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HOJA PARA DOCENTE

Caso 1: Problemas de confidencialidad cuando hay terceros implicados

Valores en conflicto
 Por una parte, la confidencialidad, que obliga al médico a guardar secreto.
 Por otra, la salud de un tercero, en este caso al marido, al que la mujer no quiere
informar.

Cursos extremos de acción


 El médico respeta la confidencialidad sin entrar a valorar los problemas que pueda
presentar el marido.
 El médico se pone en contacto con el marido y le informa de la posibilidad de contagio.

Cursos intermedios de acción


Deliberar sobre los cursos de acción intermedios nos ayudará a acercarnos a la toma de una
decisión prudente:
1. Acoger a la paciente, identificar sus miedos y establecer con ella una relación de confianza.
2. Informar a la paciente de que es muy probable que su marido presente síntomas y acuda a
la consulta, así como de los riesgos que corre si no los presenta y no se trata. Caso de que el
marido decida por su cuenta ir a ver a un médico, va a resultarle a ella muy difícil “esconder” el
problema.
3. Obtener el compromiso de que no mantenga relaciones sexuales en la semana siguiente tras
su tratamiento.
4. Adelantar pactos dependiendo de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos. Por
ejemplo, si el marido acude con síntomas, se le informará del tipo de infección que tiene sin
hablar de la consulta previa de la paciente.
5. Ofrecerse a informar conjuntamente al marido, si finalmente se decide esa opción.
6. Proporcionar a la paciente los tres comprimidos del tratamiento para que se los dé a su
marido, aduciendo una infección vaginal banal en la que conviene tratar a la pareja.

Curso(s) óptimo(s) propuesto(s)


 Pueden ponerse en práctica, a la vez, varios de los cursos intermedios planteados.
 Es importante tener en cuenta tanto la probabilidad conocida de que se produzca un
daño al marido, como la magnitud esperada de ese daño y la posibilidad real de
evitarlo con nuestra intervención.
 El objetivo a conseguir es diagnosticar y tratar al marido sin por ello romper la
confidencialidad.

Recomendaciones
 Es aconsejable que, previamente, nos preguntemos por nuestros prejuicios cuando
nos enfrentamos a este tipo de casos. Se debe evitar cualquier tipo de juicio moral
sobre los pacientes.
 En este, como en otros casos, es imprescindible conocer la epidemiología y clínica de la
enfermedad antes de entrar en el análisis ético del caso.
 Si hubiera que informar al marido, es recomendable evitar que el médico informe de
forma directa, procurando que sea la mujer quien transmita la información. Se debe
utilizar el mínimo de información que produzca.
Caso 2: El problema de la confidencialidad de los datos del menor

Valores en conflicto
 La intimidad de la menor y la confidencialidad de sus datos.
 La necesidad de la madre de conocer los riesgos que está asumiendo su hija, para
proteger su salud.

Cursos extremos de acción


 No decir nada a su madre. Terminar la revisión, dándole consejos y derivándola a la
ginecóloga de referencia.
 Decírselo a su madre.

Cursos intermedios
1. Completar la entrevista con Rocío, preguntándola acerca de su familia, amigos, relaciones en
la escuela, ocio, deporte, sexo, hábitos y conductas de riesgo. Explorar su autoestima y estado
emocional, descartando abuso o maltrato. Valorar la madurez de Rocío, investigando si conoce
los riesgos de la sexualidad y las posibles consecuencias de su comportamiento. Valorar su
nivel cognitivo y su capacidad para entender las consecuencias para el futuro de mantener esa
relación. Persuadir a Rocío de la necesidad de tener una entrevista conjunta con su madre.
2. Hacer pasar a la madre a la consulta junto a Rocío y explorar la comunicación entre ambas y
su relación afectiva, observando su lenguaje no verbal durante la entrevista. Hablar con la
madre en presencia de su hija acerca de su conducta, relación familiar y rendimiento escolar.
No comentar con la madre la sexualidad de su hija.
3. Una vez confirmada nuestra impresión de la anterior visita de que Rocío es una menor
madura, reanudar la entrevista con ella a solas. Hablar con Rocío del informe ginecológico y
del procedimiento quirúrgico que le realizará la ginecóloga, tranquilizándola.
4. Comentar con Rocío los riesgos emocionales de las relaciones inadecuadas. Insistir en las
prácticas de sexo seguro.
5. Apuntar en la historia clínica la patología banal que presenta Rocío, guardando la
confidencialidad.
6. Hablar con la ginecóloga, intentando que cite a Rocío para el tratamiento en un breve plazo.
Poner en común los hallazgos, comentándole la valoración de la madurez de Rocío, que
coincide con la impresión previa de ambas ,y sugiriéndole que una vez realizada la intervención
quirúrgica con anestesia local, si no surge ninguna complicación, ambas guarden la
confidencialidad, pues Rocío no quiere que su madre se entere.
7. Citar a Rocío para revisiones posteriores, en su consulta y en la de la enfermera, creando un
espacio en el que se puedan plantear dudas acerca de la sexualidad y que permita un refuerzo
conductual.

