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1 Prehistoria
· Los primeros indicios de la pastelería datan de la prehistoria, con los primeros hombres
quienes hacían preparaciones dulces con frutas, semillas y miel silvestre. Se afirma que la
primera galleta fue elaborada en el periodo neolítico, producida a través de una pasta de
cereales cocida sobre una piedra a la luz del sol.
1.2 Egipcios
1.5 El Renacimiento
En el renacimiento, siglo XVI, la pastelería acelera su progreso, ya que a lo largo de este
período se desarrollaron muchas recetas conocidas hasta nuestros días, tal y como fueron en
su origen.
· En 1506, un pastelero de Phitiviers crea la crema que lleva ese mismo nombre, mejor
conocida como Crema de Almendras. En el mismo año, en Italia se crea el Panettone y los
monjes hacen sus primeros pasteles.
· En 1520, Cassati crea helados por primera vez en Italia y un siglo después son base de
nuevas creaciones como las bombas heladas.
· En 1540, con la llegada de la Italiana Catalina de Médicis a la Corte Francesa de Enrique II, la
pastelería alcanza niveles jamás vistos hasta ese momento, ya que, entre el personal que trajo
Catalina de Médicis consigo de Italia se encontraba el chef pastelero Popelin quien crea una
pasta que se secaba en el horno y que más tarde tomara el nombre de “pasta poplin” (lo que
en nuestros días se conoce como “pasta choux”). Asimismo, se comienza a utilizar el aire para
montar las claras y la crema fresca. La azúcar refinada y los helados empiezan a ser vendidos.
Los macarrones son creados igualmente en la Corte Francesa, y la cocinera de Paul de
Gondi[2] crea las magdalenas.[3]
· En Francia para 1566, se nombra formalmente, por primera vez, a quien desempeña el oficio
de pastelero como “Maestros del Arte de la pastelería” y para efectos de poder ostentar el
nombramiento y ejercerlo, se decreta que el candidato debía hacer un examen y ejecutar una
obra maestra, para que una vez obtenido el título, prestara juramento de “Guardar la
Profesión y Seguir Fielmente as Ordenanzas”.
· A finales del siglo XVI (1594) en Francia, nace el pan de especias, el cual hasta la fecha se
consume en las casas francesas.
· Con el nacimiento del siglo XVII inicia la época moderna y es justamente cuando la repostería
inicia su modernización. El espíritu creativo de los pasteleros va a expresarse muy
particularmente con la aparición del café, el té y el chocolate en Francia. Raguenau[4] crea la
receta de la Tartaleta Amandine y Claude Gellée crea la pasta hojaldre, aunque muchos aún
discuten esta versión. A mediados de este Siglo nace la primera casa chocolatera en París y las
heladerías toman auge.
· En 1683 se confeccionan los primeros croissants en Viena para recordar el símbolo
ornamental de la bandera turca (introducidos a la corte francesa por Maria Antonieta en
1770). Gracias a un confitero italiano en este mismo año aparecen los primeros ornatos de
azúcar tirado aparecen y causan sensación en Francia y Alemania.
· A finales del siglo XVII aparece la primera cafetería frente a la opera de París (vendía café en
taza y helados al más puro estilo italiano) donde se daban cita los grandes hombres de la
literatura francesa como Voltaire[5], Diderot[6] y Rousseau.[7]
· En el siglo XVIII se crea la receta del Baba, que al inicio era un derivado del
Kugelhopf[8] simplemente bañado en ron. Más tarde esta receta es enriquecida con la adición
de almíbar al ron. Conforme avanza el siglo se crean las bombas heladas[9]. Français Doret
crea la primera máquina para moler, mezclar y aglomerar el chocolate pero ninguno de estos
eventos fue tan importante en la pastelería como el nacimiento de Antonin Carême, quien se
convertiría en el más grande de los reposteros de su época, quien fuera chef del Príncipe de
Talleyrand, de Rey George IV de Inglaterra y de los emperadores Alexandre y Nicolás de Rusia.
· El siglo XIX es el siglo de los innovadores de la pastelería. En este siglo aparecen reposteros
muy importantes como ejemplo Antonin Carême. En 1800 Favel[10] crea el pastel
genovés[11].
· En 1801, a sus 17 años, mientras trabajaba para el príncipe de Talleyrand, Carême dio a
conocer en una cena dedicada a un cónsul, sus magníficas confecciones en pastillaje. Fue así
como adquirió notoriedad dentro del medio y a él se deben confecciones como: piezas de
decoración, el nougat, los merengues, los volovanes, el perfeccionamiento de la pasta
hojaldrada y el biscuit cuillère[12] además de introducir las texturas crujientes. También fue
autor de muchas obras literarias sobre el arte de la cocina y la repostería tales como “El
pastelero real” y “El repostero pintoresco”.
