You are on page 1of 5

Terapia cognitivo conductual

La terapia cognitiva de Beck se desarrolló para el tratamiento de pacientes con trastornos


depresivos y fue ampliando su rango de aplicación al campo de los trastornos de ansiedad y
fobias, y más recientemente, se empezó a aplicar al campo de los trastornos de la
personalidad. Hoy en día se utiliza extensamente, no solamente en la formulación que de ella
hizo Beck, sino en las diversas variantes o modelos que se han desarrollado a tenor de su
teoría.

Con base en esto según Beck (1970b), en un sentido muy general, cualquier técnica cuyo modo
principal de acción sea la modificación de patrones erróneos de pensamiento se puede
considerar como una terapia cognitiva.

Sin embargo, siempre se ha dejado muy claro que la terapia cognitiva no es la suma de
técnicas, sino que se define de una manera diferente de otros modelos y posee un enfoque
propio sobre la mayoría de los trastornos psicológicos, de manera que si se utiliza el término
“terapia cognitiva” es para destacar que el trastorno psicológico proviene de errores o déficits,
específicos y habituales de pensamiento (Beck, 1997; Young y Beck, 1982).

De modo más concreto, Beck (1970b) la define como aquel tipo de terapia que trabaja con el
grupo de operaciones centradas en las cogniciones verbales o imágenes de un paciente y en
las premisas, supuestos, y actitudes que subyacen a estas cogniciones. Freeman (1983) es un
tanto más explícito en su definición y la define como una forma de tratamiento a corto plazo
que se caracteriza por ser activa, directiva, en la que terapeuta y paciente trabajan de forma
conjunta. La meta de la terapia está en ayudar a los pacientes a descubrir su pensamiento
disfuncional e irracional, comprobar en la realidad su pensamiento y su conducta y construir
técnicas más adaptativas y funcionales de responder tanto inter- como intrapersonalmente.

Por otro lado La meta de la terapia cognitiva no está en curar al paciente sino en ayudarlo a
desarrollar mejores estrategias de afrontamiento para que pueda llevar a cabo su vida y su
trabajo de forma satisfactoria. La idea fundamental es que el paciente aprenda a hacerlo por él
mismo. Para lograrlo, es necesario que el paciente sea consciente de sus procesos des
adaptativos de pensamiento y de sus sentimientos, y del efecto de ambos en su conducta.

Para el terapeuta cognitivo, los individuos se caracterizarían, entonces, por tres cuestiones
principales (Moorey, 1996):
 La persona sería un agente activo que interactúa con el mundo.

 Esta interacción tiene lugar mediante interpretaciones, inferencias y evaluaciones que la


persona hace sobre su ambiente.

 Los resultados de estos procesos cognitivos se consideran accesibles a la conciencia,


toman la forma de pensamientos e imágenes, y la persona tiene la capacidad y el potencial
de cambiarlos.

Sin embargo hay que tener en cuenta algunos conceptos al momento de intervenir con un
paciente desde el modelo de Beck; en primer lugar la perdida; Para Freud el depresivo
melancólico siente la pérdida personal y la humillación por parte de otra persona significativa,
pero no puede tolerar sus propios impulsos agresivos por estar herido.

A su vez la esfera personal, nos sirve para encontrar sentido a nosotros mismos y a lo que nos
rodea. Las reglas, son patrones cognitivos relativamente estables que nos dictan como
debemos reaccionar ante cualquier situación o cualquier hecho que nos ocurra y nos permiten
interpretar más o menos igual un grupo de situaciones

Los esquemas, los esquemas, la noción de esquema fue desarrollada por Piaget (1926) para
explicar el proceso del pensamiento en los niños y por Barlett (1932) para explicar procesos de
compresión y de memoria. De esta forma, se supone que nosotros reconstruimos los hechos
trayéndolos sobre un esquema adecuado, esto es, sobre las estructuras cognitivas en las que
se va almacenando la información desde su origen.

