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INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, se ha vuelto común en los campos de la administración pública, las
ciencias políticas y las ciencias ambientales enfatizar el carácter multinivel y multiescala de los
problemas actuales y la política actual. Aunque la escala no es un tema nuevo, su importancia ha
crecido en los últimos años y juega un papel clave en la investigación interdisciplinaria sobre la
gobernanza de los sistemas socioecológicos. Esto se puede explicar por la creciente preocupación
por los problemas de sostenibilidad en el contexto de un mundo globalizado. Los problemas como
el cambio climático, las sequías y las inundaciones, la contaminación y las amenazas a la
biodiversidad trascienden las jurisdicciones tradicionales y los alcances de las organizaciones, y
abarcan niveles de escala local a escala mundial (Dietz et al., 2003). Los científicos ambientales han
desarrollado un creciente interés en cuestiones de gobernanza y han comenzado programas
interdisciplinarios que incluyen escalas como temas de investigación importantes (Young 2002,
Biermann 2007, Folke et al., 2007, Young et al., 2008).

Debido a que ambos conceptos de escala y gobernanza se definen de varias maneras, comenzamos
con algunas aclaraciones. En este papel, nosotros siga las amplias definiciones de escala y nivel de
Gibson et al. (2000) porque se supone que son aplicables en una amplia gama de disciplinas. Los
autores definen "escala" como las dimensiones espaciales, temporales, cuantitativas o analíticas
utilizadas para medir y estudiar cualquier fenómeno, y "niveles" como las unidades de análisis que
están ubicadas en diferentes posiciones en una escala. Varias clases de escalas han sido identificadas
por Cash et al. (2006). Junto a las escalas espacial y temporal clásicas, consideran que las escalas
jurisdiccionales, institucionales, de redes, de gestión y de conocimiento son importantes para los
estudios de políticas. A menudo, los niveles en una escala se organizan de manera jerárquica
(Gibson et al., 2000) de modo que los niveles más bajos forman parte de niveles más inclusivos (por
ejemplo, la escala jurisdiccional de estado, provincia y municipio o la escala institucional de
constituciones). , leyes y reglas de operación). Además, con respecto a la gobernanza, preferimos
una definición más amplia. Si bien algunos autores reservan la definición de gobernabilidad solo
para redes (Rhodes 1997), definimos gobernabilidad como todos los modos de gobierno, ya sea que
sean desarrollados y aplicados por mercados, jerarquías o redes (Kjaer 2004). Por lo tanto, el
gobierno abarca todas las actividades de los actores sociales, políticos y administrativos que pueden
verse como esfuerzos decididos para guiar, dirigir, controlar o gestionar la consecución de bienes
públicos (Kooiman 1993, Kjaer 2004).

Los problemas de escala tienen una larga historia en ecología. En 1961, el politólogo Vincent
Ostrom abordó la cuestión de las escalas (jurisdiccionales) en su análisis del sistema político
policéntrico de las grandes áreas metropolitanas gobernado por una multiplicidad de autoridades
federales, estatales, municipales y de distrito. El punto de partida de su análisis es que los bienes
públicos no son todos de la misma escala, y esa escala no solo implica el dominio geográfico sino
también la intensidad o el peso de las externalidades (Ostrom et al., 1961: 833). Por ejemplo, un
dique para reducir la probabilidad de inundación en un pólder específico podría beneficiar un área
más grande, pero también hay ejemplos opuestos de costos cambiantes para las autoridades vecinas.
Los problemas que se plantean surgen cuando las escalas de bienes públicos no se corresponden con
los límites territoriales de las autoridades gubernamentales. Esta situación es complicada porque al
mismo tiempo hay "demasiados gobiernos y no suficiente gobierno" (Ostrom et al., 1961: 831). En
la literatura sobre cambio ambiental global, estos temas han sido estudiados usando los conceptos
de ajuste, interacción y escala. Si bien la interacción horizontal implica interacciones que se
producen en el mismo nivel de organización social, la interacción vertical es el resultado de
interacciones entre diferentes niveles de organización social (Young 2002). En general, la falta de
ajuste entre la escala de los sistemas de gobernanza de los recursos y la escala de los sistemas de
recursos que se supone que deben gobernar es el problema de escala arquetípica para los problemas
ambientales (Young 2002, Cash et al., 2006).

Tradicionalmente, la escala espacial es la escala mejor estudiada (Cash et al., 2006) y proporciona
el fundamento para una disciplina como la geografía. Estrechamente relacionadas con las escalas
espaciales están las escalas jurisdiccionales, que son centrales en muchos estudios de
gobernabilidad. Debido a los desafíos a largo plazo en campos como el cambio climático o la
seguridad alimentaria, la escala temporal también ha ido creciendo en importancia (Gibson et al.,
2000). Las externalidades en las escalas temporales traen consigo algunos problemas de gobierno
específicos porque el futuro está rodeado de incertidumbres y la mayoría de los políticos se
concentran en mostrar resultados dentro de sus mandatos. Esta situación es, además, complicada
por el surgimiento de una sociedad en red y el supuesto cambio de formas de gobierno
monocéntricas, jerárquicas y bien institucionalizadas hacia formas de gobierno menos formalizadas
en las que la autoridad estatal da paso a una apreciación de las partes interesadas mutuamente
interdependientes ( Rhodes 1997, Pierre 2000, Blatter 2003, Kooiman 2003, Edelenbos 2005). Para
abordar estas complejidades, han surgido nuevos enfoques, como la gobernanza policéntrica, la
gobernanza de redes, la gobernanza multinivel, la gobernanza del sistema terrestre y la gobernanza
adaptativa (Ostrom 1990, Kickert y otros 1997, Hooghe y Marks 2003, Folke et al. 2005, Biermann
2007).

La confusión conceptual surge porque estos enfoques se basan en diferentes definiciones,


suposiciones y respuestas preferidas a los problemas de escala. Clarificar las diferencias
conceptuales entre los enfoques puede facilitar una comunicación más clara entre los diferentes
científicos sociales y naturales que se dedican a investigar la gobernanza de la sostenibilidad. Este
documento tiene como objetivo reducir la confusión conceptual existente con respecto a las escalas
al desentrañar tres enfoques representativos que abordan tanto la gobernanza como el escalamiento:
la gobernanza monocéntrica, la gobernanza multinivel y la gobernanza adaptativa. Lo hace
analizando las diferencias en (1) puntos de vista subyacentes sobre el gobierno, (2) supuestos sobre
escalas, (3) definiciones dominantes de problemas con respecto a escalas, y (4) respuestas preferidas
para tratar con escalas múltiples. La claridad conceptual también podría proporcionar información
sobre las oportunidades de investigación dentro y entre estos enfoques sobre el tratamiento de
escalas para gobernar problemas complejos. Revelar algunos temas de investigación de límites es
el segundo objetivo de este documento.

En las siguientes tres secciones, presentamos los resultados de nuestro esfuerzo desenredante.
Discutimos, respectivamente, sobre cómo los enfoques de la gobernanza monocéntrica, la
gobernanza multinivel y la gobernanza adaptativa se ocupan de los problemas de escala. En esta
descripción general, somos necesariamente selectivos. Por lo tanto, la elección de la literatura refleja
nuestra interpretación. Luego, comparamos los enfoques y delineamos los temas clave de
investigación. Finalmente, formulamos nuestras conclusiones con respecto a la gobernanza sensible
a la escala para hacer frente a problemas de sostenibilidad complejos.

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