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Caracas, 04 de Febrero de 2018

JMV VENEZUELA: Servicio en medio de la Crisis.

Les saludamos con el amor y el cariño que nos da la hermandad de pertenecer a una misma
familia, fundada por mandato de nuestra Madre: María Milagrosa, y que nos une en un mismo fin:
“Servir a Cristo presente en los más necesitados”.

Desde que fui contactado por un hermano de la asociación para manifestar un poco de la
realidad de JMV Venezuela en medio de la situación actual de nuestro país, me llenó de mucha
alegría y esperanza, reconocer que No estamos solos y que hay muchos orando por nuestra patria,
para que un día volvamos a ser esa tierra acogedora y próspera que siempre fuimos.

No es un secreto que Venezuela atraviesa una insospechada crisis humanitaria, social y


económica: a diario decenas de personas (incluyendo niños) mueren por falta de medicinas en los
hospitales, el salario básico mensual de un trabajador no alcanza para comer más de tres o cuatro
días, la pobreza se ha encarnado en la mente de las personas que esperan que el gobierno les
resuelva la vida o les regale dinero para sobrevivir, dejando a un lado el esfuerzo propio y la
preparación para ejercer un trabajo que les brinde mejores oportunidades.

Venezuela se ha convertido en una tierra de misión muy compleja, va más allá de dar un
poco de comida, sino de sembrar en las personas las ganas de trabajar y valerse por sus propios
medios.

Unido a ello, los casi 5 millones de venezolanos que han salido de nuestras fronteras en
busca de mejores oportunidades de empleo y crecimiento profesional, en busca de mejores salarios
para ayudar a sus familias, aunque eso represente un sacrificio mayor en lo laboral, en lo personal y
en lo familiar.

Juventud Mariana Vicenciana no se escapa de esta realidad, las actividades se han reducido,
los encuentros de grupos zonales y nacionales se han visto afectados casi en su totalidad, debido a
las dificultades de desplazarse entre ciudades lejanas: el costo de los pasajes sobrepasa en gran
cantidad a los ingresos actuales de los jóvenes con sus proyectos de autogestión y sus familiares en
poca medida pueden ayudarles. Además de la dificultad de recolectar alimentos, y que no sean
confiscados en las carreteras. Incluso la participación de la Delegación de JMV Venezuela en el
EMLA 2016 no pudo viajar por el alto costo de los pasajes y el poco valor de la moneda Nacional
con respecto a las monedas extranjeras.
Todos los grupos a nivel nacional se han visto afectados por la
migración de los jóvenes, inclusive miembros de los consejos de grupos
(coordinadores, secretarios y tesoreros), que se han ido a vivir a Perú, Ecuador, Chile, Argentina,
entre otros… y eso ha representado un duro golpe para el liderazgo nacional, ya que no se cuenta
con tantos jóvenes valiosos que apostaban su vida por el servicio y por los demás miembros de la
asociación.

Los servicios de apostolado también han decaído bastante, el ayudar a las familias, colegios, visitas
a enfermos, trabajos con jóvenes, se han limitado por la falta de recursos, enfocándose en su
mayoría en la formación de los mismos jóvenes, ser para ellos una esperanza de crecimiento, un
lugar de encuentro que les llene de esperanzas y de momentos agradables, a pesar de lo que se vive
en las calles de Venezuela.

Para el Consejo Nacional ha sido una situación deprimente, ver derrumbarse los proyectos
casi al ser terminados, sin contar con la realidad de que no se cuenta con un Asesor Nacional, solo
el acompañamiento de una Hija de la Caridad que funge como Delegada Nacional, y brinda el
apoyo a los jóvenes del Consejo.

La tarea cada día se hace mas difícil, y es solo en Dios que nos refugiamos y confiamos,
para seguir adelante, apostando por la creatividad de los jóvenes, en las reuniones virtuales, en el
uso de las redes sociales, de los medios de comunicación que todavía podemos utilizar, en publicar
las actividades que realizamos para mostrar al mundo que estamos sembrando esperanzas en medio
de esta tierra tan necesitada y que podemos mostrar el rostro de Dios alegre y presente que muchos
no ven en medio de esta oscuridad en la que hemos sido envueltos.

El trabajo del consejo nacional se ha enfocado en mantener a los jóvenes animados,


brindándoles la ayuda necesaria para que puedan realizar sus actividades, facilitándoles el material
necesario, mantener la comunicación con los consejos de grupos para compartir ideas y estar
presentes en medio del desánimo y poder levantarnos de nuevo, porque sabemos que contamos con
una familia grande que nos apoya y nos quiere en pie.

También se hace lo posible para que el Consejo Nacional pueda visitar a los grupos, y así
conocer más de cerca sus diferentes realidades, para escucharles, animarles y sobretodo apoyarles,
agradecerles por el trabajo realizado y motivarles a continuar, para darle razones que no están
trabajando en vano, sino por un Dios que todo lo ve y todo lo conoce, y que se derrama en
bendiciones por cada acto de caridad que realizamos a nuestros hermanos los necesitados.

Algunos grupos, apoyados por las Hijas de la Caridad, realizan jornadas para dar a conocer
la Medalla Milagrosa, y de esta manera, personas muy generosas les han brindado un poco de apoyo
económico, y lograr reunir una cantidad para cubrir algunas necesidades del grupo en sus proyectos
de trabajo. Otros en cambio, con sus ideas muy creativas, utilizan espacios
de sus centros de reuniones, para reunir a los niños y jóvenes, y brindarles
momentos de recreación y esparcimiento.

El trabajo de JMV Venezuela no ha parado, sigue en pie, a pesar de tantas limitaciones por
la realidad propia del país, seguimos sembrando esperanzas entre los pobres, damos a conocer
nuestro carisma y tratamos que a nivel internacional puedan ver lo que hacemos, y de esa manera
poder contar con el apoyo que tanto necesitamos para seguir formando jóvenes que apuesten sus
vidas por la asociación y que crean que Sí se puede crear un futuro diferente.

Agradezco nuevamente la oportunidad de expresarme por este medio y les pido sus oraciones y su
apoyo para JMV y para Venezuela entera, para que podamos ver la luz en medio de esta situación
tan compleja y así, podamos mantenernos, crecer y seguir aportando nuestro granito de arena en la
Construcción del Reino por medio del trabajo de los jóvenes.

Se les quiere mucho y se Despide

Daniel Angulo

Coordinador Nacional

JMV Venezuela

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