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Introducción
En este trabajo se analizan algunas de las razones y consecuencias del dualismo cartesiano la Commented [MMS1]: Debes cuidar mucho cumplir lo
que prometes. En tu conclusión deben quedar claras las
razones y consecuencias que has encontrado a lo largo de tu
separación radical entre cuerpo y mente como sustancias distintas a partir de la segunda estudio.
meditación metafísica (Descartes, 1977: 23-30). Se intentará platear algunas conclusiones a las
que nos lleva las premisas cartesianas para problematizar algunos puntos de debates que siguen
siendo relevantes en torno a la teoría del conocimiento. Para hacerlo, en la primera parte de este
análisis se desarrolla la reflexión de Descartes en torno a la idea de la mente como la única sustancia
en las que las ideas “claras y distintas” y por lo tanto el conocimiento en general pueden
intenta desarrollar tres problemas que derivados de la aceptación del dualismo cartesiano: 1) La
adopción de una definición muy restrictiva de conocimiento que deja fuera toda una serie de
saberes que no pueden ser justificados de forma discursiva 2) la concepción del cuerpo como un
ser una sustancia pasivao que no juega ningún papel en el proceso de producción de conocimiento
3) una visión individualista y atomista del conocimiento como algo que sucede de forma autónoma
En este apartado debes revisar con cuidado el análisis ¿Cuál es la tesis que quiere
defender el autor, Descartes? ¿En qué argumentos se apoya?
El dualismo cartesiano surge del intento de Descartes de encontrar un punto firme e incuestionable
sobre el cual pueda fundamentar sus creencias, y así poder justificar la existencia de un
conocimiento verdadero más allá de cualquier duda racional. Para encontrar este punto firme
Descartes pretende dudar de todo conocimiento el cual no se le aparezca como evidente en síi
mismo, comenzando por cuestionar las fuentes en las cuales confiamos cotidianamente para
proveernos de conocimientos ciertos y justificados. (En este punto hubiera sido buena idea incluir
La primera cosa de la que Descartes duda es de la habilidad de los sentidos para proveernos
de conocimiento. Bajo la premisa de que con frecuencia los sentidos nos engañan, Descartes no
encuentra ninguna operación en la razón que nos permita decir de forma certera y absoluta cuándo
nuestros sentidos nos están mostrando la verdad tal cual es, y cuando nos presentan una mera una
apariencia. Incluso, argumenta, las cosas más inmediatas que percibimos con nuestros sentidos,
como el hecho que estamos en lugar particular o que vemos un objeto cerca de nosotros, no pueden
ser diferenciados de situaciones en la cuales percibimos cosas que nos son reales. Este es el caso,
por ejemplo, del mundo de los sueños, donde se pueden percibir cosas tan claras como en la vigilia,
sin que éstas sucedan en realidad. (Ojo, confundes la duda de los sentidos con la duda del sueño.
Revisa Stroud) Este es un error fuerte de lectura y de comprensión. Para mí esto baja calificación
Una vez que Descartes concluye que el conocimiento de los sentidos no es confiable,
comienza a dudar de aquel conocimiento abstracto que intuimos de verdades que nos parecen
de que los cuerpos tienen extensión y que existen relaciones entre los objetos del mundo. Estas
verdades pueden ser confirmadas incluso si estamos soñando o si la información que nos da
nuestros sentidos no es del todo confiable. No obstante, Descartes no acepta estas verdades al
considerar que podría existir situaciones que no se puede estar completamente cierto de que sean
universalmente verdaderas. El autor imagina una situación en la que un genio maligno, con las
características de un dios omnipotente y cuyo único objetivo es engañarnos, crea estas verdades
que parecen universales pero que no son más que una ilusión que no tienen nada que ver con el
mundo. Al no poder desechar esta duda, estas verdades que alguna vez pudieron parecer tan ciertas
que no era necesario cuestionarlas, no pueden ser confirmadas como un hecho que suceda bajo
Una vez que Descartes ha cuestionado casi por completo cualquier forma de generar
conocimiento, encuentra una proposición de la que no puede dudar en el hecho mismo de que está
dudando y, por lo tanto, en que está pensando. Este hecho indubitable puede ser confirmado incluso
poniendo las condiciones que había puesto para descartar cualquier otra creencia como verdadera.
