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Teoria alternativa de Bohm a la mecdanica cuantica David Z. Albert Este desafio a la concepcién probabilista y subjetivista de la realidad, implicita en la formulacién estdndar de la mecdnica cudntica, ha sido ignorado durante decenios /e supone que la investigacién de las propiedades de las particu- las subat6micas a lo largo de este siglo ha establecido que el mundo fisico tiene, al menos, tres caracteris- ticas sumamente curiosas: en Io mas hhondo de la naturaleza rige el azar; los objetos materiales ocupan siem- pre un espacio, pero en determinadas ‘ireunstaneias no se trata de ninguna regién en particular; y, por dltimo, guizé la nota mas sorprendente: las, leyes fundamentales por las que se gobiernan los objetos fisicos “ordina- rios” dejan de ser validas cuando tales, objetos sirven de “instrumentos de medicién” u “observadores". Asi lo decidieron los fundadores de la meeé- nica cudintica; ése es el dogma, més ‘menos oficial, dela fisica teérica, y tal es la leecién que exponen los manua- les universitarios. ero se esté abriendo pasolla idea de que la adopeidn de estas conclusiones fue algo apresurada. Hay una teoria cabalmente trenzaday absolutamente diferente que da cuenta también de todos los fendmenos subatémicos eono- cidos; en ella, el azar no desempefia ningtin papel y todo objeto material ‘ocupa siempre una regién concreta del espacio. Ademis, sus leyes basicas for- ‘man un eonjunto tinieo, aplieable por igual a todos los objetos fisicos. Su principal artifice fue David Bohm, del Colegio Birbeck de Lon- dres, La teoria vio la luz publica hace ‘ya mas de cuarenta anos, pero se In haignoradohasta hace poco, Durante este tiempo ha dominado la “inter- pretacién de Copenhague de la mecé- nica cudintiea”, asf llamada porque los origenes de la misma se remontan al fisico danés Niels Bohr y su circulo, ‘Empezaré con un eshoz0 de os prin- -MisTERIOS DE LA Fisica CuANTICA cipales argumentos a favor de ese dogma imperante. Indicaré, a conti- nuacién, de qué manera escapa de ellos la teoria de Bohm. Por diltimo, diré algo sobre c6mo y dénde encaja Ia teoria de Bohm en las reflexiones actuales sobre los fundamentos ulti- ‘mos de la mecéniea eusntiea, La manera més sencilla de formu- Jar las razones que respaldan el dogma quiz sea considerar ciertos experi- mentos realizados con electrones. En todos ellos se miden dos componentes de su espin. Por mor de sencillez, los amaré espin horizontal y espin ver- tical, Es un hecho empirico (conforme alo que hasta ahora sabemos) que los. ‘espines horizontales de los electrones sélo pueden tomar uno de dos valores; les daré el nombre de “derecha’ e “i quierda”. Lo mismo pasa con los ver~ ticales: los denominaré “arriba” y “abajo”. ion las técnieas disponibles pueden ‘medirse los espines horizontal y vertical. Los aparatos que lo hacen alteran|a direccién del movimiento del electrén que entra en ellos, segiin el valor la componente de espin que se mide, Bastard con medir luego la posi- cién del electrén para determinar dicho valor. Llamaré cajasaesos aparatos de ‘medicién, que pueden ser verticales y horizontales (véase la figura 2). Por norma, y ése es otro hecho emy rico, no hay correlaciones entre los valores de los espines horizontal y ver tical de unelectrén. Cuandoentra una gran cantidad de electrones con espin derecha por la abertura de una caja vertical, justo la mitad (en términos estadisticos) sale por la abertura “arriba” y la otra mitad por la aber- ‘tura “abajo”. Lo mismo les pasara a los electrones con espin izquierda que centren en una caja vertical oa loselec- trones que tengan espin arriba oabajo yy entren en eajas horizontales. ra verdad experimental, del ma- ‘yor interés para nuestro propé- sito, es que la medicién del espin hori zonial de un electron alterael valor de su espin vertieal, y vieeversa, de ma- nera incontrolable. Si, por ejemplo, se miden los espines verticales de un ‘gran conjunto de eleetrones entre dos medicines de sus espines horizonta- les, se tendré quel medicién del espin vertical cambiara siempre los valores del espin horizontal de la mitad de los, electrones y dejaré inmutados los de In otra mitad (véase la figura 3). Nadie ha logrado diseflar una medi- cién del espin vertical que evite tales alteraciones. Més aun, nadie ha podido identificar ninguna propiedad fisiea de los electrones