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Chomsky

El problema que interesa a Chomsky son las formas de adquisición del lenguaje. Cuando habla de
“habilidades concretas” o de “habilidades altamente organizadas y articuladas” hace referencia a
la predisposición innata del niño a usar un número limitado de palabras que existen dentro de una
lengua, para que a partir de la gramática universal (reglas propias de cada lengua y que no siempre
son conscientes para el hablante) pueda producir discursos, redactar libros o simplemente
decodificar su experiencia en relación al otro.

Si partimos de la idea de Chomsky podríamos ubicar la estructura básica de la lengua como una
capacidad o predisposición biológica genéticamente heredada más que aprendida, suponiendo de
esta manera una suerte de protolengua que poco a poco (en el devenir de la historia), fue
presentando pequeñas variaciones altamente articuladas y sistematizadas. De esta manera, el
lenguaje se encargará no sólo de la comunicación, sino también de las formas de expresión y la
interacción (Escritura y habla).

La idea de naturaleza humana que propone Chomsky hará referencia a un conjunto de esquemas o
principios de organización innatos que guían o predisponen las formas de relación con el otro.

Foucault

Foucault usará el concepto de naturaleza humana expresado por Chomsky para compararlo con el
concepto de vida, tal y como era usado en la biología y la historia de las ciencias hasta los siglos
XVII y XVIII, aceptando de esta manera que no se fía demasiado de una noción de naturaleza
humana, pues esta actúa como un referente epistemológico y no como fenómeno que requiera de
un interés científico genuino1.

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Los conceptos científicos tendrán entonces diferentes grados de elaboración, algunos serán conceptos centrales que
harán referencia a la clasificación, diferenciación y análisis de un objeto de estudio determinado siempre desde un
discurso epistemológico externo o periférico que se encargarán de definir el objeto, método, técnicas y demás
fundamentos que permitirán que una ciencia se diferencie de otra. Por ende, cuando a finales del siglo XVIII mediante
el uso de técnicas e instrumentos más avanzados se delimitó, designó y situó un cierto tipo de discurso científico cuya
especificidad se asentó sobre el concepto de vida, comprendimos que este concepto no surge como producto de la
reflexión sobre la naturaleza, sino como un indicador epistemológico sobre los efectos de la clasificación,
diferenciación, análisis, etc., en las discusiones científicas.
Según Foucault, el concepto de naturaleza humana planteado por Chomsky, al igual que el
concepto de vida, no surgen como un producto del estudio de los fenómenos de la naturaleza sino
que estos conceptos cumplen el rol de indicar, referenciar o fijar ciertos límites a un discurso y al
mismo tiempo establecen conveniencias con otros discursos como es el caso de la fisiología o la
neurología, demostrando de esta manera una instrumentalización del conocimiento como si se
tratase convenientemente de ajustar el fenómeno a un método especifico.

Chomsky

Chomsky dirá que si existe la posibilidad de especificar una relación entre las conexiones
neuronales y las propiedades de las estructuras cognitivas que le permiten al niño adquirir sistemas
complejos, se encontraría allí un elemento constitutivo de la naturaleza humana. Pero según
Chomsky, el hecho de que las ciencias encontraran una ampliación en su espectro de fenómenos
incorporando nuevos conceptos como el de vida, demostró que estas deben enfrentar desafíos cada
vez mayores. De esta manera, este pensador nos propone que quizá el próximo desafío de las
ciencias (el cual aún no han alcanzado) deba estar regido por este concepto organizador (vida)2.

El moderador intenta especificar un poco el estado actual del debate por lo que establece que
Foucault se concentra en el “cómo” actúan las ciencias en periodos determinados, como si tratase
la historia como un proceso principalmente hermenéutico mientras que Chomsky se interesa por el
“por qué”, pues no sólo se atreverá a preguntarse por cómo funciona el lenguaje sino por las razones
de su uso tomando los acontecimientos descritos en la historia de las ciencias como un
acontecimiento empírico-analítico.

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De esta manera, para Chomsky, la biología constituye un marco teórico para el estudio de la sintaxis de la lengua
humana, que actúa como fundamento de su naturaleza, pues cuenta con una serie de reglas y principios que revelan
estructuras cada vez más complejas. La gramática generativa busca establecer cómo a partir de un número limitado de
reglas y de un número limitado de elementos (palabras) se pueden generar una cantidad infinita de oraciones
gramaticales en una lengua (componente sintáctico, componente semántico y componente fonológico) a lo que se
resuelve a llamar creatividad.
Chomsky

El enfoque racionalista de Chomsky toma la base de las reflexiones cartesianas y su incapacidad


para describir una matemática de la mente, tal y como lo hizo newton con las fuerzas físicas. Esa
materialidad mecanicista planteada por Descartes se postula como un paso científico más que
metafísico, pues precisamente lo que se quería lograr era la formulación de un método que
permitiese describir el funcionamiento de la mente como principio creativo.

Foucault

Para Focuault la mente no es tan creativa como lo plantea Chomsky y realiza un espectacular giro
en la discusión al plantear que la noción de Descartes no es la más apropiada para la argumentación
que intenta sostener Chomsky y le recomienda de manera muy sutil la comprensión de Pascal y
Leibniz pues para estos, la mente (contrario a lo descrito por Descartes), se encuentra articulada a
una red de relaciones lógicas que le permiten al individuo desarrollar la comprensión del mundo
en su totalidad.

