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Centro de Postgrados
Antecedentes
…“Es el lugar de los sueños…donde podemos forjar nuestra historia…” Esta frase dicha
por un habitante de la Vega (Cauca) sobre el territorio y una centena más, surgidas en el año
2015, en medio de las jornadas comunitarias para la identificación del Enfoque Territorial
en el marco del Proyecto - Cicaficultura2 como uno de los objetivos de la línea de
investigación Agroecología (Componente: Territorios Cafeteros sustentables), de la cual hice
parte como investigadora; detonó mi interés por los abordajes que con sus palabras, sus
pensamientos y sus sentires construyen las comunidades a cerca de la noción de territorio.
1
La presente propuesta se ha elaborado tomando como referentes los esquemas propuestos por la FCCEA de
la Universidad del Cauca y ante todo, los aportes proporcionados por el profesor Eduardo Restrepo en su
documento “Elaboración de un proyecto de investigación”, Universidad Javeriana, 2009.
2
El Centro de Investigación, Promoción e Innovación Social para el Desarrollo de la Caficultura Caucana –
Cicaficultura- es un proyecto en construcción, que nace al interior de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios del
Desarrollo de la Universidad del Cauca y el Comité Departamental de Cafeteros y posteriormente es financiado por el
Sistema Nacional de Regalías. El interés del centro es investigar el tema del café desde lo social, donde los actores claves
son los caficultores, sus familias, saberes y prácticas, por este motivo el trabajo está enfocado en cuatro líneas
fundamentales: Economía Social y Solidaria, Agroecología y Autonomía Alimentaria, Educación Intercultural y
Comunicación Intercultural. Este proceso que inició en el 2014 busca contribuir al bienestar de los caficultores del
departamento, donde sus ideas han estado presentes en el proceso investigativo, gracias a espacios consolidados como
mingas de pensamiento, cartografía social, visitas a fincas, foros y talleres, que dan los insumos necesarios para pensar en
este nuevo Centro como una realidad de gran impacto en la región. Recuperado en:
http://cicaficultura.blogspot.com.co/p/comunicacion.html
A este proceso laboral, confluyeron de igual forma las discusiones y aprendizajes
construidos colectivamente en el espacio académico de la Maestría de Estudios
Interdisciplinarios del Desarrollo, lo que me permitió ampliar lo conocido y poner en
conversación lo expuesto desde la academia sobre territorio, con lo que se estaba diciendo
desde lo local, es así como se genera el antecedente inicial de esta propuesta de
investigación dirigida a la Maestría en mención.
3
Contrato: 41346/2017 Contratista: Claudia María Hurtado Triviño Producto: DOCUMENTO LINEAMIENTOS
PARA LA INCORPORACIÓN DEL ENFOQUE SOCIO-TERRITORIAL AL ESQUEMA DE ORDENAMIENTO
TERRITORIAL DEL MUNICIPIO DE TOTORÓ
Problema de investigación
La cordillera central y la cuenca alta del río Cauca, a la altura de lo que ahora es el
departamento del Cauca, ha albergado desde mucho antes de la época colonia a pueblos
originarios que marcaron hitos por sus procesos incansables de lucha emancipadora.
Resguardados por los cerros Pan de Azúcar, Guanacas, Puzná y Gallinazo, y abrazados por
las vertientes de arroyos y ríos como el Cofre, el Palacé y Las Piedras, los habitantes de ese
territorio reconocido como Municipio de Totoró desde 1835, resistían en el marco de las
confederaciones indígenas, la envestida de los invasores que arrasaba y subordinaba todo a
su paso, suplantando tradiciones, devastando visiones de mundo y territorios a la par que
implantaba con terror esquemas de explotación y cristianización como los llamados
“pueblos de indios” y la “gran hacienda agrícola o ganadera”.
Las 42.198 hectáreas que abarcan la municipalidad de Totoró, ubicadas entre los 2º38´de
latitud norte y 2º15´ longitud Oeste, (Cauca, 2012 falta página) dan lugar a diversas zonas
de vida, pisos térmicos y coberturas que recrean ecosistemas desde el sub-andino hasta el
páramo, siendo escenario de una amplia diversidad biofísica y productiva, que encuentra su
igual en el amplio número de seres distintos que lo habitan, tornándolo en un contexto
intercultural constituido y constitutivo de la diferencia.