individuales que determine cuales portarén cam- biados sus espines horizontales en el curso de la medicién de sus espines verticales y cudles no. ‘Ante semejante estado de cosas, la doctrina oficial dice que, por prineipio, no puede haber una medicién del spin vertical que tenga otro efecto que no sea precisamente ése en los valores del espin horizontal. Dieta ademas que es el puro azar quien determina qué electrones sufriran el ‘cambio de su espin horizontal cuando se les mida el vertical, En breve, las eyes que rigen estos cambios no son deterministas. Estas conclusiones ‘parecen inocuas y razonables, habida ‘cuenta de los datos experimentales. Si Ia medicién de un tipo de espin altera siempre deforma incontrolable elvalor del otro, es quenohay manera 37 de averiguar los valores del espin horizontal y del vertical ala vez en un instante dado, Tenemos ahi un ejem: plo del principio de incertidumbre, formulado por Werner Heisenberg: ciertos pares de propiedades fisieas mensurables, como la posieién y el ‘momento, o, en nuestro caso, el espin horizontal y el vertical, son inompa: tibles. La medicién de una altera 1. UNGATO CUANTICO VIVO es tno de los resultados posibles del famoso experimento mental de Schrddinger, consistente en ‘que una sustancia radiactiva provoca, al emitir una particula, ue selibere un veneno letal. El problema que plantea cl expe: Fimento consiate en Ia conciliacion de dos hechos: solo vemos gatos vivos o muertos yas ecuaciones ineales meeanocudnticns 4de movimiento parecen predecir que los gatos pueden estar en 38 siempre a la otra, Hay muchos otros ejemplos de pares incompatibles de propiedades fisicas. Esto por lo que se refiere al inde terminismo. Pero las particulas suba- témicas presentan varios aspectos desconeertantes, hace falta un experimento mas com. plicado, Imaginemos una caja que mida el espin vertical de los electro. nes (véase la figura 4). Los electrones con espin arriba saldrén de ella por una trayectoria a la que lamaremos “de arriba’ (0 “superior”); los que ten- gan espin abajo, por la “de abajo” (0 ruta “inferior”). Coloquemos un par de “paredes reflectoras” que hagan que se corten las dos trayectorias en algin punto. Cabe disetarlas de ma- nnera que no modifiquen en absoluto Para mostrarlos rian ni vivos ni muertos. En la formulacion ex tooria de Bohm rechaza esta concepcién subjetivista, Solventa cl problema sin que los observadores tengan un papel especial, ‘Tomas 10 las propiedades de espin de los elec- trones. Donde se corten los dos cami- nos, pongamos una “caja negra” que vuelva a unificarlos y que tampoco modifique los valores de espin. Grponsamosaucentran-unoauno, riumerosos electrones conelespin derecha en la caja vertical. Avanzan por los dos trayectos hacia la caja negra y, cuando salen de ella, se les mien sus espines horizontales. Qué Tesultados deberiamos esperar? Por tstadiatica basada en la experiencia, lamitad delos electrones tendré espin arriba y atravesaré la caja vertical por el camino superior, mientras que la ‘tra mitad tendré espin abajo ¥ sal- dra por la ruta inferior Fijemonos en la primera mitad, No hay nada alo large de las trayectorins entre la caje vertical y el punto de Salida que afect a los valores de espin vertical de los electrones. Por tanta, todos abandonaran la caja negra con spin arriba, Entonces, de acuerdo on nuestros datos previo, el 50 por tiento de ellos saldré de la caja hori- zontal con el espn hacia la derecha y £150 por ciento con el espin hacia la izquierda. La mitad de los eleetrones con espin abajo tendra justo esa mis- ‘ma estadistica de espin horizontal. untando todas estas expectativas, se Bigue que, para cualquier conjunto ntrido de electrones con espin dere- cha que entre en el aparato, la mitad deberia salir con espin derecha y Ia otra mitad con espin izquierda Parece que son habas contadas. erotienesugraciacbservar qué pasa cuando se efeetia de vordad este expe ‘imento:exactamente el cen por clen de los eleetrones euyo espin es dere- cha cuando entran en este aparato {ano uno, recaérdese) salen al final con espin derecha también. ‘No exageramos si decimos que este resultado constituye uno de los mas extrafios de la fisica moderna. Quizd Sse nos aclaren algo las ideas si modi- ficamos el experimento, Insertemos una pared mévil eapaz de detener los eleetrones, de modo que la podamos deslizara voluntad en el trayecto so. perior.Alretirarla pared, tenemos el mismo aparato de antes, Pero, mien- {ras estdcolocada, los electrones que vvan por larata de arriba se detienen ¥ sé los que se mueven por la infe- Flor atraviesan la aja negra {Qué eabria esperar que sucediera al colocar Ia pared? Para empezar, el nimero de electrones a la salida de la caja negra deberia reducirse a la ‘mitad, pues uno de los eaminos esta bloqueado. 