otra


especie, mientras quede comprendida en el género debido. EL GÉNERO NUNCA
PERECE

EFECTOS de las obligaciones de género:


1. No hay obligación de conservación, así lo señala la parte final
del art. 1510, que establece que el acreedor no puede oponerse a que el
deudor las enajene o destruya, mientras subsistan otras para el cumplimiento
de lo que debe.
El deudor puede realizar toda clase de actos jurídicos y materiales
respecto de la cosa del mismo género que posee.
2. En las obligaciones de especie, sólo puede cumplirse entregando
el cuerpo cierto debido. En las de género no hay cosas determinadamente
debidas. En consecuencia, para cumplirlas debe procederse a la
especificación, o sea, a la elección entre los individuos del género de
aquellos que deben entregarse al acreedor.
La elección corresponde al deudor, a menos que expresamente se haya
estipulado otra cosa, al respecto el art. 1509, en la primera parte, señala
que en la obligación de género, el acreedor no puede pedir determinadamente
ningún individuo. Por tanto el deudor cumple la obligación entregando
cualquier individuo del género, pero con una limitación, debe ser de una
calidad a lo menos mediana, si no se ha precisado otra.
3. No existe pérdida de la cosa debida porque el art. 1510 en su
primera parte señala que la pérdida de algunas cosas de género no extingue
la obligación.

6º OBLIGACIONES PRINCIPALES Y OBLIGACIONES ACCESORIAS


El código no contiene esta clasificación, pero sí clasifica a los contratos
en principales y accesorios, art. 1142.
Obligación principal es la que puede existir por sí sola y tiene fin propio
o representa el fin primario de la relación.
Obligación accesoria es aquella cuya existencia depende de otra a la cual
sirve de medio para hacer posible, integrar o asegurar su cumplimiento.
La importancia de esta clasificación radica en el aforismo que lo accesorio
sigue la suerte de lo principal. La nulidad de la obligación principal
acarrea la nulidad de la obligación accesoria. La extinción de la principal
extingue la de la accesoria.

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7º OBLIGACIONES CIVILES Y OBLIGACIONES NATURALES
Obligaciones civiles o perfectas, son aquellas que dan derecho para exigir
su cumplimiento, tienen acción.
Son obligaciones naturales o imperfectas, aquellas que no confieren derecho
para exigir su cumplimiento, no tienen acción, pero que cumplidas, autorizan
para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas.
Entre ambas obligaciones se encuentran las OBLIGACIONES O DEBERES MORALES.
En Roma, las obligaciones naturales eran las que imponían por su naturaleza
un vínculo entre acreedor y deudor (obligación de restituir dinero recibido en
préstamo), posteriormente los romanos denominan obligaciones naturales a las
que no tenían acción pero sí tenían excepción.
Para ellos las obligaciones civiles tenían fuerza obligatoria emanada de las
fórmulas sacramentales.
En tiempos de Roma las obligaciones naturales también eran inferiores a las
civiles, pero superiores a los deberes morales, detrás de cada obligación
natural hay consagrado un principio de equidad.
La doctrina afirma que el fundamento de las obligaciones naturales es la
equidad o las reglas de la moral.
RIPERT, decía que la moral reclamaba en la época de la codificación un
reconocimiento a su existencia aunque fuera bajo la forma de natural.

La diferencia entre las obligaciones naturales y las simplemente morales,


está en que las naturales no escapan a la estructura y elementos de las
civiles (sujeto activo y pasivo, objeto). Los deberes morales carecen de los
elementos de las civiles.

¿Cuáles son las obligaciones naturales?


Al respecto el art. 1470 señala:
“Las obligaciones son civiles o meramente naturales.
Civiles son aquellas que dan derecho para exigir su cumplimiento.
Naturales las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas,
autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas.
Tales son:
1. Las contraídas por personas que teniendo suficiente juicio y discernimiento, son,
sin embargo, incapaces de obligarse según las leyes, como los menores adultos;
2. Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción;
3. Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que
produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un testamento
que no se ha otorgado en la forma debida;
4. Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba.
Para que no pueda pedirse la restitución en virtud de estas cuatro clases de obligaciones,
es necesario que el pago se haya hecho voluntariamente por el que tenía la libre
administración de sus Bienes”.

Las obligaciones naturales se caracterizan, pues, porque el hecho de su


incumplimiento no puede dar lugar a una acción de ejecución coactiva o de
resarcimiento, aunque el cumplimiento espontáneo es válido, y por
consiguiente, cuando se haya pagado no es susceptible de repetición.

¿Es necesario o no, que se haya dictado sentencia respecto a la


nulidad para que exista una obligación natural?

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¿Cuándo nacen las obligaciones naturales en el caso de los
contratos nulos o prescritos?

Según CLARO SOLAR, no es necesaria la sentencia declarando la nulidad para


que surja la obligación natural, porque de los actos nulos por incapacidad o
falta de solemnidades la obligación natural surge cuando se celebra el acto.
Si fuese necesaria la declaración de la nulidad, ésta extinguiría
obligaciones civiles y no daría origen a una obligación natural.
En el caso de las obligaciones prescritas, tampoco se requiere sentencia
porque la prescripción exige sólo transcurso del tiempo y no declaración
judicial para que opere.

Según ALESSANDRI, la sentencia judicial es un requisito indispensable para


que nazca la obligación natural, sólo una vez dictada la sentencia la
obligación habrá perdido el carácter de obligación civil y sólo desde ese
instante el deudor podrá entrar a cumplir voluntariamente una obligación
natural.
Respecto de las obligaciones civiles prescritas, señala que si el deudor
paga antes de la sentencia, está renunciando al beneficio de la
prescripción, efectivamente, el código reconoce que el que paga una
obligación prescrita está renunciando tácitamente a la prescripción.

LA DOCTRINA MODERNA, es ecléctica, pero con algunas sutilezas:


 en el caso del Nº 1 del art. 1470, se requiere la sentencia para
que nazca la obligación natural, porque si un menor adulto contrae la
obligación y llegando a la mayoría de edad la cumple voluntariamente,
está ratificando, eliminando el vicio de nulidad relativa,
convirtiendo un acto nulo en uno válido.
Si el menor adulto, existiendo sentencia, cumple, estaría cumpliendo
una obligación natural.
 en el caso del Nº 3 del art. 1470, actos a los que faltan las
solemnidades, el pago adolecería del mismo vicio que la obligación,
sería nulo absolutamente. Se requiere sentencia judicial previa.
 en el caso del Nº 2 del art. 1470, la situación es distinta
porque el código no reconoce que la prescripción extintiva opere de
pleno derecho y requiere sentencia judicial que la declare, mientras
esto no ocurra seguirá siendo una obligación civil, la obligación
natural surge una vez que se declara extinguida la civil.
Las obligaciones civiles prescritas requieren sentencia para que sean
obligaciones naturales, no basta el transcurso del plazo.
Si el deudor cumple vencida la prescripción, estará renunciando a la
prescripción y estará pagando una obligación civil, art. 2514.

Luego, las obligaciones del art. 1470, SÍ requieren sentencia


que las declare.

ESTUDIO PARTICULAR DE LAS OBLIGACIONES NATURALES CONTEMPLADAS EN EL ART.


1470 DEL CÓDIGO CIVIL.
El art. 1470 del Código Civil después de definir las obligaciones naturales,
enumera, tras decir “Tales son”, cuatro categorías de ellas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 13


La doctrina ha dividido en dos grupos estos cuatro casos:
A. Obligaciones nulas o rescindibles, es decir, correspondientes a
obligaciones civiles afectas a ciertos vicios de nulidad (casos 1 y
3 del art. 1470); y

B. Obligaciones naturales que han sido obligaciones civiles


degeneradas o desvirtuadas (casos 2 y 4 del art. 1.470).

A. Obligaciones nulas o rescindibles


Como señalamos anteriormente son dos casos:
 el del Nº 1 del art. 1470, referente a ciertas obligaciones,
contraídas por algunos incapaces; y
 el del Nº 3 del mismo art., relativo a la falta de solemnidades
en ciertos actos.
Se las trata en forma conjunta, porque en ambos casos hay actos afectos a
una nulidad que es la relativa en el caso del Nº 1, la absoluta en el caso
del Nº 3.

A.1. Obligaciones contraídas por ciertos incapaces


El art. 1470 Nº 1, señala que son obligaciones naturales “las
contraídas por personas que teniendo suficiente juicio y discernimiento,
son, sin embargo, incapaces de obligarse según las leyes, como los menores
adultos”.
El precepto sólo puede aplicarse a las obligaciones de los incapaces
relativos; nunca a los absolutamente incapaces, primero, porque exige en
quienes han contraído la obligación juicio y discernimiento suficientes; y
porque el inciso 2º de art. 1447, dispone expresamente que los actos de los
incapaces absolutos no producen ni aun obligación natural. Queda incluido
dentro de la disposición el menor adulto.

¿Queda el disipador interdicto incluido dentro de los incapaces


relativos a que se refiere el Nº 1 del art. 1470?
La mayoría de los autores estima que no se aplica la norma al disipador
interdicto, porque si el disipador está bajo interdicción es precisamente
porque no tiene el suficiente juicio y discernimiento.
Por último es del caso señalar que la obligación natural existe desde la
celebración del acto por los incapaces relativos sin la intervención de sus
representantes legales.
El fundamento se encuentra en el propio art. 1470 Nº 1, al señalar que son
obligaciones naturales “las contraídas” por estas personas, esto es, se
refiere al momento en que nace la obligación.

A.2. Omisión de solemnidades legales


De acuerdo con el Nº 3 del art. 1470, son obligaciones
naturales: “Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la
ley exige para que produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado,
impuesto por un testamento que no se ha otorgado en la forma debida”.
El primer problema que presenta el precepto es determinar si se refiere
únicamente a los actos unilaterales o comprende también a los bilaterales.
Se discute el alcance de la expresión “actos”, pues ella puede entenderse en
sentido amplio (acto jurídico unilateral y bilateral) o restringido (acto jurídico
unilateral).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 14


Existen varios motivos para aceptar el sentido restringido, a saber:
1. El Código suele utilizar el término “acto” en un sentido amplio,
normalmente, pero cuando quiere involucrar a los unilaterales y
bilaterales, habla de acto o contrato.
2. La obligación natural existe desde el otorgamiento del acto.

B. Obligaciones civiles desvirtuadas


Los Nºs 2 y 4 del art. 1470 contemplan dos casos de obligación natural:
 las que teniendo inicialmente el carácter de civil, lo han
perdido, por haberse extinguido la acción por prescripción, y
 las que no han sido reconocidas en juicio por no haberse podido
acreditar.

B.1. Obligaciones civiles extinguidas por la prescripción


De conformidad al Nº 2 del art. 1470, son obligaciones naturales,
“Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción”.
En primer lugar, debemos señalar que existe una pequeña incorrección de
lenguaje porque ésta no extingue la obligación, sino la acción.
Está claro en todo caso lo que quiso decir el Código, la obligación nació
perfecta, pudo exigirse su cumplimiento y no se hizo, por lo que ya carece
de acción, pero si se cumple a pesar de la prescripción, no cabe solicitar
la restitución.
Por eso se dice que se trata de una obligación civil degenerada o
desvirtuada.

Al igual que en los casos anteriores hay que preguntarse:

¿Desde cuando nace la obligación natural? ¿Nace desde que


transcurre el tiempo necesario para que la acción se
extinga por prescripción, o es necesario además que ella
haya sido declarada judicialmente?

Aunque parece más lógico concluir lo primero, ello choca con el


inconveniente que en tal caso el cumplimiento de la obligación natural se
confundiría con la renuncia de la prescripción.
En efecto, la prescripción debe ser alegada, y no puede el juez declararla
de oficio; entonces, si no opera de pleno derecho, quiere decir que la
obligación subsiste como civil, máxime si, como se ha dicho, ella puede ser
renunciada expresa o tácitamente una vez cumplida.
En consecuencia, si la prescripción está cumplida y se paga la obligación
antes de ser declarada se está renunciando a ella; y si se paga una vez que
se ha declarado la prescripción, entonces se ha solucionado una obligación
natural.

B.2. Obligaciones civiles no reconocidas en juicio por


falta de prueba
Este tipo de obligaciones, según el Nº 4 del art. 1470, son
obligaciones naturales, “Las que no han sido reconocidas en juicio por
falta de prueba”.
También en este caso la obligación fue civil perfecta con acción para exigir
el cumplimiento, pero al hacerlo el acreedor fue vencido por no haber podido
acreditar suficientemente la existencia de ella.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 15


En consecuencia, para que esta clase de obligación natural exista, se
requiere, la concurrencia de tres requisitos:
 que haya habido pleito,
 que el deudor haya sido absuelto, y
 que la absolución se haya fundado en que el acreedor no pudo
probar la existencia de la obligación.

Obligaciones naturales no contempladas en el art. 1470


Es importante señalar que el art. 1470 define las obligaciones naturales; y
a reglón seguido agrega “Tales son”; y enumera, cuatro casos.

¿La enumeración del art. 1470 es taxativa?


Hay dos posiciones:
1. CLARO SOLAR, según él, es taxativa.
2. ALESSANDRI, dice que no es taxativa, ya que vamos a estar frente a
una obligación natural, cada vez que estemos frente a los efectos propios de
ellas.
SÓLO HAY OBLIGACIÓN NATURAL DONDE EXISTIÓ O PUDO EXISTIR UNA
OBLIGACIÓN CIVIL.

Dentro de la DOCTRINA MODERNA, la mayoría afirma que la enumeración del art.


1470 no es taxativa, pues la expresión “Tales son” es meramente enunciativa.
No obstante, considerando que es característico de las obligaciones
naturales:
 que no dan derecho para exigir su cumplimiento,
 que si se ha pagado se autoriza a retener, no se puede
repetir,
y el hecho que existen 5 casos en el Código que comparten esas 2
características, hace pensar a algunos autores que ésos también serían
obligaciones naturales.
Esos casos son:
1. Multa de esponsales, arts. 98 y 99.
2. Pago de lo ilícito, art. 1468.
3. Pago de intereses no estipulados, art. 2208 en
relación con el art. 15 de la Ley Nº 18.010.
4. Pago de deudas de juego, arts. 2259, 2263, 2260,
1466 y 1468.
5. Beneficio de inventario y de competencia, arts. 1247
y 1257.

1. Multa en los esponsales


Los esponsales o la promesa de matrimonio mutuamente aceptada, no
puede alegarse ni para pedir que se lleve a efecto el matrimonio, ni para
demandar indemnización de perjuicios, art. 98.
Tampoco puede pedirse la multa que por parte de uno de los esposos se
hubiera estipulado a favor del otro para el caso de no cumplirse lo
prometido. Pero si se hubiere pagado la multa, no puede pedirse su
devolución, art. 99.
La multa pagada es, por tanto, irrepetible.
¿Constituye por esto obligación natural?
El profesor don Fernando Fueyo Laneri opina que SÍ es un caso de obligación
natural.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 16


Los profesores Arturo Alessandri y Manuel Somarriva señalan que en la
especie NO estamos en presencia de una obligación natural, por cuanto ante
la ley civil, la promesa de matrimonio “no produce obligación alguna”, es
decir, ni obligación civil ni natural.
Por lo dicho, NO PUEDE SER NOVADA NI CAUCIONADA, efectos que son propios de
la obligación natural, arts. 1630 y 1472, respectivamente.
Artículo 1630. Para que sea válida la novación es necesario que tanto la obligación
primitiva como el contrato de novación sean válidos, a lo menos naturalmente.
Artículo 1472. Las fianzas, hipotecas, prendas y cláusulas penales constituidas por
terceros para seguridad de estas obligaciones, valdrán.

2. Lo dado o pagado por un objeto ilícito a sabiendas


En conformidad con el art. 1468 “No podrá repetirse lo que se haya
dado o pagado por un objeto o causa ilícita a sabiendas”.
Aparece también el efecto típico de la obligación natural, pero el
fundamento es justamente el contrario, no hay cumplimiento de un deber
moral, no se trata de moralizar los actos jurídicos, sino que es una sanción
de la ley al que celebró el acto ilícito, impidiéndole repetir lo que haya
pagado a sabiendas de la ilicitud, de acuerdo con el antiguo aforismo que
nadie puede alegar su propia torpeza o fraude. ES UNA SANCIÓN AL OBRAR
ILÍCITO

3. El beneficio de inventario y de competencia


En cuanto se paga más allá de lo recibido por herencia, y otras
situaciones semejantes, existen varias situaciones en que el deudor ve
limitada su responsabilidad, y no paga todas sus deudas.
Así ocurre en el beneficio de inventario, en el beneficio de competencia,
etc., en que el deudor no puede ser obligado a pagar más allá de lo que
buenamente pueda.
Se ha sostenido aisladamente que si el deudor paga más allá de lo que está
obligado, estaría cumpliendo una obligación natural, nada más inexacto, lo
que pasa es que el deudor renuncia al beneficio de inventario o al de
competencia, y cumple una obligación perfectamente civil.

4. En el pago de intereses no estipulados


El art. 2208 refiriéndose al mutuo dispone que “si se han pagado
intereses, aunque no estipulados, no podrán repetirse ni imputarse al
capital” (dispone en el mismo sentido el art. 150 de la Ley Nº 18.010).
Concurre en este caso el efecto principal de la obligación natural, el
derecho de retener lo pagado.
Pero a pesar de ello es discutible el carácter de obligación natural, por
cuanto no existe una obligación civil previa y no es posible la novación ni
la caución, porque la novación y la caución suponen estipulación y el
precepto se está colocando en el caso que no la hay.

5. En lo pagado en el juego, y la apuesta


Reglamentan estos contratos aleatorios los arts. 2259 y siguientes,
según ellos, se pueden clasificar en juegos de azar, de destreza corporal y
de inteligencia.

Juego de azar
El art. 2259 se remite al art. 1466, o sea, en ellos existe objeto
ilícito. En consecuencia, se les aplica lo establecido en el art. 1468 (no
podrá repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilícita a sabiendas). Pero
en ello hay una SANCIÓN más que el cumplimiento de una obligación natural.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 17


Juegos de destreza corporal
A estos juegos se refiere el art. 2263, y dispone que las obligaciones
que surgen de ellos, sí producen acción con tal que no contravengan las
leyes y los reglamentos de policía. En consecuencia, GENERAN UNA OBLIGACIÓN
CIVIL PERFECTA, provista de acción para exigir el cumplimiento.

Juegos de inteligencia y apuestas lícitas


A los juegos de inteligencia por no haber norma específica se les
aplica la norma del art. 2260, que dispone que las obligaciones que tienen
origen en el juego y en la apuesta, no tienen acción, sino solamente
excepción.
El que gana no puede exigir el pago.
Pero si el que pierde, paga, no puede repetir lo pagado, a menos que se haya
ganado con dolo.
Como puede apreciarse, la disposición es muy amplia, pero habiendo normas
especiales para los juegos de azar y de destreza corporal, forzoso es
concluir que sólo se aplica a los de inteligencia y a la apuesta lícita.
La especie constituye un caso típico de obligación natural en la concepción
clásica, pues el efecto, el fundamento y todas sus características son de
ella. SÍ CONSTITUYEN OBLIGACIÓN NATURAL.

POR LO TANTO, la enumeración del art. 1470, NO ES TAXATIVA, por


cuanto se ha quedado al menos un caso afuera de esa lista.

PARA QUE EXISTA UNA OBLIGACIÓN NATURAL NO BASTA QUE NO PUEDA


REPETIRSE LO PAGADO, TAMBIÉN ES NECESARIO QUE EXISTA UNA RAZÓN
DE EQUIDAD Y QUE CONCURRA QUE SE PUEDAN NOVAR Y CAUCIONAR.

EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES


El efecto fundamental que produce la obligación natural es que constituye
causa suficiente de pago, y no puede repetirse lo que se haya dado o pagado
por ellas.
Produce también otros efectos, a saber:

1. La obligación natural es causa suficiente de pago


La característica fundamental de la obligación natural es que quien paga una
de ellas, no puede repetir, esto es, no está habilitado para solicitar la
devolución de lo dado o pagado.
El acreedor goza de excepción y puede retener, le impide al deudor reclamar
la restitución de lo que dio o pagó en razón de la obligación natural.
El pago de una obligación natural no es un pago indebido, porque sí tiene
causa, la que surge de ella misma.
No es un acto de mera liberalidad, sino que es la satisfacción de la
obligación.
Para que el pago produzca el efecto que comentamos es necesario que se haya
hecho voluntariamente por el que tenía la libre administración de sus
bienes.

De ahí que para la irrepetibilidad del pago deben concurrir tres


circunstancias copulativas:
a) El pago debe ser voluntario, es decir el cumplimiento de la
obligación natural debe ser libre y espontáneo por parte del deudor

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 18


y, además con la convicción de estar cumpliendo una obligación
meramente natural.
Alessandri, dice que el pago voluntario, debe ser un acto libre y
espontáneo de la voluntad del deudor, y en pleno conocimiento de su
posición jurídica, debe saber que está pagando una obligación
natural.
Mesa Barros, expresa que significa que no debe haber mediado coacción
de parte de quien podría hacerlo.
La mayoría de la doctrina, está de acuerdo con Alessandri, no parece
lógico que el legislador haya colocado un requisito para oponerlo a
coacción, sino lo que desea es que el deudor tenga conocimiento de la
situación.
No se cumpliría con esta exigencia si en el pago concurre algún vicio
del consentimiento o se paga en virtud de una ejecución del acreedor.
b) El que paga debe tener la libre administración de sus bienes.
La doctrina está conteste en que el sentido que se debe entender por
“libre disposición”, supone la existencia de un acto de transferencia
de bienes que sólo puede ser hecho por quien tiene la libre
disposición de sus bienes.
c) Pago con arreglo a la ley, exigencia que surge de las reglas
generales del derecho, el pago debe reunir los requisitos propios de
una convención y los expresamente señalados por la ley para que el
pago sea válido, art. 1575.

2. La obligación natural puede ser novada


La novación es un modo de extinguir la obligación, reemplazándola por otra,
el art. 1630 dispone, que “Para que sea válida la novación es necesario que
tanto la obligación primitiva como el contrato de novación sean válidos, a
lo menos naturalmente”.
La novación es un modo satisfactorio de extinguir las obligaciones, equivale
al pago, y produce su mismo efecto, extinguir la obligación, con el
consentimiento del acreedor.
El deudor de una obligación natural puede sustituirla por otra obligación
incluso una civil.

3. La obligación natural puede ser caucionada


Pueden ser garantizadas con fianza, hipoteca, prenda, cláusulas penales
otorgadas por tercero para seguridad de la obligación natural.
Admiten caución porque tienen un verdadero vínculo jurídico lo que es causa
suficiente para otorgar una caución por un tercero. Si fuese otorgada por
el mismo deudor el acreedor carecería de acción para perseguir el
cumplimiento de la caución.
El art. 1472 dispone de la suerte de las cauciones contraídas para
garantizar una obligación natural, y dice que “las fianzas, hipotecas,
prendas y cláusulas penales constituidas por terceros para seguridad de
estas obligaciones, valdrán”.
La mayoría de la doctrina, piensa que el art. 1472 se refiere a obligaciones
naturales que ya han nacido como tales.
Alessandri, argumenta que se requiere sentencia previa que la origine,
porque si se aceptara que el art. 1472 se refiere a cauciones que se
debieran constituir cuando se contraen las obligaciones nulas, tendría que
aceptarse que la nulidad declarada del acto o contrato del que surgen no
afecta a las accesorias, es decir, a las cauciones, por lo que éstas podrían
seguir existiendo para siempre y no prescribirían, porque las obligaciones
naturales no prescriben.
Lo mismo vale para las obligaciones prescritas donde las accesorias no
prescribirían habiendo prescrito la obligación principal, contraviniendo el
principio de la accesoriedad.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 19


Las cauciones deben ser hechas para obligaciones naturales no obligaciones
civiles porque en éstas la extinción de la obligación principal acarrea la
extinción de las obligaciones accesorias.
Quien constituye la caución tendrá que tener pleno conocimiento que deberá
responder a todo evento.
En cuanto a la fianza, se producen 2 efectos respecto del fiador, quien está
dotado de 2 beneficios, excusión y acción de reembolso, arts. 2357 y 2370
respectivamente. Pero respecto de la caución de obligación natural, el
garante no tiene estos 2 beneficios, porque el acreedor no tiene acción
contra el deudor principal.

4. No puede ser compensada


No procede la compensación porque la deuda debe ser actualmente exigible y
las obligaciones naturales no son exigibles.

5. No procede el efecto de la cosa juzgada


Si el acreedor demanda al deudor por obligación civil y es rechazada por el
tribunal, el deudor se verá liberado de pagar, pero a la vez nace la
obligación natural.

8º OBLIGACIONES DE SUJETO ÚNICO Y OBLIGACIONES DE SUJETO MÚLTIPLE

OBLIGACIONES SIMPLES O DE SUJETO ÚNICO O SINGULAR


Son aquellas en que interviene un solo acreedor y un solo deudor.
Constituyen la regla general, art. 1438.

OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE SUJETOS O DE SUJETO MÚLTIPLE

Mancomunadas o
Simplemente Conjuntas

activas

Sujeto Múltiple pasivas


Solidarias
mixtas

Indivisibles
originarias

derivativas

Son aquellas en que concurren varios acreedores o varios deudores. Esta


pluralidad de sujetos puede consistir en un deudor o varios acreedores, o en
un acreedor y varios deudores.

Las obligaciones con pluralidad de sujetos se clasifican en tres grupos:


 obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas,
 obligaciones solidarias y
 obligaciones indivisibles.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 20


Estas obligaciones además se pueden sub-clasificar en:
Según el número de sujetos:
 activas, varios acreedores y un deudor,
 pasivas, varios deudores y un acreedor, y
 mixtas, varios acreedores y varios deudores.

Según el origen de la obligación:


 originarias, aquellas que se generaron en forma plural, y
 derivativas, las que habiendo nacidas singulares
posteriormente se transforman en obligaciones de sujeto múltiple
(herederos asumen deuda del causante).

8.1 OBLIGACIONES SIMPLEMENTE CONJUNTAS O MANCOMUNADAS

Son aquellas en las que el objeto es divisible e intervienen varios deudores


y varios acreedores, o un deudor y varios acreedores, o un acreedor y varios
deudores, estando cada deudor sólo obligado a su cuota, y cada acreedor sólo
está legitimado para exigir o demandar la suya.
La prestación de la obligación es divisible pero tiene pluralidad de sujetos
activos o pasivos, de tal forma que el deudor sólo está obligado al pago de
una cuota y el acreedor sólo puede exigir el pago de su cuota en el crédito
(mutuo).

La división del objeto de la obligación puede ser material o intelectual.


Las cuotas en las que se divide la obligación son iguales o viriles, a menos
que se haya pactado una división distinta.
La doctrina afirma que existen tantas obligaciones como acreedores y
deudores existan.
Frente a una obligación de sujeto múltiple, en caso de dudas acerca de su
clase, se supone que es mancomunada.
El Código no reglamentó esta clase de obligaciones, pero se refirió a ellas
en los arts. 1511 y 1526.
El art. 1511 inc. 1º, dice que, en general, cuando se ha contraído por
muchas personas o para con muchas la obligación de una cosa divisible, cada
uno de los deudores, en el primer caso, es obligado solamente a su parte o
cuota en la deuda, y cada uno de los acreedores, en el segundo, sólo tiene
derecho para demandar su parte o cuota en el crédito.
Por su parte el art. 1526 inc. 1º, señala que, si la obligación no es
solidaria ni indivisible, cada uno de los acreedores puede sólo exigir su
cuota, y cada uno de los codeudores es solamente obligado al pago de la
suya.

Características:

1. Pluralidad de partes.

2. El objeto es divisible.

3. Unidad de prestación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 21


4. Jurídicamente, constituyen la regla general.

5. Pueden ser originarias o derivativas. Será originaria la


obligación conjunta cuando desde el nacimiento intervienen en ella
varios acreedores o deudores o unos y otros a la vez.

La obligación conjunta es derivativa la que habiendo nacida como una


obligación pura y simple, luego pasa a ser conjunta porque fallece el
deudor o el acreedor.

6. Por regla general las obligaciones mancomunadas se dividen entre


acreedores y deudores en partes iguales.
Así lo comprueba el art. 2307 inc. 2º, ubicado en la comunidad, que
expresa que, si la deuda ha sido contraída por los comuneros
colectivamente, sin expresión de cuotas, todos ellos, no habiendo
estipulado solidaridad, son obligados al acreedor por partes iguales,
salvo el derecho de cada uno contra los otros para que se le abone lo
que haya pagado de más sobre la cuota que le corresponda.
Esta forma de división puede ser alterada por la ley (caso de las deudas
hereditarias que corresponden a prorrata de sus cuotas) o por la convención.

Efectos de las obligaciones mancomunadas

1. Pago de la deuda.
El deudor no está obligado sino al pago de su cuota de la deuda; si
paga más habrá pago de lo no debido, y puede repetir el exceso contra
el acreedor.
A su vez, cada acreedor no puede exigir sino el pago de su cuota en la
deuda.

Por lo general las cuotas son iguales o viriles.

2. Otros modos de extinguir obligaciones.


Lo que se dice del pago rige para todos los modos de extinguir
obligaciones.
Si el deudor es a su vez acreedor de su propio acreedor, las
obligaciones recíprocas se van a compensar pero sólo hasta la
concurrencia de la cuota en el crédito de ese deudor.

3. Interrupción de la prescripción.
La interrupción que opera en beneficio de alguno de los coacreedores
no aprovecha a los otros, ni la que obra en perjuicio de uno de varios
codeudores perjudica a los otros.
Dicho de otra manera, la interrupción de la prescripción afecta
únicamente al acreedor y deudor que intervienen.

4. Mora.
La constitución en mora de uno de los deudores por el requerimiento
del acreedor, no coloca en igual situación a los demás, y, a la
inversa, el requerimiento al deudor de uno de los acreedores no
aprovecha a los restantes.

5. Insolvencia.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 22


La cuota del deudor insolvente no grava a los demás codeudores (efecto
propio de la mancomunidad).

6. Nulidad.
La nulidad declarada respecto de cualquiera de los sujetos que
intervienen NO aprovecha a los otros, art. 1690.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 23


Formas de división activa o pasiva
Por regla general las cuotas sean activas o pasivas, se dividen en cuotas
iguales o viriles, sin embargo existen dos excepciones:
a. Si en el pacto de la obligación se ha establecido una forma de
distribución distinta, y
b. En el caso de una herencia, si uno de los varios deudores
fallece, le suceden sus herederos y entonces cada deudor será
deudor a prorrata de su cuota en la herencia; lo mismo vale para
los acreedores, art. 1354.

8.2 OBLIGACIONES SOLIDARIAS

Son aquellas en las que hay varios deudores o varios acreedores, y cada
deudor, no obstante que el objeto de la prestación es divisible, está
obligado al total de la deuda, y cada acreedor puede exigir a su vez el
total de ella, por disponerlo así la convención, el testamento o la ley, en
términos tales que el pago efectuado por uno de los codeudores a uno de los
coacreedores extingue toda la obligación respecto de los demás (Alessandri).
Los autores franceses, Ripert y Boulanger, definen estas obligaciones como
un modo de ser de la obligación que algunas veces se opone a la división del
crédito y otras a la división de la deuda.
El rasgo fundamental es que la prestación es divisible y que por disposición
de la ley, la convención o el testamento se dispone o pacta la solidaridad.
Que el OBJETO sea DIVISIBLE, significa al igual que en las obligaciones
mancomunadas, que debe admitir división material o intelectual o de cuota.
Esta obligación en forma natural podría haber sido cumplida como mancomunada
pero por disposición expresa se pactó o dispuso la solidaridad.

SI LA OBLIGACIÓN FUESE INDIVISIBLE NUNCA HABRÍA SOLIDARIDAD.

Naturaleza jurídica de la solidaridad


Hay tres teorías que intentan explicar la solidaridad:
1. Teoría Romana o Clásica,
2. Teoría Francesa,
3. Teoría Moderna.

1. La teoría clásica o romana considera que en la solidaridad, cada uno


de los coacreedores es dueño del crédito, pudiendo exigir el
cumplimiento íntegro de la obligación, incluso puede remitirla.
2. La teoría francesa estima que existe una suerte de mandato sui
generis en virtud del cual cada coacreedor es dueño de una parte y a
la vez mandatario del resto de los acreedores. Luego, ningún
coacreedor puede ejecutar algún acto que sea contrario al resto de
los acreedores.
3. La teoría moderna entiende a la solidaridad como una modalidad (plazo,
modo, condición). Consideran que es posible pactar la solidaridad
alterando el efecto normal de las obligaciones, es decir hay una
mancomunidad, donde cada deudor responde de su cuota y cada acreedor
es dueño de su parte o cuota.
Andrés Bello, se apartó de la teoría francesa y siguió la clásica o romana.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 24


Fuentes de la solidaridad
 La ley,
 La convención, y
 El testamento.

Dicho de otro modo:


 La ley, y
 La voluntad de las partes.

El art. 1511, señala que, si bien en general, cuando se ha contraído por y/o
para con muchas personas la obligación de una cosa divisible, cada uno de
los deudores y cada uno de los acreedores, sólo tiene la obligación o el
derecho para pagar o demandar su parte o cuota. Pero, en virtud de la
convención, del testamento o de la ley la obligación es solidaria o in
sólidum.
La solidaridad debe ser expresamente declarada en todos los casos en que no
la establece la ley. Es decir, la solidaridad puede provenir de la
convención, del testamento o de la ley.
El legislador para referirse a la solidaridad usa las expresiones:
“responderán solidariamente”, “son responsables solidariamente”, “son
solidariamente responsables”.

La sentencia judicial como fuente de la solidaridad


El antiguo art. 280 Nº 5 (derogado por Ley Nº 19.585) establecía que el hijo
simplemente ilegítimo tenía derecho a pedir alimentos a su presunto
progenitor si el período de su concepción correspondía a la fecha de la
violación, estupro o rapto de la madre; si el primer delito fue cometido por
varios, debía el juez determinar quién era el presunto padre y si ello no
era posible, podía condenar solidariamente al pago de los alimentos a todos
los coautores de la violación.
Al respecto la doctrina plantea dudas acerca de si la sentencia judicial
puede ser fuente de la solidaridad, art. 1635, aunque la mayoría estima que
no es posible. Esto porque sólo en los casos que el juez esté autorizado
por la ley puede hacerlo, en consecuencia, el juez dictará una sentencia
declarativa en relación a una obligación ya existente, por lo tanto no es
constitutiva de la solidaridad.
Antes existió un caso excepcional en que el juez podía imponerla por estar
expresamente facultado por la ley (fuente judicial).
La ley es fuente de la solidaridad pasiva, no se conocen casos en nuestra
legislación de solidaridad activa legal.

Casos de solidaridad pasiva en el Código Civil


1. El art. 2317, respecto de delito o cuasidelito cometido por dos o
más personas, salvo excepciones de los arts. 2323 y 2328.
Todo fraude o dolo cometido por dos o más personas produce la
acción solidaria.
2. El art. 419, los tutores y curadores que administran
conjuntamente.
3. El art. 1281, cuando hay varios albaceas todos son solidariamente
responsables, a menos que el testador los haya exonerado de la
solidaridad, o que el mismo testador o el juez hayan dividido sus
atribuciones y cada uno se ciña a las que le incumban.
Otros casos de solidaridad en otros textos legales:
4. El art. 370 C de C, los socios de sociedad mercantil.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 25


5. El art. 79 Ley Nº 18.092 sobre Letras de Cambio y Pagarés, todos
los que firman una letra de cambio, sea como libradores,
aceptantes o endosantes son solidariamente responsables.
6. El art. 102 Ley Nº 18.290 de Tránsito, quienes encargan y
ejecutan obra que ocasiona daños por accidentes.
7. El art. 174 Ley Nº 18.290 de Tránsito, conductor y propietario de
vehículo que ocasione daños en accidente.

Principios básicos
1º La solidaridad debe emanar con toda claridad que está establecida
en el contrato o testamento.
2º No es necesario utilizar las mismas palabras que el legislador,
basta emplear términos equivalentes o que describan los efectos de
las obligaciones que se pactan.
3º Si existe duda en cuanto a que la obligación sea solidaria o no,
se presume la mancomunidad.

Requisitos de la solidaridad
1. Pluralidad de sujetos, varios acreedores y/o varios deudores.
Este requisito es de la esencia, sino sería una obligación de
sujeto único.
2. Un objeto divisible, debe admitir división material o intelectual.
Aunque podría cumplirse la obligación como conjunta no se puede
por disposición de la ley, testamento o pacto que ha dispuesto la
solidaridad.
3. Prestación única, en cuanto a que todos los deudores están
obligados a efectuar la prestación única e idéntica, todos tienen
la misma obligación. Si fuesen distintas sería una obligación de
objeto múltiple. Vista la prestación desde el punto de vista del
objeto es única. Vista desde el punto de vista de los sujetos hay
tantas prestaciones como sujetos exista. Hay pluralidad de
vínculos en cuanto existen varias personas intervinientes.
Artículo 1512. La cosa que se debe solidariamente por muchos o a muchos, ha
de ser una misma, aunque se deba de diversos modos; por ejemplo, pura y
simplemente respecto de unos, bajo condición o a plazo respecto de otros.
4. Declaración expresa, porque dentro de las obligaciones de sujeto
plural la regla general es la mancomunidad. La solidaridad es
excepcional por ello debe estar expresamente señalada. LA LEY ES
FUENTE DE LA SOLIDARIDAD PASIVA (no se conoce en el ordenamiento jurídico
la solidaridad activa legal).

Clasificación de la solidaridad

 Activa y Pasiva, art. 1511, un deudor y varios


acreedores, y un acreedor y varios deudores,
respectivamente.
 Perfecta e Imperfecta (in solidum), clasificación
desarrollada por la doctrina francesa.
Solidaridad perfecta, es la que emana de la ley o la voluntad de las partes
que la han establecido y produce los efectos jurídicos que le son propios.
Solidaridad imperfecta o in solidum, es aquella que deriva sólo de un texto
legal y que ha hecho solidaria sólo la obligación de pagar el crédito
(autores de delito o cuasidelito civil).

Andrés Bello, no siguió la clasificación de los franceses, él asimiló los


efectos de la solidaridad con el término in solidum.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 26


Artículo 1511 inc. 2º, “…en virtud de la convención, del testamento o de la ley puede
exigirse a cada uno de los deudores o por cada uno de los acreedores el total de la deuda,
y entonces la obligación es solidaria o insólidum…”.

SOLIDARIDAD ACTIVA

En esta modalidad cualquiera de los acreedores de una cosa divisible puede


exigir el cumplimiento de la obligación. De manera que el pago efectuado
por el deudor a uno cualquiera de los coacreedores extingue la obligación
respecto de todos los demás.
Cada uno de los coacreedores es un verdadero dueño del crédito.
No se debe confundir la solidaridad activa con la figura jurídica del
“diputado para el cobro”, art. 1576, porque en ésta existe un mandatario
autorizado para recibir el pago en nombre de otro.
Se considera que es una figura legal peligrosa porque si se pacta
solidaridad entre varios acreedores y el pago a uno solo extingue la
obligación respecto de todos, es posible que uno de los coacreedores pueda
extinguir la obligación por la remisión perjudicando a los demás.
Es del caso señalar que no es muy común hoy en día.

Artículo 1513. El deudor puede hacer el pago a cualquiera de los acreedores solidarios
que elija, a menos que haya sido demandado por uno de ellos, pues entonces deberá hacer el
pago al demandante.
La condonación de la deuda, la compensación, la novación que intervenga entre el deudor y
uno cualquiera de los acreedores solidarios, extingue la deuda con respecto a los otros,
de la misma manera que el pago lo haría; con tal que uno de éstos no haya demandado ya al
deudor.

Efectos de la Solidaridad Activa


Se deben considerar desde dos puntos de vista:
a) entre los coacreedores y el deudor, y
b) entre los coacreedores.

a) Entre los coacreedores y el deudor


1º Cada uno de los coacreedores puede exigir al deudor el
cumplimiento total de la obligación, art. 1511 inc. 2º.
 Si un coacreedor fallece sus herederos heredan un derecho
divisible y para poder perseguir el cumplimiento es necesario
que actúen conjuntamente, porque entre todos representan al
causante.
 No es obligatorio que uno de los coacreedores demande solo
el cumplimiento de la obligación, pueden hacerlo todos en
conjunto. El deudor podrá cumplir pagando íntegramente a
cualquiera de los acreedores.
2º El deudor puede pagar a cualquiera de los acreedores, art. 1513
inc. 1º, al que él elija.
El derecho del deudor a pagar a cualquiera no lo puede ejercer si
ha sido demandado sólo por un acreedor, art. 1513 inc. 2º. El
derecho está subordinado a no haber sido demandado.
3º De lo anterior se deriva que el pago a cualquiera de los
coacreedores extingue la obligación respecto de todos los
coacreedores, art. 1513 inc. 2º.
4º Lo que se dice del pago vale también para los demás modos de
extinguir las obligaciones (condonación o remisión, compensación, novación
[art. 1513], confusión [art. 1668]). Cualquier modo de extinguir las
obligaciones entre el deudor y uno de los acreedores extingue la
obligación respecto de los demás.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 27


Artículo 1668. Si hay confusión entre uno de varios deudores solidarios y el
acreedor, podrá el primero repetir contra cada uno de sus codeudores por la
parte o cuota que respectivamente les corresponda en la deuda.
Si por el contrario, hay confusión entre uno de varios acreedores solidarios y
el deudor, será obligado el primero a cada uno de sus coacreedores por la parte
o cuota que respectivamente les corresponda en el crédito.
5º La interrupción de la prescripción, que opera en beneficio de uno
de los coacreedores aprovecha o favorece a los otros, art. 2519.
En doctrina se discute respecto a si la suspensión de la
prescripción que opera a favor de uno de los acreedores favorece o
no a los demás. Alessandri, piensa que no porque la suspensión
tiene un carácter excepcional y sólo opera en beneficio de quienes
se ha establecido. Además se debe considerar que el art. 1512
permite que existan distintos modos de exigibilidad de la
obligación entre los acreedores.
Artículo 1512. La cosa que se debe solidariamente por muchos o a muchos, ha de
ser una misma, aunque se deba de diversos modos; por ejemplo, pura y
simplemente respecto de unos, bajo condición o a plazo respecto de otros.
6º Constituido el deudor en mora, respecto de uno de los acreedores
queda en mora respecto de todos.

b) Entre los coacreedores


La solidaridad existente entre el deudor y los coacreedores,
extinguida la obligación se extingue la solidaridad.
Si uno de los acreedores recibió el pago debe rendir cuentas, aunque
el Código nada dice al respecto.
Para algunos autores debe rendir cuentas en razón a la aplicación de
la teoría del mandato tácito y recíproco en virtud del cual el
acreedor que participó en la extinción de la deuda debe rendir cuenta
a sus mandantes. Para otros, opera un verdadero ajuste de cuentas por
aplicación de las reglas de la mancomunidad, caso en que cada uno es
dueño de sólo una parte del crédito.

SOLIDARIDAD PASIVA

La solidaridad pasiva consiste en que existiendo pluralidad de deudores, el


acreedor puede exigir el total de la deuda a cualquiera de ellos, y de la
misma manera el cumplimiento de uno de los deudores extingue la obligación
respecto de todos.
La solidaridad pasiva supone la pluralidad de deudores, unidad de la
prestación y pluralidad de vínculos y una disposición legal, disposición
testamentaria o estipulación de las partes.
A diferencia de la solidaridad activa que es una institución de poca o nula
actividad práctica, la solidaridad pasiva presenta una característica que la
hace de frecuente utilidad y a la que debe su intensiva aplicación, y ésta
consiste en que es una verdadera garantía, porque al patrimonio del deudor
de la obligación se suman otros patrimonios para garantizar conjuntamente.
Incluso, la solidaridad pasiva es más ventajosa que la fianza, porque en
esta última el fiador goza del beneficio de excusión, beneficio que no
poseen los deudores solidarios.
Cada codeudor es verdaderamente deudor del total de la obligación y no
existe entre los codeudores un mandato para el pago porque el Código siguió
la doctrina romana.

EFECTOS DE LA SOLIDARIDAD PASIVA


Al igual que en el caso de la solidaridad activa se estudia desde dos puntos
de vista, entre los codeudores y el acreedor y entre los codeudores.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 28


A. EFECTOS ENTRE LOS CODEUDORES Y EL ACREEDOR

1º El acreedor puede dirigir la demanda exigiendo el pago total de la


obligación en contra de cualquiera de los codeudores, arts. 1514 y
1515, o en contra de todos, a su arbitrio. Conjunta o
separadamente.
Artículo 1514. El acreedor podrá dirigirse contra todos los deudores
solidarios conjuntamente, o contra cualquiera de ellos a su arbitrio, sin que
por éste pueda oponérsele el beneficio de división.
Artículo 1515. La demanda intentada por el acreedor contra alguno de los
deudores solidarios, no extingue la obligación solidaria de ninguno de ellos,
sino en la parte en que hubiere sido satisfecha por el demandado.
Prorrogada la competencia por uno de los deudores demandados
afecta a todos.
Respecto a la última frase del art. 1514 “sin que por éste pueda
oponérsele el beneficio de división”, esta afirmación genera
discusión entre los autores, quienes se preguntan qué quiso decir
Andrés Bello con ella, considerando la naturaleza de la
solidaridad pasiva, hay que hacer al menos tres aclaraciones:
a) En Roma la solidaridad suscitó dudas y se le permitía al
deudor solidario oponer el beneficio de división, pero Pothier
sostuvo que creía que no era oponible este beneficio atendiendo la
naturaleza de la solidaridad pasiva, no obstante, Justiniano
estableció que sí era oponible.
Andrés Bello elimina cualquier duda, evitando la posibilidad de
considerar esa posibilidad.
b) También se discute si los codeudores solidarios pueden pedir
al acreedor un plazo para ponerse de acuerdo para cumplir la
obligación tal como se permite en las obligaciones indivisibles,
según el art. 1530.
La mayoría de los autores piensa que NO es posible solicitar dicho
plazo con ese propósito, porque es de la naturaleza de la
solidaridad que el acreedor pueda exigir a cualquiera de los
coacreedores el cumplimiento, no es posible aplicar por analogía
el art. 1530.
c) En relación al art. 1515 algunos autores dicen que la
solidaridad se extingue parcialmente cuando se interpone una
demanda. Sin embargo la mayoría de los autores estima que por
haberse demandado a uno de los codeudores no obsta a que
posteriormente el acreedor pueda demandar a los otros.
LA SOLIDARIDAD SÓLO SE EXTINGUE UNA VEZ QUE SE SATISFACE
COMPLETAMENTE.

2º El pago del total de la obligación o extinción de la deuda, que


efectúa uno de los coacreedores extingue también la obligación
respecto de los demás. Paga un deudor y se liberan los otros. La
deuda perece para todos.

3º Todo lo que se dice del pago vale para los demás modos de
extinguir las obligaciones, sin perjuicio de ello, algunos modos
requieren un comentario especial:

3.1 REMISIÓN: ésta puede ser total o parcial, si el acreedor la


condona en forma total la obligación se extingue respecto de
todos.
Si la remisión es parcial, es decir, si el acreedor perdona una
parte o cuota respecto del crédito, remite la deuda a un solo
deudor, en cuyo caso no podrá cobrar a los demás la cuota de la

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 29


deuda que haya remitido. Cuando cobre a los demás debe rebajar la
cuota del o los remitidos.
El acreedor no puede eliminar por sí solo a uno de los deudores, y
si lo hace pierde la cuota correspondiente, debe renajarla, art.
1518.
Artículo 1518. Si el acreedor condona la deuda a cualquiera de los deudores
solidarios no podrá después ejercer la acción que se le concede por el artículo
1514, sino con rebaja de la cuota que correspondía al primero en la deuda.
La remisión parcial, es decir, una cuota menos, beneficia a todos
por cuanto la cuota remitida es rebajada del total de la deuda.

3.2 NOVACIÓN: si ella se efectúa entre el acreedor y cualquiera


de los deudores extingue la obligación respecto de los otros, a
menos que los demás se adhieran a la nueva obligación.
La novación supone la extinción de la obligación primitiva y por
ello se produce la liberación de los demás deudores, que no tienen
porqué estar afectos a una nueva obligación si no han consentido
en ella, art. 1519.
Artículo 1519. La novación entre el acreedor y uno cualquiera de
los deudores solidarios, liberta a los otros, a menos que éstos
accedan a la obligación nuevamente constituida.
Artículo 1651. Si el acreedor ha consentido en la nueva obligación bajo
condición de que accediesen a ella los codeudores solidarios o subsidiarios, y
si los codeudores solidarios o subsidiarios no accedieren, la novación se
tendrá por no hecha.
La ley en el art. 1649 agrega otra regla respecto a la novación en
relación con el plazo, la mera ampliación o reducción no
constituye novación.
Artículo 1649. La mera ampliación del plazo de una deuda no constituye
novación; pero pone fin a la responsabilidad de los fiadores y extingue las
prendas e hipotecas constituidas sobre otros bienes que los del deudor; salvo
que los fiadores o los dueños de las cosas empeñadas o hipotecadas accedan
expresamente a la ampliación.
Artículo 1650. Tampoco la mera reducción del plazo constituye novación; pero
no podrá reconvenirse a los codeudores solidarios o subsidiarios sino cuando
expire el plazo primitivamente estipulado.
DACIÓN EN PAGO: vale todo lo dicho para la novación.

3.2 COMPENSACIÓN: produce la extinción de la deuda cuando el


deudor la opone al ser demandado, y tendrá derecho a cobrar a los
demás codeudores su parte en la deuda.
Los demás codeudores no pueden oponer la compensación sino cuando
el que es acreedor a su vez del acreedor de todos ellos les ha
cedido su derecho.
Opuesta la compensación favorece a todos los codeudores, pero la
solidaridad se mantiene, art. 1520.
Artículo 1520. El deudor solidario demandado puede oponer a la demanda todas
las excepciones que resulten de la naturaleza de la obligación, y además todas
las personales suyas.
Pero no puede oponer por vía de compensación el crédito de un codeudor
solidario contra el demandante, si el codeudor solidario no le ha cedido su
derecho.
Si opera la compensación beneficia a todos por cuanto la deuda
total disminuye, aunque la cuota individual se mantiene.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 30


3.3 CONFUSIÓN: Artículo 1668. Si hay confusión entre uno de varios
deudores solidarios y el acreedor, podrá el primero repetir contra cada uno de
sus codeudores por la parte o cuota que respectivamente les corresponda en la
deuda.
Si por el contrario, hay confusión entre uno de varios acreedores solidarios y
el deudor, será obligado el primero a cada uno de sus coacreedores por la parte
o cuota que respectivamente les corresponda en el crédito.
Se produce un ajuste de cuentas entre los codeudores y el
acreedor.
Si uno de ellos se llega a confundir con el acreedor, se rige por
las reglas de la mancomunidad, ese codeudor debe entregar su cuota
de la deuda.

3.4 PÉRDIDA DE LA COSA DEBIDA o IMPOSIBILIDAD EN EL CUMPLIMIENTO:


este modo de extinguir obligaciones es aplicable sólo a las de
especie o cuerpo cierto, porque el género no perece.
Si la cosa que se debe en forma solidaria perece, es necesario
distinguir si es por causa fortuita o por culpa o mora.
Si hay caso fortuito, la obligación se extingue respecto de todos
los codeudores solidarios, esto se entiende por el principio de
unidad de la prestación.
Pero si la cosa perece por culpa o durante la mora de uno de los
deudores solidarios, todos ellos quedan obligados solidariamente
al precio, queda a salvo la acción de los codeudores contra el
culpable o moroso.
Respecto a la indemnización de perjuicios, el acreedor no podrá
intentar la acción de perjuicios a que da lugar la culpa o la
mora, sino sólo contra el deudor culpable o moroso, art. 1521.
Se separa el precio de la cosa y la indemnización de perjuicios,
el precio lo deben solidariamente todos los deudores culpables o
inocentes, sin perjuicio del derecho a repetir contra los
culpables.
La indemnización de perjuicios no conserva la solidaridad, sólo es
obligado a ella el o los deudores culpables o morosos.
Artículo 1521. Si la cosa perece por culpa o durante la mora de uno de los
deudores solidarios, todos ellos quedan obligados solidariamente al precio,
salva la acción de los codeudores contra el culpable o moroso. Pero la acción
de perjuicios a que diere lugar la culpa o mora, no podrá intentarla el
acreedor sino contra el deudor culpable o moroso.
En doctrina se discute si dos o más deudores solidarios son
responsables solidariamente de la pérdida de la cosa debida.
Alessandri, dice que NO son responsables solidariamente por falta
de texto expreso al respecto. Hay autores que piensan que esta
obligación SÍ es solidaria en virtud del art. 1526 regla 3ª.
Artículo 1526. Si la obligación no es solidaria ni indivisible, cada uno de
los acreedores puede sólo exigir su cuota, y cada uno de los codeudores es
solamente obligado al pago de la suya; y la cuota del deudor insolvente no
gravará a sus codeudores. Exceptúanse los casos siguientes: …3. Aquel de los
codeudores por cuyo hecho o culpa se ha hecho imposible el cumplimiento de la
obligación, es exclusiva y solidariamente responsable de todo perjuicio al
acreedor….

3.5 TRANSACCIÓN: por ser un contrato intuito personae, surte


efecto sólo entre los contratantes, y en consecuencia, si hay
muchos interesados, la consentida por uno de ellos no perjudica ni
favorece a los demás, arts. 2456 y 2461, esto por el efecto
relativo de los contratos. En todo caso los libera en caso de
novación.
Artículo 2456. La transacción se presume haberse aceptado por consideración a
la persona con quien se transige.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 31
Si se cree pues transigir con una persona y se transige con otra, podrá
rescindirse la transacción.
De la misma manera, si se transige con el poseedor aparente de un derecho, no
puede alegarse esta transacción contra la persona a quien verdaderamente
compete el derecho.
Artículo 2461. La transacción no surte efecto sino entre los contratantes.
Si son muchos los principales interesados en el negocio sobre el cual se
transige, la transacción consentida por el uno de ellos no perjudica ni
aprovecha a los otros; salvos, empero, los efectos de la novación en el caso de
solidaridad.

4º Interrupción de la prescripción, la de uno de los codeudores


perjudica al resto.

5º Constitución de la mora, de uno de los deudores solidarios hace


que caigan todos los demás en mora, el art. 1521 iguala los
efectos de la mora.
Artículo 1521. Si la cosa perece por culpa o durante la mora de uno de los
deudores solidarios, todos ellos quedan obligados solidariamente al precio,
salva la acción de los codeudores contra el culpable o moroso. Pero la acción
de perjuicios a que diere lugar la culpa o mora, no podrá intentarla el
acreedor sino contra el deudor culpable o moroso.

6º Prórroga de la competencia, que haya convenido uno de los deudores


con el acreedor afecta a todos los demás.

7º Cosa juzgada, existe para todos los efectos, pues los restantes
codeudores solidarios han estado representados en el juicio por el
demandado. Sin perjuicio de las excepciones personales que puedan
corresponderles a los que no actuaron en el juicio.
La Corte Suprema, ha declarado que no existe acción de cosa
juzgada para hacer cumplir la sentencia en contra de los deudores
que no figuraron como demandados en el juicio.
En todo caso el acreedor no puede demandar a uno de los deudores y
embargar bienes de otro; la medida debe trabarse en los bienes del
embargado.
DEFENSA DE LOS CODEUDORES, se puede llevar a cabo por medio de
excepciones reales, personales o mixtas.
Reales: estas excepciones emanan de la naturaleza de la
obligación (causales de nulidad absoluta, modalidades comunes [plazo, modo,
condición], causales de extinción que afectan a todos [prescripción]).

Personales: son las excepciones propias del deudor (rescisión,


modalidades de extinción que afectan solo a alguno de los deudores [remisión
parcial, compensación], privilegios de ciertos deudores [beneficio de inventario],
transacción [siempre que no importe novación]).

Mixtas: son excepciones personales pero las puede oponer otro


deudor cuando el titular lo autoriza.
El deudor no puede oponer el beneficio de división porque atenta
contra la naturaleza de la obligación, pero sí puede oponer las
excepciones reales, personales y mixtas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 32


B. EFECTOS ENTRE LOS CODEUDORES
Una vez pagada la deuda por alguno de los codeudores, la solidaridad
se extingue porque ya ha cumplido su función, estaba puesta en
beneficio del acreedor.
Pero ¿qué pasa con los codeudores entre sí?, se debe
determinar qué relaciones se producen entre el deudor que pagó y los
que no contribuyeron a la extinción de la deuda.
La deuda debió ser solventada por el deudor que realmente debía y
hasta el monto de lo adeudado, esto se denomina CONTRIBUCIÓN A LA
DEUDA.
Mientras la solidaridad existía, todos los codeudores eran deudores
principales, pero una vez extinguida la solidaridad, entre los
deudores habrá quien tenía realmente interés en la obligación y los
otros tenían el carácter de garantes pudiendo ser beneficiados o no
con la deuda.
Puede ocurrir que la obligación interesaba sólo a uno de los
codeudores o que interesara a muchos y fuere pagada por uno solo, lo
que conduce a un injusto.
Al respecto el art. 1522 inc. 2º, establece un principio, EL QUE PAGÓ
PUEDE EXIGIR AL RESTO SU CUOTA, SUPONE QUE UNOS TIENEN INTERÉS EN LA
DEUDA Y LOS OTROS QUE NO LO TIENEN SON CONSIDERADOS FIADORES.
Artículo 1522. El deudor solidario que ha pagado la deuda, o la ha extinguido por
alguno de los medios equivalentes al pago, queda subrogado en la acción de
acreedor con todos sus privilegios y seguridades, pero limitada respecto de cada
uno de los codeudores a la parte o cuota que tenga este codeudor en la deuda.
Si el negocio para el cual ha sido contraída la obligación solidaria, concernía
solamente a alguno o algunos de los deudores solidarios, serán éstos responsables
entre sí, según las partes o cuotas que les correspondan en la deuda, y los otros
codeudores serán considerados como fiadores.
La parte o cuota del codeudor insolvente se reparte entre todos los otros a
prorrata de las suyas, comprendidos aun aquellos a quienes el acreedor haya
exonerado de la solidaridad.
Si la obligación se ha extinguido por un medio no oneroso, como por
la prescripción, nadie cobra a nadie.
El codeudor que pagó tiene acción para exigir al resto de los
codeudores su parte o cuota, ha nacido una obligación mancomunada.
La solidaridad por ser accesoria una vez cumplida la deuda se
extingue.
Extinguida la solidaridad entre codeudores y acreedor, nace una
obligación mancomunada entre los codeudores.
Al pagar, el codeudor se subroga la acción que tenía el acreedor
primitivo, le son traspasados los derechos del acreedor.
Artículo 1612. La subrogación, tanto legal como convencional, traspasa al
acreedor todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas del
antiguo, así contra el deudor principal, como contra cualesquiera terceros,
obligados solidaria o subsidiariamente a la deuda.
Si el acreedor ha sido solamente pagado en parte, podrá ejercer sus derechos,
relativamente a lo que se le reste debiendo, con preferencia al que sólo ha pagado
una parte del crédito.
La acción que va a tener el codeudor, que pagó el total de la
obligación, para obtener que el resto de los codeudores le pague su
cuota es una acción mancomunada que sólo puede ejercerse respecto de
las respectivas cuotas.

¿Qué pasa si paga un deudor no interesado en la deuda?


Si la solidaridad reportaba provecho a alguno o algunos de los
deudores, los demás no tenían interés y se obligaron con el único

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 33


objeto de caucionar la obligación, por lo que tienen obligación a la
deuda pero ninguna contribución a ella.
El codeudor que pagó sin tener interés en ella, tiene derecho a
repetir por el total contra cada uno de los restantes, es considerado
por la ley como fiador por lo que subroga al acreedor y gozará de dos
acciones, la acción del acreedor (puede cobrar a cada deudor su cuota, la
obligación de los codeudores es mancomunada) y la acción propia de la fianza
(reembolso, es solidaria). AMBAS ACCIONES SE PUEDEN INTERPONER JUNTAS NO
SON INCOMPATIBLES.

Artículo 2370. El fiador tendrá acción contra el deudor principal para el


reembolso de lo que haya pagado por él con intereses y gastos, aunque la fianza
haya sido ignorada del deudor.
Tendrá también derecho a indemnización de perjuicios según las reglas generales.
Pero no podrá pedir el reembolso de gastos inconsiderados, ni de los que haya
sufrido antes de notificar al deudor principal la demanda intentada contra dicho
fiador.
Artículo 2372. Si hubiere muchos deudores principales y solidarios, el que los ha
afianzado a todos podrá demandar a cada uno de ellos el total de la deuda, en los
términos del artículo 2370; pero el fiador particular de uno de ellos sólo contra
él podrá repetir por el todo; y no tendrá contra los otros sino las acciones que
le correspondan como subrogado en las del deudor a quien ha afianzado.

Los codeudores que tenían interés en la deuda serán deudores


principales respecto de quienes no lo tenían y éstos tendrán el
carácter de fiadores.
Si la deuda fue extinguida por deudor interesado en ella, nada puede
cobrársele al que no tenía interés ya que éste actuaba como fiador, y
el deudor subsidiario nada debe si paga el deudor principal.

¿Se puede intentar cobrar la cuota remitida? ¡NO!, se


rebaja de la deuda.
Artículo 1518. Si el acreedor condona la deuda a cualquiera de los deudores
solidarios no podrá después ejercer la acción que se le concede por el artículo
1514, sino con rebaja de la cuota que correspondía al primero en la deuda.

¿Qué pasa si uno de los deudores es insolvente?


La cuota del insolvente grava a los otros.
El deudor que no tenía interés y no pagó puede ser demandado por el
que sí pagó por su cuota en la cuota del insolvente.

EXTINCIÓN DE LA SOLIDARIDAD
1. Por extinción de la obligación principal,
2. Por la muerte del deudor,
3. Por la renuncia.

En caso de muerte del deudor el conjunto de los herederos del deudor está
obligado como sucesión hereditaria al pago del total de la deuda solidaria,
pero si se demanda a un heredero éste paga sólo su cuota.
El acreedor puede:
 demandar en conjunto a todos los herederos, o
 si decide demandar a uno de ellos sólo puede cobrarle la cuota
que le corresponde.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 34


La renuncia a la solidaridad no afecta a la deuda, ésta permanece incólume.

Artículo 1516. El acreedor puede renunciar expresa o tácitamente la solidaridad respecto


de uno de los deudores solidarios o respecto de todos.
La renuncia tácitamente en favor de uno de ellos, cuando le ha exigido o reconocido el
pago de su parte o cuota de la deuda, expresándolo así en la demanda o en la carta de pago
sin la reserva especial de la solidaridad, o sin la reserva general de sus derechos.
Pero esta renuncia expresa o tácita no extingue la acción solidaria del acreedor contra
los otros deudores, por toda la parte del crédito que no haya sido cubierta por el deudor
a cuyo beneficio se renunció la solidaridad.
Se renuncia la solidaridad respecto de todos los deudores solidarios, cuando el acreedor
consiente en la división de la deuda.

REUNCIA GENERAL O TOTAL: si afecta a todos los codeudores.


RENUNCIA PARTICULAR O PARCIAL: afecta sólo a uno o algunos de los deudores.
RENUNCIA EXPRESA: la que se realiza en términos formales y explícitos.
RENUNCIA TÁCITA: puede ser individual o general.
 es individual:
a) cuando el acreedor exige a uno de los deudores sólo su parte
o cuota,
b) cuando se expresa en la demanda o carta de pago sin formular
reserva de derechos o de la solidaridad.
 puede ser general sólo en un caso, cuando el acreedor consiente
en la división de la deuda.
El art. 1517 se refiere a la renuncia de la solidaridad en caso de pensión
periódica, pero en este caso se limita a los pagos devengados, no hay
renuncia tácita cuando se trata de pagos futuros, la renuncia de los pagos
futuros debe ser expresa.

8.3 OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES

La divisibilidad o indivisibilidad de las obligaciones se presenta sólo en


los casos de las obligaciones de sujeto múltiple; porque en los casos de las
de sujeto único solo se puede exigir la obligación pactada y éstas son
siempre indivisibles, el deudor siempre deberá realizar una prestación de
dar, hacer o no hacer.
LAS OBLIGACIONES DE SUJETO SINGULAR SON SIEMPRE INDIVISIBLES.
Si se trata de obligaciones de sujeto plural pero de objeto divisible, la
obligación será siempre simplemente conjunta o mancomunada a menos que la
ley, la convención o el testamento determinen la solidaridad.

Artículo 1524. La obligación es divisible o indivisible según tenga o no por objeto una
cosa susceptible de división, sea física, sea intelectual o de cuota.
Así la obligación de conceder una servidumbre de tránsito o la de hacer construir una casa
son indivisibles; la de pagar una suma de dinero, divisible.

Según que la prestación pueda cumplirse o no fraccionadamente, las


obligaciones son divisibles o indivisibles.
¿Qué es objeto divisible? Desde el punto de vista material o físico,
un objeto es divisible cuando es susceptible de ser partido, fraccionado, en
varias partes, sin que importe si por el fraccionamiento pierde su
individualidad (automóvil, no es divisible). En el ámbito del derecho, es

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 35


distinto, interesa saber si la cosa es susceptible de división en distintas
partes pero SIN perder su individualidad.
El Código reconoce una división intelectual o de cuota, sólo imaginaria (un
automóvil SÍ es divisible), concibe que varias personas tendrán derecho sobre el
objeto en una cuota.
De modo que una cosa será divisible o indivisible según si el objeto admite
o no una división jurídica, sea ésta física o material, sea intelectual o de
cuota.
Este principio no es absoluto, existen objetos divisibles a los que la ley
les otorga el carácter de indivisibles.
Si siendo la prestación divisible pero la ley exige que su cumplimiento sea
indivisible, lógicamente la obligación será indivisible.
Obligación divisible: es aquella obligación susceptible de ser descompuesta
en tantas prestaciones parciales homogéneas y de contenido cualitativamente
igual a la originaria.
Tienen por objeto una cosa o hecho que puede ser dividido desde el punto de
vista físico o intelectual o de cuota.
Las obligaciones de sujeto plural con objeto divisible son mancomunadas o
solidarias.

OBLIGACIONES INDIVISIBLES

Son aquellas que tienen por objeto la prestación de una cosa o un hecho no
susceptible de división por su naturaleza misma o por el modo que ha sido
considerado por las partes. Esta obligación sólo puede cumplirse por
entero.
Al igual que la solidaridad la obligación indivisible supone la existencia
de UNA SOLA PRESTACIÓN y la PLURALIDAD DE SUJETOS.
Tienen por objeto una cosa o hecho que en su ejecución o cumplimiento NO
admiten división física ni intelectual.
Surge un problema cuando la obligación es indivisible y los sujetos son
varios. ¿Cómo se cumple la obligación indivisible?
La doctrina en su mayoría, estima que es de difícil comprensión y de escasa
importancia práctica.
Lo importante es establecer que la solidaridad NO pasa a los herederos, en
cambio la indivisibilidad SÍ pasa a los herederos.
Alessandri, afirma, que lo único claro es que nadie sabe nada al respecto.
Las legislaciones civiles modernas han abandonado el concepto de
“divisibilidad-indivisibilidad”.

Clasificación
La doctrina clásica o francesa, de acuerdo a lo planteado por DOUMULAN s.
XVI (Pothier y el Código Francés siguieron esta postura), formula una clasificación
que considera tres tipos de indivisibilidad:
1ª absoluta o natural (servidumbres),

2ª de obligación o natural relativa (hacer construir una casa), y


3ª de pago o convencional.
La 1ª, absoluta o natural, no admite ningún tipo de división; la 3ª, de pago
o convencional, es la que aun cuando el objeto es divisible, en virtud de la
ley o la convención el pago debe ser indivisible; la 2ª y la 3ª, se
diferencian en que en el primer caso se atiende al pago de la obligación, y
en el segundo caso, al objeto y al contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 36


Posteriormente, Planiol establece que Pothier estaba errado. Éste sostiene
que la indivisibilidad debe ser clasificada atendiendo al objeto y la
voluntad de las partes, clasificándolas en:
 real o natural, y
 convencional.

El Código Civil chileno no sigue a ninguna de las dos clasificaciones


anteriores, adopta una propia, arts. 1524 y 1526.
El art. 1524, alude a la indivisibilidad física o material y a la
intelectual.
El art. 1526, se refiere a la indivisibilidad de pago.

Los autores nacionales, la mayoría, clasifican la indivisibilidad en:


 propiamente tal, y
 de pago.
La indivisibilidad propiamente tal, proviene de la naturaleza misma de la
cosa cada vez que la cosa no admita división física o intelectual.
La indivisibilidad de pago, está establecida en el artículo 1526, pero como
excepciones a la divisibilidad, son obligaciones divisibles a las que la ley
las hace indivisibles. La indivisibilidad puede ser legal o convencional.

EXCEPCIONES A LA DIVISIBILIDAD
Artículo 1526. Si la obligación no es solidaria ni indivisible, cada uno de los
acreedores puede sólo exigir su cuota, y cada uno de los codeudores es solamente obligado
al pago de la suya; y la cuota del deudor insolvente no gravará a sus codeudores.
Exceptúanse los casos siguientes:
1. La acción hipotecaria o prendaria se dirige contra aquel de los codeudores que
posea, en todo o parte, la cosa hipotecada o empeñada.
El codeudor que ha pagado su parte de la deuda, no puede recobrar la prenda u
obtener la cancelación de la hipoteca, ni aun en parte, mientras no se extinga el
total de la deuda; y el acreedor a quien se ha satisfecho su parte del crédito, no
puede remitir la prenda o cancelar la hipoteca, ni aun en parte, mientras no hayan
sido enteramente satisfechos sus coacreedores.
2. Si la deuda es de una especie o cuerpo cierto, aquel de los codeudores que lo posee
es obligado a entregarlo.
3. Aquel de los codeudores por cuyo hecho o culpa se ha hecho imposible el
cumplimiento de la obligación, es exclusiva y solidariamente responsable de todo
perjuicio al acreedor.
4. Cuando por testamento o por convención entre los herederos, o por la partición de
la herencia, se ha impuesto a uno de los herederos la obligación de pagar el total
de una deuda, el acreedor podrá dirigirse o contra este heredero por el total de la
deuda, o contra cada uno de los herederos por la parte que le corresponda a
prorrata.
Si expresamente se hubiere estipulado con el difunto que el pago no pudiese hacerse
por partes, ni aun por los herederos del deudor, cada uno de éstos podrá ser
obligado a entenderse con sus coherederos para pagar el total de la deuda, o a
pagarla él mismo, salva su acción de saneamiento.
Pero los herederos del acreedor, si no entablan conjuntamente su acción, no podrán
exigir el pago de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas.
5. Si se debe un terreno, o cualquiera otra cosa indeterminada, cuya división
ocasionare grave perjuicio al acreedor, cada uno de los codeudores podrá ser
obligado a entenderse con los otros para el pago de la cosa entera, o a pagarla él
mismo, salva su acción para ser indemnizado por los otros.
Pero los herederos del acreedor no podrán exigir el pago de la cosa entera sino
intentando conjuntamente su acción.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 37


6. Cuando la obligación es alternativa, si la elección es de los acreedores, deben
hacerla todos de consuno; y si de los deudores, deben hacerla de consuno todos
éstos.

Todos éstos son casos de indivisibilidad de pago e indivisibilidad pasiva.

1º Prenda e hipoteca
Toda parte de la cosa está afecta a la carga o gravamen. La
indivisibilidad es más fuerte que la accesoriedad, por la ley la prenda y la
hipoteca son indivisibles.
El acreedor prendario o hipotecario tiene dos acciones para cobrar su
crédito:
 una acción real (es indivisible), proveniente de las cosas
hipotecadas o prendadas, y
 una acción personal (es divisible, sólo puede cobrar a cada deudor su
cuota), derivada de la convención (contrato de mutuo).

En la especie la indivisibilidad se refiere únicamente a la acción real, no


a la personal.
La acción prendaria o hipotecaria, se dirige contra aquel de los codeudores
que posea, en todo o parte, la cosa hipotecada o empeñada.
Si son varios los objetos afectos a una misma prenda o hipoteca, el acreedor
puede perseguir a cualquiera de ellos o a todos ellos por el total de la
deuda.
Todo el inmueble hipotecado o la cosa dada en prenda garantiza el crédito
hasta la extinción de éste.
El codeudor que ha pagado su parte de la deuda, no puede recobrar la prenda

u obtener la cancelación de la hipoteca, ni aun en parte, mientras no se

extinga el total de la deuda; y el acreedor a quien se ha satisfecho su

parte del crédito, no puede remitir la prenda o cancelar la hipoteca, ni aun

en parte, mientras no hayan sido enteramente satisfechos sus coacreedores.

¿Qué pasa si la cosa prendada o hipotecada es poseída por


varias personas, es necesario notificar la demanda a todos?
¡SÍ!

2º Deuda de especie o cuerpo cierto


Se refiere a las obligaciones de dar, a la materialidad de entregar y
no al efecto de la obligación, a poner la cosa a disposición de la otra
parte.
Cuando la obligación es de dar es divisible porque cada copropietario sólo
está obligado a transferir su cuota del dominio, cada acreedor puede exigir
la cuota.
En cambio, la obligación de dar del art. 1526 Nº 2 es indivisible, no puede
cumplirse en parcialidades, la entrega de la cosa debe ser completa y total
para extinguir la obligación.
La entrega puede exigirse indivisiblemente a quien la tenga. Aquel de los
codeudores que posee la especie o cuerpo cierto es obligado a entregarlo.
Esto es una excepción a la regla que las obligaciones se dividen entre los
codeudores, porque la especie o cuerpo cierto no puede ser objeto de
división sin dejar de ser tal, por eso debe entregar materialmente quien la
posea.

3º Incumplimiento culpable – Indemnización de perjuicios

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 38


El o los deudores que son responsables del incumplimiento de la
obligación (hecho o culpa suya), responden del total de los perjuicios.
La obligación de indemnizar perjuicios es divisible, pero la ley ha hecho
que su cumplimiento sea indivisible.
La acción de perjuicios encuentra su origen en deudores que por hecho o
culpa suyos han imposibilitado el cumplimiento de la obligación.
El fondo del asunto radica en que si hay un responsable del incumplimiento,
es responsable de toda la obligación. De tal manera que la obligación no se
divide entre todos los deudores, sino que corresponde únicamente a aquel que
es responsable, en ello consiste la excepción a la divisibilidad.

4º Pago total de la deuda que se impone a un deudor


Por regla general las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a
prorrata de sus cuotas, de manera que el pasivo hereditario queda dividido
de pleno derecho entre los herederos sin necesidad de esperar a la
partición, por el solo hecho del fallecimiento del causante se produce la
división del pasivo, mientras el activo permanece en indivisión. El pago de
las deudas hereditarias, por regla general, es una obligación conjunta.

Este caso plantea dos situaciones típicas de indivisibilidad convencional:

a) pacto entre los coherederos o estipulación del testamento o por


sentencia de partición, respecto a que uno de los coherederos es codeudor y
asumió el pago total de la deuda. Esto implica una alteración de la regla
general de pago de deudas hereditarias, art. 1354.
Cada codeudor o coheredero solo responde a prorrata de su cuota hereditaria.

Artículo 1354. Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de sus
cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de ninguna cuota de las deudas
hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga lo que hereda.
Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1356 y 1526.

El art. 1526 Nº 4, consagra un doble derecho al acreedor para que el cobro


de la demanda pueda hacerlo en base al art. 1354, exigiendo a cada uno su
cuota, pero en virtud de la partición o del testamento o convención, cada
codeudor responderá solo de su cuota. Responderá del total de la deuda
quien la haya aceptado.

b) pacto entre acreedor y deudor (causante), si el deudor fallece


responderá del total de la deuda cada heredero del deudor, si esto lo acordó
el acreedor con el deudor el acuerdo se respeta, pero, el heredero del
deudor fallecido que paga el total de la deuda tendrá acción de reembolso
para cobrarle a los otros herederos de modo que le restituyan su parte en la
deuda. ESTA ES LA ÚNICA UTILIDAD PRÁCTICA DE LA INDIVISIBILIDAD, que la
deuda NO se divida entre los herederos del deudor, porque este efecto no se
consigue con la solidaridad.

Entre los dos casos del Nº 4 del art. 1526, hay diferencias:
1º En caso del pacto entre coherederos, disposición del testamento y
partición, la deuda total queda a cargo de uno solo de ellos; en
cambio, en caso de acuerdo entre el acreedor y deudor, la deuda
queda a cargo de todos los herederos y el acreedor puede exigir el
pago total a cualquiera y cada uno de ellos

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 39


2º En caso del pacto entre coherederos, la indivisibilidad proviene o
de la voluntad de las partes (herederos) o de la voluntad del
testador; en cambio, en caso de pacto entre acreedor y deudor,
proviene la indivisibilidad del acuerdo directo de ellos.
3º En caso de pacto entre coherederos, el acreedor solo puede exigir
el total de la deuda al que la asumió; en cambio, en el pacto
entre acreedor y deudor, el acreedor puede exigir el total a cada
uno de los herederos del deudor fallecido y el que paga el total
tiene acción de reembolso.
El heredero que paga la deuda total en virtud de acuerdo entre el
acreedor y el deudor o de pacto entre coherederos, NO tiene ACCIÓN
DE REEMBOLSO, porque la cuota quedó a cargo de uno solo por
voluntad del deudor o de los coherederos.

c) El inciso final del art. 1526, establece otra figura jurídica, la


inexistencia de la indivisibilidad de pago activa, es decir, los herederos
del acreedor deben obrar de consuno para exigir el pago de la deuda total,
sino sólo podrán cobrar a prorrata su cuota.

5º Pago de una cosa indeterminada cuya división ocasionaría grave


perjuicio al acreedor
En este caso las partes no han pactado la indivisibilidad, sino que
está establecida por la ley por conveniencia del acreedor (interpretando su
voluntad, porque si la división se produce ocasionaría un grave perjuicio y es obvio que el
acreedor no querrá el pago por parcialidades), el objeto de la obligación ES
DIVISIBLE, pero la ley lo hace indivisible para evitar perjuicios al
acreedor.
En todo caso los herederos del acreedor deben intentar conjuntamente su
acción.

6º Elección en la obligación alternativa


Considerando que la obligación alternativa tiene más de un objeto ES
DIVISIBLE, pero la ley impone que cuando es de sujeto múltiple, que la
elección en caso que sea de los acreedores o de los deudores, deben hacerla
de consuno, la elección debe ser común.

Determinación de la indivisibilidad
Entendido que las obligaciones indivisibles tienen por objeto una cosa o un
hecho cuya ejecución o cumplimiento no admite división física ni
intelectual, y dado que la indivisibilidad del objeto puede tener su origen
en la propia naturaleza de la prestación debida, así como en la voluntad de
las partes o en la ley, es necesario, para determinar si hay o no
indivisibilidad, atender al tipo de obligación que se trata.
De manera que se debe considerar si la obligación es de dar, hacer o no
hacer.
Las obligaciones de dar son por regla general divisibles, pero hay
excepciones que tienen relación con derechos (no con obligaciones), se
relacionan con la constitución de servidumbres de las que surgen
obligaciones correlativas que son indivisibles.
En las obligaciones de hacer, la indivisibilidad dependerá de si es posible
o no que el hecho debido se pueda ejecutar por partes. Esto sucede con la
obligación de entregar, será divisible si la cosa debida admite división
física, pero si la cosa es una especie o cuerpo cierto será indivisible.
Las obligaciones de NO hacer, que imponen una abstención, van a ser
divisibles si la abstención, hecho negativo, puede ser infringido
parcialmente; si no se puede infringir parcialmente será indivisible.

Fuente u origen de la indivisibilidad


La indivisibilidad puede provenir de:

 la naturaleza misma del objeto,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 40


 la voluntad de las partes, y
 la ley
Si la naturaleza del objeto es divisible la obligación también lo será,
dependiendo de que si hay muchos acreedores o muchos deudores será activa o
pasiva.

EFECTOS DE LA INDIVISIBILIDAD ACTIVA


Al igual que ocurre con la solidaridad activa tiene poco interés práctico
por el número reducido de casos.

1º Cada uno de los coacreedores puede exigir el total de la obligación,


art. 1527.
Artículo 1527. Cada uno de los que han contraído unidamente una obligación indivisible,
es obligado a satisfacerla en el todo aunque no se haya estipulado solidaridad, y cada uno
de los acreedores de una obligación indivisible tiene igualmente derecho a exigir el
total.
Hasta aquí no hay diferencia con la solidaridad, así lo establece el art.
1532.
Artículo 1532. Siendo dos o más los acreedores de la obligación indivisible, ninguno de
ellos puede, sin el consentimiento de los otros, remitir la deuda o recibir el precio de
la cosa debida. Si alguno de los acreedores remite la deuda o recibe el precio de la
cosa, sus coacreedores podrán todavía demandar la cosa misma, abonando al deudor la parte
o cuota del acreedor que haya remitido la deuda o recibido el precio de la cosa.
La diferencia con la solidaridad se presenta en relación a los demás modos
de extinguir las obligaciones, de acuerdo al art. 1532, lo mismo se aplicará
si opera una novación, dación en pago, etc.

2º Es transmisible, art. 1528.


Artículo 1528. Cada uno de los herederos del que ha contraído una obligación
indivisible es obligado a satisfacerla en el todo y cada uno de los herederos del acreedor
puede exigir su ejecución total.
La obligación indivisible se transmite a los herederos del acreedor, de
manera que cada uno de los herederos puede exigir la ejecución de la
obligación.

3º El pago a uno de los acreedores


El pago a uno de ellos extingue la obligación respecto de todos.
Posteriormente, entre los acreedores deberá efectuarse la liquidación,
asignándosele a cada uno lo que le corresponde del crédito.
A diferencia con la solidaridad activa donde cada acreedor es el dueño total
del crédito, en la indivisibilidad el acreedor no es el verdadero dueño del
total del crédito sino sólo de su cuota.
Lo anterior trae como consecuencia:
 uno de los coacreedores no puede condonar el total del crédito,
sólo puede condonar su cuota.
 el acreedor no puede por sí solo cambiar el cumplimiento de la
obligación de naturaleza a por equivalencia.

4º Interrupción de la prescripción
Dado que cada acreedor puede cobrar el total de la deuda, la acción que
intente interrumpe la prescripción respecto de todos los acreedores.

5º Entre coacreedores

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 41


Aquel de los acreedores que recibió el pago total debe entregar su
cuota al resto.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 42


EFECTOS DE LA INDIVISIBILIDAD PASIVA

1º Cada uno de los deudores está obligado al pago total de la deuda


Esto ocurre igual que en la solidaridad, pero existe una diferencia, la
ley prohíbe al deudor solidario demandado presentar cualquier excusa para
que el acreedor se dirija también contra los demás codeudores, NO HAY
DERECHO A DIVISIÓN, pero en la indivisibilidad en virtud del art. 1530, se
puede pedir un plazo para entenderse con los demás a fin de cumplirla entre
todos.
No obstante, si por la naturaleza de la obligación sólo él puede cumplirla,
no tiene facultad para solicitar plazo y debe cumplir, quedándole a salvo la
acción contra los otros deudores por la indemnización que le deban.
Artículo 1530. Demandado uno de los deudores de la obligación indivisible, podrá pedir un
plazo para entenderse con los demás deudores a fin de cumplirla entre todos; a menos que
la obligación sea de tal naturaleza que él solo pueda cumplirla, pues en tal caso podrá
ser condenado, desde luego, al total cumplimiento, quedándole a salvo su acción contra los
demás deudores para la indemnización que le deban.

El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores, aunque cada


deudor no es deudor del todo (esto sí ocurre en la solidaridad), así como ocurre
con los acreedores en la indivisibilidad activa donde cada uno no es dueño
de todo el crédito, por ser el objeto naturalmente indivisible.
NO DIVISIÓN NO EXCUSIÓN

2º Es transmisible
La indivisibilidad se transmite a los herederos del deudor y a los
herederos del acreedor. Esto es una diferencia con la solidaridad la que no
se transmite (en contratos de mutuo se establecen cláusulas de indivisibilidad pasiva) ,
art. 1528 en relación con el art. 1526 Nº 4.

3º Interrupción de la prescripción
La prescripción interrumpida respecto de uno de los deudores acarrea la
de los otros, art. 1529.
Artículo 1529. La prescripción interrumpida respecto de uno de los deudores de la
obligación indivisible, lo es igualmente respecto de los otros.

4º Pago efectuado por uno de los codeudores


El pago efectuado por uno de los deudores de la obligación indivisible
extingue la obligación respecto de todos, art. 1531.
Artículo 1531. El cumplimiento de la obligación indivisible por cualquiera de los
obligados, la extingue respecto de todos.

5º El deudor demandado por incumplimiento


El deudor demandado por el pago total de la obligación indivisible
puede solicitar plazo para entenderse con los otros para cumplir entre
todos.

6º Cumplimiento por equivalencia


Si la obligación indivisible no puede cumplirse por naturaleza en los
términos estipulados, y sólo puede cumplirse por equivalencia (indemnización),
la obligación que era indivisible se transforma en divisible.
Si el término de la obligación se produce por caso fortuito, se extingue
respecto de todos, nadie puede exigir, nadie debe nada.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 43


Si la imposibilidad del cumplimiento se debe a hecho o culpa de uno de los
deudores, la obligación SE RESUELVE o transforma en una obligación de
indemnización de perjuicios.
Para determinar quien debe indemnizar los perjuicios, se debe distinguir:
 si la culpa es de todos los deudores, la obligación de
indemnizar se divide entre todos, art. 1533 inc. 1º.
 si la culpa es sólo de alguno de los deudores:
- si no se estipuló cláusula penal, la indemnización sólo
puede exigirse a aquel deudor que por su hecho o culpa hizo
imposible el cumplimiento.
- si se pactó cláusula penal, la ley dispone que la
indemnización de perjuicios puede exigirse íntegramente al
deudor culpable, o bien puede hacerse a todos los deudores sólo
por su cuota, en este caso queda a salvo la acción de reembolso
contra el deudor verdaderamente culpable.
 si la culpa es de dos deudores, art. 1534, si uno de ellos está
pronto a cumplir y el otro retarda el cumplimiento, la
indemnización de perjuicios sólo podrá reclamarse del que retarda
el cumplimiento. Porque el que está llano a cumplir no está en
mora.
Artículo 1533. Es divisible la acción de perjuicios que resulta de no haberse cumplido o
de haberse retardado la obligación indivisible: ninguno de los acreedores puede
intentarla y ninguno de los deudores está sujeto a ella, sino en la parte que le quepa.
Si por el hecho o culpa de uno de los deudores de la obligación indivisible se ha hecho
imposible el cumplimiento de ella, ése sólo será responsable de todos los perjuicios.
Artículo. 1534. Si de dos codeudores de un hecho que deba efectuarse en común, el uno
está pronto a cumplirlo, y el otro lo rehúsa o retarda, éste sólo será responsable de los
perjuicios que de la inejecución o retardo del hecho resultaren al acreedor.
El inc. 2º del art. 1533, se relaciona con el art. 1540 incs. 2º y 3º.

Artículo 1540. Cuando la obligación contraída con cláusula penal es de cosa divisible, la
pena, del mismo modo que la obligación principal, se divide entre los herederos del deudor
a prorrata de sus cuotas hereditarias. El heredero que contraviene a la obligación,
incurre pues en aquella parte de la pena que corresponde a su cuota hereditaria; y el
acreedor no tendrá acción alguna contra los coherederos que no han contravenido a la
obligación.
Exceptúase el caso en que habiéndose puesto la cláusula penal con la intención expresa de
que no pudiera ejecutarse parcialmente el pago, uno de los herederos ha impedido el pago
total: podrá entonces exigirse a este heredero toda la pena, o a cada uno su respectiva
cuota, quedándole a salvo su recurso contra el heredero infractor.
Lo mismo se observará cuando la obligación contraída con cláusula penal es de cosa
indivisible.

7º Contribución a la deuda
Una vez cumplida la obligación se produce un efecto especial entre los
codeudores, la CONTRIBUCIÓN A LA DEUDA, en este caso, aquel que pagó tiene
acción de reembolso en contra de los demás para que le restituyan su
respectiva cuota.
Las relaciones entre los codeudores en la indivisibilidad pasiva se llevan a
cabo por reglas de las obligaciones simplemente conjuntas o mancomunadas,
cada uno responde por su cuota.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 44


PARALELO ENTRE LA SOLIDARIDAD Y LA INDIVISIBILIDAD
Semejanzas
1ª Ambas instituciones sólo se pueden concebir en obligaciones de
sujeto plural, tanto activas como pasivas.
2ª El acreedor en ambas instituciones puede exigir el cumplimiento
total de la obligación a cualquiera de los codeudores.
El deudor puede cumplir pagando a cualquiera de los coacreedores.
3ª El pago total efectuado por uno cualquiera de los deudores a
cualquiera de los coacreedores, extingue la obligación respecto de
todos, salvas las acciones de reembolso.

Diferencias
Las obligaciones solidarias tienen su fuente en la ley y la voluntad de
las partes (convención y testamento). De ahí que en la solidaridad el
acreedor es el verdadero dueño del total del crédito y el deudor lo es
del total de la obligación.
En cambio, la indivisibilidad tiene su fuente en la naturaleza del
objeto de la obligación debida, de ahí que el acreedor no es un
verdadero dueño del total del crédito ni el deudor lo es del total de
la deuda.
Por esta razón es que el art. 1525 sostiene que la condición de
solidaria de una obligación no la hace indivisible.
Artículo 1525. El ser solidaria una obligación no le da el carácter de indivisible.
1ª En las obligaciones solidarias, el acreedor es un verdadero dueño
del total del crédito.
En las obligaciones indivisibles, cada uno es deudor o acreedor de
su respectiva cuota.
2ª Si la cosa que se debe solidariamente perece, el cumplimiento por
equivalencia se puede perseguir solidariamente.
En las obligaciones indivisibles si la cosa perece, el cumplimiento
por equivalencia es divisible y sólo puede exigirse su cuota a cada
deudor.
3ª En las obligaciones solidarias, la solidaridad NO pasa a los
herederos.
En las obligaciones indivisibles, la indivisibilidad SÍ pasa a los
herederos, conservando el mismo carácter.
4ª En las obligaciones solidarias, los actos ejecutados por el
acreedor o por el deudor, benefician o perjudican a todos por
igual.
En las obligaciones indivisibles, los actos de disposición sólo se
relacionan con la cuota del acreedor, sólo afecta a su cuota.
5ª En las obligaciones solidarias, el deudor NO tiene derecho a pedir
plazo para ponerse de acuerdo con los otros deudores para cumplir
su obligación.
En las obligaciones indivisibles, SÍ puede pedir plazo para ponerse
de acuerdo para pagar entre todos.

9º OBLIGACIONES DE OBJETO ÚNICO O SINGULAR Y OBLIGACIONES DE SUJETO


MÚLTIPLE

OBLIGACIONES DE OBJETO SINGULAR


Son las que tienen por objeto sólo una prestación que debe ser dada, hecha o
no hecha, el pago es indivisible, porque el acreedor no está obligado a
recibir otro pago que no sea el objeto debido.
Son lo común, la regla general.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 45


OBLIGACIONES DE OBJETO MÚLTIPLE
simple objeto múltiple o
conjuntivas o cumulativas

alternativas o disyuntivas
facu
ltativas

9.1 OBLIGACIONES SIMPLE OBJETO MÚLTIPLE o


CONJUNTIVAS o
ACUMULATIVAS o
CUMULATIVAS

Son aquellas obligaciones en que el deudor en virtud de uno solo y un mismo


título está sometido a la vez a muchas prestaciones independientes entre sí.
Toman el nombre de conjuntivas porque se caracterizan por la conjunción “Y”
(Pedro vende su casa y su auto a Juan en la suma de $ 5.000.000 cada uno).

El deudor está obligado al cumplimiento conjuntivo de todos los objetos de


la obligación, debe satisfacerlos todos en forma copulativa.
El acreedor no está obligado a recibir un pago parcial, su crédito no puede
ser satisfecho por partes.
El pago de las obligaciones cumulativas ES INDIVISIBLE siempre.
En la doctrina se sostiene que no siempre será fácil determinar si la
obligación es de objeto singular o conjuntiva, como en el caso que el objeto
sea una biblioteca, ya que para algunos será una obligación singular y habrá
tantas obligaciones como objetos haya, para otros, la misma obligación será
conjuntiva, no hay tantas obligaciones como objetos haya, sino que es una
sola obligación conjuntiva.
La determinación de si una obligación es singular o conjuntiva, tiene
importancia porque:
1. Determina si el cumplimiento de la obligación es divisible o
indivisible, si la obligación es conjuntiva el cumplimiento es
indivisible.
2. Determina los efectos de la resolución del contrato, si la
obligación es conjuntiva la resolución por incumplimiento afecta a
todo el contrato.
3. Determina los efectos de la nulidad del contrato, si el
contrato es nulo, la causa de la nulidad que afecta a uno de los
objetos importa la nulidad de todo el contrato (si Pedro vende a Juan un
auto y una estatua pornográfica).

La característica fundamental de las obligaciones conjuntivas es que el


acreedor puede exigir de una vez el pago de todas las cosas que se deben y
no está obligado a aceptar el pago de solo alguno de ellos, arts. 1559 y
1591.
Artículo 1591. El deudor no puede obligar al acreedor a que reciba por partes lo que se
le deba, salvo el caso de convención contraria; y sin perjuicio de lo que dispongan las
leyes en casos especiales.
El pago total de la deuda comprende el de los intereses e indemnizaciones que se deban.
Artículo 1559. Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la indemnización de
perjuicios por la mora está sujeta a las reglas siguientes:
1ª Se siguen debiendo los intereses convencionales, si se ha pactado un interés superior
al legal, o empiezan a deberse los intereses legales, en el caso contrario; quedando, sin
embargo, en su fuerza las disposiciones especiales que autoricen el cobro de los intereses
corrientes en ciertos casos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 46


2ª El acreedor no tiene necesidad de justificar perjuicios cuando sólo cobra intereses;
basta el hecho del retardo.
3ª Los intereses atrasados no producen interés.
4ª La regla anterior se aplica a toda especie de rentas, cánones y pensiones periódicas.

9.2 OBLIGACIONES ALTERNATIVAS o DISYUNTIVAS

Pothier, define a la obligación alternativa como aquella por la cual una


persona se obliga a dar o hacer varias cosas, con la salvedad que el pago de
una de ellas libera del pago de las otras.
Estas obligaciones se caracterizan por la disyunción “O”.
El Código Civil dice que es aquella por la cual se deben varias cosas, de
tal manera que la ejecución de una de ellas exonera de la ejecución de las
otras, art. 1499.

Características

Los requisitos de las obligaciones alternativas son dos:

 la existencia de dos o más prestaciones, y

 el deudor con la ejecución de sólo una de ellas se liberará de


las otras, extinguiendo la obligación.

Las cosas pueden ser de la misma naturaleza o de una diferente (hay obligación
alternativa si debe entregarse la casa Nº 1 o la casa Nº 2 de la Población Guañacagua; o si se

debe entregar un computador o un viaje a Irak) . Los objetos deben ser a lo menos
dos, que deben ser lícitos, posibles y existir al momento de su
cumplimiento, art. 1503.

Artículo 1503. Si una de las cosas alternativamente prometidas no podía ser objeto de la
obligación o llega a destruirse, subsiste la obligación alternativa de las otras; y si una
sola resta, el deudor es obligado a ella.

El segundo requisito característico de la obligación alternativa es que su


cumplimiento exige la ejecución de una sola de las prestaciones.

La elección del objeto, la determinación de con cual de los objetos ha de


pagarse recibe el nombre de concentración.

La jurisprudencia ha declarado, que para la existencia de la obligación


alternativa no es necesario que las prestaciones sean realmente
equivalentes, la ley no exige esta circunstancia, y basta que así las hayan
reputado las partes.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 47


¿Existe preferencia entre las distintas obligaciones? ¡NO!
Porque todas las cosas se deben, ninguna más que la otra ni menos que las
otras.

¿Quién elige? Elige el deudor, salvo pacto contrario, art. 1500, esta

elección se denomina concentración.

Artículo 1500. Para que el deudor quede libre, debe pagar o ejecutar en su totalidad una
de las cosas que alternativamente deba; y no puede obligar al acreedor a que acepte parte
de una y parte de otra.
La elección es del deudor, a menos que se haya pactado lo contrario.

La doctrina nacional afirma que el pacto no es necesario que sea expreso


sino que basta que se infiera del contrato.

La regla general es que corresponde al deudor la elección, en consecuencia,


el acreedor no tiene derecho de exigir el cumplimiento con una de las cosas
en particular, art. 1501.

Artículo 1501. Siendo la elección del deudor, no puede el acreedor demandar


determinadamente una de las cosas debidas, sino bajo la alternativa en que se le deben.

Si la elección es del acreedor, el deudor no puede hacer oferta válida si no


deja a salvo el derecho del acreedor de elegir.

El deudor puede elegir en forma expresa cuando pague con uno de los objetos
debidos que determinadamente se debe, pero puede también ser en forma
tácita, cuando haya destruido o enajenado una de los debidos
alternativamente.

Artículo 1502. Si la elección es del deudor, está a su arbitrio enajenar o destruir


cualquiera de las cosas que alternativamente debe mientras subsista una de ellas.
Pero si la elección es del acreedor, y alguna de las cosas que alternativamente se le
deben perece por culpa del deudor, podrá el acreedor, a su arbitrio, pedir el precio de
esta cosa y la indemnización de perjuicios, o cualquiera de las cosas restantes.

Si la elección es del acreedor, y la cosa elegida perece por culpa del


deudor, puede a su arbitrio pedir el precio y la indemnización de perjuicios
o escoger otra de las cosas debidas alternativamente.

Esta facultad de elegir no es un derecho personalísimo por lo que puede


transferirse (uso, habitación, alimentos).

Si los herederos del acreedor o del deudor son varios, la elección debe
hacerse de consuno, art. 1526 Nº 6.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 48


LA ELECCIÓN EN LA OBLIGACIÓN ALTERNATIVA ES
INDIVISIBLE

¿Qué pasa si no hay acuerdo? El Código Civil no responde, la mayoría


de la doctrina acepta la solución de Luis Claro Solar, que distingue:

 si la elección corresponde a los herederos del deudor o varios


codeudores, y éstos no se ponen de acuerdo, el acreedor puede demandar
para que el juez los condene a elegir y si no lo hace se aplica lo
dispuesto en el art. 1553, o

 si la elección corresponde a los herederos del acreedor o varios


coacreedores y éstos no hacen la elección, se aplica el art. 1553 o
puede el deudor esperar que transcurra el plazo de prescripción.

Artículo 1553. Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora, podrá


pedir el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas,
a elección suya:
1ª Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del
deudor;
3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 49


¿Qué pasa si una o todas las cosas perecen?

Hay que distinguir:

 si la pérdida es total, o

 si la pérdida es parcial o deterioro.

A. Si la pérdida es total de todas o de algunas cosas, hay que sub-


distinguir:

 si la pérdida es por culpa del deudor, la obligación


subsiste pero cambia de objeto, deberá el precio y la
indemnización de perjuicios.

 si las cosas perecen sin culpa del deudor, se extingue la


obligación.

 si se pierden totalmente pero sólo algunas de las cosas


debidas, la obligación subsiste respecto de las que no
perecieron.

 si la pérdida de alguna cosa se produce por culpa del


deudor y la elección era del acreedor, art. 1502 inc. 2º, debe
el precio y la indemnización de perjuicios u otra cosa.

B. Si la pérdida es parcial o deterioro:

 si es sin culpa del deudor, no pasa nada, se mantiene la


obligación con los objetos deteriorados.

 si existe culpa:

o si la elección es del deudor, y paga con la


deteriorada el acreedor puede exigir indemnización
de perjuicios.

o si la elección es del acreedor, y elige la


deteriorada, puede exigir indemnización de
perjuicios.

Ventaja de las obligaciones alternativas

Estas obligaciones dan al acreedor mayor certeza de ser pagado, pues si


perece una de las cosas queda la posibilidad de recibir otra.

Efectos de las obligaciones alternativas antes del pago

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 50


Si la elección es del deudor, este puede a su arbitrio enajenarla o destruir
cualquiera de las cosas que alternativamente se deben mientras subsista una
de ellas.

Pero si la elección es del acreedor, y alguna de las cosas que


alternativamente se deben perece por culpa del deudor, puede el acreedor, a
su arbitrio, pedir el precio de la cosa y la indemnización de perjuicios, o
cualquiera de las cosas restantes.

9.3 OBLIGACIONES FACULTATIVAS

Artículo 1505. Obligación facultativa es la que tiene por objeto una cosa determinada,
pero concediéndose al deudor la facultad de pagar con esta cosa o con otra que se designa.
Artículo 1506. En la obligación facultativa el acreedor no tiene derecho para pedir otra
cosa que aquella a que el deudor es directamente obligado, y si dicha cosa perece sin
culpa del deudor y antes de haberse éste constituido en mora, no tiene derecho para pedir
cosa alguna.
Artículo 1507. En caso de duda sobre si la obligación es alternativa o facultativa, se
tendrá por alternativa.
Este tipo de obligación es una clase intermedia entre las obligaciones
únicas y las múltiples.
Tienen por objeto una cosa determinada pero el deudor puede pagar con otra
que se designa. Se aprecian especialmente en el campo del derecho
sucesorio.
Se define como aquella cuyo objeto es una prestación única, pero
concediéndose al deudor la facultad de liberarse cumpliendo otra prestación
determinada, art. 1505.
Se caracterizan porque el objeto debido es una sola prestación a diferencia
de las obligaciones alternativas.
El objeto de la obligación es uno solo, pero se concede al deudor la
posibilidad de liberarse haciendo esa prestación o la otra que se indica (me
comprometo a pagar un millón de pesos, pero me reservo el derecho de entregar en su lugar un
auto).

En las obligaciones facultativas el derecho de elegir la cosa para el pago


corresponde siempre al deudor; el acreedor no tiene derecho para pedir sino
la cosa a que el deudor es directamente obligado. Y si dicha cosa perece
sin culpa del deudor y antes de haberse éste constituido en mora, no tiene
derecho para pedir cosa alguna, ni siquiera la cosa facultada.
Como la obligación facultativa es netamente favorable al deudor, lógico es
que se estime excepcional y, en consecuencia, que el legislador disponga en
que en caso de duda la obligación se tendrá por alternativa.
Si el objeto perece sin culpa del deudor y antes de constituirse en mora la
obligación se extingue, art. 1506.

DIFERENCIA ENTRE OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y OBLIGACIONES FACULTATIVAS


1ª El carácter mueble o inmueble en el caso de las obligaciones
facultativas lo da el objeto debido.
El carácter mueble o inmueble en las obligaciones alternativas lo da el
objeto que se escoge para cumplir la obligación.
2ª Si la única cosa debida en la obligación facultativa perece sin culpa
del deudor, se extingue la obligación.
Si la única cosa debida en la obligación alternativa perece sin culpa
del deudor, NO se extingue la obligación mientras existan otras que
alternadamente se deban.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 51


10º OBLIGACIONES PURAS Y SIMPLES y OBLIGACIONES SUJETAS A MODALIDAD
condición
plazo
modo

Atendiendo a los elementos accidentales que pueden alterar los efectos


normales de la obligación, éstas se clasifican en puras y simples y sujetas
a modalidades.
Obligaciones puras y simples, son aquellas obligaciones cuyos efectos se
producen desde que ellas se contraen, para siempre y sin alteración alguna
en cuanto a la existencia y ejercicio de los derechos y en cuanto a las
personas que afectan.
Obligaciones sujetas a modalidades, son las obligaciones que se hallan
sometidas a una modalidad, a un elemento accidental, que modifica alguno de
sus efectos normales.
Las obligaciones puras y simples producen sus EFECTOS de inmediato y sin
restricciones ni limitaciones de ninguna especie, éstas constituyen la regla
general, desde el punto de vista del efecto de las obligaciones.
Por excepción los EFECTOS pueden verse alterados por cláusulas especiales
denominadas modalidades y que afectan el nacimiento o extinción de la
obligación, o el ejercicio de los derechos que emanan de la obligación para
el acreedor o bien imponen una cierta forma de cumplirla.
Las modalidades son cláusulas o pactos que afectan a la obligación y que
modifican sus efectos desde el punto de vista del nacimiento, existencia y
extinción de la obligación.
Las modalidades son tres, condición, plazo y modo.
La condición es el hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento o
extinción de un derecho.
El plazo es el hecho futuro y cierto del cual depende la exigibilidad o
extinción de un derecho.
El modo es una forma especial de cumplir una obligación y que impone al
obligado la realización de ciertas obras o la sujeción a ciertas cargas.
Las obligaciones puras y simples constituyen la regla general, de lo que se
deriva que las modalidades son excepcionales, requieren pacto expreso, de
una declaración expresa de voluntad a través de una convención o un
testamento.

Reglas generales
1ª Por cuanto las modalidades deben ser pactadas expresamente, no se
subentienden, sin embargo, por excepción la ley SÍ subentiende la
existencia de la condición, como es el caso de la CONDICIÓN
RESOLUTORIA TÁCITA y la VENTA DE COSA QUE NO EXISTE pero que se espera
que exista y se vende con la condición que vaya a existir.
2ª Todos los actos y contratos admiten la inclusión de modalidades, por
excepción hay actos y contratos que no admiten modalidades de ninguna
especie (matrimonio, adopción, aceptación o repudiación de herencia, legítima
rigorosa).

10.1 OBLIGACIONES CONDICIONALES

Las obligaciones condicionales están tratadas en dos Libros distintos del


Código, arts. 1070 – 1090, referentes a la Sucesión por Causa de Muerte; y
los arts. 1473 – 1493, que se refieren a las Obligaciones y a los Contratos.
Las disposiciones por sucesión por causa de muerte comprenden a las
obligaciones condicionales y modales.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 52


El concepto de condición está en los arts. 1473 y 1070 inc. 2º, los rasgos
característicos son:

 la futureidad, y

 la incertidumbre.

Artículo 1473. Es obligación condicional la que depende de una condición, esto es, de un
acontecimiento futuro que puede suceder o no.
Artículo 1070. Las asignaciones testamentarias pueden ser condicionales.
Asignación condicional es, en el testamento, aquella que depende de una condición, esto
es, de un suceso futuro e incierto, de manera que según la intención del testador no valga
la asignación si el suceso positivo no acaece o si acaece el negativo.
Las asignaciones testamentarias condicionales se sujetan a las reglas dadas en el título
De las obligaciones condicionales, con las excepciones y modificaciones que van a
expresarse.

Tanto la futureidad como la incertidumbre del hecho se refieren al momento


de la convención.
La futureidad en la condición como hecho futuro, significa que el hecho que
constituye la condición está por acaecer adelante en el tiempo, en época
posterior al acto o contrato. Debe ser un hecho futuro al momento de la
convención.
Un hecho presente o pasado no constituyen condición, aun cuando las partes
hayan ignorado si el hecho había acaecido o no.
El art. 1071, señala que si la condición consiste en hecho presente o pasado
no suspende el cumplimiento de la disposición. Si existe o ha existido se
mira como no escrita.
Artículo 1071. La condición que consiste en un hecho presente o pasado, no suspende el
cumplimiento de la disposición. Si existe o ha existido, se mira como no escrita: si no
existe o no ha existido, no vale la disposición.
Lo pasado, presente y futuro se entenderá con relación al momento de testar, a menos que
se exprese otra cosa.

La incertidumbre en la condición como hecho incierto, significa que no debe


existir seguridad que vaya a suceder o no, por ello la muerte no es
condición, el hecho futuro y cierto no constituye condición sino que es un
plazo.
Lo que diferencia a la condición del plazo, es la certidumbre de la
ocurrencia del hecho por muy futuro que sea.
SI HAY CERTEZA ES PLAZO.
SI EXISTE INCERTIDUMBRE HAY CONDICIÓN.
Para algunos autores (franceses modernos) existe una categoría de derechos
eventuales, para ellos la condición como modalidad asociada a la obligación
debe haber sido introducida por las partes, de modo que el nacimiento o
extinción de la obligación debe depender de la condición, y se estaría
frente a un derecho condicional, sin embargo, para ellos existen condiciones
que no las introdujeron las partes sino la ley, las que son verdaderas
causales legales de resolución, por lo cual, los derechos que están
subordinados a la verificación de estas condiciones legales, son denominados
por ellos DERECHOS EVENTUALES.
Se estará frente a un derecho eventual cuando falte uno o más requisitos
para consolidar una situación jurídica. En cambio, en los derechos
condicionales propiamente tales el nacimiento o extinción de la obligación
depende de un hecho futuro e incierto acordado por las partes.

Clasificación de la condición

1º Expresas y Tácitas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 53


2º Positivas y Negativas.
3º Determinadas e Indeterminadas.
4º Posibles e Imposibles.
5º Lícitas e Ilícitas (incluidas o subsumidas en las posibles o imposibles).
6º Potestativas, Casuales y Mixtas.
7º Suspensivas y Resolutorias.

1º CONDICIÓN EXPRESA Y TÁCITA


Expresa, es aquella estipulada en términos explícitos y claros,
requiere de estipulación de las partes para existir. Y ello por cuanto las
modalidades no se presumen.
Tácita, es la que se subentiende y existe sin necesidad de pacto
expreso (art. 1489).
La condición es tácita cuando la ley la subentiende sin necesidad de que las
partes la establezcan.
La condición tácita sólo puede nacer en virtud de una disposición de la ley,
porque la condición es una modalidad y en los contratos por regla general no
se subentienden, no se presumen. Es notable la excepción de la condición
resolutoria tácita, pero existe por disposición de la ley.
Las modalidades, son elementos de la accidentales del acto jurídico.

2º CONDICIÓN POSITIVA Y NEGATIVA


Positiva, es aquella que consiste en que acontezca un hecho.
Negativa, es aquella que consiste en que NO acontezca un hecho.
La importancia de esta clasificación radica en que tiene que ver con la
ilicitud de las condiciones, art. 1474.
Artículo 1474. La condición es positiva o negativa.
La positiva consiste en acontecer una cosa; la negativa, en que una cosa no acontezca.

3º CONDICIÓN DETERMINADA E INDETERMINADA


Determinada, es aquella que si ha de acontecer se sabe cuándo ocurrirá
(hecho incierto pero con un plazo);
o bien no se sabe cuando ocurrirá, pero sí
queda prefijado cuándo debe estimarse fallida si no se cumple en el plazo
señalado.
Indeterminada, es la que no se sabe si va a acontecer o no, ni tampoco
cuándo. No tiene plazo ni época prefijada para su cumplimiento, puede
cumplirse en cualquier momento, y en consecuencia, sólo estará fallida
cuando es evidente que no puede cumplirse.

4º y 5º CONDICIÓN POSIBLE E IMPOSIBLE; LÍCITAS e ILÍCITAS


Posible, es aquella factible de realizar desde un punto de vista
físico y moral.
Imposible, la que no es físicamente posible, o no es moralmente
posible.
Las condiciones imposibles no son verdaderas condiciones, el hecho no es
futuro ni incierto.
La posibilidad puede ser física o moral, la físicamente posible no es
contraria a las leyes de la física o naturaleza; la moralmente posible no es
contraria a la ley ni a las buenas costumbres.
Lo mismo se aplica a las condiciones lícitas e ilícitas.
La ley también considera imposibles a las condiciones ininteligibles, art.
1475.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 54


Artículo 1475. La condición positiva debe ser física y moralmente posible.
Es físicamente imposible la que es contraria a las leyes de la naturaleza física; y
moralmente imposible la que consiste en un hecho prohibido por las leyes, o es opuesta a
las buenas costumbres o al orden público.
Se mirarán también como imposibles las que están concebidas en términos ininteligibles.
La doctrina denomina condiciones lícitas a las que son moralmente posibles,
y condiciones ilícitas a las que son moralmente imposibles.

Una obligación sujeta a una condición imposible acarrea efectos llamados


EFECTOS DE LA IMPOSIBILIDAD, para estudiarlos hay que hacer una cuádruple
distinción:
A. Positivas y Negativas.
B. Suspensivas y Resolutorias.

1. Si la condición es positiva y suspensiva, y física o moralmente


imposible, o la condición está concebida en términos ininteligibles se
reputa fallida, vicia la disposición, NO HAY OBLIGACIÓN, se tiene por
fallida, art. 1480.
2. Si la condición es positiva y resolutoria, sea que se trate de
una condición física o moralmente imposible, la condición se tiene por
no escrita, LA OBLIGACIÓN ES PURA Y SIMPLE.
3. Si la condición es negativa y suspensiva, y es físicamente
imposible, se tiene por no escrita, LA OBLIGACIÓN ES PURA Y SIMPLE.
Si la condición es negativa y suspensiva, y es moralmente imposible o
ininteligible pero impone una abstención al deudor condicional, SE
TIENE POR NO ESCRITA, pero si impone una abstención al acreedor VICIA
LA DISPOSICIÓN.
4. Si la condición es negativa y resolutoria, sea que se trate de
una física o moralmente imposible o ininteligible, se tiene por no
escrita y LA OBLIGACIÓN ES PURA Y SIMPLE, y quien tenía la cosa bajo
condición resolutoria no tiene obligación de restituir, art. 1476.
La imposibilidad de la condición suspensiva impide que la obligación nazca a
la vida del derecho, y por el contrario, la imposibilidad del cumplimiento
de la condición resolutoria trae como consecuencia que se tiene por no
escrita y la obligación será PURA Y SIMPLE.

6º CONDICIÓN POTESTATIVA, CASUAL Y MIXTA

Condición potestativa
Es aquella que depende de la voluntad del acreedor o del deudor (te pago $
1.000.000 si conduces mi auto por un año [del acreedor]; te vendo mi auto si me decido a
venderlo [del deudor]).

Clasificación
Simplemente potestativas: son las condiciones cuyo cumplimiento u
omisión si bien dependen de la pura voluntad de una de las partes, acreedor
o deudor, no es indiferente realizar o no el evento, porque hay motivos o
intereses lo suficientemente importantes como para influir sobre su voluntad
para motivarlo a cumplir (le pagaré si usted viaja a Santiago). En estas
condiciones intervienen hechos ajenos a las partes, y por ello el vínculo
siempre se forma, hay intención de obligarse.
Puras o Meramente potestativas: son aquellas cuyo cumplimiento u
omisión queda sujeto al mero arbitrio de una de las partes. Se trata de un
hecho que para la parte es indiferente realizar o no, porque no hay motivos
serios y apreciables que la impulsen a actuar en un sentido u otro (te regalo
$ 100 si me place). Estas condiciones no siempre son válidas, porque si se
está a la sola voluntad de quien dice obligarse en realidad él no se obliga
a nada, porque sólo cumplirá si se le antoja.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 55


Diferencias
En las simplemente potestativas existe un hecho voluntario del deudor o del
acreedor que está asociado a circunstancias externas que determinan su
voluntad.
Las puras o meramente potestativas, responden a la voluntad caprichosa del
deudor o del acreedor (si es que quiero; si se me antoja).

Valor de las condiciones potestativas


Hay que distinguir:
 La condición simplemente potestativa que depende de un hecho del
acreedor o del deudor, ya sea que se trate de una condición suspensiva
o resolutoria, es válida.
 Si la condición es pura, y su cumplimiento depende del capricho
del acreedor, es válida sea que se trate de una condición suspensiva o
de una condición resolutoria (cps, te vendo mi auto si te gusta; cpr, te compro
el sitio que te vendí si al cabo de un año decides venderlo).

 Si la condición es pura y depende del capricho del deudor,


también es válida, siempre que se trate de condiciones resolutorias.
Las únicas condiciones puras o meramente potestativas que no son
válidas son las que dependen del deudor cuando la condición es
suspensiva (te doy $ 1.000.000 si es que quiero).
El art. 1478, ha sido usado por los tribunales para declarar nulas las
condiciones que dependen del mero capricho del que se obliga.
Artículo 1478. Son nulas las obligaciones contraídas bajo una condición potestativa que
consista en la mera voluntad de la persona que se obliga.
Si la condición consiste en un hecho voluntario de cualquiera de las partes, valdrá.

Condición casual
Es la que depende de la voluntad de un tercero o de un acaso (si tú mueres
antes que yo; si Pedro se casa con María).

Condición mixta
Es la que depende de la voluntad del deudor, acreedor y en parte de un
tercero o de un acaso (si tú, Pedro y yo, vamos de vacaciones al sur en el próximo
verano).

7º CONDICIÓN SUSPENSIVA Y CONDICIÓN RESOLUTORIA


Condición suspensiva, es aquella condición que mientras no se cumple, se
suspende la nacimiento de un derecho y de la obligación correlativa. El
acreedor bajo condición suspensiva mientras no se cumpla la condición sólo
tendrá un germen de derecho.
Condición resolutoria, es la que por su cumplimiento se extingue un derecho.
Ambos tipos de condiciones afectan al derecho mismo, desde un punto de vista
doctrinario se dice que tanto la condición suspensiva como la condición
resolutoria son una misma cosa pero miradas desde un punto de vista
distinto.
Cuando se está frente a un derecho condicional con condición resolutoria, la
extinción de ese derecho pasará a quien tenga el mismo derecho pero bajo
condición suspensiva, esto es así por aplicación del principio que a todo
derecho le corresponde una obligación correlativa. La condición resolutoria
es en el fondo una condición suspensiva de la extinción de un derecho (dono $
1.000.000 a Juan pero esa suma pasará a Pedro si es que se casa; para Pedro es una condición
suspensiva; para Juan es una condición resolutoria).

ESTADOS DE LA CONDICIÓN
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 56
 pendiente,
 cumplida, y
 fallida.
La condición está pendiente cuando el hecho que constituye la condición no
ha acontecido y no se tiene certeza si va a ocurrir o no. La condición está
pendiente mientras subsiste la incertidumbre de si el hecho se va a
verificar o no.
La condición está cumplida cuando el hecho incierto previsto que la
constituya ya se ha verificado. Si la condición es positiva se encuentra
cumplida cuando el hecho futuro e incierto se ha verificado. En el caso de
las negativas se considera cumplida cuando el hecho en que consisten se sabe
que no ocurrirá.
La condición es fallida cuando el hecho previsto que la constituye no se
realizó y se tiene certeza que no ocurrirá, siempre que la condición sea
positiva. Respecto de las negativas estarán fallidas cuando el hecho
incierto se haya verificado.
Pendiente la condición suspensiva el derecho no ha nacido; pero si es
resolutoria el derecho está vigente, no se ha extinguido.
Cumplida la condición suspensiva el derecho nace; pero si es una resolutoria
el derecho se extingue.
Fallida la condición suspensiva el derecho no nacerá a la vida del derecho;
pero si es una resolutoria el derecho se consolida.

¿Cuándo se entiende cumplida o fallida la condición?

Hay que distinguir:


1º Si la condición es positiva o negativa y si se ha señalado un plazo
para que la condición ocurra.
2º Si la condición es positiva y se ha señalado un plazo para que ella
acontezca, la condición estará cumplida cuando ocurra dentro del
plazo.
Si dentro de ese plazo no ocurre, está fallida, la condición se
estima como que no ha existido.
3º Si la condición es negativa y se ha señalado plazo, la condición se
declara cumplida si el hecho no se verifica dentro del plazo.
Es fallida si dentro de ese mismo plazo se verifica la condición.
4º Si la condición es positiva y no se ha señalado plazo, se tendrá por
fallida.
También se tendrá por fallida la condición positiva si ya se tiene
certeza que el hecho no va a ocurrir, o que hayan transcurrido 5 años
sin verificarse.
5º Si la condición es negativa, se entenderá cumplida en cualquier
tiempo teniendo la certeza que no va a acontecer el hecho previsto o
que hayan pasado 5 años sin que se haya verificado la condición.
La condición negativa se reputa fallida en cualquier tiempo en que se
verifique dentro de los 5 años (¡ojo! ver art. 739 y ABELIUK Nºs 493
y 487).

¿Cómo debe fallar la condición?


Conforme lo dispuesto por la ley, la condición debe fallar sin culpa del
deudor; si fallara por culpa del deudor se produce el efecto del art. 1481,
es decir, la condición se tiene por cumplida. Dicho de otra forma, la
condición debe fallar por un caso fortuito y no por culpa del deudor.
Artículo 1481. La regla del artículo precedente inciso 1º se aplica aun a las
disposiciones testamentarias. Así, cuando la condición es un hecho que depende de la
voluntad del asignatario, y de la voluntad de otra persona, y deja de cumplirse por algún
accidente que la hace imposible, o porque la otra persona de cuya voluntad depende no
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 57
puede o no quiere cumplirla, se tendrá por fallida, sin embargo de que el asignatario haya
estado por su parte dispuesto a cumplirla.
Con todo, si la persona que debe prestar la asignación se vale de medios ilícitos para que
la condición no pueda cumplirse, o para que la otra persona de cuya voluntad depende en
parte su cumplimiento, no coopere a él, se tendrá por cumplida.

¿De qué forma debe cumplirse la condición?


Se presume que el modo más racional es el que han entendido las partes.
El Código establece que frente a una condición se debe desentrañar cuál ha
sido la intención real de las partes respecto de la forma en que debe ser
cumplida la condición.
Una vez determinada la voluntad real de las partes, la condición debe ser
cumplida literalmente. En Roma se aceptaba el cumplimiento de las
obligaciones por equivalencia, pero en Chile no ocurre esto.
Artículo 1484. Las condiciones deben cumplirse literalmente, en la forma convenida.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 58


EFECTOS DE LA CONDICIÓN

Para estudiar los efectos se debe distinguir entre la condición suspensiva y


la condición resolutoria, además se debe considerar el estado en que se
encuentra la condición.

EFECTOS DE LA CONDICIÓN SUSPENSIVA PENDIENTE

1º El acreedor NO puede exigir el cumplimiento de la obligación.

2º El deudor no está obligado a cumplir la obligación y si llegara a


cumplir puede repetir lo pagado, porque la obligación aún no ha
nacido.
Después de cumplida la condición el deudor no puede repetir, pues
solo está cumpliendo con su obligación.
Artículo 1485. No puede exigirse el cumplimiento de la obligación condicional,
sino verificada la condición totalmente.
Todo lo que se hubiere pagado antes de efectuarse la condición suspensiva, podrá
repetirse mientras no se hubiere cumplido.

3º No corre la prescripción extintiva de las acciones y derechos del


acreedor condicional, porque la ley exige que la obligación sea
exigible, art. 2514.
Mientras la condición suspensiva está pendiente sólo existe un germen
de derecho.
La doctrina en su mayoría piensa que esto se debe a que:
a. Mientras está pendiente la condición suspensiva, el
acreedor puede impetrar las medidas conservativas
necesarias para asegurar su derecho. Esta facultad le es
conferida al acreedor y al fideicomisario, arts, 761 y
1478.
Artículo 761. El fideicomisario, mientras pende la condición, no
tiene derecho ninguno sobre el fideicomiso, sino la simple expectativa
de adquirirlo.
Podrá, sin embargo, impetrar las providencias conservatorias que le
convengan, si la propiedad pareciere peligrar o deteriorarse en manos
del fiduciario.
Tendrán el mismo derecho los ascendientes legítimos del fideicomisario
que todavía no existe y cuya existencia se espera; los personeros de
las corporaciones y fundaciones interesadas; y el defensor de obras
pías, si el fideicomiso fuere a favor de un establecimiento de
beneficencia.
Artículo 1498. Lo dicho en el título IV del Libro III sobre las
asignaciones testamentarias a día, se aplica a las convenciones.
b. El derecho del acreedor y la obligación del deudor
condicional que fallece mientras está pendiente la
condición se transmite a sus herederos.
Artículo 1492. El derecho del acreedor que fallece en el intervalo
entre el contrato condicional y el cumplimiento de la condición, se
transmite a sus herederos; y lo mismo sucede con la obligación del
deudor.
Esta regla no se aplica a las asignaciones testamentarias, ni a las
donaciones entre vivos.
El acreedor podrá impetrar durante dicho intervalo las
providencias conservativas necesarias.
Esto no es aplicable a las asignaciones testamentarias ni a
las donaciones entre vivos, porque estos son actos intuito

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 59


personae realizados en atención a la persona del
asignatario o donatario.

4º Estando pendiente la condición suspensiva hay que determinar quién


asume el riesgo de la cosa debida bajo condición.
El riesgo solo está presente en aquellos actos o contratos
bilaterales, los que generan obligaciones para ambas partes, porque
si solo se obliga una parte y se destruye la cosa se extingue la
obligación, esa única y sola parte es quien soportará el riesgo de la
obligación.
Por regla general, los riesgos los debe soportar aquella parte que a
pesar de la destrucción de la cosa la obligación de la contraparte no
se extingue.
Art. 1486. Si antes del cumplimiento de la condición la cosa prometida perece sin
culpa del deudor, se extingue la obligación; y por culpa del deudor, el deudor es
obligado al precio, y a la indemnización de perjuicios.
Si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el estado en que
se encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos o mejoras que haya
recibido la cosa, sin estar obligado a dar más por ella, y sufriendo su deterioro
o disminución, sin derecho alguno a que se le rebaje el precio; salvo que el
deterioro o disminución proceda de culpa del deudor; en cuyo caso el acreedor
podrá pedir o que se rescinda el contrato o que se le entregue la cosa, y además
de lo uno o lo otro tendrá derecho a indemnización de perjuicios.
Todo lo que destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que según su
naturaleza o según la convención se destina, se entiende destruir la cosa.

El riesgo se refiere únicamente a obligaciones de especie o cuerpo


cierto. EL GÉNERO NO PERECE.
Para los efectos de la ley la destrucción de la cosa no solo
comprende la desaparición sino que considera también las aptitudes de
ella, las que se vinculan al objeto al cual está destinada la cosa.
Para determinar los riesgos de la destrucción de la cosa, hay que
distinguir:
 si la destrucción es total o parcial, y
 si ha habido culpa o no del deudor.
1. Si la pérdida es total y no hay culpa del deudor, se extingue
la obligación.
2. Si la destrucción es parcial y no hay culpa del deudor, los
daños o deterioros los soporta el acreedor condicional, pero también
puede beneficiarse con los aumentos de la cosa.
3. Si es total la destrucción y con culpa del deudor, éste es
obligado al precio de la cosa y a indemnizar los perjuicios, o sea,
subsiste la obligación pero cambia de objeto.
4. Si hay pérdida parcial y con culpa del deudor, el acreedor
condicional puede pedir la resolución del contrato con indemnización
de perjuicios o puede pedir la cosa en el estado que se encuentra con
indemnización de perjuicios.

EFECTOS DE LA CONDICIÓN SUSPENSIVA FALLIDA


Cuando la condición suspensiva se encuentra fallida el derecho no va a
nacer, en consecuencia, tampoco existirá obligación.
Las medidas conservativas que impetró el acreedor condicional caducan.
Si el deudor enajenó la cosa sujeta a condición suspensiva, la enajenación
se consolida.
Si el deudor pagó estando pendiente la condición suspensiva puede repetir.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 60


EFECTOS DE LA CONDICIÓN SUSPENSIVA CUMPLIDA
El acreedor verá consolidado su derecho y al mismo tiempo surge plenamente
la obligación para el deudor, el acreedor condicional puede exigir el
cumplimiento de la obligación, y el deudor estará obligado a cumplirla.
Comienza a correr el plazo para la prescripción extintiva.
El deudor condicional que pagó no puede repetir pues cumplió con su
obligación, aunque hubiese pagado antes de que se verificara el cumplimiento
de la condición.

¿La condición cumplida opera retroactivamente?


En Francia se discute si es así, aunque existe una norma que expresa que la
condición cumplida SÍ opera con efecto retroactivo, no obstante, algunos
autores sostienen que tiene ese efecto sólo en casos excepcionales.
En Chile, aunque se estima que SÍ opera retroactivamente, existe una
tendencia a eliminar el efecto retroactivo de la condición cumplida.
Aceptar que opera retroactivamente implica considerar que el derecho que se
consolidó con el cumplimiento de la condición suspensiva, existe como tal no
desde el instante en que se verificó el cumplimiento, sino que desde el
momento en que se contrajo la obligación bajo condición suspensiva, desde
que se celebró el acto o contrato.
En sentido contrario, si la condición suspensiva es fallida se considera que
nunca tuvo algún derecho el acreedor bajo condición.
Si la condición es resolutoria y se encuentra cumplida, se estima que jamás
el acreedor tuvo algún derecho sobre la cosa.
Si la condición es resolutoria fallida, se entiende que quien tuvo la cosa
bajo esa condición la tenía desde que se celebró el acto o contrato de
manera pura y simple, es decir, como que nunca existió condición.

Argumentos de quienes sostienen que la retroactividad NO tiene


cabida en nuestro ordenamiento jurídico
I. En nuestro derecho no existe norma que consagre el efecto de
retroactividad. En Chile se siguió la postura romana. ESTE EFECTO ES
EXCEPCIONAL.
II. No opera porque si operara tendría que restituirse los frutos
entre el momento de la celebración del contrato y el cumplimiento de
la condición, y el art. 1488 dice que no se devuelven.
III. Los arts. 1490 y 1491, establecen que los gravámenes que afecten
a la cosa debida bajo condición, sólo caducan cuando hay mala fe
respecto del tercero. Luego, si operara la retroactividad, no tendría
porqué distinguirse entre buena y mala fe.

Argumentos a favor de la retroactiviadad de la condición


A. La retroactividad es un principio admitido en las fuentes del
Código Civil chileno.
B. En nuestro Código la retroactividad es un principio general,
porque incluso la acepta en forma análoga en los arts. 672 y 673,
que se refieren a la ratificación de la tradición.
C. La mayoría de las normas que tienen relación con la condición le
reconocen efecto retroactivo y solo por excepción se niega este
efecto.
D. Los derechos del acreedor y del deudor condicional se transmiten
a sus herederos, por lo que concluyen, que la transmisión se explica
por el efecto retroactivo de la condición cumplida.
E. Las enajenaciones efectuadas por el acreedor condicional antes
de verificarse la condición se resuelven cuando ocurren.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 61


F. En nuestro derecho se acepta que la condición cumplida opera con
efecto retroactivo por regla general, aunque admite dos excepciones:
 La no restitución de los frutos, art. 1488, se debe
considerar que tiene una contra-excepción, puede pactarse la
restitución de los frutos.
 Las enajenaciones que haya efectuado el deudor condicional
por regla general caducan cuando se verifica la condición, pero
se considera que es un efecto peligroso, los arts. 1490 y 1491
se han encargado de limitar los efectos retroactivos. Esta
limitación consiste en que la caducidad de estas enajenaciones
solo afectan a los terceros que se encuentran de mala fe.

CONDICIÓN RESOLUTORIA

El art. 1479 señala: “La condición se llama suspensiva si mientras no se cumple,


suspende la adquisición de un derecho; y resolutoria, cuando por su cumplimiento se
extingue un derecho”.
Habitualmente se la define como el hecho futuro e incierto del cual depende
la extinción de un derecho.

La condición resolutoria admite una triple clasificación:


 ordinaria,
 tácita, y
 pacto comisorio (simple y calificado).

CONDICIÓN RESOLUTORIA ORDINARIA

Consiste en un hecho futuro e incierto cualquiera que no sea el


incumplimiento de la obligación del que depende la extinción de un derecho
(te dono mi casa pero la donación se resolverá si tu adquieres otra).

Si el hecho futuro e incierto en que consiste la obligación se verifica, la


obligación se extingue ipso iure (de pleno derecho) por lo cual cualquiera que
tenga interés en ello puede alegar la resolución del contrato condicional.

SIEMPRE DEBE EXPRESARSE OPERA DE PLENO DERECHO

Para determinar los efectos de la condición resolutoria ordinaria, es


necesario considerar los tres estados o situaciones en que puede encontrarse
(pendiente, fallida o cumplida).

1. Condición RESOLUTORIA ORDINARIA PENDIENTE


El derecho y la obligación existen como si la obligación fuera pura y
simple, lo que no se sabe es si el derecho va a subsistir para siempre o
no.
Se pueden realizar sobre la cosa todos los actos que el deudor quiera.
El que adquirió la cosa bajo condición resolutoria puede libremente
enajenarla. Es dueño de la cosa.
El que debe la cosa bajo condición resolutoria, aunque puede comportarse
como dueño de ella, ha de tener presente que corre el riesgo de verse en
la necesidad de restituirla, y en consecuencia, es lógico que deba
cuidarla como un buen padre de familia.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 62


Si antes de cumplirse la condición, perece la cosa por culpa del deudor,
éste es obligado al precio y a la indemnización de perjuicios.

2. Condición RESOLUTORIA ORDINARIA FALLIDA


Está fallida o falta la condición cuando no se ha realizado y ya es
seguro que no sobrevendrá.
Cuando falla la condición suspensiva el acto no produce sus efectos
propios, en cambio, cuando falla la condición resolutoria los efectos se
miran como puros y simples, y se consolidan en forma definitiva.
Si el deudor había enajenado la cosa que debía bajo condición
resolutoria, la enajenación queda a firme.

3. Condición RESOLUTORIA ORDINARIA CUMPLIDA


El derecho desaparece con efecto retroactivo, como si no hubiese
existido nunca, se extingue el vínculo obligacional.
Al desaparecer el vínculo obligacional, ocasiona la extinción de todas
las obligaciones generadas, se le reconoce el carácter de modo de
extinguir las obligaciones, art. 1567 Nº 9.
Las partes deben volver al estado en que se encontraban antes del acto
obligacional, excepto en lo que se refiere a los frutos y a los terceros
que adquirieron de buena fe.
El deudor debe restituir la cosa en el estado en que se encuentre, salvo
que exista culpa de su parte, caso en el que el acreedor podrá pedir que
se resuelva el acto o que se le entregue la cosa y, además, de lo uno o
lo otro tendrá derecho a la indemnización de perjuicios.
Se extinguen todos los gravámenes que tenían por objeto la cosa debida
bajo condición resolutoria, esta regla surge de tres disposiciones, los
arts. 682, 751 y 2416.

Artículo 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o


a su nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los
transmisibles del mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste transferido
desde el momento de la tradición.
Artículo 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta al
gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya prohibido la
enajenación; ni transmisible por testamento o abintestato, cuando el día prefijado para la
restitución es el de la muerte del fiduciario; y en este segundo caso si el fiduciario la
enajena en vida, será siempre su muerte la que determine el día de la restitución.
Artículo 2416. El que sólo tiene sobre la cosa que se hipoteca un derecho eventual,
limitado o rescindible, no se entiende hipotecarla sino con las condiciones y limitaciones
a que está sujeto el derecho; aunque así no lo exprese.
Si el derecho está sujeto a una condición resolutoria, tendrá lugar lo dispuesto en el
artículo 1491.

La acción para reivindicar muebles e inmuebles está contenida en


los arts. 1490 y 1491.

Artículo 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de
buena fe.
Artículo 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo grava con
hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando
la condición constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 63


Importante es señalar que desde el momento en que se cumple la condición,
sin necesidad de ningún pronunciamiento judicial o de cualquier otro
requisito, se extingue la obligación afectada por esa condición.

Del principio que la condición resolutoria ordinaria obra por el solo


ministerio de la ley se desprenden consecuencias relacionadas con los
sujetos que pueden alegar la resolución, la imposibilidad de enervar la
misma y el derecho de pedir inmediatamente la restitución de la cosa:

a) Sujetos legitimados para alegar la resolución:


La resolución del contrato se origina en un hecho, el cumplimiento
de la condición resolutoria. Como ese hecho surge para todos,
natural es que la resolución la puedan invocar no sólo las partes,
sino cualquier interesado en ella.

b) Imposibilidad de enervar la resolución:


La condición resolutoria ordinaria una vez cumplida hace
desaparecer el acto, en cuanto a su eficacia, como si jamás
hubiera sido celebrado; la resolución se produce automáticamente,
en consecuencia, esta última no puede enervarse por el deudor.

c) Acción para pedir la restitución inmediata de la cosa:


Si la condición resolutoria ordinaria opera de pleno derecho, y su
cumplimiento obliga a restituir lo que se hubiere recibido bajo
condición, el legitimado para la acción de restitución puede
entablarla inmediatamente; no necesita ninguna sentencia previa
que lo autorice.

CONDICIÓN RESOLUTORIA TÁCITA

El art. 1489 establece: “En los contratos bilaterales va envuelta la condición


resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el
cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios”.
Es aquella que va envuelta en todo contrato bilateral, y consiste en que el
hecho futuro e incierto que puede provocar la extinción del derecho de una
de las partes es el incumplimiento de sus obligaciones.
En los contratos bilaterales se entiende que la prestación de una parte es
equivalente a la prestación de la otra, por lo tanto, si una no cumple no
puede exigírsele a la otra que lo haga.
La condición resolutoria tácita se funda en la falta de cumplimiento por el
deudor, razones de justicia y equidad, además de la presunta voluntad de las
partes.
El incumplimiento imputable al deudor otorga un derecho alternativo al
acreedor, o exigir el cumplimiento o pedir la resolución, y en ambos casos
pedir la indemnización de perjuicios.

Fundamentos
La mayoría de los autores fundamentan la condición resolutoria tácita en el
principio de la causalidad.
Señalan que en los contratos bilaterales la obligación de una de las partes
es la causa de la obligación de la otra, por tanto si una de las partes no
cumple con su obligación, la obligación de la otra queda privada de causa, y
por consiguiente, se resuelve el contrato.
El verdadero fundamento de la condición resolutoria tácita estriba en el
principio de la equidad.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 64


En los contratos bilaterales cada parte se obliga para satisfacer sus
propios intereses y si una de ellas no cumple con su obligación, sería
inicuo mantener el contrato en que la otra parte ejecuta la suya no logrando
en cambio la prestación que le correspondía.

¿Se puede concebir la condición resolutoria tácita en los


Contratos Unilaterales?
Si se atiende al art. 1489, la respuesta es NO, pero un sector de la
doctrina entre ellos Luis Claro Solar, afirman que la condición resolutoria
tácita tiene cabida en los contratos unilaterales, para ello se apoyan en
los arts. 2177 y 2396, que se refieren al comodato y la prenda,
respectivamente, donde en un caso, el del comodato, se puede pedir la
restitución cuando hay contravención de lo convenido; y en el otro caso, el
de la prenda, abuso de la cosa empeñada. Para don JOSÉ IGNACIO PALMA esta
opinión es ERRADA. Lo que sucede según él, es que las partes vuelven al
estado anterior a la celebración del contrato.

Características de la condición resolutoria tácita


1. Es resolutoria, ya que tiene por objeto extinguir un derecho.
2. Es tácita, puesto que el legislador la subentiende en todo
contrato bilateral, no necesitan las partes estipularla, aunque
pueden hacerlo, tomando entonces el nombre de pacto comisorio.
3. Es negativa, pues consiste en que no ocurra un hecho; que una de
las partes no cumpla su obligación
4. Es simplemente potestativa, pues depende de un hecho voluntario
del deudor.

Supuestos o Requisitos

1º Existencia de un contrato:
Para que tenga lugar la condición resolutoria tácita es necesario que
se trate de un contrato.
No cabe la condición resolutoria tácita en las adjudicaciones y
particiones.

2º Contrato bilateral:
La condición resolutoria tácita sólo tiene aplicación en los
contratos bilaterales, es decir, en aquellos en que las partes
contratantes se obligan recíprocamente.

3º Incumplimiento de uno de los contratantes:


Este supuesto de la condición resolutoria tácita lo establece el art.
1489.
El incumplimiento puede, ser total o parcial.
El incumplimiento debe ser voluntario e imputable esto es con dolo o
culpa del deudor.
Si es por caso fortuito o fuerza mayor no habrá lugar a la
resolución, porque la obligación se habrá extinguido por otro modo de
poner término a las obligaciones (la imposibilidad en el cumplimiento por
pérdida de la cosa debida).

4º Cumplimiento del otro contratante:


El art. 1489 dice expresamente que hay lugar a la condición
resolutoria tácita en los contratos bilaterales cuando uno de los
contratantes no cumple lo pactado. Es evidente entonces que el otro
contratante debe haber cumplido su obligación o estar llano a
cumplirla.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 65


Confirma lo señalado lo establecido en el art. 1552 que establece:
“En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora dejando de
cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se allana a
cumplirlo en la forma y tiempo debidos”.
En caso que ambas partes no cumplan lo pactado, si ninguna de las
partes de un contrato bilateral cumple lo pactado ¿puede
declararse judicialmente la resolución a petición de una
de ellas en contra de la otra? No existe duda que en este caso
la resolución no puede apoyarse en el art. 1489.

5º La condición resolutoria tácita requiere sentencia judicial:


Señalamos en su oportunidad que la condición resolutoria ordinaria
opera de pleno derecho, por el solo hecho de producirse el evento
previsto para la resolución.
En cambio, la condición resolutoria tácita no opera de pleno derecho,
sino que requiere de sentencia judicial.
Acontecido el hecho en que consiste, o sea, el incumplimiento de lo
pactado por una de las partes, la otra parte adquiere el derecho de
pedir a su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del contrato,
con indemnización de perjuicios.
Esto demuestra que el contrato no se resuelve por el solo hecho de no
cumplirse por una de las partes lo pactado, porque si así fuera, no
podría demandarse el cumplimiento o la resolución de un contrato ya
resuelto.
Además, implicaría que el contrato estaría expuesto al arbitrio de
las partes, porque para resolver el contrato bastaría incumplirlo, lo
que acarrearía incertidumbre.

Sólo una vez que la parte diligente está ante la mora de su contraparte va a
poder optar entre solicitar la resolución del contrato o el cumplimiento
forzado de éste, en ambos casos procede también la indemnización de
perjuicios. Pero necesariamente tendrá que deducir demanda haciendo valer
su pretensión, mediante la acción resolutoria. Presentada que sea la
demanda, acogida, resuelta, declarada la procedencia de la condición
resolutoria tácita y si se ha exigido la resolución del contrato, la
condición resolutoria habrá operado con efecto retroactivo, volviendo las
partes al momento anterior a la celebración del contrato.
Para que tenga lugar la condición resolutoria tácita es necesario
incumplimiento total o parcial de una parte, sin importar la cuantía, lo
importante es que sea imputable al deudor, porque si el incumplimiento se
deriva de un caso fortuito la obligación se extingue sin responsabilidad
para el deudor. Incumplimiento en este caso es equivalente a constituido en
mora, primero la parte cumplidora debe pedir se declare la mora del deudor.

Consecuencias
a. Probado el incumplimiento en contrato bilateral es necesario ejercer la
acción resolutoria y pedirle al juez expresamente que declare la
resolución del contrato.
b. Por cuanto la condición resolutoria tácita opera sólo una vez que se ha
dictado sentencia judicial y que esté firme, declarando resuelto el
contrato, la parte contra quien se ha ejercido puede cumplir sus
obligaciones hasta antes que se dicte sentencia. Es decir, el
demandado puede enervar la acción de la contraria cumpliendo el
contrato antes de que se dicte sentencia.
La acción el cumplidor puede ejercerla en procedimiento ordinario o en el
ejecutivo, dependiendo de la naturaleza del título que emana la acción.
El juez no tiene facultad para estipular un plazo para cumplir, sólo las
partes tienen esa atribución.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 66


PARALELO ENTRE LA CONDICIÓN RESOLUTORIA ORDINARIA Y LA TÁCITA

1ª CRO, opera ipso iure por el sólo hecho de verificarse el hecho, que
puede ser cualquiera menos el incumplimiento de la obligación.
CRT, requiere sentencia judicial firme y ejecutoriada que la declare.

2ª CRO, el juez interviene sólo si hay discrepancia entre las partes


respecto ha si ha operado la condición resolutoria, y se limitará a
verificarlo.
CRT, es absolutamente necesario que el tribunal declare la resolución
del contrato a través de una sentencia.

3ª CRO, por operar ipso iure el contrato se resuelve ipso facto cuando se
verifica la condición, de tal manera que no existe posibilidad de
demandar el cumplimiento del contrato.
CRT, por cuanto no opera de pleno derecho el contrato no se resuelve
por el incumplimiento, permite al demandante elegir entre pedir la
resolución o el cumplimiento.

4ª CRO, las partes no pueden cumplir sus obligaciones después que se ha


verificado el hecho en que consiste la condición, porque la resolución
de produce en ese mismo instante. Las partes no pueden evitar la
resolución una vez acaecido la condición.
CRT, la parte negligente puede cumplir hasta antes que se dicte
sentencia declarando la resolución del contrato. Se puede evitar la
resolución cumpliendo.

EL PACTO COMISORIO

El pacto comisorio es la estipulación en que las partes de un contrato


convienen expresamente que éste se resolverá si una de ellas no cumple sus
obligaciones en el tiempo fijado.
Al respecto el art. 1877 establece: “Por el pacto comisorio se estipula
expresamente que, no pagándose el precio al tiempo convenido, se resolverá el contrato de
venta.
Entiéndese siempre esta estipulación en el contrato de venta; y cuando se expresa, toma el
nombre de pacto comisorio, y produce los efectos que van a indicarse”.
Nuestro Código Civil se ocupa del pacto comisorio en el Título XXIII, del
Libro IV, esto es, en la compraventa. Se refiere a la resolución del
contrato por el no pago del precio en el tiempo convenido.
El pacto comisorio consiste en cláusulas accidentales, no se
subentiende.

¿Se puede utilizar frente a otras situaciones de


incumplimiento?
Sí, no hay inconvenientes en que se establezca también para el caso en que
el vendedor no entregue la cosa en el tiempo convenido, puesto que el pacto
comisorio no es sino la condición resolutoria tácita expresamente acordada.
Más aún, el pacto comisorio cabe no sólo en el contrato de compraventa, sino
también en todo contrato, incluso en los unilaterales.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 67


Clasificación
a) Pacto comisorio simple, es el establecido en el art. 1877
(condición resolutoria tácita).
Es aquel en que se estipula que si una
de las partes no cumple lo pactado el contrato se resolverá, es
casi idéntico a la condición resolutoria tácita, por lo mismo,
requiere de sentencia judicial que declare la resolución.
Si no hay diferencia con la CRT pareciera inútil su existencia,
porque bastaría con la CRT, pero en realidad es de extraordinaria
utilidad en los contratos unilaterales, en los cuales no tiene
cabida la CRT.
Es usado especialmente en el mutuo porque se puede estipular que
el incumplimiento de una cuota de la deuda hará exigible el pago
del total de la obligación, es la llamada CLÁUSULA DE ACELERACIÓN.
Importante es tener presente que el legislador dio normas
especiales para la compraventa por no pago del precio en el art.
1878, que señala: “Por el pacto comisorio no se priva al vendedor de la
elección de acciones que le concede el art. 1873”.
Por su parte el art. 1873 señala: “Si el comprador estuviere
constituido en mora de pagar el precio en el lugar y tiempo dichos, el
vendedor tendrá derecho para exigir el precio o la resolución de la venta, con
resarcimiento de perjuicios”.

b) Pacto comisorio calificado, al respecto el art. 1879


establece: “Si se estipula que por no pagarse el precio al tiempo
convenido, se resuelva ipso facto el contrato de venta, el comprador podrá,
sin embargo, hacerlo subsistir, pagando el precio, lo más tarde, en las
veinticuatro horas subsiguientes a la notificación judicial de la demanda”.
Lo que caracteriza al pacto comisorio calificado es la
estipulación de resolución ipso facto es decir, en este pacto se
estipula, que si uno de los contratantes no cumple su obligación
en el tiempo convenido, el contrato se resolverá por ese solo
hecho, inmediatamente, en el acto.
Aunque por verificarse el hecho el contrato se resuelva ipso
facto, el legislador para el caso de la compraventa alteró la
inmediatez de la resolución permitiéndole al comprador el pago
del precio dentro de las 24 horas siguientes a la notificación de
la demanda, haciendo subsistir el contrato hasta ese momento.

EL PACTO COMISORIO CALIFICADO EN LA COMPRAVENTA


La materia se rige por lo establecido en el art. 1879.
¿cuando el
Se discute cuando se produce la resolución, en qué momento,
comprador no pagó el precio? o ¿Cuándo transcurrió el plazo de
24 horas y no se pagó? al respecto hay varias opiniones:
Algunos autores, sostienen que como la resolución del pacto comisorio
calificado, lo mismo que la del simple, debe ser demandada judicialmente,
ella, de igual manera, se produce tan sólo cuando queda ejecutoriada la
sentencia que da lugar a la resolución.
Los que manifiestan este parecer afirman que entre el pacto comisorio simple
y el calificado o de resolución ipso facto no hay más diferencia que la de
que en el pacto comisorio calificado se restringe el plazo del deudor para
impedir la resolución cumpliendo sus obligaciones, pues ya no puede hacerlo
durante toda la secuela del juicio, como ocurre en el pacto comisorio
simple.
Otros, entre ellos Alessandri y Somarriva, afirman que la resolución se
produce al transcurrir el plazo de 24 horas otorgado al comprador para hacer
subsistir el contrato pagando el precio, porque sólo desde el vencimiento de
ese término, plazo fatal, sin que el pago se haya efectuado, la resolución
es irreversible, antes puede enervarla pagando.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 68


La sentencia judicial en que se acoge la resolución se limita a constatar
que ésta se produjo una vez transcurridas las 24 horas desde la notificación
de la demanda sin que el comprador pagara el precio.
En la compraventa el pacto comisorio calificado no priva al acreedor del
derecho de escoger entre la resolución o el pago del precio que le brinda el
art. 1873.
El legislador para el pacto comisorio calificado en la compraventa
estableció un plazo de prescripción de 4 años contados desde la fecha del
contrato, norma considerada inicua por cuanto en un contrato con pago a
plazo superior a 4 años, la deuda estaría prescrita antes de ser exigible la
obligación.

¿El plazo de 24 horas es o no renunciable?


Según Meza Barros, el plazo es renunciable porque prima la autonomía de la
voluntad de las partes y no existe ninguna prohibición a su renuncia.
Según Alessandri, es irrenunciable, el comprador siempre tendrá derecho a
hacer cumplir el contrato pagando el precio dentro de las 24 horas de ser
notificado de la demanda.

El pacto comisorio calificado en los demás casos


La mayoría de los autores estima que puede estipularse la resolución ipso
facto en cualquier contrato, incluso en la misma compraventa en otras
obligaciones que no sean el pago del precio, y para ello puede utilizarse
cualquier expresión.
En el pacto comisorio calificado en contratos que no sea el de compraventa,
el acreedor no tendrá opción de escoger como en el caso de la compraventa,
porque en esta situación opera de pleno derecho resolviendo ipso facto al
contrato por el solo hecho del incumplimiento, de modo que el acreedor no
podría exigir el cumplimiento de un contrato ya resuelto.
Tampoco en contratos distintos a la compraventa va a operar el plazo de
prescripción de 4 años contados desde la celebración del contrato
establecido en el art. 1880.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 69


LA ACCIÓN RESOLUTORIA

Frente a un contrato bilateral las partes pueden verse enfrentadas a que una
cumple o se allana ha hacerlo y la otra no. En este caso la parte diligente
puede pedir la resolución del contrato o exigir su cumplimiento, y en ambos
casos con indemnización de perjuicios, art. 1489.
El hecho que se pida la resolución o el cumplimiento, importa el ejercicio
de una u otra acción, la resolutoria o la de cumplimiento, ambas son
incompatibles entre sí, deben plantearse en juicios diversos. No pueden
entablarse la acción resolutoria y la acción de cumplimiento en un mismo
juicio, a menos que se interponga una en subsidio de la otra, art. 17 CPC.
Art. 17 CPC. En un mismo juicio podrán entablarse dos o más acciones con tal que no sean
incompatibles.
Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda dos o más acciones incompatibles para
que sean resueltas una como subsidiaria de otra.
Si se demanda el cumplimiento del contrato, es la naturaleza del título en
que conste la obligación la que señalará la vía que se debe utilizar para
obtener el resultado pretendido. Si la obligación emana de un título
ejecutivo la vía será la ejecutiva; pero si el derecho emana de un título
ordinario, la vía será la del juicio ordinario.
El contratante diligente en lugar de pedir el cumplimiento puede pedir la
resolución por medio de la acción resolutoria.

La acción resolutoria emana de la condición resolutoria tácita y del pacto


comisorio en los casos que requiere sentencia judicial, y en cuya virtud el
contratante diligente solicita se deje sin efecto el contrato por no haber
cumplido la contraparte alguna de las obligaciones emanadas de él.
La acción resolutoria deriva siempre de la condición resolutoria tácita o
del pacto comisorio, porque requieren sentencia judicial.
La acción resolutoria, NUNCA EMANA DE LA CONDICIÓN RESOLUTORIA ORDINARIA,
porque en esta última el contrato se resuelve automáticamente, ipso facto e
ipso iure, una vez acaecido el hecho condicional. El contratante diligente
no necesita pedir la resolución del contrato porque éste se resolvió en el
mismo instante que se cumplió el hecho condicional, lo que debe hacer es
pedir la restitución, art. 1487, mediante la acción reivindicatoria o
restitutoria.

Art. 1487. Cumplida la condición resolutoria, deberá restituirse lo que se hubiere


recibido bajo tal condición, a menos que ésta haya sido puesta en favor del acreedor
exclusivamente en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será obligado a
declarar su determinación, si el deudor lo exigiere.

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no


cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la resolución o el
cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

La acción resolutoria procede únicamente en los casos que ella requiere


sentencia judicial, en consecuencia procede:
0 En la condición resolutoria tácita del art. 1489;
1 En el pacto comisorio simple, en todo caso;
2 En el pacto comisorio calificado en la compraventa por no
pago del precio.

Cuando la resolución se produce de pleno derecho como ocurre con la


condición resolutoria ordinaria y con el pacto comisorio calificado en
contratos distintos al de compraventa, NUNCA habrá acción resolutoria,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 70


porque la resolución ya operó de pleno derecho en el momento que se cumplió
la condición resolutoria.

TITULAR DE LA ACCIÓN RESOLUTORIA


Sólo está radicada en las partes contratantes, y de ellas sólo puede
ejercerla la parte diligente o cumplidora, art.1552.
Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora dejando
de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se allana a
cumplirlo en la forma y tiempo debidos.

CARACTERÍSTICAS
1 Es Personal.
2 Es Mueble o Inmueble.
3 Es Renunciable.
4 Es Indivisible (sólo Meza Barros sostiene lo contrario).

Para otros autores además es:


a) patrimonial,
b) expresa o tácita,
c) transmisible y transferible, y
d) prescriptible.

1º Es Personal
La acción resolutoria emana del incumplimiento de obligaciones
contractuales, tiene por objeto hacer efectivos derechos de crédito, y en
consecuencia es una acción personal, que corresponde ejercer sólo al
contratante diligente que ha cumplido o está llano a cumplir con sus
obligaciones, en contra del otro contratante que no cumplió alguna de las
obligaciones que le impuso la convención.
Sin perjuicio de lo señalado precedentemente, es necesario tener
presente que la acción resolutoria puede afectar a terceros, especialmente
en los casos contemplados en los arts. 1490 y 1491. No por eso es real, es
una acción personal que puede afectar a terceros.
En todo caso la acción resolutoria afectará a terceros en la medida
que estén de mala fe, en cuyo caso el contratante diligente podrá demandar
la restitución de la cosa o la purificación de los derechos reales que
hubiese constituido sobre ella el deudor condicional.
Es decir, permite dejar sin efecto las enajenaciones y gravámenes
efectuados y constituidos por el deudor en las cosas afectas a la condición
resolutoria, tratándose de bienes muebles si el adquirente estaba de mala
fe, y habrá mala fe cuando en el caso de inmuebles la condición constaba en
el respectivo título inscrito.
La doctrina está conteste en que no es la acción resolutoria
propiamente tal la que afecta a los terceros, porque ésta compete sólo a los
contratantes, sino que es la acción reivindicatoria, que el verdadero dueño
nunca ha perdido, la que afecta a los terceros.
Si la cosa ha pasado a manos de un tercero o se han constituido
derechos reales sobre ella, habrá que ejercer la acción resolutoria y la
acción reivindicatoria, corresponde aplicar el art. 18 CPC, deduciéndose
ambas acciones en el mismo juicio.
Art. 18 CPC. En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados varias
personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa e
inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente por muchos o contra
muchos en los casos que autoriza la ley.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 71


2º Es Renunciable
El acreedor puede renunciar a la acción resolutoria puesto que está
establecida en su solo beneficio (art. 12), es un derecho que la ley confiere
al contratante diligente que sólo mira a su interés particular y que su
renuncia no está prohibida.
Sin perjuicio de lo establecido en el art. 12, en la especie existe
una disposición especial.
El art. 1487 señala: “Cumplida la condición resolutoria, deberá restituirse lo
que se hubiere recibido bajo tal condición, a menos que ésta haya sido puesta en favor del
acreedor exclusivamente, en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será
obligado a declarar su determinación, si el deudor lo exigiere”.

La renuncia puede ser expresa o tácita, como cuando se hace en


términos explícitos y formales, o bien cuando se deduce de la conducta del
titular de la acción resolutoria.
Expresa, si el acreedor renuncia a ella por escrito con anterioridad a
su exigibilidad; o, tácita, si una vez producido el incumplimiento del
deudor no se exige la aplicación.
El titular puede renunciar a la acción resolutoria en el mismo
contrato o bien en un instrumento distinto, antes o después del
incumplimiento de las obligaciones.
Es muy importante destacar que si se ha demandado el cumplimiento y se
pierde el juicio, de todas maneras puede demandar la resolución del
contrato, porque el ejercicio de la acción de cumplimiento no importa la
renuncia de la acción resolutoria. Procesalmente se debe atender a la litis
pendencia.

3º Es Mueble o Inmueble
Según la cosa sobre la que ha de ejercerse, lo cual es determinante
para establecer la competencia del tribunal, art. 580.

4º Es Indivisible
Lo es por cuanto la indivisibilidad se presenta cuando hay pluralidad
de partes y una sola prestación que es indivisible por su misma naturaleza o
por disposición de la ley o de las partes. La obligación sólo puede
cumplirse por entero, no por partes. Se resuelve todo el contrato o no se
resuelve, no se puede resolver por partes. Tampoco se puede resolver una
parte del contrato y cumplirse la otra.
La mayoría de la doctrina piensa que la acción resolutoria es
indivisible y que hay que verla desde dos puntos de vista:
a) objetivo, la acción resolutoria es indivisible porque no es
admisible que el contratante diligente pueda pedir en parte la
resolución y en parte el cumplimiento, puede hacer lo uno o lo
otro pero íntegramente.
b) subjetivo, la acción resolutoria es indivisible porque si existen
varios acreedores de la obligación incumplida, para todos ellos
nace una obligación alternativa, demandan el cumplimiento o la
resolución. El art. 1526 en su Nº 6º, establece que cuando la
obligación es alternativa y hay muchos acreedores o muchos
deudores, quienes eligen deben concurrir todos de consuno para
la elección. Sería totalmente incompatible que unos pidieran
una y otros otra acción.

PRESCRIPCIÓN
Las normas que rigen la prescripción de la acción resolutoria son distintas,
se debe distinguir si emana de la condición resolutoria tácita o del pacto
comisorio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 72


a) La acción resolutoria derivada de una condición resolutoria tácita no
está sujeta a reglas especiales, en consecuencia, se le aplican las
reglas generales de la prescripción, se extingue en 5 años a contar
desde que la obligación se haya hecho exigible (art. 2515).
La prescripción de la acción resolutoria emanada de la condición
resolutoria tácita es ordinaria y, como tal PUEDE SUSPENDERSE (art.
2.520, en relación con el art. 2.509).

Que la prescripción admita suspensión implica que no se pierde el


tiempo de prescripción transcurrido antes de la suspensión, terminada
la suspensión se continúa contando a partir del momento de la
suspensión. La suspensión opera por lo general a favor de los
incapaces.
b) La acción resolutoria que surge del pacto comisorio en el contrato de
compraventa está sometida a reglas especiales.
El art. 1880 establece: “El pacto comisorio prescribe al plazo prefijado por
las partes, si no pasare de cuatro años, contados desde la fecha del contrato.
Transcurridos estos cuatro años, prescribe necesariamente, sea que se haya
estipulado un plazo más largo o ninguno”.
La prescripción de la acción resolutoria emanada del pacto comisorio
es de corto tiempo y, como tal, corre contra toda clase de personas, y
no se suspende (art. 2524), prescribe en 4 años o en el plazo inferior
estipulado por las partes. El plazo se cuenta desde la fecha del
contrato y no desde que la obligación se hace exigible como ocurre con
la acción resolutoria emanada de la condición resolutoria tácita.
Como se trata de una prescripción de corto tiempo, la acción
resolutoria que surge del pacto comisorio NO SE SUSPENDE, corre por
igual contra toda clase de personas.
c) La acción resolutoria que emana del pacto comisorio en contratos
distintos al de compraventa prescribe según las reglas generales, en 5
años.

EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN
Si bien existen varias clases de condición resolutoria, los efectos de
ellas, sean ordinarias, tácitas, pacto comisorio simple o calificado, son
los mismos.
En términos generales el contrato se destruye retroactivamente, y por esa
virtud se asume que el contrato nunca existió.
La retroactividad de la condición constituye una regla general, a pesar que
en el Código Civil no existe ninguna norma que reconozca el efecto
retroactivo de la condición resolutoria cumplida, al respecto la doctrina
así lo infiere de distintas normas del Código Civil, tales como los
artículos 77, 82, 1819, 2403.
La regla general, en todo caso, admite excepciones:
- en materia de frutos, art. 1488, no se deben los percibidos en
el tiempo intermedio entre la celebración y el cumplimiento de la
condición.
- en relación a la afectación respecto de terceros, arts. 1490 y
1491, en lo que se refiere a la condición cumplida sólo afecta a
los terceros de mala fe.
- en relación a los contratos de tracto sucesivo, cuando la
condición resolutoria se cumple el contrato deja de producir
efectos hacia el futuro, pero no se afectan los derechos adquiridos
antes que opere la condición.

Al igual que en el caso de la condición suspensiva se debe contemplar los


tres estados en que se encuentra la condición: pendiente, cumplida y
fallida.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 73


1º Cuando la condición resolutoria está pendiente, el contrato se
comporta como puro y simple aunque existe la incertidumbre de que si
realmente va a perdurar o no.

2º Cuando la condición resolutoria está fallida, los derechos emanados


del contrato sujeto a condición resolutoria se consolidan porque el
evento de la condición ya no se va a producir, se tiene a la condición
como no escrita y al contrato como puro y simple desde su inicio.

3º Cuando la condición resolutoria está cumplida, se producen efectos:

A. entre las partes, y


B. respecto de terceros.

Aumentos o Mejoras
Restitución
de la cosa
Entre Partes Disminuciones o deterioros

Restitución frutos NO restituye

Efectos
C.R.C. Buena fe NO restituye
Muebles
Mala fe SÍ restituye
Respecto terceros
Buena fe NO restituye
Inmuebles
Mala fe SÍ restituye

A. Entre las partes


a) la restitución de la cosa, y
b) la restitución de los frutos.

a) La restitución de la cosa, a su vez está sujeta a dos reglas, los


arts. 1487 y 1486.

Art. 1486. Si antes del cumplimiento de la condición la cosa prometida perece sin culpa
del deudor, se extingue la obligación; y por culpa del deudor, el deudor es obligado al
precio, y a la indemnización de perjuicios.
Si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condición, se debe en el estado en que se
encuentre, aprovechándose el acreedor de los aumentos o mejoras que haya recibido la cosa,
sin estar obligado a dar más por ella, y sufriendo su deterioro o disminución, sin derecho
alguno a que se le rebaje el precio; salvo que el deterioro o disminución proceda de culpa
del deudor; en cuyo caso el acreedor podrá pedir o que se rescinda el contrato o que se le
entregue la cosa, y además de lo uno o lo otro tendrá derecho a indemnización de
perjuicios.
Todo lo que destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que según su naturaleza o
según la convención se destina, se entiende destruir la cosa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 74


Art. 1487. Cumplida la condición resolutoria, deberá restituirse lo que se hubiere
recibido bajo tal condición, a menos que ésta haya sido puesta en favor del acreedor
exclusivamente en cuyo caso podrá éste, si quiere, renunciarla; pero será obligado a
declarar su determinación, si el deudor lo exigiere.

1ª Regla
Una vez cumplida la condición resolutoria debe restituirse al acreedor
condicional lo recibido bajo tal condición.
Si la condición sólo fue establecida en beneficio exclusivo del acreedor,
éste puede renunciarla, si el deudor se lo exigiere estará obligado a
declarar su determinación.
¿Cómo debe restituirse la cosa?
a.1 Los aumentos y mejoras experimentados por la cosa benefician
al acreedor sin tener que pagar mayor precio.
a.2 Las disminuciones o deterioros experimentados por la cosa
debe soportarlos el acreedor sin derecho a rebaja del precio, siempre que
las disminuciones o deterioros hayan ocurrido sin culpa del deudor, en caso
contrario, puede el acreedor pedir se le restituya la cosa o se le devuelva
en el estado en que se encuentra, pero en ambos casos con indemnización de
perjuicios.

2ª Regla
Si antes que se cumpla la condición resolutoria la cosa perece sin
culpa del deudor, la obligación se extingue, pero si hay culpa queda
obligado a pagar el precio y a la indemnización de perjuicios.

Otra Regla
La ley también dispone que si una cosa se destruye parcialmente pero
queda inepta para el fin que estaba destinada, se asume que la pérdida es
total. En este caso se aplica el inciso final del art. 1486.

b) La restitución de los frutos, no se produce, los frutos producidos


por la cosa pendiente la condición, son del deudor, los frutos NO se
restituyen por el hecho de cumplirse la condición resolutoria, art. 1488.
Art. 1488. Verificada una condición resolutoria, no se deberán los frutos percibidos en
el tiempo intermedio, salvo que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según
los varios casos, hayan dispuesto lo contrario.

Aunque se debe tener en consideración que el art. 1488 es una norma de


excepción, porque según la regla general por aplicación de la retroactividad
deberían restituirse los frutos.
Además existe una contra-excepción, el inc. 1º del art. 1875, a
propósito del contrato de compraventa, da derecho al vendedor para retener
las arras o exigirlas dobladas y que se le restituyan los frutos.
Art. 1875. La resolución de la venta por no haberse pagado el precio, dará derecho al
vendedor para retener las arras, o exigirlas dobladas, y además para que se le restituyan
los frutos, ya en su totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado, ya en la
proporción que corresponda a la parte del precio que no hubiere sido pagada...

Si se resuelve el contrato de compraventa el vendedor tiene derecho a


que se le restituyan todos los frutos siempre que el precio no se haya
pagado en su totalidad, si se pagó sólo una parte, el vendedor tiene derecho
a que se le restituyan los frutos en proporción al precio no pagado. Como
contrapartida el comprador tiene derecho a que se le restituya la parte del
precio pagado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 75


B. Respecto de terceros
Si la cosa debida bajo condición no ha pasado a terceros, ni tampoco se ha
gravado con algún derecho real a favor de terceros, la restitución al
acreedor no ofrece inconveniente, y se aplica el art. 1487.
El problema surge cuando pendiente la condición resolutoria la cosa fue
enajenada o gravada a favor de terceros, entonces se debe determinar si la
condición resolutoria cumplida afecta o no a los terceros, si nos atenemos a
la regla general o principio que la condición resolutoria opera en forma
retroactiva, la condición resolutoria cumplida debiera afectar a los
terceros, pero el Código Civil protege a los terceros distinguiendo si éstos
han actuado de buena o mala fe, y si afecta a bienes muebles o inmuebles.
Se aplica el art. 1490, para los muebles, y el art. 1491, para los
inmuebles.
Si fuese aplicable en la especie la regla general, deberían resolverse
todas las enajenaciones hechas a terceros, y en contra de todos éstos,
podría el acreedor que transfirió la cosa mueble bajo condición entablar la
acción reivindicatoria.
Pero el legislador pensó que sería injusto que todos los terceros se vieran
obligados a restituir las cosas muebles adquiridas por el efecto de una
condición que, dada la rapidez con que se efectúa en la inmensa mayoría de
los casos el comercio de las cosas muebles, no estaban en situación de
conocer; sólo si el tercero adquirente conocía dicha condición, es decir, si
estaba de mala fe, habrá de sufrir la reivindicación de que habla el art.
1490.

Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de
buena fe.
Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo grava con hipoteca,
censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando la
condición constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

REGLA DE ORO: ¡NO hay ACCIÓN REIVINDICATORIA contra terceros adquirentes


de cosas MUEBLES que estén de BUENA FE!

Tercero de buena fe se entiende a aquel que al tiempo de enajenación o


constitución del derecho real ignoraba la existencia de la condición que
afectaba al derecho de quien enajenó o gravó la cosa.
El tercero no tiene porqué saber o conocer que al enajenante o constituyente
del gravamen le pesaba una condición resolutoria, el legislador presume que
no lo sabía para no limitar la circulación ágil que deben tener los bienes
muebles.
Respecto de los terceros que SÍ tenían conocimiento, la ley presume que
actuaron de mala fe.
El titular de la acción reivindicatoria tendrá que probar la mala fe del
tercero que adquirió del deudor condicional, es decir, debe probar que el
tercero tenía conocimiento de la condición resolutoria.
Si la acción reinvindicatoria que ejerce el acreedor condicional contra el
tercero no prospera, podrá dirigirse contra el deudor condicional, art. 898.
Art. 898. La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó
la cosa, para la restitución de lo que haya recibido por ella, siempre que
por haberla enajenado se haya hecho imposible o difícil su persecución; y
si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para la indemnización de todo
perjuicio.
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa, confirma
por el mismo hecho la enajenación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 76


Ejercida la acción resolutoria por el acreedor contra el deudor condicional
cuando no se puede recuperar la cosa de manos del tercero, el acreedor
tendrá derecho a la restitución de lo recibido por ella y a la indemnización
de todo perjuicio cuando la enajenó a sabiendas que era ajena.

Art. 1490. Si el que debe una cosa MUEBLE a plazo, o bajo condición
suspensiva o resolutoria, la ENAJENA, no habrá derecho de reivindicarla
contra terceros poseedores de buena fe.

El art. 1490 habla de ENAJENACIÓN, término que tiene dos acepciones, una
amplia y otra restringida; la amplia, se refiere a la transferencia del
derecho real de dominio de la cosa; y la otra, restringida, se refiere a la
constitución de cualquier derecho real sobre la cosa.
La disposición habla de bienes muebles que no pueden ser hipotecados, pero
sí pueden ser gravados con el uso, usufructo y prenda, pero éstos no están
comprendidos en el art. 1490, porque en el caso del uso y del usufructo los
derechos se extinguen por la resolución del derecho del constituyente, por
lo que no pueden pasar a un tercero el uso y el usufructo cuyo constituyente
ha visto la extinción de su derecho, por lo que no podría haber
reivindicación contra el tercero.
Ocurre lo mismo en el caso de la prenda, porque con la condición resolutoria
cumplida se pierde el derecho de dominio del que dio la cosa en prenda, por
lo que se extingue la prenda en el momento mismo de la resolución.
La prenda se extingue sea el tercero de buena o mala fe.
Luego, el art. 1490, sólo es aplicable a la enajenación de cosa mueble en
sentido RESTRINGIDO.
El art. 1491 avala lo anterior, porque trata por separado la enajenación y
la constitución de gravamen.

Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo CONDICIÓN
SUSPENSIVA O RESOLUTORIA, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla
contra terceros poseedores de buena fe.

El art. 1490 se refiere tanto a la condición resolutoria como a la condición


suspensiva, así como a las condiciones a plazo. ¿Se aplica, entonces,
el art. 1490 a todos estos casos?
En el caso de la condición resolutoria cumplida, no cabe duda que el
acreedor tendrá derecho de reivindicar la cosa de terceros de mala fe,
porque el acreedor condicional una vez ocurrida la condición recupera la
propiedad del bien.
La mayoría de la doctrina estima que esto no acontece en el caso del
acreedor condicional suspensivo ni en el caso del acreedor condicional a
plazo.
El acreedor condicional suspensivo no podría reivindicar nunca la cosa
porque se requiere ser dueño, y él no lo es ni lo ha sido nunca, así como
tampoco ha sido poseedor regular de la cosa.
Tampoco es aplicable el art. 1490 a quien tiene la cosa sujeta a plazo
extintivo, porque para el Código Civil quien tiene la cosa a plazo extintivo
es un mero tenedor.
Si quien tiene la cosa sujeta a plazo extintivo la enajena, vende cosa
ajena, la que es inoponible a quien es verdadero dueño de la cosa.

Luego, el art. 1490, SÓLO es aplicable a la condición resolutoria,


enajenación en sentido restringido y verificación de la condición
resolutoria cumplida.

Art. 1491. Si el que debe un INMUEBLE BAJO CONDICIÓN lo enajena, o lo grava con
hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando
la condición CONSTABA en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 77


El art. 1491, se refiere a la enajenación de inmuebles o constitución de
gravámenes sobre inmuebles que se tienen bajo condición, regula los casos en
que procede la acción reivindicatoria contra los terceros poseedores.
Aunque no se especifica a qué tipo de condición se refiere, es claro que lo
hace a la condición resolutoria, porque el acreedor condicional suspensivo y
el acreedor sujeto a plazo extintivo no pueden reivindicar, en consecuencia,
por exclusión se deduce que sólo se refiera a la condición resolutoria.
La condición resolutoria cumplida opera con efecto retroactivo y a propósito
de las excepciones se mencionan los arts. 1490 y 1491, en relación con los
terceros de mala fe.
El art. 1491, presume la mala fe sólo cuando la condición consta en el
título respectivo, si consta en el título otorgado por escritura pública
habrá mala fe; a contrario sensu, si no consta, la norma presume la buena fe
del tercero.
Al establecer el legislador el art. 1491, impide a los terceros alegar
desconocimiento si la condición consta en el título respectivo, porque tiene
la publicidad necesaria, por ello presume de derecho que actúa de mala fe.
Si la condición consta en el título respectivo, en realidad no se requiere
que efectivamente el tercero la conozca, sino que la ley presume de derecho
la mala fe.
CONSTAR: sea una cosa cierta o manifiesta, o registrada por escrito.
La condición resolutoria tácita que se subentiende en todo contrato
bilateral, hace surgir la discusión: ¿consta en el título respectivo?
La mayoría de la doctrina piensa que SÍ, que para los efectos de
reivindicar la cosa de manos de un tercero consta por el hecho que la ley la
tiene por expresa.
Por lo tanto, la condición resolutoria tácita SÍ está comprendida en el
art. 1491, porque además se subentiende que las leyes vigentes a la
celebración de un contrato están incorporadas a él.
TÍTULO RESPECTIVO: se refiere al título primitivo u original en el que se
estableció la condición, es decir, el que dio origen al deudor condicional,
de ahí que aunque hayan sucedido muchas transferencias y se cumplan los
requisitos siempre el acreedor condicional podrá reivindicar.
INSCRITO U OTORGADO: o lo uno o lo otro, no se inscribe la condición sino
el título, es decir, basta que la condición conste en el título respectivo,
y que éste se haya inscrito o no, el acreedor condicional podrá reivindicar
o purificar la cosa.
La adquisición de inmuebles sólo puede operar materializándose por la
inscripción del título.

¿Qué acreedores pueden accionar en virtud del art. 1491?


¿Quiénes están legitimados activamente para demandar?
El art. 1491, confiere acción al acreedor en cuyo favor ha operado la
resolución del contrato y tiene por objeto reivindicar la cosa del tercero o
hacer caducar y cancelar los gravámenes que se hayan impuesto a la cosa.
La redacción del art. 1491 podría hacer pensar que el acreedor legitimado
para demandar es aquel que haya transferido el derecho de dominio bajo
condición resolutoria al deudor, esto es así, pero también puede accionar en
virtud del mismo artículo el acreedor que haya transferido el dominio de
otro tipo de derecho real que admita resolución (el usufructuario no es dueño de la
cosa, pero SÍ es dueño del derecho de usufructo).

El usufructo, el censo y la herencia, a diferencia del uso y la habitación,


son derechos reales que admiten resolución, los últimos no porque son
personalísimos y no se pueden gravar ni enajenar; tampoco las servidumbres,
porque son un solo todo y no se pueden gravar ni enajenar.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 78


¿Qué acciones puede ejercer el acreedor cuando opera la
condición resolutoria?
La doctrina critica la redacción del art. 1491, porque se reescribió muchas
veces y no se dejó la propuesta por Andrés Bello. Por la redacción se
podría pensar que la acción resolutoria es una acción real por estar
afectando al tercero al que se enajenó la cosa, pero esto no es así, porque
la acción resolutoria es una acción personal y NO real, pero que en este
caso afecta al tercero.
Se discute si es que es necesario ejercer siempre la acción resolutoria, la
respuesta es que se debe ejercer siempre y simultáneamente contra el tercero
la acción reivindicatoria.
Cuando hay enajenación, es claro que se debe ejercer acción resolutoria y
reivindicatoria contra el tercero.
Cuando la cosa ha sido gravada, genera discusión, Alessandri, sostiene que
en los casos de los gravámenes no procede ejercer la acción resolutoria para
caducarlos y revocarlos, sino que procede la acción de inoponibilidad;
tampoco procede la acción reivindicatoria porque ésta corresponde al titular
de un derecho real del que no está en posesión y los gravámenes que se
imponen no son gravámenes radicados en persona alguna, sino que sobre el
bien, luego, no puede alguien ejercer la acción resolutoria ni tampoco la
reivindicatoria, y por ello sólo cabe ejercer la acción de inoponibilidad
siempre que la condición haya constado en el título respectivo otorgado por
escritura pública.

¿Qué acción puede ejercer el acreedor cuando la condición no


consta en el título respectivo?
El acreedor no podrá demandar al tercero para reivindicar la cosa, pero SÍ
puede demandar al deudor condicional para que le restituya todo lo que
hubiere recibido por la cosa, y si el deudor la enajena sabiendo que era
ajena además debe la indemnización de todo perjuicio (todo esto en el supuesto
que la situación es que el deudor enajenó la cosa).

Si el deudor gravó la cosa, y la condición no constaba en el título


respectivo, el acreedor no puede demandar la caducidad y cancelación de los
gravámenes, el acreedor tendrá que recibir la cosa en el estado jurídico que
se encuentra, pero el deudor debe al acreedor la indemnización de todos los
perjuicios causados.

El art. 1491, habla de tres tipos de gravámenes: hipoteca, censo y


servidumbre.
¿Son sólo estos derechos reales a los que se aplica esta norma?
Meza Barros y González Von Marees, sostienen que es taxativa la enumeración
del art. 1491, porque, sostienen que la retroactividad de la condición
cumplida es un principio o regla general en nuestro Derecho, por lo que los
efectos debieran alcanzar a los terceros de buena o mala fe, pero los de la
condición cumplida alcanzan sólo a los de mala fe, lo que hace a la norma
excepcional por lo que se debe interpretar restrictivamente, por ello debe
ser considerada taxativa la enumeración.
Esto implica que los otros derechos reales de naturaleza inmueble se van a
resolver de acuerdo a las reglas generales, en virtud de la resolución del
derecho del constituyente.

¿Puede el tercero adquirente oponer la excepción de


prescripción cuando la condición conste en el título?
Cuando el tercer poseedor es demandado con acción resolutoria y acción
reivindicatoria por existir enajenación se discute si el tercero poseedor
podría oponer la excepción de prescripción. La mayoría de la doctrina y
jurisprudencia estiman que sin perjuicio que la mala fe del adquirente se
presume cuando concurren los requisitos del art. 1491, en los hechos no
significa que el tercero esté necesariamente de mala fe, aceptado esto y si
se reúnen los requisitos de la prescripción adquisitiva, podrá oponerse

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 79


ésta; incluso en esta situación, al tercero lo favorece la presunción
general de buena fe en materia posesoria que presume el Código Civil,
obligando al acreedor a probar la mala fe del tercero.

El art. 1491, no es de aplicación general, sólo tiene cabida en


algunos actos y contratos:
1º No tiene cabida en la resolución de donaciones entre vivos porque
la resolución y efectos están regulados por el art. 1432, la donación está
sujeta a normas especiales.
2º No se aplica al fideicomiso, porque cuando se enajena pendiente
la restitución se rige por normas propias de los arts. 751 y 757.
3º No se aplica a las transmisiones de herencia, porque ellas no son
enajenaciones ni transferencias.
4º No se aplica a las adjudicaciones en juicio de partición, ni a
las convencionales, porque no están sujetas a resolución.
5º Tampoco se aplica cuando el que enajena o grava la cosa no es
dueño sino un mero tenedor. En este caso el acreedor condicional por
haberse enajenado cosa ajena podrá ejercer acción de inoponibilidad, pero
nunca acción resolutoria ni reivindicatoria.
A ESTOS 5 CASOS TAMPOCO SE APLICA EL ART. 1490.

Los arts. 1490 y 1491 se aplican SÓLO a:


- Compraventa,
- Permuta, y
- Pacto de Retroventa.

En el caso de la compraventa, hay una disposición particular, el art. 1873,


que establece que el vendedor podrá demandar la resolución del contrato
cuando el deudor no ha pagado el precio en el lugar y tiempo según lo
acordado, esta norma se debe relacionar con el art. 1876.

Art. 1873. Si el comprador estuviere constituido en mora de pagar el precio en el lugar y


tiempo dichos, el vendedor tendrá derecho para exigir el precio o la resolución de la
venta, con resarcimiento de perjuicios.
Art. 1876. La resolución por no haberse pagado el precio no da derecho al vendedor contra
terceros poseedores, sino en conformidad a los artículos 1490 y 1491.
Si en la escritura de venta se expresa haberse pagado el precio, no se admitirá prueba
alguna en contrario sino la de nulidad o falsificación de la escritura, y sólo en virtud
de esta prueba habrá acción contra terceros poseedores.

Si se resuelve el contrato por no pago del precio sólo habrá acción contra
terceros poseedores en los casos de los arts. 1490 y 1491, los que son
aplicables expresamente al contrato de compraventa.
El art. 1876 en su inc. 2º, dice que en caso de haberse pagado el precio por
así decirlo la escritura, no hay prueba en contrario, y sólo podrá
destruirse por vía de la nulidad o falsificación de la escritura.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 80


PARALELO ENTRE RESOLUCIÓN, RESCISIÓN, RESCILIACIÓN Y REVOCACIÓN

RESOLUCIÓN, es una causa legal de extinción de las obligaciones que se


produce por el cumplimiento de una condición prefijada por las partes o
subentendida por la ley.
La resolución opera cuando una de las partes no ha cumplido las obligaciones
contraídas.
Los efectos de la resolución operan retroactivamente y respecto de terceros
se aplican las disposiciones de los arts. 1490 y 1491.
MUTUO DISENSO, también llamado RESCILIACIÓN, art. 1567 inc. 1º, es una causa
voluntaria de extinción de las obligaciones y consiste en el acuerdo de los
contratantes a efectos de dejar sin efecto el contrato celebrado. Opera a
futuro.
REVOCACIÓN, es una declaración de voluntad unilateral que consiste en la
retractación de un precedente acto o negocio jurídico, incluso bilateral,
permitido por la ley al autor de ella. Opera a futuro.
La revocación puede tener lugar tanto en los actos jurídicos bilaterales
como en los unilaterales, así como también en los contratos.
RESCISIÓN, es la nulidad relativa de un acto que se produce por haberse
celebrado con error, o bajo el influjo del dolo o de la fuerza, o por una
persona que adolecía de incapacidad relativa. Opera retroactivamente.

1º Entre resolución y resciliación


La resolución es el efecto jurídico que produce la extinción de
obligaciones por haberse verificado una condición resolutoria que las partes
pactaron o que la ley subentiende (condición resolutoria tácita, pactos comisorios y
condición resolutoria ordinaria cuando una de las partes no ha cumplido sus obligaciones).

La resciliación no es una causa legal de extinción de las


obligaciones como la resolución, sino que es una causa voluntaria de mutuo
disenso, acuerdo de dos o más voluntades contratantes que de común acuerdo
consienten en dejar sin efecto el contrato celebrado. Sólo puede operar
respecto de contratos que aún tienen existencia jurídica, no tiene cabida
cuando el contrato ha dejado de existir, como cuando las obligaciones ya se
cumplieron.
La resciliación o mutuo disenso sólo tiene cabida cuando existen
obligaciones pendientes de cumplimiento.
La resolución opera retroactivamente alcanzando incluso a terceros
de mala fe.
La resciliación opera sólo hacia el futuro, porque extingue
obligaciones pendientes de cumplimiento en el tiempo por venir, no afecta a
los derechos adquiridos por las partes en virtud del contrato.

2º Entre resciliación y revocación


La resciliación o mutuo disenso es un acto bilateral, ambos
contratantes consienten en extinguir el contrato.
La revocación es un acto unilateral, en que una parte por su sola
voluntad deja sin efecto las obligaciones emanadas del acto o contrato
unilateral (testamento, oferta). El autor o parte podrá revocar cuando la ley o
el pacto se lo permitan. También tiene cabida en contratos bilaterales
(donaciones por causa de ineptitud, mandato, arrendamiento [desahucio]).

3º Entre resolución y rescisión


La resolución es el efecto de una condición resolutoria de
cualquier tipo.
La rescisión es la sanción legal que recibe todo acto o contrato
cuando se ha celebrado con omisión de requisitos establecidos por la ley
para su valor cuando la sanción es la nulidad relativa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 81


En la resolución siempre habrá un acto o contrato válido pero cuya
existencia en el tiempo depende de una condición resolutoria.
En la rescisión se trata de un acto o contrato nulo que se sanciona
con la nulidad relativa.
Ambos, tanto la resolución como la resciliación, operan con efecto
retroactivo, retrotrayendo a las partes al momento anterior a la celebración
del acto o contrato, sin embargo, los alcances son distintos, la resolución
afecta a terceros de mala fe, en cambio la rescisión afecta a todo tipo de
terceros.
En materia de frutos, una vez verificada la condición resolutoria y
producida la resolución no se deben los frutos producidos en el tiempo
intermedio; en cambio, cuando la nulidad relativa se ha declarado
judicialmente se deben todos los frutos y para la restitución se toma en
cuenta la buena o mala fe.
La acción resolutoria cuando se rige por las reglas generales
prescribe en cinco años; la acción rescisoria prescribe en cuatro años.

10.2 OBLIGACIONES A PLAZO

Plazo es el hecho futuro y cierto del cual depende la exigibilidad,


ejercicio o goce de un derecho, o bien, la extinción de un derecho.
Este concepto es entregado por la doctrina ya que el Código Civil solo
proporciona uno incompleto, art. 1494 inc. 1º, porque se refiere sólo al
plazo extintivo.
Art. 1494. El plazo es la época que se fija para el cumplimiento de la obligación, y
puede ser expreso o tácito. Es tácito el indispensable para cumplirlo.
No podrá el juez, sino en casos especiales que las leyes designen, señalar plazo para el
cumplimiento de una obligación: sólo podrá interpretar el concebido en términos vagos u
oscuros, sobre cuya inteligencia y aplicación discuerden las partes.

ELEMENTOS DEL PLAZO


 futureidad, es un fecho futuro.
 certidumbre, es un hecho cierto.

Futureidad
Que sea un hecho futuro, significa que debe tratarse de un asunto que
va a acontecer en el tiempo que viene, porque de esto depende la
exigibilidad o ejercicio de un derecho o bien su extinción.
De lo anterior surge que el plazo puede ser suspensivo o extintivo, y
además, que sólo puede tratarse de hechos que vengan u ocurran más adelante
en el tiempo.
Certidumbre
Esto se refiere a que necesariamente se va a verificar, aunque no se
sepa cuándo va a acontecer.

De estos elementos del plazo surgen las diferencias y semejanzas con la


condición:
 plazo y condición, se asemejan en que ambas se refieren a hechos
futuros.
 se diferencian en que el plazo es un hecho cierto y la condición
consiste en un hecho incierto.
 el plazo y la condición se diferencian en que aún cuando ambos
tienen el carácter de suspensivos, la condición suspensiva

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 82


pendiente afecta el nacimiento mismo del derecho y su obligación
correlativa; en cambio, el plazo suspensivo pendiente, afecta solo
la exigibilidad pero el derecho ya nació al igual que la
obligación, en el momento de celebrarse el acto o contrato.

CÓMPUTO DEL PLAZO


Los arts. 48 y 50 se refieren al cómputo.

Art. 48. Todos los plazos de días, meses o años de que se haga mención en las leyes o en
los decretos del Presidente de la República, de los tribunales o juzgados, se entenderá
que han de ser completos; y correrán además hasta la medianoche del último día del plazo.
El primero y último día de un plazo de meses o años deberán tener un mismo número en los
respectivos meses. El plazo de un mes podrá ser, por consiguiente, de 28, 29, 30 ó 31
días y el plazo de un año de 365 ó 366 días, según los casos.
Si el mes en que ha de principiar un plazo de meses o años constare de más días que el mes
en que ha de terminar el plazo, y si el plazo corriere desde alguno de los días en que el
primero de dichos meses excede al segundo, el último día del plazo será el último día de
este segundo mes.
Se aplicarán estas reglas a las prescripciones, a las calificaciones de edad, y en general
a cualesquiera plazos o términos prescritos en las leyes o en los actos de las autoridades
chilenas; salvo que en las mismas leyes o actos se disponga expresamente otra cosa.
Art. 49. Cuando se dice que un acto debe ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se
entenderá que vale si se ejecuta antes de la medianoche en que termina el último día del
plazo; y cuando se exige que haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan o
expiren ciertos derechos, se entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino después
de la medianoche en que termine el último día de dicho espacio de tiempo.
Art. 50. En los plazos que se señalaren en las leyes, o en los decretos del Presidente de
la República, o de los tribunales o juzgados, se comprenderán aun los días feriados; a
menos que el plazo señalado sea de días útiles, expresándose así, pues en tal caso no se
contarán los feriados.

¿Si la ley no distingue si son hábiles o no, qué se debe


entender?
La regla general es que los días se cuentan “corridos”, la excepción deberá
estar establecida en la ley o en la convención.
Si la ley expresa “en” o “dentro de”, el plazo es fatal.

CLASIFICACIÓN DEL PLAZO


 Expreso y Tácito
 Fatal y No Fatal
 Determinado e Indeterminado
 Convencional, Legal o Judicial
 Suspensivo y Extintivo

Plazo expreso
Es el plazo que la ley o las partes especifican, el que se establece en
términos formales y explícitos.

Plazo tácito

Es el indispensable para cumplir la obligación y que resulta de la


naturaleza de ella o de las circunstancias de la misma (compra de cosecha de

trigo; compra de mercaderías en el extranjero; construir una casa; pintar un edificio).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 83


El plazo tácito se da en aquellas obligaciones que por su naturaleza o por
las circunstancias que la rodean necesitan imperiosamente un espacio de
tiempo más o menos largo para poder ser cumplidas; en este caso, aunque no
se haya convenido un plazo, el deudor dispone de un término indispensable
para poder cumplir su obligación.

La importancia del plazo tácito reside en que antes de que transcurra no


puede constituirse en mora al deudor, art. 1552 Nº 2.

Plazo Fatal

Es aquel que por su transcurso por el solo ministerio de la ley extingue un


derecho y obligación.

Son plazos fatales todos aquellos a los que la ley les da ese carácter y
cuando se utilice las expresiones “en” o “dentro de” (para apelar, art. 189 CPC).

Circunscribe el periodo de tiempo dentro del cual debe ejercerse un derecho


determinado, so pena de caducidad de éste, caducidad que importa la
inadmisibilidad o la nulidad del derecho ejercido fuera de los límites de
dicho período.

Plazo no fatal

Es aquel que a pesar de haber transcurrido todo el período de tiempo


señalado para el ejercicio de un determinado derecho, éste puede ejercerse
válidamente con posterioridad, es decir, no caduca.

Plazo determinado

El plazo determinado es aquel que siendo un hecho futuro cierto se sabe


cuándo ocurrirá o llegará el hecho en que consiste.

Plazo indeterminado

El plazo indeterminado es aquel que no se sabe cuándo va a ocurrir ese


hecho.

Plazo voluntario
Es aquel que las partes han fijado o establecido para el cumplimiento de la
obligación, si se trata de un acto unilateral será el que fije el autor.

Plazo legal
Es el fijado por la ley para el ejercicio de ciertos derechos o para su
extinción.
En materia civil el plazo legal es poco frecuente, más no ocurre lo mismo en
el terreno procesal.

Plazo judicial

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 84


Lo establece el juez cuando la ley lo ha facultado expresamente para hacerlo
(art. 904, prestaciones mutuas).

El juez, en materia de cumplimiento de las obligaciones carece de facultades


para fijar plazo, la única facultad que se le otorga es la de interpretar el
alcance o significado del plazo que hayan acordado las partes y entre ellas
haya controversia, art. 1494 inc. 2º.
Esto reviste importancia por cuanto el común de las personas piensa o cree
que el juez puede conceder plazo para cumplir una obligación.

Plazo suspensivo
El plazo suspensivo no afecta el nacimiento del derecho y de la obligación
correlativa, sino su exigibilidad, la que es postergada, difiriendo el
ejercicio o goce de un derecho (te vendo mi casa pero te la entregaré en dic. 2005).

El deudor de una obligación sujeta a plazo suspensivo lo es desde el momento


mismo en que ella se contrajo y también desde ese momento el acreedor
adquiere su derecho, aunque no pueda exigirlo sino una vez vencido el plazo.

Que el plazo afecte únicamente al ejercicio del derecho y no a su nacimiento


se desprende de varias disposiciones legales.

Plazo extintivo

Es aquel que de cuyo vencimiento o transcurso depende la extinción de un


derecho y de la obligación correlativa.

EFECTOS DEL PLAZO

Para determinar los efectos del plazo se debe distinguir entre el plazo
suspensivo y el plazo extintivo; y a la vez, se debe considerar el estado en
que se encuentra, pendiente o cumplido (no existe plazo fallido).

Se debe recordar que el derecho nació con la celebración del acto o contrato
y el plazo tiene relación con la exigibilidad de ese derecho.

Pero si el acto o contrato contiene una condición suspensiva ésta se debe


verificar, cumplirse dicha condición para que nazca el derecho, una vez
nacido el derecho veremos si el plazo está pendiente o cumplido para saber
si es o no exigible el derecho.

EFECTOS DEL PLAZO SUSPENSIVO PENDIENTE

Respecto del Acreedor


 El acreedor no puede exigir el cumplimiento de la obligación
mientras no transcurra el plazo prefijado. Si el deudor es demandado
puede rehusarse a pagar.
 Si se debe un cuerpo cierto bajo plazo suspensivo, el riesgo de
dicha cosa es de cargo del acreedor; porque el derecho sobre la cosa
le pertenece, sólo que no puede exigir su entrega hasta el vencimiento
del plazo, art. 1550.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 85


Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la
cosa, hasta su entrega.
 Lo anterior significa que la pérdida fortuita de la cosa antes
del vencimiento del plazo, extingue para el deudor la obligación de
entregarla, pero subsiste para el acreedor la obligación de pagar el
precio que prometió por ella.
 Si bien el acreedor no puede exigir su crédito mientras no se
cumpla el plazo a que está sujeto, es titular de ese crédito y puede
enajenar, gravar, ceder y transmitir su derecho sin limitación alguna,
art. 1498 en relación con el art. 1084.
 El acreedor no puede exigir la entrega de la cosa antes del
vencimiento del plazo, pero tiene derecho a impetrar medidas
conservativas. Se entiende por medidas conservativas aquellas que
tienen por objeto mantener intacto el patrimonio del deudor, evitando
que salgan de éste los bienes que lo forman, a fin que pueda responder
a todas las deudas.

Respecto del Deudor


 Si el deudor paga antes de transcurrir el plazo, el acreedor no
está obligado a restituir, se considera que el deudor ha renunciado
tácitamente al plazo, art. 1495.
Art. 1495. Lo que se paga antes de cumplirse el plazo, no está sujeto a
restitución.
Esta regla no se aplica a los plazos que tienen el valor de condiciones.

 Si quien paga antes de vencer el plazo es un deudor condicional


y no se ha cumplido la condición, tendrá derecho a restitución por
cuanto aún no ha nacido el derecho al acreedor, art. 1485.

Art. 1485. No puede exigirse el cumplimiento de la obligación condicional, sino
verificada la condición totalmente.
Todo lo que se hubiere pagado antes de efectuarse la condición suspensiva, podrá
repetirse mientras no se hubiere cumplido.

 El acreedor es el titular del crédito pero no puede exigir su


cumplimiento mientras no se cumpla el plazo, pero no obstante, como
dueño de su crédito puede enajenarlo, gravarlo, cederlo, transmitirlo
o transferirlo sin limitación alguna.
 La prescripción no corre estando el plazo suspensivo pendiente,
tampoco opera la compensación legal, porque ambos modos de extinguir
requieren que la obligación sea exigible, lo que no ocurre en la
especie.
 La pérdida fortuita de la cosa que se debe entregar extingue la
obligación del deudor, art. 1486 inc. 1º.
Art. 1486 inc. 1º. Si antes del cumplimiento de la condición la cosa prometida
perece sin culpa del deudor, se extingue la obligación; y por culpa del deudor, el
deudor es obligado al precio, y a la indemnización de perjuicios…
 Si la obligación del deudor es de dar, contiene la entrega de la
cosa; y si ésta es una especie o cuerpo cierto, contiene además la de
conservar hasta la entrega, so pena de pagar los perjuicios del
acreedor que no se ha constituido en mora de recibir, art. 1548. La
obligación de conservar no obsta a que el riesgo es del acreedor.
 La obligación del deudor de conservar determina que no puede
enajenar la cosa, y si lo hace, la enajenación es válida, ya que,
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 86
pendiente la entrega, el deudor es dueño de la cosa y el acreedor solo
tiene un derecho personal en contra de aquél. Pero una vez vencido el
plazo, el acreedor puede exigir el cumplimiento o la resolución del
contrato, más la indemnización de los perjuicios si se trata de un
contrato bilateral; o si se trata de un contrato unilateral, su
cumplimiento, más indemnización de perjuicios.

EFECTOS DEL PLAZO SUSPENSIVO CUMPLIDO

Respecto del Acreedor


 Vencido el plazo suspensivo, la obligación pasa a ser pura y
simple, el acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación, que
se le pague, el deudor no puede rehusar el cumplimiento, la obligación
es exigible desde ese momento, no sólo al deudor principal, sino
también a los codeudores solidarios o subsidiarios.
 Vencido el plazo deja de estar a cargo del acreedor el riesgo de
pérdida de la cosa. Si la cosa perece el deudor será obligado al
precio, más los perjuicios correspondientes.
 Una vez vencido el plazo, el acreedor puede exigir el
cumplimiento o la resolución del contrato, más la indemnización de los
perjuicios si se trata de un contrato bilateral; o, si se trata de un
contrato unilateral, su cumplimiento, más indemnización de perjuicios.

Respecto del Deudor *


 Si el deudor paga la obligación una vez transcurrido el plazo
estipulado, pagó lo que debía, cumplió.
 El deudor puede oponer la compensación legal como modo de
extinguir.
 Cumplido el plazo, si el deudor retarda el cumplimiento se
constituye en mora, art. 1551.
 Constituido en mora, si la cosa perece, el deudor será obligado
al precio, más indemnización por los perjuicios correspondientes.
 Cumplido el plazo comienza a correr el tiempo para la
prescripción.

EFECTOS DEL PLAZO EXTINTIVO PENDIENTE


Mientras el plazo extintivo está pendiente, el acto o contrato cuya
terminación está sujeta a él, produce todos sus efectos normales, como si la
obligación fuera pura y simple (arrendamiento a dos años plazo, mientras transcurre el
plazo, el arrendatario goza de la cosa arrendada y debe pagar las rentas).

EFECTOS DEL PLAZO EXTINTIVO CUMPLIDO


Vencido el plazo, se produce de pleno derecho la extinción del derecho y de
la obligación correlativa.
Los derechos emanados del contrato sujeto a plazo extintivo se consolidan en
el patrimonio de su titular.
Es un efecto semejante al que produce el cumplimiento de la condición
resolutoria, pero se diferencia en que esta última tiene carácter
retroactivo, del que carece totalmente el plazo extintivo.

EXTINCIÓN DEL PLAZO

El plazo se puede extinguir en virtud de tres causales:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 87


 el vencimiento,
 la renuncia, y
 la caducidad.

El Vencimiento
El vencimiento es la forma normal en que el plazo se extingue, se verifica
por la llegada del plazo, por el transcurso del término.

La Renuncia
La renuncia es un acto unilateral que puede efectuar aquella parte en cuyo
beneficio se haya estipulado el plazo.
Códigos de otros países, señalan que el plazo beneficia al acreedor, pero
del art. 1497 de nuestro Código Civil se deduce que beneficia al deudor, en
consecuencia, por regla general va a ser el deudor quien podrá renunciar al
plazo, por excepción no podrá hacerlo en dos situaciones:
 si la renuncia le ha sido prohibida por el propio pacto, y
 si la renuncia produce un perjuicio al acreedor que precisamente
ha querido evitar la estipulación del plazo (contrato de depósito).

La Caducidad
La caducidad del plazo, significa la extinción anticipada del plazo cuando
el principal motivo que ha tenido el acreedor para concederlo desaparece.
Este motivo no es otro que la solvencia del deudor, podría haber otros
motivos pero el código reconoce sólo a esta situación.
Razón por la que se produce la caducidad en las situaciones que prevé el
art. 1496:
 en caso de declaratoria de quiebra,
 en caso de notoria insolvencia, y
 disminución de las cauciones otorgadas por el deudor.

Art. 1496. El pago de la obligación no puede exigirse antes de expirar el plazo, si no


es:
1. Al deudor constituido en quiebra o que se halla en notoria insolvencia;
2. Al deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o han
disminuido considerablemente de valor. Pero en este caso el deudor podrá reclamar el
beneficio del plazo, renovando o mejorando las cauciones.

Declaratoria de Quiebra
Es la sentencia judicial que declara la quiebra del deudor, la que
cuando está firme o ejecutoriada tendrá el mérito probatorio suficiente para
provocar la caducidad de los plazos establecidos en beneficio del deudor
para el cumplimiento de sus obligaciones.

Notoria Insolvencia
La notoria insolvencia es una cuestión de hecho que puede probarse por
los mismos medios de prueba de los juicios ejecutivos.

Disminución de las Cauciones


Esto se refiere que el deudor al contraer la obligación otorgó
cauciones o garantías para respaldar el crédito y éstas luego disminuyen o

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 88


se extinguen debido a un hecho o culpa del deudor, situación que deberá
probarse (contratos enajenando bienes de mayor valor).
La caducidad regulada por el art. 1496 es la llamada capacidad legal del
plazo.
También existe la caducidad convencional, por la cual las partes son las que
acuerdan las que acuerdan que el plazo se entenderá extinguido cuando
ocurran uno o más hechos que las partes señalen como causales de caducidad.
La caducidad convencional se traduce en las Cláusulas de Aceleración
(contrato de mutuo).

El efecto de la caducidad, sea legal o convencional, es que nace la facultad


de exigir el cumplimiento anticipado de la obligación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 89


OBLIGACIONES MODALES

El MODO está tratado en el Libro III del Código Civil en relación con la
sucesión por causa de muerte, no existe regulación particular en el Libro
IV, la única disposición en éste es el art. 1493 que se remite al Título IV
del Libro III.
Las obligaciones modales, son aquellas afectas a un modo, es decir, las que
imponen la ejecución de ciertas obras o la sujeción a ciertas cargas (te
vendo mi casa pero deberás permitirme el uso y habitación por los próximos 10 años).

La obligación sujeta a modo, de acuerdo al art. 1089, al igual que en el


caso del plazo el derecho del acreedor modal nace inmediatamente de
ejecutado o celebrado el acto o contrato.
Art. 1089. Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo con la obligación
de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o sujetarse a ciertas
cargas, esta aplicación es un modo y no una condición suspensiva. El modo por
consiguiente, no suspende la adquisición de la cosa asignada.
No debe confundirse el modo con la condición suspensiva.
Por su parte, el art. 1490, reconoce que en las obligaciones modales existe
una especie de cláusula resolutoria, en virtud de la cual si el modo no se
cumple debe efectuarse por el deudor modal la restitución de la cosa y los
frutos de ella, esto tiene la particularidad que debe ser pactada
expresamente, si no se pacta no se resuelve la obligación o asignación
modal.
Otra particularidad, es que en los términos del art. 1090 sólo tiene cabida
en los contratos unilaterales, porque en los bilaterales rige el art. 1489.

Personas que intervienen


En las obligaciones modales pueden intervenir dos o tres personas, el
constituyente, la persona que da o entrega la cosa; el deudor modal, el
acreedor del contrato, quien al recibir la cosa se transforma en deudor de
obligación modal; y el beneficiario, que es la persona a cuyo favor se
constituyó el gravamen, éste puede ser el mismo constituyente (Juan vende a
Pedro una casa, y se conviene que éste deberá proporcionar una habitación a Jaime mientras
viva; ó Pedro se obliga a permitir que Juan viva en ella dos años).

REQUISITOS DE VALIDEZ DEL MODO


Art. 1093. Si el modo es por su naturaleza imposible, o inductivo a hecho ilegal o
inmoral, o concebido en términos ininteligibles, no valdrá la disposición.
Si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, es solamente imposible en la forma especial
prescrita por el testador, podrá cumplirse en otra análoga que no altere la substancia de
la disposición, y que en este concepto sea aprobada por el juez con citación de los
interesados.
Si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, se hace enteramente imposible, subsistirá
la asignación sin el gravamen.
El art. 1493, contiene la enumeración de los requisitos de validez del modo
pero señalados en forma negativa.
 no debe ser imposible; debe ser posible,
 no debe ser inductivo a hecho ilícito o inmoral; debe ser
legal y moralmente posible,
 no puede estar concebido en términos ininteligibles; debe
estar concebido en términos totalmente entendibles.

SANCIÓN
El propio art. 1093 inc. 1º establece la sanción en caso de no cumplirse con
los requisitos, la disposición modal no valdrá, toda la disposición queda
viciada.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 90


CUMPLIMIENTO DEL MODO
 debe cumplirse de la manera estipulada.
 se puede cumplir de manera análoga, pero sin alterar la sustancia
de la disposición y previa aprobación del juez con citación de los
interesados, cuando el modo no puede cumplirse en la forma estipulada
siempre y cuando no haya mediado ni hecho ni culpa del deudor.
 si el modo se hace imposible de cumplir completamente y además no
hay hecho ni culpa del deudor, la obligación se reputa pura y simple,
art. 1093.
 si no se puede determinar claramente la forma de cumplir el modo,
es el juez quien puede determinar la forma de cumplimiento pero
consultando la intención de los contratantes.

TRANSMISIBILIDAD
Si fallece el deudor modal, el modo se transmite a los herederos siempre que
para el fin que se hayan propuesto las partes sea indiferente la persona que
lo ejecute.

DISTINCIÓN ENTRE MODO Y CONDICIÓN


Si la cosa se adquiere una vez que se haga algo, ES CONDICIÓN; y si es para
que se haga algo, ES MODO.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 91


II. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

El vínculo jurídico generado por la obligación coloca a cargo del deudor


realizar o cumplir algo a favor del acreedor, y esto puede consistir en dar,
hacer o no hacer.

Concepción tradicional

Para los códigos y la doctrina francesa, la obligación es el efecto de la


fuente que lo genera, y ellas son: contrato, cuasicontrato, delito,
cuasidelito y la ley.
La obligación, a su vez produce los siguientes efectos:
 desde el punto de vista activo, otorga al acreedor el derecho
principal de exigir el cumplimiento, y
 desde el punto de vista pasivo, la necesidad jurídica, por
tratarse de un vínculo de esta naturaleza, de soportar el ejercicio de
las acciones del acreedor tendientes al cumplimiento.
En consecuencia, se consideraban los efectos de las obligaciones en relación
con el incumplimiento, y por ello el profesor Alessandri los definía como
“los derechos que la ley confiere al acreedor para exigir el deudor el
cumplimiento exacto, íntegro y oportuno de la obligación, cuando éste no la
cumpla en todo o en parte o está en mora de cumplirla”.
Quedaba al margen de dichos efectos el cumplimiento en sí mismo.
Entendidos así los efectos de las obligaciones se estudiaban atendiendo:

1º El deber de cumplimiento por parte del deudor


Puede darse que el deudor no cumpla total o completamente, que cumpla
en forma parcial, o que retarde el cumplimiento, en estos casos, el
acreedor podrá constreñir al deudor para que cumpla.
2º Ejecución forzada
Puede ser que la obligación pactada en determinada forma y que por
vía de la ejecución forzada no se pueda cumplir según su naturaleza,
en este caso, el acreedor ejecutará forzadamente la obligación y
demandará al deudor por los perjuicios que el incumplimiento le haya
ocasionado.
3º Indemnización de perjuicios
4º Derechos auxiliares del acreedor
Son tales, las acciones que puede ejercer el acreedor para resguardar
la integridad del patrimonio del deudor para que pueda cumplir
eficazmente.

Doctrina moderna

Para los italianos y suizos, entre otros, el principal efecto que produce
una obligación, es un deber jurídico, el de cumplimiento de la obligación, o
sea, lo normal será que el deudor cumpla con su obligación y al hacerlo,
realizará la prestación debida.
Desde la perspectiva moderna tenemos que el:
1º Efecto, tiene relación con el CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.
En este efecto se estudian algunos modos de extinguir las
obligaciones, tales como:
 pago,
 novación,
 confusión,
 compensación,
 dación en pago.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 92


La doctrina moderna también se coloca en el caso que el deudor no cumpla con
la obligación, situación que nos coloca ante el 2º efecto.

2º Efecto, lo tenemos en el INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES, que se


traduce en el derecho que tiene el acreedor para obtener la ejecución
forzada de la obligación, o bien el derecho que tiene el acreedor a
que se le indemnicen los perjuicios en caso que la ejecución forzada
ya no sea posible.

3º Efecto, está en los DERECHOS AUXILIARES DEL ACREEDOR, que consisten


en una serie de derechos del acreedor que no persiguen directamente
el cumplimiento mismo, sino que tienen por objeto asegurarlo,
manteniendo la integridad del patrimonio del deudor.
Los derechos auxiliares del acreedor más típicos son los siguientes:
 las medidas de mera precaución o mera conservación,
comúnmente llamadas medidas conservativas, cuyo objeto es
impedir la salida de determinados bienes del patrimonio del
deudor.
 la acción oblicua o subrogatoria o indirecta, que tiene
por objeto hacer ingresar al patrimonio del deudor bienes o
derechos que la mera negligencia de éste ha impedido que pasan
a él.
 la acción pauliana o revocatoria que, a la inversa, tiene
por objeto recuperar bienes que han salido fraudulentamente del
patrimonio del deudor.
 el beneficio de separación, cuya finalidad es impedir que
los bienes del causante se confundan con los del heredero.

El cumplimiento de la obligación por naturaleza no será posible cuando la


especie o cuerpo cierto debido haya perecido, o si se trata de una
obligación de no hacer cuando no se pueda destruir lo hecho, o cuando se
haya incurrido en la contravención.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 93


1º EFECTO - LAS OBLIGACIONES EN EL CUMPLIMIENTO

SOLUCIÓN O PAGO EFECTIVO

Art. 1568. El pago efectivo es la prestación de lo que se debe.

El pago efectivo o solución es el modo normal con el que regularmente se va


a extinguir la obligación, el pago corresponde al primer efecto de las
obligaciones en cuanto a su cumplimiento.
La expresión “pago”, en sentido amplio, significa cualquier modo de
extinguir las obligaciones.
En el Código Civil, art. 1568, el pago es la prestación debida. Hace
sinónimas las expresiones solución y pago efectivo.
SOLVERE= desligar o deshacer.
El pago deshace el vínculo obligacional, desligando a las partes, al
accipiens del solvens.
El pago como modo de extinguir las obligaciones requiere esencialmente que
exista al menos una obligación natural, porque si el pago no responde ni
siquiera a una obligación natural, estaremos en presencia del pago de lo no
debido, un cuasicontrato, una acción de in rem verso, acción de restitución.
El pago es un acto jurídico bilateral convencional, porque extingue
obligaciones.

El estudio del pago supone dividir las materias con objeto de su


tratamiento:
1º Quién puede pagar o por quién puede hacerse el pago.
2º A quién se paga.
3º Dónde y cuándo se paga.
4º Qué se debe pagar o qué comprende el pago.
5º Imputación del pago.
6º Prueba del pago.

1º ¿Quién puede pagar?


Artículo 1572. Puede pagar por el deudor cualquiera persona a nombre del deudor,
aun sin su conocimiento o contra su voluntad, y aun a pesar del acreedor.
Pero si la obligación es de hacer y si para la obra de que se trata se ha tomado en
consideración la aptitud o talento del deudor, no podrá ejecutarse la obra por otra
persona contra la voluntad del acreedor.

El art. 1572, determina que puede pagar:


 el deudor,
 un tercero interesado, y
 un tercero extraño.

1.a. El deudor, será el que normalmente va a pagar, es el primer


interesado en que la obligación se extinga, por ello pesa sobre él el deber
de cumplir.
Por deudor para efectos del pago, no solo se entiende a la persona física
del que contrajo la obligación, no solo al solvens quien generó el vínculo,
sino que se entiende que paga el deudor cuando pagan sus herederos,
mandatario, legatario, representantes legales.
Cualquiera de éstos que pague se entiende que lo hizo el deudor.
En todo caso, el pago debe ser total para que extinga la obligación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 94


1.b. Tercero interesado, es aquel que tiene interés en que la
obligación se extinga, interés que tendrá origen en que el tercero quiera o
desee que no se persiga al deudor.
Los terceros que no quieren que el acreedor persiga al deudor son:
 el codeudor solidario,
 el poseedor de la finca hipotecada (lo mismo vale
también para el poseedor de los bienes dados en prenda; por ello
algunos hablan de cauciones reales, concepto que abarca a ambas
clases de garantías), y

 el fiador.

Si el pago lo efectúa el tercero interesado, aún contra la voluntad expresa


del acreedor o del deudor, se subroga por el solo ministerio de la ley en
los derechos del acreedor para cobrar al deudor la obligación.
Este es un caso de subrogación legal que de acuerdo al art. 1610 Nºs 2º y
3º, corresponde al:
 poseedor de finca hipotecada, y
 codeudor solidario o subsidiario.

Artículo 1610. Se efectúa la subrogación por el ministerio de la ley y aun contra la


voluntad del acreedor, en todos los casos señalados por las leyes, y especialmente a
beneficio,
2º Del que habiendo comprado un inmueble, es obligado a pagar a los acreedores a
quienes el inmueble está hipotecado;
3º Del que paga una deuda a que se halla obligado solidaria o subsidiariamente;

La obligación entre el primitivo acreedor y el deudor se extingue, pero


subsiste entre el tercero interesado que pagó y el deudor, esto se produce
en razón de que opera la subrogación legal.
Los arts. 1522 inc. 1º, 2370, 2429, reafirman lo anterior.

Artículo 1522 inc. 1º. El deudor solidario que ha pagado la deuda, o la ha extinguido por
alguno de los medios equivalentes al pago, queda subrogado en la acción de acreedor con
todos sus privilegios y seguridades, pero limitada respecto de cada uno de los codeudores
a la parte o cuota que tenga este codeudor en la deuda.
Artículo 2370. El fiador tendrá acción contra el deudor principal para el reembolso de
lo que haya pagado por él con intereses y gastos, aunque la fianza haya sido ignorada del
deudor.
Tendrá también derecho a indemnización de perjuicios según las reglas generales.
Pero no podrá pedir el reembolso de gastos inconsiderados, ni de los que haya sufrido
antes de notificar al deudor principal la demanda intentada contra dicho fiador.
Artículo 2429. El tercer poseedor reconvenido para el pago de la hipoteca constituida
sobre la finca que después pasó a sus manos con este gravamen, no tendrá derecho para que
se persiga primero a los deudores personalmente obligados.
Haciendo el pago se subroga en los derechos del acreedor en los mismos términos que el
fiador.
Si fuere desposeído de la finca o la abandonare, será plenamente indemnizado por el
deudor, con inclusión de las mejoras que haya hecho en ella.

Codeudores solidarios
Los codeudores solidarios pueden ser de dos clases: si tienen interés
en la deuda, es decir, son deudores liza y llanamente; y si su presencia
tiene por objeto asegurar el cumplimiento del deudor principal.
Si pagó el único interesado en la deuda no hay consecuencia posterior
alguna. Pero si el que pagó no tiene interés en la deuda se subroga en
los derechos del acreedor.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 95


Los fiadores
Si el deudor subsidiario paga la deuda se produce el mismo efecto que
el de los codeudores solidarios que no tienen interés en la deuda, es decir,
se subrogan en los derechos del acreedor.
Además de la acción subrogatoria, el fiador, goza de la acción de

reembolso que le concede el art. 2370.

Cauciones reales
Puede ocurrir que pague una deuda hipotecaria o prendaria quien no es
el deudor personal de la obligación garantizada con hipoteca o prenda.
Ello ocurre en el caso de quien ha hipotecado o prendado un bien
propio para garantizar una deuda ajena.
En estos casos, si estas personas pagan la deuda, ésta no se extingue,
porque ellas se subrogan al acreedor.

1.c. Tercero extraño, que pague es una situación admitida por el


art. 1572 inc. 1º, pero debe pagar a nombre del deudor porque sino habrá
pago de lo no debido.
Artículo 1572. Puede pagar por el deudor cualquiera persona a nombre del deudor, aun sin
su conocimiento o contra su voluntad, y aun a pesar del acreedor.
Pero si la obligación es de hacer y si para la obra de que se trata se ha tomado en
consideración la aptitud o talento del deudor, no podrá ejecutarse la obra por otra
persona contra la voluntad del acreedor.

El acreedor, por regla general, no puede rehusar el pago efectuado por un


tercero extraño, SÍ puede rehusar cuando se trata de obligaciones de hacer
intuito personae, art. 1572.
Cuando paga un tercero extraño, la obligación entre el primer acreedor y
deudor se extingue, pero si se extingue o no entre el tercero extraño y el
deudor dependerá de si éste pagó:
 con el consentimiento del deudor,
 sin el consentimiento (conocimiento)
del deudor, o
 contra la voluntad del deudor.
1.c.1. Pago de tercero extraño con el consentimiento del
deudor
El consentimiento puede ser expreso o tácito. Si el
tercero extraño ha pagado con el consentimiento expreso o tácito del deudor
opera la subrogación legal, art. 1610 Nº 5º.

Artículo 1610. Se efectúa la subrogación por el ministerio de la ley y aun contra la


voluntad del acreedor, en todos los casos señalados por las leyes, y especialmente a
beneficio,
5º Del que paga una deuda ajena, consintiéndolo expresa o tácitamente el deudor;

El tercero extraño que pagó al acreedor con el consentimiento expreso o


tácito, se subroga por el solo ministerio de la ley el derecho para demandar
el cumplimiento de la obligación.

Los fundamentos jurídicos de este tipo de subrogación legal son:


 nadie puede enriquecerse a costa de otro, y
 la donación no se presume.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 96


En el caso del art. 1610 Nº 5º, por existir consentimiento del deudor, el
tercero extraño es un verdadero mandatario, lo que se traduce en que el
tercero que pagó tendrá dos acciones para obtener el reembolso:
 la que correspondía al acreedor por operar la subrogación
legal, y
 la acción propia del mandatario en contra del mandante, art.
2158 Nº2º.

Artículo 2158. El mandante es obligado,


2º A reembolsarle (al mandatario) los gastos razonables causados por la ejecución del mandato;

1.c.2. Tercero extraño que paga sin el conocimiento


(consentimiento) del deudor
El art. 1573 regula esto, establece que si el tercero
extraño paga sin el conocimiento del deudor es un verdadero agente oficioso.

Artículo 1573. El que paga sin el conocimiento del deudor no tendrá acción sino para que
éste le reembolse lo pagado; y no se entenderá subrogado por la ley en el lugar y derechos
del acreedor, ni podrá compeler al acreedor a que le subrogue.

El tercero que pagó sólo tiene acción directa en contra del deudor para que
le reembolse lo pagado, NO tiene las acciones del acreedor porque cuando el
tercero paga no se subroga en los derechos del acreedor.
Tiene una acción para recuperar lo pagado, no lo debido, porque no
necesariamente coincidirá lo pagado con lo debido, como para causar la
extinción de la obligación.
Además de no subrogarse en los derechos del acreedor tampoco puede obligarlo
a que lo subrogue; la ley SÍ le permite que el acreedor voluntariamente le
ceda sus acciones al tercero extraño que pagó sin el consentimiento del
deudor.
Esto de la acción de reembolso del art. 1573 es porque nace un cuasicontrato
de agencia oficiosa, en virtud del cual el agente que negocia sin tener
derecho de representar tiene acción de reembolso contra el titular de esos
negocios.
En caso el del tercero extraño que paga sin conocimiento del deudor, no hay
subrogación, solo tiene una acción directa; aunque también puede tener
subrogación convencional.

1.c.3. Tercero extraño que paga contra la voluntad del deudor


El art. 1574 señala que si el tercero extraño paga
contra la voluntad del deudor, NO tiene ni siquiera acción de reembolso.
Este tercero solo podrá recuperar lo pagado en la medida que el acreedor le
ceda voluntariamente su acción.
Parte de la doctrina señala que entre el art. 1574 y el art. 2291 existe una
contradicción, porque una disposición niega la acción de reembolso, en
cambio, la otra, a propósito de la agencia oficiosa SÍ concede la acción de
reembolso.

Artículo 1574. El que paga contra la voluntad del deudor, no tiene derecho para que el
deudor le reembolse lo pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente su acción.
Artículo 2291. El que administra un negocio ajeno contra la expresa prohibición del
interesado, no tiene demanda contra él, sino en cuanto esa gestión le hubiere sido
efectivamente útil, y existiere la utilidad al tiempo de la demanda; por ejemplo, si de la
gestión ha resultado la extinción de una deuda, que sin ella hubiera debido pagar el
interesado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 97


El juez, sin embargo, concederá en este caso al interesado el plazo que pida para el pago
de la demanda, y que por las circunstancias del demandado parezca equitativo.

La solución a esta aparente contradicción, está en que el art. 1574 se


refiere al pago aislado de una obligación, en cambio, el art. 2291 establece
una acción de reembolso cuando el pago se verifica en administración de
negocio ajeno.

PAGO DE LAS OBLIGACIONES DE DAR


Cada vez que se habla de obligaciones de dar se debe tener en
mente la tradición, transferir el dominio, sea que se trate de muebles e
inmuebles requiere título y modo de adquirir.

En las obligaciones de dar, la obligación de transferir el


dominio, art. 1575, requiere:
 ser dueño de aquello con lo que se paga o al menos
tener el consentimiento del dueño;
 capacidad de enajenar;
 se de cumplimiento a las solemnidades que la ley
exige.

SER DUEÑO, o contar con el consentimiento del dueño, si paga


con algo que no es dueño el pago no es válido, porque la prestación debida
es la transferencia del dominio y nadie puede transferir más derechos que
los que tiene, si quien pagó adquiere después el dominio de la cosa con que
pagó, el pago se transforma en válido, arts. 682, 1818, 1819.
La entrega del acreedor es válida aunque no sea dueño quien
paga, convirtiendo en poseedor al que recibió y queda en condición de
adquirir por prescripción adquisitiva.
La tradición como modo de adquirir el dominio requiere que
quien haga la tradición sea dueño.

CAPACIDAD, quien paga debe ser capaz de enajenar, el pago es


una convención y debe cumplir con los requisitos propios de los actos
jurídicos.
El art. 1575 inc. 3º a propósito de la capacidad para enajenar,
establece una excepción consistente en que si la cosa pagada era fungible y
el acreedor la consumió de buena fe, el pago es válido, aunque quien pagó no
haya tenido capacidad de enajenar.
Según la doctrina, más que cosa fungible debe tratarse de cosa
consumible.

SOLEMNIDADES, como se trata de efectuar la tradición se refiere


a las solemnidades que se vinculan con la tradición (caso de inmuebles debe ser
inscrita la escritura pública en el CBR).

2º ¿A quién se paga?

Artículo 1576. Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo (bajo
cuyo nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito, aun a título
singular), o a la persona que la ley o el juez autoricen a recibir por él, o a la persona
diputada por el acreedor para el cobro.
El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en posesión del crédito,
es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía.

Según el art. 1576 y ss. el pago puede hacerse válidamente a tres


categorías de personas:
 al acreedor,
 al representante, y

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 98


 al poseedor del crédito.

2.1. Pago al acreedor


Esto es lo normal, lo corriente, que se pague a la persona
misma del acreedor, entendiendo también por tal a sus herederos, legatarios
del crédito, cesionarios del crédito.
Para que sea el pago válido debe hacerse al acreedor, sin
art. 1578 señala tres casos en que el pago al acreedor no
embargo el
es válido, es nulo:
2.1.1. Si se ha hecho a un acreedor que no tiene la libre
administración de sus bienes, a un incapaz, es un PAGO
NULO.
Una contra-excepción se encuentra en el art. 1688 y
consiste en que si quien pagó prueba que el incapaz se
hizo más rico con el pago.

2.1.2. Si el pago se ha efectuado en circunstancias que el


juez ha embargado el crédito o mandado retener el
pago.
Todos los bienes del deudor están afectados por el
contrato y además los derechos que tenga sobre otra
persona, de aquí que pueda embargarse o retenerse un
crédito que el deudor tenga sobre otra persona, a
petición del acreedor del deudor que a su vez tiene
acreencia sobre el otro deudor, su deudor.
Una vez que el embargo o medida de retención ha sido
notificada al deudor, si éste le paga al deudor del
crédito embargado o retenido, el PAGO NO ES VÁLIDO.
El acreedor del último deudor no puede exigir el pago
y no puede operar la compensación, por no ser exigible
la última obligación, además, habrá objeto ilícito en
la enajenación del bien embargado, art. 1464.

2.1.3. Si el pago se hace al acreedor en fraude de los


derechos a cuyo favor se ha abierto concurso (léase
quiebra).

En este caso se exige que los acreedores del deudor


sean beneficiados con un proceso de quiebra.
El pago efectuado en fraude de sus acreedores será
nulo porque la declaratoria de quiebra produce el
DESASIMIENTO DE LOS BIENES del fallido o quebrado, los
bienes pasan al síndico que es quien debe recibir el
pago.
Se requiere sentencia judicial de la declaratoria de
quiebra.

Artículo 1578. El pago hecho al acreedor es nulo en los casos siguientes:


1º Si el acreedor no tiene la administración de sus bienes; salvo en cuanto se
probare que la cosa pagada se ha empleado en provecho del acreedor, y en cuanto este
provecho se justifique con arreglo al artículo 1688;
2º Si por el juez se ha embargado la deuda o mandado retener su pago;
3º Si se paga al deudor insolvente en fraude de los acreedores a cuyo favor se ha
abierto concurso.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 99


2.2. Pago al representante del acreedor
El representante puede ser legal, judicial, convencional o
contractual.
REPRESENTANTE LEGAL, art. 1579, tutor, curador, albacea,
maridos, padres, madres, personas que por ley lo sea.
REPRESENTANTE JUDICIAL, tiene lugar cuando se dicta sentencia
designando al representante del acreedor, lo que ocurre en caso de
designación de síndico de quiebras, depositario judicial, interventor
judicial, administrador pro indiviso, etc.
REPRESENTANTE CONVENCIONAL, ocurre cuando el acreedor ha
designado a un representante para la administración de todos sus negocios o
para algunos de ellos, o bien ha designado a un representante para recibir
el pago.
El mandato que el acreedor confiere puede ser expreso o tácito.
Si el mandato es expreso se denomina DIPUTACIÓN PARA EL COBRO.
El mandato tácito ocurre cuando la facultad está involucrada o
envuelta en otras facultades que se han conferido sin llegar a expresar la
facultad para recibir el pago, art. 2142.

Artículo 2142. El poder especial para vender comprende la facultad de


recibir el precio.

El art. 1582, a propósito de los mandatos tácitos para percibir


el pago establece que el poder para demandar no faculta para recibir el
pago, lo que concuerda con el art. 7º CPC.

Artículo 1582. El poder conferido por el acreedor a una persona para


demandar en juicio al deudor, no le faculta por sí solo para recibir el pago de la deuda.

Cuando el mandato es expreso toma el nombre de DIPUTACIÓN PARA


RECIBIR EL PAGO, a propósito del pago puede ser conferido bajo tres formas,
art. 1580:
2.2.1. mandato general de administración de todos los
negocios del acreedor.
2.2.2. mandato especial para la administración de un negocio
o de algunos negocios del acreedor, en este caso, el
pago tiene que incidir con el o los negocios
encomendados.
2.2.3. mandato específico sólo para recibir el pago.

Artículo 1580. La diputación para recibir el pago puede


conferirse por poder general para la libre administración de todos los negocios del
acreedor, o por poder especial para la libre administración del negocio o negocios en que
está comprendido el pago, o por un simple mandato comunicado al deudor.
Artículo 1581. Puede ser diputado para el cobro y recibir
válidamente el pago, cualquiera persona a quien el acreedor cometa este encargo, aunque al
tiempo de conferírsele no tenga la administración de sus bienes ni sea capaz de tenerla.

Diputado para el pago puede ser, incluso un incapaz


relativo.
CAUSALES DE TÉRMINO DE LA DIPUTACIÓN
1º muerte del mandante,
2º revocación del mandato, y
3º incapacidad sobreviniente del diputado o mandatario.

1º Por la muerte del mandante o del mandatario, arts. 1583,


2162 Nº 5, esto por regla general.
Por excepción, cuando el acreedor así lo haya expresado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 100


Artículo 1583. La facultad de recibir por el acreedor no se transmite
a los herederos o representantes de la persona diputada por él para este efecto, a menos
que lo haya expresado así el acreedor.

2º Por la revocación del mandato, teniendo presente que


esto constituye una excepción al art. 1545.

Excepciones: arts. 1584 y 1585.


Artículo 1584. La persona designada por ambos
contratantes para recibir, no pierde esta facultad por la sola voluntad del acreedor; el
cual, sin embargo, podrá ser autorizado por el juez para revocar este encargo, en todos
los casos en que el deudor no tenga interés en oponerse a ello.
Artículo 1585. Si se ha estipulado que se pague al
acreedor mismo, o a un tercero, el pago hecho a cualquiera de los dos es igualmente
válido. Y no puede el acreedor prohibir que se haga el pago al tercero, a menos que antes
de la prohibición haya demandado en juicio al deudor, o que pruebe justo motivo para ello.

 cuando el mandatario es designado por ambas partes;


 cuando se ha estipulado pagar al acreedor o a un
tercero, el acreedor no podrá prohibir al tercero
recibir el pago.

3º Por la incapacidad sobreviniente del diputado


mandatario, art. 1586.

Artículo 1586. La persona diputada para recibir se hace inhábil por


la demencia o la interdicción, por haber hecho cesión de bienes o haberse trabado
ejecución en todos ellos; y en general por todas las causas que hacen expirar un mandato.

2.2. Pago al poseedor del crédito


Poseedor del crédito es aquel que jurídicamente aparece como el
acreedor, aunque en verdad no lo sea, esto por aplicación del ERROR COMÚN.
No son poseedores los que legítimamente detentan el crédito,
tampoco los que detentan el título.
La mera tenencia material del título justificativo de la deuda
no hace poseedor del crédito a quien la detenta, debe existir una posesión
jurídica, debe tratarse de un acreedor que aparece como tal sin serlo.
Poseedor del crédito, puede ser, por ejemplo, el heredero
putativo, el cesionario pero cuyo título de cesión es nulo, pero cuya
nulidad no ha sido declarada judicialmente, art. 1576 inc. 2º.

Artículo 1576 inc. 2º. El pago hecho de buena fe a la persona que estaba
entonces en posesión del crédito, es válido, aunque después aparezca que el crédito no le
pertenecía.

Ante la presencia de un poseedor del crédito se requiere de dos


requisitos para que el pago sea válido:
que se pague al acreedor del crédito;
que quien paga esté de buena fe, es decir, que tenga la
conciencia de que está pagando al verdadero acreedor, que
ignore la circunstancia de que está pagando a quien no es
el verdadero acreedor.

El Código Civil establece en el art. 1577, que el pago


efectuado a una persona distinta de aquellos que pueden recibirlo
válidamente, es un PAGO INVÁLIDO, que no va a extinguir la obligación, sin
embargo, hay dos casos en que el pago inválido se transforma en pago válido:
cuando el acreedor ratifica el pago sea expresa o
tácitamente;

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 101


cuando la persona que recibió el pago sin ser acreedor
luego sucede al acreedor en el crédito, el pago se torna
válido.

Artículo 1577. El pago hecho a una persona diversa de las expresadas en el


artículo precedente es válido, si el acreedor lo ratifica de un modo expreso o tácito,
pudiendo legítimamente hacerlo; o si el que ha recibido el pago sucede en el crédito, como
heredero del acreedor, o bajo otro título cualquiera.
Cuando el pago hecho a persona incompetente es ratificado por el acreedor, se mirará como
válido desde el principio.

3º ¿Dónde y cuándo debe hacerse el pago?

A. Dónde
La determinación del lugar tiene importancia procesal porque determina
la competencia del tribunal que debe conocer la demanda que exige el pago,
arts. 1587, 1588, 1589.

Artículo 1587. El pago debe hacerse en el lugar designado por la convención.


Artículo 1588. Si no se ha estipulado lugar para el pago y se trata de un cuerpo
cierto, se hará el pago en el lugar en que dicho cuerpo existía al tiempo de constituirse
la obligación.
Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el domicilio del deudor.
Artículo 1589. Si hubiere mudado de domicilio el acreedor o el deudor entre la
celebración del contrato y el pago, se hará siempre éste en el lugar en que sin esa
mudanza correspondería, salvo que las partes dispongan de común acuerdo otra cosa.

Para saber el dónde, se debe distinguir:


 si el lugar se estipuló en el contrato, el pago debe hacerse
sólo en ese lugar.
 si el contrato no dice en qué lugar debe hacerse el pago, se
debe subdistinguir:
- si la cosa debida es de especie o cuerpo cierto, se
debe pagar donde la cosa existía al momento de contraerse
la obligación.
- si la cosa debida no es de especie o cuerpo cierto,
el pago se debe hacer en el domicilio del deudor, si el
deudor hubiere cambiado de domicilio el pago se debe hacer
en el lugar donde se contrajo la obligación, salvo acuerdo
distinto.

B. Cuándo
El pago se debe efectuar inmediatamente de celebrado el contrato, si
la obligación es pura y simple.
Si la obligación está sujeta a un plazo o a una condición suspensiva,
el pago se debe realizar una vez verificada la condición suspensiva o
cumplido el plazo, a menos que el deudor renuncie al plazo.
Si vencido el plazo el deudor no cumple la obligación, no paga, cae en
MORA de cumplir, arts. 1551, 1552, 1553.

Artículo 1551. El deudor está en mora,


1º Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado, salvo que la
ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para constituirle en mora;
2º Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto espacio
de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla;
3º En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido por el
acreedor.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 102


Artículo 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en
mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se
allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.
Artículo 1553. Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora,
podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres
cosas, a elección suya:
1ª Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido;
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas
del deudor;
3ª Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del
contrato.

4º ¿Cómo debe hacerse el pago? o ¿Qué se debe pagar? o ¿Qué


comprende el pago?
La regla general y principal, es que el pago debe hacerse bajo todo
respecto en conformidad al tenor de la obligación, art. 1569, o sea, en o
por naturaleza, debe realizarse la prestación debida en los términos
pactados.
Artículo 1569. El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de la
obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las leyes.
El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a
pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida.

Esta materia comprende tres principios:


 identidad del pago, debe pagarse lo establecido y no otra cosa
o hecho.
 integridad del pago, el deudor debe cumplir íntegramente la
obligación.
 indivisibilidad del pago, el pago debe hacerse de una sola vez.

IDENTIDAD DEL PAGO


Debe pagarse en los términos convenidos, lo estipulado, no debe
pagarse con otra cosa o hecho que el acordado.
El Código Civil en el art. 1569 inc. 2º, establece que el acreedor no
está obligado a recibir otra cosa que la debida, ni aun a pretexto que la
ofrecida sea de igual o mayor valor.
Excepciones
1ª Las obligaciones modales, cuando el modo es imposible
sin hecho o culpa del deudor, pueden ser pagadas por analogía, art. 1093
inc. 2º.
2ª Las obligaciones facultativas, art. 1505, porque el
deudor puede pagar con otra cosa distinta a la debida, pero así se ha
estipulado. Aunque en estricto rigor no es propiamente una excepción.
3ª Las obligaciones de no hacer, art. 1555 inc. 3º, en
caso de estas obligaciones la infracción es sancionada con la destrucción de
lo hecho, pero se da la oportunidad de cumplir en otra forma.
4ª El cumplimiento por equivalencia, indemnización
compensatoria.
5ª Por acuerdo entre las partes, cuando se realiza una
DACIÓN EN PAGO, tampoco es una excepción propiamente tal, porque es el
acreedor quien conviene con el deudor recibir una cosa distinta a la debida.

Establecido que el acreedor no está obligado a recibir otra cosa que la


debida, para determinar cómo debe hacerse el pago es necesario distinguir:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 103


 Obligaciones en dinero.
 Obligaciones de especie o cuerpo cierto.

4.1. Las obligaciones en dinero, deben pagarse en la forma


estipulada, distinguiendo:
 si la obligación es reajustable, o
 si la obligación no es reajustable.
4.1.1. Si la obligación es reajustable se paga la suma
debida, liquidada de acuerdo a su valor en moneda
corriente más la aplicación de la variación de la
variación según el índice de reajustabilidad que se
haya pactado, se debe liquidar el crédito.
4.1.2. Si la obligación es NO reajustable, se paga el valor
nominal de la obligación, la cantidad fijada.

4.2. Si se trata de obligaciones de especie o cuerpo cierto, se


aplica el art. 1590, del que surgen varios principios:
1º El deudor debe cuidar la cosa hasta que la entregue.
2º El acreedor se encuentra obligado a recibir la cosa en el
estado en que se encuentra.
3º El deudor responde o no de los deterioros dependiendo de:

4.2.3.1. CASOS EN QUE SÍ RESPONDE


a. si el deterioro se produce por su hecho o culpa
b. si el deterioro proviene de hecho o culpa de una persona
respecto de la cual el deudor debe responder civilmente.
c. si el deterioro acontece cuando el deudor se encuentra en
mora, incluso responde en caso fortuito, siempre que la
cosa NO hubiere estado expuesta al mismo peligro si hubiere
estado en manos del acreedor.
d. si el deudor hubiere aceptado la responsabilidad por el
caso fortuito, sea en forma general o por un caso en
particular.
e. cuando el deudor hubiere hurtado o robado la cosa.

4.2.3.2. CASOS EN QUE NO RESPONDE


1. si el deterioro proviene de caso fortuito, salvo las dos
excepciones antes señaladas, es decir, cuando está en mora
y cuando se ha convenido.
2. cuando el deudor se encuentra en mora de cumplir y el
deterioro es producto de caso fortuito que la cosa también
habría sufrido si hubiese estado en poder del acreedor.
3. cuando el deterioro provenga de hecho o culpa de tercero
respecto del cual él no responde civilmente.
4. cuando el acreedor se encuentra en mora de recibir la cosa.

4.2.4. DERECHOS DEL ACREEDOR CUANDO LA COSA SE HA DETERIORADO


4.2.4.1. SI EL DEUDOR NO ESTÁ OBLIGADO A RESPONDER
El acreedor, aplicando la regla general, está obligado
a recibir la cosa en el estado en que se encuentra.
Si el deterioro proviene de hecho o culpa de tercero
respecto del cual el deudor no responde, el acreedor
tiene derecho a que se le cedan las acciones contra el
que causó el deterioro.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 104


4.2.4.2. SI EL DEUDOR SÍ DEBE RESPONDER DE LOS DETERIOROS
Si los deterioros NO son de importancia, el acreedor
está obligado a recibirlo en el estado que se
encuentra pero tiene derecho a indemnización.
Si los deterioros son de consideración, el acreedor
tiene un derecho alternativo, o recibe la cosa en el
estado que se encuentra con indemnización o la
resolución del contrato con indemnización de
perjuicios.

INTEGRIDAD DEL PAGO


Significa que el pago debe ser total, la prestación debida por el
deudor debe ser realizada íntegramente, debe satisfacerse no sólo la
obligación principal sino que también las obligaciones accesorias.
De lo anterior surgen dos consecuencias jurídicas:
 el pago debe comprender todos los intereses e
indemnizaciones que se deban, art. 1591 inc. 2º.
 los gastos del pago son de cargo del deudor, salvo
convención en contrario y salvas las excepciones legales
(consignación).

Artículo 1591. El deudor no puede obligar al acreedor a que reciba por partes lo
que se le deba, salvo el caso de convención contraria; y sin perjuicio de lo que dispongan
las leyes en casos especiales.
El pago total de la deuda comprende el de los intereses e indemnizaciones que se
deban.

INDIVISIBILIDAD DEL PAGO


Si existe un solo acreedor y un solo deudor el pago es indivisible, a
menos que las partes hayan convenido lo contrario o la ley lo disponga, art.
1591 inc. 1º.
Excepciones
 acuerdo de las partes;
 sucesión hereditaria (deudas se reparten a prorrata);

 compensación legal (extinción parcial, saldo no compensado);

 beneficio de división del fiador no solidario cuando hay más de


un fiador, en este caso y no habiendo solidaridad el fiador puede
solicitar que se divida la deuda entre todos los fiadores;
 cuando hay controversia acerca de la suma debida, el juez puede
ordenar el pago de la cantidad no disputada, art. 1592;
 si la obligación es a plazos, el pago se entiende dividido en
partes iguales, salvo que en el contrato se estipule lo contrario,
art. 1593.

Artículo 1592. Si hay controversia sobre la cantidad de la deuda, o sobre sus accesorios,
podrá el juez ordenar, mientras se decide la cuestión, el pago de la cantidad no
disputada.
Artículo 1593. Si la obligación es de pagar a plazos, se entenderá dividido el pago en
partes iguales; a menos que en el contrato se haya determinado la parte o cuota que haya
de pagarse a cada plazo.

5º Imputación del pago


Imputación es la atribución del pago a una obligación determinada, a
cual se paga primero, no siempre hay lugar a imputación del pago, como

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 105


cuando hay una sola obligación, o habiendo más de una son de naturaleza
distinta.

Hay lugar a controversia en dos casos:


 si existen entre un mismo acreedor y deudor varias
obligaciones de la misma naturaleza, o al menos haya una que
produzca o genere intereses y la otra no;
 cuando el pago no alcance para pagar todas las
obligaciones para extinguirlas todas, o si no alcanza para
extinguir los intereses y el capital.

La imputación la hace, arts. 1595, 1596, 1597:


- a. el deudor,
- b. el acreedor, o
- c. la ley.

a. El deudor, si es éste quien hace la imputación no puede hacerla como


quiera, tiene tres limitaciones:
1ª debe imputar primero a los intereses y luego al capital,
2ª debe imputar primero a las obligaciones exigibles y luego a las NO
exigibles;
3ª debe preferir aquellas obligaciones que se paguen completamente y
luego las que no alcancen a ser cubiertas totalmente.

b. El acreedor, hace la imputación si el deudor no la hizo, la ley señala


solamente que debe hacerla en la carta o recibo de pago.

c. La ley, hace la imputación cuando no la hizo ni el deudor ni el


acreedor, operando de la siguiente forma:
- el pago se imputa a los derechos devengados por sobre los
no devengados;
- si todas las obligaciones entre acreedor y deudor están
devengadas o no están devengadas, el pago se imputa a la
deuda que el deudor elija.

6º Prueba del pago


Para el deudor puede tener trascendencia fundamental probar el pago,
pues si no logra hacerlo está expuesto a pagar dos veces.
La prueba del pago se rige por las reglas generales en materia de
obligaciones, art. 1698, incumbe probar las obligaciones al que alega la
existencia o la extinción de ellas.

Artículo 1698. Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas
o ésta.
Las pruebas consisten en instrumentos públicos o privados, testigos, presunciones,
confesión de parte, juramento deferido, e inspección personal del juez.
Puede recurrirse a todo tipo de prueba permitido por la ley y debe
hacerlo el que alega la obligación o la extinción de ella. No obstante,
esta es la regla general, pero también hay excepciones respecto a la
admisibilidad o inadmisibilidad de pruebas, las que están contenidas en los
arts. 1709, 1710, 1711.

Artículo 1709. Deberán constar por escrito los actos o contratos que contienen la
entrega o promesa de una cosa que valga más de dos unidades tributarias.
No será admisible la prueba de testigos en cuanto adicione o altere de modo alguno lo
que se exprese en el acto o contrato, ni sobre lo que se alegue haberse dicho antes, o al
tiempo o después de su otorgamiento, aun cuando en algunas de estas adiciones o
modificaciones se trate de una cosa cuyo valor no alcance a la referida suma.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 106


No se incluirán en esta suma los frutos, intereses u otros accesorios de la especie o
cantidad debida.

Artículo 1710. Al que demanda una cosa de más de dos unidades tributarias de valor
no se le admitirá la prueba de testigos, aunque limite a ese valor la demanda.
Tampoco es admisible la prueba de testigos en las demandas de menos de dos unidades
tributarias, cuando se declara que lo que se demanda es parte o resto de un crédito que
debió ser consignado por escrito y no lo fue.
Artículo 1711. Exceptúanse de lo dispuesto en los tres artículos precedentes los
casos en que haya un principio de prueba por escrito, es decir, un acto escrito del
demandado o de su representante, que haga verosímil el hecho litigioso.
Así un pagaré de más de dos unidades tributarias en que se ha comprado una cosa que
ha de entregarse al deudor, no hará plena prueba de la deuda porque no certifica la
entrega; pero es un principio de prueba para que por medio de testigos se supla esta
circunstancia.
Exceptúanse también los casos en que haya sido imposible obtener una prueba escrita,
y los demás expresamente exceptuados en este Código y en los Códigos especiales.

Excepciones
- deben constar por escrito las obligaciones que contengan
actos o contratos que valgan más de 2 UTM, es decir no puede
valerse de la prueba testimonial, arts. 1709, 1710;
- debe exigirse recibo de pago por el cumplimiento, art.
1709 CC (debe constar por escrito los actos o contratos que contengan
entrega o promesa superior a 2 UTM) y art. 119 C de C (el deudor cuando
paga puede exigir un recibo, no basta la devolución o entrega del título) ,
el recibo prueba la liberación de la deuda;
- en caso que haya un principio de prueba por escrito se
podrá usar prueba de testigos;
- la absolución de posiciones.
- PRESUNCIONES DE PAGO
 Si el acreedor otorga carta o recibo de pago sin
mencionar los intereses, se entienden pagados, art.
1595 inc. 2º (recibo de capital, en todo caso, es una presunción
meramente legal).

 Si en el pago periódico la carta consigna tres pagos


consecutivos, hace presumir el pago de los anteriores,
art. 1570.
 El finiquito de una cuenta hace presumir el de las
anteriores cuando el comerciante arregla sus cuentas en
periodos fijos, art. 120 C de C.

MODALIDADES DEL PAGO

Se denomina modalidades del pago a aquellas formas de pagar en que se


alteran las reglas generales que rigen al pago, produciendo un efecto
diferente a los antes señalados.
Son modalidades del pago:
 la consignación,
 la subrogación,
 la cesión de bienes,
 la acción ejecutiva,
 el beneficio de competencia, y
 la quiebra.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 107


PAGO POR CONSIGNACIÓN

Lo normal es que el acreedor reciba el pago, que esté dispuesto a aceptarlo,


extinguiendo la obligación. Pero también puede ocurrir que no quiera
recibirlo, ante esta posibilidad, el Código Civil establece el principio que
el pago puede efectuarse aún contra la voluntad del acreedor.
Si el pago se llega a efectuar contra la voluntad del acreedor, debe
realizarse mediante el mecanismo llamado PAGO POR CONSIGNACIÓN.
Éste es un pago cuyos efectos liberatorios son los mismos del pago efectivo,
aunque presenta diferencias en cuanto a los actos que corresponde efectuar.
Cuando el acreedor rehúsa recibir el pago la única forma de pagar
válidamente es el pago por consignación.
El concepto de esta institución surge del art. 1599, es aquel que se efectúa
con las solemnidades legales ante la negativa, no comparecencia, o
incertidumbre de la persona del acreedor, en manos de una tercera persona.
El pago por consignación procede en tres casos:
1º Cuando el acreedor se niegue a recibir el pago,
2º Cuando el acreedor no comparezca a recibir el pago, y
3º Cuando haya incertidumbre acerca de la persona del acreedor.

Procedimiento
El procedimiento para llevar a cabo la consignación consta de dos etapas, la
oferta y la consignación.
La consignación a su vez consta de dos operaciones, el depósito de lo debido
y la calificación de la consignación.

I. OFERTA DE LA CONSIGNACIÓN
La oferta es el acto jurídico mediante el cual el deudor manifiesta
al acreedor que está dispuesto a cumplir la obligación y poner la cosa a su
disposición, art. 1600.

Artículo 1600. La consignación debe ser precedida de oferta, y para que la


oferta sea válida, reunirá las circunstancias que siguen:
1ª Que sea hecha por una persona capaz de pagar;
2ª Que sea hecha al acreedor, siendo éste capaz de recibir el pago, o a su
legítimo representante;
3ª Que si la obligación es a plazo o bajo condición suspensiva, haya expirado el
plazo o se haya cumplido la condición. Con todo, si la obligación es a plazo, la oferta
podrá también hacerse en los dos últimos días hábiles del plazo;
4ª Que se ofrezca ejecutar el pago en el lugar debido;
5ª Que la oferta sea hecha por notario o por un receptor competente, sin previa
orden del tribunal. Para este efecto el deudor pondrá en sus manos una minuta de lo que
debe, con los intereses vencidos, si los hay, y los demás cargos líquidos, comprendiendo
en ella una descripción individual de la cosa ofrecida. Para la validez de la oferta, no
será menester la presentación material de la cosa ofrecida. En las comunas en que no haya
notario, podrá hacer sus veces el oficial del Registro Civil del lugar en que deba hacerse
el pago;
6ª Que el notario, el receptor o el oficial del Registro Civil, en su caso,
extienda acta de la oferta, copiando en ella la antedicha minuta.
7ª Que el acta de la oferta exprese la respuesta del acreedor o su
representante, y si el uno o el otro la ha firmado, rehusado firmarla, o declarado no
saber o no poder firmar.
Sin embargo, si el acreedor demanda judicialmente el cumplimiento de la
obligación o deduce cualquiera otra acción que pueda enervarse mediante el pago de la
deuda, bastará que la cosa debida con los intereses vencidos, si los hay, y demás cargos
líquidos, se consigne a la orden del tribunal que conoce del proceso en alguna de las
formas que señala el artículo 1601, sin necesidad de oferta previa. En este caso la
suficiencia del pago será calificada por dicho tribunal en el mismo juicio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 108


La oferta puede ser Real o Material; o, Verbal o Labial, y en todo
caso debe reunir ciertos requisitos especiales.
Los requisitos pueden ser de fondo o de forma, son de fondo los
correspondientes a las primeras cuatro circunstancias del art. 1600; y de
forma, las últimas tres circunstancias de dicho texto legal.

Requisitos de Fondo de la Oferta


a. Las 1ª y 2ª circunstancias, capacidad de los sujetos, la
oferta debe ser hecha por deudor capaz de pagar a acreedor
capaz de recibir.
b. La 4ª circunstancia, señala que se ofrezca efectuar el pago en
el lugar debido.
c. La 3ª circunstancia, indica que la oferta debe ser hecha en
tiempo oportuno, o sea si la obligación es a plazo, que éste
haya vencido; si la obligación es condicional suspensiva, que
la condición se haya verificado.
En el caso de las obligaciones a plazo, la oferta también
puede hacerse válidamente en los dos últimos días hábiles del
plazo.
Requisitos de Forma de la Oferta
Las circunstancias 5ª, 6ª y 7ª, establecen los siguientes
requisitos:
 la oferta debe ser hecha por ministro de fe, notario
o receptor judicial, sin previa orden judicial,
 debe levantarse un acta,
 registrar la respuesta del acreedor, mencionando si
firmó, no firmó, o no sabe firmar.

Las reglas generales en cuanto a los requisitos de la oferta de la


consignación sufren modificaciones en cuatro casos:
1º Imposibilidad de ubicar al acreedor.
2º Pagos periódicos de sumas de dinero.
3º Demanda del acreedor.
4º Letra de cambio.

1º Imposibilidad de ubicar al acreedor


Ante la incertidumbre de la persona del acreedor o la imposibilidad
de ubicarla, no se exige hacer la oferta al acreedor ni consignar en el acta
la respuesta, porque ello en este caso es imposible. Ante esta situación,
la oferta se hace directamente ante el Tesorero Comunal respectivo, quien se
limita a tomar nota de la oferta, art. 1602.

2º Pagos periódicos de sumas de dinero


Si se aplicara la regla general se requeriría una oferta para cada
pago, pero en este caso, sólo el primer pago requiere oferta, no así los
siguientes.
En caso de rentas de arrendamiento sujetas a la Ley Nº 18.101, la
consignación se hace directamente en la Tesorería Comunal respectiva, art.
23 Ley Nº 18.101.

3º Demanda del acreedor


Si el acreedor demanda el cumplimiento, no se requiere oferta de
pago, sino que el pago se hace consignando directamente en la cuenta
corriente del tribunal que está conociendo la demanda, además, debe tratarse
de un juicio cuya acción pueda enervarse mediante el pago.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 109


4º Letra de cambio
El valor de la obligación se debe consignar directamente en la
Tesorería Comunal respectiva.

II. CONSIGNACIÓN
Es el depósito de la especie debida, hecha con las formalidades
legales en manos de un tercero, cuando el acreedor se niega a recibir, o no
comparece a recibir, o existe incertidumbre de la persona del acreedor, o se
desconoce su domicilio, art. 1599.
Si el deudor efectúa la oferta y el acreedor la acepta y recibe el
pago, se extingue la obligación, termina el vínculo obligacional.
Si el acreedor se niega, o no comparece, o persiste la
incertidumbre, se pasa a la etapa de la consignación que comprende el
depósito de la cosa y la calificación de la suficiencia del pago.
DEPÓSITO DE LA COSA, es un acto extrajudicial, en el depósito no hay
envuelto un juicio entre partes, art. 1601 inc. 3º, no se requiere decreto
judicial previo para consignar.
CALIFICACIÓN DE LA SUFICIENCIA DEL PAGO, en este caso SÍ existe controversia
entre partes, es una instancia judicial.
Se debe tener presente que la calidad extrajudicial del depósito no se
altera a raíz del inciso final del art. 1600.
La intervención del juez sólo tiene relación con la consignación en la
cuenta corriente del tribunal que conoce la demanda del acreedor, o bien con
la intervención de un depositario, o con ordenar la notificación a que se
refiere el inc. 1º del art. 1603.

Cómo se efectúa la consignación


- si se trata de dinero, puede hacerse en la cuenta corriente del
tribunal correspondiente al lugar en que debe efectuarse el pago, o
bien, en cualquier banco o en la Tesorería Comunal;
- si se trata de animales, se consigna en una feria de animales;
- si se trata de otras cosas, en una casa de remates, almacén de
depósito, o con un depositario designado por el juez.
Hasta aquí NO HAY PROCESO JUDICIAL, por lo que no puede el acreedor
oponerse, ni a la oferta ni al depósito o consignación de la cosa.

CALIFICACIÓN DE LA SUFICIENCIA DEL PAGO


Es posible que el acreedor conozca o ignore la oferta, en consecuencia, es
necesario, imprescindible, que el deudor ponga en conocimiento del acreedor
que ha efectuado el pago, esto debe hacerlo por intermedio de la justicia y
con intimación de recibir la cosa consignada.
Entonces, una vez hecho el depósito debe notificarse al acreedor, para luego
obtener del tribunal que califique y declare suficiente el pago.
El objeto de la notificación es hacer saber al acreedor que se ha efectuado
la consignación.
Respecto a esta notificación el Código Civil nada dice, por lo que
corresponde aplicar el CPC. Debe tenerse en consideración cuál es el
tribunal competente para proceder tanto a la consignación como a la
notificación de ella.

Actitudes que puede adoptar el acreedor


1. Rechazar la consignación.
2. Aceptar la consignación.
3. Aceptar la consignación parcialmente.
4. Guardar silencio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 110


Si el acreedor nada dice o rechaza la consignación o la acepta parcialmente,
el deudor tendrá que iniciar un juicio en el cual demandará se califique la
suficiencia del pago.
En esta etapa SÍ estamos en la presencia de un juicio, existe una
controversia entre partes.
Efectuada la notificación de la consignación del pago al acreedor y
rechazada por éste, el deudor tendrá que iniciar un juicio para obtener la
declaración de suficiencia del pago, el juicio puede iniciarlo ante otro
tribunal con tal que sea competente.
En la práctica, según el inc. 3º del art. 1603, corresponde al acreedor
probar dentro de un plazo de 30 días contados desde que fue notificado de la
consignación, la circunstancia de existir juicio en el cual se debe
calificar la suficiencia del pago.
Si el acreedor no lo hace, el juez que ordenó la notificación declarará, a
petición del deudor, suficiente el pago.
Las resoluciones que se dicten al respecto serán apelables sólo en el efecto
devolutivo.

¿Cuándo el pago es suficiente?


1. Cuando el acreedor acepta la oferta o la consignación.
2. Cuando iniciado juicio el acreedor no realiza las probanzas.
3. Cuando así se haya declarado por sentencia judicial.

Efectos de la consignación
a. Extingue la obligación,
b. Cesan los intereses,
c. Libera al deudor de la obligación de cuidar la cosa,
d. En caso de obligación a plazo o bajo condición suspensiva, la
oferta debe hacerse a más tardar al día siguiente hábil al
vencimiento, para se entienda cumplida en tiempo oportuno y produzca
todos los efectos la consignación, sea que ésta haya sido aceptada
por el acreedor o haya sido declarado suficiente el pago por
resolución judicial, art. 1605.

Gastos de la consignación
Son de cargo del acreedor. Siempre que se trate de una consignación válida.
Mientras la consignación no haya sido aceptada o declarada insuficiente, el
deudor puede retirarla, una vez retirada no tiene ningún valor ni efecto,
art. 1606.
Cuando la consignación ha sido declarada irrevocablemente extinguida, el
deudor sólo podrá retirarla con el consentimiento del acreedor, art. 1607,
esto hace que:
- la obligación se mire como nueva,
- los codeudores y fiadores quedan exentos de ella, y
- el acreedor pierde los privilegios o hipotecas, a menos
que quienes los hayan otorgado consientan en ello.
En este caso, los efectos del retiro cuando la consignación ha sido
irrevocablemente extinguida, son los mismos que en la NOVACIÓN.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 111


PAGO CON SUBROGACIÓN

Jurídicamente y en sentido amplio, la subrogación, es la substitución de una


cosa o persona por otra cosa o persona, que pasa a ocupar la misma posición
jurídica que tenía la reemplazada.
La subrogación puede ser real o personal; la real, se estudia
fundamentalmente en los derechos de familia; en cambio, la personal, se da
en el ámbito del derecho público y del derecho privado, en relación al pago.
La subrogación real tiene cabida cuando existen distintos patrimonios y un
solo titular. Esta figura se presenta a propósito de la sociedad conyugal
(patrimonio reservado y bienes propios de la mujer casada).

Si un hombre con una mujer contraen matrimonio y luego adquieren un bien,


éste pasa a ser un bien social.
Si la mujer al casarse, bajo régimen de sociedad conyugal, tiene patrimonio
propio, va a ser administrado por el marido. Si ella después decide vender
algún bien de su propio patrimonio y al venderlo manifiesta que va ha
subrogarlo con la compraventa de otro bien, este último continuará dentro de
su patrimonio propio, aunque incorporado al patrimonio familiar que
administra el marido.

SUBROGACIÓN PERSONAL
La subrogación personal es la transmisión de los derechos del acreedor a un
tercero que le paga, art. 1608. Es un sujeto que es sustituido por otro en
tales términos que éste pasa a ocupar la misma posición jurídica del
primero.
Según BAUDRI, el pago con subrogación es una ficción jurídica en virtud de
la cual un crédito que ha sido pagado con dinero suministrado por un
tercero, quedando extinguido el crédito respecto del acreedor, se reputa
existir con todos sus accesorios en manos de ese tercero para asegurarle el
reembolso de lo pagado.

¿Cuál es la naturaleza jurídica del pago con subrogación?


Algunos autores lo asimilan con la cesión de créditos pero esto se rechaza
por ser ésta un contrato. En el pago con subrogación no hay convención,
salvo el caso del art. 1610 Nº 5º, es decir, cuando se paga deuda ajena con
el consentimiento del deudor; pudiéndose hacer el pago incluso contra la
voluntad del acreedor, art. 1610.
El tercero subroga al acreedor con todos sus derechos y privilegios.

Requisitos
1. Pago de una deuda ajena.
2. Pago voluntario (si el tercero paga por error hay un pago de lo no debido),

3. El tercero debe pagar con fondos propios,


4. Este tercero debe quedar en la misma situación jurídica del
antiguo acreedor.
5. Que exista texto legal expreso en el que asilarse para que opere
la subrogación legal.

Clasificación
La subrogación personal se clasifica en legal y convencional.

Subrogación legal
Esta clase de subrogación opera por el solo ministerio de la ley, es el art.
1610 el encargado de señalar cuáles son los casos, no es una enumeración
taxativa según fluye del mismo texto al señalar: “…en todos los casos
señalados por las leyes…”

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 112


El artículo 1610 consagra seis casos de subrogación legal:
1. Acreedor que paga a otro de mejor derecho, art. 1610 Nº 1º.
2. Poseedor de inmueble que paga hipoteca, art. 1610 Nº 2º.
3. Tercero obligado solidaria o subsidiariamente, art. 1610 Nº 3º.
4. Heredero beneficiario que paga deudas hereditarias, art. 1610, Nº 4º.
5. Tercero que paga con consentimiento del deudor, art. 1610 Nº 5º.
6. Tercero que presta dinero al deudor para pagar y que consta en
escrituras públicas de préstamo y de pago, art. 1610 Nº 6º.

1. Acreedor que paga a otro con mejor derecho


Requiere:
 que el pago lo realice un tercero pero acreedor, no
cualquier tercero.
 que el pago se haga a un acreedor de mejor derecho.
 será de mejor derecho, si el crédito que el solvens se va
a subrogar goza de privilegio o hipoteca superiores a las que el
mismo tiene.
Privilegios, son las preferencias que gozan algunos créditos. La ley
establece distintas categorías, cinco en total, los pagos se efectúan de
acuerdo al orden de prelación que tiene cada crédito.

2. Poseedor de inmueble que paga hipoteca


Este numeral, el Nº 2º, se refiere a casos en que el tercero se ve
obligado a pagar una deuda que no le correspondía en virtud del carácter
real de la hipoteca.
Este tercero adquirió un inmueble hipotecado y para no verse despojado
se ve obligado a pagar aunque la deuda no era propia.
Requiere:
 que exista una compra de bien raíz,
 que el inmueble esté hipotecado,
 que se haga efectiva la hipoteca,
 que el tercero poseedor del bien hipotecado pague.

3. Tercero obligado solidaria o subsidiariamente


El precepto Nº 3º, se refiere a deudor subsidiario o fiador, es decir,
se trata de terceros obligados a la deuda y que tienen interés en
extinguirla.
El deudor solidario de acuerdo a la contribución a la deuda tendrá
acción de reembolso contra l os demás codeudores.
El deudor subsidiario o fiador tiene tres acciones contra el deudor
principal:
 la acción subrogatoria concedida por el art. 1610 Nº 3,
 la acción de reembolso que le concede el art. 2370,
 la acción subrogatoria del art. 2378 cuando el fiador a
pagado más de la cuota que le corresponde en la deuda.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 113


4. Heredero beneficiario que paga deudas de la herencia
La subrogación legal también opera a favor del heredero beneficiario
cuando con su propio dinero las deudas de la herencia, en circunstancias que
solo responde hasta la concurrencia de los montos que hubiere recibido de la
herencia.
Debido a una ficción jurídica este heredero concurre a la herencia con
dos calidades:
 como heredero, y
 como acreedor.

5. Tercero que paga con consentimiento del deudor


Esta situación tiene relación con el tercero que paga una deuda ajena
con el consentimiento del deudor, por lo tanto como constituye un mandato, y
en cuanto tal el mandatario debe ser reembolsado de los gastos ocasionados
por la ejecución del mandato, otorgándosele la acción de reembolso, art.
2158 Nº 2, además de la acción subrogatoria, propia de la subrogación legal
del art. 1610 Nº 5.

6. Tercero que presta dinero al deudor para pagar


La subrogación legal opera a favor del que ha prestado dinero al deudor
para el pago, es un caso especial porque el pago no lo hace un tercero, sino
el deudor con fondos que ha recibido en préstamo.
En este caso la subrogación recibe el nombre de SUBROGACIÓN CON
VOLUNTAD DEL DEUDOR.
Requisitos:
 Que el tercero facilite dinero al deudor. En la especie
se trata de un mutuo.
 Que el pago se efectúe al acreedor con esos dineros.
 Deben constar por escritura pública ambos hechos, esto es,
que el tercero ha prestado el dinero para el pago de una deuda
y que dicha deuda se pagó con ese dinero, sea que conste en una
o en dos escrituras públicas.

7. Otros casos de subrogación legal


1. El fiador que paga en exceso, art. 2378.
2. El tercer poseedor reconvenido para el pago de hipoteca y
paga, art. 2429.
3. El que hipoteca un inmueble propio por una deuda ajena y
la paga, art. 2430.
4. El que paga por error una deuda ajena, no puede repetir,
pero tiene las acciones del acreedor contra el deudor, art. 2295
inc. 2º.

Subrogación convencional
Esta clase de subrogación opera cuando existe acuerdo entre el acreedor y el
tercero que le paga, arts. 1611, 1574 (ver también art. 2291).
Artículo 1611. Se efectúa la subrogación en virtud de una convención del acreedor; cuando
éste, recibiendo de un tercero el pago de la deuda, le subroga voluntariamente en todos
los derechos y acciones que le corresponden como tal acreedor: la subrogación en este
caso está sujeta a la regla de la cesión de derechos, y debe hacerse en la carta de pago.
Artículo 1574. El que paga contra la voluntad del deudor, no tiene derecho para que el
deudor le reembolse lo pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente su acción.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 114


La subrogación convencional opera cuando no tiene lugar la subrogación
legal.

La subrogación convencional a que se refiere el art. 1611, dice relación con


la subrogación convencional por voluntad del acreedor.

EN NUESTRO DERECHO NO EXISTE LA SUBROGACIÓN CONVENCIONAL POR VOLUNTAD DEL


DEUDOR.

REQUISITOS
1º Voluntad del acreedor,
2º Tercero que pague,
3º Que el pago sea en el momento oportuno,
4º Que conste en la carta de pago,
5º Cumplir con solemnidades propias de la cesión de créditos,
distinguiendo entre el subrogante y el subrogado.

1º Voluntad del acreedor


La voluntad del acreedor debe ser expresa, no tiene cabida la voluntad
tácita, la ley no exige formalidad basta con que el ánimo del subrogado
quede claramente establecido.
Artículo 1612. La subrogación, tanto legal como convencional, traspasa al acreedor todos
los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas del antiguo, así contra el deudor
principal, como contra cualesquiera terceros, obligados solidaria o subsidiariamente a la
deuda.
Si el acreedor ha sido solamente pagado en parte, podrá ejercer sus derechos,
relativamente a lo que se le reste debiendo, con preferencia al que sólo ha pagado una
parte del crédito.

La subrogación puede ser total o parcial, dependiendo de si recibió el pago


total o solo en forma parcial, si el pago ha sido parcial, subroga solo en
esa parte.
NO SE REQUIERE LA VOLUNTAD DEL DEUDOR.

2º Que pague un tercero


El tercero que debe pagar tiene que ser totalmente extraño al vínculo
obligacional, significa que el tercero debe ser quien aporte los fondos.
El tercero NO puede pagar con fondos del deudor, porque en ese caso sería un
diputado o mandatario para efectuar el pago.

3º y 4º Pago en el momento oportuno y que conste en la carta de pago


Si estas exigencias no ocurren la obligación se extinguiría completamente y
no habría posibilidad alguna de subrogación.

5º Cumplir solemnidades
Se deben cumplir las solemnidades propias de la cesión de créditos, porque
así lo dispone el art. 1611, es decir, se perfecciona por la entrega del
título en que consta el crédito.
Respecto del deudor cedido y los terceros, la subrogación convencional se
perfecciona por la notificación o la aceptación, arts. 1901 y 1902.

Artículo 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no


tendrá efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
Artículo 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste.
Artículo 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se
verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 115


EFECTOS DE LA SUBROGACIÓN
Los efectos son los mismos para ambas subrogaciones, tanto legal como
convencional:
 se traspasan todos los derechos y acciones que tenía el acreedor
que recibió el pago, existentes al momento de la subrogación, al
tercero que efectuó el pago.
 el traspaso comprende las acciones, derechos, privilegios y
cauciones.
Las acciones y derechos son los que el acreedor tenía en el momento en
que se produzca la subrogación.
De esto se desprenden tres consecuencias:
1ª si la obligación constaba en el título ejecutivo, el tercero va a
poder demandar ejecutivamente, incluso puede adjudicarse en el
remate de la cosa embargada, del mismo modo que podría haberlo
hecho el acreedor primitivo.
2ª los plazos de prescripción continúan corriendo normalmente, no se
alteran.
3ª si el tercero pagó antes del vencimiento del plazo, sólo podrá
demandar cuando la obligación se haya hecho exigible.
4ª la deuda continúa devengando los mismos intereses y sujeta a la
misma cláusula penal, si había unos u otra.
5ª el tercero queda en la misma situación jurídica del acreedor
primitivo.
 los privilegios, art. 2470 inc. 2º, son inherentes a los
créditos, por lo que pasan junto con el derecho y la obligación al
tercero que paga.
 si las cauciones consisten en obligaciones accesorias también se
traspasan por el crédito al tercero subrogante, art. 1612 inc. 1º.
 el solvens tiene derecho a reclamar el título de la obligación y
como es un requisito para que opere la subrogación convencional se le
reconoce derecho y acción para exigir al acreedor a quien pagó a que
le entregue el título.
 el solvens puede renunciar tanto a la subrogación convencional
como a la legal.
 como la subrogación supone un pago se limitan a él sus efectos,
a lo efectivamente cumplido, en consecuencia, si el pago es parcial,
el acreedor conserva su crédito por la parte insoluta, y el subrogante
adquiere únicamente la porción pagada por él.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 116


PAGO DE LO NO DEBIDO

El pago de lo no debido, es un pago que carece de causa y autoriza para


ejercer acción restitutoria contra el que recibió el pago.
El Código Civil trata esta institución cuando se refiere a los
cuasicontratos, arts. 2995 y ss.
Habrá pago de lo no debido, cada vez que se pague una obligación
inexistente, o una extinguida, o cuando haya error en el pago, sea que el
error se haya producido en quien pagó o respecto de quien recibe el pago.

Requisitos
1º Que exista un pago,
2º Que exista error en el pago,
3º Que el pago carezca de causa.

1º Que exista un pago


Debe haber mediado un pago, es necesario que se haya cumplido una
obligación.
El código reglamenta solamente el pago indebido en relación a las
obligaciones de dar, sin aludir a las obligaciones de hacer.
Sin embargo, se estima que es evidente que también puede haber pago de
lo no debido en las obligaciones de hacer, pero por no estar reglamentado no
puede demandarse la restitución y el que pagó por error deberá ser
indemnizado.

2º Que exista error en el pago


El efectuarse el pago debe haberse hecho por error, donde la intención
del solvens es determinante porque dependiendo de esa intención puede darse
una novación o un pago con subrogación y no un pago de lo no debido.
El error en que se incurre al hacer el pago, según la doctrina, puede
asumir dos formas, pude haber un pago indebido objetivo o uno subjetivo.
Cuando se paga una deuda que no existe, el pago indebido es objetivo;
cuando el error se produce en la persona pagando a quien no es el acreedor,
o cuando se soluciona una deuda ajena creyendo que es propia, el pago de lo
no debido en este caso será sujetivo.
De manera que en el caso del pago de lo no debido objetivo, es
necesario determinar la intención de quién paga, porque si el que paga no
tenía intención de pagar en estricto rigor estaría donando.
En el caso de pago indebido subjetivo, si quien paga no está
incurriendo en error y pagaba a sabiendas que la deuda era ajena, habrá pago
con subrogación.
La ley exige error para el pago de lo no debido y sólo reglamenta esta
situación, luego, si ha habido fuerza o dolo, no hay pago de lo no debido,
sólo lo hay cuando hay error, sea éste de hecho o de derecho.
Ocurrido el error, sea de hecho o de derecho, los efectos son los
mismos, el que pagó puede repetir.

3º Que el pago carezca de causa


Para la persona que paga la deuda debe ser inexistente, la falta de
causa puede ser total o parcial.
Esto puede ocurrir en cuatro casos:
1º si se paga por quien no era el verdadero deudor. Hay una deuda
que existe pero es ajena.
2º se paga a quien no es el acreedor. La deuda existe pero el
acreedor era otro, en este caso “el que paga mal paga mal paga
doble”.
3º se paga una deuda inexistente,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 117


 porque nunca ha existido,
 porque existió pero se extinguió.
En ambos casos el pago carece de causa a menos que haya
dado origen a una obligación natural.
4º si el pago es excesivo. El exceso carece de causa y será un
pago de lo no debido, por lo tanto puede repetir.

¿Qué tipo de obligaciones serán causa del pago? ¿Cuándo NO


habrá pago de lo no debido?
Cuando exista obligación civil pura y simple o bien natural.
Las obligaciones sujetas a plazo suspensivo son causa suficiente del pago.
Las obligaciones condicionales suspensivas pendientes no causa suficiente
del pago.

PRUEBA DEL PAGO DE LO NO DEBIDO


Se aplica la regla general, art. 1698, incumbe al que alega probar el pago
de lo no debido.
El que alega debe acreditar comprobando la concurrencia de los tres
requisitos.

Artículo 2295. Si el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene
derecho para repetir lo pagado.
Sin embargo, cuando una persona a consecuencia de un error suyo ha pagado una deuda ajena,
no tendrá derecho de repetición contra el que a consecuencia del pago ha suprimido o
cancelado un título necesario para el cobro de su crédito; pero podrá intentar contra el
deudor las acciones del acreedor.

El Código Civil se puso en la situación que pudiese ser compleja la prueba y


entrega dos reglas especiales, distinguiendo si el demandado confiesa
reconociendo el pago o si lo niega:
 si en el juicio el demandado reconoce,
el demandante sólo tiene que probar el error y la falta de causa.
 si el demandado niega el pago, pero si
el demandante acredita el pago se presume que el pago ha sido
indebido, no será necesario probar el error ni la falta de causa, art.
2298, se altera la carga de la prueba por la mala fe evidente de quien
niega el pago que realmente recibió.

Artículo 2298. Si el demandado confiesa el pago, el demandante debe probar que no era
debido.
Si el demandado niega el pago, toca al demandante probarlo; y probado, se presumirá
indebido.

EFECTOS DEL PAGO DE LO NO DEBIDO


Acreditada la concurrencia de los tres requisitos:
 quien recibió el pago deberá restituir
lo recibido indebidamente, el solvens tiene derecho a repetir contra
el accipiens mediante la acción de repetición.
 el que alega el pago de lo no debido
debe ejercer la acción de repetición y el objeto será la restitución
de lo pagado, la acción de repetición se asemeja a la nulidad en
cuanto queda sin efecto el pago efectuado, pero la acción de nulidad
ataca el acto mismo, en cambio, la acción de repetición da origen a la
restitución.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 118


Hay dos casos en que a pesar que concurren los tres requisitos no será
posible ejercer la acción de repetición:
 si quien recibió el pago, se le pagó con
una cosa y luego adquirió el dominio a través de la prescripción
adquisitiva.
 cuando se cancela o destruye el título
que era necesario para cobrar el crédito, art. 2295 inc. 2º.
En todo caso, puede, quien pagó, ejercer las acciones que tenía el
acreedor.

CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN DE REPETICIÓN


 personal, pues emana del crédito.
 patrimonial, porque es avaluable en dinero.
 cedible.
 transmisible.
 mueble o inmueble.
 renunciable.
 prescriptible, de acuerdo a las reglas generales,
prescribe en 5 años, contado el plazo desde que se hizo
exigible la obligación.

EFECTOS DE LA ACCIÓN DE REPETICIÓN


Cuando el tribunal acoge la acción de repetición, debe procederse a
restituir a quien pagó indebidamente. Para esto se debe distinguir entre
acreedores de buena fe y de mala fe, además, el código distingue entre los
terceros adquirentes y un caso especial con relación a la compraventa.

Adquirentes de buena fe
Si quien recibió el pago estaba de buena fe, pues creía que el pago se le
debía, que el pago era legítimo, se debe distinguir respecto de lo recibido:
- si recibió dinero u otra cosa fungible, o
- si recibió otra especie o cuerpo cierto.

Si quien recibió el pago y lo recibido fue dinero u otra cosa fungible, se


debe restituir igual cantidad del mismo género y calidad.
Si lo recibido fue dinero no se deben intereses corrientes.
Si recibió otra especie o cuerpo cierto debe restituir la misma especie o
cuerpo cierto. Como está de buena fe no responde de los deterioros ni de la
pérdida de la cosa, incluso si ésta se perdió por su negligencia, a menos
que se haya hecho más rico, art. 2301 inc. 1º.
Respecto de la restitución de los frutos, mejoras y aumentos, el código no
se pronuncia, pero la doctrina está conteste en que se aplican las reglas de
las prestaciones mutuas a propósito de la acción reivindicatoria, es decir,
no se deben los frutos antes de la contestación de la demanda.
Se deben pagar las mejoras siempre que sean convenidas.
Se deben devolver los materiales de las mejoras voluptuarias.
Los aumentos de la cosa pertenecen al dueño de la cosa y no está obligado a
pagar en razón de ello.

Adquirentes de mala fe
Si el acreedor está de mala fe, se hacen las mismas distinciones, la
diferencia está en que si lo recibido fue dinero, también debe pagar
intereses corrientes.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 119


Si el acreedor está de mala fe y recibe especie o cuerpo cierto SÍ adquiere
todas las responsabilidades del poseedor vencido de mala fe, SÍ responde de
los deterioros o pérdida de la cosa que ocurran por su hecho o culpa.
El que recibió estando de mala fe también debe restituir todos los frutos
percibidos descontando el costo; tiene derecho al abono de las mejoras
necesarias y a retirar los materiales de las útiles y de las voluptuarias.

Terceros Adquirentes
Respecto de los terceros adquirentes, el código distingue entre si son a
título gratuito u oneroso y si actúa el 3º adquirente de buena o mala fe, si
el derecho deriva de quien recibió el pago indebido.
Si el 3º adquirente recibió a título gratuito debe restituir siempre, porque
no hizo ningún sacrificio pecuniario para obtener la cosa.
La buena fe tiene efecto en la restitución de frutos, mejoras y aumentos.
Si el 3º adquirente adquiere a título oneroso, importa la buena o mala fe.
Si el 3º adquirente está de buena fe NO hay lugar a la acción de repetición,
no se puede reivindicar, quien efectuó el pago indebido sólo puede accionar
en contra de quien lo recibió persiguiendo la indemnización de perjuicios.
Si el 3º adquirente está de mala fe hay lugar a la acción reivindicatoria.

Caso especial en el contrato de compraventa


El art. 2302, se refiere a quien habiendo recibido una especie en pago como
debida sin serlo, la vende; en este caso, se distingue, entre, si quien
recibió el pago estaba de buena fe, y si quien recibió el pago estaba de
mala fe, en ambos casos al momento de vender la cosa.
Si estaba de buena fe solo está obligado a restituir el precio recibido y a
ceder las acciones contra el comprador que no le haya pagado íntegramente.
Si quien recibió estaba de mala fe al vender está obligado al igual que el
poseedor que dolosamente deja de poseer. Esto implica que se aplica el art.
900, es decir, se puede intentar la acción de dominio como si actualmente
poseyese, por lo que está obligado a recuperarla y si no lo logra debe
indemnizar de todo perjuicio y responde como el poseedor de mala fe respecto
de los frutos y deterioros de la cosa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 120


DACIÓN EN PAGO

La dación en pago consiste en que por un acuerdo del acreedor y deudor la


obligación se cumple con un objeto distinto al debido.

Fundamento
Según el art. 1591 el acreedor no puede ser obligado a recibir otra cosa que
la debida, pero esto no obsta a que el acreedor SÍ pueda consentir ser
pagado con un objeto distinto al debido, obteniendo la satisfacción del
crédito, y liberando al deudor. Constituye un pago por equivalencia
voluntario, una convención, porque el acuerdo de ambas partes determina
extinguir la obligación.

Naturaleza jurídica
La dación en pago es un título traslaticio de dominio.

Importancia jurídica
Si hubo evicción no se puede hacer revivir la obligación primitiva.
El acreedor solo podrá sanear la evicción de la cosa que recibió en pago.
La dación en pago es una novación por cambio de objeto.

Requisitos
1. Debe existir una obligación civil o natural que se va a
extinguir.
2. Que exista una diferencia entre la prestación debida
originalmente y la prestación con la que se paga (si el deudor paga lo que
debe, hay pago).

3. El acreedor debe consentir, art. 1569. Ambas partes deben


consentir.
4. Cuando la dación en pago consiste en la ejecución de una
obligación de dar quien paga debe ser capaz de enajenar.
5. Cumplir las solemnidades
legales si es que son procedentes
(escritura pública si el objeto es inmueble).
La dación en pago en si misma
no está sujeta a solemnidad alguna, es consensual. Pero si se trata
de dar una cosa como es título traslaticio de dominio deberá cumplir
los requisitos del acto que se trate.
6. Ánimo solvendi, intención de las partes de extinguir una
obligación anterior.

Efectos de la dación en pago


Los efectos son los mismos del pago:
- si la dación es total extingue totalmente la obligación.
- si es parcial la extingue parcialmente y subsiste en la parte
insoluta.

La obligación indivisible por el consentimiento del acreedor se puede hacer


divisible.

Artículo 1569. El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de la


obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las leyes.
El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a
pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 121


NOVACIÓN

Es un modo de extinguir las obligaciones que consiste en la substitución de


una nueva obligación a otra anterior la cual queda extinguida, art. 1628.
NOVARE= cambiar, modificar.
El cambio consiste en que una obligación nueva substituye a la antigua, con
la particularidad que la nueva obligación debe ser distinta de la primera.
Una obligación muere y nace otra obligación distinta.
Al igual que en el caso del pago, la novación extingue la obligación, así
como la dación en pago.
La novación y el pago, se diferencian en que en el pago se realiza la
prestación debida.
La novación y la dación en pago, se diferencian en que en la dación en pago
se realiza una prestación distinta pero con el consentimiento del acreedor;
en cambio, en la novación se extingue la obligación porque nace una nueva
obligación.
La novación es un medio muy utilizado para la transferencia de las deudas
civiles, materia que no está expresamente regulada en el código.

Características

1. Es extintiva, porque en virtud de este modo al nacer una nueva


obligación se extingue la anterior. Destaca el hecho de la extinción
de la obligación anterior.
2. Es sustitutiva, porque en la novación no sólo se extingue la
obligación primitiva, sino que la que nace substituye a la obligación
primitiva. No modifica a la obligación anterior sino que la
sustituye.
3. Es convención y contrato a la vez, porque extingue la obligación
primitiva, y es contrato porque crea nuevo derecho y obligación.

Requisitos
1º Debe existir una obligación válida que esté destinada a
extinguirse, art. 1630, una obligación a lo menos natural.
La obligación que se va a novar es lo que induce a las partes a novar
la obligación.
Que la obligación sea a lo menos natural, se refiere a que si es nula
declarada judicialmente, se reputa no haber existido nunca, luego, no
se puede novar, y si hizo una novación, no es válida.
Si no existe una obligación válida, no existe causa para la novación.
El código en el art. 1633, agrega que si la obligación es
condicional, sujeta a condición suspensiva pendiente, para que pueda
haber novación tiene que haberse cumplido la condición. Aunque esta
regla es supletoria de la voluntad de las partes, porque ellas pueden
convenir que el primer contrato quede desde luego abolido sin
aguardar el cumplimiento de la condición pendiente, pero ante esta
situación no habría novación pues faltaría la substitución de una
obligación por otra.

2º Creación de una nueva obligación destinada a reemplazar a la


primera obligación.
Esta creación de una nueva obligación, es el objeto de la novación,
creada para reemplazar o substituir a la obligación primitiva, art.
1630. Tanto la obligación primitiva como la nueva deben ser válidas
a lo menos naturalmente.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 122


El art. 1633, estipula que si la nueva obligación es condicional
suspensiva y ésta falla, no hay novación porque no nació la
obligación.

3º Debe existir entre la obligación primitiva y la nueva


obligación, una diferencia substancial, que incluso haga
incompatibles a ambas obligaciones entre sí.
Si esto no ocurre, estaremos en presencia de una ratificación o
confirmación de la obligación.
Lo que debe variar para existir la diferencia substancial es el
acreedor, el deudor, el objeto o la causa.
De lo anterior se desprende que tenemos dos tipos de novación:

 la novación subjetiva= cambio de deudor o acreedor, y

 la novación objetiva= cambio de causa u objeto de la


obligación.

4º Capacidad para novar, requisito general de todo contrato es la


capacidad. Si las partes actúan por intermedio de mandatarios deben
tener facultad especial para concurrir a la novación que se trate, o
tener facultad de administrar libremente los negocios del comitente,
es decir, tener poder general de administración.

5º Ánimo de novar, animus novandi, la intención de las partes de


substituir la obligación antigua por una nueva obligación,
extinguiendo la primitiva.
Si no existe animus novandi, quedan subsistentes ambas obligaciones.
El animus novandi importa una declaración de voluntad que debe ser
expresa o tácita, pero nunca presunta arts. 1634 y 1635. En el caso
de la novación por cambio de deudor la manifestación de voluntad de
novar sólo puede ser expresa.

Artículo 1630. Para que sea válida la novación es necesario que tanto la obligación
primitiva como el contrato de novación sean válidos, a lo menos naturalmente.
Artículo 1633. Si la antigua obligación es pura y la nueva pende de una condición
suspensiva, o si, por el contrario, la antigua pende de una condición suspensiva y la
nueva es pura, no hay novación, mientras está pendiente la condición; y si la condición
llega a fallar, o si antes de su cumplimiento se extingue la obligación antigua, no habrá
novación.
Con todo, si las partes, al celebrar el segundo contrato, convienen en que el primero
quede desde luego abolido, sin aguardar el cumplimiento de la condición pendiente, se
estará a la voluntad de las partes.
Artículo 1634. Para que haya novación, es necesario que lo declaren las partes, o que
aparezca indudablemente, que su intención ha sido novar, porque la nueva obligación
envuelve la extinción de la antigua.
Si no aparece la intención de novar, se mirarán las dos obligaciones como coexistentes, y
valdrá la obligación primitiva en todo aquello en que la posterior no se opusiere a ella,
subsistiendo en esa parte los privilegios y cauciones de la primera.
Artículo 1635. La substitución de un deudor a otro no produce novación, si el acreedor no
expresa su voluntad de dar por libre al primitivo deudor. A falta de esta expresión, se
entenderá que el tercero es solamente diputado por el deudor para hacer el pago, o que
dicho tercero se obliga con él solidaria o subsidiariamente, según parezca deducirse del
tenor o espíritu del acto.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 123


Clases de novación
Objeto
Objetiva
Causa

Acreedor
Clases de
Perfecta o
Novación
Novatoria

Delegación
Imperfecta o
Subjetiva Acumulativa
o
Adpromisión

Deudor

Expromisión
Novatoria

Expromisión

Expromisión
Acumulativa
o
Adpromisión

Efectos de la novación
1º Extingue la obligación primitiva. La novación es convención y
contrato, como convención produce la extinción de la obligación
primitiva.

2º Extingue los accesorios. Crea una obligación distinta de la


primitiva a la que substituye y extingue. El código reglamenta a la
novación en cuanto modo de extinguir las obligaciones, estableciendo
un principio fundamental, LO QUE SE EXTINGUE ES LA OBLIGACIÓN
PRIMITIVA CON TODOS SUS ACCESORIOS.

El código precisa estos efectos de la novación como extintivos en los arts.


1640, 1641 y 1642.
- art. 1640, extinción de los intereses.
- art. 1641, extinción de los privilegios.
- art. 1642, extinción de las prendas e hipotecas.

Artículo 1640. De cualquier modo que se haga la novación, quedan por ella extinguidos los
intereses de la primera deuda, si no se expresa lo contrario.
Artículo 1641. Sea que la novación se opere por la substitución de un deudor o sin ella,
los privilegios de la primera deuda se extinguen por la novación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 124


Artículo 1642. Aunque la novación se opere sin la substitución de un deudor, las prendas
e hipotecas de la obligación primitiva no pasan a la obligación posterior, a menos que el
acreedor y el deudor convengan expresamente en la reserva.
Pero la reserva de las prendas e hipotecas de la obligación primitiva no vale cuando las
cosas empeñadas o hipotecadas pertenecen a terceros, que no acceden expresamente a la
segunda obligación.
Tampoco vale la reserva en lo que la segunda obligación tenga de más que la primera. Si,
por ejemplo, la primera deuda no producía intereses, y la segunda los produjere, la
hipoteca de la primera no se extenderá a los intereses.
Artículo 1644. En los casos y cuantía en que no puede tener efecto la reserva, podrán
renovarse las prendas e hipotecas; pero con las mismas formalidades que si se
constituyesen por primera vez, y su fecha será la que corresponda a la renovación.

Si la obligación primitiva devengaba intereses y se nova, el deudor de la


nueva no queda necesariamente obligado a pagarlos, quedan extinguidos pero
puede pactarlos.
Los privilegios que gozaba la obligación primitiva no pasan a la nueva
obligación, quedan extinguidos.
Las prendas e hipotecas que garantizaban el cumplimiento de la obligación
primitiva no pasan a la nueva obligación, por excepción, se permite a las
partes convenir la llamada RESERVA DE GARANTÍAS o DE ACCESORIOS, es decir,
las partes acuerdan que las prendas e hipotecas que garantizaban a la
primera obligación pasen a la segunda.
Además, se extinguen:
- las modalidades (plazo y condición) de la obligación primitiva, y
- la obligación de conservación de la especie o cuerpo cierto del
deudor primitivo, y
- cesa la mora del deudor primitivo desde que opera la novación.

RESERVA DE GARANTÍAS o DE ACCESORIOS


Es una convención entre acreedor y deudor en virtud de la cual, éstos cuando
han novado una obligación, acuerdan que las prendas o hipotecas que
garantizaban una obligación primitiva pasan a garantizar el cumplimiento de
la nueva obligación.
La reserva de garantías en el caso de las hipotecas tiene por objeto
conservar el grado de la hipoteca.
No es lo mismo, la reserva de garantías que la constitución de una nueva
hipoteca, porque a una nueva hipoteca el grado que le corresponde es el de
la inscripción en el Repertorio, por el contrario, la reserva de garantías
hace que la hipoteca mantenga el grado.

Limitaciones de la Reserva de Garantías


1ª Bienes empeñados o hipotecados de un tercero, art. 1642 inc. 2º, para que
la reserva tenga valor se requiere el consentimiento del tercero.
El legislador no acepta que varíe la obligación sin el consentimiento de
quienes pueden ser perjudicados por la modificación, se debe considerar
que el que constituyó el gravamen lo hizo para garantizar una obligación
y no otra distinta.
2ª La reserva de garantías no vale en lo que tenga demás la nueva
obligación respecto de la primera obligación, art. 1642 inc. 3º, es
decir, la reserva no cubre la parte en que la nueva deuda exceda a la
anterior. Porque ocasionaría un perjuicio en especial a los acreedores
hipotecarios de menor grado, y en general a todos los restantes
acreedores.
3ª Si la novación opera con la substitución de un nuevo deudor, los bienes
de éste no pueden verse afectados en virtud de la reserva, ni siquiera
por el consentimiento de este nuevo deudor, art. 1643 inc. 1º.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 125


Como la reserva consiste en mantener las garantías es evidente que deben
continuar afectando a los mismos bienes gravados y no a otros.
4ª En los casos que no es posible efectuar reserva de garantías, las
garantías pueden renovarse cumpliendo las mismas formalidades, pero la
fecha de la garantía será la de la nueva obligación, art. 1644.

Hay autores que agregan dos figuras jurídicas más:


 subsistencia de la responsabilidad de los codeudores solidarios
o subsidiarios (fiadores), siempre que accedan a la nueva obligación,
art. 1645, porque la novación los liberta de la obligación antigua.
 reserva de las acciones contra el primitivo deudor, art. 1637.

NOVACIÓN OBJETIVA y NOVACIÓN SUBJETIVA

Novación Objetiva
Si la novación es objetiva atiende al cambio de la prestación debida o
cambia la causa, no hay cambio de acreedor ni de deudor.
Si cambia la prestación debida, el deudor se obliga a realizar una
prestación distinta al acreedor (se debe una suma de dinero y se acuerda pagar
entregando una casa).

Cuando cambia la causa, lo que se modifica es el motivo que indujo a las


partes a contratar (como cuando en lugar de tener que pagar el precio en la compraventa,
lo que se debe cumplir es la obligación de restituir la suma que recibió ahora en préstamo
[mutuo]). No cambia ni la prestación ni los sujetos, sino que únicamente la
causa, esto es, el motivo jurídico por el cual una persona está ligada a
otra, aparentemente la obligación permanece invariable.
El cambio debe ser esencial, si es accidental NO HAY NOVACIÓN.
NO HAY NOVACIÓN:
1º Si se modifica el medio de prueba de la obligación o si se
modifica el tipo de instrumento en que consta la obligación.
2º Cuando se otorgan garantías nuevas que la obligación antigua no
tenía.
Sin embargo, hay una excepción, art. 1647, si la nueva obligación se
limita a imponer una pena, o sea, si se estipula una pena y sólo se
exige la pena HAY NOVACIÓN, pero si se exige el cumplimiento junto con
la pena NO HAY NOVACIÓN.
3º Si se cancelan garantías existentes.
4º Si se acuerda mutar el lugar en que debe hacerse el pago.
5º Si las partes amplían o reducen el plazo para el cumplimiento de
la obligación. Pero si se trata de una ampliación se produce el
efecto que las garantías constituidas para asegurar el cumplimiento se
liberan en la medida que no hayan accedido a la ampliación del plazo.
6º Cuando se altera el interés pactado o se pacta cuando no lo
había, art. 1649.
7º Cuando se añade o quita una especie o género o cantidad a la
primera obligación, art. 1646.

Novación Subjetiva
La novación es subjetiva por cambio del acreedor o del deudor, en el caso de
novación por cambio de deudor puede revestir las formas de:
 DELEGACIÓN, perfecta o imperfecta (acumulativa o adpromisión),
o
 EXPROMISIÓN, novatoria o acumulativa (adpromisión).

En la delegación perfecta y en la expromisión, HAY NOVACIÓN.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 126


En la delegación imperfecta y en la adpromisión, NO HAY NOVACIÓN.

Novación por cambio de acreedor


La novación por cambio de acreedor, art. 1631 Nº 2, tiene lugar cuando
se contrae una nueva obligación por el deudor respecto de un nuevo acreedor
consintiendo el primer acreedor en dar por libre al deudor.
Generalmente este tipo de novación se presenta cuando el nuevo acreedor sea
a su vez acreedor del primitivo acreedor. El nuevo acreedor substituye al
primero, pero el deudor ve extinguida su obligación con el primer acreedor
pero nace una nueva obligación con el segundo acreedor.
Todos, deudor, primer acreedor y segundo acreedor, deben consentir en la
novación, triple consentimiento.

Requisitos

1º Debe consentir el primitivo acreedor, quien declarará que


libera de la obligación al deudor, la ley dice que si el primer
acreedor se limita a diputar a un tercero, mandatarlo, para el
cobro, NO HAY NOVACIÓN, art. 1632 inc. 1º.

2º Debe consentir el deudor, porque contrae una nueva


obligación, por lo mismo la ley dispone que no hay novación si
simplemente el tercero se subroga en los derechos del acreedor,
art. 1632 inc. 2º, porque NO HAY NOVACIÓN, sólo hay subrogación.

3º Debe consentir el nuevo acreedor, que es el tercero que


manifiesta su voluntad de constituirse en acreedor.

Novación por cambio de deudor


La novación por cambio de deudor tiene lugar cuando un nuevo deudor
sustituye al antiguo que queda libre de la obligación.
Se mantienen sin variación el acreedor y la protección debida.
Este tipo de novación es la que se utiliza en Chile para perfeccionar la
cesión o asunción de deudas, materia que no está expresamente regulada, es
de creación doctrinaria.
En la novación por cambio de deudor, es fundamental destacar que no se
requiere el consentimiento del primitivo deudor, art. 1631 inc. 2º, sólo son
necesarios el consentimiento del nuevo deudor y el del acreedor, doble
consentimiento.

Requisitos

1º El acreedor debe manifestar su voluntad de dar por libre


al deudor.
Si el acreedor no da por libre al primer deudor, NO EXISTE
NOVACIÓN, el nuevo deudor no es tal, sólo será un diputado para
el pago, o un deudor subsidiario, dependiendo del tenor de la
obligación, art. 1635.
La novación por cambio de deudor significa que si el acreedor
acepta que le pague el nuevo deudor, HAY NOVACIÓN, y también
nuevo deudor, sino será un diputado para el pago (compraventa con
hipoteca).

2º El nuevo deudor debe prestar su consentimiento, si no lo


hace, NO HAY NOVACIÓN, lo único que habrá será una cesión de
acciones del primitivo deudor a su acreedor, art. 1636.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 127


Los efectos se rigen por las normas de la cesión de acciones, no
por las de la novación porque no la hay, supone que el primitivo
deudor sea a su vez acreedor del nuevo deudor.

No se requiere el consentimiento del primitivo deudor, aunque SÍ puede


darlo

Si el primitivo deudor da su consentimiento hay una DELEGACIÓN.


Si el primer deudor no da su consentimiento hay una EXPROMISIÓN.

La delegación es una novación subjetiva por cambio de deudor cuando el


primer deudor manifiesta su consentimiento en la novación, art. 1631 inc. 2º
parte final.
Esta delegación puede ser perfecta o imperfecta.
Es delegación perfecta o delegación novatoria cuando el acreedor SÍ
consiente en dar por libre al primer deudor, en cuyo caso HAY NOVACIÓN.
Es delegación imperfecta (llamada también acumulativa) cuando el acreedor NO
consiente en dar por libre al deudor primitivo, por lo tanto NO HAY
NOVACIÓN. Cuando no hay liberación del deudor antiguo se habla también de
ADPROMISIÓN.
La expromisión, en cambio, es una novación subjetiva por cambio de deudor
en que el primer deudor no da su consentimiento y el acreedor puede o no dar
por libre al primer deudor.
En la expromisión si el acreedor da por libre al deudor primitivo, HAY
NOVACIÓN.
En caso contrario, si el acreedor no consiente en dar por libre al primer
deudor, NO HAY NOVACIÓN, en este caso hablaremos de ADPROMISIÓN.
Entonces hablamos de adpromisión cuando hay delegación imperfecta o
acumulativa y cuando se produce la expromisión acumulativa o no novatoria,
es decir, porque en ambos casos no se produce la liberación del deudor
antiguo o primitivo, luego no hay novación en ninguno de ellos.

Cuando se produce novación los efectos son los mismos para todos los casos

DELEGACIÓN NOVATORIA
La delegación novatoria es la substitución de un deudor por otro en la que
concurre el consentimiento del deudor primitivo (si no existe este consentimiento
habrá una expromisión).

Personas que intervienen


 el delegatario, que es el acreedor;
 el delegante, que es el primitivo deudor; y
 el delegado, que es el nuevo deudor, quien substituye al antiguo
deudor con su consentimiento.
Para que exista delegación novatoria sólo se requiere que el delegante sea
el deudor del delegatario, pero no se requiere que el delegado sea deudor
del delegante.

Requisitos de la delegación novatoria


 debe consentir el deudor primitivo.
 debe consentir el nuevo deudor.
 debe consentir el acreedor, en cuanto da por libre al antiguo
deudor, debe hacerlo en forma expresa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 128


Puede suceder que el delegado, nuevo deudor, caiga en insolvencia, ¿de
quién es el riesgo de la insolvencia?, por regla general este riesgo
es del delegatario, aunque tiene tres excepciones, art. 1637:
a. si hubo reserva de acciones de parte del delegatario
contra el deudor primitivo, delegante.
b. si la insolvencia del delegado era anterior y pública.
c. si la insolvencia era anterior y conocida del deudor
delegante.

El código reglamenta dos situaciones, arts. 1638 y 1639, que se refieren:

1ª Al caso en que el delegado creía ser deudor del delegante pero no


lo era, art. 1638, se asume que en una novación por cambio de deudor la
iniciativa la puede tomar el delegado y se va a obligar para con el acreedor
porque puede pensar que era deudor del delegante, pero si en definitiva no
lo era se aplica esta norma del art. 1638.
El delegado, nuevo deudor, debe cumplir de todas formas la obligación para
con el delegatario, sin embargo, el delegatario tiene el derecho de compeler
al delegante para que cumpla y tiene derecho para obtener la restitución de
lo que haya pagado.

2ª La otra situación se encuentra en el art. 1639, aquí el


legislador se pone en la situación que el delegante pensó que era deudor del
delegatario, pero si no lo es NO queda obligado, pero si este delegado paga
extingue su propia obligación con su acreedor.
El delegante podrá repetir contra el delegatario como si el mismo hubiese
pagado, hay pago de lo no debido.

Artículo 1638. El que delegado por alguien de quien creía ser deudor y no lo era, promete
al acreedor de éste pagarle para libertarse de la falsa deuda, es obligado al cumplimiento
de su promesa; pero le quedará a salvo su derecho contra el delegante para que pague por
él, o le reembolse lo pagado.
Artículo 1639. El que fue delegado por alguien que se creía deudor y no lo era, no es
obligado al acreedor, y si paga en el concepto de ser verdadera la deuda, se halla para
con el delegante en el mismo caso que si la deuda hubiera sido verdadera, quedando a salvo
su derecho al delegante para la restitución de lo indebidamente pagado.

DIFERENCIAS ENTRE LA NOVACIÓN POR CAMBIO DE ACREEDOR, PAGO CON


SUBROGACIÓN Y CESIÓN DE CRÉDITOS
En el código hay sólo tres formas de actos entre vivos a través de los
cuales un nuevo acreedor puede substituir a otro en el vínculo obligacional,
tales son:
Novación por Cambio de Acreedor,
Pago con Subrogación, y
Cesión de Créditos.

Entre el pago con subrogación y la cesión de créditos, versus la novación


por cambio de acreedor, hay una diferencia fundamental, radica en que el
pago con subrogación y en la cesión de créditos lo que se traspasa es el
crédito original, es la misma y primitiva obligación existente entre las
partes la que pasa al nuevo acreedor con todos sus privilegios, prendas e
hipotecas.

En la novación por cambio de acreedor no se traspasan los privilegios,


prendas e hipotecas, porque la obligación primitiva se extingue, el acreedor
obtiene una nueva obligación. De esto se derivan consecuencias:

1ª En el pago con subrogación y en la cesión de créditos se


traspasa la obligación con todos sus privilegios y garantías.
En la novación por cambio de acreedor por haber una obligación nueva
y porque el efecto propio de la novación extingue privilegios,
prendas e hipotecas, no se hace el traspaso con los accesorios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 129


2ª En cuanto a cómo se perfeccionan estas instituciones, si el pago
con subrogación es legal opera de pleno derecho.
En tanto que en la subrogación convencional y en la cesión de
créditos para su perfeccionamiento se requiere la notificación del
deudor.
En el caso de la novación por cambio de acreedor SÍ se requiere el
consentimiento tanto del primer acreedor como del nuevo acreedor y
del deudor.

3ª En cuanto a las excepciones que puede oponer el deudor, en el


pago con subrogación y en la cesión de créditos, el deudor puede
oponer todas las excepciones que tenía con el antiguo acreedor.
En la novación por cambio de acreedor no puede oponer las
excepciones que tenía el primitivo acreedor por haberse extinguido
la obligación.

4ª La principal diferencia entre la novación por cambio de acreedor


y la cesión de deudas o asunción de deudas, radica en que en esta
última un nuevo deudor sustituye al antiguo deudor en el vínculo
obligacional traspasándose la deuda por un acto entre vivos, es lo
mismo que en la novación pero desde el punto de vista pasivo, se
traspasa la deuda.
La diferencia es fundamental porque estriba en que en la asunción de
deudas el nuevo deudor reemplaza al antiguo en la obligación
primitiva, es decir, lo substituye en la obligación con todos los
accesorios que la obligación tenga.
En cambio en la novación por cambio de acreedor la obligación
primitiva se extingue y nace una nueva obligación, y junto con
extinguir la antigua obligación se extinguen todos los accesorios,
luego, la situación del nuevo deudor es distinta comparada con la
asunción de deudas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 130


ASUNCIÓN DE DEUDAS o CESIÓN DE DEUDAS

Ésta es una institución en pleno desarrollo en la doctrina tanto nacional


como en el derecho comparado (léase, alemán, italiano, suizo).
En esta figura jurídica se está frente a una substitución de un deudor nuevo
por uno antiguo que reemplaza al anterior en la misma obligación, donde
queda liberado el deudor antiguo.
Destaca en esta institución, a diferencia de la novación, en que el
reemplazo del deudor se produce en la misma obligación.
Esto debiera significar que la obligación asumida por el nuevo deudor se le
traspasase con todos sus accesorios junto con las excepciones del antiguo
deudor, pero esto no ocurre así.
En la asunción de deudas o cesión de deudas no ocurre lo anterior en virtud
de tres principios:

1º En la asunción de deudas siempre se requiere el consentimiento


del acreedor, porque a éste no le da lo mismo tener a uno u otro
deudor, le convendrá tener a uno u otro según cual sea su capacidad
patrimonial para responder de sus obligaciones.

2º El traspaso de la obligación del antiguo al nuevo deudor no


comprende las cauciones reales y personales que garantizaban la
obligación primitiva, porque el nuevo deudor pasa a responder sin
que forzosamente deba asumir obligaciones accesorias en las que no
intervino.

3º El nuevo deudor no puede oponer las excepciones que tenía contra


el acreedor el deudor primitivo.

La doctrina discute si el nuevo deudor puede o no oponer excepciones


personales propias.
En el derecho comparado -alemanes, italianos suizos- han reglamentado la
asunción de deudas.
El derecho clásico, chileno incluido, no contempla esta institución, lo que
sí se reglamenta es la substitución de un deudor por otro pero extinguiendo
la obligación, es decir, la novación subjetiva por cambio de deudor.

En la asunción de deudas es la misma obligación la que se traspasa, no hay


una nueva obligación.

FORMAS QUE PUEDE ASUMIR LA ASUNCIÓN DE DEUDAS


Según Abeliuk pueden ser varias:
1ª Convención entre todas las partes, nuevo deudor, antiguo deudor
y acreedor.
2ª Convención entre el nuevo deudor y el acreedor.
3ª Convención entre el antiguo deudor y el nuevo deudor.
4ª Convención entre el antiguo deudor y el acreedor.
5ª Acumulación de nuevo deudor o asunción acumulativa.
6ª Adquisición de un inmueble hipotecado.
7ª Adquisición de una universalidad.

La doctrina ni siquiera está de acuerdo en el nombre, si cesión o asunción


de deudas.
Si se aceptara el nombre de cesión de deudas no cabría la forma de
convención entre nuevo deudor y acreedor porque estaría ausente el cedente.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 131


Por esto se estima que sería más procedente llamarla asunción de deudas,
aunque en esta opción igualmente queda fuera una forma, la de convención
entre antiguo deudor y acreedor por faltar el nuevo deudor.

Iª Convención entre todas las partes


Esta es la forma más simple, se parece mucho a la delegación perfecta o
novatoria, pero a diferencia de ésta, en que se extingue una obligación
antigua y nace una nueva, en la asunción de deudas se traspasa la misma
obligación, aunque no se traspasan las cauciones ni los accesorios, ni puede
oponer el nuevo deudor las excepciones del antiguo deudor.
El acreedor aunque puede consentir no significa que libere al primitivo
deudor de la obligación, si liberara al primitivo deudor el acreedor se
quedaría sólo con el nuevo deudor; pero si no lo libera tendría un deudor
nuevo adicional, habría una asunción de deudas acumulativa.

IIª Convención entre el nuevo deudor y el acreedor


Esta forma de la asunción de deudas se parece a la expromisión,
novación subjetiva por cambio de deudor sin el consentimiento del deudor
primitivo, en este caso, si el acreedor consiente en dejar libre al
primitivo deudor habría una expromisión novatoria o perfecta donde EXISTE
NOVACIÓN.
Pero en la asunción de deudas sólo se exige el consentimiento del nuevo
deudor y el acreedor, traspasándose la obligación.
Si hubiera expromisión perfecta o novatoria se extinguiría la obligación
primitiva y nacería una nueva, en cambio en la asunción permanece la misma
obligación.

IIIª Convención entre el antiguo deudor y el nuevo deudor


Es un acuerdo entre el antiguo y el nuevo deudor en cuya virtud el
nuevo deudor asume el compromiso con el antiguo, no interviene el acreedor.
En este caso se requiere que el acreedor acepte la convención y libere al
primitivo deudor.
Si el acreedor no interviene liberando al deudor primitivo, la asunción de
deudas tendrá validez y subsistirá la obligación entre el nuevo y el antiguo
deudor de cumplir ambos la obligación.

IVª Convención entre el antiguo deudor y el acreedor


En esta forma la figura que se da es un acuerdo entre el antiguo
deudor y el acreedor, donde se estipula que un tercero que es el nuevo
deudor cumplirá con el acreedor, sin participar el nuevo deudor en la
convención, en todo caso se requiere que el nuevo deudor acepte la
convención.
El antiguo deudor sólo quedará liberado en la medida que el nuevo deudor
acepte la convención y por ende la obligación.

Vª Acumulación de nuevo deudor o asunción acumulativa


Esto ocurre exactamente en la delegación imperfecta, el acreedor no
consiente en dar por libre al deudor primitivo lo que acarrea que el nuevo
deudor se convertirá en un diputado o en un deudor solidario, según aparezca
en el título de la obligación.
El acreedor acumula un nuevo deudor, se queda con dos deudores.

VIª Adquisición de un inmueble hipotecado


Esto ocurre cuando se traba hipoteca sobre un inmueble a favor del
enajenante o a favor de un tercero.
La asunción de deudas puede efectuarse de las formas anteriores pero debe
reunir los requisitos de cada una de ellas según corresponda.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 132


VIIª Adquisición de una universalidad
Para el derecho comparado, universalidad, es sinónimo de sociedad o
empresa, en cuanto persona jurídica.
En la adquisición de universalidades se conservan las responsabilidades del
enajenante y también concurre el adquirente pero la responsabilidad del
adquirente está limitada hasta el monto de lo adquirido y el monto de los
derechos adquiridos.

LA ASUNCIÓN DE DEUDAS EN EL DERECHO CHILENO


La doctrina está dividida respecto a esta institución, unos la niegan, otros
la aceptan o afirman, y otros son eclécticos.
Por el SÍ están Claro Solar y Gonzalo Figueroa, por estimar que puede darse
en virtud de la autonomía de la voluntad y la libertad contractual.
Por el NO está Alessandri y la mayoría de los autores, porque estiman que el
legislador no la regula y que sólo podría aceptarse en dos casos que
contempla el código en los arts. 1962 y 1968 a propósito del contrato de
arrendamiento.
La postura ecléctica, la sostiene Abeliuk quien afirma que se debe tener
presente dos principios básicos contemplados por el Código Civil para la
novación por cambio de deudor:
1º En nuestro derecho el deudor primitivo sólo queda libre en
la medida que el acreedor lo de por libre, debiéndolo hacer en
forma expresa.
2º En nuestro derecho cuando se nova, la obligación en la
novación por cambio de deudor, se extinguen los accesorios a
menos que exista convención en contrario.
Si se consideran estos dos principios, según Abeliuk, hay formas de asunción
de deudas que podrían tener cabida en la medida que el acreedor libere al
deudor primitivo, pero hay otras formas del derecho comparado que no son
compatibles con los principios ni con el criterio de nuestro legislador que
considera que la obligación antigua siempre se extingue y nace una nueva.
Según don José Ignacio Palma, la autonomía de la voluntad no puede dar para
todo, el legislador impone criterios que no se pueden ignorar.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 133


COMPENSACIÓN

La compensación es un modo de extinguir las obligaciones recíprocas entre


las mismas personas hasta la concurrencia de la menor valor, arts. 1655 a
1664.
La ventaja y utilidad de la compensación como modo de extinguir es que
impide la circulación innecesaria de dinero y mercaderías en el cumplimiento
de las obligaciones.
Cumple con una suerte de garantía de las obligaciones, porque si soy deudor
de mi acreedor tengo seguridad que seré pagado vía compensación.

Clasificación
A. Legal,
B. Convencional, y
C. Judicial.

A. COMPENSACIÓN LEGAL
La compensación legal tiene su fuente en la ley, opera de pleno derecho
cuando concurren todos los requisitos legales, sin perjuicio de que opere de
pleno derecho debe ser alegada.

Requisitos
1º Ambas partes deben ser recíproca y personalmente deudores y
acreedores, como consecuencia:
a. no puede el deudor oponer en compensación el crédito de su
fiador, art. 1657 inc. 2º.
b. el deudor de un pupilo no puede oponer el crédito contra
el tutor por no ser personalmente acreedores y deudores, art.
1657 inc. 3º.
c. un codeudor solidario no puede oponer en compensación el
crédito de otro codeudor, salvo que se los haya cedido, art.
1657 inc. 4º.
Excepciones
1. El mandatario que opone en beneficio del mandante
en compensación un crédito propio, art. 1658.
2. En la cesión no aceptada por el deudor, es el
cedido quien puede oponer contra el cedente todos
los créditos que tenía antes de la notificación de
la cesión, aunque se hayan hecho exigibles después
de la notificación.

2º Ambas obligaciones deben ser análogas, ambas de dinero o de


cosas fungibles, o indeterminadas de igual género o calidad.

3º Ambas obligaciones deben ser líquidas, su existencia y monto


debe ser cierta; o que sea liquidable, es decir, fácilmente
determinable a través de operaciones aritméticas (una letra de cambio SÍ
es liquidable; una indemnización de perjuicios NO es liquidable).

4º Ambas obligaciones deben ser actualmente exigibles.


Respecto a las obligaciones a plazo el art. 1656 alude a la
CONCESIÓN DE ESPERAS, la que impide la compensación porque confiere
un nuevo plazo, luego, es una excepción que el ejecutado puede
oponer.
El PLAZO DE GRACIA no impide la compensación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 134


5º La compensación debe versar sobre bienes embargables, esto se
infiere del art. 1662, se sostiene que si se permitiera la
compensación sobre bienes inembargables se podría burlar la
inembargabilidad de algunos bienes establecida por la ley.

6º Las obligaciones que se compensan deben ser pagaderas en el


mismo lugar, art. 1664, salvo las obligaciones de dinero en que no
se exige que sean pagaderas en el mismo lugar, pero el que opone la
compensación debe considerar los gastos que ocasione la remesa del
dinero.

Artículo 1656. La compensación se opera por el solo ministerio de la ley y aun sin
conocimiento de los deudores; y ambas deudas se extinguen recíprocamente hasta la
concurrencia de sus valores, desde el momento que una y otra reúnen las calidades
siguientes:
1. Que sean ambas de dinero o de cosas fungibles o indeterminadas de igual género y
calidad;
2. Que ambas deudas sean líquidas;
3. Que ambas sean actualmente exigibles.
Las esperas concedidas al deudor impiden la compensación; pero esta disposición no se
aplica al plazo de gracia concedido por un acreedor a su deudor.
Artículo 1657. Para que haya lugar a la compensación es preciso que las dos partes sean
recíprocamente deudoras.
Así el deudor principal no puede oponer a su acreedor por vía de compensación lo que el
acreedor deba al fiador.
Ni requerido el deudor de un pupilo por el tutor o curador, puede oponerle por vía de
compensación lo que el tutor o curador le deba a él.
Ni requerido uno de varios deudores solidarios pueden compensar su deuda con los créditos
de sus codeudores contra el mismo acreedor, salvo que éstos se los hayan cedido.
Artículo 1658. El mandatario puede oponer al acreedor del mandante no sólo los créditos
de éste, sino sus propios créditos contra el mismo acreedor, prestando caución de que el
mandante dará por firme la compensación. Pero no puede compensar con lo que el mismo
mandatario debe a un tercero lo que éste debe al mandante, sino con voluntad del mandante.
Artículo 1659. El deudor que acepta sin reserva alguna la cesión que el acreedor haya
hecho de sus derechos a un tercero, no podrá oponer en compensación al cesionario los
créditos que antes de la aceptación hubiera podido oponer al cedente.
Si la cesión no ha sido aceptada, podrá el deudor oponer al cesionario todos los créditos
que antes de notificársele la cesión haya adquirido contra el cedente, aun cuando no
hubieren llegado a ser exigibles sino después de la notificación.
Artículo 1660. Sin embargo de efectuarse la compensación por el ministerio de la ley, el
deudor que no la alegare, ignorando un crédito que puede oponer a la deuda, conservará
junto con el crédito mismo las fianzas, privilegios, prendas e hipotecas constituidas para
su seguridad.
Artículo 1661. La compensación no puede tener lugar en perjuicio de los derechos de
tercero.
Así, embargado un crédito, no podrá el deudor compensarlo, en perjuicio del embargante,
por ningún crédito suyo adquirido después del embargo.
Artículo 1662. No puede oponerse compensación a la demanda de restitución de una cosa de
que su dueño ha sido injustamente despojado, ni a la demanda de restitución de un
depósito, o de un comodato, aun cuando, perdida la cosa, sólo subsista la obligación de
pagarla en dinero.
Tampoco podrá oponerse compensación a la demanda de indemnización por un acto de violencia
o fraude, ni a la demanda de alimentos no embargables.
Artículo 1663. Cuando hay muchas deudas compensables, deben seguirse para la compensación
las mismas reglas que para la imputación del pago.
Artículo 1664. Cuando ambas deudas no son pagaderas en un mismo lugar, ninguna de las
partes puede oponer la compensación, a menos que una y otra deuda sean de dinero, y que el
que opone la compensación tome en cuenta los costos de la remesa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 135


Cumplidos todos los requisitos, la compensación opera por el solo ministerio
de la ley, incluso sin el conocimiento de los respectivos deudores.

No obstante, aunque estén cumplidos todos los requisitos, hay algunas


excepciones:

1ª No puede oponerse a la demanda de restitución de cosa cuyo dueño


ha sido injustamente despojado. Es un caso de difícil ocurrencia,
porque versa sobre una especie o cuerpo cierto los que no son
compensables, se admite que excepcionalmente podría darse en el caso
de hurto de dinero o de cosas fungibles, art. 1662 inc. 1º 1ª parte.

2ª No puede oponerse en el depósito o comodato porque versa sobre


especie o cuerpo cierto, art. 1662 inc. 1º 2ª parte,
excepcionalmente podría darse en el caso del depósito irregular.

3ª No puede oponerse a la indemnización por acto de violencia o


fraude, art. 1662 inc. 2º.

4ª No procede cuando se trata de alimentos que tienen el carácter


de NO embargables (los que se deben por ley a ciertas personas art. 321), no
todos los alimentos son inembargables; los voluntarios son
embargables y también son compensables, así como también lo son los
alimentos devengados, atrasados.

5ª No puede operar en perjuicio de terceros, de esto se derivan dos


consecuencias jurídicas:

a. no puede oponerse la compensación en perjuicio del


embargante por algún crédito adquirido por el deudor
después del embargo, art. 1661 inc. 2º.

b. según el art. 69 de la Ley de Quiebras, declarada la


quiebra no pueden ser compensadas las obligaciones con las
de sus acreedores.

Efectos de la compensación legal

1. Opera de pleno derecho, por el solo ministerio de la ley.

2. Extingue las obligaciones recíprocas hasta la concurrencia de la


de menor valor, junto con los accesorios (intereses, prendas, hipotecas,
fianzas) aún sin el consentimiento de los deudores, lo que acarrea las
siguientes consecuencias:
a. La compensación es el único modo de extinguir que
puede operar por el solo ministerio de la ley entre
incapaces.
b. Si la compensación se opone como excepción en un
juicio una vez declarada judicialmente opera con efecto
retroactivo, se retrotraen los efectos al momento de
cumplirse todos los requisitos que hacen operar la
compensación.
c. La sentencia que acoge la compensación es
declarativa.

3. Debe ser alegada, cualquiera de las partes puede oponerla en el


juicio.

4. La prenda y la hipoteca son garantías indivisibles y si la


compensación importa la parcialidad del pago, arts. 2405 y 2408, no se
extinguen hasta que sea pagada la deuda completamente.

Renuncia de la compensación

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 136


Es un modo de extinguir que mira sólo al interés particular de las partes
por lo que puede ser renunciada, incluso en forma anticipada, o después de
haber operado.

La renuncia puede ser expresa o tácita.


Es expresa, cuando se manifiesta en términos explícitos, directos por las
partes.
Es tácita, cuando se infiere de la conducta de las partes.

El art. 1659 que trata de la cesión de créditos regula dos casos en que
tácitamente se manifiesta la voluntad en torno a la compensación:
1º si la cesión ha operado con la aceptación del deudor, y
2º si la cesión ha operado sólo con la notificación del
deudor.

1º Si la cesión de derechos opera con la aceptación del deudor y éste


además no ha hecho ninguna reserva, no podrá el cedido oponer en
compensación al cesionario los créditos que hubiese podido oponer al cedente
antes de la aceptación. NO PUEDE.
2º Si la cesión de derechos opera en virtud de la notificación y la
cesión no ha sido aceptada, el deudor puede oponer al cesionario todos los
créditos que tenía contra el cedente antes de la notificación de la cesión,
incluso los que se hayan hecho exigibles después de la notificación. SÍ
PUEDE.

B. COMPENSACIÓN CONVENCIONAL
La compensación convencional opera por acuerdo de las partes,
recíprocamente entre acreedor y deudor, cuando no se ha cumplido todos los
requisitos exigidos por la ley para que opere la compensación legal.
Algunos autores estiman que más que compensación opera el mutuo
consentimiento de las partes.

C. COMPENSACIÓN JUDICIAL
La compensación judicial es la que declara el juez al dictar sentencia
y pronunciarse sobre la excepción o demanda reconvencional deducida por el
demandado contra el demandante.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 137


CONFUSIÓN

Es un modo de extinguir las obligaciones que se verifica cuando en una misma


persona se reúnen la calidad de acreedor y de deudor.
Tendrá lugar:
 cuando el deudor hereda al acreedor, o éste le lega el crédito.
 cuando el acreedor es heredero del deudor.
 cuando un tercero es a la vez heredero del acreedor y del
deudor.
Opera de pleno derecho.
Produce los mismos efectos que el pago de las obligaciones, art. 1665, opera
en toda clase e obligaciones y entre toda clase de personas.
Puede ser total o parcial, según si se extingue toda o solo parcialmente la
obligación.
El art. 1666, se refiere a la confusión en relación a obligaciones
garantizadas con fianza. La fianza muere en el momento que la obligación
principal se extingue, pero la extinción de la fianza no extingue a la
obligación principal.
En relación a las deudas solidarias, el art. 1668 señala que:
 si hay confusión entre uno de varios deudores solidarios y el
acreedor, podrá el deudor confundido repetir contra cada uno de sus
codeudores por la parte o cuota que les corresponda en la deuda.
 si hay confusión entre uno de varios acreedores solidarios y el
deudor, el acreedor confundido estará obligado a pagar a sus
coacreedores la parte o cuota que les corresponda en el crédito.

En ambos casos la obligación se extingue totalmente.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 138


2º EFECTO – LAS OBLIGACIONES EN EL INCUMPLIMIENTO

Si la obligación se cumplió es porque se pagó, si se incumplió, es porque no


hubo pago, la prestación debida no se satisfizo en forma íntegra y oportuna.

Clasificación del incumplimiento

1. Voluntario – Involuntario.
2. Total – Parcial.
3. Definitivo – Temporal.

1º Voluntario o Involuntario
El incumplimiento será voluntario cuando se deba a un hecho o culpa del
deudor, por su propia voluntad.
Será involuntario cuando el incumplimiento sea sin que haya intervenido
su voluntad.
Cuando el incumplimiento es involuntario, por regla general, no se va a
originar responsabilidad para el deudor.

En relación con el incumplimiento voluntario pueden darse varias


situaciones:

1ª Hay dolo o culpa del deudor, el incumplimiento es


imputable al deudor y nace su responsabilidad civil.

2ª Hay acuerdo con el acreedor para incumplir, no nace


responsabilidad para el deudor porque el acreedor prestó su
consentimiento (novación, remisión, transacción).

3ª El deudor justifica su incumplimiento alegando que el


acreedor tampoco cumplió sus obligaciones (excepción de contrato no
cumplido).

4ª Se verificó algún modo que extinguió su obligación,


liberándolo, sea porque el modo afectó al vínculo jurídico o a
la obligación que nació del vínculo jurídico (nulidad y
prescripción extintiva), no nace responsabilidad para el deudor.

Si el incumplimiento es involuntario habrá un hecho ajeno a la


voluntad del deudor en virtud del cual se produjo el incumplimiento (fuerza
mayor y caso fortuito), ante estos hechos que generan el incumplimiento de la
obligación, la responsabilidad del deudor se va a extinguir.
Si el hecho que impide el cumplimiento ajeno al deudor sólo es
obstáculo parcial, una vez que este obstáculo desaparezca el deudor podrá
pagar pero con retraso o retardo, que no genera responsabilidad por ser
involuntario.

2º Total o Parcial
El incumplimiento total se verifica cuando la obligación no se ha
ejecutado o cumplido en ninguna de sus partes.

El incumplimiento parcial, se presenta en las dos situaciones que


señala el art. 1556:
1ª la obligación no se cumple perfectamente, su
cumplimiento es imperfecto, y
2ª retardo en el cumplimiento de la obligación,
la obligación, SÍ se cumple pero en forma
atrasada.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 139


3º Definitivo o Temporal
El incumplimiento definitivo o temporal ocurre cuando la cosa se
destruye total o parcialmente antes del pago.
Si el deudor aún está en condiciones de realizar la prestación debida,
el incumplimiento será temporal.
La importancia de esta clasificación radica en que si el incumplimiento
es definitivo, el acreedor no podrá demandar el cumplimiento en
naturaleza, por existir la certeza que no se puede realizar, sólo puede
demandar el cumplimiento por equivalencia, es decir, la indemnización de
perjuicios.
La responsabilidad por incumplimiento no se genera siempre, para que
el deudor sea responsable el incumplimiento debe serle imputable, tiene que
deberse a un hecho o culpa del deudor.
Si el incumplimiento NO ES imputable al deudor la obligación se
extingue sin responsabilidad para él.
Si el incumplimiento SÍ ES imputable al deudor, por deberse a hecho
culpa suya, el acreedor podrá demandar el cumplimiento o la indemnización de
perjuicios, con la excepción de los casos que la obligación no se pueda
exigir dada su naturaleza.

Prueba del cumplimiento


Quien debe probar las obligaciones o su extinción, es el que alega lo uno o
lo otro, art. 1698.
Al acreedor le corresponde probar sólo la existencia de la obligación, no
debe probar el incumplimiento.
El deudor es quien debe probar la extinción de la obligación.
Si el deudor es quien debe probar la existencia de la obligación, implica
una presunción legal de imputabilidad legal de la obligación, o sea, la ley
presume que el incumplimiento se debe a culpa del deudor, por ello el
acreedor no debe probar el incumplimiento sino que corresponde al deudor
probar que cumplió y en caso que no pudo cumplir debe probar que el
incumplimiento no les es imputable, que éste se debe a caso fortuito o a
fuerza mayor, arts. 1698, 1547 inc. 3º y 1671.

Artículo 1698 inc. 1º. Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega
aquéllas o ésta.
Artículo 1547 inc. 3º. La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido
emplearlo; la prueba del caso fortuito al que lo alega.
Artículo 1671. Siempre que la cosa perece en poder del deudor, se presume que ha sido por
hecho o por culpa suya.

Si el deudor quiere probar que el incumplimiento no le es imputable y que


por ello no tiene responsabilidad, debe destruir la presunción de
imputabilidad, demostrando la debida diligencia y probando la fuerza mayor o
el caso fortuito.
Si el incumplimiento es imputable al deudor (culpa o dolo) nacen para el
acreedor dos derechos fundamentales:
1. Derecho a exigir la ejecución forzada de la obligación, el
acreedor va a demandar al deudor para que con el auxilio de la
autoridad realice la prestación debida.
2. Derecho a demandar la indemnización de perjuicios, por ser
el incumplimiento definitivo por la imposibilidad de cumplir
la obligación por naturaleza.

La indemnización puede ser de dos tipos:


 Compensatoria, y

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 140


 Moratoria.

La indemnización compensatoria, es la que repara el perjuicio sufrido


cuando la obligación no se cumplió o se cumplió imperfectamente.

La indemnización moratoria, tiene por objeto reparar el perjuicio


sufrido por el acreedor cuando el deudor ha retardado el cumplimiento de la
obligación en forma injustificada.

La indemnización compensatoria equivale a demandar el cumplimiento de la


obligación.
El acreedor frente al incumplimiento del deudor y en la medida que sea
posible el cumplimiento en naturaleza de la obligación puede demandar la
ejecución forzada junto con la obligación moratoria.
El acreedor no puede demandar el cumplimiento de la obligación junto con la
indemnización compensatoria, porque habría un doble pago.
También el acreedor tendrá la posibilidad de demandar la resolución del
contrato si es que éste es bilateral.
Además, el acreedor frente al incumplimiento del deudor, puede excepcionarse
de cumplir sus propias obligaciones oponiendo la excepción de contrato no
cumplido.

Si el incumplimiento se debe a hecho o culpa del deudor, y el acreedor


demanda la ejecución forzada de la obligación, estará persiguiendo los
bienes del deudor para que cumpla con su obligación.
Esta facultad del acreedor para demandar el cumplimiento forzado de la
obligación sobre todos los bienes que integran el patrimonio del deudor,
esto es el denominado DERECHO DE PRENDA GENERAL DE LOS ACREEDORES, art.
2465.

Artículo 2465. Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su


ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros,
exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo 1618.

QUIEN SE OBLIGA, OBLIGA TODOS SUS BIENES

El derecho de prenda general significa que en virtud del nacimiento


del vínculo obligacional todos los bienes que integran el patrimonio del
deudor quedan gravados para satisfacer el cumplimiento de la obligación.
Sobre todo el conjunto de bienes del deudor puede el acreedor ejercer sus
derechos como tal por ser el titular del crédito. Con excepción de los
bienes inembargables que quedan excluidos de la acción del acreedor.
El art. 1618, señala cuáles son los bienes inembargables, pero esa lista no
es taxativa, también hay otros bienes que no se pueden embargar que están
señalados en otros cuerpos legales (art. 445 CPC; C del T; LOC de Municipalidades;
etc.).

Los bienes inembargables quedan fuera del alcance del derecho de prenda
general.
La denominación de la doctrina de “Derecho de Prenda General” de los
acreedores, ha sido criticada por muchos autores porque puede conducir a
equívocos, porque en el derecho civil existe un derecho real de prenda,
donde el acreedor puede pedir la realización para sí del bien empeñado o
hipotecado, donde habrá traslado del bien del deudor al patrimonio del
acreedor prendario.
En cambio, en el derecho de prenda general, no hay derecho real ni tampoco
hay desplazamiento de bienes hacia el patrimonio del acreedor.
El derecho de prenda general, es una garantía igualitaria, significa que
todos los bienes del deudor están afectos al cumplimiento de la obligación,
sin importar la fuente de la obligación (contrato, cuasicontrato, delito,
cuasidelito, ley).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 141


Este derecho de prenda general se adquiere por el sólo hecho de contraerse
la obligación, desde que nace.
No es requisito del derecho de prenda general que el deudor haga entrega de
los bienes, por el contrario, los bienes permanecen en el patrimonio del
deudor, quien los seguirá poseyendo y realizando todos los actos propios de
quien detenta el dominio.
El art. 2465 es la fuente del derecho de prenda general, se refiere a “Toda
obligación personal…”, esta expresión conduce a confusión porque parece
estar indicando que existen “obligaciones reales”, y en esta materia todas
las obligaciones son personales. Lo que el legislador quiso decir es que
sobre los bienes del deudor se pueden constituir derechos reales de
garantía, lo que no quiere decir que el titular de estas garantías sólo
pueda exigir el cumplimiento de esas obligaciones, sino que el acreedor a
pesar de tener prenda o hipoteca puede además perseguir el cumplimiento de
la obligación en los otros bienes del deudor, en el resto de sus bienes.
Cuando el acreedor persigue la ejecución de la prenda o hipoteca goza de
preferencia, lo que no ocurre cuando persigue al deudor en otros bienes, en
condición de acreedor valista.
El derecho de prenda general es una garantía de carácter universal e
ilimitada, porque queda comprometida la totalidad de los bienes del deudor,
sin embargo, hay dos casos en que el deudor sólo estará expuesto a cumplir
con un determinado bien y el resto de sus bienes no podrá ser perseguido:

1º El tercero poseedor del inmueble hipotecado o poseedor de la


cosa prendada.
El acreedor prendario o hipotecario sólo podrá perseguir el
bien en garantía pero el resto de los bienes del tercero no
quedan afectos a gravamen.

