You are on page 1of 8

COMPETENCIAS DOCENTES PARA LA ENSEÑANZA DE LA

EDUCACION SUPERIOR EN VENEZUELA

Autor: Chávez Julio Cesar


Docente: Matute Samir
Asignatura: Investigación en las Ciencias Sociales

El Vigía, Abril 2018


Titulo: COMPETENCIAS DOCENTES PARA LA ENSEÑANZA DE LA
EDUCACION SUPERIOR EN VENEZUELA

Problema (momento empírico)

En el marco de la actual crisis nacional en los diferentes sectores


sociales y económicos del país, la educación superior no queda
exenta de la necesidad de una nueva visión enmarcada en los
presupuestos correspondientes asignados, así como del imperativo de
encontrar una medida que ayude a los individuos a sobrellevar estos
tiempos que se están viviendo, tanto en cuestiones económicas, como
sociales y políticas.

Dicha visión en un contexto nacional concibe a las


competencias como, la tendencia en Venezuela para la educación
Universitaria, y así lograr la relevancia pertinencia de los contenidos y
la forma en que éstos se abordan en el aula. Se apuesta a la
formación por competencias en una educación integra más que en un
área específica como se planteó en reformas anteriores de las cuales
se hablará durante la investigación.

Objetivo General
Identificar las competencias básicas de un docente para la enseñanza
de en la educación superior mediante una lista de las mismas y las
distintas definiciones de competencias docentes y el Perfil del Docente
de Educación Universitaria.
Objetivos específicos

1. Reflexionar acerca del papel del docente como uno de los


protagonistas del acto educativo en la educación basada en
competencias para el desarrollo de competencias de los alumnos.

2. Hacer una propuesta de Competencias Docentes para la


enseñanza de educación superior a partir de la literatura revisada y las
experiencias obtenidas en las distan instituciones universitarias.

Bases teóricas (momento epistémico)

Los diferentes cambios presentados en la educación en Venezuela


en los inicios del siglo XXI se ven reflejados en el modelo educativo,
ya que se definen en función de la capacidad del ser humano para
educarse, en la actualidad la educación es entendida como una acción
práctica que posee dos resultados la información y la formación, la
información es entendida como que el alumno comprenda conceptos,
procedimientos, maneje datos que le permitan un desempeño optimo,
mientras que por formación se entiende la adquisición de actitudes,
normas, valores y un código ético. Es decir, que el estudiante
desarrolle una actitud que le permita cuestionar, analizar, reflexionar y
actuar eficazmente sobre la sociedad en la que vive para mejorarla.
En este sentido, la formación por competencias va más allá de la
formación guiada por el contenido de las diferentes disciplinas al
considerar la transformación de las representaciones contexto-
conceptuales que el estudiante proyecta en los planos: cognoscitivo
(saber conocer y saber hacer), afectivo (saber ser) y social (saber
estar), orientando el proceso de enseñanza mediante una lógica de
estructuración hacia el desempeño profesional (Gorodokin, 2005;
Perrenoud, 2004). Así, se dota a la educación superior de un carácter
estratégico en el desarrollo de los países y en el mejoramiento de la
calidad de vida de sus ciudadanos (ocde, 1991; unesco, 2000, 2008).
Para el desarrollo de los países se requieren personas competentes
que entiendan su entorno socio-cultural y tecnológico, de ALEPH [ pp.
45-65 ] COMPETENCIAS PROFESIONALES EN LA EDUCACIÓN
SUPERIOR Y. I. JIMENEZ, J. HERNÁNDEZ Y M. A. GONZÁLEZ 49
Innovación Educativa, ISSN: 1665-2673 vol. 13, número 61 | enero-
abril, 2013 | modo que puedan integrarse a sus puestos de trabajo
articulando la creatividad y la innovación para solucionar las
problemáticas complejas reales que se presentan en los diferentes
ámbitos de la vida, cuya solución no se encuentra –o sólo
parcialmente– en respuestas altamente estructuradas aprendidas de
manera acrítica en las instituciones educativas (unesco, 2005). Dentro
de este contexto, es fundamental que los individuos se desempeñen
de manera competente y actúen reflexivamente. Por lo anterior, la
educación basada en competencias se convierte en el crisol donde
confluyen la teoría y la práctica (Carreras y Perrenoud, 2008) y se
impulsa a las personas a aprender a aprender, a actuar de manera
reflexiva, a tomar decisiones más efectivas y eficientes, a vivir con
mayor autonomía y con respeto por sí mismas y por los demás. Bunk,
Kaizer y Zedler (1991, citado por Tejada, 1999) clasificaron las
competencias que se promueven en la educación, agrupándolas en
cuatro tipos:

a. Técnicas: referidas a saber relacionar el procedimiento adecuado a


las tareas encomendadas (saber conocer).
b. Metodológicas: saber reaccionar ante las irregularidades que se
presentan y encontrar, de manera independiente, vías de solución;
abarcan, también, transferir adecuadamente las experiencias
adquiridas a otros problemas de trabajo (saber hacer).

