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VIII.

¿UNA DISCIPLINA DE LA
POLÍTICA?

DA VID HELD Y ADRIAN LEFTWICH

LA POLÍTICA denota una actividad acerca de la cual


mucha gente siente, hoy en día, una combinación de
cinismo. escepticismo y desconfianza. Se experimenta
como algo lejano y remoto de la vida diaria. Los
asuntos del gobierno y de la política nadonal no son te-
mas que mucha gente diga entender, y tampoco son
fuente de interés sostenido. Quizá no sorprenda que
quienes están más cerca tanto del poder como del
privilegio sean quienes están más interesados y son
#

más favorables a la vida política. En cuanto al resto,


el hecho de que algo es una dedaradóna todas luces
. "política" casi es suficiente para desprestigiarlo al mo~
mento, marca a la declaración con toda probabilidad
como una expresión estratégica y una evasión de la
verdad. La política es, pues, una palabra "indecente",
que a menudo se relaciona con un comportamiento
egoísta. con hipocresía y una actividad de Hrelacio-
nes públicas" encaminada a vender paquetes de
poHtica a quienes de otra manera los comprarían en
otra parte. De acuerco con esto, la gente a menudo
desconfía de los políticos, éstos le disgustan, pues se
254
U.0JA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 255

piensa que están preocupados. en primer lugar y


sobre todo, por sus propias carreras y por 10 tanto
es muy probable que eludan los asuntos apremiantes
y que resten importancia o pasen por alto los pro-
blemas. l
La disciplina de la Política hace muy poco, si es
que hace algo, por dispensar esta imagen de la polí ~
tica y de los políticos. Al centrarse, como a menudo
lo hace, en la naturaleza y estructura del gobierno.
como un proceso de toma de decisiones. y en quienes
insisten en sus derechos sobre ella, ésta retrata la po-
li tica como una esfera distinta y separada de la socie-
dad, una esfera apartada, por ejemplo. de la vida
personal, familiar y de negodos. 2 Al enfocarse en las
instituciones gubernamentales, la disciplina de la
política margina y proporciona pocas bases para en-
tender la materia misma de la política. esto es, esos
problemas de raíces tan profundas con los que nos en-
frentamos en realidad todos los días como ciudada-
nos, por ejemplo, puntos sobre la guerra y la pal~
el desempleo y el cambio técnico, la desigualdad y el
conflicto. Una de las aseveraciones de este capitulo es
que una disciplina de la Política que no pueda tratar
en forma sistemática estos problemas, refuerza la no-
ción, con amplitud sostenida, de que ia política es
¡ . La evidencia para la Gran Bretaña está resumida en la publi-
cación de la Universidad Abierta, "Power and Legitimacy in
Contemporary Britain:', de David Held, en State 'and Society
(Milton Keynes, 1984).
2 Como tal. sus premisas coinciden con las del liberalismo
clásico. Véase "Central Perspectives on the Modern State", de
David Held, en States andSocieHes, de D. Held el al. (comps.)
(Oxford. 1983).
256 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

una actividad bastante escasa de valor para los egoís-


tas. Creemos que la disciplina de la Política por lo
general no puede tratar los problenlas centrales ni
desarrollar la originalidad y habilidades necesarias
para su resolución. Por todo esto, no debe sorpren-
dernos que el compromiso, entusiasmo y anhelos ini-
ciales que muchos estudiantes traen al estudio de la
política, se desgasten de manera gradual pero cons-
tante, dando paso a una preocupación por aprender
(memorizar) un programa fijo y por un desempeño
individual de examen.

Vivimos en un mundo que cada vez está más marca-


do por crisis que diariamente afectan el bienestar y
las oportunidades de vida de innumerables millones
de seres humanos. Por ejemplo, . uno puede señalar
evidencia de desigualdades mayores y a menudo cre-
cientes dentro de las sociedades entre, digamos, da-
ses,culturas, sexos y regiones, respecto a la propiedad
o control de recursos decisivos, o el acceso a eUos.
sean éstos tierra, capital, ingresos o empleos. El mo-
vimiento ascendente de desempleo en la mayor parte de
las sociedades es una manifestación concreta de esto,
con el enorme costo personal y social que provoc~, y
el desperdicio de recursos humanos que representa. Los
marcados contrastes a menudo se asocian con éL
En el Reino Unido. por ejemplo. al crecer el desem-
pleo, en especial en áreas como Merseyside y el Nor-
este. y particularmente entre las minorías de jóvenes
y las étnicas, puede parecer paradójico encontrar que
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 257

el número de automóviles privados que se vendían en


la primera mitad de 1983, fue mayor que durante el
misnlo periodo en 1982. Además; y a pesar de que
al menos once rrliHones de personas, jornaleros y sus
dependientes, viven con salarios bajo la línea de po-
breza, en medio de esto, puede abrirse en Londres
una nueva sucursal del caro restaurante parisiense l\1a-
xim's (a 30 libras esterlinas por cabeza, como n11ni-
filO). s En muchas partes del Tercer Mundo, en especial
en Asia y en América Latina, cada año aumenta el
número de pobres sin tierra y de personas urbanas
desempleadas, en tanto grupos selectos, pequeños y
ricos en extremo, viven en condiciones de lujo más
o menos espléndido, a menudo en casas y propieda-
des cuidadas por perros, altas cercas y aparatos elec-
trónicos de seguridad.
Asimismo, uno puede señalar la militarización cada
vez mayor del mu.ndo. en términos de la escala na-
cional de gastos de guerra, el núnlero creciente de
personal militar, el comercio floreciente de exporta-
dones de armas y la constante construcción de cabezas
nucleares .. La evidencia muestra que, en números
cada vez mayores, los civiles representan las víctimas
principales de la guerra; que entre 1960 y 1982 ha
habido alrededor de sesenta y cinco guerras impor-
tantes y que, en un cálculo conservador, se han per-
dido casi once rnillones de vidas en ellas.o! A menudo
brotan hambrunas inmediatamente después de tales
conflictos, pero también están presentes donde no ha
:~ Cuan/wl!. 11 de julio de 1983 \' 1 de fHn iembre de 1.983.
·1 World Military alld Social Expen(ütures, 1982, de Ruth Leger

Sivard (Leesburg, Virginia, ·1982).


258 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

habido tales conflictos y donde. no pocas veces, la


disponibilidad nacional y global de ~limento no ha
sido peor, y en ocasiones ha sido mejor, que en los
años previos sin hambruna.· Incluso se dan en países
desde los cuales se exporta el alimento.
Una ojeada a los informes anuales de organizacio-
nes tales como Amnistía Internacional, mostrarán,
además, un desconsolador registro global de los
derechos humanos, al surgir regímenes más o menos
represivos que tratan de destruir la oposición a tales
desigualdades y los intentos, por parte de los despo-
seídos. los despojados o los impotentes, de alterarlas.
Además, no se trata de un caso en el que estos
problemas ocurran aisladamente unos de otros en
sociedades patticulares. Se relacionan no pocas veces,
en ocasiones directamente, y en ocasiones en cadenas
largas y entrelazadas de causa y efecto. También es
claro que la gente que resulta afectada de manera
más directa por estos sucesos tiene poco control sobre
las fuerzas que pueden caus<":trlos, ya que las decisio-
nes importantes que influyen sobre sus vidas a menudo
se toman a miles de millas de distancia. Por ejem-
plo, una decisión, o amenaza de decisión, de suspen-
der la contribución en alimentos de los Estados Unidos
a Bangladesh, tomada en la Casa Blanca en V'ash-
ington, con aire acondicionado, puede estimular el
súbito aurnento de los precios de los alimentos en
Dacca, y co"ntribuir en. fornla directa al brote de

