Professional Documents
Culture Documents
CUSCO-PERU
2017
Ley N°2808
Delitos Aduaneros
Capítulo I. Contrabando
(Artículo 1 al 3)
PRESENTACIÓN
A mis amigos.
Sin embargo, todos los beneficios que pueden obtenerse a nivel mundial por
concepto del comercio exterior se ven hasta cierto punto frustrados por el
flagelo que afecta al mundo desde antes de la época colonial denominado
actualmente como contrabando, que no es más que la internación ilegal de
mercancías al territorio aduanero de determinado país, y que a su vez trae
como consecuencia la omisión del pago de tributos, denominada defraudación
aduanera.
Antecedentes.
1. Las más remotas expresiones negativas al sistema del crédito hallan sus
raíces tratativas en las instituciones del Derecho Civil, asumidas, luego, por las
especialidades del Derecho Comercial hasta llegar a obtener naturaleza de
hecho punible.
Esta insolvencia puede ser tratado por los mecanismos que normas
extrapenales -Derecho Civil y Derecho Comercial contengan. Pero, ¿es aquí
donde el Derecho Penal debe de intervenir?. De hecho, que la respuesta debe
ser negativa, ya que no se castiga la insolvencia en cuanto tal, ni siquiera
cuando su alcance económico sea extenso y los perjuicios que provoca afecten
a múltiples sujetos: Si el simple incumplimiento de una obligación fundamentara
la responsabilidad penal, se estaría instaurando la prisión por deudas,
invadiendo, sin razón, cuestiones de derecho privado y a su vez faltando a la
garantía de la intervención mínima.
Sólo se debe tener como referencia o base común al estado de insolvencia
pero nunca como razón de punición. La punición debe de identificar la finalidad
del individuo antes que los hechos ejecutados.
Por su parte, LAMAS PUCCIO señala que “no se trata de sancionar a todos los
deudores que son calificados jurídicamente como quebrados, sino solo suscitar
una reacción punitiva contra aquellos que han procedido de una manera
premeditada, fraudulenta y dolosa, con la intención de eximirse o evadir el pago
que les corresponde hacer a favor de sus acreedores”.
Es que este tipo penal solo sanciona aquellos actos cometidos por el deudor
dirigido a recortar su patrimonio y no dejar al acreedor cobrar su acreencia pero
siempre y cuando el deudor esté sometido a un procedimiento concursal.
Entonces si el verbo rector de este tipo penal no puede consumarse si no se
realiza dentro de un procedimiento concursal, este capítulo de los delitos contra
la confianza y la buena fe en los negocios denominado atentados contra el
sistema crediticio devendría en demasiado amplio.
Todo ello se suma a la idea de que este delito tipifica un hecho por demás
limitado y que ya es momento de ampliar el ámbito de imputación, y me refiero
a que no es posible que en el Perú se sancione una conducta defraudadora
realizada por el deudor en contra del acreedor solo dentro de un procedimiento
concursal y no se sancione la misma conducta en contra del acreedor pero
fuera de un procedimiento concursal, ya que el derecho penal sanciona
acciones y por demás está decirlo en ambos casos las acciones tienen el
mismo impacto negativo en la sociedad.
Si bien, en el Código Penal, el Título que acoge los delitos concursales y otros
delitos se denomina “Delitos contra la confianza y la buena fe en los negocios”,
estas expresiones son vagas y abstractas y no especifican lo que
verdaderamente reflejan los tipos penales afines. Para CARRARA, se acoge
como protección a la fe pública, estableciendo que “el crédito, o sea la creencia
en la honradez, se volvió el alma, sangre y vida del comercio en los pueblos
cultos; de suerte que quien privase de esa confianza al comercio, lo convertiría
en una cadáver, en una reminiscencia histórica. Y como la vida del comercio
está ligada a la vida de las naciones el mantener el respeto a esa confianza no
es interés tan sólo de unos pocos, sino de toda una sociedad; el crédito es el
objeto de la fe pública”.
En nuestra doctrina, GARCÍA CAVERO precisa que “en los delitos concursales,
no se protege otra cosa que el patrimonio de los acreedores, pero teniendo en
cuenta para ello el contexto propio de la insolvencia y las normas especiales de
participación de los acreedores en el concurso.
La protección penal busca evitar que los acreedores, cuyos créditos han
vencido o aún no, se ven perjudicados por actos de organización previos del
deudor orientados a no pagar las deudas mediante el aprovechamiento de la
insolvencia”.
Esta posición no puede ser acogida en nuestra legislación penal, pues a primer
vista el legislador ha dado como solución los atentados contra el sistema
crediticio. Además, estos tipos de conductas no se encuentran dentro del Título
V, “Delitos contra el patrimonio”. Los tipos responden más bien a una
afectación colectiva que, en principio, evita cualquier intervención privada
(aunque esto no es lo que persigue el artículo 243° del Código Penal).
Aunque nos inclinamos por considerar como bien jurídico primordial al sistema
crediticio, en su aspecto funcional a favor del orden socioeconómico que al final
sería el verdadero favorecido de la tutela penal, no desconocemos el interés de
los acreedores que se han perjudicado concretamente con los actos delictivos.
No es, por ello, utópico señalar que estamos ante un bien jurídico pluriofensivo,
ya que la protección también recae para el patrimonio de los acreedores. Nos
adscribimos a una posición mixta, recalcando que se tiene como objeto jurídico
primordial al sistema crediticio. Algunos en la doctrina han incidido dicho
carácter.
Sin el rigor de adoptar esta posición, CARO CORIA nos dice que de “un lado se
tienen los intereses de los acreedores que, ante el fraude, reclaman la
satisfacción de su crédito valorable en dinero. Pero existe un interés ulterior de
carácter colectivo relacionado con la credibilidad en el sistema crediticio.
Sistemas Legislativos.
a) Sistema privatista.-
Sus bases residen en las duras críticas de los penalistas iniciados por
CARRARA y que terminaron relegando los tipos penales en leyes extrapenales
Los delitos de insolvencia y quiebra fraudulenta pasan a ser regulados por
leyes civiles o comerciales, los cuales van a fijar las penas y sanciones que
correspondan. Así tenemos a la ley alemana de 1877, la ley italiana de 1942, la
ley chilena de 1931 y la ley mexicana de 1942.
b) Sistema publicista.-
Articulo 209.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años e inhabilitación de tres a cinco años conforme al artículo
36° incisos 2) y 4), el deudor, la persona que actúa en su nombre, el
administrador o el liquidador, que en un procedimiento de insolvencia,
procedimiento simplificado, concurso preventivo, procedimiento transitorio u
otro procedimiento de reprogramación de obligaciones cualesquiera fuera su
denominación, realizara, en perjuicio de los acreedores, alguna de las
siguientes conductas:
1. Ocultamiento de bienes;
1. TIPICIDAD OBJETIVA
Modalidades típicas
Ocultamiento de bienes
Navarro, E. G. (2009). lecciones de derecho penal parte especial. lima: jurista editores E.I.R.L.