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I.

EL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL TIEMPO

Los orígenes de la Constitucionalidad de las leyes aparecen en el continente


Europeo, precisamente en Inglaterra, en la sentencia emitida por el Juez Coke 1
en 1606 si bien, su origen se da en este continente, no es ahí donde se desarrolla
con nitidez; recién se da con el célebre fallo del Juez Marshall, en la que
establece que “la constitución es la norma suprema en todo ordenamiento
jurídico y que una ley contraria a ella debe de ser ignorada”.

La Constitución es un valor normativo, inmediato y directo, como Señala García


de Enterria, “por ella existe una sujeción por parte de los poderes públicos y los
ciudadanos; además, es la parte primordial del ordenamiento jurídico, puesto
que contienen los valores superiores de una Nación”2. En este sentido se
entiende que la constitución es la normas suprema para la construcción de un
estado y el ordenamiento Jurídico. Por ello existen dos tipos de Control a la
constitución:

A.-La constitucionalidad en América sistema difuso:

El llamado Sistema Difuso como sistema de la revisión de la Constitución


conocido también como Judicial, remonta sus inicios a lo resuelto por el Juez
Marshall en el caso Marbury vs. Madison3 en el año 1803 en los Estados Unidos
de América, y en donde se resolvió que todos los jueces y todos los tribunales
deben decidir en los casos concretos que le son sometidos de conformidad con
la constitución implicando la ley inconstitucional, resaltando en lo resuelto que
dicha labor corresponde a todos los tribunales y jueces, no limitándose a uno en
especial. Estos dos grandes modelos puros de control de la constitucionalidad
a través del tiempo se fueron dispersando en los diferentes países,
manteniéndose puramente concentrados, o puramente difusos, pero también
cierto es que en muchos otros países se fue desarrollando un modelo mixto u
fusionado por los dos sistemas puros materia de comentario. Y en América

1Una noción sui generis pero bastante nítida de la doctrina de la supremacía, se traduce en el
mismo Coke, cuando afirmaba que si una Ley del Parlamento era contraria al CommonLaw,
prevalecía y se imponía el Common Law
2García de Enterría, Eduardo, La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional, Madrid,

Civitas, 1991, p. 198.


3
Miguel Carbonell, (IIJ-UNAM), Marbury vs Madison: Regreso a la Leyenda.
Latina de manera peculiar y a partir de la segunda mitad del siglo XX se fue
desarrollando la fusión de ambos sistemas puros, llegando a aplicarse este
modelo dual en países tales como Bolivia, México, Brasil, y el Perú entre otros.

El Control Difuso de la constitucionalidad de las leyes, como ya se dijo, es


competencia de cualquier órgano jurisdiccional, sin importar la especialidad; la
ley no deja de estar vigente solo se inaplicará al caso litigioso. Este modelo solo
se aplica en una controversia específica, real y concreta (naturaleza incidental),
esto es, se aplica en un proceso instalado, y cuya decisión judicial de
inconstitucionalidad no va más allá de los linderos del expediente (declaración
de inaplicabilidad), es por ello que se puede afirmar que el efecto de la aplicación
del control difuso sólo afectará a las partes vinculadas en el proceso, no es Erga
Omnes. Otra característica resaltante, es el hecho que para la aplicación del
control difuso se cuenta con un procedimiento directo.

B.-Control Europeo sistema concentrado:

El Sistema Concentrado, abstracto o simplemente europeo, remonta sus


orígenes a la obra creadora de Hans Kelsen en 1920, y cuya característica mayor
es que deja el control de la constitucionalidad en manos de un solo órgano o
tribunal ad hoc. Unos órganos de naturaleza legislativa que tenían como
finalidad, ejercer un control de constitucionalidad de las leyes. Estos órganos
especializados ejercen una jurisdicción concentrada, a diferencia del control que
ejercen todos los jueces norteamericanos. Son intérpretes de la Constitución
formal jurídico-positiva, su función es que todo el ordenamiento jurídico sea
conforme con lo que Kelsen denominó "...norma fundamental, en la que se basa
la unidad del orden jurídico.”4 Surgen de este modo los Tribunales
Constitucionales como llamados los guardianes de la Constitución. A diferencia
del control difuso americano, el modelo kelseniano impone un control
concentrado que se confía al Tribunal Constitucional, único competente para
declarar la inconstitucional de una norma.

4 Hans Kelsen, Teoria Pura del Derecho, Editorial Tribuna Abierta, Lima Perú - 2007
El Control Concentrado de constitucionalidad de las leyes recae en un órgano
especializado, único y de carácter general, “.Un Tribunal Constitucional que
asume en exclusiva la competencia de control de la constitucionalidad,
competencia que actualiza a través de un proceso concreto, no vinculado a
ningún proceso ordinario cuyo objeto directo es la denuncia de una
inconstitucionalidad abstracta de la ley”.5 Según la concepción de Hans Kelsen,
el Tribunal Constitucional tenía una función fundamental que realmente fue por
la que se creó, el examen de constitucionalidad de las leyes, se trata de un
legislador negativo, por lo tanto es un órgano del Poder Legislativo. A esta
función agregó otras, siendo una de las más importantes resolver los conflictos
entre los diversos órganos del Estado, especialmente en los Estados Federales.
Pero nuevas funciones se han ido incorporando, resultando ser una de singular
importancia para la protección de los derechos reconocidos en las
Constituciones, la llamada Jurisdicción constitucional de la libertad, conforme
Mauro Cappelletti denomina, c”uando se afirma que el Tribunal Constitucional
realiza un examen abstracto, se quiere indicar que se resuelve sin referencia a
un caso concreto alguno en donde esté en disputa derecho subjetivo ninguno, y
en donde se ha de examinar si la norma cuestionada es o no incompatible con
la constitución, derogándose de modo directo por el poder constituido o
regresando al sistema jurídico, en plena vigencia y constitucionalizada. Por lo
tanto el proceso de inconstitucionalidad en el Perú, el Tribunal Constitucional
ejerce el control bajo el sistema concentrado – Kelseniano”6, expulsando del
ordenamiento jurídico toda norma que atente contra la supremacía
Constitucional, evitando que las normas declaradas inconstitucionales vulneren
derechos fundamentales..

Estos dos grandes modelos puros de control de la constitucionalidad a través


del tiempo se fueron dispersando en los diferentes países, manteniéndose
puramente concentrados, o puramente difusos, pero también cierto es que en
muchos otros países se fue desarrollando un modelo mixto u fusionado por los
dos sistemas puros materia de comentario. Y en América Latina de manera
peculiar y a partir de la segunda mitad del siglo XX se fue desarrollando la fusión

5Javier Valle Riestra y otros, Código Procesal Constitucional, Ediciones Jurídicas, Lima Perú.5
6
www.juridicas.unam.mx/sisjur/jusconst/pdf/tema3.pdf ·Las sentencias de los tribunales
Constitucinales·
de ambos sistemas puros, llegando a aplicarse este modelo dual en países tales
como Bolivia, México, Brasil, y el Perú entre otros.

PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD EN AMÉRICA LATINA

LA INSTITUCION DE LA INCONSTITUCIONALIDAD:

Vale decir que la inaplicabilidad de las leyes dictadas por el Poder Legislativo,
en virtud a su oposición a la norma constitucional, se origina en la facultad que
ejerció el poder judicial en Estados Unidos de Norteamérica inicialmente y en
diversos países posteriormente.

El origen del conflicto entre leyes fundamentales del Estado y las otras que
regulan las relaciones entre los hombres. La inconstitucionalidad solo puede
darse en estados modernos, luego de la aparición de cartas constitucionales, es
en la jurisprudencia Norteamericana que da origen a la institución,
posteriormente se desarrolla a través de una interesante evolución.

Toda esta idea se funda, en que la institución de inconstitucionalidad, se basa


en la existencia de un poder judicial independiente en la doctrina, en el derecho
positivo, y la jurisprudencia, haciendo aplicación de los principios lógicos del
derecho, especialmente el de no contradicción, que a su ves sirven a otros como
el de jerarquía, como hace referencia Hans Kelsen la graduación de las normas
o jerarquía, en al cual no debía de darse preferencia a la norma, sino a la
constitución, dicho control a cargo del Tribunal Constitucional.

Esta postura fue adoptada en la mayoría de países latino americanos, durante el


siglo pasado, unas veces expresamente en la constitución, otros en la doctrina
o jurisprudencia. Y debemos de resaltar que la facultad de inaplicar la ley
contraria a la constitución, se entendió, no solo ante la inconstitucionalidad
formal, sino cuando la contradicción se refería al contenido de la norma.

Históricamente la Institución de Inconstitucionalidad apareció en la constitución


de Brasil de 1891 y de su Ley Nº 221 del 20 de noviembre de 1894, por otro lado
tenemos la constitución de Bolivia de 1880 en los Art. Nº 111, 138 y 139, EN
Colombia de 1886, Artículos 90 151, en Guatemala en 1879 en el Art. Nº 85, por
otro lado Cuba en 1901, en el Art. Nº 83, también en Panamá en 1904 Art. 105,
en Nicaragua de 1901 en sus Art. Nº 122 y 124, en el Perú en la Constitución de
1933 se encuentra alguna forma de control jurisdiccional de la constitucionalidad
de las normas a través de la acción popular.

En la Europa Antigua se daba una solución contraria, la indiscutible primacía de


la Doctrina Constitucional Francesa, que imponía una solución negativa. Por así
decirlo perfectamente la facultad de que los jueces declaren la
inconstitucionalidad de las leyes, o inaplicables en caso concreto, por contradecir
las formas o contenidos de la Carta Fundamental, aparecen en Europa durante
el siglo pasado en las Constituciones. Posteriores a la I guerra Mundial, en ese
entonces existían normas expresas muy raras, posteriormente van apareciendo
diversas constituciones en la Nueva Europa, pos II Guerra Mundial. En la cual
se crearon órganos especiales, (Tribunales Constitucionales) con la finalidad de
declarar la inconstitucionalidad de la ley con efecto general. Como en la Corte
de Austriaca bajo la inspiración de Kelsen, por otra parte, la que instauro la
República Española en la Constitución de 1931, también en la Corte
Constitucional de Italia de la Constitución de 1947, cuya existencia y desarrollo
doctrinario nos ha dado tantas enseñanzas y tantas dudas.

Para el mejor entendimiento de las cuestiones procesales, debemos considerar


algunas características generales del régimen americano, que podemos señalar
dentro de la diversidad de sistemas.

El Control Difuso fue casi admitida unánimemente en América, en algunos casos


otorgándole la facultad expresamente a un órgano determinado Poder Judicial
(Generalmente a la Corte Suprema o Corte de Justicia), como en la Constitución
de Bolivia de 1945/47, Colombia de 1957, en Cuba 1959, Chile 1943, Ecuador
en 1946, el Salvador de 1950, también en HAITI EN 1957, Honduras de 1956,
Panamá 1954, Venezuela 1953 y Uruguay de 1934.

PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL PERÚ

ANTECEDENTES EN EL PERU:

El artículo 10º de la Constitución de 1856 establecía lo siguiente: “Es nula y sin


efecto cualquier ley en cuanto se oponga a la Constitución”. Será solo en 1923
en que, con ocasión de las discusiones de la Comisión Reformadora del Código
Civil, se examina la posibilidad de estatuir legislativamente alguna forma de
revisión judicial de las leyes, inspirados en el modelo americano de control a
cargo del poder judicial. Luego de numerosas discusiones, en que se debatió
tanto la constitucionalidad de una medida de esta naturaleza, como su amplitud
y el órgano encargado de resolver, se combinó en elaborar una fórmula que
facultara a todos los jueces a declarar la inaplicabilidad de normas. En 1920
encontramos la primera experiencia jurisprudencial referente a la supremacía del
texto fundamental en que, con ocasión del Habeas Corpus interpuesto por
Cecilia Althaus de Pardo, la Corte Suprema establece que a la Ley Fundamental
se encuentran totalmente subordinadas todas las demás normas, siempre
secundarias, y en la administración de justicia carecen de aplicación las leyes
constitucionales. La carta de 1933, adopto como solución otorgar al Congreso la
facultad de declarar la inconstitucionalidad de las leyes y demás normas
subordinadas; además se encuentra alguna forma de control jurisdiccional de la
constitucionalidad de las normas a través de la acción popular, de vieja
raigambre romana, como instrumento procesal para la impugnación de las
normas emanadas del poder ejecutivo. El Constituyente de 1931, adoptó un
sistema político de control de la legalidad y constitucionalidad. El Código Civil de
1936 introduce esta institución en su Título Preliminar, Artículo XXII,
consignando el siguiente principio: “Cuando hay incompatibilidad entre una
disposición constitucional y una legal, se prefiere la primera”. El dispositivo
promulgado introdujo un sistema de control difuso atribuido a todos los jueces,
que no requiera de un procedimiento especial para el ejercicio de control. En
1963, la Ley Orgánica del Poder Judicial – Decreto Ley Nº 14605, reitera esta
situación, determinando inclusive el trámite que deberá seguir el juez que
proceda a aplicar esta disposición de inconstitucionalidad. El Artículo 236º de la
Constitución de 1979 establecía: “En caso de incompatibilidad entre una norma
constitucional y una legal ordinaria, el juez prefiere la primera. Igualmente
prefiere la norma legal sobre toda norma subalterna. Actualmente está regulada
en el Articulo. 200 Inc. 4 de la Constitución de 19937.

7
Art. 200 Inc. 4 de la const. “La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen
rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso,
normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la
forma o en el fondo”.
II.
PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

1. CONCEPTO:

Desde el punto de vista estructural y funcional, la Constitución guía el


ordenamiento y fundamenta el sistema jurídico y político democrático, cuya
naturaleza dual (jurídica y política) permite, bajo la interacción de los contenidos
normativo y real, adecuarse a contextos sociales determinados8. Por Tanto
norma jurídica, posee carácter vinculante y está conformada por un conjunto de
valores, derechos y principios que, por pertenecer a ella, limitan y delimitan
jurídicamente los actos de los poderes públicos9.

El artículo 200 inciso 4 de la constitución de 1993 establece que el proceso de


inconstitucionalidad es una garantía constitucional que procede contra las
normas que tienen rango de ley, es decir, leyes, decretos legislativos, decretos
de urgencia, tratados, reglamentos del congreso, normas regionales de carácter
regional y ordenanzas municipales que contravengan la constitución en la forma
o en el fondo. Se trata, como señala el tribunal constitucional, de un juicio
abstracto respecto a dos normas de diversa jerarquía. Por un lado, la
constitución, que actua como parámetro, en la medida que es la lex legum, y, por
otro lado, la ley o las normas con rango de ley, que constituyen las fuentes
sometidas a ese control10.

El proceso de inconstitucionalidad tiene como misión resolver el conflicto


sometido el tribunal, preservar y garantizar la supremacía constitucional. Por ello,
surge la necesidad de mecanismo, sistemas o procedimientos destinados a
preservar en el orden de la realidad, esa supremacía constitucional establecida
en el orden de las normas. De esta manera surge el proceso de
inconstitucionalidad mediante el cual se defiende a la constitución de una
estructura normativa que puede vulnerarla o transgredirla11.

8
Fundamento de la STC 0002-2005-PI/TC.
9
Fundamento de la STC 5854-2005-PA/TC, en el que se hace referencia a jurisprudencia comparada
para exhibirla como ‘Derecho de la Constitución’.
10
STC N° 000072-2002-AL,F.J.3..
11
Proceso de inconstitucionalidad, Fabiola García Merino y Francisco A. Gómez Sánchez Torrealva.
Editorial Grijley
El proceso de Inconstitucionalidad es un Proceso Constitucional que tiene como
finalidad que las leyes, decretos legislativos y otras normas con rango de ley
(decretos de urgencia, tratados internacionales, resoluciones legislativas, etc.)
no contravengan a la constitución quien resuelve en instancia única y declara en
su sentencia si la norma que ha sido impugnada, efectivamente contradice o no
a la Constitución. Si el tribunal declara la inconstitucionalidad de una norma esta
pierde efecto desde el día de la publicación de la sentencia, lo que equivale a
decir que, a partir de ese momento, deja de existir del ordenamiento jurídico. El
proceso de inconstitucionalidad es una Garantía Especial,12 que se entabla ante
el Tribunal Constitucional, cuando hay un quebrantamiento de la letra o del
espíritu de la Constitución, por leyes o decretos leyes o actos de gobiernos. La
inconstitucionalidad puede declararse, en lo relativo a las normas por un juez o
por el Tribunal Constitucional. Mediante el procedimiento que declara la
inconstitucionalidad, el Tribunal garantiza la primacía de la constitución y declara
sin son constitucionales o no. Asegurando el cumplimiento de las mismas, por
ser la máxima expresión de valores de un orden, siendo las bases de apoyo de
todo el ordenamiento jurídico13.

Sin perjuicio de lo señalado, consideramos pertinente la exposición de una serie


de presupuestos que deben contemplarse dentro del proceso de
inconstitucionalidad14:

a) La existencia de un conflicto constitucional, entendiéndose por tal aquel


que surge con motivo de la infracción, incumplimiento o interpretación de
la constitución.
b) El proceso de inconstitucionalidad es una relación jurídico procesal
compleja que, limitado en su competencia específica, sirve para que las
partes hagan valer sus derechos procesales en tiempo y forma y para que
el tribunal pueda, agotada la fase del conocimiento, resolver mediante la
sentencia definitiva el conflicto sometido a su decisión.

12
HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. “El proceso de inconstitucionalidad en el Perú”, en Código Procesal
Constitucional comentado. Trujillo, Normas Legales, 2005, pp. 147-185.
13
Raul Chaname Orbe, Comentarios a la Constitución, Juristas Editores – Edición 2008. Pág. 585
14
Proceso de inconstitucionalidad, Fabiola García Merino y Francisco A. Gómez Sánchez Torrealva.
Editorial Grijley
c) La concurrencia interrelacionada de un conjunto de hechos y actos
procesales, que integran el proceso y que pueden emanar del tribunal, de
los sujetos del proceso y eventualmente de terceros autorizados.
d) En su desarrollo, el proceso de inconstitucionalidad debe ajustarse a una
norma de procedimiento que debe serle preestablecida, cual es el
CPConst. Con ello se garantiza la igualdad de los derechos procesales de
las partes, dándose así cumplimiento efectivo a los principios que
expresan con sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe
fundarse en un proceso previo legalmente tramitado y que corresponderá
al legislador establecer siempre las garantías de un racional y justo
procedimiento.
e) El proceso de inconstitucionalidad debe responder a las exigencias del
debido proceso para hacer eficaz en el cumplimiento de su función de
resolver los conflictos de intereses entre partes y mantener la vigencia del
estado de Derecho.

LA FUNDAMENTACIÓN DOCTRINAL DE LA CONSTITUCION:

El proceso de inconstitucionalidad encuentra sus bases en presupuestos


elementales de la doctrina del Derecho constitucional y procesal constitucional:15

 Soberanía. - Atributo del poder del Estado, para determinar por sí mismo
su vida interna, y actuar en la comunidad internacional sin sujetarse a los
demás estados.
 Constitución. - Ley fundamental que fija las bases de calificación,
organización y funcionamiento del gobierno, del Estado o del pueblo
(autodeterminación) y establece los preceptos legales restrictivos del
poder soberano (autolimitación).
 Supremacía constitucional. - No existe ninguna ley superior a la
Constitución. Este es principio propio de toda constitución escrita.

CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

a) Procedencia contra normas con rango de ley.

15
CARRASCO GARCÍA, Luis Alberto. “Derecho Procesal Constitucional”. Juris Ediciones. Año 2006. Pág. 24
Nuestro modelo procesal constitucional determina la procedencia del proceso de
inconstitucionalidad contra normas con rango de ley16. Es importante señalar, al
respecto, que sus alcances son de carácter general y que carecen de efectos
retroactivos17. En materia tributaria, sin embargo, se determinan los efectos de
la decisión en el tiempo en atención a la necesidad de fijar el marco de las
situaciones jurídicas producidas mientras la norma cuestionada estuvo en
vigencia18.

A esta particularidad debemos sumar que con la declaración de


inconstitucionalidad ni se reabren procesos concluidos en los cuales se haya
aplicado normas declaradas inconstitucionales ni reasumen vigencia las normas
legales derogadas. Con lo que concurre, como justificación, una necesaria
seguridad jurídica como principio de primacía en una declaración de
inconstitucionalidad.

b) Sujetos legitimados para interponer el proceso de inconstitucionalidad.

Dentro del rango de sujetos legitimados19 para interponer el proceso de


inconstitucionalidad, se debe destacar una grave omisión en el esquema vigente.

