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El suelo proviene de la roca madre que está compuesta por diversos minerales a distintas proporciones.
Los elementos que conforma el suelo pueden encontrarse en diferentes formas, que dependen de
muchos factores como el clima, el agua y la presión, entre otros, que influyen determinantemente en todo
lo que ocurre con los elementos que componen el suelo, y principalmente en su dinámica.
En climas húmedos donde existen fuertes precipitaciones que dominan a la evaporación, existe una
lixiviación o lavado de minerales desde la superficie hacia el interior del suelo. Esto hace que en esa
superficie los coloides y las bases disminuyan.
La vegetación ejerce una acción contraria; es decir, extrae del interior los elementos que necesita y los
lleva a la superficie.
En el caso de climas secos el proceso es inverso al anterior. La dinámica del agua en el suelo en este
caso es hacia arriba, arrastrando los materiales solubles a la superficie.
Un aspecto que afecta al suelo y lo contamina es la acumulación de elementos en un espacio dado. Este
efecto se puede dar de dos formas: por procesos naturales y otro provocado por la acción del hombre. En
el primer caso, por una parte los elementos son transportados por el agua y en lugares de clima seco el
agua del suelo asciende y se puede acumular cal o material salino en la superficie. Por otra, se pueden
depositar óxidos de hierro, arcillas o humus en profundidad.
En las zonas con clima húmedo ya señalamos que el lavado arrastra bases y existe tendencia a la
acidificación del suelo, por lo que es posible que existan acumulaciones de ciertos elementos, sobre todo
de microelementos.
Las acumulaciones de elementos son más lentas para los macroelementos y más rápidas para los
microelementos por ser el margen mucho menor. (Seoánez, 1998).
Un suelo contaminado es aquel que ha superado su capacidad de amortiguación para una o varias
sustancias y, como consecuencia, pasa de actuar como un sistema protector a ser causa
de problemas para el agua, la atmósfera, y los organismos. Al mismo tiempo se modifican sus equilibrios
biogeoquímicos y aparecen cantidades anómalas de determinados componentes que originan
modificaciones importantes en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
• Por biodisponibilidad se entiende la asimilación del contaminante por los organismos, y en
consecuencia la posibilidad de causar algún efecto, negativo o positivo.
• La movilidad regulará la distribución del contaminante y por tanto su posible transporte a
otros sistemas.
• La persistencia regulará el periodo de actividad de la sustancia y por tanto es otra medida de su
peligrosidad.
• Carga crítica. Representa la cantidad máxima de un determinado componente que puede ser aportado
a un suelo sin que se produzcan efectos nocivos.
Agentes contaminantes y su procedencia
Son muy diversos. Dentro de ellos tenemos los metales pesados, las emisiones ácidas atmosféricas, la
utilización de agua de riego salina y los fitosanitarios.
Estos agentes contaminantes proceden generalmente de la actuación antropogénica del hombre, así los
metales pesados proceden directamente de las minas, fundición y refinación; residuos
domésticos; productos agrícolas como fitosanitarios; emisiones atmosféricas mediante actividades
de minería y refinería de metales, quema de combustibles fósiles, purines, etc.
Los metales pesados en pequeñas dosis pueden ser beneficiosos para los organismos vivos y de hecho
son utilizados como micronutrientes, pero pasado un umbral se convierten en elementos nocivos para la
salud.
Las emisiones ácidas atmosféricas proceden generalmente de la industria, del tráfico rodado, abonos
nitrogenados que sufren el proceso de desnitrificación. Como consecuencia de esta contaminación se
disminuye el pH del suelo con lo que se puede superar la capacidad tampón y liberar elementos de
las estructuras cristalinas que a esos pH pueden solubilizarse y son altamente tóxicos para animales y
plantas.
