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Introducción

En el Perú, al igual que en muchos países, la prevención de la


contaminación del ambiente (suelo, agua y aire) y su recuperación es una prioridad. La Biotecnología del
Suelo nace como una rama trascendental dentro de la Ciencia del Suelo, y los resultados muestran el
enorme potencial de los microorganismos del suelo, en el mejoramiento de la calidad del suelo,
degradación e inmovilización de contaminantes, su efecto en el crecimiento y en la protección de
las plantas frente a diferentes factores. Como resultado, se incrementa el interésde una propuesta de
mejora esta aplicación de los microorganismos en diferentes áreas. Dentro de los métodos biológicos de
recuperación de suelos contaminados por metales pesados, metaloides y otros contaminantes, el uso de
plantas y microorganismos rizosféricos representa una alternativa de bajo costo y con enormes ventajas
ambientales. Las tecnologías que consideran el uso de estos organismos son llamadas: Fitorecuperación
y biorecuperación, respectivamente. Se consideraron las principales alternativas biológicas que pueden
usarse para la descontaminación y recuperación de suelos contaminados por metales pesados. Se hizo
énfasis que el uso de plantas requiere considerar a sus microorganismos simbióticos mutualistas de la
rizosfera.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Proponer la recuperación de suelos contaminados con metales pesados utilizando plantas y
microorganismos rizosfericos
OBJETIVO ESPECIFICO
-Mejorar la recuperación de suelos contaminados con metales pesados utilizando la fitorremediacion
-Mejorar la recuperación de suelos contaminados con metales pesados utilizando la biorremediacion
CONTENIDO

Calidad del suelo


El suelo es un recurso dinámico que sustenta la vida de las plantas. Regula la distribución del agua de
lluvia y de irrigación, almacena nutrientes y otros elementos, y actúa como un filtro que protege la calidad
del agua, del aire y de otros recursos. Está formado por partículas minerales de diferente tamaño (arenas,
limos y arcillas), materia orgánica y numerosas especies de organismos.
Posee propiedades biológicas, químicas y físicas, algunas de las cuales son dinámicas y pueden cambiar
en función de su manejo.
La calidad del suelo es la capacidad de un tipo específico de suelo para funcionar dentro de los límites de
un ecosistema natural o tratado para sostener la productividad de plantas y animales, mantener o mejorar
la calidad del agua y del aire, y sustentar la salud humana y su morada.
Indicadores de la calidad
Los indicadores de calidad del suelo pueden ser propiedades físicas, químicas y biológicas,
o procesos que ocurren en él, los indicadores deben permitir: analizar la situación actual e identificar los
puntos críticos con respecto al desarrollo sostenible; analizar los posibles impactos antes de una
intervención; monitorear el impacto de las intervenciones antrópicas; y ayudar a determinar si el uso del
recurso es sostenible.
Para que las propiedades físicas, químicasy manejo.
Ser sensitivas a los cambios en el suelo que ocurren como resultado de la degradación antropogénica.
Ser componentes de una base de datos del suelo ya existente.
Indicadores físicos
Indicador Relación con las funciones y condiciones del suelo Valores o unidades relevantes,
comparaciones para evaluación
Textura Retención y transporte de agua y minerales; erosión del suelo % (arena, limo y arcilla); pérdida de
sitio o posición del paisaje
Profundidad (suelo superficial y raíces Estimación del potencial productivo y de erosión cm; m
Infiltración y densidad aparente Potencial de lixiviación, productividad y erosión min/2,5cm agua; g/cm3
Capacidad de retención de agua Contenido en humedad, transporte, erosión, humedad aprovechable,
textura, materia orgánica % (cm3/cm3); cm humedad aprovechable/30cm; intensidad de precipitación
(mm/h)
Estabilidad de agregados Erosión potencial de un suelo, infiltración de agua % (agregados estables)
Indicadores químicos
Indicador Relación con las funciones y condiciones del suelo Valores o unidades relevantes
Contenido en materia orgánica Fertilidad de suelo, estabilidad y grado de erosión, potencial productivo kg
(C ó N)/ha
pH Actividad química y biológica Comparación entre los límites superiores e inferiores para la actividad
vegetal y microbiana
Conductividad eléctrica Actividad microbiológica y crecimiento de plantas dS/m; comparación entre los
límites superiores e inferiores para la actividad vegetal y microbiana
N, P, K extraíbles Disponibilidad de nutrientes para las plantas, indicadores de productividad y calidad
ambiental kg/ha; niveles suficientes para el desarrollo de los cultivos
Capacidad de intercambio catiónico Fertilidad del suelo, potencial productivo mol/kg
Metales pesados disponibles Niveles tóxicos para el crecimiento de las plantas y la calidad del cultivo
Concentraciones máximas en agua de riego
Indicadores biológicos
Indicador Relación con las funciones y condiciones del suelo Valores o unidades relevantes
Contenido de biomasa microbiana Potencial catalizador microbiano, reposición de C y N kg (C ó N)/ha
relativo al C, N total o al CO2 producido
Nitrógeno mineralizable Productividad del suelo y aporte potencial de N kg N·ha-1·día-1 relativo al C, N
total
Aireación, contenido en agua, temperatura Medición de la actividad microbiológica kg C·ha-1·día-1
relativo a la actividad de la biomasa microbiana; pérdida de C contra entradas al reservorio total de C
Contenido de lombrices Actividad microbiana Número de lombrices
Rendimiento del cultivo Producción potencial del cultivo, disponibilidad de nutrientes kg producto/ha.
La ocurrencia de este fenómeno esta estrechamente relacionada con el grado de industrialización e
intensidad del uso de químicos.
En lo concerniente a la contaminación de suelos su riesgo es primariamente de salud, de forma directa y
al entrar en contacto con fuentes de agua potable. La delimitación de las zonas contaminadas y la
resultante limpieza de esta son tareas que consumen mucho tiempo y dinero, requiriendo extensas
habilidades de geología, hidrografía, química y modelos a computadora.
Para iniciar el estudio sobre la contaminación del suelo es preciso entender primero de qué está
conformado; es decir, sus elementos esenciales. Al hablar de este tipo de elementos nos referimos a
aquellos que necesitan de la vegetación para vivir. Algunos de manera notable (macro), otros en
cantidades medias (medio) y finalmente otros en cantidades pequeñas (micro). Aunque finalmente todos
son indispensables en su conformación.
En la siguiente tabla se citan los elementos esenciales del suelo:
MICROELEMENTOS
MACROELEMENTOS MEDIOELEMENTOS MICROELEMENTOS
ESPECIALES
N (nitrógeno) Ca (calcio) Fe (fierro) Na (sodio)
P (fósforo) S (azufre) Mn (manganeso) Cl (cloro)
K (potasio) Mg (magnesio) Zn (zinc) Si (silicio)
Cu (cobre) Co (cobalto)
B (boro) Se (selenio)
Mo (molibdeno) I (iodo)

El suelo proviene de la roca madre que está compuesta por diversos minerales a distintas proporciones.

Elementos que conforman el suelo

Los elementos que conforma el suelo pueden encontrarse en diferentes formas, que dependen de
muchos factores como el clima, el agua y la presión, entre otros, que influyen determinantemente en todo
lo que ocurre con los elementos que componen el suelo, y principalmente en su dinámica.
En climas húmedos donde existen fuertes precipitaciones que dominan a la evaporación, existe una
lixiviación o lavado de minerales desde la superficie hacia el interior del suelo. Esto hace que en esa
superficie los coloides y las bases disminuyan.
La vegetación ejerce una acción contraria; es decir, extrae del interior los elementos que necesita y los
lleva a la superficie.
En el caso de climas secos el proceso es inverso al anterior. La dinámica del agua en el suelo en este
caso es hacia arriba, arrastrando los materiales solubles a la superficie.
Un aspecto que afecta al suelo y lo contamina es la acumulación de elementos en un espacio dado. Este
efecto se puede dar de dos formas: por procesos naturales y otro provocado por la acción del hombre. En
el primer caso, por una parte los elementos son transportados por el agua y en lugares de clima seco el
agua del suelo asciende y se puede acumular cal o material salino en la superficie. Por otra, se pueden
depositar óxidos de hierro, arcillas o humus en profundidad.
En las zonas con clima húmedo ya señalamos que el lavado arrastra bases y existe tendencia a la
acidificación del suelo, por lo que es posible que existan acumulaciones de ciertos elementos, sobre todo
de microelementos.
Las acumulaciones de elementos son más lentas para los macroelementos y más rápidas para los
microelementos por ser el margen mucho menor. (Seoánez, 1998).

