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Al final de la década de 1950, la teoría de las relaciones humanas entro en decadencia. La teoría
estructuralista significa un desdoblamiento de la teoría de la burocracia y una ligera aproximación
a la teoría de las relaciones humanas; representa una visión crítica de la organización formal.
ORÍGENES:
La oposición que surgió entre la teoría tradicional y la teoría de las relaciones humanas hizo
necesaria una posición mas amplia y comprensiva que integrase los aspectos considerados por
una y omitidos por la otra y viceversa.
El estructuralismo esta enfocado hacia el todo y para la relación de las partes en la constitución
del todo. La totalidad, la interdependencia de las partes y el hecho de que todo es más grande que
la sencilla suma de sus partes son las características básicas del estructuralismo.
Objetivos
• Mostrar las diversas tipologías de organización, con el fin de facilitar el estudio comparativo de
estas.
• Dar una idea de los objetivos organizacionales que orientan la dinámica y la estructura de las
organizaciones.
• Dar a conocer las diversas sátiras contra las organizaciones, efectuadas por diversos autores.
• La oposición surgida entre la teoría tradicional y el de las relaciones humanas, requirió una
visión más amplia y más comprensiva que abarca los aspectos considerados por una e ignoradas
por otra.
Los autores estructuralistas buscan interrelacionar las organizaciones con su ambiente externo,
que es la sociedad organizacional, caracterizada por la interdependencia de las organizaciones. Es
por esto que nace un nuevo concepto de organización y un nuevo concepto de hombre: el hombre
organizacional, que desempeña roles simultáneos en diversas organizaciones.
La teoría estructuralista inicia los estudios ambientales, partiendo del concepto de que las
organizaciones son sistemas abiertos en constante interacción con su medio ambiente.
Sin embargo, las organizaciones no marchan sin tropezar. En ocasiones se presentan conflictos y
dilemas organi-zacionales que provocan tensiones y provocan antagonismo e involucran aspectos
positivos y negativos, cuya solución exige innovación y cambios en la organización.
El principal representante del dialéctico es Kart Marx (quien asegura que la estructura se
compone de partes que, a lo largo del desarrollo del todo, se descubren, se diferencian y, de una
forma dialéctica, ganan autonomía unas sobre las otras, manteniendo la integración y la totalidad
sin hacer suma o reunión entre ellas, sino por la reciprocidad instruida entre ellas) y Max Weber (
fenomenológico: la estructura es un conjunto que se constituye, se organiza y se altera y sus
elementos tienen una cierta función bajo una cierta relación, lo que impide que el tipo ideal de
estructura retrate fiel e íntegramente la diversidad y la variación del fenómeno real).
James D. Thompson: Este notable autor se ha despegado casi por completo de las particulares
orientaciones que estaban en boga en aquél momento.Su perspectiva respecto del perfil que
adoptan las organizaciones eficientes se diferencia por completo de las ideas de Chester Barnard
(The functions of the executive), como así también del enfoque cognitivo que es privilegiado por
James March y Herbert Simon
Es notable que además se distinga del enfoque de 2 opciones a que hacen mención Burns &
Stalker en 1961, y que despliega con precisión Tom Burns al referirse a las nuevas formas
organizacionales de la industria
Amitai Etzioni: Estudió en Jerusalen (en contacto con Martin Buber) y en el campus de
Berkeley de la Universidad de California. Ha trabajado en el Departamento de Sociología de la
Universidad de Columbia (Nueva York) en la Havard Business Schooly en las administraciones
demócratas de los presidentes Jimmy Carter y Bill Clinton. Ha sido presidente de la Asociación
Americna de Sociología. Y ha escrito libros de notable influencia como Modern
Organizations (1964), The Active Society (1968), The New Golden Rule (1996). En sus memorias
(My Brothers Keeper. A Memoir and a Message
Victor A. Thompson, Burton Clarke, Jean Viet entre otros.
Las organizaciones pasaron por un proceso de desarrollo a lo largo de cuatro etapas, que
son:
1. Etapa de la naturaleza. Es la etapa inicial, en la cual los factores naturales, o sea, los elementos
de la naturaleza, constituían la base única de subsistencia de la humanidad.
2. Etapa del trabajo. A partir de la naturaleza, surge un factor perturbador que inicia una
verdadera revolución en el desarrollo de la humanidad: el trabajo, este condiciona las formas de
organización de la sociedad.
3. Etapa del capital. Es la tercera etapa en la cual el capital prepondera sobre la naturaleza y el
trabajo, transformándose en uno de los factores básicos de la vida social.
4. Etapa de la organización. La naturaleza, el trabajo y el capital se someten a la organización.
La sociedad ha pasado por varias etapas para alcanzar un alto grado de industrialización, son
estas:
b) Nivel gerencial: es el nivel intermedio situado entre el nivel institucional y el nivel técnico
cuidando de la relación y la integración de dos niveles, el nivel gerencial detalla los problemas de
la captación de los recursos necesarios para colocarlos dentro de las diversas partes de la
organización y de la distribución y colocación de los productos y servicios de la organización.
c) Nivel técnico es el nivel mas bajo de la organización. también denominado nivel operacional es
el nivel en que las tareas se ejecutan, los programas se desarrollan y las técnicas se aplican.
Los conflictos involucran aspectos positivos y negativos, a pesar de las posibilidades negativas y
destructivas del conflicto sean visibles. No existe mejor forma comprometer la salud de una
organización que promover un conflicto interno.
LA TEORÍA MARXISTA-LA LUCHA DE CLASES
LOS OBREROS
El liberalismo había cuestionado la legitimidad del poder basado en la voluntad de Dios, había
proclamado la libertad de conciencia y había reconocido la libertad económica como «natural».
Todo eso había escandalizado a los conservadores que seguían soñando con un mundo
teocéntrico, estático y cerrado. Pero el mensaje marxista, para la Europa de su tiempo, es mucho
más conmocionante aún, porque venía a decir que Dios era un invento de las clases dominantes
para adormecer a los pobres, que era inevitable la inminente supresión de toda forma de
propiedad privada y anunciaba el arribo de un paraíso terrenal, sin dios, sin familia ni propiedad,
donde todo, incluso las mujeres y los hijos sería propiedad de todos, hasta llegar a suprimir al
mismo Estado. Para colmo, estas ideas no eran fruto de una mente afiebrada sino el enjundioso
trabajo de un economista serio, estudioso y extremadamente detallista en sus razonamientos.
En general, la mayoría de las personas creen que el marxismo consiste en suprimir la propiedad
privada y entregar el manejo de la economía al Estado. Esta es una simplificación extrema del
pensamiento de Marx, que es sumamente elaborado y complejo. Lo primero que sorprende al que
acomete la ardua tarea de leer las obras de Marx, en especial los tres voluminosos tomos de «El
Capital » es que Marx casi no habla ni de socialismo, ni de comunismo, sino que se refiere
exclusivamente a la crítica del sistema capitalista.
Gracias a la tecnología hoy podernos hacer con facilidad un recuento de palabras en esta
abrumadora obra, y podemos comprobar que en «El Capital» que a lo largo de sus miles de
páginas se menciona 6468 veces la palabra «Producción», 7979 veces «trabajo», 2238 «plusvalía»,
6792 veces «valor», mientras que sólo se menciona 3 veces la palabra «socialismo» y 4 veces
«comunismo».
Como si esto fuera poco, cuando buscamos la palabra «socialismo» vemos que las tres veces que la
menciona lo hace ‘para criticar al socialismo de Proudhon; y cuando rastreamos el vocablo
«comunismo» encontramos que tres veces se usa para hablar del «comunismo de las tribus
primitivas» y la otra mención es en carácter peyorativo: En el Capítulo 37 del tomo 30 dice «Sé que
si establezco esta comparación me acusarán de comunismo. Y para nuestra sorpresa, no hay otra
mención al comunismo, ni al socialismo en su obra magna Este recuento estadístico se hace con
una finalidad específica, que intentemos mirar la doctrina de Marx desprendiéndonos de los
prejuicios y simplificaciones que suelen hacerse.
El marxismo como teoría científica no es producto del trabajo en el laboratorio, y así como su
surgimiento va a estar condicionado por las luchas de clases, su rol de ideología del proletariado
revolucionario define su sentido último: su reinscripción en la lucha revolucionaria como ‘guía de
la acción”. Su realización histórica se encuentra en la práctica social del proletariado,
transformándose así en fuerza material de cambio por lo que es imposible referirse al marxismo
como teoría científica sin hacerlo al mismo tiempo con su expresión en la práctica política
revolucionaría.
Estos dos niveles, diferentes pero internamente ligados, teoría y práctica revolucionaria serán los
dos ejes centrales de nuestra esquemática exposición.
El marxismo como teoría. Las diversas concepciones con que se interpretaban hasta Marx y
Engels los fenómenos históricos suponían, de una u otra forma, el idealismo filosófico. Todo
proceso concreto era entendido como un momento de la realización de un principio ideal, ya sea
directamente religioso (voluntad divina) o metafísico filosófico (la realización de la Idea Absoluta,
del destino de Libertad, de Nacionalidad, etc.). Así, se fundamentaban las diversas “filosofías de la
historia” que, para los fundadores del marxismo, no serían en definitiva más que ideologías de las
diversas clases dominantes. El orden existente, basado en la explotación de clase, encontraba en
los principios ideales que supuestamente movían los hechos de la historia humana una garantía
absoluta que los legitimaba y justificaba.
La revolución teórica que opera Marx desde la perspectiva del proletariado supone un cambio
radical de los términos en que se planteaba el problema e inaugura un nuevo espacio teórico, no
regulado por la elaboración de principios ideales imaginarios, sino por el conocimiento de las
leyes objetivas del campo social especifico en estudio: el Materialismo Histórico. Ciencia que
sacará el problema del terreno de las “filosofías de la historia” y que obrará condicionando la
elaboración de las bases de una nueva filosofía: el Materialismo Dialéctico.
La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra:
opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y
otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la
sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.
En las anteriores épocas históricas encontramos casi portadas partes una completa diferenciación de
la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales. En la
antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales,
vasallos, maestros, oficiales y siervos, y además, en casi todas estas clases encontramos, a su vez,
gradaciones especiales.
La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido
las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de
opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.
Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las
contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más en dos grandes bandos
hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.