Más allá de que los sentidos puedan ser engañosos, de que el sueño no pueda distinguirse de la
vigilia o de que exista un genio maligno todo poderoso que nos engaña, el pensamiento mismo
sobre todas estas cuestiones es un hecho que puedo proponer como una idea clara y distinta. Una
vez que Descartas confirma el hecho de que está pensando, puede confiar de esta capacidad para
justificar todas aquellas verdades de las que antes dudaba. Este argumento tiene como consecuencia
que cualquier justificación debe estar fincada en operaciones que surjan únicamente del
pensamiento. Esto lo lleva a reflexionar, en la segunda meditación sobre la relación que existe entre
que es más fácil de conocer que el cuerpo. En el título está ya expuesta la idea eje de la meditación.
Ojo de nuevo a las lecturas precipitadas. Estas reflexiones lo llevan a descartar una serie de
momento como cualquier otro conocimiento proveniente de los sentidos, es decir, podemos
inconfundible que es nuestro cuerpo. Sin embargo, para Descartes no existe una razón puramente
en el pensamiento que nos permita confirma esta creencia, por lo que el cuerpo es tan inaprensible
de forma segura e indubitable por el entendimiento por este método que otras cosas del mundo
exterior.
En segundo lugar, podríamos suponer que los sentimientos o sensaciones que suceden
dentro de nuestro cuerpo sería parte innegable de nuestra vida interior y de nuestra existencia como
sujetos conscientes. Más aún, el cuerpo podría ser pensado como parte constitutiva de nuestro ser,
pues aparentemente delimita un espacio interno donde sucede los procesos del pensamiento de los
que podemos estar seguros. No obstante, Descartes rechaza rotunamente esta afirmación, pues
todas las sensaciones producidas al interior de nuestros cuerpos no son conocidas de una manera
distinta a aquellas realidades exteriores que obtenemos por los sentidos. A diferencia de los
pensamientos de la razón, los sentimientos y sensaciones internas no se nos muestran como cosas
claras y distintas que podemos aceptar sin importar el contexto, la situación o si estamos soñando
o despiertos. Puedo sentir hambre, sed, odio o tristeza sin que exista la certeza de que estoy
conociendo una realidad que sea aceptable por toda existencia racional. Ni siquiera puedo estar
seguro de que comparta con otras personas las sensaciones internas de nuestro cuerpo, que sintamos
de la misma manera o que aquello que yo llamo dolor, tristeza u odio sea lo mismo que otra persona
siente cuando dice que está triste, adolorida o que siente odio.