:1De Amanya Sen, Poverty and Famines (Oxford, 1982); y


Food Firsl: The Myrh 01 Scaráiy, de F. M. Lappé y J. Collins
(Londres, 1980).
U;\iA DISCIPLII\A DE LA POLÍTICA 259

hambre entre los pobres de la ciudad y del campo. ti


O la {nesa directiva de una corporación transnacio~
nal, evaluando con frialdad sus operaciones globales
de sus oficinas en I'\ ueva York, Londres, París o
Tokio, puede decidir cambiar la producción de una
de sus líneas de un país a otro. creando así el desem-
pleo en el pueblo de un golpe. O la decisión de un
gobierno de Occidente o de Oriente de suspender o
de aumentar la ayuda militar a una facción o la
otra de la lucha política en un país remoto. puede
influir en forma decisiva sobre el resultado de ese
conflicto, o avivarlo a un torbellino adicional de vio-
lencia. O el Fondo Monetario Internacional (F~ll),
siguiendo una línea en particular de política econó-
mica, puede insistir como condición a sus préstamos
a un gobierno, en que este último reduzca su gasto
público, devalúe su moneda y que retire los progra-
mas subsidiados de beneficencia. Esto puede pro-
vocar el hambre y el enojo de los pobres de las ciu-
dades. causar disturbios por la carestía y quizá la
caída del gobierno. o puede contribuir directamente
a la imposición de la ley marcial. 7 En todos y cada
uno de éstos y muchos otros ejemplos, el efecto sobre

Il De Don,lid F. ~h:l knry \ Kai Bird. "Food Bungle in Ban··


gladc!>h··. Fon·I.J!.lI Po/u·y _'; (\·t'ral1ll. 1977). \. d.t> Rehman Sobhan.
"Politics of Food and Famine in Bangladesh". Economic and
Po!.. !im! U'¡,('kly. 1 de diciembre de 197Y,
7 Ejemplos de esto han sucedido en los últimos años en varías
sociedades del Tercer Mundo. por ejemplo en Jamaica. Egipto 'j
Sudán, Para una explicación útil del F~11 y del Tercer Mundo. véase
"Swallowing the I~1F Medicine in the Sevemies", de Norman
Girvan. Development Dialogue 2 (1980).
260 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

las vidas y condiciones humanas inevitablemente


trasciende y en ocasiones es devastador.

Ahora es central para el argumento de este capítulo


que la política, como definiremos brevemente tal
actividad, está en el corazón de tales problemas.
Cualquier disciplina que se anuncie como Política,
debe por lo tanto dedicarse a tales puntos, y debe
tratar de capacitar a quienes la estudian para que
analicen, entiendan y de este modo sepan cómo,
de manera potencial, actuar sobre ella, aunque en
realidad puede haber más de un curso de acción que
fluya de tal entendimiento. Nuestro punto de vista
es que la disciplina de la Política, como se enseña
convencionalmente. en general no ha podido hacer
esto. Primero, vamos a explicar por qué pensamos
que esto ha sucedido y pasaremos, en segundo lugar,
a sugerir lo que puede y debería hacerse para tratar
de remediar la situación.
Reconocemos que es un momento tan difícil como
delicado para plantear algunos de estos problemas,
dado que las ciencias sociales en general y la Política
en particular, en la actualidad no obtienen las ala-
banzas ni el apoyo entusiasta del Estado ni de orga-
nismos de fondos privados. En realidad a menudo
se piensa en las dendas sociales (con la. sociologia
como el objetivo principal) como poco importantes
o subversivas. Se dice que no se ocupan de los "ver-
daderos problemas" de la sociedad. sino que se invo-
UNA DISCIPLINA DE LA POl.ÍTICA 261

lucran en debates teóricos altamente abstractos y en


gran parte destructivos, acerca de las abstrusas cues-
tiones del método o de la sustancia analítica. Hay
algo de cierto en esta opinión, y así estará dispuesto
a reconocerlo cualquier profesor o estudiante de un
departamento de cienda social. Con todo. hay algo
fundan1entalmente engañoso en la crítica acerca de
la "falta de pertinencia" cuando proviene de quienes.
por lo general en los lnedios de comunicación o en
los organismos oficiales del gobierno que son los res~
ponsables de la educación superior, no desean que
los científicos sociales se dediquen al trabajo "perú-
nente". salvo en los limites "técnicos" para que no
9

sean críticos de los principios fundanlentales de la


política y la práctica del Estado y la sociedad, sea
en Occidente o en Oriente, en el Norte o en el Sur.
Cuando los científicos sociales sí se dedican a asuntos
de controversia, es más que probable que encuen-
tren que los fondos para su investigación, sus empleos
y, en ciertas partes del mundo. su ciu.dadanía e
incluso sus vidas se atacan directamente. 8
Además. no es necesario que los científicos sociales
justifiquen siempre sus intereses teóricos; el trabajo
científico progresa, y sólo puede progresar, a través
de trabajo de este tipo. Sin embargo, subyacente al
argumento de este capítulo está la aseveración de
que los tipos de pJI.·oblemas antes indicados no son

l'I Por ejemplo, se han perdido fondos para la investigación y

empleos en Gran Bretaña; se ha retirado efectivamente la ciuda-


danía de algunos científicos sociales en algunas sociedades de
Europa Oriental, y algunos otros científicos sociales han sido ase-
sinados en Chile, Argentina y Sudáfrica durante los últimos años.
262 UNA DISCiF-U:\;A, DE LA POLÍTICA

solamente reales y perentorios, son pertinentes y pro-


fundamente políticos. Si la disciplina de la Política
va a vivir de acuerdo con su nombre, entonces debe
dedicarse directa y teóricamente a tales problemas,
enfrentándose a los puntos analíticos y pedagógicos
que son necesarios para su comprensión y resolución
potencial, en la teoría y en la práctica.
Por supuesto, la dificuitad radica en que los pro-
blernas de esta clase son por naturaleza interdisci-
plinarios, involucran relaciones complejas entre as-
pectos de la vida social en los que se piensa, y se
estudian en forma convencional (erróneamente, en
nuestra opinión) como distintos: la economía, la polí-
tica, la estructura social y las relaciones internacio-
nales. La interacción de todos estos fenórnenos es lo
que consideran10s política, lo que llamaríamos el
carácter interdiscip1inario vivido de toda la vida
social colectiva. Por lo tanto, si se va a tomar en serio
la Política como disciplina, ésta debe, paradójica-
mente, ser interdisciplinaria, de manera que pueda
desarrollar los marcos explicativos y los métodos de
enseñanza que permitan a sus estudiantes entender
tales problemas y sus posibles soluciones. No puede
tratar a la política como un área institucional sepa-
rada, como sólo el ámbito oficialmente "público"
del gobierno.
Antes de proceder a examinar algunos de estos
problernas. ofrecernos una amplia definkión de tra·
bajo de lo que es la política.
En nuestra opinión, la política es un fenómeno
que se encuentra en y entre todos los grupos, insti-
tuciones (formales e informales) y sociedades, pasando
U!'JA DISCIPLINA DE LA POUTICA 263

