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El autor propone un abordaje de la prostitución desde el punto de vista de la psicología del cliente: esos “tipos
como cualquier otro” que, más allá de las diversas razones que pueden aducir, expresarían “el reforzamiento de
los valores más tradicionales del patriarcado”.
Palabras clave: psicología, prostitución, patriarcado.
Abstract
The author proposes an approach to prostitution from the point of view of customer psychology: those "types like
any other" that, beyond the various reasons that can be adduced, express "the reinforcement of traditional
values of patriarchy".
Keywords: psychology, prostitution, patriarchy.
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aparentemente, disfrutar con ello? Más aún: tión: el proceso de devenir cliente de la pros-
¿por qué se ha extendido tanto el consumo titución”. La investigación consistió en una en-
sexual pago en épocas como la que nos ha cuesta, entrevistas semidirigidas y grupos de
tocado vivir, cuando la liberación femenina reflexión con varones que voluntariamente
alienta una sexualidad a la carta “gratuita”? aceptaron participar del proyecto. Fueron con-
Para comenzar, arriesgo un camino: el aumen- vocados a través de avisos que aparecieron en
to del mercado de la prostitución, el tráfico los diarios (incluso en periódicos de distri-
internacional y la trata no están desvinculados bución gratuita) bajo la siguiente consigna: “El
de la globalización, por un lado y, por el otro, clientelismo es una construcción social y no
del movimiento mundial de mujeres y del femi- producto de una tara individual pasible de ser
nismo contemporáneo, que interpelan al poder curada o reprimida. ¿Está usted dispuesto a
y ponen en cuestión, como nunca antes había participar en una investigación sobre prosti-
sucedido, el dominio de los varones en la tución?”
esfera pública. El tímido pero alentador Uno de los resultados más notables del aná-
debilitamiento del patriarcado, si no mantiene lisis de las entrevistas es que la mayoría de los
una relación causal, al menos coincide con el varones que consumen prostitución no perte-
auge de la trata. Quiero decir: el reforzamiento necen a edades avanzadas, ni son jóvenes
de los valores más tradicionales en ese “coto acuciados por la erupción hormonal típica del
masculino”, verdadera religión que tiene a los ciclo vital, sino que tienen entre treinta y cinco
clientes por feligreses y al burdel como y cincuenta años y son casados o viven en
parroquia –y que se caracteriza por su estilo pareja. De entre ellos, el cincuenta y cinco por
violento y denigratorio de lo femenino– parece ciento tenía uno o más hijos.
no ser ajeno a las contingencias por las que A partir de la encuesta y sin ánimo de tipifi-
atraviesa el patriarcado. carlos, es posible agrupar las lógicas argumen-
tales a las que recurren los entrevistados para
Un cualquiera. fundamentar su afición a la prostitución.
Los clientes son tipos como cualquier otro:
abogados, policías, arquitectos, psicoanalistas, - Una de ellas es la abstinencia sexual y la
gente de trabajo, políticos y desocupados. soledad afectiva. La mayoría de los clientes
Señores de cuatro por cuatro y muchachos de habituales y ocasionales explican su debilidad
bicicleta. Son púberes de trece años, ado- por las prostitutas en función de su timidez, del
lescentes, jóvenes, viejos y ancianos. Casados temor a las mujeres o por otras inhibiciones.
y solteros. Son diputados y electricistas; curas Ubican el by pass a la prostitución cuando el
y sindicalistas. Son capacitados y discapaci- contacto con las mujeres verdaderamente
tados. Son tipos sanos y enfermos. En defini- deseadas se les ve dificultado. Del desempeño
tiva, todo varón homo o heterosexual, en cuan- en las entrevistas surge que la falta de con-
to ha dejado de ser niño, es un potencial clien- fianza en sí mismos, la baja autoestima,
te. Así, no sería exagerado afirmar que la sola heridas narcisísticas provenientes de desenga-
condición de varón ya nos instala en una ños amorosos, yacen debajo de la explicación
población en la que hay grandes posibilidades que los empuja a los contactos fáciles que la
de convertirse en consumidor. prostitución ofrece. Así, la abstinencia sexual y
Recientemente, Nicole Ameline, ministra de la la soledad afectiva se constituyen en la prime-
Paridad y la Igualdad Profesional (equivalente ra causa aducida para devenir cliente –el
a la Secretaría de la Mujer) de Francia, recibió setenta y cinco por ciento de los casos–: esto
una investigación realizada en ese país y es, resulta ser la principal estrategia de
auspiciada por el Mouvement du Nid. El elo- justificación, desde que instala a los clientes en
cuentísimo título de la investigación, firmada el lugar de víctimas. Como víctimas de sus
por Saïd Bouamama, es “El hombre en cues- propias insuficiencias, aspiran a la compren-
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tienen relaciones sexuales con mujeres degra- de la humillación masculina en aras del re-
dadas (cito a Freud) “evidencian claros signos fuerzo de la virilidad convencional.
de no hallarse en dominio pleno de su energía Así, la “prostitución” deviene el analizador pri-
instintiva psíquica que se muestra caprichosa, mordial de la cultura actual. Analizador, en el
fácil de perturbar, incompleta y, muchas veces, sentido que este término tiene para el análisis
poco placentera”. Y esta considerable limita- institucional: analizadores son esos indicios
ción en la elección de objeto se debe a la dis- que explicitan la existencia de conflictos, de-
tancia que mantiene con la siempre anhelada seos y fantasmas en la vida social. La “pros-
corriente cariñosa que, pese a todo, el cliente titución” es el analizador primordial de la cul-
espera. “No me abraza ni me besa de verdad, tura actual, no solo por la incomodidad ética
y me despacha no bien termina el tiempo del que genera, sino también porque es en la
acuerdo”, se resiente uno de los entrevistados. explotación sexual comercial donde el patriar-
cado lleva al límite los valores impuestos por la
Prostituyente sociedad de consumo y se hace evidente la
Porque el caso es que, si en algún momento condición de mercancía de los cuerpos. Cuer-
Freud afirmó que “la degradación psíquica del pos cuyo aprovechamiento y goce tiene un
objeto sexual (la puta) cumple la función de costo y un rendimiento que se juega en el
abrirle el paso a una sexualidad que puede intento fallido por reforzar la presencia del
exteriorizarse libremente y le permite al varón equivalente universal dinero y por restituir (si
desplegar un intenso placer”, enseguida es que alguna vez lo han perdido) el poder de
consignó que “aquellas personas en quienes los varones.
las corrientes cariñosa y erótica no han con- Antes afirmé que los clientes, los más guar-
fluido debidamente viven, por lo general, una dados de esta historia, eran los principales
vida sexual poco refinada. Perduran en ellas prostituyentes. Son, también, los que deciden
fines sexuales perversos, cuyo incumplimiento la incorporación creciente de productos exó-
es percibido como una sensible disminución de ticos (asiáticas, latinas o negras destinadas a
placer”. Contradicción freudiana que los varo- los blanquitos del Norte) y de la cada vez más
nes encuestados por Bouamama vienen a reducida edad de la “mercadería” que con-
confirmar. sumen. Entonces, al poner el foco en las
Contradicción e insatisfacción de los clientes mafias, al penalizar a los proxenetas y a las
que, aun así, no alcanza para perturbar el prostitutas, se elude a los clientes y, de esta
auge indetenible de la demanda de pros- manera, la sociedad en su conjunto se encarga
titución. Porque de lo que aquí se trata no es de aliviar la responsabilidad que cae sobre
otra cosa que la subordinación de los varones aquellos que inician, sostienen y refuerzan
a un imperativo que tiene como fin último esta práctica. Por eso, sostengo que cualquier
atenuar el temor al cuerpo de la mujer; la intervención en este problema debería tener en
compulsión a controlar y expropiar a las cuenta las representaciones que en el ima-
mujeres de su deseo. De lo que aquí se trata ginario social legitiman la prostitución. La
es de que en ese encuentro pautado por legislación del estado o los tratados interna-
horario, lugar y precio –vivido siempre como cionales, necesarios como son, nunca serán
pretexto para el despliegue de una escena suficientes para remover las prácticas conva-
totalmente ritualizada, simulacro de un encuen- lidadas por las costumbres: ancestrales dere-
tro sexual, parodia de una relación pasional–, chos de los hombres sobre el cuerpo de las
todo está puesto al servicio de la dominación, mujeres, derechos de los poderosos sobre el
la denigración femenina y, dicho sea de paso, cuerpo de los débiles.
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