Contaminantes del suelo

Un suelo contaminado es aquel que ha superado su capacidad de amortiguación para una o varias
sustancias y, como consecuencia, pasa de actuar como un sistema protector a ser causa
de problemas para el agua, la atmósfera, y los organismos. Al mismo tiempo se modifican sus equilibrios
biogeoquímicos y aparecen cantidades anómalas de determinados componentes que originan
modificaciones importantes en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
• Por biodisponibilidad se entiende la asimilación del contaminante por los organismos, y en
consecuencia la posibilidad de causar algún efecto, negativo o positivo.
• La movilidad regulará la distribución del contaminante y por tanto su posible transporte a
otros sistemas.
• La persistencia regulará el periodo de actividad de la sustancia y por tanto es otra medida de su
peligrosidad.
• Carga crítica. Representa la cantidad máxima de un determinado componente que puede ser aportado
a un suelo sin que se produzcan efectos nocivos.
Agentes contaminantes y su procedencia
Son muy diversos. Dentro de ellos tenemos los metales pesados, las emisiones ácidas atmosféricas, la
utilización de agua de riego salina y los fitosanitarios.
Estos agentes contaminantes proceden generalmente de la actuación antropogénica del hombre, así los
metales pesados proceden directamente de las minas, fundición y refinación; residuos
domésticos; productos agrícolas como fitosanitarios; emisiones atmosféricas mediante actividades
de minería y refinería de metales, quema de combustibles fósiles, purines, etc.

Los metales pesados en pequeñas dosis pueden ser beneficiosos para los organismos vivos y de hecho
son utilizados como micronutrientes, pero pasado un umbral se convierten en elementos nocivos para la
salud.
Las emisiones ácidas atmosféricas proceden generalmente de la industria, del tráfico rodado, abonos
nitrogenados que sufren el proceso de desnitrificación. Como consecuencia de esta contaminación se
disminuye el pH del suelo con lo que se puede superar la capacidad tampón y liberar elementos de
las estructuras cristalinas que a esos pH pueden solubilizarse y son altamente tóxicos para animales y
plantas.
Utilización de agua de riego salina. El mal uso del agua de riego provoca la salinización y la sodificación
del suelo. En el primer caso se produce una acumulación de sales más solubles que el yeso que
interfieren en el crecimiento de la mayoría de los cultivos y plantas no especializadas (se evalúa por la
elevación de la conductividad eléctrica del extracto de saturación). En el segundo caso se produce una
acumulación de sodio intercambiable que tiene una acción dispersante sobre las arcillas y de
solubilización de la materia orgánica, que afecta muy negativamente a las propiedades físicas del suelo.
Fitosanitarios. Dentro de ellos agrupamos los plaguicidas y los fertilizantes. Son, generalmente,
productos químicos de síntesis y sus efectos dependen tanto de las características de las moléculas
orgánicas (mayoría de los plaguicidas) como de las características del suelo.
Los fertilizantes además de contener metales pesados, producen contaminación por fosfatos
(eutrofización en lagos) y nitratos.

Procesos responsables de la redistribución y


acumulación
Un riesgo importante en la acumulación de contaminantes en el suelo se produce en aquellas situaciones
en las que el contaminante no pierde su capacidad tóxica sino que únicamente se encuentra almacenado
en forma inactiva en el suelo mientras este mantenga unas determinadas condiciones pero que, si éstas
desaparecen, regresa a su condición negativa. Este hecho es frecuente en moléculas orgánicas de alta
persistencia pero es especialmente importante en metales pesados.
La presencia de metales como contaminantes pueden producir a las plantas diferentes alteraciones, tales
como:
METAL EFECTOS
Inhibición de la división celular, alteración de la membrana celular y de las funciones a
ALUMINIO
nivel citoplásmico.
Reducción del crecimiento y alteración de la concentración de Ca, K, P y Mn en la
ARSÉNICO
planta.
Inhibición de la fotosíntesis y la transpiración. Inhibición de la síntesis de clorofila.
CADMIO
Modificación de las concentraciones de Mn, Ca y K.
Desbalance iónico, alteración de la permeabilidad de la membrana celular, reducción del
COBRE
crecimiento e inhibición de la fotosíntesis.
Degradación de la estructura del cloroplasto, inhibición de la fotosíntesis. Alteración de
CROMO
las concentraciones de Fe, K, Ca y Mg.
MERCURIO Alteración de la fotosíntesis, inhibición del crecimiento, alteración en la captación de K.
PLOMO Inhibición del crecimiento, de la fotosíntesis y de la acción enzimática.
Alteración en la permeabilidad de la membrana celular, inhibición de la fotosíntesis,
ZINC
alteración en las concentraciones de Cu, Fe y Mg.

