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DEFINICION
Desde el punto de vista Bromatológico: La leche, sin otra
denominación, es el producto íntegro y fresco del ordeñe completo, en
condiciones de higiene, de vacas lecheras, sanas, bien alimentadas y en
reposo, exentas de calostro y que cumplan con los caracteres físicos y
bacteriológicos que se establecen. Esto además, sin aditivos de ninguna
especie. Se debe obtener fuera del período de parto. La leche de los 10
días anteriores y posteriores al parto no es leche apta para consumo
humano. Siempre el ordeñe debe ser total, de lo contrario al quedar
leche en la ubre, la composición química de esta cambiará.
Desde el punto de vista biológico: leche es la secreción normal de las
glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos, unos días
después del parto destinado a la alimentación de su cría.
Desde el punto de vista físico: la leche es un triple sistema disperso, ya que coexisten en
ella varios estados: emulsión, suspensión coloidal y solución verdadera. Los triglicéridos
que se encuentran en la leche están al estado de emulsión en forma globular, las proteínas
en estado de suspensión coloidal y las sales en solución verdadera.
El Agua:
Es el componente mayoritario de la leche constituyendo un 80-87%. En ella se contienen
las vitaminas hidrosolubles, la lactosa y algunas sales minerales. La cantidad de agua en la
leche es regulada por la lactosa que se sintetiza en las células secretoras de la glándula
mamaria. El agua que va en la leche es transportada a la glándula mamaria por la corriente
circulatoria.
La producción de leche es afectada rápidamente por una disminución de agua y cae el
mismo día que su suministro es limitado o no se encuentra disponible. Esta es una de las
razones por las que la vaca debe de tener libre acceso a una fuente de agua abundante todo
el tiempo.
Los Carbohidratos:
La lactosa constituye prácticamente todo el azúcar de la leche.
Sin embargo existen otros azúcares en muy baja proporción como glicoproteínas y
oligosacáridos.
En cuanto a la lactosa, es un disacárido formado por dos monosacáridos que son la glucosa
y la galactosa, en los que se escinde en el intestino por acción de una enzima llamada
lactasa.La lactosa es la que da a la leche su sabor ligeramente dulce. Su concentración es de
alrededor del 5% y permanece bastante constante independientemente de la alimentación
que tengan las vacas.
A diferencia de la concentración de grasa en la leche, la concentración de lactosa es similar
en todas las razas lecheras y no puede alterarse fácilmente con prácticas de alimentación.
Las moléculas de las que la lactosa se encuentra constituida se encuentran en una
concentración mucho menor en la leche: glucosa (14 mg/100 g) y galactosa (12 mg/ 100 g).
En una proporción significativa de la población humana, la deficiencia de la enzima lactasa
en el tracto digestivo resulta en la incapacidad para digerir la lactosa. La mayoría de los
individuos con baja actividad de lactasa desarrollan síntomas de intolerancia a grandes
dosis de lactosa, pero la mayoría puede consumir cantidades moderadas de leche sin
padecer malestares.
No todos los productos lácteos poseen proporciones similares de lactosa. La fermentación
de lactosa durante el procesado baja su concentración en muchos productos, especialmente
en los yogures y quesos. Además, leche pretratada con lactasa, que minimiza los problemas
asociados con la intolerancia a la lactosa, se encuentra disponible en el mercado.
Las Proteínas:
Las proteínas de la leche son consideradas de alto valor biológico y tienen gran cantidad de
aminoácidos esenciales. Constituyen el 3-4% de la leche.
Entre ellas cabe destacar la caseína que constituye el 80% de toda la proteína de la leche
.La caseína es una proteína completa, es decir, aporta los aminoácidos esenciales necesarios
para el mantenimiento de la vida. Esta proteína se encuentra en suspensión en la fase
acuosa en unas agrupaciones de tamaño variable llamadas "micelas" y es la que da a la
leche su capacidad de solidificarse en forma de queso o yogur.
Otras proteínas son la lactoalbúmina, B-lactoglobulina, lactoalbúmina, lactoferrina,
lactoperoxidasa, glicomacropeptido e inmunoglobulinas y se encuentran disueltas en la
leche.
Diversos estudios sugieren que estas proteínas tienen una serie de efectos biológicos, que
van desde un efecto anticancerígeno hasta efectos en la función digestiva.
Las grasas:
Las grasas constituyen entre el 3 y el 6% de la leche y esta variación depende mucho de la
alimentación de la vaca y de la raza.
El 90% de las grasas se encuentran en forma de triglicéridos.
Los triglicéridos están formados por tres moléculas de ácidos grasos y una molécula de
glicerina unidos por uniones ésteres. La mayoría (60-70%) de estos ácidos grasos son
saturados (esteárico, palmítico y mirístico) pero tiene un porcentaje no despreciable (30-
40%) de ácidos grasos insaturados (oleico) y una pequeña proporción (4%) de ácidos
grasos poliinsaturados (linoleico, alfa-linolénico).
