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arnolcl toynbee
miradas al mundo actual
susan sontang
sobre el estilo
césar femández moreno
leopoldo lugones y macedonio fernández
sI.phen sp.nder
dos poemas
jesús c. gulral
alhucema (cuento)
Informe
la situación cultural en brasll 9

SEIX BARRA presenta:


3 grandes._ novelistas de América

Carlos MartínE.z Moreno

CON LAS PRIMERAS LUCES

Mario Vargas Llosa

LA CASA VERDE

Alej o Carpenti el'

EL SIGLO DE LAS LUCES

"l.epresentantes en Uruguay
LlBRERIA y EDITORIAL ALFA
Ciudadela 1389 - Montevideo
(Uruguay)

MUNDO NUEVO
REVISTA MENSUAL DE AMERICA LATINA

Director: Emir Rodríguez Monegal


Jefe de Redacción: Ignacio Iglesias
Asistente de Dirección: Tomás Segovia
Administrador: Ricardo López Borrás
Sumario del n Q 6
Relatos de: JOAO GUIMARAES ROSA, CLARICE LISPECTOR, NELIDA
PIÑON. EMIR RODRIGUEZMONEGAL: La novela brasileña. OCTAVIO
PAZ: Sobre André Breton. H. ALSINA THEVENET: Crisis del cine la­
tinoamericano. MARY MCCARTHY: El lenguaje del amor. RAIMON:
Un arte popular y minoritario y Cuatro canciones. LUIS HARS: Gabriel
García Márquez o la cuerda floja. LIBROS. REVISTAS. SEXTANTE.
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Alejandro Pate:rnain - Cubierta de Mal'io Lacurcia - Redacción y Admi-
nistración: EDITORIAL. ALFA, Ciudadela 1329, Montevideo (Uvuguay}.

Número 9- • Octubre • lIoviembre • Diciembre

Artículos
2 Arnold Toynbee
MIRADAS AL MUNDO ACTUAL
9 Susan Sontang
SOBRE EL ESTILO
21 César Fernández Moreno
PARALELO ENTRE LEOPOLDO LUGONES
Y! MACEDONIO FERNANDEZ
25 Graciela MántarasLoedel
AGONIA Y! RESCATE DE UN MUNDO EN
UNA NOVELA DE CARLOS MARTINEZ MORENO
31 Raúl Zaffaroni
DE PASO POR EL IMPRESIONISMO
Poesía
34 Stephen Spender
DOS POEMAS (Versi~n española de Dardo Cúneo )
36 Alejandra Pizarnilt
PEQUE:&OS POEMAS EN PROSA
Narrativa
38 Jesús C.. Guixral
~HUCEM.A (Cuento)
Cl'Üica
4.1 Jor~ E. Ruffinelli
UN SARTRE POLEMICO
45 Alejandro Paternain
UNA ANTOLOGIA DE LA POESIA VIVA LATINOAMERICANA
48 P. Crusat.
JUAN MARSE, PREMIO BIBLIOTECA BREVE
50 Esteban Otero
ANTOLOGIA DE LA POESIA URUGUAYA
51 Alejandro Paternain
ESPAÑA Y SU DIFICIL UNIVERSAMSMO
No.tas
54 Héctor Balsas
LA UTOPIA DE UNA LENGUA UNIVERSAL
59 Jesús C. Guiral .
PARA LA HISTORIA DE LA POPSICOLOGIA EN EL RIO DE
LA PLATA - ILEGALIDAD '65 - AVISO A LOS POETAS
60 Benito Milla
LA LOCURA CHINA
Informe
62 LA SI'J,'UACION CULTURAL EN aRA:SIL DESPUESDEL
GOLPE DE 1964. .

PRECIOS: Uruguay, S 20.00· Argentina, $ 100.00· Otros paises,U$S '.GOua aiiQ (6 números)
Arnold Toynbee

Miradas al mundo actual


La conferencia de prensa, realizada a. Lo que la versión taquigráfica reveló fue-
las once de la mañana en el salón de un ron las limitaciones inherentes a la radio,
hotel, Se grababa en video-tape para ser la televisión y a las conferencias de pren-
trasmitida esa noche por televisión. Cor- sa en general, además de algunos errores
tinas corridas, baterias de luces y cables por de traducción. La ilación de temas y fra-
todas partes, una platea de sillas para pe- ses no aspiraba a alcanzar un estilo lite-
riodistas y espectadores. En el centro fo- rario, ni siquiera periodistico: fueron co-
cal de todo aquello, una taríma cubierta sas dichas para ser oída::! y no leidas en la
con una alfombra y encima de ella un si- página impresa, cosa que deberá tenerse
llón en el que se hizo sentar a Mr. Toyn- en cuenta también en los apuntes que si-
bee. El no habia esperado una puesta en guen a continuación.
escena tan aparatosa para su entrevista Si bien las preguntas de los periodistas
con la prensa uruguaya y al instalarse en no siguieron un orden temático, la mayor
el sillón manifestó que aquéllo lo hacía parte de ellas se refería a la situación in-
sentir un poco como el extinto Franklin ternacional y al mundo contemporáneo.
D. Roosevelt. Se encendieron las cámaras Uno de ellos le pídió a Mr. Toynbee que
y dio comienzo el "show", intérpretes me- explicase por qué sostenia en su obra que
diante. Habia tres intérpretes: dos que se para comprender la historia contemporá-
encargaban de susurrarle a Mr. Toynbee, nea es necesario un conocímiento de la
en traducción simultánea, las preguntas de historia clásica.
los periodistas y un tercero que iba ver- "Las dificultades que tenemos para com-
tiendo al castellano sus respuestas, en voz prender la historia contemporánea" contes-
alta y en forma consecutiva. tó :Mr. Toynbee, "derivan del hecho de
Wu. Toynbee, ·con sus setenta y siete que estamos sumergidos dentro de ella y
años, tiene un aspecto engañosamente frá- no logramos comprender lo que ocurre en
gil, que queda desmentido por la lucidez su adecuada perspectiva; en tanto que a
de sus respuestas y por el agotador progra- la historia greco-romana la conocemos en
ma de actividades que sobrellevó sin la su totalidad, desde el principio hasta el
menor dificultad durante su estada en el fin. No soy determinista y no creo, por lo
Uruguay. Cuando unos dias más tarde un tanto, que las cosas estén destinadas a re-
semanario montevideano publicó parte de petirse en ciclos. Pero la historia de una
la versión taquigráfica de esta conferencia civilización completa puede revelarnos mu-
de prensa, algunos se manifestaron desilu- chas de las posibilidades de nuestra histo-
sionados por la "falta de vuelo y profun- ria contemporánea que está aún en desa-
didad" de las declaraciones de Mr. Toyn- rrollo sin haber cerrado su propio ciclo.
}:)7e.Recuérdese, sin embargo, que ésto fue Sucedió, por ejemplo, que al estallar la
~2?"tTs que n~da . un "show" de televisión, guera de 1914 me encontraba yo enseñan-
c().Sll.deJaque~. Toynbee se dio cuenta do historia griega en la Universidad de
e~~~oadaptándose con toda flexi- Oxford y senti entonces que aquella expe-
al~circunstancias del caso. riencia mia de enfrentar el estallido de
:t;~~~T .10 que era, una confe- una gran guerra era similar a la del his-
r(!nsa>traducida y televisada, toriador griego Tucídides muchos miles de
cionó con una eficacia y años atrás. Creí ver un paralelismo entre
alcanzada por la historia griega y romana por un lado,
y la moderna por otro".
Partiendo de esas coordenadas, dijo otro Y los países latinos (Portugal, España) y
periodista, ¿cómo veía el profesor el futu- la diferencia básica que los separa en
ro de América Latina? Mr. Toynbee había cuanto a la actitud racial.
llegado al Uruguay procedente del Brasil
y su gira continuaba luego en la Argenti-
VIETNAM, CHINA Y LA GUERRA
na. En su ophlión no hay futuro común
para toda la América Latina:
De allí se pasó sin transiciones a lo que
otro periodista llamó "el hecho histórico
PUNTOS DE VISTA más importante de nuestros días": la gue-
SOBRE AMER!CA LATINA rra de Vietnam. Y como tal, vale decir co-
mo "hecho histórico", fue que lo encaró
Mr~ Toynbee:
;<Hay ciertas partes de este continente",
"Veo en la guerra de Vietnam dos facto-
dijo, "que parecen ser ya parte integral del
res que me parecen muy importantes y
mundo occir'ental moderno. Me refiero en
que quizás el gobierno de los Estados Uni-
particular a este país, Uruguay, a la Ar-
dos no tenga lo suficientemente en cuen-
gentina y a Chile. otros paises, los que yo
ta. Uno de ellos es que el pueblo de Viet-
llamaría la "América india", quizás tengan
nam ha sido un pueblo unido durante
un rol distinto que desempeñar, tal vez
unos dos mil años, y no creo que esté dis-
lleguen a transformarse en eslabón de en-
puesto a dividirse en dos naciones sepa-
lace entre el mundo occidental y el mundo
radas. Me parece que el sentimiento nacio-
africano. Hace pocos días estuve en la ciu-
nalista comunitario prima sobre las dife-
dad de Salvador, en el Estado de Bahía,
rencias de ideología, Y creo que por un la-
en Brasil. No solamente hay allí un ele-
do los budistas, que representan la religión
mento muy fuerte de raza africana en la nacional, y por el otro los comunistas, se
población sino que ha sobrevivido también pondrían de acuerdo sobre una serie de
la cultura africana. La religión es una cosas con el objeto de lograr la unidad
mezcla de cristianismo y de ritos africa-
nacional".
nos, similar a la combinación de influen- "El segundo factor importante en la his-
cias que también se da del otro lado del toria de Vietnam es que en estos últimos
Atlántico, en el Africa Occidental". dos mil años su principal esfuerzo ha con-
"Una de las cosas que quizás compartan sistido en evitar ser absorbido y asimilado
todos los países latinoamericanos es un por la China. Opino que si los franceses,
índice de crecimiento de la población ma- inmediatamente después de terminada la
yor que en ninguna parte del mundo, sal- segunda guera mundial, hubiesen tenido
vo ciertas regiones de l\.sia. Creo, por lo un poco más de consideración con el na-
tanto, que los problemas de superpoblación cionalismo vietnamés, Ha Chi Minh sería
y de alimentación serán muy agudos en la hoy algo parecido al Mariscal Tito en Yu-
América Latina, a pesar de la vastedad de goeslavia, es decir uno de los pricipales
recursos del continente". baluartes contra el comunismo. Es una
Con respecto a los problemas económi- tragedia que los franceses primero y los
cos del nordeste brasileño y la zona de norteamericanos luego empujaran a Ha
Bahía, otro periodista citó al profesor bra- Chi Min en brazos del comunismo chino,
sileño Ferreira Rey, quien atribuye gran porque para Vietnam esa alianza es anti-
parte de los problemas de la región a la natural".
explotación colonial realizada allí por los "No podemos predecir cuáles serán los
holandeses. Mr. Toynbee declaró no cono- resultados militares del actual conflicto,
cer los escritos de Ferreira Rey, pero como aunque a todos nos preocupa, ya que en
se verá más adelante dió luego su opinión esta escala de las guerras el último pelda-
sobre el tipo de colonización realizada por ño es li.-'1a guerra atómica. Pero suceda lo
los países nórdicos (Inglaterra, Holanda), que suceda militarmente, creo que es pro-

s
bable que Vietnam se reunifique, tal vez CAN!BIOS EN EL MODO
bajo Ha Chi IvIin, y cuando ello suceda, DE VIDA OCCIDEI\T'fAL
aunque parezca comunista en ideología, se-
guirá siendo anti-chino". Se le preguntó a lAr. Toynbee si aún
hoy, en 1965, mantiene la opinión que ex-
INGLATERRA, DE GAULLE presara en 1947 de que la civilización de
Europa Occidental corre riesgo de perecer
y EL MERCADO COMUN [l raíz de las guerras y de la lucha de cla-

ses. Inglaterra es un país donde la estra-


La menClOn de Francia llevó a otro pe- tificación en clases y capas sociales se ha
riodista a preguntar si Gran Bretaña c:ado quizás en forma más pronunciada
acompañará en todas partes la posición que en otras partes de Europa. Pero según
sustentada por el General de Gaulle en MI'. Toynbee la situación ha variado últi-
los problemas del Mercado Común Euro- mameclte. Dijo, a ese respecto:
peo. "El odio de las clases ha disw..ínuído en
Según MI' Toynbee, el principal obstácu- muchos paises occidentales. Durante el
lo para que Gran Bretaña acceda al Mer- transcurso de mi vida he visto en mi país,
la Gran Bretaña, un cambio muy conside-
cado Común es, precisamente, la presen-
rable hacia la justicia social. Aunque toda-
cia de de Gaulle en la presidencia de
vía existen injusticias en mi país, las opor-
Francia. "Creo, sin embargo", dijo, "que el
tunidades que se ofrecen por igual a todas
futuro de Gran Bretaña radica en el in-
greso al :M:ercado Común., hecho ya admi- la" clases sociales se han ampliado mucho
en los últimos cincuenta años. Creo que lo
tido por todos los partidos politicos britá-
mismo puede hacerse extensivo a la mayor
nicos. Gran Bretaña cometió un error ga-
parte de los países de Europa Occidental
rrafal al rechazar la oportunidad de ser
y a una serie de naciones de origen euro-
uno de los miembros fundadores del Mer-
peo, fuera de Europa".
cado; y cuando uno comete un gran error
"Por otra parte, me parece también que
sufre luego las consecuencias. Ahora ten-
las relaciones entre el mundo occidental
dremos que ingresar al Mercado Común
por un lado y Africa y Asia por el otro,
Europeo en condiciones mucho menos fa-
han mejorado. En 1947 no era posible pre-
vorables que al pricipio. Tengo la convic-
decir que las potencias coloniales euro-
ción de que, en el mundo moderno, un pais
peas iban a abandonar voluntariamente
del tamaño de Gran Bretaña es demasiado
sus dominios y colonias en Africa y .Asia.
pequeño para permanecer aislado económi-
Simultáneamente los países asiáticos y
camente".
africanos desean la independencia políti-
Al pedírsele que precisara por qué el Ge- ca pero tienden a emplear esa indepen-
neral ele Gaul1e era, en su opinión, un es- dencia para adoptar la cultura y la forma
collo para el acceso al Mercado Común, de vida occidentales".
replicó: "Merced a este proceso, quizás la civili-
"El General de Gaul1e tiene una menta- zación occidental llegue a tener mayor in-
lidad que tiende más a lo político que a fluencia sobre el resto del mundo que an-
lo económico y considera al Mercado Co- tes de la desaparición de las potencias co-
mún Europeo como una organización en la loniales".
cual Francia debe ejercer la hegemonía A propósito de una pregunta sobre las
política. Si entrara en él la Gran Bretaña posibilidades de una integración política,
constituiría, junto con Alemania e Italia económica o militar de la América Latina,
un fuerte contrapeso, y Francia perdería MI'. Toynbee reiteró su opinión sobre la
esa hegemonia política. Por supuesto, es- disparidad básica de las distintas regiones
tas opiniones que aventuro, es como si se de nuestro continente, que él ve como re-
tratara de adivinar lo que pie:r1sa el Ge- sultado histórico y geográfico de la colo-
neral de Gaul1e". nización luso-española, según explicó más

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adelante. La integración económica le pa- acuerdo, por fin, COn respecto al ataque
recía difícil, contra Egipto. El acuerdo detuvo de inme-
" ... porque los países latinoamericanos diato el ataque angla-franca-israelí contra.
no son complementarios unos de otros. En Egipto".
el Mercado Común Europeo puede compro- "Esto puso en evidencia que los Estados
barse lo difícil que resulta equilibrar a la Unidos y la URSa, juntos, podrían organí-
industria y la agricultura y creo que la zar al mundo, si lo quisieran. La preocupa-
dificultad se repetirá en mayor escala en ción que ambos comparten con respecto a
la América Latina, donde ni la una ni la la China comunista deberia unirlos; pero
otra han alcanzado el grado de desarrollo por desgracia la guerra de Vietnam los
y perfeccionamiento que tienen en Euro- mantiene separados".
pa". "De manera que no abrigo esperanzas de
que las Naciones Unidas puedan tener ver-
LAS NACIONES UNIDAS dadera eficacia desde el punto de vista
Y UN GOBIERNO MUNDIAL ejecutivo mientras no termine la guerra
de Vietnam".
Contestando a otra pregunta, y con res-
pecto a las Naciones Unidas, hizo varias COMUNISMO Y NACIONALISMO
generalizaciones aclaratorias sobre la dis- Y LAS DIFERENCIAS
tribución del poder mundial y se refirió ENTRE CHINA Y LA U.R.S.S.
nuevamente a Vietnam:
"Las Naciones Unidas no han sido, hasta La alusión de Mr. Toynbee a una preo-
ahora, un gobierno mundial, ni se les han cupación compartida por Rusia y los Es-
proporcionado los medios para llegar a tados Unidos con respecto a China llevó a
serlo. Son, por el momento, un parlamento otro periodista a pedirle explicaciones so-
mundial bastante eficaz. La mayoría de la bre la escisión que se registra en el campo
raza humana puede hacerse oír en la socialista entre Rusia y China, y sus po-
Asamblea de las Naciones Unidas, aún los sibles consecuencias para el resto del mun-
grupos menos poderosos, como por ejem- do. Mr. Toynbee puntualizó que, en su opi-
plo las naciones latinoamericanas, africa- nión, la ideología de mayor fuerza en el
nas y asiáticas". mundo actual no es el comunismo ni el ca-
"Las Naciones Unidas poseen algo que pitalismo, sino el nac.ionalismo. Y explicó:
heredaron de la antigua Liga de las Na- "Creo que este hecho quedó muy pronto
ciones, y que a su vez perfeccionaron y ex- en evidencia en la historia de la propia
pandieron: un núcleo internacional de Unión Soviética. Fue el problema de la lu-
funcionarios públicos a nivel mundial, que cha entre Stalin y Trotzky. Trotzky era,
opera con relativa eficiencia. Me refiero a antes que nada, comunista, y quería usar
organismos del tipo de la UNESCO y de la a Rusia al servicio del comunismo; Stalin,
FAO. Pero no han logrado constituir un po- aunque no ruso de origen, deseaba lo con-
der ejecutivo, ya que éste depende de las trario, es decir, poner la ideología comu-
realidades del poder político. Y casi todo nista al servicio de Rusia. Trotzky fue de-
el poder político y militar del mundo está rrotado y Stalin triunfó; fué ésta una vic-
actualmente en manos de dos países sola- toria del nacionalismo sobre el comunis-
mente: los Estados Unidos y la Unión so- mo".
viética". "Los comunistas se han jactado de que
"Si esos dos países cooperaran y apoya- su ideología es capaz de trascender las di-
Sen la formación de un gobierno mundial, ferencias de raza y de nacionalidad pero
las Naciones Unidas tendrían entonces un las disputas entre Rusia y Yugoeslavia pri-
ejecutivo real y eficaz. Este hecho quedó mero, y Rusia y China más tarde, demues-
demostrado en diciembre de 1956, cuando tran que se trata de un cálculo equivo-
Estados Unidos y Rusia se pusieron de cado".

5
"Analizando al comunismo en términos vamos la antigua costumbre de reprodu-
marxistas, podríamos definírlo como un cirnos al máximo, con el resultado de que
ínstrumento que permítea los países eco- la población mundial aumenta muy rápi-
nómicamente atrasados, como eran Rusia damente. Dentro de relativamente poco
y _China con respecto a las naciones de tiempo habrá que producir alimentos para
Europa Occidental, ponerse rápidamente al una población que será varias veces ma-
mismo nivel que éstas en el plano de la yor que la actual. Tal vez la ciencia pue-
índustria y la tecnificacíón". da resolver este problema, pero siempre a
"De manera que el comunismo ha sido condición de que el mundo sea administra-
un 1l1.?dio para lograr fines nacionalistas, do como una sola unidad a los efectos de
no sorprende que se haya producido una producción y distribución de alimentos".
escición entre ambas". ·'Otro problema, delivado de éste, lo
"Sospecho que el propósito ele China es constituye el hecho de que una vez que la
recobrar todos los territorios que perdió población mundial haya alcanzado cierto
cuando era débil, en el siglo xIi:. y en la punto, toda la superficie habitable del glo-
actualidad, el pais que posee la mayor par- bo se habrá transformado en una ciudad
te de esos ex-territorios chinos, es Rusia. continua. Esto ya ha ocurrido en el Japón
Si yo fuera ruso, me preocuparían más las y va a suceder en otras partes; plantea
relaciones con China que si fuese nortea- dificultades sociales y psicológicas de muy
mericano. Después de todo, entre nortea- ardua solución".
méríca y China media el Océano Pací- Refiriéndose una vez más a la China y
fico". su comunismo recalcó lo ya expresado an-
tes sobre la ideología comunista como me-
ALGUNOS PROBLEMAS dio para lograr propósitos económicos y no
como fin en sí, ampliándolo de la siguien-
DEL MUNDO DE HOY te manera:
"Si el comunismo no hubiese sido inven-
De lo particular, se pasó a un plano más tado por dos alemanes que pasaron la ma-
general, al surgir una pregunta sobre los yor parte de su vida en Inglaterra, en el
problemas más importantes que deberá re- siglo XIX, estoy seguro que ni a Rusia ni
solver la raza humana en los próximos a China se les hubiera ocurrido inventar-
cincuenta años, y antes de que otro perio- lo por sí solas. De modo que el comunis-
dista volviese· a insistir con los dilemas mo, culturalmente hablando, es una im-
concretos de la China y del militarismo portación muy foránea para la China".
alemán. Sobre la raza humana y su futuro "Sin embargo, no es ésta la primera vez
medio siglo, dijo Mr. Toynbee: en la historia que la China adopta una fi-
"El problema más inmediato es el de im- losofía foránea: hace varios siglos adoptó,
posibilitar ll..'1. guerra atómica. El que le si- por ejemplo, el budismo hindú, y si estu-
gue en importancia, suponiendo que la diamos lo que ocurrió con el budismo -en
energía atómica se emplee sólo con propó- la China podríamos extraer conclusiones
sitos pacificos, es el de eliminar la gran acerca de lo que quizás ocurra con el co-
cantidad de residuos atómicos venenosos y munismo".
no creo que este asunto pueda resolverse "Poco tiempo después de la penetra-
dentro de fronteras nacionales; los dese- ción del budismo en China, parecía que
chos atómicos se desplazan por todo el iba a tener allí el mismo éxito y la misma
mundo y sólo una autoridad mundial po- repercusión que el cristianísmo había te-
dría encarar la solución". nido en el mundo greco-romano. Parecía
"Otra cosa vital es restablecer el equili- que iba a sumergir y a reemplazar a la an-
brio de la población del planeta; merced tigua civilización china. Pero al cabo de
a los adelantos técnicos se ha reducido un tiempo las teorías y la religión de Con-
mucho el índice de mortalidad en casi to- fucio volvieron a adquirir fuerza, y si bien
das partes; pero en muchos países conser- el budismo significó un aporte permanente
a la civilización china, fue absorbido y asi- zase las manifestaciones de ese naciona-
llulacio convirtiéndose en algo esencial- lismo en Latinoamérica y él bosquejó en-
mente chino". tonces una comparación entre las ex-colo-
'Creo que algo parecido vaa suceder con nias de España y las de Inglaterra en
el comunismo. Dije hace un rato que en nuestro hemisferio:
mi opinión la China adoptó la ideología "Mucha gente se pregunta cómo las .an-
comunista para ponerse al día y alcanzar tiguas colonias en América pudieron uni-
el nivel tecnológico de los países occiden- ficarse formando un solo país, en tanto
tales. En un principio, la China reaccionó que las ex-colonias de las Indias se frag-
ante el impacto de Occidente en forma mentaron en una diversidad de naciones.
completamente distinta del Japón. Al Ja- El Imperio Español de las Indias cubría
pón, que ya antes había recibido su civili- tm área mucho más vasta que las colonias
zación de la China le resultó más fácil inglesas en Norteamérica. Las comunica-
luego de absorber también la cultura occi- ciones entre las distintas regiones eran di-
d€Utal; pero la China poseía una espléndi- ficiles. La existencia de civilizaciones pre-
da civilización propia, creada por ella mis- colombinas en Perú y México contribuyó a
ma, y durante un siglo entero se mostró establecer desde un principio diferencia-
renuente a abandonarla a cambio de los ciones entre las diversas partes del Impe-
moldes occidentales". rio Español".
"Sin embargo, me parece que ahora los "Quizás sean éstas algunas de las razo-
chinos han llegado a la conclusión de que, nes por las cuales tenemos en la actuali-
para sobrevivir, deben adoptar la tecnolo- dad tantas naciones soberanas de habla
gía de Occidente. Y para recuperar el española, que en el pasado se han dispu-
tiempo perdido han abrazado esa manifes- tado este territorio luchando tanto entre
tación tan radical y tan extrema de la ci- sí como los países europeos. (Por ejemplo,
vllización occidental que es el comunismo". guerras de Chile con Perú y Bolivia, gue-
Pasando luego a la segunda parte de la rra del Chaco entre Paraguay y Bolivia,
pregunta, MI'. Toynbee expresó su alarma disputas entre Colombia y Perú sobre el
ante el resurgimiento del militarismo en territorio de las fuentes del Amazonas)".
Alemania: "Mucho me temo que, en este sentido,
"Es una larga tradición", dijo, "que se la América Latina haya heredado los ma-
remonta a la época de Federico el Grande, les nacionalistas que siempre aquejaron a
este predominio militar en la política ger- Europa".
mana. Tuve la esperanza de que la segun- De los males nacionalistas de la Améri-
da derrota de Alemania en la última gue- ca Latina, se saltó al mal racista que cons-
rra mundial la hubiese alejado del milita- tituye uno de los principales problemas de
rismo, y de que el asombroso florecimien- Norteamérica y cuyas raíces se hallan en
to económico experimentado por el pais en el tipo de colonización por exterminio de
los últimos años sirviese como vía de esca- nativos e importación de mano de obra es-
pe a las energías, evitando encauzarlas ha- elava llevada a cabo allí por los emigran-
cia lo militar. He aquí un motivo más pa- tes ingleses. Hablando de racismos varios,
ra desear sinceramente que los norteame- Mr. Toynbee aprovechó de paso para refe-
ricanos y rusos se pongan de acuerdo y rirse a un tema sobre el cual no se le ha-
colaboren". bían formulado preguntas concretas, pero
que él ya había rozado al hablar de la
EL NACIONALISMO EN agresión contra Egipto en 1956: los conflic-
AMER!CA LAT!NA y tos entre árabes y judíos en el Oriente
LOS MALES DEL RACISMO Medio:
"Los choques raciales que ocurren en los
:M:r. Toynbee había postulado al naciona- Estados Unidos y en Sudáfrica SOn de ín-
li<;mo como la fuerza de mayor influencia dole similar. Por una razón desconocida.
en el mundo actual. Se le pidió que anali- los pueblos de orígen teutónico, de habla

7
inglesa, alemaIla, holandesa, etc., no pa- comparten esta 0pllllOn: quieren ver a
recen tener muy buen tino en sus relacio- Vietnam reunificado. La gran mayoría de
nes raciales". la pOblación es budista tanto en el norte
"En. mi propio país, donde se habla un como en el sur; el budismo es realmente
idioma teutónico, ha habido últimamente la religión nacional. Católicos y comunis-
una inmigración procedente de Jamaica y tas constituyen pequeñas minorías, aunque
las Antillas que despertó en Londres y Slli"'11amente dinámicas e influyentes, sobre
otras ciudades síntomas y conflictos muy todo éstos últimos".
semejantes a los que se dan en Norteamé- "Si Vietnam se reunificara, creo que en
rica y Sudáfrica. Creo que, en este senti- un principio veríamos allí al comunismo
do, los paises nórdicos tienen mucho que políticamente predominante. Pero ese go-
aprender de españoles, portugueses y de bierno comunista tendría que tratar en
la gente del Islam". forma muy cautelosa y conciliatoria a los
"Nunca he visitado Israel porque si uno budistas. La iglesia budista de un Vietnam
va a Israel se le hace difícil luego el acce- reunificado estaría en una posición similar
so a los paises árabes. Pero conozco a Is- por ejemplo, a la que ocupa la Iglesia ca-
rael, lo he visto desde el aire y he vist-O télica en la Polonia de hoy en día".
también muchos refugiados árabes del país En el curso del interrogatorio uno de los
que hoy se denomina Israel. He estado dos periodistas había preguntado a Mr. Toyn-
veces en la región de Gaza, donde se les bee si él se definía a sí mismo como histo-
aloja". riador o como filósofo. El profesor replicó
"Yo encararía la solución de este pro- que muchos de sus críticos no lo conside-
blema desde el punto de vista humano, y raban ni una cosa ni la otra, y que sus de-
no del político. Quisiera que sufriese el me- tractores más enconados sostenían que era
nor número posible de personas, ya sean sólo un poeta.
árabes o judíos. Pero no creo que existan Sin embargo, sus respuestas a todas es-
posibilidades de arreglo a menos que los tas preguntas, en especial aquellas en apa-
israelíes estén dispuestos a repatriar por riencia más actuales, encierran una pers-
lo menos a algunos de los refugiados ára- pectiva histórica; con invariable reflejo,
bes, aunque muchos de ellos, a esta altu- l\Ir. Toynbee se pone a prudente distancia
ra, preferirían radicarse permanentemente de la realidad inmediata y nos hace refle-
en otros paises árabes antes que volver a xionar mediante paralelos y similitudes
su patria original bajo un gobierno israelí. con otras épocas y otros lugares.
Quisiera ver a Israel transformado en un
estado bi-nacional, en el cual árabes y ju- Esta conferencia de prensa se realizó
dios tuviesen iguales derechos. Pero por en el Hotel VictOria Plaza, de Monte-
desgracia estamos muy lejos de una solu- video, el 9 (l.e setiembre de 1966. Raúl
ción de esa índole en el momento actual". Boero estuvo a cargo de la traduc-
La conferencia de prensa, entre traduc- ción simultánea. De la cinta grabada
ciones de ida y vuelta, llevaba ya más de y la versión taquigráfica, reunió y
una hora de duración. Se le puso fin con tradujo para TEMAS las expresiones
una última referencia al Vietnam. ¿Creía más salientes del notable histo.riador
Mr. Toynbee factible la armonía perma- inglés, que aquí hemos ofrecido a
nente entre budistas y comunistas, que él nuetros lectores.
había mencionado como probable salida
del conflicto?
"Budistas y comunistas probablemente

8
SOBRE El
Hoy en día resulta casí imposible encon- Una de las formas en que subsiste la vie-
trar críticos literarios de prestigio que se ja dualidad -en la práctica de la crítica,
dejen sorprender en la defensa ideológica en .sus juicios concretos- se da en lafre-
de la anticuada antitesis estilo versus con- cuencia con que se defienden como "bue-
tenido. Sobre este punto prevalece un re- nas"obras artísticas admirables. Aunque .al
catado consenso. ':!:2dos admIten que estilo mismo tiempo se reconozca como poco ele-
y contenido son indisolubles; que el estilo gante o descuidado eso que -se llama -mal
marcadamente individual de cada escrit'!.r - el "estilo" de las obras. otra forma
importante constituye un aspecto orgánico también frecuente: se considera a estilos
'oe su trabajo y jamás algo meramente enrevesados con una indisimul.adaambi-
"decorativo .- valencia. Los escritores y artistas contem-
En la práctica de la crítica, -sin embargo, poráneos que ofrecen un estilo intrincado,
la vieja antítesis vive aún, virtualmente hermético, que exige atención -para no
inatacada. Esos mísmos críticos desautori- catalogarlo de "hermoso"- reciben su ra-
zan ':"-de pasada-- la noción de que el ción de alabanzas abundantes. Pero se
estilo sea algo accesorio al contenido. Pero agrega la clara insinuación de que un es-
en su mayoría aún se aferran a la duali- tilo de tal naturaleza se resiente, a me-
dad antedicha cada vez que se dedican a nudo, de cierta insinceridad -evidencia de
criticar obras literarias particulares. Des- intromisión del artista en materiales a los
pués de todo, no es fácil apartarse de una que debía haber permitido una mayor apa-
distinción que, en el fondo, sostiene la es- rición progresiva en estado puro.
tructura misma del trabajo de los críticos. Whitman, en el prefacio a la edieión de
Una distinción que contribuye a perpetuar 1885 de Leaves«Jf Grass, expresa su uesa.-
ciertos fines intelectuales e intereses crea- fiiliación ideológica a "ele8tilo"'. (Lo que,
dos que, asímismo, permanecenindiscuti- en la mayoría de las artes, constituye des-
dos y a los que sería arduo renunciar de de el siglQpasado el compromiso estereo-
golpe sin tener a mano un completo, arti- tipado para introducir un nu.evo vocabula-
culado sustitutivo. rio estilístico). "El poeta más grande es
aquel que tiene un estilo menos visible y
De hecho es en extremo difícil hablar es libre canal de sí mismo en mayorgra-
acerca de unanovcla o de un poema par- do'" que un gran poeta manerista."Dicea
ticular como poseedores de un "estilo" sin su arte: No seré un entrometido; no lla-
implicar -se quiera o no-que el estilo es bráenmis líneas ,elegancias, efeetos u 'Qri-
algo decorativo, accesorio. Por el mero uso ginalidadesque euelgnenentre mi persQ-
de esta noción nos vemos forzadosainvo- na. Ylos demáseomo eortlnajes separatorios.
car, aunque sea de .manera implícita; una NG; no pondré eortinas en elcaminG.Ni
antítesis entre estilo y .. . algo más. M.u- Eiquiera las más elegantes para los 'Ojos.
chos criticas no se dan cuenta de esto. Se Lo que diga 10 diré tal cuales".
sienten suficientemente protegidos tras sus Seamos sinceros. Como todos saben --o
pronunciamientos teórícoscontra el co- pretenden saber- no existe unest110 neu-
mún error de la dicotomía contenido y tro, absolutamente translúcido. En su ex-
estilo. Pero, mientras tanto, persisten ·en celentetrabajo oobre L' etranger Sartre ha
la tarea de reforzar aqueIloque --'81l teo- demostrado que el eelebrado"estilo blan-
ría- niegan en absoluto. co" deCamus -impersonal, lúcido, nano-

'9
es, en sí, el vehículo de la imagen del pongamos- no significa que el resultado
mundo de Meursault (en cuanto que se de este trabajo tenga "más" estilo.
presenta compuesto de abSurdos momen- En los hechos, prácticamente todas las
tos accidentales). LaquE) Roland Barthes metáforas que persiguen estilo Se reducen
hJl. llamalliL~~LgraCi'Cí cerodel- escribir" es a colocar la materia en el interior, el es-
-por antimetafórico y deshumanizado, tilo en el exterior. Sería mucho más justo
preasaiiiiilite-=-UnrSeIect!vo y artificial dar vuelta a la metáfora. La materia, el
cama'-cualquier estllotradiciCinal. A pe- fondo, el contenido, está en el exterior; el
sa? de ello, la· noción de un tránsparen- estilo, en el interior. C0I!l0 ha escrito Coc-
te arte sin estilo conforma una de las fan- teau: "El estilo decorativo nunca ha exis-
tasías más arraigadas en la cultura mo- tido. El' estilo es el alma y, desafortuna-
derna. Los artistas y los críticos pretenden damente para. nosotros, el alma asume la
creer que resulta tan imposible limpiar el {arma <:IelCuerpo":I'nclusive si uno fuese
arte de artiflcialidades como puede ser pa- 'a tOinar el estilo como la manera de nues-
ra alguien perder su personalidad. Aún tro mostrarnos, tampoco podríamos dedu-
'!lsi; la .aspiración continúa. Se nota, por cir de ello que haya, de hecho, una opo-
éjemplo, en el permanente disentir con el sición entre el estilo que usamos y nuestro
artemóderno a causa de la mareante ve- "verdadero" ser. Claro que raramente se
locidad de sus cambios de estilo. da tal disyuntiva. En casi todos los casos,
nuestro modo' de iñOstrl1l'nOS ES nuestra
manera de ser. La máscara es .la cara
Hablar de estilo es en cierta medida ha- Querría dejar bien sentado, sin emQargo,
bla~ia-'tOtalidad.deuna. obra de arte. que lo que he escrito hasta aqui sobre las
(J()lTIo' todo raciocinio sobre' totalidades, lo metáforas peligrosas no quita valor al uso
que se diga sobre el estilo debe expresarse de metáforas concretas y limitadas para
en pletáforas. Y las metáforas provocan describir el impacto de un estilo particu-
con1'11$iones. lar. Parece inocuo hablar de un estilo y
Tomemos como ejemplo la propia metá- tomar la terminología cruda que se usa
fora .material .de Whitman transcrita más para describir sensaciones físicas. Como
arriba.. Al comparar el estilo a una cortina, aplicar a un estilo ios adjetivos "sonoro",
W;hitman . ha confundido el estilo con la "pesado", "opaco", "desabrido" o -para
decoración. Y la mayoría de los críticos emplear la imagen de un argumento--
"inconsistente".
apuntaría a esa falla inmediatamente.
QOIlcebir el estilo como un impedimento
decQ~ativo para la materia del trabajo su-
giere que la cortina puede ser abierta y El antagonismo hacia el "estilo" no es
la . materia .revelada. 0, por variar la me- más que un antagonismo hacia determina-
táforaun poco,' que la cortina puede ser do tipo de estilo: No hay obras de arte sin
transparente. Pero no es ésta la únicaim- estilo. Sólo obras=de~·a.rte-que pertenecen
pl:icación errónea de la metáfora whitma- á diferentes y más o menos complejas tra-
niana, Lo que sugiere además es que el diciones y conven~!ones. est!!!§.ti~ªª.
estHo eS un problema de cantidad (más- Esto quiere decir que la noción de estilo,
menos) o de densidad (espesor-delgadez). considerada genéricamente, posee un es-
y, .aunque sea menos obvio, tal concepción pecífico sentido histórico. No sólo los esti-
es tan falsa' como pensar que la fantasía los pertenecen a un tiempo y a un espacio.
de un artista posee la opción genuina de No sólo nuestra percepción del estilo de de-
no tener un estilo. El estilo no es cuanti- terminada obra de arte está siempre car-
tativo; tampoco es algo superpuesto. Una gado de un darnos cuenta de la historici-
convención estilística más compleja -la dad del trabajo, de su lugar en una crono-
que lleve la prosa más allá de la dicción y logía. Hay algo más. Nuestra visualización
cadencia de la conversación ordinaria, su- de estilos es, en sí misma, un producto. de

JO
la conciencia histórica. Si no fuera por las l:!l artista no se propone .la -de ninguna
derivaciones de normas artísticas prece- manera inevitable distinción entre maté=-
dentes, por la experimentación previa que -ria y manera, fondo y forma. Cuando eso
se ha hecho con ellas, no podríamos reco- 6curre, cuando el estilo y el tema sondis-
nocer el perfil de un nuevo estilo. Más cernibles -es decir, cuando el estilo yel
aún: la JTI..ÍSmanoción de "estilo" necesita contenido se enfrentan uno a otro-- pode-
una perspectiva de aproximación hístóri- mos legítimamente hablar de temas trata-
ca. La conciencia de estilo como un pro- dos (o maltratados) de acuerdo a un cier-
blemático y aiSlado elemento de una obra io estilo. El maltrato creativo parece ser
de arte ha surgido en el público y en la la regla más frecuente. Porque cuando se
crítica en ciertos momentos hístóricos. Co- concibe el material artístico como una
mo una pantalla tras la que se han deba- "materia temática" también se experimen-
tido otros problemas. En última instancia, ta co:no algo con posibilidades de agota-
problemas éticos y politicos. Desde el Re- miento. Y al entender que los temas están
nacimiento, la idea "tener un estilo" ha en un proceso avanzado de agotamiento,
configurado una de las soluciones propues- éstos devienen entonces aptos para una es-
tas, con intermitencia, a las sucesivas cri- tilización cada vez mayor.
sís que han amenazado viejas ideas de ver- Hagamos un paralelo en cine. Compara-
dad, de rectitud moral, de naturalidad. mos las primeras películas de Van Stern-
berg, por ejemplo (Salvation Hunters, Un-
derworld, The Docks of New York) con las
seís películas estadounidenses que hizo
Pero supongamos que se admite todo eso.
con Marlene Dietrich allá por los treinta.
Que toda representación se encarna en un
Los mejores filmes del mejor Van Stern-
estilo dado (es fácil decirlo y escribirlo).
berg asumen pronunciados rasgos estilísti-
y que, por consiguiente, no exíste -en
cos; una superficie estética sofisticadisima.
términos estrictos- algo como el realísmo,
Pero no sentimos 10 mísmo ante la narra-
excepto en cuanto éste constituye en sí
tiva del marinero y la prostituta en The
misma una especie de convención estilísti- Docks of New York que ante las aventuras
ca (esto ya es algo más difícil de sostener).
de la Dietrich en Blonde Venus o en The
Se dan, a pesar de todo, estilos. Cualquiera Scarlet Express que representan un ejer-
puede ponerse en contacto con movimien- cicio de estilo. Lo que ensavia estos últi-
tos artísticos que tienen evidentemente al- mos filmes de V.S. es la actitud irónica
go más que "un estilo". Dos ejemplos: la hacia el tema (amor romántico, la femme
pintura manerísta de finales del siglo XVI fatale): un juicio sobre ese tema, intere-
y principios del XVII; el "Art Nouvean" en santesólo en cuanto se transforma por
pintura, arquitectura, mobiliario, objetos medio de la exageración. En una palabra:
domésticos. Artista.;; como Parmiglianino, en cuanto se estiliza.
Pontorno, Rosso, Bronzino; Gaudí, Gui- La pintura cubísta o la escultura de Gia-
mard, Deardsley y Tiffany cultivaron el cometti no serían ejemplos de "estiliza-
estilo de alguna manera obvia. Al menos ción", distinguibles de "estilo" en arte.
parecen estar preocupados con preguntas Aunque haya una extensiva dístorsíón del
estilísticas. Y ciertamente colocan el acen- rostro humano y de la figura humana, las
to menos en 10 que dicen que en la mane- distorsiones no tienden a hacer la figura
ra de decirlo. y la cara interesantes. Pero la pintura
Para enfrentarnos a un arte de esta na- de Crivelli y Georges de la Tour son ejem-
turaleza (que en apariencia exigiría la dis- plos de 10 que indico.
tinción estilo/contenido que he señalado La "estilización" en una obra de arte,
debemos abandonar) se necesita un térmi- como algo distinto del estilo, refleja una
no como "estilización" o su equivalente. ambivalencia (afección opuesta al despre-
"Estilización" es lo . que s~ .11acepre~eIlte cio, obsesión contrarrestada por la ironía)
en una obra de arte, preciiamente··cuaücfci hacia el tema. Se mantiene esta ambiva-

11
lencia por un especial distanciamiento del respuesta está en el hecho de que hablar
tema a través de la cobertura retórica de de que una obra de arte tenga 'contenido"
la estilización. Pero como resultado común es, de por sí, una convención estilística
observaremos que la obra de arte se hace bastante peculiar. La gran tarea que queda
excesivamente estrecha y repetitiva. a la teoría crítica es examinar en deta-
O bien, que las diferentes partes parecen lle la función formal del contenido.
disociadas, fuera de sus goznes. (Un buen
ejemplo de esto último que subrayo lo da
la relación entre el visualmente brillante Hasta que llegue el reconocimiento y la
"denouement" en The Lady from Shangai exploración conveniente de esta función, no
de Orson Welles y el resto de la película.) Se podrá evitar que los críticos sigan tra.-
~ando las obras de arte como "manitesta-
Sin duda que en una cultura hipotecada a
la utilidad del arte (en especial a la utili- ciones". (Menos, desde luego, en aquellas
dad moral), embarazada por una necesi- artes que son abstractas o han avanzado
dad inútil de ahuyentar del arte solamente bastante en el abstraccionismo: música,
aquellas otras artes que procuran el mero pintura, danza. En ellas, los criticos no
entretenimiento, las excentricidades del han resuelto en problema; las artes mis-
arte estilizado proveen una satisfacción vá- mas se lo han quitado de las manos). Des-
de luego, una obra de arte pu,ede ser con-
lida y valiosa. He descrito estas satisfaccio-
nes en otro ensayo, con el nombre de siderada como una manifestación; es decir,
como una respuesta a una pregunta. En el
"camp". (1) S!!!, enl.bar.go>-.Sl13 eviderite......que
nivel más elemental podemos considerar el
el. arte estilizado -palpablemente un arte
d;eiCeSo, al que le falta armoniosjdad- retrato del Duque de Wellington pintado
por Goya como la respuesta a la pregunta:
n~nca puede ser un arte de alto vue!ü.
.... :=::....::==-::::::.:-=:::-==:...="--'==--'-== ¿Qué aspecto tenía Wellington? También
puede verse en Anna Karenina la investiga-
ción de los problemas del amor, matrimo-
El fantasma de la nOClon contemporá- nio y adulterio. Aunque el tema de la ade-
nea de estilo es la oposición espúrea entre cuación a la vida de la representación ar-
forma y contenido. ¿Cómo podremos exor- tística se haya abandonado bastante en
cisar el sentimiento de que el "estilo" -que la pintura, esa adecuación todavía consti-
funciona como la noción de forma- sub- tuye un poderoso modelo de juicio en la
vierte el contenido? De algo podemos es- mayoría de las apreciaciones que se hacen
tar seguros. Ninguna afirmación de la rela- sobre novelas serias, obras de teatro, cine.
ción orgánica entre estilo y contenido se En la teoria critica la noción precedente
hará realmente con convicción -o llevará no es ele hoy. Al menos desde Diderot, la
a los críticos que hacen esta afirmación al principal tradición de la crítica (en todas
remadelado de su trabajo específico- has- las artes que apelan a criterios tan apa-
ta .que la noción de contenido haya sido rentemente disímiles como verosimilitud y
pUésta en su verdadero lugar. La mayoría corrección moral) trata, en efecto, a la obra
de los críticos no se oponen a llegar a de arte como una manifestación que toma
este acuerdo: una. obra de arte no "con- la forma de una obra de arte.
tiene" una cierta cantidad de contenido (o
función, como en el caso de la arquitec-
tura) embellecida por el "estilo". Pero muy Inevitablemente, los críticos que miran
pocos se toman el trabajo de llegar hasta las obras de arte como manifestaciones
las últimas consecuencias posi~ivas de este hablan con cautela de 'estilo" aun
principio que aceptan con unanimidad. cuando de labios para fuera hablen de
¿Qué es "contenido"? Y, más precisamente, "imaginación". Todo lo que esa imagina-
¿qué queda de la noción de contenido ción significa para ellos, de todos modos,
cuando transcendemos la antítesis de es- es la entrega supersensitiva de la "reali-
tilo ( o forma y contenido)? Parte de la dad". Y es sobre esta "realidad" a la que

12
;

la obra de arte ha hecho -digámoslo así- humanitaria de una parte, y la estimula-


caer en la trampa, sobre la que los críticos ción placentera de la conciencia, de otra.
continúan centrando su foco atencional, Desde luego nunca tenemos una respues-
más que sobre el problema de hasta qué ta puramente estética a las obras de arte.
punto una obra de arte ocupa a la mente Ni hacia una novela o una obra de teatro
humana en ciertas transformaciones. con su pintura de seres humanos eligiendo
Pero si la metáfora de la obra de arte y actuando. Ni, aunque sea menos eviden-
como manifestación pierde su autoridad, la te, hacia una pintura de Jackson Pollock
ambivalencia hacia "el estilo" debería de- o un vaso griego. (Ruskin ha escrito agu-
saparecer. Porque esta ambivalencia refle- damente sobre los aspectos morales de las
ja la tensión que -se presupone- existe propiedades formales de la pintura.) Pero
entre la manifestación y la manera en que tampoco sería apropiado que buscásemos
ésta se presente. una respuesta moral a algo en una obra de
arte en el mismo sentido en que la busca-
mos al actuar en la vida real. Sé que me
indignaría (psicológica, legalmente) si uno
Al final, sin embargo, tenemos que re- de mis conocidos asesinase a su esposa y
conocer que no podemos modificar las ac- no recibiese castigo. Pero no puedo indig-
titudes hacia el estilo apelando tan sólo narme, como muchos críticos parecen ha-
a la "apropiada" (en cuanto opuesto a la cerlo, cuando el héroe de An American
utilitaria) manera de mirar las obras de Dream de Norman Mailer asesina a su es-
arte. La ambivalencia hacia el estilo no posa y queda sin castigo. Divine, Darling y
radica únicamente en el simple error -se- los otros en Nótre Dame des Fleurs de
ría entonces bastante sencillo de erradi- Genet no son personas reales a las que se
car- sino en una pasión: la pasión de una nos pide invitemos a nuestra casa; son fi-
totalidad de la cultura. Esta pasión existe guras en un paisaje imaginario. El punto
para proteger y defender valores tradicio- de que hablo parecerá obvio, pero ante la
nalmente concebidos como "adyacentes" al insistencia de juicios cortés-moralisticos en
arte -esto es; verdad y moralidad- pero la crítica de la literatura contemporánea
que permanecen. en perpetuo peligro de (yen la crítica cinematográfica) vale la
verse comprometidos por el arte. Detrás de pena repetirlo una.; cuantas veces. Para.
la ambivalencia hacia el trato que se da al muchísimas personas, como Ortega y Gas-
estilo se esconde, en última instancia, la set ha señalado en La Deshuman~ación del
confusión histórica.. occidental acerca de la Arte, el placer estético es un estado mental
relación entre arte y modalidad, lo estético esencialmente indistinguible de sus respues-
y lo ético. Porque el problema del arte tas ordinarias. Por arte entienden un medio
versus moralidad es un pseudoproblema. a través del cual se ponen en contacto con
La distinción en sí misma, una trampa. problemas humanos interesantes. Cuando
Ya que su plausibilidad continuada descan- se apenan y se divierten junto a los desti-
sa en no cuestionar lo ético sino lo estético nos humanos en una obra de teatro, en
tan sólo. Argüir en este terreno, buscando un filme, en una novela, no se afligen o
defender la autonomía de lo estético (y gozan de manera distinta que en la vida
yo misma lo he hecho, aunque con bas- real. A no ser que la experiencia de los
tante desconfianza) es ya dar por supues- destinos humanos en arte contenga menos
to algo que no debería darse por supuesto ambivalencia, es relativamente desintere-
jamás: que existen dos independientes sada y está libre de consecuencias penosas.
fuentes de respuesta, la estética y la ética, La experiencia es también, hasta un cierto
que rivalizan por conseguir nuestra adhe- grado, más intensa. Porque cuando el sufri-
sión cuando "experimentamos" una obra miento y el placer se experimentan vicaria-
de arte. Esto presupondría que durante la mente, el público puede permitirse el lujo
experiencia artística uno tiene realmente de sentirse ávido. Pero, como Ortega sos-
que elegir entre conducta responsable y tiene, "una preocupación con el contenido

13
humano de la obra (de arte) es en es pre-requisito indispensable para llamar
principio incompatible con el juicio esté- moral a un acto dado- y no que estamos
tico" (2L ciega e irreflexivamente obedeciendo. El
Ortega, creo, tiene toda la razón. Pero arte lleva a efecto este cometido 'moral"
yo no abandonaría el problema donde él porque las cualidades que son intrínsecas
lo hace porque así se aísla tácitamente lo So la experiencia estética (desinterés, con-
estético de la respuesta moral. El arte está templación, atención, despertar de los sen-
conectado con la moralidad, argüiría yo. tidos) y al objeto estético (gracia, inteli-
Uno. de los modos en que está así unido gencia, expresividad, energía, sensitividad)
es éste: el arte puede darnos placer moral; son constituyentes fundamentales de una
pero el placer moral peculiar del arte no respuesta moral a la vida.
es el placer de aprobar o desaprobar actos
humanos. El placer moral en arte al igual
que el servicio moral que el arte lleva a En arte "contenido" es, por decirlo así,
cabo, consiste en la gratificación inteligen- el pretexto, el fin, el cebo que atrae a la
te de la conciencia. conciencia en estos procesos formales de
transformación.
Tomemos el caso Genet -aunque aquí
La moralidad es una forma de actuar y haya una evidencia adicional para lo que
no un repertorio de elecciones. Si la mora- pretendo esclarecer, porque las intenciones
lidad se entiende de esta manera -como del artista son conocidas. Genet, en sus
uno de los logros de la voluntad humana, escritos, parece pedirnos que aprobemos su
dictándose a sí misma un modo de actuar crueldad, su traición, su desenfreno y asesi-
y de estar en el mundo- entonces es claro nato. Pero en cuanto está haciendo una
que no existe antagonismo genérico entre obra de arte, Genet no aboga por nada.
la forma de conciencia que apunta a la Genet registra, devora, transfigura su ex-
acción y que es moralidad y el alimento periencia. En los libros de Genet este mis-
de la conciencia que es la experiencia es- mo proceso es, de hecho, su tema explícito.
.tética. Solamente cuando se reducen las Sus libros no son obras de arte solamente
obras de arte a manifestaciones que pro- sino libros sobre arte. Sin embargo aun
ponen un contenido específico y cuando se cuando (como suele suceder) el proceso no
identifica la moralidad COn una moralidad esté en la superficie de la demostración
particular (y cualquier moralidad particu- del artista, a lo que debemos prestar aten-
lar conserva impurezas; esos elementos que ción es a este proceso de la experiencia.
no son más que una defensa de intereses No importa que los personajes de Genet
sociales limitados y valores de clase), so- nos repelan en la vida real. También nos
lamente entonces puede pensarse que la ocurriría lo miSmo con la mayor parte de
experiencia de una obra de arte sea des- los personajes de King Lear. El interés de
tructura de la moralidad. Solamente en- Genet estriba en la manera en que su
tonces puede caber la completa distinción "temática" es anihilada por la serenidad e
entre lo estético y lo ético. inteligencia de su imaginación.
Pero si entendemos la moralidad en el Aprobar o reprobar moralmente lo que
plano de lo individual como una decisión una obra de arte "dice' 'es tan ajena a la
genérica de parte de la conciencia, enton- obra de arte, como sentirse sexualmente
ces quedará bien claro que nuestra res- excitado por ella. (Ambas experiencias son,
puesta al arte es "moral" en cuanto que desde luego, muy comunes). Las razones
es, inevitablemente, la vitalización de nues- esgrimidas contra la propiedad y pertinen-
tra sensibilidad y de nuestra conciencia. cia de una puede aplicarse igualmente a la
Porque la sensibilidad nutre exactamente otra. De hecho, en esta nación de anihila-
nuestra capacidad para la elección moral ción del tema tenemos tal vez el único
y nos señala nuestra presteza a actuar. criterio serio para distinguir entre litera-
Asumiendo que elegimos realmente -que tura erótica o filmes o cuadros artísticos

14
y aquellos que (por no tener mejor palabra) timas. La justificación es una operación
hemos llamado pornografía. La pornografía mental, posible sólo cuando consideramos
tiene un "contenido" y su finalidad es po- una parte del mundo en relación con otra.
nernos en contacto (con disgusto, con de- No cuando consideramos la totalidad de lo
seo) con ese contenido. Es un substituto de existente.
la vida. Pero el arte no excita. 0, si 10 hace,
la excitación se aplaca dentro de los tér-
minos de la experiencia estética. Todo ar- En cuanto nos damos a ella, la obra
te grande induce a la contemplación, a artistica ejerce un total y absoluto dominio
una dinámica contemplación. No importa sobre nosotros. Robbe-Grillet ha escrito:
cuánto se exciten los lectores, el auditorio "Si el arte es algo, es todo; y en este caso
o los espectadores por una provisional debe bastarse a sí mismo y nada puede
identificación de 10 que revela la obra de haber más allá de él."
arte con 10 que sucede en la vida real. Pero esta posición se presta a la carica-
Su última reacción -en cuanto reaccio- tura fácil. Porque vivimos en el mundo. Y
nen a la obra como una obra de arte será
es en el mundo en donde se hacen y se
distanciada, reposada, contemplativa, emo-
gozan los obj etos de arte. El derecho de
cionalmente libre. Más allá de la indigna-
autonomía que -sostengo- tiene la obra
ción y la aprobación. Interesa notar que
de arte (su libertad para "no significar"
Genet ha dicho recientemente que ahora
nada) no destruye la consideración del
piensa que si sus libros excitan sexualmen-
efecto, impacto o función del arte, una vez
te a los lectores, entonces "están mal es-
que se conceda que en este funcionamiento
critos; porque la emoción poética debe ser
del objeto artístico como objeto artístico
tan fuerte que ningún lector se sienta mo-
el divorcio entre lo estético y lo ético no
vido sexualmente. Si mis libros contienen
tiene sentido.
pornografía, no los rechazo. Simplemente
digo que me faltó gracia." He usado hasta ahora la metáfora del
No debe admitirse la objeción de que esta alimento para el arte. Devenir complicados
aproximación reduce el arte a mero "for- con una obra de arte lleva en sí, por su-
malismo". (Esa palabra debe reservarse pa- puesto, la experiencia de separarnos del
ra aquellas obras de arte que perpetúan mundo. Pero la obra de arte misma tam-
mecánicamente fórmulas estéticas agota- bién nos devuelve -de alguna manera-
das, pasadas de moda.) Decir que una obra al mundo, más abiertos y enriquecidos.
de arte no tiene contenido alguno tiene el
mismo sentido que decir que el mund& no
tiene contenido. El mundo y la obra de arte ¿De qué 'trata" Hamlet? De Hamlet. De
"son". Ni uno ni otro necesita justificación. su situación particular; no de la condición
Ni posiblemente la pueda tener. humana. Una obra artística es una especie
de representación, registro o testimoniO
que da forma palpable a la conciencia; su
El hiperdesarrolIo del estilo en la pintura objeto es explicitar lo singular. Si es ver-
manerista y el Art Nouveau, por ejemplo, dad que no podemos juzgar (moral, concep-
es una forma enfática de experimentar el tualmente) a no ser que generalicemos, en-
mundo como fenómeno estético. Pero so- tonces también será cierto que la experien-
lamente una forma particularmente enfá-- cia de obras artísticas y 10 que se represen-
tica que surge de la reacción contra un ta en ellas transciende todo juicio aunque
estilo de realismo opresivamente dogmáti- la obra misma pueda ser juzgada como
co. Todo estilo -todo arte- proclama esto arte. ¿No es eso lo que reconocemos como
que digo. Y el mundo es, en última instan- un aspecto de la obra de arte más excelsa
cia, un fenómeno estético. en la !líada, las novelas de Tolstoy y los
En otras palabras: el mundo (todo lo que. dramas de Shakespeare? ¿No debemos con-
existe) no puede tener justificaciones úl- ceder que tal arte anula nuestros pequeños

15
JUICIOS, nuestras etiquetas fáciles a perso- Toda obra de arte se asienta a cierta
nas y actos como buenos o malos? Y que distancia de la realidad vivida que ella re-
esto suceda mejora nuestra situación. (Más presenta. Esta "distancia" es, por defini-
aún: la causa de la moralidad gana con ción, inhumana o impersonal hasta cierto
todo ello.) Porque la moralidad, a diferencia punto. Puesto que para que aparezca ante
del arte, está, en raíz, justificada por su nosotros como arte, la obra debe restringir
utilidad: que hace la vida -o se supone la intervención sentimental y la participa-
que la hace- más humana y vivible para ción emocional que son funciones de "cer-
todos nosotros. Pero la conciencia -que se cania". El grado y manipulación de esta
solía llamar, bastante tendenciosamente, la distancia, las convenciones de la distancia,
facultad de contemplación- puede ser, y constituyen el estilo de la obra. En un
es, más amplia y más varia que la acción. análisis final, el 'estilo" es el arte. Y el ar-
Tiene su alimento; arte y pensamiento es- te no es ni más ni menos que los varios
peculativo. Actividades que pueden ser des- modos de la estilizada representación des-
critas como autojustificativas o como sin humanizada.
necesidad de justificación. La obra de arte
Pero este punto de vista -sobre el que
quiere hacernos comprender o ver algo sin-
Ortega y Gasset, entre otros, se ha exten-
gular, no juzgar o generalizar. En este acto
dido- puede ser fácilmente malinterpre-
de comprehensión acompañado por una
tado. Ya que parecería sugerir que el arte,
voluptuosidad consiste el único fin válido
en tanto que se acerca a su propia norma,
-y la sola justificación suficiente- de una
es una suerte de juguete impotente, sin
obra de arte.
importancia. ortega mismo contribuye
bastante a tal malinterpretación al omitir
las diversas dialécticas entre el yo y el
Tal vez la mejor manera de aclarar la mundo implícitas en el experimentar obras
naturaleza de nuestra experiencia frente a de arte. Ortega focaliza con demasiada ex-
las obras de arte y la relación entre el arte clusividad'lanoción de la obra de arte
y el resto de los sentimientos y acciones como una cierta clase de objeto, con sus
humanas sea invocar la noción de voluntad. propios aristocráticos modelos para ser sa-
Una noción útil. Porque la voluntad no es boreado. Una obra de arte es antes que na-
sólo un aspecto particular de la conciencia, da un objeto, no una imitación'
le conciencia energetizada. Es también una • o que todo arte grande se basa en la dis-
actitud hacia el mundo, de un sujeto hacia tancia, en la artificialidad, en el estilo, en
el mundo. El complejo tipo de voluntad que 1i? g¡w Ortega lIamatdeshumanizacióiiJ Pe-
está incorporado y comunicado en 1fi obra ro la noción de distancia (y la de deshu-
de arte elimina el mundo y al mismo tiem- manización también) puede llevar a equí-
po lo encuentra de una manera extraordi- vocos. A no ser que se añada que el movi-
nariamente intensa y especializada. Este miento no es justamente "alejante de", si-
doble aspecto de la voluntad en el arte ha no "hacia" el mundo. El transcender del
quedado expresado con precisión por Ray- mundo en el arte es, también, una forma
mond Bayer: "Cada obra de arte nos da de encontrarse con el mundo y de entre-
la memoria esquematizada y separada de nar o educar la voluntad para estar en el
un acto volitivo". En cuanto que es recuerdo mundo. Parecería que Ortega -y Robbe-
esquematizado y liberado el querer que hay •Drillet. para tomar un exponente reciente
en el arte se separa a sí mismo del mundo. .Si-.Ja misma posición- se sienten todavía
Todo lo cual nos retrotrae a la famosa •un poco cautivados por el encantamiento
afirmación de Nietzsche en El Origen de de la noción de "contenido". Porque para
la Tragedia: "El arte no es una imitación -limitar el contenido humano del arte, y
de la naturaleza sino su suplemento me- para desplazar ideologías cansadas como
tafisico crecido junto a él para sobrepa- ~l humanismo o el realismo socialista que
sarlo". l'0ndrían el arte al servicio de alguna idea

16
¡

o social, se ven forzados a pasar por


~c!'ral ideas nuevas representativas de nuevas re-
alto o a simplificar la noción de arte. Con laciones entre el yo y el mundo. Ve el arte
toda la persuasión que ponen' Ortega y como un poner nombre a las emociones.
Robbe-Grillet en su defensa de la natura- Emociones, deseos, aspiraciones son virtual-
leza formal del arte, el espectro del desa- mente inventadas al ser llamadas así y,
parecido "contenido" prosigue asomándose en cierto modo, promulgadas por el arte.
al borde de sus argumentos, dándole la Por ejemplo, la "soledad sentimental" pro-
"forma" un aspecto desafiantemente ané- vocada por los jardines estructurados en
mico, saludablemente exangüe. el siglo xvm y por las ruinas tan enor-
El argumento nunca se completará hasta memente admiradas.
que pensemos en "forma" y "estilo" sin la Así se vería claro que el recuento de la
amenaza del espectro, sin un sentimiento autonomía del arte que pretendo -en el
de pérdida. La atrevida inversión de Valé- que he caracterizado al arte de paisaje
ry -"Literatura. Lo que es forma para imaginario o de decorado de la voluntad-
cualquiera es 'contenido' para mi"- ape- no sólo no excluye el examen de obras de
nas sirve. No podemos creernos ajenos a arte como fenómenos históricamente espe-
una distinción tan habitual y tan eviden- cificados sino que invita al examen.
te --en apariencia- por sí misma. Pode- Las intrincadas convulsiones estilísticas
mos hacer eso adoptando un teórico pun- del arte moderno se presentan nítidamente
to de vista diferente, más ventajoso, más, como una función de la extensión técnica
orgánico: la noción de voluntad. Lo que se sin precedentes de la voluntad humana
requiere de una noción de este tipo es que efectuada por la tecnología. Y el devasta-
haga justicia al doble aspecto del arte. dor compromiso de la voluntad humana a
Arte-objeto y Arte-función; arte-artificio una forma nueva del orden social y del or-
y arte-forma viviente de la conciencia; ar- den sociológico, como una extensión basa-
te-transcendente o suplementante de la da en el cambio incesante. Queda todavía
realidad y arte-explicitador de las formas por decir que la mera posibilidad de la ex-
de encuentro con la realidad; arte-creación plosión tecnológica, de la ruptura contem-
autónoma individual y arte-fenómeno his- poránea entre el yo y la sociedad depen-
tórico dependiente. den de actitudes hacia la voluntad que son
1Jhrcia!mente inventadas y (en parte tam-
bién) diseminadas por obras de arte en un
.El arte es la objetivación de la voluntad cierto momento histórico y que aparecen
en una cosa o en una acción y la provoca- después como una lectura "realista" de la
j:ión o despertar de la voluntad. Desde el perennne naturaleza humana.
punto de vista del artista, es la objetiva-
~ión de una volición; \Íesde el punto de
vist!\, del espectador, es la creación de 1W El estilo es el prinCIpIO de decisión en
decorado., ima~inario para ia~voluntad.~'~~'·" una obra de arte, la firma de la voluntad
De hecho la historia éntera.~ de laSdiver- del artista. Y como la voluntad humana es
sas artes podría ser escrita como la histo- capaz de indefinido número de posibilida-
ria de diferentes actitudes acerca de la des, hay un indefinido número de posibles
voluntad. Nietzsche y Spengler escribie- estilos para las obras de arte.
ron estudios pioneros sobre el tema. Un va- Visto desde el exterior --esto es, históri-
lioso intento reciente puede encontrarse camente- las decisiones estilisticas pue-
en el libro de Jean Starobinski, La inven- den ser siempre correlativas con algún
ción de la libertad, dedicado principalmen- desenvolvimiento histórico: la invención de
te a la pintura y arquitectura del siglo la escritura o de la imprenta, la invención
XVIII. Starobinski examina el arte de es- o transformación de instrumentos musica-
te período en términos de nuevas ideas de les, la disponibilidad de nuevos materiales
autodominio y de dominio del mundo; para el escultor o arquitecto. Pero este

17
acercamiento -aunque sensato y valio- punto en que una obra de arte nos parez-
so- da una visión necesariamente burda ca bien, justa, inimaginable de otra mane-
de las cosas. Trata de "períodos" y "tradí- ra (sin pérdida o daño) hasta ahí esta-
ciones" y "escuelas". Desde dentro -es de- mos respondiendo a la cualidad de su esti-
cir, cuando se examina una obra de arte lo. Las obras artísticas más atractivas son
individual y uno intenta darse cuenta de las que nos dan la ilusión de que
su valor y efecto- cada decisión estilistica el artista no ha, tenido alternativas, tan
contiene un elemento de arbitrariedad completamente centrada está en su estilo.
aunque parezca muy justificable pJ:opter Compárese lo que hay de forzado, elabora-
hoc. Si el arte es el juego supremo que la do, sintético en la construcción de Mada-
voluntad juega consigo misma, "el estilo" me Bovary y Ulysses con la facilidad y ar-
consiste en una nómina de reglas según monía de otras obras tan ambiciosas como
las cuales se juega el juego. Y las reglas esas Les Liaisons Dangereus~s, o Metamor-
son siempre, un límite arbitrario y artifi- fosis de Kafka. Los dos primeros libros
cial; ya sean de forma (t~rza rim!l-, músi- son grandes de verdad. Pero el arte más
ca dodecafónica, frontalidad) o se refieran grande aparece siempre oculto, no se ve la
a la presencia de un cierto "contenido". construcción. El estilo de un artísta que
El papel de lo arbitrario e injustificable tenga sólo esta calidad de autoridad, se-
en el arte nunca ha sido suficientemente guridad, fluencia, inevitabilidad no le con-
reconocido. Desde que la libre empresa y la fiere, desde luego, a su obra el más alto
crítica comenzaron con la Poética de Aris- nivel de realización. Las dos novelas de
tóteles, los críticos han sido embaucados Radiguet la tienen; también la tiene Bach.
y enfatizan lo necesario en el arte. (Cuan-
do Aristóteles dij o que la poesía et:a más
fi.!osófica que la historia, estuvo acertado La diferencia que he trazado entre "es-
en cuanto quería rescatar la poesía, las ar- tilo" y "estilización" podría equipararse a
tes mismas, de ser concebidas como un ti- la diferencia entre voluntad y voluntarie-
po de manifegtación particular, factual, dad.
descriptiva. Pero lo que dijo indujo e in-
duce aún a equívocos porque sugiere que
el arte nos da algo parecido a lo que da
Desde el ángulo técnico, el estilo de un
la filosofía: una argunlentación. La me-
artista es nada más que el idioma parti-
táfora de la obra de arte como "argumen-
cular en que el artista despliega las for-
to", con premisas y consecuencias ha guia-
mas de su arte. Por esta razón los prOble-
do desde entonces a buena parte de los
mas que surgen del concepto de "estilo" se,
críticos). Generalmente los críticos que
confunden con los que surgen del concep-
quieren alabar una obra de arte se sienten
to de "forma" y sus soluciones tienen mu-
forzados a demostrar que cada parte está
cho en común.
justificada, que no podría ser de otra ma-
Por ejemplo, una función del estil~
nera. Y cada artista, al trabajar y recor-
identifica -poque es simplemente una es-
dar el papel que juegan la casualidad, la
, péClÍlcación más individual- con la fun-
fatiga, las distracciones externas en su
ción importante de la forma señalada por
trabajo sabe que el crítico miente. Sabe
Coleridge y Valéry: preservar las obras
que podría haber sido de otra manera. El
contra el olvido. Esta función no resulta
sentido de inevitabilidad que una gran
difícil de demost~ar. Basta fijarse en el
obra de arte proyecta no está compuesto
r"itmico, algunas veces rimado carácte ' d
de la inevitabilidad o necesidad de sus par-
odas las' literaturas . rimitivas orales. Rít-
tes sino del todo:
.. mo y rima y los más complejos recursos
~males de la poesía (metro, simetría de
En otras palabras: lo que es inevitable l~ i!11ágenes, antítesis) son los medios por.
en una obra de arte es el estilo. Hasta el los qqe las palabras se esforzaban en crear

18
una memoria de sí mismas antes de que rridas, feas, confusas o presentarnos los
los signos materiales (escritura) fuera~ tres efectos a la vez.
inventados. De aquí que todo lo que una
cultura arcaica desee preservar en la me-
moria sea transformado en forma poética. El estilo tiene otras funciones además de
"La f,lrma de una obra" -expresa Valé- ser -en el sentido extenso que acabo de
ry -"lS la suma de sus características indicar- un artificio mnemónico.
perceptibles, cuya acción física compele Por ejemplo: todo estilo lleva en sí una
al reconocimiento y tiende a resistir todas decisión epistemológica, una interpreta-
las variadas causas de disolución que ame- ciófl de cómo y qué percibimos. Esto se
nazan las expresiones del pensar; ya sea .comprueba con facilidad en el período con-
la inatención o el olvido, ya sean inclusi- temporáneo, autoconsciente, de las artes.
ve las objeciones que puedan surgir contra Aunque no es menos cierto referido a otro
ella en la mente".
período artistico, desde luego... Fijémono~.
Así que la forma -en su específico idio- en que el estilo de Robbe-Grillet expresa
ma, estilo- es un plan de impronta sen~ una perfectamente válida -aunque estre-
soriaL El vehículo para la transacción en- cha- penetración de las relaciones entre
tre las expresiones sensoriales y la memo- personas y cosas: que las personas son cO-I.
ria (individual o cultural). Esta función sas también y que las cosas no son per-.
mnemotécnica explica por qué cada estilo
depende de algún principio de repetición s.on.
R-G . "de!'1las
. as "atamiento
personas yc"!Orluc'"'ta
su rechazoque
a hace.
"an- \1..
o de redundancia y por qué pueda ser ana- f!iípomorfizar" las cosas se reduce a una
lizado en términos referentes a ese prin- decisión estilística -dar un exacto recuen- 1
cipio. to de las propiedades visuales y topográ- 1
También explica las dificultades de este ficas de Iás cosas; excluir, Virtualmente,J,1
período contemporáneo de las artes. Hoy otras modalidades sensibles que no sean
------
en día los estilos no se desarollan con la r:ra~ porque el lenguaje que poseemos
~,
I
lentitua de otros tiempos, ni se suceden para describirlas eS menos exacto y menos \
mío a otro gradualmente en aquellos lar- neutral. El repetitivo estilo de Melanctha
gos períodos de antaño que permitían al de Gertrude stein expresa su interés en
pubnco asimilar en su totalidad los prjn- la dilución de la conciencia inmediata por
cÍpios de repetición sobre los que la obra medio de la memoria y la anticipación. Lo
de arte estaba construída. En vez de eso que ella llama "asociación", que está os-
nos encontramos con el fenómeno opuesto. curecido en el lenguaje por el sistema de
Los est1los se suceden uno a otro con ra- tiempos verbales empleado. La insistencia
p1dez. De tal modo que parecen no dar de Stein en el presente de la experiencia
tiempo 1ir respiro a sus auditorios, a su se identifica con su decisión de conservar
i31iliITCO: y S1 no percibimos cómo una obra el presente verbal, de elegir palabras cor-
se 'repIte, la obra permanece, casi literal- tas y comunes, de repetir grupos de ellas
mente, inperceptible. Y por 10 tanto, inin- .sin cesar, de usar una sintaxis heterodoxa
teligible al mismo tiempo. Es la percep- en extremo y de pasar por alto la mayor
ción de las repeticiones lo que hace deve- parte de los signo.> de puntuación. Cada
nir inteligible una obra de arte. Hasta que estilo es un medio de insistir en algo. Se
no hayamos penetrado no en el "conteni- verá, pues, que las decisiones estilísticas
do" sino en los principios de (y equilibrio al mismo tiempo que enfocan nuestra
entre) la variedad y la redundancia en atención sobre algunas cosas también la
Winterbranch de Merce Cunningham o en encasillan, son, en suma, un rechazo a
un concierto de cámara de Charles Wuoro- permitirnos ver otras cosas. Pero el ma-
llln o en Naked Lqnch de Burroughs o en yor interés de una obra de arte, lo que la
los cuadros "negros" de Ad Reinhardt es- hace más atrayente que otra, no descansa
tas obras tienen el peligro de parecer abu- en el mayor número de cosas a las que

18
las. decisiones estilísticas de esa obra nos plos de nuestra experiencia diaria que no
perlnitan prestar atención sino más bien podrían clasificarse en estricta justicia de
estriba en la intensidad y autoridad y sa- obras de arte poseen algunas cualidades de
biduría de esa atención; no importa la es- 103 objetos del arte. Cuando la palabra o
trechez de su foco. el movimiento o la conducta o los objetos
exhiben una cierta desviación del má.'i di-
recto, útil, insensible modo de expresión o
En el sentido más estricto todo conteni- del estar en el mundo, podemos interpre-
d(j~ de conCIenCIa es inefable. La sensación tarlos como poseedores de un "estilo" au-
más simple es, en su totalidad, indescrip- tónomo y ejemplar.
tíble. Toda obra de arte, por lo tanto, ha
oe entendéí:~ no sólo como algo int.erpr,.,- Traduc. ele Jesús C. Guiral
tado sino como un cierto manejo de lo
inefable. En el arte más excelso uno tendrá
"siempre conciencia de cosas que no pueden (1) "Notes on Canlp", Fartisa:l Reviev/, Fal1
1964. Este ensa~'o al que la au~ora se refiere ha
decirse (reglas de "decoro"), de la contra- sido traducido con el nombre de "Netas sobre
dición entre expresión y presencia de lo 'Camp'" en la Revista de Occidente, NI? 42, Sep-
tiembre 1966, págs. 310-327. (N. del T.).
inexpresable. Los artilugios estilísticos sOn (2) Ortega continúa: " ... Del mismo modo quien
en la obra de arte busca el conmoverse con los
también técnicas para soslayar algo. .J;0s. destinos de Juan y Maria o de Tristán e Iseo y a
elementos más poderosos en una obra de cllos ¡¡comoda su percepción espiritual, no verá la
obra de arte. La desgracia de Tristán sólo es tal
arte, resultan ser, con frecuenCia, sus SI- desgracia y, consecuentemente, sólo podrá co-?mo-
lencios. ver en la medida en que se la tome como realIdad.
Fero es el caso oue el objeto artístico sólo es
Queda por decir que esta noción de es- a tistico en la medida en que nos es reaL.. La
mayona e a 11 e es mcap Z oe acomo ar su
tilo puede aplicarse a cualquier tipo de al'enclOn al vldno y transparencIa que es la obra
experiencia humana ( siempre que hable- iEf arte: en vél de éstu. pdsa al txavés de ella sin
fijarse Y va a revolcarse apasionadamente en la "
mos de sus formas o cualidades). Exacta- realidad humana que en la obra esta aludIda ..
I11:IYifñte-elstg;o-xIX los arhstaSlfan pro-cel'líCm'
'1I
mente del mismo modo que muchas obras demasiado impuramente. Reducían a un minimum
los elementos estrictamente estéticos y hacian con-
de arte que ejercen su atractivo sobre no- sistir la obra. casi por entero. en la ficción de ¡
sotros presentan impurezas o mezclas con realidades humanas... Productos de esta natura- !
leza, sólo parcialmente son obras de arte. objetosi
respecto a los patrones que he venido ex- artísticos. . .~e eomprende,pues,que el arte ,d~l .J
poniendo aquí, asi también muchos ejem- siglo XIX Baya "sido' ÜÜ1- p6pTiIar:::"-¡1'ó'-es-¡¡rtii::1
-SílT1reJ'.."tt.act()~-drVida':; " " ----'-----

20
\,'
César Fernández Moreno

Paralelo entre Leopoldo Lugones


y Macedonio Fernández
La recoleta vida de Macedonio Fernán- sino fuera de la líteratura.Sedebea $Í
dez configura en alguna forma una oposi- mismo, emerge exclusivamente de sÍ,no
ción total a la de Leopoldo Lugones, hom- toma nada del medio ambiente: el medio
bre esencialmente público, ejecutor de una ambiente es nada para él. Por lo. tanto,
inquietud multiforme en todos los amplios si Lugones fue nuestro primer literato pu-
sectores de su capacidad. También la obra ro, Macedonio fue mucho más: nuestro
lírica de ambos es radicalmente diversa, ya primer y tal vez único individuopuT.o, sin
que la de Lugones está signada por una otro ser que el propio, prácticamente aje-
básica preocupación formal, en tanto la de no a la contingencia. El mundo "vino a
Macedonio sigue un constante y personal él" en un año "muy" 1874, eje natal de la
proceso de profundización espiritual. Un última generación modernista; el mismo
atento paralelo entre estos dos hombres año que a Lugones, pero Macedonio fue
iluminará los opuestos caminos que ellos y representó exactamente todo lo contra-
han abierto, no sólo ya en la poesía ar- rio que él. Si Lugones centró su vida en
gentina, sino en nuestra literatura toda. la palabra y en la técnica literaria, Mace-
Lugones responde cabalmente a la carac- donio las desdeñó completamente para zam-
terización general del modernismo. Como bullirse en la vida y la pasión. Macedonio
Rubén Darío, tuvo una doble preocupación: Fernández escribía en el papel de los en-
el tema exquisito, la riqueza formal. Darío voltorios del almacén, primero en sentido
había inaugurado en América la serie de horizontal,y luego cruzando el textoan-
los literatos puros, es decir, los que toman terior. Su más importante poema, Elena
la literatura como contenido exhaustivo de BeHamuerte, lo dejó guardado dentro de
sus vidas: esto es lo que resultará ser tam- una lata de bizcochos, en la casa de .Ull
bién Lugones, aunque él hubiera querido amigo. Este amigo lo encontró veinte .años
otra cosa. En Sarmiento o en Mitre, la li- después, al abrir esa lata por casualidad.
teratura era un arma más para su actua- Macedonio quiso estar vivo y apasiona-
ción global en la vida del país; ellos fue- do, no quiso ser un escritor sentado frente
ron, además de escritores, generales y has- a una mesa, ni cosechar triunfos literarios;
ta presidentes de la república. Es 10 que por eso se lo ha desconocido durante tanto
hubiera querido ser Lugones, pero no pudo tiempo. Como la de Lugones, pero en ma-
llegar más que a literato puro, sacudido, yor grado aún, por haber escrito mucho
eso sí por pujos de impureza. El tuvo in menos la influencia de Macedonio derivó
mente aquellos modelos proteicos, yse 10 de su persona más que de sus escritos. No
ve siempre tratando de influir en la vida fue propiamente un escritor; fue un ha-
social del momento y lugar que lo rodean: blador, un pensador, un sentidor, un can-
hasta tal punto que, entre los escritores tor;un vividor en el mejor sentido de la
argentinos contemporáneos, es Lugones palabra. Macedonio negó a postular en
quien más se presta a ser juzgado desde broma su candidatura para la presidencia,
un punto de vista sociológico, quien más cosa que Lugones hubiera querido hacer
determinado está por su contexto históri- en serio, pero nunca pudo o se atrevió.
co social. Leemos los libros de Macedonio y nos
Macedonio Fernández, en cambio, no so- conquistan, pero hablamos con quienes lo
lamente está fuera de la literatura pura, escucharon, como Borges, y nos dicen que
esos libros son un débil reflejo de lo que mientas de alguno de ellos dos, o de los dos.
significaba su presencia personal. Temo, de todas maneras, que mi declara-
Este paralelismo entre Macedonio Fer- da simpatía pueda suscitar alguna resis-
nández y Leopoldo Lugones ofrece, como tencia por el solo hecho de no entregarme
bien lo sabía Plutarco, la posibilidad de a una figura universalmente valorada, co-
aprehender mejor cada personalidad, con- mo la de Lugones, y exaltar, en cambio,
frontándola con otra de significación equi- a una figura virtualmente recién descu-
valente. Y no puede reducirse a una mera bierta, como la de Macedonio. He sometido,
delineación de ese paralelismo, sino que pues, mi afectividad frente a estas dos fi-
exige marcar las curvas, los puntos disi- guras magistrales, a la autocrítica más se-
dentes, los momentos de oposición entre las vera que he podido, y he creído encontrar
figuras consideradas. En lo que a mí res- un punto de apoyo objetivo que podría
pecta, debo admitir que lo trazo a partir ser compartido por mis lectores.
de una preferencia subjetiva por Mace- ¿Cuál es la más profunda diferencia en-
donio. tre estas dos figuras? Una diferencia de li-
¿Cual es la razón de esta preferencia? bertad: Macedonio Fernández es y actúa
La primera es afectiva: simplemente, lo mental y socialmente como un individuo
quiero más a Macedonio Fernández que libre, no constreñido por ninguna forma
a Leopoldo Lugones. Y detrás de esta in- adoptada a priori. Esa libertad le da es-
clinación hay una serie de razones que la pontaneidad, naturalidad y, lo que es tal
cualifican. Creo que Macedonio es mucho vez más importante, integridad, la que a
más poeta, en una palabra, que Leopoldo su vez se deriva en estabilidad, permanen-
Lugones, aunque el consenso público pueda cia, fijeza de la personalidad. En cada acto
pensar otra cosa, influído por la enorme, de su vida y en cada cosa que escribe, Ma-
vasta, profunda, abrumadora actividad pú- cedonio no está actuando nunca como un
blica de Lugones. En el caso de Macedonio, especialista, sino como un hombre. Si está
su actitud fue un retiro, una ascesis, un escribiendo, puede resultar un escritor; si
apartamiento de todo lo que signifique está hablando, un orador; si está con su
éxito, una atención realmente "a lo in- mujer, un enamorado. Pero en todos esos
terior", como quería San Juan de la Cruz, momentos 10 veo, lo siento actuar con la
y una necesidad sólo secundaria de tras- totalidad de su personalidad, con entera
bordarlo a una forma lingüística .apta parª libertad y sin sujeción a formas predeter-
ser oída o recibida. Macedonio no era, como minadas. Hay una calidad, un nivel más
Lugones, el pulpo que, para hacer sentir profundo y estable en el conjunto de su
su poder, extiende sus múltIples írfáillan- vida. Por eso, cuando Macedonio escribe,
tes tentáculos, conservando siempre el cen- lo hace naturalmente y comprometiéndose
tro de la situación; era más bien la tortuga en todas sus esferas de hombre. Este escri-
que esconde la cabeza bajo la caparazón bir tan esponáneo puede resultar, parado-
para meditar su contorno. jalmente, de más eficacia literaria que ese
Me asiste, por otra parte, una razón de literario escribir que en Lugones nos en-
justicia histórica: Macedonio, por todas fría y desanima.
esas razones, es mucho menos conocido Pues Lugones denota el fenómeno con-
que Lugones, y me ha parecido necesario trario: actuando sin libertad al postularse
ajustar la magnitud combativa de estas dos como literato, se basa en valores formales
figuras. Si bien no comenzó a actuar hasta (la literatura misma como forma y sus sub-
el año 1920, es decir, cuando ya Lugones formas), y da un resultado literario, como
había realizado una parte primordial de desgajado de su personalidad humana to-
su obra, Macedonio tuvo igualmente una tal, que sólo aflora ocasionalmente a su
influencia capital en nuestra poesía con- poesía. Y digo formas por no decir dog-
temporánea, y tanto es así que toda ella mas, ya que el celo fanático con que (sin
podría explicarse por la acción paralela salir de 10 literario) Lugones defiende al-
y opuesta de ambas. Quienes los suceden gunos aspectos retóricos de la poesía, tales
están influídos o tocados por los descubri- como la rima, es algo que excede el for-

22
malismo para transformarse en dogmatis- cida, esquematizada previamente a partir
mo. Cuando Lugones escribe poemas actúa de una forma dada. Y esto es especialmen-
deliberadamente como poeta, con sujeción te grave en la creaCión poética (la más
a una forma que él previamente se ha tra- libre y necesitada de libertad). Lo mismo
zado para su especial actividad de poeta. le pasa cuando se pone a ser politico:sur-
Cuando escribe cada uno de sus libros de gen así los fortísimos avatares de su pensa-
poemas trasluce una 'Voluntad de ser ro- miento, que lo llevan de la extrema iz-
mántico, simbolista, vanguardista o gau- quierda a la extrema derecha. Si él pudo
chesco. Siempre está acomodándose a for- oscilar de tal manera en todos los terrenoS;
mas prefijadas, que en ese momento él con- es porque de algún modo su individualidad
sidera las indubitables y fas que hay que desaparecía frente a ese dogma o fonna
aplicar, lo que no impide que en el mo- que él sucesivamente aceptaba o se impo-
mento inmediato siguiente acepte otras en nía. Y si lo aceptaba o se lo imponía, era
reemplazo de aquéllas. Es así como va mu- porque no estaba seguró de su individua-
dando estilísticamente de libro en libro, lidad. Lo permanente eran las formas, lo
hasta tal punto que después de una obra variable de la persona. Como los esquemas
tan vasta como la suya, ignoramos cuál son asfiXiantes, Lugones tenía que saltar de
era su forma espontánea y natural. Y si lo un esquema a otro para poder vivir, ya que
eran todas, eso nos estaría indicando de él no sabía vivir sino déntro de un es-
todos modos una variabilidad desde afuera quema.
más que una permanencia desde adentro. Macedonio, inversamente, no estuvo nun-
Consideremos, por ejemplo, las musas, las ca dentro de un esquema. El confesó al-
figuras de mujer en fa poesía de Lugones guna vez con todo reaiismo y con más re...
y Macedonio. En Leopoldo nos sale al en- mordimiento de lo que parecía, haber des-
cuentro la protagonista de Oceánida, aque- cubierto que en deffuitiva era óficiálistd.
lla mujer de "astral blancura" que entra Es decir, había: descubierto que no tenia
al mar, deshumanizada como una diosa. O actitud po1itica, que estaba Stliriido en su
si no, opuestamente, aquella muchachita absorta contemplación del mundo. Se dé-
que viaja en el tranvía de Luna ciudadana, jaba estar, y poi ese hecllo restiltába táCi-
tratada en un plano tan frío y hasta agre- tamente oficiálista, por cuanto no hácia
sivo, y que no sólo ha dejado de ser una nada a favor dé la oposición, aunque tam-
diosa sino que no alcanza ya a ser uña poco hiciera riada a favor del ófiéiaiiSñio.
mujer, reduciéndose finalmente a una es- Esta actitud tan discutible, aunque tan com-
pecie de caricatura. En cambio, las mujeres prensible en un filósofó o en uri. poeta, rio
de Macedonio comienzan con aquella de . 'Varió nunca a lo la.rgo de tóda sil vida. Ma-
Suave encantamiento cuyos ojos "se abren cedonio nunca opinó ni actuó, Lugónes ¿así
como las mañanas y que cerrándose dejan siempre opinó mal y vivió eñfermó de no
caer la tarde": una mujer humana ni idea- actuar.
lizada en el sentido de la tragedia clásica Si abandonamos la coordenada política
ni caricaturizada en el sentido del sainete. y tomamos la humorística, tal vez compren-
La mujer de ese poema inicial de Mace- damos mejor aún los distintos catalejos
donio reaparece luego, tratada con la mis- que Leopoldo y Macedonio asestaban a la
ma naturalidad pero con mucha más pro- realidad argentina. Leopoldo creyó a pies
fundidad en su poema de madurez, Elena juntillas en la "dogmática abrumadora de
Bellamuerte: "la que se fue entendida una ley universal de racionalidad", mien-
cual ninguna". tras Macedonio apuntó siempre a ese Hmi_
Lugones adopta en todos los casos una lagro de irracionalidad" que, según .SUIll"O-
forma-dogma, una teoría cristalizada, y a pia teoría de la humorística, se fund~ en
partir de ella determina el resto de su per- amor, en "alusión a felicidad". Fr~nt~~Ia
sonalidad, así como los insectos son deter- inmadurez argentina, frente a esa ..s?lem-
minados por su esqueleto, desde el exterior. nidad que ha sido nuestro ~ás:f1.o~u.~Ilte
Actúa como un robot, sin libertad. La tota- refugio, nuestra mejor manera de coho-
lidad humana así postulada está empobre- nestar debilidades e incapacidades, Lugo-
n'es' quiso' ser el" que tenía"' el cuello más de un gordo. "Yo pienso -dice-- que si
duro, el que gastaba mayor formalísmo, el reímos de ese gordo es porque se nos pre-
más serio, el que había de conseguir más senta como la fórmula de la infelicidad,
respeto a favor de las reglas. Macedonio, y resulta un gran chichón y un gran con-
en. cambio, adoptó una actitud humorística tento, o un individuo ágil y resuelto".
frente a esa realídad, hizo un oportuno Pues bien: ese gordo chichón puede repre-
side •.. step . y se colocó fuera de ella, su sentar al argentino. Macedonio era optimis-
única mahera posible de soportarla, comba- ta; y era humorista porque percibía felici-
tirla y tal vez mejorarla. En este proceso, dad en el argentíno aparentemente más in-
Lugones representó esa ley universal de feliz. Se burlaba de lo argentino porque
racionalidad que el humor sirve para vul- sentía alusión a felicidad en lo argentino.
nerar, mientras Macedonio, opuestamente, Los argentinos hoy más evolucionados de-
sirvió para aumentar la ríqueza y las posi- ben a Macedonio por lo menos la mitad de
bilidades de la vida. su ser.
Por lo demás, Macedonio no creó ese
humor argentino que lo aceptó como pre- Hemos juzgado necesario formular estas
existía y como sólo él supo percibirlo, y, oposiciones entre Leopoldo y Macedonio
a partir de este descubrimiento, lo poten- porque la figura de Lugol1es adquiere así
cializó y desarrolló. Hizo en este sentido su más clara perspectiva, al ser balanceada
aIgo parecido a lo que había hecho la poe- con su gran contrafigura generacional. Al
sia gauchesca cuando, de buenas a prime- terminarlas, volvemos a una coincidencia
ras, sus poetas se dejaron de imitar a los final que cierra aquella cOÍl1cidencia ini-
franceses o españoles y se lanzaron a es- cial del nacimiento. Porque estos dos hom-
cribir poemas con lenguaje de pueblo. Ma- bres, nacidos en el mismo año aunque con
cedonio aceptó la sorna del hombre de vidas simétricamente distintas, vuelven
campo, y tambíén la "cachada" del hom- por fin a encontrarse en un negativismo
bre de ciudad, a la que definió como "la frente al medio, que en Macedonio se dará
cachada de gran señor, o sea la que hace de a poco y a lo largo de toda su vida,
feliz al cachado, en que el gran señor se y en Lugones, una existencia tan llena de
deleita ampliamente de hacer feliz a un hechos, de golpe en el suicidio. Esta vida
fatuo, haIagando su desorbitada autoesti- sólo imaginaria o idealista de Macedonio,
mación". Macedonio percibió los defectos no realizada, no práctica, y esa otra vida
de lo argentino, pero percibió también, pIetórica de sucesos, pero en definitiva
más hondamente aún, que el argentino vi- aniquilados por la muerte voluntaria, esas
ve, existe y vale más allá de sus defectos. dos opuestas fuentes de la poesía argenti-
Aludió con humor a esos defectos, lo que na contemporánea, coinciden finalmente en
implicaba aludir tácitamente a las virtu- una radical incomodidad con su medio na-
des correlativas. La mecánica de este su cional. Sólo el futuro podrá levantar el
amor por lo argentino puede descubrirse cargo que tal coincidencia significa para
en su explicación de por qué nos reímos ese medio.

