4/1/2018 Arte Sonoro: Daniel Lara, Resonancias poéticas, 2017 – PUNTO DE FUGA

PUNTO DE FUGA

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Arte Sonoro: Daniel Lara, Resonancias poéticas, 2017

En su insaciable búsqueda de nuevos diálogos entre la fotografía y el arte sonoro, PUNTO DE FUGA se topó con el trabajo del artista
mexicano Daniel Lara Ballesteros (https://dlb.uno). El artista acababa de lanzar una serie de talleres de experimentación sonora con el
público durante una residencia que hizo en Bogotá. El encuentro fue desconcertante. En un segundo piso de la escuela de Flora Ars Natura
(http://arteflora.org/), Daniel esperaba, impasible, sentado frente a la mesa de su estudio, a que llegaran uno por uno los visitantes y los
curiosos que estaban dispuestos a participar en una sesión de experimentación sonora de medio día. A través del uso de la radiestesia, los
invitados iban descubriendo con asombro los tonos y las frecuencias curativas que más le correspondían. Con ellos, Daniel se hizo a la
tarea de diseñar un sonido especial para cada persona. Quisimos conocer mejor los orígenes de su práctica.

Entrevista a Daniel Lara

Por PUNTO DE FUGA

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4/1/2018 Arte Sonoro: Daniel Lara, Resonancias poéticas, 2017 – PUNTO DE FUGA

P.D.F: Daniel, la primera vez que me acerqué a tu trabajo fue a través de un taller individual que organizaste en Flora Ars Natura en Bogotá para
estudiar los sonidos internos de las personas a través de la radiestesia. El camino que te ha llevado a unir el estudio de las frecuencias del cuerpo con
prácticas artísticas muy cercanas a la experimentación médica ha sido largo. ¿Qué significa para ti poder “re-programar” al cuerpo a través del sonido?
¿Dices que tu trabajo sintetiza parte de las resonancias poéticas del ser humano? Explícanos un poco…

D.L.: He sido testigo de hechos que podrían parecer fantasía de no ser porque yo mismo los viví con respecto al poder del sonido tanto
como medicina como un factor que transforma mentes y entornos.  Cada vibración o sonido contiene códigos de acuerdo a cada
configuración de ciclos por segundo, aún recuerdo que las primeras computadoras utilizaban como memoria cintas magnéticas que
parecían de audio pero   que contenían datos, desde luego estos datos están generados por diferentes niveles de frecuencias, un sonido
similar como cuando usábamos el teléfono como modem donde el tono pues era la clave de acceso a internet.

En los monasterios tibetanos se tocan campanas después de hacer ciertas plegarias y empoderamientos para de esta manera hacer la
transmisión de sus intensiones, algo similar a lo que el radio hace al conducir diferentes señales en diferentes sintonías de Hertz. Existe
una articulo llamado Ritmos Auditivos en el Cerebro, del Doctor Gerald Oster en 1973 que nos introduce al tema de las “Binaural Beats” o
“Frecuencias Binaurales” donde explica que cada valor de frecuencia especifica crea diferentes tipos de estímulos en el cerebro. Sumado a
esto queda mi experiencia al asistir a prácticas de medicina ancestral del sonido con un Sacerdote Maya llamado Don Lauro de la Cruz
quien es dueño de una Montaña en Chiapas que está enlazada energética con otra Montaña en el Tibet.

Todo este compendio de información es algo que constantemente trato de sintetizar en una poética de sonidos con poder de
afectarnos. Las referencia que describo y que me han influido en este proceso parecen salidas de novelas de ciencia ficción o cargadas de
mucho pensamiento mágico.  Al poner en prueba todo esto en los visitantes de mi taller quienes están mas desligado al tema que yo,
aparecen resultados que a ambos nos sorprenden, en especial el ejercicio de comprobar en la práctica la idea de que cada persona o ser
vivo emite una radiación particular y que esta se puede escuchar.

Quienes visitaron mi taller en esos meses en Bogotá se volvieron cómplices de esta búsqueda y en el camino me ayudó a descubrir cada
vez mas cosas.  Con todo esto yo me quedo con el hecho de descubrir nuevos colores auditivos acompañados de sus experiencias
inherentes para de esta manera componer, esculpir, modelar o sintetizar experiencias estéticas, sensoriales y aurales.