Tecnologías de Biorrecuperación en Suelos


Contaminados
Biorrecuperación: Alternativa biológica que usa de microorganismos vivos o sus metabolitos para
acumular, transformar o degradar contaminantes.
Las tecnologías tradicionales para la recuperación de suelos contaminados con metales pesados utilizan
métodos de ingeniería y tratamientos químicos. Este término incluye a los elementos esenciales, los
cuales bajo ciertas concentraciones empiezan a ser tóxicos para los organismos vivos, y a aquellos
elementos que son considerados tóxicos aun a concentraciones Mínimas.
Las tecnologías biológicas involucran el uso de microorganismos y plantas para remover, contener o
retener contaminantes ambientales sin causar daño. Las tecnologías biológicas se han utilizado para el
tratamiento de varios tipos de contaminantes del suelo y del agua, como: hidrocarburos, plaguicidas,
sustancias radiactivas y otro tipo de contaminantes orgánicos; sin embargo, su uso en la remediación de
suelos contaminados con metales pesados y metaloides, es de reciente aplicación.
La bio y fitorecuperación son alternativas que causan interés, por ser más económicas que
la tecnología de ingeniería o las que utilizan procesos físicos y químicos. La Fito y biorecuperación in situ
reducen el riesgo de exposición para el personal que limpia y transporta el material contaminado.
El impacto ambiental es mínimo, porque estas alternativas son procesos naturales y útiles para la
completa transformación de una amplia variedad de contaminantes. Además, puede recuperarse un sitio
sin causar perturbación en sus actividades normales.
Las alternativas biológicas son aplicables cuando los contaminantes se encuentran cerca de la superficie
y no son lixiviables, o cuando la remoción de los contaminantes no es una situación de emergencia, o
bien, si se requiere de disminuir el riesgo, ya que puede cubrir extensas áreas. Sin embargo, para
alcanzar el éxito debe realizarse la selección de especies microbianas adaptadas a las condiciones de
contaminación.
Algunas desventajas que las tecnologías biológicas presentan son:
1. La necesidad de mantener las condiciones de crecimiento microbiano en el sitio de contaminación, lo
cual es difícil, en particular porque las condiciones varían de un sitio a otro, pero la selección de especies
microbianas adaptadas puede realizarse.
2. Otra desventaja es, que el ambiente contaminado puede tener otras sustancias u organismos que
inhiben el crecimiento de la población microbiana deseada y afectar la eficiencia del proceso.
3. Algunos de los procesos biológicos que requieren de los microorganismos son muy específicos. Sin
embargo, los grupos de investigación están considerando estos factores y tratan de encontrar las mejores
condiciones para explotar estas tecnologías amigables con el ambiente y de bajo costo.
Las plantas se utilizan como sistemas directos o indirectos de descontaminación. En el caso directo, las
plantas participan en la modificación del contaminante a través de la absorción, secuestración o
acumulación. En el caso indirecto, los diversos microorganismos rizosféricos, que se asocian a las raíces
de las plantas (bacterias, hongos, actinomicetes y cianobacterias), actúan sobre los contaminantes. Es
relevante señalar que en el caso de los metales pesados, a diferencia de los compuestos orgánicos, éstos
no se degradan, sino sólo se modifican para disminuir su disponibilidad, toxicidad y riesgo dentro de la
cadena trófica.
La Fitorrecuperación: Uso de especies vegetales para el saneamiento del terreno, se considera una
herramienta novedosa para resolver un problema común en varias partes del mundo. Se basa en los
procesos de fitoextracción (Proceso que considera la absorción y acumulación de un contaminante por
microorganismos o plantas, respectivamente, y su posterior cosecha y destrucción del contaminante), o
fitoestablizacion (fitoestabilización: Proceso que involucra la retención de contaminantes en el suelo.
En la fitoextracción, la concentración del contaminante en el suelo disminuye por la marcada extracción
de la planta. Esta tecnología se basa en la particularidad de que algunas plantas poseen mecanismos
para absorber, translocar y tolerar cantidades significantes del contaminante que para otras especies
serían tóxicas. Por esta razón, estas plantas pueden sobrevivir en ambientes fuertemente contaminados,
donde otras plantas sin estos mecanismos morirían.
En contraste, la fitoestabilización no reduce la cantidad del contaminante en el sitio, sino que disminuye la
disponibilidad y, principalmente, reduce los riesgos ambientales y de salud humana. La disponibilidad del
contaminante se abate a niveles aceptables por secuestración o sorción (adsorción) de los contaminantes
en la matriz del suelo.
En la rizosfera, parte del suelo bajo las raíces, donde tiene una interacción única y dinámica entre
microorganismos y plantas, debido a la exudación de nutrimentos orgánicos útiles para
el metabolismo microbiano y a que la raíz proporciona un nicho ecológico. Los microorganismos, a la vez,
participan en numerosos beneficios, como: influencia en el crecimiento radical, regulación de la actividad
metabólica de la raíz e influencia en las propiedades Físicas y químicas del suelo, así como de los
contaminantes.
El uso de plantas en la recuperación de suelos contaminados es relevante, porque la mayoría de las
plantas participarán parcialmente en el control de la erosión por viento y lluvia. Por un lado, existe la
posibilidad de recuperación del suelo contaminado y, por otro lado, simultáneamente, el reestablecimiento
de la vegetación en dicha área, por lo cual, a largo plazo, la recuperación del suelo a través de la
fitorrecuperación será sinónimo de reestablecimiento, revegetación y rehabilitación de áreas con alta
perturbación (términos que se han utilizado como sinónimos, pero que consideran diferentes procesos y
metas).
Es obvio que dentro de la tecnología de la fitorecuperación, los microorganismos simbióticos mutualistas
que se asocian a las raíces de las plantas deben considerarse, porque existen evidencias de su
participación en la rizosfera.
Participación de Plantas y Microorganismos en la Recuperación de Suelos Contaminados
En Plantas: La fitorrecuperación requiere del establecimiento rápido de una cobertura vegetal abundante;
sin embargo, la alta concentración de Metales pesados será la principal limitante para el crecimiento de
las plantas, debido a que las especies vegetales difieren, ampliamente, en su tolerancia a éstos. Para los
fines de recuperación de suelos contaminados, se prefiere el uso de plantas tolerantes, ya que esto
influenciará el éxito de la recuperación de suelos. Se logró la revegelación de un sitio que tuvo actividad
piro metalúrgica en Bélgica. Después de este tratamiento, una amplia cobertura vegetal se desarrolló en
el área, resultado que aún se mantiene después de más de 13 años del tratamiento inicial, Otro ejemplo,
en suelos salinos, que se regaron con aguas residuales con altas concentraciones de metales pesados
(Hg, Pb, fe, Zn, As, B, Mo, Se, U y V), se requirió del uso de plantas tolerantes a la salinidad. Plantas
como: Sporobolus airiodes, Elytrígia pontica, Oryzopsis hymenoides, Astragalus bisulcatus y A.
racemosus, se establecieron exitosamente en estos sitios.
Especies herbáceas, arbustivas y árboles pueden utilizarse en las prácticas de recuperación de suelos
contaminados por metales pesados. Algunos ejemplos de estoa árboles son: Anthoxanthum odoratum,
Agrostis canina, A. capillaris, A. stolonifera, Deschampsia cespitosa, D. flexuosa, Festuca rubra, F. ovina,
Holcus lanatus y Silene vulgaris. Los árboles también son participantes en las prácticas de recuperación,
pero las consecuencias ecológicas de su uso difieren con relación a las plantas herbáceas. Esto se debe
a su forma de crecimiento, composición química y longevidad. En los árboles, la retención de metales
pesados es en los tejidos perennes, por lo que el tiempo para entrar al ciclo de descomposición es mayor.
En consecuencia, los árboles tienen la capacidad de inmovilizar los metales pesados, en compartimentos
metabólicamente inactivos, por periodos más largos, en comparación con plantas herbáceas. En éstas,
los brotes muestran parcial o total pérdida y descomposición, así los metales pesados ingresan de nuevo
al proceso biogeoquímico en el suelo. Los árboles con altas posibilidades de éxito en la fitorrecuperación
son Pinos y Betula, las cuales son especies pioneras en suelos contaminados. Estas especies son
micotróficas obligadas, por lo que necesitan a los hongos ectomicorrízicos asociados a su raíz, para su
adecuado desarrollo. Especies de Acer se asocian con los hongos arbusculares, mientras que especies
de Salix lo hacen, tanto con los hongos ectomicorrízicos, como con los hongos arbusculares. La
dependencia por los hongos ectomicorrízicos o endomicorrízicos es una característica relevante que
auxilia a las plantas a supervivir en sitios contaminados.
Plantas hiperacumuladoras en plantas. El uso de este tipo de plantas es relevante en el proceso de
fitoextracción.
En numerosos casos, acumulación e hiperacumulación son términos que se utilizan como sinónimos; sin
embargo, éstos son diferentes. Las plantas hiperacumuladoras son capaces de acumular excesivas
cantidades de metales pesados en su follaje (> 1% del peso seco de la planta). Este mecanismo implica
alta tolerancia específica a metales pesados, los cuales están presentes en el suelo en concentraciones
que normalmente podrían considerarse fitotóxicas. El uso de plantas hiperacumuladoras con fines de
biorremediación de suelos contaminados es una práctica reciente con enormes avances en varios países.
Esto se debe a que representa una alternativa viable y redituable. Sin embargo, las plantas
hiperacumuladoras son endémicas de áreas contaminadas, presentan lento crecimiento y
poca producción de materia vegetal, por lo que varios investigadores están en la búsqueda constante de
especies con alta capacidad acumuladora, rápido crecimiento vegetal y abundante producción de materia
verde. Otra característica de la mayoría de las especies hiperacumuladoras es que no son micorrízicas
como Thlaspi y Alyssum. Sin embargo, Viola calaminaria y V. guestphalica, especies metalofitas de
suelos contaminados con altas concentraciones de Zn, presentan altos grados de colonización por
hongos micorrizicos arbusculares. Un aspecto interesante de resaltar es el poco conocimiento que se
tiene sobre la importancia y la función de la simbiosis en este tipo de plantas y que requiere de estudiarse
con profundidad.
Algunos investigadores realizaron una selección de 300 tipos de especies vegetales con capacidad
acumuladora. Las especies de Brassica fueron las más efectivas en remover Zn, especialmente, por su
mayor producción de biomasa (10 veces más) que Thlaspi caerulescems (planta hiperacumuladora).
Otras plantas que muestran capacidad para acumular los metales pesados son: girasol, sauce, álamo,
alfalfa, maíz, tabaco, sorgo y amaranto.
En Microorganismos: Algunos microorganismos tienen la habilidad de desarrollarse en ambientes
extremadamente contaminados y pueden ser capaces de alterar el estado químico, la forma o distribución
de los metales pesados en el suelo, como resultado, éstos deben considerarse en los diferentes procesos
de recuperación de áreas contaminadas. Aun cuando los microorganismos incluyen menos de 3%
del carbono orgánico del suelo y ocupan sólo 0.001% del volumen del suelo, ellos son la
maquinaría bioquímica que maneja los procesos químicos de transformación, secuestro y acumulación de
los Metales pesados en el suelo.
Las bacterias y los hongos son los que principalmente se involucran en la mayoría de los procesos del
suelo, así como en la degradación de compuestos orgánicos y la transformación de Metales pesados. Las
bacterias representan la mayor diversidad en el suelo y se distribuyen en todos los ambientes vivos. Su
rápido crecimiento y metabolismo las ubican como importante alternativa en el proceso de recuperación.
Las bacterias tienen, en general, una amplia capacidad para acumular metales en su biomasa. Por otro
lado, los hongos filamentosos tienen, además, la característica de invadir el suelo por medio de la
extensión de su micelio e incrementar la superficie de exploración y acción.
Aunque los actinomicetos, hongos micorrizicos arbusculares y las cianobacterias forman parte del
complejo microbiano de suelos altamente contaminados, relativamente poca investigación se conduce en
estos grupos microbianos y, por lo tanto poco se conoce de su participación en los procesos de
descontaminación de los Metales pesados y otros compuestos tóxicos. Estos grupos microbianos se
asocian con las raíces de las plantas, en consecuencia su influencia no debería ignorarse.
Resulta relevante hacer énfasis que ciertos grupos microbianos tienen múltiples funciones y propiedades
que ofrecen dentro de la biotecnología de la recuperación de suelos, como, por ejemplo: su capacidad
para fijar nitrógeno atmosférico, solubilizar fósforo, producir antibióticos, sustancias promotoras del
crecimiento, sideróforos y sustancias con actividad surfactante. Esto permite a la planta obtener ventajas
adicionales de la asociación con estos microorganismos.
Es posible aislar bacterias tolerantes de suelos con altas concentraciones de Metales pesados, ya sea por
contaminación humana o de origen natural. Las bacterias más comúnmente aisladas de ambientes
contaminados por el hombre con Metales pesados son: Burkholderia pickettii, B. solanacearuim y
Alcaligenes eutrophus. Las bacterias aisladas de suelos naturalmente contaminados con Metales
pesados, pertenecen a varios géneros. Algunos ejemplos son: Burkholdria, Hafnia, Pseudomonas,
Acinetobacter,Comamonas y Agrobacterium. Especies Gram positivas también se encuentran en estos
ambientes, por ejemplo: Arthorobacter ramousus y A. aurescens.
Existen reportes, tanto a nivel piloto, como a mayor escala, del uso de bacterias acumuladoras de Metales
pesados en diversos procesos para limpiar aguas contaminadas con múltiples Metales pesados en
solución. Un gran número de los procesos a mayor escala involucraron el uso de células inmovilizadas y
creciendo activamente en biopelículas sobre materiales inertes. Este tipo de tecnologías no se ha probado
en la recuperación de suelos, a pesar de que representan una alternativa altamente viable. Investigadores
concluyeron que el uso de especies de Pseudomonas incrementaron la supervivencia de sorgo en un
suelo contaminado con arsenito. Estas bacterias también presentaron la característica de ser
antagonistas contra un amplio número de hongos fitopatógenos y ser promotoras del crecimiento de esta
planta. Recientemente, ante la búsqueda de tecnologías novedosas para la expedita remediación de
suelos contaminados con Metales pesados, el uso de productos microbianos se plantea como una
biotecnología más para remover estos contaminantes presentes en el suelo. Por ejemplo, los sideróforos,
los cuales son componentes extracelulares de microorganismos, que secuestran y solubilizan hierro; sin
embargo, en adición al Fe, otros metales como el Cd, Cu, Ni, Pb y Zn pueden ser enlazados y formar
complejos estables. Otro ejemplo son los surfactantes que también tienen la capacidad de remover
Metales pesados del suelo. También, se conoce que los hongos, las bacterias y las algas acumulan
metales y sustancias radiactivas por medio de mecanismos físicos, químicos y biológicos, los cuales
incluyen el enlace de los contaminantes a nivel extracelular; por la producción de metabolitos y
biopolímeros, unión a polipéptidos específicos y por acumulación dependiente del metabolismo. Uno de
los procesos más importantes con relevante potencial en la biotecnología de la descontaminación es la
bio-adsorción, proceso de secuestro de metales independientes del metabolismo y que funciona en la
pared celular. Con este proceso, numerosos microorganismos se utilizan como biosorbentes comerciales
para la limpieza de aguas contaminadas con Metales pesados; sin embargo, su uso en la recuperación de
suelos no se ha explotado aun comercialmente, lo que representa una alternativa más con alto potencial
de uso.
En Microorganismos simbióticos mutualistas del suelo: Los hongos que se establecen en las raíces de las
plantas, que forman micorriza arbuscular, y otros mutualistas de la rizosfera (Rhizobium y Azospirillum)
representan un promisorio elemento microbiológico en la recuperación de suelos contaminados. Varios
reportes mencionan que los hongos micorrízicos auxilian a las plantas a establecerse y crecer en
condiciones de estrés, como: suelos salinos, contaminados con metales pesados, plaguicidas e
hidrocarburos y también las protegen contra enfermedades de la raíz, otros investigadores mencionaron
que los hongos micorrízicos arbusculares, Rhizobium, Azospirillum, Azotobacter y Frankia son
importantes componentes microbianos que disminuyen las limitaciones para el crecimiento de las plantas
en suelos contaminados con Metales pesados. Las leguminosas fijan nitrógeno atmosférico y son
capaces de establecerse en suelos contaminados por Metales pesados, pero su relación con sus
simbiontes rizosféricos no se ha considerado. Hace una década, se sugirió el uso de los hongos
micorrízicos en programas de recuperación de áreas contaminadas, sin embargo, basta la fecha esto
empieza a ser una realidad, porque ahora se entiende mejor la función de estos hongos en suelos
contaminados. Otros estudiosos mencionaron que los hongos micorrízicos representan un complemento
del sistema radical, lo que permite a las plantas adquirir nutrimentos esenciales para el crecimiento, aun
en condiciones de estrés. Esto resulta en mayor tolerancia de las plantas a estas condiciones, incremento
del transporte de agua, disminución en el efecto de pH desfavorables, tolerancia a patógenos e
incremento en la fecundidad y vitalidad de las plantas. El uso de hongos micorrízicos en la
biorremediación de suelos contaminados con compuestos orgánicos ha recibido considerable
investigación; sin embargo, con Metales pesados la investigación requiere mayor atención,
principalmente, porque un gran número de especies vegetales que se desarrollan en suelos altamente
contaminados son naturalmente micorrízicas. La colonización de estos hongos es una regla, más que una
excepción, en la mayoría de las plantas terrestres.
Los tipos de micorriza que son de principal interés en suelos contaminados con Metales pesados son:
1. La ectomicorriza (relación entre especies arbóreas y basidiomicetes/ascomicetes);
2. La micorriza arbuscular (más de 80% de las especies vegetales; se incluyen: herbáceas, algunos
arbustos y árboles, y hongos del phyllum Glomeromicetes).
3. La micorriza ericoide (Ascomicetes y miembros de la familia Ericaceae).

