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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

MATERIA: PSICOLOGÍA EVOLUTIVA

PRÁCTICA # 6

ANÁLISIS DE LA EXPRESIÓN GRÁFICA EN EL NIÑO

Autor (es):

López, Maryelis

Maestre, Suheiz

Morales, Haidy

Caracas, Enero de 2012.


I.- Objetivo.

Explorar y analizar la evolución del dibujo en niños con edades comprendidas entre
los 3 y 13 años, según la teoría propuesta por Lowenfeld y Brittain.

II.- Observaciones.

2.1 Comparación de las conductas de los niños observados.

La percepción y las experiencias sensoriales son la base para la producción de


formas artísticas. La expresión artística de los niños es una manifestación de sí mismos, es
un espacio para expresar de una forma socialmente aceptable sus sentimientos y emociones
(ansiedad, rabia, temor, odio), es una oportunidad para reflejar sus experiencias y canalizar
sensaciones. Además, es uno de los primeros medios de expresión (aparte del lenguaje y el
llanto), “es una nueva forma de explorar sensaciones kinestésicas y texturas”, “es una
manifestación del desarrollo físico y psicológico del niño, y no una intención de representar o
copiar algo” (Lowenfeld y Brittain, 1980, pp. 120-124).

Los niños y niñas son seres en constante cambio y la representación gráfica que
realizan no es más que el lenguaje de su pensamiento. A medida que van creciendo van
percibiendo el mundo de manera distinta, por lo que la forma de expresar su realidad va
cambiando.

En este sentido, es destacable la evolución de los niños a lo largo de su infancia,


comenzando desde los 2 años, quizás un poco antes, mediante el impulso de los padres y
demás cuidadores, ya que es una forma de desarrollo y expresión ideal. Del mismo modo, el
infante también demuestra interés ante esa nueva acción, y con el paso del tiempo, a través
de sus propias experiencias, su producción artística será más sofisticada, simétrica,
coherente y con una gran carga valorativa e interpretativa para sí mismo y para los
observadores de su producto.
Ante esto, Lowenfeld y Brittain (1980) definen un sistema de estadios o etapas. Los
estadios están definidos por la manera en que el sujeto aprehende la realidad, que parten de
los primeros trazos en un papel y van progresando hasta los trabajos de la adolescencia.
Siendo la etapa inicial: “la construcción de garabatos”, que surge específicamente a partir de
los 18 meses de edad, y se precisa durante los 4 años siguientes en la realización de trazos
mucho más elaborados.

Esta etapa según Lowenfeld y Brittain (1980) se inicia a los 2 años y


culmina a los 4 años aproximadamente. Así mismo, los garabatos presentan
tendencia a seguir un orden bastante predecible; comienzan con trazos
desordenados en un papel y evolucionan gradualmente hasta convertirse en
dibujos con un cierto contenido reconocible para los adultos. Tenemos que
los garabatos se clasifican en tres categorías: garabatos desordenados,
controlados y con nombre.

A partir de esto, comenzamos diciendo que el sujeto O.S de 3 años se


Etapa del
encuentra en esta etapa con un tipo de garabateo con nombre ya que el niño
garabateo
atribuye una denominación a sus trazos aunque no se reconozca lo que él
(Niños de 2 a 4
dice en el dibujo. El niño ha pasado del pensamiento kinestésico al
años)
pensamiento imaginativo. En el caso del segundo dibujo el niño realiza
Trazos mejor distribuidos en toda la página, el cual fue acompañado por una
descripción de lo que hacía por ej.: el sujeto asume que la figura trazada era
una caricatura llamada Ben 10, un aspecto importante en este caso es que al
niño se le presentaron una serie de colores y él no eligió el color verde de
acuerdo a la secuencia presentada, sino que utilizó dicho color que es el
característico del dibujo animado. El nivel de los garabatos refleja las
transformaciones fisiológicas y psicológicas, O.S se encuentra en el nivel
esperado para su edad.

En el caso del sujeto F.M de 4 años se encuentra en esta etapa con


un tipo de garabateo controlado pues la niña ya descubrió la vinculación
entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel, en ambos dibujos
hechos por F.M se observa el predominio de trazos circulares controlados y
repetidos, con líneas circulares abiertas y cerradas que se manifiestan más
que todo en la realización de su dibujo libre; esto se evidencia en la teoría de
Lowenfeld y Brittain (1980) donde expresan que el niño a los 3 años es capaz
de copiar un círculo o varios de ellos pero no un cuadrado. Se aproxima a la
forma de tomar el lápiz que tiene el adulto. Descubre relaciones entre lo que
dibuja y algo del ambiente. La utilización del color en su garabateo es
principalmente exploratorio. Ya que la interacción es el elemento más
importante del aprendizaje, este control sobre el garabato también se refleja
en el dominio del niño sobre otras partes del ambiente (por ejemplo: al
momento de atarse los zapatos, el niño goza practicando sus nuevas
habilidades) esto realza el desarrollo del esquema corporal, así como van
surgiendo preferencias manuales y comienza la verdadera integración visual
y motriz. El nivel de los garabatos refleja las transformaciones fisiológicas y
psicológicas, F.M se encuentra en el nivel esperado para su edad.

Esta etapa según Lowenfeld y Brittain (1980), es un método diferente


de dibujo: la creación consciente de la forma. Realmente los dibujos no se
alejan mucho del garabateo para los adultos, pero sí tiene gran significado
para los niños. Ahora él crea conscientemente formas que tiene relación con
el mundo que los rodea y podría decirse que es el comienzo de la
Etapa Pre- comunicación gráfica. Los trazos y garabatos van perdiendo más su relación
esquemática con movimientos corporales, son ahora controlados y se refieren a objetos.
(Niños de 4 a 7
años) En el caso del sujeto G.M de 4 años el propósito precede al trazado,
éste mencionó antes de realizar su expresión gráfica que dibujaría a Santa
Claus (dibujo libre) y luego procede a realizar el mismo, se observa
claramente la utilización de formas geométricas como círculos, un cuadrado y
óvalos; en cuanto al empleo del color el niño lo plasmo de manera arbitraria.
En la figura humana existe una cercanía de representación del tronco de una
persona aunque éste no se asemeje del todo a la realidad.

Durante este período el niño se caracteriza por su egocentrismo, en


tanto que, todo está relacionado con él mismo, su expresión gráfica es una
clara evidencia de ello. El niño representará los objetos, personas, animales y
temas que estén directamente relacionados con su entorno, sus experiencias
o incluso sus propias fantasías; además, solo representará aquellas cosas
que tengan relevancia o significación para él, omitiendo detalles que no son
importantes o de los que aún no tiene conciencia. A veces, puede llegar a
sobre dimensionar algún objeto o parte del cuerpo al que quiera hacer
particular referencia; aquí traemos el caso de K. M (5 años) dónde se
evidencia claramente que sobredimensionó partes del cuerpo en su dibujo de
la figura humana, por ejemplo: la cabeza y la figura que serviría como tronco,
respecto a esto en relación con el material de Lowenfeld y Brittain (1980) se
puede decir que K. M. reacciona ante experiencias significativas en forma
afectivamente sensible exagerando aquellos objetos o hechos en los cuales
se ha visto envuelto emocionalmente.

El siguiente paso en el desarrollo de la figura humana es la inclusión de


brazos y un redondel o alguna figura que represente el cuerpo. En el dibujo
de K. M. se puede apreciar esta transición. Por otra parte, la figura humana
de K. M. está enriquecida por los detalles como brazos, intento de hacer los
dedos, ojos, nariz, boca, cabello, etc., que difieren por mucho de la
representación típica del cabezón o renacuajo que dibujan mayormente los
niños de esta edad. Lowenfeld y Brittain (1980) dicen que cuanto más
detalles se encuentren en el dibujo, mayor será la consciencia del niño
respecto a su propia realidad.

Durante esta etapa de desarrollo, el niño busca continuamente nuevos


conceptos, y sus símbolos representativos también cambian constantemente,
lo que irá paulatinamente mejorando su representación de una persona
(Lowenfeld y Brittain, 1980).
Otra diferencia de esta etapa con respecto a la anterior radica en que,
mientras en el garabateo los niños utilizan el color para comparar los objetos,
en la etapa pre-esquemática comienzan a comparar por la forma y no tanto
por el color. La capacidad de trazar formas a su elección domina su
pensamiento, por lo que la representación de las figuras que dibuja no tiene
relación con el color que utiliza. Un niño puede, por ejemplo, pintar una figura
humana de rojo, amarillo o azul, simplemente porque es el color que lo ha
impresionado. En el caso de K. M. se aprecia claramente este fenómeno, las
figuras que parecen ser humanas en su dibujo libre, están coloreadas de:
amarillo en tronco y cabeza, en otro caso amarillo tronco y extremidades y
cabeza de color morado y por último una figura humana pintada
completamente de color azul.

En el dibujo de K. M. se puede notar el uso del color con una clara


intencionalidad; aunque las figuras no son muy claras, se nota por el relleno
de color, la intención de definirlas como objetos diferentes dentro del dibujo
(tentativa de adaptación de color al tema), por ejemplo: el carro de color
naranja, la silla con las mesas de color rojo, la casa de distintos colores etc.

Así mismo K. M. dibuja de manera desordenada y con una organización


espacial muy diferente a lo que los adultos consideran correcto. En su dibujo
libre se evidencia la incapacidad del niño para relacionar las cosas entre sí
en el espacio y esto es una clara indicación de que no está preparado o aún
maduro para cooperar socialmente, ni relacionar letras entre sí para aprender
a leer (Lowenfeld y Brittain, 1980).

En cuanto al sujeto G.A de 6 años, quien representa figuras


geométricas como triángulo, cuadrado, círculos, rectángulo y óvalos; también
se observa que mostró la utilización de un coloreado decorativo, además de
reflejar una cercanía entre sus trazos con el pensamiento y la realidad. Está
claro que para el niño en esta etapa lo que tiene más relevancia son las
figuras que pueda trazar más que el color pigmentado sobre ellas, esto se
debe a que el infante avanzó en la etapa del garabateo y ahora sus
expresiones gráficas son de forma consciente. Entonces a esta edad el color
será una cuestión de gusto, y que estará indicado según el estado de ánimo
del sujeto (Lowenfeld y Britain, 1980).

Esta etapa según Lowenfeld y Brittain (1980) La figura del hombre, es


representada con las diferentes partes del cuerpo como: cabeza, brazos,
piernas, ojos diferentes de la nariz, y el símbolo de la nariz será diferente del
que use para la boca, también le hará cabello y cuello, e incluye símbolos
separados para las manos, los dedos y generalmente uno distinto para los
pies, muchas veces dibujan ropa en lugar de cuerpo. En algunos casos el
sujeto utiliza triángulos, círculos o cualquier otro tipo de figura para la
realización del tronco, piernas o brazos. Todo esto se da por medio de los
esquemas que ha realizado previamente el sujeto.
Es de esperar que a esta edad, logren representar un esquema
humano con sus detalles característicos y que para el adulto resulten
fácilmente reconocibles. Comenzamos haciendo énfasis en que los dibujos
Etapa de L. V. (7años) recogen todas las características necesarias para
Esquemática contenerse en esta etapa.
(Niños de 7 a 9
En el esquema humano el niño no está tratando de copiar una forma
años)
visual, sino que ha llegado al concepto que tiene mediante la combinación de
muchos factores: el proceso mental, la toma de conciencia de sus propios
sentimientos, y el desarrollo de su sensibilidad perceptiva. El esquema
humano es algo muy personal y puede considerarse como un reflejo del
desarrollo del individuo (Lowenfeld y Brittain, 1980).