por la vida pública y la privada. Está involucrada en


todas las relaciones, instituciones y estructuras que
están implicadas en las actividades de producción y
. reproducción en la vida de las sociedades. Se expresa
en todas las actividades de cooperación, negociación
y lucha por el uso, producción y distribución de los
recursos que esto acarrea. La política crea y condi-
ciona todos los aspectos de nuestra vida, y está en el
centro del desarrollo de los problemas en la sociedad
y de los modos colectivos de su resolución. Por lo
tanto, la política trata del poder; trata de las fuerzas
que influyen y reflejan su distribución y en1pleo;
trata del efecto de esto sobre el empleo y la distribu-
ción de los recursos; de la "capacidad de transforma-
ción" de los agentes sociales, Jos organismos y las
instituciones; no trata del gobierno, o sólo del go-
bierno. \1 Donde la política se considera de manera
más limitada como un área aparte de la economía
o la cultura, esto es como actividad e instituciones
gubernamentales, queda fuera de vista un vasto do-
minio de lo que consideraríamos política. De hecho,
no hay nada más político que los constantes intentos
de excluir cierto tipo de problemas de la política.
F...stos intentos representan estrategias de despolitiza-
ción, esto es, estrategias para que ciertos puntos se
traten como si no fueran temas adecuados de la polí-
tica. Ejemplos clásicos de esto son los constantes
intentos de hacer que la organización de la econOlnía
en Occidente, o la violencia contra las mujeres en el
" 1'.11,1 llll.! d,:-.cu"ioll del pndcr (llIn(l ""~"ap;H"id,\(! dI" tr,¡n,flll
tll.H 1011 "" \('.t~t' COII rlll ¡'roh/I'/lI\ 111 So, lal I h,"ol \. de AIl! hOl1v

(,ldd("ll~ ( 1 'llHII v," 1(17~1).


264 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

rnatrimonio (ataque y violación), se consideren no


políticos, sino un mero producto de los contratos
privados "libres".lO Además, los administradores y
los políticos a rnenudo nos piden que "mantengamos
la política fuera" de asunt~s como los deportes (o
viceversa), o que no "mezclemos" la política con la
religión. o con las relaciones industriales o las rela-
ciones "raciales". Lo que en real-idad están pidiendo
es· que nos abstengamos de participar en la política,
esto es, en decisiones acerca del empleo y distribu-
ción de los recursos en relación con asuntos que son
muy importantes para nuestras vidas. En sí, no están
tratando de fomentar, defender o siquiera de aislar
la política, están intentando suprimirla. II Por lo
tanto, estudiar política es estudiar críticamente
la historia de las posibilidades y las posibilidades
de la historia.

En la s.ección anterior declaramos que la disciplina


de la Política, según se enseña convencionalmente,
no se ocupa de los problemas centrales de la política
tanto en las sociedades modernas como en las histó-
ricas. ¿ Por qué pasa esto? Al referirnos a esta pre-
gunta, establecemos varias proposiciones. Alf, unas se
relacionan de manera lnás amplia con la educación
lO Una discusión excelente que relaciona puntos del matrimo-
nio con la política y la Política, p¡~ede encontrarse en "Feminism
and Democracy" de Carole Pateman, en DemocraÚc Theory and
Prac/ice, de Graeme Duncan (comp,) (Cambridge, 1983),
1 J Ri!d(finz'n~ Polities: PeoPle, Resources and Power, de Adrian
Leftwich (Londres, 1983). p. 26.
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 265

superior, algunas con las ciencias sociales e históricas


en general y algunas con la Política en panicular.
1) El primer tema crítico es el grado notable de
especialización que se ha suscitado entre las discipli-
nas (y dentro de eUas) , en especial a partir de la
segunda Guerra Mundial. La división de! trabajo en
las humanidades y ciencias sociales está avanzada
en grado sumo y e! "rendimiento" resultante está en
extremo fragmentado. Si bien la especialización no
lleva sien1pre por fuerza a la fragmentación, esto
de hecho ha sucedido tanto dentro de las ciencias
naturales y sociales corno, de un fil0do más dramá-
tico. en las agudas divisiones entre eUas. La investi-
gación especializada prolifera en todas las áreas, y se
especializa cada vez más. La rnarejada de artículos,
revistas y libros superiores es abruIlladora. Han sur-
gido nuevos tipos de sistemas de procesamiento de la
información (tales como bibliografías de bibliogra-
fías), en un esfuerzo por ayudar a los estudiantes y
al personal docente a mantenerse al tanto de lo que
se ha escrito. Aparte de los investigadores de tiempo
completo (y rara vez ellos mismos) a la mayoría de
nosotros nos resulta cada vez más difícil mantenernos
al día, incluso dent:ro de nuestras especializaciones.
El p:roblelua general de la especialización en la
ciencia es que si bien puede producir una investiga-
ció n y un entendimiento muy detallados de aspectos
partz·culares de los problemas, casi siemp:re es el caso
que estas explicaciones son parciales y unilaterales.
Además, mientras que se han hecho avances impo:r-
tantes en el estudio especializado de partes del mundo
social y sus problemas, éstos no han sido igualados
266 U:'\:A DiSCIPU¡\;A DE LA POl.ÍTICA

con avances comparables en cuanto a intentos por


integrar éstos a marcos de comprensión más amplios
acerca de nuestras sociedades y sus políticas. Para
d('cirlo con brusquedad, parecemos saber más acerca
de las panes y menos del conjunto, y el problema
es que nos arriesgamos a saber muy poco incluso
acerca de las panes, ya que su contexto y condiciones
de existencia en el conjunto están ocultas a la vista.
Además, en el curso de esta especialización y frag-
Inentación. puesto que las distintas disciplinas (y los
intereses especiales dentro de ellas) se han asido a
pequeños trozos de problernas para su atención analí-
tica, la explicación de las relaciones entre los trocitos
se ha vuelto del interés de ninguna. es decir, las
disciplinas específicas han identificado los límites del
problel11a, y se han ido con ellos. Ésta es la conse-
cuencia de la especialización. Sin embargo, el carác-
ter complejo de la totalidad del problema sigue sin
explicarse (y ciertamente sin resolverse) porque,
como lo dijimos anteriormente, tales problemas sen-
cillamente no están sujetos al estrecho análisis. disci-
pinario o al trato técnico.
Es evidente que dentro de las ciencias sociales.
hablando en térnlinos generales, "la economía". "el
sistema social" y "el sistema político" (aunque no
siernpre se les llame así) se han considerado y estu-
diado como si fueran areas de actividad más o menos
autónomas en las sociedades humanas. Esto se refleja
en la rigurosa separación convencional de las disci-
plinas de economía, sociología y política (o ciencia
política o gobierno), y sus intereses principales. Den-
tro de cada una, han surgido niveles crecientes de
l:i\;A DlS(;lPU:\::\ DE LA POLiT~CA 267

teorías que en ocasiones son asombrosamente abs-


tractas, y cuanto más abstractos los niveles, nlás se
han alejado las disciplinas de las complejas relacio-
nes de ¡os problemas en las sociedades. en todo su
carácter sombrío e intrincado de mundo rea!, y más
han divergido unas de las otras.
En las ciencias naturales, cuanto más cerca enfo-
que uno la explicación de un fenómeno () problema
particular, la estructura o el mal funcionamiento
del cuerpo humano, o la contaminación, o el clima,
o una epizootia, menos posible será mantener las
distinciones claras entre las disciplinas. Lo mismo
es cierto de problemas sociales y políticos más obvios,
como la inflación, el desempleo, la desigualdad, la
pobreza y el hambre, el conflicto en el Tercer l\1undo,
etcétera. Sin embargo, su estudio tiende a limitarse
a ángulos disciplinarios particulares, con resultados
decepcionantes, tales como e! fracaso en producir
una teoría adecuada de la inflación y e! desempleo.
En la Política. e! enfoque en áreas institucionales
limitadas de gobierno y de asuntos políticos asociados.
según se entienden en forma convencional, ha llevado
a explicaciones del todo inadecuadas, por ejemplo,
de los orígenes y formas de! poder en las sociedades.
Mucha teoría democrática normal, como se enseña,
por ejemplo, a nivel de licenciatura, no ha vuelto
su atención a las enormes concentraciones de poder
en. el sector privado y colectivo de "la economía",
porque generalmente se considera que van más allá
de los límites del "sistema político", o sinlplemente
no son políticas. La interdependencia diaria y vi~
vida de la "política': y la "econOlnia", del Estado y
268 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