“[…] en el ámbito nacional, las luchas de los sectores populares empiezan a tener
fuerza […] Las luchas obreras jalonan las de los sectores indígenas y
campesinos, generando así importantes coordinaciones. En este ambiente se crea
la Confederación Obrera Nacional, cuyo vicepresidente fue Manuel Quintín
Lame. [De igual forma]…se constituye el Partido Comunista, que a su vez y con
el apoyo del Partido Liberal, conforma la Confederación de Trabajadores de
Colombia (CTC), la cual enfila sus esfuerzos en buscar afiliar trabajadores,
campesinos e indígenas. Se organizan las Ligas Campesinas, impulsadas por el
Partido Comunista con el beneplácito del Gobierno de López Pumarejo, desde
donde organizan la lucha agraria el movimiento indígena y campesino del Cauca.
Los conflictos rurales de los años 30 y 31 estuvieron relacionados con tres
aspectos fundamentales:
- El trabajo en las haciendas, donde los campesinos reclamaban el
derecho a cultivar café en sus parcelas, que no era permitido por los
terratenientes.
- El cuestionamiento por parte de los campesinos de la validez de los
títulos de propiedad de los terratenientes ausentes, para lo que recibieron apoyo
del abogado Jorge Eliécer Gaitán.
- Los conflictos en regiones indígenas del sur del Tolima, norte del Cauca
y Sierra Nevada de Santa Marta. (Nasa, 2018 Falta página)
Pero estas alianzas, fueron diseminándose en la medida de las luchas particulares, es decir,
los indígenas encaminaron sus acciones a la recuperación de tierra para los resguardos
soportados en una distinción: “los que invaden y los que recuperan: invaden los campesinos
blancos o negros, pero los indígenas recuperan sus tierras ancestrales” (Nasa, 2018 Falta
página) categorización, en la que pudo tener asiento la fractura de las relaciones y la
generación de fragmentaciones y divisiones, tornándose en conflictos interculturales. Por
otro lado, las comunidades campesinas formularon sus planes campesinos, en aras de
mantener sus convicciones y reivindicaciones frente a la tenencia de la tierra.
La relevancia del municipio de Totoró como contexto intercultural sujeto del presente
análisis, radica en lo anteriormente expuesto y en la diversidad de su estructura poblacional,
pues además de ser un territorio en donde cohabitan indígenas y campesinos, al interior de
la población indígena se ven representados cinco pueblos constituidos en el mismo número
de resguardos: Novirao, Paniquitá, Totoró, Polindara y Jebalá. Todos con procesos de vida
diferenciados, que asumen cada uno de forma particular, la relación con la presencia
campesina.
Objetivo general
Objetivos específicos
Justificación
Totoró ha sido el escenario para que pueblos indígenas y campesinos desplieguen día a día
la cotidianidad de sus vivencias, y para que a partir y a pesar del conflicto, sigan
estructurando espacios donde las luchas reivindicativas por el territorio y la autonomía
avancen aún con perspectivas diferentes; por esta razón es primordial no olvidar que
“dentro de las posibilidades de trasformación es fundamental reconocer los caminos de
acción emprendidos desde comunidades locales, las cuales más allá de elaboradas teorías
políticas han enfatizado una defensa de sus espacios vitales. (…) Reconocer las
concepciones territoriales centradas en el lugar es tener la posibilidad de abrir el camino
hacia la defensa de la vida como oposición a la mercantilización capitalista. (Corredor,
2014:66)
Teniendo como perspectiva las posibilidades de transformación
planteadas por Corredor (2014), se hace decisivo generar canales de
incidencia en los procesos de desarrollo propuestos por la Nación
Colombiana, pues aun cuando el país dentro del marco normativo y
constitucional, contempla procesos de ordenamiento territorial y
planificación participativos consagrados entre otros, en la ley 388/97,
estos ejercicios de planificación del estado se quedan cortos, pues se
hacen en función de un instrumento para administrar, pero no generan
espacios consistentes de dialogo y de generación de acuerdos
comunes.
Para encaminar el análisis de Totoró como escenario intercultural que se expresa en las
diversas formas de pensarse la vida en el territorio, cabe anotar que las comunidades
indígenas ahí asentadas, plantearon un proceso organizativo que se consolidó en el
reconocimiento de una estructura territorial propia como lo es el resguardo y por
consiguiente de sus formas de gobierno y de su autonomía. Y que por su parte, las
comunidades campesinas han empezado a construir un proyecto del campesinado como
sujeto de derecho, con formas territoriales construidas en la perspectiva de las zonas de
reserva campesina; este proyecto se ha visto de cierta manera relegado por el
empoderamiento indígena, situación generadora de la emergencia de conflictos.
Es posible que estas dos concepciones territoriales se perciban más distantes o contrarias de
lo que se refleja en el ejercicio de los controles comunitarios, de los principios, los ejes
articuladores y las perspectivas territoriales, debido a que la identidad y la dimensión
cultural se han puesto por encima de las opciones de diseñar colectivamente propuestas
territoriales interculturales. En esa perspectiva, es importante visibilizar y poner en
conversación las concepciones que los dos procesos tienen sobre el territorio, y evidenciar
como dentro de cada una de esas perspectivas, hay proyectos económicos, productivos,
sociales y culturales que aspiran a garantizar la calidad de vida de la gente.
Consideraciones teóricas
La categoría más amplia que pretende abordar este marco conceptual es la de territorio a la
cual se irán incorporando en el ánimo de dar cumplimiento a los objetivos propuestos, el
abordaje que ha hecho el estado colombiano con relación al territorio como espacio de
gestión local en el marco de la política pública, reconociéndole como otro actor en la esfera
territorial, cuyas disposiciones mediante la implementación de las leyes y normas ha
tramitado en palabras de Serge, (2011:23) “su proyecto desarrollo y modernización, es decir
su proyecto de civilización”, desplegando al territorio “como una posibilidad de control,
apropiación y organización en función de los intereses del mercado global […tratando] de
valorar cómo en las diferentes semántizaciones del territorio surgen los dispositivos de
poder mediante los cuales se impone una lectura que desconoce, subordina o subalterniza
otras lecturas territoriales…” (Corredor, 2014:55).
Esta lectura de igual manera, debe permitir evidenciar que como refiere Corredor al
departamento del Cauca, Totoró “tiene a su interior una serie de visiones sobre el territorio
que no se agotan en los niveles y ritmos de crecimiento o en el mercado como único
portador de un camino al progreso; pues muchas de esas territorialidades se han
desconocido […] por contener visiones de mundo más enfocadas a la construcción de lugar
desde sus propios sentidos de vida.” (Corredor, 2014:63)
La reflexión y el relacionamiento de estas categorías me permitirán, generar una base
conceptual para desarrollar el tercer objetivo, pues serán generadoras de un panorama y
soporte conceptual, que dé pie a la profundización en el análisis de las diversas
concepciones de territorio presentes en el Municipio de Totoró; y de identificar, cómo sobre
éstas se puede fundamentar la 'emergencia política de la subaltenidad' que construya
procesos de desarrollo territorial a partir del Agenciamiento como modo de gestionar su
posibilidad de ser en el territorio. Así pues, se pretende realizar el abordaje conceptual.
Este caminar por diferentes posturas que desde la academia se han generado tras la noción
de territorio y sus diversas configuraciones, son abordadas aquí, en el marco de un proceso
social estructurado y arraigado a las dinámicas propias del Departamento del Cauca. (Sosa,
2012)
Es importante tener en cuenta de igual manera, que existen diferencias en los conceptos de
espacio y territorio. En este sentido, (Ghul 2000), plantea que el espacio es entendido
“como la expresión geográfica tridimensional con su contenido biótico y abiótico que
existe en forma natural y que se transforma a lo largo del tiempo”. Por otro lado, el
territorio se considera como la plataforma sistémica que sirve de soporte a las actividades
sociales, culturales y productivas, y al mismo tiempo como contenedor de una cultura
propia que se traduce, mediante prácticas sociales e históricas, en costumbres, lenguajes,
historias, incluso bienes y servicios fuertemente ligados a la cultura.
Explica el historiador Javier Maderuelo, que el espacio en relación con el término “sitio” o
“lugar” cuando es ocupado por algo, se convierte en “espacio significante”()… Así, el
concepto de territorio, en tanto evidencia expresiva, adquiere una concepción
fenomenológica desde la pertenencia e interacción corporal a un lugar. (Maderuelo en
Delgado Ríos, Morales Carrillo, & Rodríguez Rodríguez, 2013:8).
Estos conceptos y otros, como región y bioregión, han sido generados en la búsqueda de la
categorización del territorio, en tanto es un ente que se transforma en experiencia,
constituido y constitutivo del devenir histórico de las comunidades. Estos conceptos han
buscado hacer divisiones territoriales de acuerdo a diferentes propósitos, como la
concreción de procesos de análisis de configuraciones territoriales a partir de dinámicas
económicas, productivas, políticas, etc.
Frente a esto surge lo propuesto en el tercer objetivo de esta idea de investigación: Analizar
las concepciones y percepciones que hay sobre el territorio en las comunidades habitantes
de Totoró. Esta labor que se inició con el desarrollo de las jornadas participativas en el
marco del acuerdo referenciado anteriormente, con el Programa Conjunto de Naciones
Unidas y La Alcaldía de Totoró en el año 2016, se pretende profundizar, incorporando
nuevas perspectivas como la ontológica, propuesta por Escobar o la de “interculturalidad
crítica” que como plantea Dietz, (2017:194) citando a Walsh: “profundiza en la naturaleza
histórica y estructural de las desigualdades (imperiales, Coloniales, etcétera) que moldea la
diversidad cultural actual e identifica a los actores colectivos que pueden transformar las
relaciones asimétricas, no de manera individual sino sistémicamente, mediante el
desarrollo de nuevos canales de participación, y de nuevos marcos jurídicos para el
reconocimiento de nuevas instituciones y/o identificaciones poscoloniales.
Considero que la propuesta metodológica fundamentada en los controles comunitarios y
los principios etnobiologicos de Toledo, (1996) es una puerta de entrada para dar alcance a
éste objetivo y para construir una lectura territorial comunitaria que permita “explicar el
papel de los entornos en que están insertas las comunidades y del espacio social como
factor de desarrollo (…) permeable a las nociones de gobernabilidad (interacción y
regulación entre los actores, instituciones y Estado) y de concertación social o
coordinación de intereses de actores en un espacio determinado que es el territorio”
(Schneider & Peyré Tartaruga, 2006:71)
Es por eso que como parte constitutiva de la intención investigativa, se adopta como teoría
y como generadora del método, la propuesta que hace Victor Toledo en “Principios etno-
ecológicos para el desarrollo sustentable de comunidades campesinas e indígenas” cuyo
planteamiento se amplía a continuación:
Se puede definir un desarrollo comunitario sustentable como aquel proceso de carácter
endógeno por medio del cual una comunidad toma (o recupera) el control de los procesos que
la determinan y la afectan. Es posible distinguir hasta seis diferentes tipos de procesos (véase
abajo).
Toma del control territorial
Ello implica el deslinde de la superficie que le corresponde, el establecimiento de sus límites,
el reconocimiento de su territorio por parte del Estado y de las comunidades o propietarios
vecinos, etc” (Toledo, 1996: 2). Además de asumirlo como lo plantean Shejtman y Berdegué
(2004) para el DTR como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez
expresan una identidad y un sentido de propósitos compartidos por múltiples agentes públicos
y privados.
Uso adecuado de recursos naturales
Se refiere a los recursos naturales como “la flora, fauna, suelos, recursos hidráulicos, entre
otros que forman parte de su territorio. Ello se logra a través del diseño y puesta en práctica de
un plan de manejo de los recursos naturales, capaz de normar y regular las actividades
agrícolas, pecuarias, forestales y pesqueras que la comunidad realiza. Dicho plan de manejo
implica la elaboración de un diagnóstico, un inventario, y de ser posible, la elaboración de un
Sistema de Información Geográfica, por medio del cual se logre evaluar la oferta ecológica de
los recursos del territorio de la comunidad” (Toledo, 1996:2).
Regulación de intercambio económico
Es decir, “la regulación de los intercambios económicos que la comunidad y sus miembros
realizan con el resto de la sociedad y con los mercados locales, regionales, nacionales e
internacionales, conforman la toma del control económico. Ello implica el enfrentar de manera
comunitaria los fenómenos económicos externos que afectan la vida productiva de la misma,
tales como las políticas de fijación de precios (por el mercado o por el Estado), las políticas
macroeconómicas, los subsidios, impuestos, préstamos, etc. Ello supone atenuar los
mecanismos que afectan, inhiben e incluso castigan la esfera productiva de la comunidad”
(Toledo, 1996:2), además de la diversidad en actividades productivas y económicas (agrícolas,
pecuarias, comerciales, entre otras).
Toma del control social
Está relacionado con “el incremento de la calidad de vida de los miembros de la comunidad es
una tarea central de todo desarrollo comunitario, y ello conforma la toma de control social.
Esto incluye aspectos tales como la alimentación, salud, educación, vivienda, sanidad,
esparcimiento e información” (Toledo: 1996:2).
Toma del control cultural
“Implica que la comunidad tome decisiones que salvaguarden sus propios valores culturales,
incluyendo la lengua, vestimentas, costumbres, conocimientos, creencias, hábitos, etc. Para ello
la comunidad deberá crear mecanismos que garanticen el rescate cultural y la toma de
conciencia por parte de los habitantes de la existencia de su propia cultura (orgullo étnico)”
(Toledo, 1996:2).
Toma del control político
“Ello supone una capacidad de la comunidad para crear su propia organización
(socio/productiva), así como para promulgar o ratificar las normas, reglas y principios que
rigen la vida política de la comunidad. Esta dimensión debe asegurar la participación de los
miembros, la democracia comunitaria, la autonomía política y la ejecución del derecho
consetudinario” (Toledo, 1996:2).
