Desde su llegada al público colombiano a mediados de la década del 50, la
televisión llegó con el objeto de llevar educación y cultura al pueblo, aunque con el paso del tiempo fue adquiriendo un esquema más variado, hasta poseer el contenido del que actualmente goza. Debido a la gran variedad y a la importancia que ganó la televisión durante la segunda mitad del siglo XX en Colombia, se aprovecha el auge para presentar contenido comercial y más de una empresa o marca registrada tiene la oportunidad de darse a conocer y vender productos u ofrecer servicios; de la misma forma la información que entregan los noticieros logra influenciar en la situación de la industria, aumentando o disminuyendo sus acciones respecto a lo que acontece en el país. La industria televisiva en Colombia tiene un papel relevante a nivel económico debido a las sumas significativas de dinero que mueve, desde las inversiones que estas hacen para generar contenido o derechos de transmisión de sucesos importantes (festivales deportivos, eventos culturales o sucesos políticos) hasta las ganancias generadas por los comerciales.
La televisión ofrece una amplia gama de contenido, gracias a dicha variedad, la
televisión ha logrado una audiencia también diversa, permitiendo el despertar cultural de los televidentes al tener otro medio además de la lectura misma para tener entendimiento de aquello que los rodea, mantenerse informados de lo que ocurre en el mundo y conocer un poco más del mundo y sus costumbres a través de la pantalla. Una buena proporción de la población ha crecido frente a las pantallas, por lo cual la responsabilidad de la televisión ha sido grande, respecto al nivel educativo y cultural de los niños en buena medida. Incluso se han llegado a efectuar diversos estudios del comportamiento juvenil respecto al contenido que expone la televisión, y aunque las pruebas no han llegado a un resultado especifico respecto a la afección a nivel psicológico de los diversos contenidos, si cabe señalar que la influencia de dichos contenidos influye en la manera de ver a la sociedad y el entorno de la audiencia joven.
Pero no solo el público joven logra ser influenciado por la televisión, de la
misma manera la transmisión de acontecimientos en el país, encuentros políticos, debates y los espacios para los candidatos durante el tiempo de campaña, logra poner al público en general en contexto de lo que acontece en el ámbito político de la nación. Desafortunadamente, la polarización y la polémica genera cierta segregación entre las diferentes corrientes, por lo cual los canales tienen una importante responsabilidad en la manera que gran parte de la teleaudiencia mira a sus mandatarios y líderes, así como a sus detractores.
La televisión ha permitido que la comunicación entre los colombianos sea
culturalmente influyente en cuanto al comportamiento de la mayoría de población, y que hace que por muchas generaciones se hayan informado a niños, jóvenes y adultos adaptando lo que se refleja desde la pantalla. Este medio de comunicación posee una responsabilidad grande puesto se encarga de informar y comunicar a la mayoría del pueblo colombiano, logrando muchas veces influenciar en las decisiones y actos de los mismos. A pesar del crecimiento exponencial de las redes sociales, la televisión en Colombia aún posee un papel relevante al momento de transmitir al ciudadano común. En Colombia no se debe considerar a los medios de comunicación como una fábrica de mercado de ideas, sino más bien como un ente de responsabilidad ante la comunidad social y el bienestar general de los receptores, el trabajo realizado debe ser con un alto sentido ético y profesional para que así mismo genere la confianza que se debe presentar ante la audiencia, en la cual exista la opinión y retroalimentación de los mensajes propuestos.
Se debe tener en cuenta la libertad para asumir la creación, edición y
divulgación de datos informativos de igual manera el derecho a recibirlos. La misión de los comunicadores es contar la realidad de los hechos de manera transparente tal y como han ocurrido, desprendiéndose del fondo subjetivo para que su cubrimiento lleve la información con fines netamente objetivos.