P.D.F: ¡Ha sido un largo trecho el que has tenido que recorrer para llegar a esto! Me contabas que cuando vivías en Monterrey en el año 2000 conociste a
Antonio Domínguez un moderador de foros en internet como Fonotipia. Esos foros reunían a una serie de hackers, curadores, artistas, músicos que se
conectaban en redes precarias para comunicar a través de boletines sobre temas como el uso de datos, la música experimental, la música electrónica y las
instalaciones de arte sonoro. ¿En ese entonces ya te eran familiares las instalaciones sonoras de Luigi Russolo, (https://www.youtube.com/watch?
v=8GpN5FHO60c) autor del arte de los ruidos? ¿Conocías a Dziga Vertov (https://www.youtube.com/watch?v=rhNYKe9GJyo) y a Nikolai Foregger
(https://www.youtube.com/watch?v=p77a4MaCr1U) con su orquesta de sonidos? ¿Eras consciente de que estabas adentrándote en una nueva
vanguardia latinoamericana del sonido?  

D.L.: Justo en el momento de conocer a Antonio Domínguez por mi cuenta comenzaba a descubrir el trabajo de Luiggi Russolo pero en
teoría ya que tuvieron que pasar unos cuatro o cinco años después para lograr escuchar el intonarumori por primera vez en un álbum
titulado Antology of Noise de un volumen que no recuerdo, así que mis primeras referencias eran descritas textualmente. En ese momento
me interesaba la exploración sonora pero también el arte hecho con máquinas así que lo mismo me sucedió al leer el libro Velocidad e
Escape (https://issuu.com/elcuerpoabierto/docs/dery__mark_-_velocidad_de_escape/57) en el que describían a los robots de Chico
McMurtrie, los cuales ejecutaban instrumentos, el tercer brazo de Stelarc, las batallas de robots del Survivor Research o las múltiples
cirugías de Orlan. Cuando conocí a Antonio resultaba que ambos habíamos leído libro, si Antonio moderaba un foro aproximado a la
cultura Digital, arte electrónico, CiberPunk y Hacktivismo pero la mayoría de los usuarios en Monterrey estaban más interesados en las
fiestas Rave o de Techno-Industrial. Éramos muy jóvenes (22 años) y además raros nosotros nos apartábamos a conversar curiosear y
discutir mientras que el resto de los amigos buscaban fiesta.

A Vertov y a Foregger los fui descubriendo después ya que la inmersión en este contexto fue empírica y circunstancial con el tiempo mis
inquietudes se fueron perfilando más hacia el sampleo de sonido y en el caso de Antonio hacia la generación de imágenes por medio de
programación.

P.D.F: En ese entonces, me decías que todas esas experimentaciones con el sonido tenían que ver con el sampling, una forma de hacer música a partir de
la mezcla de sonidos.  Siempre me he preguntado hasta dónde pueden llegar las conexiones entre arte sonoro, música experimental y artes visuales.  Me
contabas que tuviste la oportunidad de ir a Nueva York a ver una gran exposición de arte sonoro y nuevas tecnologías en el Museo Whitney titulada Bit
Streams (http://whitney.org/www/bitstreams/content.html). En la sección de medios electrónicos había una serie de instalaciones con arte sonoro y
música experimental ¿Es ahí donde descubres a Jim O’ Rouke (https://www youtube com/watch?v=1z-kjSKaP0I) Matt Mos DJ Spooky y Christian
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música experimental. ¿Es ahí donde descubres a Jim O Rouke (https://www.youtube.com/watch?v=1z-kjSKaP0I), Matt Mos, DJ Spooky y Christian
Marclay (https://www.youtube.com/watch?v=d19uupopYOw)? ¿El arte sonoro era en ese entonces una mezcla de tecnología y de dispositivos visuales?
¿Cuál era la búsqueda profunda de estos artistas, qué era lo que estaban inventando en ese entonces?   