16
Código Procesal Constitucional. Artículo 77: «La demanda de inconstitucionalidad procede contra las
normas que tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados que hayan
requerido o no la aprobación del Congreso conforme a los artículos 56 y 57 de la Constitución, Reglamento
del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales».
17
Código Procesal Constitucional. Artículo 81: «Las sentencias fundadas recaídas en el proceso de
inconstitucionalidad dejan sin efecto las normas sobre las cuales se pronuncian. Tienen alcances generales
y carecen de efectos retroactivos. Se publican íntegramente en el Diario Oficial El Peruano y producen
efectos desde el día siguiente de su publicación. Cuando se declare la inconstitucionalidad de normas
tributarias por violación del artículo 74 de la Constitución, el Tribunal debe determinar de manera expresa
en la sentencia los efectos de su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo pertinente respecto de las
situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en vigencia».
18
Código Procesal Constitucional. Artículo 83: «Las sentencias declaratorias de ilegalidad o
inconstitucionalidad no conceden derecho a reabrir procesos concluidos en los que se hayan aplicado las
normas declaradas inconstitucionales, salvo en las materias previstas en el segundo párrafo del artículo
103 y último párrafo del artículo 74 de la Constitución. Por la declaración de ilegalidad o
inconstitucionalidad de una norma no recobran vigencia las disposiciones legales que ella hubiera
derogado».
19
Constitución Política 1993. Artículo 203: «Están facultados para interponer acción de
inconstitucionalidad:
1. El Presidente de la República; 2. El Fiscal de la Nación; 3. El Defensor del Pueblo; 4. El veinticinco por
ciento del número legal de congresistas; 5. Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el Jurado
Nacional de Elecciones. Si la norma es una ordenanza municipal, está facultado para impugnarla el uno
por ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial, siempre que este porcentaje no exceda del
número de firmas anteriormente señalado; 6. Los presidentes de Región con acuerdo del Consejo de
Coordinación Regional, o los alcaldes provinciales con acuerdo de su Concejo, en materias de su
competencia. 7. Los colegios profesionales, en materias de su especialidad».
No se ha considerado como sujeto legitimado para interponer el proceso de
inconstitucionalidad al presidente del Poder Judicial. La Carta Fundamental de
1979 sí contemplaba dicha figura, la cual ha sido omitida en la Carta de 1993 sin
una real justificación.

C) Instancia única.

Entendemos aquí una necesidad de irrevisabilidad de los criterios expresados


en una sentencia de inconstitucionalidad. Si bien es cierto que los rangos,
escalas y valores de la interpretación pueden ser múltiples en términos de
sujetos y materias, deviene un criterio que podemos manejar que exista una
opinión valedera final por sobre las demás instancias.

Es cierto que los jueces del Poder Judicial reclaman autonomía e independencia
de criterios frente a las potestades correctoras del Tribunal Constitucional y sin
perjuicio de ello, admitamos que en el Derecho Comparado igualmente es
admitido que la jurisdicción constitucional ejerce funciones revisoras de la
jurisdicción ordinaria20.

2. OBJETO DE PROTECCION

De acuerdo al artículo 75° del CPConst., el proceso de inconstitucionalidad tiene


por objeto controlar la constitucionalidad de las normas con rango de Ley, con la
finalidad de defender la Constitución frente a infracciones contra su jerarquía
normativa. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha considerado que “el
objeto del proceso de inconstitucionalidad es efectuar la valoración de una ley o
norma con rango de ley de conformidad con la constitución, ya sea por la forma
o por el fondo. Se trata, pues, de un juicio abstracto de constitucionalidad de la
norma, en el cual, debido a su propia naturaleza, no se faculta al Tribunal
Constitucional a evaluar las afectaciones subjetivas derivadas de la supuesta
aplicación de la norma inconstitucional, sino, única y exclusivamente, a cumplir
la función de eficacia integradora de la unidad constitucional, sea mediante la
expulsión de la norma inconstitucional del sistema jurídico o a través de la
interpretación de conformidad constitucional, cuando sea el caso.

20
Como sucede en Colombia donde la Corte Constitucional de Colombia puede revisar fallos de la Rama
Judicial, o en España, donde el Tribunal Constitucional español revisa las actuaciones de los jueces
españoles.
De lo señalado, se desprende que el objeto del proceso de inconstitucionalidad
es la defensa de la Constitución Política, comprendida en la afirmación de que,
en el Estado constitucional de Derecho, la posición de la norma suprema ya no
lo ocupa la Ley, sino la Constitución. Y aunque el legislador democrático goza
de una amplia discrecionalidad para ejercer la función legislativa, es claro que
su capacidad para innovar el ordenamiento jurídico está condicionada por los
limites formales, materiales y competenciales que se deriven de la constitución,
que es la Ley legum. No obstante, el objeto de protección del proceso de
inconstitucionalidad no se limita a la defensa dela Carta Política, sino además
del bloque de constitucionalidad, es decir, del conjunto normativo que contiene
disposiciones, principios o valores materialmente constitucionales, fuera del
texto de la Constitución formal, figura a partir de la cual surge la fuerza normativa
de la Constitución, que irradia a todo el ordenamiento jurídico.

Las normas objeto de control son las que tienen rango de ley. (CPConst. Art. Nº
77):

 Leyes.
 Decretos Legislativos.
 Decretos de Urgencia.
 Tratados que hayan requerido o no la aprobación del congreso conforme
a los Artículos Nº 56 y 57 de la Constitución.
 Reglamento del Congreso.
 Normas regionales de carácter general
 Ordenanzas Municipales.

Las leyes de reforma constitucional son objeto de control constitucional, en tanto


que sean creación de poder constituyente constituido, y por ello mismo deben
respetar los límites formales y materiales establecidos en la constitución.

Los decretos leyes tienen rango de ley y al pertenecer al ordenamiento jurídico


son susceptibles de control constitucional por parte del Tribunal Constitucional.

Una norma puede ser declarada inconstitucional por contravenir la constitución


directa o indirectamente, de manera total o parcial y por la forma y por el fondo.

3. DIMENSIONES DEL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD


Habiendo referido el objeto de protección del proceso de inconstitucionalidad, es
necesario abordar el estudio del control de constitucionalidad a partir de la
naturaleza dual de este proceso, ya que cuando se resuelve un proceso de
inconstitucionalidad, no puede soslayarse su naturaleza dual, dado su carácter
abstracto u objetivo, por ser un proceso de puro derecho, y concreto o subjetivo,
por las consecuencias económicas y sociales que producen sus sentencias21.

A continuación, veamos cada una de ellas:

A.- Dimensión objetiva

A través de ella, el proceso de inconstitucionalidad vela por el principio de


supremacía de la Constitución, mediante el cual se extraen del ordenamiento
jurídico las normas con rango de ley que contravengan las disposiciones
constitucionales dado que a través de este se ejerce un control abstracto sobre
la constitucionalidad de leyes o sobre las normas con rango de ley frente a la
constitución como Norma Suprema. Para ejercer este control abstracto de
constitucionalidad de las leyes, el Tribunal Constitucional puede valorar la
Constitucionalidad de los actos concretos al amparo de la norma impugnada, lo
cual no supone resolver el problema en un caso concreto, sino otorgarle un
canon valorativo constitucional-función de valoración.22

Al respecto, el colegiado ha señalado que en reconocimiento de la dimensión


objetiva se debe ejercer un control de constitucionalidad acorde con los valores
y principios consagrados por la Constitución Política, es decir, que no se reduce,
únicamente, a un mero examen de la ley, sino que se orienta a hacer respetar la
unidad o núcleo constitucional. Esto es promoviendo la superación de las
situaciones reales conflictivas de los diversos intereses que coexisten en el
marco del Estado constitucional de Derecho, a fin de otorgar una razonable
aplicación de las normas constitucionales.

B.- Dimensión subjetiva.

La dimensión subjetiva del proceso de inconstitucionalidad evita que las normas


declaradas inconstitucionales, que vulneran derechos fundamentales, sean

21
STC N° 00050-2004-AI, F-J- 10.
22
STC N° 00002-2005-AI, F-J- 2.
aplicadas a las personas en cumplimiento del artículo ll del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional sobre los fines esenciales de los procesos
constitucionales: garantizar la supremacía de la Constitución y la vigencia
efectiva de los derechos constitucionales.

Sobre el particular, el colegiado considera que «en mérito a la dimensión


subjetiva, el Tribunal Constitucional puede valorar la constitucionalidad de los
actos concretos realizados al amparo de la norma legal impugnada, lo cual
definitivamente no supone la resolución del problema en un caso concreto; sino
otorgarle un canon valorativo constitucional función de valoración, para la
resolución del presente proceso de inconstitucionalidad.
IIi.
INFRACCIÓN CONSTITUCIONAL.

Una infracción directa es aquella que se comprueba a través de la confrontación


de la norma cuestionada con la disposición constitucional. En cambio, hay una
notable distinción cuando la infracción es indirecta es aquella que para su
comprobación no solo basta con la confrontación con la disposición
constitucional, sino que es necesario que se le confronte con una norma que
pertenece al parámetro de constitucionalidad. Este parámetro de
constitucionalidad se configura con una norma (conocida como norma
interpuesta) a la que la constitución le encomendó establecer los límites para la
producción de otra de igual o inferior jerarquía normativa. En este sentido el Art.
Nº 79 del CPConst. Establece que dichas normas (que forman parte del
parámetro constitucional) son las que determinar la competencia o las
atribuciones de los órganos del Estado o el ejercicio de los derechos
fundamentales conforme a la Constitución.

Una infracción puede configurarse por la forma o por el fondo. Por la forma, una
norma resulta inconstitucional cuando:

a) No ha respetado las normas que la Constitución ha establecido para su


producción.
b) Ha regulado una materia que ha sido reservada para otro tipo de ley, es
el caso de reserva de Ley Orgánica establecida en el Articulo Nº 106 de
la Constitución. Esto es cuando una ley (Decreto de Urgencia, Decreto
Legislativo o Ley) ha regulado una materia reservada a una Ley Orgánica
sin que haya seguido el procedimiento de aprobación que exige la
Constitución (se requiere, para su aprobación, más de la mitad del número
legal de miembros del Congreso) .
c) Ha sido expedida por un órgano incompetente.

Por otro lado, la infracción sobre el fondo se produce cuando la norma


cuestionada contraviene derechos, principios o valores reconocidos por la
Constitución o con relevancia Constitucional.

