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Presentacién Esta antologia contiene en la primera parte, el contenido temético de la asignatura, la cual esta constituida por cuatro médulos. Cada médulo incluye el titulo del mismo y los temas que se abordaran en él A continuacién se presentan cada uno de los médulos, teniendo en primer lugar los temas, en segundo lugar las referencias empleadas, una breve presentacién del material usado y posteriormente el desglose de cada uno de los temas. Se recomienda leer el contenido tematico consultando modulo por médulo o aquel que sea prioritario segun sus requerimientos. Por otro lado también se sugiere consultar las referencias citadas para ampliar los ntos presentados en la antologia. INDICE Médulo 1 CONCEPTOS GENERALES 1.4. gQué es la liturgia? 12.La gia en la historia de la salvacion 1.2.1. Los principios creadores. 1.2.2. El periodo desde Gregorio Magno hasta Gregorio VII 1.2.3. La unificacion: la época del Concilio de Trento. 1.2.4, De la época trentina hasta nuestros dias. 1.3. Los signos liturgicos. 1.3.1. Las personas: asamblea, presidente y ministro. 1.3.2. La palabra y el canto. 1.3.3. Las acciones, los gestos y los movimientos. 1.3.4. Los lugares, los elementos y los objetos. 1.4. La celebracién itirgica. 1.4.1. Fiesta. 1.42. Motivo. 1.4.3. Comunidad. 1.44. Ritos. 1.5. La eucaristia: centro de los sacramentos. 1.5.1. Mistagogia de la Eucaristia. 1.6. La celebracion eucaristica’ 1.6.1. La Introduccion. 1.6.2. La liturgia de la palabra 1.6.3. La Liturgia Eucaristica, 1.6.4. La Conclusion. 1.6.5. La Plegaria Eucaristica 1.7. El aio litargico. 1.7.1. ,Qué se celebra? 1.7.2. (Cuando se celebra? ‘Médulo 2 EDIFICACION DE LA IGLESIA 2.1, Estructura y organizacion territorial de la Iglesia Catélica. 2.2. Ministerios exigidos por la accion celebrativa. 2.2.1. El presidente. 2.2.2. Eldiacono. 2.2.3. La comunidad. 2.3. Ministerios exigidos por necesidades y circunstancias de la comunidad. 2.3.1. Recepcion. 2.3.2. Comentador. 2.3.3. Preparaci6n y direccién. 2.3.4. Otros. ‘Médulo 3 LOS VASOS SAGRADOS Y OBJETOS DEDICADOS ALA SAGRADA LITURGIA 3.1. El caliz, la patena, el copon, a custodia y el ostensorio, el Sagrario. 3.2. Elaltar, el ambén y la sede. 3.3. Sintesis historica. 3.3.1. La antigiedad cristiana 3.3.2. La Edad Media. 3.3.3. La época moderna. 3.3.4. El momento actual. 3.4. Planteamientos pastorales con respecto a la creacién y utilizacién de los vasos sagrados y objetos dedicados a la Sagrada Liturgia. 3.4.1. Materiales. 3.4.2. Formas. 3.4.3. Disposiciones y utilizacion. Médulo 4 LAS VESTIDURAS LITURGICAS 41. Elalba, la estola, la casulla, la dalmatica, la capa 4.2. Las insignias: la mitra, el baculo, el anillo y pectoral, el palio. 4.3. Sintesis historica. 4.3.1. La antigedad cristiana, 43.2. La Edad Media 4.3.3. La época moderna. 4.3.4, Elmomento actual. 4.4. Planteamientos pastorales con respecto a la creacién y utilizacién de vestimentas litargicas. 4.4.1, Materiales. 4.4.2. Formas. 4.43, Colores. 4.44, Utilizacion. MODULO #1 CONCEPTOS GENERALES CONTENIDO 14. 2: 1.3. 14. 15. 16. Qué es Ia liturgia? La liturgia en la historia de la salvacion 1.2.1. Los principios creadores. 1.2.2. El petiodo desde Gregorio Magno hasta Gregorio VIl. 1.2.3. La unificaci6n: la época del Concilio de Trento. 1.2.4, De la época trentina hasta nuestros dias. Los signos litirgicos. 1.3.1. Las personas: asamblea, presidente y ministro. 1.3.2. La palabra y el canto. 1.3.3. Las acciones, los gestos y los movimientos. 1.3.4. Los lugares, los elementos y los objetos. La celebracion litargica. 1.4.4. Fiesta. 1.4.2. Motivo. 1.4.3. Comunidad. 1.4.4. Ritos. La eucaristia: centro de los sacramentos. 1.5.1. Mistagogia de la Eucaristia. La celebracién eucaristica: 1.6.1. La Introduccién. 1.6.2. La liturgia de la palabra. 1.6.3. La Liturgia Eucaristica. 1.6.4. La Conclusién. 1.6.5. La Plegaria Eucaristica. 1.7. Elajio liturgico. 1.7.1. Qué se colebra? 1.7.2. gCuando se celebra? REFERENCIAS Definicion de liturgia Autor: P, Antonio Rivero, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, www.es.catholic.net Finalidad y sentido de la liturgia Autor: P. Antonio Rivero, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, www.es.catholic.net La liturgia, eque es? Autor: Arturo Reyes, Lima-Peni, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, www-es.catholic.net La Misa, partes en que se divide Autor: Arturo Reyes, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, www.es.catholic.net La Teologia de la Liturgia Autor: Arturo Reyes, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, wwww.es.catholic.net Posturas y Gestos Corporales en la Misa Autor: Committee on the Liturgy, El lugar de encuentro de los Catélicos en la red, www.es.catholic.net, PRESENTACION DE MATERIAL MATERIAL DE LIECTURA Autor: P, Antonio Rivero Es el modo como la Iglesia en su cabeza y en su cuerpo mistico 0 miembros puede ponerse en contacto ycomunicacion con Dios, a través de gestos, palabras, ritos, acciones y asi poder participar de la maravillosa gracia deDios, santificamos y entrar en esa vida intima de Dios. Otra definicion més formal seria ésta: lturgia es el conjunto de signos y simbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. Todas las acciones liturgicas: oracion, sacramentos estén dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios Padre, por medio de Jesucristo, en el Espiritu Santo, y a la santificacion de cada uno de los fieles que forman esta Iglesia de Cristo. En palabras del papa Pio XIl en su enciclica “Mediator Dei’: “La liturgia no es solamente la parte exterior y sensible del culto, ni mucho menos el aparato de ceremonias 0 conjunto de leyes y reglas..., es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo’. En la Constitucién Sacrosanctum Concilium, numero 7, encontramos esta definicion concisa: * Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo, por medio de signos sensibles, que realizan de una manera propia la santificacion del hombre”. La Iiturgia es, pues, el servicio que el hombre da a Dios, porque El se lo merece. Y trae aparejada nuestra propia santificacién, es decir, gracias a la liturgia nosotros nos vamos santificando, purificando, pues quien entra en contacto con Dios, recibe ese fuego divino que calienta, purifica y perfecciona. En cada accién iitirgica que realizamos (participacién en una misa, en cualquier sacramento, en la Liturgia de las Horas) Dios nos hace participes de su salvacion. Una bella definicion nos la ha dado Juan Pablo II en la carta apostolica con motivo del cuadragésimo aniversario de la “Sacrosanctum Concilium”: “Qué es la liturgia sino la voz unisona de! Espiritu Santo y la Esposa, la santa Iglesia, que claman al Seftor Jesus: ‘Ven’? {Qué es la liturgia sino la fuente pura y perenne de ‘agua viva’ a la que todos los gratis el don de Dios? (cf. Jn 4, 10)"(Vicesimus que tienen sed pueden acudir para re Quintus Annus, n. 1).."La liturgia es el lugar principal del encuentro entre Dios y los hombres, de Cristo con su Iglesia” (n. 7) El Catecismo de Ia Iglesia Catélica ha explicado también que la misma palabra liturgia significa, en la tradicion cristiana, que el pueblo de Dios toma parte en la obra de Dios. En la liturgia, Cristo nuestro Redentor y Sumo Sacerdote, hace presente en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra Redencién (n. 1069). Comentarios al autor P. Antonio Rivero Finalidad y sentido de la liturgia Autor: P. Antonio Rivero ePara qué sirve la Iturgia y cual es su sentido profundo? Toda la vida litirgica gira en tomo a los sacramentos, y se orienta, por una parte, a traemos de 1s la salvacién, la redencién, la santificacién, aqui y ahora, para nosotros y para toda la Iglesia; y por otra parte, a rendir culto a Dios, glorificando al Padre por la ereacion, agradeciendo a Cristo por su redencion, y abriéndonos al Espiritu Santo para la santificacién de nuestra alma y la efusién de sus dones a toda la Iglesia. En la carta apostolica del Papa Juan Pablo II con motivo del cuadragésimo aniversario de la constitucion conciliar sobre la Sagrada Liturgia nos resume asi la finalidad de la liturgia’ “Los padres conciliares sitdan la liturgia en el horizonte de la historia de la salvaciOn, cuyo fin es la redencion humana y la perfecta glorificacion de Dios. La redencién tiene su preludio en las maravillas que hizo Dios en el Antiguo Testament, y fue realizada en plenitud por Cristo nuestro Sefior, especialmente por medio del misterio pascual de su bienaventurada pasion, de su resurreccién de entre los muertos y de su gloriosa ascension. Con todo, no sélo es necesario anunciar esa redencién, sino también actuarla , y es lo que lleva a cabo mediante el sacrifcio y los sacramentos, en tomo a los cuales gira toda la vida litargica” (n. 2) La liturgia nos permite recibir la salvacion de Cristo “aqui y ahora” en cada sacramento y que hoy actualicemos y vivamos lo mismo que ayer vivieron Cristo y la primera Iglesia En el bautismo vivimos como un nuevo diluvio, que ahoga toda la maldad de los pecados y destruye todo lo malo que hay en nuestra alma. En los nifios e infantes, ahoga el pecado original, con el que todos nacemos. Y en los adultos que reciben dicho bautismo, ademas de quitar el pecado original, también quita los pecados personales cometidos desde que tuvimos uso de raz6n. En el bautismo Dios nos hace hijos suyos por adopcién, nos configura con Cristo profeta, rey y sacerdote, nos hace templos del Espiritu Santo, y herederos del cielo. Por tanto, nos regenera, nos santifica, infunde en nuestra alma las virtudes teologales, las virtudes morales y los dones del Espiritu Santo. En la confirmacion, el Espiritu Santo ordena nuestro caos, quema y sopla sobre nosotros, nos embriaga y nos saca de nuestras cobardias, como sucedié en el primer Pentecostés y nos da la fuerza para testimoniar a Cristo, incluso con nuestra sangre. En la confirmacion, Dios “nos introduce més profundamente en la fiiacién divina que nos hace decir “Abbé, Padre, nos une mas firmemente a Cristo, aumenta en nosotros los dones del Espfritu Santo, hace més perfecto nuestro vinculo con la Iglesia, nos concede una fuerza especial del Espiritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jams vergbenza de la cruz’ En la eucaristia, en la santa misa, celebramos la Nueva Pascua. Esa Pascua celebrada en cada Eucaristia es Sacrificio incruento, renovacién del sacrificio redentor de Cristo en fa Cruz, es Banquete celestial donde nos ofrece Dios el Cuerpo sacratisimo de su Hijo para que tengamos vida etema. La Eucaristia termina en misin, para que vayamos a dar testimonio de Cristo resucitado, y podamos partir, repartir y compartir el pan de nuestra caridad y de nuestra fe con nuestros hermanos; y al mismo tiempo estemos dispuestos a morir nosotros mismos sobre el altar de nuestra vida ordinaria, y asi resucitar a una vida nueva en Cristo. En la confesién, la sangre de Jesus lava nuestra alma y perdona nuestros pecados, como lo hizo en ese primer Viemes Santo. Y salimos resucitados, restaurados, renovados y santificados, gracias a ese abrazo y perd6n de Dios. En la unci6n de los enfermos, es el smo Jesus quien se acerca a nosotros, que estamos enfermos, y nos impone las ‘manos, nos unge con el balsamo de su amor, nos da fuerza para resistir la enfermedad, mantener firme la fe y la esperanza en Dios. En el sacramento de! matrimonio, Cristo se hace presente y se vuelve a entregar a la Iglesia con un amor total, indiviso, fiel, a través de los esposos: y ese esposo y esposa son asi el reflejo de ese amor de Cristo y su Iglesia. En el sacramento del orden sagrado, Dios elige, consagra a unos hombres de carne y hueso, y los hace sus continuadores, sus “otros Cristos * que iran por el mundo curando, perdonando, alimentando, animando, predicando, iluminando como lo hizo Cristo. A ese hombre, en el orden sacerdotal, Dios lo configura con Cristo, en cuanto pastor y cabeza de su cuerpo. Cristo sigue actuando hoy a través de cada sacerdote. En la Liturgia de las Horas, no somos nosotros quienes rezamos solos, porque nos gusta © porque nos enfervoriza, sino que es toda la Iglesia quien eleva este céntico de alabanza a Dios, por medio de Cristo; cantico que resuena en las moradas celestiales en el momento en que rezamos la Liturgia de las Horas. Es la voz de la Esposa-Iglesia a su Esposo Jess. Por tanto, es en la liturgia y por la liturgia donde vemos, tocamos, oimos, gustamos en la fe y desde la fe la presencia de Cristo, sus misterios; donde Cristo se acerca a nosotros; y experimentamos su amor, su perdén, su carifio, su ensefianza, su alivio; y donde nos acercamos a El también, ofreciéndole nuestra vida con sus luces y sombras, nuestro amor y penas; alegrias y proyectos, y sobre todo nuestra alabanza y adoracién. iQué sublime, pues, es la liturgia! Por eso, debemos vivirla con mucho fervor y conciencia. Comentarios al autor P. Antonio Rivero La liturgia, eque es? Autor: Arturo Reyes, Lima-Pert Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2, 4), habiendo hablado antiguamente en muchas ocasiones y de diferentes maneras a nuestros padres por medio de los profetas (Heb 1,1), cuando lleg6 la plenitud de los tiempos envid a su Hijo, el Verbo hecho carne (SC 5). La Iiturgia cristiana es una realidad muy rica y polivalente que puede ser analizada bajo numerosos aspectos. Es innegable que se trata de una realidad unida a la fe y a la expresién personal y social de los miembros de la Iglesia. Esto hace que la ciencia que tiene como objeto la liturgia, procure abarcar todos los aspectos del hecho litirgico y de ‘manera particular aquellos que se refiere a su realizacion actual La formacién litirgica es un proceso y nunca debe ser entendida tan slo como un conjunto de conocimientos sobre la liturgia, sino que afecta también a la espiritualidad de los creyentes y a su participacién en la vida liturgica de la Iglesia. Por lo tanto, la formacién liturgica es una necesidad ya que es un aspecto esencial de la formacién cristiana integral, situada entre la educacién de la fe y la formacién moral, y que tiene por finalidad introducir a los miembros de la Iglesia en la participacion consciente, activa y fructuosa en fa liturgia para una vida cristiana mas plena (cf. GE 2, SC 14, 19, 48). Etimologia El termino liturgia procede del griego clasico, leitourgia ( de la raiz Iéit ~ leds-labs- : pueblo, popular; y érgon: obra) lo mismo que sus correlativos leitourgein y leitourg6s, y se usaba en sentido absoluto sin necesidad de especificar el objeto, para indicar el origen 0 el destino popular de una accién o de una iniciativa, independientemente del modo como se asumia ésta. Con el tiempo la presentacién popular perdié su carécter ibre para convertirse en un servicio oneroso a favor de la sociedad. Liturgia vino a designar un servicio publico. Cuando este servicio afectaba al ambito religioso, liturgia se dirigia al culto oficial de los dioses. En todos los casos la palabra tenia un valor técnico. Uso del término “liturgia” en la Bit En el AT: El verbo leitourged y el sustantivo leitourgia se encuentran 100 y 400 veces, respectivamente en la version de los LX, y designan el servicio cultual de los sacerdotes y levitas en el templo. El término en hebreo es algunas veces shérér (cf. Num 16,9) y otras abhad y abhddah, que designa practicamente siempre el servicio cultual de! Dios verdadero realizado en el santuario por los descendientes de Aaron y de Levi. Para el culto privado y para el culto de todo el pueblo los LXX se sirven de las palabras latreia y doulia (adoracién y honor). En los textos griegos solamente, leitourgia tiene el mismo sentido cultual levitico (cf. Sab 18,21; Eclo 4,14; 7,29-30; 24,10, etc.) Esta terminologia supone ya una interpretacion, distinguiendo entre el servicio de los levitas y el culto que todo el pueblo debia dar al Seflor (cf. Ex 19,5; Dt 10,12). No obstante, la funcién cultual pertenecia a todo el pueblo de Israel, aunque era ejercida de forma especial y publica por los sacerdotes y levitas. En el griego biblico del Nuevo Testamento, leitourgia no aparece jamas como sinénimo de culto cristiano, salvo en el discutido pasaje de Hch 13,2. En el NT: La palabra iiturgia se utiliza con los siguientes sentidos en el NT: a) En sentido civil de servicio publico oneroso, como en el griego clasico (cf. Rm 13,6; 15,27; Fip 2.25.30; 2 Cor 9,12; Heb 1,7.14) b) En sentido técnico del culto sacerdotal y lévitico del AT (cf. Le 1,23; Heb 8.2.6; 9,21; 10,11). La Carta a los Hebreos aplica a Cristo, y solo a él, esta terminologia para acentuar el valor del sacerdocio de la Nueva Alianza ©) En sentido de culto espiritual: San Pablo utiliza la palabra leitourgia para referirse tanto al ministerio de la evangelizacién como al obsequio de la fe de los que han creido por su predicacion (cf. Rm 15,16; Flp 2,17) 4) En sentido de culto comunitario cristiano: El texto de Hch 13,2 («leitourgounton») es el linico del NT donde la palabra liturgia puede tomarse en sentido ritual 0 celebrativo. La ‘comunidad estaba reunida orando, y la plegaria desemboc6 en el envio misionero de Pablo y de Bernabé mediante el gesto de la imposicion de manos (cf. Heh 6,6). Esta reserva en el uso de la palabra liturgia por el Nuevo Testamento obedece a su vinculacién al sacerdocio levitico, el cual perdié su razén de ser en la Nueva Alianza Evolucién posterior En los primeros escritores cristianos, de origen judeocristiano, la palabra liturgia fue usada de nuevo de nuevo en el sentido del Antiguo Testamento, pero aplicada al culto de la Nueva Alianza (cf. Didaché 15,1; 1 Clem. 40,2.5) Después la palabra liturgia ha tenido una utiizacién muy desigual. En las Iglesias orientales de lengua griega leitourgia designa la celebracién eucaristica. En la Iglesia latina liturgia fue ignorada, al contrario de lo que ocurtié con otros términos religiosos de origen griego que fueron latinizados. En lugar de lturgia se usaron expresiones como ‘munus, oficcium, ministerium, opus, etc. No obstante San Agustin la empleo para referirse al ministerio cultual, identificandola con latria (cf. S. Agustin, Enarr. in Ps 135, en PL 39, 1757), A partir del siglo XVI liturgia aparece en los titulos de algunos libros dedicados a la historia y al explicacién de los ritos de la Iglesia. Pero, junto a este significado, el término liturgia se hizo sinonimo de ritual y de ceremonia, En el lenguaje eclesidstico la palabra liturgia empez6 a aparecer a mediados del siglo XIX, cuando el Movimiento litdrgico la hizo de uso corriente. Definici6n de Liturgia en el Concilio Vaticano Il Los documentos conciliares, especialmente la Sacrosanctum Concilium, hablan de la liturgia como un elemento esencial de la vida de la Iglesia que determina la situacién presente del pueblo de Dios: «Con raz6n, entonces, se considera a la lturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella, los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificacién del hombre, y asi el Cuerpo Mistico de Cristo, es decir, la Cabeza y sus miembros ejerce el culto publico integro. En consecuencia, toda celebracién litirgica por ser obra de Cristo Sacerdote y de su cuerpo, que es la Iglesia, es accion sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo titulo y el mismo grado, no la iguala ninguna otra accién de la Iglesia.» (SC 7). Esta nocién estrictamente teologica de la liturgia, sin olvidar los aspectos antropologicos, aparece en intima dependencia del misterio del Verbo encamado y de la Iglesia (cf. SC 2; 5:6; LG 1; 7; 8, etc.). La encamacion en cuanto presencia eficaz de lo divino en la historia, se prolonga «en gestos y palabras» (cf. DV 2; 13) de la liturgia, que reciben su significado de la Sagrada Escritura (cf. SC 24) y son prolongacién en la en la tierra de la humanidad del Hijo de Dios (of. CEC 1070, 1103, etc.). El Concilio ha querido destacar, por una parte, la dimension liturgica de la redencién efectuada por Cristo en su muerte y resurreccién, y, por otra, la modalidad sacramental 0 simbélica-ltirgica en la que se ha de llevar a cabo la «obra de salvacion». De esta manera, en la nocién de liturgia que da el Vaticano I, destacan los siguientes aspectos: a) es obra de Cristo total, Cristo primariamente, y de la Iglesia por asociacion; ») tiene como finalidad la santificacion de los hombres y el culto al Padre, de modo que el sacerdocio de Cristo se realiza en los dos aspectos; ©) pertenece a todo el pueblo de Dios, que en virtud del Bautismo es sacerdocio real con el derecho y el deber de participar en las acciones liturgicas; 4d) en cuanto constituida por «gestos y palabras» que significan y realizan eficazmente la salvacion, es ella misma un acontecimiento en el que se manifiesta la Iglesia, sacramento del Verbo encamado; e) configura y determina el tiempo de Ia Iglesia desde el punto de vista escatologico; 4) por todo esto la liturgia es «fuente y cumbre de la vida de la Iglesia» (SC 10; LG 11) Asi pues, en la nocién de liturgia que offece el Concilio podemos definiria como la funcién santificadora y cultual de la Iglesia, esposa y cuerpo sacerdotal del Verbo encamado, para continuar en el tiempo la obra de Cristo por medio de los signos que lo hacen presentes hasta su venida. Lo litargico y lo no litargico Son acciones Iiturgicas (lo liturgico) aquellos actos sagrados que, por institucion de Jesucristo 0 de la Iglesia, y en su nombre, son realizados por personas legitimamente designadas para este fin, en conformidad con los libros littirgicos aprobados por la Santa Sede, para dar a Dios, a los santos ya los beatos el culto que les es debido. Lo no liturgico son las demas acciones sagradas que se realizan en una iglesia 0 fuera de ella, con o sin sacerdote que las presencie 0 las dirja (a estas también se les llama ejercicios piadosos).. Lo liturgico «es lo que pertenece al entero cuerpo eclesial y lo pone de manifiesto» (SC 26) y constituye la eficacia objetiva de los actos de culto. Los ejercicios piadosos evocan el misterio de Cristo Unicamente de manera contemplativa y afectiva La eficacia de los actos liturgicos depende de la voluntad institucional de Cristo y de la Iglesia, y de que se cumplan necesariamente las condiciones para su validez; por eso estos actos actualizan la presencia del Seftor. La eficacia de los ejercicios piadosos depende tan solo de las actitudes personales de quienes toman parte en ellos. La Misa, partes en que se divide Autor: Arturo Reyes Es muy importante conocer las partes de la misa para vivirla como Dios quiere. Las indicaciones que siguen corresponden a la Ordenacion del Misal Romano. Las letras indican la posicién que deben asumir los fieles ( P: parados : sentados: R: arrodillados) 1, RITOS INICIALES Entrada (P) Mientras entra el sacerdote comienza el canto de entrada. El fin de este canto es abrir la celebraci6n, fomentar la union de quienes se han reunido y elevar sus pensamientos a la contemplacion del misterio liturgico 0 de la fiesta. Saludo al altar y pueblo congregado (P) Cuando llega, el sacerdote besa el altar. Terminando el canto de entrada, el sacerdote y fa asamblea hacen la sefial de la cruz. A continuacién el sacerdote, por medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Serior. Terminado el saludo, el sacerdote 0 el monitor puede hacer a los fieles una brevisima Introduccion sobre la misa del dia. Después el sacerdote invita al Acto penitencial, que se realiza cuando toda la comunidad hace su confesion general termina con la conclusion del sacerdote. Seftor, ten piedad (P) Después del acto penitencial, se empieza el “Seftor, ten piedad’, a no ser que éste haya formado ya parte del mismo acto penitencial no se canta el “Sefior, ten piedad’, al menos se recita Gloria (P) Este es un antiquisimo y venerable himno con que la iglesia, congregada en el Espiritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero , y le presenta sus suplicas. Sino se canta, al menos lo han de recitar todos, o juntos o alternadamente. Oracién colecta (P) El sacerdote invita al pueblo a orar; y todos, a una con el sacerdote, permanecen un rato en silencio. Luego, el sacerdote lee la oracién que expresa la indole de la celebraci6n; el pueblo la hace suya diciendo amen. 2. LITURGIA DE LA PALABRA La Eucaristia es sacramento de toda la vida de Jesus. Mediante las Lecturas biblicas nos acercamos a ella: La primera lectura. (S) Se toma del Antiguo Testamento y nos sirve para entender muchas de las cosas que hizo Jesus. ‘Salmo Responsorial. (S) Formando parte de la misma Liturgia de la Palabra tenemos los Cantos interleccionales Después de la 1° Lectura, sigue un Salmo Responsorial, que se toma del Leccionario. El salmista 0 cantor del salmo, desde el ambén o desde otro sitio oportuno, proclama las estrofas del salmo, mientras toda asamblea escucha é y ademas participa con su respuesta. La segunda lectura. (S)Se toma del Nuevo Testamento, ya sea de los Hechos de los Apostoles 0 de las cartas queescribieron los primeros apéstoles. Esta segunda lectura nos sirve para conocer cémo vivian los primeros cristianos y cémo explicaban a los demas las ensefianzas de Jesus. Esto nos ayuda a conocer y entender mejor lo que Jésus nos ensefio. También nos ayuda a entender mucas tradiciones de la Iglesia. Después de la segunda lectura se canta el Aleluya, que es un canto alegre que recuerda la Resurreccion otro canto seguin las exigencias del tiempo titirgico. El Evangelio. (P) Se toma de alguno de los cuatro Evangelios de acuerdo al ciclo lttirgico y narra una pequefia parte de la vida o las ensefianzas de Jestis. Es aqui donde podemos conocer cémo era Jess, qué sentia, qué hacia, como ensefiaba, qué nos quiere transmitir. Esta lectura la hace el sacerdote 0 el didcono. Homilia (S) Conviene que sea una explicacion de las Lecturas, 0 de otro texto del Ordinario, o del Propio de la Misa del dia, teniendo siempre el misterio que se celebra y las particulares necesidades de los oyentes. Profesién de fe (P) Con el Simbolo 0 Credo el Pueblo da su asentamiento y respuesta a la Palabra de Dios proclamada en las Lecturas y en Homilia, y trae su memoria, antes de empezar la celebracién eucaristica, la norma de su fe. Oraci6n universal (P) En la oraci6n universal u oracion de los fieles, e! Pueblo, ejercitando su oficio sacerdotal, ruega por todos los hombres(Papa, Iglesia, Estado, necesidades....).La asamblea expresa su suplica 0 con una invocacién comin, que se pronuncia después de cada intencién, 0 con una oracién en silencio. 