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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

El Trotskismo
en América
Latina

Osvaldo Coggiola

Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

El Trotskismo
en América
El Trotskismo en América Latina:
Osvaldo Coggiola

Latina El Trotskismo en América Latina


© El Viejo Topo, La Paz - Bolivia
© Osvaldo Coggiola - coggiol@homail.com

Primera Edición: Agosto 1993, Argentina,


Ediciones Magenta
Segunda Edición: Diciembre de 2006,
Argentina, Ediciones Razon y Revolución
Tercera Edición: Octubre 2012, Bolivia

Cuidado de Edición:
Osvaldo Coggiola
Cesar Choque

Depósito Legal:
ISBN:
Impresión: Gráfica Book, Cel: 77533273

El Topo Viejo Impreso en Bolivia


Printed Bolivia
Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

cia política en el movimiento obrero y


juvenil, y en la propia historia del país.
Este trabajo no tiene un carácter mera-
mente académico, pues fue y es parte
PRÓLOGO A LA de una reflexión política militante que,
a través de la historia del trotskismo,
EDICIÓN BOLIVIANA intenta contribuir al esfuerzo de llegar
a la raíz política de los problemas de la
Esta breve historia del trotskismo en revolución latinoamericana.
América Latina fue escrita a inicios de
En los treinta años que nos separan
la década de 1980, y fue publicada origi-
de su redacción original, mucha agua
nalmente por la Editora Brasiliense, de
ha corrido bajo los puentes. Algunas
San Pablo (Brasil). Fue luego publicada
de las corrientes políticas aquí men-
en Buenos Aires, donde mereció una
cionadas han desaparecido, otras con-
segunda edición fusionada con una bas-
tinuaron existiendo pero abandonaron
tante más voluminosa historia del
toda referencia al trotskismo y la IV
trotskismo en Argentina. Fue, después,
Internacional, otras se han fortalecido
también publicada en Inglaterra e Italia.
manteniendo su fidelidad al programa
Los límites cronológicos aquí cubiertos
marxista-trotskista. Eso significa que el
están indicados por esas fechas, o sea, el
presente trabajo precisa ser actualizado,
presente volumen cubre el medio siglo
no sólo en relación a los últimos treinta
que va desde los orígenes del trotskismo
años, sino en su conjunto, en función
en nuestro continente (1930, aproxima-
de todos los cambios políticos sufridos
damente) hasta los primeros años 80.
por nuestro continente. Esta es una tarea
Nada más oportuno que su pub- para historiadores y militante compro-
licación en Bolivia, el país donde el metidos con la causa de la clase obrera.
trotskismo llegó a tener mayor influen-

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Una tarea que está bien lejos de ale- corriente, junto a su ruptura con el POR
jarlos del campo de la acción política, y su incorporación a la lucha por la
en el verdadero y noble sentido del tér- refundación de la IV Internacional. Sus
mino, esto es, la política revolucionaria escritos al respecto, así como otros de
no como activismo ciego e inmediatista, su autoría, precisan hoy ser reeditados,
sino como perspectiva de transfor- como parte del esfuerzo de formación
mación (revolución) social basada en el de una verdadera vanguardia revolu-
balance y conocimiento amplio y pro- cionaria en el Altiplano.
fundo de nuestra realidad. En Bolivia, Que es parte de la lucha por estruc-
en especial, la coalición política actual- turar a la clase obrera como alternativa
mente en el gobierno posee una verti- política latinoamericana e internacio-
ente que definió su perfil político en nal, frente a la profunda crisis que
función de la crítica, supuestamente recorre en todas partes al mundo capi-
marxista, al pasado trotskista del movi- talista. El capital ha procurado, en
miento obrero boliviano, calificado de las últimas décadas, valorizarse ficti-
“obrerista”; como otras, esa corriente ciamente, llegando a un callejón sin
concluyó abandonando por completo el salida: su crisis es la manifestación de
marxismo, en este caso para proponer la vigencia de la ley del valor. La deva-
un supuesto “capitalismo andino”, y luación del conjunto de los capitales
para finalmente acomodarse en una con- mundiales frente al oro (del orden del
ciliación con las clases sociales y parti- 85%) mide el nivel de desvalorización
dos otrora designados como adversarios del capital que precedió la presente
y enemigos. crisis: la bancarrota capitalista mun-
Juan Pablo Bacherer, cuya temprana dial representa el desenvolvimiento
muerte es más que nunca lamentada, de una transición histórica al socia-
había iniciado la tarea de criticar los lismo o a la barbarie.
fundamentos teórico/ideológicos de esa

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Está, por eso, más que nunca, plan- Por la experiencia política sin par de
teada la construcción de una Interna- su lucha revolucionaria, la vanguardia
cional Obrera fundada en el programa obrera, juvenil e intelectual de Bolivia
de reivindicaciones transitorias. Varias tiene un lugar central en esa lucha. A
corrientes trotskistas han caído en el ella va dedicada la presente edición de
ridículo de apoyar una Quinta Interna- este texto.
cional promovida por el chavismo, o
sea por el jefe de las fuerzas armadas
de Venezuela, cuyos aliados son Kirch- Octubre de 2012
ner, Lula, Mugabe y Amadihneijad, el Osvaldo Coggiola
verdugo teocrático del pueblo iraní y
de sus naciones oprimidas, como el
pueblo kurdo. Y se olvidaron de ella
junto con el propio Chávez. La carac-
terización de la crisis mundial capita-
lista y las tareas que se desprenden de
ella son el eje de delimitación política
en la izquierda y el trotskismo. Sin
otras condiciones que esta base teórica
y la correspondiente acción práctica
está planteada la refundación de la
IV Internacional, cuya misión histórica
no ha sido todavía cumplida. Y tiene
nueva vigencia en el terreno histórico
de la revolución socialista mundial,
que ha ganado una amplitud sin pre-
cedentes.

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medad incurable que lo apartó de la


dirección del P.C.U.S. hasta su muerte
(1924). En su testamento, él advertirá
contra la creciente concentración de
El Trotskismo: Origen e poder en manos del secretario general,
lo que podría llevar a la división del par-
ideas tido. Fue Justamente esa concentración
-y la política a ella ligada-lo que motivó
El trotskismo es un movimiento polí- el surgimiento de fracciones opositoras.
tico surgido en los años ‘20, en las luchas
La Oposición de Izquierda se estruc-
internas del Partido Comunista (bolche-
turó en octubre de 1923, contra la polí-
vique) de la Unión Soviética (P.C.U.S.).
tica interna y externa de la dirección del
El término fue acuñado por su princi-
P.C.U.S., que más tarde sería llamada
pal adversario: Stalin (secretario general
estalinismo (del nombre de su dictato-
del P.C.U.S.), quien lo lanzó en diciem-
rial ejecutor, Stalin). La de Trotsky no
bre de 1923 para condenar la Oposición
fue la única oposición a Stalin: otros diri-
de Izquierda del P.C.U.S., liderada por
gentes organizaron diversas fracciones,
Leon Trotsky. ¿Cuáles fueron los moti-
como la de Zinoviev y Kamenev (con
vos para la creación de esa Oposición,
los cuales Trotsky se alió en 1926, en la
que se extendería por el mundo entero,
Oposición Unificada), o la de Bujarin,
dando lugar al movimiento conocido
Rikov y Tomsky (la llamada Oposición
actualmente como trotskismo?
de Derecha, derrotada por la fracción
Recordemos que el Partido Comu- estalinista a comienzos de los años ‘30).
nista o bolchevique tomó el poder en Lo que distinguió a la fracción trotskista
Rusia en la Revolución de Octubre de fue: 1) su continuidad política y organi-
1917. Cinco años después, su principal zativa, que se mantuvo mucho después
líder (Lenin) cayó víctima de una enfer- de su completa derrota en el interior

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del P.C.U.S.; 2) su proyección mundial, de una nueva camada social (la buro-
donde se constituyo en fracción pública cracia del P.C.U.S. y del Estado Sovié-
de la Internacional Comunista. Varios de tico) que había destruido, en función de
los principales dirigentes bolcheviques sus propios intereses, el poder obrero
(Rakovsky, Radek, Sosnovsky, Muralov, resultante de la revolución de octubre
Smilga) adhirieron a la Oposición de de 1917 (poder expresado en los Conse-
Izquierda: todos ellos así como los diri- jos Obreros o Soviets). La destrucción de
gentes de las otras fracciones antiestali- toda democracia en el interior del país y
nistas, fueron asesinados por orden de del movimiento obrero implicaba nece-
Stalin en los procesos de la famosa cárcel sariamente la liquidación de ella en el
de Moscú (Lubianka), en los campos de interior del partido que había dirigido
concentración de Siberia, o aun en el la revolución, conquistando el apoyo
exterior, como aconteció con Trotsky en de la inmensa mayoría del proleta-
México, en 1940 (de los 31 miembros que riado. El estalinismo era la negación del
el Comité Central del P.C.U.S. tuvo entre bolchevismo, del cual la Oposición de
1918 y 1921, 18 fueron asesinados bajo Izquierda se proclamó continuadora,
terror estalinista). Y no sólo ellos: milla- adoptando la bandera del “bolche-
res de militantes de las diversas oposi- vismo-leninismo”. Entretanto, la victo-
ciones fueron fusilados en los campos ria de la burocracia había transformado
siberianos, especialmente en los años a la URRS en un Estado Obrero degene-
‘30. La dictadura estalinista se construyó rado, donde la clase obrera había sido
sobre la sangre de prácticamente toda la excluida del poder, pero sin que fuesen
vieja guardia del partido bolchevique. destruidas las conquistas económicas
Para explicar tamaña monstruosi- de la Revolución (nacionalización de la
dad política (y humana), Trotsky y sus industria y del comercio exterior, eco-
seguidores no renunciaron al marxismo. nomía basada en la planificación). “La
Así, Stalin no sería sino la expresión burocracia derrotó a la Revolución, pero

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no la destruyó” fue la conclusión de Shek, fue nombrado presidente honora-


Trotsky. rio de la Internacional. Trotsky proclamó
En sus inicios, la Oposición de la necesidad de una política indepen-
Izquierda se estructuró alrededor de una diente del proletariado en la revolución
plataforma de lucha por la democratiza- democrática en curso en China, que le
ción del P.C.U.S. (por el derecho de las permitiese asumir la dirección de la
fracciones y tendencias a expresar libre- revolución frente a la inevitable traición
mente su punto de vista) y por un plan de la burguesía. La política propuesta
de industrialización (el cerco imperia- era una aplicación de su teoría de la
lista contra la URRS y el hecho de que revolución permanente en los países atra-
la mayoría de las tierras continuaran sados: la transformación de la revolu-
bajo el régimen de propiedad creaban ción democrática en socialista a través
una creciente desorganización y penu- de la dirección de la clase obrera. Esta
ria económicas). A partir de 1925-26, teoría se confirmó de un modo nega-
la lucha se amplió al plano internacio- tivo: en 1927 Chiang Kai Shek arrasaba
nal, combatiéndose la política estalinista la insurrección obrera de Shangai y
frente a la huelga general inglesa (Stalin arrojaba a los dirigentes sindicales y
mantuvo una alianza con la dirección comunistas en las calderas de las loco-
sindical británica, que intentaba liquidar motoras…
la huelga) y, sobre todo, la política de El eslabón que unía las diversas
la Internacional Comunista en China. La luchas de la Oposición de Izquierda era
I.C. había proclamado una alianza estra- el internacionalismo. Tanto las cuestiones
tégica con la burguesía nacional china de política interna de la URRS como
en el “bloque de las cuatro clases”. Los las de política externa (y la orientación
comunistas chinos fueron obligados a de la Internacional Comunista) debían
entrar en le movimiento nacionalista ser resueltas bajo el criterio de la unidad
(Koumintang), cuyo líder, Chiang Kai- mundial de la lucha de clases. La preten-

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sión de Stalin de construir la “sociedad parte directa en esa tarea desde 1930.
socialista en un solo país” (la URRSS), Habiendo sustentado la necesidad de
sin una revolución en el mundo entero, o una revolución política contra la burocra-
por lo menos en los países adelantados, cia en la URRS, la Oposición propone
fue rechazada por la Oposición como la reforma de la política de la Internacio-
una utopía reaccionaria. Bajo Stalin, la nal y de los partidos comunistas. Varios
I.C. se transformaría en un instrumento dirigentes comunistas importantes adhi-
de la política exterior de la URRS, hasta rieron a ella: Chen Tu-Hsiu (fundador
su disolución en 1943. La propia victo- y ex secretario general del PC Chino),
ria de la fracción estalinista y la derrota el catalán Andrés Nin, el checo Zavis
de la Oposición fueron consideradas Balandra, los belgas Abraham Leon y
por ella como un producto simultáneo Leon Lesoil, el holandés Sneevliet, el
del desgaste del proletariado ruso (des- norteamericano Cannon, los Italianos
pués de varios años de guerra civil), Tresso y Leone i el chileno Hidalgo. Las
del reflujo de la revolución obrera en organizaciones de la Oposición (las que,
Europa y de la derrota de la revolución aún proclamándose parte de la I.C., son
china, procesos éstos que se alimenta- sumariamente excluidas de los partidos
ban mutuamente. Este análisis, basado comunistas) son mayores que las seccio-
en la interdependencia mundial de la nes oficiales de la Internacional en Polo-
lucha de clases, fue caricaturizado por nia, Checoslovaquia, Grecia, España,
el estalinismo, afirmando que el trots- e incluso en dos países latinoamerica-
kismo proponía una revolución simul- nos: Cuba y Chile. Una mayoría de los
tánea en todos los países. partidos o grupos comunistas de esos
A partir de la segunda mitad de los países adhirió a las tesis de la Oposi-
años’20 la Oposición comienza a orga- ción. En conjunto, sin embargo, la Opo-
nizarse internacionalmente. Trotsky, sición es extremadamente minoritaria.
expulsado de la URRS en 1929, toma En los años 1930-33, el eje de su lucha es

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Alemania. En las vísperas del ascenso en su Conferencia de Fundación (sep-


de Hitler, Trotsky critica el rechazo de la tiembre de 1938, en Paris). Redactado
I.C. en proponer un Frente Único Obrero por Trotsky, y conocido por Programa
de los partidos socialistas y comunistas de Transición, resume la situación mun-
contra el nazismo. Aprovechando la dial de la época en formulas lapidarias:
división, Hitler toma el poder y derrota “La situación política mundial se carac-
al movimiento obrero, poniendo en la teriza, fundamentalmente, por la crisis
ilegalidad a sus partidos, persiguiendo y histórica de la dirección del proletaria-
asesinando sus militantes. Constatando do… Las afirmaciones gratuitas de toda
la ausencia de reacción en el interior de la especie, según las cuales las condicio-
I.C. (o Tercera Internacional) frente a seme- nes históricas no estarían aún ‘madu-
jante desastre, Trotsky concluye: la I.C. ras’ para el socialismo, no son más que
está muerta, es preciso una nueva Inter- producto de la ignorancia o de una mis-
nacional. Poco después (agosto de 1933) tificación consciente. Los requisitos obje-
una conferencia que reúne a tres parti- tivos de la revolución proletaria no sólo
dos socialistas revolucionarios europeos están maduros, sino que ya han comen-
y la Oposición de Izquierda proclama la zado a pudrirse. Sin revolución social…
lucha por la Cuarta Internacional. toda la civilización humana está ame-
La fundación de ésta sólo ocurriría nazada de ser arrastrada a una catás-
después de una serie de discusiones trofe”.
internas y de conferencias internaciona- ¿Cuál era la tarea de la nueva Interna-
les, donde son reafirmadas las resolu- cional? “Superar la contradicción entre
ciones de los cuatro primeros de la I.C. la madurez de las condiciones objetivas
(celebrados entre 1919 y 1923) y discu- de la revolución y la falta de madurez
tidos diversos puntos del programa. El del proletariado y de su vanguardia
programa acabado de la nueva Interna- (confusión y acobardamiento de la vieja
cional, entretanto, sólo sería aprobado generación, falta de experiencia de la

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joven). Es preciso ayudar a las masas escenario histórico, es incapaz de dar


en el proceso de su lucha cotidiana en verdadera solución a los problemas de
encontrar un puente entre sus reivindi- la constitución de la nación (democracia
caciones actuales y el programa de la y liberación nacional): éstos sólo pueden
revolución socialista. Este puente debe ser resueltos por la dictadura del prole-
consistir en un sistema de reivindicacio- tariado, dirigiendo a la nación oprimida,
nes transitorias, partiendo de las condi- en especial a sus masas campesinas. Bajo
ciones actuales y de la conciencia actual la dirección del proletariado, la revolu-
de la mayoría de la clase obrera, y con- ción no se detiene en la etapa demo-
duciendo invariablemente a una sola crática, pasando a atacar la propiedad
y misma conclusión: la conquista del privada y acometiendo la construcción
poder por el proletariado”. del orden socialista. Sobre esta base, es
En este “sistema de reivindicacio- posible la unión del proletariado de los
nes”, merece destacarse la consideración países atrasados con el de las metrópo-
de los países atrasados. En ellos, el pro- lis en el movimiento de la revolución
letariado “esta obligado a combinar la proletaria mundial.
lucha por las tareas más elementales de En la fundación de la IV Internacio-
la independencia nacional y de la demo- nal, sólo un latinoamericano estuvo pre-
cracia burguesa con la lucha socialista sente, representando todos los grupos
contra el imperialismo. En esta lucha, las trotskistas del subcontinente: el brasi-
reivindicaciones transitorias y las tareas leño Mario Pedrosa, elegido para el
de la revolución socialista no están sepa- Comité Ejecutivo, del cual formaron
radas en épocas históricas distintas, sino parte, entre otros, el propio Trotsky
que, al contrario, se derivan inmedia- (miembro secreto), Pierre Naville,
tamente unas de otra”. La teoría de la Cannon, Lesoil y Tresso, el vietnamita
revolución permanente indica que, en esos Ta Thu Thau. El hijo de Trotsky -León
países, la burguesía, llegada tarde al Sedov, asesinado poco tiempo antes-

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había jugado un papel esencial en la indicaba que “América Central y del


fundación de la IV. Pedrosa utilizaba el Sud sólo podrán librarse del atraso y
seudónimo de Lebrun. de la esclavitud uniendo sus estados
América Latina se presentó desde en una poderosa Federación. Pero la
el inicio como una de las preocupacio- atrasada burguesía sudamericana, no
nes políticas de la IV Internacional, en puede llevar a cabo esa tarea, que será
parte porque el propio Trotsky pasó realizada por el joven proletariado sud-
allí sus últimos años de vida, exiliado americano, como jefe escogido de las
en México. Eso sólo facilitó las cosas: masas oprimidas. La consigna para la
en verdad América Latina ocupaba un lucha contra la violencia y las intrigas
lugar cada vez más importante en la del imperialismo mundial y la activi-
arena política mundial (su papel hasta dad sangrienta de las camarillas com-
la primera guerra mundial, inclusive pradoras nativas será: los Estados Unidos
hasta la crisis mundial del año 30, Soviéticos de Centro y Sudamérica”. La
había sido relativamente marginal). En cuestión de la unidad Latinoamericana
una resolución de la Conferencia de dejaba así de ser colocada en términos
Fundación, se convocaba a la unidad retóricos o de presión a los gobiernos
del proletariado de nuestro continente (como habían hecho varios intelectua-
junto al norteamericano, “por una Amé- les y políticos, desde el mexicano Vas-
rica unida y socialista” (el proletariado concelos hasta el peruano Haya de la
yanqui atravesaba una etapa de gran- Torre, pasando por el argentino Manuel
des luchas, consecutivas a la creación de Ugarte), para ser ubicada en el terreno
los sindicatos industriales). Ya el último de la lucha de clases, como unidad de
manifiesto redactado por Trotsky para los pueblos contra su común opresor.
la IV Internacional (en 1940, poco La clase obrera era designada como la
después del comienzo de la Segunda única capaz de emprender realmente
Guerra, y poco antes de su asesinato) esta transformación.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Si la riqueza del acervo político de


la nueva Internacional era innegable,
también lo era su debilidad organiza-
tiva, que irá agravándose con la des-
trucción de numerosos cuadros durante
la Segunda Guerra, especialmente en
Europa y en Asia. Ese era el bagaje con
el que los trotskistas de nuestro conti-
nente comenzaron su itinerario, del cual
pasamos ahora a ocuparnos.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

putaba con el P.C. oficial la representa-


ción de la I.C. en la Argentina) evitando
definirse a favor de la Oposición de
Izquierda Internacional: por esto último
Surgimiento y crisis de se produjo la escisión que dio lugar al
C.C.O.
los partidos trotskistas En verdad, las escisiones trotskistas
(1929-1945) más importantes (Cuba, Chile, Brasil),
tuvieron como base fracciones ya existen-
Los primeros grupos y partidos trots- tes en los partidos comunistas, esto es,
kistas latinoamericanos surgieron como creadas con independencia de la Opo-
escisiones de los partidos comunistas. El sición de Izquierda. Una vez definidas
primero en aparecer públicamente fue formalmente a favor de la Oposición, el
el Comité Comunista de Oposición de desafío era asimilarlas realmente a la polí-
la Argentina (1929), encabezado por los tica desarrollada internacionalmente por
hermanos Roberto y M. Guinney (ingle- la Oposición, que continuaba siendo la del
ses) y por Camilo López (español). El bolchevismo. El hecho de que la Oposi-
C.C.O. surgió como fracción de una ción Internacional convergiera con impor-
escisión del Partido Comunista Argen- tantes fracciones aparecidas en los P.C. (en
tino: el P.C. de la República Argentina, los años ‘30. en América Latina, la Opo-
creado en 1927 a iniciativa del dirigente sición ganó, en mayor o menor medida,
comunista José Penelón, que se opuso casi todas las fracciones que se formaron
a subordinar la política del P.C. a la dentro del comunismo) muestra que la
política externa del Kremlin. Penelón, formación del trotskismo internacional no
sin embargo, quiso conservar el carácter se debió a una simple lucha por el poder
nacional de la escisión (en verdad, dis- en la URRS, sino que se expresó una ten-
dencia de todo el movimiento comunista

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

y obrero internacional. gobiernos burgueses reformistas o


Primero, debía distinguirse de la I.C. y limitadamente antiimperialistas fueran
de sus partidos latinoamericanos. La I.C. identificados con el fascismo (es el caso
se encontraba en plena línea del “tercer del gobierno radical argentino de Irigo-
periodo”, así llamado por continuar: 1) yen), pues la burguesía es incapaz de
al “primer periodo” revolucionario, en colocar el problema de la democracia
que ocurrió la Revolución Rusa; 2) al y de ganar circunstancialmente, sobre
“segundo periodo” de prosperidad capi- esa base, la dirección de las masas; está
talista (los años ‘20). El tercero era -para excluido el surgimiento de corrientes
la I.C. -el de la “crisis final y definitiva nacionalistas; 2) la denuncia de todas
del capitalismo”, por el cual la revolu- las corrientes obreras que no fuesen
ción social estaba a la orden del día en comunistas como social-fascistas: los
todas partes. En los países atrasados sin P.C. crean sus propios sindicatos rojos,
embargo, es revolución no era la proleta- y se niegan a trabajar en los sindicatos
ria, como fuera el objetivo de la I.C. en legales, y aún en los ilegales que no
los tiempos de Lenin, sino una revolu- fuesen dirigidos por ellos.
ción “intermedia”, ni burguesa ni proleta- La Oposición de Izquierda latinoa-
ria, que en nuestro continente era llamada mericana se forja en la lucha contra
“revolución agraria y antiimperialista”. esta política. En los años ‘30 nacen diver-
Este programa catastrófico -que combi- sos grupos o partidos de la oposición:
naba al mismo tiempo el ultraizquierdismo Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Boli-
y el reformismo-fue minuciosamente ana- via, Colombia, Venezuela, Costa Rica,
lizado y criticado políticamente por México, Cuba, Panamá y Puerto Rico.
Trotsky y la Oposición. Hasta 1933, van a lucha por la reforma de
En América Latina, la orientación los partidos comunistas y de la I.C. de la
de la I.C. significaba: 1) que todos los cual se consideran una fracción excluida.
A partir del ascenso del nazismo, y con-

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forme al balance efectuado por la Oposi- anular esa y otras decisiones. Bajo su
ción Internacional, se encaminarán hacia orientación, un nuevo C.C. se constituyó,
la formación de la Cuarta Internacional. encabezado por Elías Lafferte y com-
Cabe agregar que la política de la puesto de “incondicionales” de la I.C.
I.C., es aún más desastrosa si se tiene estalinista. En 1931, en un Congreso del
en cuenta que los años ‘30 se carac- P.C. “Hidalgo”, Mendoza levanta ocho
terizan, en la mayoría de los países acusaciones contra el S.S.I.C., siendo
latinoamericanos, por el desarrollo de las principales el burocratismo (no se
corrientes nacionalistas que intentan al convoca el Congreso del P.C., pero se
mismo tiempo apoyarse y regimentar al envían delegados plenipotenciarios; no
movimiento obrero, organizándolo en se comunican los documentos de la I.C.),
sindicatos paraoficiales. y el ultraizquierdismo; no se aprove-
chan las posibilidades de acción legal
en Chile. Estas eran tan reales que en
Chile: la Izquierda Comunista 1931 los dos P.C. presentan candidatos
En Chile, la Oposición nace de una a la presidencia (Hidalgo y Lafferte).
lucha antiburocrática en el interior La gran popularidad del P.C. disidente
del P.C., iniciada en 1929. Un grupo (Hidalgo) queda demostrada por diver-
de dirigentes, entre los cuales se desta- sas fuentes: en septiembre de 1931 en
can “Jorge Lavin” (Humberto Mendoza) y Herald Tribune, de Nueva York, llegó a
Manuel Hidalgo, entonces senador nacio- pensar en una victoria de Hidalgo en las
nal, reorganiza el Comité Central del elecciones presidenciales; poco tiempo
P.C. severamente golpeado por la dicta- después, frente a una sublevación de
dura de Ibáñez. Frente a ese proceso que los marineros, el oficial de la Fuerza
escapaba a su control, el Secretario Sud- Aérea encargado de reprimirla se niega
americano de la Internacional Comu- a ejecutar la tarea y pide que, para
nista (S.S.I.C.) envió un delegado para evitar un conflicto social, el gobierno sea

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

entregado al “dirigente comunista, señor “Hidalgo” lo acusa de haber asesinado


Hidalgo”. Las divergencias se extienden a Luís López Cáceres. Miembro de la
al campo sindical: el P.C. “Hidalgo” pro- Oposición hidalguista y secretario gene-
pone trabajar en los sindicatos paraofi- ral del sindicato de obreros de la cons-
ciales creados bajo Ibáñez, que agrupan trucción.
a la inmensa mayoría de los obreros, En la evolución de los hidalguistas
mientras que Lafferte y la I.C. ordenan hacia la Oposición de Izquierda influyo
poner en pie la vieja F.O.Ch. (Federación (además, obviamente, del reconoci-
Obrera de Chile, presidida por Lafferte), miento de los laffertistas como sección
que casi había cesado de existir bajo la oficial de la I.C.) la difusión, en Chile
represión. y en toda América Latina, de la revista
El divisionismo del P.C. oficial cubre Comunismo, editada por la Izquierda
todos los aspectos: mientras el P.C. Comunista de España bajo la dirección
“Hidalgo” apoya los candidatos presen- de Andrés Nin, en ese momento la
tados por el otro P.C. en las elecciones organización más importante del trots-
de 1931 (lo que permite la elección de kismo internacional. Los hidalguistas se
Lafferte para el Senado), Lafferte y su informaron y comprendieron el alcance
P.C. boicotean a los candidatos hidal- internacional de sus divergencias con la
guistas (que reciben, por eso, una vota- I.C., y a partir de 1933 se denominan
ción menor, aún cuando confirman a Izquierda Comunista Chilena, y publi-
Hidalgo en el Senado y elevan a Emilio can el diario Izquierda.
Zapata, organizador de los primeros sin- Las divergencias con el P.C. nunca
dicatos campesinos, a la Cámara de fueron más claras que con la instaura-
Diputados). Muy probablemente, el P.C. ción, en junio de 1932, de la “República
chileno haya inaugurado una de las Socialista” de Chile, a través de un golpe
prácticas favoritas del estalinismo contra de Estado de la fracción nacionalista
la Oposición, pues ya en 1931 el P.C.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

de las Fuerzas Armadas, encabezado tinuó su trabajo en los sindicatos, inclu-


por el coronel Marmaduke Grove (funda- sive en los campesinos, creando también
dor de la Fuerza Aérea). El P.C. calificó el masivo Comité Unico de la Construc-
su efímero gobierno (duró 12 días) de ción. Este protagonizó una de las pri-
“nueva variante de la reacción fascista” meras experiencias de autogestión en
e impulsó la creación de un soviet fan- la construcción del Hospital Policlínico:
tasmagórico. Los hidalguistas lo caracte- el Comité substituyo a los contratistas
rizaron como “una revolución pequeño y organizó el trabajo, redujo la jornada
burguesa con trazos de revolución nacio- laboral y socializó el producto. Impulsó
nalista”, proponiendo transformarla en también el “Bloque Parlamentario de
una “revolución democrática en direc- Izquierda” junto a los otros diputados y
ción a la dictadura del proletariado”. El senadores obreros, en la línea del Frente
propio Grove invitó a Hidalgo a parti- Único Obrero sustentada por la Oposi-
cipar del gobierno para luchar contra el ción Internacional.
golpe reaccionario en gestación. Hidalgo Cuando se produce el lanzamiento
rechazó la oferta, pero aceptó luchar del Frente Popular por los comunistas,
contra el golpe en una posición indepen- socialistas y radicales (1936), la Izquierda
diente: su P.C. reclamó del “gobierno Comunista, socialista y radiales (1936,),
socialista” el armamento del proleta- la Izquierda Comunista se apartó, sin
riado. embargo, de la línea preconizada por
El golpe no anuló el ciclo nacio- Trotsky, coincidiendo, por otra parte,
nalista. En 1933, varios miembros del con la de la organización española de
“gobierno socialista” (el propio Grove, Andrés Nin (el P.O.U.M.), que llegó a
Ma e) y diversos grupos políticos crea- la ruptura con Trotsky por este motivo.
ron el Partido Socialista, de gran impor- Al igual que el P.O.U.M., la Izquierda
tancia en la política chilena de allí en Comunista chilena ingresó en el Frente
adelante. La Izquierda Comunista con- Popular, argumentando que se trataba

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

de una etapa de la lucha por el Frente 1937, ingresar en el Partido Socialista: el


Único Obrero y por la dictadura del pro- Ingreso en el Frente había sido apenas
letariado. Trotsky sostenía que tal etapa un paso en esa dirección. Varios ex trots-
era justamente la de la derrota del prole- kistas tuvieron un papel muy impor-
tariado: el Frente Popular, alianza estra- tante en el P.S. (inclusive en el gobierno
tégica de los partidos obreros con la de Salvador Allende, tres décadas des-
burguesía, era una trampa para impe- pués): Emilio Zapata, Ramón Sepúlveda y
dir al proletariado arribar a sus propios Oscar Waiss. Cuando se produce la vic-
objetivos; de allí que la burguesía lo toria electoral del Frente Popular, lle-
aceptara como recurso extremo. “Los vando a Aguirre Cerda al gobierno (1938),
Frentes Populares por un lado, el fas- el propio Hidalgo fue nombrado emba-
cismo por otro, son los últimos recursos jador de Chile en México…
políticos del imperialismo en la lucha Una minoría de la Izquierda Comu-
contra la revolución proletaria” (Pro- nista rechazó, entre tanto, la política de
grama de Transición). A partir de esto la mayoría. Dirigida por Enrique Sepúl-
la Oposición de Izquierda Internacional veda (“Diego Henríquez”), conquisto la
(ya rebautizada IV Internacional) pro- mayoría en la región de Santiago y cons-
pone la ruptura de los partidos obreros tituyo, en 1935, el Grupo Bolchevique
con el Frente Popular, la lucha por el Leninista, que proclamó su fidelidad a
Frente Unico Obrero, admitiendo, como la IV Internacional. En 1937, el Grupo
recurso táctico, que los revolucionarios Fundaría el Partido Obrero Revolucionario
participasen de los Comités de Base del (POR).
Frente Popular, pero no de la coalición
política (debía ser destruida). El destino de la Izquierda Comunista
Chilena plantea, más que el problema de
La divergencia con la Izquierda la actitud de los trotskistas con respecto
Comunista Chilena no llegó a ser discu- al Frente Popular, el de su actitud con
tida, pues la mayoría de esta decidió, en

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

respecto al nacionalismo: el P.S. chileno teras, que deja sin efecto la “enmienda
era más una organización nacionalista Pla ”, símbolo de la sumisión cubana:
que socialdemócrata (nunca perteneció ella establece el derecho de los Estados
a la Internacional Socialista). Unidos a intervenir militarmente en
Cuba.
Cuba: trotskismo y nacionalismo El P.C., para variar, califica al
La Cuestión queda más clara en el gobierno Grau San Martín de social-fas-
caso de Cuba. La Oposición de Izquierda cista. El gobierno dura poco, pues es
se formó allí bajo la acción de un notable derribado en enero de 1934 por el coro-
dirigente obrero y comunista: el negro nel Batista, apoyado por los jefes milita-
Sandalio Junco, que ya había partici- res y por los partidos tradicionales. El
pado de varios eventos de la I.C., e P.C. no solo sustenta el golpe (llegará
inclusive manifestado personalmente a a participar de un gobierno de Batista),
Stalin su simpatía por Trotsky. En ella también ataca a los sectores obreros que
converge también el Ala Izquierda estu- se oponen a él: en agosto, un comando
diantil junto con la cual la Oposición del P.C. ataca la Federación Obrera de
constituyó, en 1933, el Partido Bolche- La Habana, matando un dirigente. Gui-
vique Leninista. Con varias centenas de teras y los partidarios del gobierno Grau
militantes (más que el P.C.), el P.B.L., San Martín fundan, en octubre, la orga-
dirige las dos principales Federaciones nización nacionalista Joven Cuba, que
Obreras de Cuba: las de La Habana y organiza una lucha armada contra el
Santiago. Cuba atraviesa una gran agi- régimen pro-imperialista.
tación política, de neto corte antiim- El P.B.L. establece una alianza con
perialista. En septiembre, después de Joven Cuba, correspondiéndole la orga-
una insurrección de los suboficiales, se nización de una huelga general, mien-
forma el gobierno Grau San Martín-Gui- tras que Joven Cuba prepara una

