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Curso de pedagogía y didáctica

Módulo 1
Fundamentos de Pedagogía

Tema 1
Concepto de educación y de relación pedagógica

Jesús Manso
Bianca Thoilliez

Escuela de Educación - Centro de Altos Estudios Universitarios OEI


Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

Introducción y justificación del curso ANOTACIONES

El presente curso tiene como principal objetivo una actualización en dos ámbitos
complementarios: el de la pedagogía y el de la didáctica. Precisamente sobre es-
tas dos grandes cuestiones se organizan los seis temas o unidades didácticas que
componen el curso. Los tres primeros temas se agrupan en el módulo denominado
“Fundamentos de Pedagogía” y los tres segundos lo hacen en el módulo de “Funda-
mentos de Didáctica”. El primero de ellos tiene un enfoque más teórico y el segundo
más aplicado. Uno y otro se necesitan.

Suele ser habitual que los docentes somos animados a cambiar ciertas metodologías,
a diseñar el proceso de enseñanza-aprendizaje con novedades respecto a años ante-
riores, etc. y, sin embargo, pocas veces somos conscientes de las bases teóricas que
sustentan esos cambios. El módulo de pedagogía pretende responder precisamente
a esta necesidad. Partimos de la convicción de que los cambios en las aulas deben
partir de una buena formación y sustentación teórica por parte de los docentes.

Sin embargo, esta teoría de poco sirve si no se aplica de forma real. La didáctica es
quien mejor pone en contacto la teoría y la realidad de los centros. Así, el segundo
módulo (y los tres temas que lo componen) pretenden ayudar a los profesores en
el diseño y desarrollo del conjunto del proceso de enseñanza-aprendizaje; lo que
debe incluir también los procesos de seguimiento y evaluación de los aprendizajes
de nuestros estudiantes.

Los temas que configuran el módulo de Fundamentos de Pedagogía son:

»» Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica


»» Tema 2. Modelo de aprendizaje por competencias
»» Tema 3. Principios de innovación educativa

Los temas que configuran el módulo de Fundamentos de Didáctica son:

»» Tema 4. Definiendo la didáctica y el diseño instruccional


»» Tema 5. Diseño y desarrollo de propuestas didácticas
»» Tema 6. Seguimiento y evaluación de los procesos de aprendizaje

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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

1.1. Introducción y objetivos

Analizar teóricamente los términos es un paso necesario para delimitar cuál es su


significado. En el campo de la pedagogía resulta fundamental conocer cómo tiene
lugar el proceso por el cual la información se transforma en conocimiento y como
de la adquisición de conocimientos pasamos a hablar de educación. Una educación
que para poder recibir dicho nombre, debe implicar, “además de conocimientos,
actitudes y hábitos, competencias relativas a las actividades internas y externas
del educando” (Touriñán, 2014, p. 3). La pregunta acerca de qué es la educación,
cuál es el sentido y propósito de la educación, acompañan desde hace siglos a la
humanidad.

En la apreciación contemporánea de esta pregunta, se considera como especial-


mente influyente la aportación de Richard S. Peters quien en el 1966 publica Ethics
and Education. Ahí, indica que la educación se encuentra lógica o conceptualmente
conectada con aquello que es susceptible de ser universalizable o generalizable,
teniendo por tanto un valor intrínseco, en el sentido de que la importancia de la
educación no se deriva de algo más o algo distinta de ella misma. La educación solo
lo es en un sentido pleno cuando es abordada como un fin en sí misma y no como un
medio para una ulterior finalidad (Marples, 2010, p. 36). Una posición que no exime
de analizar las razones por las que conviene y es deseable educar a los otros, más
allá de los beneficios que en sí mismo aporta a la persona que está siendo educada.
Pues bien, en este primer tema, nos ocuparemos de abordar los siguientes objetivos
de aprendizaje:

»» Situar el origen etimológico de la “educación” y definiciones actuales.


»» Analizar las propiedades del hecho educativo.
»» Conocer cuáles son los ámbitos y las modalidades de la educación.
»» Examinar los aspectos fundamentales de la relación educativa.
»» Reconocer la dimensión comunicativa como constitutiva de la relación peda-
gógica.

1.2. Desarrollo de contenidos

1.2.1. Origen etimológico y definiciones de educación

Gracias al análisis etimológico, podemos conocer el origen de las palabras que


utilizamos. Aunque el significado de las palabras puede, y de hecho suele, cambiar
con el paso del tiempo y de su uso, saber cuál o cuáles eran los sentidos originales
de las palabras que hoy empleamos habitualmente puede ayudarnos a comprender
parte del significado que hoy les reconocemos. El término “educación” es un caso
singular, un perfecto ejemplo de cómo una palabra puede cambiar de significado a
lo largo del tiempo, pero de la que explorar su raíz etimológica puede ayudarnos a
entender mejor qué queremos decir hoy cuando hablamos de “educación” (García
Amilburu y García Gutiérrez, 2012).

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Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

Así, el término “educación”, proviene de dos términos de la tradición latina: ANOTACIONES


educare y educere. El primero de ellos, educare, hace referencia a la actividad
de alimentar, cuidar de, criar, conducir o guiar. Esto es, proporcionar lo necesaria
desde fuere. Podría entonces decirse, que la raíz etimológica de educare acentúa
una perspectiva de la educación que pone el acento sobre el importante papel del
educador. La necesidad de su presencia para que la educación (entendida, como
señalábamos, como actividad de conducción o guía) tenga lugar. Por su parte, el
segundo término, educere, hace referencia a la actividad de extraer, cultivar, o sacar
de dentro a fuera algo que ya está inicialmente ahí. En este caso, podría decirse
que la raíz etimológica de educere acentúa algo más la autonomía del educando,
puesto que pone en el centro del sentido de la actividad de educar la naturaleza,
condiciones y posibilidades de quien se educa.

La historia del pensamiento y los avances educativos han progresado, en buena me-
dida, partiendo de alguna de estas dos grandes vías de comprensión del fenómeno
educativo: más centrados en la tarea del educador, quien educa (educare), o más
centradas en el educando, en quien se está educando (educere). Ambos términos, sin
embargo, implican en su significado una relación educativa que es intersubjetiva. Es
decir, que en el centro del significado de la educación se sitúa la idea fundamental de
que esta es un tipo de relación donde dos “subjetividades” diferentes en cualidad,
la del educador y la del educando, se encuentran e interaccionan.

Junto con la tradición latina a la que nos acabamos de referir y que es de la hereda-
mos estrictamente la etimología del término “educación”, el concepto de educación
que manejamos en la actualidad en nuestro contexto cultural ha recibido la influencia
conceptual de otras dos influyentes tradiciones pedagógicas: la griega y la alemana.
Aunque la etimología es latina, la significación del concepto de “educación” se ha
visto influida por lo que han aportado estas dos tradiciones filosóficas.

Así, de la tradición griega hemos recibido el sentido del término paideia, que origi-
nalmente significaba la educación como la formación del niño, pero subrayando la
dimensión comunitaria del proceso, el papel de la tradición y la propia comunidad
en la constitución del proceso educativo. De alguna manera, nos ha aportado la
connotación de formación cívica y moral del ciudadano con que hoy identificamos,
también, a la actividad de educación. La educación como expresión del esfuerzo
de una comunidad por conservar y transmitir sus principales valores y realizaciones
culturales. Por otro lado, de la tradición alemana hemos recibido el sentido del
término bildung, que se identifica con la idea de formación cultural. Hace referencia
a la cultura que adquiere una persona como resultado del proceso de formación en
los contenidos de una tradición en particular. Lo interesante de este término es que
bildung hace referencia tanto al proceso por el que se asimilar la cultura, como a
la cultura en cuanto patrimonio personal.

Otra manera de acercarnos al significado del concepto de educación, es atendien-


do a las definiciones que diferentes autores han formulado. Siguiendo el trabajo
de recopilación que realizaron García Carrasco y García del Dujo (1996), podemos
encontrarnos los siguientes tipos de definiciones:

»» Definiciones que hacen referencia al objetivo ideal de la educación. Por ejem-


plo: “Educación es dar al cuerpo y al alma toda la belleza y toda la perfección
de que son susceptibles” (Platón).

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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES »» Definiciones que resaltan el papel del agente educador. Por ejemplo: “La
educación es la operación por la cual un espíritu forma a otro espíritu y un
corazón forma a otro corazón” (Simon); “La educación es un conjunto de ac-
ciones voluntarias por las que un hombre trata de elevar a su semejante hasta
la perfección” (Marion).
»» Definiciones que resaltan su calidad de proceso específicamente humano. Por
ejemplo: “Educación es el desenvolvimiento armónico de las facultades física,
intelectuales y morales” (Denzel).

Una definición del concepto de educación que recoge bien la complejidad que,
como estamos viendo, encierra su significado, es la que nos presente Fernando
Savater en su libro El valor de educar (2004). Savater define la educación en los
siguientes términos:

“Educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata


de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas
(símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos…) que pueden ser sa-
bidos y merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos
a otros por medio del conocimiento” (p. 19).

¿Por qué elegimos esta definición? Como decíamos, recoge bastante bien la comple-
jidad que hoy entendemos encierra el proceso y la actividad de educar:

»» Se considera la idea de “educación” como una “creencia”. La educación se ma-


nifiesta confirmada por convicciones y valores que pueden o no ser diferentes, a
veces contrapuestos. Esto confiere al proceso educativo de una especial densidad
moral. Además, la educación en cuanto proyectada al futuro, es intencional:
es una actividad consciente y deliberada.
»» Se destaca el “contenido de la creencia”, la noción de perfectibilidad humana:
la posibilidad de que mediante la educación pueda alcanzarse la plenitud. El
contenido en que se concreta esa idea de plenitud y realización (individual y
social) está sujeta a cambios históricos y culturales, pero puede afirmarse que
presenta un carácter acumulativo. Construimos sobre lo ya descubierto y, a
pesar de los cambios que puedan producirse, existen ciertos valores que tien-
den a perdurar, a ser más estables y a generar un acuerdo más generalizado.
En cualquier caso, aunque acumulativo, la construcción de la idea de bien y la
identificación de que los valores y estilos de vida que son mejores o peores que
otros, no es lineal ni su crecimiento es constante.
»» Se señala la necesaria interacción entre lo biológico (como “capacidad innata”)
y lo cultural (como el “deseo”, expresado y condicionado en factores como la
motivación, el interés, etc.). Se trata de una interacción nuclear en la actividad
de enseñanza: ser cuidadosos sobre el modo en que interactúan estos dos ele-
mentos y establecer así las mejores condiciones para que la interacción redunde
en beneficio del proceso formativo del educando. Hacerlo, además de mejorar
la eficacia (la consecución de los objetivos y el desarrollo de las competencias
que sean en cada caso), es expresión del respeto a la dignidad y características
individuales del educando. Es una manera de “hacerle justicia”, en el sentido
de darle un trato ajustado a quién es y lo que necesita.
»» Se manifiesta que existen elementos suficientemente valiosos en la civilización
como para que merezca la pena transmitirlos de una generación a otra. Alude
con ello a la necesidad pedagógica de la tradición y la transmisión. La influen-

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Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

cia de las tradiciones griega y alemana que vimos antes con sus conceptos de ANOTACIONES
paideia y bildung se hace aquí evidente.
»» Se defiende la relacionalidad humana: las personas no podemos educarnos en
soledad. La consideración del encuentro intersubjetivo al que alude la tradición
latina con los términos educare y educere (que vimos son el origen etimológico
de nuestro término “educación”). Reconocer el encuentro en sí y la participa-
ción en el mismo de subjetividades, viene a subrayar la dimensión ético-moral
de los procesos educativos.

1.2.2. Propiedades del hecho educativo

Del análisis de la definición de Savater, es posible también identificar cuáles son las
tres propiedades fundamentales del hecho educativo. Cuando hablamos de “propie-
dades del hecho educativo”, nos estamos refiriendo a las características que hacen
a la actividad de enseñanza, genuinamente distinta de otros tipos de actividad. Así,
puede señalarse que el hecho educativo tiene: un carácter intencional, un carácter
relacional y un carácter ético-moral (García Amilburu y García Gutiérrez, 2012).