Cada una de estas seis dimensiones (territorial, ecológica, cultural, social, económica
y política) del desarrollo comunitario, son esferas que difícilmente existen sin la
realización de las otras. Dicho de otra forma la recuperación del control debe ser
integral o completa; esto es, debe incluir las seis dimensiones aquí reconocidas. Por
ejemplo no es posible mantener y defender la cultura mientras persista un proceso de
destrucción de los recursos naturales, lo cual a su vez afecta la calidad de vida de los
miembros de la misma. Sin embargo, la defensa de la cultura y de la naturaleza, el
mantenimiento y/o mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de la
comunidad (productores y sus familias) y el aminoramiento y/o supresión de la
injusticia económica que perpetúa un intercambio económico desigual con la
sociedad, se vuelven tareas difíciles de lograr si no existe una verdadera organización
política. Por ello, la toma de control político es sin duda la acción nodal, de la cual
dependen las otras tomas de control de las otras dimensiones. (Toledo, 1996: 2-5)
Considero que esta toma de control político, referenciada por Toledo como acción nodal,
parte del “análisis intercultural de las constelaciones de las diversidades de mundos de vida
y también de su tratamiento o manejo normativo de la diversidad” (Dietz, 2017:196-194)
enfatizando como propone el mismo autor, en “el tipo y la calidad de las relaciones
intergrupales dentro de una sociedad”. (2017:192). Plantear el análisis territorial a partir de
los controles comunitarios, puede disminuir la posibilidad de que se conceptualicen “como
un contexto en el que solo ciertos rasgos y ciertas conexiones se destacan para determinar
tanto una manera particular de leer e interpretarla realidad como las formas en que es
posible actuar sobre ellos, (Serge, 2011:36-37) por parte de los saberes técnicos estatales.
El propósito es que este recorrido por teorías y conceptos generados sobre la noción de
territorio, acompañe y aporte interpretaciones que enriquezcan la teoría y la practica a
favor de un desarrollo territorial sustentable. En esa medida sigo planteando la importancia
de integrar todas las dimensiones de lo territorial, especialmente las de las vivencias, las
del diario vivir, de las comunidades, familias e individuos que la componen y de sus
propósitos, por reivindicar procesos autónomos e iniciativas locales que respondan a
consideraciones propias sobre el bienestar y la calidad de vida, como elementos
fundamentales para el diseño comunitario de propuestas de desarrollo y/o Buen vivir con
enfoque territorial.
Para cerrar aquí esta lectura inicial sobre las perspectiva que se han construido desde la
academia sobre territorio se expone lo referido por Guatari & Rolnik en Cartografías del
Deseo, (2005:372) donde plantea que la noción de territorio es entendido en sentido más
amplio, que desborda el uso que recibe en la etología y en la etnología. “Los seres
existentes se organizan según territorios que ellos delimitan y articulan con otros existentes
y con flujos cósmicos, el territorio puede ser relativo tanto a un espacio vivido como a un
sistema percibido dentro del cual un sujeto se siente en su casa. El territorio es sinónimo de
apropiación, de subjetivación fichada sobre sí misma. El territorio puede
desterritorializarse, esto es, abrirse y emprender líneas de fuga e incluso desmoronarse y
destruirse. La desterritorialización consistirá en un intento de recomposición de un territorio
empeñado en un proceso de reterritorialización”
En esta misma perspectiva podría entenderse el territorio como el fondo y la forma “el
cuenco” donde las aguas de lo humano y todas sus dimensiones, la política, la cultural, la
social, la económica y demás, han tomado cuerpo, donde se construyen y se deconstruyen
identidades, donde están inmersas las realidades comunitarias, y donde a partir de esas
realidades se construyen territorialidades, no una, sino varias, en las que se contienen las
diversas historias, culturas, etnicidades, los distintos tiempos y los diferentes trasegares; la
posibilidad de reconocer la infinidad de composiciones.
Para delimitar el abordaje que se pretende realizar en el marco de esta investigación sobre
lo intercultural, es importante aclarar que se tomará como soporte analítico de las diversas
concepciones territoriales gestadas en los procesos, indígena y campesino del municipio de
Totoró en tanto contexto intercultural, para, como infiere el mismo autor: “prestar atención
a las mezclas y los malentendidos que vinculan a estos grupos”.
Para ampliar esta diferenciación en términos prescriptivos Dietz (2017:193) explica que
mientras el multiculturalismo como programa normativo desarrolla medidas de acción
afirmativa y discriminación positiva con el fin de “empoderar” a ciertos grupos en
particular dentro de la sociedad, el interculturalismo hace énfasis en la necesidad de
transformar la naturaleza de las relaciones entre estos grupos, lo cual implica no sólo
empoderar a unos, sino también alterar las percepciones de la mayoría y promover los
procesos recíprocos de identificación entre grupos que han sido privilegiados y aquellos
que han sido excluidos históricamente.”
En el caso del EOT, el componente cultural aclara: “La comunidad y el papel que esta
cumple en el proceso de planificación del mañana, constituye la razón de ser del
componente cultural, de ahí que para efectos de Totoró, los niveles de planeación se quedan
un tanto cortos, los bajos niveles económicos con que se trabajó negaron la posibilidad de
crear verdaderos escenarios de concertación y negociación y aunque el proceso fue
¨participativo¨ los niveles de participación no trascendieron el léxico de la acción y por ello
lo que a continuación se presenta debe entenderse en términos de esas limitaciones.” Estas
limitaciones se presentan en general en todas las instancias del proceso de ordenamiento y
planificación en Colombia, como falencias constitutivas de la Ley, pues como bien lo
aclara el documento, los mecanismos de participación no son suficientes pues se hacen
en función de un instrumento para administrar, pero no generan
espacios consistentes de dialogo y de generación de acuerdos comunes
entre los diversos actores territoriales.
Esta puede ser una opción para hacer el trámite de lo multicultural a lo intercultural en el
ámbito de la política pública nacional y de sus instrumentos de ordenamiento territorial y de
la planificación, que permitan consolidar respuestas más asertivas que avancen en la
heurística e instrumentación de lo territorial; con la incorporación de sentires más ligados a
lo local, es decir a las sensaciones de los individuos y de las colectividades en cuanto a
territorio, como punto de partida de una construcción integradora que permita tejer en el
ámbito de la política pública y de las alternativas al desarrollo. Como lo vislumbró Fals
Borda (2000) “De las culturas raizales y étnicas propias de los grupos mencionados, (tres
grandes grupos étnicos activos, con sus respectivas culturas y espacios territoriales: los
indígenas, las comunidades afro-colombiana y los grupos campesinos mestizos con la
minoría blanca payanesa) brotan respuestas adecuadas para el grave problema de la
supervivencia colectiva. Son las respuestas que los analistas actuales denominan "procesos
de glocalización”, como la contestación precisa a las inhumana imposiciones de la
globalización neoliberal. (En Falls Borda, 2013:166)
Estos hechos desde la conquista, colonia, república y sus distintos procesos de gobierno,
hasta la actual Colombia obedecen a sistemas estructurantes en los cuales se desarrolló el
ordenamiento y su consecuencia en el proceso histórico y evolutivo; como por ejemplo en
la independencia y sus repercusiones posteriores en el territorio.
Esta matriz se constituye en la línea base para el desarrollo del primer objetivo de esta
propuesta y de investigación y por consiguiente en el insumo fundamental para Identificar
las concepciones de territorio como espacio de gestión local del desarrollo en un contexto
como el sur- occidente Colombiano en el marco de la política pública nacional, es decir,
5
Pérez, M. V. (2011). El ordenamiento territorial en Colombia a través del tiempo. Perspectiva Geográfica,
1(15), 143-156.
6
Zambrano, F. (1994). Desarrollo urbano en Colombia: una perspectiva histórica. Seminario política e
instituciones para el desarrollo urbano futuro. Ministerio de Desarrollo urbano futuro en Colombia. Bogotá,
Departamento Nacional de Planeación,
para abordar el tema del territorio y su incidencia en la manera de como se ha entendido en
el desarrollo del Estado Colombiano. Este objetivo pretende generar los vínculos entre la
propuesta de normativa y los procesos territoriales, bajo el entendido que si el
ordenamiento territorial significa generar un proceso para la construcción del orden
deseado, esto solo se puede lograr a partir de los grupos sociales, sus problemáticas, su
razón de ser como etnia o como grupo. No puede ser un ejercicio exclusivamente
estadístico, normativo, sino que debe reconocer diferencias, tendencias socioculturales, la
misma tradición histórica y las diferencias de género.
La Ley De División 1819 -1830 En la ciudad de angostura se reúne una sola entidad (Colombia y
Territorial Venezuela) con carácter provisional de departamentos luego de logra las
independencia de panamá (1821) y de quito (1822) estas fueron
anexadas a la republica con el título de departamento, dos años mas
tardes el mismo congreso planeo para una mejor administración de los
recursos de la nación, dividir los tres grandes departamentos con la ley
del 25 de junio de 1824 La Ley De División Territorial de la república
de Colombia que contempla un total de 12 entidades territoriales. El
territorio de Colombia se decidirá para su mejor administración en
departamentos, provincias, los cantones y distritos parroquiales que
fueron la génesis de los municipios actuales
REPUBLICA DE LA NUEVA GRANADA
(1830 – Republica de la nueva granada: luego de la disolución de la gran
1845): Colombia por constitución, se eliminaron los departamentos, y se
regresaron a las 15 provincias originales de 1810.