Respecto a la infracción total o parcial a la Constitución, esta se mide en función


a la ley cuestionada. Vale decir, una ley es totalmente inconstitucional cuando la
totalidad de su contenido dispositivo o normativo es contrario al texto
constitucional. Mientras que una ley es parcialmente inconstitucional cuando solo
una parte de su contenido contraviene la Ley Suprema. En este último supuesto,
cuando la inconstitucionalidad recaiga en el contenido dispositivo (texto
lingüístico del precepto), se dejarán sin efecto las palabras o frases que se
consideren inválidas. Por otro lado, si dicha inconstitucionalidad reside en su
contenido normativo, es decir, en algunas de las interpretaciones atribuidas a la
disposición cuestionada, todo órgano del Estado estará impedido de aplicar los
sentidos interpretativos declarados inconstitucionalmente por el Tribunal
Constitucional

NORMAS OBJETO DE CONTROL EN EL PROCESO DE


INCONSTITUCIONALIDAD

El Tribunal Constitucional a través de la sentencia recaída en el Expediente N°


00005-2003-AI establece que el ordenamiento jurídico es un sistema orgánico,
coherente e integrado jerárquicamente por normas de distinto nivel que se
encuentran interconectadas por su origen, es decir, que unas normas se fundan
en otras o son consecuencia de ellas. Ello nos permite recurrir al ordenamiento
jurídico, definido como una pluralidad de normas aplicables en un espacio y
tiempo determinados, el cual se caracteriza por construir una normatividad
sistémica y por su plenitud hermética, En puridad, una norma jurídica solo
adquiere valor de tal, por su adscripción a un orden; por tal motivo, cada norma
está condicionada sistemáticamente por otras, debido a que el orden es la
consecuencia de una previa construcción teórico-instrumental.23

A su vez, en el Fundamento Jurídico N° 61 . a), contenido en la sentencia recaída


en el Expediente NO 000047-2004-AI, el Tribunal Constitucional establece que
las categorías normativas son la expresión de un género normativo que ostenta
una cualificación de su contenido y una condición preferente determinada por la
Constitución o por sus normas reglamentarias, pues provienen de una especie
normativa que aluden a un conjunto de normas de contenido y valor semejante
o análogo.

23
Proceso de inconstitucionalidad, Fabiola García Merino y Francisco A. Gómez Sánchez Torrealva.
Editorial Grijley pg. 85
A efectos de determinar sobre qué normas se interpondrá un proceso de
inconstitucionalidad, es necesario recurrir a los artículos que desarrollan tal
materia. Para ello, recurriremos en un inicio al artículo 200 inciso 4 de la
Constitución Política, el cual establece lo siguiente:

“La acción de inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen
rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados,
reglamentos del Congreso, normas regionales y ordenanzas municipales”.

Por su parte, el artículo 77° del CPConst. señala que la demanda de


inconstitucionalidad procede contra normas que tienen rango de ley, precisando
lo siguiente:

“La demanda de inconstitucionalidad procede contra las normas que tienen


rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados que
hayan requerido o no la aprobación del Congreso conforme a los artículos 56° y
57° de la Constitución, Reglamento del Congreso, normas regionales de carácter
general y ordenanzas municipales”.

Sobre la base de este marco normativo, expondremos las normas que son objeto
de control en el proceso de inconstitucionalidad, tomando como referente los
criterios adoptados por el Tribunal Constitucional sobre la materia.

A) Leyes

Con respecto a la ley, el Tribunal Constitucional mediante sentencia recaída en


el Expediente N° 00008-2005-PI, ha definido a la ley de la siguiente manera:

“Con relación a la fuente normativa denominada ley, en sentido material, deben


tenerse presentes dos puntos. En primer lugar, su expedición corresponde al
Congreso de la República conforme el inciso 1 del artículo 102° de la
Constitución, que establece que es atribución del Congreso dar leyes. Atribución
que descansa en los principios de soberanía política, consagrado en el artículo
45° de la Constitución, que establece que el Poder emana del pueblo, y en el
principio representativo reconocido en el artículo 43° de la Constitución. Y, en
segundo lugar, que para la Constitución la fuente normativa denominada ley
comprende a las leyes ordinarias, las leyes orgánicas, las leyes de desarrollo
constitucional y las que tienen una denominación asignada directamente por la
Constitución y cuyas diferencias no radican en su jerarquía ni en el órgano que
las expide, sino en su procedimiento de aprobación y en las materias que
regulan”24.

Asimismo, a través de la sentencia recaída en el Expediente N° 00022-2004-Al,


el Tribunal Constitucional ha señalado lo siguiente en relación a la ley:

“conforme al sistema de fuentes diseñado por la Norma Suprema y a sus


artículos 51°, 200° inciso 4, 102° inciso 1 y 106°, la categoría normativa de leyes
comprende a las leyes ordinarias y a las leyes orgánicas, las cuales tiene la
misma jerarquía jurídica”25 .

B) Decretos Legislativos.

Esta forma normativa de fuente con rango de ley está prevista en el artículo 104°
de la Constitución, que establece:

El Congreso puede delegar en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar, mediante


decretos legislativos, sobre la materia específica y por el plazo determinado
establecidos en la ley autoritativa.

No pueden delegarse las materias que son indelegables a la Comisión


Permanente.

Los decretos legislativos están sometidos, en cuanto a su promulgación,


publicación, vigencia y efectos, a las mismas normas que rigen para la ley.

El Presidente de la República da cuenta al Congreso o a la Comisión


Permanente de cada decreto legislativo26.

El decreto legislativo tiene al Poder Ejecutivo como órgano productor. Sin


embargo, el Congreso de la República también tiene una intervención indirecta,
toda vez que fija la materia y el plazo de la delegación. Los artículos 104° y 101°,
inciso 4 de la Constitución establecen que el Congreso de la República no puede
delegar al Poder Ejecutivo las materias relativas a reforma constitucional,

24
STC N°00008-2005-PI,F.J. 9.
25
STC N° 00022-2004-Al, F.J. 16.
26
STC N° 0047-2004-AL, F.J. 25.
aprobación de tratados internacionales, leyes orgánicas, Ley de Presupuesto y
Ley de la Cuenta General de la República.

Por ello, la regulación a través de este tipo normativo está limitada directamente
por la Constitución y también por la ley autoritativa. Podía darse el caso de que
el Congreso de la República delegue una materia prohibida, con lo cual no solo
será inconstitucional la ley autoritativa, sino también el decreto legislativo que
regula la materia en cuestión. De otro lado, también puede darse el caso de que
la ley autoritativa delegue una materia permitida por la Constitución y, sin
embargo, el decreto legislativo se exceda en la materia delegada, con lo cual
también se configurará un supuesto de inconstitucionalidad por vulneración del
artículo 104° de la Constitución.27

C) Decretos de urgencia

La legitimidad de dictar los decretos de urgencia es otorgada por la Constitución


al Presidente de la República y, de acuerdo a lo establecido por el Tribunal
Constitucional, esta debe ser determinada sobre la base de la evaluación de
criterios endógenos y exógenos a la norma, es decir, del análisis de la materia
que regula y de las circunstancias externas que justifiquen su dictado. Al
respecto, el inciso 19 del artículo 118° de la Constitución determina que los
decretos de urgencia deben versar sobre materia económica y financiera.28

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre los requisitos formales y


materiales que deben de converger en el decreto de urgencia:

Los requisitos formales son tanto previos como posteriores a su promulgación.


Así, el requisito ex-ante está constituido por el refrendo del Presidente del
Consejo de Ministros (inciso 3 del artículo 123° de la Constitución), mientras que
el requisito ex-post lo constituye la obligación del Ejecutivo de dar cuenta al
Congreso de la República, de acuerdo con lo previsto por el inciso 19 del artículo
118° de la Constitución, en concordancia con el procedimiento contralor a cargo

27
Proceso de inconstitucionalidad, Fabiola García Merino y Francisco A. Gómez Sánchez Torrealva.
Editorial Grijley pg. 87.
28
Op. Cit. Proceso de inconstitucionalidad pag. 87
del Parlamento, contemplado en la norma de desarrollo constitucional contenida
en el artículo 91° del Reglamento del Congreso.29

D) Reglamento del Congreso.

El inciso 4 del artículo 200° de la Constitución le otorga al Reglamento del


Congreso el rango de ley. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha
considerado que al regular un poder del Estado, este debe ser considerado como
ley orgánica:

En primer lugar, la estructura y funcionamiento de los Poderes del Estado gozan


de reserva de ley orgánica de acuerdo a los siguientes criterios. En el caso del
Congreso de la República, prima-facie, debe considerarse que, conforme al
artículo 94° de la Constitución, el Congreso de la República se regula por su
reglamento, que tiene fuerza de ley, constituyendo este hecho una excepción a
la regla de que, en principio, los Poderes del Estado se regulan por ley orgánica.
Sin embargo, es pacífico asumir que dicho reglamento goza de naturaleza
equivalente a la ley orgánica. En el caso del Poder Judicial, el artículo 143° de la
Constitución confirma esta regla con base en el principio de separación de
poderes (artículo 43° de la Constitución). Aplicando los principios de soberanía
política (artículo 45° de la Constitución), separación de poderes (artículo 43° de
la Constitución) y representación (artículo 43° de la Constitución) la estructura y
funcionamiento del Poder Ejecutivo, referidas por los capítulos IV y V del Título
IV de la Constitución, deberán ser regulados por ley orgánica. No obstante, la
regulación particular de los órganos que comprenden al Poder Ejecutivo, como
por ejemplo los Ministerios, será a través de leyes de organización y funciones,
que tienen el carácter de leyes ordinarias, de acuerdo al artículo 121° de la
Constitución.30

E) Normas regionales de carácter general.

El artículo 191° de la Constitución dispone que los gobiernos regionales tienen


autonomía política. El inciso 6 del artículo 192° de la Constitución establece que
los gobiernos Regionales son competentes para dictar normas inherentes a la

29
STC N° 00008-2003-AL, F.J. 58.
30
STC N° 00022-2004-AL, F.J. 23.
gestión regional. De la misma manera, el inciso 4 del artículo 200° de la
constitución otorga rango de ley a las normas regionales de carácter general.

Por lo tanto, sobre la base de su autonomía política, los gobiernos regionales se


constituyen en los órganos productores de normas regionales de carácter
general con rango de ley, bajo la denominación de ordenanzas regionales,
conforme al artículo 37° de la Ley N° 27867, Ley Orgánica de Regiones. Al
respecto, el artículo 38° de la misma ley señala que “Las ordenanzas regionales
norman asuntos de carácter general, la organización y la administración del
Gobierno Regional y reglamenten materias de su competencia”.

F) Ordenanzas municipales

El artículo 194° de la Constitución dispone que las municipalidades provinciales


y distritales son los órganos de gobierno local y tienen autonomía política. Por
su parte el inciso 4 del artículo 200° de la Constitución confiere rango de ley a
las ordenanzas municipales. Consecuentemente, la facultad normativa de las
municipalidades que se deriva de la autonomía política también las convierte en
órganos productores de normas generales en el ámbito de sus competencias. La
Ley N° 27972, Ley Orgánica de las Municipalidades, dispone en su artículo 40°
lo siguiente:

Las ordenanzas de las municipalidades provinciales y distritales, en la materia


de su competencia, son las normas de carácter general de mayor jerarquía en la
estructura normativa municipal, por medio de las cuales se aprueba la
organización inter na, la regulación, administración y supervisión de los servicios
públicos y las materias en las que la municipalidad tiene competencia normativa.

Mediante ordenanzas se crean, modifican, suprimen o exoneran, los arbitrios,


tasas, licencias, derechos y contribuciones, dentro de los límites establecidos por
ley.

Las ordenanzas en materia tributaria expedidas por. las municipalidades


distritales deben ser ratificadas por las municipalidades provinciales de su
circunscripción para su vigencia.
El Tribunal Constitucional mediante la sentencia recaída en el Expediente N°
00003-2004-AI determina el valor normativo que la Constitución otorga a las
ordenanzas municipales:

“La fuerza o el valor de la ley de estas normas se determinan por el rango de ley
que la propia constitución les otorga, artículo 200° inciso 4 de la constitución. Se
trata, por tanto, se trata de normas que, aun cuando no provengan de una fuente
formal como la parlamentaria, son equivalentes a las emitidas por ella y, como
tales se diferencian por el principio de competencia y no por el de jerarquía
normativa. De este modo, la ordenanza, tanto la ley municipal, constituye un
instrumento importante a través del cual las municipalidades pueden ejercer y
manifestar su autonomía”31.

Asimismo, el tribunal señaló lo siguiente:

“Es evidente que las leyes y normas con rango de ley como el caso de las
ordenanzas carecen de ilimitación material pues están sometidas a los principios
y al orden competencial dispuesto por la Constitución. En ese sentido, no pueden
regular materias que no son de su competencia, ni tampoco las contrarias a los
principios que derivan de la Constitución”32.

G) Tratados internacionales

Tratados que hayan requerido o no la aprobación del Congreso conforme a los


artículos 56° y 57° de la Constitución. La Constitución le otorga valor normativo
a los tratados, tal como lo dispone el artículo 55° de la Constitución, el cual
establece que los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional y el inciso 4 del artículo 200°, incluyéndolo en la categoría de
norma con rango de ley.

Al respecto, el Tribunal Constitucional mediante sentencia recaída en el


Expediente N O 00047-2004-AI ha establecido lo siguiente:

A diferencia de las demás formas normativas que se producen en el ámbito del


derecho interno peruano, los tratados son fuente normativa, no porque se
produzcan internamente, sino porque la Constitución así lo dispone. Para ello, la

31
STC N° 00003-2004-AL, F.J. 7.
32
STC N° 00008-2005-AL, F.J. 9.
Constitución, a diferencia de las otras formas normativas, prevé la técnica de la
recepción o integración de los tratados en el derecho interno peruano. Así, el
artículo 55° de la Constitución dispone:

“Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho
nacional”.

Es la propia Constitución, entonces, la que establece que los tratados


internacionales son fuente de derecho en el ordenamiento jurídico peruano. Por
mandato de la disposición constitucional citada se produce una integración o
recepción normativa del tratado.33

H) Normas conexas.

Es claramente conocido que el petitorio de una demanda se encuentra


compuesto por el petitum (lo que se pide) y la causa petendi (los motivos del
petitum). La causa petendi, a su vez, se encuentra compuesta por una causa
petendi fáctica (las razones de hecho del petitum) y una causa petendi jurídica
(las razones de derecho del petitum). El principio procesal de congruencia exige
al juez mantener un nexo de causalidad entre el petitum y la causa petendi
fáctica, de un lado, y la resolución de la controversia concreta, de otro, de manera
tal que el juez no pueda pretender otorgar algo más de lo que se pide (sentencia
ultrapetita) o distinto de lo que se pide (sentencia extrapetita), ni pretender acusar
la existencia de hechos que no han sido alegados por las partes. Tras el principio
de congruencia subyace pues una garantía del derecho de defensa de las partes,
de forma tal que al juez le quede proscrita la posibilidad de enervar la estructura
que ha tomado el contradictorio en el devenir del proceso.

Sin embargo, nada obsta para que el juez modifique la causa petendi jurídica,
acudiendo al denominado principio iura novit curia, previsto en el artículo VIII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil peruano y reiterado en el artículo VIII
del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional peruano y que en este
último queda formulado de la siguiente forma: “El órgano jurisdiccional
competente debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no
haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente”.

33
STC N° 00047-2004-AL, F.J. 21.
Dada la naturaleza del proceso de inconstitucionalidad en el que solo cabe llevar
a cabo un juicio de compatibilidad abstracto entre dos normas jurídicas de
distinta jerarquía, y en el que, consecuentemente, no cabe prima facie apreciar
elementos de carácter fáctico, el petitum en forma genérica es siempre el mismo,
dejar sin efecto una norma con rango de ley, y la causa petendi solamente puede
ser jurídica.

Existe la posibilidad de que un proceso de inconstitucionalidad que el petitum


sea modificado al ser ampliado por el juez constitucional, de manera tal, que la
sanción de inconstitucionalidad no solo recaiga sobre la norma que fue materia
del petitum, sino también sobre las que resulten conexas, es decir, sobre
aquellas que versen sobre una materia sustancialmente análoga o cuya
permanencia en el ordenamiento resulte ociosa una vez que ha sido declarada
la inconstitucionalidad de aquella, puesto que le son irrescindiblemente
dependientes.

Así, lo establecía el artículo 38° de la derogada Ley Orgánica del Tribunal


Constitucional al disponer que “cuando la sentencia declara la
inconstitucionalidad de un dispositivo de la norma impugnada declara igualmente
la de aquellos otros preceptos de la misma norma a los que debe extenderse por
conexión o consecuencia y que hayan sido materia de la causa”. Por su parte, el
artículo 78° del Código Procesal Constitucional, establece que “la sentencia que
declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la norma impugnada, declarará
igualmente la de aquella otra a la que debe extenderse por conexión o
consecuencia”.

Aunque ambos dispositivos tienen una amplia similitud debe destacarse que
mientras el artículo 38° de la derogada Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
permitía que, declarada la inconstitucionalidad de una norma, tal declaración
alcance a los preceptos de la misma norma a los que deba extenderse por
conexión o consecuencia, el artículo 780 del Código Procesal Constitucional
permite que la declaración se extienda a cualquier otra disposición del
ordenamiento jurídico. Se trata de una diferencia sustancial, puesto que ahora el
Tribunal Constitucional solo debe apreciar la existencia de la referida conexidad,
sin detenerse a considerar si la conexidad se encuentra en una disposición
perteneciente al mismo cuerpo normativo impugnado originalmente.
I) Decretos Leyes.34

La visión amplia en relación a las normas que pueden ser objeto de impugnación
ha dado lugar a que el Tribunal Constitucional permita la impugnación de
decretos leyes (STC N°S 00010-2002-AL35 y 00023-2003-AL36 entre otras), esto
es, de normas con rango de ley que han ingresado al ordenamiento
quebrantando las reglas formales de producción normativa, pero que, por la
eficacia de un acto de fuerza, se hacen aplicables y exigibles al crearse un
sinnúmero de relaciones jurídicas con vocación de permanencia al amparo del
principio de seguridad jurídica.

Este último principio, es el que el Tribunal Constitucional ha aconsejado adoptar


dentro de la teoría de la continuidad, conforme a la cual, no obstante producirse
la restauración del Estado de Derecho, estos mantienen su vigencia, es decir,
pertenecen aún al ordenamiento jurídico, surtiendo todos los efectos legales,
hasta que el Congreso dicte leyes que los abroguen o derogue, o hasta que el
Tribunal Constitucional, mediante una sentencia de inconstitucionalidad, los deje
sin efecto.37

J) Normas derogadas

La sustracción de la materia, en estricto, supone la imposibilidad de emitir un


pronunciamiento sobre el fondo del asunto, de manera que su declaración
implica que no existirá una decisión de mérito respecto de la validez o invalidez
de la norma impugnada.

Tras la argumentación según la cual la derogación de la ley, implica


necesariamente, la sustracción de la materia en el proceso de
inconstitucionalidad al que se encontraba sometida la norma, subyace la
siguiente falacia: solo una norma que se encuentra vigente puede ser objeto de
control constitucional.

34
Leyes publicadas durante gobiernos de facto al cierre del congreso.
35
STC N° 00010-2002-AI: Acción de inconstitucionalidad interpuesta por más de cinco mil ciudadanos,
con firmas debidamente certificadas por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, contra los
Decretos Leyes NOS 25475, 25659, 25708 y 25880, así como sus normas complementarias y conexas.
36
STC N00023-2003-Al: Acción de Inconstitucionalidad interpuesta por la Defensoría del Pueblo contra
los artículos de la ley Orgánica de Justicia de Justicia Militar los artículos 269°, 378° y 387° del Decreto
Ley N° 23214, Código de Justicia Militar.
37
STC N° 00010-2002-AL,F.J. N°S 13-21.
No cabe duda que, en Perú, donde no existe un control preventivo de
constitucionalidad, como en otros países como Chile, no es posible enjuiciar
normas que nunca han estado vigentes. Sin embargo, ello dista mucho de
afirmar que no cabe juicio de constitucionalidad sobre normas que, habiendo
estado vigentes, es decir, habiendo pertenecido al ordenamiento jurídico
positivo, ahora, por efecto de la derogación, ya no lo están.

Aunque al control abstracto de constitucionalidad de las normas le es inherente


el interés objetivo de defensa de la supremacía normativa de la Constitución y
no el interés subjetivo de aquellos que pueden ser víctimas de su aplicación, tal
potencial o efectiva aplicación es el factor inmanente en todo control de la
constitucionalidad, sea este abstracto o difuso. La superposición incesante entre
la ley y la realidad y, por otro lado, entre la ley y su aplicación, impone que sea
la eficacia de la ley y no su vigencia el criterio que deba ser atendido al momento
de determinar la existencia o no de objeto de enjuiciamiento en el proceso de
constitucionalidad.