Con respecto a su carácter intencional, cabe decir que la intencionalidad educa-


tiva se expresa en dos ámbitos. Por un lado, tenemos la intencionalidad educativa
personal, que hace referencia tanto a la conciencia del propio educando sobre su
proceso educativo (incluso cuando es este quien dirige el proceso, en cuyo caso sería
más apropiado hablar de autoeducación), como a la intencionalidad del educador
(quien, por ejemplo, planea y ejecuta su intervención de manera deliberada). Por
otro lado, podemos hablar también de la intencionalidad educativa colectiva, que
se refiere a la posibilidad de que una determinada comunidad proyecte su voluntad
educadora. Un ejemplo contemporáneo y muy concreto de esta “intencionalidad
educativa colectiva”, la creación y dirección de centros educativos y la existencia
de un sistema educativo de asistencia obligatoria. La reflexión sobre los valores en
que se fundamenta esta intencionalidad educativa (ya sea personal o colectiva),
es uno de los aspectos que, precisamente, hace tan importante la reflexión ética.
Atendiendo a su carácter relacional puede afirmarse que la educación es un en-
cuentro de dos subjetividades, donde una (el educador) trata de guiar o influir en
la mejora y crecimiento de otra (el educando). En este sentido, el carácter rela-
cional del hecho educativo puede considerarse desde una doble perspectiva. Por un
lado, se trata de un encuentro intergeneracional, puesto que son las generaciones
presentes adultas o más formadas las que tienen la responsabilidad de educar a
los “recién llegados” (en un ciclo que representa simultáneamente la continuidad
y la renovación de la comunidad que acoge este encuentro); pero por otro lado, y
no menos importante, se trata de un encuentro intrageneracional, puesto que la
educación siempre depende de la presencia de un “otro”, de un igual, con quien
comunicarse y convivir (esta es una consideración especialmente importante cuando
hablamos de procesos de “educación informal”).

Y, por último, en lo que respecta a su carácter ético-moral, y aunque las otras dos
dimensiones son también importantes para justificar la reflexión ética en el ámbito
de la pedagogía, este representa una propiedad del hecho educativo por derecho
propio. Este carácter puede observarse desde dos perspectivas. Por un lado, la
educación implica la búsqueda de la plenitud personal y, por tanto, el esfuerzo por
lograr estilos de vida valiosos. Dado que, como ya se ha señalado, no existe acuerdo
unánime sobre el contenido concreto de esos estilos de vida valiosos, ni cuáles son las

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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES mejores formas de conseguirlos; se hace necesario reflexionar continuamente sobre


las formas de educación y las finalidades educativas más deseables y humanizadoras,
respetando proyectos diferentes del propio. Por otro lado, el carácter moral viene
determinado por el encuentro de dos libertades, la libertad del educando y la del
educador, y la responsabilidad que cada uno de ellos asume en el uso de su libertad
en la configuración de la relación educativa. Dedicaremos una parte importante
de la asignatura a explorar este carácter moral singular de la relación educativa.

1.2.3. Ámbitos y modalidades de la educación

A finales de la década de los setenta del siglo XX surgen numerosas críticas acerca
del monopolio de la escuela como ente educativo. Estas críticas argumentaban que
en la sociedad existían, además de la familia y la escuela, otros entornos e insti-
tuciones desde los que se generaban también formas educativas. Esta situación ha
conducido a que hoy exista una gran diversidad de instituciones educativas, que
pretenden cubrir la necesidad permanente de educación que requiere una educa-
ción como la actual.

Resulta ya una idea plenamente asumida en el contexto pedagógico, que la escuela


no tiene, ni en realidad ha tenido nunca, el monopolio de lo educativo, puesto que
en la sociedad podemos encontrar, además de la escuela y de la familia, toda una
serie de entornos e instituciones desde los que la educación es posible. Y es que la
educación, entendida como una acción intencional que se planifica hacia la mejora
y perfeccionamiento de un sujeto en sus dimensiones individual y social, no está
circunscrita a ninguna esfera en particular. Lo que hace que una acción cualquiera
sea educativa, es que comparte unas finalidades, implique una serie de contenidos
a interiorizar y suponga algún aprendizaje para aquél que se está educando. Y esto
puede lograrse en diferentes situaciones y contextos. Asumir esta idea, ha llevado
a que en los contextos pedagógicos hablemos de tres ámbitos educativos:

“a) Educación formal: es la impartida en el sistema educativo oficiali-


zado por el Estado. O sea, es la educación cuyo proceso concluye con
la adquisición de un título oficial. Tiene objetivos, es intencional y
sistemática y, por tanto, está planificada.
b) Educación no formal: cubre toda actividad educativa que está or-
ganizada, que es sistemática e intencional, pero que está impartida
fuera del marco del sistema formal para suministrar determinados
tipos de aprendizaje (…). No proporciona titulaciones académicas de
validez oficial.

c) Educación informal: hace referencia a aquellos procesos gracias a los


cuales cada persona adquiere y acumula conocimientos, habilidades,
actitudes y criterios a través de las experiencias cotidianas y de su
relación con el medio (…) [No tienen] intencionalidad ni tan siquiera
conciencia de que la situación es formativa” (Colom, Domínguez y
Sarramona, 2011, pp. 16-17).