Utilización de agua de riego salina. El mal uso del agua de riego provoca la salinización y la sodificación
del suelo. En el primer caso se produce una acumulación de sales más solubles que el yeso que
interfieren en el crecimiento de la mayoría de los cultivos y plantas no especializadas (se evalúa por la
elevación de la conductividad eléctrica del extracto de saturación). En el segundo caso se produce una
acumulación de sodio intercambiable que tiene una acción dispersante sobre las arcillas y de
solubilización de la materia orgánica, que afecta muy negativamente a las propiedades físicas del suelo.
Fitosanitarios. Dentro de ellos agrupamos los plaguicidas y los fertilizantes. Son, generalmente,
productos químicos de síntesis y sus efectos dependen tanto de las características de las moléculas
orgánicas (mayoría de los plaguicidas) como de las características del suelo.
Los fertilizantes además de contener metales pesados, producen contaminación por fosfatos
(eutrofización en lagos) y nitratos.
Los estudios de Bradley ef a!. (1981; 1982) demostraron claramente que los hongos simbiontes que se
asocian a las Ericáceas confieren tolerancia a cobre a especies como: Calluna vulgaris, Vacciniunm
macrocarpum y Rhodudendrom ponticum. El principal mecanismo que se sugirió fue la participación del
micelio extra radical en el secuestro de iones y la, consecuente, disminución en la disponibilidad de estos
contaminantes en el suelo.
Los hongos ectomicorrízicos también participan en la bioestabilización de Metales pesados en el suelo y
la rizosfera, La capacidad del micelio para secuestrar estos elementos y prevenir la translocación a los
brotes parece ser el principal mecanismo involucrado. Como resultado, los síntomas de toxicidad por
Metales pesados disminuyen en las plantas hospedantes de estos hongos.
La posibilidad del uso de hongos micorrízicos en la remediación de suelos se basa en estudios que
demuestran que las plantas inoculadas tienen mayor oportunidad de supervivencia al trasplantarse al sitio
contaminado, que plantas no inoculadas. En general, los suelos contaminados tienen diversas
limitaciones, como bajos valores de elementos esenciales o baja disponibilidad, y baja agregación del
suelo, los cuales son factores que afectan, en Forma negativa, el establecimiento de las plantas y, en
consecuencia, la recuperación de los sitios. El uso de los hongos puede auxiliar a aliviar algunas de estas
limitaciones. Existen evidencias que algunas plantas en situaciones no estresadas son micotróficas
facultativas, lo que significa que sus raíces se colonizan por hongos arbusculares, pero obtienen poco o
ningún beneficio de la asociación. En contraste, en condiciones estresantes como la contaminación, estas
plantas por su asociación a estos hongos obtienen múltiples beneficios de protección y nutrición, Por
ejemplo, la nutrición fosforada mejora, por una mayor superficie de absorción del micelio externo en el
suelo. Mayor tolerancia a arsénico resulta de la habilidad de hongos toleranles a restringir la utilización de
arsenato, tanto en plantas tolerantes, como no tolerantes al arsénico.
El micelio externo desarrolla una función importante en el suelo: participa en el ciclo de nutrimentos de
los ecosistemas, en la agregación de partículas del suelo y en la estabilidad de los agregados. En relación
con este último proceso, recientemente se descubrió que las hifas de todos los hongos arbusculares
producen y excretan al suelo una proteína, la glomalina, que es la que actúa como cementante en el
suelo.
Conclusiones
La información planteada muestra que la interacción planta-microorganismos rizosféricos necesita
considerarse para incrementar el éxito de las alternativas biológicas que utilicen plantas en la
recuperación de suelos contaminados con metales pesados.
A diferencia de las alternativas biológicas utilizando plantas para la limpieza de aguas y de suelos
contaminados con sustancias orgánicas, la recuperación de suelos contaminados con metales pesados
considerando los microorganismos simbióticos de la rizósfera es claramente un campo nuevo, presenta
un enorme potencial de uso, pero requiere de mayor investigación. La utilidad de los microorganismos
rizosféricos dependerá básicamente del nivel de contaminación, del tipo de contaminante del suelo y de
los objetivos establecidos para la recuperación.
