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PRESENTACIÓN

Las diferentes formas de degradar la tierra (como la erosión y la contaminación) podrían


privar al mundo de un tercio de las tierras cultivables hacia finales de este siglo. El valor
(económico y social) del suelo irá en aumento debido a que este es un recurso finito y la
población está en crecimiento. Muchas de las malas prácticas para con el suelo son
realizadas en el ámbito de la agricultura, es por eso que se centra en esta, buena parte de
los esfuerzos para evitar dicha degradación. Actualmente, la introducción de técnicas de
agricultura de conservación supone una alternativa más respetuosa con el medio
ambiente.

Por todo lo anterior, desde 1993 PASOLAC ha dirigido esfuerzos hacia los aspectos
técnicos y metodológicos de la conservación de suelos, principalmente entidades que
trabajan en laderas. A través de los años de trabajo se compilado y generado información
parte de la cual está siendo compartida a través de este manual. PASOLAC, percibe el
componente de educación como un pilar para la generación del cambio en el sector
agrícola, es por esa razón, que junto con la secretaría de educación de Honduras, se
elaboró este manual cuyo objetivo es brindar conocimiento en conservación de suelo a
jóvenes y docentes de diferentes institutos técnicos agrícolas del país. Con gusto se
presenta dicho manual para que sea utilizado de tal forma, que contribuya a que los suelos
del país sean preservados para futuras generaciones.

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CONSERVACIÓN DE SUELOS

1. DEFINICIÓN

La conservación de suelos es un sistema que complementa y combina obras


estructurales, medidas agronómicas, de fertilidad y agroforestales. Este sistema
debe aplicarse de la forma más completa posible, si se desea tener éxito tanto en
la protección del suelo como en la productividad.

2. OBJETIVOS

 Controlar la erosión: evitando que la corriente arrastre el suelo. La cantidad


de suelo fértil que se pierde en cada temporada lluviosa y que la corriente se
lleva al río u otros depósitos, es muy alta, esta pérdida erosiva da como
resultado la pérdida de la capa productiva del suelo y la formación de cárcavas,
las prácticas de conservación de suelos están orientadas a frenar la velocidad
del paso de agua por sobre el suelo (escorrentía).
 Aprovechar mejor el agua: aumentar la infiltración del agua en el suelo. Fuera
del suelo se pierde toda el agua de la escorrentía que no logra infiltrarse; esta
agua no puede ser aprovechada por los cultivos, las obras de manejo de suelo
y agua permiten el almacenamiento y/o el aprovechamiento del recurso
hídrico, dando un uso sostenible al suelo.
 Mejorar la fertilidad de los suelos y prevenir con más eficiencia las plagas y
enfermedades: La conservación de suelos, además de contemplar la
construcción de obras físicas para el manejo del mismo, consiste también en
la aplicación de medidas que ayuden a mejorar la fertilidad del suelo con el
propósito de evitar las pérdidas de suelo por erosión y mejorar el rendimiento
de los cultivos.

3. PRINCIPIOS

a) Proteger la superficie del suelo: Una cobertura vegetal protege el suelo contra
el golpe de las gotas de lluvia y el arrastre del agua de escorrentía. También
aumenta la infiltración del agua en el suelo porque, bajo la protección de la
cobertura, éste no pierde su buena estructuración por la compactación.

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b) Reducir el largo de la pendiente: Hay varias prácticas que reducen el largo
de la pendiente y con eso la velocidad de la escorrentía. También ayudan a
aumentar la penetración del agua en el suelo y reducen así la cantidad de suelo
perdido por los procesos erosivos. Con las obras de reducción o corte de la
pendiente, el suelo que arrastra la escorrentía se sedimenta y se mantiene en
cada estructura construida.
c) Reducir la inclinación de la pendiente: Con todos los tipos de terrazas se
evita la escorrentía y se aumenta la infiltración del agua en el suelo. Las
terrazas, al mismo tiempo, ofrecen una plataforma cultivable.
d) Incorporar materia orgánica al suelo: Estas prácticas ayudan
considerablemente a mejorar la fertilidad del suelo. La materia orgánica se
vuelve humus, que funciona como una esponja, lo que favorece mucho la
infiltración del agua en el suelo y su retención, la disponibilidad de nutrientes
y también la disminución en la escorrentía en el suelo.