· En 1810 Nicolás Appert[13] logra la preparación de conservas al crear el enlatado, con lo que
logra preservar alimentos por periodos prolongados y 1827 afina los conocimientos de la
conservación de la leche por medio del calor dando origen a la leche evaporada.
· En 1828 en Holanda elabora el primer polvo de cacao. El fondant y las pastas cocidas hacen
su aparición.
· En 1847 Aubriot instaura la manga y Trottier crea las primeras duyas. Elementos
indispensables en la decoración de pasteles y piezas de repostería, que permitieron mejorar la
presentación de las confecciones dulces.
· En 1850 se crea el pastel bretón[16] para la cual se diseño el molde especialmente.
· El mil hojas crea furor en las calles de Paris y Quillet crea en 1865 la crema de mantequilla,
acto seguido y a petición de Napoleón se desarrolla la fórmula de la margarina.
· En 1870 Daniel Peter vecino de Henry Nestlé crea la cobertura de chocolate con leche,
después de haber oído esta idea de boca del propio Nestlé.
· En 1879 nace el tronco de navidad. En 1889 Auguste Escoffier crea el Peach melba[17],
postre que se convirtió en un clásico de la cocina francesa. Se crea el primer horno a carbón y
los batidores globo.
La palabra pastel deriva del griego ‘pasté’, que define una mezcla de harina y salsa. El
diccionario de la Real Academia Española define ‘pastelería’ como el arte de trabajar pasteles
o pastas, y ‘repostería’ como oficio del repostero, persona que tiene por oficio hacer pastas,
dulces y algunas bebidas.
El Hotel Ritz en Madrid ha querido profundizar en la dulce historia de la pastelería y la
repostería, un repaso a estas especialidades culinarias a través de las diferentes civilizaciones y
culturas.
Los primeros registros de recetas dulces simples se remontan a Mesopotamia y al Antiguo
Egipto, hace más de siete mil años, dónde se preparaban panes de miel redondos
espolvoreados con ajonjolí. En la Antigua Grecia, los nacimientos se celebraban con pasteles.
Los fabricados en Atenas tenían fama, eran elaborados con harina, queso y aceite. Fue en
el Imperio Romano, hacia el siglo IV a.C. cuando se distinguió por primera vez la diferencia
entre el panadero y pastelero; introduciendo el oficio de los ‘pastillariorum’.
Los árabes, al conquistar España, plantaron árboles de cítricos y almendras de Persia. Estos
alimentos entraron en el intercambio comercial, imponiéndose en Roma y en el resto de
Europa —a través de las Cruzadas— sabores del Medio Oriente como el mazapán, el nougat y
el baklava, endulzados con miel. Es en esta época cuando la historia de la pastelería establece,
además, una estrecha relación con la religión, marcando el tipo de postres y pasteles
elaborados durante el año litúrgico.
Un toque francés
Al igual que en la antigua Roma, los panaderos franceses también preparaban tortas y
productos de pastelería, hasta que en 1440 una sociedad llamada ‘Cooperativa de Pasteleros’
decidió separarse de los panaderos. Aun así el conflicto entre ambos gremios continuó hasta
que en 1700 llevaron el caso a la Corte, dónde se decretó que “solamente los pasteleros
pueden usar manteca, huevos y azúcar para hacer tortas y ser vendidas”.
España, a través del descubrimiento de América en el siglo XV, supuso la introducción del
chocolate en pequeñas cantidades. Y junto con el azúcar se fue combinando y reemplazando a
la miel como endulzante por su excelente combinación.
Uno de los momentos claves de la historia de la pastelería fue la llegada a Francia de Catalina
de Médici, desde Italia, en 1553. Con ella trajo a sus cocineros y pasteleros, quienes
introdujeron muchas recetas, entre ellas el frangipane o ‘franchipán’ en español, una crema
compuesta de crema de almendra y crema pastelera.
En el siglo XVIII se inició en Francia el desarrollo del hojaldre, marcando el comienzo de la
pastelería moderna. A finales de este siglo se desplegó la línea bollería vienesa, más tarde
Maria Antonieta popularizó el croissant. No fue hasta éste siglo y los dos siguientes cuando
comenzó a existir verdaderamente el arte de la pastelería: en 1863 se crearon las tartaletas de
almendras de Ragueneau; en 1740 se introdujo en Francia el Baba, por medio del rey polaco
Stanislas Leszczynsky; y en 1805, Lorsa, pastelero bordelés, creó la decoración con cornetes.