Otro aspecto característico de la etapa esquemática radica en el uso de


la línea base. Esto indica el descubrimiento (por parte del niño) de un orden
en las relaciones espaciales. La línea de base simboliza unas veces la base
sobre la cual se apoyan las cosas, y otras, la superficie del terreno o del
paisaje. Ya los objetos no “flotan” en el dibujo, aparentemente sin un orden,
sino que ahora estos se apoyan intencionalmente sobre esta línea base,
expresando un ordenamiento espacial de donde debe de estar cada cosa, las
nubes en el cielo, los árboles plantados en el suelo, etc. Podemos observar el
uso de esta línea en ambos dibujos de L. V. en el caso de la figura humana
puede notarse que el niño está usando el borde inferior de la hoja como línea
base, mientras que en el dibujo libre dibuja una especie de suelo, de color
verde y encima de este sitúa los objetos, a saber, la casa y el árbol, así
mismo sitúa el sol y las nubes por encima de estos. De igual forma si los
niños utilizan el arte como medio de comunicación, resulta muy natural que
piensen que los objetos vienen uno después de otro en una línea, así como
L. V. dispone la casa al lado del árbol sobre el suelo y las nubes al lado del
sol y ésta a su vez una al lado de la otra en el cielo.

En cuanto al color, según Lowenfled y Brittain (1980) el esquema de


color es un indicio del proceso que conduce al pensamiento abstracto y
muestra que el niño puede generalizarlo a otras situaciones, a partir de su
propia experiencia. En esta etapa el color ha dejado de ser absolutamente
afectivo en comparación a etapas anteriores. El niño elige un color para cada
objeto y descubre que hay una relación entre ellos y aunque ciertos objetos
son pintados con colores comunes para todos los niños, como el cielo azul o
las plantas verdes, cada niño desarrolla sus propias relaciones de color. En
este sentido L. V. colorea el tronco del árbol de color marrón con sus hojas
verdes de manera común como se supone que es en sí el objeto, pero a su
vez colorea el sol de color verde con borde morado y para la nubes utiliza no
solo el color azul, si no también colores como amarillo, naranja y negro.

C.M de 8 años representa en la figura humana, cabello y cuello;


además, los símbolos utilizados en el rostro (ojos, nariz y boca) se logran
diferenciar uno de otro, sus trazos son asimétricos y el niño establece una
relación entre el color y el objeto, siendo ésta de tipo no causal o emocional.

Por otro lado, manifiesta que de igual forma D. A. (9 años) también se


encuentra en esta etapaya que sus dibujos presentan características muy
similares a los dibujos de L. N. (7 años) en cuanto al esquema humano (una
representación humana básicamente con cabeza, ojos, nariz, brazos, etc. y
en su caso se sustituye el cuerpo y dibuja la ropa) el uso del color ( colorea
de acuerdo a su relación propia, pinta una flor con el centro rojo y sus pétalos
verdes, el tallo y el borde de la misma en azul) sin embargo; en cuanto al
esquema espacial en D. A. se observan indicios de la desaparición del uso de
la línea base, lo que podría deberse a que ya comienza a percibir el suelo
como un plano, así como también en sus dibujos no se observan objetos que
se alineen en procesión, marcando así una organización espacial más
realista (Lowenfeld y Brittain, 1980). No obstante, sus dibujos no presentan a
parte de este aspecto, otras características que nos permitan ubicarla ya,
dentro de la etapa Realista o de la Pandilla.