La Ley 188 1947 Obliga a los municipios, con presupuesto no inferior a $ 200.000 a
levantar un plan regulador del desarrollo urbano que se refiere a áreas de
expansión, localización de áreas de recreo y deporte, ubicación de sitios
públicos y demás equipamientos colectivos. De esta forma se zonifican
áreas comunes y delimitan necesidades de los ciudadanos para tener una
mejor organización espacial.
Decreto 2278 1953 Imposición de medidas forestales, realiza clasificación de los bosques en
protección público de interés general y privado, con el ánimo de ordenar
el uso y el aprovechamiento de los bosques colombianos, trata temas
relacionados con la vigilancia forestal. Establece parámetros de control
sobre el comercio con productos forestales.
La ley 02 1959 Trata temas con la economía forestal y la conservación de los recursos
naturales renovables. Establece las primeras siete zonas forestales sujetas
a un manejo especial: El Pacifico, La Zona Central, El rio Magdalena,
La Sierra Nevada de Santa Marta, La Serranía de los Motilones, el
Cocuy y la Amazonia.
La Ley 135 1961 Con esta ley se crea el instituto colombiano de la reforma agraria
De Reforma Agraria (INCORA) que contempla entre sus funciones, la compra de tierras para
su distribución entre la población campesina. Esta ley además creo el
comité nacional agrario conformado por representantes de los principales
organismos estatales.
Intenta modificar las condiciones de tenencia y uso de las tierras rurales
e introduce las zonas de colonización. La Ley 160 de 1994 retoma este
intento.
El Decreto 3133 1968 Define para Bogotá el Estatuto del Distrito Especial en el que se
consagra un artículo relativo a la organización físico-espacial.
(Decreto 2811 1974 Es la base para ordenamiento ambiental del territorio. Establece un gran
Código Nacional de número de categorías espaciales, como: Sistema de Parques Nacionales
Recursos Naturales Naturales, Zonas de Protección, Estudio y Propagación de Fauna
Renovables y de Silvestre, Distritos de Conservación de Suelos, Zonas Hídricas de
Protección del Medio Protección Especial, Áreas Especiales de Manejo Integrado para
Ambiente Protección, Propagación o Cría de Especies Hidrobiológicas, Zonas de
Preservación del Paisaje. Comprende un conjunto de normas coherentes,
que persiguen un fin común, la preservación y manejo sostenible de los
recursos naturales renovables del país.
Decreto 622 1977 Establece que las áreas que integran el sistema de parques nacionales
naturales podrán ser zonificadas, atendiendo las siguientes categorías:
Zonas primitiva, intangible de recuperación natural, histórico-cultural, de
recreación general exterior, de alta densidad de uso y zona
amortiguadora. Habla sobre su manejo, uso, conservación, utilización de
los recursos contenidos en las áreas del sistema de parques nacionales
naturales con fines educativos, la delimitación, administración,
obligaciones de los usuarios, prohibiciones, sanciones, control y
vigilancia.
Ley 10 La Ley del 1978 Establece las bases para el ordenamiento del territorio marino del país, a
Mar partir de tres categorías: mar territorial, zona económica exclusiva,
plataforma continental. Adicionalmente.
Ley 61 1978 Eesta ley obliga a los municipios con más de 20.000 habitantes a
y su decreto formular planes integrales de desarrollo, definiéndoles contenidos,
complementario etapas y responsabilidades y solicita que se formulen con participación
reglamentario 1306 de de la comunidad. Esta ley se conoce como la ley orgánica de desarrollo
1980 urbano, formula instrumentos operativos con el objeto de lograr
condiciones óptimas para el desarrollo de las ciudades, esta ley establece
normas para facultades extraordinarias aprobadas por el gobierno.
el Decreto 1875 1979 Dicta normas para prevenir la contaminación del medio marino que son
complementadas por la Ley 45 de 1985. Las áreas marinas y submarinas
del país hacen parte de su territorio, razón por lo cual también son parte
de la política de OT.
Ley 9 El Código 1979 establece elementos para el ordenamiento urbano referidos a localización
Sanitario de zonas industriales, manejo del espacio público, prevención de
asentamientos ilegales y calidad del agua para consumo doméstico y
disposición de residuos líquidos y sólidos
Decreto 2857 1981 Reglamenta el ordenamiento de las cuencas hidrográficas, incluyendo la
elaboración de los planes, administración, participación ciudadana,
financiación, expropiaciones y servidumbres, prohibiciones y sanciones.