En efecto, sabido es que, a diferencia de la declaración de inconstitucionalidad,


la derogación de las normas no aniquila per se los efectos de estas, motivo por
el cual ante su potencial aplicación ultraactiva a los acontecimientos ligados sin
solución de continuidad a los hechos que tuvieron lugar mientras estuvo vigente,
es preciso que el control constitucional perviva al margen de dicha derogación.
Una lógica distinta condenaría a la persona a que se mantenga en su supuesto
de aplicación a la incertidumbre reinante en una judicatura que no tiene un patrón
uniforme al momento de aplicar el control difuso, o, peor aún, a una
administración que se encuentra imposibilitada de ejecutarlo.

En consecuencia, es la capacidad de invalidar los efectos de las normas, y no la


posibilidad de expulsarlas del ordenamiento positivo (lo que resulta imposible
tras la derogación), lo que debe tenerse en cuenta al momento de determinar si
en un proceso de inconstitucionalidad se ha producido la sustracción de la
materia. No en vano el artículo 2040 de la Constitución dispone: «La sentencia
del Tribunal que declara la inconstitucionalidad de una norma se publica en el
diario oficial, al día siguiente de la publicación, dicha norma queda sin efecto».
A la fecha el Tribunal Constitucional se ha adherido a esta doctrina, apartándose
de la concepción errónea de derogación como elemento determinante para la
imposibilidad de emitir un pronunciamiento sobre el fondo del asunto.
IV.
TRÁMITE DEL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

A continuación, abordaremos el trámite del proceso de inconstitucionalidad a


partir de la legitimidad para obrar, del contenido de la demanda de
inconstitucionalidad y de la sentencia a ser expedida en este proceso.

Legitimidad para obrar. -La legitimidad para obrar es definida como “la
idoneidad de una persona para actuar en el proceso, debida a su posición y, más
exactamente, a su interés o a su oficio”38. Sobre la base de tal presupuesto,
identificaremos a los sujetos que cuentan con legitimidad activa y pasiva para
obrar en el proceso de inconstitucionalidad.

1.- Legitimidad activa para obrar

A través de la legitimidad activa para obrar identificamos a los sujetos que


pueden interponer demanda de inconstitucionalidad, conforme se desprende del
artículo 203 0 de la Constitución.

A) Presidente de la República.

El artículo 110° de la Constitución establece que “El Presidente de la República


es el Jefe del Estado y personifica a la Nación, lo cual ha llevado al Tribunal
Constitucional a afirmar que el Presidente de la República tiene la más alta
jerarquía en el servicio de la Nación.39

Ahora bien, cuando el artículo 203 0 de la Carta Política otorga al Presidente de


la República la posibilidad de interponer demandas de inconstitucionalidad, esto
se debe a como apunta Espinosa-Saldaña que “en América Latina es hasta hoy
una constante que los Presidentes de sus diferentes Repúblicas, elegidos
directamente por la ciudadanía, posean una serie de atribuciones [...] entre las
cuales destacan la posibilidad del veto [...] de las normas”40

El primer párrafo del artículo 99° del CPConst. precisa que “para interponer una
demanda de inconstitucionalidad el Presidente de la República requiere del voto
aprobatorio del Consejo de Ministros. Concedida la aprobación, designa a uno

38
CARNELUTTI, Francesco, Sistema de derecho procesa/cjvJ, Uteha, Buenos Aires, 1944, p. 30.
39
STC N° 00008-2005-AI, FL 13.
40
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy, «Notas acerca de la evolución del presidencialismo
latinoamericano», en ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy y GUTIÉRREZ TICE, Gustavo (coords.), Limitación
del poder y estructura del Estado, Grijley, Lima, 2008, p. 91 . 145 STC NO 00004-2006-AI, B. 101.
de sus Ministros para que presente la demanda de inconstitucionalidad y lo
represente en el proceso. El ministro designado puede delegar su representación
en un Procurador Público».

B) Fiscal de la Nación.

Conforme establece el artículo 1 58 0 de la Constitución, “El Ministerio Público


es autónomo y el Fiscal de la Nación lo preside”. Al respecto, cabe señalar que
la garantía institucional de autonomía del Ministerio Público tiene por finalidad
asegurar y proteger la libertad de actuación de este órgano constitucional, de
modo tal que pueda cumplir eficazmente con las funciones que le ha
encomendado la Norma Fundamental, evitando la dependencia y subordinación
respecto de otros órganos, poderes o personas.41

Sobre la base de este razonamiento, la autonomía del Ministerio Público, permite


que el Fiscal de la Nación interponga demandas de inconstitucionalidad cuando
considere que determinada ley vulnera parcial, total, formal, material, directa o
indirectamente a la Constitución Política. Cabe señalar que el artículo 990 del
CPConst. establece que “El Fiscal de la Nación interpone directamente la
demanda.

C) Defensor Del Pueblo.

El extremo final del primer párrafo del artículo 162° de la Constitución establece
que corresponde a la Defensoría del Pueblo “supervisar el cumplimiento de los
deberes de la administración estatal y la prestación de los servicios públicos a la
ciudadanía». Al respecto, Susana Castañeda considera que «esta es la función
tradicional del Ombudsman, pues en realidad surgió con esta finalidad”42 Agrega
la autora que en el Perú, el accionar de la administración pública es sumamente
criticado, por ser lento, ineficaz y burocratizado. Por otro lado, hay
desconocimiento del administrado respecto de los trámites a realizar, por la gran
cantidad de disposiciones que se dictan”43

41
STC N° 00004-2006-AI, F.J. 101
42
CASTAÑEDA OTSU, Susana Ynés, Derechos constitucionales y Defensoría de/ Pueblo, Alternativas,
Lima, 2001, p. 245. 147.
43
Op. Cit. CASTAÑEDA OTSU, Susana Ynés.
En sentido la defensoría del pueblo se encuentra legitimada para interponer una
demanda de inconstitucionalidad cuando identifique una ley contraria a la Norma
Fundamental, conforme lo dispone el artículo 99° del CPConst., pudiendo
interponer directamente el Defensor del Pueblo la demanda de
inconstitucionalidad.

D) Congresistas.

El artículo 93° de la Constitución establece que los congresistas representan a


la Nación. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado que «si la esencia
de la política parlamentaria es la deliberación, y esta no es posible bajo la forma
de mandato imperativo alguno, el mandato representativo constituye una
exigencia ineludible del sistema.44

Por su parte, el artículo 203° de la Carta Política establece que será el 25% del
número legal de congresistas el legitimado para interponer demanda de
inconstitucionalidad, lo cual nos lleva al cálculo de 30 parlamentarios que
deberán de acreditar su voluntad de interponer conjuntamente una demanda de
inconstitucionalidad, para lo cual deberán de actuar mediante apoderado legal.

E) Ciudadanos.

El Artículo 203° inciso 5 de la Constitución establece que podrán interponer


demanda de inconstitucionalidad 5000 ciudadanos con firmas comprobadas por
el Jurado Nacional de Elecciones, precisando que “si la norma es una ordenanza
municipal, está facultada para impugnarla el uno por ciento de los ciudadanos
del respectivo ámbito territorial”. Cabe precisar que el artículo 99° del CPConst.
establece que los ciudadanos deben actuar con patrocinio de letrado y conferir
su representación a uno solo de ellos.

El fundamento constitucional para otorgar legitimidad activa para obrar a la


ciudadanía en cuanto a la interposición de la demanda de inconstitucionalidad
se sustenta en el artículo 43 0 de la Constitución que consagra a nuestro Estado
como uno social y democrático de Derecho, ya que la configuración de esta clase
de Estado requiere no solo de la exigencia de condiciones materiales para
alcanzar sus presupuestos lo que exige una relación directa de las posibilidades

44
STC NO 00030-2005-AI, r-Js. 6-7
reales y objetivas del Estado con la activa participación de los ciudadanos en el
quehacer estatal sino, además, su identificación con los fines de su contenido
social, a efectos de que pueda evaluar tanto los contextos que justifiquen su
accionar, como aquellos que justifiquen su abstención, evitando convertirse en
un obstáculo para el desarrollo social.45

F) Autoridades regionales y locales.

El inciso 6 del artículo 203 0 de la Constitución establece que están facultados


para interponer demanda de inconstitucionalidad los presidentes de Región con
acuerdo del Consejo de Coordinación Regional, o los alcaldes provinciales con
acuerdo de su Consejo, en materias de su competencia». Al respecto, el artículo
990 del CPConst.. precisa que tales autoridades «actúan en el proceso por sí o
mediante apoderado y con patrocinio de letrado».

La legitimidad de los gobiernos regionales se fundamenta en que, de acuerdo a


las atribuciones concedidas por el artículo 192° de la Constitución, tiene
atribuciones que inciden en una serie de campos, lo cual amerita que adopten
las medidas legales que crean convenientes en las materias de su competencia.

G) Colegios profesionales

Conforme señala Eto Cruz, los colegios profesionales son «entidades


corporativas integradas por personas naturales que ostentan un título profesional
y que ejercen sus funciones en un determinado ámbito territorial (provincia,
departamento), teniendo como finalidad la defensa de sus agremiados, el
ejercido digno, honrado y eficiente de la profesión, cuidando de que sus
miembros cumplan estrictamente con los deberes y obligaciones que su alto
ministerio les impone46

Tal definición concuerda con su naturaleza autónoma, reconocida por la


Constitución en su artículo 200 y sobre la cual Velez moro Pinto ahonda al
señalar que dicha autonomía se fundamenta en su «especialización y control del
ejercicio profesional que han logrado instituir con el transcurrir de los años. De
allí, la mención expresa a su autonomía a pesar de su personería pública, lo cual

45
STC NO 07320-2005-AA, FJ. 5.
46
ETO CRUZ, Gerardo, «Los inusitados roles de los colegios profesionales», en Revista Jurídica, NO 133.,
Trujillo, 1995, p. 10.
la excluye de cualquier intervención estatal [resguardándose] tanto el interés
público como la peculiaridad que le son propios.47

Cabe precisar que el Tribunal Constitucional ha establecido los supuestos frente


a los cuales los colegios profesionales podrán interponer demanda de
inconstitucionalidad:

a) La materia que regulan las leyes o disposiciones con rango de ley que se
pretenda cuestionar deberá encontrarse directa y claramente relacionada
con la materia o especialidad en la que, dada la profesión que agrupa a
los miembros del respectivo colegio, se tenga singulares conocimientos
que no poseen otras profesiones.
b) En el ejercicio de la facultad de interponer demandas de
inconstitucionalidad no deberá imponerse los intereses particulares de
cada uno de los miembros del respectivo colegio profesional, sino la
voluntad institucional de este por la defensa del interés general y de los
derechos ciudadanos.48

Legitimidad pasiva para obrar

2. PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD.

Sobre la legitimidad pasiva para obrar, el extremo final del artículo 990 del
CPConst. señala que “El órgano demandado se apersona en el proceso y
formula obligatoriamente su alegato en defensa de la norma impugnada, por
medio de apoderado nombrado especialmente para el efecto”. Sobre el
particular, debemos señalar que el artículo 47° de la Constitución establece que
«la defensa de los intereses del Estado está a cargo de los procuradores públicos
conforme a ley. Sobre la base de tal mandato, el Tribunal Constitucional ha
señalado que el cumplimiento de dicha atribución impone a los poderes públicos
no sólo de la obligación de organizarla de modo tal que pueda cumplir

47
VELEZMORO PINTO, Fernando, «Colegios profesionales y colegiación obligatoria», en vv. AA., La
Constitución comentada, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, T. l, p. 499.
48
STC NO 00005-2005-AI, FJ, 4,.
efectivamente con sus funciones, sino también la de dotarla de todas las
atribuciones que sean necesarias para el adecuado cumplimiento de sus fines”

Por otro lado, debe señalarse que la defensa de los intereses del Estado solo se
ha de efectuar en el ámbito estrictamente judicial o, por el contrario, si éste puede
también realizarse en la etapa previa en los procedimientos previos a la
formulación de la denuncia). Según el artículo 47° de la Ley Fundamental, la
determinación de dicho ámbito de competencia públicas se encuentra sujeta a
reserva de ley”

Sobre la participación del procurador público en el proceso de cumplimiento,


debemos señalar que esta se realiza conforme a lo establecido en el artículo 7°
del CPConst., es decir que la defensa del Estado o de cualquier funcionario o
servidor público está a cargo del procurador público o del representante legal
respectivo, quien deberá ser emplazado con la demanda.

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD

La Sala Civil de la Corte Suprema de la República ha definido a la demanda


como el acto procesal postulatorio que contiene la pretensión procesal, y aun
cuando dicho acto requiere como requisito de admisibilidad que el petitorio
(objeto de la pretensión) debe comprenderse la determinación clara y concreta
de lo que se pide, [...] y como tal, las peticiones que se reclamen deben
expresarse en el requisito acotado, ocurre que la demanda (como mero acto de
iniciación procesal) y la pretensión principal (como objeto del proceso)
constituyen un todo, que deben ser interpretados en conjunto, ya que
básicamente esta última categoría procesal se compone de los siguientes
elementos: sujetos (actor y demandado), objeto (petitorio) y causa
(fundamentación fáctica y jurídica), de ahí que el juzgador debe examinar la
existencia de la pretensión desde el contexto de sus elementos afirmados en la
demanda a efectos de fallar congruentemente con ella.49 .

La demanda de inconstitucionalidad es interpuesta contra normas con rango de


ley, sobre las cuales el Tribunal Constitucional ha señalado que con la expresión
rango'se denota la posición que una fuente formal del derecho pueda ostentar

49
SALA CIVIL DE LA CORTE SUPREMA, Casación NO 379-99-Cono Norte, en TORRES VÁSQUEZ, Aníbal,
Diccionario de Jurisprudencia Civil, Grijley, Lima, 2008, p. 233. 159 STC NO 00005-2003-AI, FL 10.
en el ordenamiento jurídico; en tanto que con la fórmula rango de ley se indica
que las fuentes a las que se ha calificado como tales, se ubican en el
ordenamiento en el grado inmediatamente inferior al que ocupa la Constitución.
Sin embargo, rango de ley no equivale, necesariamente, a que se tenga la
condición de fuente primaria, esto es, que se encuentren creadas y disciplinadas,
única y directamente, por la Constitución. En efecto, muchas de las fuentes
mencionadas en el inciso 4) del artículo 200° de la Ley Fundamental, no sólo
tienen en las normas constitucionales a las que regulan el proceso de su
producción jurídica, es decir, las reglas mediante las cuales el ordenamiento
regula su proceso de creación, modificación y extinción. En efecto, en ocasiones,
sobre las diversas fuentes aludidas en el inciso 4) del artículo 2000, la propia
Norma Suprema establece que otras fuentes del mismo rango formal cumplan,
por reenvío, la función de regular el proceso de su elaboración. En tal situación,
por ejemplo, se encuentran el decreto legislativo, las normas regionales o la
ordenanza municipal, por sólo citar algunas cuyas reglas de producción
normativa, como es evidente, no provienen sólo de la Constitución, sino también
de aquellas fuentes, como la ley, a las que aquel remite. Por tal razón, sólo las
fuentes que ocupan esa posición en el ordenamiento jurídico, pueden ser
impugnadas en el proceso de inconstitucionalidad de las leyes.

a) Interposición de la demanda:

La demanda de inconstitucionalidad se interpone ante el Tribunal Constitucional,


debe de reunir los siguientes requisitos (CPConst. Art. Nº 101):

1. La identidad de los órganos o personas que interponen la demanda y


su domicilio legal y procesal.
2. La indicación de la norma que se impugna en forma precisa.
3. Los fundamentos en que se sustentan la pretensión.
4. La relación numerada de los documentos que se acompaña.
5. La designación del apoderado si lo hubiere.
6. Copia simple de la norma objeto de la demanda, precisando el día,
mes y año de su publicación.

De otro lado, dependiendo de la persona y órgano que demande, se


deberán de adjuntar, segúnel caso los siguientes anexos (CPConst. Art. Nº 102):
1. Certificación del acuerdo adoptado en el Consejo de Ministros, cuando
la demanda sea del presidente de la república.
2. Certificación de las firmas correspondientes por el Oficial Mayor del
Congreso si los actores son el 25% del número legal de congresistas.
3. Certificación por el Jurado Nacional de Elecciones, en los formatos que
proporciona el Tribunal, según el caso si los actores son cinco mil
ciudadanos o el uno por ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito
territorial, conforme el Art. Nº 203 Inc. 5 de la Constitución.
4. Certificación del acuerdo adoptado por la Junta Directiva del
Respectivo Colegio Profesional.
5. Certificación del acuerdo adoptado en el Consejo de Coordinación
Regional o en el Consejo Provincial, cuando el actor sea Presidente
de Región o Alcalde Provincial, según corresponda.
b) Admisibilidad y traslado de la demanda:

Una vez interpuesta la demanda, el Tribunal Constitucional se pronuncia sobre


la admisibilidad de la misma, dentro de un plazo máximo de diez días (CPConst.
Art. Nº 103). Dentro de este mismo plazo y motivadamente, el tribunal resolverá
sobre la inadmisibilidad de la demanda en caso de que la demanda se hubiera
omitido alguno de los requisitos señalados en el rubro anterior (CPConst. Art. Nº
101 y 102).

Se considera un plazo no mayor de cinco días para la subsanar la omisión en la


que incurrió el demandante. Transcurrido ese plazo, y sin que se haya
subsanado el defecto, el Tribunal, en resolución debidamente motivada e
inimpugnable, declarar la improcedencia de la demanda, con lo que concluye el
proceso (CPConst. Art. Nº 103).

Para resolver la inadmisibilidad de una demanda de inconstitucionalidad se


requerirá el voto conforme de 5 magistrados (LOTC Art 5 y RNTC Art. Nº 10).

Es necesario precisar que admitida la demanda, no se suspende la vigencia de


la norma impugnada, por lo que no se admiten medidas cautelares (CPConst.
Art. Nº 105). Así mismo, en atención al interéspúblico de la controversia
constitucional, el TC impulsara el proceso de oficio prescindiéndose de la
actividad o interés de las partes. Solo con la sentencia termina el proceso de
inconstitucionalidad (CPConst. Art. Nº 106).

Conforme al Art. Nº 117 del CPConst. El Tribunal Constitucional pude acumular


los procesos cuando fueron conexos, en cualquier momento del proceso.

La resolución que admite la demanda concede, a su vez, un plazo de treinta días


para que el emplazado conteste la demanda. El Tribunal Constitucional emplaza
con la demanda (CPConst. Art. Nº 107):

1. El Congreso o la Comisión Permanente, en caso de que el Congreso


no se encuentre en funciones, si se trata de Leyes o Reglamento del
Congreso.
2. El Poder Ejecutivo, si la norma impugnada es un Decreto Legislativo o
Decreto de Urgencia.
3. El congreso, o la Comisión Permanente y al Poder Ejecutivo, si se trata
de tratados Internacionales.
4. Los órganos correspondientes si la norma impugnada es de carácter
regional o municipal.
c) Apersonamiento y contestación.

El emplazado contestara la demanda dentro de los treinta días contados a partir


de la notificación de la demanda. Transcurrido dicho plazo, con o sin
contestación, el Tribunal resolverá teniendo por contestada la demanda o
declarando rebelde al emplazado, según corresponda (CPConst. Art. Nº 107).

d) Vista de Causa y sentencia.

En la resolución que tiene por contestada la demanda o que declara la rebeldía


del emplazado, se fijara la fecha de vista de la causa, dentro de los diez días
hábiles siguientes y se llevara a cabo en audiencia pública, conforme al Art. N
29 del Reglamento Normativo del TC. Las partes pueden solicitar que sus
abogados informen oralmente (CPConst. Art. Nº 107).

Se puede precisar que el Tribunal Constitucional puede solicitar informes y


documentos que considere necesarios para la resolución de la causa a los
poderes del Estado y a la Administración Publica. El Tribunal habilita un plazo
para que las partes conozcan los informes y documentos solicitados y puedan
ejercer los derechos que correspondan (CPCons. Art. Nº 119).

Durante la tramitación del proceso ante el Tribunal Constitucional, las audiencias


públicas seguirán las siguientes reglas:

1. La audiencia pública es el acto procesal mediante el cual se escucha


a las partes y a los abogados, que soliciten informar oralmente sobre
los fundamentos de hecho y de derecho, en su oportunidad
(Reglamento Normativo del TC Art. Nº 29).
2. Se realizarán los días lunes, martes, miércoles y jueves, no incluye los
días no laborables. Su realización en otros días es excepcional,
además el pleno determina el momento en que se inicia la audiencia
(Reglamento Normativo del TC Art. Nº 30).
3. Se debe de solicitar por escrito la presentación del informe oral, dentro
de los tres díashábiles siguientes a la publicación del día de la
audiencia en el portal electrónico del TC (Reglamento Normativo del
TC Art. Nº 31).
4. Las partes hacen uso de la palabra durante cinco minutos, asimismo,
los representantes legales de las partes hacen uso de la palabra por
el mismo tiempo. El presidente de TC establece el tiempo en que las
partes hartan uso de los derechos de réplica y duplica (Reglamento
Normativo del TC Art. Nº 34).
5. Durante la audiencia se permitirá la participación de los amicuscuriae
(Reglamento Normativo del TC Art. Nº 34).

