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ANATOMÍA

El hipocampo,
un enigma por resolver
Pese a que el hipocampo del cerebro debe su nombre al caballito de mar, poco se asemeja
a dicho ser marino. Con todo, hoy en día la región cerebral homónima constituye
una de las estructuras del encéfalo más investigadas

HELMUT WICHT

RESUMEN

Caballito
con memoria

1 El anatomista Julio
César Arancio (1530-
1589) reconoció en la
base de los ventrículos
cerebrales siluetas de

ANDREAS SUMERAUER (WWW.SOUNDBYTES.DE)


todo tipo, entre ellas, un
hipocampo o caballito
de mar.

2 La extirpación de los
dos hipocampos y
los giros parahipocámpi-
cos en el paciente H. M.
permitió grandes avances
en el conocimiento de la
memoria.
INSTRUMENTO CEREBRAL

3 Hoy sabemos que


existen diferentes
memorias, entre ellas, la
El salterio (del griego psallein,
«tocar la cítara») es un arpa
arcaica. En el siglo XVI, el anato-
declarativa, la procedi- mista Julio César Arancio reco-
mental y la de trabajo. noció esta figura en el fórnix
cerebral.

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TAMÁS SEBESTENY, CORTESÍA DE HELMUT WICHT (cerebro); NOAA / MOHAMMED AL MOMANY (caballito de mar)

1c

1b
2a
2b 1a

APODO CURIOSO
A la derecha se ve un caballito de mar o hipocampo procedente del mar Rojo (la flecha
señala su aleta dorsal). El corte cerebral de la izquierda muestra un cerebro humano
visto desde arriba: la parte frontal se corresponde con el borde superior de la imagen.
Casi toda la corteza y el cuerpo calloso se han extirpado para exponer las cavidades
internas del encéfalo: los ventrículos laterales. En la base de ambos (1a-c) se encuentra
el hipocampo, el cual se prolonga hacia la parte media a través del fórnix abovedado
(2a, b). La barra roja marca el plano de corte de la figura de la página 62.

D os imágenes, dos hipocampos: a la derecha,


un pez teleósteo; a la izquierda, marcada
con cifras y letras, una región cerebral. ¿Qué
pló, pues. Corría el año 1579. Arancio prefirió
dejar constancia del área encefálica que obser-
vaba de su puño y letra en la obra Observationes
les relaciona? Probablemente su forma. Fíjese anatomicae a elaborar una didáctica ilustración
bien, ¿reconoce la silueta del caballito de mar sirviéndose de un grabador de cobre. Sus pala-
en el corte coronal de un encéfalo humano? Yo, bras fueron:
sinceramente, no. «En la base de los ventrículos, en concreto
En cambio, Julio César Arancio fue de otro sobre las porciones mediales, se erige [...] una
parecer. El catedrático de anatomía de Bolonia, sustancia nítidamente blanca que se levanta a
quien viviera entre 1530 y 1589, preparó posible- modo de pedestal desde la superficie inferior,
mente un cerebro a semejanza del que aparece y que se prolonga con un cuerpo en forma de
sobre estas líneas; tal fue la imagen que contem- arpa o de caparazón de tortuga, para terminar

EL CEREBRO 59
El hallazgo de la potenciación a largo plazo

La función electrofisiológica del hipocampo se descubrió científicos aplicaron durante un par de segundos una secuencia
hace más de 30 años en un experimento con conejos. El fi- rapidísima de estímulos sobre el tracto perforante, como si
siólogo noruego Terje Lømo y su colaborador británico Tim dijéramos un clicclicclicliclic, de manera que las neuronas co-
Bliss trabajaban con el giro parahipocámpico, es decir, con la nectadas casi no tuvieran tiempo de responder.
circunvolución cerebral anexa al hipocampo. Por una parte, Después de esa estimulación de alta frecuencia, se conti-
dicha circunvolución se relaciona con áreas del lóbulo frontal nuó con estímulos aislados. Sin embargo, esta vez las neuro-
responsables de la memoria de trabajo; por otra, envía un nas del hipocampo ofrecieron una respuesta más intensa
paquete de muchísimas fibras nerviosas (el tracto perforante, que antes: a cada clic seguía un clacclacclac. Al parecer, el
situado en el centro de la formación hipocámpica) a la fascia estímulo de alta frecuencia reforzaba la eficiencia en la
dentada. El giro parahipocámpico representa así en el hipo- transmisión sináptica. Ese efecto (potenciación a largo plazo)
campo el lugar de conexión entre la vivencia consciente del duraba entre unos minutos y unas horas. De esta manera,
momento y el recuerdo. Lømo y Bliss descubrieron los fundamentos biológicos de la
Cuando los investigadores estimularon con electrodos finos memoria a corto plazo.
dicha región cerebral, las células del hipocampo respondieron
(«Long-Lasting Potentiation of Synaptic Transmission in the Dentate Area
en un inicio según lo previsto. Las neuronas conectadas reac-
of the Anaesthetized Rabbit Following Stimulation of the Perforant Path»,
cionaron con una señal breve al estímulo. Expresado de forma por T. V Bliss. y T. Lømo en Journal of Physiology, vol. 232, n.o 2,
onomatopéyica: a cada clic siguió un clac (gráfica). Luego, los págs. 331-356, 1973.)

Hipocampo

COMUNICACIÓN SÓLIDA
El corte microscópico ilustra el hipocampo y el giro
parahipocámpico de un cerebro humano. Sobre él se
dibuja el experimento animal con el que Terje Lømo y
Tim Bliss demostraron en 1973 la potenciación a largo
Giro
parahipocámpico plazo. El electrodo de estimulación (flecha roja) excita
a neuronas, cuyos axones abandonan el hipocampo
en forma de tracto perforante. Con ayuda de electro-
dos de derivación (flecha verde) pueden registrarse las
respuestas de las células nerviosas de la fascia denta-
da del hipocampo, conectadas a través de la sinapsis.

Intensidad relativa 4
con ayuda del elec-
trodo de registro 3
2
1
Tiempo (min)
0
–40 0 40 80 120 160 EXCITABILIDAD RÁPIDA
Los puntos azules del diagrama (con las barras de
error estadístico) señalan la intensidad con la que las
neuronas de la fascia dentada responden al estímulo
CORTESÍA DE HELMUT WICHT

eléctrico del giro parahipocámpico (flecha roja). La


–40 a 0 min: 0 min: 0 min hasta el final respuesta se triplica cuando se procede a una estimu-
impulsos aislados estimulación del experimento:
por el electrodo breve de alta nuevos impulsos aislados, lación de alta frecuencia. El efecto se mantiene duran-
de estimulación frecuencia como de –40 a 0 min
te horas (potenciación a largo plazo).

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© ISTOCKPHOTO / ALFREDO WANG
de forma irregular [...] en sentido frontal; en tor logra reconocer en el cerebro un caballito SER MITOLÓGICO
conjunto, esta figura arqueada recuerda a un de mar con su tronco y cola retorcida corres- En la Fontana di Trevi de Roma
hipocampo, o caballito de mar, o mejor aún, a pondientes, ¡Diemerbroek le colocó los dedos puede contemplarse cómo un
un gusano de seda [...]». del pie en la cabeza! tritón doma a un caballo ma-
Asombra la cantidad de siluetas que Aran- La región se adelgaza en la zona posterior y se rino. Las patas anteriores de
cio creyó reconocer en la estructura cerebral: incurva trazando un elegante arco (2a-b), al que la figura híbrida, entre caballo
un pedestal, un arpa, un caparazón de tortu- los anatomistas denominan fórnix («bóveda»). y pez, podrían guardar cierta
ga, un caballito de mar que más bien parecía Aquí se oculta el «cuerpo abovedado con forma semejanza con las estructuras
un gusano de seda... Los anatomistas actuales de caparazón de tortuga» que indicaba Arancio. del hipocampo cerebral. Sin
continúan refiriéndose a caballitos de mar, ar- En este caso, el catedrático italiano no iba muy embargo, no deja de sorprender
pas y bóvedas. Acerquémonos a esta ambigua desencaminado, ya que si sumamos el fórnix del que el complejo hipocampo-
formación. otro lado, la figura en su conjunto parece una fórnix del encéfalo posea unos
bóveda acanalada, o un caparazón de tortuga dedos del pie dirigidos hacia
Los caballitos de mar no tienen pies visto por dentro. De hecho, Arancio utilizó el el exterior, al contrario que los
El «pedestal» de Arancio (1a) se denomina hoy hi- término latino testudo, tortuga, que también pies del caballito de mar (1c en
pocampo. La forma irregular (1b), donde termina significa bóveda acanalada. la pàgina 59).
toda la estructura en sentido frontal, posee un La estructura triangular (2b), que comunica
nombre relativamente absurdo concebido por el los dos brazos del fórnix (2a) antes de reunirse
anatomista holandés Ysbrand van Diemerbroek en el vértice, se conoce hasta la fecha como sal-
(1609-1674): pie del hipocampo. Los caballitos de terio. Bajo ese nombre se sabía un tipo antiguo
mar no tienen pies, y por no tener, ni siquiera de arpa, en la que las cuerdas se tensaban de
presentan aletas pectorales o abdominales, como forma horizontal sobre el triángulo. La platafor-
sí ocurre con otros peces. ma del salterio del fórnix se compone, en reali-
El intrincado asunto no termina allí. Los dad, de fibras nerviosas que discurren de forma
pequeños engrosamientos situados en los ex- transversal y comunican entre sí el hipocampo
tremos del pie del hipocampo (1c) reciben el derecho con el izquierdo. Sin embargo, tal ca-
nombre de dedos del pie hipocámpico. Si, tras racterística resulta difícil de reconocer incluso
emplear un gran esfuerzo imaginativo, el lec- con los métodos modernos de preparación. El

EL CEREBRO 61
DE: «SULLA FINA ANATOMIA DEGLI ORGANI CENTRALI DI SISTEMA NERVOSO. V. SULLA FINA ANATOMIA DI GRANDE PIEDE D’HIPPOCAMPO». CAMILLO GOLGI. MILAN, ULRICO HOEPLI, 1886 / CORTESÍA DE HELMUT WICHT
¿CABALLO O CISNE?
El neuroanatomista italiano
Camillo Golgi (1843-1926) reali-
zó un dibujo de un corte trans-
versal del hipocampo humano a
partir del aumento de una lupa.
El plano de corte se corres-
ponde más o menos con la
señal roja en la figura de la pá-
gina 59. Golgi orientó el dibujo
de una forma sorprendente.
La parte media del cerebro se
dirige hacia abajo, posiblemente
por el formato de impresión.
Las letras del dibujo, escritas
por él mismo, muestran una
inclinación de 90 grados. Si se
le da la vuelta a la ilustración, la
estructura podría recordar a un
caballito de mar.

célebre anatomista italiano debía de gozar de la Fontana di Trevi de Roma se puede observar
un portentoso instrumental de trabajo... y aún una.) No obstante, ese caballo marino tampoco
mejores ojos. recuerda precisamente al de la estructura cere-
¿Dónde se esconde, pues, el caballito de mar? bral de marras.
Bolonia no es una ciudad costera; tampoco pa-
rece probable que Arancio hubiera visto algún La pintura negra de Golgi
hipocampo antes. Su colaborador Diemer- Dirijámonos ahora a la localidad de Abbiate-
broek (el padre del pie del hipocampo) vivía en grasso en busca de nuevas pistas. En esa pe-
Utrecht; allí tampoco resultan habituales los queña aldea cercana a Milán mezcló en su mo-
peces marinos. En 1880, el anatomista austriaco mento Camillo Golgi (1844-1926) todo tipo de
Josef Hyrtl (1810-1894) trató de salvar el honor reactivos fotográficos con tejidos cerebrales, lo
de sus predecesores en su monografía Onoma- que le llevó a descubrir la reazione nera, el pri-
tología anatómica: no se referían al caballito de mer método de tinción para visualizar las neu-
mar, sino a una figura mitológica mitad caba- ronas bajo el microscopio. Tal descubrimiento
llo, mitad pez. (En las fuentes de Neptuno de mereció a Golgi en 1906, junto con su principal

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«enemigo», Santiago Ramón y Cajal (1852-1924), Ya que el paciente no podía memorizar nin-
el premio Nobel de Fisiología o Medicina. Da gún contenido declarativo nuevo, resultaba más
la casualidad que Golgi también reconoció el que probable que el hipocampo guardara alguna
pez dentro de la cabeza. Dejó constancia de ello, relación con ello. El individuo, no obstante, des-
aunque de forma subrepticia, en una ilustración tacaba cada vez más en las tareas procedimen-
microscópica. tales (juegos de destreza). Lo más curioso era
La imagen corresponde a un corte transversal que no parecía percatarse de dicha capacidad.
por el lugar marcado con una franja roja en el A cada nueva partida sostenía que jugaba por
corte cerebral de la página 59. La fimbria (g) es primera vez.
el hocico, la fascia dentata (d) y el asta de Ammón La memoria declarativa muestra una rígida
(c) forman la cabeza; el subículo ( f) el cuello, y organización temporal: la memoria de trabajo
la circunferencia o giro parahipocámpico ( f in- almacena el contenido de la conciencia durante
ferior), el abdomen del caballito de mar. Falta, unos segundos, es decir, el presente [véase «Re-
sin embargo, la típica cola retorcida, de forma cuerdos efímeros», por Christian Wolf; en este
que la figura recuerda más bien a un cisne. Pero mismo número]. Así, una persona presta aten-
dejemos las especulaciones a un lado. ción a un número de teléfono que está a punto de
Formulemos mejor la pregunta decisiva: ¿de marcar; después, en un espacio breve de tiempo,
qué se ocupa el hipocampo? La función de un olvida la combinación de cifras, a no ser que ten-
órgano se descubre a menudo cuando se pierde. ga especial interés en recordarla. Es probable que
Algunas veces los médicos se ven obligados a la memoria de trabajo resida en las áreas de aso-
extirpar en el quirófano el hipocampo de uno y ciación del lóbulo frontal, es decir, en la corteza
otro lado a sus pacientes para curar los ataques prefrontal dorsolateral. Tal tipo de remembranza
epilépticos que se originan en tales estructuras. puede manifestarse a modo de bucles de episo-
Henry Molaison, fallecido en 2008 y conocido dios neuronales que desaparecen enseguida. La
entre los investigadores de la memoria por sus memoria de trabajo de H. M. se encontraba bási-
iniciales H. M., se convirtió en un caso famoso. camente intacta; de hecho, le encantaba resolver
En 1953, cuando contaba 27 años, los cirujanos crucigramas.
le extirparon ambos hipocampos y los giros Una persona acaba memorizando aquellos
parahipocámpicos. La operación fue un éxito, números de teléfono que más a menudo mar-
ya que la epilepsia desapareció, empero con ca. Ciertos episodios, en especial los llamativos,
ella el paciente perdió parte de su capacidad perviven asimismo durante tiempo en el recuer-
de atención. do. La memoria de larga duración se asienta
H. M. conservaba casi la totalidad de los co- fundamentalmente en el lóbulo temporal de la
nocimientos adquiridos antes de la operación, corteza. Además, exige la presencia de comuni-
aunque luego ya no pudo aprender nada más. caciones sólidas entre las neuronas, las cuales se
Sufría una amnesia anterógrada: todo aquello activan al reclamar el material aprendido.
que se le ofrecía después de la operación le re- Entre la memoria de trabajo y la memoria de
sultaba nuevo. Quizás esa fuera la razón por la larga duración existe otra instancia, la memoria
que aceptaba con paciencia de santo todo tipo de de corta duración. Esta se remite a los últimos
pruebas a las que fue sometido durante décadas minutos u horas del pasado, y se sirve de alma-
por los investigadores. cenamiento intermedio antes de depositar los BIBLIOGRAFÍA
El caso H. M. ha contribuido de manera con- contenidos en la memoria de larga duración. La COMPLEMENTARIA
siderable al conocimiento de la memoria hu- de corta duración, como se desprendía de las
mana. Hoy sabemos que existe un comparti- lagunas de H. M., reside asimismo en el hipo- THE HIPPOCAMPUS BOOK.
mento declarativo y otro procedimental. La campo, el «caballito cerebral». Dirigido por P. Andersen,
memoria declarativa se refleja en la escritura, ¿Quizá deberíamos hablar de «cisne cere- R. Morris, D. Amaral, T. Bliss
el habla, los símbolos y los signos; puede acti- bral»? Mejor no. Aparte de gusanos de seda, y J. O’Keefe. Oxford Univer-
varse de manera consciente. En ella se regis- arpas y tortugas, por nuestra cabeza corretean sity Press, 2007.
tran los acontecimientos autobiográficos («El astas de carnero (asta de Ammón), almohadillas
año pasado visité Roma») y los conocimientos de descanso (subículo) y ligamentos dentarios HACIA UN MODELO UNIFI-
generales («Roma es la capital de Italia»). La ( fascia dentata). Suficiente, ¿no cree? CADO DE LA MEMORIA.
memoria procedimental, por su parte, alma- F. Eustache y B. Desgrandes,
cena capacidades motoras (ir en bicicleta, entre Helmut Wicht es biólogo y profesor del departamento en Mente y Cerebro n.o 43,
otras), la cuales casi nunca reconocemos como Senckenberg de anatomía de la Universidad de Goethe págs. 48-56, 2010.
hechos aprendidos. en Fráncfort del Meno.

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