2º El tercero que da en hipoteca o prenda un bien propio en


garantía de deuda ajena.

Cuando el art. 2465 habla de perseguir bienes presentes o futuros, significa


que el acreedor puede perseguir todos los bienes del deudor tratándose de
los que estén dentro del patrimonio cuando el demandante exija el
cumplimiento de la obligación, porque no importa la constitución de un
derecho real de prenda y el deudor puede enajenar sus bienes, como
contrapartida, el legislador permite el acreedor que pueda perseguir los
futuros bienes o sea los que adquiera después del nacimiento de la
obligación.
El art. 2465 no distingue la fuente de la obligación, por lo que el acreedor
cualquiera que sea el origen de la obligación puede perseguirla en todos los
bienes del deudor.
El derecho de prenda general confiere una serie de derechos al acreedor
atendiendo la circunstancia de la responsabilidad patrimonial del deudor,
tales como, ejecución de los bienes, indemnización de perjuicios, derechos
auxiliares del acreedor (medidas conservativas, acción oblicua, acción pauliana,
beneficio de separación).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 142


PRELACIÓN DE CRÉDITOS

En virtud del derecho de prenda general que tienen los acreedores sobre la
totalidad del patrimonio del deudor, uno de los acreedores que esté en
condiciones de cobrar su crédito, perseguirá el patrimonio del deudor para
pagarse de su crédito con la realización (subasta o remate) de sus bienes.
Sin embargo, si son varios los acreedores que están ejecutando al deudor
puede ocurrir que alguno pretenda ser pagado preferencialmente. Dado que es
un conflicto esperable, el legislador estableció un sistema en cuya virtud
determinados créditos prefieren a otros y se pagan en forma preferente.
Todos los acreedores son llevados a un procedimiento universal de
liquidación de los bienes, en que todos ellos son realizados y con su
producto se les paga, íntegramente, si es posible, o a prorrata en caso
contrario, y con las causales de preferencia establecidas por la ley.
La prelación de créditos está reglamentada en los Arts. 2465 y ss. La regla
general en materia de multiplicidad de créditos es que los acreedores se
encuentran en situación de igualdad, ningún crédito prefiere a otro, por
excepción la ley establece un sistema de preferencias que significa que
algunos créditos se pagan antes que otros. No todos los créditos tienen
igual trascendencia e importancia.

Las causales de preferencia son sólo dos:


 el privilegio, y
 la hipoteca.

Rasgos principales de las causales de preferencia:

 sólo pueden estar establecidas en la ley (la convención que establece


preferencia carece de todo valor),
la ley es la única fuente.
 son inherentes al crédito, siguen al crédito, no obstante que el
crédito pase de un acreedor a otro, la causal de preferencia no se
pierde.
 no constituyen caución, porque no son una obligación accesoria
constituida para garantizar el crédito.
 no constituyen derecho real ni otorgan facultad para perseguir
los bienes del deudor en manos de terceros.
 son de derecho estricto, su interpretación debe ser restrictiva.
 son renunciables, pues están establecidas en el mero interés del
acreedor titular del crédito.
 no procede aplicarlas de oficio por el tribunal.
1ª Generales y Especiales.
2ª Las que pasan a terceros poseedores y Las que no pasan a
terceros poseedores.

Clasificación de las causales de preferencia

1ª Las causales de preferencia generales


Son las que en cuya virtud el acreedor tiene derecho a hacerse pago
persiguiendo cualquier bien del deudor sin distinguir.

Las causales de preferencia especiales


Son aquellas que permiten al acreedor hacerse pago en forma preferente
de su crédito cuando lo que se ejecuta es el bien asociado a la
preferencia (hipoteca).
Cuando el acreedor ejecuta un bien del deudor y su crédito es
privilegiado especial, el acreedor se paga con preferencia a los otros
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 143
acreedores con el producto de la realización de ese bien, y si no
alcanza a pagarse, este acreedor puede perseguir los otros bienes del
deudor por el saldo pero sin preferencia.

2ª Las causales de preferencia pasan a tercero poseedor cuando el


acreedor puede perseguir la realización de un bien aun cuando haya
salido del patrimonio del deudor e igualmente se pagará en forma
preferente.
Las causales de preferencia que NO pasan a tercero poseedor son
aquellas que el acreedor puede perseguir el pago alegando preferencia
sobre los bienes del deudor que se encuentran en su patrimonio.

Privilegio, es el derecho que el legislador otorga a un crédito en


consideración a la naturaleza de éste, y que habilita a su titular para
pagarse con preferencia a otros acreedores.
Los privilegios constituyen una garantía, el crédito privilegiado tiene más
probabilidades de pagarse en caso de insolvencia del deudor.
El privilegio pertenece al crédito no a su titular, sigue al crédito
mientras subsista, aunque sea sólo en parte. Todo aquel a quien pase
activamente el crédito gozará del privilegio que accede a éste.
El efecto fundamental del privilegio es permitir que el crédito que lo goza
se pague preferentemente a los que no gozan de él, o tienen uno menor.
El privilegio del crédito se extiende a sus accesorios, los que gozarán de
iguales preferencias y privilegios que las obligaciones principales.

Prelación de créditos, es el orden en que deben pagarse los acreedores


de acuerdo al privilegio que detente el crédito que gozan.
Para los efectos de la prelación de créditos la ley estableció cinco clases
de créditos.

Los de 5ª clase son llamados comunes o valistas, y no gozan de ninguna


preferencia.

Los créditos de 1ª, 2ª y 4ª clase gozan de preferencia en virtud del


privilegio.
Los créditos de 3ª clase gozan de preferencia en virtud de la hipoteca.

1ª CLASE (Art. 2472)

Comprende los créditos que nacen de las causas indicadas en el Art.


2472, son créditos preferentes.
1º Costas judiciales (acreedor demanda nulidad de contrato, luego un bien retorna
al patrimonio del deudor, el acreedor realiza y recupera las costas).

2º Expensas funerales necesarias del deudor difunto.


3º Gastos de enfermedad del deudor (paciente hospitalario), si la
enfermedad duró más de seis meses el juez fija el monto.
4º Gastos de la quiebra, se impone que el deudor haya sido declarado
en quiebra.
5º Remuneraciones de trabajadores y asignaciones familiares.
6º Cotizaciones previsionales adeudadas a organismos de seguridad
social; y los créditos del Fisco en contra de AFP por aportes del
Estado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 144


7º Artículos necesarios de subsistencia suministrados en los últimos
tres meses.
8º Indemnizaciones legales y convencionales devengadas de origen
laboral, hasta un límite de 3 IMM por cada año de servicios y
fracción superior de 6 meses, con un tope de 10 años.
9º Créditos del Fisco por impuestos de retención y recargo.

Características o Reglas para el pago de 1ª Clase


1ª Se pagan desde que existan fondos.
2ª Si se liquidan los bienes del deudor y no alcanza
para pagar todos los créditos, el saldo insoluto
prefiere a los créditos de 2ª y 3ª clase.
3ª Se pagan en el orden de prelación establecido.
4ª Los créditos que concurren lo hacen a prorrata.

1ª Que se paguen desde que existen fondos, esto surge de la Ley de


Quiebras que dispone que no es necesario que se espere el
resultado de la quiebra para que se pague los créditos de 1ª
clase (Resultado= realización de los bienes de la masa).
El legislador distingue entre créditos impugnados y créditos no
impugnados, si no ha sido impugnado el síndico lo pagará en
tanto tenga fondos, y reserva una cierta cantidad para gastos
subsiguientes y solventar los créditos impugnados.
Respecto de los créditos que sí fueron impugnados, el síndico
está obligado a cubrir su pago mediante la reserva y sólo los
pagará cuando la impugnación se resuelva.
La Ley de Quiebras establece que los créditos Nºs 1º, 4º y 8º
del Art. 2472, no requieren ser verificados por el síndico, es
suficiente el sólo mérito de la exhibición de la sentencia que
ordena el pago.

2ª El saldo insoluto luego de la liquidación de los bienes, donde


se excluyó los créditos de 2ª y 3ª clase, tendrá preferencia a
los créditos de 2ª y 3ª clase.

3ª Los créditos de la 1ª clase se pagan en el orden del Art. 2472,


se prefieren entre sí de acuerdo al orden legal. LA FECHA DEL
CRÉDITO NO TIENE IMPORTANCIA.
Si se liquidan todos los bienes y el producto no alcanza para
pagar todos los créditos de la 1ª clase se paga hasta donde
alcance.

4ª Los créditos de la 1ª clase que concurran se pagan a prorrata


cuando no alcanza para pagarles a todos todo. El pago a
prorrata es respecto a los de un mismo número.

5ª No pasan contra terceros poseedores.

2ª CLASE (Art. 2474)

A la segunda clase, pertenecen los créditos de las personas siguientes:


1. El posadero sobre los efectos del deudor.
2. El transportista sobre la carga.
3. El acreedor prendario sobre la prenda (Éste es el único crédito
con derecho de persecución).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 145


Esta 2ª clase de créditos privilegiados está enumerada en el Art. 2474,
según esta disposición a esta clase pertenecen sólo los créditos
enumerados, y tiene 3 clases de créditos distintos:

1º El crédito del posadero sobre los bienes introducidos en la


posada, dice la ley, “mientras estos bienes permanezcan en la
posada y hasta la concurrencia de lo que se deba por:
alojamiento, expensas o gastos y daños” (aquel pasajero que se va
sin pagar la cuenta, pero, el equipaje queda en el hotel. El crédito que
tiene el posadero o el hotel, contra este deudor, es un crédito privilegiado
de la 2º clase).

Rasgo característico en esta disposición, es que se trata de


bienes muebles. No lo dice la disposición pero aparece como
obvio.

2º El crédito que tiene el acarreador o transportista por los


efectos acarreados o transportados que se encuentren en su
poder o en poder de sus agentes o dependientes, hasta la
concurrencia que se le deba por el transporte, expensas y
daños. Esta disposición agrega, “con tal que dichos efectos
sean de propiedad del deudor” (una persona contrata para que le
trasladen en camión un molino, después no paga el transporte, el acarreador
tiene en contra del dueño de esa carga un crédito privilegiado).

3º El crédito del acreedor prendario sobre la prenda.

Este artículo contiene una presunción simplemente legal respecto de la


propiedad de los bienes introducidas en la posada o de los bienes
transportados, la presunción simplemente legal es que la ley supone que
estos bienes son de propiedad del deudor.

Reglas para el pago de los créditos de 2ª clase


1ª Se pagan sin esperar lo resultados de la quiebra.

2ª Los créditos de 1ª clase prefieren a los créditos de 2ª


clase.

3ª Si el producto de la realización de los bienes afectos a


estas preferencias (son todos bienes muebles), no alcanza a cubrir
los créditos de la 2ª clase, el saldo insoluto pasa a ser un
crédito valista o común.

4ª En general no va existir concurrencia o colisión entre los


créditos de la 2ª clase.

1ª Se paga sin esperar los resultados de la quiebra.

Se regula en el Art. 149 de la Ley de Quiebras, no es necesario


esperar los resultados de la quiebra para que se paguen los
créditos de 2ª clase, pero la ley exige que el síndico asegure lo
necesario, para poder pagar estos créditos de segunda clase.

2ª y 3ª Los créditos de 1ª clase prefieren a los créditos de 2ª


clase.

El saldo insoluto de la realización de los bienes que


integran el patrimonio del deudor para pagar los créditos de 1ª
clase, pasa a cobrarse con preferencia respecto a los créditos de
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 146
2ª y al realizarse los bienes que garantizan los créditos de 2ª
clase el saldo insoluto de los créditos de 1ª prefiere a los de
2ª, se pagarán antes.

Como esta es una preferencia de carácter especial, la


preferencia sólo vale en la medida que se realicen los bienes
afectos a la preferencia especial. O sea, la preferencia de la 2ª
clase el acreedor la tiene en la medida que realice el efecto
introducido en la posada, transportado o prendado, pero si el
acreedor realiza otro tipo de bienes la preferencia no existe; y
además, si se realizan estos bienes y no se alcanza a pagar el
total del crédito, el saldo insoluto es un crédito valista, no
goza de preferencia porque es una preferencia especial, se liquidó
el bien afecto, se pagó con el producto se acabó la preferencia

4ª Por lo general no va existir colisión o concurrencia entre los


créditos de 2ª clase.

En los tres números del Art. 2474 coincide que los bienes afectos
a la preferencia se encuentran en poder del acreedor, vale decir,
se encuentran en poder del posadero, del acarreador o
transportista, o del acreedor prendario, entonces, como el bien
afecto a la preferencia está en poder del acreedor es
prácticamente imposible que sobre el mismo bien pueda generarse
otro crédito de la segunda clase.

Pero, ¿qué pasa si el pasajero había comprado este bien mueble a


plazo y había constituido prenda sobre él? En este caso tendremos
la concurrencia de dos créditos de 2ª clase porque tendremos dos
créditos sobre el mismo bien, tenemos la prenda de la Ley Nº
4.702 y también el crédito preferente que tiene el posadero.
Cuando surja este conflicto, primero se resuelve atendiendo a las
disposiciones especiales que puedan existir en la respectiva ley
que permitió el establecimiento de una preferencia u otro derecho
real de garantía. Entonces, para obtener la solución del
conflicto, primero hay que ir a la ley especial, si no hay norma
especial que dirima el conflicto, la mayoría de la doctrina
estima que la prenda es preferente, es decir, la prenda va ha
preferir sobre el derecho legal de retención que pueda ejercer el
dueño de la posada respecto del mismo bien.

3ª CLASE (Art. 2477)

Comprende a los créditos hipotecarios


 el acreedor hipotecario se paga directamente con el bien
hipotecado.
 el acreedor prendario tiene preferencia sobre el
hipotecario.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 147


 si hay varias hipotecas se prefieren entre sí de acuerdo
al orden de inscripción.
De acuerdo al Art. 2477, la 3ª clase de créditos comprende los créditos
hipotecarios, las hipotecas, pero no sólo las hipotecas, los censos
debidamente inscritos se asimilan a las hipotecas al igual que los
derechos legales de retención debidamente inscritos y previa
declaración judicial.

De manera que en la 3ª clase de créditos quedan comprendidos las


hipotecas propiamente tales, los censos y los derechos legales de
retención que hayan sido debidamente inscritos.

Lo que el legislador estableció cuando graduó las distintas clases de


créditos es que la 1ª, 2ª y 4ª clases son créditos preferentes en razón
de privilegio y los créditos de la 3ª clase son preferentes en razón de
la hipoteca, en la práctica, sin embargo, los créditos de la 3ª clase
se comportan como si fueran créditos privilegiados, aunque la
preferencia de ellos se basa en su condición de hipotecario.

La hipoteca como tal, presenta tres rasgos que hay que destacar:

1º Un inmueble puede soportar más de una hipoteca.

2º La ley le confiere al acreedor hipotecario la facultad de


perseguir el bien hipotecado en manos de terceros poseedores.

3º La hipoteca constituye una preferencia de orden especial, lo


que significa que el acreedor hipotecario tendrá la
preferencia en la medida que ejerza la acción real
hipotecaria, pero no la va a tener si ejerce en contra del
deudor la acción personal que emana del contrato de hipoteca
(la hipoteca es un derecho real, de los derechos reales emanan acciones
reales, pero, la hipoteca se constituye en virtud de un contrato, y de todo
contrato además surgen acciones personales, en este caso la preferencia es

tal, en la medida que se ejerza la acción real, no la personal).

Extensión de la preferencia en créditos de la 3ª


clase
Los créditos de 3ª clase, comprenden:

a) Todos aquellos bienes que de acuerdo a la ley quedan


sujetos o comprendidos por la hipoteca.

Dentro de esta categoría, están los inmuebles por adherencia,


destinación, los aumentos y mejoras que haya experimentado la
cosa, y las rentas de arrendamiento del bien hipotecado.

b) También comprende aquellos bienes que subroguen a la


hipoteca, dentro de los cuales, hay 2 categorías de bienes:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 148


1. El precio que se paga por la expropiación del bien
hipotecado, ese valor subroga a la hipoteca.

2. También subroga a la hipoteca la indemnización que


se pague por el seguro en caso que la cosa hipotecada
sufra un siniestro o se destruya, ese monto en dinero
también subroga a la hipoteca. Sobre ese monto podrá
hacerse efectiva la preferencia de la 3ª clase de
créditos.

Reglas para los pagos de la 3ª clase de créditos.


1ª Los créditos privilegiados de 1ª clase prefieren a los créditos
de la 3ª clase.

2ª Solución en caso de conflicto entre un crédito de la 2ª y un


crédito de la 3ª clase.

3ª El déficit o saldo insoluto de los créditos de 3ª clase es


común.

4ª Concurrencia de créditos hipotecarios distintos entre sí.

5ª Medios o formas que tiene el acreedor hipotecario para hacer


efectivo su crédito.

1ª Los créditos privilegiados de 1ª clase prefieren a los créditos de


3ª clase

El saldo insoluto de los créditos de 1ª clase prefiere a los


créditos de 3ª clase, esto quiere decir que si en la realización
del bien hipotecado, existe algún saldo insoluto de un crédito de
1ª clase, ese saldo insoluto se paga en forma preferente al propio
crédito de 3ª.

Art. 2478 inc. 1º “Los créditos de primera clase no se extenderán


a las fincas hipotecadas, sino en el caso de no poder cubrirse en
su totalidad con los otros bienes del deudor.”

2ª Solución en caso de colisión de créditos de 2ª clase y créditos de


3ª clase

La colisión puede darse por dos razones, que representan dos


problemas de colisión que hay que resolver:

1ª colisión, tiene que ver con que el saldo insoluto de los


créditos de 1ª clase que prefieren a los créditos de 2ª y 3ª
clase.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 149


En el fondo se traduce en resolver la siguiente cuestión: ¿Cómo
se distribuye entre los créditos de 2ª y 3ª ese
déficit?

El Código Civil lo único que dice es que el saldo insoluto de los


créditos de 1ª prefieren a los créditos de 2ª y 3ª, la ley no dice
cómo se distribuye ese déficit.

La mayoría de la doctrina postula que hay que considerar que el


orden de preferencia que ha establecido la ley, indica un orden de
prelación en el pago de los créditos, y ese orden hay que
respetarlo porque es una regla o principio en el espíritu del
código, quiere decir que si uno se atiene al orden del crédito, el
de 2ª prefiere al de 3ª, entonces el saldo insoluto del crédito de
1ª, se hace efectivo primero en el bien hipotecado, luego, en los
bienes muebles afectos al privilegio de 2ª (Mientras más nos alejamos de
la 1ª clase, los créditos son cada vez menos privilegiados, mientras más nos

acercamos a los de 1ª son más privilegiados).

2ª colisión, entre créditos de 2ª y 3ª, tiene que ver con que la


hipoteca puede comprender, bienes que en si mismos son bienes
muebles por naturaleza, en consecuencia, esos bienes muebles por
naturaleza podrían llegar a estar afectos a un crédito de 2ª clase
(caso del molino, ¿qué pasa si ese molino fue comprado a plazo con prenda?, sin
embargo, ese molino ya estaba instalado para el uso, cultivo y beneficio de un

inmueble, o sea, ya es un inmueble por destinación). Habría en este caso en


contra del deudor hipotecario un crédito de 3ª, pero también el
acreedor prendario, el que vendió el bien a plazo con prenda va a
tener un crédito de 2ª del Nº 3.

Si tenemos un privilegio y una preferencia, el problema se


resuelve igual que en el caso anterior, los de 2ª prefieren a los
de 3ª (Se realiza primero el bien hipotecado y con eso se paga el saldo insoluto

de los créditos más preferentes que hayan ido quedando impagos).

ABELIUK, no participa de la posición mayoritaria y sostiene que el


saldo insoluto debe prorratearse.

3ª El déficit o saldo insoluto de los créditos de 3ª clase es común

Significa que el privilegio o la preferencia de los créditos de 3ª


es tal en la medida que se persiga la realización del bien afecto
a la preferencia especial, pero esta misma preferencia se pierde
en la medida que ya no se persiga el bien afectado a la

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 150


preferencia especial, si la preferencia se pierde significa que el
saldo insoluto será un crédito valista de la 5ª clase.

4ª Concurrencia de los créditos hipotecarios entre sí

Uno de los rasgos de la hipoteca es que un inmueble puede soportar


más de una hipoteca, entonces, ¿Cómo concurren estas distintas
hipotecas? Las hipotecas prefieren entre sí, según la fecha de su
constitución, y si dos o más hipotecas tienen la misma fecha de
constitución, prefieren unas a otras según el orden de su
inscripción (la fecha de constitución de la hipoteca no es la fecha del contrato
hipotecario, sino que corresponde a la fecha de la inscripción en el Registro de

Hipotecas del Conservador de Bienes Raíces que corresponda).

5ª Medios que tiene el acreedor hipotecario para hacer efectiva la


hipoteca

1. Juicio Ejecutivo.

2. Concurso Especial Hipotecario.

3. La Quiebra.

4ª CLASE (Art. 2481)

Estos créditos son todos generales, afectan a todos los bienes del
deudor, con excepción de los inembargables y de los afectados por una
garantía específica, salvo en cuanto después de pagados los créditos a
que ellos se refieren exista un remanente que pasa a pertenecer a la
masa.
Estos créditos se refieren a personas que administran bienes ajenos,
por las responsabilidades que les pueda corresponder en dicha
administración; son los créditos de los administrados en contra de los
administradores.
Tales son:
1. Los del Fisco contra recaudadores y administradores de
bienes fiscales.
2. Los de los establecimientos de caridad, educación,
municipalidades, iglesias, comunidades religiosas, contra los
recaudadores y administradores de sus fondos.
3. Los de las mujeres casadas por sus bienes que administra
su marido sobre los bienes de éste.
4. Los de los hijos sujetos a patria potestad por sus bienes
administrados por su padre o madre sobre los bienes de éstos.
5. Los de las personas bajo tutela o curaduría contra sus
tutores o curadores.
6. Los de todo pupilo contra el que se casa con la abuela,
madre, tutora, curadora, si es que el pupilo ha de quedar sujeto
a la patria potestad del marido de la mujer.

 Carecen de derecho de persecución.


 Prefieren entre sí según las fechas de sus causas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 151


 Se pagan después de cubiertos los otros créditos preferentes.

El privilegio de los créditos de 4ª clase alcanza o cubre la totalidad


de los bienes del deudor, y no ciertos o determinados bienes como
ocurre en las clase 2ª y 3ª que son especiales.
Dentro de la enumeración que hace el Art. 2481, se distinguen dos
grandes grupos:
1. Los créditos que tienen ciertas personas en contra de quienes
administran sus bienes, corresponden a este grupo los Nºs 1, 2,
y 3 (Antes de la modificación que sufrió el código, en virtud de la ley 19.335
el Nº 3 comprendía a la mujer casada y se incluía en el segundo grupo).

2. Los créditos que tienen los incapaces contra sus representantes


legales por la administración de sus bienes, este grupo
comprende a los créditos de los Nº 4, 5, y 6.

Artículo 2481. La cuarta clase de créditos comprende:


1º Los del Fisco contra los recaudadores y administradores de bienes fiscales;
2º Los de los establecimientos nacionales de caridad o de educación, y los de las
municipalidades, iglesias y comunidades religiosas, contra los recaudadores y
administradores de sus fondos;
3º Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que administra el
marido, sobre los bienes de éste o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges
por gananciales.
4º Los de los hijos sujetos a patria potestad, por los bienes de su propiedad que
fueren administrados por el padre o la madre, sobre los bienes de éstos.
5º Los de las personas que están bajo tutela o curaduría contra sus respectivos
tutores o curadores;
6º Los de todo pupilo contra el que se casa con la madre o abuela, tutora o
curadora, en el caso del Artículo 511.

Artículo 2482. Los créditos enumerados en el artículo precedente prefieren


indistintamente unos a otros según las fechas de sus causas; es a saber:
La fecha del nombramiento de administradores y recaudadores respecto de los créditos de
los números 1 y 2;
La del respectivo matrimonio en los créditos de los números 3 y 6;
La del nacimiento del hijo en los del número 4;
La del discernimiento de la tutela o curatela en los del número 5.

Artículo 2483. La preferencia del número 3, en el caso de haber sociedad conyugal, y la


de los números 4, 5 y 6, se entienden constituidas a favor de los bienes raíces o derechos
reales en ellos, que la mujer hubiere aportado al matrimonio, o de los bienes raíces o de
derechos reales en ellos, que pertenezcan a los respectivos hijos bajo patria potestad y
personas en tutela o curaduría y hayan entrado en poder del marido, padre, madre, tutor o
curador; y a favor de todos los bienes en que se justifique el derecho de las mismas
personas por inventarios solemnes, testamentos, actos de partición, sentencias de
adjudicación, escrituras públicas de capitulaciones matrimoniales, de donación, venta,
permuta, u otros de igual autenticidad.
Se extiende asimismo la preferencia de cuarta clase a los derechos y acciones de la mujer
contra el marido, o de los hijos bajo patria potestad y personas en tutela o curaduría,
contra sus padres, tutores o curadores por culpa o dolo en la administración de los
respectivos bienes, probándose los cargos de cualquier modo fehaciente.

Artículo 2486. Las preferencias de los créditos de la cuarta clase afectan todos los
bienes del deudor, pero no dan derecho contra terceros poseedores, y sólo tienen lugar
después de cubiertos los créditos de las tres primeras clases, de cualquiera fecha que
éstos sean.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 152


Los 3 primeros números son los créditos que tienen ciertas personas contra
quienes administran sus bienes.

Los 3 últimos números son los créditos que tienen los incapaces contra sus
representantes legales que administran sus bienes.

El privilegio de 4ª clase es general, recae sobre todos los bienes del


deudor, aunque la mayoría de los autores señala que el código no hizo una
redacción muy feliz del Nº 3, porque da a entender que el privilegio
podría hacerse efectivo sobre bienes sociales, en circunstancias que
después de disuelta la sociedad conyugal no hay bienes sociales.

El privilegio de la 4ª clase solo se hace efectivo en los bienes propios del


marido y en la mitad de sus gananciales.

En relación a los tres últimos Nºs del Art. 2481, el legislador asumió que
entre el representado y el representante legal podían confabularse para
perjudicar a los acreedores valistas y desde ese punto de vista el
legislador estableció algunas limitaciones.

Limitaciones respecto de la prueba de los créditos de 4ª clase

1. El representado debe acreditar mediante un instrumento público o


auténtico que es dueño de los bienes muebles o inmuebles que
administró su representante legal, y además, debe probar también
mediante un instrumento auténtico, que estos bienes pasaron a poder
del representante para su administración Art. 2483 inc. 1º.

2. La confesión del representante legal no va ser prueba por sí


sola contra los acreedores, la existencia del crédito y del privilegio
van a tener que acreditarse no sólo mediante la confesión del
representante legal, sino que también va a tener que ser acreditada a
través de otros medios probatorios.

Reglas para el pago de los créditos de 4ª clase

1ª Los créditos de la 4ª clase se pagan después de que se hayan pagado los


créditos de las tres primeras clases.

2ª Los créditos de la 4ª clase se pagan en cuanto a su orden, según la


fecha de su causa.

Esta regla altera el principio según el cual las fechas del origen de
los créditos no tienen importancia para los efectos de la prelación, en
general eso es así, pero tratándose de lo créditos de la 4ª clase, la

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 153


fecha de la causa del crédito si tiene importancia porque determina el
orden en que el crédito es pagado, la propia ley en el Art. 2482,
estableció cuáles se van a entender como las fechas de las causas de
los créditos del Art. 2481.

El Art. 2482 inc. 2º, estipula que la fecha del crédito es la fecha del
nombramiento del respectivo recaudador, para los Nºs 1. y 2.

La fecha del matrimonio para los Nºs 3 y 6.

La fecha del nacimiento del hijo para los casos del Nº 4.

El inc. 5º, respecto de la fecha del discernimiento establece que es la


de la resolución del nombramiento del tutor o curador.

5ª CLASE (Art. 2489)

 Comprende los créditos que no gozan de preferencia.


 Se incluyen los saldos de créditos que no alcanzaron a
pagarse con la realización de los bienes afectos a preferencias
especiales.
 Se cubren a prorrata sobre el sobrante de la masa
concursada.
 No se considera la fecha, entran todos.
 Se les llama créditos comunes, ordinarios, valistas o
quirografarios.
 Son la regla general porque las preferencias requieren
texto legal expreso.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 154


2º EFECTO – LAS OBLIGACIONES EN EL INCUMPLIMIENTO

La obligación es un vínculo jurídico, establece un derecho y un deber.

El deber del deudor de cumplir, quien debe estar siempre pronto a cumplir la
obligación.

El acreedor tiene el derecho o facultad de exigir el cumplimiento de la


obligación, derecho de obtener una ventaja, un beneficio patrimonial que va
a ser fruto de la obligación.

Puede ser que el deudor cumpla voluntariamente sin necesidad que sea forzado
el cumplimiento, pero puede suceder que el deudor no cumpla la obligación
voluntariamente.
Por su carácter de vínculo jurídico el cumplimiento no queda sujeto solo a
la voluntad del deudor, éste debe cumplir, y si no lo hace, el acreedor
tiene el derecho al amparo del Estado para que fuerce al deudor. El Estado
a través de sus órganos y con el auxilio de la fuerza pública, si es
necesario, impondrá este derecho del acreedor al deudor.
El órgano del Estado llamado a imponer el cumplimiento es el poder judicial,
es a los tribunales a quien debe recurrir el acreedor en amparo de su
derecho al cumplimiento. Para ello el acreedor deberá probar la existencia
de la obligación.
Al respecto, hay que distinguir según la manera en que la obligación está
constituida.
Normalmente el acreedor deberá establecer la deuda en juicio contradictorio,
que terminará reconociendo o negando la existencia de la deuda.
Desde el momento que el acreedor obtiene una sentencia favorable, goza del
amparo estatal para forzar el cumplimiento.

La obligación, por lo tanto, desde este punto de vista genera 3 efectos


fatales:
1. Suponiendo que el deudor no cumpla voluntariamente, nace para el
acreedor el derecho para pedir el cumplimiento forzado de la
obligación, ejecución forzada de la obligación.
2. Si no es posible el cumplimiento por naturaleza, en los términos
pactados, el derecho del acreedor será para que se indemnicen los
perjuicios derivados por el incumplimiento.
3. El ejercicio de ciertas medidas para preservar la
integridad del patrimonio del deudor, tales como, medidas
conservativas, acción oblicua, acción Pauliana, beneficio de
separación.

1. EJECUCIÓN FORZADA

El deudor no cumple voluntariamente, pero aun es posible el cumplimiento por


naturaleza, en los términos pactados.
Cuando se ejecuta forzadamente, la ejecución busca el pago de la obligación,
la realización de la prestación que se debe, de esto surge el nombre de Pago
por Acción Ejecutiva.

Requisitos para que la ejecución forzada sea procedente:


 La obligación debe constar en un título ejecutivo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 155


 La deuda debe ser líquida.
 La deuda debe ser actualmente exigible.
 La acción ejecutiva no debe estar prescrita.

1º La obligación debe constar en un título ejecutivo

Los títulos ejecutivos están señalados en general en el Art. 434 CPC,


este artículo se relaciona con el juicio ejecutivo.
La ejecución forzada debe fundarse necesariamente en un titulo
ejecutivo de los señalados en el Art. 434 o bien en aquellos a los cuales la
ley les ha otorgado ese carácter.
El mismo CPC establece que si el acreedor no tiene título ejecutivo
puede hacerse de título ejecutivo mediante medidas preparatorias por vía
ejecutiva que son:
 reconocimiento de firma del documento que la
constate, y
 por la confesión de la deuda.
También puede iniciarse un juicio ordinario declarativo para que se
declare la existencia de la obligación.

2º La deuda debe ser líquida


Debe tratarse de una deuda determinada o determinable a través de
operaciones aritméticas simples.

3º La deuda debe ser actualmente exigible


La obligación tiene que ser pura y simple, no sujeta a condición ni
plazo pendiente.

4º La acción ejecutiva no debe estar prescrita


La regla general es que prescribe en 3 años desde que la acción se ha
hecho ejecutiva. La ley establece que ésta dura 2 años más, pero como acción
ordinaria.

La ejecución forzada, es decir, el pago de acción ejecutiva es


posible cuando sea posible entablarse un juicio ejecutivo.

El cumplimiento forzado es un pago, por ello el Código Civil en el párrafo


9º del Título 14 del Libro 3º, que reglamenta la solución, se refiere al
“pago por cesión de bienes o por acción ejecutiva del acreedor o
acreedores”. El pago por acción ejecutiva es justamente la ejecución
forzada individual y el pago por cesión de bienes se trata al ver la
insolvencia y sus efectos.
El cumplimiento forzado es una consecuencia del Derecho de Prenda General de
los acreedores, que se ejerce sobre todo el patrimonio del deudor, excluidos
los bienes inembargables.
A propósito de la ejecución forzada la ley entrega normas
distintas si se trata de ejecución de obligaciones de dar, o de
hacer o de no hacer.

Ejecución forzada en las obligaciones de dar

El acreedor entabla su demanda, una vez recibida por el tribunal, el juez


debe examinar si se cumplen todos los requisitos para que sea posible
iniciar un juicio ejecutivo, la ley le ordena al juez examinar los
requisitos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 156


Si el juez estima que se cumplen todos los requisitos ordena que se despache
Mandamiento de Ejecución y Embargo, el cual tiene dos objetivos principales:
1. Que se requiera de pago al deudor en el momento de noficársele,
si en ese acto el deudor no paga, el mandamiento ordena que se trabe
embargo sobre los bienes del deudor en cantidad suficiente para
responder por la cantidad del crédito, intereses y costas. El deudor
puede o no defenderse de la demanda de ejecución. Si lo hace opone
excepciones a la ejecución, las del Art. 464 CPC.
2. Si el juez rechaza las excepciones ordena que se siga adelante
con la ejecución. Se dictará sentencia de pago y remate, se saca a
remate los bienes embargados y producto de él se paga al acreedor.
El embargo puede recaer sobre sumas de dinero, en este caso no es
necesario el remate, sino que con lo embargado se hace pago.
Si el demandado no opone excepciones, se omite la sentencia y el solo
mandamiento bastará para proceder al pago o a la realización de
bienes necesaria para efectuarlo.

Ejecución forzada en las obligaciones de hacer

El acreedor goza de un triple derecho a opción suya. Este triple derecho


está consagrado en el Art. 1553. En efecto, previene que si la obligación
es de hacer, puede el acreedor pedir a elección suya, cualquiera de estas 3
alternativas:
1. Que se apremie al deudor para la ejecución del hecho
convenido.
2. Que se autorice al acreedor para hacerlo ejecutar por un
tercero a expensas del deudor.
3. Que el deudor le indemnice los perjuicios (compensatorios).
No se puede demandar ejecutivamente porque la deuda no es
líquida.

Respecto de los Nºs 1 y 2 sí se puede demandar ejecutivamente, pero


deben reunirse los 4 requisitos que exige la ley para que tenga
lugar el juicio ejecutivo.
Si lo que se ejecuta es el derecho del Nº 1 del Art. 1553 (apremio al
deudor) lo que el acreedor va a solicitar al juez es que el deudor
sea arrestado hasta por 15 días o que sea multado, medidas que
podrán repetirse hasta que la obligación se cumpla.
Para gozar de cualquiera de las tres alternativas o derechos
previamente debe ser constituido en mora el deudor.

El procedimiento ejecutivo en obligaciones de hacer, el CPC lo regula de


manera distinta suponiendo 2 situaciones:
1. El hecho debido pueda consistir en la suscripción de un
documento o en la constitución de una obligación.
2. El hecho debido puede consistir en la ejecución de una obra
material.

Si se trata de la primera situación, el acreedor debe solicitar al juez que


fije un plazo al deudor para que suscriba el documento o constituya la
obligación, bajo apercibimiento de que si no lo hace en el plazo estipulado,
lo hará el juez en su nombre.
Si se trata de la segunda situación, el mandamiento de ejecución que se
despacha en juicio ejecutivo le ordena al deudor iniciar los trabajos en
cierto plazo y si no lo hace se ordena el embargo de los bienes y su
realización, para que con el producto el acreedor pueda pedir que un tercero
realice la obra a expensas del deudor.

Ejecución forzada en las obligaciones de no hacer

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 157


El Código Civil en el Art.1555, regula los derechos del acreedor en caso que
se infrinja una obligación de no hacer, hay que distinguir:

1. si se puede o no destruir lo hecho.


2. si pudiendo destruirse lo hecho, la destrucción es o no
necesaria.

Si se puede destruir lo hecho y ésta es necesaria para el cumplimiento del


objeto de la obligación que se tuvo en vista al momento de contratar, puede
ser compelido el deudor a la destrucción o ordenar a un tercero para que
destruya a expensas del deudor.

Si la destrucción es posible, pero no indispensable, porque el objeto que se


tuvo en vista al contratar puede obtenerse por otros medios, podrá cumplirse
la obligación de un modo equivalente. Debe ser oído el deudor que se allane
a cumplir de otra manera que satisfaga al deudor.

Si la destrucción de lo hecho no es posible, el acreedor tiene derecho a que


se le indemnice los perjuicios sufridos.

El procedimiento ejecutivo sólo va a ser posible cuando lo que se busque sea


la destrucción de lo hecho, cuando esta destrucción conste en el título y
además cuando la destrucción sea necesaria para el cumplimiento del objeto
de la obligación.

Art. 1555. Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de indemnizar los
perjuicios, si el deudor contraviene y no puede deshacerse lo hecho.
Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el objeto que se
tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a ella, o
autorizado el acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será oído el
deudor que se allane a prestarlo.
El acreedor quedará de todos modos indemne.

2. LA INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS

En teoría, un deudor contrae una obligación para cumplirla, no se concibe


que contraiga una obligación para incumplirla. También implica que cuando
el acreedor contrae una obligación es para resultar beneficiado, recibir un
beneficio patrimonial por lo que no se concibe que sea para perjudicarse.

Si el deudor no cumple la obligación le va a ocasionar un daño al acreedor y


ese daño va a provenir del hecho que el acreedor no recibirá ese beneficio o
utilidad que el acreedor buscaba al pactar la obligación. Esto puede
suceder cuando el deudor no cumpla la obligación, o cuando cumpla incompleta
o imperfectamente, o la cumpla con atraso.

En todos estos casos el acreedor sufre un daño, una lesión patrimonial, ese
daño o lesión patrimonial debe ser reparado y ése es el objeto de la
indemnización de perjuicios, la reparación de una lesión o daño patrimonial.

La indemnización de perjuicios tiende a obtener un cumplimiento de la


obligación por equivalencia, o sea, que el acreedor obtenga económicamente
tanto como le habría significado el cumplimiento íntegro y oportuno de la
obligación.

Alessandri, entrega una definición de indemnización de perjuicios diciendo


que, es el derecho del acreedor para demandar al deudor el pago de

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 158


una suma de dinero equivalente a la ventaja o beneficio que el
cumplimiento efectivo y oportuno de una obligación le habría
reportado.

Fundamentos de la indemnización de perjuicios

1. Constituye un principio dentro del derecho que nadie debe sufrir


una lesión patrimonial a raíz del acto de otra persona, en este
caso, del deudor, si la sufre debe ser reparado ese daño.
2. Constituye una sanción civil por el incumplimiento de los
compromisos contraídos. Se dice que en el derecho los compromisos u
obligaciones que se contraen son bienes jurídicos protegidos y en
virtud de ello si se infringe o deja de cumplir merece una sanción,
la cual en este caso, es la indemnización a la otra parte de la
obligación para la reparación del daño que haya sufrido.
3. La indemnización de perjuicios es una forma de forzar al deudor
a cumplir con su obligación.

La indemnización de perjuicios reemplaza el cumplimiento efectivo, íntegro y


oportuno de la obligación.

Esta indemnización tiene lugar cualquiera que sea la fuente de la obligación


de que se trate, puede provenir de un contrato, cuasicontrato, delito,
cuasidelito o de la ley.

En el derecho moderno, hay autores que propician la idea que la


indemnización de perjuicios debe ser vista como un todo. Es decir de orden
contractual y extracontractual de la indemnización. Pero esta idea no se
aviene con la doctrina clásica que dice que la responsabilidad contractual y
la extracontractual, ambas dan origen a indemnizar pero se originan en
distintas normas.

Contenido de la obligación de indemnizar

Esta obligación mirada del punto de vista del contenido tiene un carácter
compensatorio, porque la indemnización de perjuicios equivale a lo que
habría significado el cumplimiento íntegro y oportuno de la obligación, y
también es compensatoria porque repara el daño o lesión patrimonial que el
acreedor sufre a raíz del incumplimiento de la obligación o del cumplimiento
tardío o imperfecto.
El común denominador de esta obligación de indemnizar perjuicios es el
dinero. El código civil no lo dice así expresamente pero sí la definición
de Alessandri.
El dinero finalmente es la prestación en la que se transforma todo objeto de
la obligación que sea avaluable.

Naturaleza jurídica de la indemnización de perjuicios

En la indemnización de perjuicios en el fondo existe una obligación


incumplida y esta obligación incumplida cambia de objeto cuando se infringe.

La obligación de indemnizar perjuicios no es una obligación distinta de la


obligación incumplida, es la misma pero que cambió de objeto.

Este cambio de objeto puede provenir del hecho que no se haya cumplido la
obligación, o que se haya cumplido pero imperfectamente por una parte, o
bien que se haya cumplido la obligación pero tardíamente.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 159


Si la obligación no se cumplió o fue imperfecta, el objeto de la obligación
incumplida cambia y se transforma en la obligación de indemnizar perjuicios
y es de carácter compensatoria, es lo que se denomina cumplimiento de la
obligación por equivalencia.

En cambio, cuando una obligación se cumple tardíamente, el objeto de la


obligación incumplida no cambia radicalmente sino ocurre que la
indemnización de perjuicios complementa el objeto de la obligación
incumplida porque esta indemnización de perjuicios es moratoria, o sea
representa el beneficio que el acreedor habría obtenido con un cumplimiento
oportuno de la obligación.

Este cambio de objeto que se produce está señalado en los Arts. 1672 y 1555.

La consecuencia jurídica que deriva de esto es que las cauciones


constituidas para garantizar el cumplimiento de la obligación también
alcanzan a la obligación de indemnizar perjuicios.

La obligación de indemnizar perjuicios no es una obligación accesoria, sino


más bien se trata de un efecto de la obligación incumplida o prolongación de
la obligación que se incumplió, a menos que la indemnización de perjuicios
haya sido pactada como una pena.

Clases de indemnización de perjuicios (Art. 1556)

 la compensatoria, y

 la moratoria.

a. INDEMNIZACIÓN COMPENSATORIA

Es aquella que el acreedor puede reclamar del deudor cuando éste no


cumpla la obligación o bien la cumpla imperfecta o incompletamente.

También se conoce como cumplimiento por equivalencia porque reemplaza al


objeto de la obligación incumplida.

Esta indemnización compensatoria tiene 3 características que surgen de


su naturaleza jurídica.

1ª La indemnización compensatoria no puede acumularse con el


cumplimiento de la obligación por naturaleza. Porque
importaría un doble pago al reemplazar el objeto de la obligación.

Excepciones:

1.1. Si se ha pactado una pena o cláusula penal en un contrato de


transacción (Art. 2463).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 160


1.2. Si se hubiera estipulado expresamente que por pago de la pena
no se extingue la obligación principal.

1.3 Si la obligación se cumplió, pero de manera incompleta se


insta por esta indemnización y además recibe parte del objeto
debido.

2ª Por regla general NO puede ser demandada por vía


principal, sino que sólo puede demandarse la indemnización
compensatoria en forma subsidiaria cuando no es posible el
cumplimiento por naturaleza.

Excepciones:

2.1. A opción del acreedor en caso de obligaciones de hacer Art.


1553.

2.2. En caso de obligaciones de no hacer Art. 1555.

2.3 En un contrato bilateral Art. 1489, el acreedor puede pedir


el cumplimiento o resolución con indemnización de perjuicios.

2.4 Aquellos contratos que tengan cláusula penal pactada Art.


1537.

3ª Este tipo de indemnización no procede tratándose de


obligaciones de dinero, porque constituiría un enriquecimiento
ilícito.

b. INDEMNIZACIÓN MORATORIA

Es aquella que el acreedor puede demandar al deudor cuando éste cumple la


obligación pero tardíamente, con retraso.

No existe un cumplimiento por equivalencia sino que consiste en la


reparación del perjuicio que sufrió el acreedor por el retraso del
cumplimiento de la obligación por parte del deudor.

Esto significa que esta indemnización puede acumularse con el cumplimiento


por naturaleza de la obligación o por equivalencia de la obligación. Lo que
significa que el acreedor puede demandar ambos tipos de indemnización. La
razón de esto es que son distintas causas de indemnización, una busca
reparar el daño por el retraso y la otra por el incumplimiento.

Requisitos de la Indemnización de Perjuicios


1. Preexista una obligación civil válida.
2. Infracción a la obligación.
- incumplimiento total,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 161


- incumplimiento parcial, Indm.
Compensatoria
- cumplimiento imperfecto, o
- atraso en el cumplimiento. Indm.
Moratoria
3. Infracción haya causado perjuicios al acreedor.
4. Infracción imputable al deudor.
5. Deudor debe estar constituído en mora.

1º Que preexista una obligación civil válida


Para que tenga lugar la indemnización de perjuicios debe existir antes
de que se cometa una infracción, una obligación que debe ser civil y válida.
Quedan fuera las infracciones a las obligaciones naturales, porque su
cumplimiento está entregado exclusivamente a la voluntad del deudor, y si
éste no la cumple no irroga responsabilidad alguna para él.
CIVIL VÁLIDA= no dan origen a indemnización de perjuicios ni a
responsabilidad civil las obligaciones civiles nulas, porque declarada la
nulidad las partes se retrotraen al estado anterior a la contratación, es
decir no hay obligación.

2º Infracción a la obligación
Debe haberse cometido por el deudor una infracción a la obligación,
esto surge del hecho que la IP es un derecho del acreedor de reclamar del
deudor una suma de dinero cuando la obligación no se ha cumplido, se ha
incumplido parcialmente, o se ha retrasado en el cumplimiento.
Lo anterior implica que la infracción puede revestir 4 formas:
- incumplimiento total,
- incumplimiento parcial,
- cumplimiento imperfecto, o
- atraso en el cumplimiento.

3º La infracción a la obligación debe haber causado perjuicios al acreedor


Se requiere esto porque la IP tiene un carácter reparatorio en todas
sus formas, nunca es inriquecedora.
Que la infracción tiene que ocasionar al acreedor un daño o perjuicio
se entiende por tal a toda disminución real que sufra el patrimonio del
acreedor como consecuencia del incumplimiento.
Cuando el daño o perjuicio representa una disminución real del
patrimonio, se habla de DAÑO EMERGENTE.
Si el daño o perjuicio consiste en la privación de la legítima ganancia
que el acreedor habría obtenido si la obligación se hubiese cumplido en
forma íntegra y oportuna, ante este tipo de privación hablamos de LUCRO
CESANTE.
La existencia de los perjuicios constituyen un hecho y deben probarse
en juicio por quien los alega.
La regla general tiene dos excepciones en cuyos caos no es necesario
probar los perjuicios:
 obligación en la que se pactó cláuslua penal,
Art. 1542, y
 incumplimiento de una obligación de dinero
cuando se demanda la indemnización moratoria,
Art. 1559 regla 2ª.
Los perjuicios se prueban en juicio ordinario o de lato conocimiento.

4º La infracción debe ser imputable al deudor

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 162


Debe haber de parte del deudor una infracción imputable a él, el
incumplimiento debe ser responsabilidad del deudor.
El incumplimiento no siempre da lugar a la indemnización de perjuicios
porque hay casos en que éste deja de cumplir sin que por ello deba
indemnizar (caso fortuito, prescripción, remisión).
Dentro del concepto de responsabilidad subjetiva es preciso que el
incumplimiento dañoso sea imputable al deudor, y lo es, cuando de su parte
hay dolo, o sea, intención de no pagar; o culpa, esto es, falta de
diligencia o cuidado.
Existen tres obstáculos que impiden el cumplimiento de la obligación,
son tres hechos que se oponen al cumplimiento:
 la culpa,
 el dolo, y
 el caso fortuito o fuerza mayor.

En caso de culpa o dolo, HAY responsabilidad del deudor porque son hechos de
él.
Cuando el obstáculo proviene de hecho suyo hay lugar a la IP.
Si el hecho que impide el cumplimiento de la obligación es un caso fortuito
o fuerza mayor, NO HAY responsabilidad para el deudor.
Si el obstáculo es caso fortuito o fuerza mayor que no depende de la
voluntad del deudor éste no estará en la obligación de indemnizar
perjuicios, porque no es responsable.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 163


CASO FORTUITO o FUERZA MAYOR

Artículo 45. Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible
resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de
autoridad ejercidos por un funcionario público, etc.
Caso fortuito es el imprevisto al que es imposible resistir, para el código
son términos sinónimos, pero la doctrina los distingue, los diferencia.
CASO FORTUITO = su ocurrencia se relaciona o atribuye a una causa de la
naturaleza o de Dios.
FUERZA MAYOR = son hechos atribuibles al hombre.

Requisitos del CF o FM
1º Provenga de causa ajena a la voluntad del
deudor.
2º Hecho imprevisto
3º Hecho insuperable o irresistible

1º Provenga de causa ajena a la voluntad del deudor


Debe provenir de una causa enteramente ajena a la voluntad del
deudor, de un hecho extraño a su voluntad, porque si dependiera al
menos en parte estaríamos en presencia de un acto culposo o doloso.
Artículo 1547. El deudor no es responsable sino de la culpa lata en los
contratos que por su naturaleza sólo son útiles al acreedor; es responsable de
la leve en los contratos que se hacen para beneficio recíproco de las partes; y
de la levísima, en los contratos en que el deudor es el único que reporta
beneficio.
El deudor no es responsable del caso fortuito, a menos que se haya constituido
en mora (siendo el caso fortuito de aquellos que no hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido
entregada al acreedor), o que el caso fortuito haya sobrevenido por su culpa.

La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la


prueba del caso fortuito al que lo alega.
Todo lo cual, sin embargo, se entiende sin perjuicio de las disposiciones
especiales de las leyes, y de las estipulaciones expresas de las partes.

El inciso 2º del Art. 1547, hace responsable al deudor del caso


fortuito o fuerza mayor en 2 casos:
 cuando el caso fortuito o fuerza mayor ocurre por
culpa del deudor.
 cuando ocurre durante la mora del deudor, siempre
que el caso fortuito o fuerza mayor sea de aquellos que no
hubiere dañado a la cosa si se hubiere entregado
oportunamente al acreedor.

2º Hecho imprevisto
Que sea un hecho imprevisto que una persona común con los medios
que ordinaria o normalmente dispone no haya sido posible prever el
CF o FM.
La previsiblidad del CF es también una cuestión de hecho por lo que
debe ser probado en juicio por quien lo alega.
Lo relevante para determinar si se está en la presencia de un acaso
es que hay que ponerse en la situación de una persona común y
corriente que por medios normales no haya podido prever el CF o FM.
Hay jurisprudencia que señala que no es CF la circunstancia que el
vendedor no haya podido entregar por no haber recuperado del
arrendatario, porque se pudo prever esa posibilidad.

3º Hecho insuperable o irresistible


Tiene que haber sido imposible salvar o superar el hecho ocurrido,
porque si un hecho dificulta el cumplimiento o lo hace más oneroso,
no es CF ni FM.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 164
Debe tratarse de un hecho que el deudor con los medios que
ordinariamente cuenta y a pesar que empleó una debida diligencia,
no ha podido superar o resistir el imprevisto.
Es una cuestión de hecho que debe ser probada.
No es CF o FM la inflación, el alza del tipo de cambio, o una
marejada que impide efectuar una carga.

Efectos del CF o FM
1. Reunidos todos los requisitos el deudor queda exento de responsabilidad
por el incumplimiento de la obligación ”nadie está obligado a lo
imposible”.
2. Se extingue la obligación de dar cuando se trata de una especie o
cuerpo cierto.
Si la obligación es de hacer o no hacer también se extingue.

Sólo permanece vigente la obligación de dar de género

3. El deudor no responde del retardo en el cumplimiento de la obligación


que se deba a CF o FM.
Artículo 1558. Si no se puede imputar dolo al deudor, sólo es responsable de los
perjuicios que se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato; pero si hay
dolo, es responsable de todos los perjuicios que fueron una consecuencia inmediata o
directa de no haberse cumplido la obligación o de haberse demorado su cumplimiento.
La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a indemnización de
perjuicios.
Las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas reglas.

Excepciones
a) si el CF o FM sobreviene por culpa del deudor (Art. 1547 inc. 2º, al
pintor se le llueve un cuadro).

b) cuando el deudor toma sobre sí la responsabilidad del CF o FM


(puede hacerlo porque el CF o FM sólo mira al interés del deudor y por lo tanto
puede renunciarlo).

c) cuando el CF o FM ocurre estando en mora el deudor, pero éste


habría ocurrido de todas formas estando la especie en manos del
acreedor, Art. 1672 inc. 2º.
d) cuando la ley dispone que el deudor responda del CF o FM, Art.
1676, en casos de hurto o robo.

El CF o FM normalmente proviene de un hecho de la naturaleza pero también


puede provenir de hecho del hombre, como el acto de autoridad, produciéndose
un efecto especial cuando el CF o FM ha ocurrido por el hecho de un tercero
porque el acreedor tiene el derecho a pedir que se le cedan las acciones
contra el tercero por los perjuicios, Art. 1677.

Artículo 1676. Al que ha hurtado o robado un cuerpo cierto, no le será permitido alegar
que la cosa ha perecido por caso fortuito, aun de aquellos que habrían producido la
destrucción o pérdida del cuerpo cierto en poder del acreedor.
Artículo 1677. Aunque por haber perecido la cosa se extinga la obligación del deudor,
podrá exigir el acreedor que se le cedan los derechos o acciones que tenga el deudor
contra aquellos por cuyo hecho o culpa haya perecido la cosa.

Prueba del CF o FM
Al deudor que pretende liberarse de la responsabilidad le corresponde
probar, así lo dispone el Art. 1547 inc. 3º en armonía con el Art. 1698, “La
prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la prueba del caso
fortuito al que lo alega”, “Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega
aquéllas o ésta.”

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 165


TEORÍA DEL RIESGO

La expresión “riesgo” indica la posibilidad de un evento futuro dañino, o


una contingencia o proximidad de un daño.
La teoría del riesgo o de los riesgos incide en los problemas de extinción
de una obligación por imposibilidad no imputables al deudor.
Ante la FM o CF en cuanto causal de extinción de la responsabilidad del
deudor surge la pregunta ¿Quién debe soportar el riesgo del
incumplimiento de la obligación cuando se debe a CF o FM?

Para determinarlo se debe distinguir entre:


 contratos
unilaterales, y
 contratos bilaterales.

En los contratos unilaterales, el riesgo lo soporta el dueño de la cosa


(en el comodato, el dueño entrega una especie y el comodatario no puede restituir por CF o FM,
el riesgo de la restitución lo soporta el dueño).

Las cosas perecen para su dueño


Res perit domino

En los contratos bilaterales


En un contrato de compraventa de bien mueble, acordado el precio y la cosa,
antes de la entrega y antes de pagarse el precio, es el acreedor quien
soporta el riesgo, Art. 1550, Res perit creditori, esta regla sólo es
aplicable a la compraventa y a la permuta, es una remisión a la norma del
Art. 1820 que estipula que la pérdida, deterioro o mejora pertenece al
comprador desde el momento de perfeccionarse el contrato, salvo que la venta
se haga bajo condición suspensiva pues en tal caso mientras pende la
condición el riesgo es del vendedor, Res perit debitori.

La compra de cosa mueble debiera ser siempre “pasando y pasando”

En los contratos bilaterales existen prestaciones recíprocas, cada parte es


deudora y acreedora a la vez.
Puede ocurrir que una de las obligaciones se haga imposible.
Si ha habido culpa o dolo del deudor, cuya prestación se ha hecho imposible,
el acreedor puede pedir la resolución del contrato y la indemnización de
perjuicios.
Si por otro lado se pretende exigirle su propia prestación, podrá defenderse
con la excepción de contrato no cumplido.
Si la prestación se hizo imposible por caso fortuito, el deudor de ella
queda liberado de cumplirla, porque a lo imposible nadie está obligado, ni
siquiera cumple por equivalencia. En consecuencia su obligación se ha
extinguido sin consecuencias posteriores. Pero, ¿Qué ocurre con la
obligación de la contraparte? ¿Deberá la contraparte cumplirla, o se
extinguirá también, y en caso de haberla ya cumplido, tendrá derecho
a la restitución de lo dado o pagado?
Por ejemplo, una persona compra un tractor para ser entregado en tres meses,
y pagadero el 50% al contado y el saldo en mensualidades. El tractor se
destruye fortuitamente antes de la entrega. ¿Deberá el comprador seguir
pagando el precio, o por el contrario tiene derecho a dejar de
hacerlo y exigir la devolución del anticipo?.
La teoría de los riesgos tiende precisamente a solucionar este problema,
esto es, a determinar qué ocurre con la obligación de la contraparte, que no
se ha hecho imposible.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 166


Posibles soluciones al problema del riesgo en el contrato
bilateral
Hay dos alternativas posibles para solucionar el problema planteado, y son:

1ª Riesgo del deudor


El riesgo es del deudor cuya prestación se ha hecho imposible por caso
fortuito. Es decir, en el ejemplo, no se entrega el tractor ni indemniza
los perjuicios, pero tampoco el comprador deberá cumplir su obligación de
pagar el precio, y si lo hizo, podrá repetir lo dado o pagado, ambos quedan
liberados.

2º Riesgo del acreedor

El riesgo es de cargo del acreedor cuando éste, no obstante que la


obligación del deudor se ha extinguido por caso fortuito, está obligado a
cumplir su propia obligación, y si ya lo hizo, nada puede reclamar.

En el ejemplo, el comprador no recibe el tractor y debe pagar el precio, en


consecuencia, no puede exigir el cumplimiento, ni la indemnización
perjuicios, ni la resolución del contrato, ni oponer a la demanda la
excepción de contrato no cumplido.

Es del caso señalar que algunas legislaciones solucionan el problema en las


obligaciones de dar aplicando el principio “res perit domino”, las cosas
perecen para su dueño.

Las legislaciones modernas establecen que la solución al problema es por la


vía de que el riesgo debe estar a cargo del deudor cuya prestación se ha
hecho imposible, porque si bien es justo que éste quede liberado de
responsabilidad por el caso fortuito, no es equitativo, que la contraparte
que nada recibe, siga siempre obligada a cumplir su propia prestación.

Requisitos para la aplicación de la teoría de los riesgos


1º Que se trate de un contrato bilateral.
2º Que una de las partes deje de cumplir su obligación por imposibilidad.
3º Que el incumplimiento por imposibilidad sea inimputable (imposibilidad
absoluta no imputable).

Efectos del riesgo


Los efectos dependen según se coloquen por cuenta del deudor o del acreedor.
1. Riesgo del deudor cuya prestación se hizo imposible, produce el
efecto de extinguir la obligación de la contraparte. O sea, pone
término al contrato, porque ninguna de las partes debe cumplir su
obligación.

2. Riesgo del acreedor, la obligación de su deudor queda extinguida


por imposibilidad en el cumplimiento, pero el acreedor no puede
excusarse y deberá pagar su obligación. Es decir, el deudor cuya
prestación se hizo imposible podrá demandar el cumplimiento, o
retener lo ya dado o pagado por el acreedor.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 167


El riesgo en la legislación chilena
El código no contiene una doctrina sobre el riesgo, sino sólo hay una
disposición genérica que es el Art. 1550 y en algunos preceptos aislados
(Arts. 1820, 1900).

El Art. 1550 establece que “El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se
deba es siempre a cargo del acreedor; salvo que el deudor se constituya en
mora de efectuarla, o que se haya comprometido a entregar una misma cosa a
dos o más personas por obligaciones distintas; en cualquiera de estos
casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa, hasta su entrega”.

El riesgo en la legislación chilena puede ser sintetizado de la siguiente


manera:
1. El riesgo en las obligaciones de dar un cuerpo cierto
El Art. 1550 en su primera parte, señala que “El riesgo del cuerpo
cierto cuya entrega se deba es siempre a cargo del acreedor...”.
El Art. 1820 en relación con la compraventa expresa que “La
pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que se vende,
pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el contrato,
aunque no se haya entregado la cosa...”.
La misma solución se aplica para la permuta en el Art. 1900, que
dice: “Las disposiciones relativas a la compraventa se aplicarán a la
permutación en todo lo que no se oponga a la naturaleza de este contrato;
cada permutante será considerado como vendedor de la cosa que da, y el
justo precio de ella a la fecha del contrato se mirará como el precio que
paga por lo que recibe en cambio”.
Los artículos anteriores establecen la regla general de que el
riesgo es de cargo del acreedor de la prestación que se ha hecho imposible.
La solución ha sido criticada pues hace aplicable el principio de
que el riesgo es de cargo del acreedor.
Sin perjuicio de lo anterior, se establecieron algunas excepciones
al principio, a saber:
a) Cuando el deudor se constituye en mora de entregar la especie o
cuerpo cierto debidos, el riesgo pasa a cargo del deudor de la
obligación de entregar.
b) Cuando el deudor se ha comprometido a entregar una misma especie
a dos o más personas por obligaciones distintas.
c) Cuando las partes así lo estipulan.
d) Cuando el legislador da expresamente una solución contraria.
Así ocurre por ejemplo, en el arrendamiento (Art. 1950 Nº 1); en la
confección de obra material (Art. 1996).

2. La pérdida parcial
El Código no se preocupó de la imposibilidad parcial en términos
generales, tampoco lo hizo con el riesgo en las mismas circunstancias.
En consecuencia, se mantiene la regla general dada por el Art.
1550. Es decir, la pérdida parcial la soporta el acreedor, sin que tenga
derecho a disminuir su propia prestación.

3. Obligaciones de género
No hay disposición para el riesgo en las obligaciones de género,
ya que el legislador parte de la premisa de que el género no perece.

4. Obligaciones de hacer y no hacer


Nada dijo el legislador respecto al riesgo en las obligaciones de
hacer y no hacer.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 168


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 169
LA CULPA

La culpa, en un sentido amplio, significa responsabilidad, es responsable


porque es culpable.
La culpa como elemento del cuasi delito civil, consiste en la falta de
diligencia de una persona en el cumplimiento de una obligación o en la
ejecución de un hecho; si incide en el cumplimiento de una deuda, estamos
frente a una culpa contractual, si en la ejecución de un hecho, ante una
culpa extracontractual, cuasidelictual o aquiliana.
Habrá culpabilidad cada vez que se infrinja una obligación por parte del
deudor, siempre y cuando la infracción se deba a negligencia o ánimo
preconcebido del deudor.
En sentido amplio la culpa comprende a la culpa y al dolo.
En sentido restringido, la culpa corresponde a la negligencia o falta de
diligencia o cuidado que debe emplearse en el cumplimiento de una obligación
o en la ejecución de un hecho, esto surge del Art. 44.

Artículo 44. La ley distingue tres especies de culpa o descuido.


Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios
ajenos con aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen
emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado
que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin
otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la
diligencia o cuidado ordinario o mediano.
El que debe administrar un negocio como un buen padre de familia es responsable de esta
especie de culpa.
Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre
juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa
se opone a la suma diligencia o cuidado.
El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de
otro.

La culpa al igual que el CF o FM, es un obstáculo al cumplimiento de la


obligación, pero en el CF o FM se extingue la obligación, por el contrario
en la culpa se hace responsable al deudor del incumplimiento.

Clasificación
Se distingue entre culpa contractual y culpa extracontractual.
Culpa contractual, es la que incide en el incumplimiento de la obligación.
Culpa extracontractual, cuasidelictual o aquiliana, es la que incide en el
deber genérico de respetar a los otros.
Se diferencian en que en la culpa contractual preexiste un vínculo entre las
partes, el que sufre los perjuicios y el culpable. Mientras que en la culpa
extracontractual no existe vínculo formal previo entre quien recibe el daño
y el autor del hecho culposo.
Hay culpa contractual cuando se trata del incumplimiento de un deber
impuesto por el contrato, cuasicontrato o la ley.
Hay culpa extracontractual cuando se infringe un deber genérico, cuando
proviene de un delito o de un cuasidelito.
En el derecho moderno existe la tendencia a agrupar ambas clases de culpa y
no separarlas, porque ambos tipos obedecen a una infracción de una
obligación, con la salvedad de que una provendría del contrato,
cuasicontrato, o de la ley; y la otra provendría del delito y cuasidelito.
El Código Civil adoptó el criterio clásico que distingue ambos tipos de
culpa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 170


Diferencias entre culpa contractual y culpa extracontractual

1ª La culpa contractual admite graduación, Arts. 44 y 1547 (grave o lata, leve


y levísima).

La culpa extracontractual no admite graduación.

2ª En materia contractual la culpa se presume en caso de incumplimiento de


la obligación.
En materia extracontractual la culpa no se presume y tiene que ser
probada por quien alega el perjuicio.

3ª Cuando se trata de culpa contractual el deudor responde si está en


mora, el acreedor debe haberle requerido el cumplimiento de la
obligación.
En materia de culpa extracntractual no existe el concepto de mora.

4ª La culpa contractual prescribe en 5 años.


La culpa extracontractual prescribe en 4 años.

Graduación de la culpa contractual

Culpa grave o lata o negligencia grave


Es aquella culpa que consiste en no manejar los negocios ajenos con el
cuidado que las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios, impone un mínimo grado de diligencia, exigencia y
responsabilidad en lo que respecta al cumplimiento de la obligación.
La ley equipara la culpa grave al dolo porque para incurrir en ella es
casi necesario actuar dolosamente, por requerirse al deudor un cuidado
mínimo.
La culpa grave por estar asimilada al dolo impone la mayor obligación a
la reparación del daño que se causa, agrava la responsabilidad del deudor
quien debe responder de los perjuicios imprevistos y aún de la destrucción
de la cosa durante la mora de recibir del acreedor.
Cuando hay culpa grave de varios deudores respecto de la misma
obligación, la responsabilidad es solidaria entre ellos.
Por cuanto el dolo futuro no puede condonarse la culpa grave no puede
renunciarse, es irrenunciable.
El Art. 1547 inc. 1º señala que se responde de este tipo de culpa en
aquellos contratos que sólo son útiles al acreedor (depósito). El deudor en
estos casos sólo tiene que emplear una diligencia o cuidado mínimo, esto se
justifica porque no obtiene beneficio del contrato.
Los efectos de la culpa grave son los mismos del dolo, significa que el
autor de la conducta responde incluso de los perjuicios imprevistos.

Culpa leve o descuido leve o descuido ligero


Es la falta de diligencia o cuidado que las personas emplean en sus
propios negocios, se infiere que se opone al cuidado mediano u ordinario.
Cada vez que la ley exige a una de las partes del contrato administrar
como un buen padre de familia se refiere a la culpa leve.
De este tipo de culpa se responde en aquellos contratos que benefician
a ambas partes (compraventa).
La culpa leve constituye la regla general en materia contractual.
Si el deudor de acuerdo a la ley debe responder de la culpa leve con
mayor razón responde de la culpa grave.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 171


Culpa levísima o descuido levísimo
Es la falta de esmerada diligencia que un hombre juicioso suele emplear
en sus negocios importantes.
A diferencia de las otras culpas, ésta impone un mayor cuidado y
diligencia, el deudor responde de este tipo de culpa en aquellos contratos
que sólo benefician al deudor (comodato).
Es la que impone el máximo de responsabilidad, ya que para no incurrir
en ella el deudor necesita emplear la mayor diligencia.

La determinación del grado de culpa con que debe responder el deudor no


ofrece dificultades, el juez debe determinar a quien beneficia el contrato y
también debe determinar si el deudor empleó la diligencia o cuidado que se
le imponía, lo que es una cuestión de hecho que debe ser probada por quien
la alega en el juicio respectivo.

Limitaciones a la graduación de la culpa contractual


La graduación de la culpa según los Arts. 44 y 1547 admite limitaciones de
modo que el grado de culpa con que se responde puede ser limitado por la
voluntad de las partes y por la ley.
a) Las partes son libres de establecer el tipo de culpa con la que va a
responder el deudor, incluso el acreedor puede liberar de culpa al
deudor, pero esto a su vez reconoce un límite que radica en que el
dolo no puede renunciarse ni condonarse.
La culpa grave tasada SÍ puede condonarse.
b) La ley impone a veces un grado de culpa distinto al de la naturaleza
del contrato, como en el caso del depositante impedido de elegir al
depositario.
Si el contrato sólo beneficia al acreedor la regla general es que el
deudor responde solo de culpa grave sin embargo la ley lo hace
responsable de la culpa leve.

Prueba de la culpa
Según el Art. 1547 inc. 3º “La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha
debido emplearlo; la prueba del caso fortuito al que lo alega.”, en relación con esto
tenemos también el Art. 1671 que señala “Siempre que la cosa perece en poder del deudor,
se presume que ha sido por hecho o por culpa suya.”
De estas dos disposiciones la doctrina concluye que la culpa se presume cada
vez que se esté ante el incumplimiento de una obligación, es decir, se
presume que el deudor es culpable e imputable, quien deberá indemnizar
perjuicios, ante lo cual el deudor debe acreditar que ha empleado la
diligencia o cuidado que la ley o la voluntad de las partes le imponían.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 172


EL DOLO (pag. 219)

El término “dolo” tiene tres acepciones:


1. Como vicio del consentimiento, maquinación fraudulenta destinada a
dañar.
2. Elemento que califica al hecho ilícito civil, así si ha habido dolo
en el autor del hecho ilícito habrá delito, si hay culpa será un
cuasidelito.
3. Elemento que agrava la responsabilidad del deudor frente al
incumplimiento de la obligación.

El Art. 1558 determina el grado o extensión de la reparación u obligación de


indemnizar que pesa sobre el deudor cuando el incumplimiento se debe a una
conducta dolosa de su parte.
El dolo es mala fe, así lo entiende el Código Civil, la mala fe se asimila
al dolo. El dolo constituye un propósito deliberado, consciente de
incumplir una obligación. ALESSANDRI, define al dolo como acto u omisión
intencional para eludir el cumplimiento de su obligación.

Características del dolo


1ª A diferencia de la culpa el dolo no admite graduación.
2ª El dolo no se presume, a diferencia de la culpa, salvo los casos que la
ley dispone lo contrario cuando lo presume, Art. 1301 (albacea).
3ª No puede ser condonado o renunciado en forma anticipada.

Efectos del dolo


1º Si el deudor incurre en acto doloso para incumplir es responsable del
incumplimiento da lugar a la indemnización de perjuicios.
2º El deudor debe indemnizar perjuicios respondiendo incluso de los
imprevistos, Art. 1558, agrava la responsabilidad.
3º Si ha habido varios deudores y todos han incumplido en forma dolosa,
todos están obligados a indemnizar solidariamente, Art. 2317 inc. 1º,
origina responsabilidad solidaria.
Artículo 2317. Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más personas, cada
una de ellas será solidariamente responsable de todo perjuicio procedente del mismo delito
o cuasidelito, salvas las excepciones de los artículos 2323 y 2328 (ruina que causa daño a 3º y
daño ocasionado por cosa que cae o se arroja).

Todo fraude o dolo cometido por dos o más personas produce la acción solidaria del
precedente inciso.

Paralelo entre culpa y dolo


 La culpa se presume, el dolo no se presume, debe probarse y
corresponde al acreedor probarlo.
Para la prueba del dolo se pueden utilizar todos los medios
probatorios que franquea la ley, por cuanto se trata de probar un
hecho. Por cuanto la prueba del dolo es difícil porque hay que
acreditar un elemento psicológico como es la intención del hechor,
normalmente el acreedor se asila en la culpa por no tener que
probarla. Excepcionalmente el dolo se presume: Art. 1301, albacea no
puede llevar a efecto disposiciones contrarias a la ley; Art. 968 Nº
5, detener u ocultar testamento; Art. 2261, apuesta; Art. 268 CPC,no
entablar demanda habiéndose solicitado medidas prejudiciales.
 La culpa admite graduación, el dolo no.
 Si el deudor ha incumplido con hecho culposo responde de los
perjuicios previstos y si hubo dolo incluso responde de los
imprevistos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 173


FORMAS DE EXONERACIÓN O ALTERACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

a. ausencia de culpa,
b. hecho de un tercero o hecho ajeno,
c. estado de necesidad,
d. teoría de la imprevisión,
e. convenciones modificatorias de la
responsabilidad.

a. AUSENCIA DE CULPA

Si la cosa perece se presume que el deudor es culpable, pero si lo que ha


impedido el cumplimiento es un hecho fortuito y es evidente que ha sido así,
el deudor no responde cuando se acredita ese hecho. Esto porque la prueba
de la diligencia o cuidado corresponde al que ha debido emplearlo, y la del
caso fortuito al que lo alega.
El problema se presenta cuando se trata de saber si al deudor le basta
probar que ha empleado la debida diligencia o cuidado para eximirse de
responsabilidad, o debe establecer y acreditar el caso fortuito.
Cuando es difícil determinar que ha sido un imprevisto difícil de resistir
el obstáculo en el cumplimiento, si el deudor prueba que ha empleado la
diligencia a que estaba obligado no responde del incumplimiento de la
obligación.
La Corte Suprema ha resuelto que al deudor le basta acreditar que ha usado
el debido cuidado o diligencia, sin que le sea necesario probar el caso
fortuito.
Interpretar de manera distinta el Art. 1547 inc. 3º sería restarle valor o
significación al texto legal.
El deudor se liberará o exonerará de responsabilidad cuando pruebe la debida
diligencia o cuidado.

La ausencia de culpa queda colocada entre la culpa y la fuerza mayor

b. HECHO DE UN TERCERO O HECHO AJENO

El deudor también responde de los actos de las personas que están bajo su
responsabilidad, pero para que el deudor responda del hecho de un tercero
éste tiene que haber estado a cargo de la ejecución del hecho que causa el
incumplimiento de la obligación, sea porque se le encargó el cumplimiento de
la obligación o porque la ley lo hace responsable.
Si el tercero estaba en la etapa de ejecución de la obligación o la ley lo
coloca en situación de responder, el deudor responde por los hechos de ese
tercero.
El deudor NO responde del hecho de tercero cuando el hecho que provoca el
incumplimiento de la obligación lo ocasiona un tercero que no estaba a cargo
del cumplimiento de la obligación ni la ley lo hace responsable.
Para determinar la responsabilidad del deudor que incurre en incumplimiento
por hecho o culpa de un tercero, siempre es preciso distinguir si es
civilmente responsable por él o no.
Por regla general la intervención de un tercero es para el deudor un caso
fortuito si reúne los requisitos propios de éste.
El legislador no señala quienes son los terceros por los cuales el deudor es
civilmente responsable, en relación a los contratos SÍ enumera varios casos,
Arts. 1925, 1926, 1929, 1941, 1947 inc. final, 2000 inc. 2º, 2014, 2015 inc.
final, 2003 regla 3ª, 2242, 2243, etc.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 174


c. ESTADO DE NECESIDAD

Es la situación a la que se ve enfrentado el deudor en cuya virtud causa un


daño para evitar un daño mayor a él mismo o a un tercero.
En materia contractual el estado de necesidad significa que el deudor deja
de cumplir para evitar otro mal mayor.
No puede confundirse con el caso fortuito, porque no implica una
imposibilidad absoluta como éste, sino que importa un sacrificio para el
deudor; éste pudo cumplir, pero a costa de un daño grave para él, lo que
relaciona a esta institución con la teoría de la imprevisión.
Si el estado de necesidad no puede asimilarse al caso fortuito o a la
ausencia de culpa, no es posible considerarlo como liberatorio para el
deudor, ya que no hay disposición alguna en que pueda asilarse.
Dicho de otra forma, es causal de exoneración de responsabilidad sólo cuando
constituye CF o FM.

d. TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN

Ante CF o FM es imposible cumplir la obligación, y además, por regla


general, se exime de responsabilidad al deudor.
Pero si el hecho acontecido solo hace más difícil u oneroso el cumplimiento
de la obligación no constituye CF o FM, sin embargo, puede acontecer que
después que se celebró el acto o contrato ocurra un hecho que sin llegar a
configurar CF o FM sí se trata de un hecho imprevisto o imprevisible e
implica que la obligación se transforma en excesivamente onerosa, rompiendo
el equilibrio que debe existir en las prestaciones de las partes, nos obliga
a plantearnos si un tribunal podría modificar el contrato celebrado para
hacer que el cumplimiento no sea tan oneroso para una de las partes,
restaurando el equilibrio perdido.
El prof. Abeliuk, señala que la imprevisión es la facultad del deudor de
solicitar la resolución o revisión del contrato de ejecución postergada
cuando un imprevisto ajeno a la voluntad de las partes ha transformado su
obligación en exageradamente onerosa.
La teoría de la imprevisión choca con la doctrina clásica establecida en
nuestro código en materia contractual, ya que éste establece el principio
“pacta sunt servanda”, el deudor no se puede eximir de cumplir el contrato,
salvo acuerdo de las partes o por alguna causa legal.
Los partidarios de esta teoría estiman que en mérito de la equidad y la
buena fe que deben imperar en la ejecución de los contratos, debe
considerarse la imprevisión como un límite al principiopacta sunt servanda
cuando se impone al deudor un sacrificio exagerado.
Esta teoría se relaciona con el problema de la revisión judicial del
contrato, ya que de acogerse esta teoría se le otorgaría al juez la facultad
de intervenir en la economía del contrato con el fin de equilibrar las
prestaciones.
La teoría de la imprevisión es una institución de construcción doctrinaria
que exige la concurrencia de algunos requisitos para que se configure:
1º que se trate de un hecho imprevisible, este requisito es esencial,
porque si no era imprevisible significa que pudo preverse pactando
cláusulas que atenuaran los efectos de un hecho semejante.
2º el hecho imprevisible, debe ser completamente ajeno a la voluntad
de las partes, no debe mediar acto alguno de las partes en la
ocurrencia de este hecho.
3º el hecho imprevisible debe afectar el desarrollo normal de toda una
actividad económica, o bien, alterar el desarrollo general de una
misma categoría de negocios, es decir, no debe afectar a un
contratante en particular sino que debe hacerlo a un conjunto de
contratantes en condiciones similares.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 175


4º el hecho imprevisible debe haber significado que el cumplimiento se
ha transformado en excesivamente oneroso para el deudor, de tal
manera que la ejecución ocasione un perjuicio grave al deudor,
sacrificio exagerado o excesivo.
5º debe tratarse de contratos que se cumplan en forma sucesiva o
diferida o a plazos, porque si el contrato es de ejecución
inmediata no puede surgir un evento que haga onerosa la ejecución
de la obligación.
Sólo puede ocurrir en obligaciones que se ejecutan en el tiempo
(caso del gas; personas que contratan una obra de construcción y resulta que el
terreno es rocoso).

Fundamentos de la teoría de la imprevisión


La doctrina considera que:
1. Los contratos tienen que ser cumplidos de buena fe y debe
consultarse la intención de los contratantes, no se cumplirá de buena fe un
contrato donde no se consulta la voluntad de las partes y no lo será si hace
onerosa la ejecución del contrato.
2. Cuando se interpretan los contratos debe consultarse la voluntad de
los contratantes, se asume que éstos siempre consideran que las condiciones
existentes al contratar existirán cuando se deban cumplir las obligaciones.
3. Se supone que las partes entienden que en el contrato está incluida
la cláusula “rebuc sic stantibus”, las condiciones imperantes al momento de
contratar se deben mantener en el tiempo.
4. Se relaciona con el abuso del derecho, si el acreedor se apega al
tenor literal de lo pactado y ello importa un grave perjuicio al deudor, hay
un abuso del derecho que no puede ser tolerado ni aceptado.

Efectos de la imprevisión
La doctrina entrega dos respuestas o soluciones distintas:
1ª Que el juez exima al deudor del cumplimiento futuro de todas sus
obligaciones, para ello dicta una resolución aboliendo todos los
efectos del contrato de ahí en adelante.
2ª Que el juez proceda a modificar algunas cláusula del contrato para
adecuarlas al momento y condiciones vigentes al tiempo de la
ejecución, restaurando el equilibrio perdido.
Modifica las condiciones vigentes al contratar y las hace
compatibles a las del tiempo de la ejecución.
En Chile, el profesor Abeliuk, señala que hay dos categorías de
disposiciones en el Código Civil, una acoge la teoría de la imprevisión y la
otra la rechaza.
Entre las disposiciones que acogerían la teoría de la imprevisión
están:
 la materia referida a la fijación de los alimentos, Art. 332.
 la caducidad del plazo en cuanto a que circunstancias
posteriores adelantan el vencimiento del plazo, Art. 1496
(quiebra, insolvencia, y extinción o disminución de las cauciones por hecho o
culpa del deudor).

 la restitución anticipada de la cosa en el comodato, Art. 2180


(necesidad imrevista y urgente de la cosa por parte del comodante).

 la fianza, obligación a prestarla, Art. 2348 (deudor cuyas facultades


disminuyen, o que se tema se ausente del país).

 el depósito, Art. 2227 (normalmente sólo se puede restituir según lo


estipulado pero el depositario puede exigir al depositante que disponga de la
cosa porque le causa perjuicio).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 176


Entre las disposiciones que niegan la teoría de la imprevisión ,
están:
 en el contrato de arrendamiento de predios rústicos, Art. 1983
inc. 1º (el colono no puede pedir rebaja del precio alegando casos fortuitos que
han deteriorado su cosecha).

 en el contrato de un empresario para construir un edificio, Art.


2003 regla 1ª (no se puede pedir aumento de precio a pretexto de encarecer los
costos).

Abeliuk y Mesa Barros, coinciden en que la teoría de la imprevisión


considerada como una institución de orden general no tiene cabida en el
derecho chileno por la existencia del Art. 1545 y por no estar considerada
la imprevisión como causa legal.

CIRCUNSTANCIAS QUE ALTERAN O ELIMINAN LA RESPONSABILIDAD


Estas circunstancias son:
 El dolo.
 El caso fortuito o fuerza mayor.
 El estado de necesidad.
 La teoría de la imprevisión.
 El hecho ajeno.
 Las convenciones o cláusulas modificatorias de la
responsabilidad.
 La ausencia de culpa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 177


CLÁUSULAS MODIFICATORIAS DE LA RESPONSABILIDAD

 hacer responder al deudor de un grado mayor


de culpa
Claúsulas
AGRAVAN  hacer responder de caso fortuito
 hacer responsable al deudor de perjuicios
que normalmente no se indemnizan

CONVENCIONES  disminuir el grado de culpa


ANTICIPADAS  limitar la indemnización a una suma
Cláusulas determinada
LIMITAN
 limitar los plazos de prescripción
 alterar la carga de la prueba

Cláusulas
EXIMAN

Las partes pueden acordar en forma anticipada previendo las indemnizaciones


antes de ocurrido el incumplimiento, en forma distinta a lo dispuesto en la
ley, mediante las CONVENCIONES ANTICIPADAS, de acuerdo al Art. 1547.

El Art. 1547 inc. 1º señala hasta que punto se responde de la indemnización


por incumplimiento de la obligación.

El grado de responsabilidad del deudor asignado por la ley puede ser


modificado por la propia ley o la voluntad de las partes (depósito necesario).

Hay cláusulas que pueden pactar las partes que agraven, atenúen o eximan de
responsabilidad al deudor.

Cláusulas que agravan la responsabilidad


Las partes pueden pactar que se responda por un grado mayor de culpa que la
estipulada en la ley, Art. 1673.
También puede pactarse que responda e indemnice los perjuicios imprevistos,
en circunstancias que legalmente no tiene esa responsabilidad.
Las partes pueden hacer responder del caso fortuito.

Cláusulas que atenúan o limitan la responsabilidad


Asimismo, las partes pueden pactar que el deudor no responda de la culpa
leve sino sólo de la culpa grave, disminuyen el grado de culpa.
 Pueden limitar la indemnización a una suma determinada.
 Pueden limitar los plazos de prescripción.
 Pueden alterar la carga de la prueba.

Cláusulas que eximan de responsabilidad


También las partes pueden pactar cláusulas en cuya virtud el deudor queda
exento de responsabilidad, pero sólo respecto de la culpa leve y la
levísima.
Excepción
El dolo no puede condonarse ni renunciarse en forma anticipada, lo
mismo ocurre con la culpa grave asimilada al dolo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 178


Requisitos de la Indemnización de Perjuicios (pag. 147)

1. Preexista una obligación civil válida.

2. Infracción a la obligación.
3. Infracción haya causado perjuicios al acreedor.

4. Infracción imputable al deudor.


5. Deudor debe estar constituído en mora.

5º DEUDOR debe estar CONSTITUIDO EN MORA

Art. 1557. Se debe la indemnización de perjuicios desde que el deudor se ha


constituido en mora, o si la obligación es de no hacer, desde el momento de
la contravención.
Art. 1538. Háyase o no estipulado un término dentro del cual deba cumplirse
la obligación principal, el deudor no incurre en la pena sino cuando se ha
constituido en mora, si la obligación es positiva.
Si la obligación es negativa, se incurre en la pena desde que se ejecuta el
hecho de que el deudor se ha obligado a abstenerse.
Art. 1553. Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora,
podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la mora, cualquiera
de estas tres cosas, a elección suya:
3. Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la
infracción del contrato

Que el deudor se haya constituido en mora es un requisito indispensable


para que se deban los perjuicios, esto sólo es aplicable en la obligaciones
positivas (dar, hacer), NO es aplicable en obligaciones negativas (no hacer).
En las obligaciones de no hacer el deudor debe la indemnización desde
el mismo momento de la contravención, no hay mora.
Las disposiciones estipuladas en los Arts. 1557, 1538, 1553, no hacen
ninguna distinción respecto de que la mora sea un requisito sólo de algún
tipo de indemnización de perjuicios (compensatoria o moratoria), la mora se
aplica a ambos tipos de indemnizaciones. Esta exigencia surge de lo que
dice el Art. 1553 en su inc. 1º y Nº 3.
**
Fundamento de la Mora
Lo común es que el deudor no se anticipe a cumplir la obligación frente al
acreedor, lo normal es que el acreedor requiera el cumplimiento de la
obligación al deudor, esto significa que llegado el momento en que el deudor
debe cumplir la obligación si no la cumple incurrirá en un retardo, pero la
ley presume que cuando sólo hay retardo y el acreedor no ha requerido el
pago, hay un plazo de gracia que el acreedor confiere al deudor para que
cumpla la obligación.
La esencia de la mora es la interpelación o requerimiento del acreedor al
deudor para que éste cumpla la obligación, antes del requerimiento sólo hay
retardo, no hay mora.

Definición
La Mora, es el retardo culpable en que incurre el deudor en el cumplimiento
de su obligación, retardo que persiste más allá de su interpelación o
requerimiento del acreedor.
Como la mora es uno de los requisitos de la Indemnización de Perjuicios se
entiende entonces que los perjuicios se deben desde el requerimiento o
interpelación del acreedor al deudor.

Mora, retardo, exigibilidad, NO son sinónimos

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 179


Retardo, es el atraso en que incurre el deudor en el cumplimiento de su
obligación, es decir, todo deudor que esté en mora ha incurrido en retardo,
pero no todo retardo implica mora, porque al retardo se le debe incluir la
interpelación.
Exigibilidad, se refiere a que una obligación es exigible cuando es pura y
simple o cuando es una obligación a plazo y éste se ha vencido o es una
obligación condicional y la condición ya se cumplió. En estos casos el
acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación, pero esto no
significa que el deudor se encuentre en mora, debe haber retardo más
interpelación o requerimiento.

Requisitos de la Mora
1. Retardo del deudor en el cumplimiento de la obligación.
2. Retardo imputable al deudor.
3. Interpelación del acreedor.
4. El acreedor no debe estar en mora.

1. Retardo del deudor en el cumplimiento de la obligación


Llegado el momento en que la obligación debe ser cumplida, el deudor no
la cumple.

¿Cuándo debe cumplirla?


En la época en que las partes lo hayan fijado y si las partes no han fijado
época en que la obligación debe cumplirse entonces hay que recurrir a la
ley.
La ley dice que las obligaciones puras y simples deben cumplirse
inmediatamente de celebrado el acto o contrato.
La ley se ha encargado de precisar respecto de algunos contratos el momento
en que algunas obligaciones deben cumplirse, por ejemplo, en la compraventa
el vendedor está obligado a entregar la cosa al momento de celebrarse el
contrato y el comprador a pagar el dinero cuando se le entregue la cosa.
Si la obligación es a plazo debe ser cumplida cuando el plazo haya vencido.
Si la obligación es condicional cuando la condición se haya verificado.
Si el deudor no cumple su obligación más allá de la oportunidad en que debía
hacerlo, incurre en retardo, no mora.

2. Retardo imputable
El atraso en el cumplimiento de la obligación en que incurre el deudor
debe ser imputable a él, debe ser por su culpa o dolo (intención positiva de
retardar el cumplimiento de la obligación).

De cualquier forma A. Bello quiso eliminar cualquier duda respecto de


qué pasaba si el retardo provenía de caso fortuito o fuerza mayor, Art. 1558
inc. 2 “la mora producida por caso fortuito o fuerza mayor no origina la
obligación de Indemnización de Perjuicios”.
Este requisito se refiere a que no sólo se requiere retardo sino que
además éste debe ser imputable al deudor.

Art. 1558. Si no se puede imputar dolo al deudor, sólo es responsable de


los perjuicios que se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato;
pero si hay dolo, es responsable de todos los perjuicios que fueron una
consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación o de
haberse demorado su cumplimiento.
La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a
indemnización de perjuicios.
Las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas reglas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 180


3. Interpelación del acreedor
Este requisito es el acto en virtud del cual el acreedor exige al
deudor el cumplimiento de la obligación, dicho de otro modo, el acto por el
cual el acreedor requiere de pago al deudor (pago como prestación de lo que se
debe).

Clasificación de la Interpelación o Requerimiento


a. Contractual Expresa
b. Contractual Tácita
c. Extracontractual (también llamada judicial, es la regla
general).

La regla general es el requerimiento judicial que el acreedor hace al


deudor para que cumpla su obligación, pero esta regla tiene dos excepciones:
i. Si se ha estipulado un plazo dentro del cual la obligación
debe ser cumplida
ii. El hecho de que la propia naturaleza de la obligación ha
debido ser cumplida en un plazo determinado y no lo ha sido,
Art. 1551 Nº 1, 2 y 3.

Art. 1551. El deudor está en mora,


1.º Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado,
salvo que la ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para
constituirle en mora;
2.º Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de
cierto espacio de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o
ejecutarla;
3.º En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente
reconvenido por el acreedor.

La regla general es el Nº 3, las excepciones son el Nº 1 (contractual


Expresa) y el Nº 3 (contractual tácita).
Las excepciones a la regla general no significa que en ambos casos no
se requiera interpelación, se requiere igual, con la salvedad de que la
interpelación ya ha quedado incorporada en el acto o contrato, en él:
Nº 1 cuando ha quedado explícito en el acto o contrato.
Nº 2 cuando la época del cumplimiento de la obligación surge de
su propia naturaleza.

a) Interpelación Contractual Expresa


El Nº 1 del artículo 1551 habla de la estipulación de un plazo
acordado por las partes para que dentro de él se cumpla la obligación.
Lo que las partes hacen cuando convienen o acuerdan un plazo para
que se cumpla la obligación, es fijar una época para el cumplimiento, pero
además, las partes asumen que cuando el cumplimiento de la obligación ocurra
más allá del plazo fijado va a generarle perjuicios al acreedor, y por eso
es que el Art. 1551 en su Nº 1 es interpelación contractual expresa.
Esta disposición habla de un “término estipulado”, esto es, que se
trate de un término que surge de un acto jurídico bilateral, de ambas
partes, por lo tanto no es un término estipulado el que surge de la ley.
Así como el Nº 1 del Art. 1551 no considera como “término
estipulado” a aquel cuya fuente es la ley, tampoco comprende los términos
que surgen de los actos unilaterales (testamento).
Si las partes fijan un término o época en que la obligación tiene
que ser cumplida, ¿La violación de esta época estipulada pondrá de
inmediato al deudor en mora? ó ¿El vencimiento de cualquier plazo que hayan

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 181


estipulado las partes coloca al deudor en mora? ó ¿Cuál es el alcance de
las estipulaciones del plazo?

Hay 2 posiciones en la doctrina:


a) El plazo interpela por el hombre (does interpellet pro
homine).

b) El plazo no interpela por el hombre (does non


interpellet pro homine).

i. El plazo interpela por el hombre


Si se ha estipulado un plazo por las partes para el
cumplimiento de una obligación y el deudor no cumple con su obligación
dentro de ese término, incurre en mora.

ii. El plazo no interpela por el hombre


Si el deudor no cumple la obligación dentro del término
estipulado no cae en mora el deudor a menos que expresamente las partes
hayan estipulado en forma inequívoca que la tardanza haga caer al deudor en
mora.
El CC sigue la doctrina que “el plazo interpela por el
hombre”, comparten el mismo criterio Alessandri y la mayoría de la doctrina.
El sólo transcurso del plazo tiene el mérito de interpelar,
no se requiere un acto del hombre. La razón de esto está en el Art. 1551
Nº1 CC.
Claro Solar piensa que no, que nuestro CC adopta el segundo
criterio. Hay dos razones que Claro Solar esgrime:
1) Que Bello en materia de obligaciones y sus
efectos siguió al tratadista Pothier, que éste en su
tratado adhería a la segunda forma.
2) Tiene que ver con la historia de la ley, el
principal código civil que sirvió de fuente al
nuestro fue el código francés y éste siguió la
segunda forma.
No obstante las razones esgrimidas por Claro Solar es
evidente que Andrés Bello se apartó del modelo francés y adoptó el modelo
español.

b) Interpelación Contractual Tácita


Las partes no estipulan un término en que se deba cumplir la
obligación, sino que su cumplimiento surge de la propia naturaleza de la
obligación, esto es, que el deudor caerá en mora sin necesidad de
requerimiento extracontractual o judicial, por ejemplo, el caso de la
persona que llama a una oficina desde provincia para arrendar un auto y pide
que se le arriende para una fecha determinada, la obligación del
arrendatario sólo debe ser cumplida en el tiempo en que el deudor lo
estipuló para el cumplimiento de la obligación.

c) Interpelación Extracontractual o Judicial

La regla general en materia de interpelación del acreedor es el


requerimiento judicial, por tanto, no son válidos como acto de requerimiento
del acreedor las gestiones extrajudiciales.
Como ésta es la regla general en materia de interpelaciones, es
aplicable a las obligaciones puras y simples, a las condicionales, a las
obligaciones en que no se estipuló por las partes específicamente un término
para el cumplimiento de las obligaciones, y también a las obligaciones en
que la época para el cumplimiento de la obligación la ha fijado la ley o

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 182


surge de un acto unilateral. En todos estos casos se requiere la
interpelación extracontractual o judicial para que el deudor caiga en mora.

4. El acreedor no debe estar en mora


Este requisito sólo tiene lugar en los contratos bilaterales, porque en
éstos las partes tienen obligaciones recíprocas (no en contratos unilaterales),
Art. 1552. LA MORA PURGA LA MORA.

Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en


mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su
parte, o no se allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.

Efectos de la mora
1) El deudor que cae en mora es responsable de indemnizar los
perjuicios que su retardo culpable en el cumplimiento de la
obligación le ha irrogado al acreedor.
2) Da derecho al acreedor a reclamar indemnización de
perjuicios, para la indemnización compensatoria de perjuicios se
debe por el solo incumplimiento, antes de la constitución de la
mora. La indemnización de perjuicios moratorios, procede desde
que se constituye al deudor en moroso.
3) Estando el deudor en mora se hace responsable por la
pérdida o deterioro que le ocurra a la cosa producido por caso
fortuito o fuerza mayor, a menos que se trate de caso fortuito o
fuerza mayor que hubiere ocasionado igual daño si la cosa hubiere
sido entregada oportunamente.
4) El deudor será responsable de los riesgos que puede sufrir
el cuerpo cierto cuya entrega debe.

La mora agrava la responsabilidad del deudor

MORA DEL ACREEDOR (accipiens), éste incurrirá en mora cuando retarde el


cumplimiento de su obligación de recibir la cosa cuando haya vencido el
plazo legal o convencional y el deudor le haya ofrecido al acreedor la
entrega.
La mora del acreedor tiene reconocimiento expreso en el Art. 1548.

Art. 1548. La obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si ésta


es una especie o cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la
entrega, so pena de pagar los perjuicios al acreedor que no se ha
constituido en mora de recibir.

Para que el acreedor incurra en mora debe existir un ofrecimiento del deudor
de cumplir la obligación de entregar la cosa, el Art. 1680 habla del
ofrecimiento del deudor al acreedor.
Ha surgido en la doctrina la duda respecto del cuál es el alcance de las
palabras “después que ha sido ofrecida al acreedor”, si es que es el mismo
que constituye el de los actos del pago por consignación.
La doctrina se ha uniformado respecto a que este ofrecimiento de
cumplimiento del deudor al acreedor no es la oferta que procura el CC a
propósito del pago por consignación, sino que se trata de cualquier
ofrecimiento que de manera fehaciente e inequívoca demuestre que el deudor
manifieste al acreedor su voluntad de cumplir.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 183


El pago por consignación y la mora del acreedor son cosas distintas,
cuando el deudor recurre al pago por consignación, paga; o sea, extingue
la obligación. La mora del acreedor no libera al deudor sino que
disminuye su responsabilidad.

Art. 1680. La destrucción de la cosa en poder del deudor, después que ha


sido ofrecida al acreedor, y durante el retardo de éste en recibirla, no
hace responsable al deudor sino por culpa grave o dolo.

¿Qué efectos produce la mora del acreedor?


1º Descarga al deudor de su obligación de cuidado ordinario de la
cosa (culpa leve, regla general). En consecuencia, el deudor sólo
responde de la culpa grave o dolo.
2º Disminuye la responsabilidad del deudor, quien responde sólo por
dolo o culpa grave, ya no responderá por la leve ni por la
levísima.
3º La mora del acreedor produce que el deudor pueda demandar los
perjuicios que la mora del acreedor le produjo, Art. 1827.

Art. 1827. Si el comprador se constituye en mora de recibir,


abonará al vendedor el alquiler de los almacenes, graneros o
vasijas en que se contenga lo vendido, y el vendedor quedará
descargado del cuidado ordinario de conservar la cosa, y sólo
será ya responsable del dolo o de la culpa grave.

LA ACCIÓN DE PERJUICIOS

Si las partes al momento de celebrar el acto o contrato han acordado el


monto de los perjuicios eso corresponde a la llamada cláusula penal, pero si
las partes no determinaron el monto de los perjuicios el acreedor tendrá que
demandar al deudor para que judicialmente se determine el monto de los
perjuicios, el acreedor tendrá que ejercer la acción de perjuicios.

Esta acción de perjuicios en el orden contractual es la misma que en el


orden extracontractual.

Cuando se habla de la responsabilidad civil extracontractual se habla de


delitos y cuasidelitos civiles.
Esta acción de perjuicios se diferencia en 3 aspectos:
 Prescripción
 Competencia y Procedimiento
 Naturaleza jurídica de la obligación de indemnizar.

Prescripción de la Acción de Perjuicios


La acción de perjuicios que surge de los delitos y cuasidelitos civiles
prescribe en cuatro años, cuando se comete un delito y/o cuasidelito civil
se tiene cuatro años contados desde la fecha del acto ilícito.
En materia extracontractual se aplica la regla general, es decir, la acción
de perjuicios prescribe en 5 años y si ésta emanaba de un hecho ejecutivo
prescribe en 3 años.

Art. 2515. Este tiempo es en general de tres años para las acciones
ejecutivas y de cinco para las ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y
convertida en ordinaria durará solamente otros dos.

Competencia y Procedimiento

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 184


Esta acción de perjuicios generalmente se intentará en un procedimiento
civil ordinario. Si la obligación contaba en un título ejecutivo el
procedimiento será civil pero ejecutivo.

¿Cómo se ejerce? Art. 1489


La acción de perjuicios debe ser ejercida conjuntamente con la resolución o
cumplimiento.
La mayoría de la doctrina y jurisprudencia estiman inadmisible ejercer la
acción de perjuicios no unida con la de resolución o cumplimiento.
Abeliuk dice que esta acción de perjuicio es independiente.

Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta la condición


resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la
resolución o el cumplimiento del contrato, con indemnización de perjuicios.

Naturaleza jurídica de la obligación de indemnizar


El problema surge cuando son varios los deudores que han incumplido la
obligación, en el fondo se trata de precisar si la obligación es simplemente
conjunta, solidaria e indivisible.
Para responder a esto hay que distinguir si el incumplimiento es imputable
solo a uno de los deudores o a varios:
1º Si es imputable solo a uno de los deudores, la obligación de
indemnizar solo pesa en aquel deudor que incumplió la obligación,
independiente de que si la obligación contraída por él sea simplemente
conjunta, solidaria e indivisible.
2º Si el incumplimiento es imputable a varios deudores, hay que
distinguir si el incumplimiento se debe a dolo o culpa grave o a actos
culposos de otro tipo (culpa leve o levísima).
En caso de que haya culpa grave del deudor todos aquellos que
participaron en el incumplimiento son solidariamente responsables del
incumplimiento.
Si es por culpa leve o levísima, la obligación de indemnizar es
simplemente conjunta, o sea, cada uno responde de su cuota en los
perjuicios.

Determinación o Avaluación de los Perjuicios


La determinación de los perjuicios va a provenir del incumplimiento de las
obligaciones, es decir, la que se genera de la obligación de indemnizar
perjuicios.
La determinación de los perjuicios puede hacerse por vía judicial, por ley o
también por las partes a través de la cláusula penal.
La determinación o avaluación judicial de los perjuicios es la que hace el
juez mediante un juicio que se va a seguir entre las partes (acreedor-deudor).
La avaluación judicial el juez la va a realizar cuando las partes no lo
hayan hecho, ni tampoco la ley.
El juez al ejercer esta función jurisdiccional recurrirá fundamentalmente a
2 normas, los artículos 1556 y 1558.
En el caso del Art. 1556 la norma establece que la indemnización de
perjuicios debe considerar el daño emergente y el lucro cesante.
Este tipo de daños corresponde a la común denominación de daño material que
se contrapone al daño moral.
El daño emergente es el daño patrimonial efectivo que sufre el acreedor
producto de que no se cumplió la obligación o que se cumplió imperfectamente
o bien se retardó el cumplimiento.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 185


El lucro cesante corresponde también a un daño material pero éste responde a
la utilidad o ganancia que el acreedor dejó de percibir a raíz del
incumplimiento del deudor.
Si el deudor incumplió la obligación en sentido amplio, el acreedor podrá
reclamar el lucro cesante.

Art. 1556. La indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y


lucro cesante, ya provengan de no haberse cumplido la obligación, o de
haberse cumplido imperfectamente, o de haberse retardado el cumplimiento.
Exceptúanse los casos en que la ley la limita expresamente al daño
emergente.

En el caso del Art. 1558 señala la naturaleza y tipo de perjuicios de los


que el deudor responde y hace una distinción:
a. Si se puede imputar dolo al deudor o no.
b. Si no se puede imputar dolo al deudor, el deudor sólo debe los
perjuicios previstos o los perjuicios que se previeron o pudieron
preverse al tiempo del contrato.
En cambio si se puede imputar dolo al deudor la ley señala que va a
responder de todos los perjuicios que sean consecuencia directa del
incumplimiento de la obligación. Debe los perjuicios imprevistos.
Pero en uno y otro caso hay un común denominador, sólo se deben los
perjuicios directos. Nunca, jamás, va a deber el deudor los perjuicios
indirectos.

Art. 1558. Si no se puede imputar dolo al deudor, sólo es responsable de


los perjuicios que se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato;
pero si hay dolo, es responsable de todos los perjuicios que fueron una
consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación o de
haberse demorado su cumplimiento.
La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a
indemnización de perjuicios.
Las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas reglas.

Clasificación de los daños


1. Daño material y daño moral.
2. daños previstos e imprevistos.
3. daños directos e indirectos.
4. daños actuales y futuros.
5. daño emergente y lucro cesante.

Daño material
Es aquel que sufre el acreedor en su patrimonio, es una disminución del
patrimonio del acreedor, ya sea por que exista una disminución efectiva o
por dejar de haber percibido una ganancia.

Daño moral
Es aquel que sufre el acreedor en sus sentimientos o en su psiquis. Concepto
de orden interno y sicológico. El código civil en esta materia siguió el
modelo francés respecto a que en cuanto a la responsabilidad civil
contractual sólo cabe indemnización del daño material y no del moral. Sin
embargo, la doctrina más moderna y la jurisprudencia reciente se ha
inclinado en sentido a que el daño moral también debe ser indemnizado.
Según Pablo Rodríguez Grez, el daño moral es la lesión de un interés
extrapatrimonial, personalísimo, que forma parte de la integridad espiritual
de una persona, y que se produce por efecto de la infracción o
desconocimiento de un derecho cuando el acto infraccional se expande a la
esfera interna de la víctima o de las personas ligadas a ella.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 186


Según Fernando Fueyo Laneri, daño moral es aquel que se causa con motivo de
la ejecución de un hecho ilícito, el incumplimiento de un contrato, o la
frustración en la relación de un precontrato, siempre que se afecte a la
persona o la personalidad o un derecho de familia.
Para la Corte Suprema, el daño moral existe cuando se ocasiona a alguien un
mal, un perjuicio o una aflicción en lo relativo a sus facultades
espirituales; un dolor o aflicción en sus sentimientos.
Según Carmen Domínguez Hidalgo, el daño moral estará constituido por el
menoscabo de un bien no patrimonial que irroga una lesión a un interés moral
por una persona que se encontraba obligada a respetarlo, perjuicio que será
calificado como derivado de contrato cuando sea una consecuencia del
incumplimiento de un contrato por aquel que estaba obligado a cumplirlo. La
dterminación de los bienes o intereses cuyo atentado se ha de considerar
constitutivo de un daño moral corresponderá, en definitiva, a la conciencia
social imperante en el momento en que se efectúa esa calificación.

El fundamento de esta doctrina tiene que ver con que la extensión del daño
debe ser considerada en su totalidad.
En la responsabilidad extracontractual se indemniza ambos tipos de daños y
en ocasiones la cuantía del daño moral es superior al material.

Daños previstos
Son aquellos perjuicios que natural y lógicamente pueden preverse, por las
partes al tiempo de celebrarse el contrato, que se van a producir en caso de
que se incumplan las obligaciones que emanan del contrato.

Daños imprevistos
Son aquellos que no es posible anticipar natural ni lógicamente al tiempo de
celebrarse el contrato.

Daños directos
Son aquellos de consecuencia inmediata y necesaria de la infracción de la
obligación.

Daños indirectos
Son los daños que no son consecuencia necesaria y directa de la infracción
de la obligación.

Daños actuales
Son los que se producen inmediatamente de ocurrida la infracción de la
obligación.

Daños futuros o contingente


Son los que se producen en el tiempo que sigue a la infracción de la
obligación. El lucro cesante, generalmente difícil de probar.

De cualquier forma va a corresponder al juez la determinación de la


naturaleza del daño y conforme a ello si es indemnizable o no lo que va a
depender si el deudor ha obrado con dolo o no.

Avaluación legal de los perjuicios


La avaluación legal de los perjuicios es la que hace la ley, ésta solo se ha
encargado de evaluar los perjuicios respecto de las obligaciones que
importan el pago de una suma de dinero y fundamentalmente esta evaluación se
rige por 2 normas, las correspondientes al Art. 1559 y al Art. 16 de la Ley
Nº 18.010.
En las obligaciones que tienen por objeto el pago de una suma de dinero si
se infringe la obligación, el deudor debe pagar indemnización de perjuicios
moratorios, nunca la indemnización de perjuicios compensatoria.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 187


En consecuencia, aquí en las obligaciones de pago de dinero no puede
demandarse nunca el pago de indemnización compensatoria, sólo puede
reclamarse la indemnización moratoria.

Al respecto el Art. 1559 establece 4 reglas:


1ª Si no se ha pactado intereses convencionales se deben intereses
corrientes. Intereses legales corrientes porque la Ley Nº
18.010 modifica el concepto y lo muta por corrientes.
2ª Cuando exista mora del deudor y debe pagar una suma de dinero,
el acreedor no tiene que probar los perjuicios, importa una
garantía de peso probatorio del acreedor.
3ª Los intereses atrasados no producen interés (anatocismo), el
interés no genera interés. La Ley Nº 18.010 modifica esta regla
y ahora SÍ se permite.
4ª Las reglas anteriores se aplican a toda clase de rentas cánones
y pensiones periódicas.

El Art. 16 de la Ley Nº 18.010 establece que por operaciones de crédito


de dinero se entienden aquellas en que una persona entrega a otra una suma
de dinero y la otra se obliga a pagarla en un momento distinto de aquel en
que se celebró la convención o se recibió el dinero.
Bajo el amparo de esta ley existen las operaciones de dinero reajustables y
las no reajustables, en las reajustables va constituir interés toda suma de
dinero que recibe o tiene derecho a recibir el acreedor por sobre el capital
ya reajustado, en las operaciones no reajustables constituyen interés
cualquier suma de dinero que el acreedor recibe o tiene derecho a recibir a
cualquier título por sobre el capital.
La diferencia entre reajustabilidad y no reajustabilidad es que en la
reajustabilidad es interés lo que se recibe por sobre el capital reajustado
y en las no reajustables es interés cualquier suma de dinero sobre el
capital nominal.

Art. 1559. Si la obligación es de pagar una cantidad de dinero, la


indemnización de perjuicios por la mora está sujeta a las reglas
siguientes:
1. Se siguen debiendo los intereses convencionales, si se ha pactado un
interés superior al legal, o empiezan a deberse los intereses legales, en
el caso contrario; quedando, sin embargo, en su fuerza las disposiciones
especiales que autoricen el cobro de los intereses corrientes en ciertos
casos.
2. El acreedor no tiene necesidad de justificar perjuicios cuando sólo
cobra intereses; basta el hecho del retardo.
3. Los intereses atrasados no producen interés.
4. La regla anterior se aplica a toda especie de rentas, cánones y
pensiones periódicas.