Siguiendo la duda metódica cartesiana, la única certeza que existe es el hecho de estar
pesando, por consiguiente, todo conocimiento que pretenda ser verdadero debe partir del
pensamiento. El cuerpo no puede ser confirmado como parte de nuestro ser cognoscente por
ninguna operación que se dé solamente en el pensamiento, por lo que, Descares concluye que:
No soy esta reunión de miembros llamada cuerpo humano; no soy un aire sutil y penetrante,
difundido por todos esos miembros; no soy un viento, un soplo, un vapor, ni nada de cuanto
pueda fingir e imaginar, puesto que ya he dicho que todo eso no era nada. Y, sin modificar
ese supuesto, hallo que no dejo de estar cierto de que soy algo (Descartes, 1977 :26)
Esta certeza de que se es algo, es equivalente para el autor a la certeza de ser alguien que piensa, y
por eso el pensamiento (la mente es una entidad, una sustancia separada del cuerpo. El pensamiento Formatted: Highlight
es fruto del ejercicio de la mente) es algo completamente separado del cuerpo, algo que no se puede
deducir ni producir simplemente de relaciones corpóreas. Para Descartes, mientras que la mente es
una sustancia que se existe por sí misma y que puede justificar y demostrar su existencia sin ayuda
de ninguna operación que suceda fuera de ella, el cuerpo sólo puede ser verificado y comprendido
a través de sensaciones, las cuales no son fuentes confiables ni inmediatas del entendimiento. Más
adelante en sus meditaciones, Descartes justifica la posibilidad de conocer el mundo exterior (y por
esta razón nuestros cuerpos) a partir de un argumento que deduce esta posibilidad de la existencia
de un Dios el cual puedo justificar con métodos puramente mentales. Sin embargo, en el fondo del Commented [MMS2]: ????????? Esto debes desarrollarlo
mejor
planteamiento de Descartes se encuentra la idea que la existencia del mundo, nuestros cuerpos y
del conocimiento de fenómenos naturales sólo puede ser justificado si se parte de nuestros
pensamientos y no al revés. Así pues, nuestros sentimientos, sensaciones y experiencias pueden ser
sentido, por lo que nuestro cuerpo, los sentidos y las experiencias nos transmiten. Esto lo lleva a
concluir que donde realmente se encuentra nuestro ser cognoscente es en una mente que funciona
de forma independiente al cuerpo, y que éste último sólo nos permite experimentar impulsos e
instintos que no son distinguibles de la forma de actuar y sentir de las formas de vida que, el autor
Antes de pasar a tu comentario crítico deberías haber tratado de contestar las siguientes
cuestiones:
La perspectiva de Descartes sobre la existencia de una sustancia que conoce al interior de nuestros Commented [MMS3]: no, no; no se trata de una sustancia
que conoce nuestro cuerpo, sino de una sustancia
independiente del cuerpo pero que, imaginariamente,
cuerpos sigue tendiendo un impacto importante en la forma en la que concebimos el conocimiento. situamos en su interior.
La idea de una mente como lugar sui generis, separada de todo el espacio que le rodea, se ha
sostenido bajo lo que podemos denominar el mito del espacio interior. Según este mito, nuestras Commented [MMS4]: ¿Alguna referencia o es una
expresión tuya?
conciencias, pensamientos y nuestro conocimiento del mundo tienen su origen en un espacio al
interior de nuestros cuerpos, el cual no puede ser deducido de ninguna función corporal.
Sin embargo, el mito del espacio interior tiene varios problemas que obstaculizan
comprender la formación del conocimiento. El primer problema con el que se encuentra es que
dicho mito ve al conocimiento como una serie de representaciones conscientes que podemos
articular discursivamente. Esta concepción del conocimiento es problemática porque deja fuera una Commented [MMS5]: ¿Cómo obtienes esta conclusión de
lo que expusiste anteriormente?
enorme cantidad de conocimientos que son fundamentales para actuar, vivir y conocer el mundo.
Luis Villoro resalta estas distintas formas de conocimiento en su libro Creer, Saber, Conocer
(2008), a partir de la lectura de dos diálogos platónicos. Por un lado, la noción tradicional del
y es definido como creencia verdadera justificada. En esta visión el conocimiento es un asunto Commented [MMS6]: sería bueno citar o al menos referir
puramente proposicional, es decir, sólo puedo decir si algo es verdadero si tengo la capacidad de
enunciar una creencia y puedo dar razones para respaldar que aquello que creo es en efecto
verdadero. Por el otro, Villoro toma una noción de conocimiento distinta del Mmenon, la cual
considera que el conocimiento está condicionado por los problemas prácticos de la cotidianidad.