3. LITURGIA EUCARISTICA Preparacion de los dones (S) ‘Al comienzo de la Liturgia eucaristica se llevan al altar los dones que se convertiran en el ‘cuerpo y en la Sangre de Cristo: es de alabar que el pan y el vino lo presenten los mismos fieles. Acompafia a esta procesién el canto del ofertorio, que se alarga por los menos hasta que los dones han sido colocados sobre el altar. Plegaria eucaristica (P) Este el centro y el culmen de toda la celebracién. Es una plegaria de accion de gracias y de consagracién. El sentido de esta oracién es que toda la congregacién de fieles se una con Cristo en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio, Los principales elementos de que consta la Plegaria eucaristica pueden distinguirse de esta manera: a) Accion de gracias (P)(que se expresa sobre todo en el Prefacio, ») Santo:(P) con esta aclamacion toda la asamblea, uniéndose a las jerarquias celestiales, canta o recita las alabanzas a Dios. ©) Epiclesis (R): con ella la Iglesia, por medio de determinadas invocaciones, implora el poder divino para que los dones que han presentado los hombres queden consagradas, es decir, se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la victima maculada que se va a recibir en la comunién sea para salvacién de quienes la reciban. 4) Narracién de Ia institucion y consagracién (R): en ella, con las palabras y gestos de Cristo, se realiza el sacrificio que él mismo instituy6 en la ultima cena. Es el momento mas solemne de la Misa; en él ocurre el misterio de la transformacién real del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros para que podamos estar muy cerca de El. Es un misterio de amor maravilloso que debemos contemplar con el mayor respeto y devocién. Debemos aprovechar ese momento para adorar a Dios en la Eucaristia e) Anamnesis (R): con ella la Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apéstoles, recibid de Cristo Seftor, realiza el memorial de! mismo Cristo, recordando principalmente su bienaventurada pasién, su gloriosa resurrecci6n y laf) Oblacién(P): la asamblea ofrece al Padre la victima inmaculada, y con ella se offece cada uno de los Participantes. 4g) Intercesiones (P): con ellas se da a entender que la Eucaristia se celebra en comunién con toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblacion se hace por ella y por todos sus miembros, vivos y difuntos. h) Doxologia final (P): en ella se expresa la glorificacion de Dios y se concluye y confirma con el amen del puebio. Rito de la comunién Ya que la celebracién eucaristica es un convite pascual, conviene que, segtin el encargo del Sefior, su Cuerpo y su ‘Sangre sean recibidos por los fieles, debidamente dispuestos, como alimento espiritual Significa ‘comun uni6n’. Al acercarnos a comungar, ademas de recibir a Jesus dentro de nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegria, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma alegria y amor a) La oracién dominical (P): se pide el pan de cada dia, con lo que también se alude, para los cristianos, el pan eucaristico, y se implora el perdén de los pecados. El embolismo, que desarrolla la titima peticion, pide para todos los fieles la liberacion del poder del mal. ) Elrito de la paz (P): con que los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan. ©) El gesto de la fraccién del pan:(P) realizado por Cristo en la ultima Cena, en los tiempos apostélicos fue el sirvié para denominar la integra accién eucaristica. Significa que nosotros, que somos muchos, en la comunién de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17) 4) Inmixion o mezela (P): el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en le caliz [originariamente era un trozo del pan consagrado en otra comunidad el domingo anterior: signo de comunion entre las diversas comunidades cristianas] e) Mientras se have la fraccién del pan y la Inmixin, los cantores 0 un cantor cantan el Cordero de Dios: Esta invocacion puede repetirse cuantas veces sea necesario para acompafiar la fraccién del pan. La ultima vez se acompafiara con las palabras danos la paz. 4) Preparacion privada del sacerdote. 9) Luego, el Sacerdote muestra a los fieles el pan eucaristico. h) Es muy de desear que los fieles participen del Cuerpo del Sefior con pan consagrado en esa misma Misa. Comulgar es la mejor forma de participar del sacrificio que se celebra. Mientras el sacerdote y los fieles reciben el Sacramento tiene lugar el canto de ‘comunién, canto que debe expresar, por la union de voces, la unién espiritual de quienes ‘comulgan, demostrar, al mismo tiempo, la alegria del corazon hacer mas fraternal la procesién de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo. Sino hay canto, se ‘eza la antifona propuesta por la Misal. }) Terminada la distribucién de la comunién, el sacerdote y los fieles, si juzgan oportuno, pueden orar un rato recogidos. Si se prefiere, puede también cantar toda la asamblea un himno, un salmo 0 algun otro canto de alabanza. k) En la oracién después de la comunién, el sacerdote ruega para que se obtengan los frutos del misterio celebrado. El pueblo hace suya esta oracién con la aclamacién “Amén.” 4, RITO DE CONCLUSION (P) El rito final consta de saludo y bendicién sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Seftor. La Teologia de la Liturgia Autor: Arturo Reyes Teologia de la Celebracion Las acciones litirgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia (SC 26) Generalidades EI hombre por naturaleza es un ser celebrante y es ésta una de sus manifestaciones que 0 aproximan a su plena realizacion: el hombre no puede dejar de celebrar, si lo hace mutilaria algo de si, dejaria de ser él mismo. Pero qué tiene que ver la celebracién con el hombre? Tiene que ver mucho, pues ella se basa en la dimensién expresiva y festiva del hombre, dimensién innata y esencial en él El hombre es un “animal religioso’, esta religado al Absoluto (vive una constante relaci6n con Dios), que lo llama a religarse también con “los otros”. Los hombres construyen de esta manera un sistema solidario de creencias (religion) para religarse con “el totalmente Otro’. Esta religacion la ejecutan desde la celebracion, pues el hombre quiere celebrar siempre el encuentro de gozo con el Absoluto, fin y verdad de su existencia, Desde la fe podemos reafirmar lo anterior, ya que el hombre celebra el encuentro gozoso con aquel que Io ha salvado y creado. Este acto celebrativo de la fe se da desde la Liturgia, haciéndose acto significativo, ritual y festivo dentro de un lugar y de un tiempo conereto. El Concilio Vaticano II recordé que las acciones liturgicas pertenecen a la iglesia y tienen como sujeto a todo el Pueblo de Dios (ct. SC 26). El Catecismo de Ia Iglesia Catélica utiliza también esta categoria en el titulo de la segunda parte, y dedica a este concepto un capitulo (of. CEC 1135-1209). Entonces, para que la Liturgia sea una Celebracién, es necesario que asuma y transforme la vida, y para ello tener una comunidad viva, porque participa de la vida, es decir, es solidaria con “los gozos y esperanzas, tristezas y angustias” de nuestro pueblo. Solo una comunidad solidaria con la historia, que vive inserta en el proceso del pais podré rezar validamente sin alienacion. La celebracion tiene como niicleo central el Misterio Pascual del Seflor. Este Misterio Pascual del Sefior debemos descubrirlo y celebrarlo en nuestra historia, pues El nos salvo en la historia y nos sigue salvando en ella. Aproximacion al Concepto de Celebracion Desde la etimologia “celebrar’ y “celebracion” proceden del latin (celebrare-celebratio), lo mismo que el adjetivo “célebre" (céleber). Desde el punto de vista etimolégico significan lo mismo que frecuentare, es decir, el acto de reunirse varias personas en un mismo lugar. Celebrar implica siempre una referencia a un acontecimiento que provoca un recuerdo o un sent jento comtn. Célebre es no sélo el lugar frecuentado para la reunién, sino también el momento de la reuni6n, y naturalmente el hecho que la motiva. En el lenguaje comin latino estas palabras tenian como objeto las fiestas paganas, los juegos del circo y los espectaculos en general, con un evidente matiz popular, comunitario e, incluso, religioso. La palabra celebrar y sus derivadas se cargaron de acepciones honorificas, para con los dioses y para con los hombres que eran venerados —por ejemplo, los héroes de la guerra o los atletas-, aludiendo también a las manifestaciones externas del honor y la veneracién (boato, solemnidad, etc.) 1. Desde la antropologia La Celebracion es un acontecimiento social y comunitario. Es un medio de relacion y encuentro. La Celebracién crea apertura y provoca un acercamiento sobre la base de unos ideales 0 de unos intereses comunes. Es un factor de unificacion de un grupo en orden a compartir una misma experiencia estética, religiosa o politica, 0 para adoptar un determinado compromiso... Por lo tanto es tun factor educativo y catalizador moral de un grupo. La celebracion quiere ser algo vivo, no aprisionado por una logica fria y desencamada (el texto y la ceremonia son un medio al servicio de los fines de la celebracién), Celebrar es sinonimo de «hacer fiesta», 0 sea, jugar en el sentido més positivo de este término. Por eso celebrar es una actividad libre, gratuita, desinteresada, inutil, es decir, no utilizable con fines e: \se008, aunque llena de sentido y orientada a poner en movimiento las energias del espiritu y la capacidad de trascender lo inmediato y ordinario para abrirse a la belleza, a la libertad y al bien. Celebrar es presentimiento y anticipo de la eternidad. 2. Desde La Teologia de Liturgia Los valores humanos de la celebraci6n se suman a los especificos de la liturgia cristiana 1. La celebracion tiene una dimensién actualizadora de la salvacién. La celebracién no es un mero recordar, sino presencia “eficaz” de Dios. Es una epifania del amor de Dios sobre Jos hombres. 2. La celebracién tiene una dimensién escatolégica. “En la liturgia terrena pregustamos y participamos de la liturgia celestial” (SC 8). Es el “ya, pero todavia no’. 3. La celebracion tiene una dimension comunitaria y eclesial. La celebracion es una accién de Cristo y su Pueblo, jerérquicamente ordenado, es decir, de Cristo Cabeza y de los miembros de su Cuerpo. La celebracién es causa y manifestacién de la Iglesia. De esta manera la celebracién litirgica incide en la mi vida social y politica ny en la pastoral de la Iglesia; en la El fin primario de la celebracion es la actualizacion en Palabras y Gestos, de la salvacion que Dios realiza en su Hijo Jesueristo por el poder del Espiritu Santo. En la celebracion se evoca para que se haga presente la salvacién (vida, pasion, muerte y resurreccién de Cristo) en sus acontecimientos. El verbo celebrar traduce la expresién biblica hacer memoria Definicion y aspectos de la celebracion ‘Sumando los factores antropoldgicos y teologicos que configuran la celebracién, se puede llegar a una definicién de este fenémeno social tan complejo. 1, Debemos rescatar el caracter de “accion total’, tanto a nivel personal y social que posee la celebracién. Por lo tanto, la celebracién tiene una dimensién ritual: celebrar es actuar ritualmente, de manera significativa, movidos por un acontecimiento. En este sentido la celebracion es la liturgia de la accion. Desde este punto de vista la celebracion posee cuatro componentes: el acontecimiento que motiva la celebracién, la comunidad que se hace asamblea celebrante, la accién ritual y el clima festivo que Io llena todo, 2. La celebracién es “manifestacion de una presencia salvadora que comunica la salvacién’. La celebracién de esta manera posee una dimensién mistérica. Ella responde a la “liturgia como misterio” (presencia y actuacién de Dios en la historia), 3. La celebracién “afecta a toda la existencia” orientandola y convirtiéndola en ofrenda grata a Dios. La celebracién, por lo tanto, posee una dimensién existencial. La celebracién responde a la “liturgia como vida’. En la celebracion se hace simbolo y gesto la realidad cotidiana de una existencia convertida en culto al Padre en el Espiritu y la Verdad, santificada precisamente en la celebracién. Por eso podemos decir que Ia liturgia es “fuente y cima” de la vida cristiana (ef. LG11; SC 10) En consecuencia podemos llegar a una definicién de la celebracién y diremos que es el momento expresivo simbélico, ritual y sacramental en el que la liturgia se hace acto que evoca y hace presente, mediante “palabras y gestos’, la salvacién realizada por Dios en Jesueristo con el poder del Espiritu Santo. Posturas y Gestos Corporales en la Misa Autor: Committee on the Liturgy En la celebracién de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oracién no esta confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oracion, rezamos con toda nuestra persona, como espiritus personificados tal como Dios nos cre6. Este compromiso de todo nuestro ser en oracion nos ayuda a orar con una mejor atencién Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, asi, cuando se realizan con comprensién, pueden realzar nuestra Participacién personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oracién, que es la Misa. Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la accion en la que estamos participando en ese momento en nuestro cult. Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, asi que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representacién de Cristo, entra y sale de la asamblea. Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que estan en la biisqueda de cosas superiores. Cuando nos ponemos de pie para la oracién, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al creamos y redimimos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posicion de pie es un reconocimiento de este don maravilloso. Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cuspide de la revelacién, las palabras y las escrituras del Seftor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posicion de pie como la postura que se debe observar en este pais para la recepcién de la Comunién, el sacramento que nos une de la manera mas profunda posible con Cristo quien, ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos, es la causa de nuestra salvacion. En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: jla consciencia del pecado nos derrumba! La postura de rodillas estaba tan integramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibia arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espiritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y accién de gracias. Durante la Edad Media, la posicién de rodillas significaba que un vasallo le rendia homenaje a su amo. Mas recientemente, esta postura ha venido a significar adoracion. Es por esta raz6n que los obispos de este pais han elegido la posicion de rodillas para que se ponga en practica durante toda la Plegaria Eucaristica. La posicion sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregacion toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el periodo de meditacion que le sigue a la Comunién. Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oracién. Uno de los gestos mas comunes es la Sefial de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendicién, ésta concluye. Ya que debido a Su muerte en la cruz, Cristo redimié a la humanidad, nos hacemos la sefial de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio. Sobre este tema, el Reverendo Padre Romano Guardini, un erudito y profesor de liturgia, escribio lo siguiente: Cuando nos hagamos la sefial de la cruz, que ésta sea una verdadera sefial de la cruz. En lugar de un gesto menudo y apretado que no proporciona ninguna nocion acerca de su significado; hagamos, en vez, una gran seflal, sin nigtin apuro, que empiece desde la frente hasta nuestro pecho, de hombro a hombro, sintiendo conscientemente cémo incluye a todo nuestro ser, nuestra mente, nuestra actitud, nuestro cuerpo y nuestra alma, cada una de nuestras partes en un solo momento, como nos consagra y nos santifica (Sefiales Sagradas, 1927). Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oracién en la Misa. Durante el "Yo Confieso’, la accién de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras ‘por mi culpa’ puede fortalecernos y hacemos mas conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encamacién: fue concebido por obra y gracia del Espiritu Santo, nacié de Santa Maria Virgen y se hizo hombre’ Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dud6 ningun momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condicién humana para salvamos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa alin con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciacién del Sefior y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras. Nos ponemos de pie como familia de adopcién. En la plenitud de ese mismo Espiritu, invocamos a Dios como Padre. Después 8, establecida como tal por el Espiritu de del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apreton de manos y el saludo de la paz que lo acompafia, que estamos en az con nosotros mismos y que no guardamos enemistad. Este intercambio es simbélico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad. Por titimo, en la nueva Instruccién General, se nos pide que hagamos una sefial de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada pais o regién, antes de recibir de pie la Comunién. Los obispos de este pals han determinado que la sefial que ofreceremos antes de la Comunién serd una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual Ademés de servir como un medio en la oracion de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra funcién ‘muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un simbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad. No estamos libres de cambiar estas posturas de acuerdo a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresin de nuestra parti con Cristo, nuestra cabeza. Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una seffal como una accion en comin, atestiguamos sin ambiguedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazon, la mente y el espiritu ‘acién en un Cuerpo formado por las personas bautizadas MODULO #2 EDIFICACION DE LA IGLESIA CONTENIDO 24. Estructura y organizacién territorial de la Iglesia Catdlica. 2.2. Ministerios exigidos por la accién celebrativa. 2.2.4. El presidente. 2.2.2. El diécono. 2.2.3, La comunidad. 2.3. Ministerios exigidos por necesidades y circunstancias de la comunidad. 2.3.1. Recepcién. 2.3.2. Comentador. 2.3.3, Preparacién y direccion. 2.3.4. Otros. REFERENCIAS 1.1 "Nel costruire € nel restaurare le chiese, con il consiglio dei periti, si osservino i principi e le norme della liturgia e delfarte sacra.” 21 Il termine "adeguamento” liturgico € stato scelto a preferenza di altri (come “adattamento”, "aggionamento”, “ristrutturazione") in quanto mette meglio in evidenza il fatto che le chiese hanno in sé la capacita di modificarsi in relazione alla riforma liturgica, dal momento che il loro legame con la liturgia é costitutivo: sono infatti luoghi creati per la liturgia e percio sono “adeguabill” ad essa. Nel processo di "adeguamento” le chiese ritrovano la propria permanente destinazione. 31 Cf. nn. 22.23.44.45.46.122.125.126. 41. Inter Oecumenici (1964), Musicam Sacram, Eucharisticum Mysterium (1967), Liturgicae Instaurationes (1970), la lettera Sulla cura de! patrimonio artistico e storico della Chiesa (1974), Principi e Norme del Messale Romano (1974), La liturgia romana e Fincutturazione (1994) 51 Norme per la tutela e la conservazione del patrimonio artistico e storico della Chiesa (1974) e / beni cutturali della Chiesa in Italia. Orientamenti (1992). 61 Cfr. legge 1° giugno 1939, n.1089. 71 Cf. Accordi di revisione del Concordato Lateranense, 18 febbraio 1984, art. 12. 81 Cfr. in particolare 'Appendice II dedicata alla normativa liturgica, canonica, civile e concordataria, che ripropone, salvo alouni aggiomamenti e integrazioni, quella della Nota pastorale, "La progettazione di nuove chiese" 91 Cfr.Messale Romano, Principi e norme, n. 254. 101 Ctr. CEI, Commissione episcopale epr la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma, 18 febbraio 1993, nn. 1-2. 111 Cfr. Cone. Ecum. Vat.. I, Costituzione sulla sacra liturgia, Sacrosactum Concilium, n24 124 Cfr. Gv 4,21: "E" giunta Fora in cui né su questo monte né in Gerusalemme adorerete il Padre"; Gv 4, 23: "E' giunta Fora, ed é questa, in cui i veri adoratori adoreranno il Padre in spirito e verita"; At 7, 48-49: 71 71 "L’Altissimo non abita in costruzioni fatte da mani d'uomo, come dice il profeta: "I cielo é il mio trono e la terra sgabello per i 131 Cf. MESSALE ROMANO, Principi enorme, n. 253; CCC, n. 1186. 141 Cfr. CEI, Commissione Episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma, 18 febbraio 1993, n.7. 151 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni cultural della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, nn.31-32. 161 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, nn. 255-288, 311-312 174 Cir. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 7 € ss. iei pied" 181 Nel trattare degli elementi e degli spazi per la celebrazione eucaristica si prenderanno in considerazione elementi e luoghi che, pur interessando eminentemente la celebrazione del Eucaristia, sono coinvolti anche dalla celebrazione di altri sacramenti, 191 Cf. MESSALE ROMANO, Principi enorme, n. 257; vedi anche CEI CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n.7. 201 Cf. CEI, Benedizione degli Oli e Dedicazione della chiesa e delfaltare, n. 155.159; MESSALE ROMANO, Principie norme, n. 259. 211 Cf. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 258; vedi anche CEI, Commissione episcopale per Ia liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, nn. 8-10. 221 Cf. Precis. C.E.I.,n. 14. 231 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 270. 241 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 270. 72 72 251 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 259; CEI, Benedizione degli Oli e Dedicazione della chiesa e def'attare, nn. 152-162; vedi anche CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 8. 261 Cf. Precis. C.E./., n. 14; CEI, Benedizione degli Oli e Dedicazione della chiesa € delfaltare, nn. 159; vedi anche CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993; MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 269. 271 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 263, 281 Cir. Precis. C.E.,n. 14. 291 Cfr. Precis. C.E.I.,n. 14. 301 Cfr. CEI, Benedizione degli Oli e Dedicazione della chiesa e dellaltare, n. 162. 311 Cf. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 272: vedi anche CEI, Commissione episcopale per Ia liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 9 321 Cfr. LOF, n. 32-34. 331 Cfr. Prenotanda al Rito del/Ordinazione, nn. 1-10; vedi anche CEI, Commissione episcopale per Ia liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n.10. 341 Cfr. MESSALE ROMANO, Principie norme, n. 271; vedi anche Precis. CE, n. 15; CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 10. 351 Cir. Caerimoniale Episcoporum, Romae 1984, n. 47 361 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 277: vedi anche CEI, Commissione episcopale per Ia liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 13. 371 Cir. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 276; CDC, can. 938, § 2. 381 Cir. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 274-275; vedi anche CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 15. 391 Cfr. CEI, Commissione episcopale per a liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 17. 401 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 18. 411 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, nn. 279-280.287-288.311-312. 421 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 18. 431 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 11 441 Cir. CEI, Rito del battesimo dei bambini, n. 26; RICA, n. 26. 451 Cfr. CEI, Rito del battesimo dei bambini, nn. 18-26. 461 Cfr. CEI, Benedizionale, n. 1166. 471 Cfr. CEI, Rito del battesimo dei bambini, nn. 18-21; RICA, nn. 18-21 481 Cfr. CEI, Rito del battesimo dei bambini, n. 25; RICA, n. 25. 491 Cfr. CEI, Prenotanda al Rito della penitenza, n. 8. 501 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 12. 511 Cfr. CEI, Praenotanda al Rito della penitenza, n. 16. 521 Ctr. CEI, Rito della penitenza, n. 17; 24-26; 51-53. 531 Cfr CDC, can. 964, § 2. 541 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione i nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 12. 551 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 19. 561 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione i nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, nn. 20-21 571 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione i nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 16. 581 Cfr. MESSALE ROMANO, Principie norme, n. 278, 591 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 278. 601 Cfr. Cone. Vat. Il, Costituzione sulla sacra liturgia, Sacrosacntum Coneilium. n. 124. 611 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 4 621 Cfr. CEI, Orientamenti, / ben/ culturall della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, nn. 28-29. 631 Cir CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 39. 641 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 20. 651 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione i nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, nn. 25-26. 661 Cfr. C.E.1., Nota pastorale Le aggregazioni laicali nella Chiesa (1993). 671 Cfr. Norme C.E.I. 1974, nn. 12.17-19; CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 4; CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 27. 681 Cir. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, nn. 25.27. 691 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 27. 701 Cft. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove, Roma 18 febbraio 1993, n. 27. 711 Cfr. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione i nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 30. 721 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 39. 731 Cit. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 31. 741 Cft. CEI, Commissione episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 32. 751 Cir. CEI, Comi nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 33. 761 Cfr. CEI, Commission episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma 18 febbraio 1993, n. 38. 771 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 10. 781 Cfr. LRI,n. 43, 791 Cfr. Giovanni Paolo Il, Lettera Apostolica, "Tertio Millennio Adveniente”, 801 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 40. 811 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, n. 40. jone episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di Ambiente y Decoro en la celebraciénCanto, Masica, Lugar. SLD. icardo Valenzuela P., ibliografia: Josep Urdeix. Los Objetos de uso liturgico, (Centre de Pastoral Litirgica Barcelona 2004). Bibliografia: Raya Francisco F. Ambientar una iglesia, (Liturgia Basica Constantin Andronikof CONTEMPLACION Y LITURGIA, Publicado en II Dio Giano, Sear Edizioni, Scandiano, 1992. NOTAS 1, San Sime6n el Nuevo Tedlogo, Traités théologiques et éthiques |, SC 122, Paris, 1966; Ethique |, 12, p. 307 2. Cf. Dogme et Mystique, en Contacts, n° 120, 4° trim., 1982, Paris; Le Service de la Verité, en Contacts, n° 91, 3° trim., 1975. 