Los estudios de Bradley ef a!. (1981; 1982) demostraron claramente que los hongos simbiontes que se
asocian a las Ericáceas confieren tolerancia a cobre a especies como: Calluna vulgaris, Vacciniunm
macrocarpum y Rhodudendrom ponticum. El principal mecanismo que se sugirió fue la participación del
micelio extra radical en el secuestro de iones y la, consecuente, disminución en la disponibilidad de estos
contaminantes en el suelo.
Los hongos ectomicorrízicos también participan en la bioestabilización de Metales pesados en el suelo y
la rizosfera, La capacidad del micelio para secuestrar estos elementos y prevenir la translocación a los
brotes parece ser el principal mecanismo involucrado. Como resultado, los síntomas de toxicidad por
Metales pesados disminuyen en las plantas hospedantes de estos hongos.
La posibilidad del uso de hongos micorrízicos en la remediación de suelos se basa en estudios que
demuestran que las plantas inoculadas tienen mayor oportunidad de supervivencia al trasplantarse al sitio
contaminado, que plantas no inoculadas. En general, los suelos contaminados tienen diversas
limitaciones, como bajos valores de elementos esenciales o baja disponibilidad, y baja agregación del
suelo, los cuales son factores que afectan, en Forma negativa, el establecimiento de las plantas y, en
consecuencia, la recuperación de los sitios. El uso de los hongos puede auxiliar a aliviar algunas de estas
limitaciones. Existen evidencias que algunas plantas en situaciones no estresadas son micotróficas
facultativas, lo que significa que sus raíces se colonizan por hongos arbusculares, pero obtienen poco o
ningún beneficio de la asociación. En contraste, en condiciones estresantes como la contaminación, estas
plantas por su asociación a estos hongos obtienen múltiples beneficios de protección y nutrición, Por
ejemplo, la nutrición fosforada mejora, por una mayor superficie de absorción del micelio externo en el
suelo. Mayor tolerancia a arsénico resulta de la habilidad de hongos toleranles a restringir la utilización de
arsenato, tanto en plantas tolerantes, como no tolerantes al arsénico.
El micelio externo desarrolla una función importante en el suelo: participa en el ciclo de nutrimentos de
los ecosistemas, en la agregación de partículas del suelo y en la estabilidad de los agregados. En relación
con este último proceso, recientemente se descubrió que las hifas de todos los hongos arbusculares
producen y excretan al suelo una proteína, la glomalina, que es la que actúa como cementante en el
suelo.
Conclusiones
La información planteada muestra que la interacción planta-microorganismos rizosféricos necesita
considerarse para incrementar el éxito de las alternativas biológicas que utilicen plantas en la
recuperación de suelos contaminados con metales pesados.
A diferencia de las alternativas biológicas utilizando plantas para la limpieza de aguas y de suelos
contaminados con sustancias orgánicas, la recuperación de suelos contaminados con metales pesados
considerando los microorganismos simbióticos de la rizósfera es claramente un campo nuevo, presenta
un enorme potencial de uso, pero requiere de mayor investigación. La utilidad de los microorganismos
rizosféricos dependerá básicamente del nivel de contaminación, del tipo de contaminante del suelo y de
los objetivos establecidos para la recuperación.

Bibliografía
http://www.ciceana.org.mx/recursos/Contaminacion%20del%20suelo.pdf
http://edafologia.ugr.es/conta/tema00/progr.htm
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Es propiedad: www.profesorenlinea.cl. Registro Nº 188.540 Quintero G. (1980). Suelos. Ciudad de la
Habana: Editorial Pueblo y Educación.
Instituto de Suelos. La actividad de conservación y mejoramiento de suelos. Mimeografiado. Ministerio de
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Categorías: Agronomía | Agricultura
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Leer más: http://www.monografias.com/trabajos98/recuperacion-suelos-contaminados/recuperacion-


suelos-contaminados.shtml#ixzz4zlvZVEcd
Tropical and subtropical agroecosystems
versión On-line ISSN 1870-0462
Trop. subtrop. agroecosyt vol.14 no.2 Mérida may./ago. 2011

Revisión

Fitorremediación: una alternativa para eliminar la


contaminación

Phytoremediation: an alternative to eliminate pollution

Angélica Evelin Delgadillo-López1*, César Abelardo González-


Ramírez1, Francisco Prieto-García1, José Roberto Villagómez-Ibarra1and
Otilio Acevedo-Sandoval2

1
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de Ciencias Básicas e
Ingeniería, Centro de Investigaciones Químicas. Carr. Pachuca-Tulancingo Km 4.5,
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México. C.P. 42184. * Corresponding Author
Email: angel21930@yahoo.com.mx.

2
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de Ciencias Básicas e
Ingeniería, Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra. Carr. Pachuca-
Tulancingo Km 4.5, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México. C.P. 42184.

Submitted August 31, 2010


Accepted December 01, 2010
Revised received January 10, 2011

Resumen

La fitorremediación aprovecha la capacidad de ciertas plantas para absorber,


acumular, metabolizar, volatilizar o estabilizar contaminantes presentes en el suelo,
aire, agua o sedimentos como: metales pesados, metales radioactivos, compuestos
orgánicos y compuestos derivados del petróleo. Estas fitotecnologías ofrecen
numerosas ventajas en relación con los métodos fisicoquímicos que se usan en la
actualidad, por ejemplo, su amplia aplicabilidad y bajo costo. En esta revisión se
presenta un panorama de las diversas técnicas fitocorrectivas empleadas para
restaurar suelos y efluentes contaminados; así como del potencial que ofrece el uso
de plantas transgénicas.
Palabras clave: transporte, fitotecnologías, plantas transgénicas, metales
pesados, contaminantes orgánicos.

Abstract

Phytoremediation consists of a set of technologies that exploit the ability of some


plants to absorb, accumulate, metabolize, volatilize or stabilize pollutants that are
present in soil, air, water or sediments such as: heavy metals, radioactive metals,
organic compounds, and compounds derived from petroleum. Phytoremediation
offers numerous advantages in relation to the physicochemical methods that are
used nowadays, for example, its wide applicability and low cost. This review
provides an overview of the various phytocorrective techniques employed for
remediation of polluted soil and water; as well as the potencial that offers the use
of transgenic plants.

Key words: transport, phytotechnologies, transgenic plants, heavy metals, organic


pollutants.

INTRODUCCIÓN

Uno de los rasgos característicos de la sociedad moderna es la creciente emisión al


ambiente de sustancias contaminantes, destacando aquellas que proceden de las
actividades industriales, mineras, agropecuarias, artesanales y domésticas. Estos
compuestos representan una amenaza para los seres vivos, por lo que se han
desarrollado una serie de métodos para enmendar el impacto causado. Los
métodos convencionales suelen ser costosos (Tabla 1) y pueden afectar de manera
irreversible las propiedades del suelo, agua y de los seres vivos que en ellos
habitan (Padmavathiamma y Li, 2007).

El aumento de los costos y la limitada eficacia de los tratamientos fisicoquímicos


han estimulado el desarrollo de nuevas tecnologías. Por lo que, la fitorremediación
representa una alternativa sustentable y de bajo costo para la rehabilitación de
ambientes afectados por contaminantes naturales y antropogénicos (Singh y Jain,
2003; Reichenauer y Germida, 2008).

La fitorremediación es un conjunto de tecnologías que reducen in situ o ex situ la


concentración de diversos compuestos a partir de procesos bioquímicos realizados
por las plantas y microorganismos asociados a ellas.

La fitorremediación utiliza las plantas para remover, reducir, transformar,


mineralizar, degradar, volatilizar o estabilizar contaminantes (Kelley et al, 2000;
Miretzky et al., 2004; Cherian y Oliveira, 2005; Eapen et al., 2007; Cho et
al., 2008). Se han identificado una amplia diversidad de especies que se emplean
para este fin. Algunas de ellas, debido a su gran capacidad para acumular metales
pesados, reciben el nombre de hiperacumuladoras. Por definición, estas plantas
deben acumular al menos 100 μg/g (0.01 % peso seco) de Cd y As; 1000 μg/g (0.1
% peso seco) de Co, Cu, Cr, Ni y Pb; y 10 000 μg/g (1.0 % peso seco) de Mn
(Watanabe, 1997; Reeves et al, 1999; McGrath et al, 2001; Kamal et al, 2004;
Yang et al, 2004; Reeves, 2006; Padmavathiamma y Li, 2007).
Esta tecnología se hace más efectiva a través de la manipulación genética, lo que
mejora la capacidad de remediación de las plantas (Cherian y Oliveira; 2005). Se
han diseñado especies vegetales con una mayor capacidad de degradación de
contaminantes orgánicos o de acumulación de metales pesados.

Algunas plantas genéticamente modificadas (GM) están adaptadas específicamente


para la fitorremediación de Cd, Hg o bifenilos policlorados (PCB's) (Raskin, 1996;
Meagher, 2000; Pilon-Smithy Pilón 2002; Eapen et al, 2007; Macek et al, 2007).

En esta revisión se hace un análisis de las diversas tecnologías de fitorremediación,


así como del papel que juega la próxima generación de plantas GM para la
remediación, prevención y reducción de la contaminación en los diferentes sectores
del ambiente.