2Qué pasaria con la esta- distica del espin horizontal de Ia “MisTERIOs DE LA Fisica CUANTICA mitad que sigue legandoal final? Con Ja pared fuera, el cien por cien de los electrones originales, todos ellos con espin derecha, termina con el espin hhacia la derecha también. Es decir, todos ellos, sigan el camino superior © el inferior, acaban con espin dere- cha. Por tanto, como la presencia 0 ‘ausencia de la pared en la ruta supe- rior no influye en la inferior, el 50 por ciento restante debera tener espin derecha. Lo que de verdad pasa en el expe- rimento es lo contrario de lo que espe- ‘ramos. Llegan al final la mitad de los electrones, de acuerdo con lo predi- cho. Pero los del otro 50 por ciento no tienen todos espin derecha: la mitad lo tiene hacia la derecha y la mitad hacia la izquierda. Y lo mismo sucede si insertamos una pared en el eamino inferior. (Los lectores familiarizados ‘con Ia mecénica eudntica se habrin pereatado de que el experimento es una estilizacién légica del famoso cexperimento de las dos rendijas.) $ (mo puedeentenderse esta dis- ‘erepaneia entre los resultados de los experimentos y lo que espers- amos que ocurriese? Pignsese en un clectrén que atraviese el aparato cuando no hay pared, Pignsese en las posibilidades de que tome uno u otro camino. ,Podria tomarla via inferior? Parece que no, pues sabemos que los electrones que toman ese camino (segin revela el experimento con la pared colocada) tienen una estadi tica de espin horizontal de mitad y mitad, mientras que un electron que atraviese, sin la pared, nuestro apa- rato tendré cuando salga espin dere- cha. ;Podria, entonces, haber tomado el camino de arriba? No, por las mis- @Podria haber tomado ambas tr yectorias? Tampoco. Supéngase que etenemos el experimento mientras esté pasando un electron a través del Aparato y miramos a ver donde est. Veriamos que la mitad delas vocos so halla en el amino superior y no.en el inferior, y que la otra mitad de las veces pasa al revés, :Podria no haber tomado ni un eamino ni el otro? Con certeza, no. Si bloqueamos ambas rutas, nada atraviesa el montaje. Seguin segundo dogma dela fisica te6riea, el que se refiere a la indefini- cin de la posicién, estos experimen- tos no nos dejan otra opeién que negarle todo sentido a la mera pre- gunta de cudl haya sido el camino Sseguido por el electron a través del dispositive, Se acepta que preguntar {qué ruta ha tomado el electrén viene ‘ser como preguntar, por ejemplo, {qué ideas politicas tiene un bocadillo de atin. La idea es que hacer este tipo de preguntas supone usar inapropia- damente el lenguaje 0 cometer, como dicen los fildsofos, un error categorial. Los manuales no afirman, a propé- sito de estos electrones, que tomen el ‘camino de arriba, el de abajo, ambos ‘oni uno ni otro, Lo que dicen es que no hay un hecho que corresponda a tomar una ruta; no que sea un hecho desconocido, sino que ni siquieraes un hecho, Se hallan en To que se deno- mina una superposicién de segui. miento de la ruta superior y de la ruta inferior a través del aparato. ese alomucho que violentan estas {ideas nuestra concepcidn intuitiva del mundo y las nociones mismas de materialidady de particula, seha ela- borado un conjunto cerrado de reglas que han demostrado ser extraordina- riamente efieaces a Ia hora de prede- cir quéles acontece alos electrones en tales cireunstancias. No sélo eso; dichas reglas —1a mecénica eudntica, claro— han tenido también un éxito excepcional al predecir el comporta- miento de cualquier sistema fisico en cualesquiera cireunstancias, objeto matematico con el que la ‘mecéiniea cuantica representa los testados de los sistemas fisicos se le da el nombre de funeién de onda. En el caso de un sistema de una sola parti cula, como el que hemos venido ana- lizando, la funeién de onda toma la forma de una funcién directa de la posicién. La funeién de onda de una particula que esté localizada en una regién A, por ejemplo, valdré cero en cualquier parte