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CÁRDENAS GARCÍA JAVIER

Salud: estado de bienestar físico, mental y social, no sólo la ausencia de las enfermedades.
La Psicología de la Salud aplica principios, técnicas y conocimientos científicos para la labor
de modificación de los comportamientos que rodean a la salud y a la enfermedad.
Estudia los componentes salud-enfermedad como una relación vital para lograr una
adecuada calidad de vida.
La Psicología de la Salud atiende la promoción de estilos de vida sanos, prevención y
tratamiento de enfermedades, evaluación y mejoras del sistema sanitario en todos los
órdenes de atención a la salud, promoviendo tratamientos médicos unidos a tratamientos
psicológicos para la mejora de enfermedades.
Objetivos: Aumento de la salud y el bienestar de las personas, prevención o modificación
de las enfermedades. Mejor funcionamiento de casos con trastornos.
Atiende dolores o malestar de enfermedades crónicas, trastornos cardiovasculares,
trastornos del sueño, asma, VIH-SIDA, diabetes, fibromialgia, SII (Síndrome del intestino
irritable), y cáncer.
Psicoongología: Subespecialidad de la oncología, abordada por la psicología clínica y de la
salud. Previene, interviene e investiga a pacientes con cáncer y a sus familiares para la
obtención de conocimientos que mejoren el tratamiento y el proceso de la enfermedad.
Prevención primaria: Detectar e intervenir sobre los factores psicológicos o sociales
asociados al origen del cáncer.
Prevención secundaria: detectar e interverir sobre los factores psicológicos que facilitan una
detección precoz del cáncer.
Se enfoca a la Intervención terapéutica, la rehabilitación y cuidados paliativos, es decir, a
los cuidados de un paciente en fase terminal y al apoyo que necesitará la familia para
afrontar la pérdida.
Busca una óptima respuesta emocional de pacientes, familiares y personal encargados del
paciente (personal de salud médico y psicológico a cargo de auxiliar a la familia y al paciente
en cada una de las etapas de la efermedad: dx, tratamiento, intervalo libre, recibida,
enfermedad avanzada, enfermedad terminal, fase de duelo o remisión) con el fin de
mantener o recuperar la calidad de vida de manera global, en aspectos de la sintomatología
física, autonomía, y hábitos cotidianos, incluyendo el nivel familiar y social, psicológico y
emocional.
Promueve el desarrollo de protocolos de evaluación e intervención para la mejora de los
tratamientos tanto en casos muy específicos como el abordaje general del sistema de salud
hacia las enfermedades.
Reduce la alteración emocional (estrés, ansiedad) y mejora la adaptación a las nuevas
situaciones (resiliencia), con el propósito de facilitar el paso en el camino de la enfermedad,
teniendo un menor desgaste psicológico, contribuyendo a una mejor recuperación en todos
los niveles biopsicosociales.

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