Curso(s) óptimo(s) propuestos


 El curso 1 es imprescindible. El 2 es deseable, para descubrir contradicciones en el
relato de Rocío, si existieran.
 El curso 3 es necesario, pues debemos tranquilizar a la paciente acerca del
procedimiento que debe realizar la ginecóloga, explicándoselo con detalle.
 El curso 4 debe estar incluido en toda entrevista con una adolescente, aunque no se
plantee tener relaciones. Siempre debe realizarse la educación para la salud de forma
anticipada, insistiendo en los peligros de las prácticas de riesgo.
 Por tanto, el curso óptimo sería una combinación de los anteriores.
 Los cursos 5 y 6 son consecuencia de que al ser una menor madura tiene derecho a la
confidencialidad de los datos, ya que se ha excluido riesgo grave para la salud, abuso y
daño a terceros −que constituirían excepciones a su derecho a la confidencialidad−, y
por tratarse de una patología banal, que puede resolverse fácilmente en la consulta
ambulatoria y no reviste complicaciones.
 El 7 es deseable para no perder la oportunidad del counselling.

Recomendaciones
 Es preciso tener presente que la intimidad es el ámbito en que los seres humanos
gestionan libre y privadamente su mundo de valores, y que todo lo referente a la
intimidad tiene carácter confidencial. La menor, si tiene la suficiente madurez, tiene
derecho a la guarda del secreto respecto de esa información íntima, y los profesionales
tenemos que respetarlo, sin más limitación que el riesgo vital, abuso o maltrato. De lo
que se deriva que no podemos informar a los padres sin su consentimiento. Guardar la
confidencialidad nos permitirá realizar el seguimiento, favoreciendo un cambio de
conducta. No obstante, si el problema es importante, debe favorecerse la
comunicación con los padres, asumiendo el profesional el papel de mediador, a lo que
suelen acceder.
 Otro aspecto importante es el respeto a la autonomía. La adolescente, según su
estadio de maduración moral, está en camino de convertirse en una persona madura,
observante, capaz y responsable, que merece nuestro respeto, ya que tiene dignidad y
valor intrínseco. El profesional tiene la responsabilidad de valorar esa madurez y según
el grado de ésta, informar a la adolescente, explicándola el diagnóstico, pronóstico,
naturaleza y propósito del tratamiento.
Debe hacerlo verazmente, con sensibilidad e integridad. Facilitaremos la deliberación
conjunta, teniendo en cuenta sus valores, de las distintas alternativas, de sus riesgos y
beneficios. La reflexión sobre las distintas opciones ha de hacerse sin coacción ni
manipulación, aunque es legítima la persuasión. De esta forma, la decisión se tomará
de forma voluntaria, siendo expresión de su autonomía, pudiendo la paciente prestar
su consentimiento para todo el proceso diagnóstico y el tratamiento, así como para las
actividades de prevención e investigación.
 Capítulo especial merece el tema del “menor maduro”. El desarrollo del menor es un
proceso progresivo y dinámico en el que intervienen múltiples factores: cognitivos,
afectivos, psicobiográficos, motivacionales y situacionales. Entre ellos, el factor que
parece más relacionado con el desarrollo de la madurez moral es el cognitivo, el
desarrollo del juicio moral. Los estudios de psicología evolutiva de la moralidad
demuestran que la mayor parte de los adolescentes alcanzan su madurez moral entre
los 13 y los 15 años. Este dato ha sido fundamental en el desarrollo de la doctrina del
menor maduro.
 Aunque los jóvenes tienen muchas posibilidades de llevar una vida sexual
independiente, deben ser responsables de las consecuencias y tomar decisiones
prudentes. Los profesionales de Atención Primaria debemos acompañarles en el
proceso de maduración, su camino hacia la adultez. La colaboración multidisciplinar y
el seguimiento estrecho son relevantes para establecer una relación de confianza y
ayuda. El pediatra y la enfermera tienen una tarea educativa, introduciendo
enseñanzas y consejos que transmitan una idea de la sexualidad sana, placentera,
voluntaria, congruente con su situación y segura, realizando una labor preventiva de
los riesgos.

Fuente: “Retos éticos en Atención Primaria” - Fundación de Ciencias de la salud y autores

Link: https://www.cgcom.es/sites/default/files/retosEticosenAtencionPrimaria.pdf

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