Las Cimentaciones Especiales constituyen una disciplina
dentro de la construcción que ha venido dando solución a los
retos que impone el terreno de carácter geológico y geotécnico.
Por ello, las soluciones que se proyecten deben partir de
un correcto conocimiento del comportamiento del terreno, frente a las solicitaciones que se le apliquen o que intenten contrarrestarse. Los actuales sistemas de modelización del terreno, mediante elementos finitos o diferencias finitas, permiten además predecir con precisión el resultado final de los diseños propuestos. Las cimentaciones especiales abarcan gran número de subespecialidades, desde muros pantalla, pilotes convencionales, pilotes de gran diámetro, anclajes provisionales y permanentes de cable o barra, con sistemas de protección frente a corrosión, tablestacados, columnas de grava, mechas drenantes, micropilotes en cimentaciones, en taludes, recalces, en excavaciones, etc. Los micropilotes son elementos de cimentaciones profundas, de sección circular y pequeño diámetro, de hasta 350 mm, con una alta capacidad portante a compresión, que transfieren las cargas al terreno en profundidad. De igual modo, los micropilotes pueden ser diseñados para soportar esfuerzos de flexión y cortante, e incluso de tracción.
Son perforados en el terreno, armados con una tuberia de alta
resistencia, perfiles o barras e inyectados con lechada o mortero de cemento, que recubre la armadura y que consigue una óptima adhesión al terreno. La técnica de ejecución de compaction grouting o inyecciones de compactación, se trata de una técnica de mejora de suelo, que tiene como fin tanto aumentar la capacidad portante del terreno, como de conseguir un aumento de la densidad relativa del mismo. Esta técnica, se basa en la inyección en el terreno de un mortero de baja movilidad, provisto de una gran fricción interna, de forma que la inyección queda concentrada en el punto de aplicación, sin penetrar dentro de los poros del suelo. El material inyectado provoca el desplazamiento lateral en el entorno del punto de aplicación, provocando de esta forma una densificación y estabilización del suelo que rodea a la zona tratada, además se reduce considerablemente el porcentaje de huecos en la misma, al provocar una reorganización de las partículas del terreno. Al fraguar la inyección realizada confiere resistencia y dureza al terreno tratado. La tensión vertical de la capa de terreno tratada, tiene que garantizar que el mortero de baja movilidad desplace el terreno horizontalmente sin que se produzca levantamiento en la superficie.
La técnica de compactiongrouting o inyecciones de
compactación fue empleada por primera vez en los años 50 en Estados Unidos. La técnica, pese a que se basa en un concepto relativamente sencillo, abarca complejidades que dependen de la mecánica de suelos, propiedades reológicas del mortero, así como dificultades propias de los procesos de perforación e inyección, que requieren de un control por parte de especialistas capaces de manejar estos factores, y que determinan el éxito final de la ejecución de esta técnica. La compensación es un método de inyección basado en principios de fracturación hidráulica del terreno, mediante la inyección de lechada de cemento, con el fin de inducir movimientos controlados al terreno y así compensar movimientos producidos por otras causas.
Esta técnica fue empleada en sus inicios en el campo
petrolíferos y posteriormente fue adaptada y mejorada para resolver problemas geotécnicos. La necesidad de estabilización y renivelación controlada de estructuras condujo a los especialistas geotécnicos a adaptar este método para trabajos geotécnicos, cerca de la superficie. En los últimos tiempos se ha producido un aumento significativo en la aplicación de las inyecciones de compensación para la reducción de los asientos superficiales y por tanto del potencial de daños a los edificios existentes.
Se trata de inyecciones múltiples de pequeños volúmenes de
lechada que provocan mejoras de los parámetros del suelo en relación a su capacidad de deformación. Consiste en la instalación de tubos manguitos, mediante los cuales se realizan inyecciones en puntos definidos en el terreno controlando parámetros durante las inyecciones tales como: la geometría, caudal, volumen de inyección, viscosidad, relación agua- sólido con respecto a la distribución del tamaño de grano del terreno, tensiones, etc. El desarrollo de la técnica de Super Jet Grouting supone un avance muy importante sobre las técnicas convencionales de Jet Grouting para la mejora in situ del terreno. Esta técnica supone un perfeccionamiento del sistema de doble fluido, que aprovecha un diseño eficiente, mejorándose la herramienta de inyección y optimizando la configuración de las toberas para incrementar notablemente la energía de inyección. El resultado es una excelente calidad de ejecución con diámetros muy superiores a los alcanzados hasta ahora. Esta nueva tecnología efectiva en todo tipo de suelos, es óptima para la ejecución de tapones de fondo, el control de agua freática. Esta técnica ha permitido construir columnas de hasta 5 m. de diámetro, hasta un 400% mayor que los resultados conseguidos con las técnicas de Jet Grouting tradicional, siempre manteniendo la calidad o incluso mejorando el producto final obtenido. La tecnología de Super Jet Grouting logra estos avances concentrando la inyección de los dos fluidos (aire y lechada), hidráulica y mecánicamente para corta y erosionar grandes volúmenes de terreno. El rechazo de la lechada inyectada o resurgencia, es expulsado a la superficie evitándose la presurización y dejando un producto de gran calidad. Es la estabilización estructural e hidráulica de las pantallas continuas de hormigón previamente ejecutadas para la construcción subterráneo. Se aborda tanto la descripción de las actuaciones previas, como la detección de los problemas acontecidos, efectuando un análisis del marco geológico y geotécnico que contextualice dichos problemas. Se resumen las diversas alternativas propuestas como solución, profundizando en el análisis de la solución ejecutada, que consistió en la realización de tratamientos del terreno en el trasdós de la contención, a base de inyecciones de mortero y jet-grouting, combinado con la ejecución de un muro anclado por bataches. Tras analizar los resultados del estudio geotécnico y de la campaña de auscultación, se propuso una solución de refuerzo del talud mediante la ejecución de anclajes permanentes en su parte superior, correspondiente al muro de tierra armada, arriostrados mediante “costillas” de hormigón armado. Todos los cálculos de estabilidad y refuerzos necesarios se efectuaron aplicando los métodos analíticos de equilibrio límite, Se analizaron diferentes superficies potenciales de falla y se obtuvo un coeficiente de seguridad mínimo para la configuración de la estructura diseñada superior a 1,5. GRACIAS