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FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LIMÓN Y ANIVERSARIO DE LA CIUDAD DE OLMOS

Es un evento que se desarrolla desde el 23 al 30 de Junio, coincidiendo con la


fundación española del pueblo Santo Domingo de Olmos., es una feria agropecuaria
donde se premia el mejor limón, folklore, pelea de gallos de pico, caballos de paso,
bailes populares etc.

En el primer período de gestión del alcalde de la Municipalidad Distrital de Olmos, José


Oliden Camacho, a su vez dirigente del Comité de Productores de Limón de Olmos, se
propuso realizar un evento donde se expongan las bondades de este producto cítrico;
así como efectuar, un reconocimiento a los agricultores que se dedican al cultivo del
limón, infaltable en la mesa popular.

Se acordó iniciar los actos desde el 23 de junio hasta el 30 del mismo mes. Formando
parte de las celebraciones de Aniversario de la Fundación Española de Olmos.
Asimismo se expidió, la Resolución Municipal 20-04, del 20 de abril, oficializando la
creación del evento. En los estatutos, se estableció designar una reina representante
del Limón que presidiera los actos a realizarse. Esta belleza, tendrá que ser hija, nieta o
pariente cercana de los productores de Limón con residencia en Olmos o en el
departamento de Lambayeque, debiendo además poseer atributos físicos y morales.
De igual forma se estableció estimular con los premios del Limón de Oro, plata y
bronce, a los productores, que exhiban los mejores ejemplares de Limón durante su
exposición en el campo ferial.
LOS PETROGLIFOS DE BOLICHES.

Es uno de los lugares arqueológicos mas importantes con que cuenta el distrito. Se
ubica en el kilómetro 4 de la carretera Olmos-Corral Quemado en el sector conocido
como Los Boliches. Este paisaje cultural arqueológico se levanta en plena Quebrada del
mismo nombre y según los especialistas sus manifestaciones artísticas datan de
aproximadamente 2,500 años de antigüedad.

EL ZOOCRIADERO DE LA PAVA ALIBLANCA

En el kilómetro 93 de la ex carretera panamericana antigua Olmos-Ñaupe,sector Las


Pampas se ubica el zoocriadero Barbara Dachille donde se cría en cautiverio la Pava
Aliblanca ave declarada en extinción. Este criadero es un centro científico que cuenta
con un área destinada ala exhibición de diferentes especies amenazadas con fines de
investigación.
BOSQUE HUACRUPRE – LA CALERA

En el caso del bosque de Huacrupe-La Calera de 7 272,27 ha. ubicada en el distrito de


Olmos, conservará una muestra representativa del bosque seco de sabana,
especialmente de la asociación algarrobo - sapote, garantizando el uso de los recursos
de flora y fauna de las poblaciones locales bajo prácticas sostenibles.

La zona alberga una gran diversidad de flora y formaciones vegetales únicas


registrándose 45 especies de flora, de las cuales 7 especies arbóreas están amenazadas
de acuerdo a la legislación: algarrobo, Sapote, Faique, Hualtaco, Palo santo y Aromo.

Además posee un banco de germoplasma in situ de especies nativas comestibles como


la yuca de monte y tomatillo, y de pastos que crecen en épocas de El Niño como la
alfalfilla.
MITOS Y LEYENDAS

LA LLORONA

La llorona Dicen que Grimanés fue una mujer solterona que llegó a la longevidad, vivió
hasta cien años y tenía mucha fortuna. Vestía muy
elegante, usaba sólo joyas de oro, unos collares
con perlas ondulaban su cuello. En los dedos de
las manos, brillaban anillos con engastes de
piedras preciosas, hermosos zarcillos vibraban en
sus orejas. Parecía una princesa inca.

Tenía una dieta especial en su alimentación, sólo


desayunaba un pan o una galleta con una tacita
de leche. Almorzaba una porción mínima de arroz con ensalada de verdura.

Hasta a los mendigos que la visitaban para pedirle una propina o un pan, les decía que
también era pobre y no tenía nada para darles.

En una habitación de su casa guardaba sacos llenos de libras esterlinas y soles de


nueve décimos finos; por eso a nadie le permitía que ingresara, pero cuando se durmió
en una tarde dejando la puerta sin cerrarla, aprovechó su empleada de entrar a dicha
habitación, en donde vio el oro y la plata que brillaban. Se acercó cautelosamente y al
pie del saco, rápido se le presentó un grueso machete, de inmediato salió corriendo
llena de pánico, sin pronunciar ninguna palabra por temor de que la patrona se
despierte.

Comentan que cuando Grimanés murió, el dinero del aposento desapareció


misteriosamente, sólo los vecinos decían que el diablo le había prestado por un pacto
que celebró con él y antes de que muera, le devolvió todo sin que nadie pudiera
percatarse.

Ahora dicen los olmanos que esta mujer, a las doces de la noche la escuchan que
deambula llorando por las calles desoladas y oscuras porque San Pedro no le quiso
abrir la puerta para que ingrese al cielo.
CRUZ DEL PUENTE

José de los Santos Puse Benites fue un humilde campesino que se dedicaba a pastar su
ganado caprino. Para cumplir con esta actividad, acostumbraba todos los días
temprano salir de su casa con su rebaño.

Los cabritos desfilaban alegres por las rocas,


daban saltos y con sus tiernas cabecitas
acariciaban a las ramas del overo; las flores
esparcían su polen y perfumaban al aire.

Los rayos del sol parecían bordar con finos hilos


decolorasen las cúpulas de los árboles

Al promediar el mediodía, el resplandor solar caía


con más intensidad sobre la tierra. Los chivos
merodeaban alrededor de un frondoso algarrobo
y luego descansaban un momento bajo su
sombra.

José de los Santos, que permanecía atento at


cuidado de su rebaño, siendo la una de la tarde del día 10 de mayo de 1923. distinguió
a cierta distancia una figura sobre una roca, que le llamo la atención, motivado por la
curiosidad de verlo más de cerca, caminó lentamente, sin cambiar la mirada y observo
que era realmente una cruz.

Enseguida José de los Santos, retomó a casa y les comunicó a sus padres y a sus
vecinos del caserío, que había tenido un feliz hallazgo, quienes al día siguiente se
fueron a verificar y quedaron sorprendidos al ver realmente a la crucecita que estaba
grabada en una roca. Después todos se persignaron y rezaron.

Al tercer día se reunieron varios moradores, acordaron trasladarla a su caserío,


pensando qué la roca era pequeña, escarbaron con picos y palanas hasta un metro de
profundidad y no pudieron moverla. Entonces le construyeron una capilla en la misma
falda del cerro en donde fue encontrada y le celebraron su fiesta patronal por varios
años el 10 de mayo. Pero, después los mayordomos decidieron cambiarle la fecha y la
hicieron el 20 de mayo. Según cuentan que se presentó una lluvia torrencial, la misma
que rápido aumentó el caudal del río, impidiendo que los fieles devotos asistentes;
regresen a sus caseríos. Por este hecho, todos comentaron que era un castigo de la
crucecita y decidieron continuar en el siguiente año la festividad, en la misma fecha
que fue encontrada
La llaman Cruz del Puente, por pertenecer a este caserío y la consideran patrona de los
moradores, porque le tienen mucha te y devoción
LEYENDA DEL CERRO PUMPURRE

En el lado oeste del pueblo de Olmos, en la cima del cerro Pumpurre, se observa la
figura de una persona petrificada, que está durmiendo.

En el silencio de la noche, su madre, la luna lo bajó envuelto en una manta de niebla y


lo dejó en la cima del cerro, para que cultivara estas tierras que estaban desoladas por
la sequía. Las nubes le ofrecían enviar la lluvia como riego de la tierra que l cultivaría.

Pumpurre caminó por las pampas eriales de Olmos, se sintió muy contento de lo
grande que eran, luego retornó a la cima del cerro y se quedó profundamente
dormido.

Su padre El sol, al verlo que dormía y no se preocupaba por trabajar, pensó despertarlo
con algún ruido y preguntarle que soñaba. Luego se escuchó un ruido: PUM..!! PUM..!!
URRE..!! URRE..!

Pumpurre entre dormido dijo:

Ah, es mi padre el que me llama, pero todavía tengo sueño. El sol molesto porque no
despertaba muy indignado le dijo: Te quedarás allí para siempre convertido en piedra.

Desde entonces, se distingue en la cima del cerro a un hombre que duerme.


LA JULIANA

Hace muchísimos años que las pampas de Olmos sólo estaban surcados con dunas de
arena y en noches de luna clara, parecían vellones de ovejas. Cerca del cerro que esta
ubicada al lado este del río Olmos, vivía la Juliana Su casa estaba construida con varas y
techada con ramas de palmera y olmo.

Juliana era de contextura gorda, tez


morena, de mirada penetrante, sus lacios
cabellos los dejaba caer hasta la cintura,
amarrados con hilos de vivos colores.

Tenía en su chacra gran cantidad de sandías


y las cosechaba con su esposo Antolino. En
esa oportunidad la Virgen María estuvo de
paso por este árido suelo, la Virgen buscaba
agua para saciar su sed y vio la casa de la
Juliana, se dirigió hacia ella, llegó muy
cansadas su rostro irradiaba; luego llamó a
la puerta, salió la Juliana y la miró fijamente; la Virgen le interrumpió su silenció,
saludándola con voz amable, le pidió de favor que le regalara un vaso de agua, la
Juliana le contestó que no tenía. Luego mirando a la chacra que había sandías, le dijo
que por el amor de Dios, le vendiera una. Juliana le respondió que no eran sandías si
no piedras. Y antes de retirarse, la Virgen le dijo “En verdad en piedras se convertirán
tus sandias y tú también».