El mayor innovador, sin duda, fue Antoine de Carêm, quien a principios del siglo XIX publicó el
libro El Pastelero Real, una obra considerada como la primera descripción de la repostería
moderna, con un importante repertorio de recetas. Además se le atribuyó la croquenbouche,
el merengue, el nougat, el voul aun vent y el perfeccionamiento de la masa hojaldre.
HISTORIA DE LA PASTELERIA
La pastelería no comprende sólo el arte del pastelero, sino también los productos de su industria.
Se divide la pastelería en ligeras y sólidas, sirviéndose la primera al fin de las comidas o en
entremés como dulce, comprendiendo un sinnúmero de variedades (galletas, bizcochos, brioches,
pastas) y dándose la segunda como parte de la comida y componiéndose a veces de carnes. La
pastelería seca constituye una industria aparte y que desde hace medio siglo es de consumo
universal. El arte de la pastelería se remonta a una gran antigüedad y hallamos señal del mismo en
los banquetes griegos como en el Symposion y en algunos pasajes de Plutarco, Ctesión y
Jenofonte. En Roma y por la famosa Cena de Trimalcion, de Petronio, sabemos que existían
muchas variedades de pastelería. Debe mencionarse el Artologanus, de origen griego, cuya pasta
contenía vino, leche, aceite y pimienta, la Scribita o pastel de queso, la Placenta o torta de harina
de avena, queso y miel.
Las poesías populares de la Edad Media, de La Salle, Juan de Meung, Chaucer y Arcipreste de
Hita mencionan el arte de la pastelería.”
Por otro lado, la introducción del cacao en Europa incrementó el consumo de azúcar por la
excelente combinación resultante, extendiéndose rápidamente por las cortes europeas.
Aunque la producción de dulces y pasteles se venía haciendo en los países europeos a nivel
familiar desde muy antiguo (con el comienzo de la Edad Media), se asegura que el origen de las
tiendas de pastelería y confitería actuales, con su obrador en la trastienda, surgieron a partir
de las farmacias.
Efectivamente, cuando las recetas se preparaban en la rebotica, se les añadía azúcar o miel
para cubrir su gusto poco agradable.
En otros casos, surgieron los dulces ante la necesidad de aprovechar determinados productos
que existían en abundancia. Así por ejemplo, el turrón surgió como consecuencia de la gran
cantidad existente de almendras y miel en determinadas regiones.
El primer libro de Gastronomía fue escrito por Archestratus en el siglo IV a.c., del que se
conocen solo fragmentos. Más tarde otros libros escritos por Apicius y Atheneus, fueron la
autoridad en materia de gastronomía por muchos años.
Siglo XVI: La pastelería ya contaba con su propia historia cuando, en 1566, bajo Carlos IX,
Fue en Capadocia, Roma 500 años A.C. aproximadamente que el pastelero llamado Therarion,
quien en base a la mezcla de harina, miel y adicionando frutas elabora los primeros pasteles de
la época. En la Roma antigua se documenta una primera corporación de pasteleros ancestrales
denominada Pastillariorum.
En la edad media
Panadería en un monasterio medieval
Durante la primera cruzada, por el año 1099, los europeos llegados del norte encuentran en el
sitio de Marra-Archas que los pueblos musulmanes contra los que peleaban tenían una
alimentación más rica en sabores y texturas; ellos ya manejaban los productos de la caña de
azúcar y sus propiedades; tenían una receta de bourreck, ancestro del hojaldre actual. Las
recetas primarias ricas en sabores viajaron del Medio Oriente a Europa, siendo Francia
receptora de gran parte de esas increíbles fórmulas. El siglo XII encuentra una pastelería más
renovada e innovadora, donde un pastelero de Albi, el señor CARIBOUS, crea las tortas
esponjosas.
Por ese mismo tiempo, en el centro de Europa, París ya es una ciudad prácticamente
cosmopolita e importante, donde los caminos se encuentran y parten hacia diferentes lugares,
es una ciudad donde los negocios registran un crecimiento importante y la alimentación posee
un sello significativo de su existencia lo que hace posible que el oficio de maestro y ayudante
pastelero sea uno de los primeros en ser reglamentados. El Preboste de París emite un decreto
que rige esta importante actividad, donde el artículo primero dice a la letra “Quien quiera ser
pastelero en la ciudad de París tiene que demostrar que puede desempeñar el oficio,
guardando los buenos usos y costumbres de la profesión.” Esto demuestra que el orden y
concierto de la pastelería francesa han guardado a lo largo del tiempo un celoso lineamiento.
