Asuntos Civiles

Nuestra tarea consiste en fortalecer las condiciones sociales y cívicas para que
reine la paz en todo el país

En las misiones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, uno de

los principales componentes es el de asuntos civiles. Hay cerca de 1.000 puestos
de Oficiales de Asuntos Civiles en las misiones en curso de las Naciones Unidas en
todo el mundo.

Los componentes de asuntos civiles, por lo general desplegados a nivel local con
oficinas sobre el terreno en el territorio del país de acogida, facilitan la puesta en
práctica de los mandatos de mantenimiento de la paz a escala subnacional y
trabajan a fin de fortalecer las condiciones sociales y cívicas necesarias para la paz.
Con frecuencia, los Oficiales de Asuntos Civiles son la interfaz primaria entre una
misión y sus interlocutores locales.

Una directiva en materia de políticas de Asuntos Civiles, emitida por el

Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y el Departamento de
Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, establece tres funciones principales que
han de desempeñar esos componentes, en función del mandato de la misión y la
evolución de la situación sobre el terreno.

Primera función: representación transversal en las misiones, seguimiento y

facilitación a nivel local

Esta tiende a ser la función primaria de los Oficiales de Asuntos Civiles, cumplida
en la mayoría de las misiones y, por lo general, a lo largo de todo el ciclo de vida de
cada misión. Los Oficiales de Asuntos Civiles se encargan del seguimiento del
progreso del proceso de paz y de la puesta en práctica del mandato a nivel local,
proporcionan liderazgo en la misión aportando información acerca del entorno local,
realizan análisis de las situaciones de conflicto y emiten alertas tempranas acerca
de conflictos locales, inclusive en relación con las tareas de protección de civiles.
Mediante el cumplimiento de estas funciones, el personal de asuntos civiles puede
contribuir a asegurar que se integren consideraciones de orden regional y local en
las negociaciones nacionales o en los procesos de fijación de prioridades.

Segunda función: fomento de la confianza, gestión de conflictos y apoyo a la

reconciliación

La gestión de conflictos, el fomento de la confianza y el apoyo al establecimiento de

espacios políticos son aspectos integrales de las misiones de las Naciones Unidas
para el mantenimiento de la paz y fundamentales para la labor en asuntos civiles.
En el cumplimiento de esta labor, el personal de asuntos civiles apoya activamente
el desarrollo de condiciones sociales y cívicas conducentes a una paz sostenible, a
la participación del pueblo y a la confianza popular en el proceso de paz. Por lo
general, el componente de asuntos civiles realiza esas actividades en colaboración
con otros componentes de la misión, y también con organismos de las Naciones
Unidas y con copartícipes locales e internacionales.

Tercera función: apoyo a la restauración y extensión de la autoridad del Estado

En los últimos años, se hizo cada vez más evidente la necesidad de estabilizar
varios Estados débiles, como requisito de importancia crítica para mantener y
consolidar la paz. Por consiguiente, ésta ha pasado a ser una esfera de trabajo en
que los Oficiales de Asuntos Civiles han participado cada vez más, apoyando a las
instituciones del Estado y promoviendo prácticas de buena gobernabilidad a nivel
subnacional.

Proyectos de efecto rápido

Además de las tres funciones esenciales precedentemente descritas, los

componentes de asuntos civiles con frecuencia se encargan de la gestión de
programas de proyectos de efecto rápido. El objetivo principal de esos proyectos en
las tareas de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz es el fomento