Pascal (Racionalismo antropológico)

“Según Pascal, el hombre evita pensar en sí mismo porque para el alma es una pena insoportable
pensar en el fin de la vida.”

Leibniz (Racionalismo metafísico)

“Leibniz multiplica la realidad en infinitas sustancias a las que llama mónadas (unidades),
perfectamente armonizadas entre sí y con el todo. Estas mónadas son fuerzas inextensas (aunque
en unión crean la extensión), impenetrables, son, al mismo tiempo, almas que permitirán el
conocimiento y átomos de la naturaleza que producen los cuerpos. Cada mónada refleja en sí el
orden matemático y armónico de todo. Armonía que ha sido preestablecida por una mónada
perfecta y superior, Dios.”
El moderador cree que el comentario de Foucault respecto a la crítica histórica fue algo fuerte y le
pide que de sus propias reflexiones en relación al tema de la creatividad, a lo que este le responde
que es precisamente ahí, en esos análisis donde se demuestra una postura personal.

El reconocimiento que hace Foucault de no dar mucho interés (hasta ese momento) en la capacidad
creadora de los individuos. Pero da a entender cuál es la dificultad del debate, ya que mientras
Chomsky ha luchado contra una especie de conductismo lingüístico en donde el sujeto hablante
constituía una especie de caja negra que acumula la información para después ser procesada. En la
historia del pensamiento se ha intentado responder a dos exigencias básicas, la atribución que
revela la soberanía del sujeto aplicado a la historia del conocimiento, y la otra exigencia es la
soberanía misma de la verdad como revelación. Por lo que la historia del conocimiento se
presentaría como una historia de los descubrimientos y no de las diferentes formas de comprensión.

Por lo tanto, Foucault va plantear que su objetivo es eliminar al sujeto del conocimiento al mejor
estilo de Nietzsche con la muerte de Dios, mientras que Chomsky intenta revivir el problema del
sujeto hablante.

La historia como una serie de acontecimientos discontinuos

Quizás, el punto en el que el señor Chomsky y yo diferimos sea el siguiente: cuando alude a la ciencia,
tal vez piense en la organización formal del saber, mientras yo me refiero al saber mismo, es decir,
pienso en el contenido de los distintos saberes dispersos en una sociedad particular, que permean la
sociedad y se imponen como fundamento de la educación, de las teorías, de las prácticas, etcétera.

Chomsky

“Pienso que un acto de creación científica depende de dos factores:

- Primero, de cierta propiedad intrínseca de la mente;


- Luego, de un conjunto de condiciones sociales e intelectuales existentes.

Y no se trata, desde mi punto de vista, de elegir cuál estudiar; por el contrario, comprenderemos el
descubrimiento científico y, del mismo modo, cualquier otro tipo de descubrimiento cuando
sepamos cuáles son estos factores y podamos explicar entonces cómo interactúan de una forma
particular”.
Chomsky ve la creación científica bajo su gramática generativa, por ello propone que se conozcan
todos los esquemas de representación o principios de organización de las ciencias, para
posteriormente estudiar el conjunto de condiciones sociales y las formas de comprensión de los
sujetos

De esta manera, Chomsky intenta ingenuamente argumentar que la discusión y las diferencias presentes
entre él y Foucault son compatibles en la medida en que se interrogan por dos dimensiones de un mismo
fenómeno.

Para Foucault el problema es claro, las dos direcciones que se abordan en este debate son
inconmensurables precisamente por su fundamento, para Foucault la permanencia de un sujeto dentro
de los diferentes discursos que intentan demostrar una verdad sobre el hombre es innecesaria, para
Chomsky es el sujeto quien por medio de un acto de habla y sobre la base de unos principios de
organización innatos construye su realidad, establece el acto creativo por excelencia, algo que se podría
equiparar con el ejercicio de creación científica. El conductismo servirá de ejemplo a Foucault para
demostrar cómo a partir de los diferentes juego de verdad anclados a una trama histórica particular se
establece la dinámica de las ciencias. A lo largo de la historia discursos como el del conductismo han
postulado diferentes verdades en relación al hombre y muchas veces como es el caso fueron tomadas
por su practicidad y por sus resultados, sin cuestionarse siquiera el pensar sobre los fundamentos de su
hacer. Por lo tanto, la relación entre los fenómenos que se presentaban quedó desplazada durante mucho
tiempo, hasta ahora. De ahí que la física no pueda considerarse como una ciencia que se preocupa
únicamente de la lectura de sus instrumentos, pues el hecho de interrogarse por fenómenos que aún en
su horizonte de posibilidades no está contemplado, le permite precisamente alcanzar ese estatus, y aún
así siempre hay un resto que se le escapa, por eso su evolución más que lineal se presenta como una
serie de acontecimientos discontinuos.

“Por eso creo que el término mismo es síntoma de la enfermedad. Deberíamos entender el contexto
histórico en el que se desarrollaron estas extrañas limitaciones, y luego de haberlas entendido,
descartarlas y avanzar en la ciencia del hombre como lo haríamos en cualquier otro ámbito, esto es,
desechando por completo el conductismo y, de hecho, según mi punto de vista, toda la tradición
empirista de la que procede”.

Chomsky insiste en la posibilidad de una ciencia profunda, una ciencia del hombre, pues se aferra a sus
argumentos.

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