El 1% restante está formado por ácidos grasos de cadena corta como el butírico que dan el
sabor característico a la leche y el queso.
Los Micronutrientes:
El perfil de micronutrientes de la leche entera muestra que ésta es una fuente excelente de
calcio y vitamina B2, una buena fuente de vitamina A, y una fuente aceptable de vitamina
D, proporcionando 26 a 40%, 23 a 52%, 10 a 24%, y alrededor del 5% de la ingesta diaria
recomendada (IDR) de los Estados Unidos, respectivamente, por porción de 250 ml. Sin
embargo, se observan variaciones estacionales en el contenido de vitaminas naturales de la
leche debido a las diferencias en los patrones de alimentación del ganado. Generalmente el
ganado se alimenta con pasto fresco en el verano y con forraje seco en los meses de
invierno. Como consecuencia de esto, el contenido de vitamina A de la leche fresca en
Estados Unidos, por ejemplo, varía de 600 a 1800 UI/litro mientras que el contenido de
vitamina D varía de 5 a 40 UI/litro.
Las vitaminas:
La leche tiene varias vitaminas. Unas están unidas a la grasa (vitaminas liposolubles) y son
la A, la D y la E. Otras vitaminas están disueltas en su fracción acuosa (vitaminas
hidrosolubles) y son la Riboflavina (B2), Tiamina (B1), Piridoxina (B6), Cianocobalamina
(B12), la vitamina C, Niacina (B3) y vitamina H (Biotina).
VITAMINAS ug/100 ml
Vit. A 30,0
Vit. D 0,06
Vit. E 88,0
Vit. K 17,0
Vit. B1 37,0
Vit. B2 180,0
Vit. B6 46,0
Vit. B12 0,42
Vit. C 1,7
También contiene ácido fólico. Entre todas estas vitaminas destacan fundamentalmente la
vitamina A y la D, la Riboflavina (B2) (la leche constituye una de las fuentes más
importantes de Riboflavina para el hombre) y la Cianocobalamina (B12) (la leche aporta
alrededor del 38% de la Cantidad Diaria Recomendada /100 ml). También se puede
destacar la Tiamina.
Los Minerales:
El contenido de minerales en la leche es muy rico.
Estos minerales se suelen encontrar en forma de sales. Contiene calcio, potasio, fósforo,
yodo, sodio, cloro, magnesio y zinc.
Pero de entre todos ellos destaca el calcio por su alto contenido, hasta el punto que
convierte a la leche (y sus derivados) en la principal fuente de este mineral imprescindible
para la vida.
En la leche de vaca hay 300 mg de calcio aproximadamente por cada vaso (unos 120 mg /
100 ml de leche).
Pero además, la leche tiene ciertos compuestos como el ácido cítrico que hacen que su
calcio se absorba mejor que el de otros alimentos.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el calcio no se pierde al desnatar la leche. En el
proceso de desnatado, tan sólo se eliminan las grasas y las vitaminas que van disueltas en
ellas (liposolubles), como la A, D y E. Por eso es recomendable consumir productos
desnatados que se hayan enriquecido con estas vitaminas.
MINERALES mg/100 ml
Potasio 138
Calcio 125
Cloro 103
Fósforo 96
Sodio 8
Azufre 3
Magnesio 12
Minerales trazas <0,1
Existen leches enriquecidas en calcio que suponen un aporte extra de calcio para mantener
nuestro tejido óseo, sobre todo en aquellas personas que no toman la cantidad recomendada
diaria de leche que viene a ser de alrededor de un litro (unos 1200 mg de calcio al día).
CARACTEROSTICAS ORGANOLEPTICAS
Color:
Normalmente es blanco amarillento, pudiendo presentarse azulado (leche aguada). Un
color amarillento pronunciado indica riqueza en grasas, pequeños tintes rojos indican
presencia de sangre proveniente de pezones enfermos. Se un color blanco amarillento el
cual se atribuye a la reflexión de las partículas del complejo caseinanto-fosfato-cálcico
en suspensión coloidal y por los glóbulos de grasa en emulsión
Olor:
Agradable, sui generis, que se debe a la presencia de sustancias volátiles como ácidos,
aldehídos ,cetonas y trazas de sulfato de metilo.
Sabor:
Ligeramente dulce gracias a su contenido de lactosa ,aspecto uniforme y consistencia
fluida ubicándose así dentro de los parámetros esperados.
Aspecto:
Uniforme
Consistencia:
Fluida, muy fluida indica aguada o pobre en grasa.
Reacción:
Ligeramente ácida al tornasol
La densidad mencionada (entre 1.028 y 1.034 g/cm3 ) es para una leche entera, pues la
leche descremada está por encima de esos valores (alrededor de 1.036 g/cm3), mientras
que una leche aguada tendrá valores menores de 1.028 g/cm3.
Es una mezcla muy compleja y de tipo heterogénea, como un sistema coloidal de tres
fases:
2. Propiedades Químicas:
El pH de la leche es ligeramente ácido (pH comprendido entre 6.6 y 6.8). Otra propiedad
química importante es la acidez, o cantidad de ácido láctico, que suele ser de 0.15-0.16%
de la leche. Una leche fresca posee una acidez de 0.15 a 0.16%. Esta acidez se debe en
un 40% a la anfoterica, otro 40% al aporte de la acidez de las sustancias minerales, CO 2
disuelto y acidez orgánicos; el 20% restante se debe a las reacciones secundarias de los
fosfatos presentes. Una acidez menor al 15% puede ser debido a la mastitis, al aguado de
la leche o bien por la alteración provocada con algún producto alcatinizante. Una acidez
superior al 16% es producida por la acción de contaminantes microbiológicos. (La
acidez de la leche puede determinarse por titulación con Na OH 10N o 9N).
Las sustancias proteícas de la leche son las que más importancia tienen en el aspecto
técnico, éstas se clasifican en dos: proteínas (la caseína se presenta en 80% del total
proteínica, mientras que las proteínas del suero lo hacen con un 20%), y las enzimas.
La actividad enzimática depende de dos factores: temperatura y pH, y está presente en
todo el sistema de diversas formas. La fosfatasa es un inhibidor a temperaturas de
pasteurización, e indica que se realizó bien la pasteurización. La reductasa es producida
por microorganismos ajenos a la leche. Si hay en la leche indica que está contaminada.
La xantoxidasa en combinación con nitrato de potasio (KNO3) inhibe el crecimiento de
bacterias butíricas. La lipasa oxida las grasas y da olor ranzio a los productos y se inhibe
con pasteurización. La catalasa se incrementa con la mastitis, y si bien no deteriora el
3. Propiedades microbiológicas:
La leche tiene como sistema biológico recién obtenido, un gran número de géneros
bacterianos que generan diversas alteraciones (benéficas y perjudiciales) al alimento y
sus propiedades:
Los datos de las bacterias aquí nombradas están presentes en mayor o menor proporción
en todos los tipos de leches.
IMPORTANCIA DE LA LECHE:
- La leche tiene un alto contenido en nutrientes, proteínas, grasa, lactosa y sales minerales.
- Es la mejor fuente de calcio en la dieta, no sólo por la cantidad sino también por su
biodisponibilidad que ayuda al desarrollo de los huesos y dientes en niños y
adolescentes.
Las guías de nutrición recomiendan las siguientes cantidades de calcio por edades:
DERIVADOS LACTEOS:
YOGURT:
El yogur es un producto elaborado mediante un tipo biológico de preservación de alimentos
llamado fermentación, o más precisamente, de la acidificación espontánea o controlada de
la leche. Tal acidificación ocurre cuando la lactosa, leche y azúcar, se separan en dos
componentes más simples: glucosa y galactosa, con la producción de ácido láctico. Esta
condición hace que el producto resulte más conveniente para quienes sufren de la
intolerancia a la leche, que es causada por la carencia de una enzima llamada lactasa.
Proteínas de alto valor biológico: forman, mantienen y renuevan todos los tejidos de
nuestro cuerpo. La concentración proteica en este lácteo, es superior a la concentración
presente en la leche, esto es debido a la incorporación de extracto seco lácteo en la
elaboración. 250 ml de yogur cubren los requerimientos diarios de proteínas de origen
animal (15 gr.) de un adulto promedio.
Con respecto a las proteínas existen dos puntos muy importantes que mencionar:
son altamente digestibles debido a la proteólisis provocada por las cepas bacterianas
se encuentran ya coaguladas antes de ser ingeridas, por lo tanto al consumir yogur
no existen molestias estomacales e intestinales.
Grasas: los lípidos influyen directamente en la consistencia y textura del producto. Siempre
que el aporte de grasas en nuestra dieta este dentro de los valores normales establecidos,
este será beneficioso para nuestra salud, ya que es una fuente energética, está presente en
las membranas celulares y ejercen función de protección a nuestros órganos internos.
Calcio, fósforo y magnesio: facilitan los procesos de mineralización de los huesos, junto
con la vitamina D.
No existe duda alguna que el yogur es un alimento equilibrado nutricionalmente y que debe
ser incorporado en la dieta de manera diaria, para así beneficiarnos con todas sus ventajas
nutritivas.
Generar tolerancia a la lactosa: este es un punto muy importante, para así aclarar que su
consumo es posible entre las personas que no toleran los lácteos. Las bacterias ácido
lácteas contienen lactasa (enzima que digiere la lactosa).
Previene y mejora los síntomas de diarrea: esto se debe a que el yogur ayuda a
reestablecer la flora bacteriana intestinal sana, que se destruye por las diarreas. Por otro
lado este alimento fortalece nuestro sistema inmunológico ayudándolo a defenderse
contra las infecciones.
