La palabra “Iliada”, es la forma española de un vocablo griego que
significa “referente a Ilion”, e Ilion era el nombre de una ciudad situada en la costa del Asia Menor, comúnmente conocida en español por Troya, capital del reino de Troya, cuyos habitantes tomaron por ella el nombre de troyanos, y que fue rival de las antiguas ciudades griegas.
En la Iliada, escrita hace unos tres mil años, se refiere la tremenda
guerra que protagonizaron griegos y troyanos. Es muy difícil determinar lo que en la narración hay de verdadero y lo que sólo es producto de la imaginación del poeta, ya que en ella se mezcla lo real con lo fabuloso.
El argumento gira en torno del sitio de Troya por los griegos, a
quienes el poeta llama aqueos o argivos, y su origen fabuloso más remoto hay que buscarlo en la leyenda mitológica del famoso juicio de Paris, también llamado Alejandro, que concitó las iras de Palas Atenea y Hera (Minerva y Juno de los latinos) a quienes el joven príncipe troyano ofendió gravemente al negarles el galardón de la belleza para entregárselo a Afrodita, la diosa conocida por los latinos con el nombre de Venus.
El rey de Troya se llamaba Príamo y su esposa Hécuba. Entre sus
varios hijos, Héctor era célebre por su valor, y Paris por su esbeltez y gallardía. Este último fue enviado como embajador ante Menelao, rey de Esparta, en Grecia. Dicho rey estaba casado con Helena, mujer de excepcional belleza, ya que se la consideraba la más hermosa de toda Grecia. En ocasión de su casamiento, los príncipes griegos habíanse comprometido a prestar ayuda a la hermosa Helena siempre que lo necesitara.
Al llegar Paris a Esparta, Menelao estaba ausente y, aprovechando
esta circunstancia, el troyano lo traicionó. Ayudado por Afrodita, tomó cautiva a Helena y la llevó consigo a Troya. Grecia, país del cual forman parte muchas islas, no estaba unida bajo un solo rey, sino que tenía varios príncipes y soberanos independientes. Así, pues, cuando llegó a conocimiento de Menelao que su esposa había sido raptada, convocó una gran asamblea de todos los príncipes, en la que su hermano Agamenón fue elegido jefe supremo de los griegos en la guerra que éstos iban a emprender contra los troyanos para lograr el rescate de Helena y vengar el agravio inferido a todos los aqueos en la persona del rey de los espartanos.