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

insurrección armada. Un delegado de los tendencia interna se forma, aparente-


trotskistas Norteamérica (A. J. Muste), mente mayoritaria, postulando una “vía
advierte al P.B.L. sobre su excesiva iden- externa para construcción de la IV Inter-
tificación con los planes “putchistas” de nacional” en Cuba. Esa vía pasaba por
Joven Cuba, que suplantan el desarrollo el aprovechamiento de la gran popula-
de su propia influencia en los medios ridad de Joven Cuba. Otra tendencia,
obreros. En verdad, el P.B.L. gasta la junto al secretariado general del P.B.L.,
mayor parte de su tiempo organizando “G. Capablanca”, sustentaba que tal idea
la huelga insureccional y definiendo un sólo podía explicarse por la escasa deli-
programa futuro de gobierno junto a mitación política, desde sus orígenes,
Joven Cuba. En marzo, es lanzada la del P.B.L.. El P.B.L. debía criticar la con-
huelga general: si bien tiene un gran cepción puramente nacionalista y mili-
impacto, no es seguida por todos los tarista de Joven Cuba, manteniendo de
sectores de la clase obrera, y termina todas maneras un Frente Unico con ella,
siendo ahogada por el Ejército. Los pro- pero desde una posición independiente.
pios trotskistas norteamericanos reco- Ninguna tendencia trotskista de la época
nocen que el P.B.L. no supo darle una estuvo tan cerca de formular una táctica
dirección central a través de la Fede- de Frente Unico Antiimperialista, aconse-
ración Obrera. El fracaso de la huelga jada por la I.C. en la época de Lenin para
general también pone en crisis los planes los países atrasados, donde predominan
militares de Joven Cuba: en mayo, el los movimientos nacionalistas, en lugar
propio Guiteras es muerto a tiros por el del Frente Unico Obrero, propia de los
Ejército. Comienza entonces un periodo países avanzados, donde las masas son
de terror, en el cual el P.B.L. pierde la dirigidas por partidos que se reclaman
mayoría de sus militantes. del proletariado.
Pero son sus propias contradicciones El P.B.L. se disgregó bajo el impacto
las que dan el golpe final al P.B.L.. Una de estas divergencias. Ya en 1934 su diri-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

gente Charles Simeon lo abandonó por el tado por Juan Ramón Brea, adhiere a la
Partido Auténtico, creado por Grau San Cuarta Internacional en 1938. Tiempo
Martín, donde organizó las Juventudes después cambia su nombre por el Par-
Auténticas, en las cuales tendrá su origen tido Obrero Revolucionario (P.O.R.), y se
el Movimiento 26 de Julio, que en los años hace fuerte entre los trabajadores ferro-
‘50 organizará las guerrillas para derro- viarios de Guantánamo, posición que
car a Batista. En 1937, Sandalio Junco y conservará hasta la revolución castrista
Eusebio Mujal, los principales dirigentes de 1959. En los años siguientes, el P.O.R.
obreros del P.B.L., arrastraran a la mayo- será una tendencia reconocida de la
ría de éste hacia Joven Cuba. Junco será TCT (Confederación de Trabajadores de
en ella el secretario del sector obrero, Cuba) y participará de varias eleccio-
hasta ser asesinado en 1942 en un mitin, nes.
por un comando armado… del PC.
Mujal evolucionará hasta transformarse Brasil: la Liga Comunista
en el principal burócrata sindical del Internacionalista
régimen de Batista, símbolo de la opre-
sión de los trabajadores, hasta la caída La organización trotskista políti-
de aquél en 1959. camente más fuerte en este periodo
es, sin duda, la de Brasil. El año 1928
En 1940, un ex dirigente del P.B.L.,
estuvo marcado por algunas conmocio-
Emilio Tró, organiza una especie de con-
nes serias en el Partido Comunista de
tinuación estudiantil de Joven Cuba, la
Brasil. Joaquim Barbosa y Joao da Costa
Unión Insurreccional Revolucionaria. En
Pimenta, antiguos militantes, presentes
ella hará sus primeras “armas” un joven
en el Congreso de Fundación y dirigen-
estudiante de Derecho, llamado Fidel
tes de la Federación Sindical Regional
castro.
de Río, lideran la Oposición Sindical,
El P.B.L., ya muy debilitado y orien- que terminaría por alejarse del P.C., acu-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

sándolo de convertir a los sindicatos en (traducción de Trotsky, prologadas por


su instrumento político. Por otro lado, militantes de la L.C.I., o trabajos de
un grupo de intelectuales, descontento su propia autoría), la L.C.I. realiza una
con lo que consideraba exceso de nacio- tarea de difusión ideológica sin parale-
nalismo y contrario a la propuesta de los en la época, en nuestro continente, y
aproximación con la Columna Prestes, que la coloca inclusive muy por encima
rompió con el P.C.. Entre ellos, Livio del P.C.B.. Esto no se debe sólo al hecho
Xavier, escritor, y Rodolfo Coutinho, de que el país, de lengua portuguesa,
miembro del CC que estudiará en Moscú torna inaprovechables las publicacio-
entre 1924 y 1926, y miembro suplente nes del trotskismo internacional (en su
de la Comisión Ejecutiva Central elegida mayoría hechas en francés, inglés y espa-
en el Congreso de Fundación (1922). ñol). Cuenta sobre todo la calidad inte-
Tenían mucha influencia en la Juventud lectual de los dirigentes de la L.C.I., no
Comunista y atrajeron para sus posi- sólo los ya nombrados, sino también el
ciones a Hílcar Leite, entonces con 16 poeta surrealista francés Benjamín Péret
años, y Arístides Lobo. Cuando volvió de y Salvador Pintaude (director de la Edi-
Europa. Mario Pedrosa (enviado a Moscú tora Unitas, responsable de las primeras
por el P.C., pero que se había quedado versiones de Trotsky al portugués).
en Alemania, tomando contacto con la La audacia política también caracte-
Oposición de Izquierda), logró reunir rizó a la L.C.I.. En 1930, Arístides Lobo
elementos de los dos grupos en la for- es enviado a Buenos Aires, a fin de ganar
mación del Grupo Comunista Lenin, que para la causa al exiliado Luís Carlos Pres-
a partir de mayo de 1930 edita el diario tes, el “Caballero de la Esperanza”. Pres-
A Luta de Clase. Tiempo después el tes, durante un tiempo, prestó oídos
grupo pasará a llamarse Liga Comunista a Lobo, haciéndolo si consejero polí-
Internacionalista(L.C.I.). tico. Existen versiones que atribuyen a
A través de los diarios y de los libros Lobo el famoso Manifiesto de Mayo de

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Prestes, convocando a una insurrección error de la dirección burocrática del P.C.


nacional antiimperialista. Lobo llegó a (que identifica) cada uno de los grupos
ser, junto con el “teniente” Siquiera políticos en la lucha con los dos grupos
Campos, uno de los cuatro dirigentes imperialistas, que actúan como un factor
de la Liga Antiimperialista Revolucionaria externo a la lucha de clases en el interior
creada por Prestes para consumar los del país (…) el proceso de diferencia-
objetivos enunciados en el manifiesto. ción política de las clases que se derivó
Los rivales estalinistas de la L.C.I. apro- del movimiento reaccionó a si vez sobre
vecharon, aparentemente, una ausencia su propia base social, extendiéndola y
de Lobo (enviado por Prestes a estudiar preparando ocasiones para la interven-
la situación en Rio Grande do Sul) para ción independiente del proletariado en
convencer a Prestes de unirse al P.C.B., la lucha partidaria”. Después de un aná-
no sin antes criticar el Manifiesto, repu- lisis brillante del problema de la unidad
diar el trotskismo y disolver la L.A.R.. nacional del Brasil, la L.C.I. levantó la
La participación del trotskismo en la reivindicación de Asamblea Constitu-
futura insurrección nacional se desva- yente, lo cual les valió el calificativo de
neció. ¿Hasta qué punto las actividades “lacayos del imperialismo” por parte
de Lobo junto a Prestes formaban parte del P.C.B. (calumnias que el estalinismo
del trabajo orgánico de la L.C.I.? igual habría levantado, aunque la L.C.I.
A diferencia del P.C.B., la L.C.I. rea- hubiese dicho cualquier otra cosa). Para
lizó un verdadero análisis de la revo- la LCI, las reivindicaciones democráti-
lución de 1930: “La economía nacional cas dependían de la estructura misma
se expresó, por primera vez, bajo una del país: “El desarrollo combinado de la
forma política bastante nítida, en octu- nación que se industrializa, en el cuadro
bre de 1930, con la sublevación de sus de la economía colonial, impide que
fuerzas productivas contra la economía las formas de dominación política de
de la economía cafetera… Sin caer en el la burguesía se realicen en los marcos

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

normales de la democracia, esto es, las las Izquierdas -reuniendo también a los
consignas democráticas se transforman anarquistas, los socialistas, los grupos
en armas en manos del Partido del Pro- obreros de extranjeros e inclusive al
letariado que congrega así a las masas Comité San Pablo del P.C.B., dirigido por
oprimidas”. El P.C.B. consideró la revo- “Paulo” (Herminio Sacche a) -para luchar
lución de 1930 como un simple episodio contra el fascismo “camisa verde”: el
de la lucha ínter imperialista, lo que lo integralismo. Este fue el principal trabajo
aisló totalmente de la situación política de la L.C.I.. Varios trotskistas (Pedrosa,
y provocó una crisis en sus filas. Fúlvio Abramo) ya venían participando
En el terreno sindical, la L.C.I. desa- de la redacción de un diario democrá-
rrolla la línea del Frente Unico, llegando tico antifascista, O Homem Livre, donde
a tener fuerzas bien superiores a las del Pedrosa había realizado un análisis del
P.C.B. en San Pablo, donde la L.C.I. con- fascismo a partir del film de Howard
centró sus fuerzas, por considerarla el Hawks, Scarface. Las izquierdas unidas
centro obrero de Brasil. Fue fundamen- convocaron una contramanifestación al
tal la actividad de Joâo da Costa Pimenta mitin integralista del 7 de octubre de
en la dirección del sindicato de los gráfi- 1934, en la Plaza da Sé. Abramo fue el
cos (Joâo, además de haber participado orador de la izquierda: poco pudo decir,
de la fundación del P.C.B., era una de los pues estallo una batalla campal, armas
principales dirigentes obreros de Brasil), de fuego incluidas. Un estudiante comu-
pero los trotskistas contaban también nista murió, y Pedrosa recibió un dis-
con una enorme fuerza en los emplea- paro en las nalgas, pero los integralistas
dos de comercio, ferroviarios, químicos. también sufrieron sus pérdidas y, sobre
Junto a los anarquistas, pusieron en pie todo, cubrieron las calles de San Pablo
una Coalición de Sindicatos, en 1934. En de camisa verdes, aterrados frente a la
el mismo año, fue gracias al impulso de reacción antifascista de las organizacio-
los trotskistas que surgió la Coalición de nes obreras (si pocos años antes, en

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Europa, un Frente Unico semejante se la L.C.I. debería haber surgido de un


hubiese concretado, habría cambiado el análisis a fondo de esta tentativa nacio-
rumbo de la Historia). nalista de la burguesía, incluyendo su
En 1935, sin embargo, la L.C.I. entra- política externa, lo que no fue hecho.
ría en crisis, disgregándose. Esto se Poco tiempo después, Trotsky, buscando
debió, en primer lugar, a la violenta un ejemplo de su táctica antiimperia-
represión contra toda la izquierda des- lista, afirmaba que en caso de conflicto
atada después de la tentativa insu- él estaría “con el Brasil de Vargas contra
rreccional del P.C.B.. Casi todos los la Inglaterra democrática”. La cuestión
dirigentes trotskistas fueron detenidos: del nacionalismo y de la lucha antiim-
sólo Pedrosa consiguió huir del país. perialista se planteaba también para
En la prisión, murió el dirigente obrero los trotskistas brasileños: poner el eje
trotskista Medeiros. Pero previamente de la política de la L.C.I. sólo en la
hubo una escisión política: algunos mili- lucha antifascista significaba, por lo
tantes (Lobo, la novelista Raquel de menos, pretender reproducir en Brasil
Queiroz, Vitor de Azevedo) objetaron el las coordenadas políticas de Europa.
aventurerismo y el militarismo de la Entre tanto, el P.C.B. lanzó la Alianza
L.C.I. rompiendo con ella. De hecho, el Nacional Libertadora (A.N.L.), suscitando
proceso político fundamental no pasaba una vasta movilización a su alrededor.
por el integralismo sino por la consolida- La notable lucha política de la L.C.I.
ción de un gobierno (Vargas) que había contra el P.C.B. le permitió, mientras
surgido oponiendo resistencia al impe- tanto, capitalizar todas las crisis de éste.
rialismo y apoyándose en las masas, Así, en enero de 1937, la reconstruida
para después pasar a reprimirlas y a L.C.I. con Pedrosa a la cabeza y la Opo-
negociar la incorporación del Brasil en sición Clasista del P.C.B., crean el Partido
el sistema panamericano liderado por Operário Leninista (P.O.L.). El P.O.L. rea-
los EE. UU.. La Orientación política de lizó, a diferencia de los otros partidos,

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

incluyendo a la historiografía actual, un aliancista-prestista (revolución nacional


análisis del programa del levantamiento popular) no consiguió ahogar las con-
de la A.N.L. como causa de su fracaso tradicciones de clase y no sirvió para
(y no solamente de su “inoportunidad abrirles las puertas de la burguesía.
militar”): “¿Cúales son las causas de la Sob Nova Bandeira (Bajo Nueva Ban-
derrota de Noviembre? Por un lado, la dera), órgano del P.O.L., hace un examen
impotencia para movilizar a los traba- del integralismo: “(en Europa) el
jadores exclusivamente con consignas movimiento fascista no podía dejar de
democráticas vulgares. Por el otro, la producirse con entera autonomía de
hostilidad no sólo de la gran burguesía los gobiernos… no podía colocarse en
sino asimismo de la mayor parte de la dependencia directa del aparato del
pequeña burguesía hacia el A.N.L. y su Estado, sin condenarse a un aislamiento
golpe… En Recife, algunos sectores de inevitable… Aquí pasa precisamente lo
las masas llegaron a participar del levan- opuesto. El integralismo ha configurado
tamiento, aceptando las armas que les últimamente apenas una renovación del
eran ofrecidas; con todo, no se mostra- viejo y archiconocido ‘clavel rojo’ que
ron dispuestas a una lucha a fondo… tuvo su gloria en el cuatrienio de Ber-
En Natal, ciudad típicamente pequeño nardes… sin las camisas, los gestos y
burguesa, a pesar de que los boletines los desfiles y discursos, esos auxiliares
del Comité Revolucionario pretendieran de segundo orden de la Policía, esos
que las fuerzas revolucionarias se man- delatores profesionales, matones de los
tendrían en la mayor fidelidad y res- poderosos y mercaderes de manifes-
peto a la propiedad privada y al hogar… taciones, ya habrían sido identificados
los ‘señores comerciantes’ no quisieron hace mucho tiempo como simples agen-
saber nada, y conservar sus puertas tes pagos de políticos sin popularidad…
cerradas… Con el apoyo de soldados Las tesis del P.O.L. demuestran que el
y trabajadores en armas, el esquema integralismo tiene escasas posibilidades

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

de llegar al poder por sus propias fuer- (Patricia Galvâo).


zas”.
Para las elecciones de 1938, el P.C.B. Argentina: la liberación nacional
apoyó una de las candidaturas burgue- En la Argentina, el trotskismo no
sas presentes, la de José Américo. El llega a constituir ninguna organización
P.O.L. proclamó la candidatura simbó- importante, a pesar de la presencia en
lica de Prestes, convergiendo con una sus filas de uno de los principales diri-
nueva e importante oposición interna gentes sindicales: Mateo Fossa, que pre-
del P.C.B., la del Comité de San Pablo, sidió en 1936 el Congreso de Fundación
liderada por Sacche a. Esta tendencia de la C.G.T.. Pequeños grupos se unen
cuestionaba también el papel dirigente y se separan, en medio de polémicas de
que el P.C.B. atribuía a la burguesía marcado tono personal, completamente
nacional. El grupo, bautizado Disiden- desligados del movimiento obrero. Una
cia Pro Reagrupamiento de la Vanguar- de esas polémicas, sin embargo, será de
dia, se acerca al trotskismo y, uniéndose las más importantes: la Liga Obrera Revo-
al P.O.L., forma un Comité Pro Reagru- lucionaria (L.O.R.), encabezada por Libo-
pamiento de la Vanguardia Revolucionaria rio Justo (hijo del entonces presidente
de Brasil. La fusión se dará en agosto argentino, Agustín P. Justo), proclama
de 1939, siendo constituido el Partido la consigna de liberación nacional, enten-
Socialista Revolucionario (P.S.R.), que va a diendo que la Argentina es un país
garantizar la continuidad del trotskismo oprimido por el imperialismo. Justo Ya
durante el Estado Nuevo. La vieja lucha había participado de un movimiento
de la L.C.I. por arrastrar al P.C.B. de San antiimperialista: la Reforma Universitaria.
Pablo al Frente Unico antiintegralista Frente a la Segunda Guerra, la L.O.R.
había rendido sus frutos. En prisión, sustenta la neutralidad argentina. Los
varios ex militantes del P.C.B. adhirie- otros grupos trotskistas se oponen, argu-
ron al P.S.R., entre ellos la poetisa Pagu

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

mentando que sólo la revolución socia- el país entra en un ciclo nacionalista (el
lista se corresponde con la presente episodio mayor será el surgimiento del
fase de desarrollo de las fuerzas pro- peronismo) que el P.O.R.S. estaba empe-
ductivas del país, y que ningún sector ñado en negar, el partido ya había explo-
burgués está dispuesto a encabezar un tado en diez grupos (!) diferentes. Desde
movimiento nacionalista (los argumen- 1942 los EE.UU. boicoteaban comercial-
tos para esta posición eran sacados de mente a la Argentina, por la negativa
los escritos del marxista peruano José C. de ésta a entrar en guerra junto a los
Mariátegui). Durante la guerra, se incli- aliados. Pero para el P.O.R.S., apoyado
naba por el derrotismo revolucionario, por la dirección de la IV Internacional,
sin preocuparse mucho del hecho de el conflicto entre Estados Unidos y la
que la Argentina no había entrado a la Argentina era interimperialista…
guerra (aún cuando los EE.UU. la pre-
sionaban en ese sentido). Un delegado Bolivia: el Partido Obrero
del Comité Ejecutivo de la IV Internacio- Revolucionario
nal, el americano Sherry Mangan, inter-
vino directamente en la polémica, dando En 1937, varios trotskistas brasileños
la razón a los grupos que postulaban (Fúlvio Abramo, Marino Inês Besouchet),
una revolución puramente socialista, y huyendo de la represión, se exiliaron
uniéndolos en el Partido Obrero de la Revo- en Bolivia. Allí entraron en contacto
lución Socialista (P.O.R.S.), en diciembre con varios jóvenes trotskistas de ese
de 1941. Homero Cristalli (J. Posadas), Este- país: Walter Asbun, Guillermo Lora. Era
ban Rey, Jorge A. Ramos son los dirigen- la segunda generación del trotskismo
tes del P.O.R.S., donde también milita boliviano. La primera. Liderada por José
el entonces estudiante de física Ernesto Aguirre Gainsborg (ex dirigente del par-
Sábato, posteriormente famoso escritor. tido comunista en Chile), la Izquierda
El P.O.R.S. duró poco: cuando en 1943 Comunista Boliviana. En 1935, ésta se