Reduce los valores de colesterol sanguíneo: diferentes estudios demuestran que el
consumo de yogur desnatado baja los niveles de colesterol en sangre, en consecuencia
este alimento debe formar parte de la dieta de aquellas personas que presentan riesgo
cardiovascular.
Gran fuente de calcio: las pérdidas diarias de este mineral en nuestro organismo deben
ser repuestas a través de la dieta diaria. El calcio presente en el yogur se ha disuelto en el
ácido láctico, haciéndose así más absorbible para nuestro sistema digestivo y para su
fácil paso posterior a todo nuestro cuerpo. Es notable que destaquemos que este
producto lácteo tiene efecto preventivo ante el cáncer de colon.
Los datos de las investigaciones, in vivo e in vitro, sobre el efecto de las bacterias
acidolácticas (BAL) y los productos obtenidos a partir de su fermentación, como el caso
del yogur, empiezan a sugerir un efecto protector, o al menos beneficioso, frente al
sistema inmunológico y ante determinados tipos de cáncer, así como sobre la
sintomatología alérgica. Instituto de Nutrición y Bromatología, de la Universidad
Complutense de Madrid
El yogur genera un aumento significativo de distintos parámetros inmunológicos: las
células productoras de inmunoglobulina A secretora, los niveles de IgG y la modulación
de distintas citocinas.
No se puede afirmar que el yogur cure el cáncer, pero sí se ha estudiado que lo previene,
en el sentido de que, cuando existe un consumo habitual, la recidiva tumoral es más
prolongada e incluso puede ser de menor intensidad. La reaparición tumoral puede ser
posterior al año con un consumo habitual de yogur. Si no existe esta asiduidad, la
recidiva puede producirse a los seis meses. Instituto de Nutrición y Bromatología, de la
Universidad Complutense de Madrid
MANTEQUILLA:
Desde el punto de vista legal la mantequilla se define como el producto graso obtenido
exclusivamente de leche o crema de vaca higienizada.
Técnicamente la mantequilla es una emulsión del tipo “agua en aceite”, obtenida por batido
de la crema, y que contiene no menos del 82% de materia grasa y no más del 16% de agua.
La mantequilla es un derivado lácteo, que tiene importancia como alimento por la grasa que
contiene, nutricionalmente esta grasa es importante porque transmite las vitaminas
liposolubles de la leche como son la Vitamina A, D y E principalmente, en cuanto a su valor
energético es equivalente al de otras grasas y aceites.
CONSERVACIÓN DE LA MANTEQUILLA:
La mantequilla para ser almacenada debe tener en cuenta lo siguiente:
La mantequilla es un alimento que por sus características físicas y químicas posee una
gran resistencia a la contaminación bacteriana.Por esta razón es posible tener la
mantequilla a temperatura ambiente durante días sin que sea atacada por bacterias, sin
embargo el sabor se ve afectado de alguna forma debido a que las grasas de la
mantequilla reaccionan provocando sabores rancios.
La mantequilla es capaz de absorber los fuertes olores de sus alrededores, es por esta
razón por la que se suele aconsejar guardar la mantequilla en el frigorífico dentro de
recipientes estancos y lo más alejados de la luz que sea posible.
Guardar la mantequilla en su recipiente o envoltorio inicial, no emplear papel de
aluminio como envoltorio, el contacto directo de las grasas de la mantequilla con el
metal provoca su inmediata oxidación, en particular en las mantequillas saladas.
Las zonas de la mantequilla expuestas a la luz y al aire suelen tener una zona más
amarillenta o incluso translúcida, estas zonas deben evitarse ya que su sabor es rancio.
En estos casos basta con quitar estas zonas, el resto de la mantequilla es comestible.
QUESO
Según el código alimentario se define queso como el producto fresco o madurado, sólido o
semisólido, obtenido a partir de la coagulación de la leche (a través de la acción del cuajo u
otros coagulantes, con o sin hidrólisis previa de la lactosa) y posterior separación del suero.
Las leches que se utilizan habitualmente son las de vaca (entera o desnatada) que da un
sabor de queso más suave, cabra u oveja.
En la elaboración de algún queso especializado como la mozzarella, se emplea la leche de
búfala y en otros casos de camella. La grasa de la leche es el nutriente que más influye en el
sabor del queso. La leche entera es la más rica en grasas, pero en ciertos casos para poder
reducir el contenido graso de los quesos se usa su versión desnatada o semidesnatada, lo
cual también puede disminuir el sabor del producto final.
El queso es un alimento sólido elaborado a partir de la leche cuajada de vaca, cabra, oveja,
búfala, camella u otros mamíferos. Es la conserva ideal pues muy difícilmente se estropea
con el transcurso del tiempo ya que al secarse mejoran sus cualidades en relación al peso.
La leche es inducida a cuajarse usando una combinación de cuajo (o algún sustituto) y
acidificación. Las bacterias se encargan de acidificar la leche, jugando también un papel
importante en la definición de la textura y el sabor de la mayoría de los quesos. Algunos
también contienen mohos, tanto en la superficie exterior como en el interior.