3. Cf, Marguerite Harl, Origéne et la fonction révélatrice du Verbe incamé, Paris, 1958, pp. 261-263. 4. 1, 62; VI, 1, 2y otros. 5. Doroteo de Gaza, siglo VI, Instrucci6n |, 12-1 1963, pp. 165-169. 6. Sime6n, op. cit., Ethique |, 1, pp. 395-440. 7. Socrates, citando el Gndstico de Evagrio, en Hist. Eccles. IV, 23; PG LXVII, 1520 A. 8. Mistagogia V: trad. M. Lot-Borodine, Irénikon 13 (1936), 15 (1938). y en Initiation. euvres spirituelles, SC 92, Paris, chrétienne (A. Hamman), Paris, 1963, pp. 260-266. 9. Catéchéses Ill; SC 113, Paris, 1965; Catéchéses XXV. 10. Praktikos, 84; SC 171, Paris, 1971. 11. Catéchéses XXV, ibid 12, Ethique III; SC 122, pp. 403 ss. 13. Adv. haer. Ill, 19, 1; PG VII, 939 B: SC 34 (1952), p. 332; Ill 16, 3: ibid., 922 BC; SC, p. 282. 14. Th. Spidlik, La spiritualité de rOrient chrétien, Roma, 1978, p. 333. 15, Evagrio, Praktikos, 79; |. c. p. 667. 16. San Gregorio de Nisa, Vie de Moise; SC 1, Paris, 1941, p. 112 17. Carta 56; ed. Frankenberg, p. 605. 18. B, Vycheslavisev, El corazén en la mistica cristiana y en la mistica hindu, en Pout’, Paris, 1929 (en ruso) 19. Cf. san Basilio el Grande, Hom. in princip. Prov.; PG XXIX, 388 C. 20. Diddoco de Fotice (+ ¢. 486), Oeuvres spirituelles, SC 5 bis, Paris, 1966, cap. |, p. 85. 21. Nicetas Estétatos (+ c. 1090), Sobre el paraiso noético, 35; Opuscules et lettres, SC 81, Paris, 1961. 22. Profesion de fe, 1; ibid., p. 444. 23. Chap. gnostique |, 71; IIl, 63; en Praktikos, op. cit 24. Gregorio de Nisa, De ame et de la résurrection, PG XLVI, 96 C; ef. Spidlik, op. cit., pp. 328-331. 25. San Gregorio Palamas, Des Passions, PG CL, 1081 AD; cf. Gregorio Nacianceno, Hymne au Christ, PG XXXVI, 1327. 26. San Basilio, Sur le baptéme; PG XXXI, 437 B. 27. Sime6n, op. cit., Ethique Ill; SC 122, 4. p. 385-390. 28. Cf. C. Andronikof, Dogme et liturgie, XXVe Conférence Saint-Serge, Ed. Liturg., Roma, 1979. 29. San Gregorio de Nisa, Homélie VIII sur le Cantique des Cantiques; trad. de M. Canévet, La Colombe et les ténebres, Paris, 1967, p. 118. 30. Texto de san Teodoro Estudita, siglo Vill, 9° oda del canon de maitines, martes de la segunda semana del carisma. 31. Traité du SaintEsprit; SC 17, cap. 27, p. 238. 32. Cf. C. Andronikof, La dynamique de la parole et la liturgie, en Gestes et paroles dans les diverses familles liturgiques, Roma, 1978, p. 13-29. 32a. [Todo este parrafo no aparece en la traduccién de Edicep]. PRESENTACION DE MATERIAL MATERIAL DE LECTURA. Conterenza Episcopale italiana COMMISSIONE EPISCOPALE PER LA LITURGIA L'adeguamento delle chiese secondo la riforma liturgica NOTA PASTORALE 2233 PRESENTAZIONE La riforma liturgica, le cui basi sono state poste dalla Costituzione Sacrosanctum Coneilium del Concilio Ecumenico Vaticano II, si rivela come un impegnativo cammino di rinnovamento della mentalita e della prassi ecclesiale nella celebrazione del Mistero di Cristo. Di questo itinerario vasto e profondo, fa parte la conoscenza e il retto uso di tutti i segni di fede che la tradizione di origine biblica e patristica ha consegnato alla Chiesa e che essa accoglie € trasmette nel corso della sua missione nel mondo. Coerente a questa prospettiva, la Chiesa ha sempre dedicato speciale attenzione alle opere d'arte e di architettura che sono state create al servizio delfazione liturgi (Cfr. SC nn. 122-126) e si sente obbiigata anche nell'epoca attuale "a conservare e a tramandare con cura il patrimonio artistico e le testimonianze di fede del passato” (C.E.I., I! rinnovamento liturgico in italia, n. 13) delle diverse comunita Nel rispetto della propria tradizione, che vede negli edifici di culto i luoghi privilegiati per Tincontro sacramentale con Dio, la Chiesa intende evitare “sia di dissiparne i tesori sia di acconsentire a relegarii al rango di oggetti da museo: una chiesa é un Iuogo vivo per uomini vivi" (Ivi, n. 13) Per questo i Vescovi italiani, con la presente Nota, desiderano evidenziare e condurre a termine un organico disegno pastorale, secondo il quale “creativita © conservazione, adattamento nella salvaguardia” sono i criteri che devono guidare i tentativi di quanti si impegnano “nella risistemazione di antichi spazi e ambienti per il culto, allo stesso modo che nella creazione di nuove strutture e suppeliettili per la liturgia® (Ivi, n.13). ‘A completamento di quanto abbiamo indicato nella Nota pastorale "La progettazione di nuove chiese” (1993) e negli Orientamenti "/ beni culturali della Chiesa in Italia” (1992), questo documento illustra le ragioni e i metodi dell'adeguamento delle chiese esistenti perché esse, in base a una progettazione sollecita e controllata, si prestino alla promozione del rinnovamento celebrativo, secondo le esigenze della riforma liturgica. A tale scopo, utiliza ampiamente quanto i documenti applicativi della riforma liturgica hanno gia stal Liinsieme di un tale quadro normativo, considerato nella sua unitarieta, manifesta timpegno della Chiesa italiana nel campo delfarte liturgica e dei beni culturali, e ribadisce Tuguale importanza dei tre atteg: adeguamento alle nuove esigenze e la promozione di nuove opere corrispondenti alfindole di ogni epoca (cfr. Principi e norme per uso del Messale Romano nn. 253-254). 44 (0 e dispone in modo ordinato la normativa vigente menti ricordati: lo sforzo di conservazione, la ricerca di Nello stesso tempo, questa Nota pastorale si propone come punto di incontro, di collaborazione e di lavoro comune per tutti gli operatori ecclesiali coinvolti nel processo di adeguamento, per i profes: per la tutela del patrimonio culturale italiano. + Luca Brandolini Vescovo di Sora-Aquino-Pontecorvo Presidente della Conferenza Episcopale per la Liturgia Roma, 31 maggio 1996, Festa della Visitazione della Beata Vergine Maria 5 5 AVVERTENZA La presente Nota pastorale, in base al can. 1216 del Codice di diritto canonico1, ripropone in forma organica e ribadisce ta normativa liturgica vigente, della quale intende chiarire le connessioni e le concrete applicazioni 1 "Nel costruire e nel restaurare le chiese, con il consiglio dei periti, si osservino i principi e enorme della liturgia e deliarte sacra." Le disposizioni qui contenute costituiscono norma di riferimento per lattivita di @ i tecnici, come pure per tutti coloro che hanno autorita adeguamento liturgico degli organismi diocesani, regionali e nazionali che hanno ‘competenza in materia di arte sacra e di beni culturali ecclesiastici. 6 6 7 7 INTRODUZIONE 1. L'adeguamento delle chiese, segno di fedelta al Concilio. La presente Nota pastorale viene pubblicata per ribadire che 'adeguamento liturgico2 delle chiese @ parte integrante della riforma liturgica voluta dal Concilio Ecumenico Vaticano II; percid la sua attuazione @ doverosa come segno di fedelta al Concilio Ltadeguamento delle chiese non si pud considerare un adempimento discrezionale né lo si pud affrontare secondo modalité del tutto soggettive. La fedelta al Conciio comporta adesione convinta agli obiettiv, ai criteri e alla disciplina che autorevolmente ne guidano attuazione su scala nazionale, in comunione con la Chiesa universale. 2 Il termine “adeguamento” liturgico @ stato scelto a preferenza di altri (come “adattamento”, "aggiomamento”, *ristrutturazione") in quanto mette meglio in evidenza il fatto che le chiese hanno in sé la capacita di modificarsi in retazione alla riforma liturgica, dal momento che il loro legame con la liturgia é costitutivo: sono infatti luoghi creati per la liturgia e percid sono "adeguabill” ad essa. Nel processo di "adeguamento” le chiese ritrovano la propria permanente destinazione. 3 Cit. nn. 22.23.44.45.46.122.125.126. 4 Inter Oecumenici (1964), Musicam Sacram, Eucharisticum Mysterium (1967), Liturgicae Instaurationes (1970), la lettera Sulla cura del patrimonio artistico e storico della Chiesa (1974), Principi e Norme del Messale Romano (1974), La liturgia romana e linculturazione (1994). 5 Norme per la tutela e la conservazione del patrimonio artistico e storico della Chiesa (1974) e / beni culturali della Chiesa in talia. Orientamenti (1992). In patticolare, la Costituzione Conciliare sulla sacra Liturgia Sacrosanctum Concilium (1963) ha stabilito, tra Faltro,3 che "nella costruzione degli edifici sacri ci si preocoupi diligentemente della loro idoneita a consentire lo svolgimento delle azioni liturgiche e la partecipazione attiva del fedeli" (n.124). Successivamente, per dare attuazione concreta alla Costituzione Coneiliare sono stati emanati diversi documenti4 che danno disposizioni specifiche per 'adeguamento delle chiese alla riforma liturgica. La Conferenza Episcopale Italiana, da parte sua, in riferimento a questo tema, ha emanato alcuni documents. Le nome che abbiamo richiamato, e che la presente Nota pastorale intende organicamente riproporre, richiedono tadeguamento del presbiterio (altare, ambone, sede), della navata (posti del fedeli, posto del coro e dellorgano) e di altri luoghi celebrativi (battistero, penitenzieria, luogo della custodia eucaristica) Si intende inoltre sottolineare la necesita che si passi in modo graduale dalle soluzioni Prowisorie a quelle definitive e che, nel'adeguamento liturgico, si proceda con prudenza per evitare danni al patrimonio storico e artistico. 8 8 2. Urgenza, complessita, interesse generale del problema Ltadeguamento liturgico delle chiese, che nel nostro Paese presenta tuttora carattere di urgenza, comporta implicazioni di interesse generale ed € particolarmente complesso. A distanza di trent'anni dalla conclusione del Concilio Ecumenico Vaticano Il occorre innanzitutto porre termine alla stagione della provvisorieta, spesso interpretata come sinonimo di improvvisazione e di casualita e quindi fonte di gravi disagi dal punto di vista celebrativo, estetico ed educativo. Inoltre, in molti casi in cui, per svariate ragioni, nulla é ancora stato fatto, bisogna sollecitare i responsabili a prendere le iniziative idonee per procedere alfadeguamento degli spazi celebrativi secondo la riforma liturgica. Infine, necessario completare e verificare i numerosi realizzati in modo parziale, talora confuso e approssimativo. Ltadeguamento degli spazi celebrativi secondo la riforma liturgica costituisce un problema di interesse generale: riguarda, infatti, la maggior parte degli edifici per il culto esistenti, ‘compresi quelli costruiti negli anni immediatamente precedenti e successivi al Concilio, 3. La responsabilita ecclesiale La presente Nota pastorale intende chiarire quali problemi sostanziali affrontare e come procedere perché le chiese cattedrali, parrocchiali, monastiche, conventuali, i santuari e altri tipi di chiese siano messe in grado di corrispondere al complesso di esigenze che il Concil terventi di adeguamento liturgico finora . con fa riforma liturgica, ha espresso. E’ tempo ormai di dare a tali esigenze risposte mature. Diattra parte, non si tratta di problemi nuovi. La Chiesa, infatti, ha conosciuto altri moment storici nei quali ha sentito la necessita di importanti interventi di adeguamento liturgico delle chiese, per dare attuazione alle riforme liturgiche che si sono succedute nel corso della sua storia. II problema delfadeguamento, tuttavia, oggi, si presenta in modo diverso e certamente pitt complesso che in altri tempi per tre ordini di motivi: a) per il carattere peculiare dell'attuale riforma liturgica che, secondo gli storici, é la pid: completa e organica, la pitt vasta e incisiva che la Chiesa cattolica abbia conosciuto; b) per la particolare difficolta di ogni progetto architettonico e artistico che intenda inserirsi in modo innovativo in un contesto gia dotato di una propria fisionomia celebrativa, storica e artistica; c) per la specifica sensibilta storica e la particolare cultura della conservazione e del progetto, che caratterizza la nostra societa e di cui occorre tener conto in ogni iniziativa che comporti adeguament liturgici Questo documento, inoltre, entra nel merito di delicati argomenti di natura ecclesiale che non sono di indole teorica, né riguardano soltanto alcune poche situazioni. E' invece un tema assai concreto (anche se rinvia a complesse posizioni teoriche); € 99 Sotto gli occhi di tutti; é di interesse generale e tocca, in un modo o nelfaltro, quasi tutte le Parrocchie delle diocesi italiane oltre a numerose comunita religiose maschili e femminili, contratemite e altre associazioni laicali. 4. Per la conciliazione di interessi diversi La delicatezza del'argomento dipende anche dal fatto che, a differenza di altri aspetti della riforma liturgica e della vita ecclesiale, 'adeguamento liturgico delle chiese non é fatto di interesse esclusivamente ecclesiale; é un evento di pubblica evidenza ed & oggetto di attenzione, di discussione, di valutazione anche al di fuori delle comunita cristiane. Infatti, alcuni recenti interventi di adeguamento hanno suscitato prese di posizione, polemiche e contrasti, sia per la loro evidenza e originalita, sia perché sono stati realizzati nel cuore di edifici che spesso costituiscono parte fondamentale del patrimonio monumental del nostro paese, € interessano, per varie ragioni, i singoli, i gruppi e le istituzioni. Ltadeguamento liturgico delle chiese evidenzia, a suo modo, il fatto che la Chiesa vive e opera allinterno della societa attuale, a diretto contatto, in dialogo e a confronto con sensibilita e culture diversificate. Va ricordato infine che gli interventi di adeguamento delle chiese secondo la riforma liturgica interessano anche Fautorita dello Stato, dal momento che le nostre chiese, nel complesso, sono manifestazioni particolarmente significative della cultura ispirata alla fede del popolo it chiese costruite pid di cinquant'anni fa, e alcune chiese pil recenti, sono soggette a tutela da parte del Ministero per i beni culturali e ambientalié 6 Cir. legge 1° giugno 1939, n.1089. 7 Cit. Accordi di revisione del Concordato Lateranense, 18 febbraio 1984, art. 12. Sulle nostre chiese, dunque, convergono interessi diversi - liturgici, culturali, normativi, turistici, tecnici - non sempre facilmente concilia ;no e rappresentano quindi valori di primaria importanza per il Paese. Molte Con la presente Nota si intende affermare che tale concilazione & possibile e va coerentemente perseguita7. Siamo convinti infatti, che le vie della cultura, nella loro molteplicita, hanno ragioni sufficient! per dialogare; che la dimensione celebrativa non solo non esclude ma é in grado di accogliere ogni altra dimensione costituendo il punto di sintesi pit: alto: che, infine, i problemi progettuali, per quanto complicati, possono essere risolti, purché Ii si affronti con volonta illuminata e con gli strumenti adeguati. 5. Un problema da affrontare con sapienza liturgica e progettuale Questo documento fa tesoro delle esperienze, delle dispos normative e delle fiflessioni maturate nel nostro Paese e intende dare uniformita di orientamento e di metodo a una ricerca ormai trentennale, lungi dallessere conclusa. Tale ricerca ha affrontato la difficile impresa di adeguare alle esigenze di una celebrazione comunitaria, attiva e partecipata chiese progettate, costruite e ripetutamente modificate in epoche 10 10 assai dissimili dalla nostra, giunte a noi portando segni di una sintonia profonda con lo spirito della liturgia maturata nel secoli successivi al Concilio di Trento. Con grande frequenza nelle chiese da adeguare, per ragioni legate alle vicende storiche della Chiesa, il tabemacolo eucaristico & Telemento monumentale pitt rilevante: in esse Taltare risulta poco evidenziato mentre le immagini devozionali hanno un peso maggiore rispetto agli elementiliturgico-sacramentali. Inoltre aula liturgica risulta spesso scarsamente illuminata, talvolta decorata con fasto, owiamente priva di impianto per la diffusione della voce e per il riscaidamento, con notevoli "barriere architettoniche” in corrispondenza degli aceessi, Per queste ragior va impostato con metodo. Non lo si pud affrontare procedendo per episodi isolati o improwvisando. L'intervento di adeguamento non pud essere affidato alla sola iniziativa dei parroci o all'azione autonoma dei funzionari di Soprintendenza. D'altra parte non lo si pud 'adeguamento delle nostre chiese non é operazione da sottovalutare neppure escludere a priori, 0 rinviare "sine die" in nome della difficolta delfimpresa o, pit sovente, in nome di una pretesa intangibilita del monumento. Per progettare 'adeguamento delle nostre chiese alla liturgi di genio quanto una notevole sapienza liturgica e professionale: competenze variegate € di alto livello, iniziative meditate con tapporto di persone esperte e collaboranti, studi diligenti, metodi rigorosi, ricerca paziente. A tale sapienza liturgica e professionale la presente Nota pastorale intende dare spazio affinché divenga - per quanto é possibile - costume diffuso. 6. | contenuti dela presente Nota Questo documento si articola in tre capitoli. II primo capitolo, a modo di premessa, introduce al tema della chiesa intesa non come semplice contenitore ma come opera architettonica “aperta’, “in sintonia", richiedono non tanto colpi in relazione", “coinvolta" e, a suo modo, "componente necessaria" della celebrazione. Il secondo capitolo affronta il complesso unitario dei quattro temi principali in relazione ai quali si attua 'adeguamento delle chiese: lo spazio per la celebrazione dell’Eucaristia, del Battesimo, della Penitenza, il programma iconografico devozionale e decorativo. II terzo capitolo tratta direttamente la questione del progettare 'adeguamento liturgico. Si individua innanzitutto la figura del committente, si tratta poi del progettista e della Commissione diocesana per larte sacra, si conclude con la descrizione analitica del progetto, delle sue premesse, dei suoi elementi cosfitutivi, delle sue fasidi elaborazione, delle procedure di approvazione, della sua attuazione. Per Tultiita generale, in appendice alla Nota sono stati inseriti la indicazione degii elaborati € delle procedure per ottenere 'approvazione del progetto di massima e del progetto esecutivo e un ampio repertorio con la normativa liturgica, canonica, civile e concordataria alla quale si fa ricorso con maggior frequenza. 11 11 7. | destinatari La presente Nota pastorale si rivolge a tutti coloro che sono interessati direttamente 0 indirettamente al problema delladeguamento liturgico delle nostre chiese. Primi fra tutti, ai Vescovi e ai loro collaboratori, in particolare le Commissioni diocesane di arte per la liturgia, alle quali compete offrire consulenze ai progettisti e ai committenti, esaminare i progetti e - per quanto di competenza - esprimere valutazioni autorevoli, una volta verificata la bonta dei progetti. Destinatari della Nota, poi, sono i parroci, le comunita parrocchiali e i rispettivi organismi di partecipazione, nonché quanti, a vario titolo, hanno la responsabilita di una chiesa o di un oratorio. Questa Nota si rivolge anche ai progetisti, agli artigiani, agli artisti e ai funzionari preposti alla tutela del patrimonio storico, artistico e architettonico de! nostro Paese, ai quali, tra ‘altro, offre alcuni elementi di avvio alla conoscenza del significato e del ruolo della liturgia per la vita dei monumenti della fede. Ulterior utilizzando e approfondendo le indicazioni allegate in Appendices. 8 Cfr. in particolare TAppendice Il dedicata alla normativa liturgica, canonica, civile e concordataria, che ripropone, salvo alcuni aggiomamenti e integrazioni, quella della Nota pastorale, "La progettazione di nuove chiese”. 8, Gli obiettivi Per facilitare l'interpretazione del presente documento, richiamiamo attenzione sul fatto che esso ha carattere ecclesiale e, quando tratta questioni attinenti alle diverse discipline € pratiche operative in gioco, lo fa utilizzando un linguaggio pit! pastorale che tecnico. Nelle sedi opportune, i competenti avranno modo di approfondire e chiarire i problemi qui solo accennati, nel pili ampio rispetto delle competenze professionali e artistiche. Inoltre, non intendiamo fomire ai committenti e tanto meno ai progettisti progetti "tipici” 0 soluzioni prefabbricate, come se esistessero scorciatoie progettuali. Ci proponiamo invece di informazioni potranno essere reperite indicare alcuni principali orientamenti metodologici e, insieme, offrire ai progettisti e ai ‘committenti opportuni stimoli alla riflessione e precisi punti di riferimento. Di volta in volta, utilizzando le indicazioni che sono state fornite, i progettisti, sotto la propria responsabilita, elaboreranno le soluzioni piti consone alle situazioni concrete. 9. Per una lettura contestuale In considerazione del tema che affronta, la presente Nota si collega e va letta in connessione con la Nota pastorale della Commissione episcopale per la liturgia La progettazione di nuove chiese del 18 febbré Conferenza Episcopale Italiana | beni cutturali della Chiesa in Italia del 9 dicembre 12 12 1993 e con gli Orientamenti della 1992. La Chiesa, infatti, proseguendo nella sua secolare tradizione, confermata anche recentemente nei Principi e Norme per uso de! Messale Romano,9 conserva con cura il patrimonio culturale, continua a costruire chiese nuove e a creare nuove opere d'arte e, per quanto possibile, adegua il patrimonio ereditato dai padri alle esigenze poste dalla riforma liturgica. 9 Cf. Messale Romano, Principi e nome, n. 254 10 Cfr. CEI, Commissione episcopale epr la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di nuove chiese, Roma, 18 febbraio 1993, nn. 1-2. |.- LE CHIESE, LA STORIAE LA LITURGIA 10. La relazione fra liturgia e chiesa Prima di affrontare il tema delfadeguamento delle chiese secondo la riforma liturgica sembra opportuno dedicare qualche iflessione alla relazione che intercorre tra la celebrazione e Fedifc in cui essa si attua. Lo scopo é di mettere in luce quanto tale relazione sia intensa e qualificante, vada nei due sensi: dalla liturgia alla chiesa-edificio e viceversa. Con queste iflessioni vorremmo mettere in luce le ragioni per cui Yadeguamento, almeno in linea di principio, lungi dalf'essere un evento eccezionale e in qualche modo pericoloso, sia da considerare un fatto del tutto normale e compatibile con Tidentita stessa delle nostre chiese. 11, La chiesa e il suo spazio per la celebrazione liturgica Dal momento che la destinazione all'azione Iturgica la qualifica radicalmente, la chiesa non si pud considerare una generica opera architettonica. Essa infatti é debitrice della sua conformazione alla relazione che la lega alfassemblea del popolo di Dio che vi si raduna.10 E' fassemblea celebrante che "genera" e "plasma" architettura della chiesa. Chi si raduna nella chiesa @ la Chiesa - popolo di Dio sacerdotale, regale e profetico - comunita gerarchicamente organizzata che lo Spirito Santo arricchisce di una moltitudine di carismi e ministeri. La Chiesa, in qualche modo, proietta, imprime se stessa nelledificio di culto e viritrova tracce significative della propria fede, della propria identita, della propria storia e anticipazioni del proprio futuro. Lungo il corso del'anno liturgico 'assemblea locale si raduna nelfedificio di culto, in comunione con tutta la Chiesa, per fare memoria del mistero pasquale di Cristo, nelfascolto delle Scritture, nella celebrazione del Eucaristia, degli altri sacramenti e sacramentali e del sacrificio di lode. Nelle chiese inoltre la ‘comunita credente accoglie con simpatia ogni uomo che per qualunque ragione bussa alla sua porta e a lui, me rivolge la sua paola. 13 13 inte segni visibili fa intuire la propria fisionomia e, qualche modo, Lassemblea che celebra, manifestando nella sua conformazione e nei suoi gest il volto della Chiesa, é una realta eminentemente viva, dinamica, "storica’, in continua, anche se lenta, trasformazione. La liturgia, al di 18 delle apparenze, € profondamente sensibile rispetto alle vicende e alle trasformazioni ecclesiali e sociali. Salvo alcuni elementi essenziali ed immutabili, @ anch’essa una realta non definita una volta per tutte11, Di conseguenza anche ledificio della chiesa - almeno per quanto riguarda la tradizione latina = non é definito una volta per tutte, ma si modifica nel corso del secoll, come testimonia ampiamente la storia delfarte occidentale. Non in tutte le epoche, tuttavia, la liturgia, ha avuto Io stesso ruolo predominante: in alcuni periodi storici, specialmente dal Medioevo alfepoca presente, altri fattori hanno influito, come lo spirito devozionistico Ja cultura e con Tarte, prevalendo di fatto rispetto alla prospettiva liturgica, 11 Cfr. Cone. Ecum. Vat.. Il, Costituzione sulla sacra liturgia, Sacrosactum Concilium, n24 ialogo con Il punto sul quale intendiamo rivolgere l'attenzione é che, innanzitutto, tra assemblea celebrante e edificio nel quale avviene la celebrazione sussiste un legame profondo: la celebrazione della liturgia cattolica é tutt'altro che indifferente all'architettura e, viceversa, Tarchitettura di una chiesa non lascia indifferente la liturgia che vi si celebra. In secondo luogo, tale legame non é dato una volta per tutte ma muta nel corso della storia: come non esiste una gia immutabile, cosi non esiste un‘architettura e un'arte per la liturgia che siano immutabili. Di conseguenza, @ necessario abbandonare lerronea convinzione secondo la quale, essendo immutabile Ia liturgia cattolica anche Tarchitettura in cui la liturgia si sviluppa dovrebbe considerarsi immodificabile, 12. La chiesa, architettura per la liturgia ‘Anche per quanto riguarda lesperienza della fede, vale la pena far notare che larchitettura @ lo spazio hanno una capacita comunicativa. L’architettura, con la sua strutturazione di spazi e di volumi, pud diventare strumento di comunione e facilitare la preghiera € la celebrazione. Ogni edificio, in quanto opera umana, anche in assenza di documentazione seritta, continua a parlare, consente apertura del dialogo tra le persone e tra le generazioni. Analogamente le chiese, mentre sono al servizio del culto, "comunicano” e sono stimolo € aiuto per “fare memoria’, per riflettere e celebrare. Lo spazio ecclesiale per la liturgia, inoltre, é in forma eminente una architettura della "memoria", poiché propone e rilancia nel tempo, anche a distanza di secoli, messaggi legati al mondo rituale e alla cultura che lo hanno espresso. Le chiese, infatti, sono realta storiche; esse sono state costruite non tanto come monumento a Dio o all'uomo, ma come luogo delncontro sacramentale, segno del rapporto di Dio con una comunita, allinterno di una determinata cultura € in un ben preciso momento storico. Esse, dunque, a loro modo, sono strumenti patticolari di tradizione e di comunione ecclesiale. 