Según Lowenfeld y Brittain (1980), Un rasgo importante de esta etapa


del desarrollo es el descubrimiento que hace el niño de que es un miembro
de la sociedad, constituida por sus pares. Durante esta época los niños
construyen la trama de lo que luego será su capacidad para trabajar en grupo
y cooperar en la vida de los adultos. Existe una conciencia creciente de que
uno puede hacer más en grupo que solo, y que el grupo es más poderoso
que una persona aislada.
El esquema no es la manera adecuada para dibujar la figura humana en
esta etapa, ya que el sujeto le da más importancia a la representación de
Etapa Realista características propias a cada género como por ej. Las niñas usan vestido y
o de la pandilla los niños pantalón y se empieza a notar un conocimiento de forma
(Niños de 9 a consciente para realizar accesorios “las niñas cada vez más adornan los
11 años) vestidos de sus figuras y los niños se fijan en los estampados de sus camisas
de moda” (Lowenfeld y Brittain, 1980).
En el caso del sujeto A.T de 10 años de edad, en el dibujo del cuerpo
humano se observa que tiene claro de distinción de sexos, dibujo una niña y
le coloco accesorios (ganchitos en el cabello), le dibujo ropa representativa
de que era mujer y detalles en la falda. Luego en el dibujo libre realizó un
paisaje donde se observa que utilizó borde para resaltar los objetos, la línea
base sigue los pliegues naturales del terreno, no existe buena proporción de
las partes y en esta etapa el sujeto presenta la relación color-objeto y dicho
color es plasmado en relación a la experiencia emocional.
Esta etapa según Lowenfeld y Brittain (1980), marca el fin del arte
como actividad espontánea, y señala el comienzo de un período de
razonamiento en que el niño se hace cada vez más crítico de sus propias
producciones. Es una etapa de cambio desde el dibujar inconsciente lo que
se conoce, a la realización consciente de lo que se ve, el niño comienza a
sentir inquietud y excitación, aunque el término niño ya no se suele aplicar
más; las chicas comienzan a desarrollar las características de madurez
sexual y los muchachos se preocupan por ver cuando comienza a crecerles
la barba. Esta edad se denomina generalmente pubertad o pre-adolescencia.
Es un periodo de grandes diferencias individuales, lo cual se aprecia mucho
en lo físico, pero también se puede ver en los terrenos mental, emocional y
Etapa Pseudo- social (Lowenfeld y Brittain, 1980).
Realista (Niños
A partir de esto, se puede decir que el sujeto P.M de 12 años, se
de 11 a 13
encuentra en esta etapa debido a que realizo trazos donde destaca
años)
caracteres sexuales secundarios (Hace buena diferenciación del sexo
masculino), aumento de detalles significativos (se centro en la decoración de
la ropa característica de varón), las figuras se encuentran mejor
proporcionadas, utilización del efecto luz y sombra en su dibujo libre y
emplea colores matizados y menos intensos que en las etapas anteriores.

Por otro lado el sujeto A.P de 13 años, también se encuentra en


el nivel esperado para su edad, ya que realiza formas bien proporcionadas,
utiliza el efecto de luz y sombra en su dibujo libre, empleando colores
matizados y menos intensos que en las etapas anteriores; también realizo
buena diferenciación del sexo masculino y aumenta detalles significativos en
cuanto a la ropa y rasgos dibujados en su figura de cuerpo humano.

III. Auto-evaluación de la experiencia.


En esta práctica, la experiencia de observar dibujos para su posterior análisis con
respecto a su desarrollo fue muy interesante, ya que este tipo de técnicas cualitativas no la
habíamos practicado antes en otras asignaturas.

La práctica tiene aspectos positivos, primero que la consideramos fácil de realizar, un


tanto difícil la recolección de los dibujos, pero una vez obtenidos estos y repasado la teoría a
fondo nos facilitó realizar el análisis; Segundo, es que actividades como estas nos acercan
mucho más a los niños, nos permite obtener conocimientos e irlos ampliando a lo largo de la
vida para explorar y entender a los sujetos mediante su expresión gráfica.

Destacamos la importancia que tiene que los maestros, padres y cuidadores motiven
a los niños artísticamente, deben hacer de esta experiencia mucho más que una simple
actividad, debe estimularse al niño de la toma de conciencia de su ambiente y hacerle sentir
que la actividad artística es vital y más importante que otra cosa.

Por otro lado, nos parece efectivo que se promueva este tipo de ejercicios en los
semestres tempranos de la carrera, ya que gracias a la implantación de estas prácticas,
nosotros como condiscípulos, experimentamos de forma somera el rol que desempeña el
psicólogo.

REFERENCIAS
Lowenfeld, V. y Brittain, W. (1980). Desarrollo de la Capacidad Creadora. Buenos Aires,
Argentina: Kapelusz.

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