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Estar en el primer amor que es sino estar enamorado de la verdad.

Y el que está enamorado de ella; la atiende sin hacerla esperar, le aprecia sin hacerla
contristar, le oye a las razones que ella le da, se emociona en conocer su voluntad, se
regocija en obedecer su pasión, acepta las decisiones y designios de su corazón y se
enamora más de ella cuando siente su incomparable amor.

Y aquel vive muriendo y muere viviendo por aquella verdad, pues solo ella merece más
de lo que exige, entonces atendámosla.

Teniéndose en cuenta que esta verdad es Jesucristo el hijo unigénito del Dios viviente.

Ya no volverán mas aquellos varones que se ganaron por su fidelidad un nombre, ni


aquellas hazañas, ni aquellos avances, ni aquellos logros, ni aquellas victorias, pero si
volverá la atención del alma a aquella verdad tan esperada por los profetas y finalmente
revelada a los apóstoles.

Tardíamente atendimos a su llamado y la causa de entender su bella voluntad nos forzó


a abandonar nuestra dureza; ¿Pues quién puede obviarla después de entenderla con el
corazón?

la verdad siembra su virtud en nosotros, nos educa en una sola enseñanza, la de su amor,
nos hace alumnos participes de su pasión, nos dona aquella vocación por la cual
suspiramos de emoción, nos comunica su bella voluntad y nos promete la esperanza de
vivir juntos y unidos a dios como sumo ideal por toda la eternidad.

El tiempo pasará, la creación envejecerá, pero nuestra pasión por dios por siempre
permanecerá.

¡Oh verdad tan antigua, tan eterna ¡que existías más allá de los albores del tiempo, de
toda materia y de todo espacio y verdad tan novedosa a la vez para todo aquel que te
llega a conocer en el tiempo siendo materia y ocupando un espacio.

Suspirasteis vida en nosotros y ahora nosotros suspiramos por ti… vida

Solo la fe nos hace verdaderos testigos del logos, es decir de la razón quien es el Cristo
nuestro Señor.

Y que diremos del Espíritu del señor pues es aquel que nos enseña y anima a vivir para
dios, aquel es el custodio de su iglesia, aquel es el sustituto del cristo, el encargado de
guiarnos mediante su enseñanza y consejo, de conservarnos en la fe mediante su
benignidad y amor. Su gobierno en nosotros nos lleva a la excelsa y única devoción.

Aquel es nuestro sumo exegeta y divino mentor. no hubo, ni hay, ni habrá otro mejor.

Él es fiel “amigo”, fiel “amante”, fiel “pastor” aquel que vino del cielo para amarnos.

Aquel es verdadero Dios y vida eterna en nosotros. amen.

La Iglesia de Dios, desde el siglo I hasta el XXI, desde Judea…


y que dire al espiritu del señor sino “derrama la tinta de tu inspiracion que aquí esta la
pluma de mi servicio”

siendo testigo fidedigno de una antigua tradicion la unica que vino del cielo y que me
hizo prisionero eterno de su pasion y no solo a mi sino a todo aquel que le oye y le cree
con toda la mente, con toda el alma y con todo el corazon.

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