Madurado. Estos son los quesos de pasta más dura, semidura o blanda, sometidos a un
proceso de maduración mediante la adición de microorganismos, mohos o bacterias bajo
condiciones controladas de tiempo, temperatura y humedad para provocar en ellos cambios
bioquímicos y físicos, que les confieren la consistencia y el sabor característicos. Aquí se
encuentran los quesos: cheddar, chester, chihuahua, manchego, brick, edam, gouda,
gruyere, emmental, cheshire, holandés, amsterdam, butterkase, cabrales, camembert,
roquefort y danablu, entre otros.
Procesado. Resultado de la mezcla de quesos madurados fundidos, a los que se les pueden
agregar ingredientes y especias; dentro de esta clasificación están los quesos fundidos y
para untar, como el queso amarillo y la mayoría de los que se venden en rebanadas
cuadradas.
Los Quesos blandos: Son los que tienen abundante materia grasa y humedad. La textura de
ellos es muy cremosa, Eso hace que se los pueda extender con facilidad. Lo normal es que
sean elásticos al tacto y tengan un olor similar al de las nueces. Evitemos comprar aquellos
que tienen interior blanco amarillento o con olor a amoníaco. Los quesos que pertenecen a
esta variedad son: el Camembert, el Cuartirolo y el Fontina. En esta categoría entran los
semiblandos como el Port Salut y el Mozzarella. Las características de estos quesos los
hacen ideales para ser usados en pizzas, budines, terrinas, arroces, polentas y fondues.
Los Quesos azules: Son aquellos a los que se les introduce un cultivo bacteriano para
generar las características vetas azules. Son intensos. No deben oler a amoníaco ni tener
sabor terroso ni muy salado. En esta variedad encontramos: el Roquefort y el Cabrales. A
estos quesos los podemos aprovechar para tablas y entradas frías. Nunca los sirvamos junto
a otros quesos porque su sabor es invasivo.
Los Quesos de cabra y de oveja. Son aquellos que se preparan con leche de cabra y oveja.
El de cabra tiene un sabor muy fuerte y el segundo es mucho más suave. Los dos quesos
son ideales para incorporar en tablas, entradas y cualquier plato frío.
Generalmente se conoce por huevos a los huevos de gallina, aunque también son
perfectamente comestibles los de otras especies. Este alimento se halla muy difundido,
tanto por su elevado valor nutritivo como por su coste relativamente bajo. La cáscara está
constituida en gran parte por carbonato cálciclo, la clara (o albúmina) por agua y proteínas,
de las que la más abundante es la ovoalbúmina, la yema o amarillo del huevo contiene gran
cantidad de fosfolípidos (especialmente lecitina), colesterol y proteínas ricas en
aminoácidos esenciales (vitelina, nucleoproteidos, proteínas ricas en hierro). El huevo
contiene muchos elementos minerales: además del calcio, el hierro y el fósforo, abundan el
potasio, el sodio, el cloro y el magnesio. El contenido vitamínico es variable, aunque
predomina el complejo B y las vitaminas A y D. La utilización digestiva del huevo es casi
completa; la digestibilidad depende de la preparación. En general, la yema se digiere mejor
si está cruda, mientras que la clara es más digestible si está cocida hasta un determinado
punto.
Las alteraciones del huevo dependen del envejecimiento (amarilleo de la albúmina y
pérdida de consistencia de la yema), de la contaminación (es peligrosísima la ocasionada
por las bacterias del género Salmonella), de la alimentación irracional de las gallinas y de
los sistemas inadecuados de trasporte y conservación.
Antioxidantes
La riqueza del huevo en fosfolípidos y lecitinas, y el contenido en otras sustancias
antioxidantes, como el selenio y la vitamina E, o la presencia de carotenoides le dan al
huevo propiedades de un alimento antioxidante.
Los carotenoides (luteína, zeaxantina: un huevo grande contiene entre 150 y 250 mcg de
luteína y 200 mcg de zeaxantina), componentes antioxidantes que intervienen en la salud
visual ( contribuyen a la reducción del riesgo de cataratas y de degeneración macular
relacionada con la edad), y podrían prevenir la ceguera en los adultos mayores, lo cual debe
considerarse como un factor importante.
Una de las formas de calificar la calidad de una proteína alimentaria es asignando un
puntaje de su valor biológico.
Este criterio de evaluación se deduce de la capacidad de éstas para promover el crecimiento
y desarrollo en los niños y las mujeres gestantes (momentos importantes en el ciclo de vida
del hombre) y para mantener el adecuado estado de salud y de adultos y ancianos.
La proteína del huevo entero tiene un puntaje muy alto en la escala de valor biológico: 94
sobre 100 (siendo 100 el máximo puntaje), ya que contienen la cantidad necesaria de
aminoácidos esenciales (sustancias que el cuerpo humano no puede producir por sí mismo).
