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L, BOUYER DICCIONARIO | DE | TEOLOGIA | BARCELONA EDITORIAL HERDER 1977 SJurisaicctoa La fuente de toda jurisdiceiéa en ta Ielesia esté en el > aposiolado, confiado hoy dia s6lo a los obispos. Justicia, Esta’ palabra en teologia es susceptible de diferentes acepciones que conviene distinguir bien. En el sentido mas estricto de la palabra la justicia consiste en dar a cada uno lo que le et debido, aquetlo & lo que tiene derecho. Asi la virtud de a justicia sera el — habitus que en nosotros tiende a la realizacién de este deber mo- ral fundamental. Los deberes llamados de justicia serdn los que se desprenden de ella y, bajo este aspecto, siguien do a santo Tomis, se hari entrar la misma —>religidn en la justicia por cuanto nos hace dar a Dios et honor que le es debido, Cf. Suma Teoldgice, w-, 4. 57, a. 122, Desde este punto de vista de Ia correlacién entre justicia y dere- cho, se distinguirs entre justicia distributive, que regula fa participacién de tos diferentes individuos en los bienes dde que dispone el conjunto de la sociedad, y justicia con- muutativa, que regula las relaciones entre los mismos ind Viduos © las instituciones particulares que en este aspecto pueden ser asimiladas, en el todo social, a los individuos. Chid. a. 61 Cuando se habla de la justicia de Dios para con sus criaturas, no podria tratarse més que de justicia distr butiva, siendo Dios mismo Ia fuente y el perpetuo deten- tador de todos Jos bienes que podamos tener, de manera Que, como dice san Agustin, cuando corona nuestros mé: Filos no sce mis que coronar sus propios dones (Ep. 194, 5, 19; P.L. 33, col. 880). Esta justicia de Dios pro- porciona a cada uno lo que le conviene en funcién de su propia naturaleza, y a las criaturas libres llamadas a la Vida de amistad sobrenatural con Dios les asegura la ex: pansién de su ser total que corresponde a su fidelidad a las gracias recibidas (—> mérito). Pero la Biblia y. siguitndola, ol lenguaje teolégica to- ‘maron Ta palabra justicia en un sentido que sobrepasa, ab- sorbigadolas, las realidades anteriores. La justicia del hom. bre justo, en este sentido, serd el estado de conformidad de su ser moral a lo que Dios espera de él, El Antiguo a ‘Testamento conducira, pues, a ver, en un primer estadia. Ia justicia en [a conformacién de la vida entera a la ley dala por Dios como expresion de su voluntad. Pero en el evangelio Jess ditt a sus diseipulos: «Si vuestra jus ticia no fuese mayor que Ia de los escribas y Fariseos, m0 ensrartis en el reino de los cielos» (Mt 5, 10}. Todo et ser mon de Ia Montafa esclarece este dicho’ mostrando como hay que pasar 1 de una concepcidn negativa (no hacer To que Dios prohibe) a una concepcién positiva (hacer todo to que £1 prescribe); 2° de una coneepeida exterior (hacer el acto prescrito) a una concepeién interior (por tuna parte, poner en é toda Ia adhesin de la voluntad consciente y, por otra, considerar el acto puramente inte rior de ésta tan eapaz de mérito o de demérito como el que se traduce y se prolonga fuera); 3° de una concepcisn rmisimista (fespetar La simple justicla conmutativa, y, si se ‘esti encargado de ello, la justcia distributiva) a Una con: cepcién maximalista (practicar, més alla de la justicia es tictamente entendids, todas las exigencias de Ia earidad, el agape cuyo perfecto modelo tenemos en el Padre eeles| tia). De esta nueva justicia san Pablo, como e) mismo Cristo, diré que cumple Ia ley antigua lejos de abolicla (ef MUS, 17 con Rom 13, 10). Sin embargo, bajo otro aspecto que se encontraré expuesto en los articulos > abr pucidn y —>ley, se pods decie también que el evangelio, fen cuanto que ¢s el evangelio de la — gracia, llega a abolir no solamente Ia ley del Antiguo Testamento, sino toda ley coneebible, Esta justcia de! Nuevo Testamento no puede ser en el hhombre mas que el fruto de esta gracia particular que es Ja - justficacién producida en nosotros, como dive el con cilia de Trento explicando a san Pablo, por la misma jus ticia de Dios, eno por Ta justicia con a que El es justo> (de la que hemos hablado anteriormente), «sino aquellz por la que El nos hace justosp (ses. vi, decreto De insifi car‘one, cap. 7; Dz 1529, f 799). Justifcacién, En ef sentido teol6gico de ta palabra es la operacién por ta cual Dios nos hace justos con esta %

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