14 14 II dato permanente e originario della tradizione cristiana considera lassemblea - 0 sacra convocazione (“ecclesia”) dei “dispersi figli di Dio" (ofr. Gv 11, 52) - come matrice irrinunciabile di ogni ulteriore definizione spaziale, momento generatore e unificante dello spazio in vista del'azione cultuale12: Fedificio che 'accoglie é segno forte della comunita viva nella sua dimensione storica e stabile riferimento visivo anche per i non credenti. 12 Cf. Gv4.21: "E’ giunta fora in cui né su questo monte né in Gerusalemme adorerete il Padre”; Gv 4, 23: "E' giunta ora, ed € questa, in cui i veri adoratori adoreranno il Padre in spirito e verita"; At 7, 48-49: "L'Altissimo non abita in costruzioni fatte da mani d'uomo, come dice il profeta: "ll cielo ¢ il mio trono ¢ la terra sgabello per i miei piedi". 13 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, n. 253; CCC, n. 1186. Elemento caratterizzante edificio per la celebrazione cristiana é, inoltre, la sua capacita di essere ‘simbolo” della realta tangibile che in esso si compie, ossia la comunione con Dio che si attua soprattutto nella celebrazione dei sacramenti e nella liturgia delle ore. Inoltre, la chiesa-edificio, poiché evoca questa comunione gia in qualche modo anticipata e vissuta si pud considerare un Iuogo escatologico, "segno @ simbolo delle realta 3. In questa prospettiva simbolica, infine, come le varie celebrazioni iturgiche rinviano Tuna altaltra a formare una realta unitaria, cosi la chiesa-edificio non é linsieme delle sue parti, ‘ma un organismo unitario. 13. La chiesa, architettura come "icona’ cele | motteplici linguaggi ai quali la liturgia ricorre - parola, silenzio, gesto, movimento, musica, canto - trovano nello spazio liturgico il luogo della loro globale espressione. Da parte sua lo spazio contribuisce con il suo specifico linguaggio a potenziare e a unificare la sinfonia del linguaggi di cui fa iturgia @ ricca. Cosi, anche lo spazio, come il tempo, viene coinvolto dalla celebrazione del mistero salvifico di Cristo e, di conseguenza, assume caratteri nuovi € originali, una forma specifica, tanto che se ne pud parlare come di una "icona”, ‘Ad esempio, la chiesa-edificio si pud considerare una “icona escatologica’ grazie al collegamento dinamico che unisce il sagrato alla porta, all'aula, alfaltare e culmina nelfabside, grazie alforientamento di tutto edificio, al gioco della luce naturale, alla presenza delle immagini e al loro programma. Nella progettazione, costruzione e gestione di un edificio liturgico si riflette, in qualche modo, la vita della comunita cristiana nel suo incontro con Dio attraverso la liturgia e il culto. Da questo punto di vista, la chiesa-edi ecclesiologica”: di volta in volta essa é sentita come luogo della Chiesa in festa, come si pud considerare una "icona luogo della Chiesa in raccoglimento e in preghiera, come luogo in cui la Chiesa esprime la propria natura intensamente corale e comunitaria. La scetta delle forme, dei 15 15 modell architettonici, dei materiali ha come fine di manifestare la realta profonda della Chiesa. Il - LADEGUAMENTO DEGLI SPAZI CELEBRATIVI 14. Un progetto globale Nell'affrontare il tema dell'adeguamento liturgico delle chiese, procederemo sulla base di una visione globale, per la quale ogni progetto di adeguamento, anche se rivolto a risolvere un problema particolare, riguarda 'intero edificio di culto con i suoi diversi luoghi e spazit4. 14 Cir. CEI, Com nuove chiese, Roma, 18 febbraio 1993, n.7. 15 Cfr. CEI, Orientamenti, / beni culturali della chiesa in Italia, Roma, 9 dicembre 1992, nn 31-32. 16 Cfr. MESSALE ROMANO, Principi e norme, nn. 255-288, 311-312. In concreto, prenderemo in esame, nelfordine, i luoghi per la celebrazione dell Eucaristia, quelli per la celebrazione del Battesimo e quelli per la celebrazione della Penitenza Concluderemo con uno sguardo al programma iconografico e decorativo che interessa tutti luoghi delle celebrazioni sacramentali,liturgiche devozionali sione Episcopale per la liturgia, Nota pastorale, La progettazione di Proprio per il suo carattere globale, la preparazione del progetto di adeguamento liturgico costituisce un momento importante e, per certi aspetti, unico per promuovere Tidentita Tappartenenza ecclesiale del fedeli e inoltre per conoscere le chiese, le opere, gli arredi € le suppellettii in esse contenute. II progetto di adeguamento fomisce poi l'occasione per far emergere nuove ipotesi di studio, suggestioni per la migliore conservazione, per la gestione e il restauro. Sembra assai opportuno, pertanto, che, mentre si elabora il progetto di adeguamento liturgico, si lavori attentamente anche a un programma di conoscenza e analitica inventariazione, manutenzione e valorizzazione delle nostre chiese, da realizzare graduaimente nel tempo15. A. L'adeguamento degli spazi per la celebrazione delEucaristia Ambiente y Decoro en la celebracién Canto, Musica, Lugar Ricardo Valenzuela P., SL.D. Presentacion Asomarse al Misterio conlleva un compromiso concreto: vivirlo, amarlo, contemplarlo. Por ello que al tocar cualquiera de los temas correlativos al mismo, me invita a conducirme en esta presentacién con alegre sumisién ante este Misterio que celebramos por medio de ritos y preces, en un ambiente determinado y con el decoro que le es propio. Alo largo de esta exposicion buscaré caminar con ustedes en el delicado sendero del espacio celebrativo que, al hundir sus raices en las notas fundamentales del conte, jento salvifico, demanda que observemos con atencién y cuidado las ‘manifestaciones de lo divino; asi como en el episodio de la zarza ardiente1, hemos de caminar a pie desnudo sin buscar dejar nuestra huella, sino dejando que su impronta marque el celebrar que nos ha encomendado. Dicho espacio celebrativo flota, por asi decirlo, en la determinacion que buscamos del mismo; se aleja mientras se acerca; se hace inasible mientras lo tocamos con signos. Lo espiritual que no vemos, lo expresamos precisamente con signos, con palabras, con gestos, con acciones para buscar entenderlo y entonces presentarlo con elementos materiales que, en su limite propio, hacen posible la comunicacion. Es aqui donde la liturgia llena, continia y acerca este espacio entre signo/prez material y la gloria inmaterial. Ahora bien, en medio de esta consideracion conviene pensar que los términos empleados para definir la “qualitas Iiturgica’ de un elemento celebrativo (signo, palabra, gesto, omamento, arte, musica, arquitectura, etc.) adolecen de la plenitud seméntico descriptiva que permita entender absolutamente el Misterio. Por esta razon que sera necesario entender ampliamente los téminos “ambiente"2, “decoro’3 y belleza’4, de manera que veamos el reflejo de la gloria més alla de nuestros limites, ya que en la dindmica celebrativa experimentamos constantemente una transfiguracion en los signos que sacramentalmente expresan una realidad gloriosa; en los bautizados que manifiestan su identidad como “Cuerpo Mistico”, en el rito que adelanta lo diverso de la vida divina. Con 1 E316, 2'Ambiente”, RAE en Microsoft® Encarta® 2006: “(del lat. ambiens, -entis, que rodea 0 cerca) adj. Dicho de un fluido: Que rodea un cuerpo. || 2. m. Aire o atmésfera. || 3. Condiciones o circunstancias fisicas, sociales, econdmicas, etc., de un lugar, de una reunién, de una colectividad 0 de una época. || 4. Grupo, estrato 0 sector social. Ambientes intelectuales, populares, aristocraticos. || 5. Actitud de un grupo social o de un conjunto de personas respecto de alguien 0 algo. Juan tiene buen ambiente entre sus colegas. La propuesta encontré mal ambiente. || 6. Pint. Efecto de la perspectiva aérea que presta corporeidad a lo pintado y finge las distancias. || 7. Am. Habitacion de una casa’. 3 "Decoro”, RAE en Microsoft® Encarta® 2006: “(del lat. decorum). m. Honor, respeto, reverencia que se debe a una persona por su nacimiento o dignidad. || 2. Circunspeccién, gravedad. || 3. Pureza, honestidad, recato. || 4. Honra, pundonor, estimacién. || 5. Nivel minimo de calidad de vida para que la dignidad de alguien no sufra menoscabo. Su sueldo le permite vivir con decoro. || 6. Arg. Parte de la arquitectura que ensefia a dar a 1os edificios el aspecto y propiedad que les corresponde segtin sus destinos respectivos. || 7. Ret. En literatura, conformidad entre el comportamiento de los personajes y sus respectivas condiciones sociales. || 8. Ret. Adecuacion del lenguaje de una obra literaria al género, al tema y a la condicién de los personajes. || guardar el ~. fr. Comportarse con arreglo a la propia condicién social. || guardar el ~ a alguien o a algo. fr. Corresponder con actos o palabras a su estimacién o a su merecimiento’ 4’Belleza’, RAE en Microsoft® Encarta® 2006: “(de bello). f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artisticas. || 2. Mujer notable por su hermosura. || ~ attistica f. La que se produce de modo cabal y conforme a los principios estéticos, por imitacion de la naturaleza 0 por intuicion del espiritu’. plena razén la Iglesia ora a su Sefior: “fortaleciste nuestra fe con el testimonio de Moisés y Elias y nos dejaste entrever la gloria que nos espera, como hijos tuyos”6. Prefacio “In Transfiguratione Domini Dado que la fuerza nos viene de aquel que ha querido encamarse para llevamos al seno del Padre y nos revela su gloria por medio de signos y momentos epifanicos, he querido apoyarme en el esquema del Prefacio de la Transfiguracin6 para delinear el itinerario que recorremos diariamente al celebrar la liturgia: hemos sido elegidos para contemplar la gloria manifestada en Ia realidad corporal mientras quitamos el velo del pecado y la limitacion que produce la confusion del indecoro y de la fealdad. Qui coram electis testibus suam gloriam revelavit7, et communem illam cum ceteris corporis formam maximo splendore perfudit 8 ut de cordibus disciplinorum crucis scandalum tolleretur9, et in totius Ecclesiee corpore declararet implendum quod eius mirabiliter presfulsit in capite10. Desarrollo Como punto de partida para el analisis de este prefacio, conviene recurrir al siguiente texto: Aperit Dominus coram electis testibus gloriam suam, et communem illam cum caxteris corporis formam tanto splendore clarficat, ut et facies eius solis fulgori similis, et vestibus candori nivium esset aequalis. In qua transfiguratione illud quidem principaliter agebatur. ut de cordibus discipulorum crucis scandalum tolleretur; nec conturbaret eorum fidem voluntarice humilitas passionis, quibus revelata esset abscondites excellentia dignitatis. Sed non minore providentia spes sanctes Ecclesiee fundabatur, ut totum corpus Christi agnosceret quali commutation dodandum, et eius sibi honoris membra promitterent, qui in capite preefulsisset11. 5 Oraci6n Colecta en la Transfiguracion del Sefior, MR2 Mx 519. 6 MISSALE ROMANUM, Ex decreto sacrosancti oecumenici Coneilii Vaiticani Il instauratum auctoritate Pauli PP. VI promulgatum loannis Pauli PP. Il cura restitutum, Editio Typica Tertia, Tipis Vaticanis, Ciudad del Vaticano 2002: Prasfatio in Transfiguratione Domini, 801 7 Porque Cristo nuestro Sefior revelé su gloria ante los testigos que él escogié, en MR2 Mx 520, 8 Y revistié con maximo esplendor su cuerpo, en todo semejante al nuestro. 9 Para quitar del coraz6n de sus discipulos el escéndalo de la cruz. 10 Y anunciar que toda la Iglesia —su cuerpo—, habria de participar de su gloria que tan admirablemente resplandecia en Cristo, su cabeza 11 LEON MAGNO, Sermén 51, 3: PL 54, 310. Las ideas fundamentales con las que Leén Magno desarrolla este sermon de Transfiguracién, sirven de base para expresar la fuerza de la eucologia que canta el evento de la gloria manifestada y busca responder a las interrogantes del hombre que, celebrando, se ve involucrado en una teofania del todo iluminadora. Entramos al analisis del prefacio. Qui coram electis testibus suam gloriam revelavit, En la traduccion que nos ofrece el Misal para México “porque Cristo nuestro Seftor revelo su gloria ante los testigos que él escogié”, resulta evidente que la fuerza reside en la revelacion de la gloria, como voluntad de Dios. El mismo desea presentar en el Hijo la gloria que lo rodea y elige testigos para que la contemplen y se vean fortalecidos 12, El prefacio nos coloca delante una realidad que no podemos olvidar. La eleccién que Dios hace de nosotros nos permite contemplar una gloria de la que no séio somos testigos, sino imagen que transformada por el Espiritu Santo refleja, como un espejo, la gloria de Dios: "Nos vero omnes revelata facie gloriam Domini speculantes in eandem imaginem transformamur a claritate in claritatem tamquam a Domini Spiritu’3. Se trata, entonces, de dejar resplandecer esa luz que brilla en lo profundo y que puede brotar s6lo de una vida interior animada por la fe en Cristo muerto y resucitado: “Sic luceat lux vestra coram hominibus ut videant vestra bona (kalal) opera et glorificent Patrem vestrum qui in caelis est'14. En ese sentido, la lturgia es teofania que permite ése tercam! de gracia que glorifica al Padre y que glorifica a quienes participan de su amor irradiante y se alegran exultantes de “participar de los sufrimientos de Cristo [asi como] en la revelacion de su gloriat5”. De lo anterior se puede deducir que los celebrativo en la liturgia, se configuran como el lenguaje revelante de la gloria del Seftor Jess, Por ello que el decoro y la belleza son el lenguaje propio de la gloria, como si se tratara de un determinado lugar de emision/revelacién. La belleza 0 el decoro litiirgicos, en este sentido, deben acompafiarse de la disciplina de la libertad —de la comunidad glorificada— que permite amplificar las modalidades de la comunicacién espiritual en clave significante. nos sensibles, las palabras y el espacio ET communem illam cum ceteris corporis formam maximo splendore perfudit *Y revistié con maximo esplendor su cuerpo, en todo semejante al nuestro”, Al imaginar la escena de Cristo revestido “con maximo esplendor’, se me ocurre pensar que se trata de una experiencia sobrecogedora, al tiempo que provoca estupor; sobre todo porque es el mismo Dios que muestra todo su esplendor al hombre16, que como ciudadano del cielo, estd llamado a transfigurarse por el poder que Cristo tiene de someter todas las cosas en si: “nostra autem conversatio in caelis est unde etiam salvatorem expectamus 12 1 Pe 5,10: “Deus autem omnis gratiae qui vocavit nos in aetemam suam gloriam in Christo lesu modicum passos ipse perficiet confirmabit solidabit. 13 2 Cor3, 18. 14 Mt6, 16: “Brille asi vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que esté en los cielos”. 15 1 Pe 4, 13: “Communicantes Christi passionibus, ut et in revelatione gloria eius, gaudeatis exultantes” 16 Bar 5, 3: "Deus enim ostendet splendorem suum in te, omni qui sub caelo est Dominum lesum Christum qui reformabit corpus humiltatis nostrae configuratum corpora claritatis suae secundum operationem qua possit etiam subicere sibi omnia’17. La accién transformadora que se opera por la gloria revelada, nos coloca en un espacio 0 momento de salvacién tales, que nuestra accion liturgica se reviste precisamente de esplendor. El ambiente liturgico, por lo tanto, es transfiguracién de lo humano en divino y la “belleza celebrativa” es una expresién de la cualidad humana del cristiano que camina hacia la santidad. Es aqui donde puedo afirmar, que nuestras liturgias, por su decoro y belleza, ponen de manifiesto que en la "humildad de nuestra came"18 brilla ante nuestros ojos la gloria Cristo con nuevo resplandort9. El ambiente y litrgico, y por ende el decoro, entran en esta dimensién de renovacién y de plenitud. Su tarea, entonces, es la de expresar con fuerza y coherencia que aquello que en el mundo yacia derrumbado ha sido reconstruido en la persona de Cristo20. Sélo asi se puede entender que la belleza es expresion de madurez humana consciente de tal restauracién y por lo tanto se proyecta como capacidad de libertad y de amor; es esencial que el cristiano descubra lo que le es propio, es decir, llegar a ser hombre pleno actuando la belleza en si mismo y en las relaciones vividas que tienen referencia en toda la dimension liturgico celebrativa. En el proyecto de renovacién y transfiguracién en Cristo, entendemos que aquello que se vio afectado por el pecado, ha sido reintegrado en la unidad como creacién nueva21, como expresion de belleza plena porque ‘vio Dios que era bueno’22. Es aqui donde el sentido simbdlico del finalidad y funcionalidad respecto al proyecto creador y su armonia estética24. Se ‘Tév'23, condensa no sdlo la bondad del don divino, sino su reflexiona sobre el sentido del ser, por lo que pasamos de un andlisis estructural a una contemplacién. La belleza se entiende, por tanto, como expresién epifinica que se revela en el ‘cosmos25. Al llegar a este punto y en conexion con la celebracion del Misterio, que adquiere un fuerte significado en la expresién del Sal 92: “Bonum est confiteri Domino et psallere 17 Cf. Fil3, 20-21 18 Prefacio de Adviento | 19 Prefacio de Navidad |. 20 Prefacio de Navidad || 21 Prefacio de Navidad Il 22 La metafora biblica del Tov, esté ligada al acto de ver (y vio Dios que era bueno) y se pone de manifiesto en el libro de la Sabiduria 13, 7 “porque son buenas las realidades que se ven" (quoniam pulchra sunt, quee videntur — kala\ ta\ blepo/mena). La estética tiene su fuerza en lo creado por Dios que es bueno. 23 El horizonte de Ia teologia de la creacién se apoya en el término hebreo 7_6v que aparece 741 veces en el AT. y que puede traducirse como bueno, bello, agradable, placentero, verdadero, practico, util, alegre, gustoso, suave, satisfactorio, idéneo, favorable, recto, abundante, simpatico, fascinante, justo, honesto, proporcionado, dulce, perfumado, clemente, benévolo, valioso, apropiado, imitable... La muttiplicidad de las expresiones forma parte de la misma antropologi concepcion biblica. 24 RAVASI, G., "Dio vide che era Tov’, en Parola, Spirto e Vita 44 (2001) 11-20. El esquema septenario nos habla de perfeccién y plenitud: sobre dicha estructura se apoya otro esquema que plantea en dos momentos una simetria que se describe de la siguiente ‘manera: tres dias que expresan cuatro obras de “separacion” y los otros tres dias obras de “omamentacién’. Se aprecian dos operaciones: separar y omar de donde se sigue que aquello que se ha separado se refiere substancialmente a la victoria del ser sobre la nada, asi como para celebrar la perfeccion y la belleza del acto creador de Dios. 25 Gn 2,1; Dt 4,19; 17,3; Is 24, 21. El cosmos se entiende como armonia, orden, unidad, belleza. Cf, BONORA, A, “Cosmo”, en ROSSANO, P. - RAVASI, G., Nouvo dizionario di Teologia Biblica, Cinisello Balsamo 1988, 322-340. nomini tuo, Altissime"26. Se trata de una exaltacion en la que se entrelaza sinfonicamente, la musica, el canto, la oracién, la liturgia, el arte y la alegria La espiritualidad cristiana expresada por medio de la liturgia, tiene las implicaciones propias de la transfiguracién y su desarrollo se resume con la expresion “Quoniam rex omnis terrae Deus, psallite sapienter’ ya que la alabanza al rey del cielo se realiza con unitaria y simbélica propia de la maestria27. ut de cordibus disciplinorum crucis scandalum tolleretur “Para quitar del corazon de sus discipulos el escéndalo de la cruz”. Esta expresion abre la dramatica experiencia humana de la “vida” que pende de la cruz. El escandalo entendido ‘como confusién abre una grieta en el corazén del hombre que no alcanza a descubrir la gloria como consecuencia de la cruz. La tarea encomendada a la comunidad apostdlica en virtud del mandato “hoc facite in meam commemorationem'28, se cifra precisamente en la actualizacion del Misterio Pascual que iniciaba solemnemente en aquella ultima cena. Se trata de una tarea de anuncio, transformacién y significacion Esta accion de la Iglesia, expresada en categorias liturgicas esta llamada a disipar las tinieblas del caos como signo de la nada, de lo no creado, de lo no divino y que tiene verificativo en lo que no es “bello” ni “decoroso”. Conviene por tanto, asegurar los conceptos y definir las formas a partir de la contemplacién del Misterio que nos hable de su belleza y nos dicte sus patrones, a fin de que la celebracion en su entorno y con sus signos nos presente lo divino con lenguaje divino. una lucha28 por conseguir la belleza no como expresion de un esteticismo vacuo, sino como expresion de la necesaria disciplina, de la ascesis, de la lucha interior, del arte del discemimiento de los pensamientos para que se manifieste del ‘modo mas bello, el interior escondido del hombre30. En otras palabras, la belleza entendida como refiejo del ser y del obrar divino, significa escapar de la superficialidad, osar las profundidades, adquirir la capacidad de pensar, de valorar serenamente las situaciones, de escoger asumiendo los riesgos del error y evitando refugiarse en la flojera intelectual, en la repeticion inconsistente de los gestos y de los argumentos, en el autoritarismo 0 en la neurosis de hacer y ritualizar sin sustento teold sin interioridad viva y ldcida. La belleza celebrativa se expresa en medio de las dificultades del mundo, entre “guerras y voces de guerra’31. Hay un trasfondo de horror, de fealdad de la que el hombre es capaz cuando se deshumaniza, cuando no se muestra a la altura de su propia humanidad, lo que puede derivar —por consecuencia— en la indignidad, indecoro 0 fealdad en el ambiente celebrativo y en toda la pretendida celebracién del Misterio. Se establece a! ; no hay belleza 26 Sal 92 (91), 2: *Es bueno alabar al Seftor, cantar para tu nombre, oh altisimo”. 27 Sal 47 (46), 7-8: ‘Dios asciende entre aclamaciones; el Seftor al son de trompetas: tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestria. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado” La imagen por excelencia de la belleza humana es la transfiguracion. La belleza del transfigurado contrasta con el empafiamiento siniestro de la muerte y de odio producido por el hombre. Cristo transfigurado es el Cristo que se dirige hacia la pasion y muerte de cruz. De modo que la auténtica belleza cristiana no evade la historia sino que la asume y le abre horizontes que llenan de sentido la existencia. La belleza cristiana es profecia y compasion. incapite *Y anunciar que toda la Iglesia —su cuerpo—, habria de participar de su gloria que tan admirablemente respiandecia en Cristo, su cabeza”. Ya que en Cristo “inhabitat omnis plenitudo divintatis corporaliter’32 la Iglesia participa de su gloria o “de su divinidad"33 porque asi lo dispuso él mismo; la cabeza. En esta ultima frase del prefacio, la comunidad celebrante anuncia con el mismo Sefior Jestis —Verbo Encamado— que su Transfiguracion, Pasién, Muerte, Resurreccion y Ascension son expresiOn refulgente de sa gloria que brilla en el cuerpo Mistico, El que nos “otorga l tegridad de la vida"34 “con la oblacién de su cuerpo en la cruz"35, no asciende “a lo més alto los cielos [...] para alejarse de nuestra pequefez, sino para que pusiéramos nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde E cabeza y principio, nos ha precedido"36. En otras palabras, la nuestra ja ctistiana que se fortalece en el Misterio de Cristo; es una constante expresién de la gloria anticipada que se celebra en la fe, ya que se une inseparablemente, por el bautismo y la vida sacramental, a Cristo nuestra Pascua37. Es notable descubrir que ya en la antigua eucologia, la Iglesia tenia claro este “iter de salvacién en el momento de preparacién al bautismo, tal y como lo presenta el “Proefatio Symboli ad electos” del Sacramento Gelasiano antiguo: Vos itaque, ex vetere homine in novum reformamini, et de camalibus spiritales, de terrenis incipitis esse ceelestes. Secura et constanti fide credite resurrectione, ques facta est in Christo, etiam in nobis omnibus est conplenda, et hoc secuturus in toto corpore, quod preecessit in capite. Quoniam et ipsum, quod preecepturi estis, baptismi sacramentum huc ‘spel expremit formam. Ibi quesdam enim ibi mors et queedam resurrectio celebratur. Vetus homo deponitur et novus sumitur38. Al formarse el hombre nuevo se aspira a ser “celestes” y buscar los bienes “del cielo"39, “aquellos que no podemos nosotros ni siquiera imaginar’40, de modo que se completa en su cuerpo, que es la Iglesia, lo que fue realizado por Cristo cabeza. La comunidad cristiana, en su cualidad de piedras vivas, constituye el edificio viviente y arménico de la Iglesia, de este modo la belleza de la celebracion comunitaria, consiste en la comunicacion que nace de Cristo y es celebrada en el Misterio eucaristico, en los demas sacramentos y sacramentales, en la liturgia de las Horas. Aqui reside toda la fuerza del “ambiente celebrativo" como lugar teofénico en clave lturgica Manifestar la gloria on Ia liturgia Para manifestar la gloria ser necesario disponerse y preparar el acontecimiento de la salvacion en una indole espiritual, por lo que merece una especial atencién, dadas las implicaciones que surgen del mismo momento en que el Seftor Jestis mandé a Pedro y a Juan que se preparara un cendculo grande para celebrar con sus discipulos la cena pascual: “Ipse vobis ostendet cenaculum magnus stratum; ibi parate’41 Podemos detenemos en la contemplacion del “ibi parate” que responde al mandato de Jestis "Euntes parate nobis Pascha, ut manducemus’42 y a la pregunta de los di pulos “Ubi vis paremus?"43: se trata de preparar la Pascua. Llegar al momento culminante por el cual se actualiza el memorial (zikkaron) de la accién salvadora y liberadora de Dios en su pueblo. No se trata, entonces, de preparar solamente un lugar, sino de disponer el 4nimo y la vida para celebrar la vida misma. El imperativo “parate” (e(toima/sate) nos lleva, asi como a los discipulos, a subir a la sala de “arriba’, a disponer los utensilios para la cena, a entrar en la dindmica de salvacién que sera anunciada por el mismo Jestis en esa tarde, a estar con él, a esperar con él, ya que en ésa cena, el Sefior nos deja un gran regalo con el que nos preparamos para cuando venga de nuevo: “Salvator noster in Cena novissima sacrificium eucharisticum Corporis et Sanguinis sui instituit, quo sacrificium crucis in seecula, donec veniret, perpetuaret, atque adeo Ecclesie dilectse sponses ‘memoriale concrederet mortis et resurrectionis sues"44 39 Oracién Coleta, XVII Domingo Ordinario. Cf. Oracién Coleta: Viernes después de Ceniza; Martes, Miércoles, Vieres | semana de Cuaresma; Lunes, Miércoles, Viernes, ‘Sabado II semana de Cuaresma; XX, XXI Domingo Ordinario, 40 Oraci6n Coleta, XX Domingo Ordinario. 41 Le 22, 12; MISSALE ROMANUM, Institutio Generalis Missalis Romani (Tertia editio typica). Prooemium 1: *Cenam paschalem cum discipulis celebraturus, in qua sacrificium sui Corporis et Sanguinis instituit, Christus Dominus cenaculum magnum, stratum parari mandavit’. 