Tipos de contaminantes

La contaminación del ambiente se produce por la incorporación de cualquier tipo de


energía, organismo o sustancia, que afecta las características de los ecosistemas,
modificando negativamente sus propiedades y su capacidad para asimilarlas o
degradarlas. Su entrada se realiza como consecuencia de las actividades
antropogénicas, aunque también se puede producir de forma natural. De manera
general, los contaminantes se clasifican en:

Contaminantes orgánicos: incluyen hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH's),


PCB's, dioxinas, hidrocarburos de petróleo, disolventes clorados, compuestos
aromáticos que se emplean en la producción de colorantes, explosivos, productos
farmacéuticos, plaguicidas (herbicidas, insecticidas y fungicidas), surfactantes,
entre otros. En comparación con los compuestos inorgánicos, estos contaminantes
son menos tóxicos para las plantas, ya que son menos reactivos y se acumulan en
menor proporción (Cherian y Oliveira; 2005).

Contaminantes inorgánicos: incluyen a los metales pesados como Co, Cr o Cu,


elementos no metálicos como el As y B (Navarro-Aviñó et al, 2007), y radionúclidos
como 60Co y 137Cs (Peles et al, 2002; Popa et al, 2004). Algunos elementos traza
son esenciales para la nutrición y crecimiento de plantas (B, Cu, Fe, Mn, Mo y Zn) y
animales (As, Cu, Co, Fe, Mn, Mo, Zn, Cr, F, Ni, Se, Sn y V). La toxicidad de estos
elementos depende de la concentración, la forma química y su persistencia.
(Adriano et al, 2004; Navarro-Aviñó et al, 2007).

En general, los mecanismos involucrados en la remoción de contaminantes son de


tres tipos: físicos (sedimentación, filtración, adsorción, volatilización), químicos
(precipitación, hidrólisis, reacciones de óxido-reducción o fotoquímicas) y biológicos
(resultado del metabolismo microbiano, del metabolismo de plantas o de procesos
de bioabsorción).

Transporte de contaminantes orgánicos

Algunas plantas tienen la capacidad para metabolizar o acumular compuestos


orgánicos como el 1,1,1-tricloro-2,2-bis(4-clorofenil)-etano (DDT), tricloroetileno
(TCE), 2,4-diclorofenol, PCB's, explosivos como el trinitrotolueno (TNT) o
dinitrotolueno, PAH's y detergentes (Tabla 2).
Los microorganismos que habitan en la rizósfera juegan un papel importante en la
degradación de la materia orgánica. Los metabolitos generados de esta degradación
son absorbidos por las plantas junto con nitrógeno, fósforo y otros minerales
(Garbisu et al, 2007).

Algunos compuestos orgánicos son utilizados por los microorganismos como fuente
de carbono (Viñas, 2005). Los compuestos alifáticos se degradan fácilmente por
oxidaciones sucesivas. Cuando se incluyen como sustituyentes aléanos de cadena
larga, se forman estructuras ramificadas estancamente inaccesibles a la
degradación. Los compuestos aromáticos o cíclicos se degradan a partir de la
ruptura del anillo. La incorporación de halógenos disminuye la degradabilidad por
estabilización del anillo aromático. El orden decreciente de biodegradación es,
generalmente, n-alcanos > isoprenoides >aromáticos de bajo peso molecular >
cicloalcanos > poliaromáticos > moléculas polares (Leahy y Colwell, 1990).

Otro fenómeno importante es el relacionado con la atracción electrostática entre las


cargas eléctricas de las raíces de las plantas con las cargas opuestas de partículas
coloidales, las cuales se adhieren a la superficie de la raíz donde son absorbidas y
transportadas a las partes aéreas donde se metabolizan o volatilizan. El tipo de
planta y las propiedades físicas y químicas de estos compuestos son parámetros
importantes que determinan el destino de los contaminantes (Eapen et al., 2007).

Para la fitorremediación de contaminantes orgánicos se toma en cuenta los


siguientes aspectos: 1) el metabolismo de los contaminantes al interior y al exterior
de la planta (rizósfera), 2) los procesos que conducen a la completa degradación de
los contaminantes (mineralización), y 3) la absorción de los contaminantes
(Reichenauer y Germida, 2008).

Las plantas metabolizan los compuestos orgánicos a través de tres pasos


secuenciales:

Fase I. Involucra la conversión/activación (oxidación, reducción e hidrólisis) de los


compuestos orgánicos lipofílicos (Komives y Gullner, 2005).

Fase II. Permite la conjugación de los metabolitos de la fase I a una molécula


hidrofílica endógena como los azúcares, aminoácidos y glutationa (Diet y Schnoor,
2001).

Fase III. Promueve la compartimentalización de los compuestos orgánicos


modificados en las vacuolas o formación de enlaces con los componentes de la
pared celular como la lignina y la hemicelulosa. Las enzimas, en la planta, que
catalizan la primera fase de las reacciones son las monoxigenasas P450 y las
carboxilesterasas. De la segunda fase, en la que ocurre la conjugación por enzimas
como la glutationa S-transferasa, resulta la formación de compuestos solubles y
polares. La tercera fase del metabolismo de la planta es la compartimentalización y
almacenamiento de los metabolitos solubles en las vacuolas o en la matriz de la
pared celular. La glutationa S-conjugasa es la encargada de este proceso (Cheriany
Oliveira, 2005).

Transporte de contaminantes inorgánicos

Los metales pesados son aquellos elementos químicos que presentan una densidad
igual o superior a 5 g/cm3cuando están en forma elemental o cuyo número atómico
es superior a 20 (Vardanyan y Ingole, 2006). Muestran una elevada tendencia a
bioacumularse y a biomagnificarse a través de su paso por los distintos eslabones
de las cadenas tróficas. En concentraciones elevadas, ocasionan graves problemas
en el desarrollo, crecimiento y reproducción de los seres vivos (Roy et al., 2005).

Los mecanismos de tolerancia varían entre las distintas especies de plantas y están
determinados por el tipo de metal, eficiencia de absorción, traslocación y secuestro.
Las fases del proceso por el cual las plantas incorporan y acumulan metales
pesados son las siguientes (Navarro-Aviñó, 2007):

Fase I. Implica el transporte de los metales pesados al interior de la planta y,


después, al interior de la célula. La raíz constituye el tejido de entrada principal de
los metales, los cuales llegan por difusión en el medio, mediante flujo masivo o por
intercambio catiónico. La raíz posee cargas negativas en sus células, debido a la
presencia de grupos carboxilo, que interaccionan con las positivas de los metales
pesados, creando un equilibrio dinámico que facilita la entrada hacia el interior
celular, ya sea por vía apoplástica o simplástica (Navarro-Aviño, 2007).

Fase II. Una vez dentro de la planta, las especies metálicas son secuestradas o
acomplejadas mediante la unión a ligandos específicos. Entre los quelantes
producidos por las plantas se encuentran los ácidos orgánicos (ácidos cítrico,
oxálico y málico), algunos aminoácidos (histidina y cisteína) y dos clases de
péptidos: fitoquelatinas y metaloteínas.

Las fitoquelatinas son ligandos de alta afinidad que tienen como sustrato al
glutatión. Están constituidas básicamente por 3 aminoácidos: ácido glutámico,
cisteína y glicina, unidos por enlaces peptídicos.

Las metalotioneinas son polipéptidos de unos 70-75 aminoácidos con un alto


contenido en cisteína, aminoácido capaz de formar complejos con cationes
mediante el grupo sulfidrilo. Tienen una marcada afinidad por las formas iónicas de
Zn, Cd, Hg y Cu.

Fase III. Involucra la compartimentalización y detoxificación, proceso por el cual, el


complejo ligando-metal queda retenido en la vacuola.

Tecnologías de fitorremediación

Las fitotecnologías se basan en los mecanismos fisiológicos básicos que tienen lugar
en las plantas y en los microorganismos asociados a ellas, tales como: traspiración,
fotosíntesis, metabolismo y nutrición (Tabla 3).
Según Thangavel y Subhuram (2004), dependiendo del tipo de contaminante, las
condiciones del sitio y el nivel de limpieza requerido; las tecnologías de
fitorremediación se pueden utilizar como medio de contención (rizofiltración,
fitoestabilización y fitoinmovilización) o eliminación (fitodegradación, fitoextracción
y fitovolatilización).