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

fusionó en Córdoba (Argentina) con el de La Paz, militar en los sindicatos y


Grupo Tupac Amaru, creando el Partido aún formar parte de la Agrupación Socia-
Obrero Revolucionario (P.O.R.). El exilio lista Beta y Gama (en la cual militaba el
se originaba en la posición antibélica dos veces presidente de Bolivia, Hernán
que los dos grupos habían asumido en Siles Zuazo), para la cual redactó un
ocasión de la Guerra del Chaco entre programa orientado por la consigna de
Bolivia y Paraguay. El primer líder del liberación nacional (junto con la L.O.R.
P.O.R., fue el legendario escritor y publi- argentina y el P.O.R. cubano, fueron los
cista “Tristán Marof” (Gustavo Nava- únicos grupos trotskistas latinoamerica-
rro), del grupo Tupac Amaru. De vuelta nos que la levantaron en este periodo).
en Bolivia, el P.O.R. sufrió las contra- El P.O.R. boliviano fue el primer grupo
dicciones entre sus dos componentes, trotskista que impuso su programa en
Mientras Aguirre pretendía un partido una organización de masas: la Federa-
bolchevique, por su doctrina y organiza- ción Universitaria (1938) con el entonces
ción, Marof quería un P.O.R. amplio, que trotskista René Ayala Mercado. El trots-
le permitiese llegar al poder, basado en kismo se va convirtiendo en una de las
su gran prestigio personal. Marof acabó principales vertientes políticas bolivia-
separándose del P.O.R. y fundando su nas, gracias al P.O.R. y a Aguirre, pero
propio Partido Socialista Obrero de Boli- éste muere en un accidente en 1938. El
viano, el cual, después de una trayec- P.O.R. queda muy debilitado durante
toria espectacular, acabó disolviéndose varios años, hasta que una segunda
(Marof terminó como secretario perso- generación de militantes, encabezado
nal de Hertzog, uno de los presidentes por el joven estudiante de derecho Gui-
más reaccionarios de Bolivia). Aguirre llermo Lora lo llevase a trabajar princi-
encabezó una lenta tarea de penetración palmente entre el proletariado minero.
del P.O.R., lo que lo llevó a escribir una En este marco el POR recibirá su bau-
columna diaria en el principal diario tismo de fuego en la masacre de Catavi

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

(diciembre de 1942), cuando los obre-


ros de las minas Catavi protagonizaban
una huelga masiva, salvajemente repri-
mida por el gobierno de la Rosa. Hacia
la misma época, Lora publica un libro-
folleto. Sobre la Revolución Permanente,
que será un clásico del trotskismo lati-
noamericano, mereciendo varias reedi-
ciones.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

tura post revolucionaria. Fue, en gran


parte, gracias a la intervención directa
de Rivera que el gobierno nacionalista
del general Cárdenas decidió permitir
Trotsky en México y la la entrada del hombre para el cual el
mundo era un “planeta sin visado”,
dirección de la IV el jefe de la IV Internacional: León
Trotsky.
Internacional
Trotsky llegó en enero de 1937, y
El trotskismo en México surgió a vivió en México hasta su asesinato
partir de las actividades de Russell (agosto de 1940). Como refugiado polí-
Blackwell, militante del P.C. americano tico, se comprometió a no participar
enviado para organizar las Juventudes de actividades políticas mexicanas. Pero
Comunistas y que terminó adhiriendo no tardó en impulsar la publicación de
a la Oposición de Izquierda. En 1933 una revista en español -Clave-que debía
se organiza la Oposición Comunista de orientar al movimiento trotskista latino-
Izquierda, luego transformada en Liga americano. En los 18 números publica-
Comunista Internacionalista (LCI) de dos entre 1938 y 1940, Clave incluyó 168
México, con la participación de dos ex artículos sobre América Latina (además
dirigentes comunistas (Octavio Fernán- de muchos otros sobre la situación inter-
dez y Luciano Galicia) y del futuro nacional, cuestiones teóricas, etc.), de
famoso novelista José Revueltas. Pero una calidad tal que la colocaron como un
el trotskismo mexicano se distingue por patrimonio del pensamiento marxista
haber reclutado a uno de los mayores latinoamericano. Clave vino a llenar
artistas del siglo: el muralista Diego el vació dejado por la ya mencionada
Rivera, maestro de la escuela de pin- Comunismo.

63 64
Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

La atención de Trotsky se dirigió se vio obligado a intervenir en la vida


hacia los procesos nacionalistas encabe- de la L.C.I. mexicana. Los trotskistas
zados por sectores pequeño burgueses afirmaban que las expropiaciones no
o militares, que conquistaban apoyo de pasaban de una maniobra del imperia-
masas (como el A.P.R.A. peruano o el lismo americana, del cual Cárdenas era
cardenismo mexicano) tratando de defi- una agente. Contra la política salarial
nir la actitud a adoptar por el proleta- del gobierno, la L.C.I. llamaba a luchar
riado revolucionario. Un trabajo notable mediante la acción directa y los sabota-
es el llamado “La administración obrera jes (esto en un momento en que la clase
en la industria nacionalizada”, redac- obrera mexicana apoyaba a Cárdenas).
tado después de la nacionalización de las Trotsky cuestionó públicamente la polí-
compañías inglesas de petróleo durante tica de la L.C.I. y la concepción cons-
el gobierno de Cárdenas (la gran prensa pirativa de la historia en la cual ella se
sugirió que Trotsky había aconsejado a basaba. La L.C.I. se dividió en dos secto-
Cárdenas en esa ocasión). Trotsky susten- res (Galicia y Fernández) y acabó disol-
taba que el proletariado debía colocarse viéndose. Una delegación del partido
en el campo nacional, defendiendo las trotskista norteamericano, el Socialist
expropiaciones de Cárdenas contra los Worker’s Party (S.W.P.), fue encargada
ataques imperialistas, pero manteniendo de reorganizarla, lo que finalmente suce-
su independencia política, reclamando dió: hasta los enemigos de Galicia y Fer-
para sus sindicatos independientes el nández volvieron a trabajar juntos.
derecho de administrar y controlar las El Comité Ejecutivo de la IV Inter-
industrias nacionalizadas. Así, la lucha nacional trabajó con sede en Europa
antiimperialista se transformaba en una hasta el estallido de la Segunda Guerra,
escuela de lucha por la revolución pro- cuando fue transferido a los EE.UU..
letaria. El S.W.P., entre tanto, fue encargado de
Fue por la misma causa que Trotsky organizar un Buró Americano-Oriental,

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

para encauzar y dirigir la actividad trots- militar policíaca, de allí que los países
kista en Asia y en América. Cuando el latinoamericanos son gobernados por
C.E. de la IV se estableció en los EE.UU., generales. Cualquiera que sea la fachada
se creó un Departamento Latinoameri- demagógica asumida por las organiza-
cano, liderado por “A. Gonzáles”, que ciones políticas civiles (sub-burguesas,
no era otro que Abraham Golod, es dele- pequeño burguesas, obreras y campe-
gado de la Internacional Juvenil Comu- sinas), ellas son sólo cortinas de humo
nista en México, que se había pasado al creadas por el aparato policial-militar
trotskismo. Golod era ruso ucraniano. para esconder su verdadera política”.
El Buró Americano-Oriental celebró En suma, el imperialismo hace y des-
una Conferencia en mayo de 1938, en hace como a él le place, pues América
Nueva York. Fueron aprobadas unas Latina está llena de agentes suyos. En
Tesis sobre América Latina (el primer consecuencias, las Tesis llaman a luchar,
documento de la IV Internacional espe- en América Latina, contra: el fascismo,
cífico sobre nuestro continente) que sor- el “subfascismo”, la subburguesía, el
prenden por su primitivismo teórico imperialismo, el estalinismo, el refor-
y político. El modo de producción mismo sindical y hasta contra el refor-
colonial es definido como “subfeudal”, mismo pseudos-socialista de la pequeña
las naciones latinoamericanas como burguesía. Todos en la misma bolsa y
“subnaciones”, la burguesía como en el mismo nivel. Cualquier intento de
“sub-burguesía”. Etcétera. Excepto el comprender la dinámica social y polí-
proletariado, todas las clases sociales tica latinoamericana a partir de esa tesis
son definidas como vehículo de la pene- estaba condenada al fracaso. Varios tes-
tración imperialista, incluyendo tanto timonios coinciden en que las Tesis pro-
a las dictaduras como a las “democra- vocaron carcajadas entre los trotskistas
cias”. “La verdadera política local se latinoamericanos…
desarrolla dentro de una organización Sorprende también el hecho de que,

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

en la misma época, Trotsky se orientaba En estos análisis divergentes se


de un modo totalmente diferente para encuentran focalizado el problema de la
analizar los gobiernos y los movimien- madurez política de la dirección de la IV
tos políticos latinoamericanos: “La debi- Internacional, que no estaba garantizada
lidad de la burguesía nacional, la falta por la influencia personal de Trotsky.
de tradiciones de gobierno local, el cre- La actividad del viejo revolucionario fui
cimiento mas o menos rápido del pro- importante no sólo en el plano teórico: él
letariado, amenazan los fundamentos personalmente incorporó al movimiento
de todo régimen democrático estable. a varios dirigentes obreros latinoameri-
Los gobiernos de los países atrasados canos (por ejemplo, el argentino Mateo
asumen un carácter bonapartista o semi- Fossa, en ocasión de su participación de
bonapartista y difieren unos de otros un Congreso Sindical Latinoamericano
en el hecho de que algunos tratan de en México). Pero la dirección de la IV
orientarse en una dirección más demo- Internacional tendría que pasar por su
crática, intentando buscar apoyo entra propia experiencia, sufriendo contradic-
los trabajadores y los campesinos, mien- ciones originadas en las bases y en su
tras otros instauran una forma de dicta- propio interior. Estas determinaron que
dura militar y policial. Esto determina dos fracciones se formasen en el trots-
igualmente el destino de los sindicatos… kismo latinoamericano.
La paternidad del Estado está dictada 1). Mario Pedrosa, miembro del C.E.
por dos exigencias que se contradicen: de la IV Internacional, se trasladó a los
la necesidad del estado de acercarse a la EE.UU. donde militó también en el
clase obrera como un todo y ganar de esa S.W.P.. Una Fracción de éste, encabe-
forma un apoyo para resistir las preten- zada por Max Shachtmann, cuestionó la
siones excesivas del imperialismo, y dis- defensa incondicional de la U.R.S.S., por
ciplinar a los trabajadores colocándose considerarla un estado imperialista (la
bajo el control de una burocracia”- polémica de Trotsky contra esa fracción

69 70

Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

se encuentra en su libro En Defensa del tas partidarios de la liberación nacional:


marxismo). Pedrosa y otros miembros los P.O.R. chileno y cubano, la L.O.R.
del C.E. (James, Trent) adhirieron a las uruguaya, dos grupos bolivianos (en
tesis de Shachtmann. Pedrosa recorrió Oruro y Potosí) y un grupo brasileño
América Latina en 1941 buscando adep- (Rodrigues). La tentativa, no desprovista
tos entre los trotskistas: consiguió la de bases, fracasó por dos motivos: 1)
adhesión de varios militantes del P.S.R. Justo trató de organizarla no como frac-
brasileño (lo que debilitó a este partido), ción de la IV Internacional, sino como
algunos bolivianos, el dirigente obrero una nueva IV Internacional Revolucio-
Pedro Milessi en la Argentina y la Liga naria, para lo que contaba con la colabo-
Bolchevique Leninista del Uruguay. ración de grupos americanos y franceses
Estos grupos hicieron una Conferen- que habían roto con el trotskismo; 2)
cia Latinoamericana en Lima, en la casa la propia L.O.R. se disolvió en 1943.
de Haya de la Torre (1942). Algunos Años después, Justo acabaría acusando
schachtmannistas terminaron volviendo al propio Trotsky de haber sido un
a la IV Internacional (la LBL uruguaya, agente de Wall Street y proponiéndose
James), y otros se fueron hacia la social- como dirigente de una V Internacional.
democracia: Schchtamann acabó como Con la Segunda Guerra Mundial y las
miembro del P.S. americano, y Pedrosa dificultades en las comunicaciones con
trató de organizar un P.S. en Brasil los países beligerantes, la dirección del
(1945). movimiento trotskista latinoamericano
2). La L.O.R. argentina, de Liborio y mundial recayó sobre el S.W.P. nor-
Justo, marginalizada del P.O.R.S. orga- teamericano. Su intervención en Amé-
nizado por la dirección de la IV Interna- rica Latina fue por momentos positiva
cional, trató de poner en pie una fracción (México), por momentos desastrosa
latinoamericana de los grupos trotskis- (Argentina). La guerra, mientras tanto,
aflojo también los lazos con América

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Latina. En la posguerra, el trotskismo


latinoamericano se desenvolvió con un
grado muy superior de independencia.
Y sobre bases organizativas más res-
tringidas: ya había pasado la época en
que, gracias al prestigio personal de
Trotsky, se pudieron capitalizar escisio-
nes numerosas en los Partidos Comunis-
tas. Ahora, el grado de endurecimiento
estalinista era mucho mayor.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

IV Internacional, Ramos concibe a ésta


como la “formación de un gran Estado
nacional”, y no como una Federación de
Estados Obreros. Se trataba de un retro-
Bajo el signo de Bolivia ceso a las ideas de Haya de la Torre.
Ramos estrechó relaciones con la bur-
(1945-1960) guesía argentina y con el gobierno pero-
nista. Finalmente en 1948 rompió con la
Desde la posguerra, el trotskismo IV Internacional (acusándola de impe-
argentino se fue transformando en una rialista) y con toda idea internacionalista,
especie de centro latinoamericano. La tratando de proyectarse como tendencia
Argentina era, en esa época, el país más latinoamericana.
desarrollado del continente. Además,
2). El Grupo Cuarta Internacional
el peronismo la colocó en el centro del
(después rebautizado como POR), lide-
escenario político. Los grupos trotskis-
rado por J. Posadas, sostiene análisis muy
tas argentinos se dividieron en torno a
perecidos a los de Ramos, aunque man-
la caracterización y la actitud a adoptar
teniendo la necesidad de una organiza-
con respecto del peronismo:
ción independiente del proletariado y la
1). El grupo Octubre, liderado por fidelidad a la IV Internacional.
Jorge Abelardo ramos, considera la pero-
3). El Grupo Obrero y marxista, lide-
nismo como una revolución democrá-
rado por Nahuel Moreno, sostiene que
tica-burguesa, por lo tanto progresiva,
el peronismo es un movimiento reac-
y le da apoyo crítico (en verdad, apoyo
cionario de derecha, compuesto por las
liso y llano). Para Octubre, la burguesía
más diversos sectores sociales y sirviente
argentina, a través del peronismo, plan-
del imperialismo inglés. El proletariado
teó el problema de la unidad latinoa-
lo apoyó porque está “castrado y sin
mericana: por primera vez dentro de la

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

ímpetu” y “narcotizado por el estado”. tivo a América Latina, existiendo una


Los sindicatos peronistas son “semifas- gran confusión en torno a fenómenos
cistas”: el G.O.M. llama a la destruc- como el peronismo. De cualquier modo,
ción de la C.G.T. y tiende una alianza un militante uruguayo, Ortiz, es incorpo-
con el P.C. y el P.S. o, mejor dicho, rado al Comité Ejecutivo, y va a recorrer
con lo que quedó de ellos después de América Latina buscando reorganizar y
la “explosión” peronista. La caracte- coordinar a los grupos trotskistas del
rización del peronismo se extiende continente.
también a los otros movimientos nacio-
nalistas latinoamericanos (el M.N.R. de Bolivia: el trotskismo y la revolución
Bolivia, el varguismo de Brasil, etc.). Para
Moreno, el único movimiento revolu- Pero las grandes novedades ven-
cionario de la posguerra fue la moviliza- drían del olvidado POR de Bolivia. Ais-
ción que derribó al gobierno nacionalista lado, venía trabajando pacientemente
de Villarroel en Bolivia (para reinstalar, dentro del proletariado de las minas, que
digamos de pasada, un gobierno de desde 1944 organizado en la Federación
la “Rosca”, la oligarquía boliviana del Minera (F.S.T.M.B.), creada a instancias
estaño). del gobierno nacionalista de Villarroel,
apoyado por el MNR. En el III Con-
Los dos últimos grupos se disputan greso de la F.S.T.M.B. (en Catavi, marzo
la representación de la IV Internacional de 1946) era ya visible la crisis del pro-
en Argentina y, de hecho, la dirección ceso nacionalista, que culminaría pocos
del movimiento trotskista en el conti- meses después. Para gran sorpresa del
nente. El II Congreso de la IV Interna- gobierno y del M.N.R. (que, de hecho,
cional (celebrada en París, en 1948, bajo dirigía la F.S.T.M.B.) y de los trotskistas
la presidencia honoraria de Guillermo de todo el mundo, el Congreso aprobó
Lora, entonces en prisión) no resuelve la gran parte del Programa de la IV Inter-
cuestión, ni aprueba ningún texto rela-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

nacional: control obrero de la producción, de Pulacayo le muestran al proletariado


milicias obreras, escala móvil de salarios y un camino independiente del naciona-
de horas de trabajo. El joven Guillermo lismo para luchar contra el imperia-
Lora fue llevado en hombros por los lismo.
mineros después de derrotar en un *caracterizan a Bolivia como “país
debate al Ministro de Trabajo (Monroy capitalista atrasado, integrante de la
Block, del M.N.R.), mientras varios trots- economía mundial”, superando la
kistas eran elegidos para la dirección del tesis de “país feudal” del M.N.R.
F.S.T.M.B.. y del estalinismo para justificar la
La Federación Minera no tuvo fuer- “revolución por etapas” (primero
zas para impedir el golpe de Julio de democrática, en alianza con la bur-
1946: los mineros estaban dispuestos a guesía);
marchas sobre La Paz armados de dina- *fija la estrategia de la revolución y
mita (mientras los trotskistas argentinos dictadura proletarias, posibles en la
liderado por Moreno celebraban la caía medida en que la clase obrera asuma
da del gobierno nacionalista!). Pero a fin la dirección de los oprimidos a través
de año se reúne un nuevo Congreso de de la alianza obrero-campesina. El pro-
la F.S.T.M.B., en una situación explosiva: letariado, líder de la nación oprimida,
1) los mineros están dispuestos a luchar transforma las tareas democráticas
contra el gobierno de la “Rosca”, 2) la (reforma agraria, independencia
dirección nacionalista está dando prue- nacional) en tareas de la revolución
bas de su incapacidad de defenderse socialista a través del gobierno obrero
de la reacción. Resultado: el Congreso y campesino.
aprueba integral y unánimemente la
tesis presentada por la delegación de *fija los métodos de lucha del proleta-
Llallagua, redactada por Guillermo riado (movilización y acción directa),
Lora. Las desde entonces famosas Tesis y propone la creación de una Central

