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¿En qué sentido las desigualdades regionales?

Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

¿En qué sentido las


desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux*
Alicia Lindón**

Abstract abordado las desigualdades regionales, para Iue-


go incorporar -en forma preliminar- esta proble-
mática en el debate de Ia globalización-
This paper states that any analysis of regional mundialización. En este sentido, las preguntas
inequalities must address, in first place, the orientadoras de este artículo son las siguientes:
meaning of the term "region". This leads to
questions about the concept of region and,
consequently to the concept of space. Not ¿cómo influyen las actuales transformaciones en
addressing those questions beforehand leads to los procesos productivos y en los procesos de
a confuse and ambiguous analysis. trabajo, así como los procesos de apertura eco-
nómica hacia el exterior, en Ia cuestión regional y
en las desigualdades regionales?
Actual transformations in production processes and
the globalisation of the world economic
relationships do have territorial expressions. The ¿qué desafíos teórico-metodológicos se presen-
concept of region is therefore acquiring a new tan para Ia cuestión de las desigualdades regio-
meaning in a globalised world. As a consequence, nales en función de los procesos globales recien-
regional inequalities in the nighties cannot be tes?
addressed in the same terms as it was two or
three decades ago. Los supuestos básicos de los cuales partimos
para buscar respuestas a estos interrogantes son
The actual debate over regional inequalities should los siguientes:
therefore be based on a prior discussion of its
meaning, instead of starting the discussion over 1. Todo análisis del problema de las "desigual-
the increasing or diminishing regional inequalities. dades regionales" -ya sea de corte teórico o
In short, it is necessary to state in what sense de tipo aplicado- se sustenta en un "concep-
regional inequalities is bein discussed. to de región", que puede ser explícito o que-
dar implícito, pudiendo ser producto de una
Through this optics, the article revises the reflexión epistemológica o de naturaleza más
mainstream approaches of region and, the space "intuitiva"; pero en todos los casos subyace
sustaining it. It discusses the theoretical and un concepto de región.
methodological challenges of the regional issue
today and also analyses in which sense the issue of 2. Del mismo modo, el concepto de región que
regional inequalities can be approached in an sustente Ia visión de las desigualdades re-
increasingly globalised world. gionales, siempre se apoya en un concepto
de espacio, que muy frecuentemente queda
lntroducción implícito.

En este trabajo se hace un seguimiento de las 3. El actual proceso de "mundialización", consi-


principales perspectivas desde las cuales se han derado en términos territoriales, está
redefiniendo Ia cuestión regional y en conse-

* Profesor lnvestigador titular C de Ia Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco.


lnvestigador nacional SEP-CONACYT. e-mail: hiemaux@cueyatl.uam.mx
** lnvestigadora de El Colegio Mexiquense, lnvestigadora nacional SEP-CONACYT. e-mail:
alindon@ colmex.mx.

Revista eure (Vol. XXII, Nº 68), pp. 29-43, Santiago de Chile, abril 1997
¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

cuencia toma nuevas contenidos Ia problemá- Ia "estructura regional" (o espacial), antes que en
tica de las desigualdades regionales. las desigualdades, porque de esta forma sería
más factible comprender los procesos producto-
res de las desigualdades regionales. Con estos
En síntesis, creemos que cuando se trata el tema
ejemplos sólo queremos observar Ia heterogenei-
de las desigualdades regionales, es necesario
dad de respuestas al tema, por cierto, ninguna
preguntarnos por el contenido que se le está otor-
de ellas cerrada.
gando al término "regional", Io cual conduce a
interrogarnos por el concepto de región, y a su
vez este siempre nos remite a un concepto de Otra temática que también deberíamos conside-
espacio. Por otro lado, entendemos que las trans- rar cuando nos introducimos al problema de las
formaciones actuales en los procesos de produc- desigualdades regionales, es Ia cuestión del re-
ción, Ia mundialización y globalización de las re- corte territorial, que conlleva al conocido tema de
laciones económicas tienen una expresión terri- los criterios en los que se basa dicho "recorte".
torial. Es en este sentido que pensamos que el Evidentemente, ello nos introduce en el concepto
concepto de región cobra nuevo significado en de regionalización o Ia delimitación de las regio-
un mundo globalizado. En consecuencia, Ia pro- nes. En este sentido destaquemos que se pue-
blemática de las desigualdades regionales en los den adoptar muy diversos criterios; por ejemplo,
noventa difícilmente puede ser pensada en los dos formas de regionalización muy diferentes son
mismos términos que dos o tres décadas atrás, las que conducen a adoptar una división regional
cuando apareció como tema de interés para el en base a procesos históricos, o bien, en base a
conocimiento social. relaciones actuales. Evidentemente que Ia cues-
tión de cómo regionalizar está estrechamente li-
gada al concepto de región que se esté mane-
Esto implica que el debate en torno a las des-
jando.
igualdades regionales hoy no debería comenzar
planteándose si éstas aumentaron o si disminu-
yeron o bien, si aumentaron o disminuyeron a Finalmente, creemos que es importante reflexio-
partir de Ia globalización, como muy frecuente- nar acerca del "parentesco" entre los conceptos
mente se hace, sino que creemos en Ia necesi- de "desigualdades regionales y desigualdades
dad de una reflexión previa acerca de qué signi- sociales", ya que Ia cercanía que se pueda reco-
fica actualmente hablar de desigualdades regio- nocer entre ambos, a nuestro juicio no amerita el
nales. En otras palabras, reiteramos Ia importan- hacerlos sinónimos. Del mismo modo, para deci-
cia de esclarecer en qué sentido se habla de dir si las desigualdades regionales pueden ser
desigualdades regionales (1). A veces se habla parte de las desigualdades sociales es inevitable
de las desigualdades regionales en términos del considerar Ia discusión en torno a qué es lo que
grado de atracción de un área particular y en se entiende por "desigualdades regionales"; para
relación a Ia actividad económica (es decir, en posteriormente analizar si efectivamente pueden
forma causal directa). Mientras que en otras oca- ser estudiadas como una parte de las desigual-
siones se habla de desigualdades regionales en dades sociales o no. Ahora bien, entendemos que
términos de los efectos de Ia atracción de un área, no sería posible esclarecer un concepto de des-
en estos casos, en general esos efectos se sue- igualdades regionales si no se aclara en que tér-
len expresar a través de distintos indicadores de minos se está hablando de región, y dado que Ia
bienestar social; a lo que se suman los muy di- región siempre conlleva una referencia espacial
versos contenidos otorgados al concepto de re- -por diversas que sean las conceptualizaciones
gión. adoptadas- tampoco esa parte del debate con-
ceptual es evitable (3). La vía opuesta podría ser
considerar una serie de estudios empíricos sobre
Por ejemplo, Doreen Massey establece una dife-
desigualdades regionales y analizar las tenden-
rencia entre el concepto de diferenciación espa-
cias señaladas. Sin embargo, creemos que el ries-
cial (o regional) y el de desigualdades regiona-
go de confusión sería grande, ya que posiblemen-
les, destacando el carácter histórico del segun-
te se estuviesen manejando muy diferentes con-
do. David Slater (2), luego de intentar esclarecer
cepciones de lo que es Ia región y el espacio.
el concepto de desigualdades espaciales a tra-
vés de una tipología de todas las posibles des-
igualdades espaciales, concluye con que sería Por último, resta aclarar que este trabajo no pre-
más oportuno centrar el interés por lo regional en tende alcanzar Ia compleja tarea de tender un

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Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
puente entre el concepto de desigualdades so- cuando se produjera una difusión territorial de las
ciales y el de desigualdades regionales, sino sim- relaciones capitalistas de producción, el uso dife-
plemente recuperar algunos elementos concep- rencial del territorio sería una forma de incremen-
tuales, que creemos serán necesarios para un tar las desigualdades regionales. Héctor
trabajo futuro sobre "ese puente". Sejenovich (5) ha trabajado desde esta vertiente
enfatizando Ia dimensión ecológica a través de Ia
relación sociedad-naturaleza, poniendo de mani-
1. Algunas perspectivas sobre fiesto que ciertos fenómenos -relacionados con
las desigualdades las desigualdades regionales- muchas veces
regionales suelen ser presentados como "hechos naturales"
(una sequía, un sismo, etc.), sin embargo, consi-
derarlos en esos términos sería una visión par-
A continuación se revisan muy rápidamente algu- cial ya que en muchos casos son el efecto de Ia
nas perspectivas con las que más frecuentemen- naturaleza a un cierto tipo de aprovechamiento
te se ha abordado Ia cuestión de las desigualda- de los recursos naturales. Además de ello habría
des regionales. que tener en cuenta que las formas de
enfrentarlos varían notablemente de una socie-
1.1. El capitalismo como factor de dad a otra, e incluso en una misma sociedad, va-
rían a través del tiempo. En consecuencia, vincu-
homogeneización y de lar las desigualdades regionales con este tipo de
heterogeneización de las riesgos naturales, entendiéndolos como factores
desigualdades regionales exógenos, dejaría de lado cuestiones centrales.

La relación entre el capitalismo y las desigualda- 1.2. El intercambio comercial y Ia


des regionales ha sido planteada de manera di- igualación del ingreso per cápita
recta (y en consecuencia, en términos notoria-
mente simples) desde dos visiones opuestas. Para
una de ellas, el capitalismo conduce a Ia Otro enfoque es el que se refiere a las desigual-
homogeneización de las desigualdades regiona- dades regionales a Ia luz de los intercambios
les. La segunda visión también se ha planteado comerciales. En un principio este enfoque fue
Ia relación de manera casi directa, aunque con desarrollado desde el pensamiento neoclásico
signo contrario, Ia especialización de los estrictamente económico. Los primeros aportes
ecosistemas como potencializador de las des- fueron realizados por Hecksher y Ohlin en rela-
igualdades regionales. ción con Ia distribución del ingreso a nivel inter-
nacional. Posteriormente Ia esencia de estas ideas
fue recuperada por el pensamiento económico
La primera de estas concepciones se desarrolló
neoclásico que se autodenominó "Ciencia Regio-
en los años setenta y uno de sus principales
nal", recordemos que entre sus principales repre-
defensores ha sido Francisco de Oliveira (4). La sentantes se pueden citar a Walter lsard y Harry
hipótesis central que se planteó en este caso es
Richardson. Respecto a este enfoque, Philippe
que el desarrollo del capitalismo actuaría como
Aydalot hace un análisis pormenorizado que nos
factor de homogeneización de las estructuras parece oportuno recuperar (6).
económicas al producir Ia difusión de las relacio-
nes capitalistas de producción, lo cual conduciría
a disminuir las diferencias en el "uso del espa- La hipótesis más general de este enfoque sostie-
cio", sobre todo en ausencia de grupos étnicos. ne que las desigualdades regionales se vinculan
El uso del espacio dejaría de ser fuente de iden- a Ia dotación diferencial de los factores de Ia
tidades y las desigualdades regionales perderían producción, capital y trabajo. La escasez relativa
intensidad, aún cuando no llegasen a desapare- de estos factores en algunas regiones aumenta
cer. sus precios; situación que sólo se podría salvar
con el intercambio. Este sería el motivo por el
cual las regiones "aisladas" no pueden evitar las
La segunda visión mencionada acerca de Ia rela-
desigualdades regionales, ya que por Ia situación
ción capitalismo-desigualdades regionales ha sido
de aislamiento no pueden compensar las dota-
Ia que sostiene que el capitalismo exacerba Ia ciones desiguales de los factores capital y traba-
división territorial del trabajo, tendiendo a produ-
jo, y en consecuencia, las desigualdades regio-
cir Ia especialización de los ecosistemas. Así, aún

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nales serían inevitables. En cambio, las regiones desigualdades regionales a través de Ia capaci-
"integradas" aún cuando tengan dotaciones insu- dad de los distintos subespacios para movilizar
ficientes de alguno de los recursos podrían com- sus recursos naturales, como una respuesta a las
pensar esa situación con intercambio comercial, demandas de los mercados externos. En otras
y así disminuirían las desigualdades regionales. palabras, Ia clave para el crecimiento regional
estaría en Ia capacidad de una región de produ-
cir y exportar bienes y servicios que son deman-
Algunos autores, como Jeffrey Williamson y
dados por Ia economía nacional, aprovechando
George Borts (7), también se preguntan acerca
ciertas ''ventajas comparativas" de que pueda dis-
del origen de Ia desigual dotación de los factores
poner esa región para que dicha producción se
de producción entre los diferentes subespacios.
realice con costos menores que en otros
En general, Ia respuesta coincide en aparecer
subespacios (9).
como un factor exógeno al análisis, ya que se
atribuye a Ia diferencial distribución de los recur-
sos naturales en Ia superficie terrestre; sin intro- En síntesis, esta perspectiva sostiene que Ia ex-
ducir ningún tipo de esquema teórico que dé pansión de una región se produce por Ia conver-
cuenta de los motivos por los cuales algunos gencia de una cierta oferta de recursos naturales
recursos naturales se explotan y otros no, ni de y una demanda externa a Ia región de ese tipo
por qué en algunos momentos de Ia historia inte- de recursos naturales. En consecuencia, el ori-
resa explotar ciertos recursos y en otros momen- gen de las desigualdades regionales se halla, o
tos no. bien en Ia insuficiente y/o inapropiada dotación
de recursos naturales, o en Ia forma de aprove-
chamiento de los recursos naturales.
Una particular variante de este pensamiento es
Ia que se conoce como Ia "tesis de Ia convergen-
cia", originariamente desarrollada por Williamson. 1.4. El dualismo estructural
Este autor sostiene que las disparidades regio-
nales medidas en el ingreso son típicas de las
etapas tempranas del desarrollo, mientras que en Los enfoques anteriores se pueden caracterizar
las etapas avanzadas del desarrollo los niveles por su perspectiva de corte económico mientras
de ingreso regional tienden a converger en un que el actual encuentra sus antecedentes en Ia
mismo nivel. Esto implicaría que al concebir un sociología, básicamente en lo que se ha conoci-
proceso de desarrollo de tipo lineal, a medida que do como Ia teoría de Ia modernización (10). En
se avanza, las desigualdades regionales tende- este caso, se sostiene que así como en Ia socie-
rán a desaparecer. dad y en Ia producción existen sectores tradicio-
nales y modernos, en el espacio nacional tam-
bién existen regiones con un desarrollo tradicio-
Esta tesis ha sido criticada desde varios ángulos; nal y otras con patrones de desarrollo moderno.
en términos teóricos ha recibido las mismas crí- Estas últimas son las que han adoptado formas
ticas que el conocido modelo de desarrollo de de vida de sociedades externas al país. También
Rostov, es decir, Ia concepción unilineal de dicho en este caso se defiende Ia tesis del aislamiento
proceso, Ia equiparación de los conceptos de de algunos subespacios como factor de atraso.
desarrollo y crecimiento, Ia transferencia de Ia
experiencia de los países desarrollados a los
subdesarrollados, el vacío histórico en el que se La dualidad –entre sistemas separados o aisla-
ubican estos procesos, como las cuestiones más dos– que originariamente se postula a nivel so-
esenciales (8). Además, empíricamente las dis- cial, económico y cultural, luego se transfiere
tintas experiencias nacionales tampoco parecen analíticamente al espacio. Así, se asocia lo urba-
confirmar este tipo de tesis. no con lo moderno y Io rural con Ia sociedad tra-
dicional. Se debe señalar una diferencia funda-
mental entre este enfoque y los anteriores, de
1.3. La movilización de los recursos carácter más económico. En este caso, las des-
naturales igualdades entre una región y otra se atribuyen a
estructuras internas a las regiones que dan cuenta
de una funcionalidad compleja, en un caso de
Otra línea para estudiar las desigualdades regio- tipo tradicional y en otro, de tipo moderno. En
nales ha sido Ia de Ia movilización de los recur- otros términos, las desigualdades regionales ya
sos. Este enfoque es muy cercano al anterior, ya no se atribuyen a una única variable sino a un
que explica Ia posibilidad de disminución de las