la sociedad, y de las naciones no ha estado en el cen~


tro de los intereses pedagógicos de la disciplina.
2) No resulta demasiado difícil ver por qué se ha
producido este estado de cosas, y cómo se ha repro~
ducido en la política de la Política. Como lo indicó
Graeme Moodie en el capítulo 1, los pilares gemelos
de los estudios de Política en Gran Bretaña. han
sido las instituciones políticas y la· teoría política.
Esta última proporciona la clave a los principales
linajes de la disciplina, en la historia constitucional,
el derecho y la filosofía. En los años de la posguerra
esto ha recibido la influencia de los enfoques con~
ductistas de la ciencia política estadunidense, y de
una variedad de corrientes del marxismo. No obs~
tante. es justo decir que los pilares permanecen más
o menos intactos, si bien algo maltrechos, aunque a
su alrededor han crecido áreas más o menos fuer-
tes, si menores, tales como la sociología política, las
relaciones internacionales (en ocasiones en departa ~
mentos separados) y los estudios del Tercer Mundo.
Asimismo, han proliferado los diversos intereses
especiales, incluyendo la antropología política, la ad-
ministración pública y los estudios electorales.
De este modo, el tradicionalismo (los pilares geme-
los) y una multiplicidad de especialidades han cara<>
terizado a la disciplina académica de la Política. Con
mayor o menor consistencia, una generación tras
otra de estudiantes graduados se han especializado
en estas corrientes principales y en esta forma han
sostenido la continuidad de enfoque, con giros inte-
resantes, mas no decisivos, en la orientación de la
disciplina como un todo.
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 269

Es importante reconocer que en cuanto a sus inte-


reses teóricos e institucionales, la disciplina de la
Política ha seguido teniendo su centro en el tema,
no una orientación hacia los problemas, en lo que
respecta tanto al contenido como a los métodos de
enseñanza. Con esto queremos decir que procede
sobre la suposición de que hay un cuerpo de conoci-
mientos que comunicar a los estudiantes, por ejem-
plo, lo que dijeron Locke, Hobbes, MilI y Marx, o la
diferencia entre las formas de gobierno de congreso
y parlamentaria. En general, la disciplina no ·se ha
ocupado de desarrollar y desplegar tipos particulares
de habilidades analíticas para los fines de dedicarse
a resolver (al menos en el nivel de una explicación)
la clase de problemas que siguen vigentes en las so-
ciedades y entre ellas, y, como se dijo, son el centro
de la política.
3) Las instituciones de educación superior tienen
muchos objetivos y una variedad de fundones; éstas
incluyen a la investigación, la enseñanza, la transmi-
sión de una cultura y otros servicios a la conlunidad.
Cualquiera que pueda ser el equilibrio adecuado
~ntre éstos, por lo general es el caso que, en lo tocante
a la enseñanza, se hace un llamado a proporcionar
una capacitación que fomente habilidades como. 'inter
al'la, "los poderes generales de la mente", Hcapa~
. cidad crítica". "pensar por uno mismo", "perspi-
cacia". "autoeducación", "juicio" y así sucesivamente.
Todos los informes y libros importantes acerca del
tema durante las dos últimas décadas han subrayado
correctamente la importancia de ,estas habilidade~
(aunque los conceptos particulares de éstas de nin-
~70 C;\¡A DISCIPLll\A DE LA POLÍTICA

guna wanera son tales que siempre estaríamos de


acuerdo con ellos).!:.! Las ~nstituciones de educación
superior, ¿en verdad fomentan estas habilidades?
Todos sabemos que la gran mayoría de los estu-
diantes de licenciatura no continúan empleando lo
que han "aprendido" en sus cursos (y esto es tan
cierto para la biología y la química como lo es para
las ciencias sociales). También sabemos, por estudios
de retención de la memoria. que si no se emplea. ese
"conocimiento" desaparece de la curva de la memoria
en el lapso de no muchos meses. Así, es importante
que las diferentes disciplinas (esto es, materias) sean
más los medios a través de los cuaks se desarrollan
las capacidades generales y las habilidades, y menos la
sustancia del "aprendizaje". Sin embargo, en la prác-
tica, la norma es la enseñanza de "materias" más
que de habilidades. En las ciencias sociales e histó-
ricas, en especial la conferencia, el seminario. la clase
dada por el preceptor, el ensayo o la disertación y
el examen inadvertido aún prevalecen como los mé-
todos principales de enseílanza, aprendizaje y evalua-
ción. Estos métodos, unidos al contenido del "tema"
(en los libros), surten el efecto de inducir una especi.e
de consumo pasivo del conocimiento, en lugar de
estimular la participación activa y la producción
de análisis. explicaciones y resoluciones a problemas
por medio del desarrollo de habilidades. L.a pasivi-
dad y las orientaciones de consumo se ven reforzadas

:.' Ptll (,it·llIplo. \'(';1.,(' (·1 H.¡'/}I}/" (JI (he (1111/11/1111'1 un ['l/IZ'ero\It,\'

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Con/lut/t¡·( 01/ IItg:/¡f'r F.du(°(J!wll (t" Illlorllll' Rohhill!»l (L()lIdrl'~.
191;:).
UNA DISCIPLINA DE LA POUTICA 271

por el solo volumen de libros y artículos que han de


digerir los estudiantes, una cantidad de material que
ninguna superpersona podría manejar en el tiempo
designado, y que con frecuencia confunde a la ma-
yoría de los mortales. Cualquiera que haya escrito
ensayos y exámenes sabe que estos ejercicios se ocu-
pan en gran parte de volver a presentar el material
autorizado en la materia; además, saben lo que se
espera de ellos en casos particulares y ajustarán sus
presentaciones conforme a eso. Por el otro lado,
cualquiera que esté involucrado en hacer ensayos,
disertaciones y documentos para examen, admitirá,
de hecho con bastante presteza, que la abrumadora
mayoría de ellos no muestra un "pensamiento inde-
pendiente" ni "capacidad crítica". Quienes están
envueltos en la corrección, por lo regular encuentran
superficialidad de pensamiento, reciclaje de ciertos
grupos de ideas normales o de ortodoxias de moda
de un tipo u otro, falta de originalidad, fragmen-
tación del entendimiento a través del monismo dis-
ciplinario y, sobre todo, incapacidad para mejorar
analíticamente la indisciplina de Jacto de un mundo
difícil y sus complejos problemas.
Una respuesta común a todo esto de parte de los
académicos cansados y quizá cínicos, es culpar a la
"mala calidad" de los estudiantes de la actualidad,
del estado mental depresivo y vacilante en el que algu-
nos estudiantes llegan a la educación superior, des-
pués del desagradable trabajo de estudiar con ahínco
para el A-Level* (o los exámenes finales de la escuela
'" A -Level es un tipo de examen que presentan los estudiantes
en la Gran Bretaña. [T.]
272 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