44 MISSALE ROMANUM, Instituto Generalis Missalis Romani (Tertia editio typica) Prooemium 2; CONC. OECUM. VAT. Il, Const. de sacra Liturgia, Sacrosanctum Coneilium, n. 47; cf. Const. dogm. de Ecclesia, Lumen gentium, nn. 3, 28; Decr. de Presbyterorum ministerio et vita, Presbyterorum ordinis, nn. 2, 4, 5, Con espiritu filocalico Para profundizar en la intensidad y amor a la belleza, quiero apoyarme en la expresion del salmo “Speciosus forma es pre fils hominum’45. Se trata de una aclamacion que retoma bo tho en el Cantar de los cantares (Ecce tu pulcher es, dilecte mi, et decorus)46, Contempla y ama la belleza de aquel que es el més bello: Jestis, contemplar y amar la luz que emana de él mismo. Gregorio de Nisa comentando este pasaje dice: “Fuera de ti nada me parece bello... en cam! s6lo bello, sino la misma esencia eterna y personal de la belleza’47, ‘San Basilio, por su parte, ilustra el deseo profundo del hombre por la belleza: “De aquello que es realmente bueno, sentimos el natural deseo, incluso cuando a uno parece buena una cosa y al otro otra... [la] belleza, que no puede ser contemplada por los ojos de la came, sino comprendida solamente por el alma y la mente, en todo caso, ha 1ado a alguno de los santos dejando en ellos el insoportable punzar de un ardiente deseo... Ya que se sentian oprimidos por esta vida como si se tratara de una cércel, el ardor era incontenible de aquellos cuya alma habia sido tocada por el deseo de Dios. Y ellos siempre insatisfechos por contemplar la belleza, suplicaban que se prolongara hasta la vida eterna la contemplacién de las delicias del Sefior. De este modo todos los hombres desean naturalmente la belleza"48. eres Unico verdaderamente bello. Y no La experiencia de dicha belleza es identificable plenamente en Cristo pues él es “el bello y mas allé de todo lo bello"49; es “esencia eterna y personal de la belleza"50, de modo que é1 mismo “quita nuestros ojos de la belleza pasajera para volverlos a la belleza de aquel que lo ha enviado’S1. El deseo de belleza es el itinerario espiritual de quien cree en el autor de la belleza, es decir del hombre creado y sediento de lo que es bello; é! mismo ha sido llamado a la belleza. Dicho itinerario espiritual consiste en sentirse atraido por lo bello y comienza entrando en si mismo, quitando los ojos de la belleza exterior destinada a pasar, fjando los ojos en la belleza interior52. Este es el camino de Ia filocalia, lo que supone asumir una distancia de las cosas terrenas y poder entrar en la dimension contemplativa como actitud ante la actualizacién del Misterio en las acciones sacramentales; ya que el “coraz6n es la estancia mistica y secreta del alma” como lo afirma Nicodemo. 45 Sal 45 (44), 3: "Tu eres el mas bello de los hijos del hombre”. 46 Cant 1, 16: *jQué hermoso eres, amado mio, qué delicioso! 47 GREGORIO DE NISA, Homilia IV sobre el Cantar de los Cantares; PG 44, 8368, 48 Regola difusa 2, 1, en BASILIO DE CESAREA, Le regole, introd.. trad. e note a cura di CREMASCHI, L., Bose 1993, 80-81 49 GREGORIO DE NISA, Contra Eunomio Il; PG 45, 469D. 50 GREGORIO DE NISA, Homilla IV sobre el Cantar de los Cantares; PG 44, 8368, 51 EFREN DE SIRIA, Himnos sobre la fe, 5, 18. 52 El cuidado de lo interior cumple una admirable sinergia con la gracia. Hagiorita. Se requiere buscar los pensamientos més puros e intimos ya que han sido creados por Dios y expresarlos por medio del arte, de las formas, del canto, de los signos que fluyen del mismo Misterio, lo exteriorizan y representan. Es asi que la liturgia esta llamada a ser filocalica, es decir, a ser amante de la belleza y de su hacedor. En Cristo la belleza viene a nuestro encuentro, se hace intima, nos envuelve con su luz y nos transfigura. Bajo esta luz de transfiguracion podemos leer a Pablo que nos dice “vivo autem iam non ego vivit vero in me Christus quod autem nune vivo in came in fide vivo Filii Dei qui dilexit me et tradidit se ipsum pro me"s3. El creyente que ha sido habitado por la presencia de Dios, esta llamado a iniciar un camino de profundizacion y busqueda de la belleza interior de modo que la pueda extemar en su obrar y, por ende, en su celebrar de modo que debe ser consciente de: +Respirar a Cristo54. *Ser templo de Dios, creado para acoger en si la belleza de DiosS5 y ser “trono de la divinidad’s6. *Tener un corazén puro para ver a Dios57. +Que las realidades visibles dejan aparecer secretamente el mundo espiritualS8, por lo que el mundo se hace transparencia de Dios. +Que el descenso a la profundidad para el encuentro con Dios deja atras la imperfeccion de la “no luz", de “lo impuro" en un movimiento de kénosis para develar la chispa de lo “que es bello’, incluso en la opacidad de! mundo, Rito, lenquaje simbélico y percepcién Si tenemos en cuenta que el rito es una experiencia sensible de aquello insensible, entonces la actuacién celebrativa debe ser una obra de arte viviente ya que el rito comparte con el arte la “esencia” liidica. Es un acto regulado del cuerpo que conecta ylo ‘comunica la necesidad de Io biologico con la gratuidad de lo religioso (como lo expondra Guardini a lo largo de su desarrollo estético significativo) Lo sacto, manifestado en el rito liturgico, tiene que ver por lo tanto con una capacidad elemental del hombre para entender su ser. Es un delicado movimiento interior, a manera de aliento, para acercarse a la “presencia” que conlleva el alejarse de las cosas, pero sin prescindir de su fuerza comunicante. Sobre todo si atendemos a la sentencia filoséfica que detalla la accesibilidad que se verifica por medio de la dimension sensible: “nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu’. La capacidad simbdlica del rito y del lenguaje, no puede hacer a un lado la fuerza del contacto experiencial con la realidad religiosa. Ya que no podemos olvidar que el rito, el lenguaje y la percepcion estan intimamente ligadas pues forman parte de la capacidad humana de existir, de dar respuesta a su existir, de manifestar su existir. El lenguaje simbélico lenguaje tipico de la dimensién religiosa— de la liturgia es el unico capaz de expresar lo intimo. En el rito liturgico el hombre busca la epifanta, el aparecer luminoso de la realidad sagrada59, por ello que en la liturgia la asamblea esta invitada a vi mirando/contemplando el misterio para asumir que en su inefable e inasible dimensién es factor de inmediatez: se une lo humano con lo divino60, Actuar liturgicamente significa llegar a ser, con la ayuda de la gracia, obra de arte viviente delante de Dios, es decir vivir y estar bajo la mirada bondadosa de Dios. Sdlo cuando en los acontecimientos de la vida, y sobre todo de la liturgia, aparece el “quid irreducible se puede hablar de experiencia religiosa61 La belleza es la titima palabra que el intelecto pensante puede osar pronunciar ya que rodea la aureola de esplendor inasible. Es por eso que resulta un reto tremendo buscar una esencia del arte si partimos del presupuesto de que cada uno encuentra aquello que busca, y como el ser de Dios abarca la totalidad, la percepcién subjetiva se puede ver engafiada cuando no se logra separar la belleza litirgica de lo que parece bello subjetivamente, El reto del ito es el de significar al hombre en el mundo lo que es diverso de! mundo: rito, lenguaje y percepcién que no conocen la separacién entre cuerpo y mente ya que todo pasa a través del cuerpo antes de alcanzar el espiritu. Sin embargo el delicado tramado de la ritualidad significante se descompone ante los golpes de la pérdida de identidad divina: el post modemismo y su desorden provoca una esquizofrenia y ante esta crisis el lenguaje ritual/simbdlico que parece insuficiente. Urge interiorizar. Pidamos al Padre que llene “nuestro corazén de gratitud y de alegria por la gloriosa Ascensién de [su] Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegé él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su ‘cuerpo"62. Ambientar: Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua que es sugerir, ‘mediante pormenores verosimiles, los rasgos hist6ricos, locales 0 sociales del medio en que ocurre la accion de una obra literaria, de cine, radio 0 television. 2. Proporcionar a un lugar un ambiente adecuado, mediante decoracién luces, objetos, etc. 3. Adaptar o acostumbrar a una persona a un medio desconocido o guiarla u orientarla en él Nosotros nos quedaremos con la segunda acepcién de la palabra ambientar. Podrlamos definir que ambientar una iglesia, 0 mejor ain, el espacio celebrativo debe buscar que éste sea un lugar adecuado para que las ceremonias que en él se desarrollen puedan realizarse con tal dignidad que comuniquen su fuerza a los que en ellas participan. Pero también en otro sentido, adecuar de tal forma el espacio celebrativo que ayude a que los fieles se predispongan a una participacién plena y consciente. A ello ayudaran las flores, la iluminaci6n las velas los tapices, la musica, los carteles, etc. Y la misma disposicin de los elementos necesarios para la celebracion: altar, sede, amb6n, lugar de la asamblea, ete. 1. ¢Por qué ambientar la iglesia’ El lugar donde se retine la comunidad cristiana para la celebracién de la Eucaristia y los demés sacramentos toma su nombre de la misma realidad de grupo. La palabra con la que se denomina al grupo, de creyentes reunidos en torno a Jestis como cabeza (en griego, ekklesia) pasa a denominar también el lugar donde se reine, alejéndose asi de la palabra “templo” utilizada por el mundo pagano. Hay, pues, una especie de simbiosis entre el lugar y la misma realidad de grupo lo que de alguna forma contribuye a que el lugar sea expresion de la misma comunidad que alli se retine. Y siel lugar de reunién es, de alguna manera, reflejo de esa comunidad reunida, no es de extrafiar que siempre haya habido un deseo de ambientarlo de tal forma que la ‘comunidad expresa lo que es y siente, y la misma ambientacion ayuda a la comunidad a expresarse y a interiorizar lo que celebra, vive y comparte. demas el beneficiario ultimo de la ambientacion de los espacios liturgicos es el mismo Pueblo de Dios que se reine en ellos para celebrar el misterio de Cristo y la obra de salvacion, pero es también cada fiel que busca un lugar favorable para su plegaria personal y su devocién. Podrlamos incluso hablar de que la ambientacién y decoracién puede ser una catequesis para muchos hombres y mujeres que visitan nuestras iglesias y nuestros templos. La ambientacién no s6lo habla de la comunidad, sino que también ayuda a la comunidad, Expliquémonos mejor. No es lo mismo entrar en una iglesia donde todo esta limpio, recogido, ordenado, que entrar en un templo donde vemos dejadez en las cosas, desorden en el ambiente. Y no es sélo por cuestion econémica. Hay cosas que no ‘cuestan mucho dinero y sin embargo no se hacen. Tener recogido el Altar, sin dejar todo en desorden no vale dinero, 40 si? Y sin embargo muchas veces vemos sobre el altar demasiadas cosas. No es igual entrar en un templo a orar, 0 hacer una visita o llegar un poco antes a la celebracién y encontrarme una iluminacion adecuada, una musica inspiradora, unos detalles que “hablan” del tiempo itirgico 0 de la celebracién que va a comenzar, que llegar a una iglesia oscura, donde las luces se encienden en el mismo momento de ‘comenzar y donde el sonido de fondo son las voces que llegan desde la sacristia a los pasos que resuenan en el eco de la nave de los que van liegando después que nosotros. Todo ayuda a que la celebracion que se va a realizar penetre en lo mas profundo de cada uno. No sélo la brillante homilia del sacerdote, ni las esmeradas moniciones del grupo de liturgia. También la acogida y el ambiente hacen mucho. La celebracién litirgica esté fuertemente condicionada por el marco en el que se desarrolla. El lugar que ocupamos, el espacio donde nos movemos, forma parte de Rosotros mismos como expresién de nuestra corporeidad La ambientacién habla de la comunidad a los que no son de la comunidad. Lo mismo que la decoracion de un hogar habla de la familia, 0 de las personas que lo habitan, la decoracién de un templo, la ambientacion, habla de la comunidad y del sacerdote que la preside. Una de las tareas del equipo de liturgia de cada parroquia, tendria que ser precisamente plantearse esta pregunta: nuestra iglesia, nuestra casa... gqué dice de nosotros? Un espacio al servicio de la asamblea A la hora de plantearnos una ambientacion del lugar de la celebracién tendremos que tener en cuenta algunos principios basicos. En primer lugar que el destinatario viltimo es, como hemos sefialado mas arriba, el pueblo de Dios congregado. No podemos quitar la primacia que tienen las personas (y la reforma litargica ha insistido en ello) para darsela a las cosas. Asi pues todos los objetos y medios del edificio eclesial, el altar, el ambén, y todos los lugares de la celebracion deben estar al servicio de la asamblea, y no la asamblea al servicio de ellos. El espacio celebrativo se tiene que ir acomodando a la asamblea que en él celebra, aunque, indudablemente, hay situac ies en las que habra que saber conjugar esta adaptacién (templos notables, profusion de retablos y altares, coros en medio de las iglesias, presbiterios con ricas herrerias dificilmente eliminable: No siempre es facil equilibrar los criterios litrgicos con los criterios restauracionistas de templos e iglesias. Aunque las comisiones diocesanas encargadas de ambas areas deberan conjugar esfuerzos que ayuden a devolver a la asamblea un verdadero espacio donde desarrollar sus ceremonias. En segundo lugar habré que tener en cuenta la disposicion y los criterios para los diferentes lugares liturgicos, especialmente el ambén, la sede, el altar y el lugar de la asamblea En tercer lugar no podemos pasar por alto que las celebraciones liturgicas son dinamicas, y el espacio debe favorecer estos movimientos, especialmente en las procesiones y en las celebraciones de los sacramentos. Y no podemos pasar por alto que la ambientacién tiene que adecuarse también al estilo arquitectonico del lugar. No podremos plantearnos una decoracién igual para una iglesia roménica 0 barroca, una iglesia modema y funcional que un gran templo. La estética y sobre todo el buen gusto conjugando siempre con la noble belleza deben ayudamos a discernir sobre esta decoracion. 2+ éQué ambientar? La iglesia Es la casa de Dios y también la casa de la comunidad. Es un simbolo y un signo de las realidades sobrenaturales. Por eso es muy conveniente que en ella destaque la limpieza, la sencillez, la austeridad. Y no solo es importante el aspecto interior, sino también el exterior. EI templo es el signo de la iglesia en un barrio 0 pueblo. Mucha gente puede pasar cerca; muchos, si es un edificio notable, entraran simplemente por curiosidad artistica o turistica, Muchas veces su aspecto exterior puede transmitir una sensacion que no corresponde a la asamblea que en su interior se retine para las diferentes celebraciones litirgicas. Ademas, en nuestra sociedad actual, mucha gente s6lo pasa al lado de nuestras iglesias. Su aspecto exterior, su ornato segin los diferentes tiempos littrgicos, pueden ayudar a una catequesis que llega a muchos mas. Y no podemos olvidar que el templo, muchas veces colocado en el centro del barrio, del pueblo, es un signo de que Dios sigue estando al lado de los hombres, caminando con ellos y compartiendo con ellos sus ilusiones, proyectos y también sus fracasos y frustraciones. Ademas en la mayoria de nuestros pueblos, especialmente en los pequefios, la iglesia es el Unico edificio notable por sus dimensiones, estilo arquitectonico e historia que existe en esas localidades. Elespacio Ambientar el espacio es crear un clima que se preste para la suplica, la alabanza, la petici6n la, accién de gracias y la contempiacién. Un cima que nos ayude a introducirnos en otra esfera. Dejar fuera de la iglesia la prisa, el ruido, el estrés, las mil voces que nos llegan desde el exterior, para meternos dentro de nosotros mismos y poder oir nuestro coraz6n. No podemos dejar abierta una iglesia sin mas. Su interior debe crear un clima que cuando alguien la cruce y entre pueda sentirse a gusto, para recogerse y entrar en oracién. Una musica suave, la ausencia de ruidos y de chartas, el mismo olor de la iglesia que tan pocas veces cuidamos.... Todo ayuda a que la primera toma de contacto nos ayude a meternos en el ambiente de Dios. Una correcta iluminacién, ni tan fuerte que nos disperse ni tan tenue que nos haga sentir incmodos y que por otra parte destaque los elementos que nos puedan ayudar: el sagrario, algtin, santo particular, la mesa, altar. Una correcta iluminacién que permite a los fieles poder leer los materiales que se preparan: cantos, oraciones, etc., y a su vez destaca los lugares en los que se desarrolla la acci6n liturgica: altar, sede, amon, etc., y ensalza algun elemento significativo. Algiin cartel o tapiz, discretamente colocado pero visible que mueva a la oracién o a la contemplacién de algin misterio concreto, 0 a recordar un tiempo litdrgico particular. Podriamos decir, como ya dijeron los obispos estadounidenses en su deciaracion sobre el arte sacro en 1978, que ‘una ambientacién es adecuada cuando es hermosa, acogedora y cuando claramente cautiva a una asamblea de personas, de quienes necesita para quedar completa. Mas atin, es adecuada cuando logra que la gente se sienta unida al ver y escuchar toda la accién Iitirgica, cuando ayuda a que la gente sienta que esta Participando y que realmente legue a participar’. Elespacio Es el centro de cualquier celebracién litirgica. Es Cristo alrededor del cual se retine toda la comunidad. No tiene por que ser el centro geografico del templo, pero si el centro espiritual. Por eso debe estar a la vista de todos. EI altar es disefiado y construido para la accién de una comunidad y para el funcionamiento de un solo sacerdote, no para los concelebrantes. La mesa sagrada, por lo tanto no debe ser alargada, sino més bien cuadrada o ligeramente rectangular, una ‘mesa atractiva e impresionante, digna y noble, hecha de materiales solidos y hermosos y de proporciones rectas y simples. Pierde realoe, por supuesto, su funcién e80, en el recinto litirgico solamente debe haber uno solo. Por su importancia y significacién el altar no debe ser usado como una mesa cualquiera sobre la que dejar papeles, notas, vinajeras o cualquier otro objeto. Solo debe tener, en su momento, el caliz para el vino y la patena con el pan que ha de ser consagrado, y el misal. Todo lo demas no tiene que estar sobre el altar. Es de desear también que los candeleros, la cruz, las flores o cuala en el rea no estén tan cerca del altar que constituyan un impedimento para quienes quieran acercarse a esta mesa comun 0 moverse alrededor de ella. Tradicionalmente el altar se decora con manteles, flores y velas. Si habitualmente en la decoracion y ambientacién de iglesias, uno de los criterios mas fundamentales es el de que todo lo que se utilice sea verdaderamente auténtico, especialmente los elementos que se utilicen para fa decoracién del altar. bélica cuando hay otros altares a la vista. Por otra decoracién Flores, No es de lo mas aconsejable la practica, muchas veces habitual, de adomar el altar con flores attifciales. Es mas digno y resalta mas el simbolo un altar desnudo que adornado con flores artificiales. zO acaso nuestra oracion 0 nuestra presencia es artificial? A veces, si no se consiguen flores naturales, puede adomarse con una planta natural Hay momentos en que el altar no se adoma con flores. Se prohiben desde el Miércoles de Ceniza hasta el canto del Gloria en la Vigiia Pascual y en todas las celebraciones de difuntos. Dentro de la Cuaresma se adoma el altar en el domingo IV (Laetare) y en las solemnidades y fiestas que se celebran durante este tiempo (por ejemplo la solemnidad de san José o la Encamacién). Cuando el Altar puede adornase con flores omamentales éstas deberdn estar dispuestas de tal forma que no impidan el acceso al altar o que se pueda rodear facilmente, o que por su altura 0 colocacién impidan la vision a la asamblea reunida. Las flores trasmiten sentimientos muy fuertes. Por eso estan siempre presentes en los momentos importantes de la vida. Otro aspecto que hay que tener en cuenta al decorar la ceremonia es Ia arquitectura y el disefio del lugar. Si el altar es muy recargado, habria que optar por arreglos sencillos, de colores claros con el fin de lucir mejor el trabajo arquitecténico. Cuando el escenario es mas simple, como sucede generalmente con las iglesias modernas, la decoracion debe ser minuciosa. Las velas Las velas del altar han perdido su utiidad. La iluminacién eléctrica ha reducido a las velas a.una funcién estética y simbélica mas que a un sentido practico. De entre todas las velas que se utiizan en las celebraciones lturgicas la Unica que se dora y se embellece especialmente es el Cirio pascual. Las velas del altar no deben estar decoradas. Actualmente algunas casas comerciales proponen unas velas para el altar decoradas con ‘motivos diversos. No es lo mas correcto ya que la vela del altar no necesita ser decorada, porque ella misma es util de decoracion. 20 un ramo de flores que sirve para adomar los adomamos a si mismo? Y este no es el caso del Cirio pascual, que no sirve para adorar la iglesia durante un tiempo especial, sino que representa a Cristo resucitado, durante ese tiempo y también en la celebracién de los sacramentos, que tienen su origen en la Pascua de Cristo y cuya presencia ilumina dichas acciones y las enlaza con el gran misterio pascual. Ademds las velas del altar deben quedar relegadas a su mision de ambientar. No pueden ocultar lo que se celebra, no deben colocarse de tal forma que dé la impresion de una barrera entre lo sagrado y el pueblo, como si el lugar de la asamblea no fuese parte integrante de todo el acto que se celebra. iGuadntas velas se colocan en el altar y como? EI numero de velas sobre el altar 0 a su lado puede ayudar a destacar una celebracién mas solemne de una mas austera. El ntimero oscila entre dos, cuatro, seis 0 siete. Siete, cuando celebra el obispo la misa estacional. Pero siempre colocadas de forma que armonicen. Como minimo se sefialan dos velas. ‘Se pueden colocar sobre el altar 0 cerca de él. Cuidando la proporcién de las velas con respecto al altar. En un altar pequefio no deberian colocarse velas grandes o con candelabros demasiado altos. El mantel Antes era una costumbre cubrir el altar con tres manteles. Actualmente sélo se dice que al menos sea uno, que en la medida y omamentacién, sea adecuado ala forma de la mesa. La medida de altar y sus adornos se refieren a la medida de la mesa. No se prohiben los manteles que, actualmente parecen estar de moda, que cubren el altar por completo, aunque una lectura detallada u minuciosa permitiria pensar que tampoco los alaba. Una relacién entre la medida y la forma de la mesa cabe pensar en un tipo de mantel que no sea, ni tan raquitico que no se vea, ni tan grande que haga desaparecer el altar, aunque en alguna ocasion especial, y no como de costumbre, pueda permitir una mejor ambientacién del espacio celebrativo. De todas formas es necesario para una ambientacién sobria, pero elegante, que el mantel que cubre el Altar sea blanco y aparezca limpio, bien planchado y bien colocado. Un mantel sucio, torcido, descuidado suele causar una mala impresion Elambén En la iglesia ha de haber, de conformidad con su estructura y en proporcién y armonia con el altar, un lugar elevado y fio (no un simple atri), dotado de la adecuada disposicion y nobleza, que corresponda a la dignidad de la palabra de Dios y ayude lo mejor posible a la audicién y atencién por parte de la asamblea. El ambén debe tener amplitud suficiente, ha de estar bien iluminado y dotado de micréfono. Puede adornarse sobriamente, por lo ‘menos en los dias mas solemnes, con un pafo precioso sobre el atril e incluso con flores. Es habitual ver en casi todas las iglesias que el ambén suele ambientarse con un velo del color correspondiente al tiempo litirgico. Es necesario que el adomo con el que se engalana el ambén sea sobrio, pues ha de verse al lector 0 lectora cuando prociama las lecturas. Las flores que se coloquen en el altar, ya que ambén y altar forman una unidad (recordemos que son dos mesas las que se abren a los fieles, la de la Palabra y la de la Eucaristia). Lasede Es otro de los lugares importantes de la celebracion. Habitualmente no ha de situarse delante del altar porque usurparia a éste su cardcter de centro de la atencién de la asamblea. La sede para quien preside la asamblea iittirgica y los asientos por los concelebrantes y los ministros deben colocarse en el sitio mas conveniente del presbiterio para que puedan ejercer sus respectivos oficios. La disposicion y la visibilidad han de permitir que todos aparezcan claramente como parte de la asamblea. Habitualmente no es un lugar que se suele arreglar especialmente para la celebracion, En princi objetos que la realcen. De todas formas también puede ser objeto de cuidados especiales para que la bastaria que la sede fuera tan noble que ella misma bastase sin necesidad de ambientacién resulte més coordinada. Por ejemplo podria cambiarse el cojin, si lo tiene, cubriéndolo con tapices del color litrgico propio del tiempo. A veces, la sede puede quedar resaltada con una alfombra distinta, En cambio no es muy préctico ni conveniente adomar el lugar de la sede con flores 0 patios para el atrl si es que lo tiene. Con flores porque podria impedir el movimiento del que preside y el pafio del atril seria un exceso, ya que el atril de la sede es puramente como el ambén. Ademds, si se colocan velos en el ambén y en el atril de la sede queda disminuida la importancia del ambén. Laasamblea El lugar de la asamblea también puede ser ambientado y decorado. Antafio en las iglesias grandes y en especiales ocasiones, se solian colgar ricos tapices. Hoy dia diferentes casas comerciales ofrecen tapices con imagenes bordadas que ayudan a la ambientacién del lugar, segtin el tipo de celebracién o de tiempo liturgico. En todo caso habra que tener en cuenta el estilo del templo para que estos tapices resulten ambientadores 0 mas bien lo contrario, 3.