ÉTICA Y CIVISMO

CONTENIDO

UNIDAD 1. LA EDUCACIÓN CÍVICA Y SUS FINES

1.1 ¿Qué es Civismo?
1.2 ¿Qué es Ética?
1.3 ¿Qué es Moral?
1.5 La escuela
1.6 La ciudad
1.7 La patria

UNIDAD 2. LA FAMILIA
2.1 Concepto de familia
2.1.1 Elementos que comprenden la familia
2.2 Tipos de familia
2.3 Problemas que desintegran la familia

UNIDAD 3. PRINCIPIOS, VALORES, DERECHOS

Y DEBERES
3.1 Tipos de Valores
3.2 Antivalores
3.3 Derechos Humanos
3.3.1 Organismos de defensa de los Derechos Humanos
3.4 Garantías Individuales
3.4.1 Derechos Civiles y Políticos
3.5 Derechos Sociales
3.6 Reglas y Normas
3.7 Responsabilidad y Toma de Decisiones

UNIDAD 4. CONVIVENCIA Y SOCIEDAD

4.1 Participación Ciudadana
4.1.1 Participación Social
4.1.1.2 Participación Social Democrática
4.1.2 Participación Política
4.2 Problemas Sociales
4.3 Seguridad y Sociedad
UNIDAD 1
La educación cívica
y sus fines

INTRODUCCIÓN
En esta unidad, comprenderemos la importan-
cia de la educación cívica en las personas, como
un factor relevante en el proceso de formación
de los ciudadanos, y con esto, la necesidad de
transformar el entorno en un lugar próspero para
el desarrollo humano en donde la participación,
convivencia y relación entre individuos formados
y aquellos que están en proceso de formación,
serán panorama en el reforzamiento de valores,
deseos, sueños y situaciones que se manifiestan
en nuestra compleja realidad como sociedad.
 [ UNIDAD 1. La Educación Cívica y sus fines | Ética y Civismo ]

1.1 ¿Qué es Civismo?

De acuerdo a su significado etimológico, la palabra civismo deriva del latín

civis, que significa ciudadano, con lo cual podemos entender que el civismo
constituye el conjunto de cualidades que permiten a los ciudadanos relacio-
narse en sociedad, es decir, vivir en comunidad respetando y aceptando nor-
mas de convivencia, derechos humanos y fundamentales, así como valores
morales y democráticos.

El civismo prepara a los individuos para el cumpli-

miento de las normas sociales que, en conjunto con
la educación moral, impulsa la formación de valo-
res, juicios y reglas que cada persona adopta ante la
vida. Nuestra capacidad como humanos nos permi-
te que un valor moral determine el comportamien-
to dando comienzo a la conciencia moral. Cuando
la conciencia asimila el valor como propio, se con-
vierte en deber actuando como un impulso que nos
motiva a actuar en conformidad con el valor para
lograr el ideal del bien.

La conciencia moral comienza con base en la forma en la que nos relacionamos

con otras personas, por ejemplo con la amistad, aprendemos a ser honestos,
creando ideales para una mejor convivencia.

La formación cívica hace énfasis en el conocimiento en conjunto con el res-

peto a los derechos y obligaciones del ciudadano; se complementa con el re-
conocimiento de la historia del país, el amor a su patria y los elementos que
la componen, así como a las culturas que conviven dentro de ella. La impor-
tancia de entender el valor de los símbolos patrios, es el inicio para establecer
los ideales sociales de los individuos, y con esto llevar a cabo una educación
cívica trascendental.