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Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

Los criterios que, con arreglo a esta definición, diferencian a cada uno de estos ANOTACIONES
tres universos educativos son:

»» La intencionalidad educativa por parte de quien planifica la acción de formación,


presente de manera explícita en los casos de educación formal y no formal, y
ausente en los casos de educación informal.
»» La validez jurídica de las titulaciones que se ofrecen en los casos de educación
formal frente a los de educación no formal e informal.
»» Además, la educación formal se establece bajo un marco legislativo que impo-
ne una serie de limitaciones y obligaciones que no se dan en la educación no
formal, ni por supuesto en la informal.

Desde algunas perspectivas, se considera que estos tres tipos de educación no de-
ben ser considerados como entidades o compartimentos estancos, sino como modo
predominante. En realidad una situación educativa puede ser predominante en
uno de estos tres tipos de educación, adoptando secundariamente procedimientos
propios de las dos restantes.

A continuación se detallan las diferencias significativas entre las tres modalidades


(educación formal, no formal e informal):

Cuadro 2: Relación entre educación formal, no formal e informal

ED. FORMAL Escuelas gradua- Títulos oficiales Grupo de Iguales


das

ED. NO FORMAL Enseñanza siste- Actividades extra- Participación


mática no escolar curriculares

ED. INFORMAL Enseñanzas de Instrucción pa- Experiencias de la


medios y ambien- ternal vida cotidiana
tes externos

La educación no formal es claramente flexible, está continuamente cambiando


de métodos, técnicas y estrategias utilizando una gran variedad de estos mismos,
dándose en infinidad de situaciones y contextos. Éstos se pueden dar en diferentes
lugares como campamentos, talleres, actividades al aire libre etc.

Herrera (2006) apunta al respecto que es una formación continua y voluntaria, por
lo que la motivación de los alumnos/as es imprescindible para poder ser llevadas a
cabo, obligando a los diferentes proyectos a esforzarse por ser atractivos y lúdicos.
Necesariamente se tienen que adaptar a los intereses y necesidades de los propios
alumnos/as que reciben este tipo de educación, teniendo muy en cuenta también el
contexto donde se realiza. Se utilizan diversidad de medios y recursos para llevarlo
a cabo. Por otro lado, en gran medida se caracterizan por ser actividades partici-
pativas. También se llevan a cabo en un ambiente relajado, en la mayoría de las
ocasiones ajenos a un aula, creando un clima o espacio idóneo para el aprendizaje.
Estas son las características que identifican, quizá desde un punto de vista teórico,
la educación formal, ya que este mismo autor apunta que en muchos casos puede
manifestarse este contexto como una práctica reglada, sistemática, intencionada
y planificada.

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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES Se apunta a menudo que el criterio de la formalidad metodológica, de las actividades


formales y tradicionales, es un criterio diferenciador entre la educación formal y
la educación no formal; sin embargo, Jaime Trilla (1986), uno de los teóricos de la
educación que más ampliamente ha analizado los problemas de delimitación con-
ceptual entre los ámbitos de posible desarrollo de la educación, viene a decir que
esto no se cumple siempre. La razón que da para ello es que, por un lado, podemos
encontrarnos campamentos de verano, escuelas de danza o academias de idiomas
(pertenecientes al ámbito de la educación no formal) que, sin embargo, ponen en
marcha prácticas totalmente tradicionales, y metodologías nada innovadoras. Y, por
otro lado, podemos encontrarnos profesores dando clases en contextos tradiciona-
les como la escuela (perteneciente al ámbito de la educación formal) empleando
metodologías alternativas, propias de otros contextos. La idea es que el espacio
no crearía el carácter de la actividad, sino que es la actitud del educador la que
crea el espacio educativo.

1.2.4. Aspectos fundamentales de la relación educativa

La relación educativa como relación entre educador y educando, no se agota en


la transmisión de contenidos. Tiene una dimensión ética propia de todo encuentro
entre educador y educando, de hecho, es tan importante porque puede afirmarse
que la educación es un fenómeno que se configura de manera práctica en forma de
relación personal intersubjetiva (García, Jover y Escámez, 2010).

Un hecho que nos lleva a considerar algo fundamental: no toda relación humana
es educativa. En nuestra vida mantenemos relaciones de muchos tipos (relaciones
profesionales, relaciones amistosas o relaciones amorosas) cuyos códigos y sentido
no deben ser confundidos con los específicos a la relación netamente educativa.
Así, en el marco de la acción pedagógica hablamos de relación educativa para
describir el tipo de interacciones y vinculaciones que surgen entre los distintos
agentes educativos.

Y es que la relación educativa constituye una forma particular de relación de ayuda


que busca la plenitud del educando. En primer lugar, por ser una relación de ayuda,
se trata de un tipo de relación de dependencia, en la que una parte se presenta más
frágil que otra. Un hecho que la convierte, de suyo, en una relación que es asimé-
trica, puesto que no es una relación entre iguales. Esto nos lleva a la cuestión de la
vulnerabilidad pedagógica del educando, la cual, al encontrarse en un contexto de
dependencia y asimetría, debe protegerse de dos peligros fundamentales: primero,
la dominación que puede suponer el adoctrinamiento y, segundo, la pretensión de
neutralidad educativa o inacción que conduce al permisivismo.

Es por esto que para la definición de la relación educativa, la intencionalidad del


educando resulta tan importante, puesto que en ella quedan retratadas sus pre-
tensiones y, al mismo tiempo, impide entender la relación como un puro encuentro
intersubjetivo. La relación educativa implica (y exige) algo más del educador, in-
troduciéndose, como consecuencia de sus especiales características, dos tensiones
fundamentales.

La primera de ellas implica el binomio “autoridad versus libertad”. La libertad del


educando hace que se deba contar con él, con su capacidad de participación en
el proceso educativo, para que asuma cada vez más responsablemente las riendas

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Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

de su educación. Pero, al mismo tiempo, existen tres potenciales abusos en el ANOTACIONES


ejercicio de la autoridad por parte del educador. Por un lado, que el educador se
tenga como causa única del aprendizaje y como único centro de decisiones dentro
del aula; por el otro, que el docente entienda la eficacia en la tarea encomendada
como la consecución de unos resultados simplemente externos; y, finalmente, que
el educador carezca de interés por conocer a sus alumnos, al no tener presente que
estos poseen una conciencia y una personalidad propias.

La segunda de las tensiones implicadas en la relación educativa se concentra en el


binomio “autonomía versus cuidado”. La cuestión es que fomentar la autonomía no
sólo depende del proceso educativo, sino del necesario desarrollo psico-biológico
del educando.

La autonomía no es sólo una finalidad educativa, sino un concepto vinculado al


desarrollo humano y que, por lo tanto, no se alcanza espontáneamente, sino con
el cuidado que el adulto presta al niño. Un cuidado que, a su vez, no es sólo físico,
sino educativo, ético. Y es que la autonomía es expresión de libertad del educando,
pero, al mismo tiempo, el cuidado manifiesta la responsabilidad del educador hacia
esa libertad incipiente.

1.2.5. La dimensión comunicativa de la relación educativa

El proceso comunicativo entre profesorado y alumnado no es en absoluto lineal,


sino que es un proceso complejo, fluido y difícilmente previsible (García, Gonzál-
vez, Vázquez y Escámez, 2010). Y es que la educabilidad presupone el carácter
constitutivamente dialéctico entre el individuo y el entorno cultural, social y físico.
Hablamos de educación (intencional) cuando estamos ante un proceso por el que
se ayuda el educando a situarse, interpretar y actuar en el mundo, siendo así la
educación es un acontecimiento que sucede en el marco de las relaciones inter-
personales y con el medio.

Desde bebés, aprendemos a través de la interacción, exploración, manipulación,


experimentación y descubrimiento que se producen cuando nos relacionamos con
los objetos, los adultos, los iguales, nuestras propias sensaciones y percepciones.
El aprendizaje y la educación a todas las edades implican siempre algún tipo de
acción, de relación, de participación, de encuentro: de comunicación. La labor
educativa no se reduce por tanto a la mera aplicación del programa curricular, sino
que consiste, básicamente, en un proceso comunicativo que facilita el intercambio
y el desarrollo integral del alumnado. De ahí que pueda afirmarse que la acción
comunicativa es el principal medio del que se vale la educación para promover los
cambios que pretende.

