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La preterintención es una figura jurídica de carácter penal consistente en la

actuación de una persona que busca un resultado antijurídico, pero el cual termina
excediéndose y por consiguiente causando una mayor gravedad.

De manera literal la preterintencion consiste en el advenimiento de un resultado


diferente al que se buscaba, pero que termina siendo más grave.

Nuestro código penal define la preterintención de la siguiente manera “La


conducta es preterintencional cuando su resultado, siendo previsible, excede la
intención del agente.”

Elementos de la preterintencion

Elementos:

 Actuar dolosamente.
 Previsibilidad de un resultado posterior más grave.
 Que el resultado buscado se exceda.
 Creación de un riesgo no permitido.
 Y la Concreción de un resultado negativo.

El primer elemento que encontramos es el que hace referencia a la conducta de la


persona, pero nos damos cuenta que no puede ser cualquier clase de actuación
ya que esta tiene que ser dolosa, y la razón por la que se necesita que la persona
haya actuado dolosamente se debe a que el concepto de preterintención hace
referencia a que la persona busca un resultado que termina excediéndose, pero
entonces cuando nos encontramos que la definición nos habla del hecho de que la
persona busca el resultado entonces nos damos cuenta que en los resultados de
las conductas culposas las personas no buscaban ningún resultado negativo, las
personas pueden que hayan previsto un resultado negativo, pero consideraba
poder evitarlo, o sencillamente el resultado se da por una negligencia, o por no
prever algo que era previsible pero el resultado final no fue producido por una
conducta que estuvo encaminada a producirlo, lo que produce el resultado es una
infracción al deber objetivo de cuidado. En cambio en la preterintención el
resultado termina siendo producto de la realización de una conducta dolosa que se
realizó con el fin de alcanzar un propósito determinado, pero que no se da y que
termina excediéndose.

Previsibilidad de un resultado posterior más grave: la razón de ser de este


elemento radica en el hecho de que la persona realiza una conducta con
culpabilidad, en la medida que se pueda prever un resultado más grave al
buscado podemos afirmar que hay conciencia de lo antijurídico el cual es un
elemento de la culpabilidad junto al de ser imputable y al hecho de ser exigible a la
persona poder comportarse de otra manera. Entonces aquí podemos ver que se
estaría dando uno de los presupuestos para que la conducta se punible. Y es esta
la razón por la que se necesita que el resultado que se termina produciendo, y que
no era el buscado por el agente, sea previsible ya que en la mediad que se pueda
afirmar esto podríamos afirmar que la persona está actuando, como ya lo
mencionábamos, con culpabilidad.

Que el resultado buscado se exceda: Cuando una persona quiere cometer una
conducta punible y consigue su resultado sencillamente abra actualizado un tipo
penal en la modalidad dolosa un ejemplo de esto es un hombre quiere matar a su
esposa y para lograr tal fin, le propina tres disparos con arma de fuego. Abra un
homicidio agravado en la modalidad dolosa porque el tipo penal nos dice el que
matare a otro o sea que será doloso en la medida que la persona se haya
propuesto tal fin. ¿Pero que sucede en el caso que la persona quiso causarle daño
a alguien y termino matándolo sin querer tal resultado? No cabe duda que hay un
homicidio, pues homicidio traduce homos- hombre- cidum- muerte, o sea hombre
que mata a otro. Pero como el Art., 103 nos habla no solo de un homicidio, sino de
un homicidio en su modalidad dolosa, entonces vemos que aquí no estamos frente
a un homicidio de tal índole, ya que matar no fue la idea propuesta por el agente,
la idea solo fue de acusar unas lesiones, pero dichas lesiones causaron en el
hombre la muerte entonces entra a tomar puesto la modalidad mencionada que es
la preterintención ya que hubo una intención de lesionar pero que termino
excediéndose a un resultado diferente más grave.

Creación de un riesgo no permitido: este elemento se ha establecido en


remplazo del anterior elemento que era el nexo de causalidad, dicha teoría
casualista ha sido reemplazada en la medida que eso conlleva a atribuir
responsabilidad penal a las personas por la producción naturalista de resultados
negativos lo que de contera es ya un grava error teniendo en cuenta que las
normas penales establecen responsabilidad penal a las personas por la violación
de las normas. Es por tal motivo que se ha reemplazado el nexo de causalidad por
el término de creación de unos riegos no permitidos o jurídicamente desaprobados
donde además se agrega y elemento adicional que es el que abajo se menciona.

Concreción de un resultado: Este último elemento es el que le debe seguir a la


creación de un riesgo jurídicamente desaprobado y el cual debe ser el producto de
ese riesgo jurídicamente desaprobado para poder hablar de la denominada teoría
de la imputación objetiva creada por Gunther Jakobs, la que constituye sin duda
alguna un gran trabajo de carácter dogmático para el derecho penal de gran
importancia.
La preterintención presenta uno de los cuadros más complejos tanto en la
comprensión de su naturaleza, como por la estructuración de sus componentes,
ya que se actúa con dolo para el primer resultado, pero su desarrollo se interfiere
por una causa que se asemeja a la culpa; al igual que el hecho culposo, en
nuestra ley penal, el delito preterintencional sólo es punible en los casos
expresamente señalados por la ley (Art. 105 y 118).

PRETERINTENCIÓN.

Esta figura se presenta cuando el agente dirige su voluntad de causación hacia


determinado resultado, produciéndose uno más grave que él estaba, por lo
menos, en capacidad de prever.

