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MASCULINIDADES La problemática del

concepto.

EMERGENTES.
Oscar Eduardo Galarza
Negrete
Facultad de Ciencias Sociales
y Humanidades
Antropología del género.
Masculinidades emergentes, el origen del concepto.

En la antropología del genero hay una diversificación de temas constante, en


aspectos de lo femenino, o también en construcciones de lo que el género por sí
mismo significa, podemos afirmar que la antropología del genero ha pasado por
diversos momentos teóricos que muestran diversas visiones de la problemática que
representa la diferenciación del termino género por sí mismo.

En el curso se desarrollaron diversas teóricas y teóricos que nos ayudan a entender


parte esencial de la antropología del género, es de mi interés desarrollar el tema de
lo que hoy llamamos “masculinidades emergentes” y como es que este término fue
que se desarrolló, así como indagar en el origen del mismo. No busco proponer un
término nuevo para referirnos a estas masculinidades, más bien hago critica al modo
en que se le llamo de manera arbitraria a estas masculinidades que están fuera del
canon del género que se manejó desde hace siglos, siendo que éstas son mucho
más antiguas y, en muchos sentidos, parte de nuestra cotidianidad.

Hay que dejar en claro que no todas las masculinidades son parte del esquema que
se marca socialmente en el espacio de “macho” siendo relativa la manera en que
se construye una identidad masculina, dependiendo de contextos históricos y
algunas veces espaciales, no solo limitándose de un esquema regular y arbitrario
que rige sobre lo que es masculino y lo que no. Relevante para la teoría de genero
hacer un estudio no selectivo sobre estas masculinidades, ya que el enfoque se
desarrolla con el tema en sí, es la no discriminación de todo aquello que la
construcción social haga como tal, esto con el propósito de profundizar en las
diversas formas de construcción de identidad en el mundo humano, permitiéndonos
explorar aspectos de la sociedad que se han ignorado o marginado debido a la idea
de normatividad que se construyó a lo largo de la historia.
La conceptualización.

En la teoría de género se han desarrollado ideas de revolución social en cuestiones


de conceptos que se han utilizado para explicar aspectos regulares de la sociedad,
tal es el caso de las preferencias sexuales o de la forma de comportamiento en
público, cosas que en las construcciones sociales suele ser simplemente
predispuestas como tal, es aquí en donde la teoría de género entra y genera su
critica que me parece necesaria para el entendimiento como tal, la vida en sociedad
no está limitada a las reglas que se consideran absolutas como tal, no hay una
estructura universal de comportamiento en cuestiones de género.

Para el siglo XX la teoría se modernizo en aspectos conceptuales, no solo otorgando


nuevas especificaciones en la organización de los diferentes grupos sociales, hizo
un cambio radical en la percepción del mundo, una perspectiva más crítica en los
aspectos conceptuales de la sociedad, no solo se buscaba la lucha social de
igualdad de género, se debía de realizar un cambio absoluto en la concepción
humana de los aspectos de división entre hombre y mujer, buscando ir más allá de
solo la división binaria de la humanidad.

Después de medio siglo de luchas conceptuales y teóricas se logró una división más
clara en la sociedad en aspectos fundamentales de la sexualidad o de la
identificación de género, ya no se consideraban solo divisiones de macho y hembra;
Es el trabajo de Martha Lamas el que concluye con la visión binaria de estos
aspectos, al construir un fundamento teórico de la construcción social del género,
abriendo el campo de investigación a una cantidad inmensa de conceptos nuevos
en éste. Conceptos como sexualidad o masculino y femenino se llenaron de nuevos
aspectos para abordar, pasando a ser estudios independientes, pero con relación
como tal, no solo son estudios para demostrar que es masculino en contraposición
de lo femenino o viceversa, el enfoque de las masculinidades buscaba entender las
diferentes formas en que éstas se desarrollan en las sociedades, así como una
manera alternativa de entender la teoría de género, no solo enfocándose en las
formas en que el llamado hetero-patriarcado machista había afectado a las mujeres
como tal, también se quería mostrar un entendimiento de la represión que se había
desarrollado entre los mismos varones, asi como la discriminación que estas
masculinidades alternativas sufrían de ambas partes de la sociedad, pues no
entraban en ningún canon de género, siendo estos varones segregados a una
constante división en la cual se debía de entender como la contra parte de todo lo
que la normatividad busca.

El estudio de las masculinidades abarco un nuevo método y desarrollo teórico que


podría explicar las diferencias de concepción social que debían abarcarse, más que
solo segregar a la comunidad de varones, se debía revisar como es que globalizar
a todos los varones como creadores y reproductores de la discriminación a las
mujeres, los mismos varones tenían una división de distintos tipos de varón, y es
aquí donde se nota el punto focal, ¿Cómo se puede nombrar a aquellos varones
que no reproducen el modelo hegemónico de masculino? Es aquí donde se trata de
dividir la forma en que se construye una identidad masculina, no se considera
obligatoria la construcción masculina como algo universal y constante en todos los
grupos, al contrario, se logra definir a la masculinidad como algo mucho más frágil
de lo que la hegemonía de tanto tiempo quería plantear.

Construir un concepto que abarcara todas estas “nuevas masculinidades” era


complicado por sí mismo, la tarea debía reconocer el modelo y estructura de poder
en la humanidad de los varones, lo cual requería afirmar que en todo el mundo está
implementado un modelo patriarcal que sea universalmente discriminatorio, así que
se buscó limitar la visión de estas masculinidades en un concepto que fuese menos
generalizador. Gloria Careaga y salvador Cruz Sierra plantean un debate sobre el
termino masculinidades a lo largo de la historia, ellos afirman la idea de que
masculinidad solo se logra definir por lo que la misma sociedad considera que es,
así que considerar a toda masculinidad que no cumpla el rol que en occidente tiene
que ser encasillada en un solo termino, limitaría la idea de la teoría de género como
tal.1 En este aspecto se creó una categorización bastante pequeña para lo que
representan estas masculinidades, no solo considerando el rol masculino como
universal en el mundo, también se puede asumir de manera errada como es que la

1
En Debates sobre masculinidades
discriminación no existe en aspectos no machistas, más bien discriminatorios en
general, tanto de varones que son parte de la normatividad como las mujeres que
entran dentro de ella.

La problemática general.

Ya he planteado lo difícil que sería construir un concepto como tal, pero lo que me
parece relevante es como el tema de “masculinidades emergentes” tiene conflictos
con la teoría de género que siga una corriente del siglo XX, pues la creación de una
autoestima no masculina o no hegemónica no ayuda al individuo varón discriminado
desde dos ángulos, no se puede construir una defensa propia de todos los varones
que no son parte del rol establecido como una contraposición al macho y sus
estigmas, no se puede plantear una diferenciación total entre uno y otro que busque
igualdad, esto se debe a que en un principio ambos ejemplos de masculinidad son
lo mismo, masculinidad; Es aquí donde la teoría de antropología como tal otorga su
visión y aspectos teóricos no necesariamente radicales, por ejemplo; El hombre que
no cumpla con los patrones de macho no debe de ser tratado como un “no-macho”
es en esencia un macho, solo hay que entender el proceso histórico y contextual en
el que se desarrolló su idea de masculinidad, es por ello que en cuestiones de
género se puede desarrollar como tal la idea de masculinidades, pues se trata de
explicar a las masculinidades (en todas sus formas) como algo no ajeno al mundo
de la normatividad, es más bien una parte que no hemos logrado entender como
tal, es una parte de la teoría del género que se debe de abordar como parte de la
identidad y la construcción de ésta, tal cual se hace en gran parte con la idea del
feminismo y sus construcciones.

Las masculinidades no-hegemónicas2 constituyen una parte esencial en el


comprendimiento de la teoría actual de género, permitiéndonos entender
fenómenos más complejos, como la idea de la masculinidad relativa, o el simple

2
Sé que criticar un concepto para después utilizar otro, cuenta como una contradicción epistemológica,
pero a falta de una manera de explicarlo de mejor manera, este término me parece más adecuado para lo
que trato de proponer.
hecho de construir una nueva identidad de la misma, no podemos quedarnos solo
con la construcción social única que se manejó en occidente por mucho tiempo.

Los estudios de las masculinidades nos permiten la profundización no generalizada


de cómo se construye una nueva masculinidad no absoluta y que puede convivir
con los modelos ya establecidos de par a par, sin necesidad de erradicar una sobre
la otra, la base de convivencia de las masculinidades debe de darse en una no –
jerarquización de éstas, para con ello conseguir una definición más estable y que
no propicie más segregación por sí mismo.