La Ley Nº 18.010 distingue tres tipos de interés:


a. corriente,
b. convencional, y
c. máximo convencional.
a. Interés corriente
Corresponde al promedio del interés que cobran los bancos y sociedades
financieras instaladas en Chile.
Este interés lo determina una entidad reguladora que es la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras – SBIF.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 188
b. Interés convencional
Es el que pactan las partes.

c. Interés máximo convencional


Es el interés corriente aumentado en un 50% como tope, este es
publicado en forma periódica por la SBIF en el Diario Oficial.
Lo que se pacta en los contratos es una indemnización moratoria más el
máximo convencional, todo lo que exceda de ese 50% es ilícito.

La Cláusula Penal
Es una avaluación convencional anticipada de perjuicios realizada por las
partes quienes determinan los perjuicios que ellos van a poder sufrir o
experimentar en caso de que se infrinja la obligación, así aseguran el
cumplimiento de la obligación.
Las partes al anticipar los perjuicios celebran la convención denominada
cláusula penal.
La indemnización de perjuicios cuando las partes convienen en caso de
infracción de la obligación es lo que se denomina pena. De aquí surge que
cuando las partes celebran una convención, en virtud de la cual determinan
los perjuicios están celebrando una convención accesoria frente a una
obligación principal.
La cláusula penal como obligación accesoria presenta las siguientes
particularidades:
1ª Es una obligación accesoria, significa que no puede existir
cláusula penal sino existe una obligación principal que garantizar.
Significa también que si la obligación principal se extingue en virtud del
principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, la cláusula
penal también se extingue.
2ª Se trata de una obligación condicional y la condición es
suspensiva que dependerá de que el deudor infrinja la obligación principal.
3ª No solo puede quedar obligado a la cláusula penal o al pago de la
deuda el deudor sino que también puede ser un tercero. Cuando es un tercero
el que queda obligado, éste debe consentir y la cláusula penal se convertirá
en caución, esto porque en definitiva el tercero va a estar accediendo a una
obligación que es del deudor principal.
4ª Esta cláusula no solo puede tener por objeto el pago de una suma
de dinero sino que también una cosa que se debe dar o entregar, también
puede ser un hecho que se deba ejecutar o no ejecutar.
Esto es importante porque cuando la cláusula penal tiene por
objeto una cosa que no sea dinero, vamos a estar ante la única excepción a
la regla general ya que ésta siempre consistirá en dinero.
5ª El deudor de la cláusula penal sólo va a estar obligado al pago de
la pena cuando se encuentre constituido en mora, la razón de ello es que la
pena es una indemnización de perjuicios y se requiere que el deudor se
encuentre en mora, la que deberá ser interpelada judicialmente, incluso el
Art. 1537 en su primera parte dice que antes de constituirse el deudor en
mora el acreedor no podrá pedir indemnización de perjuicios.
6ª Si es un tercero el que queda obligado a la cláusula penal como
ésta se convierte en una caución, esta obligación pasa a tener el carácter
de obligación subsidiaria y solo puede hacerse efectiva en la medida que el
deudor no satisfaga su obligación penal en el tiempo y forma en que debió
haberlo hecho.

Características
 consensual.
 condicional.
 accesoria.
Funciones
o avaluar anticipadamente los perhuicios.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 189
o caucionar la obligación.
o sirve de pena civil.

La cláusula penal en el Código Civil


Art. 1535. La cláusula penal es aquella en que una persona, para asegurar
el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena, que consiste en
dar o hacer algo en caso de no ejecutar o de retardar la obligación
principal.

En este artículo se entregan las principales características de la cláusula


penal.
En primer lugar, destaca el carácter de obligación accesoria que tiene la
cláusula penal (se contrae para asegurar el cumplimiento de la obligación).
En segundo lugar, claramente no es condición de la cláusula penal que quien
la contrae sea el deudor de la obligación principal, perfectamente el
obligado a la cláusula penal puede ser un tercero. Esto se desprende de la
expresión (aquella en que una persona) y este término se hace extensivo tanto al
deudor como a un tercero.
En tercer lugar, la pena de acuerdo a este artículo puede consistir en dar o
hacer algo y ese dar al que se refiere la norma como así lo ha dicho el
legislador puede ser una cosa distinta a la de una suma de dinero.
La ley no señala nada con respecto a la prestación de no hacer pero la
doctrina y la jurisprudencia están contestes en que la pena podría consistir
en una abstención.
El Art. 1535 reconoce que la cláusula penal y la obligación de pagar la pena
está sujeta a una condición consistente en que no se ejecute la obligación o
se retarde el cumplimiento de la obligación principal.
Dentro del mismo tratamiento de la cláusula penal se encuentra un artículo
muy relevante que es el Art. 1542 del que surge otra característica muy
relevante de la cláusula penal y es que puede exigirse su cumplimiento a
pesar de que la inejecución pueda provocarle un beneficio al acreedor.
Esta norma constituye una excepción muy calificada al principio “que para
que se deba la indemnización de perjuicios debe haberse provocado un
perjuicio al acreedor”, esto, que debe provenir de la inejecución de la
obligación.
En la cláusula penal basta la inejecución.
Esto es la mayor utilidad para el acreedor de pactar una cláusula penal.

Art. 1542. Habrá lugar a exigir la pena en todos los casos en que se
hubiere estipulado, sin que pueda alegarse por el deudor que la inejecución
de lo pactado no ha inferido perjuicio al acreedor o le ha producido
beneficio.

Clasificación de la cláusula penal

Cláusula Penal Moratoria


Es aquella en que las partes pactan para el caso que el deudor retarde
el cumplimiento de la obligación principal.
La particularidad de ésta es que puede exigirse su cumplimiento junto
con el de la obligación principal, ya que ésta no reemplaza el cumplimiento
por naturaleza, solo satisface el cumplimiento oportuno.

Cláusula Penal Compensatoria

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 190


Es aquella que las partes pactan en caso que no se cumpla la obligación
principal por lo que no será posible exigir el cumplimiento de la obligación
principal y la cláusula compensatoria.
De aquí surge la pregunta ¿Es posible demandar conjuntamente el
cumplimiento de la obligación principal y el de la pena?

La regla general es que esto no sea así, sin embargo, existen algunas
excepciones:
a. En el caso de la transacción, que tiene por objeto poner
término a un litigio pendiente o precaver uno eventual en que
SÍ se puede exigir el cumplimiento de la pena y el
cumplimiento del contrato de transacción.
b. En el caso de la cláusula penal moratoria, también podrá
pedirse conjuntamente su cumplimiento con el de la obligación
principal Art. 1537.
c. También puede pedirse el cumplimiento conjunto de la
obligación principal y de la pena, cuando las partes hayan
pactado expresamente que el pago de la pena no va a producir
el efecto de extinguir la obligación principal, Art. 1537.

Art. 1537. Antes de constituirse el deudor en mora, no puede el acreedor


demandar a su arbitrio la obligación principal o la pena, sino sólo la
obligación principal; ni constituido el deudor en mora, puede el acreedor
pedir a un tiempo el cumplimiento de la obligación principal y la pena,
sino cualquiera de las dos cosas a su arbitrio; a menos que aparezca
haberse estipulado la pena por el simple retardo, o a menos que se haya
estipulado que por el pago de la pena no se entiende extinguida la
obligación principal.

La cláusula penal y la indemnización de perjuicios ordinaria


Puede ocurrir que las partes hayan avaluado anticipadamente los perjuicios
que el acreedor pudiera sufrir en caso de inejecución de la obligación o que
se cumpla pero con retardo.
En este caso podría suceder que el acreedor estimara que esta evaluación
anticipada (cuantía) y la estipulación de la pena sean insuficientes para
reparar los perjuicios.
Si se presenta esta situación el acreedor puede demandar la indemnización de
perjuicios ordinaria, olvidarse de la cláusula penal y en este evento el
deudor no va a poder alegar que su responsabilidad solo está limitada al
monto de la pena estipulada.
El acreedor en este caso va a tener que sujetarse a la regla general en
materia de acreditación de perjuicios sufridos si el acreedor opta por la
vía de demandar la indemnización de perjuicios ordinaria no va a poder
demandar conjuntamente la pena, es decir, o lo uno o lo otro, a no ser que
las partes hayan estipulado expresamente lo contrario, Art. 1543.

Art. 1543. No podrá pedirse a la vez la pena y la indemnización de


perjuicios, a menos de haberse estipulado así expresamente; pero siempre
estará al arbitrio del acreedor pedir la indemnización o la pena.

La cláusula penal enorme


Las partes pueden haber estipulado una pena (avaluación anticipada) producto de
la inejecución de la obligación, pero podría acontecer que la pena pactada
lesionara patrimonialmente al deudor, en este caso, estaríamos frente a la
figura de una cláusula penal enorme y dado su carácter podría acarrearle al
acreedor la obtención de un beneficio excesivo, incluso en términos tales
que al acreedor le convendría que el deudor no cumpliera con su obligación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 191


El CC regula la cláusula penal enorme y sus efectos en el Art. 1544.

Art. 1544. Cuando por el pacto principal una de las partes se obligó a
pagar una cantidad determinada, como equivalente a lo que por la otra parte
debe prestarse, y la pena consiste asimismo en el pago de una cantidad
determinada, podrá pedirse que se rebaje de la segunda todo lo que exceda
al duplo de la primera, incluyéndose ésta en él.
La disposición anterior no se aplica al mutuo ni a las obligaciones de
valor inapreciable o indeterminado.
En el primero se podrá rebajar la pena en lo que exceda al máximum del
interés que es permitido estipular.
En las segundas se deja a la prudencia del juez moderarla, cuando atendidas
las circunstancias pareciere enorme.

El Código Civil hace una distinción entre 3 tipos de contratos:

1. Contratos onerosos conmutativos


Son aquellos contratos en que las prestaciones se miran como
equivalentes, en este tipo de contratos la cláusula penal es enorme si la
pena excede al doble de la obligación principal incluida la pena en ésta.
Si es enorme, la cláusula penal deberá ajustarse al máximo
permitido por la ley.

2. Contrato de mutuo
Para estos contratos la ley estipula que la pena va a ser
excesiva cuando se exceda el máximo del interés que es permitido estipular.
En este caso el máximo de interés que se puede estipular es el
del interés corriente aumentado en un 50%.

3. Contratos que emanan de obligaciones de valores inapreciables o


indeterminados
Para éstos no hay regla, el CC establece que el juez va a rebajar
el monto de la pena si llega a estimar que es enorme atendidas las
circunstancias.

Cumplimiento parcial y rebaja proporcional


Art. 1539. Si el deudor cumple solamente una parte de la obligación
principal y el acreedor acepta esa parte, tendrá derecho para que se rebaje
proporcionalmente la pena estipulada por la falta de cumplimiento de la
obligación principal.

La regla general es que el acreedor no esté obligado a recibir pagos


parciales, pero el acreedor puede aceptar un pago parcial. Si llegase a
suceder esto, en el caso de la pena ésta se rebajará proporcionalmente en
relación con ese cumplimiento parcial.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 192


3º EFECTO – DERECHOS AUXILIARES DEL ACREEDOR

Al acreedor le interesa que el deudor no dañe o perjudique sus bienes, que


no los enajene, que aumente el deudor sus bienes y que se vuelvan a
incorporar a su patrimonio todos los bienes que posiblemente pudo enajenar
dolosamente para efecto de no cumplir con su obligación.
Para que se pueda cumplir con este propósito la ley entrega al acreedor un
conjunto de herramientas jurídicas que se agrupan bajo la denominación de
derechos auxiliares del acreedor.
Estos se clasifican en:
 el derecho a impetrar medidas conservativas.
 la acción pauliana o revocatoria.
 la acción oblicua o subrogatoria.
 la doctrina agrega una cuarta que es el beneficio de
separación.

3. MEDIDAS PARA PRESERVAR LA INTEGRIDAD DEL


PATRIMONIO DEL DEUDOR

El beneficio de separación
El beneficio de separación consiste en que los acreedores del causante
tienen derecho a impedir que los bienes de éste se confundan con los de sus
herederos y de pagarse los créditos en forma preferente con cargo a los
bienes del causante.
Es separar los patrimonios del causante con los de sus herederos, esto por
que el heredero o los herederos pueden tener muchas deudas y los acreedores
de estos herederos van a esperar la confusión de los bienes, situación que
perjudicaría a los acreedores del causante y para evitar que los créditos no
sean pagados pueden impetrar el beneficio de separación que alcanza a las
deudas hereditarias del causante y también a las testamentarias.
De acuerdo con el Art. 1.378 los acreedores hereditarios y testamentarios
tienen derecho a pedir que no se confundan los bienes del difunto con los
del heredero, y en virtud de este beneficio de separación tendrán derecho a
que en los bienes del difunto se les cumplan las obligaciones hereditarias o
testamentarias con preferencia a las deudas propias del heredero.
Es el derecho que la ley concede a los acreedores hereditarios y
testamentarios a fin de que los bienes del causante no se confundan con los
del heredero, de manera que ellos puedan pagarse preferentemente a los
acreedores personales de éste.
El derecho a pedir la separación de patrimonios corresponde a los acreedores
hereditarios, esto es, aquellos que ya lo eran en vida del causante, y a los
testamentarios, o sea, aquellos cuyo crédito tienen su origen en la
declaración del última voluntad del causante (legatarios).

Efectos

1º Los acreedores del causante hereditario y testamentario tienen


derecho preferente a que se paguen sus créditos con cargo a los
bienes del causante.
2º Los saldos patrimoniales que queden después de pagadas las
deudas hereditarias o testamentarias se confunden con los de los
herederos.
3º Los acreedores hereditarios y testamentarios que no alcancen a
cubrir sus créditos completamente van a poder perseguir el pago de

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 193


estos saldos crediticios en los bienes del heredero, pero en este
caso, los acreedores del heredero se pueden oponer ya que van a
tener el derecho preferente de pagarse.

Medidas conservativas
Tienen por objeto evitar que el deudor destruya, deteriore o haga salir de
su patrimonio los bienes embargables sujetos a derecho de prenda general.
O bien, tienen por objeto mantener intacto el patrimonio del deudor,
evitando que salgan de su poder los bienes que lo forman, a fin de hacer
posible el cumplimiento de la obligación.
El fundamento tiene que ver con el interés que va a tener el acreedor de que
se conserve la integridad del patrimonio del deudor.
Es importante señalar que el código fue bastante impreciso al hablar de las
medidas conservativas por cuanto no señala de que se tratan, ni de los
requisitos que debían concurrir para otorgarla. Salvo los casos de la
medidas reglamentadas expresamente en el código, en que deberán cumplirse
los requisitos por él exigidos, para las demás queda al criterio del juez
concederlas y determinar su extensión.
Estas medidas no están agrupadas en un solo texto, están dispersas, derecho
legal de retención, precautorias, Art. 290 CPC, Art. 1222 CC.

Disposiciones legales que se refieren a las medidas conservativas


Las siguientes facultan al acreedor para impetrar medidas conservativas.
1. En el fideicomiso, Art. 761 inc. 1º y 2º.
2. En las asignaciones testamentarias bajo condición suspensiva, Art.
1078.
3. En el caso de los acreedores condicionales, Art. 1492 inc. final.
4. En los juicios de divorcio y nulidad de matrimonio, Art. 755 CPC,
que dice: “La fijación de la residencia de la mujer durante el
juicio, de la cuantía y forma de los alimentos y de las expensas
para la litis; la designación del cónyuge u otra persona a quien
deba confiarse el cuidado personal de los hijos, y la determinación
de la manera como pueden éstos visitar al otro cónyuge o ser
visitados por él, serán materia de incidentes del juicio de nulidad
o de divorcio, y se tramitarán como tales en ramos separados, sin
paralizar el curso de la acción principal.
En estos juicios podrá el juez, a petición de la mujer, tomar todas
las providencias que estime conducentes a la seguridad de los
intereses de ésta”.
5. En el juicio de separación de bienes, Art. 156.

Algunas medidas conservativas, como ya se ha señalado, las medidas


conservativas quedan al criterio del juez, según los diferentes casos,
otorgando la que estime conducentes a la situación de las partes.
Las que están contempladas expresamente en la ley deberán someterse a los
presupuestos legales que las hacen posibles, tales como:
 las medidas precautorias,
 la guarda y aposición de sellos, y
 la asistencia a la confección de inventario solemne.

Medidas Precautorias
Las medidas precautorias suponen la existencia de un juicio ya iniciado
o por iniciarse (prejudiciales precautorias). A esta materia se refiere el Art.
290 CPC, que dice:
“Para asegurar el resultado de la acción, puede el demandante en
cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la demanda,
pedir una o más de las siguientes medidas:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 194


1. El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
2. El nombramiento de uno o más interventores;
3. La retención de bienes determinados; y
4. La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes
determinados”.

Guarda y Aposición de Sellos


Situación reglamentada en el Art. 1222, que establece:
“Desde el momento de abrirse una sucesión, todo el que tenga interés
en ella, o se presuma que pueda tenerlo, podrá pedir que los muebles y
papeles de la sucesión se guarden bajo llave y sello, hasta que se proceda
al inventario solemne de los bienes y efectos hereditarios.
No se guardarán bajo llave y sello los muebles domésticos de uso cotidiano,
pero se formará lista de ellos.
La guarda y aposición de sellos deberá hacerse por el ministerio del juez
con las formalidades legales”.

Asistencia a la Confección de Inventario Solemne


Son numerosas las disposiciones en que el legislador como medida de
seguridad exige la confección de inventario solemne.
La forma de otorgar un inventario solemne se encuentra reglamentada en
los Arts. 858 y ss. CPC; 1255 y 1766 CC.

Acción oblicua o subrogatoria


La acción oblicua, subrogatoria o indirecta, tiene por objeto hacer ingresar
al patrimonio del deudor bienes o derechos que la mera negligencia de éste
ha impedido que pasen a él.
Por cuanto al acreedor le conviene que ingresen bienes al patrimonio del
deudor puede ejercer por parte del deudor las acciones o derechos que a éste
le competen para poder incorporar al patrimonio del deudor bienes en los que
él o los acreedores puedan hacer efectivo sus créditos.
El fundamento radica en el interés del acreedor de incorporar bienes y
aumentar el patrimonio del deudor.
Esta forma de subrogación del acreedor que sustituye al deudor tiene por
fundamento el interés de los acreedores, por eso la ley autoriza al acreedor
para sustituir al deudor y ejercer acciones y derechos propios del deudor.
La acción oblicua sólo va a poder ejercerse en aquellos casos en que la ley
expresamente lo autoriza. La ley tiene que autorizar expresamente el
ejercicio de esta acción.

1º Caso, inc. 1º Art. 2466


El derecho que tienen los acreedores para subrogar al deudor en
los derechos reales de usufructo, prenda e hipoteca que le
corresponden al deudor.

2º Caso, Art. 2466 inc. 1º 2ª parte


La facultad que la ley concede a los acreedores para subrogar en
el ejercicio del derecho legal de retención, por ejemplo, el Art.
1937 a propósito del contrato de arrendamiento, se tiene que
asegurar al arrendatario el pago de lo que se le deba.
Art. 2466. Sobre las especies identificables que pertenezcan a
otras personas por razón de dominio, y existan en poder del
deudor insolvente, conservarán sus derechos los respectivos
dueños, sin perjuicio de los derechos reales que sobre ellos
competan al deudor, como usufructuario o prendario, o del derecho
de retención que le concedan las leyes; en todos los cuales
podrán subrogarse los acreedores.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 195


3º Caso, Art. 1965 – 1968 CC
A propósito del contrato de arrendamiento.

4º Caso, Art. 1238


Repudiación de una asignación hereditaria, el deudor podría
repudiar en perjuicio de sus acreedores, éstos pueden subrogar al
deudor para aceptar por él.
Art. 1238. Los acreedores del que repudia en perjuicio de los
derechos de ellos, podrán hacerse autorizar por el juez para
aceptar por el deudor. En este caso la repudiación no se rescinde
sino a favor de los acreedores y hasta concurrencia de sus
créditos; y en el sobrante subsiste.

5º Caso, Art. 1394


Similar a al anterior, pero incluye la repudiación de una donación
o el no cumplimiento de una condición a que se encuentra sujeta un
derecho eventual.
Art. 1394. No dona el que repudia una herencia, legado o
donación, o deja de cumplir la condición a que está subordinado
un derecho eventual, aunque así lo haga con el objeto de
beneficiar a un tercero.
Los acreedores, con todo, podrán ser autorizados por el juez para
substituirse a un deudor que así lo hace, hasta concurrencia de
sus créditos; y del sobrante, si lo hubiere, se aprovechará el
tercero.

Requisitos del ejercicio de la Acción Subrogatoria


1º El crédito o acreencia que sirve de fundamento tiene que ser
actualmente exigible.
2º El acreedor debe tener interés, lo tendrá cuando por la
negligencia del deudor quede comprometida su solvencia. Si el
deudor es solvente es improcedente el ejercicio de la acción
oblicua.
3º Surge del concepto de la acción, el deudor no tiene que haber
ejercido las acciones y derechos que le competan para conservar la
integridad de su patrimonio.
4º La falta de acción del deudor debe haber ocasionado perjuicio a
sus acreedores. No se concibe si no existe perjuicio al acreedor.
5º Los derechos y acciones que se ejercen por cuenta del deudor
deben ser patrimoniales, ya que el objeto perseguido por el
acreedor es incrementar el patrimonio en que podrá ejecutar la
obligación.

Efectos de la Acción Oblicua


 El mismo que se produciría si el propio deudor hubiera ejercido
estas acciones y derechos, es decir, se preservará la integridad del
patrimonio del deudor, ingresarán bienes, se evitará que los bienes
del patrimonio sufran daño y sobre ese patrimonio los acreedores
podrán hacer efectivos sus créditos.
La particularidad del efecto es que aprovecha a todos los acreedores
aunque solo uno haya ejercido la acción.
Lo anterior significa que si en el caso del Art. 290 Nº 4 CPC se traba
sobre un bien una prohibición de celebrar actos o contratos, esto no
sólo impide que se pueda lograr a favor de quien logró la medida, sino
respecto de todos los acreedores.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 196


 El deudor del deudor negligente, el demandado por la acción
oblicua, puede oponer las mismas excepciones que le corresponderían si
fuese demandado por su propio acreedor.
 Dado que la acción oblicua ejercida por el acreedor no produce
cosa juzgada respecto a su propio deudor es recomendable emplazarlo.
 La acción oblicua no requiere una calificación previa, en el
mismo juicio se determina su procedencia.

Acción Pauliana o Revocatoria


Tiene por objeto que aquellos bienes que salieron del patrimonio del deudor
producto de enajenaciones que el deudor haya efectuado en fraude de los
derechos de sus acreedores sean revocadas, producto de esto, estos bienes
vuelven al patrimonio del deudor.
Su fundamento es igual al de la acción oblicua, preservar la integridad del
patrimonio del deudor, si éste enajena bienes, eso le provocará un perjuicio
a sus acreedores y esta acción tiene por objeto evitar esos perjuicios.
La doctrina señala que en este caso no basta el perjuicio a los acreedores,
sino que también el deudor haya procedido a efectuar la enajenación con dolo
o mala fe, y esa mala fe va consistir en que el deudor conozca el mal estado
de sus propios negocios, de manera que conozca que el acto que está
realizando disminuya la fuerza de su patrimonio.

Características de la Acción Pauliana


 es directa,
 es personal,
 es patrimonial, por lo tanto es transferible y transmisible,
 está sujeta a plazo de prescripción especial, 1 año, contado
desde la fecha del acto o contrato, Art. 2468 regla 3ª.

Requisitos de la Acción Revocatoria

1. El deudor debe haber efectuado un acto de enajenación. La


enajenación tiene un significado amplio.
¿CUALQUIER BIEN? No, deben estar en el comercio humano.
2. La enajenación tiene que haber sido voluntaria.
3. El bien que se enajena tiene que estar afecto al derecho de prenda
general. Si no estaba afecto a este derecho no va a haber
perjuicios para los acreedores.
4. Con la enajenación se tiene que haber provocado un perjuicio a los
acreedores, no basta que haya disminuido la fuerza del patrimonio
del deudor, sino que el perjuicio debe radicar en que los acreedores
no van a poder hacer efectivo sus créditos.
5. Respecto a la procedencia de la acción, hay que examinar si hubo
buena o mala fe en el adquirente.
6, No es necesario la declaratoria de quiebra para poder interponer la
acción pauliana.

Para determinar la procedencia de la acción hay que distinguir:


- enajenación a título oneroso, el adquirente tiene que
estar igual que el deudor de mala fe para que proceda la
acción.
- enajenación a título gratuito, no importa si el tercero
está de buena o mala fe, siempre procede la acción.

Fraude Pauliano

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 197


Se refiere a que se requiere dolo o mala fe de parte del deudor y del
tercero.

Período sospechoso
Se presume que el deudor conoce el mal estado de sus negocios desde los 10
días anteriores a la fecha de cesación de pagos fijada por el tribunal, esto
tiene como consecuencia que los actos ejecutados por él en ese período son
inoponibles a los acreedores.
Los contratos a favor de un ascendiente, descendiente o colateral dentro del
4º grado, aunque se interponga un 3º, se les aplica un plazo de 120 días de
período sospechoso.

Situación del Subadquirente


Tiene que ver con el último requisito, si la acción pauliana procede contra
el adquirente también procede contra el subadquirente, pero para determinar
si es procedente la acción pauliana contra los subadquirentes, se debe
distinguir, entre si el adquirente enajenó la cosa a título oneroso o a
título gratuito.
- si lo hizo a título gratuito, es procedente contra el
subadquirente, aunque esté de buena fe.
- si lo hizo a título oneroso, sólo procede contra el
subadquirente cuando se encuentre de mala fe.

Si no procede la acción contra el adquirente tampoco procede contra el


subadquirente.

Efectos de la Acción Pauliana

Deja sin efecto el acto impugnado.


El acto impugnado pierde su efecto hasta el monto en que perjudique al
acreedor o acreedores que accionaron.
Si el juez acoge la acción, da lugar a la demanda, el bien enajenado vuelve
al patrimonio del deudor, se revoca la enajenación.
Esta revocación tiene 2 características:
1. La revocación sólo aprovecha al acreedor o a los acreedores que
demandaron, a diferencia de la acción oblicua que beneficia a todos
los acreedores.
2. Sólo aprovecha al acreedor o a los acreedores que ejercieron la
acción revocatoria, pero no aprovecha al deudor.
Es decir, si el deudor dona un bien a un tercero y se dan los
requisitos de la acción revocatoria, el bien donado vuelve al
patrimonio del deudor, si este bien es realizado, se remata, y queda
un saldo, éste se entrega al donatario no puede beneficiar al deudor.

Prescripción de la Acción Pauliana


La ley consagra un plazo corto de un año contado desde la fecha del acto o
contrato. No admite suspensión ni interrupción, por ser de corto tiempo,
corre contra toda clase de personas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 198


INCUMPLIMIENTO RECÍPROCO

El incumplimiento recíproco constituye un derecho del deudor en un contrato


bilateral para negarse a cumplir su obligación mientras la otra no cumpla o
se allane a cumplir la suya, se ejerce oponiéndolo como excepción cuando el
deudor es demandado por incumplimiento.

Hay 2 situaciones:
1. Excepción de contrato no cumplido.
2. Derecho legal de retención.

Ambas corresponden a un mismo fundamento de equidad y justicia.


No se puede exigir el cumplimiento de una obligación mientras la otra parte
no haya cumplido su propia obligación.
Frente al incumplimiento de su propia obligación por parte del acreedor, el
deudor va poder oponerse al cumplimiento que se le está exigiendo,
planteando la excepción de contrato no cumplido o planteando la deuda que el
acreedor tenga con el deudor (derecho legal de retención).

1. Excepción de Contrato No Cumplido

Dice relación con los contratos bilaterales y es la excepción que


puede oponer el deudor en un contrato bilateral cuando el acreedor no ha
cumplido su obligación o no se allana a cumplirla. Esta excepción descansa
en la idea de equidad, se plantea por la doctrina que no sería justo que el
deudor cumpla su obligación y que posteriormente tuviera que demandar al
acreedor para exigir su cumplimiento.
Un autor plantea que “no se puede exigir aquello que no se está
dispuesto a dar” (principio jurídico).
Se puede oponer ya sea que el deudor este exigiendo el cumplimiento
por vía jurídica o extrajuridica, también ya sea que el acreedor este
demandando el cumplimiento por la vía de la ejecución forzada o
indemnización de perjuicios o la resolución del contrato.
El fundamento legal es el Art. 1552.
Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes
está en mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple
por su parte, o no se allana a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.

Requisitos de la excepción de contrato no cumplido

1. Se aplica a todo tipo de contrato bilateral, sin


exclusión.
2. El acreedor al que se opone no debe haber cumplido por su
parte su obligación o estar llano a cumplir.
Para que sea improcedente la excepción no es necesario que el
acreedor haya cumplido su obligación, basta que se haya allanado
a cumplir.
Significa que debe haber ejecutado un acto que importe un
principio de ejecución de su obligación, un principio de
cumplimiento (depósito de la cosa que se debe entregar a cambio del pago del
precio).

Se ha planteado en la doctrina una discusión acerca de la naturaleza del


incumplimiento para hacer procedente la excepción.
¿El incumplimiento de cualquier tipo de obligación?

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 199


La mayoría de la doctrina sostiene que se puede tratar de cualquier tipo
de incumplimiento, pero SÍ se precisa que la obligación incumplida tiene
que emanar del mismo contrato para acreedor y deudor.

3. Que la obligación del acreedor que ha incumplido tiene que


ser actualmente exigible.
Si la obligación no fuere actualmente exigible no podría
hablarse de incumplimiento.
4. Se requiere de buena fe por quien opone la excepción.
Porque la excepción de contrato no cumplido configura una causal
de incumplimiento de la obligación, no se admite que quien la
opone esté de mala fe.

Prueba de la excepción de contrato no cumplido

La mayoría de la doctrina piensa que debe ser probada por el deudor


que la opone y acreditar los requisitos de procedencia.
El acreedor, para obtener que se rechace la excepción opuesta por el
deudor, tendrá que probar que cumplió o ha estado llano a cumplir.
El efecto de ser acogida la excepción, es que el deudor impide que se
le pueda exigir el cumplimiento de la obligación, suspende su cumplimiento.
Será válido este efecto hasta que la otra parte no cumpla su obligación o no
de principio a su ejecución.
En este caso, nos encontramos con una laguna legal, porque ¿qué pasa
si ambas partes no cumplen la obligación?, no hay ninguna disposición en el
Código Civil que solucione este problema.
La Corte Suprema ha ido uniformando un criterio, estima que si ambas
partes no cumplen o no se allanan a cumplir la obligación se puede demandar
la resolución del contrato sin derecho a indemnización de perjuicios porque
existe el incumplimiento por ambos.

2. Derecho Legal de Retención


Es la facultad que tiene el deudor de una obligación de entregar o
restituir una cosa que pertenece al acreedor, de negarse a efectuar la
entrega o restitución, mientras el acreedor no pague o asegure el pago que
se le debe al deudor en razón de la misma cosa (en el contrato de arrendamiento, al
arrendatario que realiza mejoras en el inmueble, le asiste el derecho de retenerlas mientras no
se le paguen).

Fundamentación
El derecho legal de retención encuentra su fundamento en el principio
de equidad.

Casos en que procede el derecho de retención


Respecto a aquellos casos en que procede, el Código Civil chileno
sigue en esta materia al Código Civil francés, el cual se limitó a señalar
en disposiciones aisladas los casos en que puede oponerse el derecho legal
de retención.
Casos:
 La especificación, que es una forma de accesión de mueble
a mueble, Art. 662.
Lo que regula el Código Civil en esta materia es que de acuerdo
al concepto general de especificación con una materia ajena,
otra persona puede hacer un artefacto de una manera distinta.
El dueño de la materia puede reclamar la especie pero tiene que
pagar la hechura, mientras no se le pague puede retener la
cosa, Art. 668 inciso 2°.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 200


 El fideicomiso, Art. 756.
 El usufructo, Art. 800, tiene una similar situación a la
del fideicomiso, porque ambos, tanto el propietario fiduciario
como el usufructuario tienen derecho a conservar la cosa
mientras no se le pague las mejoras de la cosa y la
indemnización que se les deba.
 El poseedor vencido, a propósito de la acción
reivindicatoria, el Art. 914 consagra este principio. El
poseedor vencido puede retener la cosa mientras no se les pague
las expensas o mejoras.
 El mandato, Art. 2162.
 El arrendamiento, Arts. 1937 y 1942.

Requisitos del derecho legal de retención

1. Existencia de una norma legal expresa que lo consagre o conceda


Esta facultad es excepcional, es una verdadera causal de
suspensión del cumplimiento de la obligación y como es un verdadero
privilegio requiere un texto legal en que apoyarse.

2. Tenencia legítima de la cosa que piensa retener


El deudor debe tener la cosa en su poder y puede retenerla
teniendo como fuente un contrato e incluso una ley, como por ejemplo el
usufructo legal.
El que hurta una cosa no tiene una legítima tenencia.

3. El deudor debe tener un crédito cierto, líquido y exigible


contra el acreedor
Cierto, quiere decir aquel que existe o de existencia
indubitable; líquido, su cantidad debe ser conocida o determinable por
operaciones simples matemáticas; exigible, es decir, si la obligación es a
plazo o de condición suspensiva, éstos deben estar cumplidos.

4. La cosa que se debe restituir debe ser del acreedor de la


obligación
Solo así se justifica el derecho legal de retención, porque si
la cosa no pertenece al acreedor, el verdadero dueño tiene el derecho a
reclamarla.

Efectos
 El deudor puede negarse a cumplir la obligación mientras no se
le pague su crédito o no se le asegure su pago.
 Cuando ha sido judicialmente declarado confiere a su titular
un derecho de realización y preferencia, tiene que ver con hacer líquidos
los bienes, subastarlos.
 Se asimila a las normas relativas a la hipoteca si el derecho
se ha gravado es sobre inmuebles; y si se trata de bienes muebles se asemeja
a la prenda.
 No da a su titular derecho de persecución, si la cosa pasa a
manos de un tercero no se puede perseguir.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 201


EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

La obligación es un vínculo jurídico pero es un vínculo temporal, se dice


que la obligación nace para ser extinguida o para cumplirse.

Los MODOS DE EXTINGUIR las obligaciones, son hechos o actos jurídicos en


cuya virtud se extinguen los efectos de la obligación, estos modos de
extinguir, están señalados en el Art. 1567, esta disposición enumera una
serie de modos de extinguir las obligaciones pero claramente no es taxativa.
Art. 1567. Toda obligación puede extinguirse por una convención en que las partes
interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo, consienten en darla por
nula.
Las obligaciones se extinguen además en todo o parte:
1. Por la solución o pago efectivo;
2. Por la novación;
3. Por la transacción;
4. Por la remisión;
5. Por la compensación;
6. Por la confusión;
7. Por la pérdida de la cosa que se debe;
8. Por la declaración de nulidad o por la rescisión;
9. Por el evento de la condición resolutoria;
10. Por la prescripción.
De la transacción y la prescripción se tratará al fin de este Libro; de la
condición resolutoria se ha tratado en el título De las Obligaciones
Condicionales.

En la lista del Art. 1567, falta:


 la dación en pago,
 el plazo extintivo,
 la muerte del deudor o del acreedor (mandato, sociedad),

 el mutuo consentimiento o resciliación,


 la revocación unilateral en el mandato extintivo.

Clasificación de los modos de extinguir

Respecto de la forma en que puede clasificarse los modos de extinguir las


obligaciones, tenemos:
1ª El pago, y los Modos que no cumplen con la prestación debida.
El pago es el único modo de extinguir las obligaciones que
consiste en cumplir con la obligación debida, se recibe
exactamente lo que se pactó.
2ª Modos que satisfacen las obligaciones (pago, novación, transacción), y
Modos que no satisfacen las obligaciones (prescripción extintiva,
pérdida de la cosa, confusión, remisión, nulidad, rescisión, resciliación,
condición resolutoria).

3ª Modos que extinguen el vínculo obligacional (pago, novación,


transacción, nulidad,rescisión, condición resolutoria), y Modos que NO
extinguen el vínculo (prescripción, confusión, compensación).
4ª Modos voluntarios (pago, novación, transacción, novación, resciliación,
remisión) y Modos no voluntarios (prescripción extintiva, pérdida de la
cosa, nulidad, rescisión, muerte, confusión, condición resolutoria,
compensación).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 202


MUTUO CONSENTIMIENTO o RESCILIACIÓN o MUTUO DISENSO o
CONVENCIÓN DE EXTINCIÓN

Consiste en que las partes, acreedor y deudor, acuerdan dar por extinguidas
las obligaciones que los ligan, esto es que ellas dejen de producir efectos.
Corresponde a un acto jurídico bilateral del tipo convención y corresponde a
un modo de extinguir que opera por acuerdo de las partes.
Representa un ejemplo jurídico de que las cosas en derecho se deshacen de la
misma forma en que se hacen, por lo mismo es propio de las obligaciones
contractuales. Si la voluntad de las partes dio origen a una obligación,
también esa voluntad puede extinguirla. Queda excluido el contrato de
matrimonio.

Características
1. por ser una convención, puede crear o extinguir derechos u
obligaciones, para ello debe cumplir con todos los requisitos de
existencia y validez.
2. se caracteriza en que va a tener lugar tratándose de
obligaciones vigentes.
3. este modo no opera con efecto retroactivo.

La frase que usa el legislador en que la doctrina quiso decir que la


obligación deja de producir efecto hacia delante, para el futuro.

Requisitos
La ley no ha establecido ningún requisito específico para el mutuo
consentimiento como medio de extinguir obligaciones.
Deben concurrir los requisitos propios de todo acto jurídico por tratarse de
una convención.
Se exige capacidad de disponer del crédito.
Es necesario que no estén íntegramente cumplidas las obligaciones derivadas
del negocio jurídico.

Efectos
Los propios de todos los modos de extinguir la obligación, poner término a
la obligación.

REMISIÓN O CONDONACIÓN O PERDÓN

Es un modo de extinguir las obligaciones consistentes en la renuncia o


perdón que hace el acreedor de su crédito, estando de acuerdo con ello el
deudor.

Características.
1. Es especial,
porque requiere el consentimiento del deudor, éste debe consentir
porque la obligación es un vínculo entre personas determinadas.
2. Puede ser total o parcial.
3. Expresa o tácita,
aunque por regla general es expresa, porque la donación no se
presume.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 203


Clasificación
1. En cuanto a su fuente: Testamentaria y Convencional.
2. Remisión que constituye donación y remisión que no importa
liberalidad.
3. Remisión Total y Remisión Parcial.
4. Remisión Expresa y Remisión Tácita.

1. Testamentaria: contenida en un acto testamentario, en un


legado, el testador, causante acreedor, condona un crédito, por ello se
le llama legado de condonación, Arts. 1128 a 1130.

2. Convencional: remisión que al igual que en la donación, el


ánimo que impulsa al acreedor a condonar es la liberalidad. Si la
remisión no condona la donación, el ánimo no es la liberalidad, sino
obtener una ventaja de la remisión, como por ejemplo, si condonando un
crédito obtiene que se le pague de inmediato otro de mayor valor.

3. Total: se condona el total del crédito más los accesorios


(intereses).

Parcial: condona parte del crédito o los accesorios. Si la


condonación es parcial, la parte no remitida subsiste en los mismos
términos que se pactaron.

4. Expresa: la regla general es que se haga en términos


explícitos, porque de acuerdo al Art. 1393 la donación no se presume.
Tácita: cuando se infiere de la conducta del acreedor, como cuando se
entregua el título por parte del acreedor al deudor; o bien, lo
destruye o cancela con el ánimo de condonar o remitir.

Requisitos de la Remisión
1. capacidad para disponer, se requiere por ser un acto de
disposición del acreedor, Art. 1652.
2. consentimiento, si constituye una donación debe ser expreso,
además requiere la notificación de la aceptación de la oferta al
donante; o tácito en los casos del Art. 1654.
3. puede adoptar distintas formas, por ello debe cumplir con las
4. solemnidades del acto que se trate.

Efectos
Se extingue el crédito y sus accesorios íntegramente, pero las partes pueden
limitar sus efectos. Cobra valor, el hecho que se pueden condonar los
intereses, por medio del crédito.

PÉRDIDA DE LA COSA QUE SE DEBE o IMPOSIBILIDAD EN CUMPLIMIENTO


o IMPOSIBILIDAD DE EJECUCIÓN o IMPOSIBILIDAD SOBREVENIDA POR
CAUSA NO IMPUTABLE AL DEUDOR

Es un modo de extinguir las obligaciones que se presenta cuando por un hecho


no imputable al deudor se hace imposible para éste cumplir la prestación
debida.
Legalmente, no hay duda que es un modo de extinguir las obligaciones, porque
está en la enumeración que hace el código.
Jurídicamente, tampoco, porque su efecto es precisamente ése, no se cumple
la obligación, sin ulteriores consecuencias para el deudor, y junto con la
obligación se extinguen sus accesorios, garantías y privilegios.
Es importante destacar que no toda imposibilidad es extintiva de la
obligación, sino que debe cumplirse con algunos requisitos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 204


Críticas de la doctrina a este modo de extinguir

1. No sólo la imposibilidad de cumplimiento o de ejecución puede


deberse a la pérdida de la cosa debida (muerte del deudor en obligación de
hacer).

2. El código solo considera las obligaciones de dar de especie o


cuerpo cierto, sin embargo, la doctrina afirma que también es
posible que la imposibilidad pueda tener cabida en las obligaciones
de hacer y no hacer, no está necesariamente restringida a las
obligaciones de dar una especie o cuerpo cierto en la forma que el
código limita a este modo de extinguir obligaciones, Art. 1534.
Además, con relación al juicio ejecutivo, el Art. 464 CPC, regula
cuáles son las excepciones que el demandado puede oponer a la
demanda ejecutiva, y el Art. 534, dice que además de las
excepciones expresadas en el Art. 464 podrá oponer el deudor la de
imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida.
De ahí que se acepta que tiene cabida en las obligaciones de hacer
y no hacer, se cita el ejemplo de una persona que adquiere una
propiedad y se obliga a no demolerla, pero que un acto de autoridad
le obliga a demolerla. El incumplimiento no es imputable al deudor
y no deberá indemnizar perjuicios.
3. Se le da el tratamiento de modo de extinguir los derechos, en
circunstancias que sólo será un modo de extinguir cuando las
circunstancias no sean imputables al deudor.

La pérdida de la cosa o imposibilidad en el cumplimiento, es modo de


extinguir sólo cuando la pérdida o imposibilidad no es imputable al
deudor.

Requisitos
1. No sea imputable al deudor, de lo contrario la obligación cambia
de objeto y se transforma en una obligación de indemnizar perjuicios.
2. Imposibilidad debe ser total o absoluta y sobreviniente,
significa que no se puede cumplir de ninguna manera la obligación.
Si fuera parcial, la obligación podría cumplirse pero sería demasiado
oneroso para el deudor.
Que sea sobreviniente, significa que debe ocurrir en tiempo posterior
al nacimiento de la obligación.
Se dice que si la imposibilidad es coetánea al nacimiento no estamos
frente a la imposibilidad, sino ante la nulidad de la obligación
vinculada al objeto, por objeto inexistente.

Art. 1670. Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o porque se


destruye, o porque deja de estar en el comercio, o porque desaparece y se
ignora si existe, se extingue la obligación; salvas empero las excepciones
de los artículos subsiguientes.

Habrá imposibilidad de cumplimiento o ejecución en 3 casos.

Casos de imposibilidad
1. Si la cosa se destruye, no se requiere que la destrucción sea
total, basta que destruya la aptitud de la cosa para el objeto a que
se destina según su naturaleza o según la convención de las partes.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 205


2. Si la cosa desaparece y se ignora si existe, si la cosa llegara
a reaparecer, podrá reclamarla el acreedor restituyendo lo recibido
en razón de su precio, Art. 1675.
3. Si la cosa deja de estar en el comercio jurídico, esto ocurre
cuando la cosa es expropiada o embargada.

En estos 3 casos hay imposibilidad de cumplimiento o ejecución, pero para


que no de lugar a la obligación de indemnizar perjuicios, no tiene que ser
imputable al deudor y esta falta de imputabilidad va a tener lugar en 4
casos.

Casos en que la pérdida NO ACARREA responsabilidad al deudor


1. si la cosa perece por caso fortuito o fuerza mayor. Salvo
si el deudor se ha constituido en mora.
2. si la cosa perece por el hecho de un tercero respecto del
cual el deudor NO es civilmente responsable.
3. si la cosa perece en poder del deudor, pero durante la
mora del acreedor de recibir la cosa.
4. si la cosa perece en poder del deudor durante su mora por
caso fortuito o fuerza mayor, y ésta igual se hubiera destruido
aunque se hubiera encontrado en poder del acreedor.

Casos en que la pérdida SÍ ACARREA responsabilidad al deudor


1. si hay culpa o dolo suyo.
2. si hay culpa o dolo del tercero que es responsable
civilmente.
3. si la cosa perece por caso fortuito y el deudor está en
mora.
4. si el deudor se ha constituido responsable de todo caso
fortuito o de alguno en particular.
5. si el deudor de obligación extracontractual se ha robado o
hurtado el cuerpo cierto.

Prueba de la imposibilidad de incumplimiento o ejecución


La imposibilidad debe acreditarla el deudor, al deudor le incumbe probar la
extinción, aunque igualmente se hubiese destruido en manos del acreedor.

Imposibilidad parcial y temporal

El código al regular esta materia abordó la imposibilidad absoluta o total


al cien por ciento, pero no se refirió a la imposibilidad parcial o
temporal, solo hay una norma el Art. 1675, en relación al caso de
desaparición del cuerpo cierto y posterior aparecimiento, el legislador
señala que se puede reclamar la cosa pero restituyendo lo que se haya
recibido por el precio.

Si la imposibilidad es sólo parcial la doctrina a extraído ciertas reglas a


propósito de lo que dispone el código en el pago. ¿Cómo debe hacerse el
pago?
La distinción que se hace es si la imposibilidad puede o no ser imputable al
deudor y si la imposibilidad parcial reviste o no importancia.

Imposibilidad Parcial
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 206
- si reviste importancia y es imputable al deudor, el acreedor
goza del derecho alternativo del Art. 1489, puede pedir la resolución
del contrato o el cumplimiento, en ambos casos con indemnización de
perjuicios.
- si no reviste importancia y es imputable al deudor, el acreedor
puede pedir el cumplimiento parcial con indemnización de perjuicios
- si la imposibilidad no es imputable al deudor, el acreedor tiene
derecho a que la obligación se cumpla en la parte que se pueda cumplir
( debe recibir la cosa en el estado que se encuentre).

Imposibilidad temporal
El código contempla sólo el caso del reaparecimiento de la cosa perdida
que el deudor tuvo que pagar, el acreedor puede optar entre retener la
indemnización compensatoria y reclamar la cosa.
Si el extravío fue inimputable al deudor, el acreedor puede reclamar la
cosa aparecida, pero no puede pedir indemnización.

Teoría Del Riesgo (pag. 156)

Siendo imposible el cumplimiento de la obligación de una de las partes ¿qué


sucede en cuanto al cumplimiento del otro?
Regla del Art. 1550 “el riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se debe es de
cargo del acreedor”. Se aplica al contrato de compraventa y al de permuta.

Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es siempre a
cargo del acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de
efectuarla, o que se haya comprometido a entregar una misma cosa a dos o
más personas por obligaciones distintas; en cualquiera de estos casos, será
a cargo del deudor el riesgo de la cosa, hasta su entrega.

Esta regla admite varias excepciones:


1. El pacto de las partes, ellas pueden alterar el riesgo que es
del acreedor y colocar bajo la responsabilidad del deudor.
2. Algunas excepciones que la ley consagra en materia de extinción
de obligación correlativa respecto de la parte que ve imposible el
cumplimiento de su obligación.
Caso del Art. 1950 Nº 1 a propósito del arrendamiento, la
destrucción de la cosa arrendada pone término al contrato y extingue
las obligaciones de ambas partes.
Art. 1950. El arrendamiento de cosas expira de los mismos modos que
los otros contratos, y especialmente:
1.º Por la destrucción total de la cosa arrendada;…
3. Si el deudor se encuentra en mora el riesgo ya no es del
acreedor sino del propio deudor.
4. Si el deudor se ha comprometido a entregar la misma cosa a dos o
más personas en virtud de obligaciones distintas.

2 consideraciones más:
- no se aplica a las obligaciones de género
- si tiene aplicación si la perdida es solo parcial

En el caso de las obligaciones de hacer y no hacer, la materia del riesgo no


está regulada.
Hay distintas posiciones en la doctrina:
 algunos señalan que se debe aplicar el Art.1550

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 207


 otros dicen que por razones de equidad, el riesgo debe ser del
deudor.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 208


PRESCRIPCIÓN CIVIL

Explicación

El Art. 2492 del Código Civil expresa que la prescripción es un modo de


adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos,
por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y
derechos, durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales.

PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA
La prescripción adquisitiva puede ser ordinaria o extraordinaria.
La prescripción ordinaria requiere posesión regular; esto es, con justo
título y buena fe; y sin interrupción, durante el tiempo legal.
La prescripción extraordinaria no requiere de título alguno, y se presume de
derecho la buena fe, salvo lo dispuesto en el Art. 2510 Nº 3º.
La Ley Nº 16.952, de 1º de octubre de 1968, suprimió la norma del artículo
2.508 del Código Civil, de que, cada dos días, se cuentan, entre ausentes,
por uno solo, para los cómputos.
La prescripción, sea ordinaria o extraordinaria, puede interrumpirse,
natural o civilmente, haciendo perder el tiempo de posesión anterior, en los
casos de los Arts. 2502 y 2503.
Por excepción, la interrupción natural del Nº 1º del Art. 2502, no hace
perder el tiempo anterior, sino que sólo produce el efecto de descontarse su
duración.
La prescripción ordinaria puede suspenderse, sin extinguirse (esto es, cesando
la causa de la suspensión, se le cuenta, al poseedor, el tiempo anterior a ella, si alguno
hubo), en favor de las personas incapaces enumeradas en el Art. 2509.

La prescripción extraordinaria, en cambio, corre contra toda clase de


personas, sin suspenderse a favor de nadie, según lo dispone el Art. 2511.
El Art. 2505 contiene la regla especial de que contra un título inscrito no
tiene lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces o de derechos
reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni
empieza a correr sino desde la inscripción del segundo.

PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA o PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA


Es un modo de extinguir acciones y derechos ajenos por no haberlos ejercido
el acreedor o titular durante cierto tiempo y cumpliéndose los requisitos
legales.

La prescripción extintiva exige sólo cierto lapso de tiempo durante el cual


no se hayan ejercido las acciones o derechos que se extinguen, contado desde
que la obligación se hizo exigible, Art. 2514.

Toda acción por la cual se reclama un derecho, se extingue por la


prescripción adquisitiva del mismo derecho, Art. 2517.

El Art. 2518 expresa que la prescripción extintiva se interrumpe,


naturalmente, por el hecho de reconocer -el deudor- la obligación, ya sea
expresa o tácitamente; y civilmente, por la demanda judicial, salvo los
casos enumerados en el Art. 2503.

La prescripción extintiva se suspende, igualmente, en favor de las personas


incapaces enumeradas en el Nº 1º del Art. 2509; pero, transcurridos 10 años,
no se tomará en cuenta, dicha suspensión.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 209


Fundamento
- inacción.
- desidia.
- transcurso de tiempo.
- razones de seguridad jurídica para consolidar derechos.

Elementos
 inacción del acreedor.
 transcurso de tiempo.

Requisitos de la Prescripción
- Exista una acción o derecho prescriptible.
- Que sea alegada.
- Que no haya sido interrumpida.
- Que no haya sido suspendida.
- Que haya transcurrido el plazo que prevé la ley.

1. Acción o derecho prescriptible

Por regla general todos los derechos y acciones son


prescriptibles.
Excepciones
 acción de reclamación de estado civil de hijo, Art. 320.
 acción que permite denunciar la obra nueva que corrompe el
aire o lo hace notoriamente dañino, Art. 937.
 acción de partición, Art. 1317.
 acción de demarcación y cercamiento (único caso no considerado
por la ley).

La IMPRESCRIPTIBILIDAD requiere una norma expresa que la


declare, porque la regla general es que todos los derechos y
todas las acciones pueden extinguirse por prescripción.

Las excepciones desde un punto de vista doctrinario no prescriben,


porque su titular podrá hacerlas valer cada vez que sea entablada
en su contra una acción.
Por excepción, las excepciones relativas a la nulidad absoluta o
relativa tienen plazo de prescripción, 10 y 4 años
respectivamente.

2. La prescripción debe ser alegada


No obstante que opera de pleno derecho, debe ser alegada, no puede
ser declarada de oficio.

Excepciones
- prescripción de la acción penal.
- prescripción de la pena.
- prescripción de la acción ejecutiva.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 210


¿Quién puede alegarla?
 el deudor propiamente tal, es decir aquel que reviste esa
calidad.
 el deudor subsidiario y el solidario
 quien represente los derechos del deudor (síndico de
quiebras).

 aquellos terceros que hayan prendado o hipotecado bienes


para garantizar una deuda ajena.
 NO PUEDEN LOS ACREEDORES DEL DEUDOR.

¿Cómo se puede invocar?


Como acción y excepción.

¿Puede renunciarse?
Sí, en forma expresa o tácita. Expresa, si se reconoce la
obligación; y tácita, si se pide un plazo para cumplir.
Sólo se puede renunciar una vez transcurrido el plazo de
prescripción.

3. Que no haya sido interrumpida


Interrupción Civil, se interrumpe por un acto del acreedor, todo
recurso judicial intentado por el que se reputa verdadero dueño
contra el poseedor actual.
 la demanda debe presentarse ante un tribunal
competente,
 notificarse válidamente,
 no haya desestimiento ni abandono,
 demandado no haya obtenido la absolución.

Interrupción Natural, procede de un acto del deudor, un


reconocimiento del deudor que puede ser expreso o tácito (pide
prórroga).

Efectos de la interrupción
Detiene el tiempo de prescripción, hace perder el tiempo
transcurrido, sólo favorece o perjudica a aquellos entre quienes
la prescripción está corriendo.

Excepción
Las obligaciones solidarias e indivisibles no pueden interrumpirse
ni suspenderse.

4. Que la prescripción no esté suspendida


La prescripción se suspende a favor de ciertas personas que ha
señalado la ley, Art. 2509 Nº 1 y 2, es decir, entre incapaces y
cónyuges.
Lo que se discute en doctrina es si se suspende entre cónyuges
separados completamente de bienes.
Alessandri, señala que SÍ porque el Art. 2509 solo habla de la
sociedad conyugal, sin distinguir, señalando que se suspende
siempre entre cónyuges.
La suspensión es un beneficio personalísimo del acreedor incapaz,
mientras dure la incapacidad no corre la prescripción.
La suspensión, sólo suspende el cómputo del tiempo.
El plazo máximo de la suspensión es de 10 años Art. 2520 inc. 2º.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 211


Art. 2509. La prescripción ordinaria puede suspenderse, sin
extinguirse: en ese caso, cesando la causa de la suspensión, se le
cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella, si alguno hubo.
Se suspende la prescripción ordinaria, a favor de las personas
siguientes:
1.º Los menores; los dementes; los sordomudos; y todos los que
estén bajo potestad paterna, o bajo tutela o curaduría;
2.º La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta;
3.º La herencia yacente.
No se suspende la prescripción a favor de la mujer divorciada o
separada de bienes, respecto de aquellos que administra.
La prescripción se suspende siempre entre cónyuges

5. Transcurso del tiempo necesario para que opere la prescripción

El plazo se computa de acuerdo al Art. 48, comprende los días

feriados.

¿Desde cuándo opera?


Por regla general, desde que la obligación se hace exigible, es
decir, si la obligación es pura y simple desde que se contrae, y
en las obligaciones condicionales, desde que la condición se
verifica.

Excepciones
La acción resolutoria del pacto comisorio prescribe en un plazo de
4 años, que se cuenta desde la fecha del contrato, en vez de
contarse desde el incumplimiento de la obligación. O si las partes
lo acuerdan prescribirá en el plazo fijado por ellas, siempre que
no pase de 4 años, o sea, las partes sólo pueden restringirlo.
La acción de reforma del testamento, 4 años, el plazo de
prescripción se cuenta desde que los interesados tuvieron
conocimiento del testamento y de su calidad de legitimarios.
Sólo la ley puede fijar los plazos de prescripción,
excepcionalmente, la ley autoriza a las partes para restringir o
ampliar el término de la prescripción; tales disposiciones no
autorizan para inferir que las partes pueden alterar los plazos
legales.

Clasificación de la prescripción en relación con el tiempo


 Prescripción de largo tiempo

 acciones personales
o ordinaria
o ejecutiva
o garantías personales

 acciones reales
- de dominio y herencia
- garantías reales
- limitaciones al dominio por un 3º
o usufructo, uso y habitación
o servidumbres

 acciones especiales
- obligaciones accesorias
o prenda
o hipoteca

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 212


 Prescripción de corto tiempo

Prescripciones de largo tiempo

Acciones Ordinarias
Aquellas que tienen por objeto establecer la existencia de un derecho,
prescriben en 5 años, Art. 2515, esto por regla general; para no
aplicarla se requiere disposición expresa, como ocurre con la acción
rescisoria que prescribe en 4 años.

Acciones Ejecutivas
Aquellas que emanan de un título ejecutivo, en general prescriben en 3
años.
En realidad prescribe el mérito ejecutivo de la acción, no la acción de
cobro propiamente tal.
Puede ser declarada de oficio.
Su prescripción no se interrumpe ni se suspende.

Art. 2515. Este tiempo es en general de tres años para las acciones
ejecutivas y de cinco para las ordinarias.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres
años, y convertida en ordinaria durará solamente otros dos.

Acciones Reales
Tales como, la acción de dominio, la acción reivindicatoria, la acción
de petición de herencia, NO PRESCRIBEN, Art. 2517.
La acción de petición de herencia
El derecho real a que está asociada la acción se pierde en beneficio de
otro por prescripción adquisitiva, extinguido el derecho se extingue la
acción, la prescripción adquisitiva del derecho extingue la acción.
Respecto a la prescripción de la acción limitativa del dominio,
- el usufructo se puede adquirir por prescripción, Art. 766 Nº 4;
el usufructo también se extingue por prescipción, Art. 806 Nº 5;
- el uso y la habitación se constituyen y pierden de la misma
manera, Art. 812.;
- las servidumbres se extinguen por haberse dejado de gozar
durante 3 años, Art. 885 Nº 5.

Acciones Accesorias
Conforme al principio de que lo accesorio corre la suerte de lo
principal, toda obligación accesoria, sea real o personal, prescribe
juntamente con la obligación a que accede, Art. 2516.

Acción de petición de herencia


No prescribe sino que se extingue por la prescripción adquisitiva del
respectivo derecho.
La herencia se adquiere por el plazo de 10 años, pero el heredero
putativo la adquiere en 5 años.

Prescripción Ordinaria, 2 años para los muebles y 5 años para


los inmuebles.
Prescripción Extraordinaria, 10 años.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 213


Prescripciones de corto tiempo
Las prescripciones de corto tiempo son aquellas que hacen excepción a la
regla general del Art. 2515 de la prescripción extintiva ordinaria.
La prescripción de corto tiempo admite una clasificación en cuatro
categorías:
1. Las de 3 años, inc. 1º del Art. 2521.
2. Las de 2 años, inc. 2º del Art. 2521.
3. Las de 1 año, Art. 2522.
4. Las prescripciones especiales, Art. 2524.

Las prescripciones de 1, 2 y 3 años

I. Las prescripciones tributarias, de 3 años


El Art. 2521 inc. 1º, establece que “Prescriben en tres años las
acciones a favor o en contra del Fisco y de las Municipalidades
provenientes de toda clase de impuestos”.
En relación al artículo en comento es necesario señalar los siguiente:
1. La disposición sólo se aplica al Fisco y a las Municipalidades
y únicamente a las acciones en contra o a favor de ellos provenientes de
impuestos.
2. Se encuentran exceptuados de la disposición todos aquellos
impuestos que leyes especiales sujetan a normas diferentes de prescripción.
3. El plazo de 3 años se cuenta desde la expiración del plazo
legal en que debió efectuarse el pago de impuestos.
Este plazo se puede extender a 6 años si se trata de impuestos
sujetos a declaración del contribuyente, y ésta no se hubiere presentado o
la presentada fue maliciosamente falsa.

II. Prescripción de 2 años:


El Art. 2521 inc. 2º, establece que “Prescriben en dos años los
honorarios de jueces, abogados, procuradores; los de médicos y cirujanos;
los de directores o profesores de colegios y escuelas; los de ingenieros y
agrimensores, y en general, de los que ejercen cualquiera profesión
liberal”.
Para la aplicación del Art. 2521 inc. 2º, deben concurrir dos
requisitos copulativos:
a) Debe tratarse de honorarios; y
b) El honorario debe corresponder al ejercicio de una
profesión liberal.
En este caso, el plazo de prescripción se cuenta desde que el
honorario se hizo exigible.

III. Prescripción de 1 año


El Art. 2522, establece que “Prescribe en un año la acción de los
mercaderes, proveedores y artesanos por el precio de los artículos que
despachan al menudeo.
La de toda clase de personas por el precio de servicios que se
prestan periódica o accidentalmente; como posaderos, acarreadores,
mensajeros, barberos, etc”.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 214
El inc. 1º, se refiere a la acción de mercaderes, proveedores y
artesanos por el precio de los artículos que despachen al menudeo.

La acción debe corresponder al precio de los artículos que estas


personas despachan, esto es, venden al menudeo.

El inc. 2º, se refiere a la acción de toda clase de personas por el


precio de servicios que se prestan periódicamente o accidentalmente; como
los posaderos, acarreadores, mensajeros, barberos, etcétera.

Las prescripciones de corto tiempo no se suspenden, así lo señala el


Art. 2523 inc. 1º, que dice que “Las prescripciones mencionadas en los dos
artículos precedentes corren contra toda clase de personas, y no admiten
suspensión alguna”.

Interrupción de la prescripción de corto tiempo

En cuanto a la interrupción de la prescripción de corto tiempo debemos


distinguir entre la interrupción natural y la civil.

1. Interrupción natural

La interrupción natural se produce desde que interviene pagaré u


obligación escrita, o concesión de plazo por el acreedor (quedan incluidos
dentro de la disposición el pagaré, la letra de cambio, cheque, reconocimiento o confesión de

deuda).

2. Interrupción civil

El Nº 2 del Art. 2523 declara que las prescripciones de corto


tiempo se interrumpen desde que interviene requerimiento.

El requerimiento puede ser judicial o extrajudicial.

Efecto de la interrupción de corto tiempo

La interrupción de la prescripción de corto tiempo produce un efecto muy


especial que en doctrina recibe el nombre de intervención, esto es,
interrumpida civil o naturalmente la prescripción de corto tiempo, deja de
ser tal y pasa a ser de largo tiempo.

Salvo el caso de que la interrupción sea civil y que se haya efectuado


mediante requerimiento judicial, en cuyo caso se pierde todo el tiempo de
prescripción.

IV. Las prescripciones especiales de corto tiempo


El Art. 2524, establece que “Las prescripciones de corto tiempo a que
están sujetas las acciones especiales que nacen de ciertos actos o
contratos, se mencionan en los títulos respectivos, y corren también contra
toda persona; salvo que expresamente se establezca otra regla”.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 215


Estas prescripciones especiales se encuentran diseminadas en el
código, se refieren a toda clase de situaciones, y en muchos casos no se
justifica el tratamiento diferenciado.
Respecto de estas prescripciones especiales conviene tener presente
dos cosas:
1. Que ellas son de corto tiempo;
2. Que estas prescripciones no se aplican las reglas estudiadas
para las prescripciones de corto tiempo.
Se aplican por ejemplo: a las derivadas del estado civil, la
nulidad de matrimonio, el divorcio, saneamiento por
evicción, etcétera.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 216


Principales plazos de prescripción

1º Prescripción adquisitiva ordinaria de bienes muebles: 2 años, Art.


2508.
2º Prescripción adquisitiva ordinaria de bienes raíces: 5 años, Art.
2508.
3º Prescripción adquisitiva extraordinaria de muebles y raíces: 10 años,
Art. 2.520.
4º Prescripción de la acción ejecutiva: 3 años, Art. 2515 y Art. 442 CPC.
En caso de cheques, de letras y pagarés, 1 año.
5º Prescripción de la acción ordinaria: 5 años, Art. 2515.
6º Prescripción de la acción ordinaria que fue ejecutiva: pero que se
convirtió en ordinaria por el transcurso de 3 años: otros 2 años, Art.
2515.
7º Prescripción de la acción redhibitoria propiamente tal: 6 meses para
los bienes muebles; y 1 año para los bienes raíces, contados desde la
fecha de la entrega real, Art. 1866. En las construcciones, 4 años.
8º Prescripción de la acción redhibitoria llamada "quanti minoris”, para
obtener la rebaja del precio: 1 año para los muebles y 18 meses para
los raíces, contados desde la entrega real, Art. 1869.
9º Prescripción de la acción resolutoria: 5 años, según las reglas
generales.
10º Prescripción del pacto comisorio: 4 años, salvo que las partes fijen
otro "menor", Art. 1880.
11º Prescripción del pacto de retroventa: Igual que el anterior, Art.
1885.
12º Prescripción del pacto de retracto: un año, Art. 1886.
13º Prescripción de la nulidad absoluta: 10 años, Art. 1683.
14º Prescripción de la nulidad relativa: 4 años, desde que cesó la
violencia o la incapacidad; o desde la celebración del contrato, en
caso de error o dolo, Art. 1691.
Se suspende en favor de los herederos menores; pero no de todos los
incapaces, Art. 1692.
15º Prescripción adquisitiva de las servidumbres continuas y aparentes: 5
años, Arts. 882 y 888.
Las de los Arts. 885 y 887, se reducen a 3 años.
16º Prescripción de la acción de saneamiento de la evicción (frutos, mejoras
u otros): 4 años desde la sentencia, si la hay, o desde la entrega,
Art. 1856.
17º Prescripción de la acción para la restitución del precio: según las
reglas generales, Art. 1856.
18º Prescripción de la acción de petición de herencia: 10 años, Art. 2512,
pero el heredero putativo a quien se le haya otorgado la posesión
efectiva, puede oponer la prescripción adquisitiva de 5 años, Arts.
1269 y 704.
19º Prescripción de la acción de reforma del testamento: 4 años, Art.
1216. Se suspende en favor de los incapaces.
20º Prescripción extintiva de los honorarios de Jueces, Abogados,
procuradores y de todos los que ejercen profesiones liberales: 2 años,
Art. 2521.
21º Prescripción de la acción de los mercaderes, proveedores y artesanos,
por el precio de los artículos vendidos al menudeo: un año, Art. 2522.
22º Prescripción de la renta vitalicia, por no percibirse o demandarse: 5
años, Aart. 2277.
23º Prescripción a favor o en contra del Fisco y Municipalidades,
provenientes de toda clase de impuestos: 3 años, Art. 2521, sin

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 217


perjuicio de las normas dadas por los arts. 200 y ss. del Código
Tributario.
El art. 200 mencionado, dispone que el Servicio de Impuestos Internos
puede liquidar un impuesto, revisar cualquier deficiencia en su
liquidación, y girar los impuestos a que hubiere lugar, dentro del
término de 3 años, contados desde la expiración del plazo legal en que
debió efectuarse su pago.
Este plazo es de 6 años para la revisión de impuestos sujetos a
declaración, cuando ésta no se hubiere presentado; o la presentada
fuere manifiestamente falsa.
Los plazos anteriores se entienden aumentados por tres meses, desde
que se cita al contribuyente.
En los mismos plazos ya mencionados, y computados en la misma forma,
prescriben las acciones del Fisco para perseguir el pago de los
impuestos, intereses, sanciones y demás recargos (D. L. Nº 830, de 31 de
diciembre de 1974).

24º Prescripción de las acciones que proceden de las obligaciones del


Libro II del Código de Comercio, y que no tengan señalado un plazo
especial de prescripción: 4 años, Art. 822 del C. de C.
Las prescripciones establecidas en dicho Código corren contra toda
clase de personas.
25º Prescripción de las acciones cambiarias procedentes de la letra de
cambio: 1 año desde el día de su vencimiento, y la acción de
reembolso, en 6 meses desde el día del pago, Arts. 98 y 99 de la Ley
Nº 18.092. La interrupción se rige por el Art. 100 de esta ley.
26º Prescripción de la acción ejecutiva y de la acción penal provenientes
del cheque, 1 año desde el protesto, Art. 34 de la Ley sobre Cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques.
27º Prescripción de las demás acciones civiles provenientes del cheque:
los mismos plazos que las letras de cambio, Art. 11 inc. 3º de la Ley
sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques.
28º Prescripción de las obligaciones peculiares del comercio marítimo: 2
años, por regla general, Art. 1248 del C. de C., sin perjuicio de las
prescripciones especiales de 6 meses del Art. 1246 del mismo Código, y
otras.
29º Plazo para sobreseer definitivamente la quiebra, 2 años; para
rehabilitar al fallido: 1 año.
30º Prescripción de las acciones provenientes de los actos o contratos a
que se refiere el Código del Trabajo, sobre empleados particulares: 6
meses desde la fecha de la terminación de los servicios.
31º Prescripción de otras acciones y derechos a que se refiere el Código
del Trabajo: 6 meses desde la fecha de la terminación de los
servicios.
32º Prescripción del derecho para exigir las imposiciones previsionales.
El artículo 49 de la Ley Nº 15.386, sobre revalorización de pensiones,
expresa que la prescripción que extingue las acciones de los
institutos de previsión, para el cobro de las imposiciones, aportes y
multas, es de 5 años, contados desde la cesación de los servicios.
En cambio, es discutible si la acción de los trabajadores, para el
cobro de las mismas, a título de indemnización por no haberlas
integrado el empleador en las respectivas Cajas, prescribe, a falta de
norma expresa, dentro de los 6 meses contados desde la cesación de los
servicios, conforme con las normas generales de los dos números
anteriores.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 218


FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

Fuente de la obligación es el hecho jurídico que le da nacimiento, el que


origina o genera la obligación, es la figura jurídica que da nacimiento a la
obligación.

Según la doctrina tradicional o clásica hay 5 tipos de fuente:


 Contrato
 Cuasicontrato
 Delito
 Cuasidelito
 La ley

Según la doctrina moderna:


 Hecho del hombre
- hecho lícito, cuasicontrato y contrato.
- hecho ilícito, delito y cuasidelito.
 La ley

En la actualidad hay nuevas teorías:


1. Teoría Dual:
a) contratos
b) ley
- delito
- cuasidelito
- cuasicontrato

2. Teoría Tripartita:
a) ley
b) contrato
c) declaración unilateral de la voluntad: Fuente
independiente

3. Según Bonnecase:
a) obligaciones que nacen de un hecho jurídico,
cuasicontrato, delito, cuasidelito.
b) obligaciones que nacen de un acto jurídico,
declaración de voluntad, contrato.
c) obligaciones que nacen de la ley.

Contrato: Se lo define como la convención generadora de obligaciones,


esto es, un acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor que
da nacimiento a la obligación.
Cuasicontrato: Es un hecho voluntario, lícito y no convencional que genera
obligaciones.
Delito civil: Es el acto doloso o intencional que causa daño.
Cuasidelito civil: Es el acto culpable que causa daño.
La ley: Es fuente mediata, directa, de las obligaciones, sin que de
parte del acreedor o del deudor se haya efectuado acto alguno
que provoque el nacimiento de la obligación (obligaciones
alimenticias).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 219


LA VOLUNTAD UNILATERAL COMO FUENTE
DE LAS OBLIGACIONES

A la teoría de la declaración unilateral de voluntad como fuente de las


obligaciones, se le denomina también promesa unilateral.
Esta teoría sostiene que una persona puede por su sola voluntad
transformarse en deudor, sin que intervenga la voluntad de otra.
Porque si el acreedor toma parte en la generación de la obligación habría
contrato, mientras que en la declaración unilateral la mera voluntad del
deudor lo coloca en la categoría de tal.
Es de todos modos necesaria la intervención del acreedor, que acepte su
derecho, ya que nadie puede ser obligado a adquirir éstos contra su
voluntad, pero la obligación no nace cuando el acreedor acepta o ejerce
su derecho, sino desde el momento en que ha sido creada por la voluntad
unilateral de quien se obliga.
El Código Civil no contiene norma alguna que regule la institución, esto
por cuanto, los Arts. 1437 y 2284 enumeran las fuentes de las
obligaciones, y la jurisprudencia, ha sostenido que no hay más fuentes de
las obligaciones que las consignadas en dichos artículos.
Para el profesor Gonzalo Figueroa Yánez la declaración unilateral de
voluntad como otra fuente de las obligaciones estaría comprendida en el
Art. 99 del Código de Comercio; en el Art. 632 inc. 2º del Código Civil;
y en propio Art. 1437 que señala “...ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga...”.

EL CONTRATO COMO FUENTE DE LAS OBLIGACIONES

Definición del Contrato


Los contratos surgen de los actos jurídicos, los cuales son una
manifestación de la voluntad que una o más personas formulan sujetándose a
las reglas que el derecho a establecido.
Se manifiesta la voluntad con el propósito de producir efectos jurídicos,
estos pueden consistir en crear, modificar o extinguir derechos subjetivos.
Cuando el acto jurídico crea derechos, estamos frente a un tipo particular
de convención y en este caso la convención de acto jurídico recibe el nombre
de contrato por ello se define normalmente como un acto jurídico creador de
derechos o destinado a crear obligaciones, esto es lo que reconoce el
código en el Art. 1438.
En el contexto de nuestra legislación civil, sólo son contratos las
“Convenciones que crean derechos u obligaciones”.
En consecuencia, los actos jurídicos bilaterales que no crean derechos y
obligaciones no son contratos, como por ejemplo, la tradición, el pago.
El contrato participa de la cualidad de ser un acto jurídico bilateral, el
objeto de estos actos jurídicos es crear derechos y siendo un acto jurídico
bilateral de tipo convención crea derechos y obligaciones.

Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga
para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una
o muchas personas.

Acto jurídico, es la manifestación de voluntad de una o más personas, hecha con la intención
de producir efectos jurídicos, es decir, crear, modificar o extinguir derechos subjetivos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 220


CONTRATO Y CONVENCIÓN
Si nos atenemos al texto del Art. 1438, contrato y convención, para nuestra
legislación son términos sinónimos, pero claramente en doctrina no lo son.
Entre contrato y convención hay una relación género - especie.
Todo contrato es convención pero no toda convención es un contrato, sólo
será contrato en la medida que cree derechos y obligaciones.

Convención, es el acuerdo de dos o más voluntades con el fin de crear, modificar o extinguir
derechos subjetivos.

El contrato es una especie dentro del género convención; cuando la


convención tiene sólo por objeto crear derechos subjetivos, estamos frente a
un contrato.
Los objetivos de la convención son más amplios que los objetivos del
contrato, porque la convención no sólo puede tener por objeto crear derechos
subjetivos, sino también modificarlos o extinguirlos.

CONTRATOS Y OBLIGACIONES
El Art. 1438 define el contrato, la definición no es feliz ni acertada
porque en rigor no está definido lo que es un contrato, más bien define lo
que es una obligación, esto porque en el contexto de un vínculo contractual,
el deudor se coloca en la posición de dar, hacer, o no hacer algo a favor
del acreedor, esta necesidad surge de la obligación.
La diferencia de ambos conceptos es que el contrato genera estas
“obligaciones”, en cambio, en la obligación, el deudor queda en la posición
jurídica de tener que realizar una de estas prestaciones a favor del
acreedor, dicho de otra manera, las obligaciones nacen y pueden tener su
fuente en los contratos y la fuente de los contratos es el acuerdo de
voluntades.
Se dice que la obligación puede nacer de un contrato, pero no necesariamente
esto debe ser así, ya que también puede encontrar su fuente en la ley, en la
declaración unilateral de voluntad, el cuasicontrato, el delito, el
cuasidelito civil.

CONTRATO Y ACUERDO COLECTIVO


Lo que caracteriza al contrato es que quienes lo celebran manifiestan su
voluntad de la manera que la ley lo permite o estipula.
Pero hay casos en que la ley considera conveniente que una persona quede
sujeto a una obligación a pesar de no haber manifestación de la voluntad en
la formación de un contrato que celebraron otros.
Esa es la figura que subyace en el acto o contrato colectivo, esta
denominación de contrato colectivo corresponde a aquel que afecta a
todos los miembros de un grupo o colectividad determinada aunque no hayan
consentido en el acto o contrato y que resultan obligados por el solo hecho
de formar parte de este grupo o colectividad.
En el acto colectivo las voluntades que concurren no se ponen una frente a
la otra, sino que se suman unas a otras.
Son declaraciones de voluntad paralelas, de igual contenido, que persiguen
un mismo fin, cuyo objeto es la formación de una voluntad común.
Las voluntades no llegan a un avenimiento, a una coordinación, a un
consenso. Se suman unas a otras y no se oponen entre sí sino que persiguen
crear una voluntad colectiva, varias voluntades con un mismo contenido.
En el contrato, en cambio, las voluntades se cruzan, cada declaración va
dirigida contra la otra y sus contenidos difieren: el objeto de una, es la
causa de contratar de la otra.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 221


El acto colectivo es unilateral, el contrato es bilateral.
El contrato colectivo es tolerado por la ley por razones de conveniencia,
porque considera que es muy difícil lograr unanimidad para celebrar el acto
o contrato. Por ejemplo: los convenios que celebran los acreedores cuando
se ha abierto concurso respecto de los bienes del fallido, contratos de
trabajo colectivo, acuerdos de sociedad anónima con los tenedores de bonos
que haya emitido la S.A.

LA FUNCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA DEL CONTRATO

Los contratos constituyen la causa eficiente más frecuente de las


obligaciones.

Los contratos son la fuente normal y ordinaria de las obligaciones.

Frente a los contratos todas las demás fuentes son extraordinarias y


anormales.

El contrato es trascendental para la vida social y económica hasta el punto


que contratación y progreso siguen en la historia una curva ascendente
paralela.

Cabe destacar las diferentes funciones que pueden cumplir los contratos:
1. Función de cambio
Circulación de los bienes que se alcanza a través de los contratos
traslaticios de dominio, fundamentalmente, la compraventa, la
permuta, la donación, el mutuo, el aporte en sociedad, etc.
En nuestro país, dado que el contrato carece de un efecto real,
para que la función de cambio se materialice es necesaria la
tradición.
2. Función de crédito
Generalmente el contrato es oneroso. Se manifiesta a través del
contrato de apertura de crédito y de la contratación bancaria.
3. Función de garantía
Ésta se alcanza a través de los contratos accesorios, como la
hipoteca, la prenda o la fianza. Estos contratos tienden a
fortalecer el derecho del acreedor de la obligación principal.
4. Función de custodia
Se alcanza a través de aquellos contratos que tienen por propósito
la guarda y conservación de bienes ajenos, como se advierte en el
depósito voluntario y necesario; también en los contratos de caja
de seguridad.
5. Función laboral
Se alcanza a través de los contratos de trabajo, contratos
colectivos de trabajo.
6. Función previsional
7. Función recreacional
8. Función de cooperación

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
El principio de la autonomía de la voluntad es una doctrina de filosofía
jurídica, según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la
voluntad de las partes.
Esta es, a la vez, la fuente y la medida de los derechos y de las
obligaciones que el contrato produce.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 222


Decir que la voluntad es autónoma significa que ella es libre para crear los
derechos y obligaciones que le plazcan. La voluntad se basa a si misma.
Esta formula general el Código Civil no la enuncia ni tenia que enunciarla.
Pero la autonomía de la voluntad no es sólo un principio teórico, sino que
inspira permanentemente las soluciones prácticas a problemas concretos del
quehacer de los juristas.
La doctrina de la autonomía de la voluntad sirve de telón de fondo a la
mayoría de los principios fundamentales de la contratación. Así, al
principio de la fuerza obligatoria del contrato, enérgicamente reconocido
por el Art. 1545, al colocar las voluntades privadas de las partes en igual
plano que la ley.
Alessandri, dice que la autonomía de la voluntad, que atraviesa todo nuestro
derecho, es soberana en materia contractual y es el principio que dicta el
derecho.
Se dice que la autonomía de la voluntad a pesar de que los contratos surgen
de la voluntad de las partes tiene la característica de permitirles a los
contratantes acordar de manera libre el contrato que van a celebrar, sus
efectos, la extensión del contrato y la duración del contrato.

Concepto de autonomía de la voluntad


Libertad de que gozan los particulares para pactar los contratos que les
plazcan y determinar su contenido, efectos y duración.
Lo que caracteriza al principio de la autonomía de la voluntad es que las
partes pueden acordar lo que quieran, modificar o suprimir elementos de la
naturaleza del contrato, pactar elementos accidentales en el contrato,
celebrar actos innominados, cláusula de reserva, cláusula penal, etc.
Por esto es que también se dice que es “El conjunto de preceptos o normas
que guardan relación con la reglamentación de los contratos”, tienen un
carácter supletorio de la voluntad de las partes sólo se aplican en el
silencio de las partes, en caso de conflicto de las partes el juez debe
procurar desentrañar la verdadera voluntad de las partes, el juez no puede
suplantar la voluntad de las partes ni tampoco crearla.
Este principio no es absoluto y admite limitaciones por la ley, la moral, el
orden publico, y las buenas costumbres.

La autonomía de la voluntad en nuestra legislación


El Código Civil y el Código de Comercio recogen integralmente este
principio.
Varias disposiciones constituyen una aplicación directa del principio, aún
más allá de los preceptos, todo el sistema de ambos Códigos se inspira en la
libertad de los individuos para regular sus propias relaciones jurídicas sin
la intervención del legislador.

 el Art. 1545, es la norma fundamental, todo contrato legalmente


celebrado es una ley para los contratantes.

 los Arts. 1444 y 1546, las leyes que reglamentan los contratos
tienen el carácter de leyes supletorias, que intervienen sólo a falta
de estipulación de las partes.

 el Art. 12, permite a las partes que puedan renunciar a los


derechos que se le confieren, que miran a su propio interés y no esté
prohibida la renuncia.

 el Art. 1560, da primacía a la voluntad de los contratantes en


la interpretación del contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 223


 el Art. 1567, permite a las partes extinguir, y por ende
modificar, de común acuerdo toda clase de obligaciones.

 el Art. 22 de la Ley de Efectos Retroactivos de la Leyes, que


sujeta los contratos a la ley vigente al tiempo de su celebración.

Principales postulados del principio de la autonomía de la


voluntad
1. Las partes pueden crear libremente todas las relaciones jurídicas
entre ellas que estimen pertinentes. Este postulado da origen a los
contratos innominados.
2. Nadie puede ser obligado a contratar contra su voluntad.
3. Las partes son libres para atribuir a los contratos celebrados los
efectos que estimen convenientes, ya que las reglas del legislador
son, en general, meramente supletorias de su voluntad y pueden los
contratantes derogarlas a su arbitrio.
4. Los interesados pueden modificar de común acuerdo los contratos
celebrados y sus efectos.
5. La voluntad de las partes es la que determina el contenido del
contrato, de manera que su interpretación se atiende fundamentalmente
a su intención.
6. Lo convenido por las partes es intangible, y en principio no puede
ser alterado por la vía legal ni judicial.

Manifestaciones de la autonomía de la voluntad


1. En el principio de la libertad contractual, ya que cada parte es
libre para contratar o para no contratar, para elegir al
contratante y para fijar el contenido del contrato.
2. En el principio del consensualismo, por regla general (porque en la
actualidad se tiende al formalismo), la sola voluntad acorde de los
contratantes es suficiente para dar origen al contrato.
3. En lo que se refiere a la fuerza obligatoria de los contratos para
las partes, el Art. 1545, establece que el contrato es ley para los
contratantes.
4. En el principio del efecto relativo de los contratos, sólo los que
han manifestado su voluntad quedan obligados por el contrato.
5. En la forma de interpretar los contratos, la intención de los
contratantes predomina sobre la letra o palabras del contrato.

Limitaciones impuestas a la autonomía de la voluntad

1. La Ley
a. Cláusulas de la esencia del contrato
b. La moral, orden público y las buenas
costumbres
2. Contratos Dirigidos.
3. La Lesión.
4. La Buena Fe.

1. LIMITACIONES IMPUESTAS POR LA LEY

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 224


a. Las partes no pueden pactar cláusulas que supriman o alteren
elementos de la esencia del contrato, porque si así fuere el contrato no
produce efecto alguno o degenera en otro distinto, Art. 1444. (contrato de
compraventa no se pacta precio; o en el contrato de arrendamiento no se pacta la renta).

Art. 1444. Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia,
las que son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la
esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto
alguno, o degenera en otro contrato diferente; son de la naturaleza de un
contrato las que no siendo esenciales en él, se entienden pertenecerle, sin
necesidad de una cláusula especial; y son accidentales a un contrato
aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen, y que se le agregan
por medio de cláusulas especiales.

b. No se pueden pactar cláusulas que vayan en contra de la moral, el


orden público y las buenas costumbres, ya que si se establece una cláusula
contraria a estas instituciones, habría causa y objeto ilícito, por lo cual
podría alegarse la nulidad absoluta, ésta puede se alegada por cualquier
persona que tenga interés en ello.

2. CONTRATOS DIRIGIDOS
Se trata de vínculos contractuales que han sido reglados y
fiscalizados por los poderes públicos, en el nacimiento, ejecución y
duración.
El contrato dirigido, contrato normado o dictado por el legislador, es
el contrato reglamentado y fiscalizado por los poderes públicos en su
formación, ejecución y duración.
Este contrato dirigido ha quebrado el esquema tradicional del contrato
como categoría genérica, el poder público deroga el principio de la
autonomía de la voluntad, ya imponiendo el contenido del contrato ya
impidiendo la elección del co-contratante, o prohibiendo decidir sobre si se
contrata o no se contrata (contrato forzado).
El poder político interviene con el fin de proteger a la parte más
débil o con el fin de manipular la economía.
El origen de los contratos dirigidos se remonta a los tiempos
posteriores a la 1ª guerra mundial, y dice relación con los ciclos recesivos
que vivió el mundo. El sistema económico imperante (clásico-capitalista) era
incapaz de distribuir la riqueza. El Estado interviene, en la economía y en
los contratos.
En el caso de la legislación chilena el ejemplo clásico de contrato
dirigido es el contrato de trabajo.
En Chile impera el mercado libre e impera el principio de
subsidiaridad, este último postula que el Estado sólo debe intervenir cuando
la iniciativa privada es insuficiente.
Contrato forzoso, es aquel que el legislador obliga a celebrar o a dar
por celebrado, los hay ortodoxos y heterodoxos.
Contrato forzoso ortodoxo, es aquel que se forma en dos etapas, en
primer lugar, interviene un mandato de autoridad que exige contratar. Más
tarde, quien lo recibió procede a celebrar el contrato respectivo, pudiendo,
generalmente, elegir a la contraparte y discutir con ella las cláusulas del
negocio jurídico. La segunda etapa, conserva la fisonomía de los contratos
ordinarios.
Contrato forzoso heterodoxo, se caracteriza por la pérdida completa de
la libertad contractual. Tanto el vínculo jurídico como las partes y el
contenido, vienen determinados por un acto único del Poder Público.

Ejemplos de Contratos Dirigidos


a. El Estatuto sobre Inversión Extranjera, dirige los contratos de
inversión extranjera.
b. El Decreto Ley Nº 1.057, sobre enajenación de bienes del Fisco y
de empresas del sector público.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 225
c. El Art. 775, respecto a la caución de conservación y restitución
de la cosa fructuaria que debe rendir el usufructuario, ejemplo de
contrato forzoso ortodoxo.
d. El Art. 374, en relación a la caución que deben rendir los tutores
y curadores para el discernimiento de la guarda, ejemplo de
contrato forzoso ortodoxo.
e. En el Código Civil, y en el Código de Comercio, se admite que la
administración de la sociedad colectiva pueda corresponder a todos
y a cada uno de los socios, en virtud de un contrato de mandato
recíproco entre ellos, que el legislador da por celebrado, sin que
se precise manifestación de voluntad de los socios, ejemplo de
contrato forzoso heterodoxo.

3. LA LESIÓN (pag. 220)

La lesión es el perjuicio pecuniario que una parte sufre en la


celebración de un contrato oneroso conmutativo, debido a la desproporción en
el valor de las prestaciones recíprocas, es decir, una parte recibe de la
otra un valor inferior al de la prestación que suministra.
La lesión, cuando reviste caracteres de grave, cuando es enorme,
reclama una sanción en nombre de la equidad, que consiste en la igualdad de
trato. Los débiles deben ser protegidos contra los más ávidos y astutos,
para así nivelar la desigualdad.
Corresponde a un perjuicio para las partes en un contrato bilateral
oneroso conmutativo, es decir, aquellos en que las prestaciones de las
partes se miran como equivalentes. Excepcionalemente tiene cabida en actos
unilaterales como en la aceptación de la herencia.
La lesión se reglamenta solo para algunas instituciones, limita a la
autonomía de la voluntad, ya que las partes deben cuidar la equivalencia de
ambas partes de lo contrario habría una lesión.

La lesión en nuestro Derecho


Para algunos autores la lesión es un vicio subjetivo, un vicio del
consentimiento, porque quien sufre lesión con el acto que celebra o ejecuta
es por presión de las circunstancias, como en el caso del préstamo con
intereses usureros o en el caso del que ofrece una suma de dinero para que
le salven la vida; o por influencia de un mal cálculo que provoca un error
en su voluntad, como sucede con la compra de un terreno en el cual el
comprador cree personalmente que hallará un tesoro.
Para otros, por el contrario, creen que la lesión es un vicio objetivo del
acto, NO del consentimiento, predominando el elemento material del perjuicio
experimentado.
De acuerdo con esta concepción, la lesión funciona matemáticamente,
mecánicamente, desde el momento que las condiciones requeridas por la ley se
encuentran reunidas, y con abstracción de toda consideración derivada de la
mentalidad de los contratantes, del fin perseguido por ellos.

Nuestra legislación considera la lesión como un vicio objetivo del acto,


porque:

 el Art. 1451, no considera a la lesión como vicio del


consentimiento. LA LESIÓN NO ES VICIO DEL CONSENTIMIENTO, en Chile.

 la sanción de los vicios del consentimiento es la nulidad del


acto, mientras que la sanción de la lesión tienden a evitar el
perjuicio de la parte lesionada mediante la acción rescisoria.

 cuando en la lesión se concede la acción rescisoria, como en la


compraventa, no conduce necesariamente, como en los vicios del
consentimiento, a la nulidad del acto, pues la parte beneficiada con
la lesión podría impugnarla completando la prestación deficiente en
la forma prevista por la ley.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 226


En consecuencia, la lesión es un vicio objetivo, ya que para
sancionarla basta probar la desproporción de las prestaciones.

En Chile, la lesión no es considerada vicio del consentimiento, la


anulación o rescición del acto perjudicial se produce considerando con
criterio objetivo la desproporción de los valores, anulabilidad que en todo
caso es restringida, sólo se puede invocar en los casos específicos que la
ley señala. Para estos efectos la proporcionalidad debe juzgarse al momento
de la formación del contrato y no al del cumplimiento de las obligaciones
que de él emanan.

Casos en que la lesión vicia el acto

Dentro de nuestro derecho la lesión vicia el acto sólo en casos especiales y


determinados. Estos casos son los siguientes:

1. En la compraventa
El Art. 1889, establece que “El vendedor sufre lesión enorme, cuando
el precio que recibe es inferior a la mitad del justo precio de la cosa que
vende; y el comprador a su vez sufre lesión enorme, cuando el justo precio
de la cosa que compra es inferior a la mitad del precio que paga por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato”.
Por su parte el Art. 1891, señala que “No habrá lugar a la acción
rescisoria por lesión enorme en las ventas de bienes muebles, ni en las que
se hubieren hecho por el ministerio de la justicia”.
Por último el Art. 1890 inc. 1º, dice que “El comprador contra quien
se pronuncia la rescisión, podrá a su arbitrio consentir en ella, o
completar el justo precio con deducción de una décima parte; y el vendedor
en el mismo caso, podrá a su arbitrio consentir en la rescisión, o
restituir el exceso del precio recibido sobre el justo precio aumentado en
una décima parte”.

2. En la permuta
Se aplican las mismas reglas de la compraventa, ello de conformidad
a lo establecido en el Art. 1900, que expresa, “Las disposiciones relativas
a la compraventa se aplicarán a la permutación en todo lo que no se oponga
a la naturaleza de este contrato; cada permutante será considerado como
vendedor de la cosa que da, y el justo precio de ella a la fecha del
contrato se mirará como el precio que paga por lo que recibe en cambio”.

3. En la aceptación de una asignación hereditaria


El Art. 1234, establece, “La aceptación, una vez hecha con los
requisitos legales, no podrá rescindirse, sino en el caso de haber sido
obtenida por fuerza o dolo, y en el de lesión grave a virtud de
disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al tiempo de
aceptarla.
Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre
administración de sus bienes.
Se entiende por lesión grave la que disminuyere el valor total de la
asignación en más de la mitad”.

4. En la partición de bienes
El Art. 1348, establece, “Las particiones se anulan o se rescinden
de la misma manera y según las mismas reglas que los contratos.
La rescisión por causa de lesión se concede al que ha sido
perjudicado en más de la mitad de su cuota”.

5. En el mutuo con interés


El Art. 2206, dice que “El interés convencional no tiene más límites
que los que fueren designados por ley especial; salvo que, no limitándolo
la ley, exceda en una mitad al que se probare haber sido interés corriente

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 227


al tiempo de la convención, en cuyo caso será reducido por el juez a dicho
interés corriente”.

6. En la cláusula penal
El Art. 1544, establece, “Cuando por el pacto principal una de las
partes se obligó a pagar una cantidad determinada, como equivalente a lo
que por la otra parte debe prestarse, y la pena consiste asimismo en el
pago de una cantidad determinada, podrá pedirse que se rebaje de la segunda
todo lo que exceda al duplo de la primera, incluyéndose ésta en él.
La disposición anterior no se aplica al mutuo ni a las obligaciones
de valor inapreciable o indeterminado”.
7. En la anticresis, Art. 2443 inc. 2º.
8. En el depósito irregular, Art. 2221.

La sanción de la lesión
Como puede apreciarse, en nuestro derecho la sanción de la lesión no es
siempre la misma. A veces, puede comportar la nulidad del acto, como ocurre
en la compraventa, en otras ocasiones la sanción de la lesión es la
reducción de la estipulación lesiva a términos razonables, como sucede en el
mutuo o en la cláusula penal.
En general, puede decirse que la sanción de la lesión es la nulidad del acto
en que incide o la reducción de la desproporción de las prestaciones.
En el Derecho Internacional Público existe la llamada cláusula rebus sic
stantibus que se entiende en todos los tratados permanentes, según la cual
una convención sólo sigue en vigencia mientras el estado de cosas existentes
en el momento en que se concertó no sufra modificaciones esenciales, si esto
ocurre ocasiona la resolución del contrato por excesiva onerosidad
sobreviniente. En algunos países esta cláusula se extiende al derecho
privado, cuando por acontecimientos extraños, posteriores a la celebración
del acto por las partes, una de ellas queda en situación desmedrada frente a
la otra. Esta es la denominada TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN.

4. LA BUENA FE
En cuanto límite de la autonomía de la voluntad el principio de la
buena fe, entendido con la amplitud que le pertenece, y aplicado
efectivamente por los tribunales, representa un instrumento que limita la
autonomía de la voluntad en materia contractual, ya que permite cuando
corresponda apartarse del tenor literal del contrato, ya sea ampliándolo o
restringiéndolo, en virtud de las circunstancias propias del caso que los
tribunales son llamados a ponderar.
La buena fe permite equilibrar el respeto debido a la palabra
empeñada.

ELEMENTOS DEL CONTRATO

En lo que se refiere a los elementos, o requisitos constitutivos del


contrato, hay que distinguir aquellos que son comunes a todos los contratos
en cuanto ellos son actos jurídicos y los elementos propios de cada uno en
particular.

Requisitos de todo contrato


Dos son lo requisitos para que se forme un contrato:

I. El acuerdo de voluntades de dos o más personas.


II. Que este acuerdo de voluntades tenga la intención de crear
obligaciones.

I. El acuerdo de voluntades de dos o más personas

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 228


Este acuerdo de voluntades está sometido a los requisitos legales que
establece el Art. 1445, inc. 1, que señala:
“Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de
voluntad es necesario:
1. que sea legalmente capaz;
2. que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no
adolezca de vicio;
3. que recaiga sobre un objeto lícito;
4. que tenga una causa lícita”.

La doctrina más comúnmente aceptada entre nosotros clasifica estos


elementos del acto jurídico en requisitos de existencia y validez.

a. Requisitos de existencia
 Consentimiento.
 Objeto.
 Causa.
 Solemnidades.

b. Requisitos de validez
 Ausencia de vicios del consentimiento.
 Capacidad.
 Objeto lícito.
 Causa lícita.

Enunciados en forma general los requisitos son:


i. consentimiento exento de vicios;
ii. capacidad;
iii. objeto;
iv. causa; y
v. solemnidades.

I.i. Consentimiento exento de vicios


Antes de entrar a lo vicios del consentimiento es necesario
analizar, brevemente, la formación del consentimiento (requiere de oferta y
aceptación).

La voluntad en los actos jurídicos bilaterales toma el nombre de


consentimiento.
Su formación se encuentra reglamentada en el Código de Comercio
entre los Arts. 97 a 108, normas que la doctrina y la jurisprudencia
reconocen aplicables a los contratos civiles.
La oferta es una acto jurídico unilateral, por el cual una
persona propone a otra celebrar una determinada convención, en términos
tales que baste para que la convención quede perfecta con la simple
aceptación de la persona a quien la oferta se ha dirigido. Es la
proposición de celebrar un contrato consensual en condiciones determinadas.
La oferta cono todo acto jurídico requiere una manifestación de
voluntad, además ésta debe ser seria y también debe ser completa, es decir,
contener todos los elementos necesarios para que, si se produce la
aceptación, el contrato quede de inmediato configurado, perfecto.
La oferta puede ser verbal o escrita. Puede también
considerarse el caso de la oferta tácita, que se manifiesta por signos
inequívocos, como es por ejemplo, la oferta de contrato de transporte que
implica la circulación de un vehículo de movilización pública.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 229


Las ofertas, desde otro punto de vista, pueden ser dirigidas a
personas determinadas o indeterminadas. Las determinadas se hacen a un
destinatario debidamente individualizado. La indeterminada no va dirigida a
ninguna persona en particular, sino que está dirigida al público en general,
como lo son las contenidas en catálogos, circulares, prospectos, avisos,
impresos, etcétera.
Entre las ofertas indeterminadas merecen especial mención
aquellas que tienen que ser aceptadas o rechazadas, sin que haya lugar a una
libre discusión. Es decir, ofertas respecto de las cuales no cabe una
aceptación condicional, por ejemplo, el contrato de seguro. Estos contratos
reciben el nombre de contratos de adhesión.
Se discute si la oferta tiene valor o no antes de la aceptación.
La discusión tiene importancia para saber si antes de la
aceptación puede ser revocada. Nuestro Código de Comercio ha establecido
que la oferta puede tener cierto valor antes de la aceptación.
En cuanto a la revocación de la oferta el Código de Comercio ha
establecido que el proponente puede arrepentirse en el tiempo intermedio
entre el envío de la propuesta y la aceptación, salvo que se hubiere
comprometido a esperar contestación o a no disponer del objeto del contrato,
sino después de desechado o de transcurrido un determinado plazo.
La revocación de la oferta debe ser expresa, no se presume.
En cuanto a la caducidad de la oferta el Código de Comercio
establece que la muerte, la quiebra o la incapacidad sobreviniente del
proponente hacen caducar la oferta.
En cuanto a la vigencia, el Código de Comercio señala que si el
proponente ha establecido un plazo la oferta dura hasta el vencimiento del
mismo.
Si no hay plazo debemos distinguir entre la oferta verbal y
escrita.
La oferta verbal dura hasta que es conocida por la persona a
quien se dirige.
La oferta por escrito dura 24 horas si la persona a quien se
dirige vive en el mismo lugar del proponente, o hasta la vuelta de correo,
si estuviere en otro diverso.
La aceptación, es un acto jurídico unilateral mediante el cual
el destinatario de la oferta manifiesta su conformidad con ella, esta
también puede ser expresa o tácita, verbal o escrita, pura y simpe o
condicionada. La aceptación condicionada importa una contra oferta.
Producida la aceptación de la oferta ésta adquiere todo su valor
jurídico, pues entonces se forma el consentimiento.
La aceptación es la conformidad con la oferta por parte de la
persona a quien va dirigida. Dicha persona se denomina aceptante. La
aceptación puede ser expresa o tácita.
La aceptación para que se forme el consentimiento debe ser pura
y simple, es decir, concordante en todo con la oferta; y oportuna, es decir,
que se produzca mientras la oferta está vigente. La oferta deja de estar
vigente cuando el oferente se ha retractado, también por la muerte o la
incapacidad sobreviniente del mismo.
Producida la aceptación queda formado el consentimiento.
La retractación es el arrepentimiento del oferente respecto a
su oferta, siempre debe ser expresa porque no se presume..

La aceptación pura, simple y oportuna forma el consentimiento y


queda perfeccionado el contrato.

Para la validez del contrato, el consentimiento debe estar


exento de vicios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 230


Los vicios del consentimiento son:
a. el error,
b. la fuerza,
c. el dolo, y
d. la lesión, en los casos expresos en que
el legislador la establece.

I.i.a. EL ERROR
Error según el diccionario es un concepto equivocado
o un juicio falso.
El error puede ser de derecho o de hecho.

Error de derecho, es el falso concepto acerca de la


ley, esta clase de error no vicia el consentimiento, Art. 1452 en relación
con el Art. 8º, el que dispone que nadie puede alegar ignorancia de la ley
después que ha entrado en vigencia.
Error de hecho es el falso concepto respecto de una
persona, de una cosa, o de una situación. El Código hace una distinción
entre el error de hecho propiamente tal y el error en la persona.
El error de hecho por su parte puede ser esencial,
substancial o accidental.

Error esencial, u error obstáculo, se trata de casos


en que en realidad no ha existido el acuerdo de voluntades.
Según la teoría generalmente aceptada el error
esencial impide la formación del consentimiento, Art. 1453 señala que el
error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie de acto
o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de
que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender
cierta cosa determinada, y el comprador entendiese comprar otra.

Error sustancial, el Art. 1.454 inc. 1º, dispone que


el error de hecho vicia el consentimiento cuando la sustancia o calidad
esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que
se cree; como si por alguna de las partes se supone que el objeto es una
barra de plata, y realmente es una masa de algún otro metal semejante.
Importante es señalar que el Art. 1453 habla de la
identidad de la “cosa específica” y el Art. 1454 habla de la sustancia
esencial del “objeto”. En consecuencia en este artículo se trata de una
cualidad del objeto que es distinta de su identidad.

Error en las cualidades accidentales, el Art. 1454


inc. 2º, establece que el error acerca de cualquiera otra calidad de la cosa
no vicia el consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es
el principal motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha sido
conocido de la otra parte.

Error en la persona, el Art. 1455, que establece que


el error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar no
vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la
causa principal del contrato.
Pero en este caso, la persona con quien erradamente
se ha contratado, tendrá derecho a ser indemnizada de los perjuicios en que
de buena fe haya incurrido por la nulidad del contrato.

SANCIÓN DEL ERROR

El error autoriza para solicitar la nulidad relativa


del acto o contrato. El error esencial es considerado por la mayoría de los

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 231


tratadistas como falta de consentimiento y, en consecuencia, su sanción
sería la inexistencia del acto. Otros, por el contrario opinan que se trata
de un caso de nulidad absoluta.

El error común, es aquel en que incurren la mayoría


de las personas en una localidad determinada. Este tipo de error debe
recaer sobre una cosa susceptible de ser compartida por la mayoría de las
personas que residen en el lugar en que el acto se ejecuta o celebra;
además, debe existir un justo motivo de error, es decir, debe existir una
apariencia que justificadamente induzca al error; también, debe existir
buena fe de quienes incurren en el error. NO VICIA EL CONSENTIMIENTO.

I.i.b. LA FUERZA
La fuerza es el temor que experimenta una persona
debido a una presión física o moral, y que la obliga a manifestar su
voluntad en un sentido determinado, la obliga a consentir en algo que
realmente no desea. Su voluntad está presionada por el temor a un
sufrimiento futuro.
La presión física consistirá en actos materiales; la
presión moral es el temor de la persona que la sufre de que si no consiente
sufrirá un daño mayor.
El que la fuerza esté constituida por el temor y no
por el acto que la origina queda de manifiesto si consideramos el Art. 1456
cuando establece que para que sea tal debe ser capaz de producir una
impresión fuerte, además el inc. 2º habla de “temor”.
Para que la fuerza vicie el consentimiento debe
reunir tres requisitos:
a) ser determinante;
b) ser injusta; y
c) ser grave.
Sólo la fuerza moral sería vicio del consentimiento, ya que la fuerza
física importaría que no existe consentimiento.

SANCIÓN A LA FUERZA
La fuerza, como los demás vicios del consentimiento,
está sancionada con la nulidad relativa del acto.

I.i.c. EL DOLO (pag. 162)

El dolo se encuentra definido en el inc. final del


Art. 44, que dice que el dolo consiste en la intención positiva de inferir
injuria a la persona o propiedad de otro.
El dolo como vicio de la voluntad es específicamente
el que ejercita una de las partes para obtener el consentimiento de la otra
o para que ese consentimiento se preste en condiciones determinadas. La
injuria consiste aquí en que ese consentimiento o esas condiciones
especiales son perjudiciales para la otra parte.
El dolo, como vicio de la voluntad, es entonces la
maquinación fraudulenta empleada para engañar al autor de un acto jurídico.
Para que el dolo vicie el consentimiento
debe ser obra de una de las partes y determinante, es decir, que
aparezca que sin la existencia del dolo no se hubiera celebrado el acto o
contrato.

SANCIÓN AL DOLO
La sanción del dolo es la nulidad relativa.
Cuando el dolo no vicia el consentimiento sólo da
lugar a una acción de reparación de perjuicios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 232


Clasificación del dolo
Dolo positivo, acción positiva realizada para defraudar a la otra
parte. SANCIÓN: Nulidad relativa
Dolo negativo, abstención conducente a obtener el consentimiento en
detrimento de la contraparte. SANCIÓN: Indemnización de perjuicios.
Dolo bueno, engaño menor que se comete cuando se exageran las
cualidades de una cosa. SANCIÓN: Ley Nº 19.496.
Dolo malo, es el dolo propiamente tal, excede la mera exageración.
VICIA EL CONSENTIMIENTO.
Dolo determinante o principal o inductivo, es el que induce en forma
directa a una persona a celebrar un acto o contrato que de no mediar el
dolo se habría abstenido de contratar. VICIA EL CONSENTIMIENTO.
Dolo incidental, éste no es determinante para la celebración del acto o
contrato, sino que la víctima lo habría celebrado de todas maneras,
pero en condiciones menos onerosas.

SOLO EL DOLO DETERMINANTE VICIA EL CONSENTIMIENTO

I.i.d. LA LESIÓN (pag. 213)

En cuanto a la lesión como vicio del consentimiento


nos remitimos a lo señalado cuando hablamos de los límites al principio de
la autonomía de la voluntad.

I.ii. Capacidad

El segundo requisito de validez de los actos jurídicos es la


capacidad de las partes.
La capacidad, es la aptitud, el poder hacer algo. El Art.
1445, al respecto señala que para que una persona se obligue a otra por un
acto o declaración de voluntad es necesario que sea legalmente capaz.
Esta aptitud jurídica, denominada capacidad va a consistir en
la posibilidad de adquirir derechos o de ejercerlos y contraer obligaciones.
En materia de capacidad podemos distinguir entre la de goce y
la de ejercicio.

Capacidad de goce
La capacidad de goce, o sea la aptitud de adquirir derechos,
se denomina también capacidad adquisitiva.
La capacidad de goce es inherente a toda persona, es un
elemento de la personalidad, pues toda persona puede ser titular de
derechos.

Capacidad de ejercicio
Es la aptitud legal de una persona para ejercer derechos y
contraer obligaciones. El Art. 1445 inc. 2º, señala que la capacidad legal
de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio
o la autorización de otra.
La capacidad de ejercicio es la norma general. Lo dice el
Art. 1446 al señalar que toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas
que la ley declara incapaces. Por tanto, cuando el código habla de
incapacidad, se está refiriendo a la incapacidad de ejercicio.
La capacidad debe existir al momento de generarse el acto o
contrato.
La incapacidad puede ser general o particular o especial.
La incapacidad general se refiere a todos los actos
jurídicos; la incapacidad especial a ciertos actos determinados.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 233


El Art. 1447 en sus tres primeros incisos se refiere a la
incapacidad general y señala las personas que son absoluta o relativamente
incapaces.
Art. 1447. Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los
sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente.
Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten
caución.
Son también incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallen
bajo interdicción de administrar lo suyo. Pero la incapacidad de las personas a que se
refiere este inciso no es absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas
circunstancias y bajo ciertos respectos, determinados por las leyes.
Además de estas incapacidades hay otras particulares que
consisten en la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para
ejecutar ciertos actos.
Son también incapaces los menores adultos y los disipadores
que se hallen bajo interdicción de administrar lo suyo.
Pero la incapacidad de las personas a que se refiere este
inciso no es absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas
circunstancias y bajo ciertos respectos, determinados por las leyes.
Estas incapacidades generales inhabilitan para ejecutar
cualquier clase de actos jurídicos, excepto aquellos que expresamente
autorice la ley.
La incapacidad puede ser absoluta o relativa.
A las personas que son absolutamente incapaces, los dementes,
los impúberes y los sordomudos que no pueden darse a entender claramente, no
pueden ejecutar acto jurídico alguno, en ninguna circunstancia, la ley las
considera carentes en absoluto de voluntad. El inc. 2º del Art. 1682
dispone que sus actos y contratos adolecen de nulidad absoluta y el inc. 2º
del Art. 1447 señala que no producen ni aun obligaciones naturales y que no
admiten caución.
En cuanto a la incapacidad relativa, el inc. 3º del Art. 1447
señala que son también incapaces los menores adultos y los disipadores que
se hallen bajo interdicción de administrar lo suyo. Pero la incapacidad de
las personas a que se refiere este inciso no es absoluta, y sus actos pueden
tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos, determinados
por las leyes.
Los actos de los relativamente incapaces realizados sin las
formalidades habilitantes adolecen de nulidad relativa en virtud de lo
dispuesto en el Art. 1682.

