Ética Aristotélica

“La FELICIDAD es el fin del hombre y el medio para conseguirlo es la VIRTUD”

Aristóteles fue un filósofo griego, nació en Estagira, ciudad de Tracia; siendo joven tuvo que ir a
Atenas donde recibió clases en la academia de Platón.

Ya en su madurez escribe una obra de la cual trataremos, “Ética a Nicómaco” donde aborda cual
es el buen comportamiento de las personas para llegar a un fin supremo.

Aristóteles asumió que la felicidad era el bien supremo, lo que el llamaría eudaimonia. Al inicio
encontró una pequeña dificultad, todas las personas concebían la felicidad de manera diferente
y el cambio como una de sus características, esto nos lleva a que existen múltiples posibilidades
al elegir.

Por eso el filósofo concluye que no hay un solo fin, pero si uno superior a los demás y ese es el
que debemos buscar. ¿Cómo se llega a este fin?, pues, Aristóteles clasifica a los bienes en tres:

- El bien que se busca como solo como medio: dinero

- El bien que se busca como fin y como medio: poder
- El bien que se busca como fin y nunca como medio, ese bien es la felicidad.

De por si la felicidad como fin está incompleta, necesita un medio para poder guiarse, este tiene
que ser racional. Por eso Aristóteles nos menciona que la virtud es muy importante para
encaminarnos hacia el bien supremo. La virtud es la capacidad que tienen las personas para
comportarse de manera excelente, se refiere a que, con nuestros conocimientos podemos
discernir lo que está bien de lo malo; siempre en cuando lo practiquemos repetidamente para
que se convierta en un hábito en las personas.