“Un resultado que excede de nuestra voluntad, que traspasa la intención que
tuvimos al emprender nuestro acto”. Jiménez de Asúa.

“El delito preterintencional tiene ocurrencia cuando el resultado, siendo también


previsible, excede la intención del agente… La doctrina ha señalado que estas son
características del delito preterintencional: a) el propósito de cometer un delito
determinado; b) la producción de un resultado delictivo mayor que el pretendido
por el agente; c) la existencia de un nexo de causalidad entre la conducta
realizada por el agente y el resultado producido; d) la identidad del sujeto pasivo,
que debe ser víctima tanto del delito pretendido, como del ilícito finalmente
cometido; y e) la calificación legal del hecho según el resultado”. (C. S. de J. Sala
Penal 13 de abril de 1984 M:P: Dr. Dante Fiorillo Porras).

La preterintención presenta uno de los cuadros más complejos tanto en la


comprensión de su naturaleza, como por la estructuración de sus componentes,
ya que se actúa con dolo para el primer resultado, pero su desarrollo se interfiere
por una causa que se asemeja a la culpa; al igual que el hecho culposo, en
nuestra ley penal, el delito preterintencional sólo es punible en los casos
expresamente señalados por la ley (Art. 105 y 118).

Al delito preterintencional también se le ha denominado delito ultra intencional, ya


que el resultado obtenido va más allá de lo querido por el autor, como cuando el
agente no ha tenido la intención de matar, sino de perpretar lesiones personales,
pero se sigue la muerte de la víctima.

ESTRUCTURA TÍPICA DE LOS DELITOS PRETERINTENCIONALES.

Al delito preterintencional también se le ha denominado delito ultra intencional, ya


que el resultado obtenido va más allá de lo querido por el autor, como cuando el
agente no ha tenido la intención de matar, sino de perpetrar lesiones personales,
pero se sigue la muerte de la víctima.

La preterintención presenta uno de los cuadros más complejos tanto en la


comprensión de su naturaleza, como por la estructuración de sus componentes,
ya que se actúa con dolo para el primer resultado, pero su desarrollo se interfiere
por una causa que se asemeja a la culpa; al igual que el hecho culposo, en
nuestra ley penal, el delito preterintencional sólo es punible en los casos
expresamente señalados por la ley (Art. 105 y 118).

Esta figura se presenta cuando el agente dirige su voluntad de causación hacia


determinado resultado, produciéndose uno más grave que él estaba, por lo
menos, en capacidad de prever.

“Un resultado que excede de nuestra voluntad, que traspasa la intención que
tuvimos al emprender nuestro acto”. Jiménez de Asúa.

“El delito preterintencional tiene ocurrencia cuando el resultado, siendo también


previsible, excede la intención del agente… La doctrina ha señalado que estas son
características del delito preterintencional: a) el propósito de cometer un delito
determinado; b) la producción de un resultado delictivo mayor que el pretendido
por el agente; c) la existencia de un nexo de causalidad entre la conducta
realizada por el agente y el resultado producido; d) la identidad del sujeto pasivo,
que debe ser víctima tanto del delito pretendido, como del ilícito finalmente
cometido; y e) la calificación legal del hecho según el resultado”. (C. S. de J. Sala
Penal 13 de abril de 1984 M:P: Dr. Dante Fiorillo Porras).

A la preterintención también se le conoce como modalidad compleja de la


conducta punible, por confluir en ella el dolo frente al resultado típico querido y
culpa frente al resultado típico más grave producido.

Características de la preterintención.

1. Voluntad dirigida a producir un resultado típico. La voluntad, dijimos en una de


nuestras clases anteriores, es entendida como intención o deseo de hacer o no
hacer; pues bien, en la preterintención, el autor de la conducta dirige su voluntad a
la producción de un resultado descrito en un tipo penal, solo que, producto de ese
obrar origina un resultado de mayor entidad.

2. Verificación de un resultado homogéneo más grave que el querido. Lo primero


que debemos precisar es que en el delito preterintencional hay dos resultados en
juego: un resultado menor, querido y un resultado mayor producido.
Es importante una segunda precisión: si el resultado mayor es el querido, y el
resultado menor es el producido, no estamos frente a la figura de la
preterintención, estamos frente a un dispositivo amplificador del tipo: la tentativa.

3. Previsibilidad del resultado. Consagrando esta característica de la conducta


preterintencional, el legislador de 2000, pretende eludir la discusión en torno a que
en esta forma de conducta punible se viola la norma rectora consagrada en el
art.12, esto es el principio de culpabilidad, que en su parte final señala “Queda
erradicada toda forma de responsabilidad objetiva”.

Existen claras diferencias entre los delitos preterintencionales y los delitos


por el resultado. Las dos formas delictivas deben estar expresamente
previstas en la ley, pero con la diferencia de que en el delito de carácter
preterintencional el segundo resultado constituye el comportamiento que
presenta la conducta punible, mientras que en los delitos agravados por el
resultado, este no adquiere tal carácter sino que merece un mayor
reproche, por la mayor intensidad del daño, por la generación de un peligro
o la materialización de un provecho. La diferencia especifica estriba en el
hecho de que en los primeros el segundo resultado, aun cuando descrito en
la norma, no es el que tipifica el delito, mientras que en los otros ese
segundo resultado pasa a ser la conducta punible en la norma penal.

http://jbpenalgeneral.blogspot.com.co/2014/06/modalidades-de-la-conducta-
punible.html

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