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Charles Fishman
Familias
La familia es el contexto natural para crecer y recibir auxilio, en el curso del tiempo
ha elaborado pautas de interacción: estas constituyen la estructura familiar que rige el
funcionamiento de los miembros de la familia, define sus conductas y facilita su interacción
recíproca. La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas, saber
apoyar la individualización al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia. Los
miembro de una familia no se suelen vivenciar a sí mismos como parte de esta estructura
familiar, tod ser humano de considera una unidad pero sabe que influye sobre la conducta
de otros y otros influyen sobre él. La familia como totalidad está compuesta por formas de
vida diferentes donde cada parte cumple su papel, pero el todo constituye un organismo de
múltiples individuos. Para el individuo educado en la cultura es difícil ver más allá del
individuo.
Pautas de interacción:
Arthur Koestler señalo que para no incurrir en el tradicional abuso de las palabras todo
y parte creo el término nuevo llamado holón, este es útil para la terapia de familia
porque la unidad de intervención es siempre un holón. Cada holón es un todo y una
parte al mismo tiempo.
El desarrollo y el cambio
Es importante que el terapeuta conozca las etapas evolutivas y su lenguaje.
La familia no es una entidad estática. Está en proceso de cambio continuo, lo
mismo que sus contextos sociales. La familia esta de continuo sometida a las
demandas de cambio de dentro y de fuera. Si muere un miembro es posible
entonces que todo el sistema deba sufrir un realineamiento. Las exigencias de
cambio pueden activar los mecanismos que contrarrestan la atipicidad, pero el
sistema evoluciona hacia una complejidad creciente. Aunque la familia solo
puede fluctuar dentro de ciertos límites, posee una capacidad para adaptarse y
cambiar, manteniendo sin embargo su continuidad. La familia intercambia
información y energía con el mundo exterior. Las fluctuaciones, de origen
interno o extremo, suelen ser seguidas por una respuesta que devuelve el sistema
a su estado de constancia. Pero si la fluctuación se hace más amplia, la familia
puede entrar en una crisis en que la transformación tenga por resultado un nivel
diferente de funcionamiento capaz de superar las alteraciones.
El desarrollo de la familia transcurre en etapas que siguen una progresión de
complejidad creciente. Hay periodos de equilibrio y adaptación, caracterizadas
por el dominio de las tareas y aptitudes pertinentes. Y periodos de desequilibrio
originados en el individuo o en su contexto. La consecuencia de estos es un salto
a un nivel nuevo y más complejo, en que se elaboran tareas y aptitudes nuevas.
Configuraciones en la práctica:
Familias de pas de deux: la familia se compone de dos personas, el apego se
considera grande y hay dependencia mutua. Por ejemplo: madre e hijo, la pareja
anciana cuyos hijos ya han dejado el hogar, un progenitor y su hijo único adulto,
que han vivido juntos desde la infancia de este. La estructura de dos personas es
proclive a una formación de liquen en que los individuos contraen una reciproca
dependencia casi simbiótica.
Familias de tres generaciones: es la familia extensa con variaciones generaciones
que viven en íntima relación (se encuentran presentas los abuelos, padres e hijos).
La familia extensa necesita de un contexto social que complemente sus operaciones.
A pesar de esto no se establece bien quien cumple que función.
Familias con soporte: cuando son muchos los niños en un hogar por lo común uno
de ellos recibe responsabilidades parentales. Esa situación tiene aspectos atractivos
ara el niño puesto que tiene acceso directo a los progenitores y puede promover sus
habilidades ejecutivas. Existe el peligro potencial de que los niños parentales
contraigan síntomas cuando se descargan sobre sus hombros responsabilidades
superiores a sus fuerzas o se les confiere la autoridad que les permitiera ponerlas en
práctica. Los niños parentales se sienten excluidos del contexto de los hermanos
pero no aceptados de manera genuina por el holón parental.
Familias acordeón: uno de los progenitores permanece alejado por lapsos
prolongados (por ejemplo: padres militares, camioneros, etc.). cuando uno de los
conyugues se ausenta, el que permanece en el lugar tiene que asumir funciones
adicionales de cuidado de los niños, ejecutivas y de guía. Cuando vuelve el padre
ausente por ese tiempo se lo tiene que reintegrar a la familia e se debe establecer
nuevamente las tareas.
Familias cambiantes: son las familias que cambian constantemente de domicilio.
Deben reintegrarse a un lugar nuevo hacer amigos nuevos y comenzar en un nuevo
contexto escolar, esto puede desarrollar disfuncionalidad. Lo que mantiene fijo es
el holón parental.
Familias huéspedes: un niño huésped es un miembro de una familia temporaria.
Los asistentes sociales de los institutos de colocación dejan en claro que la familia
no debe apegarse al niño. Un problema potencial es que el niño es incorporad como
miembro y no como huésped, es incorporado al sistema familiar. Si después
desarrolla síntomas, pueden ser resultado de tensiones dentro del organismo
familiar. El terapeuta y la familia deben suponer que los síntomas del niño son
producto de su experiencia previa al ingreso en esta familia o bien de una patología
internalizada. Si la sintomatología es el producto del ingreso del niño en un sistema
nuevo, este funciona como si atravesase una crisis de transición. Pero si el niño ya
está integrado plenamente a la familia, sus síntomas obedecen a la organización de
esta y se relacionan con las tensiones que otros miembros de la familia manifiestan
de diverso modo.
Familia con padrastro o madrastra: cuando un padre adoptivo se agrega a la
unidad familiar este puede no entregarse a la nueva familia con compromiso pleno,
o la unidad originaria puede mantenerlo en una posición periférica. Es posible que
el terapeuta tenga que asistir a la familia introduciendo esquemas para una
evolución gradual. Puede ser conveniente para los miembros de las dos familias
originales mantener al comienzo sus fronteras funcionales y relacionarse como dos
mitades que cooperan para resolver problemas en la vía que la familia sigue hacia la
configuración de un solo organismo.
Familias con un fantasma: es la familia que ha sufrido una muerte y tropieza con
los problemas para reasignar las tareas del miembro que falta. A veces la familia se
colocara en la postura de decir que, por ejemplo, si la madre estuviese viva ella
sabría qué hacer. Pero apropiarse de las funciones de la madre sería un acto de
deslealtad a su memoria. Es posible que se respeten las antiguas coaliciones como si
la madre estuviese viva.
Familias descontroladas: se da en familias que uno de sus miembros presenta
síntomas en el área de control, desorden de sus comportamientos y límites. El tipo
de problemas de control varía según el estadio de desarrollo del miembro de la
familia. Por ejemplo en las familias con hijos pequeños, el problema más común es
que el niño de edad preescolar no quiere admitir reglas. Cuando un niño toma
control y des alborota la familia se debe a que esta subido sobre los hombros de uno
de los adultos. Estos deben trabajar juntos y bajar a ese niño a su lugar.
Familias psicosomáticas: las características de esta son: sobreprotección, fusión o
unión excesiva entre los miembros de la familia, la incapacidad para resolver
conflictos y una rigidez extrema. Estas familias parecen enteramente normales, se
destacan por sus relaciones de lealtad y de proeccion que en ella imperan, es una
familia ideal. Sus miembros parecen ansiosos por responder las preguntas del
terapeuta y este puede creer que cooperan con el solo para sentirse una y otra vez
decepcionado por los problemas que le oponen, así como su facilidad por absorber
la paz a cualquier precio.