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guerra impuestas a Alemania al finalizar la Primera Guerra Mundial, mediante el Tratado de Versalles de 1919. El Plan
Young sustituyó al Plan Dawes (1924), que fijaba montos elevados de pago anual en calidad de reparaciones de guerra.
En cuanto se hizo evidente que Alemania nunca podría cumplir tales compromisos por un plazo indefinido, los países
vencedores de la Gran Guerra decidieron buscar otras alternativas.
Elaboración y ejecución del Plan: Un comité, establecido por el "Comité Aliado de Reparaciones", se reunió en la
primera mitad de 1929 y emitió su primer informe el 7 de junio de ese año. El comité tenía como representantes de
Estados Unidos a los banqueros Owen D. Young, J.P Morgan Jr., y Thomas Lamont; el informe que éstos emitieron fue
recibido con grandes objeciones de Gran Bretaña y tras arduas negociaciones, se terminó de elaborar el plan el 31 de
agosto de 1929. Una conferencia de los países vencedores en La Haya terminó por adoptar el plan en enero de 1930.
El Plan Young postulaba que el total de reparaciones de guerra sumaba 26.350 millones de dólares estadounidenses a
ser pagados por Alemania en un plazo de 58 años y medio, descartando los alcances del Plan Dawes que no contenía
una aproximación del plazo por el cual subsistiría la deuda. Una finalidad del Plan Young era establecer cuánto dinero
pagaría Alemania como reparaciones de guerra, y por cuánto tiempo. Para ello el Plan Young dividió el pago anual
alemán en fracciones de 473 millones de dólares estadounidenses. Un tercio de esta suma se pagaría
incondicionalmente y el resto del pago podría postergarse hasta el año 1988. Para este financiamiento se contaba con
que el gobierno de Alemania utilizara su presupuesto nacional y un impuesto sobre los transportes.
Entre otras medidas, el Plan Young fijaba que debía establecerse un "banco internacional de depósitos", con la
finalidad de manejar las transferencias internacionales de dinero surgidas de estas reparaciones, lo cual se hizo en
enero de 1930. Durante las negociaciones y la adopción del Plan Young, ocurrió el Crack del 29 en Wall Street el 24
octubre de 1929, que trajo graves consecuencias. Primeramente, este acontecimiento causó que
los bancos de Estados Unidos retirasen sus fondos de Europa y luego que anularan los créditos que hacían viable el
Plan Young (Este plan, al igual que el Plan Dawes, se basaba en préstamos bancarios estadounidenses hacia Alemania).
La caída en el nivel de las importaciones y exportaciones hizo que el comercio mundial disminuyera en dos tercios
hacia 1933, afectando a todos los países del mundo de un modo u otro.
Debido a la Gran Depresión, Estados Unidos aprobó el 17 de junio de 1930 la Ley Hawley-Smoot aumentando los
aranceles a los productos importados, impulsando un proteccionismo que dificultaba más aún
el comercio internacional. Esto perjudicó gravemente a países europeos que comerciaban con Estados Unidos;
en Alemania, país industrializado pero muy dependiente del comercio mundial, el desempleo alcanzaba el 33,7%
en 1931 y el 40% en 1932.
Bajo estas circunstancias, el presidente estadounidense Herbert Hoover propuso públicamente una moratoria de un
año para los pagos del Plan Young, logrando el apoyo de 15 naciones para tal fin en julio de 1931; no obstante, esta
moratoria no ayudó a detener los graves problemas económicos que ya se habían extendido a toda Europa, más aún
cuando la misma Alemania afrontaba una severa crisis bancaria. En la Conferencia de Lausana (Suiza) de 1932 se hizo
un último esfuerzo, donde representantes de Gran Bretaña, Francia, Italia, Bélgica, y Japón llegaron a un acuerdo;
para esta fecha era ya evidente que la depresión económica de la década de 1930 hacía imposible conseguir que
Alemania continuara los pagos por reparaciones. Los países presentes en Lausana acordaron:
Oposición al pago de reparaciones de guerra: No obstante que el Plan Young había reducido realmente las obligaciones
pendientes de Alemania, recibió la oposición de muchos grupos políticos alemanes. Movimientos conservadores y de
derecha se habían opuesto desde 1919 al pago de reparaciones de guerra y lideraron la oposición al Plan Young. Bajo
el liderazgo de Alfred Hugenberg, un gran número de grupos derechistas se unieron en coalición; uno de los principales
grupos en unirse a ellos fue el Partido Nazi dirigido por Adolf Hitler, que había sido antes rechazado por el resto de la
derecha alemana al ser considerado radical y extremista. El objetivo de esta coalición era aprobar una ley llamada "Ley
de la Libertad" o "Freiheitsgesetz", según la cual Alemania renunciaba a seguir pagando reparaciones y consideraba
un delito para cualquier funcionario alemán colaborar en el pago de estas. También implicaba rechazar la "culpabilidad
de guerra" alemana y la ocupación del territorio alemán que habían sido temas establecidos en el Tratado de Versalles.
Conforme a la Constitución de la República de Weimar, si el 10% de los votantes alemanes firmaban una petición para
discutir un proyecto de ley, el Reichstag debía someterlo a voto; si el Reichstag rechazaba el proyecto entonces éste
se sometía a referéndum nacional; si el 50% de los votantes apoyaban dicho proyecto, éste se convertía en ley.
La Freiheitsgesetz fue oficialmente propuesta el 16 de octubre de 1928, movilizándose los nazis y otros partidos para
recoger firmas de adhesión a la propuesta. El gobierno de la República de Weimar rechazó semejante proyecto y
prohibió las manifestaciones públicas que lo apoyaban; no obstante, la coalición de derechas consiguió suficientes
firmantes para que el Reichstag la sometiera a votación en ese mismo año. El Reichstag rechazó el proyecto por 318
votos en contra 82 a favor; en la consulta popular del 22 de diciembre, la Freiheitsgesetz fue rechazada y sólo obtuvo
un 13,8 % de votos a favor. Si bien el proyecto de la "Ley de la Libertad" fracasó, la campaña para adoptarla significó
una fuerte publicidad para Hitler y el Partido Nazi; tras la derrota electoral de 1928 Hitler acusó a Hugenberg de
mostrar un pobre liderazgo político, muchos líderes conservadores y derechistas empezaron entonces a ser eclipsados
por los nazis en cuanto a atracción pública.
El repudio oficial a las reparaciones de guerra y la total negativa a pagarlas fueron medidas que Hitler impuso por
decreto en Alemania poco después de asumir el poder en 1933.
1930, Young