Juliana no le dio importancia lo que le dijo y furiosa le cerró la puerta, entró a su


cuarto y le conversó a su esposo Antolino, que la visitante era una mujer blanca, que
habla con delicadeza y le había pedido anua y no le dio. Pero rio se había imaginado
que era la Virgen María que peregrinaba por esta tierra. En el mismo día, Juliana salió
en la tarde de su casa a recoger leña por el cerro y al mirar a su chacra se dio cori la
sorpresa de que sus sandías se habían convertido en piedras. Ante tal asombro
quedaron convertidos en piedra ella y su esposo Antolino.
Es así coma hasta ahora se aprecian dos grandes moles que representan a estos
personajes.
EL CERRO CAMPANA

En tiempos muy remotos, un grupo de hombres que habitaban en el Ande decidieron


radicar en el valle de la costa. Al bajar a Olmos, se encontraron con una luminosidad
intensa y mucho calor, los arenales vislumbraban como olas marinas. Esto sucedía
porque el Sol había bajado a este valle y se sorprendieron al verlo personificado en un
hombre. El Sol les dijo que él era el único dueño y que había venido a cosechar el maíz
que habla sembrado.

Las tribus le consultaron a la diosa Luna, porque ella les había dicho que trabajen en
este valle que no tenía dueño. Luego el Sol regresó al cielo y la Luna le dijo: vives en el
cielo y no tienes porque impedir en la Tierra que los hombres trabajen; pero él no
aceptaba y decía que siempre bajaría hacía la Tierra. La Luna, molesta se interpuso
tapándolo en parte y se produjo un eclipse solar.

Las tribus desde la tierra imploraban un buen arreglo y al mirar al cielo perdieron la
visión. Luego el Sol les prometió nuncamás bajar a la Tierra.

La Luna preocupada por la ceguera que sufrían, bajó con una campana para llamarlos y
hacerles el prodigio de curarlos. Les devolvió la visión y les dijo que en la campana
encerraba a los males lo dejó cimentada en la cima del cerro que ahora lleva su
nombre.
EL MUERTO

Los primeros hombres que habitaron en el valle de Olmos, se dedicaron a la


recolección de frutos de algunos árboles, después practicaron la caza de animales,
como: venados, sajinos, zorros, entre otras especies, que eran la base de su
alimentación.

Eran dos grupos de familias que vivían divididos, cada uno cuidaba su territorio. La
familia Alko, lideraba un grupo de súbditos. Era un hombre muy bueno, practicaba, los
principios de justicia, les enseñaba a sus vástagos, como a los demás, el respeto, la
obediencia, la honradez, el trabajo en minka para la caza y otras actividades que tenían
que realizar Recibía con mucho afecto a las personas foráneas y los invitaba a
integrarse a su grupo. Al otro jefe de grupo, que era Wilko, le gustaba invadir
territorios ocupados y someterlos a su dominio a sus habitantes. Las personas que
vivían bajo su mando estaban muy preocupados, porque los maltrataba,
sometiéndolos a duros castigos a los que se oponían a sus ordenanzas.

El dios Sol al verlo, le dio como castigo que se escasee los frutos, los animales; es decir
no tenían de que alimentarse, sólo comían algunas hierbas para sobrevivir; sus hos se
le morían y no tenía a quien dejarle su territorio como herencia

A la familia de Aiko, no le faltaba nada, todos vivían felices, çomo si fuesen en un


paraíso. Poreso Wilko, quiso desaparecerlo rápido para invadir su territorio; pero el
dios Sol no le permitió; desde el cielo bajó muy indignado, le dijo a Wilko que le pida
perdón y le prometa nunca más hacerle daño a nadie; entonces le daria de nuevo todo
lo que necesitaba.

Wilko le respondió que no se humillaría ante él; porque se sentía un hombre superior
en conocimientos y en poder para gobernar, como deseaba hacerlo en su territorio.

El Sol pensó darle un último castigo, ordenó a sus soldados que lo amarren de pies y
manos y lo dejen en su territorio. Wilko, gritaba pidiendo auxilio a sus súbditos, mas
nadie le brindaba ayuda; porque era una orden del Sol que tenía que cumplirse. Pero
Wilko, aún amarrado pensaba revelarse contra el Sol y de tanto gritar, se hinchó y
quedó transformado en un cerro, que ahora los lugareños lo conocen con el nombre
de El Muerto.
EL PALACIO DEL CERRO LA MINA

Warmina fue una princesa de la dinastía Mochica, era única hila del guerrero Atolok.
Éste ordenó a sus súbditos que le construyeran un hermoso palacio en la cima del
cerro, para que allí viviera su hija.

En poco tiempo el palacio estuvo construido, las paredes exteriores estaban adornadas
con finas láminas de oro que representaban a plantas y animales típicos del lugar La
princesa tuvo amores secretos con el príncipe Apurlec y éste le prometió amarla toda
su vida.

El guerrero Atolok, tuvo que combatir a un grupo de invasores que venían desde el
Amazonas comandados por Arawac, los cuales querían habitaren este fértil valle. Para
este combate fue llevado el príncipe Apurlec, conjuntamente con otros valientes
guerreros. Apurlec, antes de irse, se despidió de la princesa, prometiéndole luchar,
salir triunfante y después volver para huir con ella, porque sabía que Atolok no lo
quería.

Warmina quedó muy contenta en su palacio, esperando el regreso del príncipe


Apurlec. Transcurrido más de ocho días, uno de los vasallos le dio la noticia a Warmina
que Apurlec había muerto en el combate; pero ella no le creyó.

Cuando Atolok, regresó a ver a su hija, la encontró triste en su palacio y le dijo que se
alegrara, porque habían derrotado a los invasores.

Luego llegó el príncipe Walka a pedir la mano de Warmina, su padre aceptó; pero la
princesa le contestó que no podía aceptarlo; porque su corazón solamente amaba al
príncipe Apurlec. Desde ese momento, decidió la princesa vivir sola en su palacio,
esperando el retorno de su amado. Los dioses tutelares al verla que no aceptaba la
propuesta de casarse con otro pretendiente y que lentamente se consumía en la
angustia; tuvieron piedad de ella y en premio a su fidelidad, hicieron en el cerro un
túnel y dentro le construyeron un hermoso palacio de oro y allí le dijeron que viviera
esperando a su amado.

Por eso ahora los moradores del distrito de Olmos, llaman a este cerro, “La Mina “;
porque dicen que tiene mucho oro y de noche ven a la princesa caminar por la falda de
aquella colina, con una naranja de oro en la mano, para ofrecerle al varón que desee
acompañarla a vivir en su palacio de oro.
LA PAMPA DE LOS CHILENOS

Las chozas de los campesinos olmanos eran construidas con quinchas de varas de
overo y barro y con techos de palmeras.

La vibrante luz de los candiles dentro de la choza en las primeras horas de la noche,
eran señales que estaban reunidos en la cena. Después de platicar de la diaria faena
que realizaban durante el día, pasaban a sus dormitorios a descansar tranquilamente.
En los años de 1882, época en que se desarrolló la Guerra del Perú con Chile, la
tranquilidad de los moradores olmanos se convirtió en un pánico, al enterarse que los
soldados rondaban por los caseríos.

Los niños que temprano acostumbraban a salir de sus casas con sus rebaños por el
campo, eran acorralados por los soldados chilenos, quienes los tomaban de la cintura y
los tiraban hacia arriba y con las espadas de punta los recibían y sus sangres la bebían
para saciar su sed y su hambre. Esto sucedió en las pampas de las Norias. La noticia
corrió rápido por los caseríos, y los moradores fueron presos de dolor y angustia. Y
pensaron que ni los adultos podían salvarse de tales crímenes. Por este motivo
decidieron huir de sus casas y dormir en el campo

Los chilenos, buscaban a las mujeres en sus casas para violarlas y como no los
encontraban, empezaron a escalar las cimas de los cerros, para poderlos ver por donde
caminaban.

En el cerro Pumpurre encontraron una superficie plana apropiada para observar a toda
dirección, allí decidieron permanecer varios meses.

Y desde esa época llaman a este sitio “La Pampa de los chilenos”
EL PASTORCITO ENCANTADO

Manolo, era un niño de doce años de edad, acostumbraba a pastar su rebaño por el cerro
Pumpurre. Un día se le presentó una rubia mujer y le dijo:

- Niño, no te corras, no me tengas miedo, soy tu amiga.

El pastorcito la miró fijamente y le preguntó:

- ¿Quién es usted?

La mujer, sonriendo le respondió

- Soy la dueña del tesoro que tengo guardado en este


cerro. Te voy a enseñar; pero cierra los ojos un
momento

El pastorcito, después de abrirlos, se vio dentro de un


hermosísimo palacio, las paredes interiores estaban
adornadas con hermosas láminas de oro, con vidrios de
brillantes colores. En el patio, tenía un bello jardín con
aromáticas flores jamás conocidas por Manolo.

Después le dijo a la mujer

- Quiero regresar a mi casa, porque mis padres deben estar muy preocupados esperándome.

La mujer le contestó: - De aquí no te regresarás.

Los padres del pastorcito, se preocuparon en la noche, porque no regresaba a su casa con el
rebaño. Pensaron que habría perdido alguna cabra y por temor de que le llamen la atención,
se habría quedado en la casa de algún vecino a dormir. Al día siguiente, fueron al cerro a
buscarlo, sólo encontraron a las cabras. Al tercer día, al no tener noticia de Manolo, la
preocupación fue más agobiante para sus padres.

Decidieron de inmediato viajar a Mórrope. Allí, les informaron que don Toribio era uno de los
más famosos brujos y el más acertado en rastrearen naipes.

Luego lo visitaron y le hicieron la consulta, don Toribio les comunicó con toda certeza, que el
niño estaba encantado en el cerro. Los padres preocupados por rescatar a su hijo, de
inmediato contrataron los servicios de don Toribio y vino a Olmos. En la noche trabajó en el
Pumpurre. Cuando eran las doce de la noche sintieron un temblor, el cielo se oscurecía rápido
y un fuerte viento venía rugiendo como un toro, desde la pampa de Licurnique. El brujo
empezó a suspender el tabaco por la nariz, enseguida al cerro Pumpurre le escupió agua de
florida. Y al aproximarse las dos de la mañana, el brujo muy emocionado dijo:

- Tengan fe en mi mesa, roguemos a Dios para que todo salga bien. El remedio me dice que a
las cinco de la mañana lo tendremos al niño aquí con nosotros.

Cuando ya eran las cuatro de la mañana, se presentó una lluvia de estrellas que caían en la
boca de una cueva del cerro. Luego Manolo salía desde el fondo de la cueva. Sus padres al
verlo lo recogieron, su madre se desesperaba por hablarle.

El brujo le dijo que se esperara un momento, porque estaba inconsciente; después de 20


minutos, el pastorcito se acercó a su madre con mucha alegría.
SÁCALE EL VENENO

Entre los años en que se desarrolló la guerra del Perú con Chile, los habitantes olmanos vivían
muy aterrorizados, al enterarse que los soldados chilenos habían llegado a cometer una serie
de abusos en este pueblo; degollaban a los niños, mataban a los ancianos, violaban a las
mujeres.

Saturdino Mío, anciano de mucha experiencia en la preparación de bebidas, como la chicha de


jora. Al enterarse que los soldados chilenos recorrían los cerros con mucha hambre y sed,
visitaban las casas para pedir agua. Oportunidad de que aprovechó para preparar un brebaje
venenoso y lo agregó a la chicha que tenía en un cantarito y luego le dijo a su hija:

-Agripina, del cantarito más pequeño, no tomes la chicha, es para invitarle a los chilenos.

Al día siguiente, al promediar las tres de la tarde, Agripina vio a unos soldados que caminaban
por el cerro Pumpurre, luego le avisó a su papá y éste le contesto:

Espéralos y les invitas la chicha del cantarito.

El oficial, al ver la casa de Saturdino , rompió el silencio diciendo:

- iSoldados! marchen con dirección a esa choza!

Luego de avanzar, a unos metros de distancia, el oficial les dijo: Alto

El oficial se acercó a la puerta diciendo:

Señora! ¡Señora!
Al escuchar la voz enérgica, Agripina, temerosa abrió a la puerta y el oficial le preguntó:
¿tienes agua?
- Sí, señor, también tengo chichita, si gusta ahorita le traigo. Luego le alcanzó un poto de
chicha, diciéndole al oficial:
Sírvase chichita fresca, señor.
El oficial, antes de recibirle, la miró fijamente y con tono de voz más enérgica, replicó.
-sácale el veneno!
Agripina, bajó la mirada y pálida le respondió:
- iAy Dios! De que veneno habla, señor
- Quiero decirte, le contestó el oficial, que tú primero bebas un poco!

Todos los soldados la miraban muy furiosos y con los fusiles le apuntaban, listos para
dispararle, si ponía resistencia a la orden del oficial.

Agripina, temblando de miedo, sin repetir otra palabra, levantó el poto de chicha y tomó un
poco. Luego el oficial, le refirió:

- ¿Dónde está tu papá? Quiero hablar con él.

Agripina, no pudo responderle, porque se retorcía de dolor y se cayó al suelo, enseguida el


oficial le disparó en la cabeza y rápido se retiraron, dándose cuenta de que la chicha contenía
veneno.
EL INFERNÍO

En el lado norte del caserío de Sincape está ubicado un cerrito misterioso, los
lugareños cuentan que cada vez que el ganado caprino en la tarde pastaban por esta
colina, no regresaban completos a sus
rediles, siempre faltaban dos o tres de cada
dueño. Lo que era motivo para que al día
siguiente los buscasen por los cerros,
quebradas, chacras y no los encontraban y
nadie les daba noticia.

Después de ocho días aparecían con nuevas


señales en las orejas, los reconocían por ciertas características de tamaño y color de la
piel. Esto llamó mucho la atención a los moradores, pensaban que alguna persona los
escondía en su corral.

Cuando se perdían las cabras, los dueños no podían conciliar el sueño tranquilos, a
media noche salían hasta la puerta de sus casas para mirar a todas direcciones del
campo, pensando tal vez escuchar el balido de alguna de ellas. Sucede que en una
noche se dieron con la sorpresa de ver en la cima del alcor una pequeña ciudad
hermosa, bien iluminada y un hombre cabalgado en un caballo blanco bien enjaezado,
recorría por las calles de norte a sur Luego pensaron que era el encanto y entraron a
sus aposentos a descansar Al amanecer, se formaron brigadas de hombres, algunos
podando sus escopetas y acompañados con sus mejores perros, se dirigieron hacia el
cerro yen la cima sólo encontraron un pequeño hueco, alrededor tenía ceniza y
arrojaba humo tibio, lo llamaron infernío. Y pensaron luego, que allí el encanto
escondía a las cabras que llegaban a pastar

Los lugareños se pusieron de acuerdo en confeccionar una cruz de algarrobo, la


hicieron bendecir del sacerdote de Olmos y el día tres mayo la plantaron en el cerro.

Los moradores dicen que desde esa fecha los rebaños no se pierden, ni llegan
señalados a sus rediles.
EL SEÑOR DE LA ESPERANZA

En el caserío Corral de Arena, el día 19 de enero de 1940, cuando los primeros rayos
del sol salpicaban la cima de los cerros; los pajaritas, trinando volaban de rama en
rama; los gallos con sus cantos, alegraban la mañana.

Gabriel Benites Monja, campesino labrador, salió de su casa, con una hacha en la
mano, pensando cortar un árbol de algarrobo para
Leña.

Después de caminar entre los árboles, eligió a uno,


empezó a darle hachazos, las astillas volaban como
diminutas mariposas. Gabriel descansaba por
momentos, con el pañuelo se secaba el sudor de la
frente.

Después de media hora de trabajo, el árbol cayó al


Suelo, luego empezó a escarbar la raíz para utilizarlo
también como leña. Mientras escarbaba alrededor, el
sol radiante iluminaba con un resplandor de alegría, no
visto en otros días. Gabriel no se imaginó de la gran
sorpresa que iba a tener en ese momento. Vio una
mancha de sangre en la raíz del algarrobo, pensó que se había cortado el pie; pero, no
tenía ninguna herida. Se frotó los ojos, pensando que veía algo irreal y al continuar
escarbando con más cuidado, percibió una cruz de madera, la sacó, le limpió el polvo.

Enseguida se persignó, la adoró y miró hacia el cielo para darle gracias a Dios. Lo que
más le conmovió a Gabriel, fue ver un rayo del sol que bajaba formando una cruz.
Exaltado dijo:

-Bendito y sagrado es este madero, en que Jesucristo murió por nosotros!

Caminó con dirección a su casa, cargando el madero y le conversó a su esposa, como y


donde lo había encontrado.

Ella sonriendo le contestó:

- Dios, te ha elegido para que recibas esta crucecita, tendrás que construirle una
capilla.

Gabriel les informó a sus vecinos, ellos al verla, también se conmovieron y luego
acordaron formar un comité, para celebrarle su fiesta cada año, en la misma fecha en
que fue encontrada.

Ahora, el madero está vestido con hermosos paños de tela, con arcos de plata y
medallas de oro.

Cuentan que el sacerdote Cattón, desde Olmos fue a ofrecerle una misa y después les
dijo a los mayordomos, que con este nombre se le debe llamarse “Señor de la
Esperanza” y conoce hasta ahora.
LA CRUZ DEL PUENTE

José de los Santos Puse Benites, fue un humilde campesino que se dedicaba a pastar su
ganado caprino. Para cumplir con esta actividad, acostumbraba todos los días
temprano salir de su casa con su rebaño.

Los cabritos desfilaban alegres por las rocas, daban saltos y con sus tiernas cabecitas
acariciaban a las ramas del overo; las flores esparcían su polen y perfumaban el aire

Los rayos del sol parecían bordar con finos hilos de colores en las cúpulas de los
árboles

Al promediar el mediodía, el resplandor solar caía con más intensidad sobre la tierra.
Los chivos merodeaban alrededor de un frondoso algarrobo y luego descansaban un
momento bajo su sombra.

José de los Santos, que permanecía atento al cuidado de su rebaño, siendo la una de la
tarde del día 10 de mayo de 1923, distinguió a cierta distancia una figura sobre una
roca, que le llamó la atención, motivado por la curiosidad de verlo más de cerca,
caminó lentamente, sin cambiar la mirada y observó que era realmente una cruz.

Enseguida José de los Santos, retornó a su casa y les comunicó a sus padres y a sus
vecinos del caserío, que había tenido un feliz hallazgo, quienes al día siguiente se
fueron a verificar y quedaron sorprendidos al ver realmente a la crucecita que estaba
grabada en una roca. Después todos se persignaron y rezaron.

Al tercer día, se reunieron varios moradores, acordaron trasladarla a su caserío,


pensando que la roca era pequeña, escarbaron con picos y palanas, hasta un metro de
profundidad y no pudieron moverla. Entonces le construyeron una capilla en la misma
falda del cerro en donde fue encontrada y le celebraron su fiesta patronal por varios
años el 10 de mayo. Pero, después los mayordomos decidieron cambiarle la fecha y la
hicieron el 20 de mayo. Según cuentan que se presentó una lluvia torrencial, la misma
que rápido aumentó el caudal del río, impidiendo que los fieles devotos asistentes,
regresen a sus caseríos. Por este hecho, todos comentaron que era un castigo de la
crucecita y decidieron continuaren el siguiente año la festividad, en la misma fecha
que fue encontrada.

La llaman Cruz del Puente, por pertenecer a este caserío. Y la consideran Patrona de
los moradores, porque le tienen mucha fe y devoción.
SAN PEDRO DE LA PUERTA DE RACALÍ

El día 29 de junio de 1934, siendo las cuatro de la tarde, dos amigos que cuidaban
rebaños de cabras por el campo, se dieron con la alegre sorpresa de encontrar a unos
pajaritos, que se ocultaban entre las ramas de una planta de overo.

Juan Mendoza, mirando fijamente, a su amigo, le dijo:

- Evaristo, acerquémonos a ver que hay en ese overo, porque en la cúpula de esa
planta veo que el sol, con sus rayos forma una corona luminosa de transparentes
flores.

- Ah, Juan tienes razón; yo también percibo una aroma fragante, pero no podía saber
de donde viene, sólo veo que desde ese overo vuelan una bandada de pajaritos, y
regresan cantando, como si alguien los llamara

Evaristo Olazábal y Juan Mendoza, se acercaron hacia la planta de overo y vieron en


una piedra pintado el rostro de un hombre, el pintado era de lo más natural. Los dos
quedaron, con el espíritu exaltado, olvidaron por un momento a sus rebaños; tan
asombrados miraban a la piedra, queriendo interpretar de que personaje era el rostro.
Después de estar mirándolo un momento, regresaron a sus casas, embargados por la
emoción del hallazgo Luego de dar las informaciones a otros vecinos, al día siguiente,
la gente se preocuparon por conocerlo y descifraron, que era el rostro de San Pedro, el
apóstol de Cristo, y desde esa fecha lo veneran con ese nombre.

El terreno, donde se encuentra esta imagen, pertenecía a la hacienda de Racalí, de


propiedad del Señor David Campodónico, quien también le tuvo mucha fe a esta
imagen y acompañó a los mayordomos a celebrarla su fiesta en el mes de junio de
cada año. Por la devoción que le tienen los campesinos le cantan:

San Pedro de la puerta, gracias te damos porque eres protector del campesino
labrador

Don David, compartía esta fiesta religiosa, realizando diversos juegos recreativos.

Mucha gente lo visitaban para ponerle prendas de sus animales, como: pelos de
chivos, lana de ovejas y pelos de vacas, con cera lo pegaban en las manos de la imagen
de San Pedro.

La tradición cuenta, que esta feria religiosa, fue una de las primeras que se celebraban
en Olmos. El sacerdote también lo visitaba, para oficiarle una misa y la gente le
alumbraban con velas y oraban, como es la fe católica.
LA CRUZ DEL RÍO

Una mañana alegre y fresca, cuando los rayos del sol empezaban a salpicar a las
celosías del horizonte y el alegre trinar de los pájaros se perdían en los bosques,
Hermenengildo Sánchez Pupuche, caminaba con dirección hacia el puente de Olmos, y
una nube de pensamientos acariciaba su frente.

- ¿Cómo lo pasarán mis hijos en Laucha, mientras dure mi ausencia? ¿Encontraré


trabajo en Piura? Eran las preguntas que se formulaba y él mismo se daba aliento y
esperanza, pensando que todo le iría bien.

Al promediar las seis y veinte minutos de la mañana, del día 27 de enero de 1957 se
aproximaba hacia el río de Olmos, el mismo que permanece casi seco todo el año; a
unos treinta metros de distancia, le impactó la visión de una piedra, luego con la mano
se frota los ojos y volvió a mirar y se acercó cautelosamente, la piedra tenía sobre la
superficie plana una cruz de color negra, con un manto blanco que ¡e daba mayor
presentación. Hermenegildo, se quedó impresionado de encontrar una piedra de tal
naturaleza; luego decidió dejarla escondida al pie de una planta de cuncún y continuó
su camino hasta llegar hacia el puente, en donde esperó un carro para viajar a Piura.

Cuando regresó a Olmos, se volvió acordar de la cruz y se acercó a la planta de cuncún


y ¡a encontró conforme la había dejado, la llevó a su casa. Su esposa y sus hijos, lo
recibieron con mucho cariño, después de contarle a su esposa de cómo le había ido en
su trabajo, le dijo:

-Esta piedra la encontré en medio del río de Olmos, tiene una cruz semejante a la del
cerro Chalpón, la he traído por curiosidad y la guardaré en esta repisa.

Después de haber transcurrido tres años, Hermenegildo, empezó a soñar. En el sueño


la cruz le pedía, que le hiciera su fiesta patronal. Entonces, él, se preocupé primero en
hacerla bendecir del sacerdote.

En el año de 1961, un veinte de enero se trasladó al caserío de Miraflores, a radicar


con toda su familia, allí le hizo una pequeña capilla y prosiguió haciéndole su fiesta
anual y de medio año. A inicios del año 1976, se retira del mencionado caserío, para
establecerse en el actual, que es Laguna del Carmen, en donde le nombra un becerrito,
el mismo que de llegar a crecer, sería vendido para hacerle su capilla. La cruz, parece
que escuchó esta petición y el becerrito creció muy hermoso. Con la venta del
hermoso toro, le hizo una nueva capilla, en donde es visitada por muchos devotos,
quienes comentan haber sido curados de sus enfermedades.
EL SEÑOR DEL PORTENTO

El 19 de Junio de 1956 Pedro Benítes, salió de su casa temprano, con su hacha en la mano y su
alforja en el hombro; en el que llevaba su almuerzo y,un calabazo de chicha fresca, la misma
que era tomada por copas, mientras duraba la jornada del corte de leña de algarrobo, la
misma que era quemada y convertida en carbón. Sus ayudantes eran: Juan Chávez y Alejandro
Chuzón.
A las doce del día, los rayos del sol, parecían que bailaban en las pequeñas dunas de arena
calcinada, de las pampas de Licumicnse; las flores de overo, eran llevadas por el aire, como
diminutds mariposas y apagaban su brillo al caer sobre las palpitaciones de la arena.
Los tres se acercaron bajo la sombra de un frondoso algarrobo y se sentaron a almorzar,
después de terminado, hicieron una breve siesta. Luego Pedro, despertó y miró fijamente a un
tronco seco y dijo:
-Soñé, que desde la punta de ese palo volaban tres palomas blancas, dibujando una cruz en el
espacio.
-Ah, es señal de buena suerte - agregó Alejandro. Y Juan, emocionado añadió;
-Las palomas .representan al Espíritu Santo.
Pedro, decidió cortar aquel tronco y después quiso aprovechar sus raíces que eran gruesas;
empezó a escarbar la tierra y se dio con la sorpresa de encontrar una raíz en forma de cruz y a
su vez, representando el cuerpo de Jesús crucificado. Llamó a sus compañeros, los que
también se santiguaron y lo sacaron con cuidado. Desde ese momento pensaron conducirlo
hasta el pueblo de Olmos. Alquilaron un asno y retornaron. Después de haber caminado unas
horas los sorprendió la noche y buscaron posada, se acercaron hacia una casa y salió a
recibirlos Julián Mío, quien después de una breve conversación, mirando a la cruz, con tono de
burla les dijo:
Qué buena leña llevan.
Pedro le respondió:
Es una cruz, y representa a Jesucristo crucificado, por eso lo llevamos hacia el pueblo, para
hacerle conocer al sacerdote y a su vez pedirle que le oficie una misa.
Julián les contestó
- Ustedes creen en esa raíz de algarrobo, piensan que les va a hacer algún milagro.
- Don Julián, según la fe que el hombre tiene a una imagen, o cruz, le hará algún milagro.
Al siguiente día, salieron de la casa de Julián a las cinco de mañana, después de caminar una
hora aproximadamente, escucharon gritos desesperados de Julián, que venía corriendo detrás
de ellos:
-señores, por favor, espérenme un momento se quema mi casa. Necesito pedirle perdón a la
cruz.
Con la respiración entrecortada se acercó al pie del madero, postrado de rodillas, le pedía
perdón por su burla.
Luego, los leñadores, continuaron su camino. En la iglesia de Olmos, le contaron al sacerdote
de la forma como fue encontrada la cruz y le pidieron que le hiciera una misa. Más, luego llegó
Julián Mío, y comentó que el fuego en su casa había sido apagado por un milagro de la cruz.
Después, lo -trasladaron a su caserío y decidieron tenerlo como Santo Patrón. Pensaron darle
un nombre y conservando la tradición, buscaron en el Bristol la fecha en que fue encontrado y
rezaba el nombre de Portento. Ahora lo conocen con el nombre de Señor del Portento y lo
conservan en una capilla, en el caserío de Miraflores y le celebran su fiesta cada año en la
fecha en que fue encontrado.
DEDICATORIA

A mis padres, por estar con nosotros, por

enseñarnos a crecer y a que si caigo debo

levantarme, por apoyarnos y guiarnos, por ser las

bases que me ayudaron a llegar hasta aquí.

El presente trabajo es dedicado a mi familia, a mi

profesor y a mis compañeros quienes han sido parte

fundamental para realizar este trabajo, ellos son

quienes nos dieron grandes ideas, enseñanzas y los

principales protagonistas de este trabajo que

hemos realizado.

De parte de los alumnos del 5° “C” del Nivel

Secundario.

Muchas gracias por su atención

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