del espacio salvo en A, donde no ser nula. Similarmente, la funcién de onda de una particula localizada en una regién B valdracero cen todas partes excepto en B. ¥ la fun- cin de onda de una partfcula que se encuentre en una superposicién de estar en A y estar en B —Ia funcién de onda, por ejemplo, de un electron con espin originalmente hacia la dere- cha que acabe de atravesar una caja vertieal— tendra valores distintos de ‘cero en esas regiones y nulos en cual- ‘quier otro sitio. Es una regla cardinal de la meed- nica cudntica (violada por la teoria de Bohm) que la funcién de onda repre- senta por completo a un objeto fisico: todo cuanto hay que decir acerca de un sistema fisico dado en un instante dado se lee en su funeién de onda. Las leyes fisicas tratan de la evolu- cién enel tiempo de a funcién de onda de los sistemas fisicos; segiin la mecé- nica cudntiea, no de otra cosa podria trataruna ley fisica, pues no hay nada 2. LAS CAJAS DE MEDIDA DEL ESPIN ‘cambian la direecién del movimiento de los electrones bassndose en los valores de espin de las particulas. Una “caja ho- Fizontal” envia hacia In izquierda los ‘lectrones que tienen espin laquierda; los lectrones con espinderecha van ha- cia la derecha (izquierda). Una “caja ‘vertieal” envia hacia arriba los electro- ‘nes con espin arriba y envia hacia abs jo los que tienen espin abajo (derecha). Las letras corresponden s los distintos cespines:/,inquierda;D, derecha;A,arei- ba y B, abajo. més que tratar. A tenor de la versién de Ia mecénica cudintica que dan los ‘manuales, esas leyes se agrupan on dos categorias. En esta formulacién lo verdaderamente singular es que una de esas eategorias se aplica cuandolos sistemas fisicos en cuestién no se observan directamente y la otra ‘cuando si se los observa. ‘Sesuelen escribirlas leyes de a pri- ‘mera categoria en la forma de ecua ciones diferenciales lineales “de movi- miento”. Estin concebidas de manera que de ellas se siga, por ejemplo, que un electrén que al principio tenga cespin derecha y entre en una caja ver- tical salga de ésta en una superposi- cidn de ir por el camino superior y de ir por el camino inferior. Todas las pruebas experimentales disponibles indiean que estas leyes gobiernan la evolucién de la funcién de onda de ada sistema fisico microsodpieo que esté aislado, cualesquiera que sean las circunstaneias, Siendo los siste- ‘mas microscépicos constituyentes de todo lo que existe, parece, pues, que hay una buena razén para suponer que esas ecuaciones diferenciales lineales sean las verdaderas ecuacio- ‘nos de movimiento del universo fisico entero, Pero tal conclusién no puede resul- tar correcta sies cierto que, como sos- tiene la mecénica eudntica, las fun- ciones de onda son descripciones completasde los sistemas fisicos. Para ‘empezar, las leyes que esas ecuacio- nes expresan son deterministas y, sin embargo, parece que un elemento de azar puro interviene en los resultados de los experimentos con las cajas de espin. Pensemos en lo que resulta de ‘medir Ia posicién de un electrén que se halle, al principio, en una super- posicién de estar en la regién Ay de estar en la regién B. Unos edleulos imediatos revelan que las ecuacio- nes lineales del movimiento ofrecen una prediccién definida acerca del final de ese proceso de medicién. Esas ‘ecuaciones, en cambio, no predicen o ona HOPIZONTAL, @ @ counts @ [ALEATORIO. DE ELECTRONES que el dispositive medidor indique gue el electrén se ha hallado en la regién Ao que lo ha sido en la regién B (que es lo que en realidad pasa ‘cuando se hace una medida de ese tipo). ‘Muy al contrario, las ecuaciones dicen que el dispositivo de medida ha de terminar, con certeza, en una superposicin de indicar que se ha hallado el electron en A y de indicar que ha sido encontrado en la region B. Dicho de una manera un poco dife rente, esas ecuaciones predicen queel aparato de medida ha deacabar en un estado fisico en el que, simplemente, no hay un hecho que responda a la pregunta de qué es lo que el aparato indica, Semejantes superposiciones no deseriben de forma correcta la manera en que acaban las cosas cuando acometemos una medieién real, legin el razonamiento oficial, hemos de afadir a la primera categoria de leyes una segunda, pro- babilista. Se exige, por ejemplo, que si se mide la posicién de un electrén que esté, al principio, en una super- posicién de hallarse en la