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Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

RE​SPONSABILIDAD COMPARTIDA PARA ACABAR CON LA CORRUPCIÓN Y LA


IMPUNIDAD

Entre los grandes desafíos que enfrentan nuestro país y nuestro estado, pocos
tienen un carácter tan fundamental como la corrupción. Esta epidemia ocasiona muy
graves y diversos daños: genera pérdidas económicas directas -tanto en recursos
del presupuesto público que se desvían para fines diferentes a los establecidos,
como en dinero que los particulares entregan a funcionarios deshonestos-;
incrementa la inseguridad cuando hay complicidad entre los cuerpos policiales y los
delincuentes; socava el sistema de administración y procuración de justicia;
desalienta las inversiones frenando el desarrollo económico; y debilita la confianza
de la ciudadanía en las instituciones de gobierno.

Ninguno de los gobiernos que llegaron con la alternancia aplicó una estrategia
efectiva para erradicar las prácticas del viejo régimen. El resultado de ello no debe
sorprendernos: la corrupción y la impunidad que la reproduce sigue siendo un
problema central de Jalisco y del país.

Los jaliscienses advertimos claramente que la corrupción es un problema


generalizado, pero particularmente identificado en el sector público. Conforme a la
Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2017 elaborada
por el INEGI, la corrupción fue percibida por el 91.7% de la población como algo
frecuente o muy frecuente.

La tasa de incidencia de corrupción para 2017 en Jalisco fue de 25,129 actos por
cada 100 mil habitantes, ubicándose en el lugar 11 del ranking nacional. Se estima,
también, que el 94% de la población que sufrió algún acto de corrupción, no lo
denunció ante la autoridad (ver Gráfica 1).
Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

Gráfica 1. Frecuencia de actos de corrupción por entidad federativa

Fuente: ​Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental
2017 (INEGI)

La percepción sobre la presencia de este fenómeno crece a pasos agigantados


como lo demuestra el estudio del CESJAL (Consejo Económico y Social de Jalisco
Para el Desarrollo y la Competitividad) realizado en el 2017, el 61% de la población
percibe la corrupción como un problema en aumento en el estado. Pero quizá más
preocupante es el pesimismo que impera al respecto, pues al ser cuestionados los
ciudadanos sobre qué tan probable consideran que la corrupción disminuya en el
futuro, alrededor de un 40% lo considera “nada probable”, y otro 37% piensa que es
“poco probable” (ver gráfica 2).

Gráfica 2. Percepción de la corrupción en Jalisco

Fuente: Elaboración propia con datos del Estudio sobre la Percepción de la Corrupción en Jalisco
2017 (CESJAL)
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El respeto al Estado de derecho, la construcción de una cultura de la legalidad y el


control efectivo a la corrupción en todos sus ámbitos y niveles, son algunos de los
motivos por los cuales hacemos un llamado urgente para refundar nuestras
instituciones, para dejar atrás lo que ya no sirve y reconstruir desde la raíz, desde
un nuevo pacto social, una nueva relación de confianza, compromiso y
corresponsabilidad entre las instituciones gubernamentales y la ciudadanía. Eso es
la Refundación de Jalisco.

¿Qué debe cambiar en Jalisco para que el control de la corrupción sea efectivo?
Nosotros respondemos: Que los políticos y gobernantes no sean juez y parte en los
procesos para investigarla y sancionarla; que se fortalezca el Estado de derecho
limpiando a fondo las instituciones de administración e impartición de justicia; que
los cargos en el gobierno no sean un botín del partido que gobierna para poner a
sus allegados y estos se vuelvan cómplices o participantes de la corrupción; que se
utilice la tecnología y el desarrollo de plataformas digitales para los trámites y las
contrataciones públicas; que los gobiernos –estatal y municipal- así como los otros
dos poderes locales sean abiertos y transparentes; y que se construyan las bases
para arraigar una cultura de respeto a las normas entre los jaliscienses.

En la construcción del trabajo que hoy se presenta han participado académicos,


funcionarios, especialistas, integrantes de las cámaras empresariales y de las
organizaciones de la sociedad civil; ciudadanos todos, comprometidos con el futuro
de Jalisco. Agradezco a todas y a todos ellos su activa participación y su presencia
aquí.

Son diversas las ideas que se han propuesto para controlar la corrupción, basadas
tanto en esquemas coercitivos como de incentivos. ¿Cuál es la opción más
efectiva? Sostenemos que no son dos caminos excluyentes en esta lucha. Son más
bien dos vías que se complementan ya que la presencia de ambas fortalece
enormemente el control a la corrupción. En esta propuesta, cristalizamos la vía de la
coerción, principalmente, a través órganos autónomos fortalecidos; mientras que el
componente de un efectivo modelo de servicio civil para todos los poderes está del
lado de la motivación o los incentivos.
Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

Nuestras propuestas están agrupadas en cinco ejes, mismos que ponemos a su


consideración con el objeto de que sigan siendo detallados y enriquecidos por
todos, para ponerlos en práctica de manera efectiva en la próxima administración
estatal:

1. CULTURA DE LA LEGALIDAD: CORRESPONSABILIDAD ENTRE LA


SOCIEDAD Y EL GOBIERNO EN EL RESPETO A LA LEY Y A LA
VIGENCIA DEL ESTADO DE DERECHO

Ante la escasa existencia de una cultura de legalidad en nuestra sociedad, se forma


un caldo de cultivo propicio para el aumento de las prácticas de corrupción. Entre la
gente existe la percepción de que no hay consecuencias o sanciones efectivas para
las autoridades y los ciudadanos que cometen actos de corrupción, es decir, que
impera un estado de impunidad.