D.L.:. Al salir de la sala de exposición me lancé a la tienda del museo a comprar discos y catálogos de arte sonoro, era muy diverso el
contenido y no entendía todo el contenido, el materia de O´Rourke es más musical ya que es más claro su uso de instrumentos a pesar de
ser electrónicos mientras que lo de Marclay aunque se trata de una pieza a partir de una guitarra eléctrica no es una composición musical
si no una acción de amarrar una guitarra eléctrica conectada a un amplificador y arrastrada por una pick up en un recorrido por un
desierto. Lo que más me atrapó en ese momento fue el sampling de Dj Spooky y Matmos ya que me resultó fácil de producir en casa, en
aquel catalogo spooky presenta una composición a partir de sonidos grabados en la calle mientras que Matmos creó una librería de
sonidos a partir de herramientas y maquinarias de cirugía para un álbum titulado “a chance to cut is a chance to cure “ eso me dio pie a
grabar loops para casettes y hacer mezclas con estos.

P.D.F: En 1973, Eliane Radigue componía las Islas Resonantes (https://www.youtube.com/watch?v=1RrsiGmLp_E). Existen muchos archivos de video
donde se le ve buscando resonancias frente a una máquina del tamaño de un cuarto de grabación, un sintetizador. En ese momento su música buscaba
crear piezas sonoras en las que el sonido fuera llegando paulatinamente, intentando reconciliar el minimalismo de la escena Newyorkina con la música
concreta de París. ¿Qué influencia tuvo esa música en ti? ¿Cuál era tu búsqueda de ese entonces? ¿Estabas intentando crear sonidos a partir de otras
tecnologías, cuáles y por qué?

D.L.: Descubrí muy tarde a Eliane Radigue, no sé qué hubiera sucedido con mi carrera si mi descubrimiento fuera más temprano. Podría
decir que llegué a crear algo similar a su obra sin conocerla. No es la primera vez que me preguntan si fui influenciado por su trabajo, fue
así como la escuché por primera vez, alguien conoció mi trabajo y me dijo: “tienes que escucharla”. Islas Resonantes inicia con un sonido
muy similar al de los Cuencos Tibetanos, instrumento que yo descubrí en el 2007 pero que le tomé mayor acercamiento en 2011 al estudiar
terapias de sonido con estos instrumentos mucho antes de conocer a Radigue.

P.D.F: Me contabas que entre 2002 y 2004, produjiste el disco NUZITA (http://www.deezer.com/es/album/51768) junto con Antonio Domínguez. La
describiste como una música electrónica experimental naive. En ese entonces trabajabas con ruidos de ambiente, sonidos de la calle y ventiladores de aire.
 Tú también hacías sampling, inspirándote en la música concreta y en la manipulación de cintas. Me decías que habías sido muy influenciado por Paul
D`Miller alias DJ Spooky (http://djspooky.com/) (músico y escritor) y DJ. Sampling. Hacer música era para ti como citar la historia, revivir recuerdos de
difuntos. ¿Qué narrativas buscabas en ese entonces? ¿Qué voces estabas intentando revivir?

D.L.: Inspirado en las palabras de Paul D´Miller Intentaba llegar a samplear sonidos concretos, pero fui seducido por los efectos sonoros
del software Ableton Live volviendo el resultado más plástico y abstracto. Inconscientemente buscaba la contemplación de micro instantes
prolongados repetidos incesantemente y modificados progresivamente hasta quedar irreconocibles después elegía cuales eran esos
mejores momentos a nivel estético. Los registros dejaban de ser símbolos para convertirse en experiencias aurales de las cuales desconocía
los efectos que podrían producirme o producir en otros.

Las primeras opiniones sobre ese álbum me sorprendieron mucho ya que mi madre gustaba de oírlo para hacer oración mientras los
artistas de la escena del ruido y experimental en Ciudad de México aún recuerdan y citan este disco como “algo que te vuela los sesos”.
Ese disco fue editado en su mayor parte desde una cafetería con una laptop, audífonos de concha que me aislaban del entorno y mucho
café.

P.D.F: Leyendo un poco sobre esa movida de los 60-70’s en la música electrónica descubrí que había muchas mujeres entrando en escena. Pienso en Else
Marie Pade (https://www.youtube.com/watch?v=28TqFKy4lG0) y en Eliane Radigue. Esta última estuvo investigando posibles conexiones entre esa
música sintética y el budismo tibetano. Hay algo en el ejercicio de la meditación profunda que la llevó a iniciarse en la práctica con el gurú Rinpoche Pao.
¡Tu recorrido parece coincidir! Me decías que más adelante en tu vida, tomaste distancia con los artistas sonoros para ir a convivir y estudiar con monjes
tibetanos en la ciudad de México además de estar en retiros con el joven maestro budista Dilgo Khyentse Yangsi Rinpoche que se encuentra Bután
reencarnación de Dilgo Khyentse Rinpoche quien fue autor de los primeros libros de budismo tibetano traducidos a idiomas occidentales ¿Qué fue lo que
te distanció de la escena mexicana del arte sonoro? ¿Esas resonancias poéticas que mencionas en tu trabajo son acaso también vibraciones y sonidos
meditativos?