de segunda enseñanza equivalentes en los Estados


Unidos y Europa), o más generalmente a la "falta
de interés de los estudiantes". Sin eluhargo. ¿con
cuánta frecuencia, en especial en la Política, nos
consideramos a nosotros mismos los portadores de la
disciplina a nuestra pedagogía y las disposiciones
institucionales (por ejemplo, estructuras departamen-
tales y de curso), como posibles fuentes de la enfer-
medad académica que podamos diagnosticar?
Con seguridad puede decirse que muchos estudian-
tes llegan a la educación superior con entusiasmo.
Los problemas políticos del mundo son una fuente
importante de interés para enos, y después, para
decirlo crudamente, anestesiamos sus intereses y
entusiasmos al arrastrarlos un tanto de mala gana
a través del "tema", y ofreciéndoles o diciéndoles que
investiguen y aprendan un cuerpo de ideas teóricas
e información empírica que (con notables excep-
ciones), en la economía así como en la política y la
sociología, rara vez parece dedicarse a los puntos
"pertinentes" y problemas de la propia sociedad (o
de las extranjeras).
4) Es importante modificar algunos de los argu-
mentos de arriba. Existen áreas donde el trabajo
interdisciplinario busca establecer nexos entre los
intereses y las perspicacias de disciplinas diferentes.
Ex'isten áreas donde los cursos empiezan con proble-
mas. En el trabajo que ahora se lleva a cabo en
Ecología, por ejemplo, se están estableciendo víncuios
importantes y se están enseñando en el análisis de los
problemas que fluyen de las relaciones entre las co-
munidades humanas y sus actos sobre el medio. y
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 273

viceversa. 13 Además, se están haciendo contribuciones


importantes en el trabajo que se realiza acerca de la
sociología política. en los estudios en desarrollo y en
el enfoqúe de los economistas políticos. Con todo.
en g-eneral se puede decir con certeza que, como
disciplina, la Política ha permanecido muy atada a
su linaje. Ha alentado la investigación más o menos
idiosincrática de' los estudiantes de licenciatura y del
personal dentro de' sus intereses institucionales y
J

teóricos tradicionales; ha seguido insistiendo normal-


mente en la enseñanza de los cuerpos filosóficos y
empíricos 'de información; no ha extendido sus
intereses a que se dediquen a problemas pertinen-
tes en las sociedades históricas y contemporáneas,
y ha sid?' más o menos casual acerca de la identifi-
cacÍón y la capacitación de habilidades y capacidades
analíticas que son necesarias para abordar tales
problemas.
Entonces, ¿qué puede o debe hacerse?

En un espacio tan reducido como éste no es posible


tratar con todo. detalle los componentes centrales de
una disciplina como la Política, en lo que toca a
programas de estudio y método. al menos en lo que
se refiere a l~s cursos para estudiantes de licenciatura
y a las' prioridades de investigació.n. Esto tampoco
es deseable; puesto que hay un campo enorme para
l:~The Ecology of Human Communities. un discurso inaugural.
de Rowland Móss (Birmingham. 1974).
274 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

la variedad el?- términos de estructura, enfoque y


empleo de cIases características de materiales ilus-
trativos teóricos y empíricos. Sin embargo. lo que
podemos hacer es delinearlos principios y preocupa-
ciones centrales· que, en nuestra opinión, deberían
formar el marco· de organización y las prioridades
pedagógicas de una disciplina de la Política. 14 De
lo que sigue debe ser evidente que éstos fluyen de la
definición de política. que se dio antes; se ocupan
de proporcionar las interpretaciones y habilidades
históricas, comparativas y analíticas, que permitirán
a los estudiantes manejar los problemas de nuestras
sociedades y el futuro de eUas de una manera más
adecuada.
Empezando con las Clases de habilidades e inter-
pretaciones que deben adquirir los estudiantes de
Política, subrayaríamos cuatro áreas principales (y
que se sobreponen en gran parte). Primero, hay ha-
bilidades conceptuales analíticas. Con esto nos refe-
rimos a la capacidad de analizar. usar, defender y
criticar conceptos y términos que se encuentran en el
debate político, histórico y moderno (conceptos como
"soberanía", "libertad", "justicia". "igualdad". "de-
mocracia" y "coerción"). Esto implica que la claridad
del entendimiento es· una condiCión necesaria para
1·1 Lo que sigue se obtuvo en gran parte de un conjunto de pro-
posiciones para un grado honorífico en Política. que fm'fOI! formu-
ladas por un grupo de seis personas del departamento de Política
de la Universidad de York en el trans-:urso de las discusiones a
las que se hizo mención en la Introdu<.ción a este volumen. Reco-
non~'mos aquí la contribución a esas proposiciones de nuestros
amigos y colegas Alex Callinicos, Bill Fuller. David Skidmore y
Albert Weale.
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 275

el análisis político efectivo, pero no es una condición


suficiente, puesto que, si uno ha de apreciar el modo
en que la vida política por lo general está y puede
estar moldeada por ideas, es esencial aprender la
manera en que en realidad funciona en argumentos
y contextos políticos particulares. Por lo tanto, no
vemos a los teór'icos de estos conceptos y. prácticas
como el punto de partida para lograr ese entendi-
miento. En cambio, insistiríamos en el empleo de
problemas y debates concretos como el punto de par-
tida, y como el medio de enfocar a los teóricos (sean
ellos l\1ill, Weber o Marx). Cm.no ejemplo inicial·uno
podría tomar un debate que recibió mucha publi-
cidad en muchas universidades británicas hace alre-
dedor de diez años, en cuanto a si se debía permitir
a Ciertos oradores visitar las facultades y pronunciar
conferencias. Valiéndose del punto de la "libre ex-
presión" y de los argumentos que se esgrimieron en
su favor y en su contra en esa época. podría familia-
rizarse a los alumnos con una intensidad extraordi-
naria a intereses teóricos más amplios acerca de la
"libertad" y los derechos y obligaciones de los ciuda-
danos. 1:) A través de ejemplos como éste, no sólo se
hace aparente la pertinencia de los problemas difí-
ciles, sino también las implicaciones y consecuencias
de varios juicios. Podrían emplearse de un modo
semejante muchos otros puntos. Por ejemplo, tanto
en Occidente como en Oriente (y tanlbién en el sur),
muchas sociedades ·anuncian sus disposiciones políti-
.. Esto Sf:" ha hecho ('on mucho éxito {'n f:"I departamento de
PO)llic<! d,' la Universidad d.e York, en un lllrS(I mtrodllctorio a la
U'oria !>o!ilica, ideado ('n gran partt' por David l-.dwards,
276 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

Cas "democráticas". ¿Son iguales estas disposiciones?


Sino 10'son, ¿en qué-difieren? ¿Por qué? ¿Cómo se
relacionan los significados y las. prácticas caracterís-
ticas, con las teorías clásicas y modernas de la demo-
cracia? ¿Nos a..yudan las teorías a comprender y justi-
ficar las disposiciones particulares? De ser así ¿cuáles?
¿Pueden desarrollarse y mejorarse las disposiciones? Si
es así, ¿cómo. y según cuáles principios y bajo' qué
condiciones? Puede adoptarse' el mismo tipo de enfo-.
que con otros conceptos centrales del discurso políti-
co. Cuando los secretarios de Estado y quienes toman
las decisiones de una y otra clase se refieren, por
ejemplol en Occidente o en el Oriente, a la defensa
de la "libertad", ¿qué quieren decir? Los Kung San
del Kalahari ¿tienen una noción de "libertad" que
sea diferente a la de las corporaciones transnacionales
en ,su deseo de defender su "libertad" de "interferen-
cia" del Estado? ¿Podemos diagnosticar los significa-
dos característicos que se emplearon, y los contextos
sociales e históricos de su evolución? ¿De qué manera
pueden ilustrar el problema los diversos conceptos de
la "libertad" en la teoria política? ¿Nos pueden ayudar
a desenredar la retórica y el propio interés de la dari-
dad, la consistencia y el sano juicio? Por medio de
la búsqueda de un enfoque aSÍ, uno se equipa mejor
no sólo para reconocer los argumentos buenos y los
malos y la naturaleza de los diversos modos de razo-
namiento·, sino también para ser más claros acerca
de lo que podemos decir razon2!blemente acerca de
los puntos que nos interesan.
En segundo lugar, existen habilidades teórico-ana-
líticas. Con esto queremos decir la capacidad de en-
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 277

tender, comparar, criticar, defender y. sobre todo, de


emplear teorías rivales acerca de la naturaleza y rela-
ciones de la política. la economía y la estructura
social en el análisis de las sociedades históricas y mo-
dernas. Al construir sobre el conjunto previo de
habilidades conceptuales y relacionarlas (y desde
luego .éstas se sobreponen), de nuevo es necesario
subrayar la importancia que atribuimos a empezar
con los problemas. no con cuerpos de teorías. Los
problemas deberían emplearse como un medio de ne-
var a los estudiantes a examinar diferentes tipos de
teorías con miras a determinar su valor para propó-
sitos explicativos. Tómese como ejemplo el desempleo;
con un conjunto dado de hechos y cifras (sujetos
ellos mismos a problemas metodológicos y logísticos
de definición y recopilación, punto éste a considerar-
se en breve) ¿cómo puede explicarse? ¿Se trata de un
problema que se encuentra en todas las sociedades,
del pasado y del presente, o simplemente uno nunca
lo hubiera encontrado en la sociedad tradicional de
los maasai, de los esquimales o en la antigua Grecia?
Si no se trata de eso, ¿por qué no? ¿Cuándo surge por
primera vez como problema en las sociedades huma-
nas? ¿Con qué grupo de condiciones se relaciona?
Si, como afirman algunos teóricos, es intrínseco a la
libre empresa y a las sociedades capitalistas. entonces
¿por qué también se encuentran en las llamadas so-
ciedades 'comunistas. en Europa Oriental y en China?
Puede adoptarse el mismo enfoque respecto a otros
problemas de la clase que se mencionó al principio
de este capítulo: los patrones de violencia y conflicto
recientes en el Tercer Mundo, de harnbre, de desigual-
278 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

dades entre naciones, clases, regiones y sexos~ Primero


identifique el problema y sus dimensiones con cual~
quier ejemplo. Después pase a examinar qué valor
explicativo hay en distintas teorías generales acerca
del fenómeno (o aspectos de éste). Esto puede hacerse
en diferentes niveles de intensidad y alcance. Los
preceptores y los estudiantes pueden desear centrarse
en·varios problemas, o en uno. Al centrarse en varios
problemas, es muy posible abarcar de manera pro-
gresiva una variedad enorme de cuestiones. teóricas;
sin embargo, cualquiera. que sea el modo en que esto
se realice, en uno o más cursos, haríamos hincapié
en la primacía del análisis relacionado con el proble-
ma, no en el aprendizaje de la teoría per se.
En tercer lugar, como debe estar claro por lo
dicho arriba, existen habilidades esenciales que se
requieren en los métodos y formas del estudio y aná-
lisis político. Se alcanzarían pocos de los objetivos ya
mencionados si los estudiantes no pudieran desarrollar
varias habilidades relacionadas con pensar. contar e
investigar en política; con la manera de reunir, em-
plear e interpretar la información, a modo de pOher
a prueba los argumentos, o de cómo evaluar los cri-
terios tanto cuantitativos como cualitativos. Un curso,
o un conjunto de .cursos, dedicados a desarrollar
tales habilidades, estaría relacionado en forma estre-
cha con los dos previos, y con el siguiente, que se
discutirá en breve. Quisiéramos discutir en favor
de la posición central de un curso como éste (o de
un conjunto de cursos) que se extendiera a todo lo
largo del grado de licenciatura, que incluyera perio-
dos de trabajo intensivo en proyectos cada año; quizá
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 279

el aprendizaje de técnicas estadísticas. del empleo de


una computadora. de métodos para obtener infor-
mación de fuentes de bibliotecas y sistemas de Informa-
ción' . o para analizar e interpretar la información
así obtenida .o recabada en el transcurso del trabajo
práctico. Desde luego, el tipo de trabajo realizado
dependerá de otros aspectos del curso y tendría que
estar estrechamente relacionado con ellos. en especial
con miras a las. cuestiones, problemas, recursos y
fuentes locales. Con todo, una vez más, el punto de
partida puede ser, de manera más efectiva, los pro-
blemas o asuntos. Por ejemplo, alguien afirma que
los Estados Unidos son un país más "libre" que la
Unión Soviética, o que las personas de color en Sudá-
frica están "en mejores condiciones" que en ninguna
otra parte de África; ¿qué puede querer decirse con
tales afirmaciones? ¿Existen criterios que puedan ela-
borarse y evidencia que pueda buscarse para permitir
que se efe~túen comparaciones? ¿O qué es lo que
ofrecen las estadísticas oficiales del gobierno acerca
de un tema en particular, la pobreza, por ejemplo?
¿Cómo se generan tales estadísticas? ¿Cuáles concep-
tos las sostienen y cómo se interpreta la información?
Los proyectos,· a menudo emprendidos en con-
diciones óptimas por grupos y evaluados como un
empeño coleCtivo, son una manera invaluable de
presentar problemas y habilidades, y de permitir a
quienes los emprenden participar activamente dando
forma a su propio aprendizaje. El alcance de los
proyectos es verdaderamente enorme. En un extremo
de este espectro los estudiantes pueden interesarse
en emprender un análisis detaliado de la política
280 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

de su propio departamento, universidad o asociación


estudiantil. Éste podría centrarse, por ejemplo, en el
modo en que las divisiones sexuales en la sociedad
se reflejan y se reproducen en la organización,
enseñanza e investigación. de un departamento. 16
O puede alentárseles a examinar con cierto detalle el
concepto de "clase". ¿Puede hacerse más riguroso
el concepto de modo que se emplee de manera más
efectiva en el argumento y el análisis político? ¿Cuáles
son las implicaciones que tienen las definiciones
opuestas, y qué evidencia puede reunirse. y cómo,
para ilustrar los argumentos acerca de la clase y la
acción de clase? ¿De qué modo, a su vez, encaja
esta evidencia con teorías más amplias acerca de la
clase en las sociedades? O en otro extremo del espec-
tro, en el sentido más obstinado de "método", los
estudiantes pu~den llevar a cabo encuestas acerca de
diversas actitudes y preferencias acerca de ~lgunos
asuntos locales. nacionales o internacionales. Tales
encuestas pueden ser más o menos complejas, con mi~
ras a las correlaciones de actitudes como entre clases,
sexos, grupos por edades y ocupaciones, etcétera.
Por último, antes de ver algunos de los requisitos
e implicaciones de esto, es necesario subrayar la im~
portancia de las habilidades y el conocimiento com ~
parativo e histórico. El verdadero laboratorio para
las ciencias sociales es la; historia y estructura de la
enorme variedad de políticas de las sociedades del

16 Algunos de estos artículos se estudian en Janet Siltanen y Mi-


cheIle Stanworth (comps.) Women and ¡he Public SPhere (Lon-
dres, 1984).
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 281

pasado y del presente, y las relaciones entre ellas


en el tiempo y en el espacio. Es esencial que los es~
tudiantes de PoHtica estén más que un poco familia-
rizados con las formas en que las sociedades históricas
y modernas han organizado, explicado y justificado
sus asuntos, en términos de producción, de distribu-
ción, de torna de decisiones, sociales, culturales e
ideológicos, puesto que éstos representan los contextos
dentro de los cuales han surgido y surgen los tipos
de problemas discutidos con anterioridad. Existe una
diversidad de maneras en las que puede lograrse esta
interpretación histórica y comparativa. Sin embargo,
a grandes rasgos, parecería al menos esencial incluir
elementos de lo siguiente. con ejemplos que dependan
de otras áreas del curso; la política en sociedades no
estatales; el surgimiento de los Estados; el surghniento
del Estado moderno (Europa) y el desarrollo de los
sistemas del m.undo; gobierno e instituciones compa-
rativas de los Estados Inodernos; la política compara G

f".Ya en los Estados rnodernos, por ejemplo, con respec-


to a los asuntos de clase, raza, sexo, etc. De nuevo. es
importante subrayar la necesidad de integrar este
componente de un curso con las otras habilidades
discutidas antes. Esto quiere decir que, si bien
puede haber virtud en el conocimiento histórico por
sí. un caso mucho más in1portante para tal compren-
sión de la Política es que proporciona el medio a
través del cual pueden desarrollarse y desplegarse las
otras habilidades, y el contexto dentro del cual el
origen. de varias teorías, conceptos y análisis puede
apreciarse y por lo tanto evaluar sus implicaciones
para otros contextos.
282 UNA DISCIPLINA DE LA POLITICA

Por lo anterior, debe quedar claro que, en términos


relevantes, vemos el desarrollo de un conjunto de ha-
bilidades analíticas relacionadas, y no sólo el apren-
dizaje de ciertos cuerpos de teoría y de información
empírica (institucional), como el centro de una dis-
ciplina de la Política. Por supuesto, las habilidades
requerirán de una comprensión de los enfoques con-
ceptuales, teóricos y filosóficos de una variedad de
tradiciones. El desarrollo de tales habilidades reque-
rirá asimismo de una comprensión y conocimiento
histórico del detalle institucional. Desde luego, estas
habilidades pueden desarrollarse en una gran variedad
de cursos, cuya estructura, relaciones, secuencia.
intensidad y alcance diferirán de departamento a
departamento, como debe ser. Sin embargo. dado el
concepto de política del que nos valemos aquí, tiene
mucho sentido, en nuestra opinión, que los departa-
mentos de Política vean más allá de sus límites insti-
tucionales a la disponibilidad de personal en otros
departamentos, dentro y más allá de las ciencias
sociales. Éste no es sólo un argumento en favor de
más trabajo interdepartamental o de la proliferación
de grados mixtos, puesto que en la actualidad a me-
nudo se da el caso de que los estudiantes consideran
los grados mixtos los menos satisfactorios, porque la
familiaridad de los intereses y relaciones intelectuales
entre los departamentos por lo general es mínima. sus
partes rara vez están firmemente enlazadas y la carga
de trabajo es excesiva. La clase, contenido y forma de
la colaboración interdepartamental que contem-
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 283

pIamos (aunque no nos hacemos ilusiones en cuanto


a lo dificil que resultaria, en la práctica, organizada
y sostener bajo las condiciones actuales), no fluirian
de los requerimientos específicos de los problemas
concretos que se emplean con fines pedagógicos. Si
uno piensa en algunos de los problemas esenciales
.que ya hemos mencionado, es evidente cuán valiosas
serían las contribuciones de, por ejemplo, los econo-
mistas, los historiadores económicos y sociales. geó-
grafos, sociólogos, ecólogos y biólogos para su com:-
prensión y resolución. Además, los estudiantes de
Política necesitan, críticamente, poder saber cómo
emplear e integrar estas especialidades y habilidades
diversas en el análisis de los problemas a los que
se enfrentan.
Cualquiera que sea el alcance y las posibilidades,
también haríamos hincapié en la importancia de
la coherenc'ia en un curso de Politica. Hoy en día. la
mayoría de los estudiantes trata la variedad de cursos
que sigue como casi completamente separados y autó-
nomos; rara vez hacen relaciones entre ellos. Consi-
deran que sus grados están constituidos (sin duda)
de componentes interesantes pe:ro en gran parte in-
conexos. Esto es po:r culpa nuestra, no suya. No obs-
tante, una disciplina de la Política, independiente-
mente de su alcance y escala, que conscientemente
intentara integra:r sus componentes a través del estudio
relacionado con los p:roblemas, cambiaría esto de
mane:ra dramática, y su:rtiría efectos muy benéficos
sobre las relaciones entre los precepto:res que en oca-
siones se pasan años sin tener contactos en otros
departamentos.
284 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

Si los estudiantes han de desarrollar los tipos de


habilidades que hemos estado subrayando, es necesa·,
rio ver seriamente la variedad completa de posibili-
dades de los métodos de enseñanza y aprendizaje. 17 Hay
un caso para algunos métodos tradicionales de con-
fe:renda~ seminarios, clase impartida por el preceptor
y ensayo, pero deben usarse e integrarse con inteli-
gencia para ,lograr los propósitos pedagógicos más
amplios. Dado que subrayamos el análisis del proble-
ma. el caso de los proyectos de muchas clases es
abrumador" No queremos decir proyectos sólo en el
sentido convencional de las disertaciones y ensayos
de investigación individual. Existe una variedad de
posibilidades. cada una de las cuales permitirá a los
estudiantes y al personal docente explorar temas a
profundidad. ya sea en forma individual o en grupos.
Por ejemplo. para evitar el patrón común del aisla-
miento del estudiante individual (o agorafobia inte~
lectual). ciertos cursos (o parte de ellos) pueden or-
ganizarse mejor a través de y en torno a grupos de
lectura y tareas colectivas. Una. vez más, esto depen-
derá del problema para el que se consideró adecuada
la lectura. y esto al su vez dependerá de la claridad
con la que estén definido~ los objet'ivos del curso (o
el ruouo de tratar el problema).
17 Para una elaboración posterior de algunos de esws pumos,
véase de Adiíian Leftwich "The Politics Olf Case Sturly: Pmblems
Olf h'inovaúorn in Ull1lRversia:y Ed u€: a tiOll1l " , H,;gher EducatüJ1'~ Re-
VÚJ'w 13 (2) (l9SR): 'i tambi¿n su "Socia! Sciem.:e, SOldal Releval!lce
ana lhe PoHúcs of EUI.!.c¡uional Devdopmem", lnternational
Joumal 0.1 Educaé'ú;nal Developm.eni 1 (3) P 982); de Lewis lEhon,
"Can U.."g..re:rsªü::;,s Ch;<mg;«:>?", Shulire.<; in Higher Edtu:o,l.ü,m 6 (l)
o~gli).
UNA DISCIPlLJNA DE LA POL1TICA 285

