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Introducción
Este trabajo nació en ocasión de estar realizando el Proyecto de Investigación ”Encuentros
en la música” para el INMCV, en la Escuela Hogar Rural Nª69 Ñankuche Nahuelquir, ubicada en la
Comuna Rural Cushamen, Provincia de Chubut, Argentina. Una de las preguntas realizadas a los
chicos fue ¿Qué instrumento musical se toca en tu casa? Y algunos de los chicos o sus familiares
tocaban guitarra y el acordeón a piano o a botones en el ámbito hogareño. Al mismo tiempo en los
certámenes Nacionales Evita, fue elegido representante de Chubut un niño acordeonista de la meseta
patagónica. Este aspecto desconocido para mi pero culturalmente desarrollado en la zona de
Cushamen y por extensión en toda la región de la comarca andina de Rio Negro y Chubut me llevó a
entrevistar, escuchar y observar cuáles habían sido las motivaciones que llevaron a introducir el
acordeón en la vida de un sector de los habitantes de las provincias citadas. Para presentar el trabajo
decidí primero establecer como punto de referencia el espacio geográfico de la Comuna Rural
Cushamen porque es allí dónde nació la pregunta que inició esta investigación. Y segundo ampliar las
entrevistas a músicos de otras localidades porque comparten parentescos e historias similares con
los pobladores de Cushamen. La comparación de los testimonios me permitió profundizar en las
conclusiones.
María de la Paz Jacquier y Alejandro Pereira Ghiena (Editores) Música y Bienestar Humano. Actas de la VI
Reunión de SACCoM, pp. 185-189
© 2007 - Sociedad Argentina para las Ciencias Cognitivas de la Música - ISBN 978-987-98750-4-9
ANDREOLI
otro de la cordillera por los alemanes que antes habían migrado desde Europa a Chile. Narró que su
propio abuelo proveniente de Chile se había establecido en Maquinchao:
“El flujo cultural entre chilenos y argentinos siempre existió. Tanto en acordeón como en
guitarra se escuchaban rancheras y polcas a un lado y otro de la cordillera”.
Los hermanos Rivero, que conforman el conjunto Los Rancheros, confirmaron con sus
declaraciones que ellos prefieren al grupo chileno Los Fronteras.
Lito Calfunao ratificó: “Es lo que le decía hoy acá las fronteras se borran, ellos les gusta
nuestra música y a nosotros las de ellos. A nosotros no nos separa la cordillera, nos une!!!”
Omar Tapia ratificó que el flujo migratorio es aún constante:
“Acá gusta mucho el chamamé desde que entró uh y en Chile también tiene la misma
polenta que acá y que la cueca de ellos. Le manda una cueca y a todos les gusta bailar y le manda
un chamamé y se vuelven locos y la cumbia con acordeón y guitarra, y sobre todo la cumbia vieja,
la música suena más ranchera estilo mexicana.”
Sandro Kusnica se sumó a este comentario diciendo: “Eso entra mucho por radio de Chile,
cuando yo escucho radio en el campo va junto la música mexicana, con la chilena y el chamamé.”
También desde el norte de Argentina las migraciones se hicieron efectivas no sólo con los
géneros musicales traidos por los nuevos habitantes sino a través de las casas de músicas instaladas
en los centros urbanos más importantes Esquel, El Bolsón o El Maitén.
El testimonio recogido por Chele Díaz nos informó que en Esquel durante la década del 60
se vendían acordeones, verduleras y guitarras por docenas.
“Verduleras vendíamos cinco o seis por día. Siempre los compradores de esos
instrumentos eran gente de campo, lo mismo que de la guitarra, aunque en este instrumentos
estaba más mezclada la clientela…y después los discos, los aparatos de radio y los acumuladores
de energía, de esos de 500 horas. Victrolas de la RCA Victor se vendieron a carradas, lo mismo
que discos y púas. Un día llegaron a vender ochenta discos de la famosa ranchera ’Mate amargo’”
(Díaz, 2003).
La presencia de músicos litoraleños es hoy recordada por Omar Tapia, Ugarte y Kusnica
cuando la empresa Techint finalizó la represa de Futaleufú en el año 1974. El evento atrajo artistas de
todo el país entre ellos de Corrientes.