Bibliografía
http://www.ciceana.org.mx/recursos/Contaminacion%20del%20suelo.pdf
http://edafologia.ugr.es/conta/tema00/progr.htm
http://edafologia.ugr.es/conta/tema11/concep.htm
http://edafologia.ugr.es/conta/tema11/historia.htm
http://edafologia.ugr.es/conta/tema11/agentes.htm
Es propiedad: www.profesorenlinea.cl. Registro Nº 188.540 Quintero G. (1980). Suelos. Ciudad de la
Habana: Editorial Pueblo y Educación.
Instituto de Suelos. La actividad de conservación y mejoramiento de suelos. Mimeografiado. Ministerio de
la Agricultura, 1997. 7 p.
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acción Especial. Brasil: 1996. 28 p.
Categorías: Agronomía | Agricultura
http://es.wikipedia.org/wiki/Contaminaci%C3%B3n_del_suelo
Conformación del suelo
Revisión
1
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de Ciencias Básicas e
Ingeniería, Centro de Investigaciones Químicas. Carr. Pachuca-Tulancingo Km 4.5,
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México. C.P. 42184. * Corresponding Author
Email: angel21930@yahoo.com.mx.
2
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de Ciencias Básicas e
Ingeniería, Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra. Carr. Pachuca-
Tulancingo Km 4.5, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México. C.P. 42184.
Resumen
Abstract
INTRODUCCIÓN
Tipos de contaminantes
Algunos compuestos orgánicos son utilizados por los microorganismos como fuente
de carbono (Viñas, 2005). Los compuestos alifáticos se degradan fácilmente por
oxidaciones sucesivas. Cuando se incluyen como sustituyentes aléanos de cadena
larga, se forman estructuras ramificadas estancamente inaccesibles a la
degradación. Los compuestos aromáticos o cíclicos se degradan a partir de la
ruptura del anillo. La incorporación de halógenos disminuye la degradabilidad por
estabilización del anillo aromático. El orden decreciente de biodegradación es,
generalmente, n-alcanos > isoprenoides >aromáticos de bajo peso molecular >
cicloalcanos > poliaromáticos > moléculas polares (Leahy y Colwell, 1990).
Los metales pesados son aquellos elementos químicos que presentan una densidad
igual o superior a 5 g/cm3cuando están en forma elemental o cuyo número atómico
es superior a 20 (Vardanyan y Ingole, 2006). Muestran una elevada tendencia a
bioacumularse y a biomagnificarse a través de su paso por los distintos eslabones
de las cadenas tróficas. En concentraciones elevadas, ocasionan graves problemas
en el desarrollo, crecimiento y reproducción de los seres vivos (Roy et al., 2005).
Los mecanismos de tolerancia varían entre las distintas especies de plantas y están
determinados por el tipo de metal, eficiencia de absorción, traslocación y secuestro.
Las fases del proceso por el cual las plantas incorporan y acumulan metales
pesados son las siguientes (Navarro-Aviñó, 2007):
Fase II. Una vez dentro de la planta, las especies metálicas son secuestradas o
acomplejadas mediante la unión a ligandos específicos. Entre los quelantes
producidos por las plantas se encuentran los ácidos orgánicos (ácidos cítrico,
oxálico y málico), algunos aminoácidos (histidina y cisteína) y dos clases de
péptidos: fitoquelatinas y metaloteínas.
Las fitoquelatinas son ligandos de alta afinidad que tienen como sustrato al
glutatión. Están constituidas básicamente por 3 aminoácidos: ácido glutámico,
cisteína y glicina, unidos por enlaces peptídicos.
Tecnologías de fitorremediación
Las fitotecnologías se basan en los mecanismos fisiológicos básicos que tienen lugar
en las plantas y en los microorganismos asociados a ellas, tales como: traspiración,
fotosíntesis, metabolismo y nutrición (Tabla 3).
Según Thangavel y Subhuram (2004), dependiendo del tipo de contaminante, las
condiciones del sitio y el nivel de limpieza requerido; las tecnologías de
fitorremediación se pueden utilizar como medio de contención (rizofiltración,
fitoestabilización y fitoinmovilización) o eliminación (fitodegradación, fitoextracción
y fitovolatilización).
Remoción de la contaminación. Las plantas GM diseñadas para este fin, son capaces
de metabolizar compuestos orgánicos (Tabla 4) o bien de acumular mayor cantidad
de contaminantes inorgánicos (Tabla 5). Generalmente, la fitorremediación es una
función conjunta entre la planta y los microorganismos de la rizósfera (Rittmann,
2006). Algunas especies de bacterias degradan, de manera selectiva, ciertos
compuestos que son tóxicos para las plantas. Los productos metabólicos del
proceso microbiano son asimilados y convertidos, por las especies vegetales, en
compuestos menos tóxicos. Por lo tanto, las modificaciones genéticas de los
microorganismos presentes en la rizósfera representan una posibilidad en el
mejoramiento de las técnicas fitocorrectivas, además, la introducción de
microorganismos GM asegura que los cambios se limiten a los consorcios
bacterianos presentes en la raíz y que estos no se encuentren en el suelo
circundante (Macek et al, 2007).
Un ejemplo de ello, es la rizoremediación, por la Pseudomona fluorescens, de PCB
's. Este proceso se regula mediante un sistema que responde a las señales de las
raíces de la alfalfa (Viñaderos, 2005). Otro enfoque prometedor, involucra el uso de
bacterias edáficas GM que son capaces de remediar compuestos orgánicos volátiles
solubles en agua (Barac, 2004). Un ejemplo de ello son las bacterias que degradan
el tricloroetileno, las cuales protegen a la planta huésped en contra de su
fitotoxicidad y contribuyen a la disminución de su evapotranspiración (Macek et
al, 2007).
El ejemplo más representativo del uso de las plantas GM con fines de remediación,
es aplicado a la eliminación de mercurio. El mercurio entra en los cuerpos de agua
como consecuencia de actividades industriales como la fabricación de papel,
textiles, productos químicos y como subproducto de la minería. El mercurio al ser
líquido a temperatura ambiente es fácilmente volatilizado, sin embargo, debido a su
alta reactividad, existe en el ambiente principalmente como catión divalente Hg 2+.
DISCUSIÓN
Durante los últimos años se han desarrollado tecnologías que permiten remediar la
contaminación del ambiente a través del uso de plantas y sus organismos
relacionados. La fitorremediación es una tecnología cuyo objetivo principal es la
eliminación de metales tóxicos y contaminantes orgánicos (en suelo, aire, agua y
sedimentos) que afectan a los seres vivos, sin embargo, es necesario seguir
investigando sobre los procesos que determinan la disponibilidad de los
contaminantes, su absorción, traslocación, quelación, degradación y volatilización
en la planta, con el fin de transmitir a la sociedad de manera clara, este
conocimiento para su aceptación y comercialización. Hasta ahora, la mayoría de los
trabajos relacionados con la fitocorrección se han llevado a cabo a escala de
laboratorio, con plantas cultivadas en condiciones ideales. Es primordial realizar las
gestiones necesarias para aplicar este conocimiento en casos reales que permitan
demostrar la eficiencia de esta técnica. Es importante resaltar que los
conocimientos hasta el momento adquiridos han contribuido a la mejora de la
capacidad de fitorremediación de un gran número de plantas. Por ejemplo, las
nuevas plantas GM han desarrollado una amplia capacidad de absorción,
transporte, acumulación y degradación, tanto de contaminantes orgánicos como
inorgánicos.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
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