Los grupos de lectiUura con frecuend.~ §on útiles


para tratar problelnas (o parte de dlo:s) que requie-
ren de un análisis textual cOTaparadvo más o menos
detanado~ y a menudo para el examen de cuestiones
"normativas n • Por ejeuAplo, puede pedirse a los estu-
diantes, como parte de su curso, que evalúen los ar-
gumentos en favor y en contra de una carta de Dere~
chos, y que ideen una para una sociedad particular
y su constitución. Un gTUpO de lectura que se con-
centrara en algunas de las diversas explicaciones que
se han ofrecido del conjunto apropiado de de:rechos~
deberes y obligaciones de los ciudadanos «lis-a-vis el
:Estado (tales como las de Sócrates, o MilI (1) Nozick,
por ejemplQ), sería una parte útil de ese trabajo.
Tales intereses podrían ampliarse y hacerse más
complejos en el ensalnblado acull1ulativo de un curso,
digamos~ al plantear la pregunta de si el "derecho a
t:rabajar'~ o el "derecho de los adultos de ambos
H
sexos él ser padres activos deben inclu.irse en la Carta
de Derechos. Si esto es así, ¿qué. nnplicaciones resultan
de la organización de la vida productiva (esto es,
44económica")1 disposiciones para el cuidado de los
niños y el ·lugar del Estado en enas? y así sucesiva-
mente.
Sin embargo, el trabajo en grupo implica mucho
más que simples grupos de lectura. En un depar-
tamento que tiene intereses particu.lares y habilidades
especializadas en, por ejemplo, analizar y resolve:r
problemas de la participaci6n democrática (en o:rga ~
nizadones), comunidades o gobiernos (locales y na-
cionales), habría una ventaja enorme en tener grupos
de estudiantes que en verdad pudieran salir a la co-
286 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

munidad a ver la estructura, procesos y problemas


del gobierno local, la organización industrial y la par-
ticipación de la comunidad, con miras a producir
proyectos individuales o colectivos. Al hacer esto, po-
drán desarrollar algunas de las habilidades de inves-
tigación y estudio (recopilación de información, en-
trevistas' observación partícipe. evaluación de
información. etcétera), que son tan necesarias para el
análisis politico y para el desarrollo del tipo de ima-
ginación política necesaria para resolver los problemas.
Lo que requiere este tipo de trabajo del personal
docente. es el compromiso de tiempo y energía ima-
ginativa para ayudar a especificar los problemas y
para asegurar que las fuentes y los recursos están
disponibles para que los estudiantes los aprovechen.
El problema puede ser de un tipo más convencional
(¿por qué no ha ocurrido el cambio revolucionario
en las sociedades capitalistas más avanzadas, como
algunas versiones de la teoría marxista daban por
sentado que ocurriría?); o el problema puede ser
uno que por lo general se aborde menos en los de-
panamentos de Politica. Por ejemplo, la colectivización
de la producción agrícola ¿ha sido un medio efecd-
vo de resolver los problemas de alimento de las socieda-
des en desarrollo? ¿Qué nos dicen las experiencias de,
digamos, Rusia, China, Israel y Tanzania acerca
de las formas, detalles y contextos de la colectivización
que tiene éxito y la que no lo tiene?
En nuestra experiencia. el trabajo en grupo efec-
tuado por los estudiantes, que se concentra en un
problema concreto, es uno de los medios más efectivos
de liberar sus energías y de hacer producir un poten-
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 287

cial no desarrollado. Les permite aprender, a través


del proyecto y otro tipo de trabajo, a~erca de la pro-
funda complejidad de la política y las causas, con-
diciones y consecuencias de los problemas, del pasado
o del presente. Al enfrentarnos a problemas del tipo
de los que aquí se ofrecieron como ejemplos, uno
no puede evitar abordar puntos de tipo institucional,
histórico, teórico y comparativo. Los estudiantes (iY
el personal!) aprenden a seguir y a emplear las fuentes
y recursos pertinentes (personal, biblioteca, trabajo
en el campo donde sea adecuado); a reunir, interpre-
tar y discutir la evidencia; a evaluar los conceptos y
teorías contendientes, en especial en lo tocante a su
utilidad explicativa o práctica, y a organizar su tiempo
y energía (en grupos o en forma individual) teniendo
en mente límites de tiempo para escribir el proyecto.
Nos parece que las conferencias, los ensayos, las clases
de los preceptores y los seminarios formales deberían
servir y complementar estos tipos de métodos de apren-
dizaje activos y de participación, en lugar de ser sólo
sustitutos de ellos, como tienden a serlo en la ac-
tualidad.

Dado el concepto de politica que hemos bosquejado,


y dada la naturaleza política de los problemas a los
que se enfrentan las sociedades modernas, debe ser
evidente por qué alegamos en favor de una reconside-
ración y reestructuración de la disciplina de la Poli-
tica. Sugerimos que hay tres puntos importantes en
el centro del enfoque: en primer lugar, la disciplina
288 UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA

deberla trasladar su enfoque principal, de su antigua


preocupación por la enseñanza de materias (como
teoría e instituciones), a un interés más consciente de
sí mismo por el análisis de los problemas, ya que la
Política se ocupa de, corno debe ocuparse, la com-
prensión de los problemas y del actuar al respecto,
de los métodos de su análisis y resolución colectiva. En
segundo lugar. se sigue que las prioridades pedagógi-
cas adecuadas de la disciplina deberían ser la capaci-
tación y el aprendizaje de habilidades analíticas, no el
"aprendizaje" de cuerpos de información teórica y
empírica. Esto no quiere decir que la cornprensión
de la teoría y la evidencia no tengan hnportanda, por
el' contrario ,es vital. Con todo. en tercer lugar, lo
que sí significa es que una disciplina de la Política
debe ocuparse de capacitar a sus estudiantes para que
puedan emplear la teoría y la evidencia para los
fines del análisis y la acción práctica.
La Política (en anlbos sentidos) es el discurso y la
lucha por la organización de posibilidades humanas:
es académica y práctica. 'Se ocupa de asuntos tanto
teóricos cmno prácticos con temas trascendentes de
organización e institucionales. Esta unidad de lo teórico
y lo práctico distingue a la disciplina dc digamos, la
p

Filosofía Política, como se enseña con la Iuavor f:re-


o .,

cuencia. Esta última considera y adopta principios


políticos, argumentos e incluso disposiciones. de ma-
nera independiente o considerando las condiciones en
las que entraron en vigor o de su. realización. Al hace:r-
lo, alienta en cierto nivel la elección a:rbitraria de prin.-
cipios y debates aparentemente infinitos acerca de
ellos. Por el otro"lado, la antropología y la 50dología
UNA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA 289

por lo general han tendido a centrarse en ciertas


clases de sociedades o en ciertas esferas limitadas
de cornportamiento social y relaciones dentro de ellas.
Adernás. gran parte de la econornía, al desarrollar
formas sofisticadas de medir los costos y ganancias
de diferentes cursos de acción, no proporciona una
explicación real de por qué algunas se eligen y
otras no.
La naturaleza política de lo~ problemas del mundo
en la práctica, implica preguntas de todos estos tipos:
los conflictos de interés entre diversos grupos sociales en
la constitución y reproducción de sociedades distintivas;
el choque de principios rivales y preferencias filosóficas;
la consideración de los costos y ganancias para los dife~
rentes grupos sociales de los distintos cursos de acción, y
las condiciones para la realización de politicas, p:ro~
gramas y opciones y sus límites. Es precisamente
por este motivo por lo que no hay contradicción (3al~
vo en términos semánticos) al decir que la disciplina
de la Política debe ser interdisdplinaria en su. centro
y sus marcos.
En nuestra opinión, esta cmnplejidad es la que hace
a la política tan fascinante para los estudiantes y
taInbién de la mayor importancia en la práctica. En
uná época en que las dencias sociales están bajo
cierta amenaza~ cuando es probable una contracción
y resulta tentador irse por lo seguro, es necesario
reafirnlar esta importancia una y otra vez. Nunca se
resolverán los problemas del mundo moderno sólo por
medio de las innovaciones técnicas, pero sólo me-
diante el desarrollo y transformación de nuestra poli-
tica, en formas que pueden moldear más efectiva-
290 UN.-\. DISCIPU;\;A DE LA POLÍTICA

mente la clase y organizar mejor la distribución de


tales innovaciones. Sólo definiendo sus propósitos en
términos de la premura de los tiempos, y por lo tanto
s~s prioridades de investigación y enseñanza en tér-
minos del tlPo de enfoque que aquí se sugiere, podrá
la disciplina de la Política hacer una contribución
seria a la definición y promoción del bienestar huma-
nO t y a la erradicación de la empañada imagen de
la poUtica.

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