I.iii. Objeto

El Art. 1445 señala entre los requisitos de una declaración


de voluntad el que ésta recaiga sobre un objeto lícito.
Por su parte el Art. 1460, dispone que toda declaración de
voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se trata de dar, hacer o
no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede ser objeto de la
declaración.
Requisitos del objeto
Para determinar los requisitos del objeto debemos distinguir
si él recae en una cosa material o si constituye un hecho o una abstención.

De conformidad al Art. 1461, si el objeto recae sobre una


cosa debe ser:
a) real;
b) comerciable;
c) determinado o determinable; y
d) lícito.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 234


Si el objeto recae sobre un hecho o una abstención debe ser:
a) determinado;
b) físicamente posible;
c) moralmente posible; y
d) lícito.

Objeto ilícito
El Código no define el objeto ilícito, Se limita a señalar
casos de objeto ilícito.
La mayoría de los autores entiende por objeto ilícito el
contrario a la ley, al orden público o a las buenas costumbres.

Casos de objeto ilícito

1. Actos prohibidos por la ley


El Art. 10º, dispone que los actos que prohíbe la ley
son nulos y de ningún valor, salvo en cuanto designe expresamente otro
efecto que el de nulidad para el caso de contravención. Este Art. está
íntimamente relacionado con lo establecido en el Art. 1466, que en su parte
final dice que hay objeto ilícito en todo contrato prohibido por las leyes.
La sanción a tales actos es la nulidad absoluta.

2. Actos o contratos contrarios al derecho público chileno


El Art. 1462 dice que hay un objeto ilícito en todo lo
que contraviene al derecho público chileno.

3. Pactos relativos a sucesiones futuras


El inc. 1º del Art. 1463, dispone que el derecho de
suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto de una
donación o contrato, aun cuando intervenga el consentimiento de la misma
persona. Lo que esta disposición prohíbe es cualquier acto a título
gratuito u oneroso sobre una sucesión cuyo causante no ha muerto, ya sea que
el pacto verse sobre la totalidad o parte de la sucesión o sobre bienes
comprendidos en ella.

4. Condonación anticipada del dolo


El Art. 1465 prohíbe la condonación anticipada del dolo.

5. Deudas contraídas en juegos de azar


El Art. 1466, dispone que existe objeto ilícito en las
deudas contraídas en los juegos de azar.

6. Venta de libros prohibidos u objetos inmorales


El Art. 1466, dispone que hay objeto ilícito en la venta
de libros cuya circulación está prohibida por autoridad competente, de
láminas, pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados como
abusivos de la libertad de prensa.

7. Enajenación de las cosas que están fuera del comercio


Los casos señalados anteriormente se refieren a actos
contrarios a la ley, a las buenas costumbres o al orden público.

El Art. 1464 señala cuatro casos de objeto ilícito que


se refieren a la enajenación de cosas incomerciables:
1. las cosas que no están en el comercio;
2. los derechos o privilegios que no pueden
transferirse a otra persona;
3. las cosas embargadas por decreto judicial, a
menos que el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ello;

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 235


4. especies cuya propiedad se litiga, sin permiso
del juez que conoce en el litigio. Es
necesario que el tribunal decrete la
prohibición, Art. 296 inc. 2º CPC.

Las cosas del Art. 1464 no se pueden enajenar


entendiéndose TRADIR, pero tampoco se pueden vender por aplicación del Art.
1810 que estipula que se pueden vender todas las cosas corporales o
incorporales, cuya enajenación NO esté prohibida por la ley. El término
ENAJENACIÓN usado en el Art. 1464, debe entenderse en un sentido amplio,
comprende la transferencia del derecho real de dominio y la constitución de
cualquier otro derecho real.

SANCIÓN AL OBJETO ILÍCITO


La sanción al objeto ilícito es la nulidad absoluta, de
acuerdo a lo dispuesto expresamente en el Art. 1682.
La falta de objeto, es decir, que éste no sea real, sea
determinado o físicamente imposible, según algunos autores, tiene la misma
sanción de nulidad absoluta. Para otros, la sanción que corresponde a la
falta de objeto no puede ser la nulidad absoluta porque sólo la hay en los
casos expresamente señalados en el Art. 1682 y esta norma no considera a la
falta de objeto como causal de ella, como es una norma de orden público debe
interpretarse en forma restrictiva, nunca por analogía, para ellos la
sanción es la inexistencia por cuanto el objeto es un elemento de la
existencia del acto jurídico, por lo tanto si no cumple con un requisito tal
ese acto nunca vio la luz del Derecho.

TESIS VELASCO
En relación con la venta de las cosas cuya enajenación
se prohíbe en el Art. 1464, sostiene que lo que la ley ha prohibido es la
enajenación en los casos de los Nºs 1 y 2 (cosas incomerciables y derechos o
privilegios intransferibles), pero respecto a los Nºs 3 y 4 (cosas embargadas por
decreto judicial especies cuya propiedad se litiga) la ley solo está colocando
requisitos para que la enajenación sea válida. Luego la venta de las cosas
señaladas en los Nºs 3 y 4 serían válidas.
Según Velasco, la ley prohibitiva para que sea tal debe
serlo sin condición, de lo contrario es permisiva. Entonces, según él, las
cosas embargadas se pueden vender aunque no se pueden enajenar.
La jurisprudencia ha declarado que ley imperativa
equivale a prohibitiva cuando el acto NO cumple los requisitos.

I.iv. Causa
El Art. 1445 dice que para que una persona se obligue a otra por
un acto o declaración de voluntad es necesario que tenga una causa lícita, y
el Art. 1467 agrega que no puede haber obligación sin una causa real y
lícita.
El inc. 2º del Art. 1467º, define la causa diciendo que se
entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato.

Requisitos de la causa
De acuerdo con el Art. 1467 la causa debe ser real y lícita.
Se entiende por causa real aquella que efectivamente existe.
La existencia de causa debe ser objetiva; no basta que exista
solamente en el fuero interno de la persona.
La causa inexistente no es real. Tampoco lo es la causa falsa,
que es la que no existe, pero se hace aparecer como existente, ni lo es la
causa errónea, pues la exigencia de una causa real implica el que ella sea
verdadera.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 236


El Art. 1445 exige además que la causa sea lícita. El inc. 2º
del Art. 1467 dice que causa ilícita es la prohibida por la ley, o contraria
a las buenas costumbres o al orden público.

SANCIÓN DE LA CAUSA
De acuerdo con el Art. 1682 la causa ilícita acarrea la nulidad
absoluta del acto.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 237


I.v. Formalidades (pag. 242)

Los requisitos externos de que puede estar rodeado un acto


jurídico se denominan formalidades o solemnidades.
Formalidad es el género y solemnidad es una especie de
formalidad.
Dentro de los requisitos externos podemos distinguir los
siguientes:
1. Las solemnidades propiamente tales, se exigen para el valor
de ciertos actos o contratos en atención a la naturaleza de
los mismos.
Su omisión acarrea la nulidad absoluta del acto.
2. Las formalidades habilitantes, estos son requisitos que el
legislador ha establecido para protección de los incapaces,
como medidas de defensa de su patrimonio.
La omisión de las formalidades habilitantes acarrea la
nulidad relativa del acto.
3. Las formalidades exigidas por vía de prueba, como por
ejemplo el Art. 1709 exige que todo acto o contrato que
contenga la entrega o promesa de una cosa de valor de más de
2 UTM debe constar por escrito.
Por su parte el Art. 1708 dispone que no se admitirá prueba
de testigos respecto de una cosa obligación que haya debido
consignarse por escrito.
4. Las formalidades exigidas como medios de publicidad, la
omisión de estas formalidades acarrea que el acto es
inoponible, en otros términos, no afecta a terceros.

II. Que este acuerdo de voluntades tenga la intención de


crear obligaciones
El segundo requisito para que haya contrato es que el acuerdo de
voluntades, además de cumplir con las exigencias ya señaladas, se produzca
con la intención de dar nacimiento a una obligación, lo que se expresa de
otro modo, diciendo que el consentimiento debe ser serio, o sea, con ánimo
de producir efectos jurídicos.

ELEMENTOS PROPIOS DE CADA CONTRATO


Art. 1444. Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que son de
su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un contrato aquellas
cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente;
son de la naturaleza de un contrato las que no siendo esenciales en él, se entienden
pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial; y son accidentales a un contrato
aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen, y que se le agregan por medio de
cláusulas especiales.

Los elementos que constituyen requisitos del contrato son los esenciales,
pues sin ellos, el contrato no produce efecto alguno o degenera en otro
diferente (en la compraventa debe existir el precio y la cosa, si no hay precio, habrá
donación).

Las cosas de la naturaleza y las accidentales, pueden faltar en él sin que


por ello se vea afectado éste en su validez y eficacia.
Las cosas de la naturaleza son las que siendo esenciales en el contrato se
entienden pertenecerle sin necesidad de una cláusula especial, como por
ejemplo la obligación que tiene el vendedor de sanear la evicción en la
compraventa.
Son elementos accidentales en un contrato las cosas que ni esencial ni
naturalmente le pertenecen y se agregan por medio de cláusulas especiales
(la condición, el plazo y el modo).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 238


Si falta un elemento de la naturaleza del contrato, rige ante el silencio de
las partes la norma legal supletoria. Debe tenerse presente, además, lo
dispuesto en el Art. 1563 inc. 2º, que establece que las cláusulas de uso
común se presumen aunque no se expresen.

OTROS ELEMENTOS DEL CONTRATO


Fuera de los requisitos anteriores algunos autores han establecido otras
condiciones para que un acuerdo de voluntades constituya un contrato.

Estas opiniones provienen del Derecho Público. Estos requisitos implicarían


la exclusión de la teoría del contrato de una serie de los que habitualmente
se han considerado tales.

Estas condiciones son:

1. Existencia de intereses contrapuestos

Para algunos autores no hay contrato sino cuando existen intereses


contrapuestos entre las partes.

Con esta postura queda excluido el contrato de sociedad, ya que las


partes tienen un mismo objetivo, la obtención de utilidades.

Es indudable que el funcionamiento de la sociedad escapa a la teoría


general del contrato, pero su nacimiento es evidentemente un acto
contractual, en que hay intereses contrapuestos y nacen claramente
obligaciones para las partes, como la de enterar los aportes.

2. El contrato solo rige situaciones transitorias de orden patrimonial

Una de las características de la obligación es la transitoriedad, y su


carácter por regla general es patrimonial.

De allí que se excluya del campo del contrato a aquellos que dan origen
a una situación permanente, como ocurre con la sociedad, el matrimonio, etc.

3. La igualdad de las partes

Si el contrato es un acuerdo de voluntades, no puede haberlo cuando una


de las partes se impone a la otra, o sea, cuando el convenio no deriva de la
libre discusión de los contratantes, sino de la imposición unilateral de una
de ellas o de la autoridad, de manera que a la otra no le quedan sino dos
alternativas, someterse a las condiciones que se le imponen o abstenerse.

Esta doctrina niega el carácter de contrato a los llamados contratos de


adhesión y a los contratos dirigidos.

4. Los contratos de derecho público

Esta doctrina tiene relación con la anterior en cuanto a la igualdad de


las partes.

Numerosos autores niegan la categoría de contrato a los que celebra el


Estado con los particulares.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 239


5. Los contratos–leyes

Los contratos–leyes son acuerdos, convenios o convenciones legales que


tienen por objeto garantizar por el Estado el otorgamiento de franquicias a
terceros con los cuales conviene en la ejecución de actos de interés
general.

Puede ocurrir que posteriormente el Estado cambie de opinión y pretenda


derogar unilateralmente las franquicias concedidas.

Frente a esta tentativa, la Corte Suprema bajo la vigencia de la


Constitución de 1925 construyó la tesis de la existencia de los contratos-
leyes que otorgarían al particular un derecho adquirido, de propiedad, y, en
consecuencia, la revocación unilateral por ley de las franquicias concedidas
habría importado una violación al derecho de propiedad consagrado por la
Constitución.

ELEMENTOS QUE FORMAN LA RELACIÓN CONTRACTUAL


I. Fuerza Obligatoria.
II. Contenido del Contrato.
III. Contenido Aleatorio del Contrato.

I. Fuerza Obligatoria
El principio de la fuerza obligatoria del contrato se expresa en el
aforismo pacta sunt servanda, los pactos deben observarse, la palabra dada,
comprometida, debe cumplirse, los contratos obligan.

El Código Civil chileno subraya enfáticamente la fuerza obligatoria


de los contratos en el Art. 1545, al señalar, “todo contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes”.

Si bien, el Art. 1545 compara al contrato con la ley, hay diferencias


sustanciales entre uno y la otra.

Las diferencias respecto a la fuerza obligatoria entre los contratos


y la ley son las siguientes:

a. El contrato reglamenta situaciones particulares y produce


efectos entre las partes.

La ley reglamenta situaciones generales y alcanza a todos.

b. El procedimiento de formación de un contrato es muy diferente


al de la formación de la ley.

c. El contrato es efímero, en cambio la ley es permanente.

d. Las normas de interpretación son diferentes.

La obligatoriedad del contrato se traduce en su intangibilidad, es


decir, que el contrato válidamente celebrado no puede ser tocado o
modificado ni por el legislador ni por el juez.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 240


Sin embargo, la intangibilidad del contrato no es absoluta, por
cuanto el legislador algunas veces vulnera la fuerza obligatoria del
contrato.

Casos en que el legislador vulnera la fuerza obligatoria de los


contratos:

1. En virtud del acaecimiento de circunstancias excepcionales de


hecho

El legislador suele dictar leyes de emergencia, de carácter


transitorio, que implican concesión de beneficios a los
deudores, no previstos ni queridos en los respectivos contratos
(las denominadas leyes moratorias).

2. Normas permanentes que ponen de manifiesto que la fuerza


obligatoria de los contratos carece de vigor absoluto

En algunos casos el legislador ha dictado normas de este tipo,


como el Art. 2180 Nº 2 que establece que “El comodatario es
obligado a restituir la cosa prestada en el tiempo convenido; o
a falta de convención, después del uso para que ha sido
prestada. Pero podrá exigirse la restitución aun antes del
tiempo estipulado,… si sobreviene al comodante una necesidad
imprevista y urgente de la cosa”.

3. En el caso de las leyes especiales que modifican contratos en


ejecución

Son leyes que se dictan con efecto retroactivo y que vulneran no


sólo la fuerza obligatoria, sino que también los derechos
adquiridos por la vía contractual.

El principio, en el Derecho positivo hoy vigente, es que el


legislador carece de atribuciones para modificar los derechos y
obligaciones emanados de contratos ya celebrados.

La Constitución de 1980, en su Art. 19 Nº 24, asegura a todas


las personas el derecho de propiedad en sus diversas especies
sobre toda clase de bienes corporales o incorporales.

Entre las cosas incorporales o derechos figuran los derechos


personales, así lo establece el Art. 576.

Por consiguiente, en Chile se admite el derecho de dominio sobre


los derechos personales. Es decir, hay derechos sobre los

derechos.

En consecuencia, es posible concluir que la fuerza obligatoria de los


contratos es un efecto relativo y no absoluto, ya que el legislador
puede vulnerar el contrato, aunque sea en forma excepcional.

II. Contenido del contrato


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 241
Es el conjunto de derechos u obligaciones que el contrato crea.

Desde el punto de vista de las obligaciones, en general Pueden ser de


dar, hacer o no hacer, y además participan de las otras particularidades de
la clasificación de las obligaciones, positivas o negativas, sujetas a
modalidad, etc.

En cuanto a los derechos que el contrato crea, estos son,


propiamente, derechos subjetivos, vale decir, intereses jurídicamente
protegidos por el derecho positivo que es la norma legal.

Estos derechos que el contrato crea, son derechos que su titular, el


que los posea, puede ejecutarlos, puede ejecutar otros contratos para
satisfacer ese interés que se protege (ejecución forzada).

Es por ello que los derechos subjetivos participan de las


particularidades propias de las obligaciones, entre ellos surgen los
derechos potestativos, vale decir, aquellos cuyo ejercicio depende de la
voluntad de cada una de las partes. Por Ej. El contrato de compraventa, el
derecho del vendedor de reclamar el pago del precio y del comprador de
reclamar la entrega de la cosa.
El contenido del contrato esta fijado por la voluntad de las partes,
en general, pero también algunos autores sostiene que siempre tiene un
contenido legislativo, esto debido a que la ley siempre va a actuar en forma
supletoria a la voluntad de las partes y también por que la ley determina
los efectos del contrato.

En todo caso el contrato no es una simple suma de derechos y


obligaciones, sino que es una unidad jurídica propia, una síntesis superior
que integra derechos y obligaciones.

De esta forma podemos distinguir entre un contenido principal y


derechos potestativos.

1. Contenido Principal
Dentro del contenido principal encontramos los derechos
personales o de crédito y las obligaciones emanadas del
contrato.

2. Derechos potestativos:
Estos derechos fueron introducidos a la teoría general del
contrato por los tratadistas españoles.
Es del caso hacer presente que estos derechos no están todos
presentes en todo contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 242


Los Derechos Potestativos

Los derechos potestativos comprenden los siguientes derechos:

a. Acciones de nulidad absoluta o rescisión que competen a cada


parte en contra de la otra, o a un tercero contra las partes.

b. Acciones de resolución o cumplimiento de la parte diligente


contra el negligente o incumplidor.

c. Facultad para poner término unilateralmente al contrato, por


desahucio, revocación o renuncia (arrendamiento, mandato, sociedad, contrato
de trabajo), que se conceden por ley en el contrato, a una de las
partes o a ambas.
Esta facultad no está incluida en crédito alguno, pero pertenece a
la relación contractual básica.

d. Obligación de actuar de buena fe y de ejecutar no sólo lo que


expresa el contrato, sino todo aquello que emana precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por ley o la costumbre pertenecen
a ella, Art. 1546.

e. Obligación de ser diligente, según la naturaleza del contrato de


que se trata, Art. 1547. Cada parte responde del grado de culpa que
le corresponde.

f. Derechos accesorios, que están al alcance de las partes, como


prendas, hipotecas, fianzas, cláusulas penales.

g. Deberes de consideración o deferencia, fidelidad, lealtad,


obligación de dar aviso (en el caso de siniestro de la cosa asegurada),
obligación de información sobre la cosa vendida (que dan origen al
saneamiento de vicios redhibitorios).

h. Deberes de conservación y custodia.

i. Obligación de restituir las cosas debidas y custodiadas.

III. Contenido aleatorio del contrato


Una de las clasificaciones de los contratos, los distingue en
contratos conmutativos y contratos aleatorios.
Los contratos conmutativos son aquellos en que las prestaciones de
las partes se miran como equivalentes; como el contrato de compraventa, la
cosa que se compra se ve como equivalente con el precio que se paga.
En los contratos aleatorios, en cambio, la extensión de las
obligaciones de las partes e incluso la existencia de ella va a depender de
un hecho futuro e incierto, de modo que al celebrar el contrato las partes
no pueden, determinar en forma inmediata el beneficio o pérdida que le
reportará el contrato.
Solo en la medida que este hecho futuro e incierto ocurra, las partes
podrán adquirir certeza respecto de cuál es el contenido del contrato. Ese
hecho puede ser un plazo o una condición.
De esto surge que cada vez que los derechos y obligaciones que vayan
a surgir del contrato dependen de un hecho futuro e incierto, se va a estar
en presencia de un contrato aleatorio.
Según Ripert, “contratar es prever”, las partes contratantes
normalmente pretenden adelantar o explorar el futuro inmediato, al menos
saber que circunstancias existirán mientras se mantenga el contrato.
En todo contrato hay un área previsible, el contratante siempre sabe,
de alguna manera, que hay una contingencia de ganancia o pérdida que puede
preverse.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 243


También hay áreas imprevisibles, es decir, aquellas que es imposible
de inferir en circunstancias normales, es un área anormal que resulta
resoluble o revisable por excesiva onerosidad.
El contenido aleatorio del contrato no dice relación con la división
de los contratos en aleatorios o conmutativos, ya que esta situación se
presenta en todos los contratos.
Esta situación es lo que ha dado origen a la teoría de la
imprevisión.

ASPECTO MATERIAL DEL CONTRATO

Una de las clasificaciones de los contratos los distingue en consensuales,


reales y solemnes.
El contrato de compraventa es un contrato que por regla general es
consensual, que se perfeciona cuando las partes están de acuerdo en la cosa
y el precio.
En la vida jurídica moderna, lo usual es que todos los contratos se otorguen
por escrito y esto significa la emisión de un documento, el otorgamiento de
un instrumento.
Las ventajas de esta escrituración son:
1º Razones de seguridad y certeza jurídica.
2º Razones probatorias.
Cuando se otorga por escrito, las partes cuentan con un vehículo más
expedito para hacer valer y precisar la extensión de sus derechos y
obligaciones, los contratos no corresponden a los modelos clásicos de la
práctica forense, hoy en día son contratos casi innominados por que mezclan
varias instituciones.
De modo que la estructura actual de los contratos es bastante más compleja,
en general contienen:
 la individualización completa de las partes, y de los testigos
en el caso que sea necesario;
 firmas de los contratantes y testigos si los hay, o dejar
constancia de que no pueden o no saben firmar;
 fecha del contrato y lugar donde se suscribe;
 preámbulos, que es una sección done las partes definen ciertas
palabras o conceptos que se incluyen en el contrato y que se ha
decidido establecer para evitar diferencias interpretativas, además
suelen señalar cuál es el ánimo de celebrar el contrato, lo que
demuestra cuál es la intención de los contratantes;
 cláusulas, las que varían en relación al contrato que se trate;
 anexos, los que pueden estar o no, éstos generalmente están
referidos a cláusulas particulares del contrato, contienen información
relevante para la formación del contrato y vincular a las partes (en la
constitución de una servidumbre, en el anexo se puede dibujar la servidumbre);

En la actualidad los anexos son, a veces, más voluptuosos que el


propio contrato.

CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO DE BUENA FE

El contrato da origen a derechos y obligaciones principales, sea respecto de


ambas partes, sea respecto de una de ellas (dependiendo si el contrato es bilateral
o unilateral) y a los llamados derechos potestativos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 244


La idea básica que subyace en todas las obligaciones y derechos emanados del
contrato, sean principales o potestativos, e incluso en la celebración del
contrato es el principio de la buena fe.
El principio de la buena fe se encuentra tanto en el momento de la
celebración del contrato como en el momento de su cumplimiento.
En general todas las relaciones jurídicas, en todos sus aspectos y en todo
su contenido, están sujetos al principio de la buena fe.
En sentido amplio la buena fe es sinónimo de rectitud, corrección en el
obrar, pero desde el punto de vista del derecho tiene un significado
distinto, la doctrina hace una distinción entre:

Buena Fe Subjetiva
Corresponde a un estado de conciencia o convicción interna o
psicológica de una de las partes en orden a que, en relación con su
contraparte, está actuando recta o correctamente.
La parte que piensa que está obrando de buena fe, asume que se
encuentra en una posición jurídica correcta, pero por ser un estado de
conciencia interna puede que esto no sea así, puede ser que en realidad está
actuando o ejerciendo una posición jurídica que no es la correcta.
Este es el caso de una parte que ejecuta ciertos actos, pero su
conducta esta viciada por error.

Buena fe objetiva
Ésta se opone a la buena fe subjetiva, la buena fe objetiva está
regulada en el Art. 1546, esta es la buena fe que impone, concretamente, el
texto legal, o los contratantes, la obligación de comportarse correctamente
en las obligaciones que se establecen entre ambas partes desde el inicio y
hasta la terminación del vínculo contractual, e incluso hasta momentos
posteriores.
Art. 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por
consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las
cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por
la ley o la costumbre pertenecen a ella.
A diferencia de la buena fe subjetiva que se aprecia in concreto por el
sentenciador, mediante averiguaciones de la convicción íntima y personal del
sujeto implicado, la buena fe objetiva se aprecia in abstracto,
prescindiendo el juez de las persuasiones, creencias o intenciones
psicológicas de los contratantes, para puntualizar, él, la conducta
socialmente exigible de las partes, exclusivamente en base a la equidad, a
los usos, y en general, al espíritu del pueblo o al modelo del hombre
razonable.

¿Cómo se determina si una de las partes está actuando de


buena fe?
Es el juez quien lo determina, esto lo hace comprobando la conducta de
las partes con aquella conducta que era esperada por aquellos actos que
socialmente podrían esperarse o reclamarse de la parte.
En esta comparación, el juez tiene presente principios de equidad,
justicia y aquellos que razonablemente podrían esperarse.
De allí que el principio de la buena fe importa una limitación, un
limite al principio de la autonomía de la voluntad, por que al examinar el
juez si las partes han obrado o no de buena fe en sus relaciones
contractuales el juez se podrá alejar de la literalidad de las palabras y
podrá acercarse a la verdadera intención de las partes al contratar, sobre
la base de la equidad y la justicia.
También se dice que la buena fe impide el abuso del derecho, es obvio,
si se considera que siempre se buscará la equidad entre las partes sobre la
base de la buena fe.
El contrato debe ejecutarse de acuerdo a la intención y finalidad que
tuvieron en vista en la celebrar del contrato, por ello es que el contrato
no solo obliga a lo que en ello se expresa, sin también a las cosas que

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 245


emanan de la naturaleza de la obligación y también a aquellas cosas que por
la ley o la costumbre se entiende que existen en la obligación.
Redondeando la idea, los elementos de la naturaleza de los contratos no
requieren de mención expresa, si las partes nada dicen se entienden
incorporadas a ellos, pero las partes, en virtud del principio de autonomía
de la voluntad, pueden excluirlas.
El Art. 1546 consagra el principio de la disposición supletoria de la
ley respecto de la voluntad de las partes.
La obligación de saneamiento del vendedor es un ejemplo de un elemento
de la naturaleza de la obligación o del contrato y tratándose de cosas que
se entiende que se agregan al contrato, se cita el Art. 1938 a propósito del
contrato de arrendamiento.

Manifestaciones de la buena fe objetiva


Durante todo el iter contractual podemos encontrar manifestaciones de
la buena fe:
1. En los tratos preliminares
Durante la fase precontractual, que a veces antecede al
instante de la conclusión de los contratos, la buena fe exige que cada uno
de los negociadores presente las cosas conforme a la realidad.
La actitud exigida es la de hablar claro, absteniéndose de
afirmaciones inexactas o falsas, como igualmente de un silencio o reticencia
que pueda conducir a una equivocada representación de los elementos
subjetivos u objetivos del contrato.
Los actos e informaciones encaminados a ilustrar al
interlocutor deben enmarcarse en una línea de corrección y lealtad.
La información de buena fe exige, respecto de los sujetos,
que no se incurra en inexactitudes sobre la solvencia de los negociadores,
sobre su salud mental, sobre sus aptitudes laborales.
En relación al objeto, en el seguro contra incendio es
preciso informar fielmente sobre la naturaleza de los materiales de que se
compone la cosa asegurada.
La violación de alguno de los deberes antes señalados puede
configurar dolo en la conclusión del contrato, siendo entonces aplicable el
Art. 1458.

2. En la celebración del contrato


Los deberes precontractuales subsisten en el instante de la
conclusión del contrato. Podríamos por ejemplo, aplicar en esta etapa del
iter contractual, todos aquellos principios que tiendan a un cierto
equilibrio mínimo en los contratos conmutativos.
La buena fe también impone el deber de redactar la convención
con un mínimo de precisión.

3. En el cumplimiento del contrato


Entre las instituciones legales o jurisprudenciales la buena
fe contractual podría servir de argumento a la excepción de contrato no
cumplido.
Dentro de las novedades normativas posibles y susceptibles de
derivarse de la buena fe podemos señalar las siguientes:
a) Desestimación de la demanda de resolución de un contrato fundada
en un incumplimiento parcial de poca monta.
b) Desestimación de la demanda indemnizatoria por incumplimiento de
un contrato, cuando la aplicación de la buena fe tipifique una
causal de inexigibilidad (artista que no se presenta a un espectáculo público
en razón del fallecimiento de un familiar cercano).

c) A los requisitos legales del pago, ejecución literal e íntegra,


hay que agregar la buena fe del que paga y del que recibe el pago.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 246


d) Posibilidad de revisar los contratos por excesiva onerosidad.

4. En la terminación del contrato y en las relaciones


postcontractuales
Que en los contratos a plazo o de tracto sucesivo que sirven
para la fabricación o comercialización de productos y servicios, implicando
importantes inversiones para el productor o distribuidor, la contraparte que
decide poner fin a la relación contractual, aunque se apoye en una cláusula
que la habilite para hacerlo, debe actuar de buena fe, sin abusar de su
derecho a la terminación unilateral del contrato.
Incluso después de terminada la relación contractual, durante
la fase de liquidación del contrato, la regla de la buena fe objetiva
sobrevive, imponiendo deberes específicos que dependen de las
circunstancias.
La idea general es impedir cualesquiera conducta mediante las
cuales una parte pudiere desminuir las ventajas patrimoniales legítimas de
la otra.
Entre las conductas que imponen la buena fe después de la
muerte del contrato, destaca la de secreto o de reserva.

En conclusión, podemos señalar que el principio de la buena fe representa un


instrumento que atenúa el principio de la autonomía de la voluntad en
materia contractual.

5. Abuso del Derecho


Si bien entre nosotros el abuso del derecho no se encuentra
regulado ni definido específicamente en el Código Civil, quien quiera
concluir a partir de ello que se trata de una figura desconocida o de escasa
aplicación, está francamente equivocado.
Desde el punto de vista del Derecho Civil el ejercicio de los
derechos debe realizarse conforme a su objeto y bajo el imperio de la buena
fe, lo que constituye prácticamente un principio de carácter general, que se
reproduce sistemáticamente en otros cuerpos legales como el Código de
Procedimiento Civil, el Código de Procedimiento Penal, la Ley de Quiebras,
la Ley de Abuso de Publicidad, el Código Penal, la Ley de Defensa de la
Competencia, entre otros.
Más aún, esta importante figura se encuentra presente
prácticamente en todas las ramas del Derecho.
La doctrina clásica cree ver un abuso cuando se ejercen
derechos causando daño injusto a otro.
Hasta en el Derecho Constitucional y Administrativo, puede
identificarse conductas abusivas de la autoridad pública, de alguna manera
previstas y sancionadas en la Constitución.
El abuso del derecho, en materia contractual, se relaciona
íntimamente con las denominadas cláusulas abusivas.
Las llamadas cláusulas abusivas limitan el principio de
autonomía de la voluntad, Ley Nº 19.496 sobre Protección al Consumidor.
Desde el punto de vista clásico del principio de la autonomía
de la voluntad, no existen las cláusulas abusivas, esto, por cuanto, si las
cláusulas fueron aceptadas por las partes no pueden ser abusivas.
En el derecho de Québec, el Código Civil define que entiende
por cláusula abusiva, toda cláusula que desfavorece en forma excesiva e
irrazonable al consumidor o al adherente.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 247


EFECTOS DE LOS CONTRATOS

Jurídicamente importa no confundir los efectos del contrato con los de la


obligación, pues son cosas diversas.
Los efectos del contrato, son el conjunto de derechos y obligaciones que
emanan de él.
Los efectos de la obligación, desde el punto de vista del acreedor, son el
conjunto de derechos de que goza para obtener su cumplimiento; y desde el
punto de vista del deudor, la necesidad jurídica en que se encuentra de
cumplirla.
Dos son los preceptos fundamentales que se refieren a los efectos del
contrato, los Arts. 1545 y 1546.
El Art. 1546, al hablar de la interpretación del contrato, establece que los
contratos obligan no sólo a lo que ellos expresan, sino a las cosas que le
pertenecen por su naturaleza, la ley o la costumbre, y todo ello como
derivado del principio de que los contratos deben ejecutarse de buena fe.
Por su parte el Art. 1545, señala que todo contrato legalmente celebrado es
una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su
consentimiento mutuo o por causas legales. Este precepto le da fuerza de
ley al contrato.

La obligatoriedad del contrato se traduce en su intangibilidad.

Vale decir que el contrato válidamente celebrado no puede ser tocado o


modificado ni por el legislador ni por el juez.

Estos, al igual que las partes, deben atenerse a la palabra dada, respetando
fielmente las estipulaciones convenidas por los contratantes.

EL PRINCIPIO DEL EFECTO RELATIVO DE LOS CONTRATOS


El principio del efecto relativo del contrato o de la relatividad de la
fuerza obligatoria, significa que los contratos sólo generan derechos y
obligaciones para las partes contratantes que concurren a su celebración,
sin beneficiar ni perjudicar a los terceros.
Para los terceros los contratos ajenos les son indiferentes. Para los
terceros los contratos son res inter allios acta.
Importante es señalar que nuestro Código Civil no consagra de una manera
expresa y general el principio del efecto relativo de los contratos. Ello
no ha impedido que la doctrina y la jurisprudencia lo admitan sin titubeos.
En numerosas sentencias, los tribunales chilenos han declarado que la ley
del contrato sólo es ley para las partes, pero no para los terceros, a
quienes no les alcanzan sus efectos.

Excepción al efecto relativo de los contratos


Estamos en presencia de excepciones al principio del efecto relativo cuando
un contrato crea un derecho o impone una obligación a un tercero absoluto.
Tal es el caso de los contratos colectivos, al menos tratándose de los
convenios judiciales celebrados en relación con las quiebras y de los
acuerdo de mayoría, adoptados en las asambleas de copropietarios de
edificios o, en general, en cualquiera comunidades.
En esas hipótesis surgen derechos y obligaciones para quienes no concurran a
celebrar la convención colectiva e incluso para quienes votan en contra.
También se señalan como excepciones al efecto relativo de los contratos la
estipulación a favor de un tercero y la promesa de hecho ajeno, materias que
se analizan más adelante.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 248


Las partes y los terceros
Son partes en un contrato aquellos que concurren a su celebración,
personalmente o representados (legal o convencionalmente).
Pero también son parte, por regla general, y desde el instante del
fallecimiento de los contratantes, los herederos o causahabientes a título
universal, ya que representan a los contratantes, según lo expresa el Art.
1097, para sucederles en todos sus derechos y obligaciones transmisibles.
Los herederos se asimilan a las partes ocupando a la muerte de éstas la
misma situación jurídica que el causante, de ahí que sea común señalar que
quien contrata para sí, lo hace también para sus herederos.
Por excepción, las obligaciones contractuales no se transmiten a los
herederos como:
 el caso de los contratos intuito personae, que como
ocurre generalmente con el mandato, se extinguen por la
muerte de las partes;
 el caso de los contratos en que se hubiera
estipulado expresamente su terminación por el
fallecimiento de los contratantes;
 el caso de los herederos que aceptan la herencia con
beneficio de inventario, en cuanto a las obligaciones
contractuales del causante que no alcanzaren a ser
satisfechas con el valor de los bienes heredados, etc.
Son terceros absolutos aquellos que además de no participar en el
contrato, ni personalmente, ni representados, no están ligados jurídicamente
con las partes por vínculo alguno. Frente a ellos, el contrato es res
allios acta, no les empece.
Los terceros relativos son aquellos que no son parte al generarse el
contrato, pero posteriormente contraen algún vínculo con las partes, ya sea
por su propia voluntad o por mandato de la ley.

Situación de los causahabientes a título singular


Reciben este nombre quienes suceden a una persona por acto entre vivos o por
causa de muerte, en un bien específicamente determinado y no en la totalidad
de su patrimonio, ni en una porción alícuota del mismo.
Son causahabientes a título singular por acto entre vivos los que reciben
una cosa en virtud de un título traslaticio de dominio, como el comprador,
el donatario o el mutuario. Lo son por causa de muerte, los legatarios.

¿Cómo se comporta el principio del efecto relativo respecto de


estas personas?
¿Afectan a los causahabientes a título singular los contratos
celebrados por el causante o autor con otros sujetos?
El problema, se circunscribe exclusivamente a los contratos celebrados por
el causante, sobre la cosa o derechos que específicamente se transfiere o
transmite al causahabiente singular, antes que éste pase a ocupar el lugar
jurídico de su autor.
Según la mayoría de la doctrina, SÍ, los causahabientes a título singular se
ven afectados por los contratos celebrados por el causante con otros
sujetos, debiendo tenerse a estos causahabientes singulares como partes en
tales actos (como cuando el causante antes de transferir un inmueble, lo había hipotecado o
lo había gravado con una servidumbre. Entonces, los respectivos contratos de hipoteca o
servidumbre empecen al comprador, o al causahabiente singular).

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 249


Situación de los acreedores de las partes
En relación a los acreedores de las partes debemos manifestar que estos son
terceros relativos, es más, son los más interesados o relacionados con los
actos que realiza el deudor. Ello es así por cuanto la ley otorga a estos
terceros relativos diversos medios para proteger los bienes, como son la
acción pauliana y la acción oblicua.

EL EFECTO ABSOLUTO O EXPANSIVO DE LOS CONTRATOS

Al margen de la voluntad de las partes contratantes, a veces un contrato


puede ser invocado por un tercero en su favor u opuesto a un tercero en su
detrimento.
En alguna medida, en cuanto el contrato es un hecho, que como tal existe
para todos, en sus efectos puede alcanzar a terceros absolutos, no para
crear directamente un derecho o una obligación en el patrimonio de ellos,
sino en cuanto es factible traerlo a colación, o formular una pretensión
basada en el contrato ajeno. Esto es lo que se llama el efecto absoluto de
los contratos, o efecto expansivo o efecto reflejo de los contratos.
Es importante señalar que no hay en esta situación una excepción al efecto
relativo, como es el caso de los contratos colectivos, sino que se puede
invocar un contrato ajeno u oponer en cuanto ese contrato indirectamente los
afecta en una situación jurídica y patrimonial.
La premisa de la que hay que partir para referirse al efecto expansivo de
los contratos consiste en que éstos sin perjuicio de los derechos personales
y obligaciones correlativas que generan para las partes, por sí mismos
constituyen una situación de hecho.
Esta situación de hecho es un acontecimiento jurídico del mundo exterior,
que nadie puede desconocer y que por lo tanto tiene vigencia erga omnes.
Percibida de esta manera la realidad de la cosas, es posible, en no pocas
hipótesis, traer al primer plano de una controversia, como antecedente
fundamental, un contrato ajeno. Sin que la correspondiente alegación pueda
desestimarse sobre la base del principio del efecto relativo.

Casos de efecto expansivo o efecto absoluto de los contratos


Manifestaciones concretas del efecto absoluto de los contratos:

1. En las quiebras
Cuando un acreedor verifica su crédito contra el fallido, los otros
acreedores no podrían desconocerlo ni impugnarlo so pretexto de que deriva
de un contrato que no les empece.

2. Convenciones en perjuicio de terceros


A veces el legislador confiere al acreedor una acción directa, que
le habilita para actuar en nombre propio, en sede contractual, contra el
cocontratante de su deudor, el contrato fraudulentamente celebrado por el
deudor con otra persona, puede ser atacado por el acreedor, tercero absoluto
en dicho contrato, mediante la acción pauliana.

3. Seguro contra accidentes de tránsito


En materia de daños en accidentes del tránsito, se permite a la
víctima accionar directamente contra el asegurador, La compañía de seguros.
Es decir, puede oponer al demandado un contrato en que el actor no fue
parte.
Aunque la víctima es un tercero absoluto en el contrato de seguro,
puede actuar en sede de responsabilidad civil contractual, esgrimiendo, a

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 250


título personal, el contrato ajeno. Esto ha sido consagrado en Chile, en
materia de seguro obligatorio contra riesgos personales derivados de la
circulación de vehículos motorizados, por el artículo 10º de la Ley Nº
18.490.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

1ª Unilaterales y Bilaterales.
2ª Gratuitos y Onerosos.
3ª Conmutativos y Aleatorios.
4ª Principales y Accesorios.
5ª Consensuales, Reales y Solemnnes.
6ª De Ejecución Inmediata y De Ejecución Diferida.
7ª De Ejecución Única y De Prestación Diferida o De Tracto Sucesivo.
8ª Individuales y Colectivos.
9ª De Libre Discusión, De Adhesión y Dirigidos.
10ª Civiles y Comerciales.
11ª Nominados e Innominados o Atípicos.
12ª Traslaticios de Dominio, Constitutivos o traslaticios de Derechos
Reales Limitados, Constitutivos de un Derecho de Crédito y De
Restitución.

1ª Unilaterales y Bilaterales

Esta clasificación de los contratos atiende a su contenido, a


los derechos y obligaciones que genera, si resulta obligada una sola de las
partes, el contrato es unilateral; si ambas quedan obligadas, es bilateral.
Es decir, esta clasificación atiende al número de partes que resultan
obligadas (contrato unilateral, en el mutuo, solo el mutuario adquiere una obligación de
restituir otras tantas cosas del mismo genero o calidad y cantidad de los percibidos, el
mutuante no se obliga).

Art. 1439. El contrato es unilateral cuando una de las partes


se obliga para con otra que no contrae obligación alguna; y bilateral,
cuando las partes contratantes se obligan recíprocamente.
En el contrato bilateral se ve el concurso de la voluntad de dos
o más personas, en el contrato unilateral solo una de las partes se obliga
y la otra soporta el gravamen.

Advertencia
1. No debe confundirse con la clasificación de acto jurídico
unilateral y bilateral; porque en el acto unilateral interviene una sola
voluntad; sin embargo, en el contrato sea unilateral o bilateral, por ser
precisamente un contrato, es siempre un acto jurídico bilateral, pues supone
acuerdo de voluntades.
2. La clasificación no atiende al número de obligaciones que
nacen, sino a las partes que resultan obligadas.
3. Tampoco tiene importancia el número de personas que
resultan obligadas, sino si quedan obligadas ambas partes o solo una de
ellas. No hay que olvidar lo establecido en el Art. 1438 que señala:,
“Cada parte puede ser una o muchas personas”.

Contrato Unilateral
En el contrato unilateral, una sola de las partes queda
obligada. Así ocurre en la donación, el mutuo, el depósito, la prenda, el
comodato, etc.
Esta clasificación se encuentra ligada con la noción de
contratos reales, que son aquellos que se perfeccionan por la entrega de la

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 251


cosa, y en consecuencia, queda en la práctica como único contrato unilateral
la donación.

Contrato Bilateral o Sinalagmático


En el contrato bilateral o sinalagmático, ambas partes contraen
obligaciones, tal como ocurre en la compraventa, permuta, arrendamiento,
etc.
En los contratos bilaterales no hay una parte acreedora y otra
deudora, sino que ambas lo son recíprocamente, asumiendo los dos papeles al
mismo tiempo.
Así, en la compraventa nacen dos obligaciones; para el vendedor,
la de entregar la cosa vendida, y para el comprador, la de pagar su precio.
Dentro de los contratos bilaterales encontramos a los
denominados sinalagmáticos imperfectos, que son aquellos que en su
nacimiento son unilaterales, porque al celebrarse una sola de las partes
contrae obligaciones, pero en el curso del mismo surgen obligaciones para la
otra parte, como por ejemplo, el comodato o préstamo de uso es un contrato
unilateral, porque sólo da lugar a la obligación del comodatario de
restituir la cosa recibida en comodato, pero la tenencia de la cosa puede
ocasionarle al comodatario perjuicios, que deben serle indemnizados por el
comodante y, en consecuencia, durante la vigencia del contrato ha nacido una
obligación para éste, transformándose el contrato unilateral en
sinalagmático imperfecto.
El Código Civil no reconoce la condición de contratos
sinalagmáticos perfectos y/o imperfectos, sino que para él son unilaterales
o bilaterales, atendiendo a si se obligan una o ambas partes.

Importancia de la clasificación
La división entre contratos unilaterales y bilaterales es
importante por su relación con:

a. La teoría de la causa
En los contratos bilaterales la obligación de una de las
partes es la causa de que la otra se obligue a su vez.
Hay una marcada interdependencia en las obligaciones de
las partes, lo cual no ocurre en los contratos
unilaterales, en que hay deuda para una sola de ellas.

b. La condición resolutoria tácita


En todo contrato bilateral va envuelta la condición
resolutoria en caso de no cumplirse por la otra parte lo
pactado, Art. 1489, y en tal caso el acreedor de la
obligación no cumplida puede solicitar el cumplimiento
de ella o la resolución del contrato, en ambos casos con
indemnización de perjuicios.

c. La excepción de contrato no cumplido


También puede ocurrir que la contraparte no haya pagado
el precio en tiempo oportuno, en tal caso, el acreedor
de esta obligación puede negarse a cumplir la suya.
MORA PURGA LA MORA.

d. La teoría de los riesgos


Puede ocurrir que la obligación de una de las partes se
extinga por caso fortuito. En este caso la obligación
queda extinguida por la pérdida fortuita de la cosa
debida.
La teoría de los riesgos tiende a determinar qué ocurre
con la obligación de la contraparte. El código
soluciona el problema en el Art. 1550. En los contratos

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 252


unilaterales, el riesgo lo soporta el acreedor y la
obligación se extingue. El problema del riesgo es
propio de los contratos bilaterales.

e. La teoría de la imprevisión
Se aplica en la especie lo establecido en los Arts. 1547
y 1558.
La situaciones antes señaladas se aplican a los
contratos bilaterales. No se aplican a los contratos
unilaterales, ni a los contratos sinalagmáticos
imperfectos, salvo el caso de la causa donde aplica la
“teoría de la causa”.

2ª Gratuitos y Onerosos

Esta clasificación también atiende al contenido del contrato, a


los derechos y obligaciones que de él emanan.
El contrato bilateral es siempre oneroso, y el unilateral puede
ser gratuito u oneroso, por ejemplo, el mutuo puede ser gratuito u oneroso
según si se han estipulado o no intereses. Si no hay intereses, el mutuo es
unilateral gratuito. Unilateral porque sólo se obliga el mutuario, y
gratuito porque éste es el único que obtiene utilidad.
El mutuo con interés sigue siendo unilateral, pues el único
obligado es el mutuario, solo que tiene dos obligaciones, restituir la
cantidad prestada y pagar los intereses, pero es oneroso, porque va en
utilidad de ambas partes, del mutuario que utiliza el dinero prestado, y del
mutuante que obtiene un interés por su dinero.

I. Contratos gratuitos y contratos desinteresados


En el contrato gratuito una sola de las partes obtiene
ventajas, ejemplos son, la donación, el comodato o préstamo de uso, el mutuo
sin intereses, el depósito, el mandato no remunerado.
Entre ellos debe hacerse una distinción, entre la donación
por un lado, que es siempre esencialmente gratuita, y los demás contratos
gratuitos que se suelen llamar desinteresados.
La diferencia fundamental entre la donación y estos
contratos desinteresados es que en virtud de lo dispuesto por los Arts. 1395
y 1398 es presupuesto indispensable de la donación el empobrecimiento del
patrimonio del donante y el recíproco enriquecimiento del donatario, esto
es, tiene que haber un desplazamiento de bienes o valores de uno a otro
patrimonio el que no existe en los contratos desinteresados.
En consecuencia, en la donación hay un sacrificio
patrimonial; en el mandato gratuito, el mutuo sin interés, en el depósito,
en el comodato y en la constitución de garantías no hay sacrificio
patrimonial.

II. Contratos onerosos


Son aquellos en que ambas partes se benefician o reciben
una utilidad, también ambos se gravan recíprocamente en beneficio de la otra
parte.
Los contratos bilaterales son siempre onerosos por que
obligan a ambas partes, en cambio, los contratos unilaterales, generalmente,
son gratuitos por que solo una parte se obliga y la otra soporta el
gravamen.
El contrato oneroso puede ser conmutativo o aleatorio, así
lo dice el Art. 1441 al señalar, “El contrato oneroso es conmutativo,
cuando cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira
como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez; y si el
equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, se
llama aleatorio”.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 253


Importancia de la clasificación entre contratos gratuitos y
onerosos

a. En materia del error en la persona


El Art. 1455 señala que esta clase de error no vicia el
consentimiento a menos que la consideración de esta
persona haya sido la causa determinante para la
celebración del contrato.
El error en la persona tiene importancia en los
contratos gratuitos puesto que normalmente son intuito
personae.

b. En materia de culpa
En los contratos onerosos normalmente se responde de
culpa leve; en los gratuitos se responde de culpa grave
o levísima según el caso.
Si el contrato es en beneficio del deudor se responde de
culpa levísima y si es en beneficio del acreedor de
culpa grave, Art. 1547.

c. En materia de evicción
La evicción procede únicamente en los contratos
onerosos.

d. En cuanto a la acción pauliana


En los contratos onerosos se requiere de la mala fe del
deudor y del tercero.
En los contratos gratuitos basta la mala fe del deudor.

3ª Conmutativos y Aleatorios

 Conmutativos,
Son aquellos en que una de las partes se obliga a dar, o
hacer algo en favor de la otra, y ello es equivalente a lo que la otra parte
se obliga a dar o hacer (compraventa).
En los contratos conmutativos, desde que se perfecciona
el contrato las partes saben el beneficio que van a recibir y cada una lo
compara con aquella prestación de la otra parte para reguardar la
equivalencia.

 Aleatorios,
En estos contratos la equivalencia existe en una
contingencia incierta de pérdida o ganancia (contrato de seguro).

En los contratos aleatorios las partes no pueden conocer


el beneficio que recibirán al momento de perfeccionarse el contrato.
Dentro de los contratos aleatorios encontramos al seguro,
la renta vitalicia, la cesión de derechos litigiosos, la apuesta y el juego.

Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las


partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo
que la otra parte debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste
en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.

La separación entre una y otra subclase de contrato oneroso es que


obteniendo siempre ambas partes utilidad del negocio, en el conmutativo hay

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 254


equivalencia en las prestaciones recíprocas de ellas, lo que no existe en el
aleatorio.
Decimos que se miran como equivalentes, porque la ley no exige una igualdad
al cien por ciento, ya que en todo contrato oneroso ambas partes buscan su
propia utilidad y si la obtienen las prestaciones no resultarán totalmente
equilibradas.
El legislador sólo interviene cuando la balanza se ha inclinado fuertemente
hacia uno de los contratantes, rompiendo la equivalencia de las
obligaciones, mediante la institución de la lesión enorme.
El equilibrio existente a la época de la celebración del contrato, puede
romperse posteriormente por causas sobrevinientes, y entonces nos
encontramos frente a la imprevisión.
En los contratos aleatorios no concurre esta supuesta igualdad en las
prestaciones, sino que por el contrario existe una contingencia, un azar,
del cual dependerá en definitiva la utilidad que las partes obtienen del
contrato.

Importancia de la clasificación entre contrato conmutativo y


aleatorio

i. La lesión y la imprevisión pueden tener cabida en los


contratos conmutativos, pero nunca en los aleatorios,
porque no hay equivalencia en las prestaciones.
ii. El legislador mira con malos ojos algunos contratos
aleatorios, especialmente los más típicos de ellos, el
juego, la apuesta y la cesión de derechos litigiosos.
iii. Importa esta clasificación para el ejercicio de la
acción rescisoria por lesión enorme, la que se limita a
los contratos onerosos conmutativos.

4ª Principales y Accesorios

Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin


necesidad de otra convención, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el
cumplimiento de una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.

Esta clasificación atiende a la manera como existen los


contratos, los contratos principales, no necesitan de otros contratos para
subsistir, y los contratos accesorios, como tienen por objeto asegurar el
cumplimiento de una obligación principal, no existen si no hay obligación a
la cual acceder.

La importancia de esta clasificación radica en el aforismo “lo


accesorio sigue la suerte de lo principal”. Esto porque la nulidad de la
obligación principal trae aparejada la nulidad de la cláusula penal; la
extinción total o parcial de la obligación principal extingue total o
parcialmente la fianza; la prenda y la hipoteca se extinguen junto con la
obligación principal a la que acceden.

Principales, subsisten por si mismos, no acceden a otro.

Accesorios, tienen por objeto asegurar el cumplimiento de otro


contrato, uno principal, acceden a otro.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 255


En consecuencia, los contratos accesorios son los de garantía,
que tienen por objeto dar una seguridad al crédito al cual acceden, o de
caución, como también se llaman.

El Art. 46º, señala que “Caución significa generalmente


cualquiera obligación que se contrae para la seguridad de otra obligación
propia o ajena. Son especies de caución la fianza, la hipoteca y la prenda”.

Caución y garantía

Sabemos que el deudor siempre responde de su obligación con todo


su patrimonio embargable, es la seguridad que cualquier crédito da al
acreedor, pero ella puede resultar insuficiente frente al deudor insolvente.
Por ello adquiere importancia fundamental para el acreedor contar con una
garantía de cumplimiento.

No es lo mismo garantía que caución, la garantía es el género,


la caución es la especie.

La garantía es cualquier seguridad que se le otorga a un


crédito, y de la cual no todos ellos gozan.

Toda garantía es un accesorio del crédito, pero no tiene vida


propia, mientras que la caución es una obligación accesoria, supone un
contrato en que las partes constituyen esta seguridad para un crédito.

Así, constituyen una garantía pero no una caución, la condición


resolutoria tácita, la excepción de contrato no cumplido, el derecho legal
de retención, los privilegios y preferencias para el pago.

Las cauciones pueden ser personales y reales.

Dentro de las personales tenemos a la fianza, la solidaridad


pasiva y la cláusula penal constituidas por un tercero.

Dentro de las reales tenemos la hipoteca, la prenda y la


anticresis.

Contratos Dependientes

La doctrina ha agrupado algunos contratos parecidos a los


accesorios bajo la denominación de contratos dependientes, estos son
contratos que necesitan de otro acto jurídico para su existencia, en lo que
se asemejan a los accesorios, pero no aseguran el cumplimiento de una
obligación.

Un ejemplo típico es la novación que no puede nacer a la vida


jurídica si no existe una obligación primitiva a la cual extingue para dar
nacimiento a una nueva.

Otro ejemplo son las capitulaciones matrimoniales. Son


dependientes, pues no pueden existir sin la celebración del matrimonio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 256


5ª Consensuales, reales y solemnes

 Consensual: Son aquellos contratos que para su


perfeccionamiento requieren solo el consentimiento de
las partes (compraventa).

 Solemnes: Son aquellos que están sujetos a alguna


formalidad, así la voluntad de las partes se manifiesta
por la formalidad que se haya establecido.

 Real: Son aquellos que se perfeccionan por la


tradición o entrega de la cosa (depósito, mutuos, comodato).

Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria
la tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la observancia
de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto
civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento.
Esta clasificación atiende a la forma en que se perfecciona el
contrato, y no se refiere como podría pensarse a la mayor o menor
importancia del consentimiento.

I. CONTRATOS SOLEMNES
De acuerdo con el Art. 1443, el contrato es solemne cuando
está sujeto a la observancia de ciertas solemnidades especiales, de manera
que sin ellas no produce efecto civil, esto es, es absolutamente nulo.
Ejemplos de contratos solemnes en el código son la
compraventa de bienes raíces y la hipoteca, que deben constar por escritura
pública, el contrato de promesa que debe ser por escrito, etc. Los actos de
familia son por regla general solemnes.

Para determinar cuándo un contrato es solemne, hay que


atender a las formalidades a que está afecto, ya que ellas pueden ser de
varias clases.
En efecto, se distinguen las siguientes categorías:
1. Solemnidad objetiva.
2. Formalidades habilitantes.
3. Formalidades ad-probationem.
4. Formlidades de publicidad.
5. Formalidades convencionales.

1. La solemnidad objetiva
Es la que se exige en relación al acto en si mismo, y
es igual para todos los contratos de la misma naturaleza, como ocurre, por
ejemplo en la compraventa de bienes raíces en que la formalidad es el
otorgamiento de la escritura pública.
Estas solemnidades pueden ser de varias clases:
instrumentos públicos o privados; concurrencia de algún funcionario público
y de testigos, como ocurre en el matrimonio.
La inobservancia de estas solemnidades priva al
contrato de efectos civiles por la vía de la nulidad absoluta, según lo
dispone el Art. 1682 inciso 1º, que dice, “La nulidad producida por un
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 257
objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de algún
requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos
actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la
calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades
absolutas”.
En el contrato solemne, éste sólo queda perfecto cuando
se otorga la solemnidad.

2. Las formalidades habilitantes (pag. 223)

Es la que se exige para la realización de ciertos actos


de los incapaces, como ser, la autorización para la enajenación de los
bienes raíces del hijo (Art. 254). La sanción por su inobservancia es la
nulidad relativa.
La sola exigencia de estas formalidades no transforma
al acto en solemne; obtenida la autorización judicial o cualquiera otra
formalidad de que se trate, el contrato puede ser consensual, amenos que la
ley exija para éste alguna formalidad.

3. Las formalidades ad-probationem


Si no se cumple con estas formalidades no hay nulidad
de ninguna especie, ni otra sanción sino que las partes quedan limitadas en
cuanto a sus medios de prueba.

4. Las formalidades de publicidad


Estas se exigen en resguardo de los intereses de
terceros en los casos que pueden verse afectados, y su inobservancia no
acarrea la nulidad del acto, sino que su inoponibilidad a terceros.

5. Las formalidades convencionales


De acuerdo con el principio de la autonomía de la
voluntad, las partes pueden acordar que un determinado contrato que van a
celebrar no quede perfecto sin el otorgamiento de alguna formalidad, que
puede consistir en el otorgamiento de algún documento.

II. LOS CONTRATOS REALES


Según el Art. 1443 el contrato real es el que se perfecciona por
la tradición de la cosa a que se refiere.
En realidad, este artículo comete una impropiedad en el uso de
los términos, pues la tradición es un modo de adquirir el dominio, y no en
todos los contratos reales hay transferencia de él.

Antes por el contrario, ello sólo ocurre por excepción, pues la


regla general en los contratos reales es que quien recibe la cosa queda como
mero tenedor de ella, con la obligación de restituirla, y no como dueño o
poseedor.
Así, por ejemplo, en el depósito, en el comodato, etc. Estos
son meros tenedores pues reconocen dominio ajeno, y por excepción, en el
mutuo en el que SÍ hay tradición, porque el mutuario se hace dueño de las
cosas recibidas en mutuo, con cargo de restituir otras de igual género,
cantidad y calidad.
Por ello es más propio, definir el contrato real como aquel que
se perfecciona por la entrega de la cosa.
Los contratos reales son todos unilaterales pues sólo nace la
obligación del que recibe la cosa de restituirla, pero puede derivar en
sinalagmático imperfecto según el caso.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 258


6ª DE EJECUCIÓN INMEDIATA Y DE EJECUCIÓN DIFERIDA
Esta clasificación atiende a la forma en que se cumplen las
obligaciones emanadas del contrato.

Ejecución Inmediata o Instantánea

Las obligaciones de las partes se cumplen en una mismo momento, este momento
puede corresponder al tiempo inmediato a la celebración del contrato o puede
tratarse de un momento posterior.

Ejecución Diferida

Las obligaciones de las partes se cumplen en distintos momentos o épocas.

1. De ejecución única e instantánea


Estas obligaciones se ejecutan de una sola vez,
extinguiéndose ellas y el contrato al mismo tiempo, por ejemplo, en la
compraventa, la obligación del vendedor se cumple entregando la cosa, con lo
cual queda extinguida su obligación; y la del comprador, pagando el precio,
con lo cual queda extinguida igualmente la suya.

2. De ejecución única pero postergada o fraccionada


Es el mismo caso anterior, con la única diferencia que alguna
o todas las obligaciones se cumplen en épocas prefijadas o por
parcialidades, como ocurre comúnmente en la propia compraventa, con la de
pagar el precio; así, puede estipularse que el precio se pague en 10 cuotas
mensuales consecutivas iguales, o la cosa genérica vendida se entregue
también en parcialidades.

7ª CONTRATOS DE EJECUCIÓN ÚNICA Y CONTRATOS DE


PRESTACIÓN PERIÓDICA O DE TRACTO SUCESIVO

Contratos de ejecución única


Son aquellos en que las prestaciones que realizan las partes se
ejecutan por una sola vez, sin que importe el momento en que lo haga. Ej.
Compraventa, el comprador paga una sola vez el precio y el vendedor entrega
de una sola vez la cosa

Contratos de ejecución periódica o de ejecución


sucesiva o de tracto sucesivo
Son aquellos en que una de las partes, o varias de ellas,
realizan la prestación que deben de manera continua o periódica en el
tiempo.
Se caracteriza este tipo de contrato porque las obligaciones van
naciendo y extinguiéndose sucesiva y periódicamente mientras dure la
vigencia de ellos, de manera que cumplida una de las obligaciones nace otra
de la misma naturaleza y extinguida ésta, la próxima, y así sucesivamente.
El ejemplo más típico de contrato de tracto sucesivo es el
arrendamiento.

8ª CONTRATOS INDIVIDUALES Y COLECTIVOS

Contratos Individuales
Son aquellos que para nacer a la vida del derecho requieren el
consentimiento de todos los que figuran como partes en el contrato. Debido
al nombre, no hay que confundirlos con los contratos unilaterales y
bilaterales, lo que importa es que tienen que consentir.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 259


Contratos Colectivos
Son aquellos que afectan a todos los miembros de un grupo, de
una comunidad u organización, por el solo hecho de pertenecer a ella, a
pesar de no haber consentido expresamente con su voluntad (contrato colectivo de
trabajo, convenio de acreedores, copropietarios inmobiliarios).

El contrato individual no es sólo la regla general, sino el


único que conoce el Código Civil, es aquel en que todos los que se obligan
han concurrido a otorgar su consentimiento y el contrato, en consecuencia,
afecta únicamente a quienes han intervenido en su celebración.
El contrato colectivo obliga, en cambio, a personas que no han
concurrido con su consentimiento al perfeccionamiento del convenio.
Un contrato en que concurren muchas personas, no por ese solo
hecho pasa a ser colectivo, si el consentimiento de todos los interesados es
necesario, el contrato sigue siendo individual.

9ª CONTRATOS DE LIBRE DISCUSIÓN, DE ADHESIÓN Y DIRIGIDO

Contratos de libre discusión


Son aquellos que son fruto de la deliberación de las partes, es
el fruto de las acciones que las partes van realizando en su negociación.
En el contrato de libre discusión las partes de común acuerdo
establecen libremente las estipulaciones del convenio, hay ofertas y
contraofertas, conversaciones y finalmente el contrato es una forma de
transacción de los intereses de las partes.

Contratos de adhesión
Son aquellos que una de las partes se limitan a aceptar las
condiciones de oferta que ha señalado la otra parte, no hay discusión y la
aceptación debe ser pura y simple (contrato de transporte terrestre, contrato de
seguro, contrato de compraventa en almacenes de precio fijo).

El contrato de adhesión se caracteriza porque la oferta la hace


una de las partes conteniendo todas las estipulaciones del mismo, sobre la
cual no se acepta discusión alguna. La contraparte o acepta el contrato en
la forma que se le ofrece o se abstiene de contratar.
El ejemplo típico es el contrato de seguro, el transporte con
una empresa, los servicios de utilidad pública, etc.

Contratos dirigidos
Son aquellos en que el Estado, o poder público, intervienen en
la formación del contrato, por razones de conveniencia social o por razones
meramente económicas.
El contrato dirigido es aquel en que interviene el Estado
jijando todas o algunas de las estipulaciones de los mismos, por ejemplo,
fijando tarifas.
Por último, tenemos al contrato forzoso es aquel en que las
partes están obligadas a ligarse jurídicamente entre sí por disposición de
la autoridad.

10ª CONTRATOS CIVILES Y COMERCIALES


Contratos civiles
Son aquellos que tiene por objeto la creación de una relación
jurídica entre las partes que no versan sobre una de comercio, aquí no hay
actos de comercio involucrados.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 260


Contratos comerciales
Son aquellos que versan sobre actos de comercio, los actos de
comercio están en el Art. 3 del C. de C.

11ª Contratos nominados e innominados o atípicos

Contratos nominados
Son aquellos que están expresamnte reglamentados en la ley, esta
les atribuye un nombre y una forma de creación.

Contratos innominados o atípicos


Son aquellos que no están expresamente reglamentados en la ley y
que son fruto de la libre creación jurídica que hacen las partes, como
consecuencia de la autonomía de la voluntad.

Para determinar si un contrato es nominado o innominado hay que


constatar si se encuentra o no reglamentado por el legislador.

Los contratos nominados son aquellos que están expresamente


establecidos en los textos legales y son, desde luego, los de más frecuente
aplicación, tales como, compraventa, arrendamiento, permuta, sociedad,
mandato, mutuo, transacción, etc.

Los contratos innominados también tienen nombre, pero no están


reglamentados por el legislador y son incontables, ya que en virtud del
principio de la autonomía de la voluntad, las partes pueden unirse entre sí
con todos aquellos vínculos jurídicos que sean capaces de imaginar, mientras
no vayan contra la ley, el orden público y las buenas costumbres.

Dentro de los contratos innominados podemos nombrar los


siguientes:
- Contrato de corretaje matrimonial.
- Contrato de claque.
- Contrato de lactancia.
- Contrato de portería.
- Contrato de estacionamiento.
- Contrato de preceptorado.
- Contrato de hospedaje .
- Contrato de publicidad.

Características
 Son aplicables los elementos esenciales de
todo contrato.
 No hay solemnidades.

12ª CONTRATOS TRASLATICIOS DE DOMINIO, CONSTITUTIVOS O


TRASLATICIOS DE DERECHOS REALES LIMITADOS,
CONSTITUTIVOS DE UN DERECHO DE CRÉDITO Y CONTRATOS DE
RESTITUCIÓN

Contratos traslaticios de dominio


Son aquellos contratos que tienen por objeto la transferencia
del derecho real de dominio (compraventa, permuta, aporte a una sociedad), siempre
van unidos a la tradición.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 261


Contratos constitutivos o traslaticios de derechos
reales limitados
Son aquellos que tienen por objeto, la constitución de un
derecho real limitado, o bien la transferencia de ellos a otro, siempre que
esto sea posible (usufructo, uso y habitación).

A los contratos traslaticios de dominio y de demás derechos


reales, se les separa de los restantes no sólo por este importante efecto,
sino porque, por la misma razón, el legislador los somete a mayores
exigencias, especialmente si versan sobre bienes raíces, caso en que son
siempre solemnes y sujetos a formalidades habilitantes.
Requieren también de facultad de disposición, concepto utilizado
en un sentido más amplio que como habitualmente se emplea.
Esta facultad de disposición supone:
 Capacidad de ejercicio;
 Otorgamiento del contrato traslaticio por el titular
del derecho o su representante legal o contractual. Si
así no ocurre, no se traspasará el dominio u otro derecho
real, aun cuando opere el modo de adquirir
correspondiente;
 Que la disposición no se encuentre prohibida o
suspendida como ocurre con las prohibiciones legales y
judiciales, el embargo.

Contratos constitutivos de un derecho de crédito


Son aquellos que en virtud del acuerdo de las partes se reconoce
o se transfiere a otro un derecho personal o crédito (contrato en cuya virtud se
cede a otro un acreencia derivada de una contrato de mutuo).

Contratos de restitución
Son aquellos que tienen por objeto la restitución o entrega a
una de las partes de un bien o derecho que se encontraba en poder de otra
persona.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 262


INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS

Es un procedimiento, en virtud del cual se busca desentrañar el verdadero


sentido o alcance, el esclarecimiento, de las declaraciones de voluntad que
han hecho las partes y que se han contenido en el contrato.
En doctrina hay 2 sistemas de interpretación:
1. Sistema objetivo o de la volunta declarada.
2. Sistema subjetivo o individual.

1. Sistema Objetivo o de la Voluntad Declarada


Este sistema rige en el código alemán, en él se atiende a la voluntad
que las partes expresaro en el contrato y no importa la voluntad real de las
partes.

2. Sistema Subjetivo o Individual o de la Voluntad real


Se atiende exclusivamente a la voluntad real de las partes contratantes
que es la que está detrás de la voluntad declarada, es decir, se atiende a
la intención.
Nuestro código en materia de interpretación de los contratos siguió el
sistema subjetivo o individual, el de la voluntad real.
Sin embargo, en materia de interpretación de la ley se siguió el otro
sistema.
Nuestro legislador hizo extensible estas reglas de interpretación de
los contratos a la interpretación de los testamentos.

Art. 1069. Sobre las reglas dadas en este título acerca de la inteligencia
y efecto de las disposiciones testamentarias, prevalecerá la voluntad del
testador claramente manifestada, con tal que no se oponga a los requisitos
o prohibiciones legales.
Para conocer la voluntad del testador se estará más a la substancia de las
disposiciones que a las palabras de que se haya servido.

REGLAS DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS

1ª Regla de la interpretación o intención de las partes contratantes

El Art. 1560 es la manifestación de que el código favoreció a la


intención real más que a la voluntad declarada. Este artículo hace latente
el principio de la autonomía de la voluntad de las partes, y esto es lógico,
ya que el Código Civil le da mayor valor a la voluntad de las partes.

Art. 1560. Conocida claramente la intención de los contratantes, debe


estarse a ella más que a lo literal de las palabras.

2ª Regla de la aplicación de los términos del contrato

Conforme al Art. 1561 las cláusulas del contrato se van a aplicar solo
en lo que diga relación con la materia contratada, aun cuando haya sido
redactada en forma general.

Art. 1561. Por generales que sean los términos de un contrato, sólo
se aplicarán a la materia sobre que se ha contratado.

3ª Regla del sentido efectivo y la del sentido inefectivo

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 263


Si una cláusula interpreta en un cierto sentido, se prefiere a la
interpretación en sentido que no produzcan ningún efecto, Art. 1562.
Art. 1562. El sentido en que una cláusula puede producir algún efecto,
deberá preferirse a aquel en que no sea capaz de producir efecto alguno.

4ª Regla de la interpretación de acuerdo con la naturaleza del contrato


Las cláusulas del contrato tienen que ser interpretadas de acuerdo con
la naturaleza jurídica del contrato celebrado, Art. 1563 inc. 1º.
Art. 1563. En aquellos casos en que no apareciere voluntad contraria
deberá estarse a la interpretación que mejor cuadre con la naturaleza del
contrato…

5ª Regla de las cláusulas de uso común


Art. 1563 inc. 2º. …Las cláusulas de uso común se presumen aunque no se expresen.

6ª Regla de la interpretación armónica del contrato


Estos es, que si estamos frente a un contrato de arrendamiento no se
puede interpretar de acuerdo al sentido de una compraventa.
Art. 1564. Las cláusulas de un contrato se interpretarán unas por
otras, dándose a cada una el sentido que mejor convenga al contrato en su
totalidad.
Podrán también interpretarse por las de otro contrato entre las mismas
partes y sobre la misma materia.
O por la aplicación práctica que hayan hecho de ellas ambas partes, o
una de las partes con aprobación de la otra.

7ª Regla de la analogía (Art. 1564 inc 2):


Un contrato otorgado entre determinadas partes, puede ser interpretado
por las cláusulas de otro contrato entre las mismas partes y sobre las
mismas materias, Art. 1564 inc. 2º.

8ª Regla de la aplicación práctica de los contratos


Art. 1564 inc. final. …O por la aplicación práctica que hayan hecho
de ellas ambas partes, o una de las partes con aprobación de la otra.

9ª Regla de la interpretación de los ejemplos


Art. 1565. Cuando en un contrato se ha expresado un caso para explicar
la obligación, no se entenderá por sólo eso haberse querido restringir la
convención a ese caso, excluyendo los otros a que naturalmente se extienda.

10ª Regla de las interpretaciones de las cláusulas ambiguas


Art. 1566. No pudiendo aplicarse ninguna de las reglas precedentes de
interpretación, se interpretarán las cláusulas ambiguas a favor del deudor.
Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por
una de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretarán contra ella,
siempre que la ambigüedad provenga de la falta de una explicación que haya
debido darse por ella.

CALIFICACIÓN JURÍDICA DEL CONTRATO


Se trata de encuadrar el contrato que las partes hayan otorgado en las
normas legales respectivas, asimilándolo a una determinada categoría
contractual.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 264


Calificar jurídicamente un contrato es determinar su naturaleza jurídica, es
decir, decidir si es de compraventa, permuta, arrendamiento usufructo, etc.
El contrato primero se interpreta y luego se califica.
La calificación jurídica no se vincula con el nombre y las partes que hayan
dado al contrato.
La importancia dice relación con las normas jurídicas aplicables,
calificarlo permite establecer las disposiciones que lo rigen, de tal manera
que así se sabrá qué prohibiciones legales aplicar y las normas supletorias
que gobiernan lo que las partes no consideraron en sus estipulaciones.

LAGUNAS DEL CONTRATO


Es imposible que las partes puedan prever todo lo que pueda acontecer
durante la vigencia del contrato, por lo que puede haber lagunas en un
contrato.
Cuando se está en presencia de una laguna contractual, primero se deben
aplicar las 10 reglas de interpretación, si aún así no se puede salvar la
laguna, entonces, para resolver se tienen que aplicar los principios de
equidad. Encontrar una norma que trate de una materia que no ha sido
acordada, generalmente va a corresponder a la labor del juez. A esta tarea
algunos autores la denominan integración del contrato.

DISOLUCIÓN Y EXTINCIÓN O TERMINACIÓN DE LOS CONTRATOS

Disolución, generalmente, significa el término del contrato.

Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o
por causas legales.

De acuerdo con el Art. 1545, el contrato no puede ser invalidado, sino por
consentimiento mutuo de las partes o por las causales legales.
La expresión invalidado está utilizada en el precepto no por referencia a la
nulidad, sino queriendo significar “dejado sin efecto”.
El contrato puede terminar de dos maneras, por su extinción natural, pues se
han cumplido todas las obligaciones y ya no da lugar a otra entre las
partes, y por la llamada disolución, en que el contrato deja de producir sus
efectos normales sin que hayan tenido lugar todos ellos.
En la extinción, ha operado algún modo de extinguir las obligaciones, que
normalmente será el pago o cumplimiento, o alguno de los equivalentes, como
la dación en pago, la compensación, transacción, etc.
Cuando se habla de disolución, se está refiriendo justamente a los casos
en que las obligaciones se extinguen por modos que no equivalen al pago, o
sea, no se cumple íntegramente las obligaciones contraídas, o dejan de
generar para el futuro nuevos efectos.
Entre los modos de dejar sin efecto un contrato el Art. 1545 distingue por
un lado el mutuo consentimiento (Art. 1567 inc. 1º), o sea, la voluntad común
de las partes, y las causas legales.
Desde otro punto de vista, se distinguen las causales de disolución que
operan siempre para el futuro, dejando a firme los efectos ya producidos y
las que operan para el pasado, con efecto retroactivo y en que, en
consecuencia, los efectos ya producidos también desaparecen.

1º El acuerdo de las partes, mutuo consentimiento


En esta materia existen dos principios que justifican la institución,
primero, el de la autonomía de la voluntad; y segundo, que en el derecho las
cosas se deshacen como se hacen.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 265


Pero al respecto, forzoso es efectuar un distingo, según si las partes
acuerdan dejar sin efecto el contrato antes de haber cumplido las
obligaciones emanadas de él, o después de cumplidas.
En el primer caso, nos encontramos ante un modo de extinguir las
obligaciones, se extinguen ambas obligaciones y el contrato; y en el
segundo, han celebrado un nuevo contrato.

2º La voluntad unilateral de una de las partes


Hemos dicho que los contratos sólo pueden dejarse sin efecto por el
mutuo acuerdo de las partes, pero por excepción hay algunos que pierden
eficacia ante la voluntad unilateral de alguna de ellas.
Así ocurre, por ejemplo, en el mandato, al que se puede poner término
por la revocación del mandante y por la renuncia del mandatario; la
sociedad, que puede ser dejada sin efecto por la renuncia de los socios; el
arrendamiento, cuando no está sujeto a plazo, puede quedar sin efecto por la
voluntad unilateral de cualquiera de las partes, por medio del desahucio.
La revocación unilateral del contrato puede ser establecida en el
mismo, como un derecho para una de las partes para desligarse del vínculo,
cumplido algún evento, o por su sola voluntad, o previo pago de una
indemnización prefijada.
En todos estos casos, la terminación del contrato opera únicamente
hacia el futuro.

3º Resolución y terminación
La condición resolutoria cumplida pone término a las obligaciones del
contrato y al contrato mismo, operando con cierto efecto retroactivo. La
principal es la condición resolutoria tácita que tiene lugar cuando una de
las partes deja de cumplir una obligación en un contrato bilateral.
Declarada la resolución, se extinguen las obligaciones de las partes, y
la parte incumplidora debe indemnizar los perjuicios, el efecto retroactivo
de la condición cumplida puede afectar a los terceros en ciertos casos.
Referida a los contratos de tracto sucesivo, recibe el nombre de
terminación, y opera siempre para el futuro.

4º Imposibilidad en la ejecución y la teoría del riesgo:


La imposibilidad en el cumplimiento, por caso fortuito o fuerza mayor,
extingue la obligación sin ulteriores consecuencias para el deudor.
Por tanto se diferencia de la resolución y terminación, en que en éstas
hay incumplimiento culpable o doloso, mientras en la imposibilidad hay caso
fortuito.
Si por aplicación de la teoría del riesgo en el contrato bilateral, la
obligación de la contraparte tampoco se cumple, el contrato queda extinguido
pero sin efecto retroactivo.

5º Muerte de alguna de las partes


La muerte de alguno de los contratantes no es un modo normal de
extinguir los contratos, pues la regla general es que sus efectos pasen a
sus herederos.
Es importante tener presente que pasan a los herederos los derechos y
obligaciones personalísimos; en consecuencia, la muerte pondrá término a los
contratos intuito personae, como ocurre, por ejemplo, en el mandato y
ciertas clases de sociedades.

6º El término extintivo

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 266


El contrato se va a extinguir para el futuro cuando ha sido celebrado
sujeto a un término extintivo, esto es, a un plazo cuyo cumplimiento pondrá
fin al contrato.

7º Nulidad y rescisión
Si el contrato adolece de un vicio de nulidad absoluta o relativa, y
ellas son declaradas judicialmente, el contrato se extingue con pleno efecto
retroactivo y afectando a los terceros.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 267


CONTRATO POR CONCURSO

El contrato por concurso, es aquel que se celebra entre la persona que


propone su celebración a otro u otros, y aquel que resulta mejor calificado
en el concurso o certamen que se abre (las propuestas públicas que se abren para la
contratación y ejecución de obras materiales).

Lo que los caracteriza es que quien convoca al concurso, estipula las


condiciones del concurso y éste se dirige en forma directa al público o a un
grupo, por razones de residencia, capacidad económica, etc.
En general, el contrato por concurso se celebra con el proponente que
resulta mejor calificado, y esto no siempre dice relación con un menor
precio, porque el mejor calificado puede ser el más caro.
Otra particularidad, es que se perfecciona en el momento en que el
proponente selecciona a aquel que presentó la mejor oferta y acepta su
proposición.
Contratos al mejor postor o contratos en pública subasta, en estos
contratos, existe un proponente que postula o convoca a un concurso,
estipulando las condiciones en que se propone la celebración del contrato al
público en general o a determinados individuos, pero en estos casos el
contrato se celebra con aquel que ofrece el mejor precio, este es el caso de
las licitaciones tipo remate que realizan las distintas casas de martillo o
remate.
Entre estos contratos y el contrato de adhesión, hay similitudes. La
fundamental similitud es que en ambos tipos de contratos las propuestas son
impuestas por las partes.
También, hay diferencias, en los contratos de adhesión, todas las
condiciones de celebración del contrato, incluso los precios, los fija la
parte que ofrece el contrato, en cambio, en los contratos por concurso el
precio es indeterminado y va a depender de las ofertas que se presenten y de
cuál sea la mejor oferta.

ESTIPULACIÓN A FAVOR DE UN TERCERO

La estipulación a favor de otro, o contrato a favor de terceros,


está establecida en el Art. 1449 inc. 1º, que dice que cualquiera puede
estipular a favor de una tercera persona, aunque no tenga derecho para
representarla; pero sólo esta tercera persona podrá demandar lo estipulado;
y mientras no intervenga su aceptación expresa o tácita, es revocable el
contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a él.
es un contrato celebrado
Podemos definir la institución diciendo que,
entre dos partes que reciben el nombre de estipulante y
promitente, que hace nacer un derecho a favor de un tercero
ajeno a él, llamado beneficiario.
De acuerdo con esta definición, el contrato interesa a tres categorías de
personas diferentes:
a. El estipulante, que es quien contrata a favor
del tercero.
b. El promitente, quien se compromete a favor del
tercero en la calidad de deudor de éste.
c. El beneficiario, que es el acreedor de la
estipulación efectuada en su favor.

La institución de la estipulación a favor de otro constituye una excepción


al efecto relativo del contrato.
El contrato se celebra entre el estipulante y el promitente, pero el
derecho, o sea, la calidad de acreedor, nace a favor del beneficiario,
persona ajena al contrato.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 268
En consecuencia, podemos concluir que en la estipulación a favor de otro no
hay representación. Así lo señala el Art. 1449.

Aplicación de la estipulación a favor de otro

La estipulación a favor de otro es una institución de amplia aceptación en


nuestra legislación.
Sin perjuicio de lo anterior, hay algunos contratos donde se aplica con más
frecuencia, a saber:
1. En el contrato de seguro
El marido contrata una póliza de seguro de vida a
favor de su cónyuge; es la típica estipulación por otro, pues el contrato lo
celebran el marido y la Compañía de Seguros, y el beneficiado es un tercero
ajeno al contrato, la mujer.

2. La donación con carga


Una persona dona a otra una suma de dinero, y le
impone la obligación de comprarle una cosa a un tercero; el contrato de
donación es entre el donante y el donatario, pero él origina un beneficio a
otra persona.
3. El contrato de transporte de carga ajena
Se envía una encomienda a otra persona, el
contrato se celebra con la empresa de transportes, y el derecho lo adquiere
el consignatario de la encomienda, persona ajena a la convención.

Requisitos de la estipulación a favor de otro

I. Requisitos del estipulante y del promitente


No existe ninguna disposición ni puede formularse regla general
alguna para precisar los requisitos de la estipulación a favor de otro en
cuanto al contrato y a las partes que los celebran, ya que ellos dependerán
de la convención de que se trate. Como si se estipula a favor de un tercero
una donación, deberán cumplirse las condiciones de ésta.
Tanto el estipulante como el promitente deben tener la capacidad
suficiente para celebrar el acto de que se trata.

II. Requisitos del beneficiario


El beneficiario está en una situación muy especial, porque es
totalmente extraño al contrato.
Sin perjuicio de ello, deben concurrir dos requisitos en su persona:
a) Debe tener capacidad de goce para adquirir los
derechos que se establecen a su favor.
b) Debe ser persona determinada, o determinable.

Efectos de la estipulación a favor de otro


Para establecer los efectos que se producen en la estipulación por otro es
necesario distinguir tres situaciones:

1ª Efectos entre los contratantes


Los efectos entre el estipulante y el promitente son los siguientes:

a. Sólo el beneficiario puede exigir el cumplimiento


El contrato celebrado producirá sus efectos normales entre
las partes, y así, el estipulante de un seguro deberá pagar las primas.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 269


Lo excepcional de la institución es que el efecto principal
de todo contrato, el derecho a exigir el cumplimiento, incluso forzado de la
obligación, no cede a favor de uno de los contratantes, sino del tercero
beneficiario. Únicamente éste puede solicitar el cumplimiento.

b. Existe una forma indirecta con que el estipulante puede


compeler al promitente a que cumpla su obligación
Esto se logra agregando a la estipulación para otro una
cláusula penal que se hará efectiva si el promitente no cumple lo convenido.
No hay inconveniente alguno en que el promitente se sujete
a una pena a favor del estipulante si no cumple oportunamente lo convenido
en utilidad del beneficiario.

c. Es revocable
De conformidad al artículo 1.449º mientras no intervenga la
aceptación expresa o tácita del tercero beneficiario es revocable el
contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a él.

2ª Efectos de la estipulación entre promitente y beneficiario


Estos efectos se producen en virtud de la aceptación del
beneficiario, pero debe tenerse presente que no es la aceptación lo que hace
nacer su derecho, no es ella la que le otorga la calidad de acreedor.
El derecho del beneficiario existe desde la celebración del contrato
y la aceptación no tiene otro objeto que poner término a la facultad del
estipulante y promitente de dejar sin efecto la estipulación. De ahí que si
el beneficiario fallece antes de dar su aceptación, sus herederos podrán
hacerlo.
La aceptación puede ser expresa o tácita. El Art. 1449 inc. 2º
determina cuando la aceptación es tácita, diciendo que constituyen
aceptación tácita los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en virtud
del contrato.

3ª Efectos entre estipulante y tercero beneficiario


En principio no se produce relación jurídica alguna entre
estipulante y tercero beneficiario, puesto que el derecho nace directamente
para éste.
El derecho no existe en momento alguno en el patrimonio del
estipulante y, en consecuencia, no está sujeto a la garantía general de sus
acreedores, sin perjuicio del derecho de éstos a impugnar la estipulación en
caso de fraude, por la vía de la acción pauliana.

PROMESA DE HECHO AJENO

A esta institución se refiere el Art. 1450, que dice que siempre que uno de
los contratantes se compromete a que por una tercera persona, de quien no es
legítimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna cosa, esta
tercera persona no contraerá obligación alguna, sino en virtud de su
ratificación; y si ella no ratifica, el otro contratante tendrá acción de
perjuicios contra el que hizo la promesa.
De esta disposición se desprende claramente que la promesa del hecho ajeno
no altera en absoluto las reglas generales de los contratos; no es una
excepción al efecto relativo de éstos, como ocurre con la estipulación a
favor de otro.
En la promesa del hecho ajeno el tercero no contrae obligación alguna, y así
lo destaca el Art. 1450. Es lógico que así sea, ya que el tercero no tiene
por qué quedar obligado por el contrato celebrado y al cual no ha concurrido
con su consentimiento.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 270


El tercero sólo se obliga, como lo señala el Art. 1450, en virtud de su
ratificación; sólo entonces nace su obligación, y ella deriva de su propia
voluntad.
Por la promesa del hecho ajeno sólo contrae obligación el que se comprometió
a que el tercero, haría, no haría o daría una cosa, y su obligación es de
hacer, hacer que el tercero ratifique, esto es, consienta en la obligación
que se ha prometido por él.
En consecuencia, esta institución no es sino una modalidad especial de la
prestación en la obligación de hacer, en que el objeto de ella es que el
tercero acepte.
La promesa de hecho ajeno es de aplicación general, no hay limitaciones al
respecto, pero puede tener interés especial en múltiples situaciones, de las
cuales citaremos a modo de ejemplo el caso de un empresario que tiene
interés en la actuación de un determinado artista, y otro empresario se
compromete con él a obtener que el artista actúe en su teatro. Nadie puede
obligar al artista a hacerlo si no quiere, pero si se niega a dar la
función, el empresario deberá indemnizar los perjuicios al dueño del teatro.

Requisitos de la promesa de hecho ajeno

En esta materia no es posible establecer requisitos generales por cuanto


dependen del contrato que se trata. Desde luego, como se ha fallado, es
consensual, por cuanto el legislador no lo somete a ninguna solemnidad en
especial.
Respecto del tercero, deberá cumplir las exigencias necesarias para efectuar
la ratificación, como la ley no ha definido en que consiste ésta, se ha
fallado que debe ser entendida en un sentido natural y obvio, y la
constituirán todos los actos del tercero que importen atribuirse la calidad
de deudor que se le ha otorgado. La única limitación que han impuesto
nuestros tribunales es que si la obligación versa sobre bienes raíces o
derechos reales constituidos en ellos, la ratificación debe otorgarse por
escritura pública.

Efectos de la promesa de hecho ajeno


Entre el promitente y el tercero no resulta ningún efecto, salvo los que
ellos hubieren convenido para que este último otorgue la ratificación.
La relación entre el acreedor y el tercero sólo tendrá lugar cuando éste
ratifique y entonces dependerá de la clase de obligación prometida. Como lo
destaca el Art. 1450 la obligación ella puede ser de dar, hacer o no hacer
alguna cosa.
Otorgada la ratificación, el deudor queda obligado como cualquier otro, y
procederá en su contra la ejecución forzada y la indemnización de perjuicios
si no cumple.
Lo que nunca faltará en la promesa del hecho ajeno es la responsabilidad del
promitente. Ya que éste contrae una obligación de hacer, obtener la
ratificación.
Si el promitente fracasa en su intento de obtener la ratificación del
tercero, el acreedor no podrá obtener el cumplimiento forzado de la deuda,
pues no habrá forma alguna de obligar al tercero a ratificar. Por ello es
que el Art. 1450 da acción al acreedor para obtener que el promitente le
indemnice los perjuicios del incumplimiento.
Sin embargo, es posible que al respecto se presente una situación dudosa,
que la obligación prometida pueda cumplirse por el propio promitente u otro
tercero distinto del ofrecido en el contrato.

¿estará el acreedor obligado a aceptar esa forma de


En tal caso,
cumplimiento?
La mayoría de la doctrina ha señalado que no es posible obligar al acreedor
a aceptar otra forma de cumplimiento. Ello en virtud de lo establecido en
el propio Art. 1450 que señala el efecto de la no ratificación, y el

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 271


principio de la identidad del pago que consagra el Art. 1569, el acreedor no
puede ser obligado a recibir otra cosa que la debida, y el pago debe hacerse
de conformidad al tenor de la obligación.

AUTOCONTRATO O CONTRATACIÓN CONSIGO MISMO

Es el contrato que celebra una persona consigo mismo, sin que sea necesaria
la concurrencia de la voluntad de otra persona y en el que quien lo celebra
actúa como ambas partes en forma simultánea.
Dicho de otra forma, la figura del autocontrato se presenta cuando una misma
persona interviene en un negocio jurídico invistiendo dos o más calidades
jurídicas diversas.
La autocontratación está regulada en el Código Civil, lo que hizo Andrés
Bello es simplemente, consignar en algunos artículos que estaba prohibida o
que podría llevarse a cabo cumpliendo ciertos requisitos, Arts. 410, 412,
1796, 1799, 1800 y 2144.
En Chile está permitido el autocontrato, sin perjuicio, que existan
diferentes teorías para explicar su naturaleza.

Puede darse en dos casos:


1. Cuando el contratante actúa por sí mismo y a la vez como
representante legal o contractual de otra persona, y
2. Cuando el contratante concurre en el mismo acto como representante
legal o convencional de dos o más personas naturales o jurídicas.
La circunstancia de que una misma persona intervenga representando intereses
contrapuestos es lo que ha motivado el rechazo a la institución.

En nuestra legislación se admite el autocontrato, con dos condiciones:

1º Que no esté legalmente prohibido,


Tal como ocurre en el Art. 412, que dice, “Por regla general,
ningún acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés el
tutor o curador, o su cónyuge, o cualquiera de sus ascendientes o
descendientes, o de sus hermanos, o de sus consanguíneos o afines hasta el
cuarto grado inclusive, o alguno de sus socios de comercio, podrá
ejecutarse o celebrarse sino con autorización de los otros tutores o
curadores generales, que no están implicados de la misma manera, o por el
juez en subsidio.
Pero ni aun de este modo podrá el tutor o curador comprar bienes
raíces del pupilo, o tomarlos en arriendo; y se extiende esta prohibición a
su cónyuge, y a sus ascendientes o descendientes”.
En el mismo sentido el Art. 1.800, en relación con el Art. 2144
para los mandatarios, albaceas y síndico para la venta de cosas que hayan de
pasar por sus manos; en los Arts. 57 y 58 del Código de Comercio, para los
corredores, etc.

2º Que haya sido autorizado expresamente, o no exista conflicto de


intereses
Se ha discutido la naturaleza jurídica de la autocontratación,
pues hay quienes niegan que sea realmente un contrato. Estos afirman que es
un acto jurídico unilateral, ya que concurre una sola voluntad.
Esto no es así, puesto que en la autocontratación concurren dos
o más voluntades, únicamente que representadas por una sola persona.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 272


Casos de autocontratación

a. Representante de una persona natural


Las guardas, es la denominación genérica, la tutela dice relación
con los impúberes y la curatela con los demás incapaces, Arts. 410 y 412.
Estos artículos dicen que está prohibido a los guardadores
contratar consigo mismo cuando este afecte el patrimonio del pupilo. Ambas
disposiciones las permiten cumpliendo ciertas condiciones excepcionales.
Art. 410. El tutor o curador podrá cubrir con los dineros del
pupilo las anticipaciones que haya hecho a beneficio de éste, llevando los
intereses corrientes de plaza, mas para ello deberá ser autorizado por los
otros tutores o curadores generales del mismo pupilo, si los hubiere, o por
el juez en subsidio.
Si el pupilo le fuere deudor de alguna especie, raíz o mueble, a
título de legado, fideicomiso, o cualquier otro, será preciso que la
posesión de ella se dé al tutor o curador por los otros tutores o curadores
generales, o por el juez en subsidio.
Art. 412. Por regla general, ningún acto o contrato en que directa
o indirectamente tenga interés el tutor o curador, o su cónyuge, o
cualquiera de sus ascendientes o descendientes, o de sus hermanos, o de sus
consanguíneos o afines hasta el cuarto grado inclusive, o alguno de sus
socios de comercio, podrá ejecutarse o celebrarse sino con autorización de
los otros tutores o curadores generales, que no estén implicados de la
misma manera, o por el juez en subsidio.
Pero ni aun de este modo podrá el tutor o curador comprar bienes
raíces del pupilo, o tomarlos en arriendo; y se extiende esta prohibición a
su cónyuge, y a sus ascendientes o descendientes.

b. Padre o madre y el hijo de familia, entre cónyuges no


divorciados
Si hay contratación entre el padre y el hijo sujeto a patria
potestad hay contraposición de intereses, es nula de nulidad relativa.
Cuando no hay oposición de intereses es válida (el padre contrata un
seguro de vida, el padre actúa por si y respecto del hijo).

Art. 1796. Es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no


divorciados perpetuamente, y entre el padre o madre y el hijo sujeto a
patria potestad.

c. Mandatario de una persona natural


Para saber si el autocontrato es posible o no, hay que ir a la
fuente del mandato. Si en ella está autorizada la autocontratación, se
puede.
Si nada dice, el autocontrato NO es válido, el mandatario NO puede
celebrar consigo mismo el contrato que fue objeto del mandato (el mandatario
puede comprar para sí los bienes que el mandante le mandó vender), Arts. 2144 y 2145.

Art. 2144. No podrá el mandatario por sí ni por interpuesta


persona, comprar las cosas que el mandante le ha ordenado vender, ni vender
de lo suyo al mandante lo que éste le ha ordenado comprar, si no fuere con
aprobación expresa del mandante.
Art. 2145. Encargado de tomar dinero prestado, podrá prestarlo él
mismo al interés designado por el mandante, o a falta de esta designación,
al interés corriente; pero facultado para colocar dinero a interés, no
podrá tomarlo prestado para sí sin aprobación del mandante.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 273


d. Caso de la persona que actúa por si misma, pero como
titular de 2 patrimonios distintos o fracciones
patrimoniales distintas

Art. 1799. No es lícito a los tutores y curadores comprar parte


alguna de los bienes de sus pupilos, sino con arreglo a lo prevenido en el
título De la administración de los tutores y curadores.
Art. 1800. Los mandatarios, los síndicos de los concursos, y los
albaceas, están sujetos en cuanto a la compra o venta de las cosas que hayan
de pasar por sus manos en virtud de estos encargos, a lo dispuesto en el
artículo 2144.

Naturaleza jurídica del autocontrato


Al respecto existen 3 teorías:

1ª Teoría
Es un acto jurídico unilateral (Alessandri), porque falta uno de los
requisitos para considerarlo un contrato, ya que no existen dos
voluntades distintas o antagónicas, sino que hay una sola voluntad
que representa a dos partes.

2ª Teoría
Es un contrato de naturaleza especial (Claro Solar), porque en el
caso del autocontrato la figura que subyace es la de la
representación, en que el representante manifiesta la voluntad del
representado y la propia.
Existen 2 voluntades distintas, por tanto es un contrato.

3ª Teoría
Es un contrato propiamente tal (Jorge Lopez Santa María), ya que es
perfectamente posible que una misma voluntad se desdoble y actúe
en nombre de distintos titulares, de manera tal que sí existirían
dos voluntades distintas y antagónicas.

SUBCONTRATO O CONTRATO DERIVADO

Es un contrato dependiente porque se celebra en el marco de un contrato


principal, si no hay contrato principal no puede haber subcontrato, y si
aquel termina, también termina el subcontrato.

El subcontrato es un nuevo contrato derivado y dependiente de otro contrato


previo de la misma naturaleza.

El contratante original no tiene injerencia en el subcontrato y quien


celebra el subcontrato sigue respondiéndole al contratante original.

Los requisitos del contrato original es que debe ser de tracto sucesivo y,
además, no debe importar transferencia de dominio, porque si así lo fuera el
contrato que celebre el adquiriente seria un nuevo contrato y no un
subcontrato.

Casos de subcontratos
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 274
- el subarrendamiento, Arts. 1946, 1963 y 1973, a los que cabe
añadir el Art. 5º de la Ley Nº 18.101 sobre arrendamientos de predios
urbanos;
- la delegación del mandato, Arts. 2135, 2136 y 2138;
- la subfianza, Arts. 2335, 2360, 2366 y 2380;
- el contrato de construcción por suma alzada, cuando el
empresario o constructor encarga a terceros la realización de
determinadas obras, Art. 2003 Nº 5;
- el contrato de sociedad, cuando uno de los socios forma con su
parte social otra sociedad particular con un tercero, Art. 2088;
- el contrato de transporte terrestre, Art. 168 C. de C.;
- el mandato del comisionista, Arts. 261 al 267, 322 y 330 C. de
C.

El progreso ha ido poniendo de actualidad la figura del subcontrato, a veces


imprescindible para concretar tareas de gran envergadura económica, como la
construcción de autopistas o de grandes empresas.
No obstante la proliferación de los contratos encadenados o vinculados entre
sí, el ámbito específico de la subcontratación reconoce restricciones, el
contrato base debe necesariamente reunir ciertas características para que la
subcontratación sea procedente.

Características que debe tener el contrato base


 No es posible la subcontratación si el contrato base es de
ejecución instantánea, el contrato base debe ser de ejecución diferida
o de tracto sucesivo.

 El contrato base no debe ser traslaticio de dominio.

Partes en la subcontratación
1. El primer contratante, sólo es parte en el contrato base o contrato
inicial.
2. El segundo contratante o intermediario, es parte en ambos
contratos, es decir, en el contrato base y en el subcontrato.
3. El tercer contratante, ajeno al contrato base, celebra el
subcontrato con el intermediario.

De modo que desde un punto de vista subjetivo, el fenómeno global de la


subcontratación presupone tres partes, aunque naturalmente sólo hay dos
partes para cada uno de los eslabones de la cadena.

Desde un punto de vista objetivo, aparece la dependencia al contrato base


del subcontrato.
El subcontrato nace modelado y limitado por el contrato base. Como el
intermediario da origen al subcontrato usando su posición de parte en el
primer contrato (contrato base), él debe actuar exclusivamente con los derechos
y obligaciones que el contrato base le otorga, luego, las prestaciones a las
cuales se obligan el segundo y tercer contratante deben ser de igual
naturaleza que las prestaciones derivadas del primer contrato.

CESIÓN DE CONTRATO

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 275


Doctrinariamente, el contrato es más que un vínculo jurídico, porque el
contrato llega a ser incluso una entidad económica que puede ser objeto de
actos jurídicos que permitan que el contrato circule en el comercio humano.

Se sostiene que a pesar de que las partes quedan determinadas cuando el


contrato se celebra, esto no importa que estas partes sean inalterables
hasta el término del contrato, puede haber modificaciones objetivas en él,
también puede haber modificaciones subjetivas a nivel de las partes, en
virtud de la subrogación personal, cuando un 3º ajeno reemplaza a una de las
partes.

La cesión del contrato, es la transmisión voluntaria o forzosa


por medio de la cual un contratante cede a un 3º su calidad de
tal y éste la asume, colocándose en la misma posición jurídica.

El cedente o transmitente requiere, en algunos casos, la conformidad expresa


o tácita del otro contratante en la relación original.

En virtud de la cesión, todo el contrato pasa íntegramente de un contratante


a un 3º que no era parte de la relación jurídica original.

La cesión del contrato es el traspaso por uno de los contratantes a un


tercero de su íntegra posición jurídica en un contrato determinado. Con la
necesaria concurrencia de la voluntad de su cocontratante primitivo. El
cedente traspasa al cesionario todos sus derechos y todas sus obligaciones
derivados de un contrato. El cesionario pasa a ocupar la misma situación que
tenía el cedente, como si hubiera sido contratante inicial, desapareciendo
definitivamente el cedente del escenario del contrato.
En la cesión de contrato se opera un traspaso total del haz de derechos y de
las obligaciones del cedente. Por eso es condicón sine qua non no sólo el
consentimiento del cedente y del cesionario, sino que también el del
cocontratante del cedente. Este cocontratante, en virtud de la cesión, pasa
a ser contraparte del cesionario.
En la cesión de contrato participan las siguientes personas o partes:
1. El contratante cedido, o simplemente “cedido”, que es parte en el
contrato originario u original o contrato base, pero por la cesión
de contrato verá cambiada a su contraparte en dicho contrato por un
3º que no era parte originariamente, y que pasará a serlo por efecto
de la subrogación que tendrá lugar entre el cocontratante originario
y dicho tercero.
2. El “cedente”, que era parte del contrato originario, y dejará de
serlo por efecto de la cesión de contrato, pues será subrogado por
un tercero en su posición contractual. El cedente es aquel que va a
traspasar su posición contractual íntegramente a este 3º, que no era
parte en la relación original.
3. El “cesionario”, quien originariamente es un tercero al contrato
base, pero asumirá la posición de parte en él, por el hecho de
subrogar al cedente en su posición contractual, tendrá como
contraparte al cedido.

PARALELO DE LA CESIÓN DE CONTRATO CON OTRAS FIGURAS JURÍDICAS

1. Cesión de contrato con Cesión de crédito

En la cesión de créditos lo que se traspasa es el aspecto activo de la


relación contractual y el aspecto pasivo es inalterable, al deudor,
generalmente, le va a ser indiferente quien sea su acreedor. No se requiere
el consentimiento del deudor para que sea válida.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 276
En cambio, en la cesión de contrato se cede la totalidad de la posición
contractual (aspecto activo y pasivo).

La cesión de crédito es posible ejecutarlo siempre, ya sea que el


crédito tenga como fuente el contrato, cuasicontrato, delito o cuasidelito.

En cambio, la cesión de contrato solo tiene lugar en una relación


contractual.

2. Cesión de contrato con Asunción de deudas

En la Asunción de deudas se cede solo el aspecto pasivo, y el activo


queda inalterable.

En cambio, en la cesión de contrato se cede la totalidad de la posición


contractual (aspecto activo y pasivo).

El campo de aplicación de la asunción de deudas es todo el campo del


derecho de las obligaciones, cualquiera que sea la fuente, en tanto que el
campo de aplicación de la cesión de contrato es tan sólo el de las
relaciones contractuales.

3. Cesión de contrato con el Subcontrato

En ambos, cesión de contrato y subcontrato, se produce el traspaso de


alguna o algunas facultades de un contratante a un 3º ajeno a la relación
contractual originaria. Además, en ambas figuras existe un contrato base u
originario.

En el subcontrato el vínculo obligacional sigue obligando al que


subcontrató, no se produce una desvinculación.

En cambio, en la cesión de contrato, el cedente desaparece de la


relación contractual.

4. Cesión de contrato con la Novación subjetiva

En la novación subjetiva se sustituye al acreedor o al deudor por otro,


se extingue la nueva obligación y nace una nueva.

En la cesión de contrato, la relación contractual original es


inalterable, el cedente desaparece completamente.

ÁMBITO DE APLICACIÓN o REQUISITOS

Doctrinariamente la cesión de contrato, para que tenga aplicación y sea de


interés para el 3º y las partes, deben concurrir los siguientes requisitos:

1º Contrato bilateral, o bien un contrato sinalagmático imperfecto, ya


que si el contrato fuera unilateral no sería interesante la cesión de
contrato porque para ello bastaría la cesión de derechos, lográndose
el mismo efecto.

2º Contrato de ejecución diferida, si el contrato es de ejecución


instantánea no tiene interés la cesión de contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 277


3º Deben existir obligaciones pendientes de cumplimiento para ambas
partes, el interés para el cesionario es que al sustituirse el
cedente, pueda todavía exigir el cumplimiento de la obligación.

CESIÓN DE CONTRATO EN EL DERECHO CHILENO

En el Derecho chileno ha existido resistencia para aceptar en principio la


cesión de contrato, por haberse estimado que los actos jurídicos deben
recaer necesariamente sobre cosas corporales o incorporales, y haberse
sostenido que el contrato carece de carácter de cosa en el sentido referido.
En efecto un contrato no tiene un ser real ni puede ser percibido por los
sentidos, como las cosas corporales, Art. 565, y tampoco consiste en meros
derechos reales o personales, como las cosas incorporales, Arts. 565 y 576.
Por otra parte, toda declaración de voluntad, como lo es la cesión de
contrato, debe recaer sobre un objeto lícito, y pueden ser objeto de ella
una o más cosas que se trate de dar, hacer o no hacer.
El contrato al no ser cosa en el sentido indicado, no podría ser objeto de
ninguna declaración de voluntad. Sin embargo, se ha combatido esta posición
indicándose que nuestro ordenamiento no ha definido la palabra “cosa”.
No habiendo definición legal de “cosa”, corresponde aplicar el Art. 20, y
entender por cosa lo que señale el sentido natural y obvio, según el uso
general de dicha palabra.
En este sentido, cosa es “todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o
espiritual, natural o artificial, real o abstracta”, con excepción tan sólo
de las personas.
Obsérvese el empleo de la expresión “entidad”, que proviene de “ente”, lo
que significa “lo que es, existe o puede existir”.
En estos entendidos, el contrato tiene sin duda el carácter de cosa, puesto
que se trata de un ente que existe, y tiene por tanto aptitud para ser
objeto de un acto o declaración de voluntad.
El objeto de un acto jurídico no tiene que ser necesariamente una cosa
corporal o incorporal, en los términos señalados por los Arts. 565 y 576,
todo lo que tiene entidad, todos los entes, y entre ellos los contratos,
tienen calidad suficiente para ser objeto de un acto o declaración de
voluntad.

En nuestra legislación hay algunos casos en que la cesión es obligatoria,


otros en que no es posible lograrlo y otro grupo en que se autoriza la
cesión.

1. Cesión forzosa.

- Sucesión hereditaria

- Contrato de arrendamiento

- Contrato de seguro

2. Cesión prohibida.

3. Cesión autorizada por ley.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 278


1. Cesión forzosa

a. Sucesión hereditaria (Art. 1097).

Los herederos del testador lo suceden en todos sus derechos y


obligaciones transmisibles, representan al testador, así si el testador
había celebrado un contrato, sus herederos lo reemplazan en su posición
jurídica de contratante.

Art. 1097. Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que
se les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y obligaciones
transmisibles.
Los herederos son también obligados a las cargas testamentarias,
esto es, a las que se constituyen por el testamento mismo, y que no se
imponen a determinadas personas.
Los herederos suceden al causante en su calidad jurídica, puesto
que pasan a representarlo, y dentro de esta calidad jurídica, lo suceden en
la calidad de contratante, sin que para ello se requiera de la voluntad de

quien contrató con su causante.

En consecuencia, esos herederos podrán exigir a quien contrató con


el causante el cumplimiento íntegro de todas las obligaciones emanadas del
contrato, y podrán ser compelidos por éste al cumplimiento de todas aquellas
que pesaban sobre el causante, a prorrata de sus respectivas cuotas
hereditarias.

Es decir, los herederos han pasado a subrogar al causante en la


posición jurídica que éste tenía y que emanaba del contrato, y le han
sucedido en dicha posición, con excepción de aquellos contratos de carácter
personalísimo.

b. Contrato de arrendamiento

El adquirente de la cosa arrendada va a tener que respetar el


contrato de arrendamiento, recibe el contrato con todas sus obligaciones,
pasa a ocupar la posición contractual del cedente pero va a tener que
respetar el contrato de arrendamiento sólo en los casos del Art. 1962.

Art. 1962. Estarán obligados a respetar el arriendo:


1.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador
por un título lucrativo;
2.º Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador, a
título oneroso, si el arrendamiento ha sido contraído por escritura
pública; exceptuados los acreedores hipotecarios;
3.º Los acreedores hipotecarios, si el arrendamiento ha sido
otorgado por escritura pública inscrita en el Registro del Conservador
antes de la inscripción hipotecaria.
El arrendatario de bienes raíces podrá requerir por sí solo la
inscripción de dicha escritura.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 279


El adquirente de la cosa dada en arriendo deberá respetar un

contrato en el cual él no fue parte, sólo en los casos establecidos en la

disposición referida.

El contrato se le traspasa íntegro, con todas sus cargas, derechos

y particularidades, el adquirente asume la calidad jurídica de

contratante, en un contrato en que no era parte, y aún contra su

voluntad.

c) contrato de seguro

Si se transmite el domino de la cosa asegurada, el seguro continúa


vigente en beneficio de quien haya adquirido la cosa asegurada, sin
necesidad de cesión, Art. 530 C. de C. A menos que conste que el seguro fue
consentido por el asegurador en consideración a la persona asegurada.

2. Cesión prohibida

a) Contrato intuito personae

Los contrato intuito personae se celebran en consideración a las


características personales de la contraparte, por ello no se pueden ceder
(mandato, confección de una obra de arte por un artista específico).

La misma razón existe para negar la posibilidad de ceder un


contrato intuito personae, aunque intervengan las voluntades de sus dos
parte originarias y la del cesionario.
Un contrato que se ha celebrado en consideración a una persona
determinada, por los atributos o características propias de la misma persona
no puede ser cedido a otra persona que no tiene esos atributos o
características, porque se desnaturaliza de tal manera que se convierte en
un contrato diferente.

b) Contrato de mandato
El Art. 2135 señala 4 situaciones:

 Delegación prohibida.

 Las partes nada dijeron respecto de la delegación.

 Delegación autorizada, pero el mandante no indicó la


persona del delegado.

 El mandante autoriza la delegación e individualiza


al delegado.

Art. 2135. El mandatario podrá delegar el encargo si no se le ha


prohibido; pero no estando expresamente autorizado para hacerlo, responderá
de los hechos del delegado, como de los suyos propios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 280


Esta responsabilidad tendrá lugar aun cuando se le haya conferido
expresamente la facultad de delegar, si el mandante no le ha designado la
persona, y el delegado era notoriamente incapaz o insolvente.

b.1 Delegación prohibida

El mandante ha prohibido al mandatario que delegue el


mandato, en este caso no puede haber cesión y si el mandatario llegara a
delegar va a infringir el contrato y queda expuesto a indemnizar perjuicios.

b.2 Nada se dice en el mandato

Si el mandante nada dice respecto a la delegación, el


mandatario puede delegar el mandato, pero responderá de los hechos del
delegado como de los suyos propios, no hay cesión del contrato sino que hay
subcontrato.

b.3 Delegación autorizada sin indicar el delegado

Si el mandante autorizó expresamente al mandatario para


delegar el mandato, pero no se señaló la persona del delegado, se puede
delegar el mandato.