El primer cocinero de los reyes Carlos V y Carlos VI, Guillaume TIREL el Cortaviento (Tailevent),
escribe el primer manuscrito culinario “El Viandier” (1379), el cual fue impreso hasta 1490 a la
llegada de la imprenta. El VIANDIER podría ser considerado como el primer libro de cocina y
base fundamental de la gastronomía francesa. En esta época para abrir o tener una pastelería
o boutique el maestro pastelero debería saber hacer 500 pasteles grandes, 300 pastelillos y
200 panecillos buenos y suficientes y hacer el trabajo en un solo día.
El renacimiento
No sólo las artes, la arquitectura y los inventos innovadores salen a la luz, también la cocina y
la pastelería avanzan y es en 1506 cuando PROVECHERE, pastelero de Pithiviers, crea la
primera crema Pithiviers, conocida como crema de almendras.
En tiempos modernos
En 1615 es introducido a Francia el chocolate traido del nuevo mundo como un rico, extraño y
delicioso complemento por Ana de Austria, hija del rey de España Felipe II y esposa de Luis XIII.
Los pasteleros de la época hacen suyo el chocolate como un esencial elemento que enriquece
y complementa la elaboración de sus ricos y deliciosos pasteles.
El croissant lo inventa y elabora el polaco KULYEZISKI en Viena por el año de 1683, para
recordar el símbolo de la bandera turca que es la media luna o creciente; nuevamente esta
innovación llega a Francia por medio de María Antonieta, en 1770. También aparecen las
primeras piezas montadas con figuras esculpidas en pastillaje, por el célebre pastelero italiano
DELLA PIGNA a la hora de los postres en una fiesta organizada por Catherine de Médicis para
su hijo Enrique III.
En 1783 nace Antonin CAREME, quien se convierte en el más grande pastelero de su época, es
a él a quien debemos la creación de piezas montadas, de merengues, de poupelins, del vol au
vent, de los crocantes y el perfeccionamiento del hojaldre.
En 1800 FAVEL crea el pan de Génova. En 1810 GOUFFÉ crea las piezas de almendra con
caramelo mejor conocido como nougant.
Para 1823 la vestimenta tradicional para los pasteleros de mandiles blancos y un gorro de
algodón es reemplazado por la toga bajo el impulso de Antonin CAREME.
En 1830 el fondant y las masas cocidas hacen su aparición. En 1836 STOHRER, pastelero
polaco, abre una boutique en París en la cual vendía únicamente el Baba lo que hizo de
renombre a este suculento pastel.
En 1840 se crean los pastelillos helados con fondant. En este mismo año, CHIBOUST inventa el
Saint- Honoré. En 1845 GAZEU, pastelero en Bordeos imagina el Tanto por Tanto, mitad
almendras o avellanas y mitad azúcar; en 1847 AUBRIOT pone la bolsa para dullas a punto; y
TROTTIER fabrica las primeras dullas.
En 1865 el pastel “Mil Hojas” hace furor en la pastelería de SERGENT, en París; por otro lado,
en el mismo año QUILLET inventa la crema de mantequilla.
Para 1879 el tradicional “tronco de navidad” (pan enrollado relleno de frutas) hace su
aparición en la casa CHARABOT.
En nuestros días
un examen y la confección de una obra maestra. Aparecen también los helados, los petisús, los
pithiviers, etc.
Siglo XVII Se descubre el empleo de la levadura biológica que especializa las profesiones de
panadero, por una parte y de pastelero por otra; habiendo puntos comunes en el trabajo de las
masas “panes” y “pasteles”.
Siglo XVIII Se desarrolla en Francia las pastas hojaldradas, la bollería y se consideraba que la
pastelería ya tenía lo esencial de sus “bases”.
Siglo XIX, Es la época en que Antonin Careme, el famoso cocinero – pastelero, publica su obra El
Pastelero Real, considerada como la primera de la pastelería moderna. En este siglo, la profesión
precisa sus recetas, sus modos de fabricación, progresa su tecnología, mejora sus utensilios,
selecciona y especializa sus materias primas. Se crean los más famosos establecimientos que
funcionan hasta hoy.
Siglo XX. Dominio del frío (y del calor) como factor de evolución, que abre nuevas
perspectivas, mejora la calidad y la productividad.
La enseñanza que podemos sacar de la historia de la pastelería es que está sometida al signo de la
evolución.