c. Sociales: cuando se sabe trabajar con otras personas, colaborativa


y constructivamente; cuando se muestra un comportamiento orientado
al grupo y al entendimiento interpersonal (saber ser). d. Participativas:
el individuo sabe participar en la organización de su puesto y en su
entorno de trabajo; es capaz de organizar, decidir, y muestra
disposición a aceptar responsabilidades (saber estar).

Formación del Docente Universitario Martínez (2010) expone que


para responder al reto que en la actualidad tiene la educación
superior, es necesario trascender la idea de que un buen profesional
es aquel que posee los conocimientos y habilidades que le permiten
desempeñarse con éxito en la profesión, y sustituirlo por una noción
más amplia y humana de este profesional, lo que se traduce en que el
proceso de formación profesional, que tiene lugar en las instituciones
de educación superior, debe trasladar el centro de atención de la
adquisición de conocimientos y habilidades a la formación integral de
la personalidad del estudiante, así como también, de la concepción del
estudiante como objeto de la formación profesional a la de sujeto de
su formación profesional. Para responder a estas demandas de
formación de un nuevo profesional, se ha de efectuar un cambio en la
formación del docente de educación superior en la que el aprendizaje
sea el proceso de construcción -por parte del sujeto que aprende- de
conocimientos, habilidades y motivos de actuación, en condiciones de
interacción social y en un medio socio-histórico preciso sobre la base
de la experiencia individual y grupal, que lo conduce a su pleno
desarrollo personal. Según esta misma autora, esta concepción de
aprendizaje implica no sólo el reconocimiento del rol activo del
estudiante en el proceso de construcción del conocimiento y su
desarrollo en condiciones de interacción social, sino el hecho de que
no sólo se aprenden conocimientos y habilidades, sino también
valores y sentimientos, que se expresan en la conducta del hombre
como motivos de actuación. Además, el proceso de la enseñanza en
educación superior ha de ser planteado como el proceso de
orientación del aprendizaje del estudiante por parte del profesor. Este
último es quien favorece las condiciones y crea las situaciones de
aprendizaje en las que el estudiante se apropia de los conocimientos,
moldea las habilidades y reconoce motivos que le permiten una
actuación responsable y creadora (Martínez, 2010). Esta concepción
de enseñanza reconoce al profesor como un orientador del estudiante
en el proceso de aprendizaje.

Metodología (momento metodológico)


La investigación se manejo con el paradigma cualitativo ya que se
pretendió hacer una identificación de la diferente competencia del docente
basándose en la aplicación de encuestas abiertas, estudios desde la
perspectiva de los sujetos estudiados y entrevistas.

El estudio se enmarcó dentro de una investigación de carácter descriptivo


pues esta clase de estudios “permite especificar las propiedades, las
características y los perfiles importantes de personas, grupos, comunidades
o cualquier otro fenómeno que se someta a análisis” (Dankhe, citado por
Hernández, Fernández y Baptista, 2003, p. 117).. El diseño de la
investigación fue no experimental.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Alves, E. (2003), "La formación permanente del docente en la escuela. El uso


universitario de la tecnología para elevar la calidad del docente en el aula",
Revista Investigación y Postgrado, vol. 18, núm. 3, UPEL, Caracas,
Venezuela.

Camperos, M. (2004), "Perfiles de formación por competencias vinculados al


conocer, hacer, convivir y ser", conferencia presentada en la VI Reunión
Nacional de Currículo hacia la Integración Curricular de Educación Superior,
UCLA, Barquisimeto: Venezuela.

Castell, M. (2000), La era de la información. La sociedad red, vol. I, México.

Díaz Barriga, F. (2004), "Modelos prospectivos de innovación en el marco de


la integración curricular", conferencia presentada en la VI Reunión Nacional
de Currículo hacia la Integración Curricular de Educación Superior, UCLA,
Barquisimeto: Venezuela.

García, B. (2004), "Liderazgo docente. Rompan filas". Recuperado de


http://www.unan.mx/rompan/70/rf70art2.htnumero70

Pérez, E. (1999), "El docente necesario", Movimiento Pedagógico, Caracas,


Fe y Alegría.
Restrepo, B. (2005), "La investigación acción educativa y la construcción de
saber pedagógica", revista electrónica Educación- Educadores, núm. 7.
Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=1813452.16k

You might also like