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Desde hace décadas se conocen muchas de los efectos del alcohol en la salud, aunque, sin embargo,
cada vez tiende a ser mayor el número de personas que lo consumen cada día.
De hecho, desde hace algunos años es habitual que, cada fin de semana, se reúnan muchos jóvenes a
consumir y beber alcohol, lo que popularmente se conoce como “botellón”.
Por tanto, los efectos del alcohol se observan cada vez en personas incluso muy jóvenes, que se
encuentra en grave riesgo de padecer alcoholismo en la etapa adulta si siguen consumiendo tanto
alcohol.
Por ello, difundir en la población cómo prevenir el alcoholismo, así como sus efectos más perjudiciales,
es siempre la mejor forma de evitar su aumento.
La mejor forma de prevenir el alcoholismo es, precisamente, no tomar alcohol. Incluso aunque
estemos en presencia de amigos que sí lo hagan. Los jóvenes deben ser conscientes que eso sólo
ocasiona graves trastornos para su salud física y mental. Y que, sobretodo, por solo unas horas de
diversión pueden perjudicar su salud para el resto de sus vidas.
Para ello, puedes seguir los siguientes trucos y consejos:
Evita siempre tomar alcohol, aunque sea sólo una copa.
Si sales con tus amigos o te encuentras en una comida, es mejor tomar agua, zumo natural o un
buen refresco.
Aunque te inviten a una copa, recházala. Recuerda que una copa conlleva otra, y sólo con ello
conseguirás beber cada vez más y más.
No obstante, en caso de que no puedas dejar de beber alcohol y crees que realmente tienes un
problema, lo mejor es que pidas ayuda a un profesional médico.
Algunas personas pueden necesitar un tratamiento intensivo para este trastorno. Por ejemplo,
pueden internarse en un centro de tratamiento de rehabilitación residencial, donde el tratamiento es
altamente estructurado. En general, incluye varios tipos diferentes de terapias conductuales. También
puede incluir medicamentos para la desintoxicación (un tratamiento médico para la abstinencia de
alcohol) y/o para tratar el trastorno por consumo de alcohol.
¿Qué medicamentos pueden tratar el trastorno por consumo de
alcohol?
Tres medicamentos están aprobados para tratar el trastorno por consumo de alcohol:
Disulfiram: Causa síntomas desagradables como náuseas y enrojecimiento de la piel cada vez que
bebe alcohol. Saber que beber causará estos efectos desagradables puede ayudar a mantenerlo
alejado del alcohol
Naltrexona: Bloquea los receptores en el cerebro que le hacen sentir bien cuando bebe alcohol.
También puede reducir sus ansias por beber. Esto puede ayudarle a reducir su consumo de alcohol
Acamprosato: Ayuda a evitar el alcohol después de haber dejado de beber. Funciona en múltiples
sistemas cerebrales para reducir sus ansias, especialmente justo después de haber dejado de beber
Su médico le puede ayudar a determinar si uno de estos medicamentos es adecuado para usted. No
son adictivos, por lo que no tiene que preocuparse por reemplazar una adicción por otra. Si bien no
son una cura, pueden ayudarle a manejar el trastorno por consumo de alcohol. Es similar a tomar
medicamentos para manejar una enfermedad crónica, como el asma o la diabetes.
Los jóvenes deben ser críticos y tomar conciencia de la transcendencia que sus comportamientos
tendrán para su futuro de salud. En numerosas ocasiones sin embargo, sin darse cuenta pueden estar
imitando comportamientos de sus profesores, o de sus padres, por tener estos una importante función
modélica y educadora.
Desgraciadamente los docentes son el grupo profesional que mas fuma, (seguido de los profesionales
de la salud, médicos y enfermeras) y en numerosas ocasiones no se muestran nada facilitadores de la
prevención del tabaquismo. Llama la atención como en las familias de padres fumadores los hijos en
general también lo son y los padres no tienen fuerza moral para aconsejar a sus hijos o alumnos que
no fumen.
Relevancia: Discutir con el paciente la importancia que tendría dejar de fumar para él, para sus
hijos y familia.
Riesgos: Ayudar a que el paciente identifique los riesgos de fumar. Enfatizar que fumar cigarrillos
bajos en nicotina o usar otras formas de tabaco, no eliminará estos riesgos. Ejemplos: empeoramiento
de sus enfermedades, impotencia sexual, cónyuge con mayor riesgo de cáncer pulmonar y
enfermedad coronaria, etc.
Recompensas: Incentivar al paciente a que reconozca los beneficios de dejar de fumar. Ejemplos:
mejoría de su salud, ahorro de dinero, mejor olor personal y de la casa, hijos más sanos, etc.
Resistencias: Intentar que el paciente identifique las barreras para dejar de fumar y ofrecer ayuda
para enfrentarlas. Ejemplos: síntomas de abstinencia, aumento de peso, etc.
Repetición: Se debe repetir esta estrategia cada vez que consulte un fumador no motivado.
Si esto se realiza en forma sistemática, se logra que muchos fumadores se motiven y concreticen
intentos por dejar de fumar.
A continuación nos referiremos al tratamiento farmacológico, tema en cual ha habido importantes
avances en los últimos años.
1. Chicle de nicotina
Corresponde al método de TRN más estudiado y ampliamente usado desde los años 80s 14.
Actualmente en EEUU está disponible en diversos sabores (menta, naranja y fruta) y en
formulaciones de 2 y 4 mg, esta última dosis recomendada para fumadores de más de 25
cigarrillos/día. En Chile existe sólo la presentación con sabor a menta de 2 mg.
Hay dos formas de indicar chicles: por horario, en que la dosis inicial recomendada es de un chicle
cada 1 a 2 horas por 6 semanas, luego una unidad cada 2 a 4 horas por tres semanas, y luego 1 chicle
cada 4 a 8 horas por tres semanas. Otra alternativa de uso es ad-libitum, es decir, cuantos chicles sean
necesarios de acuerdo a la urgencia por fumar y especialmente en situaciones estimulantes para
fumar.
2. Parches de nicotina
Los parches de nicotina entregan una dosis estable de nicotina por 16 a 24 horas. Se colocan una vez
al día, lo que facilita la adherencia al tratamiento. Están disponibles en dosis de 7, 14 y 21 mg. Se
recomienda que aquellos pacientes que fuman más de 10 cigarrillos al día comiencen con la dosis de
21 mg/24 horas, siendo esta dosis titulable según respuesta clínica o con mediciones seriadas de
cotinina (realizadas mientras el paciente aún fuma). Se ha recomendado usarlos durante 10 a 12
semanas, disminuyendo las dosis en las últimas 4, aunque a veces se necesitan períodos de
tratamiento más largos.
4. Inhalador de nicotina
Se trata de un producto diseñado para satisfacer las necesidades del ritual mano-boca. Consiste en un
dispositivo que contiene un cartridge de nicotina y un sistema vaporizador que se usa en la boca.
Estas dos últimas formas de TRN, además del losenge (comprimido que se debe disolver en la boca),
no están disponibles en Chile
TRATAMIENTO DE LA DROGADICCION
¿Cuáles son los principios de un tratamiento eficaz para el
trastorno por consumo de sustancias?
La investigación muestra que la combinación de medicamentos para el tratamiento (cuando
corresponda) con la terapia conductual es la mejor manera de garantizar el éxito en la mayoría de
los pacientes. Los enfoques de tratamiento deben ser diseñados para tratar los patrones de consumo
de drogas y los problemas médicos, psiquiátricos y sociales de cada paciente relacionados con las
drogas.
Los descubrimientos científicos conducen a los avances en el tratamiento del abuso de las drogas.
Tratamiento de la Abstinencia. Cuando los pacientes dejan de consumir drogas por primera vez,
pueden experimentar varios síntomas físicos y emocionales, como depresión, ansiedad y otros
trastornos del estado de ánimo, así como intranquilidad o insomnio. Ciertos medicamentos están
diseñados para reducir estos síntomas, lo que facilita la detención del consumo de drogas.
Prevención de Recaídas. La ciencia nos ha enseñado que el estrés, los indicios vinculados a la
experiencia con drogas (como personas, lugares, cosas y estados de ánimo), y la exposición a las
drogas son los desencadenantes más comunes de una recaída. Se están desarrollando medicamentos
para interferir con estos disparadores a fin de ayudar a los pacientes a mantener la recuperación.
¿Cómo tratan las terapias conductuales la adicción a las drogas?
Los tratamientos conductuales ayudan a que la persona participe en el tratamiento de trastornos
provocados por el consumo de sustancias, modificando sus actitudes y comportamientos relacionados
con el consumo de drogas y el aumento de sus habilidades para la vida, con el propósito de manejar
circunstancias estresantes e indicios ambientales que podrían desencadenar una intensa ansia de
drogas y dar lugar a otro ciclo de consumo compulsivo. Las terapias conductuales también pueden
mejorar la eficacia de los medicamentos y ayudar a las personas a permanecer más tiempo en el
tratamiento.
Terapia cognitiva conductual: busca ayudar a los pacientes a reconocer, evitar y hacer frente a
las situaciones en las que son más propensos a abusar de las drogas.
Terapia familiar (en especial para los jóvenes):aborda los problemas de drogas de una persona en
el contexto de las interacciones familiares y su dinámica, que podrían contribuir al consumo de drogas
y otras conductas de riesgo.
PREVENCION DE LA DROGADICCION
LA FAMILIA Y EL ROL PREVENTIVO
Los padres ejercen un rol preventivo con los hijos, o sea actúan antes de que aparezca el problema,
al:
si el niño se siente valorado y amado por sus padres y recibe de ellos mensajes de valoración, se
sentirá seguro de sí mismo. Para eso es importante:
Reconocer que cada hijo es único; aprender a conocerlo y aceptarlo tal como es.
Asegurarse que se siente querido y demostrarle cariño permanente a través del contacto físico y
verbal.
Confiar en él y demostrárselo.
Respetar su privacidad.
Ayudarle a que tenga éxito en las cosas que emprende y a enfrentar fracasos y errores.
AYUDARLES A MADURAR:
Promover la toma de decisiones responsable.
ENSEÑARLES AUTOCONTROL:
Los padres pueden ayudar a sus hijos a manejar y expresar adecuadamente sus emociones (pena,
ansiedad, rabia, frustración, etc.) siendo modelo y ejemplo de conducta: frente a situaciones
problemáticas o conflictos, no perdiendo el control, mostrando serenidad, reflexionando, buscando
alternativas de expresión.
Ser leal.
-La prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de la prevención del delito en la sociedad.
-Para poder prevenir la delincuencia juvenil es necesario que toda la sociedad procure un buen
desarrollo de los adolescentes. Deberá reconocerse la necesidad y la importancia de aplicar una
política de prevención de la delincuencia.
La familia es la unidad central encargada de la integración social del niño. Los gobiernos y la
sociedad deben tratar de preservar la integridad de la familia. La sociedad tiene la obligación de
ayudar a la familia a cuidar y proteger al niño y asegurar su bienestar físico y mental. Deberán
prestarse servicios apropiados acorde con sus necesidades.
Será necesaria una política que permita a los niños criarse en un ambiente familiar de estabilidad y
bienestar e incluir asistencia para resolver situaciones de inestabilidad o conflicto.
Habrá que establecer servicios y programas de carácter comunitario, que respondan a las
necesidades, problemas, intereses e inquietudes especiales de los jóvenes y ofrezcan, a ellos y a sus
familias, asesoramiento y orientación adecuados.
Es preciso reforzar medidas de apoyo comunitario a los jóvenes, incluido el establecimiento de centros
de desarrollo comunitario, instalaciones y servicios de recreo, a fin de hacer frente a los problemas
especiales de los menores expuestos a riesgo social, estableciendo servicios especiales para brindar
alojamiento adecuado a los jóvenes que no puedan seguir viviendo en sus hogares o que carezcan de
él.
¿Qué deben hacer los Estados para desarrollar las directivas?
Deben hacer planes y programas de protección del desarrollo de la vida del niño y del joven.
Deben conseguir que todos los niveles del gobierno participen en los planes y programas (por
ejemplo, el Estado Nacional con la provincia de Catamarca y sus municipios hacen un plan
conjunto sobre prevención del consumo de droga).
Deben financiar esos planes y programas (o sea, poner el dinero para que los planes y
programas puedan hacerse).
Deben asegurarse que todos esos recursos lleguen realmente a los niños y los jóvenes y sean
beneficiosos para ellos .
Educación: con programas que incluyan la enseñanza de los valores, de los derechos humanos
y libertades fundamentales.
Vivienda y otros servicios indispensables para vivir bien. Por ejemplo, el agua corriente.
TRATAMIENTO DE LA DELICUENCIA
Marginación, desamparo familiar, bajo nivel educativo y desempleo son todas causas de la violencia
que se apodera de los jóvenes y que los lleva a tomar el camino del delito. Sin dispositivos de
contención social con capacidad de prevenir lo peor, el crimen del joven suele terminar en una
condena y en la cárcel. Lamentablemente, en el encierro los jóvenes no reciben ninguna atención
capaz de sortear el destino del delincuente reincidente; muy por el contrario, suelen ser en las
unidades de detención donde los jóvenes alcanzan su verdadera socialización criminal.
Así entonces, conociendo el avance de la pobreza y de la exclusión social, y ante la virtual renuncia
del Estado a cumplir con su función protectoria, la sociedad se halla severamente amenazada por
una tendencia disgregadora, que marca el presente y el porvenir.
Un dato basta para corroborar esta tendencia. Durante el año pasado, la mitad de las 23.044
sentencias condenatorias dictadas por la Justicia en todo el país tuvieron como objeto sancionar a
menores de 25 años. Año tras año son cada vez más los jóvenes responsables de crímenes, y ello se
refleja en las estadísticas judiciales, aunque ellas sólo valgan como indicios de una tendencia mucho
más grave. Mientras las sentencias condenatorias fueron poco más de veinte mil, en el mismo lapso la
justicia del país recibió más de un millón cien mil denuncias de delitos cometidos, y se estima que
habría un tercio más que no habría sido objeto de denuncia. Si se extiende el porcentaje que
representan los jóvenes condenados a la totalidad de los delitos ocurridos en un año, se advierte la
profunda amenaza que significa que una franja cada vez mayor de la juventud participe de actos
delictivos.
Jóvenes sin futuro, hijos de hogares disueltos y de escuelas que no han sabido retenerlos, desempleados
y empobrecidos, condenados y encerrados: este circuito es el que rápidamente debe ser quebrado y
sustituido por mecanismos de contención y de asistencia, tanto en la sociedad civil como en los centros
de internación. Estos jóvenes deben tener la posibilidad de construir un futuro, ya que de otra forma,
el porvenir de toda la comunidad será aún más violento e inseguro que este presente.