Su calidad supera incluso a la proteína de la leche, a la del pescado y a la de la carne, lo que
hace que se emplee como patrón para medir la calidad de otras proteínas. Tabla 2.
Membranas
Función protectora, compuestas de vitelina y fibras de mucina.
Clara
Tiene también función protectora. La clara es una suspensión acuosa de proteínas.
Yema
Una tercera parte formada por proteínas y dos terceras partes por lípidos.
Proteínas
a) livetina. proteína caracteristica por su solubilidad en agua.
b) Lipovitelina
c) Lipovitelinina
d) fosvitina. alto contenido en serina, careciendo de triptofano, cisteina y metionina; poco
valor nutritivo
e) vitelina
f) vitelinina
Lípidos
a) trigliceridos. Se encuentran en menor proporción que otro tipo de grasas (65 %)
b) fosfolípidos (30%). la lecitina, cefalina, esfingomielina
c) colesterol ( 4 % )
El término pescado se aplica a los peces que han sido extraídos de su medio natural,
generalmente para su utilización como alimento. En concordancia con los distintos tipos de
peces, se obtienen distintos tipos de pescados 10,11.
Un marisco es cualquier animal marino comestible que no pertenece a la «clase» de los
peces.».
crustáceos (camarones, langostinos, cangrejos, percebes, etc.),
moluscos (mejillones, almejas, berberechos, chipirones, etc.)
equinodermos (erizo de mar)
urocordados (piure).
Los lípidos del pescado comprenden un 40 por ciento de ácidos grasos de cadena larga
altamente insaturados, con lo que poseen efectos positivos para la salud, pero presentan un
obstáculo técnico cuando se trata de combatir el rápido desarrollo de la rancidez. Ademas
su composición varia cuantitativamente y cualitativamente. Son fundamentalmente
triglicérido cuyos ácidos grasos representan un % alto (18 átomos de carbono
poliinsaturados). No es frecuente la presencia de ácido linoleico, ácido linolenico y
araquidónico. No representa ningún inconveniente ya que a partir de las estructuras
poliinsaturadas el organismo puede sintetizar ácidos grasos esenciales. También hay
fosfolipidos, esfingolipidos y esteroles.
El hígado, el músculo y las gónadas (órganos sexuales) son las partes de los pescados
donde más se acumula la grasa y el contenido oscila entre el 0,7 y el 15%, según se trate de
pescado blanco, semigraso o azul. Los mariscos coinciden con los pescados en el bajo
contenido graso, que se sitúa entre el 0,5 y el 2% en moluscos y entre el 2 y el 5% en
crustáceos.
En la grasa del pescado y del marisco, a diferencia de la de otros alimentos de origen
animal, abundan los ácidos grasos poliinsaturados, entre los que se encuentran los omega 3
(docosahexanoico o DHA y eicosapentanoico o EPA) y omega 6 (linoleico). También
contiene ácidos grasos monoinsaturados y, en menor proporción, saturados.
Los ácidos grasos omega 3 están relacionados con la prevención y tratamiento de las
enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo asociados (colesterol y/o
triglicéridos elevados en sangre).
El colesterol es un tipo de lípido que los pescados concentran en el músculo, el bazo y
principalmente en el hígado. Los pescados presentan cantidades de colesterol similares a
los de la carne (50-70 miligramos por 100 gramos de producto). Dentro de los mariscos,
existen diferencias entre los moluscos de concha, que concentran similar cantidad de
colesterol que los pescados, si bien los crustáceos, los calamares y similares, muestran un
contenido nada despreciable de esta sustancia (100-200 miligramos por cada 100 gramos de
producto). Sin embargo, la capacidad de los pescados y los mariscos de aumentar el nivel
del colesterol sanguíneo es muy inferior a la de otros alimentos, dada su mayor
concentración de ácidos grasos insaturados (ejercen un efecto reductor del colesterol), y su
escaso contenido en ácidos grasos saturados (cuyo exceso está relacionado directamente
con el aumento del colesterol plasmático).
En el pescado se distribuyen cantidades relevantes, aunque variables, de minerales, según
se trate de pescado marino o de agua dulce o si se considera el músculo sólo o se incluye la
piel y las espinas. Destacan el fósforo, el potasio, el calcio, el sodio, el magnesio, el hierro,
el yodo y el cloro. El pescado marino es más rico en sodio, yodo y cloro que el pescado de
agua dulce. Los pescados que se comen con espina y algunos mariscos aportan una
cantidad de calcio extraordinaria: 400 miligramos por cada 100 gramos en las sardinas; 210
miligramos por cada 100 gramos en las anchoas; 128 en almejas, berberechos y conservas
similares. El contenido medio de calcio del resto de pescados y mariscos ronda los 30
miligramos por cada 100 gramos.
En general, el contenido medio de hierro de pescados y mariscos es inferior a la carne; 1
miligramo por cada 100 gramos frente a 1 miligramo y medio o 2 por cada 100 gramos. Las
salvedades se hallan en almejas, chirlas y berberechos (24 miligramos), ostras (6,5
miligramos) y mejillones (4,5 miligramos), referidos a 100 gramos de porción comestible.
No obstante, la ración habitual de consumo de estos alimentos suele ser más pequeña (por
lo general se toman como aperitivo o como ingrediente de otros platos) y su ingesta es
esporádica, por lo que no constituyen una fuente dietética habitual de este mineral.
En un análisis promedio de las vitaminas que contienen pescados y mariscos destacan las
vitaminas hidrosolubles del grupo B (B1, B2, B3 y B12) y las liposolubles A, D y, en
menor proporción, E, almacenadas éstas últimas en el hígado, principalmente. El contenido
de vitaminas liposolubles es significativo en los pescados grasos y no lo es tanto en
pescados blancos y mariscos. El aceite de hígado de pescado constituye la fuente natural
más concentrada de vitamina A y de vitamina D.
La carne de pescado carece de vitamina C, si bien en el hígado y las huevas frescas (20
miligramos por cada 100 gramos), existe cantidad suficiente para asegurar un aporte
adecuado a grupos de población que, como los esquimales, se alimentan fundamentalmente
de pescado.
Como ocurre en otros alimentos, el contenido de algunas vitaminas (B1, B3 y B12) se
reduce por las preparaciones culinarias del pescado (hervido, fritura, horno…).
Las purinas son sustancias que proceden de la degradación de un tipo de proteínas del
músculo del pescado y que, tras ser metabolizadas en nuestro organismo, se transforman en
ácido úrico. Dichos compuestos se concentran en los pescados azules y el marisco, pero no
en los pescados blancos.
El contenido medio de purinas de 100 gramos de algunos pescados y mariscos es el que
sigue: anchoa o boquerón (465 miligramos), sardinas (350 miligramos), arenques (207
miligramos), trucha (165 miligramos), salmón (140 miligramos), cangrejo (114
miligramos) y ostras (87 miligramos).
Pescado de Calidad
En líneas generales, las siguientes son las características que demuestran que un pescado
está en buenas condiciones:
Pese a lo que suele creerse, el pescado fresco tiene poco olor y, por ende, ningún olor
desagradable. El olor amoniacal es indicativo que ya está en descomposición y no debe
ser consumido.
La piel del pescado fresco escamoso debe tener sus escamas firmes (no se deben
desprender fácilmente).
La piel del pescado debe estar naturalmente brillante.
Los ojos del pescado no deben estar enturbiados u opacos.
La carne del pescado fresco se presenta siempre firme a la presión.
Las branquias o las agallas del pescado fresco son rojizas.
El peritoneo de los pescados frescos se mantiene adherido al cuerpo, no se desprende ni
rompe fácilmente.
Asado: Sazone los pescados y úntelos con aceite. Luego colóquelos en el grill o en el horno
ya caliente (ciertas variedades necesitan ser pasadas por harina). Las especies pequeñas se
asan fácilmente, pero los pescados más gruesos requieren unos cortes en los costados para
evitar que la piel se rompa. Esta forma de cocción es muy digestiva y conserva bien las
propiedades nutritivas.
Estofado: Antes de poner el pescado en la cacerola debe saltarlo con un poquito de aceite
para que luego no se deshaga. Ponga en la cacerola un fondo de verduras con un poco de
jugo de limón y caldo; agregue el pescado ya saltado junto con los vegetales. Tape la
cacerola y déjelo cocer durante 20 minutos por cada kilo de peso. El pescado está listo
cuando resulta fácil pincharlo con un tenedor. Recuerde que el fondo de cocción le servirá
luego para la salsa.
Frito: Pase los trozos de pescado por una pasta para rebozar o por leche y harina o huevo.
Coloque los pedazos en aceite caliente durante unos minutos y luego póngalos sobre una
servilleta de papel para que absorba la grasa. Esta preparación tiene un alto valor calórico,
aún más si se lo acompaña con salsas.
Salteado: Seque los trozos de pescado, páselos por harina, póngalos en una sartén con
aceite bien caliente y déjelos hasta que comiencen a tomar color dorado. Si utiliza peces
pequeños o filetes también puede rebozarlos con pan rallado. Esta cocción conserva todo el
valor nutritivo aunque hay que comerlo al instante y renovar el aceite para evitar que se
torne menos digestivo.
Hervido: Sumerja el pescado en agua hirviendo con un chorrito de jugo de limón y hierbas
aromatizantes (laurel, cebolla, tomillo). Déjelo a fuego mínimo durante 20 minutos por
cada kilo de peso. También puede agregar leche, verduras o vino blanco. Con esta cocción
el pescado pierde vitaminas y minerales. Para compensarlo combínelo con verduras 15,16.