Es preocupante que en ciertos sectores de la sociedad, se conciba una necesidad


de llevar a cabo actos de corrupción para la consecución de cualquier objetivo, tanto
en lo público como en lo privado. Lo anterior, va de la mano con la percepción de
una deficiente aplicación de la ley, que redunda directamente en la disminución en
la vigencia del Estado de Derecho. Sólo en la medida en que la autoridad actúe
conforme las atribuciones conferidas por la ley, y el ciudadano ejerza sus derechos
y cumpla con las obligaciones dispuestas, viviremos en un verdadero régimen de
Estado de Derecho.

Algunos consideran que la corrupción es algo fuertemente arraigado en la sociedad,


y que resulta imposible su erradicación, generándose una cierta “normalización” de
las prácticas corruptas; incluso esto ha sido atribuido a cuestiones de carácter
antropológico o cultural vigentes dentro de la sociedad mexicana.
Desafortunadamente esta percepción se ha esparcido en diversos ámbitos, dando
paso a la creencia de que la ley es susceptible de no ser aplicada, debilitando
consistentemente con ello al Estado de Derecho.

En la medida que se combata la impunidad, a través de actuaciones eficientes


conforme a los parámetros de constitucionalidad y legalidad, por parte de las
autoridades encargadas de procurar y administrar la justicia, se implemente
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adecuadamente el sistema anticorrupción, y se aplique la ley sin ningún tipo de


sesgo y discrecionalidad, se estará poniendo las bases de un Estado de Derecho.

Presentaremos una iniciativa de reforma constitucional a nivel local, para fortalecer


el sistema de sanciones, particularmente tratándose de los altos funcionarios que
cometan actos de corrupción, y estos incidan de forma directa en la vigencia de los
Derechos Humanos y el orden constitucional. En dicha iniciativa se reconfigurará el
Juicio Político, para que las resoluciones emanadas de este medio de control
constitucional, no sólo conlleve la separación del cargo o la inhabilitación del
funcionario en cuestión, sino la reparación del daño ocasionado.

Tratándose de actos de corrupción que incidan de forma directa en el orden


constitucional, la inhabilitación debe ser permanente, y evitar que la autoridad
enjuiciada puede ocupar un cargo público a futuro.

Valores y principios cívicos a través del sistema educativo​: No se puede exigir


el cumplimiento de las normas jurídicas, sino existe una noción clara entre los
ciudadanos, sobre la importancia de conducirse con rectitud y solidaridad hacia los
demás; sólo en la medida que se genere dicha noción, estaremos construyendo una
verdadera y una cultura de respeto al Estado de Derecho.

En consecución de lo anterior, estableceremos un nuevo modelo cívico de


educación, a través de programas especializados, implementados en todos los
niveles de educación básica. Este modelo, consistirá en explicar de forma didáctica
y pedagógica, los alcances, contenidos e importancia de reconocer y proteger los
derechos humanos, cumplir con las obligaciones civiles, así como el hecho de hacer
ciudadanía, a través de los valores y principios cívicos y la cultura de paz.
Para garantizar que este modelo sea eficiente, se capacitará a los maestros del
Estado, para desarrollar en ellos, las habilidades y competencias necesarias, en la
implementación de dicho modelo. Sólo en la medida que seamos conscientes de la
importancia de respetar la ley, estaremos viviendo en una sociedad plural e
incluyente, y por ende, en un verdadero Estado de Derecho.
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Reestablecer la confianza ciudadana entre ciudadanos y gobernantes: ​El


fenómeno de la corrupción sin duda es determinante en la generación de la
desconfianza ciudadana, pues sólo en la medida que exista un apego al
cumplimiento estricto de la ley por parte de las autoridades y se elimine la
discrecionalidad en la toma de decisiones, se podrá construir una verdadera
legitimidad.

En tal sentido, estableceremos instrumentos de supervisión interna eficientes, que


den seguimiento puntual a los actos y conductas realizadas por todos los servidores
públicos del gobierno del Estado. De forma complementaria, estableceremos
protocolos de conducta de los servidores públicos, cuyo contenido sea la
implementación de buenas prácticas en la realización de sus funciones. Con ello se
generará una conciencia sobre el cumplimiento de la ley desde una perspectiva
ética.

Para lograr la confianza ciudadana en el gobierno, vamos a instaurar un gobierno


abierto, en el que la participación, la transparencia y la colaboración de los
ciudadanos sea una constante en la toma de decisiones en aquellos asuntos de
relevancia pública.

Por ello, seremos un gobierno que edifique sus acciones en la transparencia, para
que ante cualquier petición que pueda plantear un ciudadano, sobre cualquier acto o
toma de decisión gubernamental, puede acceder y conocer de forma directa sobre
tal situación.

Como ya lo hemos delineado en nuestra propuesta de Participación Ciudadana,


tendremos un mecanismo de diálogo colaborativo permanente, ​con los sectores
sociales, empresariales, organismos de la sociedad civil, universidades y con todo
aquel ciudadano interesado en los asuntos públicos del estado. Trabajar de forma
conjunta nos permitirá identificar los problemas y necesidades más importantes, y
de esta forma construiremos una agenda ciudadana que impulsaremos de forma
cotidiana. Sólo en la med​ida que exista ese ejercicio permanente con los
ciudadanos, se podrá recobrar la confianza en la actuación del gobierno.
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2. FORTALECER Y CONSOLIDAR AL SISTEMA ESTATAL


ANTICORRUPCIÓN CON LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE LA
CIUDADANÍA

Las mejores prácticas para el control efectivo a la corrupción y los expertos en la


materia coinciden en un punto: la efectividad de los órganos creados para combatir
este fenómeno está condicionada a la independencia y autonomía en el desarrollo
de sus funciones. Esta independencia debe darse respecto al propio sujeto quien
será investigado, vigilado, y en su caso castigado.

La autonomía del órgano externo se escapa o se concreta, no sólo en el proceso de


elección de sus integrantes, es decir, en los perfiles exigidos para ser parte de este
órgano, sino también en las facultades que se le otorgan y en los recursos
asignados para cumplir con los objetivos que se le encomiendan.

Son muchas las expectativas que se tienen sobre el Sistema Estatal Anticorrupción
recientemente puesto en marcha; sin embargo, es claro que a la Fiscalía Especial
no se le dotó de los recursos humanos y materiales necesarios para cumplir
cabalmente su función: además de su titular, se integra por tan solo cinco servidores
públicos, que son: un Ministerio Público, un Secretario, un actuario, un notificador y
una secretaria. Desde que inició funciones, en noviembre del año pasado, ya se le
han remitido para su estudio, investigación y en su caso resolución, más de 700
carpetas de investigación por denuncias recibidas entre 2017 y 2018.

De esta manera, es notoriamente imposible que cumpla sus objetivos. Pareciera


que se creó al vapor para cumplir las disposiciones del Sistema Nacional
Anticorrupción, pero no por verdadera convicción de su necesidad. Quizá el objetivo
de muchos funcionarios es que fracase, es decir, que no se tenga la capacidad para
investigar eficazmente, desde una instancia autónoma e independiente, las cientos
de denuncias por hechos de corrupción en Jalisco.

Vamos a terminar con esa simulación: el Sistema y la Fiscalía Anticorrupción


tendrán los recursos necesarios, la estructura necesaria y el personal adecuado
para llevar a cabo sus funciones. Nos proponemos una meta de, al menos, 10
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Unidades de Investigación para la Fiscalía, en donde todas las regiones del estado
quedarían cubiertas en periodo máximo de 18 meses.

En la Auditoría Superior del Estado de Jalisco, NO encontramos un panorama más


optimista que en la Fiscalía, por ello trabajaremos para revertir la ausencia de
tecnología adecuada para los procesos de fiscalización, revisaremos la estructura
institucional y haremos lo que esté de nuestra parte para dotarla con los recursos
humanos y materiales necesarios para su adecuado funcionamiento.

El Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) tiene avances indiscutibles en una mayor


participación de la ciudadanía, ya que ésta es corresponsable en los procesos de
selección de los aspirantes a integrar el Sistema. Se cuenta además, con el Comité
de Participación Social (CPS), integrado por cinco ciudadanos, que ha tenido un
resultado relativamente satisfactorio en los procesos en que se ha visto involucrado,
de manera señalada en la designación de los titulares de la Auditoría Superior del
Estado y la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción. Incluso, por
disposición de Ley, un ciudadano integrante de este Comité preside al órgano
coordinador de todo el sistema.

Sin embargo, nosotros sostenemos que esto es aún insuficiente y podemos


fortalecer el papel de los ciudadanos en estas tareas. Al Comité de Participación
Social se le asigna la función de “coadyuvar al cumplimiento de los objetivos del
sistema” y sus atribuciones se limitan a opinar, presentar propuestas y solicitar la
emisión de recomendaciones al órgano coordinador del sistema, quien decidirá la
pertinencia de sus iniciativas. Ciertamente, como ya lo señalamos, un ciudadano
preside el órgano Coordinador, pero es sólo uno de un total de seis integrantes.

Proponemos, entonces, que el siguiente paso a dar esté orientado para apuntalar la
presencia y potenciar la incidencia de los ciudadanos dentro del Sistema. En este
sentido, impulsaremos la más amplia discusión en torno a las funciones de
contrapeso que actualmente se le atribuyen al Comité de Participación Social, y
eventualmente dotarlo de capacidad para supervisar, vigilar, y en su caso, sancionar
a los órganos del sistema que incumplan con su responsabilidad.
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La participación de los ciudadanos deberá ser fundamental para que el Sistema


Estatal Anticorrupción tenga el éxito que todos esperamos en las importantes tareas
que se le han encomendado.

Así, nuestro objetivo será, en un primer momento, fortalecer al Sistema Estatal con
la participación de los ciudadanos, para poder avanzar, de manera paralela, en la
integración e implementación del modelo a través de los sistemas anticorrupción
municipales establecidos en la Ley. La presencia institucional del sistema debe de
llegar, de manera efectiva, a todas las regiones de Jalisco.

3. SERVICIO CIVIL DE CARRERA: QUE SE QUEDEN LOS MEJORES Y QUE


LA ESTRUCTURA DE GOBIERNO DEJE DE SER BOTÍN DE LOS
POLÍTICOS

Otro componente imprescindible para tener éxito en el control de la corrupción es el


Servicio Civil; con él se cristaliza la estrategia de motivar el buen desempeño por
medio de incentivos, como dar certidumbre en el empleo y opciones de desarrollo
profesional. El objetivo fundamental del Servicio es realizar un nuevo pacto y
compromiso de los servidores públicos con la sociedad, donde los funcionarios se
comprometen a un desempeño honesto y efectivo cuidando el interés público, a
cambio de seguridad en el empleo y condiciones de desarrollo profesional.

El impacto positivo del Servicio Civil depende de un buen diseño institucional,


condición que no existe en Jalisco. En el diseño vigente, la idea del servicio civil de
carrera se incorporó en el estado con la aprobación, a principios del 2001, de una
modificación a la ​Ley para los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y sus
Municipios​, misma que adicionó un título entero (el Sexto). En la realidad, esta
modificación ha quedado corta en su cumplimiento, además de carecer de varios de
los componentes para asegurar que el diseño del sistema sea adecuado.

Para solventar esas limitaciones presentaremos una nueva iniciativa de ley para la
creación del Servicio Civil del Estado de Jalisco que tendrá las siguientes
características esenciales:
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Principios básicos: ​En términos de principios rectores de un sistema de servicio


civil de carrera, es indispensable que a las regulares menciones de los valores
básicos de cualquier democracia (legalidad, honradez, igualdad, respeto a los
derechos humanos, etc.) se agreguen no sólo los de eficacia y eficiencia, sino
también los de profesionalismo, innovación, probidad, transparencia y búsqueda del
bien público. Especial lugar deben tener el mérito como criterio de ingreso y
ascenso, la estabilidad en el empleo y un gobierno de resultados, pues todo lo
anterior conlleva a elevar la capacidad y el impacto social del gobierno.

Rango de acción y alcances: ​En un régimen democrático, es mediante el voto en


elecciones como se elige a los titulares de los poderes ejecutivos y por tanto el
proyecto político de gobierno que será implementado por funcionarios ​políticos. Pero
todo proyecto político requiere para su implementación exitosa de un cuerpo técnico
que lo haga realidad. Un servicio civil profesionalizado reconoce el carácter político
de los niveles directivos más altos de la estructura gubernamental, pero existe para
que los puestos técnicos se ocupen por quienes tienen el mérito, quienes
demuestren estar técnicamente preparados. La nueva Ley del Servicio Civil de
Jalisco limitará al 30% el número de plazas que pueden ser asignadas por el titular
de una dependencia, quedando el restante 70% sujeto a los lineamientos de
selección y promoción con base en el mérito establecidos por el nuevo sistema. No
sobra aclarar que este porcentaje abarca y se aplica en todos los niveles de una
dependencia, incluyendo las direcciones de área.

Si bien el titular de cada dependencia podrá elegir a su equipo de colaboradores,


tendrá que hacerlo de entre quienes demostraron tener el mérito por medio de la
aprobación de los cursos y los exámenes estipulados en el Servicio Civil.

Mecanismos de control de ingreso: ​El mérito debe ser el principal factor de


ingreso y promoción en el gobierno, y el mecanismo para conseguirlo debe ser la
aprobación de un sistema de concurso-curso como instrumentos de selección del
personal. Estos concursos deberán ser abiertos y regirse bajo esquemas de
imparcialidad (con fases de jurado doble ciego, donde el aspirante no conoce quién
es el jurado ni el jurado quién es el aspirante), igualdad de oportunidades y no
discriminación. Además del concurso-examen, los candidatos seleccionados
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deberán aprobar un curso o serie de cursos que garanticen que los aspirantes a ser
funcionarios cuenten con las competencias que sus puestos exigen.

Creación de la Escuela de Administración Pública de Jalisco: ​Para alcanzar los


mejores estándares, la formación de los funcionarios debe estar a cargo de una
institución especializada. Por ello se creará la Escuela de Administración Pública del
Estado de Jalisco, un ente cuya función y misión será dotar a los aspirantes a
funcionarios públicos de las competencias y capacidades para atender con éxitos
los problemas públicos del estado. Esta institución contará con un modelo educativo
que combine adecuadamente la teoría con la práctica. Se buscará que como parte
de su formación los aspirantes hagan estancias obligadas en una dependencia
publica, guiadas y supervisadas por un funcionario público y una persona del área
de formación de la Escuela de Administración. Para ser parte del cuerpo docente de
la escuela se deberá contar con una vasta experiencia en la administración pública y
una sólida formación académica. A los cursos de la Escuela solo podrán acceder
funcionarios en activo y aspirantes a funcionarios que aprobaron los exámenes
respectivos. La escuela convocará únicamente al número de aspirantes que la
administración requiera, sea por la creación de nuevos puestos o para suplir las
vacantes.

Existencia de Cuerpos: ​Para conseguir la estabilidad deseada y fomentar la


consolidación de trayectorias profesionales, la nueva Ley del Servicio Civil
establecerá la estructuración de ​cuerpos de funcionarios, los cuales estarán
integrados por aquellos funcionarios con perfil y funciones y tareas similares. Tales
cuerpos pueden limitarse a una sola entidad o dependencia (cuerpos específicos) o
extenderse por diversas instancias (cuerpos transversales), según lo requieran las
competencias demandadas en las áreas de acción de la administración. El ingreso
al gobierno será al mismo tiempo el ingreso al cuerpo correspondiente, y será de
acuerdo a las funciones del mismo que se definirán los requisitos para el ingreso y
la promoción. Dentro del Servicio Civil el funcionario obtendrá un grado o nivel que
le permitirá acceder a los puestos correspondientes.

Institucionalización: ​Es necesario que una tarea como la implementación de este


sistema se asigne a una instancia, o un grupo de instancias, con gran capacidad
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operativa dentro de la administración pública. Esta instancia o grupo de instancias


deberán contar con todos los recursos pertinentes para esta nueva función. Esta
instancia deberá diseñar los cuerpos y formular los catálogos de puestos y los
criterios de selección y promoción.

Implementación gradual: ​Asumida con compromiso y seriedad, la implementación


de un servicio civil de carrera profesional y eficiente es una tarea sumamente
demandante, que debe darse de manera gradual. Pero no debemos permitir que
esta dificultad se convierta en pretexto para la postergación de su implementación.
Por ello, es importante señalar plazos: para comenzar, la redacción y presentación
del documento de iniciativa de ley a someterse al Congreso del Estado deberá
formar parte de las prioridades de los primeros 30 días de gobierno. Una vez
aprobada se iniciarán los arreglos institucionales en un plazo no mayor a 60 días.
En el mismo plazo deberá aprobarse un calendario para implementación del resto
de las adecuaciones que demande el sistema, cuyo cumplimiento será monitoreado
por el Sistema Estatal Anticorrupción.

Un Servicio Civil con estas características es un factor determinante para mejorar


los buenos resultados del ejercicio de gobierno y una condición indispensable para
para minar las bases de la corrupción.

Antes de decir, como muchas veces se hace en campaña cuando se está en busca
de votos, que una buena medida es disminuir los sueldos de los servidores públicos,
tenemos que revisar muy bien el tema y hacer una distinción: quizá haya algunos
altos cargos que puedan ser considerados en esta medida, pero para la mayoría de
los casos no podría aplicar una reducción, pero sí debemos exigirles resultados y un
ético proceder: para ellos, para los servidores públicos que demuestren ser los más
preparados, debemos darles certidumbre en el empleo y opciones de crecimiento y
mejora salarial; sólo les pedimos a cambio un compromiso de honestidad y de buen
desempeño.

Una auténtica carrera policial: generar los incentivos adecuados para que las
corporaciones cuenten con un proyecto de vida, dignificación de su función y
mejores condiciones laborales (​Eje 9 de nuestra Propuesta de Seguridad
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presentada el 9 de abril de 2018​). Nuestros uniformados y el resto de los


funcionarios del sistema de justicia penal están mal evaluados por la ciudadanía y
pocos confían en ellos (ver Gráfica 3). Queremos una policía en la que la gente
pueda confiar, una policía que nos haga sentir seguros.

Gráfica 3. Frecuencia de actos de corrupción por entidad federativa

Fuente: ​Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre
Seguridad Pública 2017 (INEGI).

Valoraremos la función de las policías cuidando a los buenos servidores públicos,


fortaleciendo la carrera policial a través del establecimiento de cuatro pilares:
formación, profesionalización continua, estabilidad laboral y promoción.
Desarrollaremos planes de estudios superiores para las fuerzas ministeriales y
ningún elemento que no sea egresado de esos programas podrá ingresar a una
corporación. La profesionalización continua consistirá en cursos especializados y de
actualización permanente, para que, de acuerdo a su perfil de egreso y con base en
el correcto desempeño de su función, tengan garantizada la estabilidad laboral y
además puedan acceder a una adecuada promoción dentro del servicio policial.

En Jalisco combatiremos la corrupción, depuraremos los cuerpos de seguridad,


certificaremos a sus elementos y reestableceremos la estabilidad laboral de los
servidores públicos de la seguridad y la justicia por considerar que constituyen los
cimientos de un auténtico servicio profesional de carrera. Se terminarán los
contratos anuales o trimestrales, los nombramientos temporales que se prolongan y
prolongan en detrimento de las prestaciones de los profesionales de la seguridad.
Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

Se establecerá en la Constitución local la estabilidad laboral y un servicio


profesional de carrera para los servidores públicos de la seguridad y la justicia en
Jalisco, y se propondrá la reforma del artículo 123, apartado B, fracción VII de la
Constitución para tener ese efecto a nivel nacional.

Les pedimos a los policías que respeten los Derechos Humanos de los ciudadanos
y todos los días les violamos sus Derechos Humanos y laborales al pedirles que
trabajen en condiciones indignas. Estableceremos un servicio de carrera con
procesos objetivos y criterios de promoción y permanencia claros y transparentes,
acompañados por controles externos y una intensa auditoría ciudadana y social.

Generar los incentivos para que los jóvenes consideren atractivo una carrera en los
cuerpos de seguridad, un conjunto de prestaciones y certezas que los motiven e
incentiven a mantener una conducta intachable y no poner en riesgo su carrera con
abusos y actos de corrupción. Extenderemos la buena experiencia de Guadalajara
de crear el Ombudsman del policía. Atenderemos a los nuevos esquemas de
certificación y utilizaremos los cauces legales para tener cobertura y eficiencia en
los procesos de certificación y evaluación.

Tendremos un modelo policial con las diversas competencias que demanda el


servicio a la comunidad, la labor de proximidad, la intervención en situaciones
críticas, la recepción de reportes, aseguramiento de la escena de los delitos, cadena
de custodia y acciones de investigación e inteligencia. Para los municipios que no
cuentan con policías o que no pueden cubrir este amplio espectro de servicios,
estableceremos un esquema de subsidiariedad por parte de la policía estatal.
Crearemos una policía metropolitana.

Existirá un esquema de rendición de cuentas policial frente a la sociedad civil y a las


autoridades locales.

La necesidad de contar con un Servicio Civil efectivo en los otros poderes: El


caso del Poder Judicial: Siguiendo los resultados de la Encuesta Nacional de
Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2017 elaborada por el INEGI,
advertimos que tampoco los poderes legislativo y judicial gozan de la confianza de
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los ciudadanos de Jalisco; mientras que el legislativo alcanza tan sólo el 24.7% de
confianza, el judicial tiene el 35.6%. Nada que celebrar.

Para el caso del Legislativo sólo mencionaremos que es necesario contar con un
staff permanente especializado en las diferentes áreas que atienden las funciones
del proceso legislativo, así como en las comisiones de dictamen que abordan temas
de alta especialidad. No es posible que cada tres años se tenga que reconfigurar la
mayoría de la estructura de los cargos del Congreso del Estado en función del peso
de las fuerzas que ahí están representadas. La permanencia y promoción de los
buenos funcionarios es siempre deseable.

Para el caso del Judicial, la baja confianza ciudadana en buena medida se debe a la
carencia de prontitud para la solución de las controversias presentadas, la falta de
objetividad e imparcialidad en sus actuaciones, así como en la percepción de cierta
dependencia de magistrados y jueces hacia el Poder Ejecutivo y otros factores
reales de poder.

Uno de los elementos que inciden en una adecuada y eficiente administración de


justicia, es el relativo a la configuración de un diseño presupuestal solvente, que es
determinante para garantizar la independencia y autonomía de gestión del Poder
Judicial, de ahí que el diseño presupuestal anual debe responder a las exigencias y
necesidades funcionales para una óptima administración de justicia.

Algunos de los cambios necesarios para combatir la corrupción al seno del Poder
Judicial consisten en establecer nuevos mecanismos de selección y designación de
magistrados y jueces, con el fin de que asegurar la idoneidad de los perfiles. Se
debe buscar en todo momento que se cuente con el conocimiento técnico y
experiencia jurisdiccional, pero sobre todo, se deben privilegiar valores como la
honestidad y la fama pública para dejar atrás el nepotismo, el compadrazgo y los
pagos de favores que suele presentarse con frecuencia en estos procesos.

Es necesario, también, implementar un nuevo mecanismo de selección y


designación de los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia y de los integrantes
del Consejo de la Judicatura. El nuevo mecanismo de selección no lo podríamos
determinar desde este momento, ya que queremos tener una discusión más amplia
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al respecto dentro del marco del proceso de la Refundación de Jalisco; sin embargo,
no descartamos que se puedan proponer para su análisis algunas vías de
participación ciudadana similares a las que operan en el Sistema Estatal
Anticorrupción, con la participación abierta de universidades, barras de abogados y
organismos de la sociedad civil en su designación.

En cuanto hace a la selección y designación de jueces, se configurará una efectiva


carrera judicial, para que sea a través de los méritos y eficacia en el desempeño de
sus funciones, conocimiento y capacidad técnica, que los aspirantes puedan
acceder a tales cargos.

La carrera del servicio judicial, establecerá los mecanismos para capacitar y evaluar
de forma constante a los integrantes del Poder Judicial, buscando que las plazas
vacantes o de nueva creación, sean ocupadas por jueces capaces y honestos. La
aplicación y calificación de las evaluaciones se sujetarán a los principios de
transparencia y máxima publicidad, para garantizar que lleguen sólo los perfiles
idóneos.

Hemos recibido, también, algunas propuestas interesantes sobre la pertinencia de


crear un tipo penal que se puede denominar como Traición a la Administración de
Justicia, cuyos sujetos activos (o sea, sujetos de delito) serán los servidores
públicos que participen en las tareas de procuración o administración de la justicia.
Se imputaría cuando se acredite la realización de conductas o la adopción de
resoluciones en contra de funciones o tareas determinantes establecidas en la ley,
como lo sería, por ejemplo, incurrir en omisiones notorias del procedimiento en
perjuicio de alguna de las partes o de la integridad del expediente, o dictar una
resolución en sentido notoriamente contrario a las actuaciones y constancias
consignadas en el expediente. Por tratarse de una traición, es decir, la comisión de
actos u omisiones que causan grave perjuicio a la sociedad en la función de
administrar justicia, su tratamiento sería como delito grave.

Esta propuesta, al igual que las próximas cuatro que solo mencionaremos, serán
también analizadas dentro del marco de la Refundación del Poder Judicial:

a. Sistema oral/público para juzgar a los administradores de justicia


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b. Rotación de la estructura de impartición, para evitar la formación de cotos de


poder que incentivan la corruptibilidad
c. Erradicación de la mentira en los procesos judiciales
d. Transparentar la relación entre los impartidores de justicia y los justiciables

Es fundamental que la actuación de los integrantes del Poder Judicial deba estar
expuesta al escrutinio público, de ahí que se establecerán medios que prioricen al
máximo la transparencia y la apertura para una rendición de cuentas efectiva,
incluyendo la posibilidad de hacer públicos los resultados de las evaluaciones para
el ingreso, la permanencia y la promoción dentro de la Carrera Judicial.

La apertura y transparencia que deseamos para el Poder Judicial bien podría


extenderse para otros campos de la práctica jurídica, tales como el Notariado: una
función tan importante para la sociedad, que debe ser garante de seguridad jurídica,
no puede otorgarse con base en evaluaciones que no se hacen públicas.
Impulsaremos que la transparencia sea el común denominador de estas
instituciones.

En síntesis: la regla para acceder a un cargo público o a una notable función pública
-que no sea elección popular- debe quedar muy clara para los tres poderes y para
todos los órganos de gobierno: se debe de llegar a estas responsabilidades sólo por
los méritos y deben de permanecer sólo los mejores, con buenas condiciones
laborales y salariales, con posibilidades reales de promoción; pero si su conducta se
aleja del marco de la ley, se irán, serán sancionados y no podrán volver más.
Queremos en el servicio público a los más capaces, con honestidad probada y
comprobada.

4. CERO SOBORNOS Y MÁXIMA APERTURA: LA TECNOLOGÍA AL


SERVICIO DE LOS CIUDADANOS

En los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto


Gubernamental, realizada por el INEGI en 2016, encontramos que el 82% de los
ciudadanos sostiene que las experiencias de corrupción se presentan cuando se
Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

tiene contacto con los servidores públicos para realizar algún trámite, licencia,
permiso, pago o solicitud de servicio público.

Para que exista la corrupción se necesitan dos. Por ello, pondremos la tecnología al
servicio de todos, con el fin de establecer mecanismos automatizados que ofrezcan
un mejor servicio al ciudadano y que su uso sea un aliado en el control efectivo a la
corrupción a través de sistemas abiertos para que todos los jaliscienses tengamos
acceso a la misma información, previo a la realización de los diferentes trámites.

En el mismo sentido, en un gobierno transparente es más difícil que se arraigue el


fenómeno de la corrupción. En nuestro paso por las administraciones municipales
logramos avances importantes en el tema de transparencia: de acuerdo con el
ranking del colectivo CIMTRA (Ciudadanos por Municipios Transparentes) siete de
los diez gobiernos municipales más transparentes del país son de Movimiento
Ciudadano y están en Jalisco, con Guadalajara posicionado en el primer lugar.

El reto ahora es dar el siguiente paso: haremos de Jalisco un referente en Gobierno


Abierto, que pondrá al alcance de los ciudadanos herramientas digitales de datos
abiertos y de software libre para la generación de contenidos, así como el desarrollo
de programas enfocados a la transparencia y la rendición de cuentas, mismos que
serán de uso gratuito para la comunidad y para los gobiernos municipales para
poder trabajar sobre una misma plataforma y organización de la información.

Plataformas de gobierno abierto para trámites, servicios y reportes


ciudadanos: ​En la apuesta de poner las necesidades de los usuarios al centro de
una solución tecnológica, desarrollaremos propuestas específicas para cada una de
las áreas que nos ayuden a transparentar e informar al ciudadano -en tiempo real- lo
que está sucediendo en su gobierno, en general, y con su trámite, en particular. Ya
lo hicimos con Ciudapp, Visor Urbano y Mapa Guadalajara, que son soluciones
innovadoras que surgieron trabajando de la mano con personal operativo y con las
experiencias relatadas por los propios usuarios; estas novedosas plataformas han
ayudado en la mejora regulatoria brindando eficiencia en la atención de trámites y
servicios.
Re​sponsabilidad compartida para acabar con la corrupción y la impunidad

Jalisco será un estado más eficiente y eficaz en la atención de esta agenda; se


identificarán los trámites más solicitados que actualmente se realizan en ventanilla
para iniciar, desde los primeros días del gobierno, los procesos de digitalización
para que sean realizados completamente a través de las plataformas en línea; así,
no sólo impulsaremos la eficacia en los procesos burocráticos, sino que también
evitaremos actos de corrupción al reducir el factor humano en estos procesos. La
aplicación generalizada de estas herramientas permitirá que todos los ciudadanos
tengan las mismas condiciones y tiempos más reducidos de atención, con lo que se
evitarán posibles conductas ilícitas para su obtención.

Con este tipo de herramientas, en la próxima administración estatal el ciudadano no


solo tendrá la certeza de que los trámites se desarrollarán bajo una igualdad de
condiciones, si no que al ser pública la información, tendrá la confianza de que no
habrá corrupción en el procedimiento.

Abrir y homologar los procesos de compras, licitaciones y adquisiciones:


Como parte de los compromisos que tiene Jalisco con la Alianza para el Gobierno
Abierto, la actual administración cuenta con una plataforma de “datos abiertos” de
los contratos y los proveedores que han participado en alguna licitación. Sin
embargo, la forma de acceder y visualizar esos contenidos no se caracteriza por ser
un acceso sencillo; pareciera que se tiene la intención de dificultar la consulta: esos
“datos abiertos” son más bien datos cerrados.

Nuestro compromiso será crear una plataforma de sencilla consulta y visualización,


para que cualquier persona pueda conocer los detalles de los procesos de compras:
el estado de las operaciones, quiénes son los proveedores que participan y los
motivos de asignación y/o los resultados de las licitaciones que se realicen por parte
del gobierno, siempre en estricto apego a la legalidad. Todas las sesiones de los
comités de adquisiciones serán transmitidas en tiempo real.

Los procesos de adjudicación directa deberán ser la excepción, sobre todo cuando
se trate de obra pública. En la anterior administración de Guadalajara (2013-2015)
se adjudicó el 34.16% de los contratos de obras, mientras que en nuestro gobierno
ese porcentaje disminuyó a 9.23%. Vamos por más licitaciones públicas y menos
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adjudicaciones directas: la apertura y competitividad favorecen siempre la


transparencia.

Impulsaremos también, gradualmente, que los procedimientos de compras,


adquisiciones y licitaciones sean homologados en todos los municipios del estado,
respetando de manera excepcional las condiciones técnicas y particulares de cada
caso. Estas acciones permitirán controlar de manera efectiva la asignación
tramposa. Los ciudadanos tendrán la oportunidad de estar informados y convertirse
en verdaderos vigilantes de estos procesos.

Nómina del gobierno y Padrón Único de Beneficiarios de Programas Sociales


abiertos: ​Nuestra administración abrirá la información de la nómina del gobierno del
estado a través una plataforma de fácil acceso para los ciudadanos, organizando las
consultas por nombre y cargo o plaza.

Con la creación de un padrón único abierto de beneficiarios de los programas


sociales, pondremos a libre consulta todos los apoyos que se entregan por estas
vías, con el objetivo de transparentar la integración y los nuevos procesos de
incorporación, así como la eliminación de duplicidades de apoyos, evitando el uso
indebido de los recursos.

3 de 3 obligatoria: ​Impulsaremos los cambios necesarios en la legislación local


para que la “3 de 3” (Declaración Patrimonial, Declaración Fiscal y Declaración de
Intereses) sea de carácter obligatorio para todos los cargos de elección popular, los
presidentes de los partidos políticos, así como también para los titulares de las
dependencias y entidades del gobierno del estado.

Homologación y fortalecimiento de la capacidad operativa de ejecución de


auditorías internas​: Si bien estamos convencidos que la mejor vigilancia de la
aplicación de los recursos públicos es la fiscalización externa, no por eso vamos a
descuidar lo que le corresponderá hacer a los órganos internos de control. Por ello
vamos a fortalecer estas funciones para darle a la Contraloría del Estado una
función de acompañamiento permanente durante los procesos de la administración
pública central y paraestatal, con el objetivo de facilitar y fortalecer la capacidad
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operativa de ejecución de auditorías, duplicando el número de las mismas desde el


primer año de la administración.

De la misma manera, vamos a trabajar en la homologación de todos los procesos de


la auditoría, lo que facilitará la ejecución y el seguimiento a las mismas, en beneficio
de la correcta aplicación de los recursos públicos, la transparencia y la rendición de
cuentas.

*****

Como conclusión: para hacer efectivo cualquier esfuerzo destinado a erradicar la


corrupción se debe compaginar la decisión y el compromiso político de la autoridad
con la competencia técnica de las instituciones y los incentivos necesarios para
mover el comportamiento de las personas hacia el sentido correcto o incorrecto.

Es cierto que la corrupción es un problema ético que demanda autoridad moral y


rectitud de quien aspire a gobernar; pero también es cierto que estos atributos
personales no bastan para terminar con las prácticas corruptas a nivel sistémico.
Eso es lo que anima a nuestra propuesta integral. No son acciones aisladas; todas y
cada una de las estrategias aquí presentadas deben de apuntar hacia el lado
correcto para tener sus efectos inmediatos. Por eso este llamado colectivo y
colaborativo, porque sólo a través de la responsabilidad compartida
sociedad-gobierno podremos romper el círculo vicioso de la impunidad que sirve,
todos los días, como el principal alimento a la corrupción.

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