regién Ay de hallarse en la regién B, habré la posibilidad de encontrarlo el 50 por ciento de las veces en A y el 50 por ciento en B, En otras palabras, si se mide la posicién de un electrén, habra un 50 por ciento de posibilidades de que su funcién de onda se convierta durante la medicién en otra cuyo va- lor sea ceroen todas partes exceptoen A, yun 50 por ciento de posibilidades de que se convierta en una que sea nula en todas partes menos en la regién B. (Aestaalteracién selallama “reduecién” “eolapso” de la funcién de onda.) Cémo se distinguen las condicio- res en que se aplican las leyes de la primera categoria de las circunstan- cias en que valen las de la segunda? Lo tinico que los fundadores de la ‘mecénica cudntica deefan al respecto es que esa diseriminacién tiene algo cAuA VERTICAL, © &e autho IALEATORIO. DE ELECTRONES gue ver con la distincién entre una “medicién” y un “proceso fisico or: nario”, entre Io que observa y Io que es observado, entre el sujeto y el objeto. Fyssssiompe que a muchos fisios ¥ fil6sofos este estado de cosas les resulta completamente insatisfac- torio. Les parece absurdo que la mejor formulacion que pueda haber de las leyes basicas de la naturaleza de- penda de distinciones tan imprecisas ¥y escurridizas. La eliminacién o en- ‘mienda de esa vaguedad se ha vuelto, en los diltimos treinta afos, la tarea central de la fundamentacién de la ‘mecanica cudntica. El problema es el mismo bajo distintos nombres: gato de Schrodinger, amigo de Wigner 0 reduccién del estado cudntico. Prefie- ro el de uso corriente: problema de la medicién, Una solucién que llama particular- ‘mente la atencién es la queided David J. Bohm. Habia propuesto Louis de Broglie una coneepeién parecida anos antes, pero su formulacién era mucho ‘menos general y poderosa que la de Bohm. John Beil le dio luego a la teo- fa original de Bohm una forma muy simple y atractiva, ese a todas las pruebas en contra presentadas més arriba, la teoria de Bohm considera que las particulas son cosas que siempre estan situadas en un lugar eonereto. Es mucho més clara que la interpretacién de Co- penhague en lo que respecta alla cons titueién del mundo, En la teoria de Bohm, las funciones de onda no son ‘eros constructos matematicos, sino entes fisicos, ylas aborda ala manera en que se tratan los campos de fuerza clasicos, asf el gravitatorio y el mag- nético. Las funciones de onda actiéan, segrin esta teoria, como los campos cldsicos: empujan alas particulas, las, Temas 10 MEDICION DEL ESPIN HORIZONTAL conra ALEATORIO @ Sees guian—podria decirse—alo largo del curso que siguen. Se estipula quelas leyes que gobier- nan la evolucién de esas funciones de onda en el tiempo sean las ecuaciones diferenciales lineales de movimiento dela mecéinica cusntiea, sélo que esta vez no se hace excepeién alguna. Hay leyes en la teoria de Bohm que esta- blecen eémoempujan las funciones de onda a sus respectivas particulas. ‘Todas estas leyes son deterministas. Por tanto, las posiciones de todas las, particulas del mundo en un momento dado y la funcién de onda mecano- cuantica completa de éste en ese mismo momento pueden caleularse SUPERRIIE REFLECTORA ‘camino DE ARRIBA SUPERRICIE REFLECTORA = 4. EL ARTILUGIO DE LOS DOS CAMINOS muestra el insélito ‘comportamiento del espin de los electrones. En el panel a, los ‘con espin derecha que entran en la eaja vertical ‘son enviados por el camino superior o por el inferior. Las su Perficies reflectoraa hacen que los dos ca Misreios DE La Fisica CuaNTica MEDICION DEL ESPIN VERTICAL MEDICION DEL ESPIN HORIZONTAL con certidumbre a partir de las posi- ciones de todas las partfculas del mundo y de la funcién de onda meca- nocudntica completa de éste en un ‘momento anterior cualquiera, [Peds incapacidnd de sfeetuar Ios céleulos, toda ineertidumbre en los resultados que arrojen, sera en ‘esta teoria necesariamente epistémi- cas. Se debersin a la ignorancia, no a la operacién de un elemento irre- duciblemente aleatorio en las leyes fundamentales del mundo. Pero la propia teoria implica que, por prinei- pio, no podemos librarnos de cierta ignorancia. Las leyes de movimiento PARED QUE DETIENE LOS ELECTRONES 100 POR CIEN DEESPNES HACIA LA DERECHA ‘converjan en. 8. EL COMPORTAMIENTO del espin es alterado por una sceuencia de tres me- diciones. Se les miden a los electrones

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