Pero si el delegado es notoriamente incapaz o insolvente, el


mandatario va a responder de los hechos del delegado como de los suyos
propios, en este caso también habrá subcontratación por que el mandatario
sigue respondiendo.

Si el delegado es persona capaz y solvente, entonces,


estamos en presencia de una cesión de contrato, ya que el mandatario cedente
queda libre de responsabilidad frente a su mandante.

b.4 Delegación autorizada con indicación del delegado

Cuando el mandante autoriza expresamente al mandatario para


delegar el mandato y señala la persona del delegado, conforme al Art. 2137,
surge un nuevo mandato en el que las partes son el mandante y el delegado no
hay subcontratación, ni cesión de contrato.

El contrato primitivo se extingue y nace uno nuevo.

Este nuevo mandato sólo puede ser revocado por el mandante,


no se extingue por la muerte del mandatario.

El delegado responde directamente al mandante y el


mandatario primitivo queda libre de su obligación.

En el mandato, por regla general, no cabe la cesión, pero cabría cuando el


mandante autorizó la delegación y el mandatario la hizo en una persona capaz
y solvente, así el mandatario desaparece de la relación contractual.

3. Cesión autorizada por la ley

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 281


a. Ejercicio de la acción oblicua o subrogatoria por un acreedor, en
estos casos la ley autoriza a un 3º para subrogar a un contratante
aun contra la voluntad de dicho contratante

En relación con la prelación de créditos y los derechos de los


acreedores el Art. 2466 en su inc. 2º, expresa, “(los acreedores) …Podrán
asimismo subrogarse en los derechos del deudor como arrendador o
arrendatario, según lo dispuesto en los Artículos 1965 y 1968”
Cuando el deudor inviste la calidad de arrendador o arrendatario
lo subroga el acreedor en sus derechos.

Art. 1965. Si por el acreedor o acreedores del arrendador se


trabare ejecución y embargo en la cosa arrendada, subsistirá el arriendo, y
se substituirán el acreedor o acreedores en los derechos y obligaciones del
arrendador.

Si se adjudicare la cosa al acreedor o acreedores, tendrá lugar


lo dispuesto en el artículo 1962.
Art. 1968. La insolvencia declarada del arrendatario no pone
necesariamente fin al arriendo.
El acreedor o acreedores podrán substituirse al arrendatario,
prestando fianza a satisfacción del arrendador.
No siendo así, el arrendador tendrá derecho para dar por
concluido el arrendamiento; y le competerá acción de perjuicios contra el
arrendatario según las reglas generales.
De tal manera que cuando el deudor no ha ejercido sus derechos
sobre sus deudores, el acreedor o acreedores están autorizados por la ley,
en caso de ejercitar la acción subrogatoria u oblicua, para ocupar la
posición contractual de su deudor en su calidad de arrendador, y ejercer los
derechos y acciones derivados del contrato de arrendamiento, el cual
subsiste.
También en el caso de insolvencia declarada del deudor, el

acreedor o acreedores pueden ocupar la posición de su deudor arrendatario,

en el contrato de arrendamiento celebrado por éste, y ejercer todos los

derechos y acciones derivados del mismo. El contrato subsiste también en

esta hipótesis.

En los dos casos el acreedor o acreedores han asumido la calidad

jurídica de contratantes, en un contrato en que no eran parte, y normalmente

contra la voluntad de una de las partes de ese contrato, por ser esa parte

deudor de tales acreedores.

El Prof. Abeliuk considera que en la especie se está en presencia

de un “traspaso de contrato”, por cuanto la cesión de contrato debe ser

voluntaria.

b. La ley autoriza a las partes para ceder el contrato

b.1 En el contrato de arrendamiento


Art. 1946. El arrendatario no tiene la facultad de ceder
el arriendo ni de subarrendar, a menos que se le haya expresamente

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 282


concedido; pero en este caso no podrá el cesionario o subarrendatario usar
o gozar de la cosa en otros términos que los estipulados con el
arrendatario directo.
De manera que si bien el arrendatario no tiene naturalmente
la facultad de ceder el contrato de arrendamiento, no existe ningún
inconveniente para que esa facultad se le conceda por medio de una cláusula
especial.

b.2 Contrato de sociedad


La condición de socio se puede ceder a otra persona para
que asuma su carácter de socio, siempre que se cumplan los requisitos que
exige la ley para las distintas clases de sociedades que contempla nuestro
ordenamiento jurídico.
Con el consentimiento unánime de los socios, uno de los
socios primitivos puede perfectamente ceder su posición contractual a un 3º,
traspasándole todos los derechos y obligaciones derivados de esa posición, y
desligándose en adelante de toda relación con la sociedad.

b.3 Contrato de seguro


La ley permite que se pueda reemplazar tanto al asegurado
como al asegurante, se autoriza la cesión, tanto por el asegurador como por
el asegurado (D.F.L. Nº 251).
Al margen de los casos anteriores, hay cesión de contrato en el contrato de
transporte, en algunos contratos administrativos, etc.

La mayoría de la doctrina es conteste en que en el derecho chileno es


posible efectuar una cesión de contrato, por que no existe norma expresa que
lo prohíba.

PERFECCIONAMIENTO EN LA CESIÓN DE CONTRATO

Para algunos autores la cesión de contrato es un negocio jurídico unitario


con individualidad propia, pero de carácter trilateral, pues éste se
perfecciona por la conjunción de tres voluntades, el consentimiento de las
tres partes, el cedido, el cedente y el cesionario.

El contrato cedido puede ser cualquier contrato en que está permitido


hacerlo y que pueda ser objeto de un contrato de cesión de contrato.

CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE CESIÓN DE CONTRATO

1. Negocio jurídico trilateral.

2. Innominado.
3. Consensual, por regla general.
4. Gratuito u oneroso.
5. Si es oneroso, generalmente, es Conmutativo.
6. Unilateral o bilateral, considerando el número de partes que
resultan obligados.
7. De ejecución instantánea.
8. Es un acto de disposición.

EFECTOS DEL CONTRATO DE CESIÓN DE CONTRATO

Los efectos se verifican en:


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 283
 cada una de las tres partes, en el cedente, en el
cesionario y en el cedido.

 entre el cedente y el cedido.

 entre el cedido y el cesionario.

 entre el cedente y el cesionario.

a.1 El cedente

El cedente transfiere su posición jurídica contractual al cesionario,


incluyendo todos los derechos y obligaciones principales, todos los derechos
potestativos, facultades, acciones, excepciones, garantías, deberes y
obligaciones secundarios.

El cedente debe conservar su posición contractual hasta el momento en


que lo transfiera y no puede ejecutar actos que desmejoren o terminen su
posición contractual.

El cedente está obligado a garantizar la existencia y validez de la


relación contractual originaria que se cede, del contrato cedido. Si el
contrato cedido fuere inexistente, el contrato de cesión carecería de
objeto.

Una vez hacha la tradición de su posición contractual, el cedente


habrá cumplido con la obligación contraída y el contrato quedará transferido
al cesionario

a.2 El cesionario

Si el contrato de cesión es oneroso el cesionario adquiere la


obligación de pagar al cedente la retribución convenida.

Una vez transferido el contrato éste pasa a ocupar la posición del


cedente.

a.3 El cedido

Una vez transferido el contrato éste va a ver modificada su


contraparte y frente al cesionario va a resultar obligado.

Desde el momento de la tradición entre cedente y cesionario deberá


ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones ante la nueva contraparte,
el cesionario.

b. Efectos entre el cedente y el cedido

Si el cedente queda liberado de la relación contractual básica


desaparece del contrato.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 284


Si no queda liberado el cedente pasa a ser fiador solidario o
subsidiario, según la cesión, frente al cumplimiento de las obligaciones por
parte del cesionario.

Así el cedido va a poder exigir indistintamente el cumplimiento del


cesionario o del cedente.

c. Efectos entre el cedido y el cesionario

Perfeccionada la cesión y transferido el contrato, el cesionario ocupa


la posición jurídica del cedente, por lo tanto el cesionario es contraparte
del cedido.

d. Efectos entre el cedente y el cesionario

El cesionario pasa a reemplazar la posición jurídica del cedente en el


contrato.

TRANSFERENCIA DE LA POSICIÓN CONTRACTUAL

1º Si el contrato consta en un documento que se ha emitido a la orden o al


portador, la transferencia se efectúa por el endoso o por la simple entrega
del documento en que conste el contrato (contrato de seguro).

2º Si la ley ha señalado una forma específica de transferir el contrato,


ella se realiza así (cesión de una cartera de seguros de una entidad aseguradora a otra).

3º Si el contrato cedido no consta en documento que pueda circular por


simple endoso, o bien, si la ley no da reglas, la transferencia se hace por
regla general según la tradición, así que se hace por la entrega del título
que revestirá la forma del contrato de cesión de contrato.

CONTRATOS PREPARATORIOS

Son aquellos que se celebran en forma previa a un contrato futuro que tiene
por objeto preparar o fijar las bases de la relación posterior.

Los caracteriza su transitoriedad y se celebran en consideración a la


existencia de un obstáculo legal, o bien un obstáculo fáctico que impide la
celebración actual del contrato futuro (promesa, cláusula compromisoria, contrato de
opción, la oferta completa e irrevocable que se hace a favor de la otra parte que lo declare

admisible, pero se reserva la facultad de celebrar el contrato posterior).

No es lo mismo que la oferta de celebración de un negocio jurídico.

Se clasifican en, nominados e innominados; y en generales y especiales.


Dependiendo de si tiene por objeto la celebración de una generalidad de
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 285
contratos o bien, si solo puede tener por objeto la celebración de uno en
particular (contrato de opción, es general; cláusula compromisoria, es especial).

El precontrato es una convención por la cual dos o más personas se


comprometen a realizar en tiempo futuro un determinado contrato, que en el
momento de celebrar esa convención no quieren o no pueden celebrar como
definitivo.
El contrato definitivo es el que se celebra cumpliendo con la obligación
generada por el contrato preparatorio.
Esta obligación de “hacer” consiste en extender o suscribir dentro de un
plazo o si se cumple una condición, el contrato futuro.
El carácter futuro del contrato definitivo explica o confiere sentido al
contrato preparatorio. Como el resultado económico que las partes aspiran a
lograr no es susceptible de alcanzarse de inmediato, sea, por obstáculos
legales, financieros o de otra naturaleza, ellas se vinculan jurídicamente
desde ya, a través de un contrato preparatorio, obligándose a celebrar
después el contrato definitivo que satisfará sus aspiraciones, una vez
subsanado el o los obstáculos actuales.
El más característico, importante y frecuente de los contratos preparatorios
es el contrato de promesa de celebrar un contrato, al que se
refiere el Art. 1554. Con frecuencia el contrato de promesa es una promesa
de compraventa, pero nada impide celebrar contratos de promesa de
arrendamiento, de mutuo, de transacción, etc. También es,
indiscutiblemente, contrato preparatorio el contrato de opción.
Según el Prof. Fueyo, el contrato de opción es un contrato preparatorio
general que consiste en la oferta unilateral de contrato que formula una de
las partes, de manera temporal, irrevocable y completa, a favor de la otra
que por el momento se limita a admitirla, reservándose libremente la
facultad de aceptarla. La opción de compra, para el arrendatario o usuario
de la cosa, es típica en el contrato de leasing.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 286


Los contratos preparatorios comparados con:

 Las negociaciones preliminares

Se asemejan en que ambos conducen a un negocio jurídico definitivo,


por el contrato preparativo es un contrato y las negociaciones preliminares
no lo son.

 Los contratos sujetos a plazo extintivo y a condición


resolutoria

Se asemejan en que ambos tipos de contratos son contraídas


obligaciones perfectas y definitivas, pero se distinguen en que el contrato
a plazo y el condicional son un contrato en si mismo y generalmente no
tienen por objeto la suscripción de otro contrato.

 La promesa de hecho ajeno

Ambos son contratos y la diferencia es que en la promesa se quiere


vincular en la relación contractual a un 3º, en cambio, el contrato
preparativo es un contrato en sí mismo, pero se circunscribe a las partes
que lo otorgan.

Características

1ª Tiene un contenido vinculatorio para las partes, no es una mera


oferta.

2ª Son transitorios, generalmente duran hasta la concurrencia de una


condición o plazo.

3ª Generan obligaciones de hacer.

4ª No constituyen títulos traslaticios de dominio, ni tampoco pueden


constituir derechos reales.

5ª Puede conducir a la celebración de un contrato definitivo, real,


solemne o consensual.

Requisitos

Existen 2 doctrinas:

1ª Doctrina

Debe cumplir con los mismos requisitos que el contrato definitivo,


los requisitos de existencia, validez y especiales de cada contrato.

2ª Doctrina

El contrato preparatorio debe cumplir con los requisitos de


existencia y validez propios de toda declaración de voluntad.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 287


Hay un requisito específico para todos los contratos preparativos que tiene
que ver con acatar la duración del contrato.

El contrato preparativo genera un vínculo obligacional, si las partes no


cumplen, los efectos que se deriven del incumplimiento son distintos según
la causa del incumplimiento.

1. Si el objeto se ha perdido debido a un caso fortuito o fuerza


mayor las obligaciones de las partes se extinguen, salvo que el
deudor haya estado en mora.

Si el objeto se perdió por la culpa del deudor la obligación


infringida se debe cumplir por equivalencia.

2. El contrato definitivo se incumple por que la cosa se enajenó, el


deudor debe indemnizar perjuicios.

3. Si el deudor se niega a cumplir, se aplica el Art. 1553 por que


sería una obligación de hacer.

Si el hecho debido es la suscripción de un instrumento, el


acreedor puede pedirle al juez que lo suscriba por el deudor.

Art. 532 CPC. Si el hecho debido consiste en la suscripción de un


instrumento o en la constitución de una obligación por parte del deudor,
podrá proceder a su nombre el juez que conozca del litigio, si, requerido
aquél, no lo hace dentro del plazo que le señale el tribunal.

CONTRATO DE PROMESA

El único artículo que habla sobre este contrato es el Art. 1554 y señala que
es aquel en que dos o más personas se comprometen a celebrar un contrato
futuro, reuniéndose los demás requisitos legales.

El contrato de promesa en cuanto contrato preparatorio que es, no se debe


confundir con la oferta de celebrar un contrato.

Siendo por si mismo un contrato tiene por objeto la celebración de otro


contrato, el contrato prometido. No es lo mismo el contrato de promesa que
el contrato prometido, son distintos, el prometido es el objeto contenido en
el contrato de promesa.

Art. 1554. La promesa de celebrar un contrato no produce obligación


alguna; salvo que concurran las circunstancias siguientes:

1.Que la promesa conste por escrito;


2.Que el contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaran
ineficaces;
3.Que la promesa contenga un plazo o condición que fije la época de la
celebración del contrato;

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 288


4.Que en ella se especifique de tal manera el contrato prometido, que
sólo falten para que sea perfecto, la tradición de la cosa, o las
solemnidades que las leyes prescriban.
Concurriendo estas circunstancias habrá lugar a lo prevenido en el artículo
precedente.

Se trata de un contrato de aplicación general, se puede celebrar un contrato


de promesa de celebrar cualquier contrato.

El contrato prometido puede ser un contrato tanto nominado como innominado.

Como contrato preparatorio que genera una obligación de hacer y tiene por
objeto la celebración de un contrato futuro, la celebración del contrato
prometido va a suceder a la promesa y la celebración encierra el
cumplimiento del contrato de promesa.

El contrato de promesa puede ser un contrato bilateral.

Requisitos

1º Debe constar por escrito, es solemne no requiere de escritura


pública, basta que sea privada. Si se omite, el contrato de promesa
es nulo.

2º El contrato prometido no debe ser de aquellos que la ley declara


ineficaces, no debe ser un contrato nulo, sino que debe ser válido.
Es decir, el contrato prometido debe estar permitido por las leyes,
debe ser posible de celebrar.

No sería eficaz el contrato prometido que tenga un objeto o causa


ilícitos, pues son requisitos de todo acto jurídico. Pero, un
contrato de promesa al que le faltaren elementos formales o externos,
sería válido, porque en cierto modo de lo que se trata es de llenar
las formalidades con posterioridad.

Si se llegara a celebrar un contrato de promesa de compraventa entre


el padre y el hijo sujeto a patria potestad, ese contrato prometido
sería nulo por que la ley lo prohíbe.

En el contrato de promesa pueden existir 2 tipos de nulidad:

a. La nulidad del contrato de promesa mismo


(nulidad absoluta y nulidad relativa).

b. La nulidad del contrato objeto del contrato de


promesa.

Hay dos situaciones especiales en jurisprudencia:

1ª ¿Que pasa si se promete celebrar un contrato de


Compraventa sobre un bien embargado por decreto judicial?

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 289


No es nulo el contrato de promesa porque no es un acto de
enajenación.

2ª ¿Que pasa si se promete celebrar un contrato de


Compraventa con un incapaz y no hay autorización
judicial?

La promesa es válida porque la autorización corresponde


al cumplimiento del contrato prometido y no del de
promesa.

3º Establecer plazo o condición en la promesa para celebrar el contrato


definitivo, las condiciones indeterminadas no cumplen este requisito,
sino que las condiciones determinadas son las que cumplen con este
requisito. La condición indeterminada no elegiría la época en que un
contrato se va a celebrar.

Esta circunstancia se ha establecido para que los contratantes sepan


a ciencia cierta cuándo deberá cumplirse el contrato prometido y que
no queden ligados contractualmente en forma indefinida.

Una promesa a la cual le falta un plazo o condición que fije la época


de celebración del contrato prometido, está viciada de nulidad
absoluta, nulidad que puede y debe ser declarada de oficio.

4º El contrato prometido debe estar especificado, de tal manera que para


que sea perfecto sólo debe faltar la tradición de la cosa y las
solemnidades. Se exige que las partes no puedan confundirse al
tiempo de celebrar el contrato prometido y celebrar un contrato
distinto, en este caso la tradición es simplemente la entrega de la
cosa y no la transferencia de dominio.

Discusión
Es necesario precisar el alcance de la expresión “se especifique de
tal manera el contrato prometido” ya que en torno a ella existe
disparidad de criterio entre los autores.
Algunos autores han sostenido que es necesario que el contrato
prometido esté prácticamente contenido en la promesa, preincluido en
ella, ya que sólo faltaría, para ser prefecto, la tradición de la
cosa o las solemnidades.
Así el Prof. Arturo Alessandri R. expresa que en la promesa la ley no
ha exigido que concurran en ella todos los requisitos del contrato
prometido y si bien exige casi su totalidad, deja también algunos
para después, o sea, para cuando se celebre.
Estos requisitos que la ley deja para el momento de celebrarse el
contrato prometido, son las solemnidades que las leyes prescriben y
la tradición de la cosa. Son los únicos elementos que pueden
omitirse en el contrato prometido. De modo que si se omite cualquier
otro que no sea alguno de esos dos, aquél ya no se especificaría,
como lo exige la ley, y la promesa, por consiguiente, no produciría
ninguna obligación.
En consecuencia, según esta doctrina, en la promesa el contrato
prometido debe identificarse de tal manera con ella, que sólo falten
para que sea perfecto, los requisitos de tradición o solemnidad,
según sea el caso.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 290


Para otros autores, Fernando Fueyo Laneri, entre otros, sostienen que
el contrato prometido queda suficientemente especificado si solo se
señala en la promesa sus elementos esenciales que permiten
distinguirlo de otros contratos, pudiendo omitirse los elementos de
su naturaleza, que la ley los presume, así como los meramente
accidentales.

Naturaleza jurídica de la promesa de contrato


De conformidad a lo establecido en el Art. 1554, se deduce que la promesa de
celebrar un contrato, es específico, es peculiar, porque es fuente de
derechos personales y obligaciones solamente entre las partes y cuyas
características principales son las siguientes:
a) es siempre solemne, por que debe constar por escrito, aun cuando
el contrato prometido sea consensual; y
b) es principal, o sea, totalmente independiente del contrato
prometido, no obstante la íntima relación que tiene con éste, de ser
antecedente suyo y porque existe válidamente, siempre que concurran a
su otorgamiento las circunstancias indicadas en el Art. 1554 y aún
cuando no llegue a celebrarse el contrato prometido.

En consecuencia, este contrato es solemne, principal, unilateral o


bilateral y nominado.

Características del contrato de promesa

1ª Contrato principal, subsiste por si solo no depende del cumplimiento


de la promesa.

2ª Contrato solemne, debe estar por escrito.

3ª Contrato unilateral o bilateral, dependiendo del número de partes


obligadas, generalmente, si el contrato prometido es bilateral, el
contrato prometido será bilateral.

¿Que pasa si el contrato prometido es bilateral y la promesa es


unilateral?

En este caso, la jurisprudencia ha dicho que esta promesa no sería válida


por que la ley en el Art. 1554 Nº 3 exige que el contrato prometido quede
especificado de tal forma que sólo falte para perfeccionarlo la tradición y
las solemnidades, y si en el contrato de promesa no consta el propósito de
ambas partes de obligarse, no se cumple el Nº 3, además, si una sola parte
se obliga el contrato prometido va a quedar expuesto a la facultad de la
parte que no se obliga e importaría la invalidez del contrato de promesa.

Art. 1478. Son nulas las obligaciones contraídas bajo una condición
potestativa que consista en la mera voluntad de la persona que se obliga.
Si la condición consiste en un hecho voluntario de cualquiera de las
partes, valdrá.

Efectos de la promesa

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 291


La promesa en nuestro derecho, es un contrato, o sea, sólo es fuente de
derechos personales u obligaciones. En consecuencia, no podemos concebir
que genere algún derecho real, es decir, que se ejerza directamente sobre la
cosa prometida.
Solo genera obligaciones de hacer, nunca de dar, inciso final del Art. 1554
relacionado con el Art. 1553 Nº 1.
Siendo entonces el efecto de la promesa una obligación de hacer, podrá el
acreedor instar a que se apremie al deudor para la ejecución del hecho
convenido y para que le indemnice los perjuicios derivados del
incumplimiento.
El apremio va a consistir en arrestos, sin perjuicio, del Art. 532 CPC, el
apremio va a constituir en fijar un plazo para cumplir la obligación y si no
lo hace dentro del plazo señalado por el tribunal, el juez la suscribe por
él.

Art. 532. Si el hecho debido consiste en la suscripción de un instrumento


o en la constitución de una obligación por parte del deudor, podrá proceder
a su nombre el juez que conozca del litigio, si, requerido aquél, no lo
hace dentro del plazo que le señale el tribunal.

Sintetizando, los efectos de la promesa serán distintos, conforme a las dos


posibilidades lógicas que se pueden presentar, cumplimiento voluntario de
ella por los contratantes o incumplimiento por cualquiera de ellos.

Cumplimiento voluntario
¿Qué persiguen los promitentes al pactar un contrato de promesa?, o sea,
¿Cuál es el efecto natural de este contrato?
La respuesta es obvia, el otorgamiento del contrato prometido, en la época
fijada por un plazo o condición.
Si están de acuerdo las partes en cumplir voluntariamente con lo convenido
en la promesa, esto es, celebrar el contrato prometido, se extingue la
promesa, y pasa a tener vida jurídica el nuevo contrato.

Incumplimiento de la promesa
¿Qué ocurre, entonces, si alguno de los promitentes no da cumplimiento
voluntario, oportuno y total a la promesa?
Se aplica el Art. 1554, en relación con el Art. 1553, que se refieren a la
ejecución forzada de la obligación de hacer.

Características de la acción para obtener el cumplimiento


Es mueble, transferible, transmisible, indivisible, prescriptible, ejecutiva
u ordinaria.
Es mueble, porque conforme al artículo 581º, los hechos que se deben, se
reputan muebles, aun cuando el contrato prometido verse sobre un inmueble,
puesto que no se reclama la entrega del bien raíz, sino el cumplimiento de
una obligación de hacer, o sea, celebrar el contrato prometido. En
consecuencia, es competente para conocer de la acción el juez del domicilio
del deudor.
Siendo una acción patrimonial y no existiendo ninguna norma prohibitiva al
respecto, es transferible y transmisible. Por la misma razón es
prescriptible.
La acción para exigir el cumplimiento del contrato de promesa, por recaer
sobre un hecho, es indivisible.
El cumplimiento del contrato de promesa puede efectuarse por la vía
ejecutiva u ordinaria, según sea que conste en un título ejecutivo o no.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 292


Promesa unilateral de celebrar un contrato bilateral

El problema que crea la unilateralidad o bilateralidad del contrato de


promesa, es un hecho que mira a si una o ambas partes contraen la obligación
de celebrar el contrato prometido, y la situación de esta promesa con
respecto al contrato que se promete ya sea unilateral o bilateral.
En esta materia pueden presentarse las siguientes situaciones, a saber:
a) promesa bilateral de un contrato bilateral;
b) promesa bilateral de un contrato unilateral; y
c) promesa unilateral de un contrato unilateral.

Estas tres situaciones no dan lugar a problemas jurídicos y han sido


aceptadas por la doctrina y la jurisprudencia.

No ocurre lo mismo con respecto de la promesa unilateral de celebrar un


contrato bilateral.
Se ha discutido largamente sobre la validez de la promesa unilateral de
celebrar un contrato bilateral.

La jurisprudencia, hasta fecha reciente, se había inclinado por la nulidad


de tales promesas. Los fundamentos para tal solución son los siguientes:
1. La ley exige que se especifique el contrato prometido de modo
que sólo falte para su perfeccionamiento la tradición o las
solemnidades legales.
Esta especificación no sería completa si no consta en la promesa
el propósito, la intención recíproca de obligarse.
2. Prometida la celebración de un contrato de compraventa de un
inmueble, la promesa debe expresar que una parte se obliga a
vender y la otra a comprar. De lo contrario, faltaría el
consentimiento recíproco de las partes.

Luis Claro Solar y Leopoldo Urrutia, sostienen la tesis contraria, es decir,


abogan por la validez de la promesa unilateral de un contrato bilateral, y
al efecto dan las siguientes razones:
1. La especificación del contrato prometido sólo tiende a
individualizarlo y hacerlo inconfundible con otro, pero no a
identificarlo. En una promesa unilateral de compraventa,
individualizadas las partes, señalada la cosa y fijado el
precio, el contrato futuro queda perfectamente especificado y no
es posible dudar de la clase de contrato que se trata.
2. No existen razones morales o jurídicas para prohibir las
promesas unilaterales.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 293


CONTRATO DE COMPRAVENTA

Art. 1793. La compraventa es un contrato en que una de las partes se


obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender
y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la cosa vendida, se llama
precio.

Características

1ª Consensual.
2ª Principal.
3ª Oneroso.
4ª Conmutativo.
5ª General.
6ª Es título traslaticio de dominio.
7ª Surgen derechos personales.

1ª Es consensual, generalmente, jamás será real, pero excepcionalmente


puede ser solemne en el caso del Art. 1801 inc. 2, este artículo habla
de la venta de bienes raíces, censos, servidumbres y de una sucesión
hereditaria.

Art. 1801. La venta se reputa perfecta desde que las partes han
convenido en la cosa y en el precio; salvas las excepciones
siguientes.
La venta de los bienes raíces, servidumbre y censos, y la de una
sucesión hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no
se ha otorgado escritura pública.
Los frutos y flores pendientes, los árboles cuya madera se vende, los
materiales de un edificio que va a derribarse, los materiales que
naturalmente adhieren al suelo, como piedras y sustancias minerales de
toda clase, no están sujetos a esta excepción.
El carácter consensual surge del inc. 1º del 1801, la compraventa se
reputa perfecta desde que las partes se ponen de acuerdo en la cosa y
en el precio.

2ª Es principal, subsiste por si solo.

3ª Es bilateral, es el ejemplo típico, ambas partes se obligan


recíprocamente, el vendedor y el comprador.

Las obligaciones del vendedor consisten en la entrega de la cosa y el


saneamiento de evicción, y las obligaciones del comprador consisten en
el pago del precio y recibir la cosa.

4ª Es oneroso, esto surge por el hecho de que ambas partes se gravan en


forma recíproca, la una en beneficio de la otra, ambas partes se
imponen un gravamen y ambas se benefician.

5ª Es conmutativo, las prestaciones de las partes se miran como


equivalentes.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 294
La compraventa, también puede tener el carácter de contrato aleatorio,
cuando versa sobre una cosa futura, situación que el código admite.

6ª De ejecución instantánea, por lo general, las prestaciones se realizan


de una vez.

Excepcionalmente, puede ser diferida (la venta de la producción de un


establecimiento y el comprador se obliga a entregar cierta cantidad de dinero, en fechas

determinadas).

7ª Es un título traslaticio de dominio, vale decir, es apto para adquirir


el dominio una vez que opere un modo de adquirir, que en este caso
corresponde a la tradición.

8º De la Compraventa no surge el derecho real de dominio, sino que surgen


sólo derechos personales.

El dominio solo se va a adquirir una vez que haya operado el modo de


adquirir y no su solo otorgamiento.

Requisitos o Elementos de la Compraventa

1. Consentimiento.

2. La cosa.

3. El precio.

1. Consentimiento

Es un elemento o requisito común a todos los actos jurídicos, se rige


por las reglas generales en materia de su formación y también en materia de
los vicios, formando así una causal de nulidad.

2. La cosa y el precio

Como elementos, vienen a ser el objeto de la obligación de las partes


en el contrato. La cosa es el objeto de la obligación del vendedor y el
precio es el objeto de la obligación del comprador.

En materia del objeto, se aplican las reglas generales que contiene el


código a propósito del objeto como requisitos de los actos jurídicos.

En cuanto a la capacidad para celebrar la compraventa, también se


aplican las reglas generales con algunas particularidades que el código
consagra en los Arts. 1796 a 1800.

El acuerdo de voluntades sobre la cosa y el precio debe llevar


aparejado el ánimo de cambio de estos objetos entre los contratantes. Ánimo
del vendedor de cambiar la cosa por el dinero, y por parte del comprador
ánimo de cambiar el dinero que entrega por la especie que recibe.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 295


Formas del contrato de Compraventa

Por cuanto la compraventa por regla general es consensual, se infiere que el


consentimiento de las partes debe recaer sobre 3 aspectos:

a. Al objeto.

b. Al precio.

c. A la venta misma.

a. en cuanto al objeto

Las partes tiene que estar de acuerdo en la identidad específica de la


cosa vendida, en consecuencia, no va a existir acuerdo entre las partes
respecto del objeto si las partes no están de acuerdo en ella, y tampoco
existirá acuerdo si las partes han concurrido en error en la calidad o
cantidad de la cosa.

Art. 1453. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae


sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una
de las partes entendiese empréstito y la otra donación; o sobre la
identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de
venta el vendedor entendiese vender cierta cosa determinada, y el comprador
entendiese comprar otra.
Art. 1454. El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando
la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o
contrato, es diversa de lo que se cree; como si por alguna de las partes se
supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es una masa de
algún otro metal semejante.
El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el
consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es el
principal motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha sido
conocido de la otra parte.

b. En cuanto al precio

Las partes van a estar de acuerdo en el precio cuando la suma de dinero


que el comprador paga por la cosa que compra, corresponde a la suma que el
vendedor debe recibir por la cosa que vende, vale decir, coincidencia con la
suma que constituye el precio.

Art. 1793. La compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar
una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero
que el comprador da por la cosa vendida, se llama precio.
Art. 1794. Cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se
entenderá permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.

c. En cuanto a la venta misma

Ambas partes deben entender que están celebrando una compraventa, no


debe haber error en el título.

Ventas forzadas

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 296


Son aquellas que tienen lugar por el ministerio de la justicia o como
consecuencia de un juicio ejecutivo que se realizan en pública subasta.

Esta venta forzada, a pesar de realizarse en el contexto de estas


circunstancias, se trata de un contrato de compraventa.

Sin embargo, existen diferencias entre las ventas forzadas y la compraventa


voluntaria:

1º En las ventas forzadas, la persona del vendedor es


representada por el juez, éste es quien manifiesta la
voluntad en orden a celebrar el contrato. En la
compraventa voluntaria es el propio vendedor quien la
manifiesta.

2º En las ventas forzadas el precio de la compraventa se


determina a partir de la pugna entre los interesados. En
las voluntarias el precio es determinado libremente por
las partes del contrato.

Carácter solemne de la compraventa

Se refiere al otorgamiento de escritura pública para que la venta se repute


perfecta, esto quiere decir que en el caso de la venta de los bienes del
inc. 2º del 1801, además de los requisitos generales, debe otorgarse
escritura pública.

Las solemnidades a las que puede estar sujeta la Compraventa pueden ser de 2
clases:

a. Legales.
- ordinarias
- especiales
b. Voluntarias.

Legales ordinarias

Son aquellas solemnidades que la ley exige tratándose de la compraventa de


ciertos bienes (bienes raíces).

Legales especiales

Son aquellas que la ley exige, pero, en consideración a quien celebra la


compraventa o en consideración a quien interviene en ella (venta de bienes que

pertenecen a incapaces).

Voluntarias

Son aquellas que las partes acuerdan libremente y que tienen la virtud de
hacer solemne un contrato que generalmente es consensual.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 297


Solemnidades legales ordinarias

Corresponde al otorgamiento de escritura pública.

Casos

1. En la compraventa de bienes raíces

La doctrina sostiene que la exigencia de escritura pública de


bienes raíces se debe a la importancia económica de los inmuebles. Además,
el contrato de compraventa es el título, y como en nuestro derecho de la
compraventa solo nacen derechos reales, se requiere un modo de adquirir para
transferir el dominio, requiere que el dominio de los bienes esté inscrito y
sucede que esta inscripción exige un instrumento auténtico o escritura
pública.

Si se atiende al Art. 1801 inc. 3º, surge como conclusión que la


exigencia de la solemnidad de escritura pública, solo es válida en la
compraventa de bienes raíces por naturaleza.

La venta de los bienes raíces por adherencia, por anticipación o


por destinación, se rigen por las reglas generales, vale decir, es
consensual.

2. Censos y servidumbres

En la compraventa de los censos y servidumbres, también debe


cumplirse la solemnidad de celebrarse por escritura pública, porque estos
derechos recaen sobre inmuebles.

3. Sucesión hereditaria

También se requiere el cumplimiento de la solemnidad de la


escritura pública, ya sea que se vendan todos los bienes de una sucesión
hereditaria o una cuota de ellos.

¿Que pasa si interviene en la Compraventa un mandatario?

La doctrina ha dicho que si se trata de alguno de los bienes del Art. 1081
inc. 1º y se actúa por medio de un mandatario, no se requiere que el mandato
conste por escritura pública, ya que el mandato es un contrato generalmente
consensual y que solo debe constar por escritura publica cuando la ley
expresamente lo exige (matrimonio por mandato).

A pesar de esto la mayoría de la jurisprudencia se ha uniformado en torno a


que en la compraventa de estos bienes, el mandato debe constar por escritura
pública, ya que si el contrato de compraventa debe cumplir con la solemnidad
de la escritura pública, el mandato también tiene que cumplirla.

Si se obra por mandatario sin escritura pública, la sanción es la nulidad


del contrato de compraventa por omisión de un requisito del acto mismo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 298


Tratándose de la compraventa de bienes raíces y considerando que la
compraventa es un título traslaticio de dominio que está sujeto a
inscripción posterior, para efectos que se materialice la tradición, surge
la interrogante de: ¿Cuál es la naturaleza o rol de la
inscripción?

La respuesta es que la inscripción del título en el


Conservador de Bienes Raíces no constituye una solemnidad propia de la
compraventa, vale decir, si se trata de la compraventa de bienes raíces, el
contrato estará perfecto en la medida que las partes se pongan de acuerdo en
el objeto, el precio y la escritura pública.

En consecuencia, la inscripción solo jugara el rol que la


ley le ha asignado, vale decir, la tradición, pero no constituye una
solemnidad.

Solemnidades especiales

2 casos:

1. Venta forzada ante la justicia.

2. Venta de bienes pertenecientes a incapaces.

1º Venta forzada ante la justicia o por el ministerio de la justicia

En general, las ventas forzadas deben cumplir con las solemnidades


procedimentales del CPC, es decir, tasación del bien, bases del remate,
publicación y que el juez sea quien realice el remate.

2º Venta de bienes pertenecientes a incapaces

Por lo general el código lo que exige es que se otorgue en forma previa


una autorización judicial y que la venta se realice en pública subasta (Arts.
255 y 393, estas normas se refieren a bienes inmuebles, pero se hacen aplicables a los

muebles).

Art. 255. No se podrá hacer donación de ninguna parte de los bienes


del hijo, ni darlos en arriendo por largo tiempo, ni aceptar o repudiar una
herencia deferida al hijo, sino en la forma y con las limitaciones
impuestas a los tutores y curadores.

Art. 393. No será lícito al tutor o curador, sin previo decreto


judicial, enajenar los bienes raíces del pupilo, ni gravarlos con hipoteca,
censo o servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles preciosos o que
tengan valor de afección; ni podrá el juez autorizar esos actos, sino por
causa de utilidad o necesidad manifiesta.

Solemnidades voluntarias
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 299
En virtud de ellas se transforma en solemne un contrato que es consensual.

Esta solemnidad voluntaria va a consistir en una escritura pública o en una


escritura privada.

En el Art. 1802, expresamente se permite el pacto de la solemnidad cuando se


trate de venta de bienes que no están sujetas a solemnidades legales, por lo
mismo, en el 1802, si las partes pactan una solemnidad voluntaria requiere
un pacto expreso respecto del cumplimiento de la solemnidad, de manera que
la solemnidad no es perfecta mientras no se otorgue una escritura pública o
una privada.

Si ha faltado la solemnidad y no se cumple el contrato, no estará


perfeccionado.

Las partes podrían retractarse de la celebración del contrato.

La retractación de las partes va a ser válida, en este caso, mientras no se


haya otorgado la escritura pública y, también será valida mientras no haya
principiado la entrega de la cosa vendida, porque la doctrina dice que si se
da comienzo a la entrega de la cosa debida, estamos frente al cumplimiento,
derogando tácitamente el pacto de la solemnidad voluntaria.

Art. 1802. Si los contratantes estipularen que la venta de otras cosas que
las enumeradas en el inciso 2.º del artículo precedente no se repute
perfecta hasta el otorgamiento de escritura pública o privada, podrá
cualquiera de las partes retractarse mientras no se otorgue la escritura o
no haya principiado la entrega de la cosa vendida.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 300


Las arras

Están regladas en el código a propósito de la compraventa, pero la doctrina


critica su ubicación, señalando que deberían estar tratadas en las
obligaciones. (Arts. 1803 a 1805)

Se entiende por arras la suma de dinero o los bienes muebles que una persona
da a otra, en prenda o en garantía de que va a celebrar el contrato.

El código admite que las arras pueden ser de 2 clases o pueden ser
entregadas bajo 2 títulos distintos:

1º Pueden darse como prenda o garantía de que va a celebrar el


contrato.

2º Pueden darse como parte del precio o como señal que las partes
han quedado convenido.

Art. 1803. Si se vende con arras, esto es, dando una cosa en prenda de la
celebración o ejecución del contrato, se entiende que cada uno de los
contratantes podrá retractarse; el que ha dado las arras, perdiéndolas; y
el que las ha recibido, restituyéndolas dobladas.

La distinción es válida, por que de ello surgirá el derecho de retractarse.

Si se da el 1º caso, existe el derecho a retractarse.

En el 2º caso no hay derecho o facultad de retractación.

Cuando hay facultad de retractarse, el código entrega las siguientes reglas;

Si se retracta el que dio las arras, las pierde; y si se retracta el que


recibió las arras, debe restituirlas dobladas.

En el 2º caso, si fueron dadas bajo este carácter el código exige que las
partes expresamente señalen que las arras se entregan como parte del precio
o señal de que las partes han quedado convenidos.

Si hay derecho a retractarse, pueden hacerlo en el plazo que hayan convenido


para retractarse y si no se ha convenido plazo, las partes pueden
retractarse en los 2 meses siguientes a la entrega de las arras o antes del
otorgamiento de la escritura pública de venta, y finalmente, puede
retractarse hasta antes que principie la entrega de la cosa vendida.

Art. 1804. Si los contratantes no hubieren fijado plazo dentro del cual
puedan retractarse, perdiendo las arras, no habrá lugar a la retractación
después de los dos meses subsiguientes a la convención, ni después de
otorgada escritura pública de la venta o de principiada la entrega.

Si pasaron estas 3 oportunidades, ya no existe la posibilidad de


retractarse.

Puede ocurrir que las partes han entregado arras omitiendo en qué título se
hizo la entrega, se entenderá que se entregan como garantía de la
celebración del contrato y puede haber retractación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 301


Las arras se pueden estipular no solo en la compraventa, sino también, en
otros contratos.

Art. 1805. Si expresamente se dieren arras como parte del precio, o como
señal de quedar convenidos los contratantes, quedará perfecta la venta; sin
perjuicio de lo prevenido en el artículo 1801, inciso 2.º.
No constando alguna de estas expresiones por escrito, se presumirá de
derecho que los contratantes se reservan la facultad de retractarse según
los dos artículos precedentes.

Gastos de la compraventa

Aquí la ley asumió una presunción. Se presumió que los gastos asociados a
la compraventa están incluidos en el precio y por lo mismo en el Art. 1806
se obliga al vendedor a soportar los gastos de la compraventa a menos que se
estipule lo contrario.

Art. 1806. Los impuestos fiscales o municipales, las costas de la


escritura y de cualesquiera otras solemnidades de la venta, serán de cargo
del vendedor; a menos de pactarse otra cosa.

La cosa vendida

Es el objeto de la obligación del vendedor, la importancia que esto tiene es


que la cosa vendida debe existir, no puede faltar la cosa vendida, si
llegara a faltar, la obligación del vendedor carecería de objeto y no
existiría.

En este caso, si no existe la obligación del vendedor, desaparece la


obligación del comprador.

Algunos autores señalan que la falta de la obligación del vendedor, acarrea


la destrucción de todo el contrato.

Requisitos de la cosa vendida

1º Debe ser de aquellas que se pueden enajenar (comerciables).

2º Debe existir.

3º Debe ser determinada.

4º La cosa que se compra no debe ser propia.

1º Debe ser de aquellas que se pueden enajenar. (comerciables):

Esta materia esta tratada en el Art. 1810, tiene relación con el Art.
1464.

Art. 1810. Pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales, cuya
enajenación no esté prohibida por ley.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 302


2º Debe existir

Es un requisito general de todo objeto del acto jurídico, esto


significa que el objeto o la cosa vendida debe ser real y la realidad de la
cosa se traduce en su existencia.

Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que


existan, se entenderá hecha bajo la condición de existir, salvo que se
exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato aparezca que se
compró la suerte.

El código señala que la venta de una cosa que se supone que existe al
momento de perfeccionarse el contrato y en realidad no existe no produce
efecto alguno.

Art. 1814. La venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el


contrato se supone existente y no existe, no produce efecto alguno.
Si faltaba una parte considerable de ella al tiempo de perfeccionarse
el contrato, podrá el comprador a su arbitrio desistir del contrato, o
darlo por subsistente, abonando el precio a justa tasación.
El que vendió a sabiendas lo que en el todo o en una parte
considerable no existía, resarcirá los perjuicios al comprador de buena fe.

La excepción está en el Art. 1813, lo que regula es la venta de cosa


futura y el código señala que esta venta es válida y produce sus efectos,
además señala que la venta de cosa futura está sujeta a la condición de que
la cosa realmente exista.

De aquí surge que la venta de cosa futura puede revestir 2 categorías:


a) Venta de la cosa esperada.
b) Venta de la suerte.

a) Venta de cosa esperada:


La venta de cosa futura se entiende hecha bajo la condición que
exista, de ahí que se trate como venta de cosa esperada que va estar sujeta
a condición (agricultor que vende 100 fanegas de trigo que espera cosechar la venta se ha
efectuado bajo la condición de que la cosecha se llegue a efectuar).

Esta venta al margen de ser condicional, va a ser conmutativa por


que se supone que las 100 fanegas de trigo guardan equivalencia con el
precio.
b) La venta de la suerte:
El Art. 1813 segunda parte, el mismo ejemplo venta de toda la
producción de su fundo la producción puede ser mínima o no, el precio ya va
estar acordado.
La venta de la cosa futura se relaciona con el segundo requisito
de la cosa de la cosa vendida, es que la cosa debe existir.

3º Debe ser determinada

Requisito general que debe reunir el objeto de toda declaración de


voluntad y también debe reunir el contrato de compraventa, pero en este caso
la cosa vendida debe ser singular, Art. 1811, de aquí surge que esté
prohibida la venta de universalidades.

Esto es consecuencia del principio que el patrimonio es un atributo de la


personalidad.
Esta misma norma según la doctrina de Alessandri, dice que tiene una
excepción en que el Código Civil si permitiría la venta del derecho de

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 303


herencia. Se dice que esta venta sería la venta de una cosa singular, que
es el derecho.
Alessandri, sostiene que se vende el conjunto de bienes que conforma el
haber hereditario y esta constituiría una excepción.
La que SÍ es una venta permitida es la que consagra el Art. 1811 inc. 1º, 2ª
parte.
Lo que permite el código es que se venda la totalidad de los bienes pero se
exige que se individualicen en la escritura pública de venta, incluso el
inc. final del Art. 1811 establece que las cosas que no hayan sido
individualizadas no se comprenden en la venta y toda estipulación contraria
es nula.

4º La cosa que se compra no debe ser una cosa propia


El Art. 1816 inc. 1º señala que la venta de la cosa propia no vale.
El fundamento de esta norma es que si la cosa vendida fuera propia de
el, la obligación no tendría causa porque para el comprador la compra de una
cosa propia no le produciría interés jurídico.

Venta de cosa ajena


Si bien el código declara nula la compra venta de la cosas propias reconoce
la validez de venta de cosa ajena.

Art. 1815. La venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del dueño de la
cosa vendida, mientras no se extingan por el lapso de tiempo.

La expresión “mientras no se extinga por el lapso de tiempo”, importa que no


constituye un requisito de validez que la cosa vendida sea del dominio del
vendedor. No debe ser dueño, la razón es que en nuestro derecho la
compraventa es un título hábil para adquirir por la tradición posterior.
Solo surgen derechos personales,no reales.
En esta virtud, siendo válida la venta de la cosa ajena, el código le
reconoce efectos a la venta de cosa ajena que van a ser distintos según sea
si el vendedor entrega la cosa al comprador o si el vendedor no entrega la
cosa.
Si se vende cosa ajena va a existir un dueño verdadero que va a estar
investido de la acción reivindicatoria.
Si el vendedor entrega la cosa al comprador, el verdadero dueño va a dirigir
esta acción en contra del comprador.
Se va a producir la figura de la evicción y en tal caso el comprador tendrá
que dirigirse contra su vendedor para que le indemnice los perjuicios
respectivos.
Sin embargo hay 2 casos en que el verdadero dueño no se va a dirigir en
contra del comprador:
1. Cuando el verdadero dueño ratifique la venta, Art. 1818.
2. El verdadero dueño no se va a dirigir contra el comprador de la
cosa cuando éste hubiere adquirido el dominio de la cosa por
prescripción.
Esta excepción surge de la parte final del Art. 1815.
La extinción de los derechos del verdadero dueño importa la
adquisición de los derechos del comprador.

Si el vendedor no entrega la cosa al comprador, el verdadero dueño se va a


dirigir contra el vendedor.
El efecto es que el vendedor no va a poder cumplir frente al comprador y al
no poder cumplir con su obligación el comprador podrá demandar la resolución
del contrato con indemnización de perjuicios, Art. 1489.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 304


Al margen de estos casos hay otro, el del Art. 1819, lo que quiere decir que
la venta que en principio era de cosa ajena se valida y sus efectos se
retrotraen al momento de la tradición. Esto en caso que el vendedor
adquiera el dominio con posterioridad.

El precio
Es la cantidad de dinero que el comprador paga al vendedor por la cosa
vendida, Art. 1793.

Al igual que en el caso de la cosa es elemento esencial de la compraventa.

Requisitos del precio


1. Debe ser en dinero.
2. Ser real y serio (no simulado, ni ficticio, ni irrisorio).

3. Determinado o determinable, por las partes o por un tercero,


generalmente va a ser fijado por las partes salvo excepciones
que prevé la ley.

1. Debe ser en dinero


Este requisito surge de la propia definición de la compraventa.
El precio debe ser pactado en dinero, no significa esto que se pague
necesariamente en dinero, se puede pagar en otras especies.
La ley también contempla el caso de que el precio se pacte y pague una
parte en dinero y otra en especie, Art. 1794. No puede ser completamente en
especie. La regla que da el legislador es que si el precio consiste más en
dinero que en especie, hay compraventa, si es al revés será permuta.
La entrega del precio no es esencial para la perfección del contrato de
compraventa, basta haberlo pactado.

2. Ser real y serio


Que sea real significa que las partes han pactado el precio con el
propósito que el vendedor pueda exigirlo y el comprador pagarlo.
No es tal el precio simulado por que no es necesario.
Tampoco es serio el precio ridículo o irrisorio, es decir aquel que no
guarde proporción con el valor que racionalmente tiene la cosa que se le va
vender.
La ley lo que exige a propósito de esto es que sea real y serio, pero
no dice que sea justo, por excepción para la compraventa de bienes raíces el
código exige una especie de justicia ya que regula en esta materia la lesión
enorme.

3. Determinado o determinable, y tiene que ser fijado por las partes o por
un tercero.
Art. 1808. El precio de la venta debe ser determinado por los
contratantes.
Podrá hacerse esta determinación por cualesquiera medios o indicaciones
que lo fijen.
Si se trata de cosas fungibles y se vende al corriente de plaza, se
entenderá el del día de la entrega, a menos de expresarse otra cosa.
Art. 1809. Podrá asimismo dejarse el precio al arbitrio de un tercero;
y si el tercero no lo determinare, podrá hacerlo por él cualquiera otra
persona en que se convinieren los contratantes; en caso de no convenirse,
no habrá venta.
No podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 305


Determinar el precio es especificarlo, ello puede hacerse en el mismo
contrato, en este caso, estaríamos frente a un precio determinado.
Si en el mismo contrato sólo se dan los antecedentes para su
especificación futura, estamos en presencia de un precio determinable.
La regla que prima es que no puede ser fijado solo por uno de los
contratantes porque se estaría faltando al requisito del Art. 1793, debe
haber convención de las partes, Art. 1808.
Nunca por una sola parte, pero SÍ permite el código que se venda una
cosa al precio corriente de plaza, este corresponde al vigente al momento de
entrega de la cosa, se da en transacciones de comerciantes.
También el código permite que el precio sea fijado por un tercero, con
posterioridad a la celebración del contrato, y se considera como si las
partes hubieran hecho la determinación. Si el tercero no lo fija, las
partes pueden designar a otra persona para que lo fije, y si este no lo fija
no hay compraventa, lo normal es que sea fijado por las partes.

Capacidad en el contrato de compraventa


La regla general es las personas tienen capacidad en materia de acto
jurídico, excepto aquellos que la ley declara incapaces, también es una
regla que rige en la compraventa, ésta la pueden celebrar todos, por
excepción aquellos incapaces de celebrarla, Art. 1795.
Hay una incapacidad general para celebrar el contrato de compraventa y
afecta a los incapaces absolutos, Art. 1447. Los incapaces relativos pueden
celebrar el contrato de compraventa en la medida que sean representados
debidamente, además, si se trata de bienes raíces las solemnidades legales
especiales y escritura pública.

El código norma ciertas incapacidades especiales, Arts. 1797 a 1800,


1447 inc. 4º reconocen la existencia de ellas, se agrupan en 3 tipos:

1. Incapacidad para comprar y vender.


- Compraventa entre cónyuges.
- Compraventa entre padre o madre e hijo
sujeto a patria potestad.
2. Incapacidad para vender.
3. Incapacidad para comprar.

1. Incapacidad para comprar y vender

a. entre cónyuges Art.1796


Es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no divorciados
perpetuamente. Esto significa que el contrato de compraventa entre cónyuges
casados bajo sociedad conyugal con o sin separación de bienes, o divorciados
temporalmente, es nulo.
Solo se permite la compraventa entre cónyuges divorciados
perpetuamente.

La doctrina sostiene que esta prohibición tiene 2 fundamentos:


1. si se permitiera sería fácil burlar el derecho de
prenda general.
2. porque la ley no permite las donaciones irrevocables
entre cónyuges.

b. entre padre y madre e hijo sujeto a patria potestad


También la doctrina sostiene que esta disposición persigue que no
vaya a existir una contraposición de intereses entre padre o madre e hijo en
sentido que el padre vaya a satisfacer intereses propios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 306


Esta prohibición deja de tener vigencia cuando se produce la
emancipación del hijo, la patria potestad se extingue, la mayoría de edad es
causal de emancipación.
La propia ley si bien lo establece permite que pueda existir
compraventa entre padre o madre e hijo sujeto a patria potestad, en la
medida que verse sobre un bien que forme parte del peculio industrial o
profesional del hijo. Sin embargo el código exige autorización judicial
previa y que sea dado con conocimiento de causa por el juez, Arts. 251 y
254.
Significa que si entre cónyuges no divorciados perpetuamente y
casados bajo sociedad conyugal se adquieren bienes, la forma que
particularmente se resuelve el problema de a quien pertenece el bien
determinado, es la disolución de la sociedad conyugal, liquidación y
adjudicación de los bienes.

2. Incapacidad para vender


Se prohíbe a administradores de establecimientos públicos, vender
bienes que administran. Es el caso del mandatario que enajena bienes
extralimitándose de sus facultades, esta disposición tiene una raíz
constitucional, principio de legalidad, Art. 1797.

3. Incapacidad para comprar

a) Incapacidad para comprar del empleado público


Se prohíbe comprar bienes públicos y particulares que se vendan
por su ministerio, debe tratarse de un funcionario público. Debe ser
analizado en el contexto de las leyes del empleado público, a un funcionario
contratado a honorarios no le afecta.
Esta prohibición rige aun cuando se haga a través de pública
subasta, Art. 1798.

b) Prohibición que se impone a los jueces y funcionarios del orden


judicial ( abogados y procuradores)
Los bienes en cuyo litigio han intervenido y que se vendan a
consecuencia del litigio aunque se vendan en pública subasta, incluso
comprende a los parientes, Art. 179 2ª parte, en relación con el Art. 321
que lo repite.

c) Prohibición a tutores y curadores


Se refiere a los que ejercen una guarda en general, no es lícito
comprar parte alguna de los bienes de sus pupilos, el código hace una
distinción entre bienes muebles e inmuebles, Art. 1799.
Bienes raíces: la prohibición es absoluta e incluso se extiende a
los cónyuges y otros parientes del guardador.
Bienes muebles: el guardador puede comprar pero con autorización
de los otros curadores o tutores generales y en subsidio con
autorización del juez, Art. 412.

d) Mandatarios, síndicos y albaceas (ejecutores testamentarios), Art.


1800.
mandatario: en relación con el Art. 2144, el mandatario no puede
comprar bienes de propiedad del mandante y cuya venta este le
encomienda, SÍ podría comprar bienes cuya venta no se le haya
encomendado. Tampoco puede vender los suyos al mandante que le ha
encomendado comprar. En ambos casos la incapacidad se supera en
la medida que el mandante consienta en la operación.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 307


síndicos: por la ley de quiebras, les está prohibido comprar
bienes de la quiebra, por si o interpósita persona.
albaceas: por remisión que hace el Art.1294 se aplican los Arts.
394 y 412 relativos a tutores y curadores respecto de compra de
bienes del testador.

Modalidades del contrato de compraventa


La venta puede ser pura y simple, sujeta a plazo o a condición suspensiva o
resolutoria.
Las modalidades se rigen por las reglas generales.
Sin embargo, hay aparte de éstas, 2 modalidades particulares del contrato de
compraventa:
1º Venta al peso, cuenta o medida.
2º Venta a prueba o al gusto.

1º Venta al peso, cuenta o medida


Lo que la ley indica es que la venta de las cosas quese deben apreciar
según la cantidad de la cosa vendida, puede hacerse en bloque o al precio,
cuenta o medida, Arts. 1821 y 1827.
La venta se va a hacer en bloque, cuando no sea necesario ni pesar, ni
contar, ni medir, ni para determinar la cosa vendida, ni para determinar el
precio.
En cambio, cuando es necesario pesar, contar o medir, ya sea para
determinar la cosa vendida o el precio de la cosa, sería venta a peso,
cuenta o medida. La oferta en ambos casos será distinta.
Si estas operaciones deben efectuarse para determinar el precio, el
contrato de compraventa está perfecto, porque las partes ya convinieron en
la cosa y ya se pusieron de acuerdo en la manera como van a determinar el
precio.
En el 2º caso, si las operaciones de pesar, contar o medir son
necesarias para determinar la cosa que se va a vender, el contrato de
compraventa también está perfecto. La diferencia tiene que ver con los
riesgos de la cosa vendida.
En caso que la operación de contar, pesar o medir, deba hacerse para
determinar el precio de la cosa, el riesgo de la cosa comprada será de cargo
del comprador, desde que el contrato se perfeccionó.
Si es necesaria esta operación para determinar la cosa vendida, el
riesgo de la cosa será de cargo del comprador desde que estas operaciones se
realizan, lo que significa que antes que se efectúen estas operaciones el
riesgo es del vendedor.
En ambos casos, el contrato está perfecto, la diferencia está en el
tema de los riesgos de la cosa.
Art. 1821. Si se vende una cosa de las que suelen venderse a peso,
cuenta o medida, pero señalada de modo que no pueda confundirse con otra
porción de la misma cosa, como todo el trigo contenido en cierto granero,
la pérdida, deterioro o mejora pertenecerá al comprador, aunque dicha cosa
no se haya pesado, contado ni medido; con tal que se haya ajustado el
precio.
Si de las cosas que suelen venderse a peso, cuenta o medida, sólo se
vende una parte indeterminada, como diez fanegas de trigo de las contenidas
en cierto granero, la pérdida, deterioro o mejora no pertenecerá al
comprador, sino después de haberse ajustado el precio y de haberse pesado,
contado o medido dicha parte.
Art. 1827. Si el comprador se constituye en mora de recibir, abonará al
vendedor el alquiler de los almacenes, graneros o vasijas en que se
contenga lo vendido, y el vendedor quedará descargado del cuidado ordinario

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 308


de conservar la cosa, y sólo será ya responsable del dolo o de la culpa
grave.

2º Venta a prueba o al gusto


Es una excepción al principio de que el contrato queda perfecto desde
que las partes convinieron en la cosa y en el precio, porque en este caso el
contrato de compraventa solo está perfecto cuando el comprador expres que la
cosa vendida le agrada o es de su gusto, mientras el comprador no exprese
que es de su gusto el riesgo de la cosa es del vendedor.
Art. 1823. Si se estipula que se vende a prueba, se entiende no haber
contrato mientras el comprador no declara que le agrada la cosa de que se
trata, y la pérdida, deterioro o mejora pertenece entre tanto al vendedor.
Sin necesidad de estipulación expresa se entiende hacerse a prueba la
venta de todas las cosas que se acostumbra vender de ese modo.
El Art. 1823, señala que se va a entender que es venta de este tipo,
cada vez que las partes así lo pacten. Pero, también va a hacer ese tipo de
venta, cuando la cosa vendida sea de las que se acostumbra vender en esta
modalidad.

Efectos del contrato de compraventa


Es un contrato bilateral, en consecuencia genera obligaciones para ambas
partes, por ser bilateral lo que para una de las partes es una obligación
para la otra se verá reflejado como un derecho. Desde el punto de vista del
vendedor y del comprador, como consecuencia del contrato de compraventa se
pueden distinguir 2 efectos que son esenciales del contrato de Compraventa.
En el caso del vendedor en la compraventa es esencial la obligación de entregar la cosa, y
en el caso del comprador su obligación es pagar el precio de la cosa. Si estas
obligaciones no existen, no hay contrato de compraventa.
Al margen de estas obligaciones, hay 2 mas que son de la naturaleza de la
compraventa:
a) En el caso del comprador, es la obligación de saneamiento
y comprende 2 aspectos:
 El saneamiento de la evicción.
 El saneamiento de los vicios redhibitorios u
ocultos de la cosa.
La obligación de saneamiento del vendedor es de la
naturaleza del contrato, vale decir, esta implícita en el
contrato, pero las partes pueden excluirlas.
b) En el caso del comprador, recibir la cosa comprada.

La bilateralidad del contrato de Compraventa importa que a la obligación del


vendedor de entregar la cosa, le genera al comprador el derecho de exigir la
entrega.

La obligación del vendedor de entregar la cosa

Esta obligación se reduce a que el vendedor solo está obligado a


proporcionar al comprador la posesión legal y material de la cosa o la
posesión pacífica y útil de la cosa.
Esto significa que el vendedor habría cumplido su obligación de entregar la
cosa si le proporciona al comprador la posesión pacífica de la cosa,
mientras el comprador goce de la cosa, el vendedor estará cumpliendo su
obligación.
No es obligación del vendedor hacer dueño de la cosa al comprador, por
supuesto que si el comprador es dueño de la cosa, en el momento de hacer
tradición del mismo convertirá en dueño al comprador, pero si el vendedor no
era dueño solo podrá transferir los derechos que detente en relación con la
cosa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 309


Esto es así porque en Chile, la venta de cosa ajena es válida y el contrato
de compraventa es, a su vez un título que habilita para la adquisición del
dominio, y si el vendedor no es el verdadero dueño, hecha la tradición de la
cosa, el comprador se va a poner en camino de adquirir la cosa por
prescripción, ya que no es requisito de la tradición que el tradente sea
dueño de la cosa.
Si el vendedor habiendo efectuado la tradición no transforma en dueño al
comprador, este no podrá pedir la resolución del contrato por incumplimiento
y le va a bastar al vendedor, proporcionar la posesión pacífica de la cosa.
Esto no significa dejar en la indefensión al comprador, si el comprador es
evicto de la cosa, podrá dirigirse en contra de su vendedor para que lo
indemnice, vale decir, que le restituya el precio que pagó.

Formas de entrega
Se aplican las reglas generales en materia de tradición, Art. 1824 inc 2.
Hay que distinguir entre la tradición de muebles y la tradición de
inmuebles.

Art. 1824. Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos: la


entrega o tradición, y el saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el Título VI del Libro II.

En cuanto a la entrega de los muebles, la tradición se efectúa


significando una de las partes a la otra que le transfiere el dominio, esto
es a través de alguna de las formas que indica el Art. 684, en el caso de
los bienes muebles por anticipación, la tradición se efectúa en el momento
de la separación.
En el caso de la entrega de los inmuebles, la tradición se efectúa por
la inscripción del título de propiedad en el conservador de bienes raíces
que corresponda.
La entrega de la cosa no solo comprende la entrega legal de la cosa, sino
que en definitiva la cosa vendida tiene que ser puesta materialmente a
disposición del comprador.
Pero, si el comprador no tiene materialmente la cosa a su disposición, la
entrega no se habrá completado por el mismo, la entrega comprende la entrega
material o real de la cosa, y si el vendedor no cumple con hacer la entrega
completa de la cosa, el comprador podrá pedir la resolución del contrato con
la indemnización de perjuicios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 310


En qué momento debe hacerse la entrega

Art. 1826. El vendedor es obligado a entregar la cosa vendida


inmediatamente después del contrato o a la época prefijada en él.
Si el vendedor por hecho o culpa suya ha retardado la entrega, podrá el
comprador a su arbitrio perseverar en el contrato o desistir de él, y en
ambos casos con derecho para ser indemnizado de los perjuicios según las
reglas generales.
Todo lo cual se entiende si el comprador ha pagado o está pronto a pagar el
precio íntegro o ha estipulado pagar a plazo.
Pero si después del contrato hubiere menguado considerablemente la fortuna
del comprador, de modo que el vendedor se halle en peligro inminente de
perder el precio, no se podrá exigir la entrega aunque se haya estipulado
plazo para el pago del precio, sino pagando, o asegurando el pago.

No obstante esto, existe una figura denominada el derecho de retención del


vendedor, esto significa que en algunos casos el vendedor no está obligado a
entregar la cosa vendida y como consecuencia de ello, el comprador
carece del derecho para reclamar la entrega de la cosa , esto
ocurre en 2 casos:

1º Cuando el comprador no ha pagado el precio, ni tampoco está


dispuesto a pagarlo (Art. 1826 inc 3).
Este caso exige que la cosa vendida aún no se haya entregado al
comprador, ni tampoco que el precio se haya pagado, ni el comprador esté
dispuesto a pagarlo, también exige que no se haya fijado por las partes un
plazo para el pago, por que si se fijó un plazo, el vendedor no va a tener
el derecho o posibilidad de cobrarlo.

2º Cuando, a pesar de que se convino un plazo para el pago del precio,


el vendedor teme un peligro de que puede perder el precio si la fortuna del
comprador ha disminuido considerablemente, Art. 1826 inc. final.
Este derecho de retención cesa si el comprador otorga una caución de
que va a pagar el precio.

¿Dónde se hace la entrega?


No hay reglas especiales en esta materia, por lo tanto se aplican las reglas
generales del pago, Arts. 1587, 1588 y 1589.

1ª Regla: La cosa debe ser entregada en el lugar que las partes convinieron.
Art. 1587. El pago debe hacerse en el lugar designado por la
convención.

2ª Regla: Si las partes nada convinieron, y la cosa vendida consiste en una


especie o cuerpo cierto, la entrega debe hacerse en el lugar donde
la cosa se encontraba al tiempo de celebrarse el contrato.
Art. 1588. Si no se ha estipulado lugar para el pago y se trata
de un cuerpo cierto, se hará el pago en el lugar en que dicho
cuerpo existía al tiempo de constituirse la obligación.
Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el domicilio del
deudor.

3ª Regla: Si se trata de una cosa genérica, la cosa tiene que entregarse en


el domicilio que el vendedor tenía al momento de la venta.
Art. 1589. Si hubiere mudado de domicilio el acreedor o el deudor
entre la celebración del contrato y el pago, se hará siempre éste
en el lugar en que sin esa mudanza correspondería, salvo que las
partes dispongan de común acuerdo otra cosa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 311


Sin perjuicio de lo que las partes hayan acordado respecto del lugar donde
tiene que entregarse la cosa.

Gastos de la entrega
Los soporta el vendedor, pero los gastos derivados del traslado de la cosa
vendida, desde el lugar en que se entregó hasta otro lugar, son de cargo del
comprador.
Art. 1825. Al vendedor tocan naturalmente los costos que se hicieren para
poner la cosa en disposición de entregarla, y al comprador los que se
hicieren para transportarla después de entregada.

¿Qué comprende la entrega de la cosa?


Se aplica la misma regla que el código entrega respecto del pago.
Art. 1569. El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de
la obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las
leyes.
El acreedor no podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba
ni aun a pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida.

Se debe pagar lo que el contrato dice que se debe, y el acreedor no está


obligado a entregar otra cosa aunque sea de mayor valor. El Art. 1828
repite la misma regla, el vendedor debe entregar lo que estipula el
contrato.
Art. 1828. El vendedor es obligado a entregar lo que reza el contrato.
Esto significa que el vendedor debe entregar la cosa con sus frutos y
accesorios. Respecto de los frutos, el código entrega la regla respecto de
que los frutos pertenecen al comprador.
Art. 1816. La compra de cosa propia no vale: el comprador tendrá derecho a
que se le restituya lo que hubiere dado por ella.
Los frutos naturales, pendientes al tiempo de la venta, y todos los frutos
tanto naturales como civiles que después produzca la cosa, pertenecerán al
comprador, a menos que se haya estipulado entregar la cosa al cabo de
cierto tiempo o en el evento de cierta condición; pues en estos casos no
pertenecerán los frutos al comprador, sino vencido el plazo, o cumplida la
condición.
Todo lo dicho en este artículo puede ser modificado por estipulaciones
expresas de los contratantes.

Reglas respecto a los frutos


1ª Los frutos naturales pendientes, vale decir, los adheridos a la cosa
fructuaria al tiempo del contrato, pertenecen al vendedor.
2ª Los frutos naturales y civiles que la cosa produzca después de
celebrado el contrato, pertenecen al comprador, amenos que no se haya
cumplido el plazo o la condición.
Esta norma contenida a propósito de la compraventa es una alteración a
la regla que dice que los frutos civiles y naturales pertenecen al
dueño de la cosa, es una alteración por que los frutos civiles y
naturales pertenecen al comprador desde que se celebra el contrato,
antes de esto el comprador no es dueño, porque no hay tradición.

El Art. 1816 establece 3 excepciones respecto de la pertenencia de los


frutos:
1ª Si la venta se hizo a plazo, en este caso los frutos pertenecen al
vendedor hasta la llegada del plazo.
2ª Si la venta si hizo bajo condición, los frutos pertenecen al
vendedor hasta que se verifique la condición.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 312


3ª Si las partes hubieren pactado una cláusula especial, respecto de
los frutos, en este caso los frutos serán o del vendedor o del comprador,
según sea al tenor de lo que se haya pactado.

Respecto de los accesorios, no hay una norma expresa que diga que la cosa
vendida deba ser entregada con sus accesorios. Pero la doctrina ha hecho
aplicables las reglas del Art. 1830 a los muebles.

Riesgos de la cosa comprada

En es caso de la compraventa, el Art. 1820 repite la regla del Art. 1550.


Art. 1820. La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto que
se vende, pertenece al comprador, desde el momento de perfeccionarse el
contrato, aunque no se haya entregado la cosa; salvo que se venda bajo
condición suspensiva, y que se cumpla la condición, pues entonces,
pereciendo totalmente la especie mientras pende la condición la pérdida
será del vendedor, y la mejora o deterioro pertenecerá al comprador.

El riesgo de la cosa vendida es de cargo del vendedor y es de cargo del


comprador desde que se celebra la compraventa tratándose de una especie o
cuerpo cierto.
Esto significa que desde que el contrato queda perfecto, el riesgo de
pérdida, deterioro o mejora de la cosa es de cargo del comprador, aunque aún
no se haya efectuado la entrega de la cosa.
Pero la obligación de pagar el precio sigue vigente, Art. 1820.

La última parte de este artículo se refiere a las excepciones:


1ª Si la compraventa queda sujeta a condición suspensiva, los riesgos
de la cosa, mientras está pendiente la condición, son de cargo del
vendedor.
2ª Si la venta es al peso, cuenta o medida, cuando estas operaciones
tienen por objeto determinar la cosa vendida, aquí el riesgo es del
vendedor, antes de que se realicen estas operaciones.
3ª La venta a prueba o al gusto, el riesgo de la cosa vendida es del
comprador sólo cuando manifiesta que la cosa le gusta, antes de eso
el riesgo es de cargo del vendedor.

La cosa vendida puede tratarse de una especie o cuerpo cierto o puede


tratarse de un predio rústico, la entrega del predio rústico puede suscitar
algún tipo de problema porque puede venderse como cuerpo cierto o bien por
cabida, es decir, a su superficie.
Si se vende como cuerpo cierto no habrá problema con su cabida, el problema
se produce cuando se vende en relación a su cabida.

Art. 1831. Un predio rústico puede venderse con relación a su cabida o como una especie o
cuerpo cierto.
Se vende con relación a su cabida, siempre que ésta se expresa de cualquier modo en el
contrato, salvo que las partes declaren que no entienden hacer diferencia en el precio,
aunque la cabida real resulte mayor o menor que la cabida que reza el contrato.
Es indiferente que se fije directamente un precio total, o que éste se deduzca de la
cabida o número de medidas que se expresa, y del precio de cada medida.
Es asimismo indiferente que se exprese una cabida total o las cabidas de las varias
porciones de diferentes calidades y precios que contenga el predio, con tal que de estos
datos resulte el precio total y la cabida total.
Lo mismo se aplica a la enajenación de dos o más predios por una sola venta.
En todos los demás casos se entenderá venderse el predio o predios como un cuerpo cierto.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 313


De lo dispuesto en el Art. 1831 la doctrina ha concluido que un predio se ha
vendido en relación a su cabida:
1) Cuando la cabida se expresa en el contrato.
2) Si el precio se ha fijado en relación a la cabida.
3) Cuando las partes no han renunciado a las acciones que
nacen cuando la cabida real es distinta de la cabida declarada.

Por el contrario, se entiende que el predio se ha vendido como cuerpo


cierto:
1) Cuando la cabida no se expresa en el contrato.
2) Cuando la cabida se ha expresado en el contrato, pero las
partes expresa o tácitamente dicen que los datos de la cabida
son meramente referenciales.

Por lo general, los predios se venden AD-CORPUS, en el estado en que se


encuentran y que el comprador admite conocer y aceptar, con todos sus usos,
costumbres y servidumbres.
Los efectos del contrato de compraventa son particulares, cuando el contrato
se celebra con relación a la cabida de la cosa.
Estos efectos serán distintos, si la cabida real es mayor o menor a la
cabida declarada.

1º Efectos que se producen cuando la cabida real es mayor a la cabida


declarada:

Si la cabida real es mayor que la cabida declarada, esa diferencia


puede ser:
 mucho mayor.
 poco mayor.
Entonces hay que determinar cuándo es mucho y cuándo es poco, al
respecto el código entrega una regla.
Si el precio del sobrante supera el 10% del precio de la cabida
declarada, es mucho mayor. Será poco mayor, si el precio no supera al 10%
de la cabida declarada.
Si es mucho mayor, el vendedor tiene derecho a que se le aumente
proporcionalmente el precio y el comprador tiene derecho, a aceptar el
aumento proporcional del precio o desistirse del contrato, más la
indemnización de perjuicios.
Si es poco mayor, el vendedor igual tiene el derecho a que se le
aumente proporcionalmente el precio, pero el comprador no tiene el derecho
alternativo de desistirse del contrato.

2º La cabida real es menor que la declarada

Pueden ser mucho menor o poco menor. La regla es que va a ser


mucho menor cuando el precio de la cabida que parte supera el 10% de la
cabida declarada.
Será poco menor, si el precio de la cabida que falte no supere
el 10% de la cabida declarada.
El vendedor, si es poco menor, en la medida de lo posible tiene
que completar la cabida declarada y si no es posible o el comprador no se lo
exige, el vendedor se ve expuesto a sufrir una disminución proporcional en
el precio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 314


Si es mucho menor, el comprador va a tener el derecho, a su
elección, de aceptar la disminución del precio o bien desistirse del
contrato.

El Art. 1833 estipula que si el predio se vende con el señalamiento de sus


deslindes, el vendedor debe entregar al comprador, todo lo que se encuentre
dentro del predio.

Art. 1833. Si el predio se vende como un cuerpo cierto, no habrá derecho


por parte del comprador ni del vendedor para pedir rebaja o aumento del
precio, sea cual fuere la cabida del predio.
Sin embargo, si se vende con señalamiento de linderos, estará obligado el
vendedor a entregar todo lo comprendido en ellos; y si no pudiere o no se
le exigiere, se observará lo prevenido en el inciso 2.º del artículo
precedente.

Art. 1835. Las reglas dadas en los dos artículos referidos se aplican a
cualquier todo o conjunto de efectos o mercaderías

Prescripción de la acción
La prescripción de la acción, es una prescripción de corto tiempo, prescribe
en un año desde la entrega de la cosa, por ser de corto tiempo no se
interrumpe ni se suspende, Art. 1834.

Las acciones que prescriben en este plazo son:


1. La acción que tiene el vendedor de pedir un aumento en el precio,
cuando la cabida real es mayor que la declarada.
2. La acción que tiene el comprador de pedir una disminución del
precio cuando la cabida declarada es menor que la declarada.
3. La acción que tiene el comprador para pedir la entrega de la
cabida que le falte.
4. La acción que tiene el comprador para desistirse del contrato
cuando se supera el 10% en ambos casos.

El Art. 1836 señala, además, que el ejercicio de las acciones que surgen de
los Arts. 1832 y 1833, dejan a salvo el ejercicio de la acción rescisoria
por lesión enorme, cuando la diferencia de la cabida sea de tal magnitud que
llegue a configurar lesión enorme.

Art. 1836. Además de las acciones dadas en dichos artículos compete a los
contratantes la de lesión enorme en su caso.
Si el vendedor no entrega la cosa en la forma y tiempo debido, el comprador
podrá pedir la resolución del contrato con indemnización de perjuicios, pero
requiere de 2 condiciones:
1º Que el vendedor esté en mora de entregar.
2º Que el comprador haya pagado el precio o esté dispuesto
a pagar, o bien se haya estipulado un plazo para el
pago, el vendedor debe entregar la cosa sin dilación.

LA OBLIGACIÓN DEL VENDEDOR DEL SANEAMIENTO DE LA COSA

La obligación de saneamiento de la cosa, no es de la esencia de la


compraventa, sino de su naturaleza.
Doctrinariamente, no basta con que el vendedor haya hecho entrega o
tradición de la cosa, sino que también tiene que proporcionar la posesión
pacífica y tranquila de la cosa, además, debe procurar que el comprador
pueda usar y aprovechar la cosa según el fin del comprador al momento de
adquirir la cosa.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 315


Si el vendedor no cumple con esta obligación, si el comprador es turbado en
la posesión de la cosa, o bien, si el comprador no puede aprovecharse de
ella según el fin natural de la cosa por vicios o defectos de ella, el
vendedor está obligado a amparar al comprador en la posesión tranquila y
pacífica y en la utilidad de la cosa, Art. 1837.

Art. 1837. La obligación de saneamiento comprende dos objetos: amparar al


comprador en el dominio y posesión pacífica de la cosa vendida, y responder
de los defectos ocultos de ésta, llamados vicios redhibitorios.

Esta obligación de saneamiento es:

1º De la naturaleza de la compraventa.

2º Una obligación eventual, es la obligación de amparo del vendedor


al comprador, que éste hará efectiva si es perturbado en la
posesión de la cosa, saneamiento de evicción, o por vicios ocultos
o redhibitorios de la cosa, saneamiento de los vicios
redhibitorios.

Saneamiento de la evicción

Art. 1838. Hay evicción de la cosa comprada, cuando el comprador es


privado del todo o parte de ella, por sentencia judicial.

El objetivo de amparar al comprador en el dominio y posesión pacífica de la


cosa vendida, es proporcionarle una defensa judicial, que el vendedor tiene
que hacer a su comprador cuando éste se ve expuesto a la evicción de la
cosa.

Esta obligación, según doctrina, se desarrolla en 2 etapas:

1º Defensa del comprador (amparo judicial).

2º La obligación del vendedor de indemnizar perjuicios, en


caso que se produzca la evicción.

Naturaleza jurídica de la obligación de saneamiento de la


evicción

La obligación de defensa es indivisible, pero la obligación de indemnizar


perjuicios es divisible.

La obligación de defensa es una obligación de hacer.

La obligación de indemnizar es una obligación de dar.

Para que la obligación de saneamiento de la evicción se pueda hacer efectiva


deben concurrir los siguientes requisitos:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 316


1) El comprador debe ser turbado o amenazado en la posesión o
dominio, Art. 1838.

2) El vendedor tiene que ser citado de evicción, vale decir, debe


ser notificado de la turbación o amenaza de la posesión.

Art. 1839. El vendedor es obligado a sanear al comprador todas las


evicciones que tengan una causa anterior a la venta, salvo en cuanto se
haya estipulado lo contrario.

Elementos de la evicción

1. Pérdida total o parcial de la cosa comprada.


2. Sentencia judicial.
3. Causa anterior a la venta.

1. Pérdida total o parcial de la cosa comprada:

Total, cuando el vendedor no es dueño de la cosa. Parcial, cuando


un 3º alega un derecho real limitado sobre la cosa.

2. Sentencia judicial

Se requiere una sentencia dictada por un tribunal competente, no


bastan las turbaciones extrajudiciales.

Si el comprador abandona la cosa en favor de un 3º que no ha


reclamado derechos sobre ella, sin sentencia judicial, no se obliga al
vendedor a sanear la evicción.

3. Causa anterior a la venta

Si hay evicción por causa posterior al contrato, el vendedor no


responde por esta evicción, salvo pacto en contrario.

Art. 1843. El comprador a quien se demanda la cosa vendida, por


causa anterior a la venta, deberá citar al vendedor para que comparezca a
defenderla.

Esta citación se hará en el término señalado por el Código de


Enjuiciamiento.

Si el comprador omitiere citarle, y fuere evicta la cosa, el


vendedor no será obligado al saneamiento; y si el vendedor citado no
compareciere a defender la cosa vendida, será responsable de la evicción; a
menos que el comprador haya dejado de oponer alguna defensa o excepción
suya, y por ello fuere evicta la cosa.

La obligación de saneamiento se desarrolla en el amparo, citando de evicción


al vendedor para aparar al comprador, si el comprador es evicto, solo con la
citación el vendedor está obligado a indemnizar los perjuicios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 317


CITACIÓN DE EVICCIÓN, es el llamamiento que hace en forma legal el comprador
a su vendedor para que comparezca a defenderlo en juicio.

Producida la demanda por un tercero contra el comprador, nace para el


vendedor la obligación de amparar al comprador en la posesión y goce,
debiendo el vendedor asumir en el juicio el rol del demandado.

Si el comprador no cita de evicción al vendedor, éste no está obligado a


sanear la evicción.

La citación de evicción es un procedimiento regulado en el CPC, lo solicita


el comprador, ante el juez que conoce de la acción de evicción contra el
vendedor, antes de contestar la demanda, fundadamente con antecedentes.

Si el juez da lugar a la citación, el juicio se paraliza por 10 días


aumentados según las reglas generales, dentro de este plazo puede el
comprador notificar al vendedor o no hacerlo, si no lo hace el demandante
puede pedir que declare caducado su derecho o pedir que el mismo haga la
citación a costa del comprador.

El vendedor citado de evicción, ya hecha la citación, puede o no comparecer


y si lo hace asume el papel del demandado en el juicio.

La citación tiene cabida en el juicio ordinario de mayor cuantía y en otros


procedimientos especiales o sumarios.

Puede citarse de evicción al o a los vendedores de su vendedor por que el


comprador se hace dueño de todos los derechos que recaen en la cosa, incluso
los derechos de su vendedor de citar de evicción a su vendedor (economía

procesal, Art. 1841).

Art. 1841. Aquel a quien se demanda una cosa comprada podrá intentar contra
el tercero de quien su vendedor la hubiere adquirido, la acción de
saneamiento que contra dicho tercero competería al vendedor, si éste
hubiese permanecido en posesión de la cosa.

Posiciones del vendedor citado:


a) No comparece,
b) Comparece.

a) No comparece

Si el vendedor no comparece en el término de emplazamiento, el


procedimiento continúa sin más trámite en su contra y tendrá la
sanción del Art. 1843 inc. 3º, 2ª parte, es decir, se hace
responsable de la evicción, esto por regla general.

Excepción

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 318


A pesar de que el vendedor no comparezca, de todas formas el
comprador tiene que oponer las excepciones que le competan, si el
comprador no se defiende y se produce la evicción, el vendedor no
es responsable de la evicción, Art. 1843 inc. 3º, parte final.

b) Comparece

Si el vendedor comparece en el juicio, pasa a reemplazar al


demandado o puede asumir las siguientes actitudes:

 Allanarse a la demanda

El comprador de todas formas puede decidir llevar adelante el


juicio, en este caso si se produce la evicción de la cosa, el
vendedor tiene que indemnizar, esto no comprende las costas
judiciales ni multas percibidas durante la tramitación del
juicio y que sean del demandante.

Art. 1845. Si el vendedor no opone medio alguno de defensa, y


se allana al saneamiento, podrá con todo el comprador
sostener por sí mismo la defensa; y si es vencido, no tendrá
derecho para exigir del vendedor el reembolso de las costas
en que hubiere incurrido defendiéndose, ni el de los frutos
percibidos durante dicha defensa y satisfechos al dueño.
El comprador igual puede participar en el juicio como 3º
coadyuvante.

Art. 1844. Si el vendedor comparece, se seguirá contra él


solo la demanda; pero el comprador podrá siempre intervenir
en el juicio para la conservación de sus derechos.

 Comparece y se defiende

Si comparece y se defiende entonces se va a dictar una


sentencia que puede dar lugar al vendedor o dar lugar al
comprador.

Si la sentencia es favorable al vendedor, no se produjo la


evicción y éste no es obligado a indemnizar al comprador, ni
siquiera los perjuicios causados por la demanda.

Art. 1855. Si la sentencia negare la evicción, el vendedor


no será obligado a la indemnización de los perjuicios que la
demanda hubiere causado al comprador, sino en cuanto la
demanda fuere imputable a hecho o culpa del vendedor.
Si la sentencia es favorable al tercero y no al vendedor, se
produce la evicción tiene que indemnizar al comprador, esto
comprende la restitución del precio, el pago de las costas
del contrato, pago de los frutos, pago de las costas del
juicio y el pago del aumento del valor de la cosa.

Art. 1847. El saneamiento de evicción, a que es obligado el vendedor,


comprende:
1.º La restitución del precio, aunque la cosa al tiempo de la evicción
valga menos;

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 319


2.º La de las costas legales del contrato de venta que hubieren sido
satisfechas por el comprador;
3.º La del valor de los frutos, que el comprador hubiere sido obligado a
restituir al dueño; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1845;
4.º La de las costas que el comprador hubiere sufrido a consecuencia y
por efecto de la demanda; sin perjuicio de lo dispuesto en el mismo
artículo;
5.º El aumento de valor que la cosa evicta haya tomado en poder del
comprador, aun por causas naturales o por el mero transcurso del tiempo.
Todo con las limitaciones que siguen.

 Art. 1847 Nº 1, restituye el precio original de la


cosa, salvo el Art. 1848 en que el mayor valor proviniere
de deterioros de que el comprador ha sacado provecho,
entonces se hará el descuento.

Art. 1848. Si el menor valor de la cosa proviniere de


deterioros de que el comprador ha sacado provecho, se hará el
debido descuento en la restitución del precio.

 Art. 1847 Nº 2, las costas del contrato pagadas por


el comprador.

 Art. 1847 Nº 3, los frutos que el comprador hubiere


restituido al dueño, salvo el Art. 1845.

 Art. 1847 Nº 4, el pago de las costas, salvo el Art.


1845.

 Art. 1847 Nº 5, el aumento del valor de la cosa, que


ésta haya experimentado por causa natural, transcurso del
tiempo o introducción de mejoras en la cosa.

En este caso la indemnización comprende lo siguiente,


distinguiendo:

a) Vendedor de buena fe, indemniza hasta la


cuarta parte del valor de la venta.

b) Vendedor de mala fe, indemniza el total del


aumento del valor de la cosa por causa natural o
por el transcurso del tiempo.

Art. 1850. El aumento de valor debido a causas naturales


o al tiempo, no se abonará en lo que excediere a la cuarta
parte del precio de la venta; a menos de probarse en el
vendedor mala fe, en cuyo caso será obligado a pagar todo
el aumento de valor, de cualesquiera causas que provenga.

Si el aumento del valor es por las mejoras introducidas,


hay que distinguir:

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 320


 Vendedor de buena fe, indemniza las mejoras útiles y
necesarias, sin ser abonadas al comprador por el 3º.

 Vendedor de mala fe, indemniza todas las mejoras


(necesarias, útiles y voluptuarias).

Evicción parcial

La evicción es parcial, si solo comprende una parte de la cosa comprada y


así los efectos de esta evicción parcial son distintos según la importancia
de la parte evicta y se distingue:

1º Si la parte evicta, es de tal importancia que se puede presumir


que sin ella, la cosa no se habría comprado.

2º La parte evicta no es de tanta importancia o el comprador no


ejerció el derecho de pedir la rescición de la venta.

Art. 1852. La estipulación que exime al vendedor de la obligación de


sanear la evicción, no le exime de la obligación de restituir el precio
recibido.
Y estará obligado a restituir el precio íntegro, aunque se haya deteriorado
la cosa o disminuido de cualquier modo su valor, aun por hecho o
negligencia del comprador, salvo en cuanto éste haya sacado provecho del
deterioro.
Cesará la obligación de restituir el precio, si el que compró lo hizo a
sabiendas de ser ajena la cosa, o si expresamente tomó sobre sí el peligro
de la evicción, especificándolo.
Si la evicción no recae sobre toda la cosa vendida, y la parte evicta es
tal, que sea de presumir que no se habría comprado la cosa sin ella, habrá
derecho a pedir la rescisión de la venta.
Y en el primer caso, el comprador tiene doble derecho:

a) Rescisión del contrato de compraventa.

b) La obligación del vendedor a sanear la evicción.

Si el comprador rescinde la venta tiene lugar el Art. 1853, el comprador


tiene que restituir al vendedor la parte no evicta de la cosa y si el
comprador es poseedor de buena fe, el vendedor debe restituir el precio,
abonar los frutos que el comprador hubiere restituido al 3º y todo otro
perjuicio causado por la evicción.

Art. 1853. En virtud de esta rescisión, el comprador será obligado a


restituir al vendedor la parte no evicta, y para esta restitución será
considerado como poseedor de buena fe, a menos de prueba contraria; y el
vendedor además de restituir el precio, abonará el valor de los frutos que
el comprador hubiere sido obligado a restituir con la parte evicta, y todo
otro perjuicio que de la evicción resultare al comprador.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 321


En el segundo caso, la parte evicta no es de importancia o el comprador no
pidió la rescición, tiene lugar el Art. 1854, el comprador va a tener
derecho de exigir a su vendedor el saneamiento de la evicción parcial, según
Arts. 1847 y ss. Si la parte evicta no es tan importante, el comprador no
tiene derecho de rescindir el contrato de compraventa.

Art. 1854. En caso de no ser de tanta importancia la parte evicta, o en el


de no pedirse la rescisión de la venta, el comprador tendrá derecho para
exigir el saneamiento de la evicción parcial con arreglo a los artículos
1847 y siguientes.

Extinción de la obligación de saneamiento de evicción

1º Renuncia,

2º Prescripción,

3º Casos especiales.

1º Renuncia

Por cuanto la obligación de saneamiento mira al interés individual


del comprador puede éste renunciarla, además, es un elemento de la
naturaleza de la compraventa, requiere la buena fe del vendedor, por que si
hay mala fe del vendedor, este pacto de irresponsabilidad es nulo por fraude
al Art. 1842, si se produce evicción el vendedor es obligado a restituir el
precio.

Art. 1842. Es nulo todo pacto en que se exima al vendedor del


saneamiento de evicción, siempre que en ese pacto haya habido mala fe de
parte suya.

Si hay evicción, el vendedor no va a estar obligado a restituir el


precio en 2 casos:

 Si el comprador compra la cosa sabiendo que era


ajena.

 Si el comprador expresamente se hizo cargo de la


evicción y no lo especificó.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 322


2º Prescripción

Hay que distinguir:

a) La obligación de amparar en la posesión del vendedor al


comprador, no prescribe.

b) La obligación de indemnizar los perjuicios (Art. 1856) Se


subdistingue en:

 Si se tiene que restituir el precio; prescribe en 5


años desde la sentencia

 Las otras indemnizaciones; prescriben en 4 años.

Art. 1856. La acción de saneamiento por evicción prescribe en


cuatro años; mas por lo tocante a la sola restitución del
precio, prescribe según las reglas generales.
Se contará el tiempo desde la fecha de la sentencia de
evicción; o si ésta no hubiere llegado a pronunciarse, desde la
restitución de la cosa.

En el primer caso se cuenta desde la dictación de la sentencia,


cuando la hay, y si NO hay sentencia desde que se restituyó la
cosa.

El derecho a CITAR DE EVICCIÓN NO PRESCRIBE, lo que prescribe


es la acción de saneamiento de la evicción una vez producida
la evicción.

3º Otras casos en que se extingue la obligación de saneamiento.

 Extinción parcial:

a) En las ventas forzadas, la indemnización comprende


la restitución del precio.

b) El vendedor citado se allana y el comprador decide


seguir con el juicio, la indemnización comprende las costas
y los frutos percibidos.

Art. 1851. En las ventas forzadas hechas por autoridad de la


justicia, el vendedor no es obligado, por causa de la evicción que
sufriere la cosa vendida, sino a restituir el precio que haya
producido la venta.

 Extinción total:
1. El vendedor no comparece, pero el comprador no opone
excepciones suyas y por eso se produce la evicción.
2. Los 2 casos del Art. 1845.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 323


a) El comprador y el 3º someten la contienda a un
juicio arbitral sin el consentimiento del vendedor y
los árbitros fallan contra el vendedor.
b) El comprador pierde la posesión por su culpa y de
ello siguió la evicción.

Art. 1845. Si el vendedor no opone medio alguno de defensa, y se


allana al saneamiento, podrá con todo el comprador sostener por sí
mismo la defensa; y si es vencido, no tendrá derecho para exigir
del vendedor el reembolso de las costas en que hubiere incurrido
defendiéndose, ni el de los frutos percibidos durante dicha
defensa y satisfechos al dueño.

Saneamiento de los vicios redhibitorios


El vendedor tiene que responder de los vicios redhibitorios porque el
comprador adquiere para aplicar a un fin o utilidad.
Si la cosa tiene vicios ocultos, el comprador va a ejercer la acción
redhibitoria.
Art. 1857. Se llama acción redhibitoria la que tiene el comprador para que
se rescinda la venta o se rebaje proporcionalmente el precio por los vicios
ocultos de la cosa vendida, raíz o mueble, llamados redhibitorios.

Requisitos
El vicio redhibitorio debe ser:
1) Contemporáneo a la venta.
2) Grave.
3) Oculto.

1) Contemporáneo a la venta
El vicio debe existir en el momento en que el contrato se perfecciona,
el vendedor responde de estos vicios, pero no los sobrevinientes a la
entrega de la cosa, pero SÍ si el vicio existe en el momento del contrato y
con posterioridad a la venta se manifiesta.
2) Grave
Es grave si el comprador atendiendo a la existencia del defecto puede
presumirse que no habría comprado o habría comprado a un precio menor.
También es grave si el vicio impide que la cosa preste la utilidad que
naturalmente le corresponde, o bien, si la cosa sólo puede prestar un cierto
uso o finalidad imperfectamente.
3) Oculto
El vicio no debe ser conocido por el comprador.
No cumple la condición de vicio oculto, si el defecto el comprador lo
ignoró, pero hubo una negligencia grave de su parte. Tampoco cumple el
requisito si el comprador que por razón de su profesión u oficio haya podido
conocer el vicio fácilmente.
El vendedor no responde de los daños que sobrevienen después del
perfeccionamiento del contrato, a menoa que el vicio existía en germen.

Art. 1858. Son vicios redhibitorios los que reúnen las calidades
siguientes:
1.ª Haber existido al tiempo de la venta;
2.ª Ser tales, que por ellos la cosa vendida no sirva para su uso natural,
o sólo sirva imperfectamente, de manera que sea de presumir que
conociéndolos el comprador no la hubiera comprado o la hubiera comprado a
mucho menos precio;

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 324


3.ª No haberlos manifestado el vendedor, y ser tales que el comprador haya
podido ignorarlos sin negligencia grave de su parte, o tales que el
comprador no haya podido fácilmente conocerlos en razón de su profesión u
oficio.

Si existe un vicio redhibitorio, el comprador puede ejercer la acción


redhibitoria que tiene por objeto, que se rescinda la venta, en este caso
toma la forma de una acción resolutoria del contrato de compraventa; o
bien, que se rebaje proporcionalmente el precio, bajo la forma de una
acción quanti minoris.

Casos en que el comprador solo va a poder optar por la acción quanti


minoris, rebaja proporcional y que se le indemnicen los perjuicios:

1º Si el vicio es redhibitorio pero no es tan grave, solo puede


exigir una rebaja proporcional del precio.

2º Si el vendedor conocía de los vicios o debía conocer de los


vicios, el vendedor, también deberá indemnizar los perjuicios al
comprador y quedará expuesto a la rebaja proporcional del precio.
Si el vendedor ignoraba el vicio o no lo debía conocer, solo queda
obligado a la rebaja proporcional del precio.

Art. 1861. Si el vendedor conocía los vicios y no los declaró, o


si los vicios eran tales que el vendedor haya debido conocerlos
por razón de su profesión u oficio, será obligado, no sólo a la
restitución o la rebaja del precio, sino a la indemnización de
perjuicios; pero si el vendedor no conocía los vicios ni eran
tales que por su profesión u oficio debiera conocerlos, sólo será
obligado a la restitución o la rebaja del precio.

3º Si la cosa viciosa perece en poder del vendedor, incluso por su


culpa, en este caso la ley deja a salvo el derecho del comprador
para pedir la rebaja proporcional del precio, la acción quanti
minoris, pero en la misma situación, no tiene derecho a ejercer la
acción redhibitoria.

Art. 1862. Si la cosa viciosa ha perecido después de perfeccionado


el contrato de venta, no por eso perderá el comprador el derecho
que hubiere tenido a la rebaja del precio, aunque la cosa haya
perecido en su poder y por su culpa.
Pero si ha perecido por un efecto del vicio inherente a ella, se
seguirán las reglas del artículo precedente.
4º Si la cosa perece por defecto inherente, por efecto del vicio, la
ley autoriza al comprador para pedir la rebaja del precio y la
indemnización de perjuicios cuando el vendedor esté de mala fe.

5º Si la cosa vendida se compone de varios objetos y alguno tiene


vicios ocultos, el Art. 1864 solo hay lugar a acción por los casos
que contiene los vicios no por el conjunto.

Art. 1864. Vendiéndose dos o más cosas juntamente, sea que se haya
ajustado un precio por el conjunto o por cada una de ellas, sólo
habrá lugar a la acción redhibitoria por la cosa viciosa y no por
el conjunto; a menos que aparezca que no se habría comprado el
conjunto sin esa cosa; como cuando se compra un tiro, yunta o
pareja de animales, o un juego de muebles.

Extinción de la acción redhibitoria

La acción redhibitoria se extingue por:


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 325
 renuncia,

 venta forzada y

 prescripción.

1. Renuncia

Por cuanto el saneamiento es de la naturaleza de la obligación se


puede renunciar pero requiere que el vendedor esté de buena fe, si
está de mala fe NO tiene valor la renuncia, Art. 1842.

2. Venta forzada

La regla general en el caso de las ventas forzadas es que no tiene


cabida el saneamiento de estos vicios, pero el Art. 1865, estipula
que de todas formas el vendedor va a quedar obligado frente a la
acción redhibitoria y a la indemnización de perjuicios, si el
vendedor conocía el vicio o no podía ignorarlos y no los dio a
conocer al comprador.

Art. 1865. La acción redhibitoria no tiene lugar en las ventas


forzadas hechas por autoridad de la justicia. Pero si el vendedor,
no pudiendo o no debiendo ignorar los vicios de la cosa vendida, no
los hubiere declarado a petición del comprador, habrá lugar a la
acción redhibitoria y a la indemnización de perjuicios.

3. Prescripción de la acción redhibitoria

Hay que distinguir entre muebles e inmuebles:

- Acción redhibitoria para muebles: 6 meses.

- Acción redhibitoria para inmuebles: 1 año.

- Acción quanti minoris muebles: 1 año.

- Acción quanti minoris inmueble: 18 meses.

La acción quanti minoris sobrevive a la extinción de la acción redhibitoria


por prescripción.

El plazo se cuenta desde la entrega real de la cosa, se puede ampliar o


restringir el plazo de la acción redhibitoria, y a la acción de indemnizar
los perjuicios se aplica la regla general, prescribe en 5 años, Arts. 1866 y
1869.

Art. 1866. La acción redhibitoria durará seis meses respecto de las cosas
muebles y un año respecto de los bienes raíces, en todos los casos en que
leyes especiales o las estipulaciones de los contratantes no hubieren

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 326


ampliado o restringido este plazo. El tiempo se contará desde la entrega
real.
Art. 1869. La acción para pedir rebaja del precio, sea en el caso del
artículo 1858, o en el del artículo 1868, prescribe en un año para los
bienes muebles y en dieciocho meses para los bienes raíces.

Obligaciones del comprador

1) Pagar el precio.

2) Recibir la cosa comprada.

1) Pagar el precio

Es una obligación esencial en la compraventa, si falta no hay


contrato de compraventa, generalmente se rige por las normas del
pago.

Art. 1871. La principal obligación del comprador es la de pagar el


precio convenido.

Se establece que el pago debe realizarse en el lugar y tiempo en


que deba pagarse el precio, el precio se paga en el lugar y tiempo
estipulado, si no hay estipulación, se realiza en el lugar y tiempo
de la entrega.

Art. 1872. El precio deberá pagarse en el lugar y el tiempo


estipulados, o en el lugar y el tiempo de la entrega, no habiendo
estipulación en contrario.
Con todo, si el comprador fuere turbado en la posesión de la cosa o
probare que existe contra ella una acción real de que el vendedor
no le haya dado noticia antes de perfeccionarse el contrato, podrá
depositar el precio con autoridad de la justicia, y durará el
depósito hasta que el vendedor haga cesar la turbación o afiance
las resultas del juicio.

2) Recibir la cosa

Se refiere a que el comprador la haga propia, se haga cargo de la


cosa, tome posesión de ella.

El Art. 1827 establece la mora del comprador en recibir la cosa


comprada, lo que lo obliga a pagar el alquiler de bodegas,
graneros, etc. y de indemnizar todo otro perjuicio.

La mora del comprador genera:

a) Libera al vendedor de indemnizar los perjuicios al


comprador que el retardo le haya irrogado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 327


b) Libera al vendedor del cuidado ordinario de la cosa,
responde solo de la culpa grave o de su propio dolo.

Casos en que el comprador suspende el pago del precio

1º Si el comprador es turbado en la posesión de la cosa.

2º Si se ha ejercido una acción real de la que el vendedor no le dio


conocimiento al comprador antes de perfeccionarse el contrato

Se justifica esto por que, en ambos casos el comprador puede ser evicto, la
ley alude a una “Suspensión” y no a una retención porque la ley obliga al
comprador a depositar el precio con autorización de la justicia y el
depósito termina cuando la turbación en la posesión cesa o cuando el
vendedor afianza las resultas del juicio. El comprador puede solicitar ser
el mismo el depositario.

Si cesa la turbación o el vendedor afianza las resultas del juicio se


levanta la suspensión.

Comprador no paga el precio

Si el comprador no paga el precio se aplican los Arts. 1489 y 1873, que


hablan de la condición resolutoria tácita implícita en todo contrato
bilateral, y se resuelve el contrato generándose los siguientes efectos
entre las partes y ante los terceros.

Art. 1873. Si el comprador estuviere constituido en mora de pagar el


precio en el lugar y tiempo dichos, el vendedor tendrá derecho para exigir
el precio o la resolución de la venta, con resarcimiento de perjuicios.
El comprador no está en mora de pagar, si el vendedor no ha cumplido ni está
llano a entregar la cosa. MORA PURGA LA MORA.

Si el comprador no paga el precio, en definitiva, y por el efecto del 1873


se va a resolver la Compraventa y se generan efectos dependiendo de si son
las partes o terceros.

I. EFECTO ENTRE LAS PARTES

El no pago del precio por parte del comprador da lugar a ciertas


prestaciones:

Derechos del vendedor

1. El vendedor tiene derecho a que se le restituya la cosa.

2. El vendedor tiene derecho a que se le restituyan los


frutos que el comprador percibió mientras tuvo la cosa en su

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 328


poder, total o proporcionalmente, según si no se pagó nada del
precio o se pagó solo una parte de él.

3. Si se dieran arras el vendedor tiene derecho a


conservarlas o sino tiene derecho a exigirlas dobladas.

4. El vendedor tiene derecho a indemnización de perjuicios


por los deterioros que sufrió la cosa mientras estuvo en poder
del comprador, a éste se le considera poseedor de mala fe,
salvo que el comprador pruebe lo contrario, es decir, que
sufrió menoscabo en su fortuna sin culpa de su parte y que por
ese hecho no pudo cumplir lo pactado.

5. Derecho a que el comprador le indemnice los perjuicios


irrogados por el incumplimiento.

Art. 1875. La resolución de la venta por no haberse pagado el


precio, dará derecho al vendedor para retener las arras, o
exigirlas dobladas, y además para que se le restituyan los
frutos, ya en su totalidad si ninguna parte del precio se le
hubiere pagado, ya en la proporción que corresponda a la parte
del precio que no hubiere sido pagada.
El comprador a su vez tendrá derecho para que se le restituya la
parte que hubiere pagado del precio.
Para el abono de las expensas al comprador, y de los deterioros
al vendedor, se considerará al primero como poseedor de mala fe,
a menos que pruebe haber sufrido en su fortuna, y sin culpa de su
parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible
cumplir lo pactado.

Derechos del comprador

1. Que se le restituya la parte del precio pagado.

2. Que se le abonen sólo las mejoras necesarias, por


ser poseedor de mala fe, de las útiles y voluptuarias sólo
tiene derecho a retirar los materiales siempre que el
vendedor no se las haya pagado.

II. EFECTOS ANTE TERCEROS

La resolución del contrato de compraventa por no pago del precio


solo afecta a terceros de mala fe.

Bienes muebles, sólo afecta al 3º de mala fe, para que le afecte


debe conocer que se adeudaba el precio.

Bienes inmuebles, afecta al 3º de mala fe, pero la deuda debía


constar en el título respectivo otorgado o inscrito por escritura
pública.

Art. 1876. La resolución por no haberse pagado el precio no da


derecho al vendedor contra terceros poseedores, sino en
conformidad a los artículos 1490 y 1491.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 329


Si en la escritura de venta se expresa haberse pagado el precio,
no se admitirá prueba alguna en contrario sino la de nulidad o
falsificación de la escritura, y sólo en virtud de esta prueba
habrá acción contra terceros poseedores.
Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo
condición suspensiva o resolutoria, la enajena, no habrá derecho
de reivindicarla contra terceros poseedores de buena fe.
Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o
lo grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la
enajenación o gravamen, sino cuando la condición constaba en el
título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

Si en la escritura se declaró que el precio está pagado, tiene


pleno mérito probatorio, esta escritura sólo se podría atacar por
vía de nulidad o falsificación de la escritura.

¿Qué pasa si se pacta que el dominio no será


transferido sino se paga el precio?

De acuerdo al Art. 680 se puede inferir que si en la escritura de


compraventa, se pacta que el dominio no se entenderá transferido,
mientras no se haya pagado el precio, esta disposición es válida.

Art. 680. La tradición puede transferir el dominio bajo condición


suspensiva o resolutoria, con tal que se exprese.

Pero si atendemos a lo dispuesto en el Art. 1874 que estipula que


la cláusula de no transferirse el dominio no tiene ese efecto, se
produce una colisión entre las dos normas.

Art. 1874. La cláusula de no transferirse el dominio sino en


virtud de la paga del precio, no producirá otro efecto que el de
la demanda alternativa enunciada en el artículo precedente; y
pagando el comprador el precio, subsistirán en todo caso las
enajenaciones que hubiere hecho de la cosa o los derechos que
hubiere constituido sobre ella en el tiempo intermedio

De acuerdo al Art. 1874 verificada la entrega por el vendedor, se


transfiere el dominio de la cosa vendida.

La colisión de normas se soluciona aplicando la regla de


interpretación que establece que la norma especial prima sobre la
general, como en este caso la norma general es la que se refiere a
la tradición, la del Art. 680; y la norma especial es la que dice
relación con la tradición en relación con la compraventa, la del
Art. 1874; ésta última es la que prevalece.
De tal manera que aunque se pacte que el dominio no se transfiere
por no pago del precio, el dominio es transferido de todos modos,
pero de acuerdo al Art. 1874 se deja a salvo la acción para exigir
el pago del precio o de solicitar la resolución del contrato.

Pactos en el contrato de Compraventa


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 330
 Pacto comisorio
 Pacto de retroventa
 Pacto de retracto
 Otros pactos lícitos (autonomía de la voluntad).

PACTO COMISORIO (pag. 63)

Es la condición de que de no cumplirse por una de las partes lo pactado


expresamente, acarrea la resolución del contrato. Puede ser simple o
calificado.
Art. 1877. Por el pacto comisorio se estipula expresamente que, no
pagándose el precio al tiempo convenido, se resolverá el contrato de venta.
Entiéndese siempre esta estipulación en el contrato de venta; y cuando se
expresa, toma el nombre de pacto comisorio, y produce los efectos que van a
indicarse

PACTO DE RETROVENTA
Se trata de una recompra que hace el vendedor de la cosa vendida.
Se deben cumplir los siguientes requisitos:
1. El vendedor tiene que haberse reservado esta facultad de
recomprar.
2. El vendedor debe reembolsar la cantidad determinada o el precio
al comprador.
3. Tiene que fijarse un plazo para que el vendedor pueda efectuar
esta facultad de recomprar la cosa vendida, plazo que no puede
pasar de 4 años contados desde la fecha del contrato.

Art. 1881. Por el pacto de retroventa el vendedor se reserva la facultad de


recobrar la cosa vendida, reembolsando al comprador la cantidad determinada
que se estipulare, o en defecto de esta estipulación lo que le haya costado
la compra.

Según el Art. 1885 inc. 1º, el ejercicio de esta facultad solo puede hacerse
dentro de 4 años.

Art. 1885. El tiempo en que se podrá intentar la acción de retroventa no


podrá pasar de cuatro años contados desde la fecha del contrato.
Pero en todo caso tendrá derecho el comprador a que se le dé noticia
anticipada, que no bajará de seis meses para los bienes raíces ni de quince
días para las cosas muebles; y si la cosa fuere fructífera, y no diere
frutos sino de tiempo en tiempo y a consecuencia de trabajos e inversiones
preparatorias, no podrá exigirse la restitución demandada sino después de
la próxima percepción de frutos.

Si el vendedor le comunica al comprador que va a ejercer el pacto de


retroventa, este pacto actúa como una condición resolutoria del contrato de
compraventa, pero si la aptitud del comprador no es la de allanarse,
entonces el pacto de retroventa debe ejercerse cumpliendo lo siguiente:
1. Si el comprador no se allana el vendedor debe hacer valer
judicialmente esta facultad reservada.
2. Al ejercer esta facultad, el vendedor debe poner a disposición
del comprador, la cantidad determinada o el precio que pagó.
3. El vendedor debe hacer valer la facultad en tiempo oportuno.
4. El vendedor debe haber dado aviso previo al comprador, en orden
a que va a ejercer esta facultad. Distinguiendo entre bienes muebles
(15 días antes) y bienes inmuebles (6 meses antes).

Efectos

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 331


1. Si el vendedor no ejerce la facultad, la condición (pacto de
falla, el contrato de compraventa se consolida.
retroventa)

3. Si el vendedor ejerce esta facultad, el contrato de compraventa


se resuelve y las partes se retrotraen al estado anterior.

Efectos entre las partes


Tanto el comprador como el vendedor se deben mutuas prestaciones:
1. El vendedor tiene derecho a que se le restituya la cosa con todos
los accesorios
2. El vendedor tiene derecho a indemnización del deterioro de la cosa
por la culpa del comprador.
3. El vendedor está obligado a abonar las mejoras necesarias
solamente, no las útiles ni voluptuarias introducidas sin su
consentimiento.
Art. 1883. El vendedor tendrá derecho a que el comprador le
restituya la cosa vendida con sus accesiones naturales.
Tendrá asimismo derecho a ser indemnizado de los deterioros
imputables a hecho o culpa del comprador.
Será obligado al pago de las expensas necesarias, pero no de las
invertidas en mejoras útiles o voluptuarias que se hayan hecho sin
su consentimiento.