La fitoestabilización permite inmovilizar contaminantes en el suelo a través de su


absorción y acumulación en las raíces o bien, por precipitación en la zona de la
rizosfera. Este proceso reduce la movilidad de los contaminantes y evita su
migración a las aguas subterráneas o al aire (Barton et al., 2005 Méndez y Maier,
2008,). La fitoestabilización es efectiva en suelos de textura fina con alto contenido
de materia orgánica (Padmavathiamma y Li, 2007). Se aplica principalmente en
terrenos extensos en donde existe contaminación superficial. Esta tecnología tiene
como ventajas, sobre otros métodos de remedión de suelos, que es de menor
costo, fácil de aplicar y estéticamente agradable. Algunas plantas empleadas con
fines de fitoestabilización son: Hyparrhenia hirta (Pb); Zygophyllum
fabago (Zn); Lupinus albus (Cd, As); Anthyllis vulneraria (Zn, Pb,
Cd); Deschampsia cespitosa (Pb, Cd, Zn); Cardaminopsis arenosa (Cd,
Zn); Horedeum vulgare, Lupinus angustifolius y Sécale cereale (As); Lolium
italicum y Festuca arundinaceae (Pb, Zn); y Brassica júncea (Cd, Zn, Cu, Mn, Fe,
Pb) (Bolán et al., 2003; Clemente et al., 2003; Rizzi et al., 2004; Kucharski et
al., 2005 Clemente et al, 2006; Frérot et al, 2006; Mains et al, 2006; Vázquez et
al., 2006; Conesa et al., 2007).
La rizofiltracion utiliza las plantas para eliminar del medio hídrico contaminantes a
través de la raíz (Dushenkov et al, 1995). En la rizofiltracion estas plantas se
cultivan de manera hidropónica. Cuando el sistema radicular está bien desarrollado,
las plantas se introducen en el agua contaminada con metales, en donde las raíces
los absorben y acumulan. A medida que las raíces se van saturando, las plantas se
cosechan y se disponen para su uso final (Nedelkoska y Doran, 2000; Eapen et
al, 2003; Cherian y Oliveira, 2005). Existe una gran cantidad de estudios
relacionados con la capacidad de acumulación de contaminantes de diversas
plantas acuáticas, algunos ejemplos de ellas son: Scirpus lacustris (Cd, Cu, Pb, Mg,
Fe, Se, Cr), Lemna gibba (Pb, As, Cu, Cd, Ni, Cr, Al, Fe, Zn, Mn), Azolla
caroliniana (Hg, Cr Sr, Cu, Cd, Zn, Ni, Pb, Au, Pt), Elatine Manda (As), Wolffia
papulifera (Cd), Polygonum punctatum (Cu, Cd, Pb, Se, As, Hg, Cr, Mn)
y Myriophylhum aquaticum, Ludwigina palustris y Mentha aquatic (Cu, Zn, Mn, Fe,
Ni) (Zhao y Duncan, 1998; Boniardi et al, 1999; Fogarty et al, 1999; Antones et
al, 2001; Groudeva et al, 2001; Cohen-Shoel et al, 2002; Suseela et al, 2002; Quin
y Terry, 2003; Zheng et al, 2003; Bennicelli et al,2004; Chandra y Kulshreshtha,
2004; Kamal et al, 2004; Maleva et al, 2004; Weis y Weis, 2004; Mkandawire et
al,2005; Vardanyan y Ingole, 2006; Dilek, 2007; Li et al, 2007).

La fitoextracción o fitoacumulación consiste en la absorción de metales


contaminantes mediante las raíces de las plantas y su acumulación en tallos y
hojas.El primer paso para la aplicación de esta técnica es la selección de las
especies de planta más adecuada para los metales presentes y las características
del emplazamiento. Una vez completado el desarrollo vegetativo de la planta el
siguiente paso es cortarlas y proceder a su incineración y traslado de las cenizas a
un vertedero de seguridad. La fitoacumulación se puede repetir ilimitadamente
hasta que la concentración remanente de metales en el suelo esté dentro de los
límites considerados como aceptables (Kumar et al, 1995). Algunas plantas
empleadas para esta técnica fitocorrectiva son: Thlaspi caerulescens (Cd); Sedum
alfredii, Viola baoshanensis y Vertiveria zizanioides (Zn, Cd, Pb); Alyssum múrale,
Trifolium nigriscens, Psychotria douarrei, Geissois pruinosa, Homalium guillainii,
Hybanthus floribundus, Sebertia acuminata, Stackhousia tryonii, Pimelea
leptospermoides, Aeollanthus biformifolius y Haumaniastrum robertii (Ni); Brassica
júncea, Helianthus annuus, Sesbania drummondii (Pb); Brassica napus (Cu, Pb,
Zn); y Pistia stratiotes (Ag. Cd, Cr, Cu, Hg, Ni, Pb, Zn) (Begonia et al, 1998;
Reeves, 2003; Schwartz et al, 2003; Wenzel et al, 2003; Odjegba y Fasidi, 2004;
Sharma et al, 2004; Boonyapookana et al, 2005; Chandra et al, 2005; Zhuang et
al, 2005; Bani et al, 2007; Wu et al, 2007; Zhuange/a/., 2007).

La fitovolatilización se produce a medida que los árboles y otras plantas en


crecimiento absorben agua junto con contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Algunos de estos pueden llegar hasta las hojas y evaporarse o volatilizarse en la
atmósfera (Prasad y Freitas, 2003). Mediante este proceso se han eliminado
contaminantes como: compuestos orgánicos volátiles (benceno, nitrobenceno,
tolueno, etilbenceno y m-xileno), As, Se y Hg (Burken y Ma, 2006;
Padmavathiamma y Li, 2007). Las plantas Salicornia bigelovii, Brassica júncea,
Astragalus bisulcatus y Chara canescens se han empleado para la remediación de
sitios contaminados con Se (Lin et al, 2002; Shrestha et al, 2006) y la Arabidopsis
thaliana para el Hg (Olerían y Oliveira, 2005).

En la fitodegradación las plantas y los microorganismos asociados a ellas degradan


los contaminantes orgánicos en productos inofensivos, o bien, mineralizarlos hasta
CO2 y H2O. En este proceso los contaminantes son metabolizados dentro de los
tejidos vegetales y las plantas producen enzimas como la dehalogenasa y la
oxigenasa, que ayudan a catalizar la degradación (Singh y Jain, 2003). La
fitodegradación se ha empleado para la remoción de explosivos como el TNT,
hidrocarburos halogenados, Bisfenol A, PAHs y pesticidas organoclorados y
organofosforados (Hannink et al, 2001; Chaudhry et al, 2002; Denys et al, 2006;
Zhang et al, 2007).

La fitoinmovilización provoca la sujeción y reducción de la biodisponibilidad de los


contaminantes mediante la producción de compuestos químicos en la interfaz
suelo-raíz, los que inactivan las substancias tóxicas, ya sea por procesos de
absorción, adsorción o precipitación (Carpena y Bernal, 2007).

Plantas transgénicas y fitorremediación

Los organismos genéticamente modificados (OGM), comúnmente conocidos como


transgénicos, juegan un papel importante en diversos ámbitos de la vida actual. Las
plantas transgénicas se han diseñado para producir una gran variedad de
productos. Una prueba de ello son las plantas comestibles utilizadas como vehículos
de reparto de medicamentos en lugares donde los fármacos son demasiados
costosos o no están disponibles. Por ejemplo, las papas con vacuna antidiarreica o
los plátanos y alfalfa con vacuna del cólera (Raskin, 1996; Saleh-Lakha y Glick,
2005). Otro uso importante de las plantas GM es para la prevención y remoción de
la contaminación medioambiental.

Prevención de la contaminación. Las plantas GM empleadas con este propósito


reducen significativamente la cantidad de agroquímicos necesarios para los cultivos
(Montagu, 2005, Vain, 2006). Un ejemplo de estas plantas es el maíz Bt. La
denominación Bt deriva de Bacillus thuringiensis, una bacteria que habita en el
suelo y cuyas esporas contienen proteínas tóxicas para ciertos insectos, como el
gusano barrenador (Di atrae a saccharalis). El maíz Bt se produce al insertar a la
planta, el gen cry extraído de la bacteria Bt. Este gen codifica para la síntesis de
proteínas Cry, las cuales se activan en el sistema digestivo del insecto alterando su
equilibrio osmótico y provocando su parálisis, por lo que el insecto deja de
alimentarse y muere a los pocos días (Macek et al, 2007).