4. PENDIENTE: INCLINACIÓN DEL SUELO


La pendiente caracteriza la desviación de la inclinación de una ladera de la
horizontal en porcentaje (%) o en grados (º).
4.1. Método de medición
La pendiente se puede medir usando el nivel "A" y una cinta métrica o se puede
estimar con el método del brazo.
 Método “A”: Para el aparato "A" de 2 metros de ancho en la base, el
porcentaje de pendiente es la mitad de la diferencia en altura en
centímetros entre dos puntos determinados a lo largo de la pendiente (con
el aparato "A" puesto a nivel). En este ejemplo son 140 dividido entre 2,
igual a 70%de pendiente.
 Método “B”: Para el método de brazo se determina primero la diferencia
en altura en centímetros entre dos puntos determinados a lo largo de la
pendiente (por ejemplo170cm). En seguida, se mide la distancia horizontal
entre los dos puntos a lo largo de la pendiente en metros (por ejemplo 8m)
y se calcula la relación entre la diferencia de altura y la distancia entre los
dos puntos (170/8=21); la pendiente tiene en este caso un nivel moderado
de 21% o 12°.

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La pendiente influye en la efectividad de las prácticas de conservación de suelos
y agua y la construcción misma de las prácticas. Desde el punto de vista técnico-
científico, laderas con más del 50% de pendiente son exclusivamente de vocación
forestal. En terrenos con menos de 50%, se recomienda una distancia entre las
prácticas en función de la pendiente.

Distanciamiento entre las obras físicas de conservación de suelos según la


pendiente.

En suelos superficiales se recomienda reducir la distancia entre barreras en un 20-


30% de lo indicado. Sin embargo, la realidad de las laderas en nuestra región es
diferente, los productores toman en cuenta lo siguiente:
 La pérdida de terreno por las barreras.
 Sombra de barreras vivas de árboles o zacates altos sobre cultivos.
 Mano de obra necesaria para el establecimiento de obras.
 La dificultad que causan las barreras en el uso de la tracción animal para
el movimiento en la parcela.
 La combinación de las barreras con otras prácticas de manejo de cultivo.

5. EL NIVEL "A"
El nivel "A" es una herramienta agrícola de bajo costo, con forma de A mayúscula
de múltiples usos para el buen manejo de suelos 1ncl1nados. De esta manera, se
pueden hacer siembras orientadas (de igual pendiente) y se pueden implementar
tecnologías de conservación de suelos y agua. Con ella se pueden hacer trazos a
nivel o con desnivel.

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5.1. Importancia y funciones
Es una herramienta de múltiples usos para el buen manejo de suelos inclinados:
 Con él se pueden hacer siembras orientadas (de igual pendiente).
 También se pueden implementar tecnologías de conservación de suelos y
agua.
 Con él se pueden hacer trazos a nivel o con desnivel.
5.2. Tipos
 Nivel "A" con una plomada de piedra. Es de muy bajo costo, pero tiene
la desventaja que el viento afecta bastante en la medición.
 Nivel "A" equipado con un nivel de burbuja o de albañil. Con este tipo
de nivel se avanza más rápidamente y el viento no lo afecta.

6. LÍNEA MADRE
Para establecer los puntos de partida de las curvas a nivel, se traza una primera
línea llamada línea madreó línea guía. La línea madre se ubica en una parte de la
ladera que tenga una inclinación cerca del promedio de la pendiente (promedio
que hemos determinado antes).
Para medir y respetar la distancia entre curvas a nivel hay que marcar una línea
madre que va guiando desde un punto alto hasta un punto más bajo, para eso, una
persona se ubica en el punto más alto, otra en el punto más bajo y la tercera, va
marcando y colocando estacas en intervalos uniformes los puntos donde se
realizarán los trabajos o las obras de conservación de suelos. Sí las distancias entre
curvas son de dos metros, se puede usar el nivel "A". Si se ubica la línea madre en
una parte donde la pendiente es menor o mayor que el promedio, las obras no van
a acercarse lo suficiente o se abrirán demasiado.