24
Graciela Mántaras Loedel

Agonía y rescate de un mundo


en una novela de Carlos Martínez Moreno
A propósito de "Los Aborígenes" Mario toria familiar, básicamente en tercera per-
Benedetti señaló ("Literatura Uruguaya si- sona. Pero el acercamiento de este narra-
glo XX", pág. 105) un rasgo frecuente en dor a las distintas generaciones de Escu-
la estructura narrativa de algunos relatos dero sigue una graduación muy sutil y
de Carlos Martinez Moreno: "Esa revisión estudiada. El novelista no se ha permiti-
del pasado llevada a cabo desde un presen- do libertades omniscientes: se ha situado
te inmóvil". "CON LAS PRIMERAS LU- en la generación final de los primos que
CES" (Ed. Seix Barral, 1966, 194 pp.), obe- son los únicos que el lector llega a cono-
dece también a ese carácter y amplía no- cer profundamente; entre ellos es Eugenio
tablemente los desarrollos que tal punto de el más explorado y cercano en su agonía,
vista posibilitara en relatos anteriores. Ese inmediatamente Roberto y la prima Ma-
presente inmóvil se da, como en "Los Abo- riucha muerta en su niñez. Ya más desdi-
rígenes", o en "Cordelia", o en "La Ultima bujada, la larga serie de tías: Herminia,
Morada", o en "La Fortuna de Osear Gó- Elisa, Rosina, Rosa. Las dos primeras han
mez", pero juega también en otros planos: engendrado los dos vástagos finales de la
es, literal, físicamente, el cuerpo de Euge- familia: Roberto y Eugenio; la tercera es
nio, borracho y herido, en el patio de la una Doña Rosita la Soltera de nuestro pa-
vieja quinta, luego de la fiesta en la ca- triciado; Rosa es la madre de Mariucha.
sona familiar; es, en otro sentido, el tiem- Sintomáticamente, al nivel de esta genera-
po inmovilizado y muerto de los Escudero, ción los hombres están ausentes: niguno
el pasado que las últimas generaciones de de los primos menciona nunca a su padre,
la familia embalsamaron para sustituir al ninguna de las tías al marido. Esta ausen-
tiempo y podel,' vivir con él. La "revisión cia, que el lector no llega a percibir duran-
del pasado" no es la que ataña a un solo te la lectura, sólo se hace presente en la
personaje; es la revisión de toda la histo- novela cuando se señala el destino virginal
ria familiar. Desde el General Escudero, de Tía Rosina. Herminia, Elísa, Rosa, pa-
coronel y comandante blanco durante la recen madres por generación espontánea:
Guerra Grande, patricio de antigua estir- es un destino que hubieran elegido. Como
pe, estanciero y ciudadano, hasta sus bis- no estaba dentro de las posibilidades rea-
nietos: Eugenio, que agoniza a las puertas les, han suprimido la alternativa inesca-
de la casa donde ya no vive, y el primo pable, hasta en el recuerdo de los hijos,
Roberto, único habitante actual de la ca- con su rotunda presencia femenina. El
sona. Entre ellos, la serie progresivamente único padre mencionado en esta genera-
decadente de abuelos, tíos y padres. ción no pertenece al clan Escudero; es un
La novela está dividida en treinta y dos Galván, hermano de la madre de Eugenio,
fragmentos, sin señalamiento de partes o el padre de la prima Coco. Y los Galván
capítulos, simplemente separados por un son colorados, ateos, positivistas, herejes;
espacio en blanco. De ellos, seis correspon- viven muy lejos de la quinta, en la zona
den a la agonía de Eugenio, que abre y residencial, de las nuevas clases ascenden-
cierra el relato, vertidos en forma de mo- tes: una casa del Buceo abierta al mar, a
nólogo interior. Los demás narran la hís- las gaviotas, a los aires nuevos. Todo otro

25
1ll.p.z¡<io .<ielque los Escudero no se dan por y el diario de campaña del militar. Dentro
enterados y al que sólo Eugenio accede de este esquema caben aún calidades di-
precariamente en virtud de ese parentesco ferentes del recuerdo: el que se da en la
que Bob le reprocha como una falta. un vida consciente (p. 185 y ss. por ejemplo)
mundo al que Eugenio pertenece en parte y el que es materia para la ensoñación y
pero nunca se decide a asumir. Un mundo el sueño.
que eS ya el.mundo en que vive el país en- Tío Jaime es el ejemplar perfecto del
tero, y para. el cual la familia ha cerrado tío soltero que todos han tenido. Hijo me-
las verjas de la quinta. Ese mundo del nor mimado, trasnochador alegre, propie-
cambio y del progreso tiene hombres; la tario orgulloso de un Fanhard Levassor
familia Escudero ya no los necesita. '-de los primeros vistos en Montevideo--,
artista y bohemio como a sí mismo se lla-
La generación de los abuelos está vista ma, canta en francés canciones "zafadas"
desde un grado mayor de lejanía. Del (para decirlo con un adjetivo que podría
abuelo Lucas se recuerda vagamente su estar en boca de cualquiera de las tías),
profesión de abogado que no parece haber muere de una enfermedad inconfesable
dejado huellas en la quinta. Más clara- en un sanatorio en que lo recluye la fa-
mente, tal vez porque inició o señaló el milia. Tío Jaime es también el compendio
comíenzode la "deca", la venta de la ca- de los vicios brillantes de su "belle épo-
sa, de la calle Veinticinco, y la reforma
que". Es el más cercano al padre, el úni-
de la quinta transformada en residencia
co que lo tutea, el que recoge los recuerdos
permanente. Pero su imagen es, sobre to-
de su vida militar, el que trasmite los de
do, .la del aficionado a los gallos de riña
la estancia (Violetas), el confesor de esa
,-un tema que solo él mencionaba en la
tranquilidad austera y solitaria, virilmente
casa, que la abuela Margarita ignoraba de-
enternecida, con que el General aguarda
liberadamente-. Para los nietos, también
la muerte. Contrariamente a 10 que suce-
para el lector, el abuelo Lucas está, más
de en la generación posterior, lo femeni-
que nada, en la gallera. Pero Misia Mar-
no está excluido: la bisabuela Felipa es
garita es una presencia más fuerte: ya
apenas un nombre.
acá parece iniciarse el debilitamiento de
las .figuras masculinas. En aparente para- A ese punto de vista que gradúa la le-
doja, Misia Margarita alcanza su mayor janía del recuerdo, Martinez Moreno es
relieve en el relato de los meses de emer- rigurosamente fiel. No se permite ninguna
medad y muerte. Esto obedece a esa gra- de las trangresiones que debilitan la es-
dación con que el narrador ha trazado la tructura de "El Paredón", que están au-
figura de sus personajes: la enfermedad sentes de sus mejores relatos. Este rigor,
de la abuela está vista a través de su re- pareja, fielmente mantenido, es uno de los
lación con Mariucha; pertenece al recuer- muchos méritos de la novela: se logra sin
do de los primos que es siempre el pun- violentar en nada la narración, sin cons-
to de· vista. Es por ésto que podemos saber treñirla ni empobrecerla. Por el contrario,
tanto. del bísabuelo: el General aparece el relato tiene una fluidez, una facilidad
en el recuerdo del Tio Jaime, "hijo de su (aparente), un interés constante; el rigor
vejez", y más cercano a los niños por su del narrador sólo aparece a una lectura
edad y su carácter. Y cuando el narrador crítica. A este respecto conviene recordar-
quiera dar la figura del bisabuelo, lo hará lo que más de un crítico anotara en refe-
describiendo un óleo que lo representa. Se rencia a las primeras series de relatos de
establece así un enriquecimiento de las Martínez Moreno: la compresión de los
perspectivas sin alterar el rigor del pun- temas en los límites del cuento, la nece-
tode vista adoptado: descripción del re- sidad de que se explayaran en dimensio-
rec:uerdc)s del.Tío Jaime a través de nes mayores. "CON LA PRIMERAS LU-
de Bob, evocación de éste CES" lo confirma: a mi entender sólo "Los
su manejo. de los documentos Aborígenes" puede comparársele en esa
perfecta fusión de rigor y fluidez que sig- une a una suerte de candor, de inocencia
na el verdadero arte. recoleta..
Para Eugenio, en cambio, todo se vuel-
ve "desesperadamente inasible"; el mundO
En lo que atañe al estilo, es posible de- de los Galván, la casa de las gaviotas, la
cir qUe sigue caracterizándose por "una prima Coco; la posibilidad, soñada en la
tensión verbal inusual, y una agilidad y a adolescencia, de convertirse en otro o, aho-
veces una precisión de lenguaje, poco fre- ra que agoniza, volverse el primo Bob; ina-
cuentes" (José Pedro Díaz, "Marcha" N9 sible es la Mariucha viva de las represen-
1083, 10;11/61); ese virtuosismo verbal na-
taciones infantiles de "Corazón", la del
cido del barroquismo conceptual", escapa, beso como premio a quien ganara en la
en la novela, a los defectos que el mismo pallana; inasible la inteligencia o la ha-
Díaz señalara a propósito de "Cordelia". bilidad de Bah; literalmente inasible la
El lector es ganado sin esfuerzo por el botella de leche que podría romper, al es-
mundo y los seres de la novela; la belleza trellarse, el sueño del primo borracho.
de escritura, la calidad a veces vaga, como
en sueiíos, de la evocación, instauran un Siguiendo el plan narrativo que se ha
clima de poesía en el relato. Esto se cum- impuesto, la decadencia de la familia está
ple ahondando en la segunda vía que Díaz :vista por sus integrantes, y su misma im-
anotara al estudiar el "tema de la pérdi- potencia para impedirla se acompaña de
da" en los relatos de Martinez Moreno: la falta de lucidez para preverla o expli-
"Es el sentimiento de bienes que son de- carla. Los Escudero no ven más allá de la
sesperadamente inasibles o, más exacta- verja de la quinta ni buscan fuera expli-
mente, el sentimiento de una carencia o caciones o ayuda. Pero ese mundo de afue-
de una pérdida". "CON LAS PRIMERAS ra irrumpe algunas veces en la casa; en
LUCES" es la novela de la pérdida. Una el remate de las pertenencias familiares;
pérdida individual y colectiva, una pérdi- en los cortes que sufre el terreno para el
da en todos los niveles. La familia Escu- amanzanamiento y trazado de calles de la
dero pierde importancia social, dinero, po- zona; en el muro que Roberto alquila para
sesiones, decae en número y en fuerzas. propaganda política; en los amigotes, com-
El país pierde a una clase entera: la del pañeros de francachelas finales de los pri-
viejo patriciado del que los Escudero son mos. Estas irrupciones consentidas en la
la cifra. Bah va perdiendo progresivamen- debilidad y la impotencia, marcan distin-
te todo, desde la muerte de Mariucha has- tas etapas de la decrepitud, pero otra, más
ta la de su madre: "Y Bob debió advertir importante señala el único momento de
una vez más -como venía ocurriéndole enfrentamiento y lucha entre ambos mun-
con todos los milagros y accidentes de su dos: la Prima Coco. Huérfana reciente de
adolescencia- que se quedaba solo" (p. madre, es traída a la quinta como compa-
116). La novela ilustra el proceso de su so- ñera para los chicos luego de la muerte
ledad: muerta la prima pierde su ambigua, de Mariucha. Pero Coco "tenía una cara
tierna, enfermiza relación con ella; pierde moderna -una cara de grandes rasgos y
también la compañía, que en la competen- pocos gestos- y desde ella miraba al
cia y por el ejercicio de su poderío, le pro- mundo con una condición perturbadora de
porciona Eugenio; pierde el viejo yesero franqueza" (p. 126). Coco trae una fres-
enloquecido por su poder demoníaco. Bob cura; una libertad; una mezcla ingenua
es la figura más compleja y lograda, de ignorancias, errores, curiosidad, cono-
más fascinante de la obra. Ambiguo y te- cimientos ciertos; una dignidad y casi des-
rrible, inteligente y hábil, dominante y fachatez adolescente, que la vida de la
débil, impotente y sarcástico, tierno y aco- quinta nunca había conocido. Es la fuerza
sado, poblado de proyectos incumplidos. nueva de su clase en ascenso y de su ado-
Tiene esa fascinación del mal inmotivado lescencia sana. Eugenio encuentra, al fin,
y esa magia de la perversión cuando se un semejante, el doble vigoroso de esa par-

27
te de sí que Bob había descalificado Y es, también, miedo de volverse otro:
donde había asentado su dominio; encuen- " ... tener otra identidad y tener miedo de
tra la posibilidad soñada de ser otro: la ella, miedo de que se descubriese la su-
casa y las gaviotas frente al mar. La alian- perchería y me llevaran a un asilo de ex-
za, aunque precaria, se establece; Bob se pósitos" (p. 114). No se librará nunca de
repliega, huraño y excluído. Luego, la de- esa lucha -deseo y miedo- porque no
laCión de las lecturas secretas de la prima puede librarse de sí mismo: cumplir el de-
(Lady Chatterley) le brinda la oportunidad seo es instaurar el mIedo. Y así, la salida
de devolver los golpes y reinstaurar su de la quinta no le traerá la liberación que
prlmacía. Tía Herminia quema el libro y piensa; y la insidia de Bob, que veinte
decreta la expulsión de Coco. La escena años después frustra el casamiento con la
(p. 136-8) da lugar al enfrentamiento de prima Coco, lo librará de otra supuesta
ambos mundos y contiene, en cifra, el des- liberación. Durante su vida otros decidirán
tino futuro de los personajes. Coco, ínso- por él: Bob los papeles en las representa-
lente y digna proclama su libertad; Bob ciones; la Tía Herminia y su madre, la
lUcha entre varias perplejidades, la con- salida de la quinta; Coco, el cUidado de su
ciencia de su debilidad, y el ultraje de la convalecencia post-operatoria y el mismo
prlIDa cuando trata de arrebatarle los planeado casamiento; luego, otra vez Bob,
restos del libro quemado; finalmente se el naufragio del proyecto. Lo único que él
repliega y reencuentra la seguridad que provoca realmente es esa muerte estúpida
le proporciona su pertenencia al mundo de "Lastimado por querer escaparme sin sen··
la quinta. Y Eugenio "o .. contemplaba la tido, por querer fugarme sin que nadie me
persiguiera" (p. 114).
escena, inequívocamente se abstendría de
intervenir. El también de algún modo neu-
tralizante, pertenecía al clan de los Gal- "CON LAS PRIMERAS LUCES" es la no-
ván" (p. 136). Es sobre todo, esa neutrali- vela de la pérdida pero es, también, un
dad lo que signa el carácter del persona- "viaje a la semilla" y, por tanto, la his-
je. Pero una neutralidad que es impoten- toria de una recuperación. Martínez More-
cia para actuar y decidir: es en su propia no novelista recupera una vasta zona del
alma que la lucha entre Bob y Coco se es- pasado y de la vida nacional. En este sen-
tablece. Eugenio vivirá permanentemente tido el libro me parece anunciado ya en
tironeando entre ambas fuerzas. Por eso "El Paredón"; Julio Calodoro está escri-
en la casa del mar soñará con ser otro: biendo un libro sobre su generación y sobre
eliminar lo que hay en él de la quinta, de sí mismo, y de pronto: "pensaba con arre-
los Escudero; y luego, agonizando, imagi- pentimiento en la posibilidad de haber em-
nará ser Bob para evitarse la muerte. pezado por otro: un libro sobre sus padres,
Pero no ha podido decidirse nunca a la sobre la infancia, sobre la vieja casa, so-
renuncia de una parte de su ser. "Bueno, bre todo aquel mundo sinlple -estólido y
soy él y duermo, pero si soy él tengo que honesto -en el que se había criado, so-
serlo en todo, es el precio de no desan- bre aquel estilo de vida, menos subyugante
grarme y morir" (p. 111) ... "muchas veces pero más aplomado y noble que el que sen-
pensé en la infancia que si yo quisiera, tía tener como hombre, haberse construído
que si yo hiciese el esfuerzo podría ser para sí. Había una visible diferencia entre
otro, otro a partir del punto mismo en que la arquitectura sosegada y tradicional que
me imaginaba el cambio" (p. 11-2)... "Me hacía el hogar de su niñez y esta absurda
tendría que cambiar por él en todas esas torsión fisica del estilo de hoy .. o" (po 30).
rarezas. .. pero no he renunciado a las "CON LAS PRIMERAS LUCES" es, de al-
mismas partes que ahora más me duelen, gún modo ese libro posible pensado por el
no quiero renunciar" (p. 113). Eugenio es- protagonista de la primera novela Ca este
tá tan atado a las dos fuerzas que poseen respecto hay que recordar ese motivo re-
su alma que ese deseo mágico de ser otro currente en Martínez Moreno de que sus

28
personajes escriban o proyecten escribir li- la imagen de la mirada también ha sido
bros. Es el caso de Caladora, de primitivo apuntada por Rodríguez Monegal en nume-
Cortés en "Los Aborígenes", del mismo rosos relatos (p. 276-7).
Roberto en esta novela: (p. 46 Y 120). Pero Pero es en la infancia de los primos
el aplomo, la nobleza, la honestidad entre- donde cabe hallar las zonas más dolorosas
vista antes, revelarán tras sí una verdad y entenebrecidas del pasado. Tanto más te-
hecha de hipocresía y de maldad, de im- rribles porque de la infancia sólo se rela-
piedad y egoísmo, de impotencia y sufri- tan los juegos y la muerte de Mariucha.
miento. Rodríguez Monegal ("Literatura Los juegos de los niños encierran toda la
Uruguaya del medio siglo" p. 273-275) ha infancia y éste a la vida entera: por eso
puesto de relieve la importancia de esa el narrador se ocupa casi exclusivamente
vuelta al pasado de los seres de Martínez de los primeros. De la juventud de los pri-
Moreno, que en su infancia, "repertorio mos no sabemos nada; de su adolescen-
simbólico de la vida entera", "rescatan la cia muy poco. Los retomará adultos la no-
clave de una vida"; "en ella están la simu- che de la fiesta y volveremos a "la vieja
lación, la violencia, la muerte, como anti- boca aniñada del viejo Bob" (p. 178), a
cipos de esa otra corrupción fatal que es las mismas tensiones y angustias entre los
la vida". Así sucede también en esta se- primos: a la infancia en una versíón de-
gunda novela. El pasado colectivo de la fa- gradada, ridícula, asqueante. Sólo Eugenío,
milia es una historia de impotencia y falso en los monólogos de la agonía, parece por
orgullo, de hipocresía para los vivos e im- momentos reconocerse y asumirse en su
piedad para los muertos. (Este último ca- verdad, y ésto sólo le es posible a través
rácter, largamente ilustrado en la novela del recuerdo. De la vida adulta anterior a
<p. 84 y ss.) tiene un claro antecedente en este momento el narrador rescata dos ins-
"La Ultima Morada": ... "cuando la madre tancias: una es la operación de Eugenio
estaba muerta y las criadas entraban a la que pretexta el reencuentro con la prima
cocina y salían de allí con una premura de- Coco. Un reencuentro que le certifica dos
vorada y silenciosa, trajinando tisanas y certidumbres contradictorias: el mundo
café, golpeteando los pocillos mellados para adulto ha impuesto a Coco sus formas de
ahuyentar toda la lóbrega servidumbre de corrupción: convencionalismo, vulgaridad,
muerte que se había aposentado en patios, peor aún, ha anulado hasta el recuerdo de
piezas y corredores, y simulando que un aquel ser libre y franco que fue. Por eso
cuidado solícito por los vivos... podía dis- "todo era un equívoco absurdo. Había ocu-
traerlas de todo" (p. 40). El pasado perso- rrido con veinte años de retraso, a veinte
nal de los Escudero revela las mismas zo- años del día en que realmente lo hubiera
nas negras: desde el propio General, que deseado. Y había sucedido con una mujer
al tiempo de intercambiar cortesías con los ajena a aquella adolescente de pelo corto
jefes enemigos, fusila a uno de sus solda- a quien deseara, insolidaria con ella en
dus por el robo de cinco botellas de vino. ideas y recuerdos" (p. 173). Pero además
Es este mismo antepasado hacia el cual se Eugenio certifica su pertenencia a la in-
vuelven las últimas generaciones en busca fancia, a Bob, a la quinta, cuando parti-
de una suerte de protección, de seguridad cipa al primo la resolución del casamiento
para la vida actual; de alimento' para el y la insidia de éste frustra los planes. En
orgullo de patricios; de juicio y compren- verdad, oscuramente buscaba en el anti-
sión para sus actos. Desde el retrato ecues- guo, seguro dominio de Bob, seguir perte-
tre su mirada planea sobre los descendien- neciéndole.
tes: 'El General Escudero mira desde lo al- La otra circunstancia de la vida adulta
to. " La mirada del óleo es lo real y pre- es la muerte de Tía Herminia. Es el últi-
sente ... Los ojos están vivos y son azu- mo paso para la soledad de Bob, para la
les. .. La mirada es la zona indemne de ese autocompasión y la desesperanza. Es la
rostro, lo que una muerte real no puede asunción definitiva de esa soledad elegida
haber cerrado" (p. 13-4). La recurrencia de en la infancia.

29
Los juegos infantiles tienen una larga yesero; en los juegos terribles de la infan-
tradición en la narrativa de Martinez Mo- cia, en los no menos terribles juegos pos-
reno. Así, en "El Paredón" hay extensas teriores. Por su parte Eugenio; más normal,
recreaciones de dos de ellos: la "muerte de más sano, brillante y agudo en sensibilidad
las botellas" y la cometa. El primero es e inteligencia, es obligado a minimizarse en
caracterizado como: un juego ensimismado las representaciones: es derrotado en la
y fastuoso. Se entregaban a él con una pallana y en los besos de Mariucha. La
obstinación cerrada, con una voluntad de prima morirá escenificando cuidadosamen-
sufrimiento que era en ellos una forma de te su habitación de enferma. Eugenio y
ejercicio, de aprendizaje del dolor verdade- Bob continuarán sus vidas según el mismo
ro" (p. 35). Los recuerdos de "Los días esquema prefigurado en la representación
escolares" y de "Los sueños buscan el ma- y en la pallana.
yor peligro" proveen las dos fuentes para En ese doble viaje simultáneo a la si-
los juegos en esta novela. En el primer re- miente familiar y al paraiso perdido de
lato es la evocación de la lectura escolar la infancia, el narrador ha descubierto el
de "Corazón" de D'Amicis (p. 24 Y ss.), en Mal, pero ha recuperado, también, zonas
el segundo es el personaje que adopta el menos lóbregas. y ha logrado, más que
protagonista (p. 9 Yss.) para representarse nada, configurar todo un mundo bello' y
a. sí mismo, para divertir a unos y hostili- verdadero.
zar a otros. En la novela el juego funda- Podrían señalarse algunos reparos meno-
mental de los primos es la teatralización res. En especial, los momentos de la fiesta
de los cuentos de D'Amicis. En las repre- me parecen menos logrados. Hay, sí, esa at-
sentaciones Mariucha es ella misma exa- mósfera aplastante de la mediocridad y la
cerbada, alcanza el paroxismo de un his- borrachera, pero los amigos de los primos
trionismo natural, se sobre-actúa. Bob resultan figuras un tanto desdibujadas;
mima con regodeo su solicitud por la prima sólo el "gordo" Narváez ofrece cierta con-
y ocupa frente a Eugenio un indiscutido, sistencia. La relación entre Bob y Saquie-
apenas resistido puesto de comando; pero res sólo se hace presente en la ambigüe-
sobre todo representa, asume una condi- dad de las reflexiones de Eugenio, pero no
cíón que no tiene y que querría para sí: en lo que surja del enfrentamiento entre
"Bob había sido siempre un muchacho ambos. Es justo subrayar que ésto no afec-
frágil y retraído, jamás un justiciero de ta al interés creciente con que se lee la
patios escolares. La sublimación de esta obra, ni al alto nivel de calidad de su es-
escena lo transportaba" (p. 38). Este soli- critura.
tario compensa su debilidad y sus caren- A mi juicio, esta novela sitúa firmemen-
cias con el dominio que logra sobre dos te a Martínez Moreno en un primer plano
seres más débiles que él: el primo y el de la narrativa nacional y latinoamericana.

30
Raúl Zafforoni

Depuso por el impresionismo


Caminando Francia sin apuro, recorrien- pone. Comprobamos que Rousseau es vigo-
do su elaborada superficie, algo nos indu- roso, -aunque su averiguación apenas so-
ce a repasar un capítulo de la historia del brepasa lo puramente vegetaI-, porque es
arte que, aunque a primera vista aparece sincero, porque desprecia el artefacto me-
como superado, en realidad es el que ini- tódico del academismo. Para él, para ellos,
cia la profunda ruptura con la tradición el árbol y la tierra aparecen con una au-
renacentista que todavía estamos viviendo. toridad entera; revitalizan el arte con la
La cuestión surge de un modo simple y energía de un paisaje verídico, directo, ac-
es el propio paisaje el que solicita nuestra tivo. La lucha de estos pintores fue contra
respuesta: ¿en cuánto se comprometieron 10 falso, 10 frío, 10 muerto. Contra la su-
con éste, su contorno inmediato, los pinto- premacía de un oficio inútil; contra el en-
res del sigIo pasado? ¿en qué momento la cierro en Ias escuelas de pintura. Desde
naturaleza exterior empieza a ser insufi- ahora, en rápido proceso, empieza a perder
ciente? Tenemos el testimonio de su obra; prestigio y sentido aquello de "saber pin-

..
tratemos ahora -en la medida en que po- tar".
damos compartir la inquietud que los sacu-
dió- de respondernos. ,..

••• En seguida nos acercamos a Barbizon,


en la linde del bosque. Aquí están los árbo-
Buscando el mismo estímulo, aquél que les grises de Corot, el viejo Corot que se
le dictara sus obras a Dupré, a Daucigny, instalaba al amanecer para sorprender la
a Díaz de la Peña, a Rousseau con más cla- bruma. Aquí está su pincelada libre.
ridad, y midiendo, hasta donde hoy se pue- Del otro lado del pueblo cotejamos a
da, el propósito de estos artistas, llegamos Millet; a sus personajes de salud conside-
al bosque de Fontainebleau. Asumimos rabIe. j Qué bien le hace a Millet, a sus
pues la misma actitud del pintor; la con- rústicos sinceros y al arte, el aire de cam-
tempIación de una naturaleza sin corregir, po! Millet supo, sabe otorgar a estos sur-
sin rigor ni academia. cos extensos el misterio que ellos tienen.
Nos rodean las viejas encinas, las ramas Mira este campo y este trabajo; él sabe
tortuosas de los robles y este suelo blando por él mismo que es duro. Y escribe en es-
y de antigua humedad. Estamos envueltos tos renglones de la tierra su amor vigoroso,
en su misma sombra rojiza. Estamos junto~ duro, ap.:retado: pero no 10 dice ni lo cuen-
a estos claros del bosque, aquellos charcos, ta, sino que 10 da, 10 expresa plásticamen-
a los bordes de aquella vegetación, a este te. Millet pinta con lealtad Ia lentitud y
ganado solitario. Nos consta que la densa la fatiga; la pinta con este mismo color
emoción que aquí crece fue formulada pie- apagado, grave, terroso que ella tiene.
,ricamente, con fidelidad, sin descripción. En estas cercanías tenemos pues al al-
Aquí abre la pintura, hace poco más de cance de la mano, dos maestros de 10 co-
cien años, su diálogo con Ia naturaleza, diá- tidiano. Los dos pintores que destierran 10
logo que concluiría no mucho después y solemne del arte. Millet el de la faena hu-
luego de asimilada la lección que de ella miIde y Corot el de la humilde poesía.
surge. En este bosque espeso, desierto y de Ambos operan frente a este entorno; am-
fuerte silencio, el pintor sale y mira por bos obtienen lo pictórico y desprecian lo
primera vez la vida, se nutre de ella, per- literario como residuo.
cibe con claridad lo que el paisaje le pro-

31
Volvemos con el recuerdo a Rousseau, colores complementarios que de ella se ob-
recién vivido, y advertimos que frente a él, tuvo, reside el principio de la nueva pin-
Corot transita ya -por el camino de esta tura. Hoy admiramos la audacia de aque-
libertad que acabamos de inaugurar- un llos artistas que bocetaron y so pretexto de
trecho significativo. Mientras Rousseau, si árbol u horizonte constituyeron a la propia
bien no narra, se adhiere minuciosamente pintura en protagonista del cuadro.
a la naturaleza, Corot nos la da más resu- Los impre$ionistas no se ocuparon de
mida. Mientras Rousseau dialoga en alta teorías; pintaron lo que vieron pero supie-
voz con el paisaje, Corot sólo lo escucha. ron mirar. Monet, Pisarro, Sisley tuvieron
Es que Rousseau ama al árbol por el fo- una visión minuciosa y tierna. Estrecharon
llaje y se ciñe a él. Corot lo quiere por vínculos con el paisaje a través de sus sen-
el valor plástico y le ajusta con rara ur- tidos. Esa observación directa de la reali-
gencia una materia leve. Podemos decir, dad primaria, esa estética un poco silves-
extremando la expresión, que Rousseau es tre y de luminosidad vital, nos díce de qué
ante todo un botánico apasionado y Corot, manera el arte pregunta y hasta dónde res-
antes que nada, un pintor. ponde la pura naturaleza. Asi como vimos
aquella bruma que pintaba Corot, la copa
... ... ... de los árboles, transparente -tal vez vimos
la brisa porque Corot se inicia en la pin-
Llegando a París un sol frío cae sobre tura del aire aunque no adivina su color-
el humo y la humedad, da contra el pavi- también observamos ahora y se abre ante
mento de sus calles y se deshace en el aire. nuestros ojos, otra etapa de la eclosión de
Avenue de l'Opéra, Gare Sto Lazare, todo las artes del siglo diecinueve: la división
esto puede verdaderamente amarse con sen- del color, la pintura atmosférica.
sualidad. Alrededores de París, riberas del La naturaleza cumple su compromiso
Sena, Argenteuil, Morley, por este mapa con los impresionistas y el limite de la
de Francia corrió entonces un caudal de sutileza, el más agudo punto de observación
pintores nuevos y este mapa nos recibe aho- de pintor, lo cumple Monet. ¿Qué son si no
ra con aquel mismo paisaje coherente y de esas catedrales sumergidas en un aire te-
sombras claras. Aquí, cada año la prima- nue, qué es ese aire dado en tan grueso
vera trae consigo un impresionismo joven empaste, que está ahí, interponiendo su
y de atmósfera húmeda; trae un aire vi- presencia dorada?
brante; trae el júbilo de una naturaleza que
sigue festejando año a año el aniversario
... ... ...
de su encuentro con la pintura. Hoy no
Recorremos la Provence. Aquí en el "Mi-
podemos ver estos lugares sin proponerles
una fragmentación de la pincelada; hoy di" y ante una primavera que se ha hecho
no podemos verlos sin recibir esa sensación ajena e inútil, el arte empieza a hacerle
ya estrenada. Comprobamos que la descom- adiós con leí¡ mano a aquella atmósfera
posición del color la inicia la atmósfera; fluída, a este aire lleno de color.
cada día de sol y alguien pinta los Monet y Aparece a la izquierda un campamento
gitano, pero el aire no es tan verde. Lle-
los Pisarro en el aire.
gando al sur, cerca de Arlés, se ve un
Estos pintores amaron con sensualidad, puente pintado por Van Gogh. Pero el cielo
amaron la luz y por sobre todo, amaron la no es tan furioso ni la madera tan amarilla;
pintura. Y este exterior les dio la libertad, ni los yuyos son despeinados con tanta vio-
el cuadro sin compromiso, sin composi- lencia. A Van Gogh, según cuenta en sus
ción. Sacaron el caballete al pleno aire cartas, le había asombrado la limpidez de
(valga) y se pusieron cara a cara a la emo- esta atmósfera. Pero Van Gogh somete la
ción, pero a una nueva emoción: la de fijar realidad objetíva a las necesidades de la
todo matiz de color que se interpusiera en- expresión y no pinta la naturaleza sino que
tre ellos y los objetos del paisaje. pinta su asombro. Pinta un asombro de
En la observación de esta atmósfera lle- pincelada urgente; pinta su sorpresa ama-
na de vibraciones, en la intuición de los rilla; el estupor azul violento; pinta vér-

32
tigo, ansiedad. El trigo aquí es amarillo y ella, su desenlace; encontramos al artista
joven pero no tiritante de miedo. Van Gogh en retirada del mundo exterior; sumergido
teme a la muerte, por eso decide ir en su en el abismo de su propio mundo. Los pri-
busca. Piensa en ella frente al trigo y al meros son los que inician, sin saberlo, los
árbol. Aquí está para probarTo esa luna segundos los que deciden, a conciencia ple-
feroz, ese tenebroso ciprés que pone -de- na, la ruptura con aquella tradición pic-
ja- en sus paisajes delirantes. tórica.
Más adelante, en una vuelta del camino, Con los impresionistas el arte abando-
cerca de Aix, aparece al frente la monta- naba ya el objeto para ocuparse de la im-
ña Saintl-Victoire; aparece recortada en un presión que los objetos provocan en el su-
cielo claro, pero sin aquel deseo de orden jeto. Con Van Gogh y Cézanne el arte se
que tiene en las versiones que nos dejó vuelca definitivamente al sujeto, el arte
Cézanne. Vemos que Cézanne, con la mis- se humaniza.
ma prudencia geométrica que para todo tu-
vo, equilibró este paisaje (el ángulo de su * * *
Misa dominical, las horizontales de su vida
monótona, los volúmenes de su carácter Pero este paisaje va aún más lejos en
irascible, el equilibrio de su vida sin amor). su lección ya que por sí mismo nos señala
Cézanne tantea el esqueleto de la natura- los dos caminos por los que el artista re-
leza, su estructura ideal. Cézanne organiza. chaza su elocuencia. La naturaleza exte-
Busca un mundo en el que la forma esté rior puede ser superada por la expresividad
regida y el color ordenado. Dota al paisaje como lo intenta Van Gogh o puede ser co-
de la solidez de la razón. Y ese paisaje en- rregida por el raciocinio como lo decide
tonces no aparece demasiado singular. Cé- Cézanne. Van Gogh pinta una naturaleza
zanne lo hace tipo, lo hace durable, le da exagerada, la obliga a dar más; Cézanne la
estructura universal. Hasta reparte 'de nue- da contenida, la repliega a su estructura
vo la dureza de los elementos y concede íntima. A Van Gogh la naturaleza no le
igual consistencia plástica al aire que al ár- alcanza; a Cézanne le excede, se le des-
bol. borda de sus esquemas. Van Gogh le exige
Evidentemente y cada uno por su lado, mayor expresividad; Cézanne la reduce a
Van Gogh y Cézanne denuncian el pacto. sus ¡ormas primarias. Uno le asigna tiem-
El repaso geográfico nos ilustra y nos guía po; el otro la inicia en la atemporalidad,
en ese sentido. Comprobamos que los dos la inscribe en el espacio.
se desprenden de una realidad exterior pa-
De Van Gogh derivan todas las artes de
ra superarla. Documentamos ese margen:
la existencia; todas las que tienen que ver
sus obras apenas se comprometen ~on este
con la emoción incontenida, con la pro-
contorno.
testa, con el drama del hombre. Cézanne
nos conduce a todos los supuestos del ra-
* * * ciocinio y la pura geometría.
Hemos visto antes en Monet, en Pisarro, Por primera vez en su historia aparecen
en Sisley, la naturaleza, mejor dicho, el definidas y distantes, aunque a veces con-
paisaje, aceptado. Pero el diálogo concluye. jugadas, las dos grandes vertientes por las
Ahora vemos en Van Gogh y Cézanne el que correrá el arte: el caudal de la su-
paisaje vencido. Los primeros ajustan su premacía expresiva y la línea del predo-
observación; los segundos se desinteresan minio conceptual. La expresión desde Van
de expresar sensaciones; sienten necesidad Gogh se llamará fauve, expresionismo, pin-
de ahondar la mera impresión, el simple tura de acción, informalismo, pop-art, neo-
dictado de los sentidos. En los primeros dadísmo o lo que sea. La reflexión: cubis-
encontramos al Impresionismo propiamen- mo, neo~plasticismo, arte concreto, espacia-
te dicho, en conformidad con la naturale- lismo, sistema serial, estructura de repti-
za; en los segundos, en disconformidad con ción, op-art o lo que venga.
Stephen Spender

Dos poemas
(Versión española de Dardo Cúneo)

1
Pienso constantemente en aquellos que fueron en
verdad grandes.
Aquellos que, desde la caverna, registraron la historia
del alma
a través de corredores de luz donde las horas son soles
infinitos y musicales. Aquellos cuya apasionada ambición
fue que sus labios, todavía tocados por el fuego,
revelaran al Espíritu arropado totalmente en cantos.
y que retuvieron desde las ramas de la primavera
los deseos que caían como capullos a través de sus
cuerpos.
Que es precioso no olvidar nunca
la esencial delicia de la sangre vertida desde primaveras
sin edades
abriendo camino entre las rocas en mundos anteriores al
nuestro.
Nunca negar su gozo en la elemental mañana luminosa
ni su honda solicitud de amor en el atardecer.
Jamás consentir que, entre ruido y niebla, poco a poco,
se pacte la muerte del espíritu que florece.

Cerca de la nieve, cerca del sol, en los más altos campos


ved cómo celebran estos nombres las mareas de hierbas
y los gallardetes de blanca nube
y los rumores del viento en cielo alerta.
Los nombres de aquellos que en sus vidas lucharon por
la vida
y que llevaron a su corazón el centro del fuego.
Hijos del sol, marcharon en corta jornada hacia el sol
y en el intenso aire dejaron la rúbrica de sus honras.
II
Oh hombres jóvenes oh jóvenes camaradas
es ya demasiado tarde para permanecer en aquellas casas
que vuestros padres levantaron y donde os procrearon
para que siguieráis empacando
moneda sobre moneda es demasiado tarde
para ello o aún para referir lo que ha sido hecho.
Referid más bien aquellas fabulosas posesiones
que comienzan con vuestro cuerpo Y vuestra encendida
alma:
los cabellos sobre la frente los músculos extendiéndose
en líneas con sus lagos a través de vueStros miembros.
Referid vuestros ojos como joyas y vuestro preciado
sexo
entonces referid el sol y la innumerable luz acuñada
centelleando sobre las olas y estrellada bajo los árboles.
Es demasiado tarde para permanecer en las grandes
casas donde los fantasmas están prisioneros
-aquellas mujeres como perfectas moscas de ámbar
aquellos financieros como fósiles con huesos de carbón.
Oh camaradas, erguíos bellamente desde el sólido muro
avanzad para reconstruir y soñar fraternalmente sobre la
colina
avanzad hacia la rebelión y recordad que lo que vosotros
tenéis
ningún fantasma jamás tuvo, tapiado en la sala.
Alejandro Pizarnik

Pequeños poemas en prosa

Como una voz


Como una voz no lejos de la noche arde el fuego más éxacto. Sin piel
ni huesos andan los animales por el .bosque hecho cenizas, Una. vez el canto
de un sólo pájaro te había aproximado al calor más agudo. Mq,res y diademas,
mares y serpientes. Por favor, mira cómo la pequeña calavera de perro sus-
pendida del cielo mso pintado de azul se balancea con hojas secas que danzan
en torno de ella, Grietas y agujeros en mi persona escapada de Un incendio.
Escribir es buscar en el tumulto de los quemados el hueso del brlIzo que co-
rresponda al hueso de la pierna. Miserable mixtura. Yo restq,uro, yo recons-
truyo, yo ando así de 7'odeada de muerte. Esto es sin gracia:' sin aureola, sin
t7'egua. Yeso. voz, esa elegía a una causa primera: un grito, un soplo, un res-
piral' entre dioses. Yo relato. mi víspera. ¿Y qué puedes tú.? Sales de tu guarida
y no entiendes. VtLelves a ella y ya no importa entender o no. Vuelves a salir
y no entiendes. No hay por donde 7:espimr y ~ú. hablas del soplo de los dioses,

La consagracIÓn. de . Ia .InOCenCIa.
Si de pronto.unapintuia se anima y el mancebo que miras .. ardientemente
extiende una mano y te invita a permanecer a su lado en .la terrible dicha de
ser un objeto a mirar y a admirar. No (dije), para ser dos hay que ser dis-
tintos. Yo estoy fuera dél marco pero el deseo
de of7'endarse es Ú mismo.
Briznas, mundo en añicos, muñecos sin cabeza, yo me llamo, yo me llamo
toda la noche. Y en mi sueño un ca1'7'omato de circo lleno de corsarios muertos
en sus ataúdes. Un momento antes, con bellísimos atavíos y parches negros en
el ojo, los capitantes saltaban de un be7'gantin a otro, como olas, hermosos como
soles.
De manera que soñé capitanes y ataúdes de colores deliciosos y ahora ten-
go miedo a causa de todas las cosas que guardo, no un cofre de piratas, no un
tesoro bien enterrado, sino cuántas cosas en movimiento, cuántas pequeñas fi-
guras azules y doradas gesticulan y danzan (pero decir no dicen), y luego está
el espacio negro -déjate caer, déjate caer-, umbral de la más alta inocencia
o tal vez tan sólo de la locura. Comprendo mi miedo a una rebelión de las
pequeñas figums azules y doradas. Alma partida, alma compartida, he vagado
y errado tanto para fundar uniones con el doncel pintado en tanto que objeto
a contemplar, y no obstante, luego de analizar los colores y las formas me en-
contré haciendo el amor con un mancebo viviente en el mismo momento que el
del cuadro se desnudaba y me poseía detrás de mis párpados cerrados.
El hermoso delirio
Si vieras a la que sin tí due1"me en un jardín en ruinas en la memoria.
Allí yo, eb1·ia de mil muertes, hablo de mí conmigo sólo por saber si es verdad
que estoy debajo de la hierba. No sé los nombres. ¿A quién le dirás que no
sabes? Te deseas otra. La otra que eres se desea otra. Paisaje de serpientes y
ruedas. ¿Qué pasa en la verde alameda? Pasa que no es verde y ni siquiera
hay una alameda. Y ahora juegas a ser esclava para ocultar tu corona ¿otorgada
por quién? ¿quién te ha ungido? ¿quién te ha consagrado? el invisible pueblo
de la memoria más vieja. Perdida por propio designio, has renunciado a tu
reino por las cenizas. Quien te hace doler te recuerda antiguos homenajes" No
obstante, lloras funestamente y evocas tu locura y hasta quisieras extraerla de
tí como si fuese una piedra, a ella, tu solo privilegio. En un muro blanco dibu-
jas las alegorías del reposo, y es siempre una 1·eina loca que yace bajo la luna
sobre la dulce hierba del viejo jardín. Pero no hables de los jardines, no ha-
bles de la luna, no hables de la 1"Osa, no habLes del mar. Habla de lo que sabes.
Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada,
habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respira-
ción, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso
a que me obligo. Oh habla del silencio.

Las promesas de la mÚSIca


Detrás de un muro blanco la variedad graciosa del arco iris. La muñeca
en su jaula está haciendo el otoño. Es el despe1·ta1" a las ofrendas. Un jardín
recién creado, un llanto detrás de la música. Y que suene siempre, así nadie
asistirá al movimiento del nacimiento, a la mímica de las ofrendas, al discurso
de aquella que soy anudada a esta silenciosa que también soy. Y que de mí
no quede más que la alegría de quien pidió entrar y le fue concedido. En la
música, es la alegría, es la muerte, lo que yo quise decir en noches variadas
como los preciosos colores del bosque.

37
Jesús C. Guiral

ALHUCEMA (Cuento)

Estaba la· fragancia de la alhucema. Dos de carne entre sus piernas que da vida a
generaciones atrás. "Espliego", decía tu ma- otros seres.
dre. Y a ella ya no le gustaba. En cambio Unos segundos antes te hubieras reído
las ;:;émillas humeaban sobre el brasero, no- de sus palabras. Ahora, sin embargo, sus
che tras noche. "Alhucema", afirmaba, ter- labios te infundieron un respeto Íntimo.
ca, tu abuela. Y su mano esparcía las gra- -Ekue sólo quiere verdaderos machos.
nitos vercligrises sobre ras brasas. La hu- La Appapá Efí era sólo para hombres pro-
mareda crujiente. Y el aire sahumado de bados. Yo soy la única -la única- mujer
mil y una noches de antepasados, tal vez. que ha podido llegar al Fundamento. Por-
¿Por qué no al-Natili, al-Husayn, al-Hasan, que la Voz lo quiso. Solamente porque la
al-Dawlat Abu Yahafar? ¿Por qué no? Voz lo quiso. Y tal vez porque Ekue mis-
La mujer te sonreía un tibio perfume le- mo había señalado este encuentro ya desde
jano de algo que te esforzabas en localizar. los tres tiempos anteriores.
Mientras, a través de la mesita, ardían sus Se te hundía el suave estremecer de sus
manos, sus uñas rosadas, ante tus ojos. Te rabias en el cuerpo. La oscuridad te había
atraía el denso, exótico arrastrar abierto apresado poca a poco. Tal vez se había
de las vocales, aún no desgastado del todo levantada en algún momento. Tal vez mien-
en su acento persuasivo. tras hablaba se había movido y había ce-
-Mi hombre fue plaza. El que más se rrado las ventanas. Te sentabas allí y veías
destacaba entre ros de su potencia. Ni él sólo sus labios. Ni siquiera, como al prin-
ni yo conocimos los nuevos tiempas de la cipio, mirabas ya con interés su cuerpo
isla. Ekue lo llamó pronto. Por el cincuen- todavía deseable. Ni te excitaba la imagi-
ta y tres sería. Yo me vine con la Rosa nación la comparación que te habías repe-
y el Efraín en el cincuenta y cuatro. El tido antes, cuando la viste por primera vez:
Efraín me duró dos meses. Usted se le pa- "lo que será la Rosa". Seguías sólo a sus
rece a mi hombre .En la altura y en la voz, labios. Fosforescentes, inquietos en el ne-
por lo menos. gror.
Los pliegues amarillentos bajo los Oj03 Luego oliste el silencio. Y las ascuas ce-
se le distendieron al achicar las pupilas, reza.
concentrada en tu rostro. Aparecidas en aquel pebetera, sobre el
trípode.
-¿Está seguro de que quiere?
Los labios susurraron. Otra presencia
Ahí comenzaste a dudar. ¿Estabas tan aromatizó a tus espaldas el mismo ilocali-
seguro como pensabas cliez minutos antes? zable tibio perfume de la mujer. Los labios
Te responclió la inercia de tu propio deseo. cortaron tu impulso.
-Si cree usted que se puede ... -¡No se vuelva ahora! De pie.
-Se puede, hijo; se puede. El mal en tu Obedeciste. Los labios salmodiaron en
caso es el haber llamado a atras puertas. súplica.
No hay nada que enfurezca más a ra Voz -¡Sikán!
que el desvía en esto. Esa mezcla sin res- Y a tu espalda el aliento ardiente de la
peto de religión y hechicería que frecuen- presencia deslizó en tu nuca er eco:
tan por aquí. Ekue lo quiere todo del hom- -¡Oh, Sikán!
bre. Todo. Lo que se piensa, lo que se dice, -¡Iremes!
lo que se hace, lo que se siente. El cora- -jOh, Iremes!
zón, ra lengua, la cabeza, los ojos, las pier- La nueva voz te acercaba un timbre más
nas, los miembros. Sobre todo el pedazo joven, más acariciador. La piel de tu cue-

38
110 se erizaba en la proximidad de la otra incierto y remoto que, desde el prínclplO,
piel. te había atraído, estaba en la piel, en el
-Venid y ayudadlo a que encuentre a cuerpo de la mujer; en el de la presencia.
Tanze. En el eco de los labios a tu espalda. En tu
- ... a Tanze. propia sangre. La alegría del descubrimien-
-La Voz del único Fundamento. to te distrajo de los movimientos de la mu-
- ... Fundamento. jer. Extendía sus dos manos hacia tu lu-
El callar de la mujer crecía un súbito he- gar y adoctrinaba, exacta.
dor desde las brasas. Desmentido tan sólo -Ekobio quiere decir hermano. Y nun-
por aquel agradable vaho humano de la ca habrás de olvidarlo. Ekue te acepta. Ha-
presencia a tu espalda. brás de cerrar tus ojos para la ofrenda.
Al prender las dos velas la mujer an- Ningún movimiento de tu cuerpo.
gulizaba frente a tu pecho las formas de Sentiste el contacto de la presencía a tu
su cuerpo. Te pareció más vieja. La mujer espalda. EL abrazo de un fi1'me cuerpo des-
se arrodilló sobre el piso. Con una tiza nudo de mujer. Y aquellas manos que se
blanca trazó aquellas seguras líneas. deslizaban lentas, inolvidables desde tu pe-
Como un ocho cortado por un triángulo. Y cho hasta tu cintura, hasta tu sexo. Y allí
el triángulo, a su vez, encerrado en un se detenían, cálidas, sin titubeos. Repri-
círculo. Entonó, de nuevo. miste el suplicio de volverte y abrazar en
-Blanco de muerte. retorno. Cuando te ordenaron abrir los ojos
- ... de muerte. sólo la mujer al frente te sonreía, cómpli-
-Blanco de olvido. ce. Volviste los ojos. El pervadiente per-
- ... de olvido. fume de alhucema borraba toda huella de
-Anaforuana desaparecido. presencia. Sólo la mujer te abrazó ahora,
- ... desaparecido. maternal.
y la mujer borró de una sola vez con -Ya es Ekobio, hijo. El único Abakuá
la palma de su mano derecha el perfecto en este país. Tenga esto. Lo va a necesitar.
Anaforuana. En su mano izquierda el pe- Guardaste el papel y la llave en el bol-
dazo de tiza amarilla diagramaba ya el sillo sin darle mucha importancia. ¿Dónde
mismo dibujo anterior. La contemplaste ab- estaba la otra mujer? ¿El cuerpo joven,
sorto. esperado?
-Línea desnuda. -Rosa está muy sola -se sonríó-. Des-
- ... desnuda. de ahora, ésta es su casa.
-Línea querida. Tenías que salir, a pesar de todo. A eso
- ... querida. habías venido. A enfrentarte al mundo en
-Anaforuana que te da la vida. un ser nuevo. Eso habías querído. Eso ha-
-¡Anaforuana que te da la vida! bías perseguido en tus sueños, en tus vi-
No fue ilusión. Resonó con júbilo el eco sitas a otros submundos de 10 semicono-
a tu espalda. Casi como un beso en la piel. cido.
No te dio tiempo a reaccionar. Pero te sorprendió el sol en la calle. El
-¡Quieto, todavía! nunca percibido hedor del aire. Los rostros
Pero esta vez la orden -deliciosa orden y las casas desiguales, nunca vistos. ¿En
perfumada- había partido de atrás. qué país, en qué lugar? Una ciudad que
Ya de pie, la mujer prendió dos velas jamás habías visitado. Los ómnibus de aje-
más. no gris. Curva de Marañas, Aduana, de-
-Ñáñigo, ñáñigo. Ekobio efik, Akapñá- cían. ¿Dónde? ¿Dónde y cómo? Caminaste
tiko. unos pasos vacilantes, perdidos. La gente
Y entonces se abrió ante tus ojos la hu- que pasaba a tu lado hablaba tu propia len-
mareda. La humareda infantil. La mujer gua. Tal vez con un marcado acento más
había arrojado las semillas sobre el fuego. rápido. Pero entendias. El quiosco de dia-
Aspiraste hondo la espesa fragancia de la rios en la esquina, por ejemplo, destacaba
alhucema. Alhucema. Inhalaste la vida com- títulos de revistas y publicaciones que po-
prensible. Descubriste que aquel perfume días leer aunque no los reconocieras. "El

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papel", pensaste. Y te animaste a leerlo. -Me encontré a tu hermano en el cen-
"Vivo en Sarmiento y 21 de Setiembre". tro. Dice que si podemos ir esta noche por
Algo claro y concreto, al menos. Te acer- allá ...
caste a aquel hombre. Un hermano. Ekobio.
-Dígame, señor. ¿Cómo puedo hacer pa- -Usted ... ¿Usted vive aquí, en esta ca-
ra ir a la calle Sarmiento y 21 de Setiem- sa, en estas habitaciones?
bre? Se rio, divertida, ya desde el dormitorio.
-Mire, cualquier ómnibus que vaya a -¿Ya empezás con tus bromas? ¿A quién
Pocitos le deja bien. No ... Cualquiera, no. imitás con esa voz? Dejame adivinar. ¿A
A ver. .. El 116, el 118. alguno de la televisión?
Intervino en tu ayuda una amable se- La penúltima pregunta la escuchaste
ñora. mientras depositabas la llave, sin ruido,
-o el trole. El 65 también le sirve. sobre la mesita de madera. La última,
Localizaste la casa con ayuda de aquel cuando ya cerrabas la puerta quedamente.
niño en la esquina. La llave en tu bolsillo. Saliste a la vereda, aturdido. El hombre
Entraste, decidido. del sombrero te saludó, amable.
Tenías que hacerlo. Un estar diminuto -¿Qué tal, Borrás?
con dos horribles reproducciones de un fa- ¿Borrás?
moso pintor posiblemente. Pero que no Rompiste el papel con "vivo en-". Len-
atraían ningún nombre a tu cabeza. Una tamente te acercaste a un bulevar próximo.
cocina con tufos irreconocibles a desagra- Esperaste un ómnibus concreto. La ciudad
do. Una tenue atmósfera de algo inubica- era desconocida. Pero aquella otra verda-
ble en el baño. Allí el espejo te mostró la dera dirección en la calle distante, era lo
cara que esperabas. Fue en el dormitorio único a que te aferrabas una y otra vez
donde te sobresaltaste. La cama doble. Tu en tu momentáneo desamparo.
fotografía. Tus propias facciones que te mi- Bajaste del ómnibus allá donde el ba-
l"aban desde una de las dos mesitas de luz. rrío se te mostraba curiosamente familiar.
Sobre la otra, te sonreía una mujer. "Lin- Anduvíste unos pasos, seguro, hasta la ca-
da mujer", pensaste. A la cabecera, sobre lle exacta. Hasta la puerta misma del jar-
la foto de la mujer te atrajeron los libros. dín y el rosal.
Leíste algún título, por curiosidad. "Black La penumbra de la casa tranquilizó tus
Magic in the Middle Ages", "Haití, la is- pupilas ardidas, cansadas. Te dirigiste, sin
la hechizada", "La ciencia y los Zom- vacilar, hasta "el dormitorio.
bis" ... El cuerpo, el Unico Cuerpo de la Pre-
Volviste al estar cuando te sorprendió sencia te esperaba desnudo. El eterno aro-
el ruido de la llave. Entró aquella agrada- ma de la alhucema brotaba de su piel, de
ble muchacha de la foto. Quedaste inmó- su sonrisa.
vil. Pronunciaste las sílabas, con ternura.
-Hola, querido. -Sikán. ¡Si-kán! ...
y te besó. -Desde hace siglos, amor.
-No entendías. No entendías tu foto ni Los brazos morenos te reqibieron. Te
su cuerpo allí. Ella pasó hacia dentro. acogieron temblorosos, expectantes.

40
Jorge E. Ruffinelli CRITICA
Un Sartre polémico
Hay que hacer algunas precisiones, se- cemo parecen. En realidad, la verdad de es-
ñalar las limitaciones más evidentes, y pre- ta oposición está, como siempre, en el ter-
venir el desconcierto, antes de encarar un cero excluído : Sartre es vulnerable en mu-
libro tan inteligente y altamente polémico chos aspectos al mismo tiempo que sus
como el de Philip Thody, profesor de len- críticos fallan en demostrarlo.
gua y literatura francesa en la Queen's La tesis central de Thody sobre el pen-
University de Belfast, sore Sartre. El libro samiento, la obra literaria y las actitudes
fue originariamente publicado en 1960, an- políticas de Sartre (lo más importante en
tes que Sartre publicara la "Crítica de la su libro y acaso su origen), es que todas
razón dialéctica" (1960), "Las palabras" ellas se basan en una experiencia personal
(984), y algunos textos -sobre el pro- y especializada que, en consecuencia, poco
blema cubano, por eje~plo- de índole po- tienen que ver con las experiencias gene-
lítica. Por eso no se considera en este es- ralizadas de los hombres. Su filosofía es
tudio los seis últimos e importantes años, "expresión de una angustia personal", de
y se ocupa, entonces, de las anteriores ac- una o varias obsesiones, tesis que recorre
titudes políticas de Sartre en su contexto el libro de principio a fin, desde el encuen-
histórico (ni siquiera ha terminado enton- tro básico de esa obsesión en "La náusea"
ces el conflicto argelino) y, especialmen- hasta la última frase del libro. De esta te-
te, de sus relaciones con el comunismo. En sis parte su crítica a Sartre, por cuanto
cambio el aspecto literario es el menos "los argumentos filosóficos que se apoyan
dañado por el tiempo en cuanto a la con- sobre descripciones de obseitÍones fisicas
secución de una visión total de la labor son altamente vulnerables a las objeccio-
literaria de Sartre. La segunda limitación nes del sentido común". Y continúa: "En
es que la crítica tiende muchas veces a ba- 'La náusea' Sartre no logra convencernos
sarse en supuestos también criticables e, de que nuestra vida es una excrecencia
incluso, más débiles que los que pretende inútil de la que debamos avergonzarnos.
atacar. Esto precisamente ocurre en buena Es una cuestión de hecho puramente empí-
parte de la argumentación de Thody, en rico el que poca gente experimenta su pro-
especial en lo que se refiere a la teoría li- pia existencia como nauseante o la abru-
teraria y a la valoración moral y estética, ma el horror de pensar en tantos seres in-
pues los hechos comprobables se ausentan necesarios. El principal argumento contra
en este terreno y dejan al crítico a merced la filosofía existeU(~ialista, ya sea en la
de su buen o mal uso del sentido común y tradición cristiana de Pascal o Kierkegaard
de su capacidad. o el ateísmo de Sartre, es que a menudo
A excepción de una obra teatral y algu- descansa en una experiencia personal alta-
nos cuentos, la obra y el pensamiento de mente especializada" (p. 26, Cap. 1 "Obse-
Sartre son, a juicio de Thody, vulnerables siones y filosofía"). Acorde a esta tesis, el
y frustrados. Su labor sistemática de discu- odio que siente Sartre por el burgués no
sión, rechazo, negación categórica, en este debe explicarse objetivamente, ni resulta
libro, hace suponer la existencia de un de causas objetivas, ya que responde a un
error, de un terrible malentendido: o bien sentimiento personal, originario. También,
Sartre es un mito sustentado en la habi- pero inversamente, la simpatía por la cla-
lidad y la inteligencia pero sin verdaderos se obrera -ya que Sartre se preocupa más
fundamentos en lo real, o bien las obje- por las ideas que por los hombres y muje-
ciones a Sartre no son tan ilevantables res comunes, según Thody, p. 231, 235-,

"1
se orlglOa como resultado de esa obsesión ticos . que se blanden generalmente sobre
que lo lleva a despreciar al burgués. Esta Sartre. Este había instaurado, en su nota
es la causa, también según el esquema tra- sore Mauriac en 1939, una regla fundamen-
zado, de que Sartre no fundamente muchas tal de la novela: el abandono de la om-
de sus simpatías y antipatías explícitas (si nisciencia del autor (que, por otra parte,
así denominamos el germen de sus ideas) creo ha sido ratíficada de hecho por la
sino meramente en lo político, sobre razo- literatura posterior). Sartre criticaba a
nes políticas, negando de hecho todo fun- Mauriac por su intromisión COIIlOau.toreii
,\_~,~~h*~'t??~y,,!:)ie~45!E'i%A;tf~~~'~$Ei!t!~~~;;1*$P
damento moral a esa actividad. ~1 .l11.1l,~~?q,,~,~ .!E~.ltr:J:~O~~.~~~.~:~L,u,Q­
La critica. que hace Thody de las obras ~~~J~:.~~t~.~~~~~~~;'~~S0~S
literarias es fundamentalmente estética, sobre sus propios personajes que lo que
pues si bien considera las ideas y argu- 'enos"rríIsD1ó:s,,"s,~e[f,:0"(paÍá1)ras"'de"TIlo(fy,
'·p'.'S'·SO')':"''E1 °mlSill'o· c'ontinúa: "El novelista
8

mentos filosóficos que Sartre trata de ilus-


trar, su juicio sobre ellas prescinde de to- siempre debe permitir a la conclencla"ueÍ
do lo no literario. Sobre esta característi-
ca se basa su originalidad puesto que casi
siempre el análisis particular de estas obras so e establece
se reduce al planteo de las ideas conteni- ~if'"S'mrE!='I)tfedEr'0ser0~qiñZa=u1iIiZada
das. Thody señala las características pro-
piamente literarias de las obras, y su éxi-
to o frustración en base no tanto a las ideas
sino a sus categorías formales. "En 'Muer-
tos sin sepultura", dice, por ejemplo, y
refiriéndose al realismo sartreano, "el rea-
lismo es llevado demasiado lejos y en 'La
mujerzuela respetuosa' es destruído por la
introducción de la caricatura. Sólo en 'A
puerta cerrada', donde es utilizado para
ilustrar una situación mítica e imaginaria,
el realismo de Sartre produce realmente
buen teatro" (p. 94). Estudia, asimismo, la
calidad de imágenes que expresan las ob-
sesiones primitivamente encontradas en 'La
náusea' y que se vuelven a encontrar hasta
en las obras filosóficas de terminología más
abstracta y específica, como "El ser y la
nada". Pero desde este principio admirable
de crítica, Thody pasa a exigencias ya no
pertinentes, en materia de teoría literaria,
en materia de valoración última de las
obras y de constatación de 'vida' o auten-
ticidad de los personajes. Esto es, que de
un análisis formal -perfectamente váli-
do- de las obras particulares, busca pasar
a una definición formal de la literatura,
que ya es otra cosa y no puede medirse
con los mismos instrumentos. Su argumen-
tación en este caso es desafortunadamente
débil y poco convincente, lo que vuelve a
dejar en la nada el verdadero problema de
la valoración literaria de Sartre.
Conviene ver el punto en su detalle pues
es representativo de los fundamentos cri-

42
mano que los personajes de su novela van rio de Mauriac, era el derecho a prescUl-
a ser libres. Puede abstenerse de interve- dir del "destino" que el autor les imponía,
nir demasiado abiertamente .. , Sin embar- ya fUera llevándolos hacia donde él quisie-
go, que el personaje comience a crecer o ra, ya fuera asignándoles un modo de. ser
no, no lo decide una específica elección que ellos no demostraron en la acción. "Ya
que formula el autor sino algo que, a falta es hora de decirlo", declaraba Sartre, "el
de una palabra mejor, debe llamarse 'ins- novelista no es Dios". En cambio Ma.uriac,
piración'" (p. 72). Aquí el crítico especí- como muchos otros novelistas, "antes de
fico ha pasado a teórico de la literatura, y escribir forja su esencia, decreta que serán
con afirmaciones tan rotundas como las de esto o aquello". Balzac, por su parte, no
Sartre y acaso más nebulosas (por ejemplo interviene desfigurando a sus personajes.
respecto a la "inspiración"). Hay que agre_ Es por eso que, aún cuando monárquico y
g~por su p¡g-te,. ~uev_t~,mb~-=~2,;~:.~~ legitimista, no muestra en sus obras más
vIcioso el hecho de que los personajes re- "simpatía" por la nobleza y aristocracia
ffé)éitliñave'XPerféncfifueta ·de1O-comi'in, que por los campesinos, antes bien (por
p~~ªfiír:Ljg"g'eii¡i;I:9ué-i!r~~eI!!!~!.~­ ejemplo en "Los campesinos") historia la
P!~~~~!~~1~~,~:,1~~."hombres y mujeres decadencia de una clase ante las transfor-
c~¡;~i~::¡~;~ift~~Pte(jc~H"'~"~~~ maciones sociales y económicas. Sus perso-
áI verdadero novelista" (p. 235). En todo najes viven, entonces, a pesar de su om-
también errores nisciencia -llevada al extremo por su
contradictorios de ciertos hechos ineludi- ideología-, porque por encima de ella es-
bles. En primer lugar, puesto que todo es- taba el "gran realista", el incorruptible ob-
critor expresa vivencias personales, hasta servador".
el grado más absoluto que no es el sartrea- A veces Thody declara la relatividad de
no sino, por el ejemplo, el de un Flaubert su crítica. Con respecto al análisis que hace
que dice: "Bovary soy yo". Tampoco en- Sartre en "Saint Genet, Comédien et Mar-
contraríamos en los personajes de Shakes- tyr" (1952), dice: "yo personalmente lo
peare, Dostoievski, Poe, o en los poemas de encuentro insatisfactorio y poco convincen-
Baudelaire o de cualquiera de los "maldi- te" (p. 157). Más adelante, sin. embargo,
tos", expresiones vitales características de proyecta a un plano absoluto su opinión
"hombres y mujeres comunes". Pero la de- personal: "las suposiciones de Sartre sobre
bilidad de estas ideas en bloque se eviden- la moralidad son completamente arbitrarias
cia aún al basarlas, como dice en las pri- y destinadas solamente a justificar su ro-
meras frases ,en la práctica de la mayoría mántica aversión por la clase media, su li-
de los novelistas, pues en esto la literatura bro está plagado de jerga filosófica y
no es democrática, no hace caso de ma- digresiones irrelevantes... y su principal
yorías. Y más aún, invocar como testimonio ambición parece ser difundir la desespe-
contrario a la idea de la "libertad" del ranza injustificada e inmotivada" (p. 159).
personaje, el nombre de Balzac después de Otras voces se han alzado con términos
las observaciones de Engels y Lukács, re- muy diferentes respecto a este libro de
sulta contraproducente. Engels señalaba, en Sartre, así la de Georges Bataille, que lo
su carta a miss Harkness de 1888, la opo- considera "no sólo uno de los libros más
sición entre la ideología del novelista fran- ricos de este tiempo, sino incluso la obra
cés y la realidad que describe en sus nove- maestra de Sartre, quien no ha escrito nada
las, oposición que da en ellas el curioso tan llamativo, nada que huya, con tanta
espectáculo de la realidad desmintiendo sus fuerza, del concepto ordinario del pensa-
propias ideas. Lukács, al retomar el hilo miento" ("La literatura y el mal", p. 126).
tendido por Engels, advierte la solución del Sin excesos, con mayor calma, y con una
conflicto interno de Balzac, en cuanto el condición más enterada pues son respecti-
"gran realista, el incorruptible observador" vamente un psicoanalista y un psiquiatra
triunfa y desmiente al ideólogo. de reconocida capacidad, R. D. Laing y D.
Lo que Sartre llamaba lIbertad de los G. Cooper han dedicado al estudio de Sar-
personajes frente a la práctica en contra- tre sobre Genet su atención especializada.

43
(R. D. Laing-D. G. Cooper _ "Reason que el literario en los ensayos más extensos
and violence. A decade of Sartre's Phyloso- -"Baudelaire", "Saint Genet"-.
phy. 1950-1960", London, 1964. Entre otras En cuanto al aspecto político de su es-
cosas, dan fe de Sartre: "Contrary to cer- tudio, la posición de Thody es igualmente
tain critical opinions which have been polémica. Si bien aprecia el valor de Sar-
proffered, we believe that Sartre does tre y su coherencia en muchas circunstan_
succeed in conveying a radical understand- cias: su actitud contra la tortura en Arge-
ing of Genet as a living whole, while aIso lia, su independencia. del P. C. francés, sus
evoking for the reader Genet as a real pre- críticas políticas al comunismo, también
sence", p. 67.) juzga ciertas actitudes de Sartre (con res-
Fuera de todos estos conceptos polemiza- pecto a la represión de Hungría, por ejem-
bIes, Thody hace valiosos aportes a una plo) como "oportunismo político", y no
comprensión cabal de Sartre. Tratar de muestra conformidad con la ausencia del
examinar y determinar las causas que sus.- aspecto moral en Stl visión política. Es in-
pendieron "Los caminos de la liertad" y teresante el análisis del stalinismo y desta-
de explicar la importancia que la política linización, y es de notar el especial cuidado
ha ido tomando paulatinamente para Sar- puesto en dibujar el contexto en que Sar-
tre actúa políticamente, de modo de poder
tre. Del mismo modo es positivo al señalar
sus logros literarios -que son, a su juicio, entender sus actitudes de un modo más
dos: el pintar gente que actúa y habla de completo y satisfactorio. Acaso su utilidad,
en este aspecto, sea la señalada por el mis-
mala fe y el describir situaciones obsesio-
mo autor en la Nota previa: "Mi mayor
nantes-o También trata de determinar las
esperanza es que los comentarios que he
razones del 'fracaso' de Sartre como no-
formulado sobre las ideas políticas de Sar-
velista y dramaturgo. Por otra parte va-.
tre ayuden a otros a comprenderlas más
leriza su pensamiento en cuanto exige una
claramente. A ellos toca decidir si esas
conducta más moral en base a la responsa-
ideas merecen la importancia que en algu-
bilidad humana y la libertad esencial. Ad-
na oportunidad se les ha otorgado".
mira, incluso, la crítica puramente litera-
ria y artística de los ensayos breves y por PHlLIP THODY: "JEAN-PAUL SARTRE.
ello considera desafortunada la inclinación Estudio Literario y politico". - Barcelo-
a tratar el aspecto moral y político antes na, Seix Barral, 1966, 261 pp.

44
el público común, pero seguramente algu-
Una antología de la nos de ellos se convertirán en los clásicos
del futuro." En términos generales, la an-
poesía viva de tología muestra un panorama de poetas
predominantemente jóvenes, en los que se
América Latina advierte un esfuerzo de búsqueda, una ten-
tativa por descubrir nuevos caminos, un
afán por crear el lenguaje lírico que exi-
por Alejandro Paternain ge el momento actual de hispanoamérica.
Junto a ellos, poetas ya consagrados: Oc-
tavio Paz, Gonzalo Rojas, Alberto Girri,
Hay en la "Antología de la poesía viva Nicanor Parra. El propósito de Pellegrini
latinoamericana", de Aldo Pellegrini, (1) fue hacer una antología que "descubra a
un punto forzosamente compartible, al me- los que vivirán mañana", "una antología
nos por nosotros: no es nada fácil hacer que no fuera un cementerio de la poesía,
una antología. Sobre todo si se trata de una sino que mostrara lo que de más vivo y
antología de poesía, y más aun si, como significativo tiene en estos momentos la
hace Pellegrini, se encara globalmente a palabra como expresión de esa parte tan
la poesía latinoamericana, o más exacta~ importante del continente."
mente, a la poesía hispanoamericana (1a lí-
rica brasileña no está considerada en esta Tal es el criterio rector de la antología,
obra). Quien haya probado qué cosa es su fundamento y su razón de ser. Pero pue-
hacer una antología sabe bien los riesgos de convertirse, también en su punto más
que importa y el esfuerzo que presupone la cuestionable. Procurar que una antología
tarea de paciente lectura y de responsable no sea un "cementerio de poesía" es -siem-
selección. ¿Se habrá de favorecer, por ello, pre- primordial para todo antólogo; re-
a la condescendencia, a la elL11linación del copilar, organizar y presentar un panora-
rigor, al disimulo de los desajustes, al ca- ma lírico debe tener por meta descubrir el
llar los puntos en que sean visibles las ra- pulso del tiempo, atender a la poesía viva,
zones para la discrepancia? No, en abso- ;} la que expresa el "hoy" cargado de por-
luto. Ninguna labor crítica puede hacerse venir. Lo cuestionable son los límites de
partiendo de la benevolencia y de la com- ese "hoy", sus alcances, su densidad y su
plicidad. Lo que sí debe hacerse es, desde complejidad radicales. El empeño por evi-
adentro del esfuerzo mismo de un queha- tar que la antología constituya un cemen-
cer semejante, hablar con comprensión. terio de poesía (al fin y al cabo, una anto-
La obra cons'/a de una introducción con- logía es siempre guardadora o depositaria
densada, en la que Pellegrini expone la de algo) puede convertirla en una recopi-
situación de la cultura hispanoamericana, l¡:ción tan fugaz y prescindible que al paso
traza el cuadro de las influencias poéticas y de los años derive hacia un carácter tes-
sus oscilaciones, señala algunos de los te- timonial de determinado momento en el
más más frecuentes, apunta sumariamente desarrollo de las formas líricas, y que por
la trayectoria histórica de la poesía moder- tal razón ya muy poco o nada tenga que
na en nuestra América, y aclara, asimismo, decir a las generaciones futuras. No siem-
sus criterios para la elaboración de la an- pre poesía viva, o viviente, o lo que se
tología. Luego, la selección de poetas agru- entienda con esa designación, coincide exac-
pados por países. Cada selección individual tamente con la calidad y la jerarquía poé-
está precedida de una nota en la que se tica. Del mismo modo, el suponer que lo
consignan datos biográficos y se mencionan nuevo, por el solo hecho de serlo, signifi-
las obras publicadas. "Pretende esta anto- que un avance, una superación de estilos,
logía", dice Pellegrini, "dar una perspecti- de temas o de tonos, puede llevar a visio-
va sobre la poesía surgida o que se ha afir- nes parcializadas o a exageraciones en el
mado desde la última postguerra. Por lo juicio. Igual observación es posible hacer
tanto les nombres que aparecen no son al procedimiento que estima que el avance,
(con raras excepciones) los conocidos por en literatura y en poesía, denota inevita-

45
blemente un progreso del mismo rango que rácter de lenguaje poético y concepción re-
el observado en otras manüestaciones de la volucionaria de la vida", tal como Pelle-
vida social y cultural: en la ciencia, por grini Io señala en el prólogo, le ha con-
ejemplo; o más claramente, en la técnica. ferido sin duda ese perfil de búsqueda, de
Ello equivale a trasladar al terreno litera- exploración, de gusto por 10 distinto, de
rio resabios conceptuaIes de una filosofía bullente experimentación, de turbulencia
progresista que no tiene, en realidad, nin- naciente que se puede observar en muchos
guna aplicación. La historia de la poesía no sectores de esta selección. El libro adquie-
puede organizarse por categorías de avance re así unidad de tono, pese a las distan-
o de progreso. Sí, por la de desarrollo. Nin- cias geográficas, sociales y políticas que hay
gún poeta supera a los anteriores, puesto entre los distintos poetas. Y pese, sobre to-
que un gran poeta es siempre insuperable. do, al expresado deseo de Pellegríni de
En el orden del espíritu siempre es 10 que "dar cabida a representantes de diversas
una vez ha sido. Neruda no supera a Béc- tendencias." Pero es fatal que la unidad
quer, como Bécquer no supera a Garcilaso. sobrevenga. Fatal y beneficioso. Por 10 me-
Creemos, buenamente, que no hay cemen- nos, mientras Ias antologías sigan siendo
terio en poesía, siempre que se trate de hechas por hombres y no por computadoras
buena poesía. En cambio, puede ocurrir que electrónicas.
por desear esquivarlos no habiéndolos, se En el rubro de 10 objetable, de 10 que
venga a elaborar una obra que, pasados los puede indicarse como déficit en un tipo
años, adquiera Iamentablemente las trazas de obra que siempre los tendrá, diríamos
de un camposanto literario. que se hace sentir la escasez de referencias
críticas y de ubicación de los poetas en sus
Ninguno de estos aspectos ha escapado, respectivas literaturas nacionales. Algunos
seguramente, a la percepción de Pellegríni. nombres son conocidos por la mayoría lec-
Su intento de presentar un panorama de tora; el resto -numeroso y de corta obra
la poesía vigente en la América de habla édita- tememos que no 10 sea tanto. Y si
española o, con mayor precisión, de la poe- bien no siempre es pertinente emitir jui-
sía que se está haciendo en estos días, cios o esbozar análisis de la producción de
supone un esfuerzo extremadamente cuida- autores que están en franco desarrollo o
doso y una constante posibilidad de equi- que no han alcanzado todavía Ia madurez,
vocarse. Pero Pellegrini ha vivido intensa- ningún lector amante de la poesía habría
mente aquellas experiencias literarias en de inquietarse por la aparición de indica-
las que el riesgo era el alimento diario y ciones críticas que tal vez 10 moviesen al
en las que el no conformismo, el afán de asentimiento o a la discrepancia.
renovación y la repulsa por todo acade-
mismo, por toda repetición, por toda obra Admitimos, sin embargo, la contra-obje-
que no fuera reflejo estricto de vivencias ción que puede formulársenos: la antolo-
inéditas foguearon su temperamento, orien- gía no ha buscado historiar algo que no es
taron sus gustos y cimentaron sus perso- todavía historia, sino dar un instante vivo
nales criterios. De labor variada, pues ha de la creación poética hispanoamericana; no
escrito poesía, ensayo, crítica de arte, Pe- ha buscado tampoco ubicar a los autores
llegrini, nacido en 1903 en la Argentina, en panoramas amplios y totalizadores. La
fundó en 1926 el grupo surrealista que se única ubicación que ha realizado es la de
expresó a través de las dos publicaciones su inclusión en una antoIogía de la poesía
de Ia revista "Que". Es autor, asimismo, de viva. Ello sólo basta para emparentarlos,
una interesantísima antología de la poesía por encima de fronteras. Y basta también
surrealista, obra estimable por muchas ra- pará atemperar las objeciones que inten-
zones, y tradujo las obras completas de tasen ir más allá de estos términos.
Lautreamont y los manifestos surrealistas Dos palabras con respecto a Uruguay:
del recientemente desaparecido Andre Bre- leída la introducción, se desprende que es
ton. Su vinculación a un movimiento lite- el nuestro un país absolutamente marginal,
rario que ha ejercido "una particular in- en el que no ha ocurrido nada importante
fluencia en Latinoamérica, por su doble ca- en materia de poesía en los últimos veinte

46
años. Ninguna referencia a lo que hicieron trida legión de enemigos, embozados o no,
nuestros poetas durante ese lapso; ningún y gracias al cual se habrá de perder el
reconocimiento a la relevancia que dentro sueño durante noches y noches. Pero pleito
y fuera de fronteras iban adquiriendo Juan inevitable que hay que afrontar cuando se
Cunha, Clara Silva, Sara de Ibáñez. Sin tiene la voluntad de comunicar una expe-
embargo, Pellegrini incluye cuatro poetas riencia a propósito de la poesía. Al fin y al
uruguayos: Saúl Ibargoyen Islas, Idea Vi- cabo, no creemos que Pellegrini haya teni-
lariño, Ida Vitale y Milton Schinca. Conse- do la intención de construir una obra de
cuente con su modalidad, no establece las carácter definitivo. En verdad, las antolo-
individuales diferencias o las característi- gías son flores del tiempo, de su tiempo, 'JI
cas generaciones que permitan visualizar el su destino es el de constituirse en materia
modo cómo esos poetas se insertan en el tan apta para el juicio de la posteridad
ámbito nacional. Una nota sorprendente: como la misma obra de los poetas. Su sig-
dentro de un panorama de la poesía viva nüicado más valedero, su sentido último,
latinoamericana no ha sido incluída Aman- pensamos, es el de transmitir una mirada
da Berenguer. Máxime cuando esta antolo- en conjunto, no un fallo inapelable. Mira-
gía ha tenido el declarado propósito de se- da de admiración, única que la poesía per-
ñalar "a través de los poetas, los caminos dona.
futuros". En nuestro entender, la inclusión
de la autora de "Quehaceres e invenciones" (1) Antología de la Poesía Viva Latino Ameri·
cana, por Aldo Pelegrini, Editorial Seix Barral.
hubiese respondido en un todo a los linea- Barcelona, 1966.
mientos en que la antología fue concebida
y planüicada. Pero esta es otra fatalidad
de las antologías: ¿qué lector no se siente
capaz de pronunciar nombres que a su juí- Salvando ~ una errata:
cio debieron ser incluídos? Y si dilatamos
el alcance de nuestra visión, ¿no sería lí- En el último de los sonetos publicados
cito preguntarse por qué no se incluyeron en el número 8 de nuestra revista, se des-
poetas paraguayos, o dominicanos, o salva- lizó un error tipográfico. El terceto final
doreños, o guatemaltecos o panameños? del soneto lIT de Alejandro Paternain, de-
Pleito de las antologías, llamó acertada. bió decir así:
mente Guillermo de Torre a ese cúmulo de
controversias posibles que toda selección o arde de sed y fruta la pradera
florilegio concita en su torno. Pleito inaca- y transmigrando alas y caminos
bable, con el que se puede obtener una nu- soy rumor sin raíces en la orilla.

47
bullicio interior ni en el bullir de la plu-
Juan Marsé, ma. El segundo libro de Marsé pudo dar la
impresión de que el crecimiento que se es-
peraba de él se estancaba.
Premio Biblioteca Breve El, entretanto, se había trasladado a Pa-
rís -no de turista sino con sus dos manos.
y París sigue siendo la gran maestra de
por P. erusat escritores; no tanto por lo que se pueda
hoy aprender de sus letras jóvenes, que no
es mucho, ni requiere el traslado, sino por
JUAN MARSE. - ULTIMAS TARDES la solidez si no inconmovible aun incon-
CON TERESA. - Premio Biblioteca Bre- movida de la cultura y el saber literario en
ve, 1965, Seix Barral, 1966. los adultos y la obligación que alli se res..
pira de aprenderse la técnica y leerse los
clásicos. El resultado ha sido el tercer libro
Con este libro, que no es el primero de de Marsé. (Premio Biblioteca Breve, 1965.)
Juan Marsé, aparece en las letras -castella- Con él vuelve a su país convertido en
nas un autor de raza, un novelista consi- aquello que en tres palabras se expresa:
derable. todo un autor. No el enjaretador de nove-
Juan Marsé, hombre de vocación litera- las según patrón bien adiestrado en quien
ria poderosa si las hay, autodidacta, tuvo la simpatía puede descubrir algunas de las
años atrás la suerte con que sueñan todos cualidades que hacen al escritor, sino un
los principiantes y que casi ninguno alcan- novelista que posee eso que en el fútbol se
za. Vio publicada su primera novela; ese entiende por "categoría internacional". y
primerísimo intento que suele tener el ces- de ésos, tenemos pocos en libra.
to por destino normal. Publicada y con ho- La primera señal que distingue al autor
nores; pues si no llegó entonces a ganar el de verdad, es el estilo poderoso y propio.
premio Biblioteca Breve (declarado desier- Entre otras cosas, porqué un estilo aunque
to aquel año por falta de quórum), quedó luego se pase la lima, se crea desde den-
por los votos recibidos, primero de los con- tro. Sería infantil señalar las resonancias
cursantes. Cuando esto sucede con un pri- que pueden escucharse en el de Juan Mar-
mer manuscrito, algo especial suele obser_ sé -el Marsé de hoy. No hay riqueza sin
varse en él, por imperfecta que sea la obra. resonancias. El producto final es suyo y
Habiendo leído el libro podemos decir que propio; y además una cosa orgánica inse-
había en él una extraña vehemencia, el don parable de 10 que dice; y casi añadiría: un
de hacer ver lo que se narra (que siempre estilo que nos hacía falta, para recordar
tiene mucho de maravilloso, pero en el au- que no es preciso ser liso ni agrisado, ni
tor aun inmaduro, un poco más) y una siquiera monocorde, para ser moderno.
inconformidad no literaria. Sentida. Quién, hojeando en librería, lea en la pri-
Había también un modo peculiar de mera página, que se le ofreec aislada, la
asombrarse del mundo, darse con él algún
descripción de un final de verbena de ba-
encontronazo y admitir (implícitamente)
rrio a la hora en que el primer vientecillo
que no se entiende. Cualidad preciosa, por-
de otoño, que huele a desastre "súbitamen-
que los que no lo entienden hoy son los
te dobla la esquina y va a su encuentro"
que lo entenderán mañana. Ay de los que
(escena que se repite en el curso de la
lo entienden desde el primer dia, con re-
cetal novela, no textualmente ni, ingenuamente,
¿Es, sin embargo, una suerte el éxito de- al final, sino en el momento en que diso-
masiado rápido? Hay un peligro en inte- lución y desastre se aproximan) seguirá le-
rrumpir el esfuerzo de aprendizaje, en in- yendo.
culcar en el autor joven la prisa. Hay el ¿Qué encontrará? Ante todo, el retrato
riesgo de que crea que todo es bueno, todo del Pijoaparte, golfo rondeño, que partici-
vale, que no es preciso poner orden en el pa activamente en una empresa de rapto y

48
reparación de máquinas de dos y hasta de Posiblemente los últimos adjetivos res-
cuatro ruedas y vive en una barraca de ponden más a lo que el Pijoaparte quisiera
la cumbre del Monte Carmelo, en una ca- hacer que a lo que hará. No importa. El
llecita "de tierra limpia, barrida y enare- golfo rondeño no formula ideas, pero jui-
nada con esmero", donde el inmigrante y cios sí. Al autor de las Tardes ya no le
el desafortunado vecinan con el pícaro. En queda asombro. El Pijoaparte pasea por el
la figura de Pijoaparte, se da esa combina- mundo, por el rico y el pobre, su mirada
ción de lo observable y cotidiano con ro sarcástica, que casi se podría lIamar deses-
excepcional que es la materia de los per- perada, porqué hay desesperación en no
sonajes de novela inolvidables. admirar y, sin embargo, apetecer. ¿Mirada
de odio? No sería tan auténtica ni tan cer-
¿Es el Pijoaparte un personaje verosí- tera. Mirada del desposeído y del extraño
mil? Yo diría que sí. Sentirse a la vez a quien salta a la vista la bobería de las
desdeñoso y solidario con el propio ambien- ilusiones y pretensiones de todo grupo hu-
te no es caso anormal. En todo caso, en li- mano, porque a todos es ajeno. Hay otras
teratura, es el autor quien crea (aunque miradas para ver el mundo. Pero ésta es
no de la nada). A él le toca hacer que su una de ellas. Clara.
personaje sea viable, y el Pijoaparte lo es
soberanamente. En Ultimas Ta1'des con Te- Desdeñando el camino trillado, pero no
resa le ha tocado encarnar la rebeldía que demasiado seguro del suyo; demasiado in-
ha sido hasta ahora el tema de Marsé. Al teligente para no saber lo que le falta, el
Pijoaparte no le gusta trabajar, porqué lo Pijoaparte va por el mundo con una mez-
considera servil y porque no nació para cla de arrogancia y de humildad. En esa
eso. Su ser natural es una mezcla de co- humildad secreta, siempre a la espera del
dicia agria y de desprendimiento. Su re- desastre, junto a algunos destellos del trato,
beldía no tiene nada de didáctica. No se sensual pero enamorado, con Teresa, -el
presenta como redentor; si tiene ideas, no rehén conquistado a la clase enemiga- y
llega a formularlas. Se lo permite todo por- el lazo, al cabo fuerte con los desposeidos,
que la vida está en deuda con él y porque lo que hace circular por Ultimas Tardes,
para' salir de pobre (piensa) hay que jugar a ratos, una corriente de ternura, subte-
fuerte; pero no parece excesivamente con- rránea pero eficaz. Y si acabamos el libro
vencido de que permitírselo todo ensalce. tan poco adversos al Pijoaparte y -como
Su rebelión no es tanto contra la sociedad está mandado- nada inclinados a juzgarle,
como contra la vida misma. Contra la vida es que el autor ha cumplido con otro re-
que engendra las sociedades, las cosas co- quisito importante de la novela, sin el cual
mo están y los hombres como son. Y pre- no hay encanto: el amor al personaje.
siente uno que es por ley natural. El retra- Junto al protagonista, Teresa no tiene el
to del Pijoaparte está hecho las más de mismo relieve. Y quizá no le hace falta.
las veces a pincelada corta, por toques re- Posiblemente le toca representar la anoni-
petidos. Pero también incluye descripcio- midad de lo femenino que los accidentes de
nes, externas e internas, largas o cortas, lujo y modales superficialmente transfigu-
cuyo trazo suele ser magistral: "El color ran. (No digo que esta visión sea siempre
olivaceo de sus manos, que al encender el justa). La vida que llega a alcanzar la debe
segundo cigarrillo temblaron insensible- sobre todo a su docilidad y su despiste. Su
mente, era como un estigma. Y en los ne- acción puede en España parecer inverosí-
gros cabellos peinados hacia atrás ( ... ) mil. Y es cierto que la de Mathilde de la
había un esfuerzo secreto e inútil, una es- Motte no debía ser menos inverosímil a
peranza mil veces frustrada P?TO todavía pl"incipios del siglo pasado, pero Teresa
intacta; era uno de esos peinados laborio- no es convincente en er mismo grado. No
sos donde uno encuentra los elementos in- pretendo que las Ultimas Tardes sea un li-
confundibles de la cotidiana lucha contm bro perfecto (que hay muy pocos, aun en-
la miseria y el olvido, esa feroz coquetería tre los clásicos), y menos que se pueda po-
de los grandes solitarios y de los ambicio- ner entre todas las manos, o que no haya
sos superi01·es." de herir a muchos. Y, por lo que a mí toca,

49
el primer reparo es la extensión y la cru- más hubiéramos leído. Esta amplitud no lle-
deza con que se ha tratado el tema sexual ga al exceso de la Antología de J. J. Casal
que sobrepasan, no sólo lo que yo pueda y está enriquecida, además, por
considerar aceptable, sino cuanto hasta ha-
B) La excelencia, en general, de la ca-
ce poquísimo se considerable admisible en
racterización poética de cada autor, mérito
literatura. Dicho esto, pecaría contra la
sin duda fundamentar cuando se trata de
justicia si no añadíese que esas páginas no
presentar poetas en tan grande número y
dan la ímpresión de estar ahí gratuitamen-
tan distintos.
te o por intención comerciar. Tratan de
reflejar la obsesión que es parte de la re- C) La excelencia en la selección de las
beldía del personaje y, tal como él y el poesías de los autores antologizados, por lo
libro han sido concebidos, quizá podían ha- menos de los que quien esto escribe cono-
ber sido abreviadas pero düíci1mente su- ce. Las pocas excepciones (la más grave:
primidas. Pasan, y las páginas finales tie- no está "El profesor gris", de Fernando
nen una sobria amargura, cuya calidad Pereda) no llegan a configurar un defecto.
compleja es de las que sólo puede idear
y ref~ejar la maestría. La atenta lectura del libro y el conoci-
miento de la Colección en que está incluí-
No pretendo pues que Ultimas Tardes
do, permiten señalar algunos defectos:
con Teresa sea libro sin peros, cosa que, por
supuesto, el crítico honesto casi nunca pue- 1) De la Colección: A) Una gran can-
de decir. Pero lo que al crítico honesto sí tidad dee rratas, defecto grave en un li-
le corresponde d~ir en este caso es que bro de poesía. B) Una absurda, antiesté-
Juan Marsé se presenta en él como no- tica y antieconómica presentación gráfica.
velista de cuerpo entero -tipo humano
siempre raro y que hoy parece en vías de 2) Del libro: A) Si bien el autor de-
desaparición. clara que "En nuestras noticias particula-
res sobre cada uno, la tendencia al ambien-
te literario y la semblanza priva sobre la
disquisición valorativa", es en la exagera-
Antología ción de lo propuesto que se halla er mayor
defecto del libro: en algunas noticias se in-
forma sobre pormenores de la vida priva-
de la poesía uruguaya da de los autores, a veces utilizando la pri-
mera persona del plural, a veces usando el
testimonio infidente de terceros; con ello
por Estebon Otero desapareec el tono académico que una obra
de esta clase debe, creo, poseer.
DOMINGO LUIS BORDOL!: ANTOLOGIA
DE LA POESIA URUGUAYA CON- B) Bordoli dice ser "un lector "medío",
TEMPORANEA. (Dos tomos de 426 y 358 sensible al verso, culto y de varios gustos";
páginas, Universidad de la República, esa declarada objetividad debería impedír
1966.) la aparición de una notoria preferencia por
la poesía de lenguaje e inspiración campe-
ras que, por otra parte, es de muy baja
Se trata seguramente de uno de los li-
calidad en nuestro país, según esta Antolo-
bros más comentados en las ruedas de ca-
gía lo demuestra cabalmente.
fé, en las salas de profesores, en ras pe-
ñas literarias, en las librerías, pero también A pesar de los defectos señalados, cree-
de uno de los menos comprendidos, tanto mos que se trata de una obra valiosa, se-
guramente la mejor de las antologías ex-
en sus defectos como en sus virtudes.
tensas de nuestra poesía. Sobre ella hemos
En este breve comentario, deseo apuntar
referido méritos de forma y de contenido;
en primer término los méritos de la obra:
señalar, también, defectos de contenido, se-
A) Su amplitud, que da oportunidad ría señalar düerencias de opinión que,
de conocer autores que, de otro modo, ja- creemos, están fuera de comentario.

50
poesía gongorina. Ello confiere una apro-
España ximación a nuestros días, un enfrentamien-
to casi familiar con los escritores clásicos,
y su dificil una traducción de temperamentos y am-
bientes a los términos que nuestro tiempo
exige para comprender, y aun para admi-
universalismo rar. Pero no equivale, en cambio, a un es-
tricto ejercicio de valoración. No obstante,
éste existe, aunque no con excesiva frecuen-
cia: el capítulo dedicado a Ramón Pérez de
Ayala, que se nos impone como uno de los
por Alejandro Paternaio momentos más acertados del libro; y el fi-
no análisis titulado "Valle Inclán o el rostro
y la máscara". En rasgos generales, de To-
rre permanece fiel a su habitual plano ca-
Al abordar el tema de este ensayo (1) racterizador, ése en el que obtuvo muchos
Guillermo de Torre emplea -ya desde el tí- easayos y prólogos reveladores y excelen-
tulo- un calíficativo que no debemos pa- tes. Pero lo que confiere la intransferible
sar por alto: la universalidad de la lite- vibración al libro hay que buscarlo en el
ratura española aparece como difícil. En capítulo inicial. AHí, la difícil uníversali-
este vocablo está ubicado el centro de gra- dad de la literatura española es plantea-
vedad del libro, la médula a partir de la da, cuestionada, indagada y junto con ella,
cual el lector deberá organizar las dos la universalidad misma de un estilo vital
grandes secciones de la obra: "Miradero y de una lengua que es también la nuestra.
clásico" y "Criba de modernos".
Comienza de Torre presentando lo que
Estimamos que Guillermo de Torre no él llama "situación particularísima" de la
necesita presentación. El alcance de su literatura española, que "encuentra traba-
obra crítica y de pensamiento vertido en das y dificultosas sus vías de expansión."
múltiples ensayos es lo suficientemente Tal situación es verificable hoy, puesto que
amplio como para insistir en lo que el lec- "en los días áureos tuvo llano y expedito
tor conoce y aprecia rectamente. ¿Quién no el camino de su universalidad." En efecto,
recuerda el "Tríptico del sacrificio" (leído de Torre comprueba dos hechos: uno, que
con fervor en la adolescencia), "La aven- las letras españolas no alcanzan -en es-
tura y el orden", el prólogo a la obra de tos días- la compenetración, la integra-
Julio Herrera y Reissig, "La literatura cas- ción, la permeabilidad universal que lo-
tellana contemporánea", y tantas otras pá- gran las influencias europeas y estadouni-
ginas de análisis, de acercamiento, de orien_ denses en América Hispánica; y el otro,
tación en el terreno literario? Por ello nos que en aquellos países de distinta lengua,
limitaremos a hablar sólo del presente li- la producción española suele ser valorada
bro, en el que estudia, entre los clásicos, "anteponiendo lo típico a lo profundo,·. lo
a Lope de Vega, a Gracián, a GÓngora. pintoresco a la calidad." Sabiend? Cl e eH
El rol de modernos, más amplio y más este rubro no figuran, no pued~H fi~ur~f'
ll
vario, incluye a Valle lnclán, Ramón Pérez los hispanistas de ley, lossabiosd~jI>f?flln0
de Ayala, Unamuno, Antonio Machado y da capacidad valorativa, •.•. resulta:xl.l~;~)l~
Camilo José Cela. Muchos de estos estu- observación. La cultura· y laliteratufll.es-
dios atienden aspectos poco transitados: pañolas han tenido y • • tienen quei) soportar
teatro de Unamuno, teorías literarias de un nutrido equipo de cazadores de .e:X:otis..
Antonio Machado, por ejemplo; o nos pre- mas que han querido,. y quieren, ver des-
sentan a un Lope de Vega viviendo (y pa- de El Cid a GoytisoloryideBerceo "cCe"
deciendo) las vicisitudes de la condición laya manifestacionesíolk1óricasimás o me-
económico-social del escritor en el siglo nos deslumbrantes y sOInbrías, encerradas
XVII; o recuentan -amena, sabrosamen- en los bretesdeLpopularismo y del rea-
te-- las alternativas de la valoración de la lismo.

51
Existe, en verdad, una lamentable falta del clasicismo y el mundo moderno. Pen-
de comprensión hacia la literatura españo- samos que hay, en realidad, una penosa
la. Ello ha sido -no obstante los esfuer- carencia de verdadero clasicismo y una in-
zos críticos de las últimas décadas- mo- vasión agobiante de lo que lo parece. El
tivación poderosa para entorpecer su uni- clasicismo como tradición viviente, como
versalidad. Falta de comprensión amasada posibilidad de nutrir nuevos estilos y nue-
con prejuicios, caracterizaciones equívocas, vos lenguajes, como portador de un fu-
cotejos deformantes con otras literaturas, turo que encierre una nueva imagen del
y que ha privado al fenómeno literario es- mundo es, hoy por hoy, el gran ausente
pañol de una "dimensión fácilmente inter- de la vida cultural moderna. En un sen-
nacional." tido profundo, podríamos decir que todas
Pero de Torre no se extiende en consi- las literaturas verdaderamente clásicas,
deraciones generales: pasa rápidamente a efectivamente fecundas, que no se prestan
los ejemplos concretos. Lope de Vega le sir- al juego academizante son de difícil uni-
ve para ejemplificar y tejer en torno a su versalidad. Frente a las armas de la pro-
figura (y a su genio) la parte más sabrosa paganda actual, frente al aparato lanzador
de su exposición. Ello es significativo: de novedades, frente a la maquinaria, in-
nuestro autor se mueve ahora en el ámbito falible y diabólica, de la difusión y de la
clásico (si concedemos a esta palabra ma- inflación de valores, el clasicismo viviente,
tices de ubicación referente al siglo XVII) la tradición viviente en suma, luchan en
y dentro del clasicismo español ha elegi- vano y nevan siempre las de perder. Má-
do a quien presenta quizás mayor diver- xime si en el ámbito clásico hay obras
sidad de producción. De Torre parte del -caso Lope- cuya raigambre espiritual,
supuesto que Lope "no goza de plena vi- cuyo lenguaje, cuyo vitalismo y fuerzas pa-
gencia, de actualidad inmarcesible y coti- sionales no queman incienso ante el altar
diana, al modo de Shakespeare"; y con- de ninguno de los dioses que el mundo
firma sus palabras con el examen de varias moderno ha fabricado a través de las esta-
obras en las que se traza el panorama con- dísticas, los récords y las agencias de pu-
junto de la literatura mundial. Lope de blicidad. Es innegable que la universalidad
Vega nunca aparece -cuando aparece- de la literatura española es difícil; pero
considerado a la altura de los escritores también es cierto que el mundo actuail
universales. Mas de Torre sabe que la es- l'esulta a su vez difícil para una universa-
casa figuración de Lope en esas obras (edi- lidad limpia, a base sólo de calidad, sin
tadas muchas en inglés, por lo cual Sha- que intervengan intereses nacionales en di-
kespeare debía superar a cualquier equipo rundir autores propios, vaivenes de la mo-
del mundo latino) no debe ser tomado co- da, o cualesquiera otras razones que poco
mo único patrón para medir su poca o mu- o nada tengan que ver con las de la je-
cha universalidad; que esas nóminas, o pa- rarquía creadora. Probablemente tales dis-
noramas, son siempre discutibles y que el quisiciones han sido dadas por desconta-
problema de la universalidad está ligado das, por lo cual plantearlas ahora signifi-
a otro no menos grave: al del clasicismo. caría insistir sobre cosas obvias. A pesar
O más exactamente, al de cierto clasicis- de todo, lo juzgamos necesario, siquiera
mo, ese que pone al teatro francés del si- para permitirnos una pasajera liberación
glo XVII como paradigma, y que pregona interior.
el equilibrio, la mesura y la claridad como En ningún momento niega de Torre que
condiciones esenciales para que una obra la universalidad de la literatura española
exista. Sin embargo, todo ello es enfren- exista. El sólo señala que dicha universa-
tado por de Torre y resuelto en sus tér- lidad es díficil. Y lo demuestra exponiendo
minos exactos. Existe un hecho comproba- las causas (algunas literarias, otras de na-
ble y nuestro autor lo presenta. Por otra turaleza diversa) y moviéndose con feliz
parte, nos hubiera gustado leer alguna flexibilidad entre las cuestiones que en
reflexión que se extendiese aún a riesgo de inevitable vinculación con el tema le han
dilatar la exposición, en las vinculaciones salido al paso. Es precisamente la actitud

52
de de Torre lo que nos parece más valio-
so en este ensayo. Una actitud que no pre-
tende agotar el tema, que no busca una
solución definitiva, que enfrenta al hecho
creador con un gusto segurísimo (su pro-
posición de "La Dorotea" como obra maes- APEM
tra de Lope, por ej emplo); una actitud
consciente de que esa difícil umversalidad Boletín Pedagógico
eS. al cabo, una caracterrstica-aé las le- de Artes Visuales
_ _~ · " , " ~ ~ , - ~ ' , . . _ 4 " " " " ' Z ~ ~ ~ ~ ~ _ ~ ~ 1 ; W g

tras hlSpanas que hay que considerar, nun- Bimestral


ca~una<ITsmmucróIÍ~Y#ae~suvaror.
'~!ñlfro
¡:rasee~acrémásUñ~'potter'#~irr(!ttación:la
circunstancia actual obliga a repensar las Director:
relaciones de una literatura local, parti- Humberto Tomeo
cular, "casera", con el ámbito de una li-
teratura mundial. La vida cultural se de- Marco Bruto 1428, Ap. 103
sarrolla cada vez más en un plano de exi- MONTEVIDEO
(Uruguay)
gencia que rebasa la situación nacional,
racial o lingüística. Sin embargo, una li-
teratura sin arraigo, sin profundo, estre-
cho y continuo vínculo con la patria, con
el lugar, con el habla y el temperamento
concretos del escritor es, por ahora, impen-
sable. Movernos a reflexionar en tal sen- TESTIGO
tido justifica el esfuerzo del ensayista y nos
permite decir que si el objetivo del libro Revista trimestral
era éste, ha sido plenamente logrado.
Pero varias interrogantes despiertan y Director:
nos acucian: esta difícil universalidad, ¿es Sigfrido Radaelli
también la de la lengua? ¿Nuestra len-
gua? ¿Hasta qué punto la universalidad de
la literatura de Hispanoamérica es difícil? Galería Nexo
Viamonte 458
y si también lo es, ¿qué grado de dificul-
tad existe? ¿Qué motivaciones la promue- BUENOS AIRES
(Argentina)
ven? ¿Podemos hablar de literaturas na-
cionales, argentina, peruana o mexicana,
o de la literatura, según observa Octavio
Paz, de una sola lengua?
Tales reflexiones, empero, rebasan el
marco de esta nota, y van más allá de lo
que legítimamente había que pedirle al li-
bro de Guillermo de Torre. Dejan de ser
lONA FRANCA
reflexiones y se convierten en inquietu- Revista mensual de ideas
des. Compartibles quizás, aunque el mo- y literatura
mento para las respuestas no haya sazona-
do todavía. En otro ámbito, en otra lite- Director:
Juan Liscano
ratura que no es la de América Hispana
-a pesar de que la lengua sea la mis-
ma- Guillermo de Torre ha aportado su Apartado 8349
palabra. Conviene atenderla. CARACAS
(Venezuela)
(1) "La Difícil Universalidad Española", de Gui-
llermo de Torre, Ed. Gredos, 1966.

63
NOTAS
Héctor Balsas

La utopía de una lengua universal


Hay noticias que nos dejan estupefactos Esto es verdad ahora y lo fue siempre.
por lo asombrosas o por lo extraordinarias. Se siente más en el presente, porque la
Cuando abrimos el maria y leemos que el vida ha sufrido un vuelco fundamental en
hombre circula por el espacio, recorriendo comparación con lo que era hace solamen-
caminos que día a día lo acercan más a te medio siglo. Desde arriba hasta abajo
la Luna, o que es posible asesinar fría- en la escala social, todos, en mayor o me-
mente a una veintena de personas desde lo nor grado, anhelan dar un paso adelante
alto de una torre, nos sentimos sacudidos para progresar material o culturalmente.
por una corriente que los literatos que El hombre, rodeado por influencias múlti-
abusan del clisé llaman "eléctrica". ples que lo aprietan, quiere viajar, reer,
Algo por el estilo sucede al enterarnos hablar, ampliar horizontes. La palabra se
de que en toda la superficie del globo exis- convierte para él en lo principal de su vi-
ten en este momento dos mil novecientas da o, mejor dicho, se presenta por vez pri-
sesenta y seis lenguas naturales. ¡Casi tres mera ante su conciencia con un ropaje
mil idiomas! Podría figurar en el "Créase nuevo, que la transforma en elemento pri-
o no" de Ripley, con la salvedad de que mordial. Siempre se valió de ella para la
a esto sí hay que darle crédito. vida diaria, pero nunca le dio la importan-
cia que intrínsecamente tiene. Fue como
una moneda que pasaba de uno a otro y a
la que se le prestaba poca atención, la su-
La noticia lleva a pensar en lo compleja ficiente atención para no dar un cambio
que resulta la comunicación entre los se- equivocado. De pronto, ve que es mucho
res humanos. Si es sencilla la vinculación más que eso y que, a pesar de su varar, no
diaria, a través de la palabra, entre la gen- puede darle libre curso por tropezar con
te que forma una comunidad social y !in- escollos en los que casi nunca pensó.
güística, es todo lo contrario la relación El mal se puede corregir. Se debe corre-
(hablamos de relación sólida y creadora) gir para que muchos pueblos, los más, sal-
entre quienes están separados por la dis- gan del peligroso aislamiento en que su
tancia y la barrera gigantesca de la lengua lengua, por la poca difusión que posee, los
que se habla. sumió.
El espíritu impulsa a ir más allá para
huir del medio en que se actúa, pero no
se ha logrado derribar la frontera invisi- Se calcula en medio millar ra cantidad
ble aunque cierta que opone el idioma. No de intentos de crear, aunque más no sea,
importan las razones que muevan a salir una base para modificar la situación. El
de lo cotidiano. Pueden ser de índoles cul- expediente a que se recurrió fue la prepa-
tural, social, económica, profesional, reli- ración de una lengua nueva, artificial, que
giosa; todas son válidas para desencadenar sirviera para extenderse por todo el orbe
la fuerza interior que moviliza hacia otros y se convirtiera en fácil herramienta de co-
ámbitos, pero ninguna lleva consigo el re- municación en manos de los hablantes de
medio capaz de curar las contusiones pro- cualquier punto.
ducidas por los choques contra el muro de Desde el idioma propuesto en 1629 por
la incomprensión. Renato Descartes y basado en los números,

54
hasta la interlingua, última manifestación En 1921, la Asociación Británica para el
del ingenio o de los estudios de un grupo Progreso de las Ciencias declaró que una
de lingüistas reunidos en la Intenacional lengua artificial como el esperanto se pres-
Auxiliary Language Association, de Nueva ta para las comunicaciones internacionales
York, se han visto idiomas internaciona- mucho mejor que cualquier idioma, anti-
les de muy distinta utilidad y muy poca guo o moderno" (2).
fortuna. No se puede decir lo mismo del volapuk.
Han aparecido el ido, el universal, el Este es un idioma de gran dureza. Denun-
globo, el novial, el ro, el balta, el lainesce cia inmediatamente su carácter artificial
y muchos más cuya única palabra que se y quien no lo haya estudiado no podrá pe-
recuerda, por ser extraña ocuriosa, es, pre- netrar el sentido de los términos de un tro-
cisamente, la del nombre que llevan. zo, por más esfuerzos que realice. El espe-
ranto es mucho más accecible, por lo me-
El volapuk (1) Y el esperante merecen nos para una persona que conozca el es-
párrafo aparte, ya que, dentro del conglo- pañol, el inglés o el francés, y se da fre-
merado de lenguas internacionales que as- cuentemente el caso de que un hablante
piraron a prevalecer como universales, de cultura media 10 aprende en poquísimas
mantuvieron un reinado digno de señalar. lecciones y hasta entiende mucho de lo
De las dos, sin duda alguna, el esperan- que se le presenta escrito en ese idioma,
te es la que ha llegado hasta hoy con más sin haberlo estudiado antes.
vigor. Pudo derrotar al volapuk en la pu- Nos parece conveniente enfrentar dos
ja por la supremacía, sobre todo por las trozos traducidos al esperanto y al volapuk
características que posee, que 10 hacen un para que, de la confrontación, aunque pri-
idioma apto para utilizar sin grandes in- maria y escasamente reveladora por lo
convenientes. Los esperantistas son firmes exigua, pueda salir un juicio valorativo.
convencidos de la eficacia de su lengua y
han obtenido éxito en su campaña de im-
ponerla, aunque no se trata de una impo-
sición total, avasallante, que haga pensar La luno, la luna estas tre serene; si ves-
que es el ideal acariciado al que se llegó tas, si vestas per sablaj manteloj.
y más allá del cual no hay nada superior. La luno, la luna iras en baleton; si
Es elocuente 10 que dice Mario A. Pei: hundeton portas kiel etan broceton.
"Los esperantistas afirman que su idioma
es hoy la única lengua internacional viva
y este aserto viene corroborado por el he-
cho de que varios millones de personas de o Fat abas, kel binol in silis paisalu-
carne y hueso hablen el esperanto en domoz nem ola! Kómomod monargan ola!
todas las partes del mundo. Además, el es- Jenomoz vil olik, as in sül, i su tal! Bodi
peranto ha logrado cierto reconocimiento obsik vadeliki givolOs abes adelo! E Par-
oficial. Junto con el latin, es la única len- dolOs obes debis osik, as id obs aipardobs
gua que, por acuerdo internacional, debe debeles obas. E no obis nindukolOs in
ser aceptada en todos los paises para las tentadi; sod aidalivolos obis de bad.
comunicaciones telegráficas; la usan las Jenosod! (3)
asociaciones médicas, jurídicas, cientificas, El fragmento en volapuk es impenetra-
musicales, así como numismatas y filatéli- ble, hecha la excepción de que se conozca
cos. Son muchas las casas comerciales que el original en español, inglés francés, etc.
imprimen sus listas de precios para el ex- y por él se pueda sacar el sentido. En es-
tranjero en esperanto, al mismo tiempo que ta impenetrabilidad reside una de las ra-
varias sociedades turísticas y numerosos zones por las cuales esta lengua no se im-
gobiernos se valen del esperanto para la puso y cayó en la oscuridad. Las dificul-
propaganda turística. En el mundo se pu- tades parecen insalvables, hasta para los
blican más de cien diarios y revistas en propios sostenedores del idioma. Al res-
esperanto, idioma que también se usa con pecto dice Fernández Menéndez que "cuan-
frecuencia en trasmisiones radiofónicas. do los volapukistas llegaron a reunirse en

65
un congreso, este fracasó por no haber po- chó los principales idiomas europeos para
dido entenderse en el idioma citado" (4). echar las bases de su nueva lengua y cons-
Al esperanto se le vaticinó larga vida. truyó un vocabulario que contiene pala-
Todavía la tiene, como lo hemos compro- bras con raíces conocidas de los hablantes
bado, aunque parece perder algo de su pu- de esos idiomas europeos, al mismo tiem-
janza, pues ya no provoca el entusiasmo po que dotó de sencillez extrema a la nue-
de décadas atrás. Sin embargo, algo parti- va lengua. la cual solamente admite die-
cular lleva en sí (sencillez, armonía, duc- ciséis reglas invariables de carácter gra-
tilidad) que lo distingue y que ha permi- matical. Se trata de un sistema 'a poste-
tido expresarse de este modo a A. MeilIet: riori". Como no podia ser menos, está el
"La posibilidad de establecer una lengua sistema mixto, que combina los dos cita-
de fácil comprensión y aprendizaje y el dos. Schleyer, creador del volapuk, siguió
hecho de que esa lengua sea utilizable, es- este último camino, para lo cual tomó el
tán demostrados por la práctica. Es vana inglés, el alemán, el francés, el español y
toda discusión teórica: el esperanto fun- el italiano, en el orden mencionado, y
ciona". formó un vocabulario que, después, resul-
tó casi desconocido, porque tuvo que redu-
cir muchas palabras a una minima forma.
Si se cree que hay necesidad de una len- Con eso consiguió hacerlas irreconocibles
gua universal y que ninguna de las idea- para aquellos cuyos idiomas sirvieron de
das sirve, se impone la obligación de pen- cimiento. Por tal causa, Fernández Menén-
ser en una más, que termine con la incom- dez dice que el volapuk contiene un "vo-
prensión entre los pueblos. Pero para cabulario monosilábico completamente
crearla es preciso resolver dos problemas nuevo y arbitrario, del cual había que
capitales: 19) ¿De dónde sacar los elemen- aprenderse de memoria desde la primera
tos que le servirán de base? y 29 ) ¿Qué hasta la última palabra, estando formado
condiciones debe reunir para no fracasar? por voces como "map, "pap", "peb', "pep",
Con respecto a la primera pregunta se sumamente confusas y difíciles de recor-
ven tres caminos, ya seguidos en la larga dar y pronunciar" (5).
historia de la gestación de idiomas inter- En cuanto a las condiciones, podemos
nacionales. Uno es el inventar algo hasta señalar dos fundamentales: la sencillez y
ahora desconocido, que no tenga relación la unidad. La primera es imprescindible
con ningún idioma hablado en el mundo para permitir un rápido dominio del idio-
y que obligue, en consecuencia, a estudiar- ma, pero debe ser una sencillez que aúne
lo como si fuera una lengua extranjera lo funcional con lo estético. Sabido es que
más y, todavía, de las menos fáciles de asi- lo desagradable no atrae; no se puede pe-
milar. Hay que pensar así, porque es de dir, entonces, que las palabras y sonidos
suponer que una creación arbitraria, des- estrafalarios o complejos sirvan para lo-
ligada de todo lo existente en la materia, grar adeptos. La segunda es también con-
no puede resultar sencilla. Le falta el sos- cición "sine qua non". Lo menos que se
tén que otorga un idioma o varios, puestos puede exigir a una lengua internacional
al servicio de ella como fuentes surtidoras. es que tenga cohesión, consistencia, que
Se trata de un sistema "a priori". Esta se mantenga sin resquebrajarse. La uni-
idea es antieconómica, porque exige de dad es requisito que se obtiene de la len-
ambas partes en juego un esfuerzo grande. gua en funcionamiento y por eso es posi-
Particularmente va contra quien se deci- ble pensar que no se puede tomar como
da a aprenderla, porque, al carecer de ba- condición inicial; sin embargo, depende de
se afirmación en los idiomas conocidos, ciertos factores internos también, que pe-
impulsa a una multiplicación de esfuerzos san desde el principio, y el más visible es
que, a la postre, desembocan en el tedio la fuente de origen del idioma. Parece que
más desmoralizador. Otro camino, seguido aquí nos encontramos con un muro infran-
por Zamenhof, creador del esperanto, es queable, porque, según muchos lingüistas,
más lógico y aceptable. Zamenhof aprove- un idioma universal que triunfe y que real-

56
mente llegue a dominar el mundo tendrá liar inventada del todo, como el esperanto
que estar sometido a la evolución normal o el ido, se encuentra en las mismas con-
de los demás idiomas. Es decir: si mañana diciones de funcionamiento que el latín
aparece la lengua X y se esparce victorio- como lengua muerta. Se ha pretendido
samente por el planeta porque es aceptada que las creaciones de este género no tie-
por todos, llegará un momento en que em- nen porvenir, porque una lengua artificial,
pezará a fragmentarse y, de universal que una vez introducida en el uso, se vería
fue, pasará a ser un grupo de dialectos o arrastrada por la misma evolución irresis-
nuevas lenguas. Se iría de lo homogéneo a tible que las lenguas naturales y se frac-
lo heterogéneo; se volvería al punto de cionaría en dialectos; pero el ejemplo del
partida. El apoyo de esta afirmación está latín parece probar lo contrario" (7). Aco-
en la fonética. El idioma universal que tamos: una cosa es Parece Probar (perífra-
quiera imponerse deberá tener un sistema sis verbal que sitúa el probar como algo
fonético que contemple a todos. l?ero eso aparente, que no se ha concretado en real
es imposible, porque la pronunciación de o cierto aún) y otra es "prueba" (forma
un español, de un francés, de un inglés, de verbal que decididamente da el probar co-
un alemán, por no citar personas de idio- mo real). Evidentemente, el latin no prueba
mas menos conocidos, es divergente y no eso, puesto que es una lengua muerta y el
podrá sostenerse por mucho tiempo la uni- esperanto o el ido o cualquier creación
dad. Es el caso del latín que se emplea artificial, en caso de triunfar, sería una
hoy por hoy. Sobre este punto dice Dau- lengua viva. El latín que se practica en
zat: "La lengua internacional choca, en nuestros días, en un área reducidísima por
efecto, desde el principio, con diferencias cierto, es solo un cadáver de lengua y,
de pronunciación irreductibles y que irán aun así, ya sabemos que no todos los pro-
acentuándoes a medida que la lengua se nuncian igual. En cambio, el idioma nue-
vulgarice y se extienda fuera de los me- vo que triunfara sería una realidad y su
dios intelectuales en que la práctica de extensión provocaría, tarde o temprano,
las lenguas extranjeras está difundida. la segmentación ya dicha.
Basta recordar el ejemplo de las lenguas
muertas que, como el latín, adquirieron
cierta difusión, limitada sin embargo a una ¿De todo lo expuesto se desprende que
la lengua universal es una utopía? ¿Hay
clase elegida: se han constituido, bajo la
imposibilidad manifiesta de lograr un idio-
influencia de las diversas lenguas vivas,
ma que colme las aspiraciones generales
otros tantos tipos de pronunciación dife-
de comunicación entre todos, sin trabas ni
rentes: Cícero es pronunciado Síséro por rodeos?
los franceses,Tchítchero por los italianos,
Entramos en el campo de las opiniones
Tsítsero por los alemanes; en Inglaterra,
personales, tan contradictorias, por lo co-
la diferencia es mayor aún: los trozos clá-
mún. Creemos que, si se trata de una len-
sicos de la "Eneida" recitados por un es-
gua que quiera sustituir a las existentes,
tudiante de Cambridge se hacen incom- no hay ninguna duda y hay que afirmar
prensibles para un estudiante francés"
que sí, que es totalmente utópica la idea.
(6). y todavía faIta agregar la pronuncia-
Aparte del tiempo que llevaría su imposi-
ción española, que es Cícero (y Sísero, con ción, de los ajustes que seguramente de-
seseo), la que junto con las otras difiere berían hacérsele y del peligro ineludible
de la verdadera pronunciación latina, que de la fragmentación, tiene el inconvenien-
es Kíkero. Si esto sucede con el latín, que te de la oposición cerrada que se le haría,
es lengua que no se habla, aunque se usa por ver en ella un enemigo invasor y des-
en la iglesia, en universidades y en algu- tructor de un bien cultural enraizado en
nas ciencias, debe suceder en mayor gra- la vida de la colectividad. Si se trata de
do con una lengua hablada, por más artifi- un idioma auxiliar, de desarrollo paralelo
cial y armada que sea. al del idioma nativo, pero de origen arti-
Charles Bally piensa de otro modo: ficial, también nos parece que es imposi-
"Señalemos de paso que una lengua auxi- ble de llevar a la práctica. Ya vimos el

57
gran inconveniente sobre la unidad, la que el idioma de Shakespeare. es el único que
no se obtendrá en definitiva; ese es su ma- puede llegar a ser la lengua universal" del
yot opositor, puesto que no hay· razón de mañana. La misma realidad lo dice. Sa-
peso para pensar en que se pueda ir con- bemos que es imprescindible conocerlo,
tra ella por causa de defensa del idioma si queremos cruzar fronteras geográficas.
propio. Quedan, pues, descartadas ras len- Esto se nota más entre la gente de habla
guas nuevas, prefabricadas. Pero, como no española, cuyos idiomas no tienen la
cabe tener en cuenta que hay lenguas na- extensión extraordinaria y envidiable del
turales, por ahí puede parecer la tan desea- castellano.
da internacional. ¿Por qué no pensar en Descartamos nuestro idioma como posi-
la posibilidad de que un idioma actual sea ble lengua ecuménica, porque considera-
la lengua que en el futuro hablen todos mos .que, frente al inglés, sus posibilidades
los seres, sin desplazar por ello el idioma de salir adelante son escasas. Una ojeada
materno? No es descabellada la idea y po- a la situación general de los países de raíz
dría ser el ingrés, pongamos por caso, lle- hispánica lo confirma. Se necesitan una
gara algún dia a predominar. Vemos, in- férrea plataforma de vida, estabilidad po-
dudablemente, las objeciones que se opo- lítica, tranquilidad espiritual, conocimien-
nen a esta opinión. Se dirá que, así como to mutuo entre los pueblos que forman el
el esperanto fracasará por desmembra- bloque lingüístico, fuerza vigorosa que ex-
miento, también lo hará el inglés. No so- panda ra instrucción y la educación, desa-
mos capaces de negarlo, pero debemos rrollo efectivo en toda la actividad del
convenir en que el inglés está en mejores hombre, para que se pueda pensar en que
condiciones de sobrevivir, porque es un el español se transforme en la lengua uni-
idioma que dominan ya muchos" millones versal que el mundo reclama.
de personas que lo tienen como lengua Es el viejo sueño de Amado Nervo y
propia (alrededor de 300 millones); por- para algunos todavía hay un resquicio por
que se ha düundido por razones políticas, donde podría meterse el hilo del cual ti-
comerciales y cuIturales en todo el mun- rar para desenvolver el español universar-
do; porque ha invadido los centro de en- mente. Dice Angel Ferreyra Cortés (8)
señanza de muchos países, inclusive el que nuestro idioma será el más difundido
nuestro (entre 250 y 300 millones lo en- de Occidente y establece que en el año
tienden sin dominarlo): porque es más 2017 habrá 500 millones de hispanohablan-
simple gramaticalmente que gran cantidad tes. No dice que será el idioma universal,
de lenguas de grupos atrasados (por ejem- pero esa expansión tremenda permite al-
plo, de Oceanía y Africa) , a cuyos miem- bergar esperanzas a los optimistas.
bros les resulta. más sencillo el manejo de
algunos cientos de palabras ingresas que
aprender la lengua complicada de sus ve- Queremos dejar bien sentado que no so-
cinos. mos partidiarios de un idioma único, do-
Estas razones le dan consistencia, soli- minador al estilo de Atila. Cuando pensa-
dez, y serán la coraza de su defensa con- mos en el inglés como lengua de alcance
tra .una rápida. fragmentación. El espe- internacional y pasible de ser adoptada por
ranto y cualquier otro idioma inventado todos, no pensamos en la eliminación de
no están en el mismo caso ni cerca de él: los otros ,idiomas, fortísimos muchos de
son desconocidos, en principio; su estudio, ellos, como el español y el francés en Oc-
aunque fuera obligatorio, no se sentiría cidente, y el ruso y el chino en Oriente.
como una necesidad porque no habría na- La conveniencia y, más aún, la necesidad
da que les asegurase el triunfo; además, imperiosa de un idioma general impelen
estaría el perjuicio colectivo acerca de su a buscar el lenguaje úniCo, sea cuar fuere
origen, el cual les da carácter de renguas dentro de los naturales, con la fina.Iidad
frías, desprovistas del alma o del genio sencilla pero vital de servir de medio vin-
de las lenguas naturales. culatorio entre millones de hablantes que,
En la actualidad, todo lleva a creer que en grupos lingüísticos grandes, medianos y

58
pequeños, se manti.enen fieles, y no deja- ---:-se acota en el ensayo- "cualquiera que
rán de hacerlo, al idioma materno, ·segu- sepa leer se cree calificado para zarandear
ramente más querido que cualquier otro. complejos. compulsiones y obseslOnes".
Lengua universal, sí, pero . auxiliar, de Así, un forastero que no se anima a pre-
empleo simultáneo al de la propia. Len- guntar direcciones en una ciudad que no
gua universal, sí, pero que no interfiera conoce bien, tiene un coeficiente de incom~
como agente perturbador dentro del idioma patibilidad alarmantemente elevado. Las
que se adquiere por herencia cultural y por jóvenes con problemas afectivos no resuel-
práctica cotidiana. Esto es lo deseable. tos deben cuidar al máximo, según consejo
de un consultorio sentimental, sus fijacio-
(1) Se escribe volapük. pero eliminarnos la dié· nes paternas. Excesos en la comida para
resis españolizando el vocablo. La "k". si bien no
es letra final propia de la lengua española, puede compensar, son tan frecuentes que hasta
dejarse, porque es letra que está incluida en el los niños lo saben. La conducta hostil de
.abecedario.
. (2) Mario A. Pei, "La maravillosa historia del J ohnson hacia la sociedad proviene de un
lenguaje", (Espasa Calpe, Madrid, 1955).
(3) L. Couturat y L. Leau, "Extraits de. l'histoire complejo de inferioridad regional. Whit-
de la 'langue universelle". (Librairie Hachette et mano el asesino psicópata de la Universi-
Cc. Paris. 1904).'
(4) M. Fernández Miméndez. "El problema de la dad de Texas, es un claro ejemplo de sobre-
lengua internacional", (Montevideo, 1925). compensación sexual. Por eso subió a una
~5) M. Fernández Menéndez, ob. cit.
(6) Albert Dauzat. "La filosofía del lenguaje". torre -signo fálico- y usó un rifle para
(Ateneo, Bs. Aires, 1947).
(7) Charles Bally. "El lenguaje y la vida". (Lo- sus víctimas -signo fálico-, inevitable
sada, Bs. Aires, 1947). también.
. . ~8) An~el ~erreyra Cortés. "El español será el
1010ma mas dIfundido de Occidente". (Ediciones Si· En el nuevo "World Journal Tribune" un
gla, Bs. Aires. 1958). psiquíatra ha descrito el beisbol como "un
ritual que se lleva a cabo en una cuna (la
cancha) y está dominado por la elevada fi-
Para la historio de la pop- gura del padre" (el pitcher, de pie sobre
la pequeña elevación del terreno desde la
sicología en el Río de la Plata que lanza la pelota).
Todo esto llega un poco tarde, sin embar-
La extrapopularización de la Psicología go, para que sea primicia en nuestras ori-
configura un peligroso fenómeno de los úl- llas.
timos años. Broce Franlin, Profesor Asocia-
do de Lengua Inglesa en la Universidad de Hace unos meses (Agosto 1966) los lec-
Stanford -obsérvese: profesor universita- tores de "Primera Plana" penetraron en el
rio, pero no un profesional de la Psicolo- obsesionante mundo de la Psicología Pro-
gía, precisamente, sino docente de lengua y funda. El Psicoanálisis "aplicado" en las pá_
literatura- asegura que el método básico ginas de publicaciones no especializadas no
de lucha en Vietnam (el bombardeo) es 'es nada nuevo. Ni siquiera lo es en cone-
·"anal-sadístico. Un hombre en un avión xión con el tema "fútbol". Especialista o
-en un medio inorgánico- defecta simbó- no, casi todo 'el que asiste a un partido
licamente sobre el mundo orgánico a sus de fútbol se ha detenido alguna vez a pen-
píes." sar en la "descarga emocional" que repre-
El ejemplo indicado y otros muchos más senta para el espectador medio (oficinista
forman una divertida y larga enumeración recluído, trabajador agotado durante la se-
que, con bien calibrada dosis de humor, mana, ama de casa que respira al séptimo
muestra un excelente ensayo de la revista dia un aire exento de las inefables auras
Time, (7 Octubre, 1966). Por él nos ente- de su cocina) el impune insulto vociferado
ramos de algunas cláusulas psicopop típi- a jugadores o jueces. "La Catharsis del gri-
cas; las que asaltan al hombre común, a to", digamos, para ponernos a la altura ne-
diario, desde todos los medios de comuni- cesaria.
cación masiva. Tampóco resulta extraño que en esas li-
Hay en la actualidad 40.000 profesiona. neas de' Primera Plana se superponga la
les autorizados y registrados (psiquíatras terminología de rigor. "Significado y fun-
y psicólogos) en los EE.UU. de N. A. Pero ción". "Contexto estructural". "Teoría ge·

59
neral ( ... ) psicoanalítica y estructuraliS' tu general, con la segunda causal expues-
ta". Etcétera. Lo que sí sorprende al ta: énfasis en el éxito rápido y una limi·
desprevenido lector es el objeto al que se tación de posibilidades concretas para un
aplican los términos: LA PELOTA DB tector restringidl1.
FUTBOL. Y, sobre todo, el descubrir -de
manos del articulista- la evidente vincu·
lación. de la pelota a la ancestral forma pero
fecta de la humanidad (la esfera), que ei
"la coincidencia del uno y del todo"; la
Aviso a los poetas
"imagen del infinito"; en suma.
Un dato, pues, que nos deja a buen ni. De entre las cartas de Dylan Thomas
velo También estamos en la vanguardia dí! publicadas recientemente por Constantine
la Pop-sicología por estas latitudes. Fitz Gibbon (Dent; London, 1966): "The
8elected Letters of Dylan Thomas") en~
tresacamos unas resoluciones del joven Dy.
tan (para el nuevo año de 1934):
Ilegalidad '65 "En primer luSª! ,res~Y.2. firm~!l1~nte
hacer PO~'M~ segundo, término, escri·
birla. Hay poesía en-Ias"aiiifas del' relOj,
Después de mediados de año se comien- si me doy cuenta de que el reloj es una
zan a conocer algunas de las estadisticas limitación y 'Puedo expresar en mis lineas
más intrincadas del anterior. Una de las el conocimiento de esa limitación y el co·
"alarmantes" de 1965: la ola de ilegalidad nocimiento de la ilimitabilidad. Con esta
en Gran Bretaña. (The Observer, 18 set.) promesa que me hago a mí mismo apren·
El total de ofensas comprobadas (sólo deré a no decir nada de este mundo que
en Gales e Inglaterra) fue de 1.133.882. no resulte interesante. ¿Cómo puede decir·
En conjunto, por tanto, un aumento del se 9ue haya algo sin interés si está en el
6.2% sobre el año 1964 y un 50% más que mundo. si tiene al mundo en torno, si en
en 1957. A esta cifra deben añadirse otras Lo más intimo de su s~r asociaciones de mi.
transgresiones (chantages, heridos en riña, Uones y millones de mentes?"
robos de escaso monto, etc.) no denuncia.
das a la policía.
La ola avanza y crece. Mientras que al
final del siglo pasado sólo 250 personas
por cada 100.000 habitantes quebrantaron
la ley, el año pasado el número ascendió a
La locura china
2.374. La mitad pertenece a transgresores
jóvenes. Entre los 14 -edad limite de res·
ponsabilidad legal en G. B.- Y los 21 años. En Buenos Aires circuló un manifiesto
Las teorías en busca de causas se suce- de adhesión a la "revolución cultural" chi·
den. 1) Se achaca a la cr~iente anoni· na entre cuyos firmantes se encuentran
midad de la sociedad británica. 2) Al én· ¡ruan José SebreIi y Bernardo Kordon. Pa-
fasis en el éxito económico que lleva a al· ta algunos escritores de la "izquierda", los
gunos miembros del grupo a sentir limi. desatueros de los ya tristemente célebres
.tadas, antes de tiempo, sus posibilidades. guardias rojos se justifican por la necesi-
3) A la influencia atractiva del delito en dad de borrar toda supervivencia de las
el cine y la televisión. 4) Al efecto de] costumbres burguesas y de sus tradiciones
adiestramiento para matar recibido en tiem. culturales. Lo que equivale a pedir que se
po de guerra (recuérdense los comandol borre la historia de un plumazo, o a pre·
británicos del último conflicto mundial). tender que el mundo empieza con Mao Tse
M. Capote parece dar la clave más acerta· rungo Si hay un movimiento anticultural
da al respecto: "La prosperidad social nf por excelencia, es el que se está llevando
conduce en ningún caso a una disminu a cabo en China por el Partido comunista.
ción de la ilegalidad." Lo que coincidirí~ Asombra la coincidencia de testimonios en

60
ese sentido. Pero la miopía "ideológica" en nuestra gran revolución cultural proleta-
que se basan los supuestos de esa "revolu- ria. .. El resplandor del pensamiento de
ción" podemos comprenderlos en el endio- Mao Tse Tung ilumina al mundo entero ...
samiento de Mao propiciado por estos axio- Los pueblos revolucionarios, de un conti-
mas proclamados en Pekín: "El pensamien- nente a otro, por encima de diferencias de
to de Mao Tse Tung es el marxismo leni- nacionalidad, lenguaje y color, están uni-
nismo heredado y desarrollado de manera
dos por su cariño al presidente Mao y por
genial; es la cumbre del marxismo leninis_
mo en nuestra época. " El que se oponga el fuerte deseo de estudiar sus obras ... "
a este pensamiento, sea ahora o en el futu- Es decir, la anunciación de un nuevo dog-
ro, será enemigo jurado de la revolución y ma, más terrible y violento que los que
del pueblo y caerá condenado por todo el ya habiamos conocido hasta aquí. A estos
partido y denunciado por toda la nación ... principios adhieren ciertos intelectuales
La luz del pensamiento de Mao Tse Tung rioplatenses que parecen empeñados en
y de la dirección del Comité Central del convencer a todo el mundo que "izquierda"
Partido ilumina como un sol el camino de y "enajenación", son la misma cosa.

APORTES
Revista trimestral de estudios latinoamericanos
publicada por el I.L.A.R.I.

Sumario del N9 2
La Universidad en una sociedad estancada:
el caso del Uruguay . Aldo E. SOLARI
La fuga de los intelectuales . Glaucio DILLON SOARES
y Mireya S. DE SOARES
Universidad y movilidad social . J ean LABBENS
Grupos de poder y desarrollo social: el
caso de Córdoba . Juan Carlos AGULLA
Latifundio y minifundio en el Paraguay .. Carlos PA8TORE
La interpretación "socialista" del importe
incaico . Juan M. OSSIO
Inventario de los estudios en ciencias
sociales sobre América latina.

Director: Luis Mercier Vega


Redacción: Instituto Latinoamericano de Re:lac~iOlles Inter'D.aciolnales
23, rue de la PépiniE~re, Paris 8e
Administración: 97, rue St-Lazare,' Paris '. ge
Suscripción anual: 4 U.S.

61
~------------------------------------------ ------...-

INFORME
La situación cultural en Brasil
después del golpe de 1964
En Brasilia, hace dos años, un grupo de guo régimen se había llamado la capital
militares armados atacaron la Universidad roja del nordeste-- mantienen ahora estu-
en busca de fuentes de subversión. Al cabo diantes encarcelados culpables de haber
de algunas horas de pesquisas, entre las manifestado contra ciertos abusos, sin em-
obras confiscadas figuraban Jacques el fa- bargo, en los tribunales militares, algunos
talista y Rojo y Negro. El libro de Dide- generales se levantaban con vehemencia
rot lo juzgaron como sospechoso por su au- contra los atentados a las libertades de
tor; el de Stendhal, por su título. Fue así, pensamiento y expresión. En San Pablo se
bajo el signo del ridículo y la brutalidad, ordenó detener a ciertos profesores de re-
que al día siguiente del triunfo del golpe nombre internacional, tales como el físico
de Estado de abril de 1964 comenzó en Bra- Mario Schenberg, o el sociólogo Florestan
sil la caza de brujas. Fernándes, que poseen invitaciones de uni-
No parece fácil describir las causas y versidades extranjeras exentas de toda
los móviles de este odio a la inteligencia sospecha de complicidad con el comunismo
que dejará una de las marcas más tristes y internacional.
más paradójicas del gobierno del presiden- En estas circunstancias parece, de pri-
te Castelo Branco. No se puede afirmar, en mera intención, bastante enojoso empren-
efecto, que existen actualmente en el Brasil der un análisis más profundo de las violen-
órganos oficiales de la inteligencia y la cul- cias ejercidas contra la libertad de expre-
tura. Lo que existe es más execrable aún: sión y contra la cultura, bajo este régimen
el contralor está librado a la arbitrariedad excepcional en que se encuentra Brasil des-
de la fuerza. Algunos ejemplos bastarán pués de la victoria del golpe de Estado de
para hacerlo comprender. abril de 1964. No se trata, en efecto, de un
En el Estado de Macapa, en el extremo sistema racionalmente montado, que dispo-
norte del Brasil, la autoridad militar hizo ne de organismos propios que se pueden
detener a Wl grupo de artistas aficionados situar y definir bien. Se trata, al contrario,
que se preparaban para presentar la misma de un sistema de abusos, pero de abusos de
pieza de Jean-Paul Sartre que en el sur la fuerza, delante del cual uno se encuen-
del país acababa de tener un excelente éxi- tra totalmente desamparado. Se podría, pa-
to. No hace mucho tiempo, en plena ciudad ra simplificar las cosas, clasificar estas vio-
de San Pablo -capital económica del lencias bajo dos grandes capítulos: con-
país--, los celosos censores confiscaron en tralor de la opinión y terrorismo cultural.
las librerías obras políticas y literarias que
las librerías de Río de Janeiro exponían a
la luz del día en sus vidrieras sin ser mo-
Contralor de la opinión
lestadas. Detalle penoso: entre los libros Mirando la evolución rutinaria de la vi-
condenados figur~ban novelas de Arthur da brasileña no se puede afirmar que el
Miller y El Embajador, de Morris West. Ta- régimen actual sea exactamente una dic-
les ejemplos de arbitrariedad se podrían tadura. Existen aun muchas libertades que
multiplicar por cientos. En el Estado de no existirían en los regímenes totalitarios
Río Grande do Sul y en el de Minas Ge- tradicionales. Pero las garantías esenciales
rais se prohibieron espectáculos que colma- faltan, y para preservar las libertades que
ban las salas de Río y San Pablo. Los coro- quedan, hay que tener primero el coraje
neles de Recife -ciudad que bajo el anti- de defenderlas contra la fuerza y la arbi-

62
trariedad. Las intimidaciones, las amena- empresa de comunicación que puedan ser
zas y presiones a las cuales se encuentra responsables de una manera u otra de la
sometido exigen de cada crítico un acto de difusión de manifiestos, discursos o entre-
coraje y para cada protesta una opción. vistas de los ciudadanos "proscriptos" o
Sería deshonesto afirmar que ese valor simplemente de los manifiestos, discursos, o
falta o que la crítica no existe. Al contra- entrevistas que la autoridad pudiera juzgar
rio, diarios como la Tribuna da Impresa subversivos.
-ligado al antiguo gobernador de Guana- Se puede, pues, reconocer que la crítica
bara, Carlos Lacerda- no dejan de atacar existe, pero que existe a pesar de los ins-
al gobierno, y esto en un tono que alcanza trumentos de contralor de la opinión, que
algunas veces los límites del insulto. Por son más temibles cuando son dejados al
otra parte no se cerró el gran diario po- arbitrio del poder.
pular de oposición Ultima Hora, que tenía
el papel de órgano oficial del antiguo par- Terrorismo cultural
tido laborista del ex presidente J oao Gou-
lart. Hay que hacer notar aun que los ad- Es la expresión que eligió uno de los lí-
versarios del régimen aprovecharon las deres católicos, el más influyente del país,
fuentes, que ofrecen en ocasiones pareci- Alceu Amoroso Lima, más conocido por su
das, el teatro de variedades y la canción seudónimo literario Tristán Athayde, para
para decir lo suyo a las autoridades mili- definir el tratamiento infligido por las au-
tares. Lo hacen y bien crudamente algunas toridades a los intelectuales brasileños des-
veces, sin que se desencadenen contra ellos pués del golpe de Estado. Ella expresa muy
golpes desde arriba. Pero no hay que ha- bien el clima que reina en el país desde
cerse ilusiones. En la gran prensa en gene- hace dos años.
ral los periodistas se ven sometidos a una La primera gran víctima "del nuevo or-
forma de contralor más odioso aún que la den" que se instauró en el Brasil es y con-
censura oficial, o sea, la auto-censura. tinúa siendo la Universidad.
El gobierno, en efecto, se munió arbitra- Durante 18 meses un profesor de pro-
riamente de poderosos instrumentos de cas- vincia, que la autoridad militar colocó a la
tigo que le permiten sofocar todas las ma- cabeza del ministerio de "Educación", Fla-
nifestaciones públicas del pensamiento que vio Suplycy de Lacerda, ejerció contra los
juzgue subversivas y se vanagloria del pri- estudiantes y profesores un furor de depu-
vilegio de ser en esta materia el único ración inconcebible, sin hablar de las en-
juez. Hay así ciertos peligros que los di- carcelaciones injustas o de los abusos po-
rectores de diarios y de otras empresas liciales. El ministro Suplycy de Lacerda
periodísticas no quieren correr. Para citar puso fuera de la ley a la Unión Nacional
un ejemplo: la dirección de una estación de Estudiantes, colocando bajo la interven-
de televisión de San Pablo recientemente ción federal todas las otras manifestacio-
suprimió a última hora un programa en el nes de ese tipo. Finalmente triunfó hacien-
curso del cual el antiguo presidente Janio do decretar leyes que conducirían un· día,
Quadros iba a presentar al público una si son mantenidas, a establecer en el Brasil
nueva geometría del idioma portugués, que un sistema universitario comparable alde
acababa de escribir. Un decreto-ley promul- las dictaduras más retrógradas de Occi¿
gado el año pasado por el mariscal Castelo dente.
Branco prohibía a los ciudadanos -pri- El argumento invocado para jústificarél
vados de sus derechos políticos- y los tres terror es siempre el clásiC?:ésti.fP~fii~~
antiguos presidentes están en esa ;situa- la Universidad la infiItraciónicoIl1tl~i~~~i:y
ción- de hacer uso de la palabra en pú- la subvención. Se abl'ieroIl· as~l~~i:t>tlel't~s
blico. El edicto presidencial establecía pe- a todas las injusticia~'~}9sl'egl~Il1ent?s
nas que iban de la simple detención hasta más odiosos. qiertospro~e<li~eI1t9s eD:l-
la proscripción o la expulsión del país para pleados para hacer. call~r ii la<~t~ligenfia,
todos los directores o simples reporteros para obligarla a acomodarse, traen a la me-
de agencias de prensa, de diarios, de toda moria extrañamenteélrecué:rdode ciertos

J.63
métodos que se creían condenados para mente sospechosos de tal complicidad.
siempre. Cientos de profesores y de alum- En octubre del año pasado, la crisis que
nos fueron denunciados y puestos en pri- se incubaba desde hacia tiempo en la Uni-
sión por el simple crimen de haber soste- versidad de Brasilia alcanzó su paroxismo.
nido posiciones nacionalistas. El arquitecto Alrededor del 75% de los profesores -
Osear Niemeyer y su amigo Lucio Costa, entre los cuales había extranjeros destaca-
que concibieran y edificaron Brasilia, figu- dos por su país en la nómina de ciertos
raban en las listas de sospechosos que la acuerdos bilaterales de cooperación técnica
revolución debería depurar. Numerosos in- o cultural- presentaron su dimisión. La
telectuales y artistas fueron obligados a Universidad cerraba sus puertas. Apenas
tomar el camino del exilio para huir de la fueron abiertas y ya el terror comienza de
violencia. La acogida que se les reservó en nuevo. Desde hace algún tiempo, la pren-
los países donde encontraron refugio ates- sa da cuenta de las campañas de delación
tigua sin embargo su importancia y su va- que alli ocurren y de los largos interroga-
lor moral. Hombres como el reconocido eco- torios a los que son sometidos actualmen-
nomista Celso Furtado, castigado en su país, te los estudiantes "no seguros". Lo más
fue inmediatamente invitado por universi- triste es que ese terrorismo cultural pare-
dades americanas o europeas. El profesor ce poco a poco convergir, como era previ-
J osué de Castro, rechazado de su país, fue sible, en su consecuencia más odiosa: "La
acogido por organismos internacionales expedición, todavía muy secreta, por su-
muy calificados. El maestro Paulo Freire puesto, de certificados de ideología."
concibió un método nuevo de alfabetiza- Caza de brujas, terrorismo cultural y
ción dirigido a las grandes masas popula- violencias contra la libertad de expresión
res. Acusado de preparar al pueblo para el y de cultura en el Brasil desde hace dos
comunismo, debió huir. Sus libros fueron años no hacen ciertamente honor al régi-
confiscados. Hoy las autoridades del país men. El investigador extranjero que tra-
que le ofrecieron asilo se felicitan de te- tara de constatar esos hechos tiene la pro-
nerlo entre ellos y lo impulsan a aplicar babilidad de ser impedido de una manera
sus métodos con toda libertad. En Paris u otra. Se le tomará como testigo de las
mismo numerosos estudiantes, jóvenes in- libertades que subsisten. Pero un hecho co-
telectuales y técnicos del Brasil que se ins- mienza actualmente a surgir que no deja
talaron allí sin poder volver, son testigos duda sobre la naturaleza de las relacio-
del terror del régimen que los ha expul- nes entre la inteligencia y el régimen. La
sado. primera gran resistencia que está por le-
vantarse contra el sistema no parte de los
grandes organismos obreros, nace entre los
Crisis en la universidad estudiantes, entre los jóvenes intelectua-
les, entre los educadores que no olvidarán
Uno se pregunta cómo las nuevas auto- jamás el oprobio que la casta militar les
ridades no previeron los resultados desas- ha hecho sufrir.
trosos de este terrorismo cultural. Es de La gran paradoja de todo ésto consiste
hecho incomprensible que en un país como sin embargo en el hecho de que también
el Brasil, en donde la falta de instrucción el mariscal Castelo Branco, con sus princi-
constituye uno de los problemas más gra- pales colaboradores, profesan el más gran-
ves, se haya podido provocar un éxodo ma- de respeto por la inteligencia y la cultura.
sivo de profesores, sabios y técnicos. Sin En consecuencia, es extremadamente ex-
hablar del número de los que no habiendo traño que en el momento que el régimen
querido o podido dejar el país, se encuen- parece encaminarse lentamente hacia una
tran separados hoy de sus cátedras y de liberalización, ni el mariscal ni ninguno
sus puestos, imposibilitados de enseñar de sus colaboradores parecen sospechar los
simplemente por una sentencia de la au- efectos de este terror que en una forma
toridad militar o el juicio de ciertos opor- más atenuada, hay que reconocerlo, conti-
tunistas que los declararon culpables de nua amenazando a todo intelectual brasi-
complicidad con los comunistas, o simple- leño que el gobierno no juzgue ortodoxo.

COMI8ION DEL PAPEL EDICION AMPARADA EN EL ARTICULO 79 DE LA LEY 13.349.


temas
una l (!vista para la expresión de b cultura uruguaya y de
América Latina ha publicado artículos.. relatos y poemas de

FERNANDO AINSA
CLARIBEL ALEGRIA
RODOLFO ALONSO
KOSTAS AXELOS
CARLOS BARRAL
CARLOS GERMAN BELLI
MARIO BENEDET'rI
JEAN BLOCH-MICHEL
HIBER CONTERIS
CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE
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JUAN GOYTISOLO
JOAO GUIMARAES ROSA
SAULIBARGOYENISLAS
ENRIQUE IGLESIAS
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AUGUSTO ROA BASTOS
Ul RODRIGUEZ MONEGAL
.JORGE RUFFINELLI
MILTON SCRINCA
JORGE SCLAVO
ALDO SOLAR!
ALEXANDER SOLZHENITSIN
MARIO VARGAS LLOSA
FERNAND VERHESEN

y tres selecciones de poesía latinoamericana


POESIA JOVEN DE URUGUAY (Selección de Benito Milla).

POESIA JOVEN DE ARGENTINA (Selección de Enrique Molina).

SEIS POETAS JOVEIES DEL PERU (Selección de José Miguel Oviedo).

Ficción
Juan Carlos Onetti
JUNTACADAVERES
(2l¡l. edición)
Alberto Paganini
CONFESIONES DE UN ADOLESCENTE
Roberto Fabrega Cúneo
GEEST
Silvia Guerrico e Irene Alzúa
LOS EXTRAÑOS VISITANTES
Ensayo
Enrique Iglesias
URUGUAY: UNA PROPUESTA DE CAMBIO
Julio Barreiro
IDEOLOGIAS y CAMBIOS SOCIALES
Roberto Sapriza
LA VERDAD DE LAS COSAS
Poesía
Juan Cunha
PASTOR PERDIDO
Mario Benedetti
CONTRA LOS PUNTES LEVADIZOS
Enrique Elisalde
CINCO MODOS DE AMOR
Roberto Echavarren Welker
EL MAR DETRAS DEL NOMBRE

EDITORIAL ALFA
Ciudadela 1389 - Montevideo
(Uruguay)

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