NOTAS SOBRE OSIMANI y LLERENA

Aníbal Barrios Pintos

 La edificación de la capital litoraleña era, según el relato de E. R. Pearce Edgenumbe -viajero

informado que la visitara en 1886-, muy semejante a las ciudades italianas, en razón de que
gran parte de la población estaba constituida por inmigrantes de dicha procedencia, que
construían y decoraban sus viviendas en el estilo arquitectónico de su propio país. Aníbal
Barrios Pintos.

 1873: tendido de las primeras líneas telegráficas, a cargo de la Compañía Platino- Brasileña;
reconstrucción de Pueblo Belén, efectuándose subdivisión y amojonamiento de las
fracciones de terrenos correspondientes a la planta urbana y a las chacras y estanzuelas en
la barra del Yacuy, sobre la costa oriental del Uruguay; fundación del Instituto Politécnico.

 Antecedentes: Colegio de Humanidades (1854). Duró hasta, aproximadamente, 1860.

Llegó a tener 132 alumnos, con un programa que abarcaba diversas asignaturas, entre ellas
geometría, aritmética, filosofía, francés, gramática castellana, latín, entre otras. No alcanzó
a tener el reconocimiento de la Universidad de la República. Colegio de San Carlos (1872).

ORACIÓN INAUGURAL. Originalmente en latín, escrito y leído por Manuel Llerena, traducido por
el Pbro. Enrique Gutiérrez Amestoy. Notas

 “Excelentísimos y dignísimos Varones: En medio de esta corona noble y hermosa de uno y

otro sexo, siento mi alma conmovida por una alegría poco común, al tener que hablar, en
este día que echamos los cimientos de nuestro Instituto, acerca de aquella lengua, en que
hombres cultos y sapientísimos legaron a la posteridad obras maravillosas de la inteligencia,
y que, desde mucho tiempo ha, yace casi completamente relegada al olvido”.

 Sentencia de Salustio: “buscar, empero, la gloria más por las fuerzas del ingenio que por las
energías del cuerpo”.

 “mi gozo conmueve con justicia el corazón, al ser traducida en realidad la excelencia de esta
sentencia por los ciudadanos que, aprobando con su propia autoridad nuestro Plan de
Estudios, han proporcionado, no sólo los rudimentos de las letras a los niños, sino también
a las pujantes inteligencias de los jóvenes que anhelan elevarse aún a mayores
investigaciones, lugar y medios convenientes para perfeccionar los conocimientos, ya en las
ciencias físicas y racionales, ya también en el estudio de los idiomas”.

 “Quizá a alguno parezca extraño que yo use la lengua latina y no la castellana; pero me
persuadió la razón de que es más justo celebrar en el propio latín, las alabanzas de la lengua
latina, ya porque sabía con certeza que muchos de vosotros poseen este idioma, ya porque
abrigaba en el pecho la esperanza firmísima de que mis palabras, aunque rudas, habrían de
ser escuchadas favorablemente por aquellos que, aun no comprendiendo el significado del
discurso, no llevarían mal el poder apreciar la armonía y majestad de la lengua madre, de la
que deriva la nuestra”.