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El niño que perdió la pelota

- Juanito jugaba a la pelota con su amigo Pepe, al lado de un río y en un lance del juego,
la pelota se les cayó.
- El río era muy peligroso, pues raro era el año que no se ahogara alguna persona en él.
- Los padres sabedores de lo peligroso que era, siempre les aconsejaban a sus hijos que
no se bañaran en él, si no estaban ellos allí.
- Los dos niños con tristeza miraban como el río, dando salpicones se llevaba su pelota
y se quedaban sin juguete para jugar. Aunque pensaron meterse en el río para cogerla,
se acordaron de los consejos de sus padres y prefirieron perder la pelota y no otra cosa.
- Juanito, que era el dueño de la pelota (con temor), le dijo a su padre como la había
perdido y este, creyendo que su padre le iba a regañar, se quedó sorprendido, cuando
el padre le dio un beso y le compró, la mejor de todas las pelotas.

EL PAJARITO AZUL

Cuenta la historia que vivían en un árbol, un pajarito azul


y su madre. Era este un pájaro valiente y juguetón.

Mamá pájaro le enseñaba todas las mañanas a volar,


desde la rama más alta de su árbol y le decía que cuando aprendiera no saliera de
aquella zona porque podía ser muy peligroso.

Cierto día el pajarito azul desobedeció a su madre y se alejó demasiado del árbol.

De pronto, cuando menos se lo esperaba, un lobo empezó a perseguirle para


comérselo. El pajarito azul se escondió dentro del caparazón
de una tortuga que pasaba por allí y el lobo se fue porque no
le encontraba.

Entonces, el pajarito azul le dio


las gracias a su nueva amiga y esa tarde le invitó a su
árbol a merendar.

La tortuga que no tenía amigos porque era muy lenta,


aceptó ir al árbol del pajarito azul y se lo pasó tan, tan,
tan bien, que se quedó a vivir en una charca que había
bajo el árbol y... fueron felices y comieron lombrices.

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