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Unida de Trabajadores, con dirección ciones: nuevo golpe a la “Rosca” para


obrera. impedir su asunción. El impasse se pro-
El P.O.R. se va transformando en par- longa hasta abril de 1952, cuando los
tido de masas, y celebra un acuerdo con mineros bajan a las ciudades y a los
al F.S.T.M.B. para la presentación electo- cuarteles para destruir definitivamente
ral de un Bloque Minero. En las elecciones el gobierno “rosquero”, dinamita en
de 1947, el Bloque consigue la elección mano. Todos los trabajadores se movili-
de seis diputados (de los cuales tres son zan: el Ejército es derrotado y disuelto.
trotskistas: Guillermo Lora, Humberto Es lo que se llamó “la primera revo-
Salamanca y Javier Aspiaze) y dos sena- lución obrera de América Latina”. Las
dores: Juan Lechín y Lucio Mendivil (éste milicias obreras garantizan la asunción
último del POR). del MNR. Se construye de inmediato
la Central Obrera Boliviana (COB): Juan
Para la “Rosca” las cosas están yendo Lechín y Miguel Alandia Pantoja (mili-
demasiado lejos. El gobierno pone al tante del POR), ocupan los puestos prin-
Bloque en la ilegalidad, interviene en las cipales. El entusiasmo masivo por el
minas y persigue los dirigentes obreros: gobierno del M.N.R. arrastra al propio
Lora y sus compañeros van a para a la P.O.R., que define su política como
cárcel. En esa época, el POR vendía 10 “apoyo al ala izquierda del MNR (Juan
mil ejemplares de Lucha Obrera, es decir Lechín)”. Este sería el origen de la futura
más que el diario de mayor circulación división.
(El Diario).
La represión impide al P.O.R. trans- La división de la IV Internacional: el
formarse en una efectiva dirección pablismo
obrera. Pero la situación va cambiando:
en 1951, el candidato presidencial del Mientras tanto, se reúne el III Con-
M.N.R. (Paz Estenssoro) gana las elec- greso Mundial de la IV Internacional

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

(Paris, 1953), que definirá un gran viraje. sando, en la medida de los posible, en
Se imponen las tesis del dirigente Michel esas organizaciones. A estos se le llamo
Pablo (el griego M. Raptis), que implican “integración en el movimiento real de
una revisión total del programa trots- las masas”.
kista. Surge así el llamado pablismo, que El impresionismo del nuevo pro-
va provocar la crisis y la división de la grama es brutal: se toman algunas de las
IV Internacional. Se parte de constatar tendencias de la situación de la posgue-
que los principales procesos de transfor- rra, transformándolas en absolutas. Pero
mación social (Europa del este, la Revo- había otras tendencias, que conspiraban
lución China) han sido dirigidos por contra la guerra y contra el fortaleci-
el estalinismo (el P.C. chino no escapa miento de las direcciones estalinistas. De
a esta caracterización). Se prevé una hecho, como las previsiones pablistas se
guerra inminente entre la U.R.S.S. y los verificasen por su contrario -no hubo
EE.UU. (se estaba viviendo en plena guerra mundial y el bloque socialista
guerra fría). Conclusión: no hay tiempo entró en crisis-- Pablo fue repudiado
histórico para la construcción de par- años más tarde por todas las fracciones
tidos revolucionarios (trotskistas); la del movimiento trotskista.
burocracia estalinista hará la revolu-
ción “a su manera” (previéndose “siglos En relación a América Latina, el Con-
de transición” en dirección al socia- greso resolvió el debate Posadas vs.
lismo, durante los cuales reinará la buro- Moreno a favor del primero: la pro-
cracia estalinista). La tarea principal puesta de Posadas de un trabajo privi-
será empujar a las direcciones existen- legiado en dirección a los movimientos
tes (estalinistas en los países avanza- nacionalistas congeniaba mejor con el
dos, estalinistas y/o nacionalistas en le nuevo programa. El grupo de Posadas
mundo colonial) lo más rápido posible fue declarado sección argentina de la IV
en dirección a la toma del poder, ingre- Internacional, y él mismo fue encargado

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

de organizar el Buró Latinoamericano tes: el S.I. (Secretariado Internacional,


(B.L.A.) de la Internacional. Moreno dirigido por Pablo) y el C.I..
aceptó las resoluciones. En América Latina, el C.I. recibió el
Nadie, dentro del trotskismo mun- apoyo de la fracción de Moreno. Este
dial, opuso un programa completo al se manifestó independientemente del
pablismo. Pero la discusión se fue pro- B.L.A. de Posadas y constituyó, en 1954,
cesando por medio de graves crisis. El el S.L.A.T.O. (Secretariado Latinoameri-
P.S.R. brasileño, por ejemplo, desapare- cano del Trotskismo Ortodoxo), con base
ció; sus militantes, como José Stacchini en tres países: Argentina, Chile y Perú.
y Florestan Fernández, siguieron rumbos De hecho, Moreno y Posadas enviarían
muy diversos. La dirección de la IV delegados al resto del continente y con-
Internacional excluyo del Congreso a la sumarían la división de los grupos trots-
mayoría de la sección francesa (el Par- kistas latinoamericanos.
tido Comunista Internacionalista) opuesta
al programa de Pablo. Esa fue la base La crisis del P.O.R. boliviano
de la escisión: el P.C.I. se alió, a fines
de 1953, al S.W.P. norteamericano, alar- La división del P.O.R. boliviano reco-
mado por los métodos burocráticos de noció, en parte, causas diferentes. En
Pablo. Junto con las secciones suiza e junio de 1953, el X Congreso del P.O.R.
inglesa, el P.C.I. y el S.W.P. constituyeron estableció: 1) la existencia de un reflujo
el Comité Internacional de la IV Internacio- del movimiento obrero, después del
nal (C.I.). El P.O.R. boliviano, enterado ascenso revolucionario; 2) la necesidad,
de la escisión, negó su apoyo a cual- para consumar la revolución obrera, de
quiera de las fracciones internaciona- independizar a las masas del naciona-
les. La destrucción organizativa de la IV lismo (M.N.R.), ganándolas para el POR.
Internacional estaba consumada, consti- Se cuestionó la política de apoyo crítico
tuyéndose dos fracciones independien- al ala izquierda del M.N.R..

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

El B.L.A., de Posadas, se opuso a por el ex trotskista Ramos.


esa Tesis. De acuerdo con el programa La ruptura de los pablistas se pro-
pablista, se trataba de “empujar a las dujo en 1956: inspirados por Posadas y
masas hacia la toma del poder”, pues dirigidos por Hugo González Moscoso, se
éstas se encontraban siempre dispuestas quedaron con la mayoría de los militan-
para tal empresa: según la nueva línea, tes e inclusive con el diario, Lucha Obrera.
las direcciones tradicionales no eran más Durante los años siguientes, y sin pre-
que un obstáculo. Con esto se ve hasta ocuparse mayormente con los cambios
qué punto el programa pablista era una de la situación política, el P.O.R.-Gon-
revisión en referencia al programa redac- záles Moscoso levantaría la consigna
tado por Trotsky, para quien la crisis “¡Todo el poder a la C.O.B.!”, sin mayo-
de dirección del proletariado era el pro- res consecuencias.
blema central de nuestra época.
La continuidad del P.O.R. trotskista,
En medio de la discusión, una pri- muy debilitado, fue asegurada por la
mera escisión se produjo en 1954: un fracción liderada por Guillermo Lora,
sector del POR inspirado por el argen- que comenzó la publicación de Masas.
tino J. A. Ramos, quiso llevar a fondo el El trabajo sistemático en las minas, sin
apoyo al ala izquierda del M.N.R., incor- embargo, fue favorecido por la diver-
porándose a este movimiento. Encabe- sificación de sus pronósticos sobre el
zado por Edwin Moller (secretario de M.N.R.. En 1958, el P.O.R. (Lora) ins-
prensa de la C.O.B.) y por su mujer, pira las tesis del Congreso Minero de
Lidia Gueiler (que llegaría en 1979, a San José-Colquiri, las cuales denuncian al
al presidencia de Bolivia), este sector gobierno del M.N.R. como antiobrero y
rompió definitivamente con el trots- proimperialista. De esta forma se asen-
kismo, abandonando la revolución pro- taba las bases del crecimiento futuro, y
letaria y adhiriendo a la revolución del balance más completo de la trayec-
nacional, teorizada desde la Argentina

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

toria del nacionalismo latinoamericano, en 1955. Los morenistas ingresaron en


resolviendo de ese modo la cuestión en 1956 al peronismo (una aplicación de
la cual se había mostrado más débil el la táctica “entrista”), editando el diario
trotskismo desde los años ‘30. Palabra Obrera, que se coloca “bajo la
Y fueron efectivamente bases de un disciplina del general Perón y del Consejo
crecimiento futuro, pues el gobierno del Superior Peronista. La mimetización llegó
M.N.R., después de un primer periodo al punto de que los morenistas editaron
de histeria anti-yanqui, llegó a un enten- un líbelo anticomunista de Perón (una
dimiento con los EE.UU. y consiguió forma curiosa de entender la ortodoxia).
reconstituir el Ejército, luego de varios La táctica tuvo en su inicio buenos resul-
años de vigencia de las milicias obreras tados: P.O. abrió varios locales y agrupó
y campesinas. El terreno quedó pre- centenas de militantes, con basta influen-
parado para la contrarrevolución, que cia en los medios obreros, especialmente
actuó en 1964 a través del golpe del del sindicato metalúrgico. Pero las posi-
general Barrientos, que volvió a colocar bilidades de influir decisivamente sobre
a los trotskistas en la ilegalidad y en el el sector obrero y combativo del pero-
calabozo. nismo fueron desaprovechadas en 1958.
Perón, desde el exilio, dio la orden
de votar al candidato “gorila” Frondizi.
El S.L.A.T.O. y el B.L.A. P.O. la acató. Los grupos peronistas de
El S.L.A.T.O. no consiguió asentarse izquierda no: un tercio del electorado
en Bolivia en este período revoluciona- peronista votó en blanco, voto que fue
rio: el apoyo dado por Moreno a la con- mayoritario en las barriadas proletarias.
trarrevolución de 1946 no era una buena El “entrismo” de los trotskistas orto-
carta de presentación. Su mayor actua- doxos se prolongó hasta 1964, sin mayo-
ción se produjo en Argentina, después res progresos.
del golpe gorila que derribó a Perón El B.L.A. de Posadas se desenvolvió

89 90

Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

con bastante independencia de su direc-


ción internacional (el Secretariado Inter-
nacional de la IV Internacional, dirigido
por Michel Pablo y Ernest Mandel). Sus
grupos adquirirían cierta fuerza en el
movimiento sindical argentino (meta-
lúrgicos y textiles) y chileno (metalúrgi-
cos de Huachipato).

91 92
Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

IV Internacional. El trotskismo no fue


ajeno a la revolución: Pablo Díaz, que
en los años ‘40 había sido editor del
diario del P.O.R. (Revolución Proletaria)
Bajo el signo de la formó parte de la expedición del Granma
como administrador; varios trotskistas
Revolución Cubana participaron de la guerrilla; R. Alexan-
der sostiene que uno de los principales
(1960-1970) comandantes guerrilleros (Camilo Cien-
fuegos, muerto misteriosamente en 1959)
La Revolución Cubana alteró todos había sido militante del P.O.R. en los
los equilibrios e provocó nuevos reagru- años ‘40.
pamientos políticos en los países
latinoamericanos. Continuación del Durante los primeros años posterio-
nacionalismo radical, ella fue al mismo res a la revolución, el P.O.R. tuvo bas-
tiempo, la primera revolución declara- tante libertad de acción. El B.L.A. había
damente socialista de América Latina. establecido en Cuba un representante
Para el movimiento trotskista, significó acreditado ante el gobierno; el P.O.R.
un desafío en todos los planos posibles, tenía varios locales, y sus representan-
y era esperable que provocase nuevas tes intervenían como tendencia en las
transformaciones en sus filas, como efec- asambleas obreras y campesinas. Mili-
tivamente ocurrió. tantes de otros países fueron enviados
por el B.L.A.: el argentino José Lungarzo,
La única tendencia trotskista pre- Ortiz, Miranda. El P.O.R. tuvo la pala-
sente en Cuba en el momento de la toma bra varias veces, el Che Guevara pole-
del poder por Castro y el Movimiento mizó, en radio y en televisión, contra las
26 de Julio era el ya citado P.O.R., adhe- posiciones de los camaradas trotskistas.
rido al B.L.A. de Posadas y al S.I. de la La IV Internacional y el B.L.A. partici-

93 94

Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

paron con delegaciones propias en los ilegalidad. Hubo varios episodios: un


diversos Congresos Internacionales (de delegado del B.L.A. (Heredia), habiendo
arquitectos, de intelectuales), organiza- criticado públicamente al P.S.P. y a la
dos por el gobierno cubano. A pesar de orientación del gobierno, fue condenado
esta participación, no se hicieron espe- a muerte. Fue necesaria la intervención
rar las provocaciones del P.C. cubano de su compatriota, el argentino Che
(llamado Partido Socialista Popular), pero Guevara (entonces ministro de indus-
varios de los viejos militantes del P.O.R. tria), para sacarlo del calabozo y ponerlo
tenían hijos ocupando puestos impor- en un avión con destino a Honduras.
tantes en la militancia revolucionaria, lo Con el proceso de fusión del P.S.P. con el
que les sirvió de protección. Movimiento 26 de Julio (que dio origen
El periódico del P.O.R. fue el primero al P.C. Cubano), realizado al compás de
en postular la transformación de la Revo- la creciente integración económica de
lución Cubana en socialista. Cuando Cuba con la U.R.R.S., las provocaciones
Fidel Castro se pronunció públicamente contra el P.O.R. ganaron fuerza. El P.S.P.
en ese sentido, comenzando el proceso y los castristas acusaban al P.O.R. de
de nacionalización de las tierras y de la no haber participado de la Revolución:
industria, el P.O.R. reclamó el funciona- argumento muy débil, pues el P.O.R.
miento democrático de las cooperativas había participado en la medida de sus
agrarias y la creación de una red de Con- escasas fuerzas, mientras que el P.S.P. se
sejos Obreros, a la vez que denunciaba había opuesto a las guerrillas de Castro
los obstáculos a la libre expresión de y había apoyado al gobierno de Batista,
las tendencias revolucionarias, impues- derribado por ellas. Sea como fuere,
tos en forma creciente por el P.S.P.. Cual- hacia fines de 1963 circuló en Cuba una
quiera hayan sido los errores tácticos edición apócrifa del periódico del P.O.R.
del P.O.R., fue por sustentar esas posi- (Voz Proletaria), preparada, sin duda, por
ciones que acabó siendo puesto en la el P.S.P., convocando al pueblo a tomar

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

por asalto las bases militares yanquis de camente al trotskismo en la Conferencia


Guantánamo, situadas en un extremo de Tricontinental de 1966: lo caracterizo
las isla cubana. “¡Provocación!”, fue el como contrarrevolucionario al servicio
grito. Los locales del POR fueron cerra- del imperialismo, se defendió de las
dos y su actividad prohibida (nunca más acusaciones que los trotskistas le hacían
fue retomada, por lo menos pública- de no haber sustentado a los rebeldes
mente). Los dirigentes del P.O.R. fueron de Franklin Caamaño contra la invasión
detenidos: Idalberto Ferrara (secretario de los marines yanquis (en la República
general), Andrés Alfonso, Manuel Yero, Dominicana en 1965), y los acusó de
Roberto Tejera, Ricardo Ferrara (que era haber infiltrado la guerrilla guatemal-
oficial de las milicias y miembro del teca del teniente Marco Antonio Yon Sosa.
Comité de Defensa de la Revolución). Muchos de los intelectuales simpatizan-
Las penas -impuestas por la acusación tes de la Revolución Cubana protesta-
de “haber llamado a derribar al gobierno ron contra esta actitud de Castro: lo
de Fidel Castro”-fueron hasta nueve menos que se podía decir era que las crí-
años. Según parece, los detenidos no lle- ticas hechas por los trotskistas no bas-
garon a cumplirlas. taban para designarlos como agentes
Hasta muchos años después, Posadas del imperialismo; el procedimiento de
continuaba hablando misteriosamente Castro fue, en esa ocasión, típicamente
de la tendencia trotskista-guevarista del estalinista. Algunos dirigentes del actual
P.C. cubano, lo que tal vez deba ser Secretariado Unificado de la IV Internacio-
puesto a cuenta de sus famosas fanta- nal afirmaron que Castro había sido mal
sías. Posadas acusó también a Castro de aconsejado en esa intervención, lo que
haber eliminado al Che por divergencias coloca a esos trotskistas detrás de los
políticas (la muerte de éste en Bolivia, en intelectuales independientes en defensa
1967, no habría sido más que una teatra- del trotskismo. En cuanto a lo afirmado
lización). Fidel Castro denunció públi- respecto de Guatemala, los trotskistas

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

mexicanos orientados por Posadas par- ya existían el S.I. y el C.I.). En 1967, en


ticiparon, en efecto, del famoso movi- un Congreso realizado en Montevideo,
miento guerrillero de Yon Sosa (el “su” IV Internacional se proclamó posa-
MR-13): esto era tan público que el dista, en la suposición de que Posadas
MR-13 se pronunció abiertamente por significaba una nueva etapa del mar-
el programa de la IV Internacional. Pos- xismo, superior a Marx, Lenin, Trotsky,
teriormente, hubo una ruptura entre etc.. Desde entonces, los escritos de Posa-
Yon Sosa y los trotskistas, acusados de das sobre platos voladores, circulación
desvió de fondos. Yon Sosa murió ase- sanguínea, consejos a la U.R.R.S. para
sinado en México por la policía de ese desatar una guerra atómica preventiva,
país. consejos a sus seguidores sobre cómo
actuar en ese caso, etc., que no son más
El Posadismo que una teorización fantasiosa de su
propia impotencia política, se tornaron
Ninguna de las actuales tendencias mundialmente conocidos por su extra-
trotskistas puede capitalizar directa- vagancia. A pesar de esto, algunos
mente la experiencia del P.O.R. cubano, grupos posadistas conservaron alguna
pues en 1962 Posadas decidió procla- importancia en América Latina.
mar, con las fuerzas del B.L.A. y rom-
piendo con el S.I., “su” IV Internacional. En Argentina, el P.O. (T.) (Partido
En 1959, Posadas se había presentado Obrero Trotskista) obtuvo algunas
como candidato a la Secretaria del S.I. buena votaciones en comicios electora-
de la IV Internacional, siendo derro- les: 15 mil votos en Buenos Aires, mas de
tado por Livio Maitán. En 1962, acusó a 50 mil en un comicios nacional. Cuando
los dirigentes europeos de intelectuales el posadismo entró en escena, el humor
y creó su propia organización (para el popular rebautizó el periódico del P.O.
caso, la tercera IV Internacional, pues (T.) (Voz Proletaria) como “Voz Plane-
taria”. En Uruguay, el P.O.R. mantuvo

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

también una cierta influencia. Más los sargentos” (1960).


importante fue en Brasil, donde el P.O.R.
había incorporado en 1956 una fracción Nuevas divisiones y nuevos
disidente del P.C.B., liderada por el reagrupamientos
diputado José Maria Crispim. El P.O.R.
tuvo influencia en las luchas metalúr- La toma de posición frente a la
gicas y participo de la organización de Revolución Cubana provocó graves pro-
los sindicatos agrarios en el Nordeste: blemas en el interior del movimiento
uno de sus militantes, “Jeremías” (Paulo trotskista. La posición más extravagante
Roberto Pinto) fue asesinado por mato- fue, sin duda, la de Nahuel Moreno, que
nes a sueldo de la oligarquía, cuando a través de las páginas de Palabra Obrera
organizaba a los trabajadores agrarios (Argentina), calificó a Fidel castro de
de També (Pernambuco) en 1963, Ya bajo “gorila” y celebró el fracaso de la pri-
la dictadura, fue asesinado el metalúr- mera huelga general convocada por el
gico Olavo Hansen (1970). La línea del Movimiento 26 de Julio contra Batista
P.O.R. brasileño fue de apoyo a los sec- (1958). Explicación: Moreno y los trots-
tores nacionalistas, llegando a apoyar a kistas ortodoxos (S.L.A.T.O.) se encon-
Jânio Cuadros (1953), “por su programa traban en pleno “entrismo” en el
antiimperialista”, todo dentro del “obje- peronismo, y Batista era el “Perón
tivismo” pablista, que no veía ningún cubano”. Un nuevo reagrupamiento
obstáculo subjetivo a la revolución: “Ya internacional hará que Moreno cambie
se puede descartar como prácticamente de posición.
imposible una inversión de la situación, En 1963, una parte del C.I. de la IV
una derrota efectiva de las masas y el Internacional (el S.L.A.T.O. de Moreno
restablecimiento de la normalidad capi- y el S.W.P. norteamericano) optó por
talista” (1959), “la burguesía no tiene la reunificación con el S.I. de la IV
fuerza para someter el movimiento de Internacional. La reciente escisión de

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Posadas, su competidor latinoameri- pequeño burgués bonapartista e inclu-


cano, facilitó las cosas para Moreno, ya sive semifascista. La O.C.I. no llegó a
que quedó como una especie de diri- ese punto, pero no reconoció el carácter
gente latinoamericano del nuevo agru- revolucionario de la caída de Batista y
pamiento internacional, que fue llamado de la expropiación del imperialismo rea-
Secretariado Unificado de la IV Internacio- lizado por Castro.
nal. En el Congreso de Reunificación El Secretariado Unificado (S.U.) reco-
(denominado VII Congreso de la IV noció que en Cuba revolucionaria se
Internacional), el punto consagrado a la había instaurado un Estado Obrero. Pero
discusión de los diez años de escisión su entusiasmo con Cuba no paró allí.
internacional (1953-1963) fue liquidado Cuando Castro creó la O.L.A.S. (Organi-
en… media hora!, lo que da una idea de zación Latinoamericana de Solidaridad),
la seriedad con que fue tratado. que durante algún tiempo intentó coor-
Del lado del C.I. (Comité Internacio- dinar los movimientos guerrilleros de
nal de la IV Internacional), quedaron la América Latina, Moreno llamó a formar
O.C.I. (Organisation Communiste Inter- los brazos armados de la O.L.A.S. en
nationaliste) de Francia, de P. Lambert, los países del continente. El S.U. des-
la S.L.L. (Socialist Labour League) de cubrió en castro la categoría del mar-
Inglaterra, de G. Healy, y otros grupos. xista natural (esto es, no consciente:
En verdad, el C.I. nunca había actuado hecho notable, pues si es posible ser
como una dirección internacional alter- marxista sin consciencia de ello, ¿dónde
nativa: en 17 años de existencia sólo queda la teoría marxista?). Ya en 1962,
realizó dos verdaderas reuniones inter- el F.I.R. (Frente de Izquierda Revolucio-
nacionales (1958 en Leeds, 1970 en naria) peruano, adherido al S.L.A.T.O.,
Londres). La homogeneidad política ejecuto bajo dirección del militante
tampoco era grande: la S.L.L., por ejem- argentino Daniel Pereyra, las primeras
plo, calificó al régimen de Castro de “expropiaciones de bancos”, en la línea

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

de imitación del modelo cubano en el teórica y programática del leninismo-


continente (Pereyra fue detenido en el trotskismo, sometiendo a crítica la tra-
Perú y paso varios años en prisión). yectoria oportunista frente al peronismo
En 1964, Moreno, con algunas decenas y el castrismo desarrollada por las
de militantes, da por terminado en la corrientes trotskistas del país. Recono-
Argentina en “entrismo” en el pero- ciendo el impulso que la Revolución
nismo, y se une con una organización del Cubana había dado a la Revolución
Norte del país el F.R.I.P. (Frente Revo- Latinoamericana, se pronunció, sin
lucionario Indoamericano Popular, diri- embargo, contra el foco armado preconi-
gido por Mario Santucho), en el Partido zado por los castristas y contra el Frente
Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T.), Nacional defendido por las diversas alas
fusión cuyo eje es la preparación de la de la izquierda peronista, oponiéndole
lucha armada. la construcción del partido revolucio-
Todas estas volteretas de los posa- nario del proletariado. Esto implicaba
distas y morenistas en la Argentina un trabajo sistemático en el interior de
provocaron crisis en los sectores que las organizaciones obreras para arran-
reivindicaban al trotskismo, las cuales carlas de la influencia del peronismo,
se conjugaron con otras crisis en la contra los que pretendían “despertar la
izquierda argentina, prácticamente con- consciencia obrera” a través de “accio-
finada a los medios estudiantiles, por la nes armadas ejemplares”, lo que, en la
hegemonía del peronismo en el movi- izquierda peronista, se combinaba con
miento obrero. De estas crisis saldrían la tentativa de “dotar de un dirección
nuevos grupos, el más importante y per- revolucionaria al peronismo”, sin revo-
durable de los cuales fue Política Obrera lucionar al proletariado a partir de su
(P.O.), creada bajo la iniciativa de Jorge interior.
Altamira, Roberto Gramar, Julio Magri. El El P.O. desarrolló ese trabajo, sobre
P.O. comenzó por reivindicar la herencia todo a partir del golpe militar de 1966,

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

lo que le valió ocupar importantes posi- Partido Obrero Marxista Revolucionario


ciones sindicales, en momentos en que (P.O.M.R.), creado en Perú a partir de
el Cordobazo (1969) modificó totalmente una escisión de Vanguardia Revoluciona-
la situación política y la evolución del ria, organización “hija” de la Revolución
proletariado. El P.O. quedó firmemente Cubana, pues había sido formada por
insertado en los sectores de vanguardia los militantes de la guerrilla animada
del movimiento obrero y, en el plano por el famoso Luís de la Puente Uceda.
internacional, convergió en 1971 con el
P.O.R. de Bolivia, dirigido por G. Lora, El P.R.T. argentino se escindió, entra
y la O.C.I. francesa, en la creación del tanto, en 1968. La causa de la ruptura
Comité de Organización por la Reconstruc- consistió en que Santucho se tomaba en
ción de la Cuarta Internacional (C.O.R.C.I.). serio la cuestión de la lucha armada,
El C.O.R.C.I. partió del reconocimiento mientras que Moreno prefería quedare
de que la división y dispersión del afuera de la línea sustentada por su
movimiento trotskista caracterizaban propia organización internacional (el
una situación en donde la IV Internacio- Secretariado Unificado). El P.R.T.-San-
nal, organizativamente, no existía. Sin tucho (conocido como El Combatiente,
embargo, a poco de andar se manifes- por el nombre de su periódico), pasó a
taron divergencias, entre P.O.R.-P.O. de organizar el Ejército Revolucionario del
un lado, y la O.C.I. del otro, sobre la Pueblo (E.R.P.), cuyas acciones armadas
naturaleza de las burguesías nacionales alcanzarían repercusión mundial en los
en los países atrasados y sobre los movi- años ‘70. Santucho fundamentó la esci-
mientos nacionalistas. Pero su postura sión del P.R.T. en un documento -”El
favorable hacia una discusión sobre la único camino”-donde, además de rei-
crisis del trotskismo y un balance del vindicar la lucha armada, propugna la
castrismo le valieron importantes construcción de una internacional junto
apoyos en América Latina: se destaca el al castrismo, el P.C. vietnamita y hasta

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

el PC libanés. comunistas. La base de esta “búsqueda


Puede sorprender que, a pesar de de atajos” se encuentra en el aislamiento
eso, el P.R.T.-Santucho fuese reconocido político y en la incapacidad para com-
por el S.U. de la IV Internacional como prenderlo. En cualquier caso, en los
su sección oficial en Argentina, mientras documentos de los Congresos Mundia-
el P.R.T.-Moreno, que se reclamaba trots- les del S.U., una concepción de aparato
kista ortodoxo, era rebajado a la condi- suplantó definitivamente al análisis de
ción de simpatizante. Sin embargo hay la lucha de clases. Categorías como lucha
que recordar que el S.U., especialmente urbana, condiciones técnicas, etc., pasaron
sus dirigentes europeos (E. Mandel, A. a ocupar en centro de las cuestiones,
Krivine, L. Maitán) vivían su etapa de en lugar del estudio de la dinámica de
febril entusiasmo por los procesos de las clases. Los documentos del IX Con-
lucha armada, sea en el lugar que fuere, greso (1969) orientan a las secciones lati-
lo que había llevado a algunos dirigen- noamericanas en la preparación de la
tes de su sección francesa (poco después lucha armada (inclusive en el campo)
de mayo del ‘68) a proponer el inicio de en toda circunstancia, aún cuando las
la lucha armada en Francia, basándose luchas obreras ocupen el centro de la
en las “tradiciones de la lucha armada escena. La lucha de clases despreciada,
del campesinado francés” (!). Si ayer daría cruelmente su respuesta opor-
(durante la guerra fría) se había encon- tuna.
trado el atajo para la revolución en la
guerra inminente de la U.R.S.S. contra Hugo Blanco y la lucha de los
los EE.UU., hoy ese atajo parecía hallarse campesinos peruanos
en los sectores (Castro, P.C. vietnamita)
Todo esto llevó a que en 1972, varias
que aparecían dispuestos a llevar el
organizaciones del S.U., encabezadas
enfrentamiento con el imperialismo
por Joseph Hansen (dirigente del S.W.P.),
mucho más allá que los propios partidos

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Nahuel Moreno y el peruano Hugo pación de tierras comenzó; al mismo


Blanco, formaron una “Tendencia leni- tiempo, Blanco organizó células de la
nista Trotskista” de oposición a la direc- organización trotskista en la región. El
ción del S.U. mismo cuenta: “En La Convención, en la
Hugo Blanco había sido ganado para medida en que el trabajo sindical avanzó
el trotskismo en la Argentina, por la un poco, iniciamos la propaganda de la
organización de N. Moreno, siendo estu- lucha armada, primero entre la vanguar-
diante de agronomía y obrero de los fri- dia, con cautela; después, paulatina-
goríficos. Al retornar a Perú (1956) se mente, entre las masas… aprovechamos,
unió a la organización del S.L.A.T.O., para ello, la historia de las ‘montone-
el Partido Obrero Revolucionario (pos- ras’ del siglo pasado (que) subsiste entre
teriormente llamado F.I.R.). Después de los campesinos… Algunos campesinos
organizar algunos sindicatos en su de vanguardia comenzaron a adquirir
ciudad (Cuzco), y de haber sido dete- armas, argumentando que una arma era
nido por ello, se transformó en campe- ‘el mejor abogado’”. “Tierra o muerte”
sino allegado en el valle de La Convención, fue la consigna del movimiento de La
a fin de desarrollar un trabajo de sin- Convención, protagonizado por campe-
dicalización agraria. En 1962 fue ele- sinos sometidos a innúmeras “obliga-
gido secretario general de la Federación ciones a favor de los hacendados, en una
Campesina de La Convención y Lares, situación que recordaba la explotación
puesto a partir del cual organizó un feudal. Blanco se apoyó en la tradición
movimiento por la reforma agraria y la de lucha por la tierra de los campesinos
ocupación de tierras en la región. En el peruanos. Pero las armas fueron emplea-
sindicato, una Escuela de Trabajadores das no sólo contra los “caciques” de los
Revolucionarios, dirigida por Blanco, hacendados: Blanco lideró un grupo que
preparaba a los campesinos para defen- asaltó un puesto de policía, lo que deter-
der por la fuerza sus conquistas. La ocu- minó su persecución. Hubo otros asaltos

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

a bancos y al cuartel de Cuzco, sobre los grupos del S.U., es discutir la cuestión
cuales Blanco opinaba: “Si estos (actos) de la lucha armada al margen de la lucha
son realizados cuando la masa ya com- política por una nueva dirección obrera.
prende su necesidad, y son entendidos En la misma época, Nahuel Moreno sos-
como actitudes generadas por ella tiene que la teoría de la revolución per-
misma, tienen la función positiva de manente se equivoca al pretender que
elevar su consciencia, aumentar su con- sólo el proletariado puede llevar la lucha
fianza. En cambio, cuando son realiza- de los países atrasados hasta la victoria
dos sin que la masa haya comprendido final: el campesinado o la clase media
su necesidad, desempeñan un papel pueden sustituirlo. Esto demuestra que
negativo… son usados por el enemigo la creación del S.U. no había superado el
para justificar su violencia represiva… abandono del programa trotskista que
en lugar de elevar la conciencia de la marcó la escisión de 1953.
masa en sí misma, la hacen retroceder… Hugo Blanco y varios compañeros
algunos son convencidos por la propa- fueron apresados en mayo de 1963,
ganda reaccionaria, otros nos ven como siendo él condenado a 25 años de pri-
provocadores (y) los sectores que ven sión, después de defender su actitud
como positivos estos actos van retroce- ante el tribunal. Blanco ganó gran popu-
diendo, ya que se engañan pensando laridad en Perú, e inclusive el gobierno
que sólo un grupo de valientes redento- suprimió las más pesadas “obligacio-
res es el que llevará a cabo la lucha”. Es nes” de los campesinos de La Conven-
evidente que, para que “la masa com- ción. La bandera de la libertad de Hugo
prenda la lucha armada como generada Blanco fue levantada por los trotskistas
por ella misma”, ella misma debe gene- del mundo entero: en la campaña inter-
rarla, determinando su oportunidad. El nacional que se realizó, se comprometie-
defecto del planteo de Hugo Blanco, ron muchas personalidades de las más
que será llevado al paroxismo por los diversas opiniones políticas. Blanco fue

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

finalmente amnistiado y deportado en


1971. Su lucha al frente de los campesi-
nos peruanos fue un símbolo del com-
bate de los trotskistas, durante la década
del ‘60.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

las tareas democráticas y de emancipa-


ción nacional no fueron cumplidas; pero
esos movimientos, que son capaces de
formular esas tareas, son incapaces de
Lucha de masas o lucha resolverlas, lo que exige la movilización
revolucionaria de la nación entera, que
de aparatos (1971-1976) sólo la clase obrera puede encabezar.
Luchando contra el enemigo fundamen-
En 1969, en Bolivia, el golpe de tal, el imperialismo, los obreros deben
Estado del general Ovando inicia un proclamar desde el primer momento
nuevo proceso nacionalista: la petrolera su independencia política en relación
Gulf Oil es nacionalizada. Los trabaja- al nacionalismo burgués, pequeño bur-
dores retoman la movilización, sobre la gués y militar, y organizar la lucha por
base de la experiencia política pasada. el gobierno obrero-campesino.
El Congreso de la F.S.T.M.B. (abril de
Las Tesis anticipan el proceso polí-
1970) aprueba las tesis presentadas por
tico. En octubre de 1970 estalla una ten-
el trotskismo (el P.O.R.). Poco después,
tativa de golpe fascista. Los trabajadores
el IV Congreso de la C.O.B. adopta las
la derrotan en las calles. El naciona-
tesis, conocidas entonces como Tesis de la
lismo más radical del general J. J. Torres
C.O.B.. Las tesis siguen las líneas genera-
asume el gobierno. La C.O.B. crea el
les del programa elaborado por el trots-
Comando Político de los Trabajadores y del
kismo a partir de la experiencia de la
Pueblo. Torres ofrece a éste la participa-
Revolución de 1952: se distingue entre
ción en el gobierno: el P.O.R. impone la
los procesos nacionalistas y democráti-
respuesta del Comando: sí, pero partici-
cos y los de completa entrega y reacción
pación mayoritaria (75% de los cargos) y
política. Los movimientos nacionalistas
responsable ante el Comando y no ante
tienen vigencia en la medida en que
Torres (los miembros del Comando en

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

el gobierno serían siempre revocables). didad: Torres ofrece la cogestión de


Torres no acepta. Deshecha la manio- la COMIBOL (la compañía estatal de
bra colaboracionista, el P.O.R. impulsa el minas, nacionalizada por la Revolución
Comando para que convoque una Asam- de 1952), la Asamblea vota la administra-
blea Popular, con representación directa ción obrera mayoritaria y toma de control
de todo el pueblo trabajador: Guillermo de la Universidad, votando una resolu-
Lora es encargado por el Comando de ción sobre la “Universidad Única bajo
redactar las Bases de la Asamblea. Esta dirección obrera”.
adopta (febrero de 1971) las Tesis de Cuando en agosto el general Banzer
la C.O.B., se autodefine como órgano desencadena el golpe que inaugura la
de poder obrero y como Frente Único serie trágica de los golpes en el Cono Sur,
Antiimperialista dirigida por el proletariado, su propósito es impedir que la Asam-
reuniéndose por primera vez el 1º de blea se transforme en dirección indiscu-
mayo de 1971. tida de todos los explotados, en especial
La prensa mundial define la Asam- de la enorme masa de campesinos. Des-
blea como “el primer Soviet de América pués de probar algunas posibilidades
Latina”: desde su sede (La Paz) impulsa de resistencia, el proletariado retrocede
la creación de Asambleas Regionales. El organizadamente. Gracias a esto, prueba
P.O.R. es visto como la “eminencia gris” de alto nivel de organización alcanzado,
de la Asamblea, que abarca representan- Banzer no conseguirá nunca imponer
tes de todas las categorías y de todos los la “paz de los cementerios” (como, por
partidos reconocidos como antiimperia- ejemplo, Pinochet en Chile). La resis-
listas (participa el M.N.R. de izquierda, tencia estará siempre presente hasta la
pero no el de derecha). El movimiento caída de Banzer en 1978: la famosa com-
por el poder obrero gana en extensión batividad del pueblo boliviano no es
(los campesinos van incorporándose a un regalo del cielo, sino un fruto de
la Asamblea) pero también en profun- su experiencia política. La participación