D.L.: Quiero responderte con una línea temporal ya que una cosa me fue llevando a otra.

Mi primer encuentro el Budismo Tibetano fue en el año 2010 cuando comienzo a asistir a un centro de meditación localizado en Ciudad
de México, meses después ahí nos visita Dilgo Khyentse Yangsi Rinpoche que en ese entonces tenía solo 17 y estaba siendo preparado
para ser la máxima autoridad del monasterio y consejero espiritual de los Reyes de Bután. Fue un fuerte impacto
En 2011 comenzamos a tener monjes residentes en el centro de meditación para tener una formación más completa, en ese momento
decido estudiar técnicas de medicina alternativa tras un accidente que había tenido ese año ya que la misma medicina alternativa
contribuyó significativamente en mi proceso.
Una de estas técnicas aprendí y que seguí utilizando por mucho tiempo fue la de usar cuencos tibetanos para hacer terapias de sonido.
(debo aclarar que estas técnicas son occidentales y no tienen relación con el aprendizaje del centro budista). Con estos instrumentos
comencé a dar conciertos terapéuticos en centros de yoga y bienestar en los años 2012 y 2013.
En esos centros holísticos fui conociendo gente muy diferente con capacidades de percepción muy desarrolladas que me contaban
sobre sus experiencias con el sonido de los cuencos, fui testigo de cómo ciertos sonidos les ayudaban a sanar física y mentalmente. Y a
la par de esto seguía asistiendo a las clases y retiros con los maestros budistas.
Para 2014 instalo mi propio espacio para terapias y talleres en torno al sonido curativo y continuo en formación como terapeuta de
sonido y también como estudiante de la filosofía budista. Hasta que a mediados de 2015 mis amigos comienzan a invitarme a trabajar
de nuevo en proyectos artísticos en galerías y museos.
Volver a la práctica artística fue algo progresivo y lento ya que en espacio de 5 años no me había enfocado en crear para un público que
consume arte contemporáneo, fue hasta finales 2016 que me volví a sentir inmerso por completo a este contexto trayendo mucho de lo
que exploré esos años.

Como verás ese distanciamiento que tuve con mi comunidad artística no fue intencional solo fui seducido por la magia de cada
acontecimiento vivido esos años y gracias a ello está la base de las nuevas obras producidas en 2017.

P.D.F: Me sorprendió mucho ese último proyecto de diseño de sonidos que decidiste llamar Hertz. En ese proyecto has reunido una gran cantidad de
frecuencias de sonido que emanan del interior de plantas y de seres humanos. Hablabas del registro de el Canto del árbol del Yarumo, un árbol nativo de
Colombia. ¿Cuáles son esos cantos de la naturaleza y qué es lo que te han revelado sobre la naturaleza y los efectos de las frecuencias curativas?

D.L.: Hertz es un proyecto que inicia a mediados de 2017 y con el cual seguiré trabajando los siguientes años sé que este va a cambiar en
sus metodologías eventualmente ya que mi proceso para interpretar y reproducir los cantos o biofonías del interior de los seres vivos es
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p Daniel Lara,
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y poéticas,
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algo que está en constante cambio, perfeccionamiento o auto-refutación. Es necesario que te cuenta acerca de dos principales
acontecimientos que me llevaron a explorar el tema de los sonidos internos de lo vivo y su relación con la medicina del sonido.