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complejo articulado de variables. Esto muestra Cabe señalar que desde esta perspectiva no se
una concepción más compleja de las desigualda- niega Ia distribución desigual de los recursos
des regionales. naturales, pero se enfatiza que Ia razón central
de las desigualdades regionales es Ia expoliación
que han hecho las regiones centrales del capital
No obstante, creemos que no es necesario des-
y Ia riqueza de las regiones subordinadas y em-
tacar las conocidas críticas que se han hecho a
pobrecidas. Un aspecto que no se puede dejar
toda Ia familia de modelos teóricos que postulan
de subrayar es que en muchos de estos análisis,
Ia dualidad como separación absoluta entre dos
las regiones son consideradas casi como actores
sistemas. Asimismo, también es importante con-
sociales, con lo cual parecería que en las regio-
siderar los problemas que entraña transferir un
nes pobres no existen grupos de status, élites de
esquema de análisis de una escala a otra, ya que
poder y sectores dominantes. De igual modo que
como han señalado numerosos geógrafos, el
en el enfoque anterior, en este caso también cabe
cambio de escala generalmente implica el cam-
advertir el problema de transferir una perspectiva
bio en Ia naturaleza del fenómeno. Este modelo
desarrollada para el análisis de las relaciones
ha sido transferido de escalas internacionales y
internacionales, a una escala intranacional, sin
nacionales a escalas subnacionales.
considerar que el cambio de escala cambia los
elementos que se relacionan y Ia forma en que lo
1.5. El colonialismo interno hacen.

La teoría del colonialismo interno utiliza elemen- 1.6. La causación circular acumulativa
tos propios del método histórico-estructural, en y el desarrollo desbalanceado
consecuencia, en este modelo Ia dimensión his-
tórica se hace central (11). Este enfoque sobre
las desigualdades regionales se aplicó particular- Tanto el modelo de Ia causación circular
mente al análisis de los países subdesarrollados. acumulativa de Myrdal como el del desarrollo
A pesar de Ia diversidad de posiciones que po- desbalanceado de Hirschman han llegado a con-
drían considerarse en esta línea, sólo menciona- clusiones semejantes al enfoque anterior, sin
mos las tesis más generales. En ellas se postula embargo parten de supuestos teóricos notable-
Ia existencia de un orden mundial y de mente diferentes. Una vez más, se trata de dos
subsistemas nacionales que se insertan en el enfoques fuertemente económicos. Básicamente,
contexto mundial como dominados o dominantes. estos modelos predicen el incremento de las
Este mismo tipo de relaciones desiguales de disparidades interregionales en los países de
dominación se repetiría dentro de cada país en- escaso y mediano nivel de desarrollo capitalista.
tre las distintas regiones o subespacios integran-
tes de las naciones. Gunnar Myrdal desarrolló su conocida teoría de
Ia "causación circular acumulativa" (12) a fines
Así, habría una suerte de colonialismo interno que de los años cincuenta. Su análisis parte de Ia re-
las regiones ricas han impuesto a las pobres, el lación entre países ricos y países pobres,
mismo vínculo de dominación (o vínculo metró- focalizándose en el nivel de desarrollo de las
poli-satélite) que opera a nivel nacional se daría fuerzas productivas y el nivel de satisfacción de
entre las regiones de un país. De esta forma, las las necesidades básicas de los habitantes. Con-
desigualdades regionales se deberían a un pro- cluye que a medida que el proceso socioeconó-
ceso histórico de explotación y dependencia a mico transcurre, el funcionamiento de las fuerzas
través del cual unas regiones tienden a profundi- de mercado produce un distanciamiento crecien-
zar sus carencias y las otras a incrementar su te entre los países pobres y los países ricos. En
riqueza. Esto muestra que el atraso de las regio- el tiempo el proceso se hace acumulativo y en el
nes más pobres se produciría por una razón espacio se hace crecientemente desigual. Esto
opuesta a Ia postulada en los anteriores enfoques, se debería a que Ia extracción de recursos de las
es decir, antes que el aislamiento y Ia falta de áreas pobres, a través del comercio internacional
vinculación con el mundo modernizado, precisa- y de las inversiones, es creciente. Luego, este
mente su vinculación con los centros dinámicos esquema de análisis es trasladado al interior de
en condiciones de subordinación sería Ia fuente los países para explicar las desigualdades regio-
del atraso. nales.

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En el centro de este enfoque está Ia idea de que el desarrollo regional -y las consecuentes
partiendo de unas ciertas condiciones diferencia- disparidades en el mismo- son efectos de las
les o "unas ventajas iniciales", las regiones más iniciativas que toma una fracción de Ia clase do-
ricas siempre tenderán a beneficiarse del juego minante cuando moviliza recursos hacia ciertas
de las fuerzas de mercado, y los efectos del regiones, para obtener su legitimación política. En
desarrollo manifestarán una tendencia a Ia con- general, el proyecto hegemónico aparece estre-
centración antes que a Ia dispersión. Así, aún chamente vinculado a un determinado crecimien-
cuando las regiones atrasadas se puedan bene- to económico de tipo sectorial y con un tipo de
ficiar con Ia adopción de tecnología avanzada, política económica ad hoc (16).
generada en las regiones modernas, predominan
una serie de fuerzas que tienden a polarizar a
En esta línea de trabajos muchas veces se habla
ambos tipos de regiones. Por ejemplo, Ia cons-
de lo regional sin que se destaquen acciones que
trucción de vías de comunicación tiende a inte-
tengan una base territorial. Se suele confundir lo
grar a las regiones atrasadas, lo que les permite
territorial con una determinada "localización" den-
acceder a Ia tecnología innovadora producida en
tro del espacio nacional. En esos casos, en los
las regiones más modemas, pero ello mismo las
que lo regional casi es una "etiqueta", es posible
constituye en dependientes de las regiones más
reconstruir el análisis explicativo omitiendo Ia di-
avanzadas a través de una relación desigual.
mensión territorial sin que el argumento pierda Ia
coherencia originaria, por ello precisamente es
En cuanto al modelo de Albert Hirschman (13), posible dudar de que este tipo de enfoques cons-
se diferencia del anterior en cuanto a que este tituyan un verdadero análisis regional. Lo regio-
autor le atribuye al Estado un papel importante nal es casi sinónimo de "sociedades locales".
en cuanto a su capacidad para disminuir las des-
igualdades regionales a través de subsidios, pro-
gramas de imposición y otro tipo de instrumentos 1.8. Los subsistemas o circuitos
afines. En cambio, Myrdal considera que si el regionales de producción y
Estado interviene en relación con las desigualda- acumulación
des regionales sólo podrá enfatizarlas ya que su
acción no va a ser ajena a Ia dinámica de las Desde esta perspectiva, Alejandro Rotman (17)
fuerzas de mercado. destaca que uno de los principales problemas de
los estudios regionales es que usualmente el
En relación a Ia influencia del Estado en las des- recorte territorial utilizado (Ia regionalización) no
igualdades regionales, no se pueden dejar de contempla los procesos socioeconómicos y polí-
considerar los aportes de Stuart Holland (14), ticos que ocurren en el territorio. En consecuen-
quien desde una postura marxista (15) plantea cia, una regionalización que contemplará estos
que las desigualdades regionales han podido ser procesos debería considerar Ia articulación entre
compensadas en cierto grado por Ia acción del los procesos que cambian y las estructuras ma-
Estado. No obstante, bajo Ia actual dominación de teriales que perduran.
las empresas multinacionales, el Estado ha-
bría visto reducida su capacidad de influir en este La propuesta de Rotman consiste en partir del
sentido. Ello hace que -para este autor- las des- proceso de acumulación, reconociendo que aun-
igualdades regionales vuelvan a emerger con que tiene Iugar a escala nacional, sus partes están
nuevas fuerzas. segmentadas regionalmente. De esta forma pro-
pone reconocer el "marco espacial específico" de
1.7. Las desigualdades regionales a los distintos eslabones productivos; con el supues-
partir de Ia sociedad política to que cada eslabón productivo impacta de una
manera particular Ia organización del espacio. En
términos operativos, lo anterior implica distinguir
Son numerosos los estudios que han ubicado el actividades dominantes en torno a las cuales se
problema de las desigualdades regionales a par- articula el proceso de acumulación. Luego, se
tir de las prácticas de Ia sociedad política. Por reconocerían las formas sociales de producción,
ejemplo, en los años setenta se hicieron trabajos por ejemplo: familiar, asalariada, mixta, etc. Esto
en los que se vinculaban las desigualdades re- último da cuenta de Ia forma en que se genera el
gionales con el "proyecto social hegemónico", excedente económico y Ia acumulación. Otra
muchas veces confundiendo lo regional con lo cuestión que se debe reconocer son las formas
nacional. Por ejemplo, Richard Willig sostiene que técnicas de producción que predominan, por ejem-