7. CURVAS A NIVEL Y DESNIVEL

7.1.Trazos en curvas a nivel


 Esta práctica consiste en orientar las hileras del cultivo en curvas a nivel.
 Cada curva a nivel es una línea de puntos que están en la misma elevación.
El cultivo en curvas a nivel funciona adecuadamente para controlar la erosión y
conservar el agua mediante una mejor infiltración hasta una pendientes de un 10%,
siempre y cuando se aporquen las plantas para formar mini barreras contra la
erosión. En pendientes mayores, la práctica debe ser combinada con otras técnicas
de conservación, como el uso de barreras vivas, entre otras.

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Las obras de conservación de suelos se construirán según la pendiente del terreno.
Entre mayor sea la pendiente, más cerca tendrán que estar las obras de
conservación de suelos.
7.2. Trazos en curvas a desnivel:
Si tenemos un terreno donde se acumula el agua y necesitamos desviar o sacar el
agua del mismo, orientamos las curvas a desnivel. Debemos tener mucho cuidado
con el grado de desnivel de las curvas, ya que cuando es muy alto el mismo, el
agua tomará una velocidad mayor y puede ocasionar muchos problemas. Se
recomienda un desnivel del1% en distancias cortas y un 0.5% para distancias
largas.
Si tenemos el aparato "A" nivelado, debajo de una de las patas, se coloca un trozo,
cuña o taco de madera. Si daremos un desnivel de un 1%, colocamos un trozo de
2 cm de grosor; si utilizaremos un desnivel de 0.5%, el trozo será de 1 cm de
grueso. Si usamos un nivel de burbuja, se colocan cuñas hasta que esté centrado.
Se procede de la misma manera en que se trazó la curva a nivel, pero utilizando
el taco o cuña. Así quedará trazada la curva con el desnivel requerido.

8. TÉCNICAS DE CONSERVACIÓN Y MEJORAMIENTO DE


SUELOS

8.1. BARRERAS VIVAS


Son hileras densas de diversas especies vegetales tales como Leucaena, Gandul,
Madero negro u otras especies sembradas en curvas a nivel. La distancia entre
curvas depende de la pendiente y del tipo de suelo. Se combina bien con otras
técnicas (ej. acequias). Sirven para reducir la velocidad del agua, por cortar la
ladera en pendientes más cortas y reducen la velocidad del viento (uso de rompe
vientos). Además, la barrera es un filtro para captar los sedimentos que van en
el agua de escurrimiento. En muchos casos, el buen manejo de la barrera viva da
como resultado la formación paulatina de terrazas (Fotos 19 y 20). Con el aparato
"A" se traza la curva a nivel, luego se hace con la piocha una raya para aflojar el
terreno. Se siembran árboles como la Leucaena (Leucaena leucocephala),
arbustos de Madero negro (Giírícídía sepíum), pasto (Kíng grass), un cultivo
(piña) u otra planta como la espada San Miguel (Iris germaníca).

8.2.BARRERAS MUERTAS
Son muros de piedra en curvas a nivel que evitan el arrastre del suelo. La
distancia entre curvas está sujeta a la pendiente y el tipo de suelo. Se combinan
bien con otras técnicas. La combinación más frecuente es con barreras vivas de
árboles, zacate taiwán, piña, zacate limón o vetiver, para proteger el borde
inferior o superior de ellas. Sirven para reducir la velocidad del agua por cortar
la ladera en pendientes más cortas, además, para captar los sedimentos que van
en el agua de escurrimiento. Las barreras muertas resultan en la formación
paulatina de terrazas. El efecto de las barreras muertas se concentra en retener el
suelo. Se recomienda combinarlas con técnicas que mejoran o aumentan la
fertilidad del suelo.
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8.3. ACEQUIAS A NIVEL
Son zanjas o canales de forma trapezoidal construidas a nivel en dirección
transversal a la pendiente. La finalidad de las acequias a nivel es, en primer
lugar, la conservación de agua, sirviendo como acumulador y mejoramiento de
la infiltración del agua en la zanja. En segundo lugar, las acequias contribuyen
a la conservación del suelo en combinación con barreras vivas, barreras
muertas y otras prácticas, dividiendo la parcela en pendientes cortas. La
distancia entre acequias está sujeta a la pendiente del terreno. En algunos casos
las acequias se pueden hacer con apoyo de la tracción animal; en pendientes
hasta un 15% se puede utilizar el arado vertedera con bueyes, en pendientes de
15-25% se recomienda el uso de un buey o un caballo.