La tríada cognitiva, para Beck (1967) la depresión se consideró, desde sus primeros trabajos,
como un trastorno de la cognición, de manera que uno de los principales y primeros conceptos
que identificó consistió en el de tríada cognitiva. El paciente percibe que ha perdido algo que
considera esencial para su felicidad, anticipa resultados negativos para cualquier cosa que
haga y se considera a sí mismo como deficiente para lograr metas importantes.

Los pensamientos automáticos, los pensamientos automáticos son fruto directo de nuestros
esquemas. Pueden tomar una forma verbal o ideática, son conclusiones juicios e
interpretaciones que aparecen automáticamente (de ahí su nombre) como pensamientos sin
ningún razonamiento anterior que explique cómo pueden formarse.

Las distorsiones cognitivas, serían errores sistemáticos en el pensamiento de un paciente que


mantienen sus conexiones a pesar de la evidencia en contra (Coyne y Gotlib,
1983). Serían distorsiones de la realidad que se realizan de forma sistemática y que tienen
como consecuencia un sesgo hacia nosotros mismos (Beck, 1963).

En este orden de ideas es importante socializar al paciente con la terapia que se le quiere
trabajar se le pide al paciente, directamente, que se comprometa con la terapia así como que
esté disponible para asistir a ella regularmente y realizar las tareas para casa.

Dinámica

Según Freud: “La neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo y su ello” (Freud,


1993/1924), es decir, el yo no quiere llevar a cabo aquellos deseos que el ello quiere vivir, por
lo tanto los reprime, por otra parte, también postulaba que la neurosis lleva a la persona a
temer por la vida, el futuro, y por ende con el paso del tiempo va desarrollando trastornos
como fobias, manías entre otros, que provocan angustia

Existen varios tipos de neurosis dependiendo del mecanismo de defensa predominante usado
por cada individuo.