Pongamos por ejemplo el concepto de “Masculinidades emergentes”, es complicado


no desarrollar una idea errónea de lo que representa este término, desde
masculinidades nuevas que apenas se están produciendo, hasta el
empoderamiento de una nueva masculinidad absoluta que busca estar por encima
del modelo hegemónico que rige actualmente; Ninguno de todos estos aspectos
abarcan lo que representan estas masculinidades, por el contrario, el termino se
pensó para relatar las masculinidades variadas que se pueden ver desarrolladas en
las diferentes sociedades y culturas, no se busca más que el entendimiento de
éstas, se centraliza en el entendimiento de que la sociedad y en específico el
conjunto de varones puede entender la masculinidad como un fenómeno mucho
más relativo, sin una estructura especifica que se debe de seguir todo el tiempo,
más como una abstracción de la realidad del varón que puede construir de manera
distinta. Pensemos, como un ejercicio de reflexión, que todos los hombres podemos
elegir cual es nuestro rol en la sociedad, así como las características que debemos
cumplir para sentirnos felices con nuestra propia identidad, sin la necesidad de
construir una identidad per formativa para que la misma sociedad a la cual
pertenecemos nos acepte, ese es el fin del activismo del estudio de las
masculinidades, la no jerarquización del concepto masculino y la libertad de
construcción de éste.

Es así como me parece que se abarca la teoría de género, una corriente que busca
la relativización de los conceptos construidos por la sociedad, pero tampoco
debemos limitarnos a una visión estructurada que mantienen algunas corrientes de
esta teoría, no hay que radicalizar algunos conceptos, así como tampoco hay que
realizar generalizaciones sobre lo que representan para la sociedad y para la
academia y teoría en sí.

Conclusiones.

He considerado no utilizar la terminología que se ha maneja en la teoría de género


por diversas razones, pero el considerar que suele radicalizar los conceptos mismos
es mi principal crítica al paradigma teórico, pues considero que cualquier corriente
de la teoría antropológica no debería de centralizar sus conceptos en la
categorización de lo que puede, o no, ser construido por la sociedad misma, pues
esto generaría discursos peligrosos para el mismo entendimiento de lo que se trata
de proponer. No debemos olvidar el uso que se le puede dar a la antropología,
utilizándose sus estudios para justificar diversos discursos de odio o de
discriminación basándose a la terminología estructural que puede llegar a manejar
nuestra disciplina.

El estudio de masculinidades puede llegar a ser muy provechoso para la


comprensión de diversos fenómenos sociales, y me parece importante crear una
terminología adecuada para estos estudios, no solo en cuestión teórica, al llevar
nuestras investigaciones a un grado más pragmático, es peligroso utilizar un
discurso tan generalizador para dar entendimiento a lo que tratamos de explicar a
lo largo de nuestros trabajos.

Es relevante crear una problemática acerca de los temas y términos que utilizamos,
sin llegar a crear caos académico por el constate cambio de las determinaciones
que damos en nuestro campo de estudio, dentro de este pensamiento, considero
importante la revisión de los conceptos creados a lo largo de la antropología del
género, ya que algunos pueden ser muy vistosos a la opinión pública, pero de
manera que no busca la academia conseguir. Es por esto que concluyo,
masculinidades emergentes es una parte esencial de la nueva antropología, debe
de ser revisada a detalla y estudiada con más interés por parte de nosotros como
etnógrafos y antropólogos, pero sin descuidar los modelos teóricos que hay detrás
de todos los conceptos como tal, permitiéndonos entender que algunas
especificaciones teóricas no pueden compaginar con los fenómenos o los mismos
procesos que buscamos describir.

El ensayo en si es corto, pero contiene un análisis reflexivo de algunos aspectos


inmersos en la teoría de género que logramos revisar con detenimiento en la clase,
sin realizar una aproximación meramente epistemológica, trato de crear una crítica
a los conceptos creados por la comunidad que sigue la teoría de género.

Bibliografía
Careaga, G., & Cruz Sierra, S. (2006). Debates sobre masculinidades. UNAM.

Lamas, M. (2005). Cuerpo: Diferencia sexual y género. México D.F: Taurus.

Bachofen, Johann Jacob, El matriarcado. Una investigación sobre ginecocracia en


el mundo antiguo según su naturaleza religiosa y jurídica.

Marta Lamas (Compiladora) El Género. La construcción cultural de la diferencia


sexual, PUEG-UNAM, Porrúa, México, 2000.

Héritier, Francoise, Masculino/femenino. Disolver la jerarquía, F.C.E, Argentina,


2007.

Montesinos, Rafael, Las rutas de la masculinidad. Ensayos sobre el cambio cultural


y el mundo moderno, Gedisa, España, 2002.

Godelier, Maurice, La producción de los grandes hombres. Poder y dominación


masculina entre los Baruya de Nueva Guinea, Akal, Madrid, 1986.

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