El nuevo enfoque para el manejo de plagas se basa en la desarrollo de plantas que


producen y emiten feromonas de insectos. Por ejemplo, se ha insertado en las
plantas de tabaco, el gen que codifica la acil-CoA-delta11-(z)-desaturasa, que es
responsable de la producción de feromonas sexuales femeninas en la polilla de la
col. Estas plantas se siembran cerca o alrededor de los campos de cultivo
alimenticios que requieren protección y atraen a las polillas del sexo opuesto, con lo
que se reduce la efectividad del apareamiento y la disminución de la población de la
polilla. Este enfoque no erradica totalmente la plaga, pero reduce las pérdidas de
plantas que necesitan ser protegidas (Nesnerova, 2004).

Remoción de la contaminación. Las plantas GM diseñadas para este fin, son capaces
de metabolizar compuestos orgánicos (Tabla 4) o bien de acumular mayor cantidad
de contaminantes inorgánicos (Tabla 5). Generalmente, la fitorremediación es una
función conjunta entre la planta y los microorganismos de la rizósfera (Rittmann,
2006). Algunas especies de bacterias degradan, de manera selectiva, ciertos
compuestos que son tóxicos para las plantas. Los productos metabólicos del
proceso microbiano son asimilados y convertidos, por las especies vegetales, en
compuestos menos tóxicos. Por lo tanto, las modificaciones genéticas de los
microorganismos presentes en la rizósfera representan una posibilidad en el
mejoramiento de las técnicas fitocorrectivas, además, la introducción de
microorganismos GM asegura que los cambios se limiten a los consorcios
bacterianos presentes en la raíz y que estos no se encuentren en el suelo
circundante (Macek et al, 2007).
Un ejemplo de ello, es la rizoremediación, por la Pseudomona fluorescens, de PCB
's. Este proceso se regula mediante un sistema que responde a las señales de las
raíces de la alfalfa (Viñaderos, 2005). Otro enfoque prometedor, involucra el uso de
bacterias edáficas GM que son capaces de remediar compuestos orgánicos volátiles
solubles en agua (Barac, 2004). Un ejemplo de ello son las bacterias que degradan
el tricloroetileno, las cuales protegen a la planta huésped en contra de su
fitotoxicidad y contribuyen a la disminución de su evapotranspiración (Macek et
al, 2007).

La fitoextracción es una solución para la remoción de contaminantes que no pueden


ser degradados. Se deben considerar dos factores importantes para que una planta
sea un buen fitoextractor: su biomasa y su eficiencia de bioconcentración. A pesar
de que existen plantas hiperacumuladoras que son buenas candidatas para la
fitorremediación, muchas de ellas poseen poca biomasa, por lo que el uso de la
ingeniería genética permite transferir y sobreexpresar los genes de bacterias,
levaduras o animales que promueven la hiperacumulación en ciertas plantas que
tienen una gran biomasa.

Se han caracterizado y fiincionalizado, a nivel molecular, un gran número de


sistemas de descontaminación de elementos traza en levaduras y bacterias. La
introducción de tales genes en las plantas ha cosechado resultados prometedores
(Rugh et ai, 1998; Kramer y Chardonnens, 2001). Un ejemplo de ello, es la
sobreexpresion de los genes involucrados en la síntesis de metaloteinas (MT), lo
que mejora la capacidad de quelación o traslocación de metales (Pilon-Smits, 2005;
De la Fuente et al, 1997; Higuchi et ai, 1999). Por ejemplo, la sobreexpresion de
genes MT en la planta de tabaco promueve una mayor tolerancia al Cd (Misra y
Gedamu, 1989). La sobreexpresion del gen CUPI en la coliflor, promueve la
acumulación de Cd hasta en 16 veces más que en la planta sin modificación
genética (Hesegawa et ai, 1997). Se ha reportado una mayor acumulación de Cu
en Arabidopsis thaliana por la sobreexpresion del gen MT del chícharo (Pan et
al, 1994).

El ejemplo más representativo del uso de las plantas GM con fines de remediación,
es aplicado a la eliminación de mercurio. El mercurio entra en los cuerpos de agua
como consecuencia de actividades industriales como la fabricación de papel,
textiles, productos químicos y como subproducto de la minería. El mercurio al ser
líquido a temperatura ambiente es fácilmente volatilizado, sin embargo, debido a su
alta reactividad, existe en el ambiente principalmente como catión divalente Hg 2+.

Con base a lo anterior, se ha propuesto el uso de la reductasa de origen bacteriano,


MerA, que cataliza la reducción del ion mercúrico a mercurio elemental, con el uso
de NADPH como donador de electrones. Para garantizar la traducción en las
plantas, se sintetizó el gen merApe9 y se introdujo a la planta Arabidopsis
thaliana mediante una transformación con Agrobacterium tumefaciens. Estudios
posteriores demostraron una mejor resistencia en la germinación y crecimiento en
un medio contaminado con HgCl 2 en concentraciones de 25-100 μM (niveles tóxicos
para la mayoría de las plantas). El uso de Arabidopsis thaliana modificada
genéticamente, sirve como modelo para la reducción de otros metales a través de
procesos enzimaticos que pueden ayudar a remediar metales tóxicos como Cu, Pby
Cr (Raskin, 1996).

Ventajas y limitaciones de la fitorremediación


La fitorremediación, por sí misma, muestra una serie de ventajas y limitaciones en
comparación con otras tecnologías convencionales, las cuales se presentan en
la tabla 6. Las fitotecnologías son especialmente útiles para su aplicación en
grandes superficies, con contaminantes relativamente inmóviles o con niveles de
contaminación bajo, y deben considerarse procesos de recuperación a largo plazo.

DISCUSIÓN

Durante los últimos años se han desarrollado tecnologías que permiten remediar la
contaminación del ambiente a través del uso de plantas y sus organismos
relacionados. La fitorremediación es una tecnología cuyo objetivo principal es la
eliminación de metales tóxicos y contaminantes orgánicos (en suelo, aire, agua y
sedimentos) que afectan a los seres vivos, sin embargo, es necesario seguir
investigando sobre los procesos que determinan la disponibilidad de los
contaminantes, su absorción, traslocación, quelación, degradación y volatilización
en la planta, con el fin de transmitir a la sociedad de manera clara, este
conocimiento para su aceptación y comercialización. Hasta ahora, la mayoría de los
trabajos relacionados con la fitocorrección se han llevado a cabo a escala de
laboratorio, con plantas cultivadas en condiciones ideales. Es primordial realizar las
gestiones necesarias para aplicar este conocimiento en casos reales que permitan
demostrar la eficiencia de esta técnica. Es importante resaltar que los
conocimientos hasta el momento adquiridos han contribuido a la mejora de la
capacidad de fitorremediación de un gran número de plantas. Por ejemplo, las
nuevas plantas GM han desarrollado una amplia capacidad de absorción,
transporte, acumulación y degradación, tanto de contaminantes orgánicos como
inorgánicos.

CONCLUSIONES

Los problemas de contaminación que existen actualmente requieren de tecnologías


costo-efectivas, ambientalmente amigables y que puedan aplicarse a gran escala,
tal es el caso de la fitorremediación. La capacidad de las plantas para absorber,
adsorber, metabolizar, acumular, estabilizar o volatilizar contaminantes orgánicos
y/o inorgánicos; aunada a las complejas interacciones que establecen con la
rizósfera, así como la generación de plantas GM, confieren a esta tecnología
importantes ventajas sobre otros métodos convencionales de remediación de la
contaminación. Sin embargo, se requiere más información sobre las interacciones
planta-microorganismos rizosféricos, sobre los metabolítos responsables del
fenómeno de quelación de metales pesados al interior de la plantas, así como del
papel que juegan ciertas enzimas en el proceso de fitorremediación. En la medida
en que este conocimiento se incremente, será posible una aplicación más eficiente
y a gran escala de esta tecnología.

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