También se va la tarde
Atada en el palenque
Está la caballada
Esperando a sus dueños
Hasta la madrugada
De lejos ha venido
La gente invitada
Costumbres campesinas
Pal tiempo e señalada
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LOS CAMINOS DEL ACORDEON
Se armaron las parejas
Están remolineando
Un viento de alegría
a todos va llegando
En un banco pusieron
Matras laboreadas
Con cara poco alegre
Las viejas sentadas
De vez en cuando miran
Pero disimulando
Donde están sus muchachas
Con quien están bailando
Mi música predilecta
La inclusión de la radio en la cotidianeidad de la vida rural llevó a interesar a algunas
personas a desear tocar el acordeón porque les gustaba la música que pasaban.
Lito Calfunao remarcó:
“Hay cosas que la entendemos nosotros los pobleros, que por ahí la gente por adopción
puede llegar a entender pero nosotros ya lo tenemos. La radio misma, la radio nacional para los de
afuera es una radio más pero nosotros crecimos con la radio, hoy nos despertamos porque mi
abuela escuchaba la radio, estabamos escuchando los mensajes al poblador, la misma música”.
Oscar Oyarzo dijo: “A los 9 años escuchaba la radio, de la radio el primer tema que aprendí
era Se quema el rancho, un rancherita, y empecé a sacar, y después un valse y otra rancherita Mate
Amargo”.
Sandro Kusnica y Omar Tapia recordaron:
“Escuchabamos por la radio en un programa “su música predilecta” y siempre pasaban
los mismos temas que la gente pedía a su vez, entonces hay temas como Se quema el rancho que
son de los más tocados. Estaba los viernes a la noche, la gente mandaba cartas para pedir. Era
una mezcla de mensajes al poblador y música”.
Oscar Oyarzo da cuenta que a través de su programa de radio Los sin sello, los paisanos le
piden a sus propios músicos, esos que tocan en las fiestas y que arman el baile.
Personalmente pude observar en diferentes festivales y fiestas regionales cómo al primer
enlace armónico e introducción tocado en acordeones las parejas asistentes se acercaban a la pista y
comenzaba el baile. Cada uno tenía su estilo para bailar y era indistinto si sobre el escenario había un
dúo de Futaleufú o el niño Amonancea o un conjunto con dos acordeones, guitarras y bajo más el
recitador. Los géneros podrían ser chamamé, ranchera, ranchera mexicana, valseado, polca. Todos
invitaban al baile siempre y cuando estuviera el acordeonista.
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LOS CAMINOS DEL ACORDEON
En estos géneros ya fueran traidos por los migrantes o adquiridos a través de la radio, se
expresaban con acordeones y guitarras.
Si las guitarras sostienen la estructura rítmica-armónica, los acordeones sostienen la
estructura armónica y la estructura melódica.
Al observar a los bailarines y escuchar la música vemos como se coordinan la marcación de
los pasos con las frases musicales.
Entonces todos los caminos recorridos llevan al baile. El baile que se evoca en soledad
desde la radio. Y que motiva al niño o al joven a aprender a tocar el acordeón para que en la próxima
señalada pueda formar parte de la ronda de músicos.
La motivación lleva desde un aprendizaje individual a la ejecución comunitaria.
Referencias
Andreoli, M. (2004) Folklore de adscripción patagónica: articulación entre el discurso musical y las
ideologías contrastantes, en Actas IASPM.
Calcumil, L. (2003) La Barda. Cultura y sociedad. En Ülkantun. General Roca
Díaz, C. (2003) Los que cantaron antes. Apuntes sobre la música y el canto en Esquel. Esquel.
Editorial Musiquel.
Finkelstein, D. y Novella, M.M. (Ed) (2005) Poblamiento del Noroeste del Chubut. Aportes para su
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Pachano, H. (1998) Hermanos Pachano. Con la fuerza del viento. Comodoro Rivadavia. Chacay
Producciones
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Ulanovsky, C. y otros (2000). Días de radio. Historia de la radio argentina. Buenos Aires. Espasa
Calpe.