Los objetivos del estudio cívico comprenden el desarrollo individual y social de

las personas, dado que se enfoca en temas que intervienen en las relaciones
e intereses que lo involucran en su entorno. Entre estos fines encontramos:

• Fortalece la autoestima, el autoconocimiento, identidad y expectativas

personales y familiares.
• Promover el compromiso social, con la comunidad, la patria y la humanidad.
• Fortalecer el sentido de identidad cultural y de pertenencia.
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• Conocer y poner en práctica los derechos humanos, defenderlos y

respetarlos.
• Fortalecer los valores desde el núcleo familiar para expandirlos so-
cialmente.
• Promover la armonía, equidad, inclusión, derechos y obligaciones
de género.
• Aprender a resolver conflictos y negociaciones personales y comunita-
rias de manera no violenta. 4
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1.2 ¿Qué es ética?

Etimológicamente, la palabra ética deriva del griego ethos cuyo significado re-
fiere a la manera de hacer o adquirir las cosas, costumbres, carácter o hábitos.
Con base en esta descripción, entendemos que la ética estudia la moral y la
forma en que se juzgan los comportamientos humanos dentro de la vida en
sociedad. Siendo una rama de la filosofía, se ocupa de pensar sobre la moral,
los problemas y juicios morales.

Las personas siendo seres que viven y se desarrollan

dentro de una sociedad, debemos conducirnos con
base en normas que nos ayuden a resolver proble-
mas universales acerca de lo que es justo y debe-
ría hacerse, por esta razón la ética busca descubrir,
aclarar y comprender las relaciones que se estable-
cen entre los humanos, su actuar, los valores y las
normas morales que se forman en el desarrollo de
su vida en sociedad. De lo anterior podemos con-
cluir que la ética tiene dos enfoques principales de
estudio, el primero como objeto material, que se
encarga de analizar los actos humanos y el segun-
do, como objeto formal, el cual analiza la bondad o
maldad de dichos actos.

Existen tres niveles de análisis sobre los que puede

basarse el bien actuar de las personas:

1. Primer Nivel: se centra en la reflexión filosófica sobre bien y el mal, que

son conceptos que no son definibles por sí mismos, si no en compara-
ción con otra cosa. Por ejemplo, la comparación sobre un jugador de
tenis que es mejor en relación con otro.

2. Segundo Nivel: se refiere al contexto o situación para decidir si algo

es bueno o malo. Dentro de este nivel encontramos elementos mora-
les que rodean la acción, es decir, el modo en que se realiza, el lugar, el
motivo, la ocasión, momento, medios empleados, etcétera.

3. Tercer Nivel: En este nivel encontramos las consecuencias como resul-

tado de la acción realizada. Es aquí donde los individuos consideran qué
es lo que quieren lograr con sus acciones.
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NIVEL DE ANÁLISIS REFLEXIÓN

El bien o el mal se definen comparativamente “en rela-
PRIMER NIVEL
ción con”
SEGUNDO NIVEL El contexto o situación matiza su calidad moral
La sustancia moral de las acciones buenas o malas se de-
TERCER NIVEL terminan no sólo por las consecuencias si no también por
la acción misma.
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La ética entonces, como ciencia de reflexión filosófica, se centra no en princi-

pios morales sino en los valores morales, lo que es moralmente bueno o malo.
Se configura como el saber práctico que tiene por objeto traer aquellas accio-
nes que conducen a la plenitud a quien las pone por obra. La finalidad de la
ética no consiste en conocer lo que es bueno, sino serlo.

1.3 ¿Qué es moral?

La palabra moral deriva del latín mos que significa, al igual que el vocablo
ethos, modos de ser, costumbres, carácter. Aunque los vocablos de moral y
ética, etimológicamente significan lo mismo, su enfoque estudia diversas cues-
tiones. La moral es un conjunto de normas que regulan la conducta de los
seres humanos en función de los valores que histórica y culturalmente están
determinados.

Siendo seres racionales, y poseedores de concien-

cia, los individuos podemos distinguir el bien del
mal, pensar y juzgar acciones. La moral es una
característica que hace humanamente válido el
comportamiento de los individuos, constituyen-
do el conjunto de normas que han sido impuestos
por éstos, y que han pasado de generación en ge-
neración, adaptándose a cada etapa reguladas por
los comportamientos de acuerdo a la sociedad en
la que se desenvuelve, con base en sus costum-
bres y creencias.