Esta forma de ver el conocimiento puede llamarse disposicional, pues entiende que la justificación
de una creencia se da en la disposición a actuar como si ésta fuera verdadera. El conocimiento Commented [MMS7]: no. REvisa el texto de Villoro para
que entiendas qué significa consderar las crencias como
disposiciones
disposicional no tiene mucho sentido al ser enunciado, pues su verdad sólo se comprueba en la
posibilidad de realizar ciertas acciones en el mundo. Si bien, no podemos desestimar la validez del
concepto tradicional del conocimiento, es importante apuntar que existen diferentes formas en las
que se puede justificar el conocimiento. En muchos casos, como en el caso de los conocimientos
Un segundo problema que podemos plantear frente al mito del espacio interior es que deja
al cuerpo como un ente pasivo en la tarea de construcción del conocimiento. La idea de disposición
es también útil para cuestionar esta consecuencia de los planteamientos cartesianos, pues se centra
acciones que sólo pueden ser expresadas por el cuerpo. Pierre Bourdieu ha retomado el enfoque
disposicional desde una perspectiva sociológica, articulando una propuesta teórica en la que la
esquemas para comprender el mundo que denomina el conocimiento por el cuerpo, el cual, según
el autor:
garantiza una comprensión práctica mediante comportamiento absolutamente diferente del
inmediata del mundo familiar porque las estructuras cognitivas que pone en funcionamiento
son el producto de la incorporación de las estructuras del mundo en el que actúa (Bourdieu,
1999: 4)
En este sentido, bajo este planteamiento, no existe una división clara entre las tareas del cuerpo y
Por último, el tercer problema con el mito del espacio interior es que concibe la adquisición,
aislada en las cabezas atómicas de todos los sujetos cognoscentes. Desde una perspectiva
disposicional, el conocimiento es siempre una interiorización de los esquemas del mundo exterior,
comportamiento. Por ejemplo, si bien el ser humano tiene la capacidad, podríamos decir universal,
de adquirir un lenguaje con el cual pueda dar sentido al mundo, la forma y el contenido de este
constante del cuerpo. En este sentido, el conocimiento es parte de una segunda naturaleza adquirida
serían capaces de generar ninguna proposición, no importa que está fuera tan básica como el cogito
ergo sum. El proceso de socialización implica, parafraseando a Bourdieu, interiorizar los esquemas
sociales de visión y división del mundo y hacerlos cuerpo en esquemas cognoscitivos que se
encuentran detrás de nuestra capacidad de generar conocimiento en sentido tradicional es decir
como proposiciones conscientes. Es por eso por lo que sería imposible decir que el conocimiento
está situado en algún espacio mental en nuestro cuerpo, puesto que el conocimiento sería el
producto de una serie de relaciones (deslocalizadas) que permiten producir y reproducir ciertos
Conclusión
científicas y académicas, las cuales siguen presuponiendo esta distinción radical entre la mente y
el cuerpo de forma acrítica. Es por eso significativo recurrir a la reflexión tanto filosófica, como a
otras disciplinas que intentan cuestionar el sentido común como la sociología, para clarificar y
encontrar los problemas que puede generar aceptar las premisas de esta concepción de la relación
entre el cuerpo y la mente. En este trabajo se pretenden articular algunos problemas que me parecen
¿En qué medida este texto supone un avance o retroceso con respecto a las opiniones
de otros filósofos anteriores o contemporáneos al autor que nos ocupa?
¿Cómo ha influido la tesis del texto en otros filósofos contemporáneos o posteriores?
¿Cómo se ha visto afectada la tesis del texto por las aportaciones de otros filósofos
contemporáneos o posteriores?
¿Qué grado de ambigüedad o precisión poseen los términos utilizados?
¿Qué grado de consistencia o incoherencia poseen los argumentos sostenidos por el
autor?
El trabajo no está mal pero carece de profundidad. Hiciste una lectura apresurada de
Descartes y eso te llevó a cometer varios errores de interpretación. Debes cuidar mucho tanto
Bourdieu, Pierre. “Conocimiento por cuerpos” [en línea]. En Meditaciones pascalianas. Barcelona:
content/uploads/2015/08/bourdieu.-Meditacion-pascalianas.pdf
Descartes, René. Meditaciones Metafísicas con Objeciones y Respuestas. Madrid: Alfaguara, 1977
Robinson, Howard. “Dualism” [en línea]. En Stanford Encyclopedia Philosophy [15 de marzo de
2018] . https://plato.stanford.edu/entries/dualism/