Así pues, en las relaciones educativas es fundamental que tanto docente como
educando estén dispuestos a poner en común, a dejarse afectar y participar del
proceso comunicativo. Una condición que se traduce en la necesidad de que ambos
escuchen lo que el otro puede aportar y expresen aquello que su experiencia y cono-
cimiento puede también enriquecer, cuestionar o apoyar lo que se está comunicando.
También es fundamental que se dé una aceptación mutua para que el proceso de
enseñanza-aprendizaje pueda tener lugar, de modo que el educador sea percibido
por los educandos como una persona que les ayudará a conseguir sus objetivos de

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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES aprendizaje y logre que sus alumnos respondan activamente a su “invitación”, de


manera que colaboren en el proceso de aprendizaje.

Para ello, el educador debe crear situaciones comunicativas que se conviertan en


recurso educativo de calidad: (i) fomentar la participación, (ii) cultivar la curio-
sidad, (iii) alentar la modificación de interpretaciones, (iv) estimular la búsqueda
de argumentos, (v) buscar activamente significados compartidos, (vi) descubrir lo
menos aparente en cada uno, (vii) dirigirse al encuentro con el otro con la mirada
amorosa que acoge al otro en sus limitaciones y potencialidades.

Así, el profesorado que dinamiza auténticas situaciones comunicativas es aquel


que realmente colabora en los procesos que permiten al alumnado hacer uso de su
capacidad de aprendizaje, que se siente responsable de conseguir la unión entre
los procesos vitales de su alumnado y los contenidos curriculares. Es un tipo de do-
cente que está interesado en crear una comunicación fluida que permite la escucha
de las necesidades y los intereses del alumnado, evitando quedarse atrapado en
redes de pensamiento rígido, lineal, y simplificador. Por eso es tan importante que
la educación actual modifique de forma radical el clásico esquema basado en la
relación unidireccional emisor-mensaje-receptor:

»» El educando debe dejar de estar en una posición de recepción clásica, para ser
invitado a la creación, a dotar de sentido el mensaje a través de su interacción.
»» El docente debe evitar enviar mensajes intocables y, en su lugar, ofrecer un
abanico de elementos y posibilidades.
»» El mensaje debe presentarse como un elemento abierto y dinámico porque lo
que se busca es responder a los deseos de quien lo consulta.

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Tema 1. Concepto de educación y de relación pedagógica

1.3. Mapa conceptual. ANOTACIONES

1.4. Palabras clave.

Socialización: proceso a través del cual las personas aprendemos e interiorizamos,


a lo largo de nuestras vidas, las características socioculturales de nuestro ambiente
y los integramos en la estructura de nuestra personalidad. Todo ello, con el con-
curso de las experiencias y la influencia de los agentes sociales, de manera que nos
adaptamos al entorno social en el que vivimos. Diferenciamos entre socialización
primaria (tiene lugar en la primera infancia seno familiar, siendo sus miembros los
principales agentes de influencia) y socialización secundaria (proceso que acom-
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Curso de pedagogía y didáctica. Módulo 1. Fundamentos de Pedagogía

ANOTACIONES paña al contacto y aprehensión que la persona hace de los códigos y hábitos de los
entornos en los que se desenvuelve).

Instrucción: acción de instruir o instruirse que se diferencia de la educación en la


medida en que esta abarca la formación de todo el sujeto, es más completa. La
instrucción hace referencia a la formación intelectual, a la actividad del alumno,
no sólo en cuanto que aprende unos contenidos, sino de una cierta forma o modo
de aprender, las relaciones que establece, las operaciones que lleva a cabo para
dicho aprendizaje, cómo integra y elabora lo aprendido.

Filosofía de la educación: campo académico que se ocupa del estudio filosófico de


la educación, sus fundamentos y de sus problemas, generando teorías explicativas
y/o normativas de la educación basadas en asunciones metafísicas, epistemológicas
y axiológicas concretas.

Deontología profesional docente: conjunto de consideraciones, principios y normas


que guían y orientan la práctica profesional docente en aquellas cuestiones de es-
pecial densidad moral, como la relación con los alumnos, la responsabilidad hacia
las familias, las obligaciones para con la propia profesión y la rendición de cuentas
ante las administraciones escolares.

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