Neurosis es un término propuesto por el médico escoses, William Cullen en 1979 para hacer
referencia a trastornos motores y sensoriales causados por patologías del sistema nervioso
(Rivera, Murillo y Sierra, 2007). Posteriormente, fue un término psiquiátrico que se utilizó para
designar toda una gama de desórdenes nerviosos con una amplia variedad de síntomas (De
Waelhens, 1985), hasta que el padre del psicoanálisis en una primera nosología (Véase;
1894a/1981; 1896/1981) adopta el término “neurosis” o “psiconeurosis” para algunas
sintomatologías de sus pacientes caracterizadas como histeria (Freud, 1895/1981) u obsesión
(Freud, 1894b/1981). gepu@univalle.edu.co / www.revistadepsicologiagepu.es.tl 130 Revista
de Psicología GEPU, ISSN 2145-6569, Vol. 3 No. 1, Junio - 2012, pp. 01-284 En términos
generales, una descripción del neurótico desde marco analítico se encuentra en Nasio (1993)
quien refiere que el neurótico es “aquel que hace todo lo necesario para no gozar en lo
absoluto; y está claro, una manera de no gozar en la absoluto es gozar poco, es decir, realizar
parcialmente el deseo” (p.44). Aquí, el goce se puede considerar un impulso originado en una
zona erógena del cuerpo que en camino hacia su fin se encuentra con obstáculos, se acumula y
se abre salidas; en otras palabras “el goce es energía del inconsciente cuando el inconsciente
trabaja” (Nasio, 1993, p.41). Además, el sujeto neurótico se caracteriza como un sujeto
insatisfecho y dubitativo sobre los ámbitos de su vida. La expresión de la neurosis se da a
través de síntomas que reflejan la forma en cómo la estructura neurótica se defiende contra el
goce de tres maneras distintas: la histeria, la fobia y la obsesión: “El goce intolerable se
convierte en trastornos del cuerpo en el caso de la histeria, se desplaza como alteración del
pensamiento en la obsesión, y se expulsa, para retornar de inmediato como peligro exterior,
en la fobia” (Nasio, 1991, p.23). No obstante, aunque lo que se observa en el campo clínico en
términos generales es lo descrito por Nasio, lo anterior no es una regla rígida. En clínica no es
una distinción confiable o un criterio diagnosticar siempre de histérica a quien se va abrumada
por síntomas corporales. De esta manera, el neurótico se configura como una persona que, a
partir del síntoma, goza parcialmente para frenar el goce sin medida. Tal vez, el mejor ejemplo
es la histeria: Un histérico es aquel que crea enteramente una realidad, su propia realidad, es
decir que instrumenta un fantasma en el cual el goce más soñado se sustrae sin cesar. Es por
esta razón que Lacan caracterizó el deseo histérico, y por lo tanto todo deseo, como
profundamente insatisfecho, ya que jamás se realiza plenamente, sólo se realiza con
fantasmas y a través de síntomas (Nasio, 1993, p.45). El neurótico impone al lazo afectivo con
el otro la lógica de su fantasma inconsciente encarnando el papel de víctima desdichada e
insatisfecha. El fantasma corresponde a la forma en la que el sujeto representa al mundo y se
da un lugar en él, por lo tanto el fantasma moldea la cotidianidad del neurótico y la forma de
relacionarse con los demás. gepu@univalle.edu.co / www.revistadepsicologiagepu.es.tl
Revista de Psicología GEPU, ISSN 2145-6569, Vol. 3 No. 1, Junio - 2012, pp. 01-284. 131 Por su
parte, la insatisfacción es la forma de evitar el peligro de la satisfacción del goce máximo, un
goce que lo volvería loco, por ello evita a toda costa cualquier experiencia que lo conduzca a
un estado de satisfacción plena. “El miedo y la tenaz negativa a gozar ocupan el centro de la
vida psíquica del neurótico histérico” (Nasio, 1991, p.17). Ya en uno de sus primeros textos las
“Neuropsicosis de defensa” Freud postuló un mecanismo común para las tres formas de
neurosis: la represión, que se expondrá posteriormente. La neurosis es la estructura clínica
más común en la sociedad. Quienes son llamados generalmente como “normales” son, en
términos clínicos, sujetos neuróticos, su mecanismo básico es la represión, como Freud mismo
sostiene se puede afirmar que todos somos enfermos neuróticos ya que las precondiciones
para la formación de los síntomas, la represión, puede formarse en personas “normales”
(Freud, 1915/1981). Por otra parte, la estructura psicótica contiene la esquizofrenia, donde
hay una fragmentación del cuerpo y la paranoia, que se da a través de la construcción de tres
tipos de delirio: persecución, erotomaníaco y celos, que utilizan como mecanismo la
proyección, aunque esta no es exclusiva de la paranoia ni de un cuadro patológico (De
Waelhens, 1985).

Educativa

Estrategias Pedagógicas

En la actualidad la educación supone un factor vital para una excelente calidad de vida, el ser
humano se encuentra en un completo aprendizaje a lo largo de su vida, a partir de su
nacimiento y finaliza en su muerte, sin duda el educarse es un derecho representativo de la
especie humana y es importante crear estrategias que ayuden al óptimo desarrollo de esta.
Existen cinco estrategias pedagógicas, entre estas se encuentran, las estrategias cognitivas,
metacognitivas, lúdicas, tecnológicas y socio-afectivas.
Brevemente daremos una explicación de cada una, Estrategias cognitivas son procesos por
medio de los cuales se obtiene conocimiento (Pasive, Yesith, 2012). Estrategias metacognitivas
son conocimiento sobre los procesos de cognición u autoadministración del aprendizaje por
medio de planeación, monitoreo y evaluación. Por ejemplo, el estudiante planea su
aprendizaje seleccionando y dando prioridad a ciertos aspectos de la lengua para fijarse sus
metas (Gaibao, Deniris, 2012). Estrategias lúdicas facilitan el aprendizaje mediante la
interacción agradable, emocional y la aplicación del juego (Camacho y Flórez, 2012).
Estrategias tecnológicas hoy, en todo proceso de aprendizaje el dominio y aplicación de las
tecnologías, hacen competente a cualquier tipo de estudiante (Aguirre, Mabel, 2012).
Estrategias socio-afectivas propician un ambiente agradable de aprendizaje (Neira, Murcia,
2012

You might also like