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

dirigente en la Asamblea Popular fue Chile fue una advertencia: los cua-
el acto de mayor envergadura del trots- dros del S.U. impulsaron la creación del
kismo latinoamericano en toda su histo- M.I.R., en los años ‘60, junto a todo tipo
ria. de partidarios de la “vía cubana”. El
trotskista E. Sepúlveda fue, inclusive, el
El Secretariado Unificado y la lucha primer secretario general del M.I.R.. No
armada pasó mucho tiempo hasta que los trots-
kistas fuesen expulsados, cayendo en
En los titulares de los diarios, sin una completa desorganización, al punto
embargo, esto fue superado por las de que el trotskismo tuvo una presencia
espectaculares acciones protagonizadas casi nula durante el periodo de gobierno
por el P.R.T.-E.R.P. en la Argentina. El de Allende.
S.U. las celebró, como una símbolo y
En la Argentina, las acciones del
una prueba de la justeza de la orien-
E.R.P. tuvieron algún éxito en el marco
tación de lucha armada basada en un
de un impresionante ascenso de las
minimum técnico de organización, y no
luchas obreras, que mucho hicieron para
en al experiencia de las masas. Esto al
paralizar los órganos represivos
punto de definir, en un documento de
(1969-1975). La dirección del P.R.T.-E.R.P.
su X Congreso, la construcción de la
estrechó relaciones con Cuba, y fue sin
Internacional alrededor de la Argentina
duda bajo esta inspiración que el P.R.T.
y Bolivia, donde las secciones del S.U.
rompió, en 1973, con el S.U.. El propio
habían iniciado la construcción de sus
Santucho escribió un artículo acusando
ejércitos. No obstante, tarde o temprano,
a la IV Internacional de estar “llena de
la realidad acaba vengándose de la ilu-
contrarrevolucionarios y agentes impe-
siones, castigando siempre el camino
rialistas”, retomando las viejas acusa-
más corto y la línea de menor resisten-
ciones estalinistas. La tentativa del S.U.
cia.
de mantener una exigua Fracción Roja

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

del P.R.T. se transformó en un desastre: infiltración permitió la matanza de cen-


casi todos sus miembros fueron muertos tenas de militantes del E.R.P. en Monte
en un combate desigual contra el apa- Chingolo; la barbarie represiva del golpe
rato represivo. En Bolivia, entre tanto, la militar de 1976 completó la destrucción
Asamblea Popular y su influencia hicie- del E.R.P., incluyendo la muerte de san-
ron que la tentativa del S.U. de organi- tucho.
zar una “guerra” al margen de las masas Mejor suerte tuvo la otra fracción
se redujera a un asalto a un puesto de del S.U., liderada en América Latina
gasolina. por N. Moreno. En 1972, éste ejecutó
El E.R.P., mientras tanto, intentó en una maniobra bastante audaz de fusión,
vano montar una nueva versión de la esta vez con un sector de la desgastada
O.L.A.S. en la Junta de Coordinación Revo- socialdemocracia argentina. Resultado:
lucionaria, junto al M.I.R. chileno y a los la presentación en las elecciones de 1973
tupamaros uruguayos. En la Argentina, del Partido Socialista de los Trabajadores
su aventura se volvió tragedia cuando (P.S.T.), que obtuvo 180 mil votos. El
los órganos represivos recuperaron polí- trabajo del P.S.T., sin embargo, no pro-
ticamente su capacidad de acción. El gresó en los años siguientes, y las vís-
reclutamiento indiscriminado y dudoso peras del golpe militar lo sorprendieron
de combatientes facilitó una enorme en un bloque con los partidos burgueses
infiltración policial, pero ese recluta- (inclusive el peronismo, que ocupaba el
miento no es solamente un error táctico, gobierno) “en defensa de las institucio-
sino la consecuencia lógica de un pro- nes”, bloque que fue la expresión de la
grama que no toma en cuenta el trabajo más completa impotencia para luchar
sistemático y cotidiano en las organiza- contra la ofensiva militar. El éxito par-
ciones de masas ni la asimilación de los cial del P.S.T. fue suficiente, sin embargo,
militantes con base en la comprensión para permitir la creación de una serie
del programa. Hacia fines de 1975, la de organizaciones en América Latina

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

(en Brasil, Convergencia Socialista) basa- F.S.L.N., sino desconfianza de éste en


das en el modelo argentino. Moreno se relación a unan organización separada
creyó fuerte para pasar de simpatizante que podría estar haciendo juego doble.
argentino a dirigente latinoamericano Moreno, sin embargo, hizo un escán-
del S.U.. Pero la lucha de tendencias dalo internacional, sosteniendo que la
dentro de éste tuvo un desenlace ines- proscripción de su Brigada equivalía
perado: la TLT (fracción de oposición a la proscripción del socialismo revo-
dentro del S.U., creada por Moreno, lucionario en Nicaragua, aun cuando
Blanco y el S.W.P.) se dividió, y Moreno el propio nombre de la Brigada indica
acabó contribuyendo a una nueva divi- lo contrario. Varios de los donantes de
sión del movimiento trotskista mundial, fondos pidieron, al parecer inútilmente,
marginalizándose del S.U.. En medio de la devolución del dinero.
la separación hubo un curioso episodio
en Nicaragua: en los tramos finales de La Crisis y división del C.O.R.C.I.
la guerra civil contra Somoza, Moreno
recaudó fondos para la creación de una El desarrollo más promisorio del
brigada sandinista. La Brigada Simón trotskismo latinoamericano era del ya
Bolívar, así formada, prácticamente no mencionado C.O.R.C.I.. Hablamos antes
llegó a entrar en combate; llegó a Nica- del P.O.R. boliviano. En Argentina, Polí-
ragua cuando el F.S.L.N. entraba en tica Obrera ocupó un importante lugar en
Managua. El S.U. saludó a “nuestros las luchas proletarias contra el gobierno
primeros combatientes”. Mas tarde, el peronista (1973-76), ejerciendo influen-
F.S.L.N. expulsó a la Brigada… con el cia en las Coordinadoras Interfabriles
apoyo del S.U.. En La “autocrítica” del (1975-76) , el más avanzado movimiento
P.S.T. colombiano (el grupo morenista de la clase obrera independiente del
que organizó la Brigada) se señala que peronismo. Los años de dictadura mili-
no hubo enfrentamiento político con el tar (1976-1983) encontrar al P.O. orga-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

nizando la resistencia sistemática en cionalista -Libelu-, a señalar al P.T. como


las fábricas y centros de estudio. Mien- un partido de apoyo a la dictadura mili-
tras tanto, en Perú, el P.O.M.R. ocupó, tar…). Como Política Obrera se opu-
bajo la bandera de la Asamblea Constitu- siese a esta concepción a iniciase una
yente, la primera línea de lucha contra discusión sobre el conjunto de la polí-
el gobierno militar de Morales Bermú- tica del C.O.R.C.I., la O.C.I. la acusó de
dez. Eso le permitió impulsar, en 1978, “agente del fascismo, perros guardia-
el F.O.C.E.P. (Frente Obrero Campesino nes de Videla y Pinochet” (1978). En la
Estudiantil Popular, del que también misma época, varios dirigentes del P.O.
formó parte el P.R.T. de Hugo Blanco), que (Fernando Sánchez, Marcelo Arias, Gustavo
obtuvo el 15% de los votos en las eleccio- Grassi) eran secuestrados y asesinados
nes constituyentes (la mayor votación por la dictadura de Videla. La increíble
jamás alcanzada por una fuerza polí- infamia de la O.C.I. fue repudiada por
tica con participación explícita del trots- varias organizaciones del C.O.R.C.I.,
kismo). entre otras el P.O.R. boliviano de Gui-
El desarrollo se cortó a causa de la llermo Lora.
crisis del C.O.R.C.I., provocada por la El P.O. aprovecho la polémica para,
degeneración política de su principal además de destruir la provocación de
componente europeo, la O.C.I. francesa. los dirigentes de la O.C.I. (P. Lambert y
Esta, apurada con unirse con alguna S. Just), hacer un balance de la trayecto-
fracción del S.U., maniobró para disci- ria del trotskismo y clarificar su lugar
plinar el C.O.R.C.I. en ese sentido. La en la lucha antiimperialista de los países
O.C.I. sostuvo que los sindicatos argen- atrasados: “En esta época, en que el
tinos aran burgueses, debiendo ser des- movimiento revolucionario de las colo-
truidos (la caracterización se extendió al nias coincide objetivamente con el
Brasil, lo que llevó a la organización del movimiento de la revolución proletaria
C.O.R.C.I., Organizacâo Socialista Interna- mundial, la relación entre el trotskismo

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

y los auténticos movimientos revolucio- Lambert-Moreno como “el documento


narios antiimperialistas puede definirse más importante del marxismo desde
en términos del Manifiesto Comunista: 1938” (esto es, medio siglo). Parece que
1) en las diversas etapas del desarrollo los procesos de degeneración política
de la lucha contra el imperialismo, los se acompañan siempre de mesianismo
trotskistas representan siempre en todos (como Posadas). Sea como fuere, la C.I.
lados los intereses del movimiento en su (C.I.) no duró más de un año: una dis-
conjunto, esto es, por la emancipación, cusión (Lambert vs. Moreno) sobre el
no sólo nacional, sino de toda forma de gobierno Mi errand en Francia la hizo
explotación; 2) en cada lucha nacional estallas, y de la Tesis Política hoy nadie
combaten por la unidad del movimiento se acuerda.
revolucionario colonial con el proleta- 2) Política Obrera de la Argentina y
riado internacional”. el P.O.R. de Bolivia, junto a otras organi-
Pero el C.O.R.C.I. murió (1979), zaciones, constituyeron (abril de 1979) la
dando lugar a dos reagrupamientos Tendencia Cuarta Internacionalista, la cual
internacionales: “parte del Programa de Transición de la
1) La O.C.I. y sus seguidores se fun- IV Internacional, redactado por Trotsky,
dieron con la fracción internacional de y señala su posición frente a los proble-
N. Moreno en la “IV Internacional (Comité mas emergentes, lo que la define como
Internacional)”. La fusión fue presidida una organización independiente de las
por la adopción de una larga Tesis Polí- diversas corrientes que se reclaman del
tica, en la cual no es abordada la cues- trotskismo… Nace con al finalidad de
tión de los “sindicatos burgueses” en reunir, en torno de claras ideas político-
ningún país (lo que demuestra que la programáticas revolucionarias, tenden-
división del C.O.R.C.I. nació de una cias y elementos capaces de construir el
provocación), y que fue definida por partido mundial de la revolución socia-
lista, o sea, reconstruir la IV Internacio-
nal fundad en 1938”.
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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

La división del C.O.R.C.I. (Comité


de Organización por la Reconstrucción
de la IV Internacional) se produjo en
1978, a partir de una provocación mon-
El trotskismo en tada por su corriente más importante (la
francesa, dirigida por Pierre Lambert,
América Latina, hoy o “lambertismo”) contra la organiza-
ción trotskista argentina Política Obrera.
Durante la última década y media, se Esta llegó a ser acusada de “fascista” y
definió claramente el perfil de las diver- de “agente de Videla”, exactamente en
sas corrientes trotskistas latinoameri- momentos en que sufría la feroz perse-
canas. No hubo en esto un fenómeno cución de la dictadura. Con estos méto-
específicamente latinoamericano, pues dos (y llegando a apelar a la violencia
este perfil acompañó la evolución de las física), el lambertismo enterró la III Con-
diversas corrientes trotskistas mundia- ferencia Trotskista Latinoamericana, que
les. La emergencia de sangrientas dicta- el C.O.R.C.I. estaba preparando y, prin-
duras militares contrarrevolucionarias, cipalmente, su debate central, el balance
primero, y después la política democra- y la estrategia de la revolución latinoa-
tizante (preventiva de explosiones revo- mericana, para el cual importantes docu-
lucionarias tipo Nicaragua, o la rebelión mentos (sobre el papel de la burguesía
de los trabajadores brasileños a partir nacional, sobre el peronismo, sobre la
de 1978/1979) directamente impulsada Asamblea Popular boliviana, sobre los
por el imperialismo norteamericano aso- sindicatos en América Latina) ya esta-
ciado a los partidos burgueses locales, ban en discusión.
sometió a dura prueba tanto a las orga-
La provocación estaba al servicio
nizaciones como a sus programas polí-
de una obscura maniobra aparatesca
ticos.
de “unificación” del lambertismo con

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

la corriente originaria del pablismo (el redactado desde que Trotsky escribiera
Secretariado Unificado de la IV Internacio- el Programa de transición en 1938, y de
nal) que concluyó en una ruptura igual- la principal organización revolucionaria
mente aparatesca, que sólo dejó como internacional existente después del bol-
saldo la unificación temporaria del lam- chevismo y la Oposición de Izquierda.
bertismo con la Fracción Bolchevique del El previsible parto de semejante engen-
S.U., liderada por Nahuel Moreno. Esta dro (sólo previsto por el P.O. en la revista
había roto con el S.U., no en base a una Internacionalismo) se produjo muy exac-
batalla de principios (lo que le hubiera tamente 9 meses después, con el divorcio
llevado a cuestionar su propia adhe- de lambertistas y morenitas, en medio
sión principista a la corriente pablista, de violentas acusaciones de orden polí-
en 1962/63), sino tomando como pre- tico, personal y … financiero.
texto la defensa de la “intervención de la La serie interminable de divisiones
brigada Simón Bolívar en la revolución reflejó la incapacidad de las corrientes
sandinista, reprimida por el F.S.L.N. trotskistas mayoritarias para superar la
La unificación moreno-lambertista crisis política y organizativa de la IV
tuvo el olor típico del oportunismo: se Internacional. Pero esa crisis y esa inca-
produjo en medio de un intercambio pacidad no son metafísicas, sino que
de mutuos ditirambos (se trataba de poseen un fondo político, que se reflejó
corrientes que, en el pasado reciente, se en el periodo analizado en la adhesión
habían lanzado mutuamente las peores de esas corrientes a la política democra-
acusaciones), y con un despliegue auto- tizante impulsada por el imperialismo,
proclamatorio capaz de rivalizar con el con la colaboración de la burocracia rusa,
mesianismo patológico de la corriente frente a la crisis política mundial y al
de L. Posadas. El Comité Internacional peligro de nuevas explosiones revolucio-
de la IV así nacido se proclamó depo- narias. Este fenómeno marcó el rumbo
sitario del principal programa marxista de las principales corrientes autoprocla-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

madas trotskistas en América Latina. el aprismo aliado al imperialismo) como


El lambertismo, librado a sus propios la vía regia hacia el poder soviético.
medios, consiguió enterrar (junto con el El fracaso del F.O.C.E.P. (Frente Obrero
S.U. y el morenismo) uno de los desa- Campesino Estudiantil Popular) dejó
rrollos políticos más promisorios para el abierto el camino para el simétrico resul-
trotskismo latinoamericano en la nueva tado de la reemergencia del estalinismo
etapa política: la emergencia de la coa- peruano (quemado por su apoyo al pro-
lición F.O.C.E.P. en el Perú, que obtuvo ceso militar de 1968-78) y de la emer-
15% de los votos en las elecciones nacio- gencia del delirio foquista de Sendero
nales posteriores a la huelga general de Luminoso.
1978. El P.O.M.R. (Partido Obrero Mar- Las corrientes mencionadas supera-
xista Revolucionario) del C.O.R.C.I., uno ron el error (exaltar la democracia como
de sus principales componentes, fue lite- vía hacia el gobierno obrero y campe-
ralmente enterrado por el lambertismo sino) a través de un horror (exaltar la
en los años inmediatamente posteriores, democracia como vía hacia… la demo-
hasta desaparecer del escenario político. cracia). Esta política caracteriza, por
La responsabilidad específica del S.U. ejemplo, a la única corriente significa-
consistió en la exaltación del caudillismo tiva del lambertismo en el continente
de Hugo Blanco, que fue presentado con la que actúa en el interior del P.T. (Par-
colores míticos como la reedición andina tido de los Trabajadores) brasileño. Esta
del Che Guevara, como substituto de la consiguió zafarse de la expulsión de las
construcción del partido obrero revolu- corrientes trotskistas de dicho partido
cionario. El conjunto de las corrientes a través de la adhesión de principios
mencionadas fueron responsables de la a la estrategia de la dirección lulista
orientación política que llevó a nefastos democratizante (“alternativa democrá-
resultados: la presentación de la Asam- tica y popular”), ejerciendo en el P.T.
blea Constituyente (hegemonizada por una especie de oposición consentida (sin

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

hablar de su omisión cómplice frente a tidismo”, y no la plena libertad de


la expulsión de los trotskistas, ni de su organización independiente para los tra-
exaltación del caudillismo de Lula). bajadores, hacia la revolución política
El S.U. de la IV Internacional no con- y el gobierno obrero y campesino. En
siguió rearticularse como corriente míni- Brasil el S.U. actúa en el P.T. (como
mamente significativa en los países en Democracia Socialista) adaptada a la polí-
que llevó a la práctica con cierta escala tica de su dirección, llegando a actuar
sus desmanes foquistas, en el pasado como bombero de las crisis provocadas
reciente (Chile, Bolivia y, especialmente, por su ala izquierda (en el I Congreso
Argentina). En México, el P.R.T. (Partido votó resoluciones conjuntas con la direc-
Revolucionario de los Trabajadores) se sitúa ción contra las mociones de izquierda)
cada vez más en una línea frente popu- y hasta presidiendo los “tribunales”
lista junto al estalinismo y, sobre todo, encargados de “depurar” al P.T. de sus
al burgués P.R.D. (Partido Revolucionario corrientes y militantes de izquierda.
Democrático) de Cuauhtémoc Cárdenas, Las tentativas de la corriente more-
con el que mantiene un acuerdo estraté- nista (hoy L.I.T., o Liga Internacional de
gico de principios (debidamente votado) Trabajadores) de presentarse como crítico
en el “Foro de San Pablo”, reunión de de izquierda de la evolución derechista
partidos de izquierda latinoamericanos de las corrientes mencionadas, no resis-
impulsada por el P.T. brasileño, el P.C. ten la prueba de los hechos. El princi-
cubano y el propio P.R.D.. El S.U. se pal éxito organizativo de esta corriente,
adaptó totalmente al castrismo, en su la constitución del M.A.S. (Movimiento
evolución del foquismo a la política al Socialismo) en Argentina, fue hecha
democratizante: en relación a Cuba, sin en base a la política democratizante y
embargo, su crítica es de derecha, rei- cripto-peronista de la “democracia con
vindicando, junto a la izquierda y la justicia social” (caracterizando la sus-
derecha proimperialista, el “pluripar- titución de la dictadura militar por el

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

radicalismo como “revolución democrá- para una política trotskista (lo inverso
tica”), y en la consigna oportunista “que sería más aproximado a la realidad) y
las bases decidan” frente a cada conflicto hasta como candidato inminente a la
obrero y a cada enfrentamiento con la toma del poder (!). Actualmente, las ten-
burocracia sindical peronista (consigna tativas por salvar a la L.I.T. morenista
destinada justamente a no oponer una de su irreversible desbande político-
política a esa burocracia). Esa política organizativo (proyección inevitable de
tornó viables las alianzas con el estali- la propia decadencia del M.A.S.) toman
nismo y con peronistas “centro-izquier- la forma de las maniobras de su organi-
distas” (o centro-derechistas, de acuerdo zación brasileña, la Convergencia Socia-
con las circunstancias) en las sucesivas lista que, expulsada del P.T., impulsa
“Izquierdas Unidas” y “Frepus”, que la formación del P.S.T.U. (Partido Socia-
salvaron al estalinismo en bancarrota lista de los Trabajadores Unificado) que no
luego de su apoyo al Proceso de 1976. supera, ni se propone superar, las for-
Las consecuencias fueron el salvataje mulaciones democratizantes del P.T. que
del estalinismo para actuar como eje del permitieron la progresiva integración de
frente de centroizquierda, y la disper- este partido al Estado burgués. Come-
sión de buena parte del activismo de tiendo el error teórico de criticar abstrac-
izquierda, sin hablar de la crisis galo- tamente la consecuencia, sin criticar la
pante del propio M.A.S., del cual sur- causa programática, el P.S.T.U. aparece
gieron por lo menos 4 organizaciones (el como un satélite “de izquierda” del P.T.,
M.A.S., el M.S.T. del diputado Zamora, lo que lo llevará a una frustración seme-
el P.T.S., la L.S.R., y talvez otros grupos). jante a la del M.A.S., poniendo debido
No obstante, el M.A.S. fue presentado final a la crisis de la L.I.T..
como modelo de la construcción de par- Las organizaciones que combatie-
tidos para América Latina, como autor ron la degeneración lambertista del
de la hazaña inédita de ganar al P.C. C.O.R.C.I., encabezadas por P.O. de

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Argentina y el P.O.R. boliviano, cons- 1989, siendo por eso perseguida por su
tituyeron en 1979 la T.C.I. (Tendencia dirección, lo que determinó su expul-
Cuarta Internacionalista) con base en for- sión del partido.
mulaciones programáticas principistas. El P.O. marcó, en los últimos 10 años,
Luego de tres conferencias internaciona- una presencia clasista e internaciona-
les, la T.C.I. no resistió la defección del lista frente a los acontecimientos nacio-
P.O.R. que evolucionó hacia una suerte nales e internacionales, profundizando
de mesianismo nacionalista, consistente el análisis marxista de la lucha de clases
en presentar la revolución latinoameri- en América Latina y el mundo (la crisis
cana como una proyección de la revolu- mundial) a través de sus congresos y
ción boliviana, y a ésta como resultado publicaciones. Esto, unido a su sistemá-
de la actividad propagandística del tico trabajo en las organizaciones de la
P.O.R. (y de Guillermo Lora en particu- clase obrera y de la juventud, le ha pro-
lar) sobre la dictadura del proletariado. porcionado una autoridad indiscutible
Política Obrera, en cambio, impulsó en el activismo obrero popular y frente
desde 1982 la construcción del Partido al conjunto de la izquierda argentina.
Obrero en Argentina, manteniendo una Fue especialmente fructífera su defensa
actividad internacional basada en las intransigente del Frente de los Traba-
luchas anteriores. El P.T. (Partido de los jadores y de la Izquierda, con base en
Trabajadores) en Uruguay, y la organi- un programa clasista, independiente y
zación Causa Operaria en el Brasil, por revolucionario, no vacilando en enfren-
ejemplo, son el fruto de esa lucha inter- tar solo las sucesivas coaliciones efíme-
nacionalista. C.O. fue la única corriente, ras y desastrosas de la izquierda frente
al interior del P.T., que reivindico la rup- populista.
tura del partido con la burguesía en El futuro de la lucha de clases en
el Frente Brasil Popular, que sustentó América Latina posee características
la candidatura presidencial de Lula en

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

revolucionarias, que toman por base la esas corrientes, dentro del conjunto que
crisis en el desarrollo de las fuerzas se reivindica del Trotskismo, no hace
productivas en el continente, e integran sino poner al rojo vivo la crisis de la IV
las coordenadas decisivas de la crisis Internacional, nuestra cuestión política
mundial: la crisis del imperialismo nor- crucial.
teamericano, la agudización de las con- Hablar del trotskismo en América
tradicciones ínter imperialistas y la Latina implica, en cierta medida, un
bancarrota de la burocracia rusa y sus corte arbitrario, pues el trotskismo es
satélites. La cuestión de la Internacional un movimiento internacional (mundial)
Obrera aparece como una tarea impos- por su propia esencia. América Latina
tergable frente a esos desarrollos, ofre- fue, sin embargo, el área donde el trots-
ciendo el cuadro concreto en que se kismo asumió con mayor frecuencia res-
plantea la reconstrucción de la IV Inter- ponsabilidades dirigentes.
nacional. En América Latina, la conti-
nuidad del trotskismo como el único En la lucha revolucionaria, los trots-
programa y organización que da res- kistas no pocas veces pagaron con su
puesta cabal a esa necesidad, ha sido propia vida: además de las ya mencio-
asegurada por los partidos y corrien- nados, podemos recordar a César Lora e
tes que combatieron la adaptación a la Isaac Camacho, dirigentes de los mineros
política burguesa, manteniendo, en cada bolivianos, asesinados en 1965 y 1967
cuadro nacional, una actividad sistemá- por la dictadura de Barrientos; Jorge
tica hacia el movimiento obrero y una Fischer y Miguel A. Bufano, dirigentes
actitud clasista e internacionalista, de sindicales y de Política Obrera, asesi-
lucha por el gobierno obrero y campe- nados por las bandas paramilitares del
sino (dictadura del proletariado) y por gobierno de Isabel Perón, así como los
los Estados Unidos Socialistas de Amé- ocho militantes del P.S.T. masacrados
rica Latina. El carácter minoritario de en Pacheco, en la misma época (1975);

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Crescencia Freire, América Labaldi, Nieves en un cuadro unificado, en un funciona-


Otero, muertos en la lucha contra la dic- miento centralista y democrático como
tadura en Cuba, en los años ‘30; Andrade partido mundial de la revolución socialista:
y Blanco, muertos en la misma época en esa división indica la actual crisis polí-
El Salvador, y tantos otros. tica y organizativa del trotskismo. Pero
También tuvieron como enemigo fre- crisis no es muerte. La crisis supone sim-
cuente el aislamiento político, del cual plemente que el partido revolucionario
las calumnias de los estalinistas fueron (factor subjetivo de la revolución) no es
sólo un aspecto. En la lucha para quebrar ajeno al desenvolvimiento objetivo de la
ese aislamiento, el trotskismo heredó lucha de clases, que sufre sus presiones
una riquísima experiencia política, que y puede perder la brújula. La supera-
pocos de los que se reclaman de esa ción de la crisis implica la concurrencia
corriente han sido capaces de capitali- de un factor objetivo (el desarrollo revo-
zar. lucionario del proletariado) y otro sub-
jetivo (la correcta intervención de los
Se argumenta, contra la viabilidad revolucionario), de los cuales sólo este
del trotskismo, sus frecuentes y nume- último es aleatorio. La reconstrucción de
rosas divisiones. Eso es olvidar que las la IV Internacional, por lo tanto, está, en
divisiones y divergencias caracterizan la última instancia, en las manos de los
vida de un organismo; el monolitismo, propios trotskistas. Es en ese proceso
la muerte. Bajo Stalin, la Internacional que ellos podrán disponer plenamente
Comunista no conoció casi divergencias. de la herencia dejada por más de medio
Cuando él la disolvió, en 1943, no halló siglo de lucha del trotskismo en Amé-
resistencia, pues la I.C. ya eran un cadá- rica Latina.
ver.
Conviene recordar las palabras de
Otra cosa es que el trotskismo no Trotsky: “Ninguna idea progresista
fuese capaz de procesar sus divergencias surgió de una ‘base de masas’, si no no

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

sería progresista. Sólo después la idea va


al encuentro de las masas, siempre que
responda a las exigencias del desarro-
llo social. El cristianismo fue un ‘escom-
bro’ del judaísmo. El protestantismo, un
‘escombro’ del catolicismo, o sea, de la
cristiandad degenerada. El grupo Marx-
Engels fue un escombro de la izquierda
hegeliana. La Internacional Comunista
fue preparada en plena guerra por los
escombros de la socialdemocracia. Si
esos indicadores fueron capaces de darse
una base de masa, fue porque no temie-
ron el aislamiento. Sabían que la calidad
de sus ideas se transformaría en can-
tidad. Esos ‘escombros’ no sufrían de
anemia, al contrario, contenían en ellos
la esencia de los grandes movimientos
históricos del mañana”.

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Bogotá, 1976), los artículos sobre Amé-


rica Latina contenidos en los Escritos
1929-1940 (en 22 volúmenes, Pluma,
Bogotá, 1976).
Apunte bibliográfico Las breves historias del trotskismo
redactados por dirigentes franceses con-
Para redactar el presente trabajo nos tienen pocas referencias a América
hemos basado en fuentes primarias Latina (es el caso de Jean Jacques Marie,
(revistas, periódicos, artículos, testimo- Le trotskysme, Flammarion, Paris, 1977,
nios orales y hasta manuscritos), la y también Trotsky, le trotskysme et la IV
mayor parte de los cuales se encuentra Internacionales, PUF, París, 1980), o refe-
depositada en el “Archivo Edgard Leu- rencias extremadamente complacientes
enroth”, de la Universidad de Campi- con la corriente política del autor (es el
nas, que se ha constituido recientemente caso de Pierre Frank, La Quatrième Inter-
en uno de los más importantes centros nactionale, Maspero, París, 1973). Los
documentales sobre el movimiento trots- Cahiers Léon Trotsky, editados por el Ins-
kista latinoamericano existente en el tituto León Trotsky de Paris, ha consa-
mundo entero. grado su Nº 11 (septiembre de 1982)
Cualquier investigación o simple al trotskismo latinoamericano, conte-
profundización del tema no podrá dejar niendo un artículo interesante y bien
de tener en cuenta las obras del propio documentado de Pierre Broué (“El movi-
León Trotsky, en especial El Programa miento trotskista en América Latina hasta
de Transición para la revolución socialista 1940”). La Revista Estudos de San Pablo,
(Ed. El Yunque, Buenos Aires, 1983), le ha dedicado al tema su nº36 (julio
la colección de textos reunidos bajo el de 1993). En portugués, hemos hecho
título Sobre la liberación nacional (Pluma, un análisis de los principales problemas
políticos en la evolución de la IV Inter-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

nacional, desde su fundación hasta el sileño, especialmente en los años 30,


presente , en Trotsky, ontem e hoje, oficina se encuentra en los trabajos de Ronald
de Livros, Belo Horizonte, 1990). Chilcote (Partido Comunista Brasileño.
No existe ninguna obra de conjunto Conflicto e integración, Graal. Río de
sobre el trotskismo latinoamericano en Janeiro, 1982); John W. F. Dulles (Anar-
castellano o en portugués. En otras len- quistas e Comunistas no Brasil. 1900-1935,
guas, sólo existe una en ingles: Trotskysm Nova Fronteira, Río de Janeiro, 1977; el
in Latin América de Robert J. Alexander segundo volumen de esta obra, corres-
(Hoover Institution, California, Stan- ponde al periodo 1935-1945 -conte-
ford, 1973). Está basada en gran canti- niendo referencias al trotskismo de esa
dad de materiales y testimonios orales, década-sólo fue publicado hasta ahora
lo que le confiere un importante valor en inglés): Michael Löwy y otros (Movi-
documental. La elaboración histórica, miento Operario brasileiro. 1900-1979,
sin embargo, está casi ausente, pues el Vega, Belo Horizonte, 1980); cap. Davino
libro se parece más a un informe diri- Francisco dos Santos (A marcha vermelha,
gido al cuerpo diplomático americano. Saraiva, San Pablo, 1948). En todos los
casos, el trotskismo es un asunto mar-
Existen algunos trabajos parciales en ginal respecto al problema principal
lengua portuguesa. O que ê trotskismo, tratado. Valiosos documentos son repro-
de José Roberto Campos (San Pablo, ducidos en cuatro volúmenes recopi-
Brasiliense, 1981), presenta un resumen lados por Edgard Carone: Movimiento
de las posiciones y de la trayectoria de operario no Brasil, 1977-1944, y 1945-1964,
León Trotsky, complementado con algu- A República Nova. 1930-1937, y A Segunda
nas páginas breves sobre la historia de República. 1930-1937, editados en San
la IV Internacional y del Trotskismo bra- Pablo por la DIFEL entre 1976 y 1981.
sileño. Véase también “O trotskismo no Brasil
Otras referencias al trotskismo bra- (1930-1946)”, por Pedro Roberto

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Ferreira, en Estudos, nº 22, San Pablo, bre 1992. Un análisis programático de


agosto 1991. la izquierda argentina en los años ‘80,
Respecto a la Argentina, hemos y en particular del M.A.S. de Nahuel
publicado Historia del Trotskismo argen- Moreno, se encuentra en La Estrategia
tino (1929-1960), Bueno Aires, Centro de la Izquierda en la Argentina, de Jorge
Editor de América Latina, 1985 y El Trots- Altamira (Ediciones Prensa Obrera,
kismo en Argentina (1960-1985), Buenos Buenos Aires, 1989).
Aires, Centro Editor de América Latina, Los mejores trabajos sobre aspectos
2 volúmenes, 1986, hasta el momento la esenciales del trotskismo latinoameri-
única historia completa sobre el tema, cano, aunque centrados en la historia de
profusamente documentada y volcada Bolivia, continúan siendo los del diri-
a una caracterización política de las dis- gente boliviano Guillermo Lora, en espe-
tintas corrientes presentes en el país. cial Contribución a la historia política de
Otros aspectos sobre esta historia fueron Bolivia. Historia del POR (La Paz, Isla,
tratados por Julio N. Magri en “Apuntes 1978), y La revolución boliviana (La Paz,
a la historia del Trotskismo argentino Difusión, 1963), que analiza la revolu-
(1ª. Parte)”, en En defensa del Marxismo, ción de 1952 y la división del trotskismo
nº 2, Buenos Aires, abril 1991; “Apun- boliviano y latinoamericano. Un análi-
tes… 2da parte. La Cuestión Boliviana sis pormenorizado de estos sucesos ela-
(1943-46)”, En Defensa del marxismo, nº3, bora Pablo Rieznick, en “El P.O.R. en la
Buenos Aires, abril de 1992; “Apuntes… Revolución Boliviana de 1952”, En Defensa
3ª. Parte. Otra etapa nefasta del more- del Marxismo nº2, Buenos Aires, diciem-
nismo: el P.S.T. (1971-76)”, En defensa del bre 1991.
marxismo nº 4, Buenos Aires, septiembre Sobre grupos trotskistas, la revolu-
1992; “Apuntes… 4ª. Parte. El P.S.T. bajo ción cubana y los movimientos guerri-
la dictadura (1971-1976)”, En Defensa lleros latinoamericanos, se encuentran
del marxismo Nº 5, Buenos Aires, diciem-

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

documentados en las recopilaciones del del Comité Internacional”, (Internacio-


dirigente norteamericano Joseph nalismo Año II, nº3, agosto de 1981) y
Hansen, Dynamics of the cuban revolu- “El desbande del Comité Internacional”,
tion (Nueva York, Panhfinder, 1978) y (Internacionalismo Año II, nº4, enero-abril
The leninist strategy of party building. The de 1982), ambos textos de Jorge Alta-
debate on guerrilla warfare in Latin America mira y Julio Magri.
(Nueva York, Pathfinder, 1978). Sobre La historia del trotskismo latinoame-
este último tema, entre tanto, continua ricano y mundial está por ser escrita,
insuperado el ensayo de Guillermo Lora, en lo que lleva un considerable atraso
Foquismo y revolución, El Yunque, Buenos en relación a la importancia política, y
Aires, 1973. a veces organizativa, del movimiento
Merece destacares la recopilación que trotskista en nuestro continente. Este
desde 1978 hizo Rudolphe Praeguer, Les pequeño ensayo pretende impulsar futu-
Congres de la IV Internacional (4 volúme- ros trabajos en esa perspectiva.
nes publicados, La Bréche, Paris).
Cuestiones esenciales del trotskismo
latinoamericano son abordadas en la
serie de documentos referidos a la crisis
en el CORCI: “Discusión sobre sindi-
catos”, “Sobre los sindicatos burgueses
en Brasil”, “Respuesta a Stéphan Just”
y “Destruyamos la provocación de Just
y Lambert”, todos en ediciones Política
Obrera, 1978.
Para la efímera unidad entre more-
nismo y lambertismo, véase “Las ‘tesis’

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Osvaldo Coggiola EL TROTSKISMO EN AMÉRICA LATINA

Indice
Prologo .....................................................5
El Trotskismo: origen e ideas...............11
Surgimiento y crisis de los partidos
trotskistas (1929-1945)..........................27
Trotsky en México y la dirección de la
IV Internacional.....................................63
Bajo el signo de Bolivia
(1945-1960)...............................................75
Bajo el signo de la Revolución Cubana
(1960-1970)........................................................93
Lucha de masas o lucha de aparatos
(1971-1976)...............................................117
El Trotskismo en América Latina,
hoy...........................................................131
Apunte bibliográfico...........................149

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