El Tribunal dicta sentencia dentro de los treinta días posteriores de producida la


vista de la causa (CPCosnt. Art. Nº 108).

Para declarar la inconstitucionalidad de una demanda se requerirá el voto


conforme de cinco magistrados, de no alcanzar dicha votación, la demanda será
declarada infundada (LOTC Art. Nº 5 y RNTC Art. Nº 10).

Se deberá de suspender el trámite del proceso de acción popular en que se esté


cuestionando la validez de una norma infra legal, que tenga vinculada otra norma
con rango de ley, la cual se haya sometida a un proceso de inconstitucionalidad.
La suspensión se mantendrá hasta que el Tribunal Constitucional expida
resolución definitiva (CPConst. Art. Nº 80).

La sentencia del Tribunal Constitucional, será tal cuando haya sido firmado por
cinco magistrados, conforme al quórum establecido (LOTC Art. Nº 5 y RNTC Art.
Nº 10). La sentencia inimpugnable. Contra los decretos y autos procede el
recurso de reposición (CPConst. Art. Nº 121). Sin embargo a los dos días de la
publicación de la sentencia, el Tribunal, de oficio o a pedido de parte, puede
dictar resolución aclarando algún concepto o subsanando cualquier error
material u omisión en que hubiere incurrido. Esta resolución se expide sin mas
tramite y al segundo día de formulado el pedido de aclaración (CPConst. Art. Nº
121).

PUBLICACIÓN DE LA SENTENCIA:

Las sentencias finales y las resoluciones aclaratorias de las mismas, recaídas


en el proceso de Inconstitucionalidad, serán enviadas dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes a la fecha de su expedición, al diario oficial El Peruano
para su publicación gratuita, dentro de los tres días siguientes al de recepción.
De lo contrario el Tribunal Constitucional ordenara que se publiquen en uno de
los diarios de mayor circulación a nivel nacional, sin perjuicio de las
responsabilidades a que hubiere lugar, remitiéndose los actuados al Ministerio
Publico para que actúe conforme a sus atribuciones.

La sentencia a que se refiere a normas regionales u ordenanzas municipales se


publican, además, en el diario que se publican lo avisos judiciales de la
respectiva jurisdicción y en carteles de lugares públicos.

La publicación debe de contener la sentencia y las piezas del expediente que


fuesen necesarias para comprender el derecho invocado y las razones que el
Tribunal Constitucional tuvo para conceder o denegar la pretensión. Asimismo,
el pleno del TC dispondrá las publicaciones de las resoluciones expedidas (con
excepción de los decretos) en su portal electrónico oficial.
EFECTOS DE LA SENTENCIA DE INCONSTITUCIONALIDAD:

Las sentencias de inconstitucionalidad y las resoluciones que declara la


prescripción de la pretensión tienen autoridad de cosa juzgada, por lo que
vinculan a todos los poderes públicos y son, además, inimpugnables (Const. Art.
Nº 202.1 y CPConst. Art Nº 82).

De otro lado la declaratoria de inconstitucionalidad de una norma impugnada por


vicios formales no obsta para que esta sea demandada posteriormente por el
fondo, siempre que se interponga dentro del plazo de seis años o seis meses,
según sea el caso (CPConst. Art Nº 82).

Las sentencias declaratorias de inconstitucionalidad, en todo o en parte, de una


norma dejan sin efecto a esta desde el día siguiente de su publicación y tienen
alcances generales (Const. Art. 204 y CPConst. Art Nº 81).

Cuando se trate de materia tributaria o penal (CPConst. Art Nº 74 y 103,


respectivamente) el Tribunal debe de determinar de manera expresa en la
sentencia los efectos temporales de su decisión. Asimismo, resuelve lo
pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en
vigencia (CPConst. Art Nº 81 y 83).

Las sentencias declaratorias de inconstitucionalidad, en todo o en parte, de una


norma legal, no tiene efectos retroactivos, salvo en materia tributaria o penal,
como ya se mencionó (CPConst. Art Nº 81 y 83).

Las sentencias que declaran la inconstitucionalidad no permiten revivir procesos


fenecidos en lo que se haya hecho aplicación de las normas declaradas
inconstitucionales, salvo que se trate de procesos en los que se ha aplicado
normas penales o tributarias (CPConst. Art Nº 81 y 83).

También se declarara la inconstitucionalidad de aquella norma que por conexión


o consecuencia resuelve vinculada a la norma cuestionada, aunque ello no forme
parte del petitorio constitucional (CPConst. Art Nº 78).

El Tribunal Constitucional puede fundar la sentencia de declaración de


inconstitucionalidad en la infracción de cualquier norma constitucional, aunque
esta no haya sido invocada expresamente ni en la demanda ni en el transcurso
del proceso (CPConst. Art Nº VIII del Título Preliminar).
Conforme a la vacatio sententiae el Tribunal puede postergar los efectos
temporales de la sentencia que declara la inconstitucional una norma, en
atención a los posibles perjuicios (Vacíos Normativos) que pudieran originarse .

La declaración de inconstitucionalidad de una norma no implica que las


disposiciones legales que de ella hubiera derogado recobren vigencia (CPConst.
Art Nº 83).

TIPOS DE SENTENCIA:

Conforme a la sentencia Nº 0004 – 2004 del Tribunal Constitucional, podemos


indicar:

1. Sentencias de Especie: en este supuesto el juez constitucional se limita


aplicar la norma constitucional o la norma del bloque de
constitucionalidad para evaluar la validez de la norma cuestionada.
2. Sentencia de Principio: forman la jurisprudencia constitucional,
interpretando el alcance y sentido de las normas constitucionales,
completando las lagunas y forjan los precedentes vinculantes.
3. Sentencia Estimativa: declaran fundada una demanda de
inconstitucionalidad. Dejan sin efecto una norma cuestionada. Pueden
ser:
a. De simple anulación: el órgano de control constitucional resuelve
dejar sin efecto una parte o la integridad del contenido de un texto.

b. Sentencias estipulativas: el órgano de control de la


constitucionalidad establece, en la parte considerativa de la
sentencia, las variables conceptuales o terminológicas que utilizan
para analizar y resolver una controversia constitucional.
c. Sentencias Interpretativas propiamente dichas: se declara la
inconstitucionalidad de uno o varios sentidos interpretativos de la
disposición cuestionada. Por consiguiente, establece que en el
futuro los operadores jurídicos están prohibidos de interpretar y
aplicar la disposición en la forma declarada inconstitucional.
b. Sentencias interpretativas manipulativas: el órgano de control
constitucional detecta y determina la existencia de un contenido normativo
constitucional dentro de una ley impugnada. Su elaboración está sujeta
alternativamente y acumulativamente a dos tipos de operaciones: la
ablativa y reconstructiva. La operación ablativa consiste en reducir os
alcances normativos de la ley, mientras que la reconstructiva consiste en
consignar el alcance normativo de la ley “agregándosele” un contenido y
un sentido interpretativo que no aparece en el texto. Su experiencia se
justifica por la necesidad de evitar los efectos de los vacíos legales
originados por la “expulsión” de una ley del ordenamiento. Sus dos
principios rectores son el principio de conservación de la ley y el principio
de interpretación desde la constitución.
c. Sentencia aditiva: una parte de la ley impugnada es inconstitucional , en
tanto no ha previsto o ha excluido algo, por lo que procede a “ampliar” su
contenido normativo, permitiendo su aplicación a supuestos inicialmente
no aplicados, o ensanchando sus consecuencias jurídicas. Su finalidad es
controlar e integrar las omisiones legislativas inconstitucionales. Se
emplea la interpretación extensiva, interpretación sistemática o
interpretación analógica.
d. Sentencias exhortativas: el órgano de control constitucional declara la
incompatibilidad constitucional de una parte o la totalidad de la ley
impugnada, pero no dispone su inmediata expulsión del ordenamiento
constitucional, sino que exhorta el Parlamento para que, en un plazo
razonable, expida una ley sustitutoria con un contenido acorde a las
normas constitucionales.
e. Sentencia reductora: restringe el ámbito de la aplicación de la ley
impugnada a algunos de los supuestos o consecuenciasjurídicas
establecidas en la literalidad del texto.
f. Sentencia sustitutiva: el órgano de control constitucional declara la
inconstitucionalidad parcial de una ley, y simultáneamente, incorpora un
reemplazo o relevo del contendió normativo expulsado del ordenamiento
jurídico a través de la integración. La cual se lleva a cabo para impedir la
consumación de efectos políticos, económicos, sociales o culturales
gravemente dañosos derivados de la declaración de inconstitucionalidad
parcial.

4. Sentencias desestimativas: declaran según el caso inadmisibles,


improcedentes o infundadas las demandas de inconstitucionalidad. En este
último caso, la denegatoria por el fondo impide una nueva interposición fundada
en idéntico precepto.

a. Sentencias desestimativas por sentido interpretativo: se


declara la constitucionalidad de una ley cuestionada, en la medida
que es interpretada en el sentido que se considera adecuado,
armónico y coherente con el texto fundamental.
b. Sentencia desestimativas por rechazo simple: se declara
infundada la demanda presentada contra una parte o la integridad
de una ley.
CONCLUSIONES.
 la Constitución debe mantener su jerarquía frente a las posibles
violaciones o quebrantos. Caso contrario, este principio de la Supremacía
Constitucional, sería negado en los hechos.
 El control concentrado, en el cual el tribunal constitucional es el que
declara la inconstitucionalidad de la norma y el control difuso, todos los
órganos que realizan la actividad jurisdiccional tienen la atribución de
declarar la inconstitucionalidad de las leyes.
 el Proceso de inconstitucionalidad en el Perú se ha convertido en un
mecanismo de control de las normas con rango legal que son
incompatibles con la Constitución por el Fondo o la Forma.
 La sentencia respectiva determina el poder, órgano o ente a la que
pertenece la competencia o, en su caso, ordena que sea ejercida por el
poder, órgano o ente renuente.

 HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. “El proceso de inconstitucionalidad
en el Perú”, en Código Procesal Constitucional comentado. Trujillo,
Normas Legales, 2005.
 DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL, LOGROS Y
OBSTÁCULOS, Néstor Pedro Sagüés
 El proceso de inconstitucionalidad en la jurisprudencia, Víctor hugo
Montoya Chávez .
 El proceso de inconstitucionalidad. Desarrollo, límites y retos Por: Edwin
Figueroa Gutarra.

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