Se trata de un tratado científico y administrativo para el manejo de
cuencas hidrográficas, muy bien concebido.,
Decreto 1333 1986. incluye elementos claves del ordenamiento urbano que posteriormente
El Código de son retomados, por la Ley 388/97, entre estos se destacan:
Régimen Municipal Ordenamiento de los usos del suelo urbano: áreas residenciales,
industriales, de recreación y de protección ambiental.
Áreas no incorporables a perímetros urbanos.
Urbanización futura de ciudades: plano regulador.
Zonas de reserva agrícola contiguas a la zona urbana
Regulación de la ubicación de industrias contaminantes y
mataderos públicos.
Decreto 2655 1988. Establece las zonas mineras indígenas, las cuales son retomadas por el
Decreto 710 de 1990
Ley 9 La Ley de 1989 Complementa los aspectos de ordenamiento urbano establecidos por el
Reforma Urbana Código de Régimen Municipal. Incluye:
Planes y reglamentos de usos del suelo.
Reserva de tierras urbanizables.
Manejo de inmuebles constitutivos del espacio público.
Reserva de zonas para protección ambiental.
Zonas de desarrollo diferido, progresivo, restringido y
concertado.
Renovación y redesarrollo de zonas afectadas por procesos de
deterioro económico, social y físico.
Rehabilitación de zonas de desarrollo incompleto o inadecuado.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA COLOMBIANA
1991 La nueva Constitución Política establece un nuevo orden territorial para
Colombia, basado en cinco componentes básicos:
Ley 99 La Ley 1993 Rretoma y desarrolla varias categorías de ordenamiento ambiental del
Ambiental Código de Recursos Naturales Renovables e introduce elementos
importantes relativos a la dimensión ambiental del ordenamiento
territorial, tales como:
Ley 388 1997 Establece el marco conceptual e instrumental para formular y ejecutar
planes municipales y distritales de ordenamiento territorial.
Decretos 1998. Se producen varios decretos reglamentarios de la Ley 388 de 1997, entre
Reglamentarios de la los que se destacan el 879 que precisa los alcances y procedimientos del
Ley 388 OT, el 1420 sobre avalúos, el 1504 sobre espacio público, el 1507 sobre
planes parciales y el 1599 sobre plusvalía.
Ley 685 2001 Fomenta la exploración técnica y explotación de los recurso mineros de
propiedad estatal y privada; estimular estas actividades en orden a
satisfacer los requerimientos de la demanda interna y externa de los
mismos y a que su aprovechamiento se realice en forma con los
principios y normas de explotación racional de los recursos no
renovables y del ambiente, dentro de un concepto integral de desarrollo
sostenible y de fortalecimiento económico y social del país.
Ley 1454 2011 Dicta las normas orgánicas para la organización político administrativa
Ley orgánica de del territorio colombiano, enmarca en la misma el ejercicio de la
ordenamiento actividad legislativa en materia de normas y disposiciones de carácter
territorial LOOT orgánico relativas a la organización político administrativa del estado en
el territorio; establecer los principios rectores del ordenamiento; definir
el marco institucional e instrumentos para el desarrollo territorial; definir
competencias en materia de ordenamiento territorial ente la nación, las
entidades territoriales y las áreas metropolitanas y establecer la normas
generales para la organización territorial. - parámetro legal para afianzar
la descentralización con un modelo de gobierno local
Decreto 893 2017 Por el cual se crean los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial
PDET para lograr la transformación estructural del campo y el ámbito rural, y
un relacionamiento equitativo entre el campo y la ciudad
Tabla No 1
Fuente: Elaboración Propia
..
Con el propósito de Identificar las concepciones de territorio como espacio de gestión del
desarrollo en un contexto como el sur- occidente Colombiano en el marco de la política
pública nacional; se desarrollará un ensayo teórico conceptual, del tema del territorio y su
incidencia en la manera como se ha entendido en el desarrollo del Estado Colombiano. Este
abordaje conceptual se hará a partir de un recorrido por el proceso de ordenamiento
territorial en el país, centrando el análisis en los vacíos en la incorporación de la
participación en los procesos de planificación y gestión territorial, base para aventurarse en
la construcción de hipótesis que permitan encontrar alternativas que hagan más efectiva la
participación en los procesos territoriales a nivel municipal.
Bibliografía
Alcaldía de Totoró. (2016). Plan de Desarrollo Municipal "Hacia la Construcción del buen
vivir en unidad y desarrollo para Totoró" (2016-2019). Plan de Desarrollo, Totoró -
Cauca.
Canclini, N. G. (2004). Diferentes, Desiguales y Desconectados: Mapas de la
Interculturalidad. Barcelona: Gedisa.