— Ambientar en los diferentes tiempos litirgicos Adviento El color propio de este tiempo es el morado y el rosa en el tercer domingo (gandete). Durante el adviento celebramos también una fiesta importante, la Inmaculada Concepcién. E! color propio de esta fiesta es el azul o el blanco. Otro elemento muy simbélico y que cada vez se va imponiendo mas en nuestras celebraciones del adviento es la corona de Adviento. La corona se presta mucho para la creatividad. Debe ser realizada con ramas verdes, sin flores. En algunos lugares suelen ponerse algunos frutos para su decoracién, aunque no deben abunda en caso de que los haya. Las cuatro velas, pueden ser de preferencia, de un solo color (rojo). La corona debe ser suficientemente grande como para que durante el tiempo de Navidad pueda colocarse en su centro de imagen del Nilo Jestis, 0 en su caso un cirio mas grande que lo fepresente. Junto a cada vela, cuado es encendida en la celebracion liturgica suele colocarse un pequefio pergamino que contiene algun aspecto a mejorar personal 0 comunitariamente, 0 un texto biblico 0 religioso leido motivando el domingo correspondiente, o un lazo de color, etc. Ultimamente también se observa que algunos lugares, y en parte debido a presentaciones poco acertadas de casas comerciales, se colocan sobre el altar una base con las cuatro velas juntas. El lugar de la corona de Adviento no es el altar, y se trata de una corona, no de un candelabro. Habria que rechazar este tipo de objetos simplicistas y reduccionistas. zNo nos quejamos de la falta de creatividad? La corona, que es un simbolo libre, si se hace deberia ser una auténtica corona. Puede utiizarse para su base la estructura que utilizan los floristas para las coronas de difuntos. No es cara y se pueden colocar facilmente las ramas y las velas que se van a uti El interior de la corona suele dejarse vacio. Aunque también es buen acierto colocar alguna Biblia que exprese, llegando el momento, el misterio de! Verbo encamado. Durante el Adviento el altar no se decora con flores marcando asi su cardcter mas at. austero. Aunque no puede confundirse con la cuaresma. Una planta natural grande delante del Altar que va vestido con un mantel sencillo, puede ser una solucién EI velo del ambén es morado. Pero tendria que ser diferente al que se emplea en funerales y durante la Cuaresma. También se podria decorar con una planta natural. Alguin cartel, si la iglesia se presta, con algun texto de Adviento puede ayudar a la asamblea a sintonizar con este tiempo tan particular. Algunas comunidades suelen ambientar el Adviento con los simbolos de los personajes propios de este tiempo: Isaias, Juan Bautista, Maria, José, etc. La fiesta de la Inmaculada Concepcién se destaca de este tiempo. Se utiliza el color azul 0 blanco, se pueden utilizar flores. Destacar alguna imagen de la Virgen también suele ser muy utilizado. Pero hay que saber que las flores empleadas durante esta fiesta no deben continuar después, aunque nos dé algo de pena tener que retirarlas. Pueden ir a capillas laterales de la iglesia, 0 dejarlas junto a la imagen de la Virgen hasta que se puedan retirar. La austeridad propia de este tiempo invita a que no haya musica, si no es para acompafiar el canto del pueblo. Si se acostumbra a poner miisica de fondo para ir recibiendo a la asamblea habra que tenerlo en cuenta, Puede utiizarse gregoriano 0 algtin tipo de musica ambiental realizando con sonidos de la naturaleza. Navidad Es un tiempo muy particular. La Navidad es el tiempo mas adorado por la sociedad. Los adomos de Ia iglesia deberian ser diferentes del tipo de adorno acostumbrado. Que no parezca que nuestra iglesia es un escaparate naviderto. Si durante el Adviento hemos ido encendiendo la corona, durante la navidad esta misma corona podria ser el lugar donde colocar el Nifio Jestis que se da a besar en las celebraciones navidefias. Entonces la corona puede incrementar su adomos. Colocar algunas flores, frutas, algunas hojas teflidas, entre las ramas que componian la corona. En caso de que no se haya hecho corona, la imagen del Nifio Jestis deberia colocarse cerca del Amb6n, asi se expresa mejor la relacion Palabra-Came. El altar se viste més festivamente. Un mantel mas rico, incluso con algun tapiz bordado por delante. Con mas velas que durante el tiempo de adviento. En algunos lugares, y no es mala opcién, las velas suelen integrarse con el centro que adoma el altar, colocado 0 bien sobre el mismo altar (pero entonces no puede ser muy grande) o bien detante del altar. La imaginacion puede mucho. Pero no debe “poder’ tanto que haga desaparecer el altar. En algunos lugares se acostumbra a decorar tanto el altar para que en su interior pueda albergar el Misterio (José, Maria, Jess) que da la sensacion de que se celebra sobre la cueva de Belén en lugar de un altar. La idea de que se coloque delante del altar no es muy buena. El ambén puede adomarse con un velo blanco, o bien con alguna rama de abeto, o con agin centro de flores que lo destaque Las plantas que se suelen utilizar estos dias, son: ramas de abeto, flor de pascua, acebo, muérdago, etc... Huyendo de elementos més comerciales: espumillén, lucecitas intermitentes, etc. hay tradicién de hacer un naci para que no dificulte los movimientos propios de la asamblea into debera construirse fuera del espacio celebrativo La misica para ambientar y crear un clima de oracién y recogimiento marcado durante este tiempo por la alegria y la fiesta deberan ser villancicos, pero unos villancicos menos Pachangueros que los que se cantan en las reuniones familiares. Estos podrian dejarse para el final de la celebracién, cuando la asamblea se dispersa. Cuaresma La Cuaresma es tiempo de conversion. De retomar el camino elegido en nuestro bautismo pero del que nos hemos desviado. Es levantarnos y volver a la casa del Padre. La cuaresma nos prepara para la Pascua. La Cuaresma se inicia con la celebracion del Miércoles de Ceniza. Y este puede ser uno de los simbolos que se pueden ut la ambientacion. En lugar de utilizar un pequefio recipiente para la ceniza, podria emplearse uno mas grande que se colocara después junto a la puerta de la iglesia con algin cartel que invite a la conversién recordando a los fieles que es tiempo de ar para conversion. La decoracién de la iglesia debe ser muy austera. El altar despojado de todo tipo de adomos, tinicamente las velas, que durante este tiempo podrian colocarse en candelabros altos al lado del altar en lugar de que estén sobre el mismo. El mantel muy sencillo y austero en tono con la celebracién. Suele ser cada vez mas habitual colocar en algiin lado del presbiterio, o delante del altar, signos propios de este tiempo: ceniza, cadenas rotas, muleta de paralitico, céntaro de agua, s4bana en forma de sudario,... que representan la escena propia de cada domingo. Si se hace debe reunir dos criterios fundamentales: que se vean por la asamblea, no tan simbélicos que no se puedan ver ni reconocer, ni tan grandes que poco a poco vayamos rellenando el espacio de objetos que dificulten la celebracién. EI ambén puede decorarse con el velo morado, aunque durante el tiempo cuaresmal seria mas logico dejarlo desnudo. Con respecto a la musica de fondo se siguen los mismos criterios que para el Adviento. No se permite el uso del organo salvo para sostener el canto que también es mucho mas austero estos dias. ‘Semana Santa y Triduo pascu: EI Domingo de Ramos podria ambientarse utilizando los ramos que se emplean. Es costumbre adomar con esos ramos la Cruz parroquial, pero podrian emplearse junto a las velas del Altar para crear un pequefio centro. El ambén con el patio rojo, también podria decorarse con alguna rama de laurel, olivo 0 palma. También puede ponerse un palma junto a la sede del celebrante, El lunes, martes y miércoles santos son dias més austeros. Podrian quedar alguna rama que recuerda la entrada triunfal de Jestis en Jerusalén, pero reduciendo la cantidad empleada durante el domingo anterior. El Jueves Santo es un dia mas particular. Por un lado esta el monumento que debe ser sobrio, sin parecer un sepulcro, adomado con flores y velas durante todo el jueves. Por otra parte el presbiterio, donde se va a desarrollar la accion liturgica. Este dia el altar y los diferentes lugares del presbiterio se decoran con flores generaimente blancas o de colores claros. Pero de forma que una vez terminada la celebracién puedan retirarse del presbiterio. El Viernes Santo el altar aparece desnudo. Sin manteles y sin cirios sobre él. Las flores de! monumento y las velas se reducen. En un lugar destacado del presbiterio se coloca la cruz que sera adorada durante el dia, y especialmente, durante la celebracion litargica. La Vigilia Pascual también comienza con el altar completamente desnudo, sin flores, y sin cirios, que se colocaran antes del canto del gloria. Hasta este momento la iluminacion del templo es menor. Puede comenzarse a oscuras, incrementando poco a poco Ia luz hasta llegar al Gloria en que se enciende toda la iluminacién. Un elemento destacado de esta noche, y que permanecerd durante toda la Pascua es el Cirlo Pascual, que es el Unico que se decora. Algunos elementos de su decoracién van impuestos por la liturgia (los numeros del afio, el incienso, el Alfa y el Omega, la cruz), aunque se van incluyendo otros (un icono, un Cristo resucitado sobre la cruz). Esa noche se suele decorar también con flores, habitualmente en la base de Cirio sobre las que nace el Cirio Pascual. El Cirio Pascual se coloca al lado del Ambén. La ambientacion de éste sera parecida, armonizando con el Cirio. po de Pascua Podriamos sefialar varias etapas del tiempo de Pascua. La primera semana, més intensa que arranca de la Vigilia y del primer domingo, mas adorada, luminosa, festiva. Aqui las flores, la luz, la musica, la ambientacion del lugar con ricos tapices o carteles invitan a la alegria, a la accion de gracias, al gozo de la Resurreccion. Las restantes semanas, sin perder intensidad, se reducen un poco. Destacando asi la octava del resto de la Pascua Durante el tiempo pascual deberian quedar destacados dos elementos: el Cirio Pascual, que puede seguir adomédndose con flores, un poco mas discretamente que los primeros dias, y en un lugar sefialado un recipiente con agua bendita que se emplea en lugar del acto penitencial. Agua de la que se bendijo en la noche pascual. El altar se viste con los mejores manteles, se incrementan el numero de velas, 0 bien sobre el altar, 0 bien a sus lados o delante, incluyéndolos en los centros florales. Si se colocan flores sobre el altar de forma proporcionada al mismo. Tampoco se trata de celebrar tras una cortina de flores, sino de que se note que estamos en un tiempo mas especial. Por supuesto, mas que nunca, las flores de estos dias tienen que ser auténticas. ‘Ademds de que estamos en la Pascua florida y son mas accesibles, nuestra alegria no es una farsa y por tanto, si las flores expresan nuestra alegria y la belleza de la fiesta, éstas deben ser verdaderas, y diferentes a las de otras ocasiones. Jugar con formas diferentes en los centros florales, mas verticales los que descasan sobre el suelo, descolgandose los que se colocan en soportes altos. Centros que buscan la luz que nos trae la Pascua a la vez que nos invitan a eleva nuestro coraz6n y con un punto focal que busque el equilibrio entre la experiencia de un Dios salvador y un pueblo que se siente salvado. Flores claras, que ayuden a incrementar la luminosidad en contraste con verdes intensos que de profundidad, como profundo es el motivo que nos convoca Pentecostés La recta final de la Pascua nos acerca a la gran fiesta de Pentecostés. La iglesia toda una, formada por multitud de hombres y mujeres, con diferentes ministerios y carismas. Es una sola iglesia pero multicolor. No se trata de buscar la uniformidad, sino la unidad dentro de los diferentes carismas y funciones a desempefiar en ella, No es dificil expresar estos sentimientos en arreglos florales mutticolores. Bouquets de flores no muy grandes, surgiendo las flores de un mismo punto que las une, formando una unidad, pero llenas de matices distintas, tamafios diferentes, colores diversos. El altar, la sede, el ambén, el Cirio Pascual, algun centro a modo de plafén en la nave de la iglesia, pueden ayudar a crear esta sensacion. jempo ordinari Durante el tiempo ordinario no suelen faltar las flores. Pueden ir combinandose con plantas naturales cuando no las hay, pero no deberia faltar algun detalle que ambiente la celebracién y transmita la fiesta que nos reine y nos convoca. 4 El arte floral Si celebrar es un arte, las flores pueden, si son puestas al servicio de la liturgia, entrar en la celebracion y participar con su belleza. Poco a poco el arte floral va entrando y ‘ocupando su lugar en el acto de celebrar y son numerosos los estados de formacion que han permitido a muchos no colocar simplemente algunos jarrones con flores, sino construir composiciones florales que entran en el simbolismo liturgico y que se inscriben en los lugares, las acciones y la oracién. La utilizacién de diversos conjuntos florales variados por sus formas, sus conter jos y su composicion nos permiten offecer al Seftor una rica ofrenda que respeta el ritmo de las estaciones y de los tiempos liturgicos. Los arreglos florales son algo mas que simples adomos. No son objetos liturgicos tampoco, sino que se proponen al servicio de la celebracion respetando la armonia con la arquitectura del edificio, con la luz, con los lugares, con los sentimientos. Es un signo, que junto a los demés signos, contribuyen, en su justa medida, a crear un espacio de oracion y de belleza. No olvidemos que el ambiente en donde se desarrolla celebraci6n no es la mas fundamental, pero tampoco lo tratemos tan superfluamente que creamos que no tiene ninguna importancia. Estamos en una sociedad y en una cultura donde la forma y el continente tiene mucha influencia, y la impresion que causamos a la persona a través de los sentimientos, afecta de forma sustancial a que se pueda llegar a lo mas profundo del corazén. ‘Sumario 1. éPor qué ambientar la iglesia? 2. ,Qué ambientar? 3. Ambientar en los diferentes tiempos litrgicos 4. Elarte floral 1. A modo de introduccién Cada cosa tiene su nombre y hay un nombre para cada cosa. Un axioma muy conocido. Pero que puede completarse. A veces, una misma cosa, un mismo elemento, puede recibir diferentes denominaciones. Segin su uso. Segin el uso que se haga de ella, una cosa recibe uno u otro nombre determinado por el contexto en el que se usa. Por otra parte, hay cosas que mantienen el mismo nombre sea cual sea su uso. Y hay cosas que han quedado reducidas, en su uso a un émbito concreto y parece que sea este uso el que determine su nombre. Aat referimos sélo al nombre que reciben los objetos que se usan en los actos liturgicos. Asi, eludiendo esa diversidad que puede darse al llamar las cosas por su nombre, nos al nombrarlos, 0 al hablar de ellos o al usarlos, no nos confundiremos, es decir que aplicaremos a cada cosa su nombre. Por ultimo, es preciso decir que aqui sélo hablaremos de objetos, no de elementos arquitecténicos ni de vestiduras u omamentos littrgicos. Pero esto no significa que no hablaremos también de algunos elementos que, de hecho, no se pueden considerar objetos. Sern tan sdlo aquellos elementos, con frecuencia textiles, que, por su relacion directa con los objetos de los que se trata, convendré mencionar. Gada cosa y su nombre 2.~ Objetos relacionados con el culto eucaristico El caliz Damos el nombre de céliz a la copa destinada, en la celebracion de la Eucaristia, en la celebracién de la Eucaristia, a contener el vino (mezclado con un poco de agua) que sera transformado en Sangre de Cristo y que se usara, en el momento de la distribucién de la Eucaristia, para que los fieles puedan comulgar con la especie del vino. Cuando hablamos del caliz nos referimos s6lo a esta copa, a este vaso, y a nada mas. EI caliz es, probablemente, el objeto liturgico mas antiguo. Todos los relatos de la institucion de la Eucaristia nos dicen que Jess, en la ultima cena, la vispera de su Pasién, “tome el caliz, pronuncié la accién de gracias, y lo paso a sus discipulos diciendo: Bebed todos; porque ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos los hombres para el perdén de los pecados” Breve noticia histérica Alo largo de Ia historia, esta copa llamada ‘caliz” (derivado del latin “calix’) ha tenido diferentes formas. A parecer de los eruditos, el caliz era de cristal y su decoracion consistia en presentar pintada o dorada su base. Segiin dicen, era de cristal para no excitar la codicia de los gentiles. También se sabe que, en los primeros siglos, se usaban célices de madera, pero este elemento dejé de utiizarse pronto a causa de la porosidad que con frecuencia presenta la madera. En tiempos de san Agustin ya se fabricaban cdlices de metales preciosos, lo que después sera normativo, salvo en tiempo de persecucion 0 miseria Segiin la documentacién disponible, muchos de los célices antiguos descansan sobre una base mas o menos decorada y disponen de dos asas situadas cerca de la parte superior de la copa. Desde los siglos IX al XI, la copa de los célices es semiesférica 0 cénica. A principios de! siglo XIll la copa se hace mas alta, con el pie lobulado y con ornamentacion variada. El renacimiento cambio mucho la forma del caliz, acampanando la copa —como si fuera el céliz de una flor— sostenida por un esbetto tallo que nace de una base muy ancha. En la actualidad, en general, se han retomado las formas mas simples, tanto para la copa como para el pie decorado, frecuentemente, con algun motivo de caracter eucaristico. Conviene saber que, hasta el siglo XIll, existian los llamados cdlices ministeriales. Eran cdlices mas 0 menos grandes destinados a la comunién de los fieles con la especie del vino. También habia los lamados célices de oblacién, destinados, posiblemente, a contener el vino que offecian los fieles. Las normas actuales Actualmente, no se especifica nada por lo que respecta a la forma del caliz, sino que se dice que “corresponde al artista crearlos, segiin el modelo que mejor corresponda a las costumbres de cada region”. Tan s6lo se concreta que la forma sea adecuada para el uso litirgico a que se destina el caliz, de manera que se distinga de las copas para usos corrientes. En lo tocante al material, se dice que los calices estén hechos de metal noble y que si se fabrican de un metal oxidable, o de un oro poco noble, se debera dorar la parte interior. Bajo ciertas condiciones también se admite el uso de otros materiales solidos y nobles, tales como el ébano u otras maderas duras, mientras sean adecuadas al uso sagrado. En todo caso, se deberan escoger materiales que no se rompan facilmente ni se deterioren. La Patena La patena es un plato, cuya concavidad es minima, destinado a contener el pan de la Eucaristia. Presenta una cierta unidad con el céliz y por eso, en cuanto a la materia que ha sido hecha la patena, se ha asemejando, a lo largo de la historia, a la que se ha usado para el caliz En las épocas en que el sacerdote consagraba solo aquella forma con la que él ‘comulgaria, la patena se redujo a una lémina con un minimo de concavidad. En la actualidad es habitual usar una patena de mayores dimensiones, que con frecuencia toma la forma de plato o de cesta, para que se pueda consagrar, no sélo el pan para el sacerdote y el diécono, sino también el destinado a los demas ministros y a los fieles, sobre todo si tenemos en cuenta que lo mas aconsejable es que todos comulguen con las formas consagradas en la celebracién de la que se participa Las nommas que deben tenerse presentes en la actualidad, en lo tocante a la forma o al ‘material con que se hacen las patenas, son las mismas que se han citado con relacion al caliz El corporal, la hijuela y la palia El corporal es un lienzo de ropa blanca, habitualmente cuadrada, que se extiende sobre los manteles del altar en el momento de preparar las ofrendas eucaristicas. Sobre el corporal se colocan la patena con el pan y el caliz con el vino preparados para el sacrificio de la Eucaristia, Este lienzo recibe el nombre de corporal porque, en determinadas épocas se colocaba directamente encima de él el pan eucaristico, el cuerpo del Seftor. Antiguamente el corporal era lo suficientemente largo para que con él se cubriera también el caliz, a fin de que no cayesen en él polvo o motas 0 —en algunas épocas del aflo— mosquitos. Cuando el corporal se redujo, se empez6 a usar una pequefia pieza de ropa, de forma cuadrada, para cubrir la boca del céliz. A esta pieza, nacida del corporal, se le llama hijuela Para que la forma ya colocada en la patena, desde el inicio de la misa hasta antes de a presentacion de las ofrendas, no recibiera ninguin roce, se cubria con una fina pieza de ropa, de forma redonda, que recibia el nombre de palia. En algunas regiones los nombres de hijuela y palia se presentaban intercambiadas entre si. A la pieza usada para tapar la boca del caliz se le llamaba palia y recibia el nombre de hijuela ta que cubria la forma. Elcopén El copén es el vaso —ahora conocido habitualmente con este nombre— destinado a la reserva de la Eucaristia. El origen del copén tiene una explicacion muy sencilla: pronto se experiment6 la necesidad de reservar e! Santisimo Sacramento para poder llevar la comunién a los enfermos 0 a los prisioneros; por ello se hizo conveniente disponer de vasos sagrados dénde guardar la Eucaristia con toda dignidad Actualmente, el copén suele tener la forma de una copa, pero a diferencia del caliz va acompafiado de una cubierta cOncava que acostumbra a estar coronada por una pequefia cruz. La palabra copén proviene del vocablo latino cuppa, que significa copa. ‘Aunque el copén ha recibido varios nombres a lo largo de la historia, segtin la forma que se le ha dado 0 por su concreta funcionalidad. En ciertas épocas, los copones se llamaron “torres” (del latin turres), ya que eran vasos \dricos 0 cuadrados, dispuestos sobre un pie que los elevaba a manera de torres. La cubierta podia ir con o sin bisagras. En otras ocasiones, también recibieron el nombre de “cimborios”. Algunos hacen derivar este nombre de la palabra griega Kibérion (fruto el neniifar de Egipto). ya que estas copas tenian la forma de este fruto. Otros hacen derivar, de forma quizas més discutible, esta denominacién del latin cibum (alimento), ya que en este vaso se guarda el alimento del pan eucaristico. Actualmente, sélo se da el nombre de “cimborio” al baldaquino sostenido por columnas que sirve para cubrir solemnemente un altar. A veces, el receptaculo para guardar algunas formas consagradas se conocia con el nombre de “paloma eucaristica’, porque era una caja en forma de paloma, suspendida por unas caderas, la que servia para la santa Reserva, Otro nombre dado al copén y que aun se encuentra en uso es el de pixis o pixide. Recibe este nombre de una palabra griega que significa cajita. Los antiguos daban este nombre a los pequefios cofrecillos para guardar joyas. Actualmente se da este nombre de pixis o pixide a los pequetios receptéculos que pueden contener una poca cantidad de formas consagradas y que facilitan el trasiado de la Eucaristia, sobre todo cuando se lleva a los enfermos. Las normas referentes al material o a las formas que deben observarse en su confeccién son, hoy en dia, las que ya se han indicado para los calices. El Sagrario EI sagrario es el lugar donde se guarda el copén que contiene Ia reserva de la Eucaristia. Son cajas 0 pequefios armarios convenientemente omamentados y destinados alla finalidad sefialada. Cada iglesia u oratorio debe tener un Unico sagrario, colocado de forma que los fieles puedan recogerse en oracién ante la presencia permanente de Cristo en las especies eucaristicas. De acuerdo con la estructura de cada iglesia y segtin las costumbres legitimas de cada lugar —nos dice el Misal—, el Santisimo Sacramento se guardara en un sagrario situado en la parte mas noble de la iglesia, que se distinga, que esté dignamente adomada y apta para la oracion. EI sagrario debe ser inamovible, de materia solida no transparente, y cerrado para evitar al maximo cualquier peligro de profanacién. Teniendo presente que la presencia eucaristica de Cristo es fruto de la consagracién, lo mejor es que el sagrario no esté en el altar donde se celebra la misa. Por eso conviene colocar el sagrario en el presbiterio, en un lugar apto, pero fuera del altar de la celebracién. Se puede poner en el altar que se usaba cuando se decia la misa de espaldas al pueblo, si es que, dadas sus caracteristicas, aun se conserva, 0 se puede situar sobre una noble columna 0 ahuecado en la pared en forma de armario. Las iglesias que disponen de espacio acostumbran a tener una capilla adecuada, llamada “capilla de! Santisimo” y que esta en armonia con el conjunto de la iglesia, de forma que se manifiesta a la vista de los fieles y posibilite que el Sacramento de la Eucaristia sea adorado y sea un lugar muy adecuado para la oracién privada A veces, el sagrario recibe también el nombre de tabernéculo (‘tienda’), recordando la ‘tienda del encuentro’, que después de la Alianza en el Sinai y a lo largo del Exodo era signo de la presencia de ios en medio de su pueblo. Esta denominacién nos recuerda, por otro lado, la conocida expresién de San Juan casi al inicio de su Evangelio, y que traducida directamente del griego dice asi: “La Palabra se ha hecho came y ha puesto su tienda entre nosotros” (Jn 1, 14) El.conopeo y la lampara del Santisimo Para indicar la presencia del Santisimo Sacramento en el Sagrario, éste se recubre con un velo, llamado conopeo (del griego konopéion, “velo en forma de pabelin’), que hace que el sagrario tome una forma de tienda o pabellon. No hay nada establecido sobre la tela que se debe usar en su confeccion, ni sobre su estilo ni sobre el color. En muchos lugares es costumbre que el conopeo sea de color con que se celebra la liturgia ese dia, Con todo, debemos tener presente que, aunque se use entre nosotros, uso loable, el ‘conopeo no es normative. Lo que si se encuentra establecido, para indicar la presencia del Santisimo Sacramento en el sagrario, es la lampara encendida que se sitia cerca de! mismo. En concreto, nos dice el Misal: “Segtin una costumbre recibida, al lado del sagrario habra siempre una lampara encendida, alimentada con aceite o cera, que indique y honre la presencia del Cristo” El nombre que recibe esta lampara es el de lampara del Santisimo. Es habitual que el aceite 0 la cera que la alimenta sea fruto de los donativos o las ofrendas de los fieles. La Custodia La custodia, en realidad, es un vaso eucaristico que tiene su origen en el copén. Para que los fieles, en el momento de su adoracién, pudieran contemplar al Santisimo Sacramento, se puso una pinza sobre la misma cubierta del copén para sostener la sagrada forma que, de este modo, quedaba expuesta 0 mostrada a los fieles. Otro método fue el de practicar pequefias oberturas alli donde se guardaba el Santisimo y, mediante elementos transparentes, se hiciera visible el pan eucaristico. De aqui se pasé a disponer de un utensilio, hecho con dos léminas de cristal, provistas de un circulo metalico (semicircular o circular, llamado idnula, “luneta’) que posibilitaba que, entre las dos laminas de cristal se pudiese poner, de modo que quedase segura, una forma consagrada, relativamente grande, para que pudiera ser vista por los fieles. Este utensilio es el que recibe, finalmente, el nombre de viril. La caja donde se guardaba el viril, cuando el Santisimo no se exponia ante los fieles y quedaba “guardado” en el sagrario, lo que recibe el nombre de custodia. Mas tarde sobre todo cuando se extendié el culto a la Eucaristia de manera que el Cuerpo de Cristo llega a ser llevado en procesion por las calles, es decir al extenderse la fiesta del Corpus (del Cuerpo de Cristo), fiesta que tuvo sus inicios en la didcesis de Lieja en 1246, es cuando se empezaron a construir unos ostensorios (del latin osténdere, “mostrar’) de notables dimensiones y de singular belleza Estas custodias u ostensorios empezaron a tener un uso generalizado a partir del siglo XV. La forma del “ostensorio de las custodias” de los siglos XIV y XV era la de un templete 0 torre gética artisticamente elaborada. De esa época se conservan custodias que son verdaderas obras de arte de la mejor orfebreria. A partir del barroco las custodias toman la forma de un sol (que constituye la parte central donde se coloca el viril con la Eucaristia) rodeado de rayos luminosos. Esta forma de custodia es la que se ha mantenido de manera més habitual hasta nuestros dias. EI Talamo y la umbela Cuando se lleva en procesién el Santisimo, para hacerlo con plena dignidad y reverencia, se usa el télamo: una especie de dosel, habitualmente de seda blanca, de forma rectangular y sostenida por cuatro o mas varas largas. El télamo también recibe el nombre de palio. Por eso se suele decir que el Santisimo es llevado bajo télamo 0 Bajo télamo o bajo palio. Cuado no se trasiada el Santisimo con tanta solemnidad se usa un dosel mas sencillo, con frecuencia incluso plegable, que puede llevar una sola persona y que recibe el nombre (que se ha mantenido del latin) de umbela. El Hostiario Recibe el nombre de hostiario la caja donde se guardan las hostias destinadas a la celebracion de la Eucaristia. Primero fueron de hierro y mas tarde se confeccionaron de plata, de cobre o de alguin otro metal. Los moldes para hacer hostias reciben también el nombre de hostiarios: consisten en una especie de largas tenazas con dos planchas redondas o rectangulares en su extremo con a figura de la hostia dibujada en el interior donde se pone la pasta para hacerlas. Ya se encuentran citadas en el siglo IX Las Vinajeras Las vinajeras son unas botellitas que contienen el vino y el agua destinados a la celebracién de la Eucaristia. Acostumbran ser de dimensiones modestas para que el liquid que contienen no tenga que permanecer demasiados dias en su interior y se vayan limpiando con asiduidad a fin de que estén siempre lo suficientemente limpias teniendo en cuenta la finalidad del vino y del agua que contienen. Tal como las tenemos hoy en dia, es decir dos botellitas de cristal de dimensiones similares y puestas sobre una base que las une, es como se conocen desde el siglo Xill A inicios del siglo XVI se generaliz6 el uso de la plata para las vinajeras. En cuanto al material de que estén hechas las vinajeras, no existe ninguna norma que lo concrete. Por lo tanto, pueden ser de cristal, de ceramica o de algtin metal adecuado. Es util que sean de cristal ya que se evita la confusion sobre cual vinajera contiene el vino y cual el agua. Si son de cristal, también son mas faciles de limpiar. En caso de no ser transparentes es necesario que leven un signo muy claro que indique qué contienen, a no ser que sean de diferentes dimensiones: una mayor para el vino y otra mas pequefia para el agua En aquellas ocasiones en que los fieles, durante la procesién de las ofrendas, presentan el pan y el vino que se tienen que consagrar, conviene que presenten el vino y el agua en los recipientes propios de estos elementos y no mediante calices ya llenos y preparados y, menos atin, que presenten calices vacios. Es bueno dejar patente que lo que ofrecen los fieles son los elementos del vino y del agua y no los célices, que tan solo son aquellos receptaculos muy dignos, es cierto, del vino que se ha de consagrar. La Cucharilla La cucharilla, como indica su nombre en diminutivo, es una cuchara de dimensiones reducidas, habitualmente de material noble, que se usaba, en el momento de preparar el céliz para la misa, para mezclr, con el vino, tan solo tres 0 cuatro gotas de agua. Aunque la rabrica no lo prescribiera, era costumbre hacerlo asi para que realmente fuera poca el agua que se mezclaba con el vino para consagrar. Actualmente, la cucharilla ha dejado de usarse porque, al echar el agua en el vino, tanto el diacono como el sacerdote que preparan el caliz ya procuran cumplir la rabrica que dice que “se vierte el vino y un poco de agua en el caliz”. El Lavabo Se da el nombre de /avabo al conjunto del aguamanil, una pequefia jarra con agua y una toalla. Es decir, a lo necesario para lavar las manos. Se usa cuando el ministro debe lavarse las manos; después de ungir o de imponer la ceniza, por ejemplo. ‘También se usa cuando quien preside la celebracion eucaristica, una vez preparadas las ofrendas en el altar, se lava las manos para expresar asi el deseo de una purificacion interior. También se da el nombre de lavabo a la pequefia toalla con que el sacerdote se seca las manos después de habérselas lavado, El Portapaz El portapaz es una lamina de metal ornamentada con una cruz 0 un calvario, En la parte posterior lleva un asa para poder ser llevado con faciidad y se pueda presentar a los fieles. Estos lo besaban para expresar que recibian a paz, que les venia del altar, en el contexto de los ritos que preparan a la comuni6n. Teniendo presente la manera como actualmente los fieles, antes de comulgar, acostumbran a expresarse la comunién eclesial y la mutua caridad, el portapaz ha caido en desuso. 3. Objetos relacionados con otros actos de culto Las Crismeras ‘Aunque habitualmente se use la denominaci6n plural (crismeras), propiamente deberia hablarse de la crismera. La crismera es el pequefio frasco donde se guarda el Oleo del santo Crisma, aquel aceite al que se le ha mezciado balsamo, o un perfume equiparable, y que ha sido consagrado por el obispo en aquella celebracién que prepara para las fiestas pascuales: la "Misa crismal’. Con el Santo Crisma se unge a las personas 0 cosas que se consagran al Sefior. Se unge con el crisma, en la coronilla, a los recién bautizados: en la frente a los que nla ordenacién episcopal, el nuevo obispo es ungido con el crisma en la cabeza: en la ordenacién presbiteral, a los nuevos presbiteros reciben el sacramento de la confirmacié en las manos; cuando un altar o una iglesia son dedicados al Sefior, tanto el altar como las paredes de la iglesia reciben la uncion del santo crisma. Por otro lado, teniendo presente que el santo crisma, debido al perfume que contiene, despide buen olor, recuerda que todos —o todas las cosas— los que han recibido la uncién del Crisma deben desprender el buen olor de Cristo. EI sentido que la Iglesia da a ta uncién con el Santo Crisma lo encontramos en estos textos, sacados de la oracién con la que el obispo consagra este dleo y a la que se unen los presbiteros presentes. Un texto dice asi: "Te pedimos que hagas que este crisma sea sacramento de la plenitud de la vida cristiana para todos los que van a ser renovados por el bafio del bautismo; haz que los consagrados por esta uncién, libres del pecado en que nacieron, y convertidos en templo de tu divina presencia, exhalen el perfume de una vida santa; que, fieles al sentido de la uncién, vivan seguin su condicion de reyes, sacerdotes y profetas y que este dleo sea, para cuantos renazcan del agua y del Espiritu Santo, crisma de salvacién y les haga participes de la vida eterna’. El otro texto dice: “Derrama sobre nuestros hermanos, cuando sean ungidos con este crisma, la abundancia de los dones del Espiritu Santo, y que los lugares y objetos consagrados por este dleo sean para tu pueblo motivo de santificacion. Pero ante todo, Seftor te suplicamos que por medio del sacramento del crisma hagas crecer a tu Iglesia en el numero y santidad de sus hijos, hasta que, segin la medida de Cristo alcancen aquella plenitud en la que Tu, en el esplendor de gloria, junto con tu Hijo y en la unidad del Espiritu Santo, lo seras todo en todos”. Por extension, cuando hablamos en plural de las crismeras nos referimos al conjunto de Jos tres frasquitos que contienen los Santos Oleos. Es decir, que junto con el vaso que contiene el Santo Crisma, se incluyen, al hablar asi, los frascos que contienen el Oleo de los Catectimenos y el Oleo de los enfermos. El Oleo de los Catectimenos es el que se usa para ungir a los que se preparan para recibir el bautismo, a fin de que la proteccién y la fuerza del Seftor impregnen su vida. Por eso, cuando se bendice este dleo, el obispo ora diciendo: “Concede tu fortaleza a los catecmenos que han de ser ungidos con él, para que, al aumentar en ellos el conocimiento de las realidades divinas y la valentia en el combate de la fe, vivan mas hondamente el evangelio de Cristo y emprendan animosos la tarea cristiana’ El Oleo de los Enfermos se usa para ungir a los cristianos que se encuentran en estado de debiidad 2 causa de una enfermedad grave, es decir se usa para administrar el sacramento de la Uncién de los enfermos. Al bendecirlo, el obispo dice: “Tu, Seftor, que has hecho que el lefio verde del olive produzca aceite abundante para vigor de nuestro cuerpo, enriquece con tu bendicién este 6leo para que cuantos sean ungidos con é! sientan en cuerpo y alma tu divina proteccién y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores” Estos tres Santos Oleos, que es como se llaman en su conjunto, se guardan en unos frascos de plata 0 de algin otro material noble que no pueda deteriorarse por el acido del aceite. A veces se guardan también en pequefios frascos de cristal, pero protegidos convenientemente para que no se rompan con facilidad. Estos pequeftos frascos acostumbran a llevar grabadas unas iniciales, indicativas del leo que contienen. La ‘mayoria de las veces estas iniciales son S.C. (para el Santo Crisma), O.1. (para el Oleo de los enfermos, ‘infirmorum’, en latin) y O.S. 0 bien O.C. (para el Oleo de los Catectimenos), pero, ya que estas iniciales pueden llevar a veces a confusién, es mejor que aparezca el nombre entero: Santo Crisma, Oleo de los Enfermos, Gleo de los Catecumenos. Estos frasquitos suelen guardarse juntos en una caja o estuche en un lugar digno de la sactistia 0 cerca del bautisterio. Cuando se tienen que usar los 6leos, 0 cuando se tienen que trasladar —sobre todo para Oleo de los Enfermos— se ponen en un pequefio recipiente con algodon empapado del dleo correspondiente para que, a 10 puedan derramarse La Concha Bautismal La concha bautismal es el cuenco, al que se ha aplicado un mango, que se usa para administrar el bautismo por infusion. La forma de concha de la parte concava recuerda el bautismo recibido en las aguas vivas del rio, supuestamente con conchas en su orilla. Pero ésta es solo una manera artistica de presentar la concha bautismal. Un aspecto que nada quita ni aflade al uso de este utensilio cuya Unica caracteristica basica es que con él se pueda derramar abundantemente el agua sobre el que es bautizado. El Incensario EI incensario es un pequefio brasero con la cubierta agujereada suspendido con cadenillas, que /e para quemar incienso. El incienso es una resina aromatica que, al quemar, desprende un tenue humo odorifero, Para que pueda quemar bien, esta resina tiene que haber sido reducido a granitos antes de se echado a las brasas contenidas en el incensario. ‘A veces, con el incienso se mezclan otras sustancias aromdticas. Para hacer que se vaya esparciendo el humo oloroso del incienso se va balanceando armoniosamente el incensario de un lado para otro. El uso del incienso se encuentra citado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Del Antiguo podemos recordar el altar del incienso situado ante el santuario donde estaba el arca de la alianza: “Aarén quemaré en él incienso aromatico; lo quemaré todas las mafianas, al preparar las lémparas, y lo quemaré también cuando al atardecer alimente las lamparas. Sera incienso continuo ante Yahveh, de generacion en generacién’ (Ex 30, 7-8; Cf. Le 1, 9 11), Y también que, cuando se celebra el gran dia de la Expiacién, el gran sacerdote llenaba de incienso el interior del santuario: “Tomara después un incensario lleno de brasas tomadas del altar que esta ante Yahvéh y dos pufados de incienso aromatico en polvo y, levandolo detrés del velo, pondrd el incienso sobre el fuego, delante de Yahvéh, para que la nube del incienso envuelva el propiciatorio que esta encima del Testimonio” (Lv 16, 12- 1). El incienso es simbolo de la oracién de los fieles que se eleva hasta el cielo: “Suba mi oracién como incienso en tu presencia’ (Salmo 140, 2). 0, como reza la vision del Apocalipsis: “otro Angel vino y se puso junto al altar con un badil de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, con las oraciones de todos los santos, los ofteciera sobre el altar de oro colocado delante del trono. Y por mano de Angel subié delante de Dios la humareda de los perfumes con las oraciones de los santos” (Ap 8, 3-4). La Iglesia usa el incienso como signo de adoracién y de oracién; también para expresar veneracion hacia todo lo referente a Dios: la cruz, el altar, el libro de los Evangelios, las ofrendas puestas sobre el altar, el sacerdote que preside la celebracion, y los mismos fieles; en las exequias también son incensados los restos mortales de los bautizados, para honrar el cuerpo que ha sido tempio del Espiritu Santo. EI Incensario también recibe le nombre de turibulo, que proviene del latin “thus” {incienso). El ministro que lleva el incensario y lo presenta a quien echa el incienso e inciensa, recibe el nombre turiferario (el que lleva el turibulo). La naveta La naveta es el recipiente con el incienso que se usaré en la celebracién litirgica. Recibe el nombre de naveta debido a que, con frecuencia, tiene la forma de pequefia nave. La naveta va acompafiada usualmente de una cucharilla que facilita como poner el incienso sobre las brasas que contiene el pequefio brasero del incensario, EI Aspersorio Cuando los fieles han de ser aspergidos con agua bendita, o se tiene que asperger algo 0 algun lugar, se usa un acetre, de facil transporte, que contiene agua para aspersi6n. Habitualmente estos pequefios calderos, con un asa a manera de cubos, son de metal. El aspersorio, propiamente, es el instrumento que se usa para asperger. Se trata de un cuerpo esférico, vacio, con orificios, fijado al extremo de un mango. En la esfera se coloca una esponja, que ayuda a retener el agua y a poder ser aspergida sin que gotee por el mango. EI aspersorio también recibe el nombre de hisopo. Se debe al hecho de que también se usaba, en vez del utensilio acabado de describir, un ramito de hojas de la planta del hisopo, una pequefia planta aromatica que crece en los secos prados de montafia y que se presta a ser apta para la aspersion Cabe afiadir un pequefio detalle y es que durante mucho tiempo se tuvo la costumbre, hoy casi perdida, de mezclar sal bendecida en el agua que se iba a bendecir para hacer la aspersion. La Cruz La cruz, el signo cristiano por excelencia, porque fue desde la cruz que Cristo nos redimio, preside siempre las celebraciones liturgicas. Refiriéndose a la cruz, el nos dice: “También sobre el altar 0 junto a él coléquese la cruz, que quede bien visible para la asamblea congregada. Conwiene que esta cruz permanezca cerca del altar incluso después de las celebraciones litirgicas, para renovar en los fieles el recuerdo de la pasion salvifica del Seftor. Por tanto, esta cruz puede situarse directamente sobre el altar y debe tener, en este caso, unas dimensiones adecuadas para que, aunque tenga que ser vista por todos los fieles, no sea tan grande que desentone por sus dimensiones del conjunto del altar); también puede estar suspendida del baldaquino que cubre el altar; 0 puede ser una cruz mas grande colgada en la pared del presbiterio y que, desde alli presida el presbiterio y la misma iglesia. También tenemos la cruz procesional: es la cruz que encabeza las procesiones y que, llevada suficientemente elevada va seguida por todos los que participan en la procesi6n. Cuando esta cruz encabeza la procesién del rito de entrada de la celebracién de la Misa, puede ser la misma cruz que presida también la celebracién eucaristica, una vez situada cerca del altar y puesta sobre un sustentéculo que la mantenga erguida. La cruz procesional se compone de una vara, en el extremo superior de la cual se encuentra la cruz propiamente dicha De esta manera se puede llevar con facilidad y mantenerse, durante la procesiOn, lo bastante elevada para que pueda ser vista por cuantos la siguen, EI ministro que lleva la cruz recibe el nombre de cruciferario. ‘Aun debemos citar la cruz pectoral, que los obispos y algunas otras dignidades eclesidsticas, como los abades, llevan colgada sobre el pecho. Habitualmente se dice que tiene su origen en la cruz que —con reliquias en su interior— muchos fieles de los primeros siglos cristianos llevaban colgada sobre el pecho. Cuando se perdié esta costumbre entre los fieles, los pastores la conservaron piadosamente. Los Candeleros Los candeleros son aquellos utensilios que sirven para mantener derecha una vela o una candela, y consisten en un cilindro hueco unido a un ple por una barreta o columnilla. Los candeleros que tienen varios brazos o ramas se llaman candelabros. Habitualmente los altares preparados para la celebracion de la Eucaristia se omamentan ado el con candeleros que sostienen cirios encendidos. Actualmente, no esta deter numero de candeleros que se debe disponer para la Misa. Es importante tener presente lo que el Misal nos dice sobre el lugar que deben ocupar los candeleros: "Los candeleros, que en cada accién ittirgica se requieren como expresién de veneracion 0 de celebracion festiva, coloquense en la forma mas conveniente, o sobre el altar 0 alrededor de él, 0 cerca del mismo, teniendo en cuenta la estructura del altar y del presbiterio, de modo que el todo forme una arménica unidad y no impida a los fieles ver facilmente lo que sobre el altar se hace o se coloca’ Hay un candelero insigne, el candelero del cirio pascual. Acostumbra a ser de unas dimensiones bastante notables y en la fiesta de Pascua aparece dignamente decorado. Durante el tiempo pascual sostiene el cirio pascual cerca del ambon. Los candeleros largos, de manera que puedan ser llevados en procesion encabezandola © al lado de la cruz procesional, reciben el nombre de ciriales. Los ministros que llevan los ciriales reciben el nombre de ceroferarios (que significa “los que llevan los cirios”) Los relicarios Los relicarios son las cajas 0 estuches donde se conservan las reliquias, es decir los restos venerables de un santo. Muchas veces los relicarios toman la forma de una pequefia custodia en el centro de la cual se encuentra la reliquia del santo detrés de una proteccién de cristal para que, presentada asi, pueda ser faciimente objeto de la veneracién de los fieles. Cuando se dispone de reliquias llamadas insignes, es decir de una parte entera e importante del cuerpo, como puede ser la cabeza o un brazo, los relicarios toman formas especiales 0 forma de coftecillo, con una parte que puede ir descubierta para su veneracion. Cuando se tiene que dedicar un altar al Seftor y se dispone de reliquias insignes, sobre todo si son de mérties, estas reliquias se colocan dentro de un pequefio coffe bajo la ‘mesa del altar (nunca encima del altar 0 dentro de la mesa), para expresar que el sacrificio de los miembros proviene del sacrificio de quien es su Cabeza. Los relicarios en forma de caja 0 de coftecillo, como los que se colocan bajo la mesa del altar, reciben el nombre de lipsanotecas. La caja donde se conserva la reliquia 0 las reliquias de un santo puede también recibir e! nombre de teca (del griego theké, que quiere de: Las cajitas de forma redonda, cuadrangular o de cruz, que contenian reliquias y que era costumbre llevar colgadas del pecho con una cadena, recibian el nombre de encolpion. armario 0 caja). Las Campanas Las campanas son definidas como “instrumento metalico, generalmente en forma de copa invertida, que suena al ser golpeado por un badajo o por un martillo exterior’. Mas allé de su definicion, cabe ser sensibles al sentido que la Iglesia da a su uso. Lo encontramos muy bien explicado en el Bendicional. Nos dice: “Existe la antigua costumbre de convocar al pueblo cristiano para la asamblea litargica y advertirle de los principales acontecimientos de la comunidad local por medio de algun signo o sonido. Tal es la mision especifica de las campanas . En efecto, el tafier de la campana es, de alguna manera, la expresi6n de los sentimientos del pueblo de Dios, cuando este pueblo exulta 0 llora, da gracias 0 suplica, se congrega y pone de manifiesto el misterio de su unidad en Cristo’ Esto se hace patente en la bendicién de una campana mediante esta suplica’ “Bendice, Sefior, esta nueva campana y haz que todos tus hijos, al oir su voz, eleven a ti sus corazones y, compartiendo las alegrias y las penas de los hermanos, vayan con prontitud a la iglesia, donde sientan a Cristo presente, escuchen tu palabra y te expongan sus deseos” Esta es la funcion de las campanas desde los campanarios de nuestras iglesias y a través de los diversos toques con que se hacen audibles a los fieles, Este mismo instrumento se presenta fisponible en forma reducida. Lo llamamos campanilla: campana pequefia, especialmente la manual, pro ta de un mango para que pueda usarse cémodamente. Se usa 0 usaba en el interior de la iglesia para indica, de manera particular, el momento de la consagracion. En el interior de muchas iglesias existe lo que lamamos carillén: un juego de campanillas afinadas con diferentes notas y colocadas en un circulo que, al hacerlo girar, produce un armonioso toque de campanas. El carillén se usa en ocasiones solemnes de la vida de la asamblea. ‘Aunque no se trate de una campana, también debemos mencionar la matraca: instrumento compuesto de dos 0 mas maderas articuladas que, puesto en movimiento, suena de manera seca y repetida. Se usaba los dias de Semana Santa en los que, a causa de su austeridad, se evitaba el sonido festivo de las campanas. EI Anillo Episcopal EI anillo episcopal quiere expresar la fidelidad de! obispo hacia la esposa de Dios, la Iglesia. Ademés de ser un anillo muy visible, y hoy en dia decorado con una cruz 0 un signo cristiano, no tiene caracteristicas especiales. EI obispo recibe la imposicion del anillo episcopal con estas palabras: “Recibe este anillo, signo de fidelidad, y, adornado con una fe integra guarda la esposa de Dios, la Iglesia santa, con conciencia pura’. El anillo episcopal propio del Papa se llama anillo del pescador. Originariamente era el anillo con que los sucesores de Pedro en la Iglesia de Roma primian su sello en los documentos que firmaban. EIBaculo El baculo es una insignia episcopal. Consiste en un bast6n largo, ricamente elaborado, de la altura de un hombre, con un cayado en la parte superior. Mediante el baculo se subraya el encargado de regir la Iglesia que es confiada al obispo. El baculo se entrega al nuevo obispo con estas palabras: “Recibe el baculo, signo de ministerio pastoral, y cuida de todo el rebafio que el Espiritu Santo te ha encargado guardar, como pastor de la Iglesia de Dios’. El Santo Padre, en las celebraciones litirgicas, no se sirve de baculo porque cuando su uso se generalizé los Papas ya tenian su propia insignia: la férula, un bastén que, en su parte superior estaba rematado con una cruz, llamada también Tau. En nuestros tiempos, Pablo VI rehabilité la férula para uso litirgico. Desde entonces, durante las celebraciones liturgicas, los Papas usan un baculo pastoral en forma de cruz, que recuerda la antigua férula. ‘Sumario 1. Amodo de introduccion 2. Cada cosa y su nombre 3. Objetos relacionados con el culto eucaristico 4. Objetos relacionados con otros actos de culto Cémo debemos asistir a la Misa La Liturgia, dice el P. Cavagna, “es el conjunto de los actos de culto, cuya finalidad doble no es otra que honrar a Dios y santificar a las almas’ y el liturgico por excelencia es el Santo Sacrificio de la Misa. Esta nos recuerda la obra grandiosa de la redencion humana, y en ella a diario se reproducen dos de los mas sublimes hechos de la vida de Jesus: la transformacion del pan y del vino en la persona del mismo Salvador, y el sacrificio realizado en el Calvario: aunque aquella transformacion sea hoy el sacerdote quien la efectta por mandato del Divino Maestro: “Cuantas veces hiciereis esto, lo haréis en Memoria mia”, y por mas que hoy sea incruento el sacrifcio, esto es, sin que haya un derramamiento nuevo de sangre. El Concilio de Trento precisamente declaré: “En este divino sacrificio que se realiza en la Santa Misa se contiene y se inmola el mismo Cristo, quien se offecid como victima sangrienta sobre el altar de la Cruz”. (Ses. XXII, Cap. Il). Es decir, que quien asiste a la Misa debe hacerlo, con el mismo recogimiento, con el mismo respeto, con la misma humildad con que los Apéstoles del Redentor lo vieron tomar en sus manos el pan, bendecirlo, dividirlo y distribuirlo entre ellos, al mismo tiempo que les decia: “Tomad y comed, porque este es mi cuerpo”, y bendecir luego el vino y distribuirlo igualmente, agregando: “Bebed todos de él porque esta es mi sangre. Debe asistir con el mismo dolor, con la angustia misma, con que Maria Santisima y Juan, el Apéstol bien amado de Jestis, presenciaron el desgarramiento de las cames del Redentor, su crucifixion su agonia y su muerte. ‘Suelen los cristianos acudir a la Misa no s6lo sin preparacién espiritual; sino en los dias en que la Iglesia los obliga a ello, como quien va forzado y por necesidad. {Qué error tan grande! El Ara y los altares Ya la Sagrada Escritura recomienda que antes de orar, preparemos para ello nuestra alma; (Ante orationem, praepara animam tuam. Eclesiastico, XVIII, 23) pues, ;qué diria si hubiera de recomendar la forma y manera en que debemos presenciar la renovacion del sacrificio del Calvario! Para que nos demos mejor cuenta de cémo la Iglesia ha venido cuidando de todos y cada uno de los elementos materiales y espirituales que han de servir para la celebracion de la Misa, conviene dar una brevisima idea de todos ellos. El altar, o alta ara es el lugar, la mesa en donde la misa se celebra Se cree que los primeros altares que se usaron por los cristianos fueron de madera si se toma en cuenta que aquellos debian ser méviles, a causa de las persecuciones de que los discipulos del Salvador fueron objeto desde que Jesucristo fundé su Iglesia Terminadas las persecuciones, los altares comenzaron a formarse de piedra, y atin de metales y joyas preciosas. Finalmente, la Iglesia resolvio que el altar propiamente dicho, el ara de sacrificio, fuera de piedra, sin duda tomando en cuenta la ensefianza del Apdstol San Pablo a los Corintios: que “la piedra era Cristo”, 0 lo que es lo mismo: que el Hijo de Dios, sacrificado en el Golgota es la piedra fundamental de nuestra fe, de nuestra vida, si ésta ha de estar desarrollada conforme a las ensefianzas del Divino Maestro. Y desde entonces el ara es una piedra natural, consagrada por un Obispo, o por Abad facultado para ello por la Santa Sede, piedra en la cual se practica una pequefia cavidad, que recibe el nombre de sepulcro; y en ella se depositan reliquias de martires, que se ‘cubren con una pequefia piedra, llamada sello. Asi se continua la antigua costumbre de la Iglesia, confirmada por el Papa Félix | hacia el afio 270, de celebrar el augusto sacrificio sobre los sepuleros de quienes dieron su vida por confesar a Jesucristo. El ara debe tener, por lo menos, el tamafio suficiente para contener la hostia y el cliz, y generalmente se coloca en la cavidad formada especialmente al centro de mesa del altar, que puede ser de madera. En los altares portatiles puede acomodarse sobre la mesa. El Ara y los altares, La mesa debe estar cubierta con tres manteles, de lino o de céfiamo; de los cuales el superior debe ser bastante largo para colgar a los lados hasta llegar al suelo. Al frente del altar puede ponerse un palio o frontal del color del ornamento del dia. Los manteles, de cuya limpieza debe tenerse exquisito cuidado, son la representacion de la Sabana en que fue envuelto el cuerpo sagrado de Nuestro Seftor; el palio, en cambio, constituye un ‘complemento del adoro del altar. En medio de éste y en sitio prominente debe haber un Crucifio y a los lados de la cruz dos candeleros con velas de cera de abeja, las cuales arderan durante todo el tiempo de la misa. Bien facilmente se comprende, que siendo la Misa la renovacion del sacrificio de! Calvario, el Crucifjo debe estar a la vista de los fieles, para recordarles el sublime amor ‘con que el Redentor de los hombres dio su vida para salvarlos del pecado. Las velas, por su lado, sirven para traer a nuestra mente las palabras del Seftor: “Yo soy la luz del mundo”; y son de cera, para que en la actividad de las abejas, laboriosas criaturas de Dios, tomemos ejemplos del cuidado con que debemos cumplir nuestro deberes para con nuestro Creador. Sobre la mesa del altar y distribuidas simétricamente, tres sacras 0 sean pequefios ‘cuadros que contienen fragmentos de las oraciones de la Misa, a fin de que facilmente el sacerdote oficiante pueda leerlas. Complemento del servicio del altar, son: un atril donde se coloca el misal y a la derecha del celebrante, una pequefia mesa o creden vela de cera, que sera encendida poco antes de la consagracion; dos jarritas de cristal en una pequefia bandeja, llamadas vinajeras: una pequefia toalla para enjuagarse los dedos y una campanilia. Altares Privilegiados Se llaman attares privilegiados aquellos que han recibido de la Santa Sede privilegios determinados para que la celebracién de la Misa en ellos produzca indulgencias a favor de las almas que se encuentran en el Purgatorio. Elementos necesarios para la celebracion Dos son esenciales, imprescindibles: Las hostias y el vino; puesto que unas y otro han de ser transformados en el cuerpo, en la sangre de Jesucristo. ‘Aquellas deben ser hechas de trigo, sin mezcla alguna y el vino debe ser el jugo de la ., en donde se conservarén: una tercera uva; completamente puro. Vienen luego: el caliz, la patena, los corporales, la palia, la hijuel bolsa de corporales y el misal. 1. El caliz, vaso de metal debidamente consagrado y cuya copa, si no es de oro, debe estar dorada interiormente, representa el vaso mismo en que Jesucristo convitié el vino en su propia sangre; y también, cuando esté cubierto con la palia, el sepulcro donde fue sepultado el Salvador de los hombres. En el edliz se verterén, como se indica luego, el vino y el agua que han de transformarse en la sangre redentora. el pafio del caliz, la 2. La patena, de forma de platillo circular, de unos diez centimetros de diémetro, ha de ser también de oro, o de plata debidamente dorada. Sirve para contener la hostia, 0 las hostias, si el celebrante ha de consagrar mas de una, sobre las cuales, para mejor preservarias, se pone la hijuela circular de lino, un poco almidonada. Es la patena representacion de las angarillas en que el cuerpo del amante Jesus fue transportado al sepulcro, al ser descendido de la cruz. 3. Los corporales, representacién de los pafiales en que fue envuelto ese mismo sagrado ‘cuerpo cuando recién nacido, son un lienzo cuadrado, de lino 0 de cafiamo, cuya limpieza debe ser suma, puesto que en ellos han de colocarse la hostia y el céliz ya consagrados. Generalmente se usan un poco almidonados. 4. La pallia, pequefio lienzo rigido, cuadrangular, de lino o de cafiamo, con que se cubre el céliz, a su debido tiempo, y que nos representa la piedra con que fue cerrado el sepulcro de Nuestro Seftor. (Esta y la hijuela suelen ser bordadas). 5. El purificador, pequefio lienzo cuadrangular de lino 0 de cafiamo, que el sacerdote emplea para enjugar el interior del caliz, después de hecha la ablucion necesaria. 6. El pafio de calliz o cubre cal el cual se cubre el céliz, de acuerdo con las ribricas que se conoceran después. 7. La bolsa de corporales se forma con dos planchas rigidas, cuadrangulares, unidas por uno de sus lados, forradas exteriormente con la misma tela del ornamento del dia, y en la hecho de la misma tela que el ornamento del dia, y con que el sacerdote lleva al altar, sobre el céliz ya cubierto con el pafio, los corporales y la palia. 8. El misal que contiene todas las ribricas, asi llamadas por ser las reglas a que el sacerdote debe ajustarse, impresas en rojo, y todas las oraciones, las epistolas, los evangelios que ha de rezar. Ornamentos Los oramentos que debe usar el celebrante durante la misa son: amito, alba, cingulo, manipulo, estola, casulla. 1. El amito es un velo de lino o de caftamo, de 50 a 60 Cms. por lado, que tiene en dos de sus extremidades un listén de poco mas de un metro de largo, a fin de que, quien lo usa, luego de cubrir por un instante su cabeza, lo coloque sobre su cuello, hombros y espaldas, deteniéndolo con los dos listones, cruzados sobre el pecho. Al ponérselo, dice el Sacerdote: "Pon, Sefior, sobre mi cabeza el yelmo de la salud, a fin de protegerme de los ataques del demonio”. Es, pues, el amito, representacién de la resistencia que debemos oponer a los ataques del espiritu maligno. Elementos necesarios para la celebracién 2. El alba es una tUnica blanca, con mangas, con que se cubre el sacerdote, diciendo: “Limpiame, Seffor, y purifica mi corazén; a fin de que purificado con la sangre del Cordero, pueda gozar de la dicha etema’. El alba es, en consecuencia, simbolo de la pureza con que debemos conservar el alma y el cuerpo. 3. El cingulo, formado casi generalmente por un grueso cordén de lino, de cafiamo y algunas veces de seda, sirve para sujetar el alba alrededor de la cintura. Al ajustarlo, dice el sacerdote: “Cifieme, Seftor, con el cingulo de la pureza y extingue en mi los anhelos de fa concupiscencia, para que en mi se conserven las virtudes de la continencia y de la castidad’. El cingulo recuerda, pues, que debemos mantenemos siempre castos. 4. El manipulo, que fue un adorno en remotos tiempos que usaban los seglares en el brazo izquierdo, esta hecho de las mismas telas que la estola y la casulla; tiene, ademas adherido, por su parte ponérselo dice el sacerdote: “Merezca, Seftor, llevar el manipulo de las lagrimas y del dolor, a fin de que gozoso reciba la recompensa de mis esfuerzos. El manipulo representa asi, la resignacién con que debemos soportar las penas que Dios nos envia. 5. La estola es una tira larga y angosta, que poniéndola en su cuello, el sacerdote cruza sobre su pecho, y la mantiene asi sujeta con el cingulo. AI colocarsela dice: “Restituyeme, Sefior, la inmortalidad que perdi por la prevaricacién del primer padre: y aunque indignamente llego hasta tu sagrado misterio, permite que merezca el goce etemo”. La estola se considera como simbolo de la dignidad que autoriza al sacerdote ara ponerse en comunicacién intima con Dios en el Sacramento de la Eucaristia, restituido ya en la gracia originalmente concedida por Dios al hombre; y nos impulsa a solicitar para nosotros esa misma restitucion. 6. La casulla, que en los principios de la Iglesia fue solo un gran manto con una abertura terior, un cordén para sujetarlo al antebrazo izquierdo. Al en el centro para que pasando por ésta la cabeza, cayera sobre el cuerpo, se ha venido modificando, hasta estar abierta por los costados, para facilitar los movimientos del sacerdote en la celebracién de la misa. Al ponérsela, dice: “Seftor, que declaraste: suave es mi yugo y leve mi carga; haz que de tal modo pueda llevarios, que obtenga tu gracia Asi sea’. La casulla ostenta casi siempre el signo de la cruz, a fin de significar que debemos soportar goz0sos los trabajos, la cruz que Dios nos envie, para hacemos dignos de su gracia, de su amor. 7. Siha de exponerse al Santisimo Sacramento, o darse la bendicién con El; y también en las procesiones, se usa la capa pluvial, cuyo origen se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia, en que el oficiante debia preservarse de la lluvia. Es, en efecto, una capa de fa misma tela del oramento del dia, 0, por lo menos, de! mismo color. Colores de los ornamentos Las ribricas del misal previenen que los colores que deben adornar el altar, y el de los ‘oramentos del celebrante y sus ministros, si los tuviese porque la misa fuere solemne, deben ser “convenientes al oficio y misa del dia’, y los aprobados son cinco: blanco, rojo, verde, morado y negro; aunque para algunos paises también el azul y el rosa estan autorizados. El color blanco, que no solamente es simbolo de pureza, sino del regocijo con que la Iglesia celebra ciertas fiestas, se emplea desde Ia vigilia de la Natividad del Sefior, hasta la Octava de la Epifania inclusive, excepto en la celebracién de martires. Se emplea también en las festividades de la Pascua, de la Ascensién, del Cuerpo de Cristo; de la Santisima Trinidad; en las fiestas consagradas a la Santisima Virgen; aunque, como acaba de indicarse, en los paises a los que se ha hecho esta concesion, se emplea el azul en la fiesta de la Purisima Concepcion de Maria, para recordamos, por la aparente coloracién del firmamento, que ella, la Madre de Dios, es nuestro mejor abogado cerca del trono del Altisimo. El color blanco se emplea igualmente, en las fiestas de las angeles, de San Juan Bautista; en las de los confesores, doctores, en las fiestas de las virgenes, etc. El rojo es color de fuego, de sangre, y emblema de sufrimiento y de sacrificio. Por ello es el empleado en la festividad de Pentecostés, en recuerdo de las lenguas de fuego con que el Espiritu Santo sefiored a la Madre de Dios y a los apéstoles; y en las ‘conmemoraciones de los martires. El verde se usa desde la Octava de la Epifania hasta Septuagésima: y desde la octava de Pentecostés hasta el Adviento. Siempre se ha querido representar la esperanza con este color, y él nos recuerda que la nuestra debe estar fincada en Dios principalmente. Omamentos de tela de oro pueden sustituir el blanco, el rojo y el verde; los de tela de plata, el ornamento blanco. EI morado, como contraste a los anteriores, lo emplea la Iglesia como signo de humildad y de oracion, desde el primer Domingo de Adviento hasta la Vigilia de la Natividad del Sefior; y como sefial de dolor y de penitencia, desde Septuagésima, hasta el Miércoles Santo, en lo que se refiere a la Misa; y aun en el mismo Sabado Santo, en las ceremonias anteriores al sacrificio del Altar. En los Cuatro Tiempos (témpora); en la festividad de los ‘Santos Inocentes, si no cae en Domingo, y en otros dias expresamente previstos por las ribricas. Se permite el color rosa en el tercer domingo de adviento en que el introito comienza con la palabra Gaudete (alegraos), y en el cuarto de cuaresma, en que principia con la palabra Laetare, con igual significado. El negro signo de luto y de pena, se usa el Viemes Santo, y en las misas por difuntos. a Solemne La Misa solemne es aquella en que el celebrante es asistido por un diécono y un subdiacono, y por varios acélitos para que éstos atiendan al servicio del altar. Bien se sabe que el subdiaconado es la primera de las Ordenes Mayores que la Iglesia otorga a los aspirantes al sacerdocio y es inmediatamente inferior al diécono1. EI subdiacono es el encargado de poner en las manos del didcono lo que éste necesita pasar al sacerdote durante la misa: el céliz, la patena, el in purificar el caliz, terminada la comunién. Desde el ofertorio, conserva la patena, sosteniéndola en las manos con un humeral, hasta que el celebrante concluye el Padre Nuestro. El diaconado es la orden inmediata al sacerdocio; y no solamente el diécono es el encargado en las misas solemnes de ayudar al Sacerdote, extendiendo sobre el altar los corporales, cantando el evangelio, preparando el céliz y la patena, aquél con el vino y el agua que bendice el sacerdote, como en su tiempo se dira; presentandole el incienso con que ha de incesar el altar, etc.; sino que tiene ya facultad para predicar, para llevar en sus manos la sagrada Hostia, para dar la Comunidn, etc. Ambos ministros, lo mismo que el sacerdote, se revisten con amito, alba, cingulo y nso; cantar la epistola y manipulo, y en lugar de la casulla del sacerdote, el dicono se pone dalmatica, que se diferencia de aquella en que lleva medias mangas abiertas. y el corte es un poco distinto. El didcono, ademds, usa estola, pero en lugar de cruzarla sobre el pecho como el sacerdote, la cruza por el pecho y por la espalda, sosteniéndola sobre el hombro izquierdo. E| nombre propio de la vestidura superior del subdidcono es tunica o tunicela, esto es, pequefia tlnica y es muy semejante ala dalmatica Son elementos necesarios para la misa solemne: 1. Dos ciriales, 0 porta cirios 0 velas de cera, hechos generalmente con una larga cafia ‘metélica, rematada por un candelero de forma artistica 2. Si la misa estuviere precedida o seguida de procesién, entre los ciriales se lleva la cruz alta, que hace juego con éstos, teniendo en su parte superior un crucifjo del mismo metal. 3. Incensario, o porta fuego, sostenido por tres cadenillas, con tapa perforada para que pueda salir el humo del incienso 0 través de las perforaciones. 1 Las érdenes menores, son cuatro: Ostiario o portero, esto es, encargado de las puertas del templo; lector, o sea encargado de leer las cartas de los obispos, las actas de los martires y otros escritos semejantes; exorcista, 0 encargado de exorcizar 0 hacer conjuros contra los espiritus malignos; acdlito o encargado de ayudar al celebrante, dandole las vinajeras, mudando de lugar el atl, etc. 4, Naveta o pequefio depésito para el incienso, con la cucharita apropiada para tomar éste. 5. Humeral, o sea un largo pafio de seda, que sirve para que el diacono, o el sacerdote, en su caso, puedan sostener la custod sagrado en que se coloca la Hostia consagrada para exponerla al pueblo, o bendecirlo con ella. Sirve también el humeral para que el subdiacono sostenga la patena, como en otro lugar se dijo. 6. Porta-paz, pequefio objeto metélico de unos quince centimetros por diez generalmente con grabados representando a Nuestro Sefior Jesucristo, al Espiritu Santo, etc., y que sirve para que los acélitos lo den a besar a los asistente en el altar, o en el coro, en ciertos casos seguin se recordara en su lugar. 7. Un misal adicional para que el subdiécono y el diécono canten la epistola y el evangelio respectivamente 0 lo que es Io mismo: el depésito 0 vaso 8. Sihay exposicién de la Sagrada Eucaristia, se necesita una custodia de metal formada de tres partes: el sol, el viril, y el pie. El sol es una serie de rayos alrededor de un circulo en que se coloca el viril de oro, o dorado, que contiene la Hostia consagrada; el pie sirve para sostener el sol. Misal Pontifical Llamase misa pontifical la solemne que celebran los obispos, con asistencia de varios ministros; y también la que dicen ciertas dignidades eclesiasticas. La misa puede ser celebrada por el Ordinario del lugar, es decir, por el Obispo de la didcesis, 0 por otro con asistencia del primero, o sin ella. A reserva de indicar las ribricas de esta misa solemne, se enumeran los diversos ‘ormamentos y elementos necesarios; de aquellos, unos lleva consigo el celebrante al llegar al altar, 0 cuya derecha, al lado del evangelio, estaran el trono, el gremial y un cojin; roquete, pectoral, guantes, pastoral, céligas 0 sandalias; otros deben estar colocados sobre el altar, en el orden que se enumeran, para que los ministros asistentes de alli los tomen y los presenten al celebrante: Amito, alba, cingulo, manipulo, estola, dos tunicelas delgadas, de seda, del color propio del ormamento del dia, casulla, mitra baculo y, palio, si es arzobispo. En la mesa © credencia de las vinajeras, ademas de éstas, de la tercerilla, etc., habra una jarra con agua, una bandeja y una toalla. Siel celebrante oficia con asistencia del Ordinario, frente al trono de éste, y del lado de la Epistola, habré una jarra con agua, una bandeja y una toalla Siel celebrante oficia con asistencia del Ordinario, frente al trono de éste, y del lado de la Epistola, habré un faldistorio, en el cual se sentaré para oficiar. El trono o catedra episcopal, se coloca siempre en forma prominente, y ella indica que es el lugar desde donde el Prelado ensefia a todos los miembros de Ia Iglesia que le estan directamente encomendados. Por ello, aun cuando no asista a la pontifical de otro Obispo, éste solo puede oficiar desde el trono, con autorizacién de aqueél. EI gremial es un lienzo que el celebrante pone sobre sus rodillas, mientras permanece sentado, para no ensuciar el ornamento. Suele ser bordado, ostentando el escudo adoptado por el Obispo. El roquete, que se diferenci del alba, y éste, cortas y anchas; es de lino blanco como el alba, pero no llega a las rodillas. del sobrepelliz, en que aquel tiene mangas largas como las Es, como el alba, simbolo de pureza y de castidad. La cruz pectoral, que algunos obispos usan adomada con piedras preciosas, y otros, sencillisima, pendiente del cuello mediante una cadena de oro o dorada, representa la cruz de los padecimientos que el Obispo debe paciente soportar en la misién de pastor de las almas que ha de procurar conduc al cielo. EI anillo pastoral, que se da al Obispo el dia de su consagracién, es como muestra ostensible de su desposorio con la Iglesia Cattélica. Las céligas 0 sandalias son zapatos con suela de cuero; y lo que cubre el pie y parte de la pierna, generalmente es de seda, del color del omamento del dia; algunas con varios bordados. Simbolizan que el Obispo, como los apéstoles, debe caminar sin descanso, en busca de almas extraviadas. Las tunicelas son especie de pequefias, ligeras dalmaticas de seda, simbolo de la fortaleza que debemos pedir al Seftor para soportar las cargas que sobre nosotros pesan representadas ahora por la casulla que sobre aquellas se pone el Obispo celebrante. La mitra con que cubren su cabeza los Obispos mientras pontifican, afecta la forma de un tridngulo 0 de un medio 6valo, que se une con otfo, cerrandose lateralmente, y dejando abiertas la parte superior, y la inferior. Esto se ajusta a la cabeza, de la parte posterior ‘cuelgan dos tiras que caen sobre la espalda. Es hoy signo distintivo de la autoridad episcopal, y se usa en tres formas: la preciosa, que suele estar adomada aun con piedras preciosas, la dorada, sin piedras ni laminas de oro o plata, sino de tela blanca, tejida con oro; y la sencilla, de seda 0 tela blanca de lino. ‘También la usan algunos abades y dignidades en ciertas catedrales. EI baculo, es una cafia de metal, 0 de madera mas 0 menos artisticamente trabajada, rematando en la parte superior como los cayados de los pastores. Representa la autoridad pastoral que ejerce el prelado, y cémo debe asemejarse al Buen Pastor, Jesuecristo Seflor Nuestro. Lo tiene en las manos en las procesiones y cuando da la bendicién a los fieles congregados; asi como cuando va del trono al altar, y viceversa EI Palio es una especie de collar de lana blanca con diversas cruces negras, y negro el remate que ostenta al frente y en la espalda, Lo llevan hoy solamente los ‘metropolitanos, es decir, los arzobispos, y cada cruz indica uno de los obispados sobre los cuales ejerce jurisdiccion. Se coloca sobre la casulla. 1941, Junio 1975, Benedicto XVI 2007 Contemplacién y liturgia Publicado en II Dio Giano, Sear Edizioni, Scandiano, 1992. Constantin Andronikof, nacido en 1916 en San Petersburgo (Petrograd) y fallecido en Paris en 1998, fue durante arios profesor de teologia liturgica en el Instituto de Teologia Ortodoxa Saint-Serge de Paris. Trabajé como intérprete en el ministerio de Asuntos Extranjeros del gobierno francés y fue miembro fundador de la AlIC (Association Internationale des Interprétes de Conférence, con sede en Geneve, Suiza). Autor de numerosas obras y traducciones, de entre las que cabe destacar Des mystéres sacramentels (Paris, Cerf, 1998) y Le sens de la liturgie (Paris, Cerf, 1988), fue una de las mas notables personalidades de la tradicién ortodoxa. Del tiltimo libro citado hay publicada una traduccién castellana de Lazaro Pons Velazquez (EI sentido de la liturgia La relacion entre Dios y el hombre, Valencia, Edicep, 1992, 340 pp.). El articulo aqui reproducido aparecié publicado en "Cahiers de [Université Saint Jean de Jérusalem’, n° 14: La contemplation comme action nécessaire, coloquio celebrado en Paris del 18 al 20 de mayo de 1984, Berg International Editeurs (129, boulevard Saint-Michel, 75005, Paris), 1985. Hasta hoy mismo desconocia la existencia de la traduccion castellana de Edicep; la presente conferencia aparece en ella formando el capitulo XI, aunque existen ligeras variaciones. Para emprender un discurso sobre la contemplaci6n, la the6ria, es necesario en primer lugar ser conscientes del cardcter paraddjico de nuestro intento. En efecto, hablar “teoricamente” de la thedria es contradictorio y, a priori, imposible, dado que se trata de un hecho de la experiencia, y no de una especulacion. Ni su génesis ni su ejercicio dependen de un analisis racional, y su fruto no es légicamente susceptible de formulacion ni puede ser objeto de una exposicién convincente. La contemplacién con: en ver un misterio, 0 en oirlo (lo que es lo mismo cuando se llega a un cierto nivel de percepcion espiritual). Sin embargo, disponemos de muchos testimonios dados por quienes han cultivado esta experiencia, los Padres o “atletas” espirituales. Ellos han definido su objeto, absteniéndose de explicarlo, aunque enunciando la manera y el método de enfocarlo. Asi pues, es solamente en la medida reservada en la que han hablado de él que podemos aventurarnos a decir algo de segunda mano. Dicho esto, no dejar de plantearse una pregunta natural y perentoria: gdebemos resignamos a no considerar mas que desde el exterior, como turistas en un museo, la extraord podemos interiorizarla y participar vivamente en ella apropiéndonosia en una cierta ‘medida? La fe y la tradicién cristianas nos permiten responder a la pregunta de manera afirmativa: en efecto, podemos constatar que hay una actividad humana que nos pone en contacto directo con las realidades de la vis te en suma adquisicion cuya existencia inaccesible para nosotros revelan los Padres, 0 no de la audi ién misticas, y que nos incita consciente e inconscientemente a asociarlas y a integrarlas: es la “obra comun” de la oracin de la iglesia, + que culmina en la_iiturgia__—_eucaristica. Ahora bien, ,qué nos ensefian los maestros de la contemplacién (me refiero a los de la tradicion ortodoxa)? En primer lugar, nos hacen comprender que tanto su preparacion como su efectividad, y el estado al cual conduce, son una accién incesante y también un encamizado combate. No separan la praxis de la thedria. Esta es un deseniace de aquella, pero a su vez provoca una intensificacion de todo el modo de vida, segun un comportamiento 0 politeia conforme a las iluminaciones recibidas, y no solo en el hombre interior, sino también con respecto al mundo y al préjimo. Es literalmente tras un cuerpo a cuerpo, y tras un espiritu a espiritu sin tregua con lo trascendente y con lo inmanente, positive © negativo, bienhechor o maléfico, que han podido en particular superar una doble paradoja: describir un proceso no objetivable que se abre sobre algo que es esencialmente indecible y que al mismo tiempo constituye la suprema realidad, ya que es el ser divino en sus manifestaciones. 4Nos bastaria, sin embargo, con escuchar sus discursos para comprender la el medio de acceder a ella? (No! Sus advertencias contemplacién y para adq abundan, y son serias. "Vosotros, que lo ignorais todo y que carecéis de la percepcion y de la experiencia de la iluminacion y de la contemplacion divinas, ¢cémo no os espantais por el solo hecho de escribir 0 de hablar de ellas? Si es cierto que debemos ren cuentas por toda palabra ociosa (Mt. XII, 36), Zon cuanta mayor razén no seremos juzgados por ello y castigados como habladores. de nada?" (1). Si hablar sin decir nada es condenable desde el instante en que no se trata Unicamente de un juego intelectual, sino de un ejercicio que interesa a todo el organismo humano para ponerlo en relacion con la esencia de las cosas y con las realidades divinas, cuanto mas temible es enunciar ideas falsas, dafiinas. En efecto, si el visionario esta en contacto con lo alto que le ilumina, lo esta también con lo bajo que intenta entenebrecerle. El espiritu del bien no est solo en la obra y a su alrededor; los espiritus del mal velan y los demonios hallan un terreno de actuacién privilegiado en aquellos que se esfuerzan por percibir lo invisible. De ahi la frecuencia de las exaltaciones huecas, de los falsos éxtasis y de los desordenes psiquicos, nutridos por una imaginacién pasional y por pensamientos desviados que conducen a furores fandticos (relativos, por ejemplo, al poder, al sexo, a la ideologia...). La Unica guia infalible en la materia es la doctrina recta, fundada en la Revelacién, flada en la Escritura, profundizada, desarrollada y conducida por la Tradicion. Es asi que la mistica verdadera no es sino la visién directa de los misterios de la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espiritu Santo. Dicho de otro modo, dogma y mistica van a la par, irrefutablemente indivisibles. (Por dogma entendemos aqui no solamente lo que la Iglesia ha debido formular, como en Nicea, en Calcedonia, etc., sino también los "hechos dogmaticos” mucho mas numerosos que constituyen el cristianismo, comenzando con el dogma de la propia Iglesia, que jamés ha sido objeto de un decreto coneiliar). La libertad

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