A partir de 2012 debido a mi aproximación con la medicina alternativa por medio del sonido del gong o los cuencos tibetanos,
comienzo a conocer gente con capacidades de sinestesia, es decir gente que puede escuchar el color de los sonidos o el sonido de los
colores o bien relacionar estos con diferentes aromas, es decir una integración muy desarrollada sus 5 sentidos. Al comienzo pensaba
que estas personas tenían algún tipo de trastorno mental o que eran muy imaginativas, pero conforme fui conociendo más gente
similar les entrevisté a cada uno por separado y noté que sus percepciones del color del sonido y del sonido de los colores realmente
tenía un sentido y coherencia.
En 2014 fui testigo de cómo una persona tomando una varilla fresca de un árbol y al observar su movimiento encontró con suma
precisión el mejor lugar para hacer pozo de agua, tanto en medición horizontal como en profundidad. Comencé pues a hacer pruebas
de esta técnica llamada radiestesia, primero aprendí a usarla para buscar objetos perdidos, después para encontrar órganos del cuerpo
dañados o enfermos y finalmente para hacer mediciones en frecuencias y afinaciones de sonidos, sabiendo que anteriormente algunos
maestros holísticos me comentaban que la mejor y más eficiente manera para curar a una persona con sonido es encontrando su
vibración interna para reproducirla o ejecutarla frente de la persona a sanar.

Al yo no tener la capacidad de los sinestésicos encontré en la radiestesia un método para medir esas radiaciones que emite lo vivo, una
exploración que inicia en 2014 pero que a inicios de 2017 la logro perfeccionar para poder medir las fluctuaciones de la energía en valores
de ciclos por segundos o Hertzios.

Aun no tengo la certeza de que las vibraciones encontradas en cada planta sean curativas u ofrezcan los mismos beneficios que al ingerir la
planta misma, eso es una tarea que tengo ahora, pero lo que hasta ahora si ha mostrado resultados satisfactorios a un porcentaje alto es el
diseñar sonidos curativos de acuerdo a lo que el interior de cada persona nos indica con la técnica de radiestesia, pero esto sigue siendo
una fase muy experimental donde los participantes son conscientes de lo que pueda alcanzarse. Y es el subtítulo del proyecto
“Resonancias poéticas sobre vibraciones vivas” lo que nos pone más del lado del arte que de un proyecto de medicina experimental o
pseudo-ciencia.

Por lo tanto el proyecto “Hertz: Resonancias poéticas sobre vibraciones vivas” usa estos referentes de las ciencias ocultas para crear un arte
sensorial que puede ofrecer experiencias físicas o metafísicas dependiendo de la sensibilidad o inmersión que el público se permita dar.

P.D.F: Has estado experimentando contigo mismo y con otros. Parece que después de largos meses de talleres has podido recuperar 16 muestras de
sonido. ¿Podría decirse que esos sonidos con los que trabajan son como nuestras huellas digitales? ¿Cuándo vamos a poder ver un auto-retrato tuyo,
piezas que revelen tus sonidos internos?

D.L.: El registro de estas frecuencias internas y sus combinaciones entre sí, son diferentes en cada persona lo cual vuelve cada grupo de
vibraciones en una especie de huella digital o código especial. Cada sonido personal lo describiría como una especie de nota prolongada
compuesta por diferentes tonos, algo así como coros con armonías, disonancias, batimentos y demás combinaciones que aún no se cómo
nombrarlas.

Fueron cerca de 50 personas (una por día), las que visitaron mi estudio con las primeras 10 las aproximaciones eran más burdas, de las
siguientes 40 hubo resultados cada vez más precisos aunque fue un trabajo muy exhaustivo que no todos terminaron.

He seleccionado 16 de estos sonidos para crear un disco de vinilo de 12 pulgadas, y restaron unos 12 sonidos personales sin incluir ya que
no cabían todas en un solo disco, posiblemente más adelante haga otras ediciones o proyectos donde los incluya al igual que mis sonidos
que he encontrado en mi interior el proyecto de “Hertz” apenas comienza, a este disco recién lanzado en Diciembre de 2017 lo he titulado
A first encounter with hidden human frecuencies  haciendo referencia a esta primer etapa de exploración. Cada sonido recopilado en el
disco es una muestra de medicina auditiva creada para cada voluntario que colaboró conmigo en este método de búsqueda de sonidos
curativos internos, tanto en la cubierta del disco como en los surcos de este se puede observar que tan diferente es cada sonido encontrado
entre sí.

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P.D.F: Siempre pensé que el sonido era intangible, pero tú me demostraste lo contrario. El sínodo también puede tener una manifestación física, al hacer
vibrar algunos objetos y al poder revelarse a través de prácticas como la Radiestesia, la Resonancia por simpatía y la resonancia cimática. Has estado
experimentando con esos métodos pseudo-científicos para leer las frecuencias de sonido internas de los seres vivos. ¿Puedes hablarnos un poco más de
esas tablas de madera y esos dibujos que han ido orientando tu lectura de los tonos binaurales?  ¿Qué es lo que ese lenguaje de símbolos te ha revelado
sobre nuestro mundo interior?

D.L.: Estas tablas de madera contienen esquema de opciones hacia donde el péndulo señala la que corresponde a la pregunta del
consultante, es una técnica usada por terapeutas holísticos para algo llamado TRE (Terapia de Respuesta Espiritual) yo hice mi propio
diseño basado en las cifras de hercios más usadas en los test de búsqueda de sonidos internos, usar la tabla me ayudó a simplificar estos
test ya que anteriormente yo exponía al voluntario a escuchar tono por tono hasta encontrar coincidencias lo cual funcionó pero el trabajo
resultaba más cansado. Desde luego hice pruebas con diferentes métodos y las respuestas coincidían a pesar de que consultante no tenía
idea, juicio o apego sobre cada pregunta.

El diseño de la tabla es una de estas herramientas que sigue en perfeccionamiento y cambio. Aun no logro descifrar estas secuencias de
números resultantes en los test, lo cierto es que llegan a aparecer relaciones y secuencias numéricas muy claras en la mayoría de los casos.
Aun no sé si soy la persona indicada para descifrar o traducir estos mensajes, aun no estoy seguro de lo que sea esto.

En la cubierta del disco A first encounter with hidden human frecuencies, aparecen las gráficas de las formas de cada sonido personal y
resultaron ser formas muy atractivas e interesantes a los ojos de quienes ahora los coleccionan. Para mí es un tema del cual me tengo que
sumergir aún más y de seguro lo haré en los siguientes meses y años.

P.D.F: Antes de conocerte no sabía que el sonido podía tener manifestaciones físicas, no sólo al vibrar cuando se reproduce, también al ser grabado.
Decías que al grabar esos tonos primarios se puede sentir la vibración de la nota, el relieve del tono sobre el disco. La aguja marca un surco al grabarse en
un disco de acetato que es como una huella digital. ¿Discos Pretexto es un archivo de la identidad sonora de plantas y seres humanos? ¿Es una
enciclopedia sonora, una serie de retratos o un índex de frecuencias auditivas?  

D.L.: Discos Pretexto (https://discospretexto.bandcamp.com/album/jard-n-sonoro-1)inició en 2014 siendo un sello discográfico para

editar mis exploraciones sonoras, pero ahora en este 2017 a raíz de este nuevo proyecto llamado “Hertz” el sello discográfico toma una
nueva dirección y un segundo aire al presentar grabaciones que son visiblemente definidas desde los surcos de cada disco, cosa que
anteriormente no sucedía con los primeros discos.

Ahora, cada grabación de esta nueva generación de discos luce patrones de formas de acuerdo a su contenido, de manera que cada disco
además de ser sonoro se convierte en un objeto que también es visual por sí mismo, siendo el “arte” de la cubierta algo más cercano una
infografía para comprender mejor su poético interior.

La clave de ello se debe a que las nuevas grabaciones son limpias mostrando el trazado sonoro que se quiere escuchar y no más, se trata de
generar muestreos prolongados lo suficiente para poder ser percibidos a la vista en los surcos del disco. Por ejemplo, en el caso del disco
“Cantos de un Yarumo” contiene de cada lado una vibración prolongada de 11 minutos haciendo que la superficie del disco muestre un
tramado de los surcos muy definido.

Mientras que en A first encounter with hidden human frecuencies hay un muestreo de 15 pistas de un minuto cada una en el lado A
mientras que en el lado B aparece un muestreo largo de 14 minutos que se va desvaneciendo progresiva y lentamente al silencio y también
hacia una textura cada vez más plana en el disco.
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En este año espero producir un disco de 12 pulgadas por cada especie de planta, siento mucha curiosidad por saber cómo se ve la
vibración de algunas plantas de poder o medicinales por ejemplo. Y si, podría volverse una especie de enciclopedia o documento a la
larga, hay muchas posibilidades por realizar y descubrir.

P.D.F: Cuando recién fuiste a México DF a participar en los distintos Festivales de arte sonoro, me decías que estabas buscando una forma de hacer
sonidos por computador. Hacia el 2001 empiezas a experimentar con Software. Trabajas con Antonio Domínguez la parte visual de la música hecha por
computador. Descubren Max MSP, el software para performance multimedia de arte sonoro. Lo que más me marcó de ese cambio en tu forma de
componer es que empezaste a interesarte por formas de generar sonidos e imágenes a partir de datos. ¿Cómo has conseguido lidiar con la dificultad de
programar el cuerpo diseñando sonidos que le corresponden? ¿Somos programables? ¿Crees que la música experimental entrando en fusión con el
manejo de los datos por computador? 

D.L.: Todo el tiempo estamos expuestos a experiencias situaciones o condiciones que pueden programarnos o modificar nuestras maneras
de pensar o actuar, el cuerpo y la mente del humano es adaptable y modificable hasta cierto punto lo lamentable es cuando otros lo saben y
toman partido de ello mientras nosotros lo ignoramos o peor cuando nosotros mismos hemos programado nuestra percepción sin tener
conciencia del daño que pueda provocarnos.

Tendré que ser anecdótico para explicar lo siguiente: Mi primer acercamiento a esta conciencia de la programación de la mente fue en 2010
cuando sufría mucho por las condiciones en las que vivía, al estudiar las enseñanzas del Buda con estos increíbles monjes fue entender que
era la manera en como percibía esa realidad, fue muy duro y difícil esa transición de una visión a otra, pero la logré meditando en un
ejercicio de atención plena hacia todo lo que me rodeaba. Lo que sucedió no fue una reprogramación de mi percepción si no una
desprogramación que contenía ideas erróneas que me provocaban aquel sufrimiento que vivía.

Años después en 2013 en una conferencia con el maestro Chögyal Namkhai Norbu nos habló sobre lo que es “El Estado Primordial” es
decir nuestro estado puro que tenemos cuando nacemos o que tuvimos antes de vivir una experiencia como seres humanos, mismo que
vamos olvidando o que se va ocultando con el paso de los años en esta vida.

Mi intención al diseñar sonidos curativos contrario a las investigaciones del Doctor Oster en 1973 con los pulsos binaurales no es la de
modificarnos a un estado ideal para lo que creamos mejor o conveniente, si no el de crear rutas auditivas que nos llevan desde el estado en
que nos encontramos hacia esa naturaleza pura de nuestro interior que se ha escondido. Sé que esto sigue tornándose muy místico con mis
explicaciones, pero las pruebas de radiestesia para encontrar estos sonidos personales van dirigidas hacia ese yo que en origen es perfecto,
de manera que el interior de cada individuo da las pautas para el diseño de su propia medicina que le lleva un estado verdadero.

La premisa que yo sigo al trabajar este método es que la felicidad no es el resultado de un condicionamiento si no que la felicidad
verdadera no depende de condiciones externas al ser.

P.D.F: Antes de conocer tu trabajo quise adentrarme un poco en las vanguardias de la música experimental. En la década de 1970, los músicos de la
unión soviética y de Europa del este también estaban experimentando con aparatos sintéticos. Pienso en Yuri Morozov, instrumentalista, músico
experimental, compositor ruso autor de Human Extinction, en Leon Theremin, inventor del Thythmicon y músico electrónico que fue duramente
perseguido por Stalin. Pero también estaban Electornic Yugotón grupo de la antigua Yuoslavia y las composiciones del polaco Krzysztof Wodiczko.
Algunos difundían su música a través de la radio. Sus composiciones eran muy políticas y generaron polémica. ¿Crees que la música que tú compones es
incómoda o política? ¿Cuál es tu filosofía con respecto a esas frecuencias que extraes?
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incómoda o política? ¿Cuál es tu filosofía con respecto aArte Sonoro: Daniel Lara, Resonancias poéticas, 2017 – PUNTO DE FUGA
esas frecuencias que extraes?

D.L.: Hasta ahora no he sido incomodo o político, aunque el panorama socio-político actual en México y el resto del mundo es cada vez
más turbio y controlado algo muy diferente al contexto en el que crecí cuando el internet era de todos, la televisión y el radio tenían
mejores contenidos, y los periodistas no eran amenazados de muerte, tu pregunta sí que me pone a pensar muchas cosas al respecto.

Desde 2012 hasta la fecha he ido conectando con un público de inquietudes más espirituales que políticas. Por ahora sigo creyendo que
una actitud introspectiva o pacifica puede ser tan poderosa como un camino más guerrero o reaccionario.

Lo cierto es que si meditamos con mayor frecuencia somos personas más inteligentes emocionalmente y también menos controlables. Ya
que podemos percibir el mundo y la vida bajo una óptica que pueda trascender toda condición e ilusión impuesta por otros.  Mi
motivación al descubrir cada sonido es el encontrar mejores herramientas para facilitar la meditación. 

P.D.F: ¿Crees que la música es capaz de reflejar las profundidades del pensamiento o es más bien algo intuitivo, algo pulsional?

D.L.: La música es muchas cosas y ofrece todas las posibilidades que podamos imaginar.

P.D.F: En uno de sus discos Olafur Arnalds escribe esta expresión: “And they have escaped the weight of darkness…”. ¿Crees que tu música es una
forma de escapar a nuestro lado oscuro?  ¿Es esa la intención poética de tu obra?

D.L.: En un proceso de depuración o perfeccionamiento del ser es importante conocernos, saber en dónde nos encontramos y en qué
condiciones. Conocer nuestra propia realidad es de valientes. Creo que vivir es un aprendizaje que nos llevará a diferentes lugares siempre
y cuando nos permitamos vivir eso  que pueda ser oscuro o luminoso y disfrutar esa impermanencia de lo que experimentamos. Por cierto
me puse a escuchar el disco para responder esta pregunta.

P.D.F: Me gustaría dedicarte un disco y que tú lo hagas con todos los que han querido leerte, a manera de dialogo…. El disco que elijo es de Nils Frahm,
Says, Spaces (https://www.youtube.com/watch?v=dIwwjy4slI8), una oda a la felicidad. La canción del disco producido por Erased Tapes está
acompañada de un video hecho por Romain Assenat & Ana Silva.

D.L.: Me encanta el tema, me recuerda un poco a la música de Klaus Schulze con instrumentos similares en los años 70’s aunque Frahm le
da un toque de mayor frescura que me hace sentirlo una experiencia nueva.

Web.
Dlb (https://dlb.uno/)

Biografía.

Daniel Lara Ballesteros. 1976, Monterrey México. Estudió artes visuales en la Universidad Autónoma de Nuevo León en México. Desde los
2000, se adentra en el mundo de la música experimental y el arte sonoros de la Ciudad de México participando en festivales y actos de
performance sonoro. En 2015 empieza una búsqueda más personal para encontrar relaciones entre medicina experimental auditiva y su
relación con el arte sonoro. Funda la compañía de discos Pretexto para dar a conocer su trabajo. En 2017 obtiene una residencia con la
sección de Estudios de la Galería Flora Ars Natura en Bogotá. Durante ese período desarrollar su proyecto Hertz: Poéticas sobre sonidos
internos humanos, a través de una serie de talleres abiertos en los que experimenta con los sonidos internos de plantas y de seres humanos.
Acaba de recibir la beca del FONCA, Sistema Nacional de Creadores de Ciudad de México para seguir desarrollando sus técnicas de
programación de sonidos a partir de la Radiestesia, la Resonancia por simpatía y la resonancia cimática.

CATEGORÍA: Geometria Variable

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PUNTO DE FUGA. Plataforma experimental del arte y de la fotografía creada por Laura Carbonell en París en marzo del 2015. A través de
una serie de publicaciones PUNTO DE FUGA invita a un grupo de editores, diseñadores de libros, curadores y directores de museo a
explorar nuevas formas de leer y de explorar la edición artística en todas sus formas. La plataforma PUNTO DE FUGA incluye : registros
sonoros, ensayos, entrevistas y otros escritos que cuestionan los límites del arte y la fotografía en su forma impresa. Existen hoy tres
secciones para la experimentación visual : 1. La plataforma experimental del libro : busca nuevas formas de entender la edición de libros
de arte y fotografía 2. Punto de Fuga Records: genera registros sonoros experimentales para leer de otro modo los libros de arte 3.
Geometría Variable: indaga sobre los fundamentos de la creación artística, especialmente en el cine, la fotografía y la ilustración. Ver
todas las entradas de puntodefugabogota (https://puntodefugabogota.com/author/puntodefugabogota/)

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4/1/2018 Arte Sonoro: Daniel Lara, Resonancias poéticas, 2017 – PUNTO DE FUGA

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