El surgimiento de la moral puede reconocerse cuando el hombre deja de lado

el instinto como aspecto natural, reconociendo que es un ser poseedor de
conciencia, asimilando la vida en conjunto para lograr mejores cosas en com-
paración con su vida en solitario.

La vida moral implica distinguir y valorar sentimientos y emociones, que serán

interpretados subjetivamente en cuanto a ser positivos o negativos, pero éstos
son los que refuerzan el sentido de los valores, constituyendo y manifestan-
do la capacidad para apreciar y valorar la vida personal en diversos niveles y
dimensiones.

Las emociones son estados de ánimo caracterizados por los efectos corporales
que se producen como respuestas ante múltiples estímulos, que desencade-
nan o inhiben conductas y que tienen repercusiones morales, como la ira, el
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miedo, la risa o la concertación. Los sentimientos implican un acto emocional

de la conciencia pues son resultado de la percepción y valoración de un he-
cho, funcionando también como una forma de conocimiento, en un sentido
de exploración para juzgar diversas circunstancias de la vida, esta capacidad
de experimentación, se va desarrollando con los años determinando el carác-
ter moral de las personas.

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Las emociones y sentimientos no se controlan o reprimen completamente por

la razón, cada persona deberá aprender a experimentarlos y así orientarlos,
reconociéndolos como elementos importantes para la base de una vida moral.

La Vida Humana se rige - Personales

por principios y valores - Sociales

Autonomía moral - Congruencia entre lo que

pienso y lo que hago
- Congruencia entre mis
valores y los de la sociedad

Capacidad para - Espíritu crítico - Comprender lo que

pensar y actuar - Acción Moral ocurre en nuestro entorno
- Criterios para analizar la - Aprender a usar la
acción humana información
Dimensión Moral - Considerar las consecuencias
de la Vida Humana de las decisiones y los actos

Libertad para - Usar la razón para tomar - Aplicar los valores

elegir y decidir decisiones y actuar personales para elegir,
-Responsabilidad decidir y actuar
- Límites y condiciones

Capacidad para - De las acciones personales

transformar el entorno a los proyectos cooperativos
- Iniciativa
- Compromiso
- Corresponsabilidad

1.4. La escuela

Este sitio es ideal para una formación cívica y ética pues favorece
el aprendizaje de valores, la convivencia y el desarrollo personal y
social para entender los cambios que nos rodean en nuestro en-
torno. Debido a que actualmente existen barreras que dificultan
las relaciones personales, la comunicación y la convivencia, es
imprescindible formar esferas y ambientes sanos, fuera de con-
flictos y agresiones.

En la escuela encontramos un espacio de aprendizaje continuo,

con herramientas científicas y tecnológicas que nos ayudan en la
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investigación, la observación y el entendimiento del entorno, siendo

también un espacio para fortalecer vínculos y desarrollo personal median-
te actividades deportivas y artísticas.

En este lugar ponemos a prueba nuestras capacidades para fortalecer rasgos

de nuestra personalidad, reafirmando nuestra identidad mediante la enseñan-
za de costumbres e ideas, aprendiendo valores como el respeto a los demás, y
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al mismo tiempo, aprendiendo a defender nuestros derechos y dignidad hu-

mana. Entonces, entenderemos que la educación es un proceso de formación
para los individuos, para ser productivos y creativos dentro de la sociedad.

La educación es un derecho para todos, por esta razón es obligación del Es-
tado proporcionarla de manera laica, pública y gratuita. Si bien cada indivi-
duo es responsable respecto a las decisiones que implican su educación, de
su participación para asimilar y descubrir los métodos para su convivencia y
desarrollo personal, es también obligación del Estado brindar las condiciones
necesarias para el acceso a la educación en todos los niveles.

Estas disposiciones que encontramos en el artículo 3º de nuestra Constitu-

ción, nos muestran la importancia de la educación para los individuos de una
sociedad, el respeto a otros individuos y a la patria.

Artículo 3. Toda persona tiene derecho a

recibir educación. El Estado -Federación,
Estados, Ciudad de México y Municipios-,
impartirá educación preescolar, primaria,
secundaria y media superior. La educación
preescolar, primaria y secundaria conforman
la educación básica; ésta y la media superior
serán obligatorias.

Párrafo reformado
DOF 12-11-2002, 09-02-2012, 29-01-2016

La educación que imparta el Estado ten-

derá a desarrollar armónicamente, todas las facultades del ser humano
y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a los derechos
humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la indepen-
dencia y en la justicia.

Párrafo reformado DOF 10-06-2011

Existen problemas que se han presentado dentro de las instituciones educativas

y que han repercutido en el desarrollo de la convivencia en la sociedad. El acoso
escolar es uno de los problemas que ha tomado fuerza en los últimos años, tenien-
do consecuencias graves para la sociedad y sobre todo los niños y adolescentes.

El reto para los centros educativos será lograr llevar acabo estrategias que
permitan a los estudiantes relacionarse lo mejor posible. El principal objetivo
será promover una cultura de convivencia sana y espacios libres de conflictos
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y agresiones, para lograr que las futuras generaciones tengan la posibilidad

de mantener un orden con base en relaciones firmes y sólidas, reforzadas por
los valores y conceptos éticos que se aprendan y refuercen en la escuela. Es
por esto que la educación debe cumplir una importante función: formar en los
estudiantes una conciencia para convertirse en ciudadanos críticos y creativos,
con capacidad para juzgar lo que es bueno y lo que es malo en las situaciones

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que enfrenten y con base en un criterio científico, proponer y aprender a se-

leccionar soluciones para la resolución de conflictos, además de fomentar a la
creación de ideas que puedan mejorar su entorno en diversos aspectos que
influyan en el progreso de su sociedad.

1.5 La Ciudad

De acuerdo con la definición etimológica de ciudad, proveniente del latín civitas,

su significado es el área urbana que presenta una alta densidad de población.

Cuando un conjunto de personas crean una sociedad en un espacio público,

organizados por medio de una constitución que distribuye y establece normas
y deberes para lograr el bien común, se define la ciudadanía, como una forma
cívica de pertenencia a una comunidad político-jurídica.

Las ciudades se caracterizan por tener

un conjunto de costumbres, normas,
valores, actitudes y conocimientos
que representan la forma de vida de
sus habitantes. Estos rasgos pueden
evolucionar a lo largo del tiempo de-
bido a que cada grupo puede transmi-
tirlos y modificarlos, pero preservando
la identidad cultural que los distingue.

Ser parte de una sociedad política impli-

ca que sus miembros sean personas res-
ponsables, activas, críticas y reflexivas
para el desarrollo de su comunidad, este
es el principal objetivo de la educación
ciudadana, lo cual requiere del análisis
histórico estructural, político y social de la comunidad. Con esto, la ciudadanía
participará activamente en la búsqueda y solución de conflictos que puedan pre-
sentarse y diseñar estrategias para una mejor convivencia entre sus integrantes.

Los ciudadanos gozarán de diversos derechos que los protegen. Entre ellos se
encuentran los derechos civiles que protegen su seguridad y autonomía como
ciudadanos. Los derechos políticos hacen referencia a la capacidad de los ciu-
dadanos para tomar decisiones que tienen que ver con sus gobernantes y los
derechos sociales garantizan las condiciones para que los ciudadanos vivan
digna e igualitariamente dentro de su comunidad. De esta manera, logramos
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la legalidad de los valores que resumen una forma de convivencia y que están
estrechamente ligados a la creación del Estado.

Los valores y virtudes nos acercan a la justicia y libertad, que son dos condicio-
nes indispensables para nutrir una comunidad democrática. El objetivo de la
democracia es lograr el bien común, es decir, el desarrollo material y humano
de todos los ciudadanos a través de la salud, la educación, la cultura, etcétera.
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1.6 La Patria

Según el Diccionario de la Real Academia Españo-

la, la patria se define como “Tierra natal o adoptiva
ordenada como nación, a la que se siente ligado
el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y
afectivos”. La palabra Patria proviene del latín patrïa,
familia o clan <patris, tierra paterna> pater, padre.

Formar parte de una nación, nos brinda identidad

cultural por la suma de cosas materiales e inmate-
riales, del pasado y del presente que fortalecen nuestros vínculos afectivos
hacia la patria en la que vivimos. Pertenecer a esta sociedad, otorga rasgos
comunes entre los individuos, la historia y sus leyes.

Existen signos o símbolos que se utilizan para representar o venerar a la patria,

que nos dan sentido de identidad y pertenencia a nuestra nación, entre los
cuales encontramos tres emblemas importantes de nuestra patria, el Escudo
la Bandera y el Himno Nacional.

El Escudo Nacional ostenta tres símbolos de la identidad

mexica: el nopal, el águila y la serpiente, en referencia
al relato de peregrinación desde Aztlán hasta la fun-
dación de Tenochtitlán, en 1325, y el águila devoran-
do una serpiente alude a la victoria del Sol sobre sus
enemigos. El nopal, a su vez se encuentra sobre una
piedra que emerge de las aguas. Está orlado en la parte
de abajo por ramas de encino y laurel, símbolos republi-
canos, anudadas en el centro con un listón tricolor. El águila
era un ave mítica entre los aztecas para quienes simbolizaba el sol, mientras
que la serpiente representaba la noche. Las actuales características y el uso
del escudo nacional fueron determinados el 12 de marzo de 1968 por el Con-
greso de la Unión, cuando era presidente Gustavo Díaz Ordaz. El modelo del
Escudo Nacional fue dibujado por el artista Francisco Eppens Helguera, se
encuentra en el Archivo General de la Nación, el Museo Nacional de Historia
y en la Casa de Moneda.

ELEMENTOS DEL ESCUDO NACIONAL

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EL NOPAL EL ÁGUILA LA SERPIENTE

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La Bandera Nacional vincula tres tradiciones: la in-

dígena, la hispánica y virreinal y la liberal que origi-
nó un estado autónomo. El diseño consiste en un
rectángulo dividido en tres franjas verticales, cuyos
colores se representan en el siguiente orden a partir
del asta: verde, blanco y rojo. En la franja del centro
color blanca, encontramos al Escudo Nacional, el
cual tiene una dimensión de aproximadamente de
tres cuartas partes del ancho de dicha franja. El sig-
nificado de los colores de acuerdo a su orden es, el
verde: representa la independencia y la esperanza
de de la nación, el blanco: simboliza la pureza de la religión y el rojo: significa
la sangre derramada por los héroes y la unión de la nación.

Siendo presidente de los Estados Unidos Mexica-

nos, el general Antonio López de Santa Anna, el 12
de noviembre de 1853 se convocó a un concurso
literario para seleccionar la letra del Himno Nacio-
nal. El Diario Oficial, dio a conocer el nombre del ga-
nador: Francisco González Bocanegra, originario de
San Luis Potosí, el 3 de febrero de 1854, además se
lanzó una convocatoria para musicalizar la letra del
Himno Nacional recibiéndose un total de 15 obras.
El 12 de agosto de 1854, finalmente se dio a conocer
como triunfadora la composición “Dios y libertad”,
autoría de Jaime Nunó, originario de San Juan de las Abadesas, Gerona, Espa-
ña. El Himno Nacional de los Estados Unidos Mexicanos se dio a conocer por
primera vez al público el 16 de septiembre de 1854, en el Teatro Santa Anna.

Los símbolos patrios merecen el respeto de mexicanos y extranjeros, pues son

elementos que honran a nuestra nación y nos brindan identidad y cultura.

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