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plo se podrían encontrar empresas agrícolas ca- tudiada por geógrafos, entre ellos Doreen Massey,
pitalistas con alto índice de tecnificación. Storper, Walker, Scott y Santos (19). Este enfo-
que ha enfatizado que las condiciones bajo las
cuales se ha desarrollado Ia produccion indus-
Las combinaciones de estos rasgos permitirían
trial han conducido a patrones de distribución geo-
reconocer diferentes tipos de circuitos de produc-
gráfica especializados en forma sectorial. Así, las
ción y acumulación. La dimensión espacial de
desigualdades regionales son un efecto o resul-
cada encadenamiento o eslabonamiento se de-
tado de esos patrones especializados. Massey
nomina circuito económico de acumulación regio-
enfatiza que el proceso de acumulación capitalis-
nal; y el subsistema regional (Ia región) sería el
ta contínuamente produce el abandono de algu-
conjunto de los subcircuitos regionales que reco-
nas áreas, Ia creación de nuevas áreas de reser-
nocen alguna vinculación entre sí. Todo esto es
va de fuerza de trabajo, Ia integración de otras
una forma de reconocer agentes sociales e iden-
áreas para nuevas ramas de Ia producción, así
tificar formas de acción, aceptando que Ia capa-
como Ia reestructuración de Ia división territorial
cidad de acumulación de cada uno dependerá de
del trabajo.
Ia posición que tengan en el circuito. Esto signi-
fica que para cada uno de los agentes se reco-
nocerá el grado de dominación y dinamismo que La geógrafa británica Doreen Massey, como uno
tienen dentro del circuito, Ia forma de organiza- de los principales autores dedicados a este de-
ción social y los niveles tecnológicos con los que bate, defiende Ia idea de que Ia discusión sobre
organizan Ia producción y las ramas de actividad las desigualdades regionales debería considerar-
en las que actúan los agentes (18). las como un proceso histórico, y en consecuen-
cia dinámico. En esta visión entiende que las
desigualdades regionales pueden ser Ia respues-
La reconstrucción de las vinculaciones entre los
ta del capital a Ia diferenciación espacial. En tan-
diferentes eslabones de un circuito permitirían
to que otro aspecto del debate se refiere a Ia con-
abordar Ia cuestión de Ia forma en que se va
sideración de los efectos de tales respuestas (20).
dando Ia generación y Ia apropiación del exce-
Asimismo, rechaza Ia perspectiva que entiende
dente. En última instancia, con esta compleja
al problema de las desigualdades regionales como
metodología Rotman se pregunta quién genera
una cuestión de distribución geográfica desigual,
el excedente en cada Iugar y quién se apropia de
es decir, como diferenciación espacial. En base
él, es decir, se pregunta cómo se asigna regio-
a ello, las desigualdades regionales deberían
nalmente el excedente, para lo cual previamente
entenderse como una síntesis entre Ia división
busca conocer su magnitud.
territorial del trabajo, Ia distribución geográfica de
Ia producción y Ia diferenciación espacial. En otros
Desde esta perspectiva, las desigualdades regio- términos, las desigualdades regionales resultan
nales se explican por las formas de generación, de Ia interacción entre Ia diferenciación espacial
apropiación y utilización del excedente, ya sea y los requerimientos que en cada momento his-
dentro o fuera de Ia región, y Ia región se delimi- tórico tengan los procesos de producción, desta-
ta como el ámbito territorial de un subsistema de cando entre estos requerimientos "Ia división te-
producción-acumulación o un circuito de produc- rritorial del trabajo".
ción y acumulación.
La división espacial del trabajo por sectores in-
Una propuesta un tanto semejante ha sido desa- dustriales hizo que el problema regional se ex-
rrollada por José Luis Coraggio, bajo Ia termino- presara en relación a los problemas que afecta-
logía de "complejos territoriales", para Ia cual di- ban a los distintos sectores industriales. Por ejem-
chos complejos constituyen las unidades territo- plo, en ciertas regiones en las que predominaba
riales o regiones, también demarcadas de acuer- un cierto tipo de rama industrial, cuando dicha
do a Ia territorialidad de las cadenas de produc- rama se veía afectada por "desempleo", enton-
ción. ces el problema regional más importante se ex-
presaba en términos de desempleo. Por último
nos parece importante destacar Ia complejidad
1.9. La especialización sectorial- con Ia cual se conciben las desigualdades regio-
territorial del trabajo nales en este enfoque. Esa complejidad resulta
de Ia consideración de Ia historicidad de los pro-
Esta perspectiva de Ia especialización sectorial y
territorial del trabajo ha sido particularmente es-

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cesos productivos, del movimiento en el tiempo y cebir el espacio, aunque a su vez cada una de
también de las diferencias territoriales previas. ellas podría ser subdividida en diferentes tipos.
Estas tres formas son las siguientes (21): enten-
der al espacio como contenedor, continente o
2. Una síntesis: ¿qué receptáculo de una serie de fenómenos que se
concepto de espacio alojan dentro de él. En este tipo de perspectiva
sustenta a cada uno de los sólo caben relaciones de tipo unidireccional, ya
que el espacio sólo "contiene" elementos y rela-
anteriores enfoques? ciones. Esta visión ha sido particularmente adop-
tada por los análisis de corte económico, aunque
En los enfoques de las desigualdades regionales no exclusivamente, en donde ese continente o
de corte más bien económico, particularmente en soporte en general puede ser concebido como
el que postula Ia igualación del ingreso a través un plano homogéneo, neutro, isotrópico, igual que
del intercambio comercial, como el que sustenta un conjunto de puntos y distancias entre puntos,
las desigualdades en relación con Ia capacidad en el cual se ubican las relaciones económicas.
de movilizar recursos naturales demandados, tam-
bién los enfoques de Myrdai-Hirschman, así como
Otra perspectiva es Ia que ve al espacio como un
los postulados desde Ia sociedad política, pare-
reflejo o espejo directo de Ia sociedad que Ia
cería se sostienen en un concepto de región en
ocupa. En este caso se trata de un espacio su-
términos de un "instrumento de análisis", un re-
bordinado a otras instancias, por ello todo cam-
corte espacial que hace el investigador de acuer-
bio social se refleja automáticamente en el espa-
do a algun criterio determinado. A pesar de ello
cio. AI igual que en el caso anterior el espacio es
se podrían distinguir los dos primeros enfoques
visto pasivamente. Este enfoque ha sido particu-
de los de Myrdai-Hirschman, en cuanto a Ia for-
larmente seguido desde los análisis de tipo ma-
ma de recortar.
terialista dialécticos, tanto por los autores más
dogmáticos como por aquellos que han desarro-
Los primeros dan cuenta de regiones homogé- llado visiones materialistas de tipo crítico, como
neas, es decir definidas a partir de una variable Topalov, Lojkine e incluso, Lipietz.
escogida, mientras que los segundos (Myrdai-
Hirschman) se están refiriendo a regiones polari-
Finalmente es posible pensar en un espacio que
zadas en torno a uno o varios centros desde los
constituya una dimensión de una totalidad social,
cuales se irradian fuerzas centrífugas y hacia los
en donde el espacio carga con el peso de Ia
cuales se atraen fuerzas centrípetas. Así, Ia re-
sociedad actual que lo ocupa, pero también lleva
gión aparece como un campo de fuerzas.
consigo elementos que le han dejado los grupos
sociales de tiempos anteriores. El espacio pasa
Por otro lado podríamos reunir los enfoques de a ser entendido como una dimensión que puede
corte más o menos marxista (el capitalismo como influir en Ia sociedad, postulándose una
homogeneización, el capitalismo como especiali- interacción espacio-sociedad en los dos sentidos,
zación de los ecosistemas, el colonialismo inter- antes que como relación unidireccional. En este
no, los subsistemas o circuitos de acumulación), caso el espacio no sería concebido como un mero
así como también el dualismo estructural. En espejo que pasivamente expresa a una sociedad,
estos casos prima Ia idea de entender a Ia región ni tampoco un simple soporte.
como Ia expresión territorial de una formación
social, con Ia cual Ia región dejaría de ser un
En general, los análisis de las desigualdades
recorte analítico del investigador que se puede
regionales realizados bajo una perspectiva eco-
hacer de diversas formas, para constituir un fe-
nómica tienden a adoptar Ia primera perspectiva
nómeno real. El punto más débil de esta posición
sobre el espacio, mientras que los de corte so-
está justamente en que Ia región sería casi lo
ciológico tienden a recurrir a Ia segunda concep-
mismo que una formación social, con lo cual el
ción espacial; los análisis económicos de corte
concepto de región correría en riesgo de vaciar-
marxista también tienden a seguir el enfoque del
se de su peculiar contenido territorial.
espacio reflejo. La última perspectiva sobre el
espacio mencionada parece predominar en los
En cuanto al concepto de espacio, creemos que estudios de las desigualdades regionales realiza-
podemos distinguir tres formas diferentes de con- dos con enfoque geográfico.

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

En el cuadro que se presenta arriba hemos in- va forma de división del trabajo se sobrepone y
tentado ubicar cada una de las anteriores pers- combina con el patrón espacial producido previa-
pectivas sobre las desigualdades regionales en mente. Esta concepción de las desigualdades
una de las tres vías de acercamiento al concepto regionales y de Ia región lleva consigo el concep-
de espacio, por nosotros desarrolladas (22) y a to de espacio que hemos caracterizado como una
Ia región. dimensión de Ia totalidad social.

En síntesis, parecería que las visiones que con- Desde este enfoque las desigualdades regiona-
ciben a Ia región como un instrumento analítico les no llevan Ia carga valorativa que en general
del investigador coinciden con Ia concepción del se les atribuye en los planteamientos que sólo
espacio como receptácula; mientras que quienes las ven como reflejo de las desigualdades socia-
visualizan a Ia región como formación social co- les. Por ejemplo, otro autor que asume una posi-
inciden en una perspectiva del espacio como ción cercana a Ia de Massey es Milton Santos,
reflejo. quien sostiene que las desigualdades regionales
no sólo no podrían desaparecer, sino que aún
cuando llegásemos al socialismo, las desigual-
Por su parte, Ia visión de Massey sobre las des-
dades regionales deberían aumentar, ya que si
igualdades regionales se plantea desde Ia con-
Ia meta fuera Ia distribución rápida de los resul-
cepción de Ia región entendida como una cons-
tados del trabajo colectivo, entonces para distri-
trucción histórica a través de Ia relación espacio-
buir en el corto plazo habría que utilizar lo más
sociedad. De esta forma, Ia inclusión de Ia
apropiadamente cada parte del territorio. Eviden-
historicidad permite darle un Iugar destacado en
temente que ello implicaría organizaciones dife-
el análisis a Ia división territorial del trabajo, que
renciales entre las distintas partes del territorio,
se hace compleja por el hecho de que cada nue-

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
es decir, incrementar las desigualdades regiona- se ha erigido en una nueva moralidad igualmen-
les para disminuir las desigualdades sociales (23). te universalizada.

Así, parecería que abordar el problema de las De acuerdo a Milton Santos, este proceso de
desigualdades regionales desde este tipo de pers- mundialización se hace posible debido a Ia con-
pectiva geográfica, para Ia cual el espacio puede vergencia de tres fenómenos. Estos son: la uni-
concebirse como diferentes tiempos materializa- cidad de Ia técnica, Ia unicidad del tiempo y Ia
dos y hechos "tiempo presente", permite incorpo- unicidad de lo que mueve a este proceso. AI
rar más satisfactoriamente Ia cuestión del cam- hablar de Ia unicidad de Ia técnica se refiere a
bio social dado a través de Ia mundialización, que se ha llegado a Ia existencia de un único
como un proceso que puede estar redefiniendo modelo tecnológico: se podría decir que en todos
Ia cuestión de las desigualdades regionales. los lugares están presentes los mismos conjun-
tos de tecnologías, aún cuando el grado de com-
plejidad de las mismas pueda variar.
3. Las desigualdades
regionales en Ia
Este rasgo, Ia unicidad de Ia técnica, de acuerdo
globalización a Santos trae como consecuencia que también
los tiempos se unifiquen, siempre haciendo refe-
Hasta aquí hemos revisado los enfoques más rencia al tiempo dado por Ia técnica dominante.
frecuentes sobre las desigualdades regionales; De esta forma, aparece el fenómeno de Ia simul-
luego revisamos las concepciones de Ia región y taneidad, incluso a escala mundial. Es posible
del espacio que residen en cada uno de estos pensar que Ia simultaneidad existía antes de Ia
enfoques. Ahora entramos a Ia cuestión de Ia mundialización, pero Ia simultaneidad actual co-
globalización, siempre a Ia luz de las desigualda- bra nuevo contenido, en el sentido en que si siem-
des regionales. En este sentido, a continuación pre era posible Ia ocurrencia de fenómenos si-
hacemos una breve referencia a Io que estamos multáneos, éstos eran independientes entre sí.
entendiendo por globalización desde una pers- En cambio, con Ia mundialización y Ia unicidad
pectiva territorial, para pasar a considerar algu- de Ia técnica, lo que se hace posible es que en
nas cuestiones sobre el problema de las desigual- distintos lugares ocurran eventos simultáneos e
dades regionales ante el anterior proceso macro. interdependientes (25).

3.1. La globalización La cuestión de Ia simultaneidad se relaciona di-


rectamente con el papel creciente de Ia informa-
ción, de los flujos de información. No obstante,
En buena parte del pensamiento social actual aunque los flujos informacionales pueden alcan-
parecería haber consenso en cuanto a que asis- zar a todo el territorio, no sirven a toda Ia pobla-
timos a procesos de transformación global que, ción.
aún cuando puedan tener una componente eco-
nómica relativa a las transformaciones en los
procesos de producción, involucran prácticamen- Siguiendo al mismo autor, en Ia que también
te todas las esferas de Ia vida social, Ia cultural, coinciden otros (26), actualmente los flujos de
lo político, Ia vida cotidiana, etc. Algunos autores información serían mucho más importantes en Ia
sostienen que estos procesos podrían ser enten- configuración del territorio que los flujos de mate-
didos como Ia constitución de un verdadero "sis- ria, al punto que estos serían los que están de-
tema mundial" (24), o como una base más avan- terminando Ia forma en que se jerarquizan los
zada que Ia simple intemacionalización. espacios. Un ejemplo de ello sería el renovado
interés por las denominadas ciudades mundiales
(27), coincidiendo en general con las capitales
La mundialización impone a todos unos cambios, que aparecen más insertas en Ia red mundial que
como los ajustes económicos, de Ia sociedad, de estructura ese "sistema mundo", del que habla
las costumbres. Por ello, Ia mundialización se Wallerstein.
expresa en Ia universalización de Ia producción y
de los intercambios, del capital, del trabajo, de
los precios, de Ia cultura, de los modelos de vida Otro aspecto de Ia unicidad de Ia técnica es que
social, del consumo, de una ideología mercantil, hace posible Ia fragmentación de los procesos
de una racionalidad al servicio del mercado, que productivos a escala internacional. A su vez, ella

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
se expresa en Ia especialización regional de las cias (29), cuanto más se mundializan los lugares
actividades, especialización de los territorios. Las más se tornan singulares, específicos y únicos.
regiones se configuran en base a una nueva di- En este sentido, el estudio de lo regional puede
visión territorial del trabajo. La especialización se asumir Ia meta de comprender cómo diferentes
hace tan compleja como diversificada es Ia pro- maneras de un mismo sistema se reproducen en
ducción, pero Ia especialización requiere de Ia distintas regiones del globo, dadas sus
complementariedad, y ella enfatiza Ia circulación especificidades, como una misma forma de pro-
dentro de un "mercado mundial", único pero dife- ducir se ubica en distintas partes del mundo (como
renciado. diferentes geografizaciones).

Finalmente, Santos destaca que el tercer factor Doreen Massey sostiene que Ia actual división
que hace posible Ia mundialización es que todo territorial del trabajo implica una forma diferente
el proceso se mueve en función de un único de utilización de Ia diferenciación espacial por
"motor", que es Ia racionalidad del mercado, cuyo parte del capital, Ia principal diferencia con res-
funcionamiento requiere de "competitividad" y "flui- pecto a Ia anterior "especialización espacial sec-
dez"; ambas condiciones con fuertes expresiones torial" radica en los siguientes aspectos (30):
regionales (28). La fluidez implica terminar con
obstáculos a Ia circulación, Ia competitividad se
- No se trata de una división geográfica de tipo
expresa en Ia especialización de los distintos
sectorial sino de una división intrasectorial del
subespacios, que se fragmentan en Ia especiali-
trabajo dentro del proceso global de produc-
zación. Esas especializaciones regionales llevan
ción de cada capital individual.
consigo nuevas formas de división territorial del
trabajo. En este sentido, los distintos lugares, las
regiones, se constituyen en territorios organiza- - Las desigualdades regionales pasan a ser
dos de maneras muy diferenciales, es así que algo inherente a esta división del trabajo, y
las desigualdades entre una región y otra se no una "consecuencia" como ocurría con Ia
incrementan. división geográfica de tipo sectorial.

En última instancia, Ia heterogeneidad en cuanto - Las condiciones regionales (y las desigualda-


a Ia forma en que se organizan las regiones pue- des regionales) son más dependientes de los
de ser vista como una dimensión más del proce- cambios económicos externos; aunque en
so de "heterogeneización" que domina al mundo cierta forma con Ia división sectorial también
actual. Ia eran, sin embargo, Io que es más caracte-
rístico de Ia situación regional bajo esta for-
ma de división territorial del trabajo es que
3.2. El problema regional y Ia las posibilidades de generación de empleo
globalización local son más reducidas, mientras que Ia pro-
babilidad de extracción de los beneficios ha-
Hoy el mundo se encuentra organizado en cia el exterior parecería mayor por tratarse
subespacios articulados dentro de una lógica glo- de producciones con poco arraigo local.
bal, por Ia que parecería difícil o muy limitado
hablar de circuitos regionales de producción; más De acuerdo a Massey actualmente las regiones se
bien parecería necesario interrogarse acerca de pueden caracterizar en tres tipos principales, que
nuevos tipos de circuitos espaciales de produc- son los siguientes:
ción, para los cuales ya no es necesaria Ia con-
tinuidad espacial. El problema de Ia continuidad
de los espacios regionales -que tanto preocupó - Regiones con economías muy abiertas y con
a los regionalistas de principios de siglo- hoy un alto grado de integración respecto a otros
pierde relevancia, o al menos su significado es sistemas económicos, con procesos de pro-
puesto en tela de juicio, debido a que los flujos ducción muy automatizados. Estas regiones
de información y de materia construyen espacios constituyen espacios fuertemente articulados
articulados pero discontinuos territorialmente. a nivel mundial a través de flujos de informa-
ción y flujos de materia. En general, se trata
de espacios que no contaban con una fuerte
Las regiones aparecen como distintas versiones tradición industrial.
de Ia mundialización, que profundiza las diferen-

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
- Las regiones en las cuales los procesos de entre regiones van a estar muy estrechamente
producción no están totalmente automatiza- asociadas a las desigualdades en los niveles de
dos, en general aparecen como áreas reduci- integración o exclusión respecto a las relaciones
das a tareas de ensamblaje. Estas regiones mundializadas.
parecen corresponder con viejos centros
concentradores de fuerza de trabajo, que
Las formas diferenciales de organización de los
actualmente están en proceso de recomposi-
espacios están expresando diferencias territoria-
ción.
les en torno a lo que podría considerarse un cri-
terio para expresar las desigualdades regionales,
- Las regiones metropolitanas de máxima je- en función de Ia mundialización. Este criterio es
rarquía urbana, generalmente capitales nacio- el de "integración-exclusión", es decir que sería
nales, en las que comienzan a concentrarse posible preguntarnos por las desigualdades en-
las tareas de control de Ia distribución de Ia tre regiones que se integran y regiones que que-
producción, gestión, investigación y desarro- dan excluidas del "sistema-mundo". Esto implica
llo, así como funciones financieras muy es- un cambio significativo con respecto a Ia forma
pecializadas. de considerar tradicionalmente las desigualdades
regionales, vale decir, como desigualdades en Ia
organización de distintos territorios integrantes de
La comprensión de estas condiciones requiere de
un mismo espacio nacional.
Ia consideración de todos los elementos que in-
tegran el territorio, desde los que se pueden ex-
presar en los indicadores más simples y frecuen- En una segunda instancia, es posible considerar,
tes hasta los que requieren de construcción ana- en el caso de las regiones que se integran al
líticas más complejas. Algunos autores destacan espacio mundial, en qué condiciones se produce
Ia necesidad de recurrir, por ejemplo: a Ia cons- Ia integración. Así, aparentemente, habría regio-
trucción de tipologías de los capitales, tipologías nes que se integran al espacio mundial a través
de las tecnologías, de producciones, de empre- de los flujos de información, que permiten Ia vi-
sas, de instituciones, calidad y naturaleza de los gencia de Ia simultaneidad entre espacios frag-
flujos, captación de los circuitos espaciales de Ia mentados, mientras que otros espacios se inte-
producción, peso de los componentes técnicos gran a través de Ia reconversión de procesos de
modernos en Ia producción, relaciones de traba- producción más tradicionales, y en donde Ia inte-
jo. La relavancia de considerar este tipo de ele- gración va acompañada de Ia contiguedad terri-
mentos sólo aparece si se las analiza en conjun- torial. Entendemos que estas son formas analíti-
to. Desconocer estos procesos, e intentar seguir cas de preguntarnos por las desigualdades entre
midiendo diferencias entre regiones a partir de regiones, que hoy pueden resultar más fructífe-
los indicadores tradicionales que recortan de ras que hacerlo en función de diferencias entre
manera precisa un elemento de Ia realidad para niveles de ingreso o ingreso per cápita.
su medición, muy posiblemente no nos permitiría
captar esta complejidad de procesos que están
Otra cuestión que habría que tener en cuenta es
ocurriendo en los distintos "lugares".
que aún cuando las desigualdades "entre" regio-
nes se incrementen, ello no necesariamente im-
Para concluir podemos decir que, si nos remiti- plica que los sistemas redistributivos de Ia rique-
mos al contenido estricto de Ia región como un za muestren patrones crecientemente desiguales
espacio organizado de una manera propia, sobre entre las distintas regiones. Por ejemplo, las
todo en relación con las actividades que se de- empresas multinacionales que conducen el pro-
sarrollan en él, ante los procesos de globalización- ceso de mundialización parecen crear en muy
mundialización parecería que las desigualdades diferentes regiones burguesías transnacionales e
regionales -es decir, las desigualdades entre re- instituciones de semejante naturaleza, que repro-
giones- tienden a incrementarse por Ia segmen- ducen patrones de consumo, patrones culturales,
tación, fragmentación y especialización de Ia pro- entre otros, en diversos espacios, que a pesar
ducción, ya que ello implica formas de organiza- de no ser contiguos espacialmente pueden estar
ción territorial muy diferenciadas. Así, si analiza- interconectados, incluso simultáneamente.
mas las desigualdades en regiones integrantes
del espacio mundial globalizado, y no simplemente
En síntesis, aún cuando las desigualdades regio-
dentro de un espacio nacional, las diferencias
nales (es decir, entre las regiones) se incremen-

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
ten, no necesariamente ocurre lo mismo con las ron a Ia regionalización a través de los ámbitos
desigualdades sociales entre regiones integradas territoriales de los circuitos de producción y acu-
al espacio mundial de los flujos. Los sistemas mulación (31). En el contexto empírico que nos
redistributivos de Ia riqueza dentro de cada una planteamos, utilizar una regionalización de ese
de las regiones integradas, parecerían incremen- tipo muy fácilmente trascendería las fronteras
tar las desigualdades sociales en el interior mis- nacionales en relación con Ia fragmentación de
mo de estas regiones integradas al espacio mun- los procesos de producción a nivel internacional,
dial, aunque los patrones de distribución de Ia particularmente en zonas como Ia Frontera Nor-
riqueza (es decir, los patrones que nos permiten te, tratar de medir desigualdades regionales en
identificar las desigualdades sociales) dentro de esas condiciones implicaría considerables dificul-
las regiones integradas parecerían reproducirse tades metodológicas.
en unos y otros subespacios, del espacio mun-
dial.
Por otra parte, plantearnos comparaciones entre
espacios regionales -en términos de mínimos de
AI vincular estas reflexiones teóricas -cuyo refe- bienestar o en términos de atracción- en el con-
rente empírico es Gran Bretaña- con el proceso texto nacional, tendría una utilidad limitada, en
de apertura económica de México, con los cam- vistas a que muchos de los espacios regionales
bios en los procesos productivos, aparece un se integran a espacios internacionales en forma
interrogante, que nos interesa abordar en este creciente.
trabajo, que se refiere a ¿cómo se articulan o
bien, cómo se superponen los dos patrones terri-
En este contexto, interesa indagar si las compa-
toriales de división del trabajo? Asimismo, nos pre-
raciones regionales -para detectar las desigual-
guntamos si los nuevos patrones de división del
dades regionales- se pueden seguir haciendo
trabajo, que conllevan una notoria pérdida de
"hacia adentro", o bien si deberían combinar me-
control local en las áreas más integradas, traen
canismos de contrastación "hacia adentro y
un incremento de las desigualdades regionales o
hacia afuera". Es en este nivel en donde apare-
bien: ¿si es que sigue siendo pertinente pregun-
cen los problemas metodológicos que nos llevan
tarnos por Ia cuestión regional en términos de
a preguntarnos si sigue siendo relevante hablar
desigualdades regionales como una conceptuali-
de desigualdades regionales y en qué perspecti-
zación posible de medir a través de mecanismos
va puede seguir siendo relevante el tema de las
concretos? Este último interrogante se sustenta
desigualdades regionales. Evidentemente que
en las crecientes vinculaciones internacionales de
este tipo de interrogantes no pueden ser ajenos
las regiones.
al concepto de región que se maneje, entre otros,
si Ia región va a ser considerada un espacio de
Por ejemplo, algunos autores (Alejandro Rotman), escala subnacional o no.
para medir las desigualdades regionales recurrie-

Notas

(1) Parafraseando aquí a Doreen Massey (1979). sobre desigualdades sociales y género: antes de
"In what sense a regional problem?", Regional analizar Ia relación entre desgualdades y género, se
Studies, vol. 13, Pergamon Press, Great Britain, pp. debe analizar el concepto mismo de género, cómo
233-243. evolucionó desde el de sistema patriarcal al de rela-
ciones de género.
(2) Slater, David (1975). "Underdevelopment and
spatial inequality'', Progress in Planning, vol. 4, part. 2. (4) Oliveira, Francisco (1977). Elegía para uma
re(li)giao, Editora Paz e Terra, Sao Paulo.
(3) En última instancia, esto mismo sucede en otros
temas vinculados a las desigualdades sociales, por (5) Sejenovich, Héctor y Vicente Sánchez (1978).
ejemplo, para esclarecer el concepto de desigual- "Notas sobre naturaleza-sociedad y Ia cuestión regio-
dades sociales es necesario indagar el debate sobre nal en América Latina", en: Coraggio, José Luis et
"justicia social", sobre "sentimientos de privación re- al. (editores). La cuestión regional en América Lati-
lativa", etc. Otro ejemplo se puede hallar en el tema na, IIED América Latina-CIUDAD. Quito, pp. 107-152.

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
(6) Aydalot, Philippe (1985). Economie Regionale et (18) Rotman. Alejandro (1984). "Subsistemas espa-
Urbaine, Economica, París. p. 487. lsard, Walter ciales y circuitos de acumulación regional", Revista
(1975). Introduction to Regional Science, Englewood lnteramericana de Planificación, SlAP, vol. XVIII,
Cliffs, New Jersey. Richardson, Harry (1969). Regio- Nº 70, Junio, México, pp. 42-61.
nal Economics, Location Thecry, Urban Structure and
Regional Change, World University, London, p. 443. (19) Storper, Michel (1990). "Industrialization and the
regional question in the third world: lessons of
(7) Williamson, Jeffrey (1965). "Regional inequality postimperial ism; prospects of Post-fordism",
and the process of national development, Economic International Journal of Urban and Regional
Development and Cultural Change, vol. XIII, Nº 4, Research, vol. 14, num. 3, september, pp. 423-444.
parte II, julio. Borts, George (1960). "The equalisation Scott, A. J. (1988). Flexible production systems and
of returns and regional economic growth". American regional development: the rise of new industrial
Economic Review, junio. spaces in North America and western Europe",
International Journal of Urban and Regional
(8) Slater, David (1975). op. cit. Research, vol. 12, num. 2, june, pp. 171-186. Amin,
(9) Perloff, Harvey and Lowdon Wingo (1964). "Na- Ash and K. Robins (1990). "The re-emergence of
tural resources endowment and regional economic regional economies? The mythical geography of flexi-
growth", Regional Development and Planning, ble accumulation", Environment and Planning D:
Cambndge, p. 224. Society and Space, vol. 8 (1), pp. 7-34.

(10) Germani, Gino (1976). Urbanización, desarrollo (20) Massey, Doreen (1981). "Regionalismo: Algums
y modernización; un enfoque histórico y comparati- problemas atuais", Espago e Debates, Nº 4, Ed. Neru,
vo. Bilbioteca de Psicología social y sociología, Se- Sao Paulo, pp. 50-83. Massey, Doreen (1988). "O
rie mayor, Nº 63, Paidós, Bs As, 307 p. legado perdura: a impacto do papel internacional da
Gra-Bretanha em sua geografia interna", Espaço e
Germani, Gino (1980). El concepto de marginalidad;
Debates. Nº 25, Sao Paulo.
significado, raíces históricas y cuestiones teóricas,
con particular referencia a Ia marginalidad urbana. (21) Hiernaux, Daniel y Alicia Lindón (1993). "EI
Coleccion Fichas. Nº 29, Nueva Visión, Bs As, 110 p. concepto de espacio y el análisis regional", Revista
Secuencia: Revista de historia y ciencias sociales,
(11) González Casanova, Pablo (1963). "Sociedad
Nueva Epoca, Nº 25, enero-abril, lnstituto Mora,
plural, colonialismo interno y desarrollo", América
México, pp. 89-110.
Latina, año 6, Nº 3, pp. 15-32.
(22) Este cuadro se deriva de una interpretación
(12) Myrdal, Gunnar (1959). Teoría Económica y
que hemos realizado a partir de una reflexión previa
regiones subdesarrolladas, Fonda de Cultura Eco-
acerca de estas tres formas de ver el espacio, que
nómica, México.
por el objetivo mismo de este trabajo creemos que
(13) Hirschman, Albert (1961). La estrategia del de- no correspondería expresar en forma más extensa
sarrollo económico, Fondo de Cultura Económica, que lo que se ha hecho. Sin embargo, interesa en-
México, p. 210. fatizar que no pretende ser más que una interpreta-
ción personal (con ciertos fundamentos), en otras
(14) Holland, Stuart (1976). Capital versus Regions, palabras, no se pretende obtener "consenso".
McMillan Press, Nueva York.
(23) Santos, Mmon (1986). "Problemas de Ia plani-
(15) Aunque algunos autores, como Doreen Massey, ficación urbana y regional en América Latina", en:
ponen en duda que el análisis de Holland pueda ser Panadero, Miguel, John Coley Milton Santos (edit.).
caracterizado como "marxista". Urbanización, subdesarrollo y crisis en América La-
tina, Seminario de Geografía, Albacete, pp. 115-126.
(16) Willig, Richard (1966). Urban organization and
urban rural relations; a case study of polarized (24) Wallerstein, lnmanuel (1991). Geopolitics and
development in El Salvador. Doctor of Philosophy in geoculture. Essays on the changing world-system,
City and Regional Plannning. University of California Cambridge University Press, Cambridge, p. 242.
Berkeley, 219 p. Wallerstein, lnmanuel (1996). El liberalismo, hoy, Siglo
XXI, México, 268 p. También: Santos, Milton (1990).
(17) Rotman, Alejandro (1974). Desigualdades re- "Modernización, media técnico-científico y urbaniza-
gionales y concentración económica, Colección ción en Brasil", Anales de Geografía de Ia Universi-
Planteos, SlAP, Buenos Aires, p. 150. dad, julho-dezembro, Sao Paulo, pp. 7-17. Santos,
Milton (1991 ). "A revoluçao tecnológica e a territorio:
realidades e perspectivas", Terra Livre, Nº 9, julho-

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¿En qué sentido las desigualdades regionales?
Daniel Hiernaux y Alicia Lindón

 
 
dezembro, Sao Paulo, pp. 7-17. Santos, Milton listas. Sin embargo, esas "otras racionalidades" aún
(1993). "A aceleraçao contemporâmea: Tempo mun- no muestran Ia capacidad suficiente como para ex-
do e espaço mundo", O Novo Mapa do Mundo, Fim presarse en Ia organización regional del territorio. Son
de Século e Globalizaçao, Hucitec-Anpur, Siio Paulo, las racionalidades que muchas veces rigen Ia coti-
pp. 15-22. Castells, Manuel (1985). Hight Technology, dianeidad de los individuos, o al menos se Ia dispu-
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402. Beaud, Michel (1987). Le systeme national- (30) Massey, Doreen (1979). op. cit. pp. 233-243.
mondial hierarchisé, Maspero-Agalma, París. Santos, Massey, Doreen (1981). op. cit. pp. 50-83. Massey, D
Mitton (1991). op. cit. pp. 7-17. and R. Meegan (1978). "Restructuring vs. the Cities",
(25) Ibid, 7-17. Santos, Milton (1993). op. cit., pp. 15- Urban Studies, vol. 15, Nº 3. Massey, Doreen (1988).
22. op. cit.

(26) Castells, Manuel (1985). op. cit. Castells, Ma- (31) Esta metodología ha sido aplicada en relación
nuel (1989). op. cit. Hiemaux, Daniel (1994). "Tempo, al Chaco algodonero argentino, por Alejandro Rotman
espaço e apropiaçao social do território: rumo a y Nora Márquez. Con algunas variantes también ha
fragmentaçao na mundializaao?", en Santos, Milton sido aplicada par José Luis Coraggio en relación con
et al. (ccmp.) Território, globalizaçao e fragmentaçao, los sistemas azucareros en Nicaragua. Los antece-
edit. Hucitec-Anpur, Sao Paulo, pp. 85-101. dentes se hallan en los trabajos de Pablo Levin de-
sarrollados para el Consejo Nacional de Desarrollo
(27) Jones, Emrys (1990). Metropolis, the world’s (CONADE) de Argentina y aplicado en el Alto Valle
great cities, Oxford University Press, Oxford, p. 228. del Río Negro (Argentina). La presentación de Ia
Bennet, Jacques (1994). Les grandes métropoles metodología se puede consultar en: Rotman, Alejan-
mondiales, Nathan Université, París, 192 p. dro (1984). op. cit pp. 42-61. También en: Coraggio,
José Luis (1987). "Los complejos territoriales dentro
(28) Evidentemente, también son muy importantes las del contexto de los subsistemas de producción y
otras racionalidades, no instrumentales, no fina- circulación", Textos, Nº 2, CIUDAD, Quito.

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