8.4. ACEQUIAS A DESNIVEL


Son zanjas o canales de forma trapezoidal, construidas a desnivel en dirección
transversal a la pendiente. La finalidad de las acequias a desnivel es, en primer
lugar, el drenaje del agua en exceso. En lugares con altas precipitaciones y en
suelos de baja infiltración las acequias a nivel han causado problemas de
sobre saturación del suelo. Por esto, un desnivel a un 1% permite el drenaje
de la zanja. Las zanjas a desnivel requieren de desagües al lado del campo,
para evitar la formación de cárcavas. En segundo lugar, estas acequias
contribuyen a la conservación del suelo en combinación con barreras vivas y
otras prácticas, dividiendo la parcela en pendientes cortas.

8.5. TERRAZAS
Son una serie de plataformas continuas a nivel en forma escalonada con un
terraplén cultivable y un talud conformado por el corte y el relleno. Las
medidas (tamaño, talud) de las terrazas están sujetas a la pendiente y tipo de
suelo. Son las obras más efectivas en controlar la erosión en laderas. Su uso
es limitado por su alto costo, el cual se justifica solamente en zonas/fincas
con escasez de tierra, suficiente disponibilidad de mano de obra en la época
seca y para la producción de cultivos de alto valor (hortalizas, flores, frutales).
En muchos casos se aprovechan las terrazas de banco hasta en la época seca
a través del riego. Tienen la finalidad de controlar la erosión para un uso
intensivo de la tierra en laderas.

9. TÉS ORGÁNICOS
Con los estiércoles de animales también pueden prepararse los llamados "tés", que
son fertilizantes líquidos o foliares, adecuados para la aplicación en los cultivos
en cualquier estado de crecimiento. Un fertilizante foliar o té de estiércol, se
prepara llenando un saco poroso o de mezcal con tres cuartas partes de estiércol
de vaca o de gallina. Luego se amarra con cabuya y se mete en un drón o tonel
con capacidad de 200 litros, lleno hasta la mitad de agua y luego se termina de
llenar. Después se tapa con plástico, dejándolo reposar por 15 días para que

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fermente el estiércol, liberándose así, en el agua, los nutrientes y otras sustancias
benéficas para el cultivo.
Cuando tenga más de 15 días de fermentación estará listo para usar. Si la
coloración está muy oscura, indicativo de alta concentración, se aplican 3 litros
por bomba de mochila. Cuando la solución está menos concentrada, se puede usar
1/2 bomba de mochila con té de estiércol, completar el resto con agua y aplicar
sobre el follaje en cultivos de hortalizas o frutales cada 10 a 15 días o cada 2 a 3
semanas, de tal manera que quede bien húmedo, pero sin causar goteo desde las
hojas.

10.LA LABRANZA CONSERVACIONISTA

La labranza consiste en la roturación y volteo o remoción del suelo, para favorecer


el desarrollo de las raíces del cultivo y combatir o eliminar malezas y ciertas
plagas. Por otra parte, mejora la aireación y la filtración del agua en el suelo,
produciéndose una buena germinación de la semilla y un buen desarrollo de las
plántulas. La roturación del suelo puede realizarse en áreas planas y en terrenos
de ladera. Sin embargo, en terrenos inclinados no se recomienda hacerla, por los
severos problemas de erosión por acción del agua de lluvia, que no se logra filtrar
y que se escurre por la superficie arrastrando grandes cantidades de suelo y
nutrientes, disminuyendo así su fertilidad y productividad.
Para obtener buenos resultados con la roturación del suelo y minimizar los
problemas de erosión, se recomienda la labranza mínima o labranza
conservacionista. Esta labranza conservacionista consiste en reducir
drásticamente o eliminar la labranza máxima con el fin de conservar el agua y el
suelo. En nuestro país generalmente se realizan dos tipos de labranza
conservacionista: la cero labranza con mulch y la labranza mínima con mulch.

10.1. LA CERO LABRANZA CON MULCH.


Consiste en no quemar la parcela del agricultor, sino más bien utilizar los
residuos de maleza y cosecha como mulch o cobertura muerta. Al momento
de realizar la siembra, se apartan los residuos de mulch y se rotura el suelo
con el chuzo o pujaguante, para enterrar la semilla sin hacer más remoción en
el terreno. Con esta práctica se reduce la erosión en más de 80% aún en
terrenos muy inclinados. Este tipo de práctica viene a sustituir la labranza
cero tradicional que es una actividad no sostenible, porque los agricultores
realizan la quema que destruye el mulch que protege el suelo de la erosión y
del arrastre de nutrientes.

10.2. LABRANZA MÍNIMA CON MULCH.


Consiste en la rotura del suelo solo en las fajas o huacas en donde se va a
sembrar. Al igual que la labranza cero con mulch, los residuos de cultivo no
se queman sino que se utilizan como mulch. El espacio restante no se rotura
y se controlan las malezas chapiándolas con el machete. La importancia de
esta práctica es el alto grado de protección que da a los terrenos inclinados, al
no roturarse completamente el suelo; así como también por incrementar la

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disponibilidad de nutrientes y el mejoramiento de las condiciones del mismo,
al facilitar la aplicación de abono orgánico, o estiércol fresco o descompuesto.

Existen dos formas de realizar la labranza mínima:

a) La labranza mínima en surcos o continua: Es una forma de labranza en


donde se remueve solamente las fajas estrechas de 20 a 30 centímetros de
ancho que serán ocupadas por el cultivo, dejando la parte de tierra entre
surcos sin remover. La remoción de suelo dentro de esta faja se hace a
una profundidad de 15 a 30 centímetros, según el tipo de suelo y clase de
cultivo. La cantidad de abono orgánico que se puede aplicar en este tipo
de labranza es de 1/2 a una pala llena por metro lineal, según el grado de
fertilidad del suelo. También se puede aplicar de uno a dos puñados de
ceniza de leña. Este tipo de labranza se adapta para cultivos como maíz,
arroz, frijol, maicillo y algunas hortalizas.

b) Labranza mínima individual o en huacas:


Es una forma de labranza conservacionista donde se prepara el suelo
solamente alrededor de la postura de siembra. La remoción de suelo se
hace de forma circular a unos 20-25 centímetros alrededor de la postura,
dejándose sin remover el suelo que hay entre los surcos, al igual que el
espacio entre posturas. Como en la labranza mínima en surcos, se
recomienda aplicar abono orgánico de 1/2 a una pala de abono orgánico
o estiércol fresco o descompuesto, más uno o dos puñados de ceniza por
huaca. Este tipo de labranza se puede recomendar para cultivos de
distanciamiento largo, tanto entre plantas como entre hileras, como
sandia, yuca, camote, pataste, tomate, chile y frutales.

11. SIEMBRA AL CONTORNO O EN CURVAS A NIVEL


También se le llama siembra en contra de la pendiente o siembra atravesada a la
pendiente. Esta práctica consiste en hacer las hileras del cultivo en contra de la
pendiente siguiendo las curvas a nivel. Se recomienda para cualquier clase de
cultivo cuando la pendiente del terreno es mayor al 5%. La importancia de esta
práctica es que al sembrar las hileras del cultivo en contra de la pendiente, las
demás labores del cultivo como limpieza y aporques, se hacen de la misma
manera. Además, cada surco o hilera del cultivo se oponen al paso del agua de
lluvia que no se logra filtrar en el suelo, disminuyendo su velocidad, y así hay
menos arrastre del suelo y nutrientes. Una forma sencilla de hacer la siembra en
contra de la pendiente del terreno es trazando en el centro de la parcela una curva
a nivel con el agro-nivel o nivel "A". Esta curva trazada será el surco o hilera
madre que servirá de línea guía para trazar las demás hileras del cultivo paralelas
a este surco madre, tanto hacia arriba como hacia abajo del terreno hasta que quede
cubierta toda la parcela. Para proteger mejor los suelos inclinados, se recomienda
combinar esta práctica con otras de mayor eficiencia para el control de la erosión
como las barreras vivas, barreras de piedras y zanjas de ladera.

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11.1. BARRERAS VIVAS
Esta práctica de conservación de suelos consiste en sembrar hileras de
plantas perennes o de plantas de crecimiento denso o de buen
macollamiento en contra de la pendiente del terreno siguiendo las curvas
a nivel o desnivel. Las plantas que generalmente se usan son pastos como
el king grass, zacate guinea, valeriana, zacate, limón, piña, caña de azúcar,
entre otras. Estas plantas se pueden sembrar en hileras dobles o al
tresbolillo, distanciadas de 15 a 20 centímetros (un jeme o una cuarta de
la mano), separada una barrera de la otra según la pendiente del terreno y
la clase de cultivo. La importancia que tiene esta práctica es que disminuye
la velocidad del agua de lluvia que no se logra filtrar en el suelo, y como
es de crecimiento denso retiene gran cantidad de suelo y nutrientes.
Además, aumenta la filtración del agua ayudando a conservar por mayor
tiempo la humedad en el perfil del suelo.
Algunas barreras vivas pueden proporcionar pasto de corte para animales
de corral o frutas como la piña que se pueden vender, generando ingresos
económicos a la familia. También se pueden establecer barreras vivas de
arbustos y árboles como el gandul, el madreado y el pito, que además de
proteger el suelo de la erosión pueden producir granos como el gandul
(para alimentación humana), así como forraje, abono verde y leña.
Estas barreras vivas de arbustos y árboles pueden sembrarse a distancias
de 20 a 30 centímetros en hileras simples o dobles, y en el pie deben llevar
un trenzado de ramas que ayuda a una mayor retención de suelo.

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11.2. BARRERAS DE PIEDRA
Son un tipo de barreras muertas que también se les llama muros de piedra
y consisten en muros de contención construidos de piedras en contra de la
pendiente del terreno, distanciados unos de otros según la pendiente del
terreno y la clase de cultivo (algunas especies brindan mayor protección
que otras). Se justifica el uso de esta práctica en terrenos con mucha piedra
superficial. La importancia de la barrera de piedra es igual a la barrera viva,
pues disminuye la velocidad del agua de lluvia que no se logra filtrar en el
suelo, además de retener partículas de suelo y nutrientes, evitando así el
arrastre de la capa de suelo cultivable.
También ayuda a una mayor filtración de agua en el perfil del suelo. Otra
ventaja de estas barreras es que deja el terreno limpio de piedras,
facilitándose las otras labores del cultivo como siembra y chapia.
El muro de piedras se establece en pendientes de 5 a 60%, generalmente a
una altura de 50 centímetros y una base o ancho de 30 centímetros. Cuando
se hacen del tipo cimiento, se les da una profundidad de 10 centímetros
por cada 50 centímetros de altura.
El muro de piedras se establece en pendientes de 5 a 60%, generalmente a
una altura de 50 centímetros y una base o ancho de 30 centímetros. Cuando
se hacen del tipo cimiento, se les da una profundidad de 10 centímetros
por cada 50 centímetros de altura.

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11.3. TERRAZAS INDIVIDUALES
La terraza individual es una estructura en forma circular con diámetro de
1 a 2 metros que se usa para el manejo de árboles frutales en terrenos con
pendientes de 12 a 60%. El banco o terraplén de la terraza debe tener una
pequeña inclinación hacia adentro, o pendiente inversa, de 5-10%. Debe
llevar a un lado un pequeño canal de desagüe que evita que el agua
almacenada vaya a desbordarse por el talud inferior o de relleno. Se
recomienda hacer la construcción de las terrazas individuales antes de
establecer la plantación de los árboles frutales, ya que así se evita destruir
hasta más del 70% del sistema radicular y también causar otros problemas
a los árboles. Cuando se establecen frutales en terrazas individuales, se
recomienda disponerlas en un marco de plantación en triángulo o al
tresbolillo, para darle mayor protección al suelo, tanto con el sistema
radicular del árbol como con la mayor cobertura de follaje que evita el
impacto directo de las gotas de lluvia, al haber mayor cantidad de árboles
por área.

La terraza individual no se recomienda como medida para el control de la


erosión, sino que debe ir acompañada con otras prácticas de conservación
de suelos como barreras vivas, muros de piedra, zanjas de ladera y terrazas
angostas. La importancia de las terrazas individuales es que pueden
almacenar de 10 a 20 litros de agua por terraza, conservándose así por
mayor tiempo la humedad en el suelo. Además, permite una mayor
eficiencia del agua de riego, y mayor aprovechamiento de fertilizantes y
plaguicidas que se aplican al suelo, al reducir las pérdidas ocasionadas por
el agua de escurrimiento.

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