Efectos respecto de terceros


1. Solo afecta a los terceros de mala fe, es decir que tengan
conocimiento del pacto de retroventa.
2. El derecho que nace para el vendedor del pacto de retroventa, no
se puede transferir a otro, pero SÍ se puede transmitir.

Art. 1882. El pacto de retroventa en sus efectos contra terceros


se sujeta a lo dispuesto en los artículos 1490 y 1491.

PACTO DE RETRACTO
La ley permite que el contrato de compraventa se resuelva, dentro de un
plazo determinado si se presenta un nuevo comprador y ofrece mejores
condiciones que el comprador primitivo.
El plazo en que este pacto puede tener lugar es de 1 año, y el comprador de
la cosa siempre va a tener el derecho de igualar o mejorar la oferta que se
reciba posteriormente, para que no se resuelva el contrato de compraventa.
Los efectos que se producen una vez resuelto el contrato por el pacto de
retracto son los mismos que para el pacto de retroventa.
Art. 1886. Si se pacta que presentándose dentro de cierto tiempo (que no podrá pasar de un año),
persona que mejore la compra se resuelva el contrato, se cumplirá lo pactado; a menos que
el comprador o la persona a quien éste hubiere enajenado la cosa, se allane a mejorar en
los mismos términos la compra.
La disposición del artículo 1882 se aplica al presente contrato.
Resuelto el contrato, tendrán lugar las prestaciones mutuas, como en el caso del pacto de
retroventa.

Rescición de la venta por lesión enorme


El contrato de compraventa, con arreglo al Art. 1888, puede rescindirse en

ciertos casos por lesión enorme.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 332


Se entiende por lesión enorme el perjuicio pecuniario que de un contrato

conmutativo puede resultar para una de las partes.

El Art. 1889º, establece que el vendedor sufre lesión enorme, cuando el


precio que recibe es inferior a la mitad del justo precio de la cosa que
vende; y el comprador a su vez sufre lesión enorme, cuando el justo precio
de la cosa que compra es inferior a la mitad del precio que paga por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato.

Requisitos para la lesión enorme

1. Es necesario que haya lesión enorme en los términos del Art. 1889.

2.- Es necesario que se trate de una de aquellas ventas en que la ley


admite la lesión enorme.
Al respecto el Art. 1891, señala que, no habrá lugar a la acción
rescisoria por lesión enorme en las ventas de bienes muebles, ni en
las que se hubieren hecho por el ministerio de la justicia. Es
decir, procede solamente en la venta de bienes raíces.

CONTRATO DE PERMUTA

Es un contrato análogo a la compraventa.


Puede ser definido como el contrato por el cual las partes se obligan
mutuamente a dar una especie o cuerpo cierto por otro.
Importante, es tener presente, lo establecido en el Art. 1794, que dice que,
cuando el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, se entenderá
permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.
Se le aplican las mismas normas que a la compraventa, salvo en lo que sean
incompatibles.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 333


CESIÓN DE DERECHOS

Tanto los derechos reales como los personales, exceptuándose solamente los
personalísimos, pueden ser objeto de enajenaciones o transferencias.

La cesión o enajenación de los derechos reales, sigue la regla de todos los


contratos, con excepción, del derecho real de herencia, para el cual el
Código Civil ha dictado reglas especiales en los artículos 1909 y 1910.

La cesión de los derechos reales se rige por las reglas de la compraventa,


de la donación o de la permuta, según sea la naturaleza del acto jurídico.

No sucede lo mismo con los derechos personales, para cuya enajenación o


transferencia, la ley ha establecido un sistema especial, que está
reglamentado en los artículos 1901 a 1908.

Los artículos 1901 y ss., reglamentan la cesión de los derechos personales o


de crédito, es decir, de aquellos que derivados de la ley o de hechos del
hombre, solamente pueden reclamarse de las personas que han contraído las
obligaciones correlativas. Estas reglas se aplican a todos los derechos
personales, cualquiera que sea la fuente de donde emanan, se exceptúan
solamente los derechos personalísimos, como el de pedir alimentos, etc.

Si bien todos los derechos personales o créditos pueden cederse, no todos


pueden ser cedidos en la misma forma, y para determinar la manera de
transferirlos, hay que distinguir entre los créditos nominativos, los
créditos a la orden y los créditos al portador.

Son créditos nominativos aquellos que no pueden ser pagados sino a


determinada persona, como el crédito del vendedor en contra del comprador
para reclamar el pago del precio.

El crédito a la orden, es aquel en que antes del nombre de la persona a


quien debe pagarse, contiene la expresión “a la orden”, como por ejemplo, en
el cheque, el pagaré y las letras de cambio.

Finalmente, son créditos al portador aquellos que no contienen el nombre


de la persona a quien deben ser pagados, y en consecuencia pueden ser
pagados a cualquiera que se presente con ellos, es decir, con el título.

Los créditos nominativos se transfieren en conformidad a los arts. 1901 y


ss., y son los únicos que se rigen por esas reglas; por ello el art. 1908
advierte expresamente que:
“Las disposiciones de este título no se aplicarán
a las letras de cambio, pagarés a la orden, acciones al portador y otras
especies de transmisión que se rigen por el Código de Comercio o por leyes
especiales”.
En consecuencia, quedan excluidos de las disposiciones del Código Civil los
créditos a la orden y los créditos al portador, éstos se rigen por el Código
de Comercio, por la Ley de Letras y Pagarés, por la Ley de Cheques, por la
Ley Nº 18.010 sobre Operaciones de Crédito de Dinero.
Los créditos a la orden se transfieren por medio del endoso, que es la orden
que el acreedor da al deudor de efectuar el pago a la persona que se indica,
para lo cual deberá colocar su firma al dorso del respectivo instrumento,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 334


indicando o no el nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago. Esta
institución está regida por el art. 164 del Código de Comercio.
En cuanto a los créditos al portador, ellos se transfieren por la sola
entrega del título, art. 164 del Código de Comercio.

CESIÓN DE CRÉDITOS NOMINATIVOS


Antes de entrar al detalle de las disposiciones que rigen la cesión de
créditos, debemos averiguar qué es la cesión, si es un contrato o si es
la manera de hacer la tradición de los derechos personales.
Se ha sostenido por algunos autores que la cesión de créditos no es otra
cosa que la compraventa de las cosas incorporales; y que así como cuando se
vende una cosa corporal se habla únicamente de compraventa, cuando se vende
una cosa incorporal se habla de cesión de derechos.
El profesor A. Alessandri R., sostiene que la cesión de derechos es la
manera de efectuar la tradición de éstos, no es el contrato generador de
obligaciones; sino la manera de consumar ese contrato, la manera de operar
la transferencia del dominio sobre el derecho.
acto jurídico mediante el
Entonces, puede definirse la cesión, como el
cual una persona transfiere o enajena un crédito a la otra.
Ahora bien, como toda tradición necesita de un título traslaticio de
dominio, es necesario que la cesión, es decir, la tradición de los derechos
personales, vaya precedida de un título que será el contrato en cuya virtud
el cedente se obliga a transferir el dominio al cesionario.
La cesión puede ser a título gratuito o a título oneroso.

Poco importa que la cesión se haga a título de venta o donación, pues los
efectos son siempre los mismos, salvo en lo que se refiere a la
responsabilidad del cedente, porque éste sólo responde del saneamiento
cuando la cesión se hace en virtud de un título oneroso.

Perfeccionamiento de la cesión
En toda cesión de créditos intervienen tres personas, el cedente que es el
acreedor, titular del derecho personal, y que lo transfiere a otro; el
cesionario que es la persona que adquiere el derecho cedido, y pasa a
ocupar el lugar del acreedor; y el deudor, sujeto pasivo del derecho
cedido, que queda obligado a favor del cesionario.
Si en la cesión intervienen tres personas, hay que considerar la manera cómo
se perfecciona respecto de todas ellas.

En la cesión de créditos hay dos series de actos, la primera etapa se


desarrolla entre el cedente y el cesionario, y tiende a dejar perfeccionado
entre ellos la cesión; la segunda etapa se desarrolla con el deudor, y
tiende a darle conocimiento de que la persona del acreedor ha cambiado.

Perfeccionamiento entre cedente y cesionario

Como la cesión de créditos es la tradición de los derechos personales, y


puesto que todo modo de adquirir requiere de un título traslaticio de
dominio, es necesario que entre el cedente y el cesionario exista un
contrato traslaticio de dominio, que puede ser venta, permuta, donación o

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 335


cualquiera otro, este contrato se perfecciona entre ellos en conformidad a
las reglas generales y no necesita para nada del consentimiento del deudor.

Celebrado el contrato que le ha de servir de título traslaticio de dominio,


será necesario realizar la tradición del derecho personal.

De esta forma, el vendedor de un crédito está obligado a hacer la tradición


de él, la que, con arreglo a los arts. 1901 y 699, se efectúa por la entrega
del título hecha por el cedente al cesionario, entrega que es de absoluta
necesidad, porque sin ella no hay tradición del derecho cedido.

Perfeccionamiento entre cesionario y el deudor

Realizada la entrega del título por el cedente al cesionario, queda


perfeccionada la transferencia del dominio del crédito, y radicado éste en
manos del cesionario.

Pero, además, hay otro interesado que tiene intereses comprometidos, el


deudor.

Éste no tiene conocimiento del acto que ha mediado entre el cedente y el


cesionario, pero como es él quien va a efectuar el pago, es de absoluta
necesidad que se le dé conocimiento de la cesión, y a este propósito
obedecen las disposiciones de los arts. 1902 y 1905.

Ni la notificación al deudor ni la aceptación de la cesión por éste, son


requisitos o formalidades propias de la cesión de créditos, la cesión
queda perfecta en el momento mismo en que el cedente hace entrega del
título al cesionario, la notificación no tiene otro objeto que dar
publicidad a la cesión, ponerla en conocimiento del deudor y de terceros.
La entrega del título es indispensable para perfeccionar la cesión entre el
cedente y el cesionario; pero respecto de terceros, la transferencia no está
perfecta mientras el deudor no ha aceptado la cesión, o ésta no le ha sido
notificada.
Es por ello, que la omisión de esta notificación o aceptación no invalida la
tradición entre el cedente y el cesionario, pero respecto del deudor y de
terceros, el crédito se reputa subsistir en manos del cedente, y puede ser
embargado por sus acreedores, de acuerdo con el art. 1905.
Para que la cesión se perfeccione respecto del deudor y de terceros, no es
necesaria la concurrencia copulativa de la notificación y de la aceptación,
basta con una de ellas.
La notificación deberá hacerse por medio de un receptor, y para ello será
necesario recurrir al juez de letras, para que se ordene notificar la cesión
al deudor.
La notificación judicial deberá hacerse con exhibición del título, título
que deberá llevar una anotación del traspaso, con el nombre del cesionario y
bajo la firma del cedente, ello en conformidad al art. 1903.
Se perfecciona también la cesión respecto del deudor y de terceros cuando el
deudor ha aceptado la cesión, en la mayoría de los casos, el deudor no tiene
inconveniente en aceptar la cesión, porque a él mismo puede reportarle
beneficio el cambio de acreedor.
La aceptación del deudor puede ser expresa o tácita, es tácita, en el caso
del art. 1904, que dice: “La aceptación consistirá en un hecho que la
suponga, como la litis contestación con el cesionario, un principio de pago
al cesionario, etc.”.
Si el cesionario demanda al deudor y el deudor contesta la demanda, es
porque implícitamente ha aceptado la cesión.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 336


Efectos de la cesión
La cesión traspasa el crédito al cesionario con todos sus privilegios y
acciones, prendas e hipotecas, en otras palabras, el crédito pasa al
cesionario en las mismas condiciones en que lo tenía el cedente; por
excepción no pasan al cesionario las excepciones personales del cedente.
La cesión tiene que efectuarse en virtud de un título, que puede ser de
venta o donación, si la cesión es a título gratuito, el cedente no contrae
responsabilidad alguna, ya que se trata de un acto de mera liberalidad de su
parte, pero si el título es oneroso, queda obligado al saneamiento de la
evicción y de los vicios redhibitorios, en conformidad a las reglas
generales.

CESIÓN DEL DERECHO DE HERENCIA


La herencia es un derecho real que comprende la totalidad de los derechos y
obligaciones transmisibles de un difunto, o una parte alícuota de ellos; se
puede decir que es el patrimonio del difunto en manos de los herederos.
El derecho de herencia es una universalidad jurídica.
Para que pueda haber cesión del derecho de herencia, es necesario que la
sucesión esté abierta, ello por cuanto hay objeto ilícito en todo lo que
versa sobre la sucesión de una persona viva, aún con su consentimiento.
El derecho de herencia que una persona tiene en la sucesión de otra puede
cederse de dos formas distintas:
 sin atención a las cosas determinadas de que se
compone; o
 especificando las cosas u objetos a que la cesión se
refiere (compraventa o permuta).
Solamente se puede hablar de cesión de derechos hereditarios, cuando se cede
sin especificar los efectos de que se compone, es decir, cuando lo que se
cede es cosa incorporal que se llama derecho de herencia. En este caso lo
que se cede es el derecho del heredero a participar en la distribución de
los bienes del difunto. Al respecto el art. 1909, dice que “El que cede a
título oneroso un derecho de herencia o legado sin especificar los efectos
de que se compone, no se hace responsable sino de su calidad de heredero o
de legatario.”
La cesión del derecho de herencia puede ser a título gratuito o a título
oneroso.
En la cesión del derecho de herencia a título gratuito hay una donación que
queda sometida por completo a las reglas que rigen la donación entre vivos,
en conformidad a las cuales el cedente no tiene ninguna responsabilidad.
La cesión del derecho de herencia propiamente tal, es la cesión a título
oneroso, única regida por los arts. 1909 y 1910, aquella que impone al
cesionario la obligación de soportar el gravamen en beneficio del cedente,
ya que en esta circunstancia consiste lo oneroso de un contrato, y sólo en
ella el cedente se hace responsable de su calidad de heredero.
La cesión del derecho de herencia puede hacerla tanto el heredero
abintestato como el heredero testamentario.
La cesión a título oneroso de un derecho de herencia debe tener un título o
contrato que le sirva de causa, este contrato debe constar por escritura
pública, porque el art. 1801 inc. 2º, dice que la venta de una sucesión
hereditaria no se reputa ante la ley mientras no se haya otorgado escritura
pública.

Efectos de la cesión a título oneroso


Los efectos están determinados por el art. 1910, que establece el siguiente
principio: el cesionario debe obtener mediante la cesión el total

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 337


beneficio que habría reportado el heredero ; o sea, tiene el derecho de
recoger en la herencia del difunto el mismo beneficio que habría recogido el
heredero, sin que al cedente le sea lícito obtener parte alguna de esos
beneficios para sí.
Puede el cesionario pedir la partición de la herencia, en conformidad al
art. 1320.
El cedente que se ha aprovechado en cualquier forma de alguno de los efectos
hereditarios, o de sus frutos está obligado a reembolsar su valor al
cesionario, salvo estipulación en contrario.
La cesión del derecho de herencia comprende también todo aquello que en
virtud del derecho de acrecer venga a incrementar la cuota del cedente,
salvo el caso que se haya estipulado otra cosa.
Por su parte el cesionario debe tomar el derecho de herencia en toda su
amplitud y cargar también con la participación que le queda en el pasivo; el
cesionario de un derecho de herencia está obligado a cargar con las
obligaciones y gravámenes que a su cuota hereditaria le corresponda.
Todo lo dicho respecto de la cesión de un derecho de herencia es igualmente
aplicable a la cesión de un legado, cuando se cede sin especificar los
efectos de que se compone.

CESIÓN DE DERECHOS LITIGIOSOS


Hay dos conceptos que en el derecho no deben confundirse en ningún caso, y
son las cosas litigiosas, con los derechos litigiosos.
Cosas litigiosas, según el art. 1464, son aquellas especies sobre cuya
propiedad se litiga, y en cuya enajenación hay objeto ilícito si se ha
ordenado prohibición de enajenar por el tribunal competente.
Derechos litigiosos, son aquellos que se debaten ante los tribunales,
aquellos que son objeto de una discusión judicial.

Tanto las cosas litigiosas como los derechos litigiosos pueden ser objeto de
un acto jurídico, en las condiciones determinadas por la ley.
Hay venta de cosa litigiosa cuando el contrato recae sobre la cosa corporal
misma cuya propiedad se litiga; en cambio, hay cesión de derechos
litigiosos, cuando lo que se cede son las pretensiones que se han sometido a
la decisión de los tribunales, es por ello que el art. 1911 inc. 1º, dice:
“Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el
evento incierto de la litis, del que no se hace responsable el cedente”.
La venta de cosa litigiosa es nula de nulidad absoluta , a menos que se
efectúe con autorización del juez que conoce del litigio.
La cesión de derechos litigiosos es perfectamente válida, si bien es
un acto eminentemente aleatorio, porque su objeto es una contingencia
incierta de ganancia o de pérdida, lo que se cede es la posibilidad de ganar
o de perder el pleito.
Al igual que en los casos anteriores (cesión de créditos y cesión del derecho de
herencia), aquí también la cesión es la tradición o enajenación de los
derechos litigiosos y no el contrato que obliga a una de las partes a
transferir estos derechos, lo que está claramente demostrado en el art.
1912, que dice: “Es indiferente que la cesión haya sido a título de venta
o de permutación, y que sea el cedente o el cesionario el que persigue el
derecho.”
Entonces, la cesión de derechos litigiosos puede ser el resultado de una
venta, una permuta o de una donación; y es la tradición o transferencia que
del derecho litigioso se hace por el cedente al cesionario.
La cesión de derechos litigiosos sólo puede ser hecha por el demandante.

Efectos de la cesión de derechos litigiosos

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 338


El cesionario se hace dueño de los derechos controvertidos, pero como el
contrato es aleatorio sólo tiene una mera expectativa, por lo tanto, el
cedente nada debe al cesionario a título de garantía.
La cesión de derechos litigiosos es un contrato aleatorio que no impone al
cedente la obligación de sanear la evicción ni los vicios redhibitorios.
Por último, debemos señalar que para que un derecho sea litigioso debe
reunir dos circunstancias:
a) Que se litigue sobre la existencia o no existencia de él; por ello
se ha resuelto que no es litigioso el derecho que se ejerce en un
juicio ejecutivo para obtener el cumplimiento forzado de la
obligación; y
b) Que haya sido judicialmente notificada la demanda.

Derecho de rescate o Retracto litigioso


El art. 1913, consagra en beneficio del deudor una facultad para liberarse
de la prestación a que fue condenado en el juicio, reembolsando al
cesionario lo que éste hubiere pagado al cedente por el derecho cedido, más
los intereses devengados a contar de la fecha en que se le haya notificado
de la cesión al deudor.
El art. 1914, impone un límite al deudor para ejercer esta facultad, sólo
puede oponer al cesionario este beneficio hasta nueve días, contados desde
la notificación del decreto en que se manda ejecutar la sentencia.
Con este beneficio el legislador busca evitar la especulación que puede
generar la cesión de un derecho litigioso.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 339


CONTRATO DE ARRENDAMIENTO

Definición
La definición está contenida en el Art. 1915, que dice: “El arrendamiento
es un contrato en que las dos partes se obligan recíprocamente, la una a
conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio,
y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado.”
El arrendamiento, en consecuencia, puede tener por objeto:
1. La concesión del goce de una cosa,
2. La ejecución de una obra o
3. La prestación de un servicio.

Características
a) Consensual.
b) Bilateral.
c) Oneroso.
d) Conmutativo.
e) De tracto sucesivo.
f) Principal.
g) Nominado.
h) Constituye un título de mera tenencia.

Diversas formas del arrendamiento


En nuestro Código Civil encontramos:
I. Arrendamiento de cosas.
I.A. Cosas.
I.B. Predios Rústicos.
I.C. Medierías y Aparcerías.
I.D. Predios Urbanos.
II. Contrato para la confección de una obra
material.
III. Arrendamiento de servicios inmateriales.
IV. Arrendamiento de transportes.
V. Arrendamiento de criados domésticos.
Las normas sobre el arrendamiento de criados domésticos y el
arrendamiento de transportes se encuentran fundamentalmente
tratadas en el Código de Comercio.

I.A. ARRENDAMIENTO DE COSAS

Definición: siguiendo el Art. 1915, el arrendamiento de una cosa


es un contrato en que las dos partes se obligan recíprocamente, la una a
conceder el goce de una cosa y la otra a pagar por este goce un precio
determinado.
La primera de estas partes se llama arrendador, y la segunda, arrendatario,
Art. 1919.
Cuando el arrendamiento recae sobre predios urbanos o rústicos, el
arrendatario toma respectivamente el nombre de inquilino y de colono, Arts.
1970 y 1979.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 340


Puntos de interés
A) El arrendamiento es un título de mera tenencia. El arrendatario
reconoce dominio ajeno, de suerte que no tiene ni el dominio ni la
posesión de la cosa arrendada.
B) El arrendamiento concede temporalmente el goce de una cosa; tal goce no
es, por tanto de carácter perpetuo, como es el que el vendedor debe
procurar al comprador en el contrato de compraventa.

Elementos del contrato de arrendamiento


1. Consentimiento.
2. Cosa.
3. Precio.

1. CONSENTIMIENTO
Recordemos que este contrato es consensual.
Las partes, eso sí, pueden acordar ponerlo por escrito, caso en el cual se
dispondrá de un importante medio de prueba de la existencia del contrato y
de sus estipulaciones.
Si las partes acuerdan celebrarlo por escritura pública, además de la
ventaja ya señalada, los contratantes dispondrán de un título ejecutivo que
facilitará el cumplimiento de las obligaciones correlativas y el contrato
tendrán que respetarlo los terceros que adquieran la cosa arrendada, incluso
los acreedores hipotecarios si la escritura pública se ha inscrito con
anterioridad a aquella en que consta el gravamen hipotecario, Art. 1962.

¿Pueden las partes someter el arrendamiento a solemnidades?


Evidentemente que sí, el Art. 1921, expresa que “si se pactare que el
arrendamiento no se repute perfecto mientras no se firme escritura, podrá
cualquiera de las partes arrepentirse hasta que así se haga, o hasta que se
haya procedido a la entrega de la cosa arrendada.”
Esos son los límites de la oportunidad que tienen las partes para
retractarse del arrendamiento.

¿Hay casos en que la ley sujeta el arrendamiento a solemnidades?


Sí, pero no porque el contrato no sea consensual sino en consideración a
la calidad de las personas que lo celebran.
Es el caso, por ejemplo, del consentimiento que debe dar la mujer para que
su marido dé en arrendamiento los bienes de ella por más de 5 o de 8 años,
según se trate de predios urbanos o rústicos, Art. 1756. Art. 407 en
relación a tutores y curadores.

2. LA COSA ARRENDADA
La cosa arrendada debe reunir los requisitos generales del objeto de
una declaración de voluntad, esto es, debe ser:
 lícita,
 determinada,
 existir o esperarse que exista, y
 no debe ser consumible.

El Art. 1916 dice que “son susceptibles de arrendamiento todas las cosas
corporales o incorporales, que puedan usarse sin consumirse…”
Se plantea el problema si ¿pueden darse en arrendamiento las minas?, hay
sentencias que sostienen que no, que el contrato será de venta de minerales.
Otros dicen que sí y que los minerales son frutos naturales.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 341


¿Que cosas no pueden darse en arrendamiento?
Lo dice el Art. 1916:
 aquellas cosas que la ley prohíbe arrendar,
 los derechos estrictamente personales, como los de
habitación y uso, y,
 las cosas consumibles.

El mismo precepto nos dice que también puede darse en arrendamiento cosa
ajena. Si tal hecho es ignorado de buena fe por el arrendatario, “tendrá
acción de saneamiento contra el arrendador en caso de evicción. El contrato
de arrendamiento de cosa ajena es válido, pero no le es oponible al dueño de
la cosa.

3. EL PRECIO
Su determinación es una cosa esencial del contrato, su omisión
acarrea inexistencia o nulidad.
Debe reunir las mismas características que el precio en el contrato de
compraventa, debe ser:
 real,
 serio,
 determinado o determinable.

En el arrendamiento, eso sí, el precio puede consistir en dinero o “en


frutos naturales de la cosa arrendada”, conforme lo dice el Art. 1917,
además no es menester que esté determinado, basta con que sea determinable.
En el arrendamiento de predios rústicos es común que el precio se pacte en
una parte determinada de la cosecha. En tal caso el arrendamiento toma el
nombre de aparcería o mediería.
El precio puede pactarse en una suma alzada o en una cantidad periódica, en
cuyo caso toma el nombre de “renta”, Art. 1917, inc. 2º.
El precio puede consistir en frutos naturales de la cosa arrendada y puede
fijarse una cantidad determinada o una cuota de los frutos de cada cosecha,
Art. 1917 inc. 1º.

¿Cómo se determina el precio en el arrendamiento?


De los mismos modos que en el contrato de venta, según dice el Art. 1918.

Obligaciones del arrendador


De acuerdo con el Art. 1915, el arrendador debe conceder al arrendatario el
goce de la cosa arrendada.
Esta importante y fundamental obligación es menester completarla con las que
agrega en sus Nºs 2º y 3º el Art. 1924, de acuerdo con los cuales el
arrendador está obligado a mantener la cosa “en el estado de servir para el
fin a que ha sido arrendada” y, además, “a librar al arrendatario de toda
turbación o embarazo en el goce de la cosa arrendada”
A. Entregar la cosa,
B. Mantener la conservación de la cosa,
C. Librar de turbación del goce.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 342


A. OBLIGACIÓN DE ENTREGAR LA COSA
Es, como se comprende, una obligación fundamental toda vez que
permite al arrendatario entrar, realmente, al goce y disfrute de la cosa
arrendada.

¿Cómo debe hacerse la entrega?


Según el Art. 1920, “La entrega de la cosa que se da en arriendo podrá
hacerse bajo cualquiera de las formas de tradición reconocidas por la ley.”
No es tan exacto lo que dice el precepto transcrito, ya que tratándose de un
bien raíz es improcedente la tradición a través de la inscripción en el
conservador de Bienes Raíces.
En tal caso, se hará en forma material o simbólica, como si, por ejemplo, se
ponen las llaves del inmueble a disposición del arrendatario.
Además la inscripción no es reconocida por la ley como forma de tradición de
los derechos personales. (C. Valparaíso.)

¿En qué tiempo y lugar debe efectuarse la entrega?


Se aplican los principios generales.
En primer término, habrá que estar a lo estipulado en el contrato. Si nada
se ha dicho con respecto al tiempo de la entrega, ésta se verificará
inmediatamente de celebrado el contrato.
El lugar de la entrega, si el contrato nada dice, la entrega se hará en el
lugar en el que se encontraba la cosa al tiempo del contrato o en el
domicilio del arrendador, según que las cosas sean específicas o genéricas,
Arts. 1587, 1588 y 1589.

¿En qué estado debe entregarse la cosa?


Debe entregarse en condiciones tales de aptitud que el arrendatario
pueda realmente utilizarla en los fines que lo llevaron a contratar.

¿Y si la cosa arrendada, por sus defectos o vicios, no permite


al arrendatario disfrutar y gozar adecuadamente de ella?
Hay que distinguir varias situaciones:
a) Si los vicios, es decir, el mal estado o calidad de la cosa, le
impiden hacer de ella el uso para el que ha sido arrendada, sea que
el arrendador conociese o no el mal estado o calidad de la cosa al
tiempo del contrato, “el arrendatario tiene derecho a la
terminación del arrendamiento y aún a la rescisión del contrato…”,
Art. 1932.
Igual derecho le asiste al arrendatario “aún en el caso de haber
empezado a existir el vicio de la cosa después del contrato, pero
sin culpa suya”, Art. 1932.
b) Si el impedimento para el goce de la cosa es parcial o si la cosa
se destruye en parte, el juez decidirá según las circunstancias, si
debe tener lugar la terminación del arrendamiento, o concederse una
rebaja del precio o renta, Art. 1932, inc. final.
c) En los casos a que se refieren las letras precedentes, el
arrendatario, además, tendrá derecho “para que se le indemnice el
daño emergente, si el vicio de la cosa ha tenido una causa anterior
al contrato”, Art. 1933, “y si el vicio era conocido del arrendador
al tiempo del contrato, o si era tal que el arrendador debiera por
los antecedentes preveerlo o por su profesión conocerlo, se
incluirá en la indemnización el lucro cesante”, Art 1933.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 343


d) El arrendatario NO tiene derecho a la indemnización de perjuicios
en los siguientes casos que indica el Art. 1934:

si contrató a sabiendas del vicio y no se obligó al


arrendador a sanearlo; o

si el vicio era tal, que no pudo sin grave


negligencia de su parte ignorarlo; o

si renunció expresamente a la acción de saneamiento


por el mismo vicio, designándolo.

Incumplimiento de la obligación de entregar


¿Qué ocurre si el arrendador no cumple con la obligación de
entregar al arrendatario la cosa arrendada?
Se producen los efectos comunes del incumplimiento.
El Art. 1925 dice sobre esta materia: “Si el arrendador por hecho o culpa
suya o de sus agentes o dependientes se ha puesto en la imposibilidad de
entregar la cosa, el arrendatario tendrá derecho para desistir del contrato,
con indemnización de perjuicios”.
Y agrega el mismo precepto que “…habrá lugar a esta indemnización aun cuando
el arrendador haya creído erróneamente y de buena fe, que podía arrendar la
cosa; salvo que la imposibilidad haya sido conocida del arrendatario, o
provenga de fuerza mayor o caso fortuito”.

Mora del arrendador


¿Y qué ocurre cuando el arrendador está en mora de entregar la
cosa arrendada?
Dice el Art. 1926: “Si el arrendador por hecho o culpa suya o de sus
agentes o dependientes es constituido en mora de entregar, tendrá derecho el
arrendatario a indemnización de perjuicios”.
Y añade: “Si por el retardo se disminuyere notablemente para el
arrendatario la utilidad del contrato, sea por haberse deteriorado la cosa o
por haber cesado las circunstancias que lo motivaron, podrá el arrendatario
desistir del contrato, quedándole a salvo la indemnización de perjuicios,
siempre que el retardo no provenga de fuerza mayor o caso fortuito.”

B. OBLIGACIÓN DE MANTENER LA COSA EN EL ESTADO DE SERVIR PARA EL


ARRENDAMIENTO
Si bien es verdad que el arrendador debe entregar la cosa en estado de
servir para los fines del arrendamiento, no es menos cierto que tal
obligación debe prolongarse por todo el tiempo del contrato, a objeto que el
arrendador pueda disfrutar de ella plenamente.
De ahí que el Art. 1927 diga que la obligación de mantener la cosa arrendada
en buen estado consiste en hacer durante el arriendo todas las reparaciones
necesarias, a excepción de las locativas, las cuales corresponden
generalmente al arrendatario.”
Y puede el arrendador quedar incluso obligado a las reparaciones locativas,
“si los deterioros que las han hecho necesarias provinieron de fuerza mayor
o caso fortuito, o de la mala calidad de la cosa arrendada”, Art. 1927.
Es obvio que “las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas
obligaciones”, Art. 1927 inc. final.

¿Qué son reparaciones necesarias?


Aquellas que resultan indispensables efectuar para “mantener la cosa
arrendada en buen estado”, por ejemplo, reparar la techumbre de un inmueble.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 344


Estas reparaciones necesarias, que corresponde al arrendador efectuarlas,
las puede realizar el arrendatario con cargo del arrendador.
Sobre este particular dice el Art. 1935: “El arrendador es obligado a
reembolsar al arrendatario el costo de las reparaciones indispensables no
locativas, que el arrendatario hiciere en la cosa arrendada…”.
Y el mismo precepto añade las condiciones que deben concurrir para que opere
la acción de reembolso: “…siempre que el arrendatario no las haga
necesarias por su culpa, y que haya dado noticia al arrendador lo más
pronto, para que las hiciere por su cuenta”.
Y concluye: “si la noticia no pudo darse en tiempo, o si el arrendador no
trató de hacer oportunamente las reparaciones, se abonará al arrendatario su
costo razonable, probada la necesidad”.

Situación de las mejoras útiles


¿A quién corresponden las mejoras útiles (esto es, las que
aumentan el valor venal de la cosa) que el arrendatario introduce en
el inmueble?
Imaginemos que el arrendatario construye un garaje en el inmueble.
La respuesta está en el Art. 1936, que dice: “El arrendador no es obligado
a reembolsar el costo de las mejoras útiles, en que no ha consentido con la
expresa condición de abonarlas, pero el arrendatario podrá separar y
llevarse los materiales, sin detrimento de la cosa arrendada; a menos que
el arrendador esté dispuesto a abonarle lo que valdrían los materiales
considerándolos separados”.
De manera, pues, que el arrendador tendrá que abonar el costo de las mejoras
útiles si consintió en que se efectuaran con la expresa condición de
reembolsarlo al arrendatario.
El arrendatario tiene derecho, en el ejemplo propuesto, a desarmar el garaje
y llevarse los materiales usados en su construcción, a menos que el
arrendador esté dispuesto a pagárselos, porque en tal evento ya no le
asistirá al arrendatario la mencionada facultad.

C. OBLIGACIÓN DE LIBRAR AL ARRENDATARIO DE TODA TURBACIÓN EN EL GOCE DE


LA COSA ARRENDADA
El goce de la cosa debe ser pacífico y tranquilo; el arrendador, en
consecuencia, debe abstenerse de perturbarlo y, además, responsabilizase de
las turbaciones que provengan de la acción de terceras personas.
De ahí que el Art. 1929 diga que si “el arrendatario es turbado en su goce
por el arrendador o por cualquiera persona a quien éste pueda vedarlo,
tendrá derecho a indemnización de perjuicios”.
Y añade el Art. 1928 en su inc. 1º: “el arrendador en virtud de la
obligación de librar al arrendatario de toda turbación o embarazo, no podrá,
sin el consentimiento del arrendatario, mudar la forma de la cosa arrendada,
ni hacer en ella obras o trabajos algunos que puedan turbarle o embarazarle
el goce de ella”.

¿Y si se trata de trabajos o reparaciones que es urgente


realizar?
Habrá que distinguir entre aquellos trabajos o reparaciones de poca
importancia y los que, por su magnitud, van a perturbar en forma más grave
el uso y goce pacífico y tranquilo del arrendatario.
Si las reparaciones son urgentes en términos que su ejecución no pueda
deferirse, pero no son de gran entidad, “será el arrendatario obligado a
sufrirlas...pero tendrá derecho a que se le rebaje entre tanto el precio o
renta, a proporción de la parte que fuere”.
Ahora, si las urgentes reparaciones son de tal cuantía que afectan y
perturban notablemente al arrendatario, éste “podrá dar por terminado el
arrendamiento”.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 345


¿Y fuera de estos derechos que asisten al arrendatario, tiene,
además, el de ser indemnizado de perjuicios?
Sí, en los casos que señalan los incs 4º y 5º del Art. 1928, que
dicen: “El arrendatario tendrá además, derecho para que se le abonen los
perjuicios, si las reparaciones procedieren de causa que existía ya al
tiempo del contrato, y no era entonces conocida por el arrendatario pero lo
era por el arrendador, o era tal que el arrendador tuviese antecedentes para
temerla, o debiese por su profesión conocerla.
Lo mismo será cuando las reparaciones hayan de embarazar el goce de la cosa
demasiado tiempo, de manera que no pueda subsistir el arrendamiento sin
grave molestia o perjuicio del arrendatario”.

¿Y qué ocurre si el arrendatario de su goce, ya no por el


arrendador, sino por terceras personas?
Las turbaciones, pueden ser de hecho o de derecho.
Si la agresión es de hecho, no cabe ninguna responsabilidad al arrendador y
“…el arrendatario a su propio nombre perseguirá la reparación del daño”,
Art. 1930, inc. 1º.
Pero si la perturbación es jurídica, si proviene de las acciones que
terceros hacen valer pretendiendo derechos sobre la cosa arrendada, hay
responsabilidades que afectan al arrendador.
Imaginemos que un tercero reclama un “derecho de servidumbre” sobre la cosa
arrendada.
Dice el Art. 1931 que en la situación propuesta, “la acción de terceros se
dirigirá contra el arrendador”.
El arrendatario afectado debe, eso sí, notificar a arrendador de las
turbaciones o molestias que le están causando los terceros. Si no lo
hiciere así o culpablemente dilatare esta información, “…abonará los
perjuicios que de ello se sigan al arrendador.”, Art. 1930, inc. 2º.

¿Y si la perturbación es leve, de escasa importancia?


En tal caso, “…podrá el arrendatario exigir una disminución
proporcionada en el precio o renta del arriendo, para el tiempo restante”,
Art. 1930, inc. 2º.

¿Y si la perturbación es leve de la acción de los terceros es


importante, de magnitud considerable?
En esta situación, “…podrá (el arrendatario) exigir el cese del
arrendamiento”.
Además de estos derechos, el arrendatario tendrá acción de
indemnización de perjuicios en los casos que se describen en los incs. 4º y
5º del Art. 1930.

Del derecho de retención del arrendatario


Es una especie de caución de las que define el Art 46.
Lo otorga la ley, taxativamente en favor de determinadas personas y en
determinados casos.
El arrendatario a quien su arrendador le debe indemnizaciones, tiene derecho
legal de retención sobre la cosa hasta tanto se le pague o se le caucione
adecuadamente su pago.
De ahí que el Art. 1937 diga: “En todos los casos en que se debe
indemnización al arrendatario, no podrá éste ser expelido y privado de la
cosa arrendada, sin que previamente se le pague o se le asegure el importe
por el arrendador”. De ahí la exigencia del salvoconducto D.F.L. Nº 216.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 346


El arrendatario podrá solicitar este derecho por:

 Las turbaciones del arrendador.

 Los perjuicios que se deban en caso de turbaciones de


derecho, causadas por terceros.

 Los perjuicios que surjan de la mala calidad de la cosa


arrendada.

 Reclamar el pago de las mejoras útiles que haya


introducido en la cosa, siempre que el arrendador haya consentido
en ellas.
Este derecho legal de retención no le asiste al arrendatario en caso de
“extinción involuntaria del derecho del arrendador sobre la cosa arrendada.”

Obligaciones del arrendatario


Se resumen en:
A) Pagar el precio de renta.
B) Usar de la cosa de acuerdo con los términos del
contrato.
C) Cuidar de la cosa como buen padre de familia.
D) Efectuar las reparaciones locativas.
E) Restituir la cosa en términos del contrato.

A) PAGAR EL PRECIO DE RENTA


Dice el Art. 1942 que “El arrendatario es obligado al pago del
precio o renta”.
Para la determinación del precio se aplican las mismas reglas que sobre la
materia ya estudiamos en la compraventa.

¿Cuándo se paga el precio o renta?


En primer término, la renta o precio debe pagarse en la época
contractualmente convenida; a falta de estipulación rige la costumbre, y en
su ausencia, juegan las siguientes reglas que establece el Art 1944:
1. La renta de predios urbanos se pagará por meses, la de los
predios rústicos por años.
2. Si una cosa mueble o semoviente se arrienda por cierto
número de años, meses, días, cada una de las pensiones
periódicas se deberá inmediatamente después de la
expiración del respectivo año, mes o día.
3. Si se arrienda por una sola suma, se deberá ésta luego que
termine el arrendamiento.

¿Qué ocurre si el arrendatario no paga la renta?


Se aplican las reglas generales: el arrendador tiene el derecho
alternativo de pedir el cumplimiento del contrato o su terminación. Los
herederos del arrendador deben intentar la acción resolutoria de consuno
porque aquélla es indivisible.
Tratándose del arrendamiento de predios urbanos, hay una regla especial,
contenida en el Art 1977, que dice: “La mora de un periodo entero en el
pago de la renta, dará derecho al arrendador, después de dos reconvenciones,
entre las cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar
inmediatamente el arriendo, si no se presta seguridad competente de que se
verificará el pago dentro de un plazo razonable, que no bajará de treinta
días”.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 347


Si por culpa del arrendatario se pone término al arrendamiento, el
arrendatario está obligado a la indemnización de perjuicios y en forma muy
especial al pago de las rentas por el tiempo que falte hasta el día en que
el arrendamiento debía terminar por desahucio o sin necesidad de él
Puede eximirse el arrendatario de este pago si propone, bajo su
responsabilidad a una persona idónea que le sustituya por el tiempo que
falte y prestando al efecto fianza u otra seguridad competente, Art. 1945.

B) OBLIGACIÓN DE USAR LA COSA DE ACUERDO CON LOS TÉRMINOS DEL


CONTRATO:
Del Art. 1938 se desprenden las formas en que el arrendatario debe
usar de la cosa arrendada. Veamos:
1. Usará de la cosa según los términos o espíritu del
contrato “no podrá en consecuencia, hacerla servir a
otros objetos que los convenidos”.
2. A falta de convención expresa, debe dar a la cosa el uso
a que está “naturalmente destinada” o que deba
“presumirse de las circunstancias del contrato o de la
costumbre del país”.

¿Y si el arrendatario infringe esta obligación?


“Podrá el arrendador, dice el inc. final del Art. 1938, reclamar
la terminación del arriendo con indemnización de perjuicios, o limitarse a
esta indemnización, dejando subsistir el subarriendo.”

C) CUIDAR DE LA COSA COMO UN BUEN PADRE DE FAMILIA


En el arrendamiento el arrendatario responde de la culpa leve como
quiera que el contrato lo beneficie tanto a él como al arrendador.
Y por ello es que el Art. 1939, dice que el arrendatario empleará en la
conservación de la cosa los cuidados de un buen padre de familia, arquetipo,
para los romanos de prudencia y responsabilidad normales.

¿Y si el arrendatario no cumple esta obligación?


La sanción está prevista en el inc. final del mismo artículo: el
arrendatario responderá de los perjuicios “…y aún tendrá derecho el
arrendador para poner fin al arrendamiento si el incumplimiento de esta
obligación ha causado un grave y culpable deterioro”.
Tengamos presente la norma del Art. 1941, según la cual “el arrendatario es
responsable no solo de su propia culpa, sino de la de su familia, huéspedes
y dependientes”.

¿Importa una infracción al deber en estudio la cesión del contrato


de arrendamiento o el subarriendo de la cosa arrendada?
Evidentemente que sí, y el Art. 1946 dice que el arrendatario no
tiene facultad de ceder el arriendo ni de subarrendar, a menos que se le
haya expresamente concedido”. Y si ha mediado esta expresa autorización,
“...no podrá el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la cosa en
otros términos que los estipulados con el arrendatario directo”.
Subarrendar, es dar en arriendo la cosa que se tiene como arrendatario,
como dice Meza, “En el subarriendo hay dos arrendamientos superpuestos; el
subarrendador se encuentra doblemente obligado y asume la doble calidad: de
arrendatario en el primer contrato y de arrendador en el segundo, respecto
del subarrendatario”. Messineo, lo llama “subcontrato“ o “contrato
derivado”.
En la cesión, en cambio, el arrendatario transfiere al cesionario el
derecho de goce que tiene sobre la cosa arrendada en términos tales que el

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 348


arrendatario desaparece y la relación jurídica va a mantenerse ahora entre
el cesionario y el arrendador.

D) EFECTUAR LAS REPARACIONES LOCATIVAS


El Art 1940 dice que “El arrendatario es obligado a las
reparaciones locativas”.
Y explica que se entienden por tales: “Se entiende por reparaciones
locativas las que según la costumbre del país son de cargo de los
arrendatarios, y en general las de aquéllas especies de deterioros que
ordinariamente se producen por culpa del arrendatario o de sus dependientes,
como descalabros de paredes o cercas, albañales y acequias, rotura de
cristales, etc.”
Se trata, como puede advertirse de la reparación de deterioros que provienen
del uso natural y legítimo de la cosa arrendada o del transcurso del tiempo.

E) RESTITUIR LA COSA AL TÉRMINO DEL ARRENDAMIENTO


Es de la esencia del contrato.
De acuerdo con el Art. 1947, “El arrendatario es obligado a restituir la
cosa al fin del arrendamiento”
Surge la duda si es una obligación de dar o de hacer:
Franklin Quezada dice que es de “dar” porque se asimilan los conceptos
dación y entrega, figurando entre estos últimos los de restituir al dueño.

¿Y cómo debe hacerse esta restitución?


El mismo precepto explica que el arrendatario deberá restituirla
“…en el estado en que le fue entregada, tomándose en consideración el
deterioro ocasionado por el uso y goce legítimo.”
La regla no es de difícil aplicación si en el contrato se deja constancia
del estado en que la cosa se entrega al arrendatario.

¿Y si no se ha dejado ninguna constancia?


El inc. 3º del Art. 1947, dice que, “Si no constare el estado en
que fue entregada, se entenderá haberla recibido en regular estado de
servicio, a menos que pruebe lo contrario.”
La ley presume la responsabilidad del arrendatario en los daños y pérdidas
sobrevenidas durante el arrendamiento, a menos que pruebe que no
sobrevinieron por su culpa, ni por culpa de sus huéspedes, dependientes o
subarrendatarios.

¿Y cómo debe hacerse la restitución?


Debe efectuarse la entrega o restitución en forma material.
Si la cosa arrendada es raíz, la restitución “…se verificará desocupándola
enteramente, poniéndola a disposición del arrendador y entregándole las
llaves.”, Art. 1948.

¿Y si el arrendatario no restituye la cosa arrendada al


término del arrendamiento?
El arrendador tendrá que requerirlo para los efectos de
constituirlo en mora.

¿Y si las partes han estipulado expresamente la fecha o el plazo


de expiración o vigencia del contrato, también es preciso el
requerimiento del arrendador?

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 349


También es necesario el requerimiento del arrendador, regla que
constituye una excepción a los principios generales que conocemos en esta
materia. Excepción al Art. 1551 Nº 1.
Y por ello es que el Art. 1949, dice que, “Para que el arrendatario sea
constituido en mora de restituir la cosa arrendada, será necesario
requerimiento del arrendador, aun cuando haya precedido desahucio”.
Una vez constituido en mora el arrendatario, “…será condenado al pleno
resarcimiento de todos los perjuicios de mora, y, a los demás que contra él
competa como injusto detentador.”

Derecho legal de retención del arrendador


Dice el Art. 1942, que el arrendador para seguridad del pago del
precio o renta y de las indemnizaciones a que tenga derecho, puede “…retener
todos los frutos existentes en la cosa arrendada, y que le pertenecieren.”
A menos de prueba en contrario, se entenderá que tales bienes pertenecen al
arrendatario.
Es muy común y frecuente que el arrendatario adeude rentas al arrendador.
La ley concede al arrendador este derecho de retención cuando:
 el arrendatario hizo uso de la cosa con un fin
distinto al contratado.
 el arrendatario ha causado un perjuicio al
arrendador.
 el arrendatario está en mora.
 el arrendatario no ha pagado el precio o renta.
 el contrato termina por culpa del arrendatario.

Terminación del contrato de arrendamiento


El contrato de arrendamiento de cosas termina por las mismas causales que
los otros contratos; pero el Art. 1950 enumera algunas que le son propias.
1. Por la destrucción total de la cosa arrendada;
2. Cuando el arrendador necesita el inmueble para demolerlo totalmente
y construir otro en su reemplazo, Art. 20 Nº 4 D.L. 964;
3. Por la expiración del tiempo estipulado para la duración del
arriendo; el tiempo puede ser determinado o indeterminado;
4. Por la extinción del derecho del arrendador;
5. Por sentencia del juez en los casos que la ley ha previsto”.

1. DESTRUCCIÓN DE LA COSA.
La destrucción puede ser total o parcial.
Si la destrucción es total, termina el arrendamiento. Igual acontece si se
destruye la parte más importante, Art. 1932, inc. final.
El arrendatario queda liberado de pagar el precio o renta, ya que carecería
de causa el contrato.
Si la destrucción es imputable al arrendatario, lo hará responsable de
perjuicios, Art .1945.
Si la destrucción es parcial, el juez decidirá “…si debe tener lugar la
terminación del arrendamiento, o concederse una rebaja del precio o renta”.

2. EXPIRACIÓN DEL TIEMPO ESTIPULADO


El tiempo del contrato, que por su esencia es temporal puede
encontrarse determinado o indeterminado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 350


El tiempo está determinado, en los casos que enumera el Art 1954: “Si en
el contrato se ha fijado tiempo para la duración determinada por el servicio
especial a que se destinó la cosa arrendada, o por la costumbre…”
En estos casos, “…no será necesario desahucio”. En todo caso respecto al
arrendamiento de predios urbanos la Ley Nº 18.101 lo exige siempre, Art 3º.

DESAHUCIO: Aviso anticipado que una de las partes da a la otra de su


voluntad de poner término al goce de una cosa o a la prestación de un
servicio, voluntad a la cual puede oponerse la otra parte si para ello
tiene motivos legales. (Corte Suprema).

Si no se presentan las situaciones que menciona el Art 1954, se entenderá


que el tiempo del arrendamiento es indeterminado y se prolongará en el
tiempo hasta que una de las partes, o ambas, expresen su voluntad de
terminarlo, a través del desahucio (o sea que durará indefinidamente).
Y al efecto dice el Art. 1951: “Si no se ha fijado tiempo para la duración
del arriendo, o si el tiempo no es determinado por el servicio especial a
que se destina la cosa arrendada o por la costumbre, ninguna de las dos
partes podrá hacerlo cesar sino desahuciando a la otra, esto es,
noticiándoselo anticipadamente”.
Y el Art 1953 agrega: “Si se ha fijado tiempo forzoso para una de las
partes y voluntario para la otra, se observará lo estipulado y la parte que
pueda hacer cesar el arriendo a su voluntad, estará sin embargo sujeta a dar
noticia anticipada que se ha dicho”.

Verbal

Extrajudicial

Escrito

DESAHUCIO

Judicial

El desahucio extrajudicial, tanto el verbal como el escrito, presentan


dificultades de orden probatorio. Más aún si es verbal habría que recurrir
a la prueba de testigos con todos los inconvenientes que ese medio de prueba
implica, además, tiene como límite una renta de 2 UTM.
El desahucio judicial, se realiza previo decreto del juez, él quien ordena
notificar el desahucio. En todo caso es una gestión no contenciosa.
El Art. 1953, respecto a la indeterminación del tiempo de duración, admite
que el contrato pueda conllevar una duración para una de las partes, pero no
para la otra, es decir, un tiempo forzoso para una de ellas y voluntario
para la otra.
Aquella parte que tiene un plazo indeterminado debe hacer uso del desahucio
para poner término al contrato, esto es usual en el arrendamiento de
establecimientos comerciales.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 351


¿Siendo que el desahucio es un acto unilateral de voluntad,
tanto del arrendador, como del arrendatario, puede ser
unilateralmente revocado?
NO, el Art. 1952, dice que el que ha dado noticia para la cesación
del arriendo, no podrá después revocarla, sin el consentimiento de la otra
parte.
Es unilateral porque no interesa si la contraparte acepta o no, además, es
irrevocable.

¿Con qué anticipación debe darse el desahucio?


La anticipación se ajustará al periodo o medida de tiempo que
regula los pagos. Si se arrienda a tanto por día, semana, mes, el desahucio
será respectivamente de un día, de una semana, de un mes, Art. 1951 incs. 1º
y 2º.
“El desahucio, Art. 1951, inc. 3º, empezará a correr al mismo tiempo que el
próximo periodo”.

¿Se altera de alguna manera frente al desahucio, la


obligación que tiene el arrendatario de pagar la renta?
De ninguna manera. El arrendatario debe pagar la renta hasta la
terminación del contrato, “…aunque voluntariamente restituya la cosa antes
del último día.”, Art. 1955.

¿Y si una vez terminado el arrendamiento por desahucio, o por


cualquiera otra causa, el arrendatario sigue en el goce de la cosa
arrendada sin protesta del arrendador, se entiende por ello
prorrogado el contrato?
NO, categóricamente el Art. 1956, inc. 1º se pronuncia por la
negativa.
Para que el contrato, ya terminado pudiera renovarse sería menester el
acuerdo expreso de las partes.
Si tal acuerdo no se produce, el arrendador podrá en cualquier momento
terminar con su aparente aquiescencia y exigir la restitución de la cosa.
( Art. 1956).

¿Hay alguna excepción a la regla?


SÍ, se entiende renovado el contrato de arrendamiento de un bien
raíz, si el arrendatario con el beneplácito del arrendador hubiere pagado la
renta de cualquier espacio de tiempo subsiguiente al de la terminación, o si
ambas partes hubieren manifestado por cualquier otro hecho igualmente
inequívoco su intención de perseverar en el arriendo, esto es lo que la
doctrina denomina la TÁCITA RECONDUCCIÓN.

Hay tácita reconducción sólo cuando:


 el arrendamiento recae sobre un bien raíz.
 el arrendatario mantenga la tenencia del inmueble.
 el arrendatario haya pagado la renta.
 exista algún ánimo de renovar el contrato por parte
del arrendador.

El código acepta en forma restringida la reconducción, importa la


celebración de un nuevo contrato, idéntico al anterior en el que sólo varía
el plazo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 352


En este caso preciso, se entenderá renovado el contrato bajo las mismas
condiciones que antes, pero no por más tiempo que el de tres meses en los
predios urbanos y el necesario para utilizar las labores principiadas y
coger los frutos pendientes en los predios rústicos, sin perjuicio de que a
la expiración de este tiempo vuelva a renovarse el arriendo de la misma
manera.

¿Y si opera la tácita reconducción, que suerte corren las


cauciones constituidas por terceros para garantizar los resultados
del contrato?
Obviamente se extinguen, y así lo dice el Art, 1957, toda vez que
con la tácita reconducción ha nacido un nuevo contrato de arrendamiento
entre las partes.
Naturalmente que los terceros pueden, en forma expresa mantener sus
cauciones para garantizar las resultas del nuevo contrato.

3. EXTINCIÓN DEL DERECHO DEL ARRENDADOR


Los derechos del arrendador pueden extinguirse por causas que NO
dependan de un hecho o culpa suya o de circunstancias imputables a él.
El arrendamiento termina de todas maneras, pero es conveniente hacer la
distinción apuntada para los efectos de precisar las indemnizaciones que
pueden afectar al arrendador.
Dice el Art. 1958, que “Extinguiéndose el derecho del arrendador sobre la
cosa arrendada, por una causa independiente de su voluntad expirará el
arrendamiento aun antes de cumplirse el tiempo que para su duración hubiere
estipulado”.
El mismo precepto pone ejemplos, uno de los cuales se pone en el caso de que
el arrendador fuera usufructuario de la cosa. Llega el día en que debe
cesar el usufructo y simultáneamente expira el arrendamiento “sin embargo de
lo que se haya estipulado entre el arrendador y el arrendatario sobre la
duración del arriendo.”
El nudo propietario, en el ejemplo propuesto, no tendrá porqué respetar el
arrendamiento. El contrato le es inoponible.
Lo mismo ocurre en caso de expropiación por causa de utilidad pública, Art.
1960.

¿Tiene, entonces, alguna responsabilidad el arrendador?


Dependerá de la buena o mala fe, es decir de la circunstancia de
haber contratado con perfecta conciencia de la precariedad o temporalidad de
su derecho o atribuyéndose la calidad de propietario.
Si contrató de buena fe, no habrá lugar a indemnización de perjuicios por la
cesación del arriendo en virtud de la resolución del derecho, Art. 1959.
Si contrató de mala fe, atribuyéndose la calidad de propietario, “…será
obligado a indemnizar al arrendatario; salvo que éste haya contratado a
sabiendas de que el arrendador no era propietario absoluto”, Art. 1959, inc.
final.
Como ya habíamos anticipado, el derecho del arrendador puede extinguirse por
una causa imputable a hecho o culpa suya. Será el caso, por ejemplo, en que
el contrato de compraventa de la cosa que arrendó se declare resuelto porque
no pagó el precio.

¿Qué responsabilidades afectan al arrendador en este caso?


Es preciso distinguir, entre aquellos casos en que el sucesor de
los derechos del arrendador no está obligado a respetar el arrendamiento y
aquellos casos en que sí tiene esta obligación.
En los casos que el sucesor del arrendador NO está obligado a respetar el
arrendamiento, el Art. 1961, dice que el arrendador será obligado a

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 353


indemnizar al arrendatario en todos los casos en que la persona que le
sucede en el derecho no esté obligada a respetar el arriendo.

¿Y si el arrendador autorizó el subarriendo, tiene o no la


obligación de indemnizar al subarrendatario?
SÍ, lo dice el Art. 1969, que menciona entre los perjuicios del
arrendatario por la extinción del derecho de su arrendador, “…los que el
subarrendatario sufriere por su parte”.
En los casos en que el sucesor de los derechos del arrendador SÍ está
obligado a respetar el arrendamiento, el arrendatario no tiene derecho a
indemnización alguna.
La hipótesis que examinamos es, evidentemente, excepcional. La regla general
nos dice que el sucesor de los derechos del arrendador no está obligado a
respetar el arrendamiento. Este contrato, obviamente, le es inoponible, lo
que además es muy lógico pues es un extraño al contrato.

¿Quiénes están obligados a respetar el arriendo al


arrendatario?
En los casos que señala el Art. 1962, que en síntesis, dice que el
arrendamiento se debe respetar:
1. Por todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador
por un título lucrativo, es decir gratuito, como herederos,
legatarios, donatarios, Art. 1962 Nº 1.
2. Por todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador
a título oneroso, si el arrendamiento consta de escritura
pública, exceptuados los acreedores hipotecarios, Art. 1962 Nº
2.
Tratándose de los sucesores a título oneroso, si el contrato
consta por escritura pública ha dejado a aquéllos en condición
de conocerlo y por lo mismo, de adquirir la cosa arrendada a
sabiendas de su existencia.
El Art. 1962 no es aplicable al reivindicador.
¿Y si arrendador y arrendatario convienen en que el
primero no enajenará la cosa arrendada, y, más aún,
que tal enajenación, de llevarse adelante, sería
nula, qué efectos jurídicos produce dicho pacto?
Tal pacto, de acuerdo con el Art. 1964, sólo produce un
efecto, da derecho al arrendatario para permanecer en el
arriendo, hasta su terminación natural.
3. Los acreedores hipotecarios, están obligados a respetar el
arriendo cuando el contrato de arrendamiento conste de
escritura pública inscrita en el registro conservatorio con
antelación a la inscripción hipotecaria, Art. 1962, Nº 3º. En
este caso, estaría contratando con conocimiento de que existía
el arriendo.
¿Se puede embargar la cosa arrendada?
SÍ, cuando el que embarga y se la adjudica es un acreedor
hipotecario, porque éste debe respetar el arriendo si es que
el contrato se celebró por escritura pública y se inscribió,
Art. 1962 Nº 3.
LOS Nºs 2 y 3 REQUIEREN ESCRITURA PÚBLICA, PERO SÓLO EL Nº 3
EXIGE QUE ESTÉ INSCRITA.

4. POR SENTENCIA JUDICIAL


Tal ocurrirá cuando el tribunal declara que el contrato de
arrendamiento está terminado o es nulo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 354


5. OTRAS CAUSAS DE EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
a) La insolvencia del arrendatario, Art. 1968.
b) El arrendador puede hacer cesar el arrendamiento en todo o en
parte cuando la cosa arrendada necesita de reparaciones que en
todo o parte impidan su goce, y el arrendatario tendrá
entonces los derechos que le conceden las reglas en el Art.
1928.
c) Dice el Art 407 que el tutor o curador no puede “…dar en
arriendo ninguna parte de los predios rústicos del pupilo por
más de ocho años, ni de los urbanos por más de cinco, ni por
más número de años que los que falten al pupilo para llegar a
los dieciocho.
Llegados los plazos máximos que señala el Art. 407, y que
también juegan para los hijos de familia, el arrendamiento se
extingue.
d) La misma limitación juega respecto del marido que sin
autorización de su mujer no puede dar en arrendamiento los
bienes raíces rústicos o urbanos de ella por mas de 8 o 5
años, respectivamente, so pena de nulidad relativa del
contrato, Art. 1756.
e) Por la sola voluntad del arrendador en los casos en que no hay
necesidad de invocar motivo plausible, Art. 1951 en relación
con los Arts. 3 y 4 de la Ley Nº 18.101, sólo para casos de
arriendo de bienes raíces urbanos.

I.B. ARRENDAMIENTO DE PREDIOS RÚSTICOS

El contrato de predios rústicos se rige por el D.L. Nº 993, al igual


que los contratos de mediería o aparcería, así como cualquiera otra
convención que tenga por objeto su explotación por terceros, art. 1º. En
forma supletoria se aplica el Código Civil.
PREDIO RÚSTICO: Es todo inmueble susceptible de uso agrícola, ganadero o
forestal, que esté comprendido en zonas rurales o urbanas. Esta definición
la entrega la Ley Nº 16.640 sobre Reforma Agraria, derogada por la ley Nº
18.775 que instituye el SAG. En todo caso se debe tener en cuenta lo
expresado por la Ley Nº 18.101 sobre Arrendamiento de Predios Urbanos, que
en su artículo 1º dice: “El contrato de arrendamiento de bienes raíces
urbanos, entendiéndose por tales los ubicados dentro del radio urbano
respectivo, se regirá por las disposiciones especiales de esta ley y, en lo
no previsto en ella, por el Código Civil.
La misma norma se aplicará a los arrendamientos de viviendas situadas fuera
del radio urbano, aunque incluyan terreno, siempre que su superficie no
exceda de una hectárea.”
es
De manera que podemos resumir la definición, diciendo que predio rústico,
todo inmueble susceptible de uso agrícola, ganadero o forestal,
que esté comprendido en zonas rurales o urbanas, que exceda de
1 Há.

En este tipo de contrato intervienen dos partes, arrendador y arrendatario o


colono, quienes sólo pueden celebrarlo por escritura pública o privada, art.
5º inc. 1º.
En caso de escritura privada se requieren 2 testigos mayores de 18 años,
quienes debidamente individualizados, deberán firmarla, art. 5º inc. 1º.
El arrendador tiene la obligación de entregar la cosa.
El arrendatario o colono tiene las obligaciones de, pagar el precio; cuidar
la cosa con el cuidado propio de un padre de familia, responde por culpa
leve; dar cumplimiento a todas las disposiciones contractuales, legales y
reglamentarias sobre protección y conservación de los recursos naturales,

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 355


art. 8º. El incumplimiento de esto último es causal de terminación
anticipada del contrato, art. 9º.
Se prohíbe el subarriendo y la cesión del contrato como igualmente
introducir mejoras en el predio sin previa autorización escrita del
arrendador, art. 7º.
Si el arrendador vende o transfiere el predio a cualquier título, el nuevo
propietario estará obligado a mantener los términos del contrato de
arrendamiento, art. 10, salvo acuerdo del nuevo propietario con el,
arrendatario.
En la restitución de la cosa arrendada se rige por las reglas generales y
por el Art. 1984 CC, siempre que el arrendamiento hubiere incluido ganado o
rebaños que se deban restituir en el mismo número y calidad.
En caso de desahucio se debe notificar con una anticipación de 1 año, Art.
1985 inc. 1º CC.
El arrendador puede solicitar la terminación anticipada del contrato cuando
el arrendatario infrinja las disposiciones referentes a no subarrendar e
incumplir las normas relativas a los recursos naturales.

I.C. MEDIERÍAS Y APARCERÍAS

Definición: Se entenderá por contrato de mediería o aparcería aquel


en que una parte se obliga a aportar el uso de una determinada superficie de
terreno y la otra el trabajo para realizar cultivos determinados con el
objeto de repartirse los frutos o productos que resultan obligándose, ambas
partes además, a aportar los elementos necesarios para la adecuada
explotación de los terrenos, o concurrir a los gastos de producción, en
forma conjunta la dirección de la explotación y a participar en los riesgos
de la misma, art. 12.
Llámesecedente al que se obliga a ceder el uso de la tierra y mediero o
aparcero al que se obliga a trabajarla.
Este contrato puede pactarse por escrito o no, en todo caso, es consensual.

Si no se pacta por escrito se presumirá:


1º Que el cedente aportará el terreno, el agua, correspondiente si
son de riego; la mitad de las semillas, plantas, fertilizantes y
pesticidas, sea en especies o en dinero; los dos tercios de los
fertilizantes de efectos duraderos utilizados en el último año.
2º Que el mediero debe aportar el trabajo y el saldo de las
prestaciones complementarias.
3º Que el producto que se obtenga se distribuirá por partes iguales;
y
4º Que el plazo de duración del contrato será de un año, salvo
prueba en contrario, art. 14.

Si se pacta por escrito, el contrato debe contener:


a. Individualización de las partes.
b. Descripción, ubicación y superficie de los terrenos que se
aportan; los demás aportes que se estipulen y la forma como se
harán.
c. Siembras, plantaciones y cultivos que se realizarán.
d. Forma y porcentaje en que se distribuirá el producto y las
utilidades, así como las pérdidas.
e. Fecha de entrega y de restitución de los terrenos.
f. Cláusula arbitral, si desean pueden nombrar a un árbitro
arbitrador, art. 13.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 356


No puede cederse los derechos del contrato de mediería ni puede el mediero
establecer submedierías sin autorización previa y escrita del cedente, art.
15.

Causales de terminación
Las generales a todo contrato y además:
 el fallecimiento o imposibilidad física del mediero, según
corresponda; quien deberá ser indemnizado por el cedente en un
monto no inferior al valor de los aportes efectuados por el
mediero, art. 18.
El fallecimiento del cedente no será causal de término
anticipado del contrato de mediería.
 subarrendar o ceder sus derechos, arts. 15 y 18.
 no dar cumplimiento a disposiciones sobre protección y
conservación de los recursos naturales, arts. 17 y 18.

Puntos de interés
1. Competencia en los conflictos se entrega al Juez de Letras
correspondiente a la comuna. Pueden las partes, sin embargo,
someter sus conflictos a un árbitro arbitrador, art. 2º.
2. En las zonas fronterizas no se podrán celebrar los contratos con
personas naturales o jurídicas extranjeras, art. 3º.

I.D. ARRENDAMIENTO DE PREDIOS URBANOS

Estos contratos están regulados por la Ley Nº 18.101 modificada por


la Ley Nº 19.866 D.O. 11.04.2003.

Art. 1. El contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos,


entendiéndose por tales los ubicados dentro del radio urbano
respectivo, se regirá por las disposiciones especiales de esta ley
y, en lo no previsto en ella, por el Código Civil.
La misma norma se aplicará a los arrendamientos de viviendas
situadas fuera del radio urbano, aunque incluyan terreno, siempre
que su superficie no exceda de una hectárea.
Art. 2. Esta ley no será aplicable a los siguientes bienes raíces
urbanos:
1. Predios de cabida superior a una hectárea y que tengan
aptitud agrícola, ganadera o forestal, o estén destinados a
ese tipo de explotación;
2. Inmuebles fiscales;
3. Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a
tres meses, por períodos continuos o discontinuos, siempre
que lo sean amobladas y para fines de descanso o turismo;
4. Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las
relaciones derivadas del hospedaje, y
5. Estacionamientos de automóviles y vehículos.
6. Las viviendas regidas por la Ley Nº 19.281.
Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 357
No obstante, los juicios que se originen en relación con los
contratos a que se refieren los números 3 y 5 de este artículo, se
sustanciarán con arreglo al procedimiento establecido en el Título
III de la presente ley.

Quedan fuera del ámbito de aplicación los predios mayores a 1 Há, art. 2º.
Este contrato es consensual, bilateral, oneroso, conmutativo, principal, de
tracto sucesivo, constituye título de mera tenencia.

Esta ley distingue varios tipos de contrato:


 los que son a plazo fijo y exceden de 1 año.
 los que son a plazo fijo menores a 1 año.
 los que se celebran mes a mes.
 los de plazo indefinido.

Se hace esta distinción entre estos contratos por el desahucio y la


restitución de la cosa arrendada, arts. 3 y 4.
Los contratos a plazo fijo que exceden 1 año , se rigen por el Art. 1954
CC.
Los contratos pactados mes a mes y los de duración indefinida, sólo se
les puede poner término mediante desahucio judicial o por notificación
personal a través de un notario, art. 3. El plazo de desahucio es de 2
meses contados desde la notificación, más 1 mes por año completo, con un
tope de 6 meses, art 3.
El arrendatario desahuciado puede restituir antes de expirar el plazo, sólo
debe pagar renta hasta la restitución.
Los contratos a plazo fijo menor a 1 año, en este caso, sólo se puede
pedir la restitución judicialmente. El arrendatario tiene un plazo de 2
meses para restituir. Puede restituir antes del plazo y paga la renta hasta
ese momento, art. 4.
Los contratos a plazo fijo que exceden 1 año, destinados a habitación,
terminan cuando vence el plazo, esto por aplicación del Art. 1954 CC. Si el
contrato cesa por desahucio de cualquiera de las partes, el arrendatario
está obligado a pagar la renta hasta el día que se cumple el plazo, aunque
restituya antes la cosa, Art. 1955 CC. Sólo en este tipo de contratos se
subentiende implícita la facultad de subarrendar, salvo estipulación en
contrario. Si se estipula que el arrendatario no puede subarrendar, el
subarrendatario podrá poner término anticipado al contrato y restituir la
cosa, sin la obligación de pagar la renta por el período que falte, art. 5.

II. CONTRATOS PARA LA CONFECCIÓN O EJECUCIÓN DE UNA OBRA


MATERIAL
Según el Art. 1915 CC, el contrato de arrendamiento puede tener tres
objetivos:
 uso y goce de una cosa.
 ejecución de una obra material, Art. 1966 y ss.
 prestación de un servicio.

El contrato de ejecución de una obra material, es un contrato


mediante el cual dos partes se obligan recíprocamente, una a ejecutar una
obra y la otra a pagar un precio determinado. Además, el arrendador está
obligado a aprobar la obra.
Quien paga el precio es el arrendador, el otro es el artífice, la persona
que toma a su cargo la ejecución de la obra.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 358


Este tipo de contrato no está definido, pero el código SÍ expresa que si el
artífice proporciona los materiales se trataría de una venta. Si los
materiales los proporciona el arrendador SÍ es un arrendamiento, Art. 1996
inc. 1º.
No es un contrato de trabajo, porque no hay subordinación del
artífice, él actúa con independencia. En el contrato de trabajo la
actividad del trabajador se paga siempre, en estos contratos el pago está
subordinado a la aprobación de la obra.
El profesor Raúl Meza Barros define este contrato como “Aquél en que las
partes se obligan mutuamente, la una a ejecutar una obra material y la otra
a pagar por ella un precio determinado”.
Respecto al precio que se debe, Art. 1997, es el estipulado, sino se
presume que se va a tener que pagar el que ordinariamente se paga por el
mismo tipo de obra. Si fuera de un tipo que no existe o uno controvertido,
el precio deben fijarlo peritos.
Es un contrato intuito personae, ya que se encomienda a quien se estime
que es el más idóneo para ejecutarlo.
Los riesgos, Art. 2000 inc. 1º, recaen sobre el dueño de la materia o
materiales; si éstos perecen por caso fortuito la pérdida la soporta el
dueño de ellos; si perecen por culpa del artífice o de sus agentes, éste
debe indemnización de perjuicios al arrendador.
El inc. 3º del Art. 2000 estipula que el artífice en caso de pérdida de los
materiales aunque no sea por su culpa ni la de sus agentes, pierde su
trabajo, salvo tres casos:
 Si la obra ha sido reconocida y aprobada.
 Si la obra no ha sido reconocida y aprobada por mora del que la
encargó.
 Si la cosa perece por vicio de la materia suministrada por el
que encargó la obra, salvo que el vicio sea de aquellos que el
artífice por su oficio debía conocer, o conociéndolo no dio aviso
oportuno.

Término o Extinción del Contrato

1. Por la voluntad del que encargó la obra. En tal caso deberá


reembolsar “al artífice todos los costos, y dándole lo que valga el
trabajo hecho, y lo que hubiere podido ganar en la obra”, Art. 1999
inc. 2º.
2. Por la muerte del artífice, Art. 2005.
¿Y si a su muerte hay trabajos o materiales preparados, que pueden
ser útiles para la obra de que se trata? En tal evento, “…el que la
encargó será obligado a recibirlos y a pagar su valor…”
¿Y si muere la persona que encargó la obra? No se resuelve el
contrato, Art. 2005 inc. final.

De cuando el contrato es de compraventa

a) Es un contrato de venta de cosa futura.


b) La venta se entiende hecha bajo la condición de que será aprobada
por quien la encargó, se trata de una venta condicional, “…que se
perfecciona por la aprobación del que ordenó la obra”, Art. 1996,
inc. 1º.
c) Como consecuencia, “el peligro de la cosa no pertenece al que ordenó
la obra sino desde su aprobación, salvo que se haya constituido en
mora de declarar si la aprueba o no”, Art. 1996 inc. 2º).
d) Si la cosa perece, el artífice pierde la materia y el precio del
trabajo.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 359


e) Los riesgos pasan a ser de cargo de quien encargó la obra si se
constituye en mora de decir si aprueba o rechaza.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 360


De cuando el contrato es de arrendamiento

a) El arrendamiento de obra se sujeta, en principio, a las reglas


generales del contrato de arrendamiento, Art. 1996 inc. final.
b) La pérdida de la materia recae sobre su dueño. “Por consiguiente,
dice el Art. 2000, la pérdida de la materia suministrada por el que
ordenó la obra, pertenece a éste”.
c) El artífice, SÍ es responsable cuando la materia perece por su culpa
o por culpa de las personas que le sirven.
d) Si la cosa perece sin culpa del artífice o de sus dependientes,
aquél pierde su trabajo ya que no puede “reclamar el precio o
salario”, Art. 2000, inc. 3º.
El artífice, en este caso, aparece compartiendo los riesgos con el
que encargó la obra.
e) Hay casos, eso sí, en que el riesgo es totalmente de cargo del que
encargó la obra. Ello ocurre:
1. Si la obra ya ha sido reconocida y aprobada;
2. Si no ha sido reconocida y aprobada precisamente por la
mora de quien la encargó; y
3. Si la cosa perece por vicio de la materia suministrada
por el que encargó la obra, salvo que el vicio sea de
aquellos que el artífice por su oficio haya debido
conocer, o que conociéndolo no haya dado aviso oportuno,
Art. 2000.

Obligaciones de las partes


A) Obligaciones del que encarga la obra
1. Pagar el precio, lo pagará en la forma contractualmente
convenida. A falta de estipulación en tal sentido, el
precio se pagará una vez concluida la obra y aprobada por
quien la encargó.
2. Declarar que aprueba o rechaza la obra.

B) Obligaciones del artífice


Ejecutar la obra en la forma y plazo convenidos.

¿Y si las partes no cumplen sus obligaciones?


Se aplican los principios generales, que el Art. 1999 se encarga de
recordar, “Habrá lugar a la reclamación de perjuicios…”
El Art. 2000 da la regla especial papa el cumplimiento del artífice. Dice
que si no se ejecuta debidamente la obra, “podrá ser obligado a elección del
que encargó la obra, a hacerla de nuevo o a la indemnización de perjuicios”.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 361


III. ARRENDAMIENTO DE SERVICIOS INMATERIALES

Concepto y clasificación
Arrendamiento de servicios inmateriales, según se desprende del Art. 2006,
es aquél “en que predomina la inteligencia sobre la obra de mano”.

Hay que distinguir, en esta materia tres especies de arrendamiento:

A. De servicios aislados en que predomina la inteligencia sobre la


obra de mano.
Es el caso de una composición literaria o de la corrección
tipográfica de un impreso.
De acuerdo con el Art. 2006, este tipo de arrendamiento se sujeta a
las disposiciones especiales de los Arts. 1997, 1998, 1999 y 2002,
que ya conocemos.

B. De servicios que consisten en una larga serie de actos.


Es el caso de “los escritores asalariados para la prensa,
secretarios de personas privadas, preceptores, ayas, histriones y
cantores”, Art. 2007.
Estas personas son, normalmente, empleados particulares y les son
aplicables, por lo mismo las normas el Código Del Trabajo.

C. De servicios profesionales.
El Art. 2012 dice que las disposiciones contenidas en el párrafo 9
del título XXVI se aplican a los servicios profesionales, en lo que
no fueren contrarias a las normas del mandato, que son las que
rigen, de acuerdo con el Art. 2118, para las “profesiones y carreras
que suponen largos estudios, o a que está unida la facultad de
representar y obligar a otra persona respecto de terceros”.
Los servicios profesionales, de consiguiente, se sujetan a las
reglas del mandato, y, en forma subsidiaria, a las del arrendamiento
de servicios.

IV. ARRENDAMIENTO DE TRANSPORTES

El tema está regulado en los Arts. 2013 y ss. así como por el Código
de Comercio, que por ser posterior prima por sobre el Código Civil.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 362


CONTRATO DE SOCIEDAD

Art. 2053. La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas


estipulan poner algo en común con la mira de repartir entre sí los
beneficios que de ello provengan.
La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios
individualmente considerados.

El alcance del inc. 2º es muy importante, porque señala que la sociedad


forma una persona jurídica distinta de los socios que la componen.

CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE SOCIEDAD

1º La doctrina clásica señala que se trata de un acto jurídico


bilateral, esto surge de la propia definición, pero la doctrina
más moderna señala que se trata de un acto jurídico plurilateral.

2º Es consensual o solemne, dependiendo del tipo de sociedad que se


trate, generalmente, va a ser solemne, y la solemnidad va a
consistir en el otorgamiento de escritura pública y el
cumplimiento de ciertos trámites posteriores, básicamente
publicación de un extracto en el diario oficial e inscripción en
el Registro de Comercio.

3º Los socios se reparten los beneficios que provengan, la


repartición de beneficios es proporcional al aporte de cada
socio.

4º La sociedad forma persona jurídica distinta de las personas que la


componen. Esto es importante desde el punto de vista de quien
resulta obligado cuando la sociedad actúa en la vida del derecho.
El que resulta obligado es el patrimonio social y no el del o los
socios que actúan en representación de ella.

5º Es un contrato bilateral, las partes que intervienen en él se


gravan recíprocamente.

6º Es oneroso, persigue la utilidad de todos.

7º Es conmutativo.

8º Es intuito personae, siempre se celebra en consideración de la


persona de los socios, esto es importante particularmente en las
sociedades de personas, pero tiene menos relevancia en las
sociedades de capital.

9º Es un contrato principal.

10º Es nominado.

REQUISITOS O ELEMENTOS DE LA SOCIEDAD

1º La sociedad debe considerar la estipulación de un aporte

¿Qué se puede aportar? Se pueden aportar toda clase de bienes,


corporales e incorporales, con la condición de que se traten de bienes que
estén en el comercio, también, se pueden aportar cosas futuras, además de
trabajo personal de los socios, pero si se trata del aporte de trabajo este
tiene que ser valorizado en dinero.

El aporte tiene que ser a título singular lo que significa que no


se puede aportar una universalidad, Art. 2055 inc. 1º y Art. 2056 inc.1º.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 363


Requisitos del aporte
a) Debe ser apreciable en dinero.
b) Debe efectuarse a título singular.

Art. 2055. No hay sociedad, si cada uno de los socios no pone alguna cosa
en común, ya consista en dinero o efectos, ya en una industria, servicio o
trabajo apreciable en dinero.
Tampoco hay sociedad sin participación de beneficios.
No se entiende por beneficio el puramente moral, no apreciable en dinero.

Art. 2056. Se prohíbe toda sociedad a título universal, sea de bienes


presentes y venideros, o de unos u otros.
Se prohíbe asimismo toda sociedad de ganancias, a título universal, excepto
entre cónyuges.
Podrán con todo ponerse en sociedad cuantos bienes se quiera,
especificándolos.

El Código Civil en su Art. 2.053 define la sociedad en los siguientes


términos: “La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas
estipulan poner algo en común con la mira de repartir entre sí los
beneficios que de ello provengan".
Entonces, el aporte, “poner algo en común”, está establecido como requisito
de existencia, esto se confirma al revisar el Art. 2.055 inc. 1º, que
expresa: “No hay sociedad, si cada uno de los socios no pone alguna cosa en
común, ya consista en dinero o efectos, ya en una industria, servicio o
trabajo apreciable en dinero”.

Al respecto, el Art. 376 del Código de Comercio aclara: “Pueden ser objeto
de aporte el dinero, los créditos, los muebles e inmuebles, las mercedes,
los privilegios de invención, el trabajo manual, la mera industria, y en
general, toda cosa comerciable capaz de prestar alguna utilidad”.
Esto fue concebido así porque la sociedad, para realizar sus fines, necesita
de un patrimonio, el llamado FONDO SOCIAL, el cual al constituirse la
sociedad, precisamente, se forma con los aportes que cada uno de los socios
entrega o promete entregar a la sociedad.
El aporte ha de ser patrimonial y puede efectuarse a diversos títulos. Todo
aporte que no consista en dinero, o documentos representativos de dinero, es
decir, en especies debe señalársele su valor, o por lo menos la forma en que
se deberá establecer dicho valor.
De acuerdo a los Arts. 2.082 y 2084 del Código Civil, los aportes en
especies pueden hacerse en propiedad o en usufructo.
En ambos casos, los frutos pertenecen a la sociedad desde el momento del
aporte.

En cuanto al riesgo, se debe distinguir:


a. Si el aporte es en dominio o propiedad, el riesgo es de la sociedad
y ésta queda exenta de restituirla en especie.
b. Si el aporte es en usufructo, el riesgo es del dueño, de la persona

que lo aporta, salvo que el daño se deba a culpa de la sociedad.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 364


En todo caso, el Art. 2.085, establece, que el aporte de una especie
determinada en propiedad o usufructo, obliga al aportante al saneamiento de
todo perjuicio en el evento de evicción, en ambos casos.
Así que debemos considerar, que cuando el aporte es un inmueble en
propiedad, éste sale del patrimonio del aportante, constituye una
enajenación, y una vez celebrada la constitución de la sociedad por
escritura pública e inscrita ésta en el Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces respectivo, es la sociedad la que se hace dueña
de la cosa aportada porque el aporte equivale a una venta, donde la
inscripción constituye la tradición del bien raíz. Sin embargo, si el
aporte del inmueble es en usufructo, no sale del patrimonio del aportante y
la sociedad sólo gozará del usufructo.

2º Debe estipularse la forma en que los socios se van a


repartir las utilidades que provengan de la explotación
del giro social
La sociedad es creada con fines de lucro, por ello no se concibe
una sociedad sin utilidades o ganancias.
El inc. 3º se refiere a que la utilidad que reciben los socios debe
ser apreciable en dinero, esto es que el beneficio no puede ser puramente
moral.
El Art. 2069 se refiere al caso en que se aporte trabajo, servicio
o industria y no se hubiere estipulado la cuota de cada socio en los
beneficios sociales, en este caso, si no hay acuerdo de las partes, la
determinación de los beneficios la hace el juez.
Si se trata de las pérdidas, lo que el código asume es que ese
socio pierde su industria, profesión u oficio.

Art. 2069. Si uno de los socios contribuyere solamente con su industria,


servicio o trabajo, y no hubiere estipulación que determine su cuota en los
beneficios sociales, se fijará esta cuota en caso necesario por el juez; y
si ninguna estipulación determinare la cuota que le quepa en las pérdidas,
se entenderá que no le cabe otra que la de dicha industria, trabajo o
servicio.

3º Debe estipularse la forma de soportar las pérdidas,


generalmente va a ser a prorrata de los aportes
Si los beneficios se dividen a prorrata, por lo mismo las pérdidas,
también se dividen a prorrata de la cuota de cada socio.

Art. 2068. A falta de estipulación expresa, se entenderá que la división de


los beneficios debe ser a prorrata de los valores que cada socio ha puesto
en el fondo social, y la división de las pérdidas a prorrata de la división
de los beneficios.

4º Affectio Societatis
La intención de formar una sociedad, lo cual importa deberes de
lealtad a la sociedad y hacia los socios, lo que significa, por ejemplo, que
no debe desarrollar uno de los socios, la misma actividad, o crear otra
sociedad que vaya a significar una competencia a ésta.

ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
El Art. 2053 inc. 2º, dice que la sociedad forma una persona jurídica
distinta de las personas que la componen, y como es una persona jurídica, la
sociedad tiene los mismos atributos de la personalidad que una persona
natural, excepto el estado civil.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 365


Patrimonio social
Es el que corresponde al fondo común que han aportado los socios, al fondo
social.
El patrimonio de la sociedad es distinto del patrimonio de cada socio que la
compone, este es el patrimonio social. Esto significa, como principal
consecuencia, que la quiebra de la sociedad no trae aparejada la quiebra de
los socios que la componen, con algunas excepciones.
Uno de los tipos de sociedad a que se refiere el código, es la sociedad
colectiva, ella puede constituirse para desarrollar un giro o un objeto
civil o un giro u objeto comercial, por tanto, puede ser civil o comercial,
en el caso de la sociedad colectiva civil la responsabilidad de los socios
por obligaciones que contrae la sociedad es mancomunada, pero es ilimitada,
esto significa que la quiebra de la sociedad colectiva civil puede traer
aparejada la quiebra de los socios.
La sociedad colectiva comercial es similar a la anterior, la responsabilidad
de los socios también es ilimitada, pero a diferencia de la sociedad
colectiva civil, las obligaciones de los socios son solidarias, la quiebra
de la sociedad puede importar la quiebra de los socios.
En el caso de las sociedades anónimas o sociedades de capital, los socios
solamente responden hasta el monto de sus acciones o participación, en
consecuencia, la quiebra de la sociedad no importa la quiebra de los socios.
En las sociedades de responsabilidad limitada, los socios responden hasta el
monto de sus aportes, la quiebra de la sociedad no importa la quiebra de los
socios.
En las sociedades en comanditas hay que distinguir entre socios gestores y
socios comanditarios. Socios gestores son los que tienen a su cargo la
administración de la sociedad, y los comanditarios son aquellos que realizan
los aportes.
La responsabilidad de los socios gestores es ilimitada y la responsabilidad
para los socios comanditarios está limitada al monto de sus aportes.

Nombre
En materia societaria el nombre recibe la denominación de razón social y
ésta siempre va a estar determinada en los estatutos.
Esta razón social debe cumplir con los requisitos o limitaciones que la ley
impone dependiendo del tipo de sociedad.

Domicilio
Igual que en el caso anterior, el domicilio debe estar contemplado en los
estatutos, en el acto constitutivo.
El domicilio va a corresponder generalmente a la ciudad o comuna, en que la
sociedad se está constituyendo, esto es sin perjuicio de que la sociedad
disponga la apertura de sucursales en otras ciudades del país, incluso en el
extranjero.

Capacidad de goce
Es una persona jurídica distinta de los socios distinta de los socios, es
sujeto de derecho para adquirir derechos y contraer obligaciones.

Nacionalidad
También la tiene. Generalmente la nacionalidad de la sociedad está dada por
el país donde se otorgan los estatutos sociales, y ese es el primer factor
que el derecho internacional privado considera para asignar una nacionalidad
a una determinada sociedad. Además, hay otros factores que se consideran,
como la nacionalidad de los socios, la propiedad del capital y el país en
que se desarrollan sus negocios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 366


Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 367
SOCIEDAD DE HECHO
La sociedad es un contrato, por ello puede adolecer de vicios que acarreen
su nulidad. El código se preocupó particularmente de la nulidad del
contrato de sociedad, regulando la materia desde el punto de vista de la
situación en que quedan los terceros que contrataron con la sociedad.
Cuando la sociedad es declarada nula si llegó a existir de hecho, dará lugar
a una comunidad. Entre los comuneros las ganancias y pérdidas se repartirán
y soportarán, así como la restitución de los aportes, con arreglo a lo
pactado y, en subsidio, de conformidad a lo establecido para la sociedad.
Los miembros de la comunidad responderán solidariamente a los terceros con
quienes hubieren contratado a nombre y en interés de ésta; y no podrán
oponer a los terceros la falta de escritura pública, o de instrumento
reducido a escritura pública o de instrumento protocolizado. Los terceros
podrán acreditar la existencia de hecho de la sociedad por cualquiera de los
medios probatorios que reconoce el Código Civil, y la prueba será apreciada
de acuerdo a las reglas de la sana crítica.
Lo que la ley dispone, a propósito de la nulidad del contrato de sociedad,
respecto de los terceros, es que los terceros van a poseer acción contra la
sociedad. Siempre que hayan contratado de buena fe y siempre que la
sociedad haya funcionado o existido, Art. 2058. Esta sociedad cuyo contrato
está viciado de nulidad, da origen a la llamada sociedad de hecho.

Art. 2058. La nulidad del contrato de sociedad no perjudica a las acciones


que corresponden a terceros de buena fe contra todos y cada uno de los
asociados por las operaciones de la sociedad, si existiere de hecho.

PARALELO ENTRE COMUNIDAD Y SOCIEDAD

La comunidad, es una especie de cuasicontrato, entre dos o más


personas, sin que ninguna de ellas haya contratado sociedad o celebrado otra
convención relativa a la misma cosa, Art. 2304.
La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas
estipulan poner algo en común con la mira de repartir entre sí los
beneficios que de ello provengan, Art. 2053.

La comunidad para su formación, generalmente, no requiere el


consentimiento de los comuneros. Si bien la comunidad puede nacer por el
mutuo acuerdo de dos o más personas cuando deciden comprar un bien en
conjunto, colocándolo a nombre de todos. La más importante fuente de la
comunidad es la sucesión por causa de muerte, cuando fallece una persona se
forma entre sus herederos un estado de indivisión respecto de los bienes,
con la apertura de la sucesión, si son varios herederos, se forma una
comunidad hereditaria. Otra fuente importante se encuentra en la disolución
de una sociedad, como la sociedad conyugal, o una sociedad civil o
comercial, en que disuelta la sociedad da paso a una comunidad mientras se
procede a la partición y adjudicación. También se origina en una sociedad
cuyo contrato de constitución adolece de nulidad absoluta.
La sociedad para su constitución requiere el consentimiento de los
socios, porque sólo nace de un contrato, por un acuerdo de voluntades.

La comunidad proviene de un patrimonio existente, al menos


generalmente.
La sociedad requiere de los aportes de los socios para formar un
patrimonio nuevo y distinto, sin los aportes no hay sociedad.

La comunidad no constituye una persona jurídica, carece de


individualidad propia y es una relación simple en la que aparecen como
sujetos varias personas conjuntamente. Hay comunidad cuando un determinado
derecho (el de propiedad, el de usufructo o cualquiera otro) tiene en toda su
integridad no un solo titular sino simultáneamente dos o más. Los
cotitulares o comuneros tienen un derecho de idéntica naturaleza, sea en

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 368


igual o distinta proporción, sobre la totalidad de la misma cosa indivisa,
no dividida. El derecho común corresponde personalmente a los comuneros y
no a otra entidad.
En la comunidad, los bienes comunes pertenecen a los comuneros pro
indiviso, es un estado de indivisión. Según el Art. 1812, “Si la cosa es
común de dos o más personas proindiviso, entre las cuales no intervenga
contrato de sociedad, cada una de ellas podrá vender su cuota, aun sin el
consentimiento de las otras.” La indivisión se produce cuando varias
personas poseen derechos cuotativos sobre una misma cosa, siendo ninguna de
ellas dueña de toda la cosa o de parte precisa de ella, sino que en conjunto
son dueños del total y cada uno es dueño de una cuota sobre el derecho que
sobre la cosa se ejerce, pero no de una cuota de la cosa misma. Pero esta
situación debe tener algún término porque en el espíritu individual de la
propiedad del Código Civil la indivisión no es una situación deseable. Por
ello el Art. 1317 señala que cualquier comunero podrá pedir el término de la
indivisión mediante la partición de los bienes. La principal forma de
ponerle término a la comunidad es mediante la partición, es la principal
pero no la única, hay otros medios, como cuando por cualquier circunstancia
las cuotas se juntan en una sola persona, o como cuando se destruye la cosa
común.
La sociedad, en cambio, siempre forma una persona jurídica,
distinta de los socios individualmente considerados, los bienes pertenecen a
la sociedad y no a los socios, Art. 2053 inc. 2º.

La comunidad jamás tendrá una razón social por no ser personalidad


jurídica.
En cambio, la sociedad precisamente por gozar de personalidad
jurídica siempre tendrá una razón social que la caracterizará.

La comunidad, como tal, no puede ser sujeto de derechos y


obligaciones y tampoco, claro está, ser demandante ni demandado en la vía
judicial. Para actuar válidamente es necesario que todos los comuneros
designen un mandatario dotado de las atribuciones pertinentes a los actos
que se deseen realizar, sean éstos de carácter judicial o extrajudicial.
La sociedad, es siempre sujeto de derechos y obligaciones.

La ley no favorece la comunidad, el legislador la mira con muy


malos ojos, porque se considera que paraliza la fluidez que requiere el
movimiento económico, por ello reacciona facilitando los medios para su
terminación, art.1713.
En cambio, la sociedad es considerada un factor de progreso.

La comunidad, por mutuo acuerdo de los comuneros pueden darle


término y dar inicio a una sociedad, pero previamente deben haber procedido
a la partición, para que con lo obtenido de e la adjudicación, cada uno de
los comuneros realice su aporte a la sociedad que desean constituir.
La sociedad, siempre cuando se disuelve pasa a constituir una
comunidad, la que durará mientras no se proceda a la partición y
adjudicación.

MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD
Como se trata de una persona jurídica distinta de los socios y como también
tiene capacidad de goce, evidentemente va a poder manifestar su propia
voluntad como ente jurídico.
La 1ª regla respecto a la forma en que la sociedad va a poder manifestar su
voluntad es la que esté contenida en los estatutos, generalmente los
estatutos dirán en quién recae la representación, expresa quienes podrán
actuar por ella, obrar y manifestar su voluntad, quien o quienes podrán
manifestar la voluntad de la sociedad y con qué facultades podrán obrar.
Si los estatutos no dicen nada, el código contiene una regla, la voluntad de
la sociedad se forma por el acuerdo mayoritario de los socios que

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 369


representen la mayoría del capital social. Esta es la regla general, salvo
para aquellas materias en que la propia ley dispone que se requiere el
acuerdo unánime de todos los socios.
El acuerdo unánime se requiere cuando se trate de codificar los estatutos
sociales, cuando se trate del retiro o ingreso de socios, cuando se trate de
prorrogar la vigencia de la sociedad y, cuando se modifican las atribuciones
del órgano de administración.

CLASIFICACIÓN DE LA SOCIEDAD
1º Dependiendo de su giro u objeto

a) Civiles
Son aquellas que se constituyen para desarrollar un giro u
objeto civil. Ej. Las sociedades de profesionales.

b) Comerciales
Son aquellas que se constituyen para desarrollar uno o mas
actos de comercio, Art. 3 Código de Comercio.

2º De capital o de personas
La característica fundamental de una y de otra es que el retiro o
ingreso de nuevos socios en ambos tipos de sociedad solo va a depender de la
transferencia de los derechos sociales, en el caso de la sociedad de
capitales, de la voluntad de los socios, como las Sociedades Anónimas.
En el caso de las sociedades de personas, cualquier modificación
estatutaria pasa por el acuerdo unánime de todos los socios, como las
Sociedades de Responsabilidad Limitada.
El código en el Art. 2061, nombra 3 tipos de sociedades:
1º Las sociedades colectivas.
2º Las sociedades en comandita.
3º Las sociedades anónimas.
A estos 3 tipos de sociedad la Ley Nº 3.918 agrega uno más, la sociedad de
responsabilidad limitada.

Estos 4 tipos de sociedad las vamos a estudiar desde 4 puntos de vista:


1. Administración de la sociedad.
2. Posibilidad de ceder los derechos sociales.
3. La responsabilidad de los socios.
4. La razón social.

Art. 2061. La sociedad, sea civil o comercial, puede ser colectiva, en


comandita, o anónima.
Es sociedad colectiva aquella en que todos los socios administran por sí o
por un mandatario elegido de común acuerdo.
Es sociedad en comandita aquella en que uno o más de los socios se obligan
solamente hasta concurrencia de sus aportes.
Sociedad anónima es aquella formada por la reunión de un fondo común,
suministrado por accionistas responsables sólo por sus respectivos aportes
y administrada por un directorio integrado por miembros esencialmente
revocables.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 370


Sociedad Colectiva

La definición del Art. 2061, es criticada por la doctrina, se dice que es


incompleta por que solo conceptualiza la sociedad colectiva desde el punto
de vista de la administración.
En este tipo de sociedad todos los socios administran por si o por medio de
un mandatario elegido de común acuerdo.
El profesor Gonzalo Baeza, define a la sociedad colectiva como “Una persona
jurídica surgida de un contrato intuito persona para desarrollar un giro
asignado por 2 o más personas denominados socios, bajo una razón social y
que concurren a su formación con la mira de repartir entre si los
beneficios que de ellos provengan, respondiendo de las deudas sociales, de
manera simplemente conjunta o solidaria, según si la sociedad es civil o
comercial respectivamente.”

Administración
Todos los socios administran por si o por un mandatario elegido de común
acuerdo.

Cesión de los derechos sociales


No, a menos que todos los socios estén de acuerdo.

Responsabilidad
Si la sociedad colectiva es civil, las obligaciones son simplemente
conjuntas o mancomunadas, pero responden de manera ilimitada. En las
sociedades colectivas comerciales es lo mismo, salvo que las obligaciones
son solidarias.

Razón social

Tiene que estar compuesta por los nombres de todos los socios o de algunos
de ellos, más la expresión “y Compañía”.
Cuando la ley dice que en la razón social debe ir el nombre y la expresión
“y Compañía”, se refiere a que debe ir la palabra completa, aunque en los
estatutos se puede consignar la abreviatura “y Cía.”, al establecer un
nombre de fantasía con el que también operará la sociedad.

Sociedad en Comandita
Pueden ser simples o por acciones. La diferencia, fundamental, entre una y
otra, está en la forma en que se divide el capital social. En la sociedad
en comandita por acciones, el capital social se divide por acciones.
Las sociedades en comandita por acciones pueden a su vez ser abiertas o
cerradas, según si pueden transar sus acciones en la Bolsa de Comercio o no.
En las sociedades en comandita, hay 2 tipos de socios, socios gestores y
socios comanditarios. Los socios gestores son los que administran y los
comanditarios son los que aportan el capital.

Administración
Administran los socios gestores, el socio comanditario no puede efectuar
actos de administración, si un socio comanditario llegase a efectuar actos
de administración, por ese solo hecho se transforma en socio gestor y va a
responder de las obligaciones sociales de la misma forma que ellos.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 371


Cesión de derechos sociales
El socio gestor no puede ceder sus derechos, jamás. El socio comanditario
SÍ puede ceder sus derechos sociales.
De aquí que la sociedad en comandita sea en parte una sociedad de capital y
en parte una sociedad de personas.
El socio gestor no tiene que ser necesariamente una persona natural, puede
ser una persona jurídica.

Responsabilidad
El socio gestor tiene una responsabilidad ilimitada, lo que importa que la
quiebra de la sociedad puede traer aparejada su propia quiebra.
Los socios comanditarios solo responden hasta el monto de sus aportes.

Razón social
Debe indicarse el nombre del socio o socios gestores mas la expresión “En
Comandita”, lo que no puede estipularse es el nombre de los socios
comanditarios, si se llega a consignar en la razón social el nombre del
comanditario, se transforma en gestor y responde como gestor.

Sociedad Anónima
La sociedad anónima es siempre mercantil, nunca civil.
Las sociedades anónimas se rigen por lo estipulado en el Art. 2061 CC, por
la Ley Nº 18.046 sobre Sociedades Anónimas, y por el Reglamento General Nº
30. Estos textos legales rigen el funcionamiento de las sociedades
abiertas, ya sea que hagan oferta pública de valores o no, vale decir, si
transan o no sus acciones en la Bolsa de Comercio. Estas sociedades por ser
de capital tienen que ser estrictamente fiscalizadas por la autoridad, de lo
contrario se facilitaría la posibilidad de defraudar a terceros. Sólo las
sociedades anónimas abiertas son controladas por la Superintendencia de
Valores y Seguros.

Administración
Tienen 2 órganos de administración:

1º La junta de accionistas
La ley ordena juntas ordinarias y juntas extraordinarias, estas
últimas se constituyen para tratar determinados asuntos, como por ejemplo,
la modificación de los estatutos. Las juntas ordinarias se llevan a cabo
una vez al año, en la época que los estatutos señalen, para tratar materias
relacionadas con el giro habitual, como la aprobación del balance y memoria
anual.

2º El directorio
Está integrado por personas que pueden o no ser socios. Además,
generalmente, el directorio designa a un gerente general que va a estar
investido de las facultades que el instrumento les otorgue, se va a tratar,
generalmente, de una escritura pública de designación de gerente y
otorgamiento de facultades.
La escritura pública deviene o surge de un acuerdo que el
directorio toma y se escritura en un acta de directorio, que luego el
secretario de actas la lleva a la notaría y la reduce a escritura pública.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 372


Los directores son mandatarios de la junta y duran en su cargo el
tiempo que los estatutos digan, con un máximo de 3 años, y como son
mandatarios son esencialmente revocables.

Cesión de derechos sociales


Como sociedad de capital no hay inconveniente en que los derechos sociales
se cedan, la forma de hacerlo depende de si la sociedad anónima es abierta o
cerrada; si es cerrada, la cesión de acciones es libre pero sólo entre los
socios; si es abierta, cualquier persona puede comprar acciones y si realiza
oferta pública de valores, la operación se realiza a traves de un corredor
de bolsa.

Responsabilidad
La responsabilidad de los accionistas esta limitada por el monto de sus
aportes representada por sus acciones.

Razón social
No hay limitaciones en cuanto al nombre pero debe ir acompañada de la
expresión sociedad anónima o S.A.

Sociedad de Responsabilidad Limitada


Administración
Se administra igual que la sociedad colectiva todos los socios por si o a
través de mandatario elegido de común acuerdo.

Cesión de derechos sociales


Está prohibido, porque es una sociedad de personas, salvo que todos los
socios estén de acuerdo.

Responsabilidad
Cada socio responde sólo hasta el monto de sus aportes.

Razón social
La razón social puede llevar el nombre de uno o más de los socios, o una
referencia al objeto, más la expresión “Limitada”. También se puede
estipular un nombre de fantasía con el que pueda operar la sociedad
aludiendo al giro.

PRINCIPALES CLÁUSULAS DE LA ESCRITURA DE CONSTITUCIÓN

1ª Duración de la sociedad

La duración puede ser indefinida. Si es una sociedad de personas y


el pacto no dice nada se entiende que dura por toda la vida de los socios,
salvo que se constituya para un negocio determinado en cuyo caso durará
hasta cuando finalice el negocio, Art. 2065.

Art. 2065. No expresándose plazo o condición para que tenga principio la


sociedad, se entenderá que principia a la fecha del mismo contrato; y no
expresándose plazo o condición para que tenga fin, se entenderá contraída
por toda la vida de los asociados, salvo el derecho de renuncia.
Pero si el objeto de la sociedad es un negocio de duración limitada, se
entenderá contraída por todo el tiempo que durare el negocio.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 373


Si se fija un plazo determinado existe el derecho a renunciar, es un
desahucio.

2ª Distribución de las ganancias y pérdidas

En este tipo de sociedad las ganancias o utilidades se llaman


dividendos y su distribución puede ser pactada por las partes con total
libertad, incluso puede ser determinada por un tercero. Un socio no puede a
su arbitrio repartir las pérdidas. Si en los estatutos no se dice nada al
respecto, la ley dice que será en proporción a sus aportes y si es trabajo o
servicio el juez hará la determinación.

3ª Administración de la sociedad

La regla general es que administran todos los socios de común acuerdo


o un mandatario designado por ellos, al cual los socios le confieren un
mandato.

Si los socios no han conferido mandato, el código dispone que cada


uno de ellos ha recibido de los otros un poder recíproco de administración y
administrarán al igual que en las comunidades y aplicándose las 4 reglas del
Art. 2081:
1ª derecho de oposición a los actos de administración.
2ª derecho de uso personal de los socios.
3ª obligación de cada socio de contribuir a las expensas de
conservación de las cosa.
4ª prohibición que tiene cada socio de hacer innovaciones en
inmuebles sociales sin aprobación de los otros socios.

Art. 2081. No habiéndose conferido la administración a uno o más de los


socios, se entenderá que cada uno de ellos ha recibido de los otros el
poder de administrar con las facultades expresadas en los artículos
precedentes y sin perjuicio de las reglas que siguen:
1.ª Cualquier socio tendrá el derecho de oponerse a los actos
administrativos de otro, mientras esté pendiente su ejecución o no hayan
producido efectos legales.
2.ª Cada socio podrá servirse para su uso personal de las cosas
pertenecientes al haber social, con tal que las emplee según su destino
ordinario, y sin perjuicio de la sociedad y del justo uso de los otros.
3.ª Cada socio tendrá el derecho de obligar a los otros a que hagan con él
las expensas necesarias para la conservación de las cosas sociales.
4.ª Ninguno de los socios podrá hacer innovaciones en los inmuebles que
dependan de la sociedad sin el consentimiento de los otros.

Si se confiere poder de administración puede hacerse a un 3º o bien a uno de


los socios.
Si se confirió poder a un 3º se aplican las reglas del mandato, y si es a
uno de los socios hay que distinguir:
a. si se confirió en acto posterior a la constitución de
sociedad, se rige por el mandato.
b. si se confirió en el acto de constitución de la sociedad esta
designación pasa a ser una cláusula esencial del contrato de
sociedad, Art. 2071 y 2072.

Art. 2071. La administración de la sociedad colectiva puede confiarse a uno


o más de los socios, sea por el contrato de sociedad, sea por acto
posterior unánimemente acordado.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 374


En el primer caso las facultades administrativas del socio o socios forman
parte de las condiciones esenciales de la sociedad, a menos de expresarse
otra cosa en el mismo contrato.

Art. 2072. El socio a quien se ha confiado la administración por el acto


constitutivo de la sociedad, no puede renunciar su cargo, sino por causa
prevista en el acto constitutivo, o unánimemente aceptada por los
consocios.
Ni podrá ser removido de su cargo sino en los casos previstos o por causa
grave; y se tendrá por tal la que le haga indigno de confianza o incapaz de
administrar útilmente. Cualquiera de los socios podrá exigir la remoción,
justificando la causa.
Faltando alguna de las causas antedichas, la renuncia o remoción pone fin a
la sociedad.

La renuncia o remoción al mandato debe tener causa legal o prevista en ese


acto y cualquier socio puede solicitar su remisión si se justifica.

EFECTOS DEL CONTRATO


Entre las partes

1º Enterar el aporte

Los aportes se pueden enterar en propiedad o en usufructo, sea cual


fuere la forma los frutos pertenecen a la sociedad desde que se realiza el
aporte. Si el aporte es en propiedad, la sociedad pasa a ser el titular del
derecho real de dominio porque la escritura pública de constitución que
consigna el aporte constituye un título traslaticio de dominio, Art. 2082.

En caso de mora en entregar el aporte, se aplica el Art. 1489, la


condición resolutoria tácita. En tal caso, podrá el otro contratante pedir
a su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del contrato. Además, como
el aporte es un requisito de existencia de la sociedad si no se entera
provoca la nulidad del contrato de sociedad.

Art. 2082. Los aportes al fondo social pueden hacerse en propiedad o en


usufructo. En uno y otro caso los frutos pertenecen a la sociedad desde el
momento del aporte.

2º Saneamiento
El aporte entregado por los socios obliga a éstos a asegurar la
posesión o tenencia del bien que se aporta y a responder de todo perjuicio,
Art. 2085.

Art. 2085. El que aporta un cuerpo cierto en propiedad o usufructo, es


obligado, en caso de evicción, al pleno saneamiento de todo perjuicio.

3º Responsabilidad
Por los perjuicios por haber retardado la entrega de lo que le toca
poner en común, que los socios le causen a la sociedad, aún por culpa leve,
resarcirán a la sociedad por todos los perjuicios que haya ocasionado el
retardo, Art. 2083. Esta disposición comprende al socio que retarda el
servicio industrial en que consiste su aporte.
Cada socio es responsable de los perjuicios que ocasione a la
sociedad, esto emana de la propia naturaleza del contrato y responde de
culpa leve, Art. 2093, y no podrá oponer en compensación los emolumentos que
su industria haya procurado a la sociedad en otras negocios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 375


Art. 2093. Todo socio es responsable de los perjuicios que aun por culpa
leve haya causado a la sociedad, y no podrá oponer en compensación los
emolumentos que su industria haya procurado a la sociedad en otros
negocios, sino cuando esta industria no perteneciere al fondo social.

Entre la sociedad y terceros

1º Es la sociedad la que contrae las obligaciones con los 3ºs, no los


socios.
2º Para que la sociedad resulte obligada, el representante debe estar
debidamente facultado y expresarse en el acto que obliga a la
sociedad que actúa en nombre de ésta.
3º Si actúa el socio sin mencionar que es representante solo se obliga
el mismo.

CAUSALES DE DISOLUCIÓN o TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE SOCIEDAD


Art. 2098. La sociedad se disuelve por la expiración del plazo o por el
evento de la condición que se ha prefijado para que tenga fin.
Podrá, sin embargo, prorrogarse por unánime consentimiento de los socios; y
con las mismas formalidades que para la constitución primitiva.
Los codeudores de la sociedad no serán responsables de los actos que inicie
durante la prórroga, si no hubieren accedido a ésta.

1ª Expiración del plazo.

2ª Cumplimiento del evento de la condición que se fija para poner fin


al contrato de sociedad.

3ª Cumplimiento del negocio.

4ª Insolvencia de la sociedad, Art. 2100.


Art. 2100. La sociedad se disuelve asimismo por su insolvencia, y
por la extinción de la cosa o cosas que forman su objeto total.
Si la extinción es parcial, continuará la sociedad, salvo el derecho
de los socios para exigir su disolución, si con la parte que resta
no pudiere continuar útilmente; y sin perjuicio de lo prevenido en
el siguiente artículo.

5ª Pérdida total del capital.

6ª Incumplimiento de uno de los socios de efectuar su aporte.

7ª Muerte de uno de los socios.

8ª Incapacidad sobreviviente de uno de los socios, Art. 2106, a menos


que se pacte que la sociedad continúe con el incapaz o fallido.
Art. 2106. Expira asimismo la sociedad por la incapacidad
sobreviniente o la insolvencia de uno de los socios.
Podrá, con todo, continuar la sociedad con el incapaz o el fallido,
y en tal caso el curador o los acreedores ejercerán sus derechos en
las operaciones sociales.

9ª Insolvencia de uno de los socios, Art. 2106.

10ª Mutuo acuerdo, Art. 2107.


Art. 2107. La sociedad podrá expirar en cualquier tiempo por el
consentimiento unánime de los socios.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 376


11ª Renuncia de uno de los socios, Art. 2108.
Art. 2108. La sociedad puede expirar también por la renuncia de uno
de los socios.

Sin embargo, cuando la sociedad se ha contratado por tiempo fijo, o


para un negocio de duración limitada, no tendrá efecto la renuncia,
si por el contrato de sociedad no se hubiere dado la facultad de
hacerla, o si no hubiere grave motivo, como la inejecución de las
obligaciones de otro socio, la pérdida de un administrador
inteligente que no pueda reemplazarse entre los socios, enfermedad
habitual del renunciante que le inhabilite para las funciones
sociales, mal estado de sus negocios por circunstancias imprevistas,
u otros de igual importancia.

Mauricio Valenzuela Villar – Civil II - 2004 377

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