Carnes y derivados
La carne es un ingrediente de gran importancia en la alimentación humana. Su gran riqueza
nutritiva se debe fundamentalmente a su elevado contenido en proteínas de alto valor
biológico, pero, por otro lado, es uno de los alimentos más perecederos debido a su alto
contenido en agua, composición y pH, lo que favorece la alteración y contaminación
microbiana, pudiendo constituir un riesgo para la salud. Las alteraciones de la carne son
debidas a su propia composición y a su interacción con factores físicos o químicos como la
luz, la temperatura o el aire. Las más frecuentes son: enranciamiento, enmohecimiento,
putrefacción y coloraciones anormales. Algunas pueden ser causa de enfermedad.
Por otro lado, la carne puede contaminarse con agentes físicos, químicos o biológicos en
cualquier punto de la cadena alimentaria, por lo que deben establecerse controles a lo largo
de toda ella y fomentar las buenas prácticas de manipulación de todos los individuos
implicados en su camino "del establo a la mesa".
El contenido graso puede ser variable ya que depende de la especie, y la edad del animal.
Así puede representar desde un 2% hasta un 25 %. El tipo de alimentación también influye
en la grasa animal. Los lípidos de las carnes están constituidos principalmente por ácidos
grasos saturados de cadena larga, con baja proporción de insaturados.
Las carnes contienen colesterol, como todos los alimentos de origen animal. El contenido
en carbohidratos es muy bajo, a excepción del hígado. Respecto al aporte de vitaminas y
minerales destaca el contenido de hierro, que es de tipo ferroso, el cual se absorbe mejor
que el férrico (contenido en los vegetales). También son buena fuente de potasio, fósforo y
magnesio y excelente fuente de vitaminas del grupo B, B1,B2, niacina, B6 y B12 (vitamina
inexistente en los vegetales). El grado de digestibilidad de las carnes depende de la
cantidad de tejido conjuntivo y de la cantidad de grasa de cada porción, así como de la
forma de cocción.
Variedades de Carnes:
Carnes de vacuno
Una de las primeras razas domésticas que
pudieron abastecer al hombre de sus necesidades
cárnicas pudo haber sido el bos primigenius que
se extendió a lo largo de Eurasia. En el siglo
XVII algunos ganaderos de Europa empezaron a
seleccionar diversas razas bovinas para mejorar
ciertas cualidades como su leche, la capacidad y
resistencia ante el trabajo agrícola, la calidad de
la carne, etc. En Estados Unidos existen razas
autóctonas que proporcionan una carne con sebo
entrevatado y que suelen proceder de animales
sacrificados a la edad de 15 a 24 meses, este tipo de carne es entendido como de buena
calidad por el consumidor medio estadounidense.
Carne de porcino
Los cerdos son descendientes del jabalí salvaje euroasiático denominado sus scrofa. Si la
carne de vaca ha sido la predilección de muchos habitantes de Europa y América, la
carne de cerdo es la que más porcentaje de población ha alimentado en el resto del
mundo, en algunos países como China la palabra "cerdo" es entendida como un
significado genérico de "carne". Posee su ganadería algunas ventajas: es relativamente
pequeño, es omnívoro, tiene un ratio de crecimiento bastante bueno comparado con
otros animales y se consume casi todas las partes de su organismo. Se dedica en
exclusiva a la producción de carne. Otras desventajas caen sobre el consumo de su
carne: transmite enfermedades procedentes de parásitos y tiene un porcentaje de
contenido graso relativamente alto (desventajoso en la nutrición moderna
Carnes de aves
Entre la carne de aves
(denominada a veces como volatería) se
encuentra la de aves de corral como puede
ser la de gallina (gallus gallus, su cuidado
proporciona también huevos); el pato que se
consume en dos etapas: en el huevo
germinado tal y como lo hacen en Filipinas en
el balut, o en un adulto de 6 a 16 semanas;
pavo que se pueden cuidar ejemplares
en un rango de 6-9 kg para el consumo
humano entre 12 y 18 semanas mientras
que en EE. UU. se llega extender el periodo
hasta 32 semanas para adquirir ejemplares
inmensos; el ganso, codorniz, perdiz, la
paloma, etc. todos ellos animales
domesticados que producen además
huevos. Gran parte de las variedades
existentes de gallinas están adaptadas y
seleccionadas para proporcionar grandes rendimientos en el crecimiento. Por regla
general se consideran carnes blancas, aunque hay excepciones (como la carne de
avestruz). Las gallinas han derivado por selección a razas de alta velocidad de
crecimiento con el objetivo de satisfacer la demanda de carne. Por regla general un ave
es capaz de alcanzar la edad propia de su sacrificio en unas pocas semanas, el tiempo
depende del tipo de ave y dentro del tipo existen razas “más tempranas” que otras.
Otras carnes
En diferentes culturas el tipo de consumo de carne varía mucho, el concepto habitual es
relativo y está relacionado con las costumbres culinarias del lugar, la disponibilidad del
animal, las tradiciones sociológicas, etc. En la cocina occidental no se realizan ciertas
preparaciones por ser "poco habituales" o por ser una práctica ya abandonada, o muy
localizada de ciertas áreas: