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"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Cor. 2:14).
"En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie" (I Cor. 2:15).
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como
a niños en Cristo" (I Cor. 3:1).
En este pasaje Pable divide al hombre en tres categorías. Estas categorías definen la forma en que
todo hombre será juzgado. No importa la organización religiosa, o Bautista o Adventista nuestro
destino eterno depende de la categoría en la cual nos encontramos.
Examinemos en más detalle las tres categorías: el hombre natural, el hombre carnal, y el hombre
espiritual.
El Hombre Natural
"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."
El hombre natural vive de acuerdo con lo natural. Su intelecto y sus emociones lo gobiernan.
Nunca ha nacido de nuevo – es inconverso. El hombre natural no está despierto a las cosas
espirituales. No puede entender lo espiritual porque no es racional. La palabra de Dios, sus
promesas, su gracia y la fe son cosas incomprensibles para el hombre natural. El mundo del
hombre natural es limitado por su entendimiento finito y sus sentimientos. El hombre natural no
puede entrar en el reino de Dios porque en el no hay lugar para lo racional. Jesús dijo, "De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).
El Hombre Carnal
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como
a niños en Cristo."
Por todo el Nuevo Testamento hay ejemplos de la diferencia entre el hombre carnal y el hombre
espiritual. Estos dos tipos de hombres son extremamente diferente pero tiene una cosa en común.
Los dos son nacidos del Espíritu. La frase "cristiano carnal" fue usada por primera vez en I
Corintios 3:1 cuando Pablo habla a los cristianos en Corinto. Pablo les dijo, "...no pude hablaros
como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo."
Lo primero que aprendemos de este pasaje es que el cristiano carnal es como niño. El cristiano
carnal es uno que ha nacido de Dios pero vive fuera del reino de Dios. No crece espiritualmente,
no madura y no se puede cuidar. El problema es que el cristiano carnal debe de haber ya pasado
por esta etapa de su vida espiritual. Es como un niño de la edad de diez años que todavía no
puede escribir ni leer. Debemos preocuparnos por los niños cristianos que todavía son carnales.
Cuando nacemos, todos somos carnales y cuando nacemos de nuevo esta carnalidad persiste. El
problema con los cristianos corintios fue que despues do varios años todavía eran carnales. Pablo
expresó esto cuando dijo "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas
no heredarán el reino de Dios" (Gálatas 5:19-21).
De manera que la carnalidad del hombre no es removida por medio de la conversión, debe ser
removida por medio de la obra de santificación. Por esto Pablo dice, "pues la voluntad de Dios es
vuestra santificación" (I Tesa 4:3). A pesar de todas las frutas del espíritu que poseían, los
cristianos corintios no habían sido santificados. La causa de todos lo problemas en la iglesia
corintia fue la carnalidad.
Libertad de la carnalidad viene solo por medio de la cruz. La experiencia de la conversión ocurre
en un instante, pero la santificación es un proceso continuo. Debemos procurar ser obedientes y
negarnos a nosotros mismos diariamente para ser seguidores verdaderos de Jesús.
El Hombre Espiritual
"En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie."
Las características dominantes del hombre espiritual son 1) el entendimiento de los deseos de
Cristo, 2) las frutas del Espíritu y 3) la dirección del Espíritu.
Los Frutos del Espíritu. "Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, y templanza" (Gal 5:22). Es importante distinguir entre los frutos del
Espíritu y las obras del Espíritu. Las obras del Espíritu son para la edificación de la iglesia, pero los
frutos del Espíritu son el resultado de la morada del Espíritu dentro de nosotros.
La Dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son
hijos de Dios" (Rom 8:14). El hombre espiritual es dirigido por el Espíritu. El aprender a seguir al
Espíritu es un proceso también. Mientras aprendemos a seguir a Jesús, aprendemos también a
sentir la dirección del Espíritu. Jesús dijo, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen"
(Juan 10:27). Para seguir necesitamos escuchar y no podemos escuchar si no hemos crucificado a
nuestra vida carnal.
¿Qué tipo de hombre eres tu? ¿El carnal? ¿El natural o el espiritual? ¿En cual categoría te
presentarás ante el trono de Dios?
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dirección indicada al principio del texto.
1cor. 2:14, 15 – 3:1
En este pasaje Pablo divide al hombre en tres categorías. Clasifica estos grupos en
conformidad con su capacidad para comprender y recibir la Palabra de Dios, es decir: las
cosas que nos han sido reveladas por el Espíritu.
EL HOMBRE NATURAL
El hombre natural es el hombre siquikós. Este término procede de la palabra griega “siqué”
que significa “alma”.
* No puede entrar en el reino de Dios porque en el no hay lugar para lo racional. Jesús dijo,
"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios"
(Juan 3:3).
EL HOMBRE CARNAL
El hombre carnal es el hombre sarkikós. Este término proviene de la palabra griega sarx
que significa “carne”.
El hombre carnal, quiere agradar a Dios en las pobres fuerzas de su carne. Pero no ha
aprendido todavía a andar en el Espíritu
La frase "cristiano carnal" fue usada por primera vez en I Corintios 3:1 cuando Pablo habla
a los cristianos en Corinto. Pablo les dijo, "...no pude hablaros como a espirituales, sino
como a carnales, como a niños en Cristo."
EL HOMBRE ESPIRITUAL
El hombre espiritual es el hombre neumatikós. Esta expresión viene de la palabra griega
neuma que significa “espíritu”.
El juicio del hombre espiritual representa el pensamiento (gr. Nous) de Cristo 1Cor. 2:9
“cosas que ojo no vio...
+ A diferencia del hombre carnal, no tratas agradar a Dios, sino que más bien te dejas
guiar por el Espíritu; aprendes a andar en el Espíritu y no en tus fuerzas.
La Dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos
son hijos de Dios" (Rom 8:14). Eres dirigido por el Espíritu. El aprender a seguir al Espíritu
es un proceso también. Mientras aprendes a seguir a Jesús, aprendes también a sentir la
dirección del Espíritu. Jesús dijo, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen"
(Juan 10:27). Para seguir necesitas escuchar y no puedes escuchar si no has crucificado,
muerto a tu vida carnal.
Existen tres tipos de personas: naturales, espirituales y carnales
1 de corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
El hombre natural no reconoce sus pecados, él siempre se cree bueno, busaca solo satisfacer
sus deseos y no necesita de nadie para ser feliz.
2. Le son locura. Cuando al hombre natural se le presentan las cosas espirituales, las
subestima como si fueran tonterías. El servir a Dios, obedecer su Palabra, la manera de
adorar, de orar, la gracia, el cielo, el infierno, la iglesia los pastores y ministros, para él,
todo es locura. Si acaso lee la Biblia, no la entiende o la interpreta mal, o a su propia
conveniencia, su espíritu está muerto y vacío.
La Biblia, dice que las buenas obras sin un corazón regenerado, no nos sirven para
nada. No podemos ser buena gente ante Dios, sin Dios, porque nuestras justicias,
como "trapos de inmundicia":
Isaias 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias
como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades
nos llevaron como viento.
El hombre natural, es decir, el hombre sin Cristo está condenado, porque está
separado de Dios por causa de su pecado. No tiene obras buenas, porque somos
buenos es por causa de cristo, porque por el somos justificados.
Rom 3:21 La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin
necesidad de cumplir la ley.
Rom 3:22 Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son
judíos o no lo son.
Rom 3:23 Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios.
Rom 3:24 Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio.
Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados.
Rom 3:25 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús
murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y
que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él
es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.
Romanos 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que
creen en él. Porque no hay diferencia,
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús,
3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados
LA PERSONA ESPIRITUAL
La persona espiritual ha aceptado al Señor Jesús como su Señor y Salvador, es
una persona apasionada por Dios, le da siempre el prime r lugar a Dios, no confía
en sus propias fuerzas, confía en el Espíritu Santo para vivir la vida cristiana.
Cristo no sólo forma parte de la vida de esta persona, sino que también la dirige.
EL HOMBRE ESPIRITUAL.
1Co 2:15 En cambio, los que tienen el Espíritu de Dios todo lo examinan y todo lo
entienden. Pero los que no tienen el Espíritu, no pueden examinar ni entender a
quienes lo tienen.
1 de corintios 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo.
Filipenses 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre,
Es una mente de humildad, de obediencia, por eso Dios lo exalto, asi debe ser el
cristiano si quiere llegar a grandes cosas.
Debe tener los frutos del espíritu santo.
Galatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Su vida es dirigida por el espíritu santo.
Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Galatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Gál 5:24 Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro
egoísmo y nuestros malos deseos.
Gál 5:26 No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por
creernos mejores que ellos.
LA PERSONA CARNAL.
La persona carnal ha aceptado al Señor Jesús como su Salvador, pero depende de sus
Propios esfuerzos para vivir la vida cristiana. No permite que el espíritu santo gobierne su
vida. Esta persona continúa controlando su vida y actúa como la persona natural.
Cristo está dentro de la vida de esta persona pero no la dirige.
1 de corintios 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,
sino como a carnales, como a niños en Cristo.
3:2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces
todavía,
3:3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y
disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
El hombre “carnal” es un cristiano y un niño en Cristo. Aunque conoce a cristo no es
gobernado por él, su vida es gobernada por la carne bajo las influencias del enemigo.
1Co 3:2 En vez de enseñarles cosas difíciles, les enseñé cosas sencillas, porque ustedes
parecen niños pequeños, que apenas pueden tomar leche y no alimentos fuertes.
En aquel entonces no estaban preparados para entender cosas más difíciles. Y
todavía no lo están,
1Co 3:3 pues siguen viviendo como la gente pecadora de este mundo. Tienen celos los
unos de los otros, y se pelean entre ustedes. Porque, cuando uno dice: «Yo soy
seguidor de Pablo», y otro contesta: «Yo soy seguidor de Apolo», están actuando
como la gente de este mundo. ¿No se dan cuenta de que así se comportan los
pecadores?
Un bebé no puede comer carne, por tanto tiene que alimentarse de leche porque no
puede digerir la palabra, la palabra los indigesta, cristianos que no aceptan la palabra
siempre la cuestionan, no les guasta asistir con regularidad a la iglesia, no les gusta el
ayuno, ni pasar tiempo en intimidad con Dios porque no pueden digerir ese tipo de
alimento a ellos solo les gustan las palabras que expresen ternura, que non tengan
compromiso en una verdadera vida cristiana, solo les gusta que les hablen de amor y de
bendición .
A este tipo de cristianos le gusta es que les den tetero o que les echen la comida de a
cucharadita, no les gusta la palabra que exige cambio en su vida, dejar de hacer lo malo.
El cristiano carnal: no puede ejercer sus sentidos para discernir el bien y el mal.
El carnal no sabe discernir entre lo bueno y lo malo, todo le parece bueno, él no sabe
cuándo es que el enemigo está maquinando en contra de él, no ve los planes del enemigo.
Él no sabe escoger las amistades que le convienen, la pareja que le conviene, el negocio
que le conviene sus sentidos espirituales no los puede ejercitar por lo tanto no puede ver,
no puede oler el mal, para él todo es bueno.
Son cristianos que prestan el oído al chisme, a la calumnia, su corazón al rencor, a la ira,
al deseo de la carne ellos no saben discernir entre lo que conviene y lo que no conviene.
Galataas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia,
5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías,
5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de
las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas
no heredarán el reino de Dios.
1 de pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados.
Galatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque
no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir
las obras de la carne, viviréis.
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Romanos 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la
carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son
del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz.
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado
-Ignoramos el poder que cristo nos dio en la cruz y nos creemos incapaces de vivir una vida
en santidad.
Galatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó
y se entregó a sí mismo por mí.
Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo
de Dios
Stg 4:7 Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes.
Stg 4:8 Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de
hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben
tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.
Santiago 6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en
el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la
coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
1 De corintios 11:32 más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no
seamos condenados con el mundo.
- No podrá recibir las bendiciones de Dios, no podrá gozar de una vida feliz.
- Romanos 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el
querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago