Professional Documents
Culture Documents
Por otro lado la ética deontológica, que tiene que algo moralmente correcto es una
acción por deber.
La voluntad es lo que me lleva a hacer o no hacer. Cuando
alguien hace algo conforme al deber es porque está pensando en las consecuencias
o el provecho de la acción. En cambio cuando alguien hace algo por deber es porque
lo hace por si mismo, lo hace solo porque sabe que lo debe hacer.
Por una parte, tengo que a uno no le gusta que le roben, y se suele decir que
no hay que hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros,
luego de este principio se deriva el respeto a la propiedad privada ajena.
Por otra parte, se suele aceptar que es bueno lo que produce más beneficio,
y ya que una cantidad de dinero importante proporciona comparativamente
más beneficio a una persona de clase media que a alguien de clase alta,
puedes pensar que es legitimo en este caso la gestión de los recursos ajenos.
Devolver la cartera obedece a un criterio ético deontológico, es decir, que se basa
en el deber ("obra de modo que puedas querer la máxima de tu acción como ley
universal")
Dentro de esa ética personal todos pasamos (ó nos quedamos en una sola) por tres
etapas: la pre-convencional, la convencional y la post-convencional. La primera, La
Pre-convencional donde se define lo bueno y lo malo en términos de lo que los
padres dicten o en términos de castigo o recompensa. Es una etapa que comprende
la niñez donde nuestro contacto con lo bueno y malo depende de lo que digan los
padres y relacionamos lo bueno con una recompensa y lo malo con un castigo. Es
la base de nuestra formación, donde adquirimos nuestros primeros valores, pero
éstos no dependen de nosotros sino de la programación neurolingüística que
nuestros padres nos permitan desarrollar. En la segunda etapa, La Convencional;
lo bueno y malo se define en términos de normas, ya sean de la familia, de la
sociedad, de los amigos, etc. Se convierte como en un tipo de fidelidad en estas
normas y dependen de nosotros mismos; no es implantado por nadie. Es un punto
crucial en la vida de cada uno ya que si no tenemos nuestra base del bien y del mal
bien definida podemos seguir normas incorrectas y desviarnos a un mal camino o
quizás no seguir ninguna norma. Hay que acoplarse a las normas que van de
acuerdo a nuestros valores y si no tenemos dichos valores, seguir las normas que
de acuerdo a la razón son correctas. Es la etapa donde la mayoría estamos y donde
yo me incluyo. La tercera etapa, La Post-convencional; define el bien o el mal desde
un punto de vista universal y donde se adquieren principios morales universales. Es
una etapa donde muy pocos llegan ya que se quedan estancados en la segunda.
Es muy importante el seguir desarrollando el aspecto moral y poder llegar a un nivel
donde los principios de cada persona respeten el interés de todos. Igual que uno se
preocupa por cultivar el aspecto profesional y se quiere ser cada vez mejor. Esta
ética se enseña en cada casa y en cada familia, pero no es verdad que sea algo
solamente individual, es a pesar de ser de distintos países y venir de distintas
familias, muchos coincidimos en que es ético y que no lo es.
De forma general, tanto en la ética personal como en la profesional, somos tan poco
éticos cuando juzgamos a las personas por lo que aparentan sin siquiera conocerlas
ó saber la procedencia de esas personas, ignorando lo duro o fácil que la vida le ha
otorgado las cosas, en varias ocasiones siempre resaltamos las cosas negativas de
las personas en lugar de darle a entender el cómo poco a poco ha desarrollado
valores positivos que le permiten de forma directa percibir y mejorar su ética y moral.
Debemos tener en cuenta que la ética se construye desde todos los niveles de
relaciones, como lo son la relación de pareja, familiar, social, laboral, etc. todo este
conjunto de relaciones nos ayudan a construir ética y a un mejor desarrollo como
personas y profesionales.
Para concluir este tema podríamos decir, que el ser humano debería incluir en su
vida cotidiana, en su continuo desarrollo individual y colectivo; la ética como motor
fundamental de las relaciones con los demás, con la sociedad. Esto sin lugar a
dudas nos llevaría a un desarrollo social fundamental basado en el servicio a los
demás, en la dependencia, en el bien común; de esta manera nos encontraríamos
en una colectividad más humana en todo el sentido de la palabra, seriamos toda
una maquinaria orientada hacia un mismo horizonte; que sería el ser humano
integral.